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En Enchiridión del Papa León III

* Secretos para la defensa, triunfo y poder con los SIETE SALMOS


PENITENCIALES.
* Los secretos de las tintas mágicas con las que hacen amuletosde buena
suerte y salud.
* Oraciones mágicas que envió el Papa León III a Carlomagno.
* Recetas para preparar el agua, sal, velas, pergaminos y las tintas mágicas.
* Todo para hacer amuletos de buena suerte y salud.

—EDWIN SOMARRIBA—
MASAYA
El Enchiridión contiene muchos secretos ocultos de la Cábala, una
serie de oraciones mágicas, de conjuros y exorcismos
parapreservar de todo mal. La tradición oculta se le atribuye al Papa
León III y sostiene que la colección fue entregada por el Pontífice al
rey Carlomagno como el más caro y más preciado de todos los
presentes, ya que era un libro secreto y exclusivo.

El soberano, propietario de ese libro mágico y sabiendo valerse de él,


debía ser el dueño del mundo, Carlomagno era el verdadero príncipe
de los encantamientos y de los hechizos. Su reinado fue algo así
como un acto solemne y brillante entre la barbarie y la Edad Media, es
una aparición en la tierra, de majestad, grandeza, que recuerda el
singular boato y las brillantes pompas de Salomón, es al propio tiempo
una resurrección y una profecía.

En el Imperio Romano unió sus orígenes a los galos y francos,


alcanzando un gran esplendor. En el también, como un tipo evocado y
realizado por adivinación, se muestra anticipadamenteel imperio
perfecto de las edades de la civilización madura, el imperio coronado
por el sacerdocio y apoyando su trono en el altar.

LA ERA DE LA CABALLERIA

Carlomagno comienza la era de la Caballería y la maravillosa epopeya


de los romances, donde los pájaros hablan para guiar.

El Enchiridión supone la existencia de una revelación primitiva y


universal que explica todos los secretos de la naturaleza y los pone de
acuerdo con los misterios de la Gracia, conciliando la razón con la fe,
por cuanto ambas son hijas de Dios y concurren a esclarecer la
inteligencia con su doble luz.

Después de leerlo detenidamente saqué la esencia del Libro El


Enchiridión para conocimiento y buena utilización de parte de nuestros
lectores que desde hace tiempo anhelaban conocer los secretos
mágicos de esta colección y que solamente habían escuchado de
manera breve y con algunas desinformaciones al respecto.

«Lo que El ha echo era La Vida y la vida de la gracia era luz de los
hombres. Esta luz brilló en las tinieblas y las tinieblas no la
comprendieron. En tanto que la Alta Magia, encerrada en el libro que
os envío sea profanada por la maldad de los hombres, la Iglesia no
tendrá otro remedio que proscribirla», escribió el Papa Leon III a
Carlomagno.

Pero la religión amiga de la tradición y fuero interno de su dogma una


doctrina anterior a la Biblia y el Apocalipsis de San Juan y que
concuerda y armoniza por manera admirable los respetos del asado y
las loas del porvenir. Acompañada al Breve transcrito la siguiente
carta particular.

«Si creéis firmemente que cada día que recitéis las oraciones que
acompañan a mi carta personal y al Breve con que os la remito y
particularmente la primera, con la devoción debida y la lleváis sobre
vuestro pecho con respeto, sea en la guerra, sea en el mar o donde
quiera que os halléis, ningunos de vuestros enemigos os vencerá,
seréis invencible y os veréis libre de las adversidades, Amén».

La necesidad que se ha tenido siempre de ocultar a la muchedumbre


esa revelación por medio de que abusen, interpretándola y porque no
empleen las fuerzas de la razón contra la fe o el poder de ésta contra
la razón, que algunos seres no comprenden.

«Hubo hombre llamado Juan, enviado de Dios como precursor y


testigo de la luz a fin de que todos creyesen por su mediación», dice el
Santo Evangelio de San Juan». La existencia de una tradición secreta
que reservo a los Soberanos Pontífices y a los dueños temporales del
mundo el conocimiento de esos misterios.

PERPETUIDAD DE SIGNOS, CLAVICULOS Y PANTACULOS

La perpetuidad de ciertos y determinados signos, clavículas y


pantáculos, misteriosos que han sido manifestados en forma jeroglífica
conocida solo de sus adeptos. «Pero aunque dio testimonio de la luz,
no era la Luz misma. La verdadera Luz era la que iluminó al hombre al
venir al mundo».

De esta manera El Enchiridión es una colección de oraciones mágicas


y religiosas de gran virtud y fuerza para lograr todas las cosas creadas
y el dominio de las increadas o espirituales y cuya llave son los
pantáculos, (amuletos o talismán) que viene pentaclo o pentágono por
la forma de la figura, más misteriosos de la Cábala.

DAR LA LUZ QUE NO SE CONOCE

El Objeto del Enchiridión es dar al hombre la luz que no conoce. El


Papa León III, expresó-»La Luz estaba en mundo, porque el mundo
fue echo por esa Luz, llegó una día en que esa luz se convirtió en
hombre mortal y vino habitar ente nosotros para que el hombre viera
esa luz más de cerca.

Pero el mundo, en su totalidad casi no la ha conocido, «Vino en su


propia herencia y los suyos no la recibieron y la mayoría de los seres
no han aceptado la herencia». El Papa León III envió El Enchiridión al
emperador Carlomagno acompañado del siguiente breve-»Sire, Os
envío este libro para que inicies a vuestro pueblo en el trabajo y en la
fe».

«Porque habrá siempre un pueblo como siempre habrá niños que


formen parte de él. Pero cuando vuestros nobles sean sabios y estén
iniciados en los misterios de la Magia, esa nobleza será una madre
para el pueblo y las vías de emancipación estarán abiertas para
todos».

Emancipación personal, sucesiva, progresiva, por medio de la cual


todos los llamados podrán por sus propios esfuerzos, llegar al rango
de elegidos. Ese es el misterio del porvenir que la iniciación antigua
ocultaba entre las sombras. Es para los elegidos del porvenir para
quienes están reservados los milagros del hombre, que puede
despertarlos con su buen ejercicio.

«El báculo sacerdotal debe ser la varita de los milagros, como lo fue
en tiempos de Moisés y de Hermes y como seguirá siéndolo en lo
sucesivo. El cetro del mago llegará a ser derecho, el primero entre los
hombres y el que se mostrará de hecho, él más fuerte por la virtud y
por la ciencia. Entonces la Magia no será una ciencia oculta para
muchos, sino una ciencia incontestable».

Esa primera oración del Enchiridión la hizo escribir el emperador


Carlomagno sobre una placa de oro en memoria del Papa León III y la
llevó siempre sobre el pecho con devoción y respeto. Son pocos los
mortales que han podido descifrar el significado misterioso de algunas
palabras que contiene, pero se afirma que no existe en el mundo
persona que llevándola sobre su pecho haya sido abandonada en sus
tribulaciones.
Los antiguos cánones decían que esta oración recitada tres veces
seguidas con una vela encendida y bendita, delante de una mujer que
esté en parto, la hará salir felizmente del trance, que es además
mavarillosas contra las tempestades y sus efectos, el rayo, la centella,
el incendio y la destrucción entre otros beneficios importantes.

LOS SIETES SALMOS PENITENCIALES.

Septenario o siete oraciones misteriosas para los siete días de la


semana, que se dirán una cada día y por el orden que se indica,
empezando por el domingo y que el Papa León III, envió al emperador
Carlomagno. Sirven para preservarnos de toda clase de peligros,
asechanzas, males, infortunios, pérdidas y accidentes. Todos los días
se recita por tres veces el Padre Nuestro, con gran devoción y
recogimiento para rezar enseguida la siguiente.

ORACION DE LA JACULATORIA.

Por quien, Señor, produces siempre los bienes y los sacrificios,


vivificas y bendices es por ti mismo, Dios Padre, Todopoderoso, a
quien pertenece y pertenecerá todo el poder, gloria y honor durante
todos los siglos de los siglos. Amén. ¡Dios y Señor mío!, yo te suplico
me concedas ser guiado para cumplir el mandato de tu Hijo el divino
Jesús. Mi Salvador y Redentor y para que sea conducido por el
camino que Él me trazó a fin de llegar a Él y no caer jamás en el
pecado ni en la tentación del demonio.

¡Oh poderosa Virgen y madre santísima, amantísima y cariñosa! Haz


que conozcamos también que era madre piadosa, influyendo para que
nuestros humildes ruegos sean atendidos por el que quiso ser vuestro
Hijo, para redimirlos y salvarlos, Amén. (Finalmente se dice la oración
que corresponda al día de la semana en que se hace el Septenario).

Líbrame, Señor, yo te le ruego de todo corazón, de cuantos males


pasados, presentes y futuros, tanto el alma como del cuerpo, pueden
aquejarme, concediéndome por vuestra bondad la paz, la salud, la
tranquilidad y cuanto puedan redundar en la honra y gloria vuestra.

Sedme propicio, Dios y Creador mío y acordarme la paz y la salud


durante mi vida, haciendo que esta vuestra criatura logre siempre
estar asistida del socorro de vuestra misericordia y que no sea jamás
esclava del pecado ni del temor de ninguna turbación, por el mismo
Jesucristo Vuestro Hijo, Nuestro Señor+ que siendo Dios vive en la
Unidad del Espíritu Santo por todos los siglos de los siglos.
Así sea. Que la paz del Señor, que has dejado a tus discípulos,
permanezca siempre firme en mi corazón y sea siempre entre mis
enemigos y como muralla infranqueable. Que la paz Señor, su cara,
su cuerpo me ayuden y protejan mi alma y mi cuerpo. Así sea.
Cordero de Dios, nacido de la Virgen María, que al estar en la cruz
has lavado al mundo de sus pecados.

Ten piedad de mi alma y de mi cuerpo, Cristo Cordero de Dios,


inmolado por el bien del mundo, ten piedad de mi alma y de mi cuerpo,
Cordero de Dios por el cual todos los fieles han sido salvados, dadme
tu paz eterna así en la vida de la muerte como en la muerte de la vida.
Así sea.

Estas siete oraciones del Septenario se aplican contra toda clase de


males y adversidades, para conseguir sus virtudes y eficacia, es
necesario recitarlas cada una en su día correspondiente, de
preferencia antes de la salida del sol, llevando sobre el pecho un
pergamino no usado antes, en el cual se deberá escribir con tinta
celestial

La Jaculatoria anterior, haciendo las cruces en ella marcadas con


sangre extraída del dedo cordial. Esa sangre se tomará
preferentmente de la mano izquierda y con tinta áurea de dibujará la
Clavícula o Pantáculo, quien observe y practique todo l o indicado será
siempre protegido y amparado por la Divina Gracia.

Este es uno de los más efectivos remedios contenidos en El


Enchiridión Leonis Papae, sereníssimo imperatorio Carlomagno in
munus prestiosum datun nuperrime mendi omnibus purgatum, tan
estupendo.

Es muy importante saber que las oraciones y cruces que se escriban


en el pantáculo, como las figuras que componen el mismo serán
convenientemente trazadas con una pluma del ave Auca, según
explica el Libro de San Cipriano o manual del hechicero, por ser muy
grande su virtud para toda clase de operaciones mágicas. Sólo en el
caso de no poder conseguir una pluma de esas, se usará una pluma
de acero de las de manguillo que será completamente nueva.

La pluma de acero se usará únicamente para un solo escrito y tinta de


un solo color, debiendo renovarla en cada nueva operación que se
haga.

La pluma del ave del Auca en cambio puede servir para siempre pues
es tal su virtud que no la pierde jamás, Unicamente se tendrá cuidado
de lavarla con agua clara de río o pozo al cambiar de tinta o en cada
nueva operación que se escriba. En las plumas de acero se
recomienda que se usen preferentemente gruesas.

Cuando las operaciones se hagan sobre plancha de oro en lugar de


pergamino han de ser grabadas precisamente con la lanceta del Arte y
no con otra clase de instrumento. En el caso de hacerlo con buril,
sería preciso hacerlo en la forma que se indica para el puñal y la
lanceta en el Libro de San Cipriano.

PANTACULOS Y PLANETAS

Los Pantáculos deben hacerse en las horas que dominen los planetas
más favorable y teniendo presente las indicaciones contenidas es ese
libro indicado. En cada operación ha de procurarse aplicar aquello que
sea más adecuado, poniendo toda la fe y voluntad de que se pueda
disponer y pidiendo a Dios Nuestro Señor que se digne suplir con su
sabiduría y bondad infinita aquellas cosas que nuestra pobre
inteligencia no alcance comprender, ejecutar y concluir.

Una vez terminada la operación se darán gracias a Dios por habernos


permitido que la concluyéramos y confiando en su divino poder
actuaremos. Materiales para Conjuros, azúcar piedra, goma arábiga,
anilina roja, anilina amarilla, espíritu de vino, agua clara de rió o pozo,
todos los ingredientes se tendrán preparados oportunamente a fin de
que no se interrumpa la operación una vez empezada.

Se adquirirán también dos vasijas o cazuelas de barro sus primeros


rayos por el Oriente. Se pondrán en una vasija las limaduras, el
espíritu de vino y las anilinas y en el otra azúcar de piedra, la goma
arábiga y el agua. Tanto en una mano como en otra preparación se
meneará bien con objeto de que se disuelvan bien los ingredientes
que puedan hacerlo.

Usando para ella la paletilla de madera que se ha indicado, luego se


dejarán las vasijas en sitio donde reciben de lleno los rayos del sol,
retirándose por la tarde cuando el sol se oculte. En la mañana del
domingo al rayar el alba se mezclará el contenido de las dos vasijas o
cazuelas y se colará, empleando un pedazo de tela blanca o un
cedazo fino de cerda.

La preparación se pondrá a la lumbre en el momento en que el sol


aparezca en el horizonte, procurando que los rayos del astro caigan
de lleno sobre la vasija, luego se pondrá al fuego lento durante media
hora, cuidado de menear de cuando en cuando y recitando lo
siguiente.

«Esta tinta que preparo en la hora del sol y que contiene los metales
rojos y amarillos así como igualmente los colores idénticos de los
mismos metales, deseo quede impregnada de los misteriosos efluvios
y virtudes del luminoso astro que en forma esplendorosa extiende la
vida y la salud sobre cuantos seres orgánicos e inorgánicos viven y
moran sobre este planeta que yo habito».

«También ruego humildemente a la Suprema Divinidad, que rige y


gobierna a cuando existe en el universo y fuera de él, la imprima sus
dones a fin de que surtan los efectos maravillosos y sobrenaturales
que por su mediación espera conseguir».

Una vez hecha la tinta se retirará del fuego y se colocará en sitio


donde reciba los rayos solares durante todo el día, dándole una vuelta
de cuando en cuando con objeto de que quede bien impregnada de
los mismos. En el momento de ocultarse el sol se echará la tinta de un
frasco que se tapará perfectamente, guardándolo en sitio oscuro para
cuando haya de usarse, en forma semejante, aunque variando los
días, ingredientes y el astro se hace la Tinta Celestial.

ELABORACION DE TINTA CELESTIAL

Para elaborar la Tinta Celestial, se utiliza limadura de plata, hierro y


estaño, azúcar piedra, goma arábiga, anilina azul, anilina amarilla,
espíritu de vino y agua de río o pozo, todos estos ingredientes se
tendrán preparados según se indica en la receta de la tinta áurea.

El agua de río o de pozo se tomará en un viernes de luna llena a la


caída de la tarde, después de ponerse el sol y antes que aparezca la
luna. Se pondrán los ingredientes en dos vasijas y haciendo idénticas
operaciones como las que hicieron para hacer la tinta anterior,
teniendo presente que éste ha de ser preparada en la noche del
viernes de luna llena.

La preparación de las dos vasijas se hará antes de que la luna salga,


procurando que cuando ésta aparezca en el cielo caigan sus rayos de
lleno sobre ambas vasijas, que se dejarán expuestas toda la noche a
las influencias de esos mismos rayos lunares. Por la mañana antes de
la salida del sol, se retirarán, colocándolas en sitio oscuro y reservado.
En las noches de sábado y domingo volverán a exponerse donde
reciban los rayos.
El lunes por la tarde un poco antes de salir la luna, se mezclará el
contenido de ambas vasijas del modo indicado en la tinta áurea y se
colará después, poniéndola al fuego cuando la luna aparezca en el
horizonte, procurando que los rayos lunares la bañen con su luz.
Durante la operación se recitará la siguiente plegaria y una vez
concluido todo se colocará la vasija en donde reciba los rayos lunares
y en la mañana se envasará y guardará bien.

«¡Oh, astro solitario y misterioso, que viajas eternamente por el


espacio infinito, cumpliendo así los cultos designios del Supremo
Creador!. Impregna con tus rayos celestiales e inviste de tus dones
mágicos esta tinta que estoy preparando a fin de que se adquiera las
virtudes maravillosas para surtir los efectos sobrenaturales que por su
mediación espero conseguir». Estas recetas no se encuentran en El
Enchiridión, pero pertenecen a otros textos sagrados.

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