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Documento de trabajo
INSTITUCIONES PARTICIPANTES:
Instituto Tecnológico de Celaya David Trigueros Caza res
Universidad Autónoma de Querétaro Salvador Lecona Uribe
Universidad de Guadalajara Bertha Ermila Madrigal Torres
Universidad del Valle de Atemajac Fernando Pascual Franco
Instituto Politécnico Nacional (coordinación) Nicolás Rodríguez Perego, Eduardo Meza Ólvera
Los estudios de posgrado representan una especie de cuarto nivel de enseñanza que por su
naturaleza y desarrollo es diferente a los anteriores. Por esa diferencia y por la importancia que
tiene como instrumento de formación de élites con acceso a los avances de la ciencia y de la
tecnología, la administración de estudios de posgrado es una tarea compleja y delicada que
merece especial atención de las instituciones de enseñanza superior que los ofrecen.
Esa administración supone, en efecto, actividades de planeación y gestión del posgrado y
la lucha por lograr esa vinculación estrecha con las labores de investigación que todos consideran
imprescindible, pero de tan difícil presencia práctica efectiva. Además, debe satisfacer la
necesidad de contar con equipos sofisticados que garanticen el acceso al conocimiento de punta,
poseer instalaciones adecuadas y recursos financieros suficientes para su adquisición y
mantenimiento.
La conformación de un Sistema Nacional de Posgrado que establezca relaciones
estrechas entre las instituciones encargadas de impartir estudios de ese nivel que vaya definiendo
condiciones y requisitos mínimos para su oferta, garantizará una mejor obtención de resultados
para la sociedad mexicana; con la consiguiente detección, reducción y desaparición de posgrados
fantasmas, ineficientes; consumidores de recursos; cuyo objetivo principal parece ser de índole
económica sin que importe mucho la calidad de la enseñanza y la preparación proporcionada. A
esto se agrega la necesidad de hacer frente a una realidad económico-social de apertura y
globalización que ha ampliado la posibilidad de oferta y exige mayor seriedad y dedicación.
Participantes en el posgrado
En los estudios de posgrado se interrelacionan profesores-investigadores con alumnos aspirantes
a obtener los beneficios que tales cursos les pueden proporcionar.
Es importante señalar que en este aspecto muchas veces no se toman en cuenta las
expectativas de los aspirantes, que en algunas ocasiones no coinciden con los objetivos
institucionales. Esto resalta más en unas áreas que en otras. Por otro lado, las deficiencias de los
niveles de educación previos se reflejan en el comportamiento y la aplicación de esos aspirantes
haciendo que disminuyan los alcances del posgrado o que se destinen recursos y tiempo a tratar
de corregir esas deficiencias. En cuanto a lo primero -falta de coincidencia entre objetivos
institucionales y objetivos personales de los alumnos- hay que reconocer que lo que puede
adquirirse (desde el punto de vista académico formal, pues no supone el otorgamiento de un
grado de más alto nivel) con los cursos de especialización tiene poco atractivo para muchos
posibles alumnos que prefieren incursionar directamente en programas de maestría creyendo que
con éstos se garantiza la seriedad y la profundidad en la preparación, al mismo tiempo que se
obtiene un grado académico superior al de licenciatura. En la práctica su falta de preparación y
dedicación hace que se dejen inconclusos los estudios de maestría y no se atienda a la redacción
y presentación de la tesis que da lugar al examen final y a la obtención del grado correspondiente.
Realmente, con este comportamiento, se da pie a que las maestrías sean una suerte de
especializaciones un poco más prolongadas y a que se elimine, como ya se ha hecho en algunos
casos, la elaboración de una tesis como requisito indispensable para la culminación de este tipo
de programa. En estos casos quedan ya, como únicos programas de posgrado en los cuales la
investigación juega un papel fundamental, los estudios de doctorado. Insistir en la necesidad de
tomar en cuenta las expectativas de los aspirantes y usuarios del posgrado tiene como propósito
el que éste se mantenga apegado a la realidad de un entorno que espera de é1 ciertos
resultados. Sin embargo, debe reconocerse que el interés individual -a veces definido por
deficiencias de educación o por razones de estatus- no debe ponerse por encima del interés
nacional que aconseja y reclama un nivel de exigencia en el posgrado que garantice un número
suficiente de personal altamente calificado, que no só1o resuelva de la mejor manera los
problemas del ejercicio profesional, sino que conforme un cuerpo docente y de investigadores
que responda a los requerimientos de la época actual.
Debe tenerse en cuenta que en algunas áreas de las ciencias sociales y administrativas,
de vocación eminentemente práctica, la permanencia en el ejercicio de obligaciones derivadas de
un contrato de trabajo, al mismo tiempo que se desarrollan estudios de posgrado, obedece no
solamente a la necesidad de obtener recursos para la subsistencia personal y familiar, sino a un
real interés por adquirir los conocimientos teóricos que permitan atender con mayor facilidad y
rendimiento aquellas obligaciones laborales. Existen entonces, posgrados profesionalizantes
cuya impartición no debe cuestionarse con la aplicación de razonamientos derivados de las
circunstancias de otros tipos de posgrados. Deben, por el contrario, analizarse, entenderse y
reformularse según sus condiciones específicas, sin que ello signifique relajamiento de las
exigencias académicas ni pérdida de calidad en los programas y en el desarrollo de los cursos.
Esta interacción con el entorno no debe ser enfrentada de manera aislada y solitaria por
cada programa o por cada institución. Es conveniente que se definan políticas que, de manera
general y respetando las diferencias específicas, ayuden a avanzar en ese camino de dar
satisfacción a expectativas sociales, cumpliendo con ese objetivo trascendente de formar a los
académicos que la nueva realidad exige.
Modalidades de Administración
En algunas universidades e instituciones de enseñanza superior en México existe una dirección
coordinadora de estudios de posgrado. El nombre que recibe esta dirección varía de acuerdo con
cada institución pero, en esencia, sus funciones son similares. “Dirección de Estudios de Posgrado
e Investigación”, “Coordinación General de Estudios de Posgrado”, “Dirección General de
Posgrado y Vinculación Académica”, Dirección General de Estudios de Posgrado”, son sus más
frecuentes denominaciones.
Las principales atribuciones de esta dirección se relacionan con la planeación,
organización, avaluación, aprobación, y modificación de los planes y programas de estudios de
posgrado. Mientras en el IPN esta dirección tiene carácter ejecutivo y funciones administrativas, en
la UNAM es un órgano directo del Consejo de Estudios de Posgrado, con funciones netamente
académicas.
En la mayoría de las universidades e instituciones existe un órgano colegiado situado en el
más alto nivel jerárquico de la organización y especialmente configurado para fungir como rector
de las actividades relacionadas con el posgrado. Este órgano recibe también, diversas
denominaciones tales como “Consejo Académico de Estudios de Posgrado “, “Consejo de Estudios
de posgrado”, “Colegio de posgrado”. Las atribuciones de este órgano colegiado se refiere en
términos generales al ejercicio de una supervisión sobre las actividades del Posgrado y la
determinación de objetivos, políticas y lineamientos académicos; además se de promover
proyectos interinstitucionales e interdisciplinarios de estudios de Posgrado; procura que se dé la
vinculación docencia-investigación y todas las atribuciones relacionadas con el buen
funcionamiento del posgrado, en términos generales.
A medida que se desciende en la escala jerárquica se van encontrando más similitudes en
cuanto a la organización de los estudios de posgrado en la s diferentes instituciones de enseñanza.
En efecto, en cada facultad o escuela existe un órgano expresamente encargado de la
administración del posgrado. Ese órgano recibe también varios nombres pero en definitiva, se trata
de una dirección, división, o sección de posgrado responsable de los diferentes programas que,
dentro del área de conocimiento correspondiente a la escuela o facultad, se ofrecen a los posibles
interesados. A través de este órgano se diseñan y organizan los cursos y programas de estudios
de posgrado, atendiendo directamente a las necesidades de recursos materiales, financieros y
humanos y decidiendo sobre actividades de funcionamiento específico tales como los
nombramientos de directores de tesis, de jurados de exámenes de admisión, de sinodales de
exámenes de grado, de tutores académicos o profesores consejeros, etc.
Generalmente se conforma un consejo o colegio que en la facultad o escuela, como órgano
de consulta, ejerce las más altas facultades de dirección académica dentro de los cursos de
posgrado. Por medio de este órgano colegiado se planifican, organizan y supervisan los estudios
de posgrado y se fomenta la vinculación entre esos estudios y proyectos de investigación.
Hay que señalar que la existencia de órganos colegiados supone un enriquecimiento de la
actividad propiamente administrativa cuyos efectos positivos no alcanzan a vislumbrarse en su
justa dimensión. En efecto, las instituciones de enseñanza han diseñado como pare de su
estructura un instrumento de participación colectiva que posee ya cierta tradición y reconocimiento,
con lo cual se han adelantado a los más modernos métodos de administración. Como es de todos
conocidos, la doctrina administrativa más reciente y prestigiada aconseja la conformación de
grupos que al trabajar en equipo garantizan mayor eficiencia y un compromiso cierto por parte de
los involucrados en el procesos de toma de decisiones.
Para el sistema educativo los consejos o colegios han sido fuente inagotable de análisis
crítico, de propuestas novedosas y, en definitiva, a través de ellos se le ha dado un sustancial
contenido académico a las labores de administración de posgrado.
Por último, cada programa de posgrado posee un responsable directo que en la mayoría
de los casos recibe el nombre de coordinador. A través de este responsable se establecen las
relaciones con el personal docente, con las comisiones de admisión, se revisa el contenido de los
programas de asignaturas, las condiciones concretas de su impartición, se elaboran horarios, se
distribuye la carga académica, se atiende a los alumnos, se canalizan inscripciones, bajas, altas,
revalidaciones y todos aquellos trámites y actividades cotidianas relacionadas con el
desenvolvimiento específico del programa en cuestión. El coordinador de un programa de
posgrado es el primer eslabón –quizá el más importante- de la cadena académico-administrativa, él
dirige y realiza los estudios de factibilidad, revisa y actualiza contenidos de planes y programas,
etc. todas estas actividades son fundamentalmente académicas y constituyen la esencia de la
administración de posgrado. Para todo ello el coordinador del programa involucra necesariamente
al grupo de maestros y doctores que participan en el posgrado, respectivo.
ORGANIGRAMA GENERAL
Nivel escuela
Director, Coordinador o Jefe de Posgrado Consejo
o Colegio
Coordinador
Programa de Posgrado
Bibliografía
Universidad de Guadalajara: Organigrama general e información de la Coordinación General de
Investigación y Posgrado.
Universidad Autónoma de Querétaro: La organización académico-administrativa del posgrado en la
Universidad Autónoma de Querétaro.
Dirección de Estudios de Posgrado.
Universidad de Guanajuato: Reglamento general de posgrados. Dirección General de Servicios
Escolares.
Universidad Autónoma del Estado de México: Reglamento de facultades y escuelas profesionales
de la UAEM. Organigrama de la Coordinación General de Investigación y Estudios Avanzados.
Universidad del Valles de Atemajac: funciones.
Instituto Tecnológico de Celaya: Funciones e integración de la División de Posgrado e
Investigación.
Universidad Veracruzana: Reglamento general de estudios de posgrado.
Universidad Nacional Autónoma de México: Reglamento general de estudios de posgrado
Universidad Autónoma de Nuevo León: Modelos de desarrollo del posgrado en la UANL. Dirección
General de Estudios de Posgrado
Universidad Autónoma Metropolitana: Reglamento de estudios de posgrado.
“Políticas Operacionales sobre cumplimiento, evaluación y fomento de planes y programas de
estudios de posgrado, funciones y atribuciones de los órganos colegiados de los responsables de
posgrado, de los jefes de departamento.”
Organigrama de las tres Unidades de la UAM.
Instituto Politécnico Nacional: Reglamento de estudios de posgrado.
OMNIA, IX Congreso Nacional de Posgrado, 1994