Está en la página 1de 7

EL CRECIMIENTO ESPIRITUAL

3 ETAPAS:

- Las fuentes de la Vida interior y su fin – De la Gracia Santificante, de la habitación de la Santisima


Trinidad en nosotros, la influencia de Cristo en nuestras vidas, del orden y el camino a la perfección
interior, y las obligaciones propias.

- LA purificación del alma .- el conocimiento de los obstaculos, la lucha contra el pecado, y contra la
pasión dominante, la purificación de los sentidos, y de las potencias del alma, del uso de los
sacramentos para purificar el alma, la oración interior y contemplativa, y vivir la segunda conversión.

- Via Iluminativa .- Apender a caminar con la luz del Espíritu Santo, aprender a trascender las virtudes
teologales y morales, unir el propio sacrificio al sacrificio del altar, la oración contemplativa, y la
contemplación infusa (Adoración perpetua).

- Gracias extraordinarias .- La diferencia entre gracias “santificantes y habituales”, y la diferencia con


los dones del Espíritu.

1era. Etapa . LA VIDA EN GRACIA

la vida del cristiano autentica se caracteriza por el querer propio de vivir una vida en Gracia ( sin
pecados graves o mortales), ya que las almas solo viven en dos estadíos, en la gracia o en el pecado ( en
la presencia Viva de Dios o fuera de ella).

Pero la vida cristiana que trasciende no se conforma solo con una fe en la gracia, sino una fe que anhela
encontrarse con Dios (Via unitiva) pero para que ello suceda es necesario vivir procesos interiores de
purificación , que incluyen la lucha consciente con todo aquello que intenta hacernos volver al pecado
o a la vieja naturaleza.
“El anhelar profundamente la Presencia de Dios viva en nosotros, no se compara a ninguna posesión o
deseo material o humano” Santo Tomas de Aquino

LA gracia en Dios nos lleva a desearlo cada vez más, ya que ese punto de Gracia (anhelo) es el germen
instalado para guiarnos a la vida eterna.

Ese germen o semilla (deseo profundo) debe de ser cuidado de otros germenes de “maldad” que
intentan “ahogarlo o desviarlo para poner por encima otros própositos” (Parabola del sembrador).

En esa Parabola nos indica que hay 4 tipos de terreno para sembrar esa semilla (corazón), primero el
corazón duro (necio), el corazón que tiene muchos obstaculos (piedras – preocupaciones), el corazón
que se entusiasma al principio, pero tiene muchas ocupaciones en el mundo, y el corazón que está dócil
y fertil para recibir la Palabra y la Gracia ( el anhelo profundo).
1- CORAZON DURO Y OBSTINADO (DESCONFIADO)

2 – CORAZON PREOCUPADO Y CON POCA FE

3- CORAZON OCUPADO Y ACTIVO EN EL MUNDO (TIBIEZA)

4- CORAZON DISPUESTO Y CONFIADO

Como saber en donde está el corazón? Por la Gracia Santificante directa (frutos del Espíritu Santo)
(Amor ( fuerza para sostener), Gozo ( Confianza plena en Dios), paz ( salud en el alma, equilibrio
emocional).

Nada más saludable que dejar que el Germen de la Gracia nos habite y nos renueve cada día, sin dejar
que las preocupaciones y las ocupaciones de este mundo nos consuman.

El anhelo por la vida eterna es algo raro y dificil de asimilar, ya que tendemos a asociar la vida eterna
con nuestra vida terrenal, en el antiguo testamento este termino de la vida eterna, no existía, sino que
fue “traído por Cristo a la tierra”, refiriendose al Reino de Dios, que es muy diferente a los reinos
humanos. El reino de Dios es muy diferente a la existencia puramente humano, el reino de Dios se
refiere a un estado interior y profundo (espiritual), de plenitud profunda.

En la prediciación de Jesus todo va directamente ordenado hacía ese reino interior ( Lc. 17, 20), de
relación profunda con Dios, y no sólo de apariencia, se refiere a trascender lo humano y aspirar a lo
divino, a lo eterno, pero siempre en el amor y el gozo profundo.

También Jesús nos enseña que la batalla entre los dos reinos es muy dura y estrecha , “ Pero que
estrecha es la puerta y qué angosto el camino que lleva a la vida. Y son pocos los que le hallan”
Mt. 7, 14

Nos enseña que para mantener ese Reino vivo en nosotros es necesario, cumplir con las exigencias
establecidas, para no dar entrada al pecado (germen de Satanás)...” ...Pero si quieres entrar en la vida,
guarda los mandamientos” (Mt. 19, 17)

Y la Sabiduría contenida en el cuarto evangelio ( de Juan) nos dice que, es necesario oír y creer la
Palabra de Dios para poseer la vida eterna (Jn. 5, 24), y también Cristo nos indico la actitud inicial del
corazón para acceder a ese Reino Celestial, nos habla de “la pobreza de Espíritu” ( esto incluye dos
aspectos, reconocimiento y renuncia, reconocer que no tenemos nada y que sólo dependemos de Dios,
y renunciar a las falsas seguridades (apegos) para ser libres solo confiando en la Divina Providencia del
Señor. (Mt. 5, 3 -12).

Todo esto es resumido en el siguiente versiculo del Evangelio de Juan ... “Y de esto depende la vida
eterna; que te conozcan a ti como ÉL único Dios y a Jesús como el Mesías que tu has enviado” (Jn. 17,
3).
La promesa contenida en la Vida eterna es ver a Dios y habitar con Él, desde las alturas... (Jn. 3, 2).

Más adelante en la doctrina Paulina, el Apostol lo vuelve a mencionar .... “ Ahora le vemos como
reflejo, de manera oscura, pero entonces le veremos cara a cara, hoy lo conozco en parte, pero entonces
lo conoceré como yo soy conocido” (1a Cor. 13, 12)

San Pablo habla de la religión como un camino de Conocimiento, pero más que de un conocimiento
intelectual, habla de un conocimiento profundo e interior ( anhelo profundo de conocerlo más para
amarlo más y desearlo más). Por lo tanto el crecimiento en la Gracia consiste en quitar todo obstaculo
que interfiera en mi relación profunda con Dios, Incluídos los malos y enfermos conceptos que tengo
de Dios y de mí mismo ( percepción – terreno del maligno).

El primer “objetivo” es siempre “ buscar en lo profundo de nosotros a ese Dios Amor”, “Alegrate
Servidor bueno y fiel, porque has permanecido fiel en lo poco, yo te constituiré señor de cosas
grandes, entra en el gozo de Tú Señor” (Mt. 25, 21 -23).

LA SEMILLA DE LA VIDA ETERNA EN NOSOTROS

La semilla de la Gracia provoca en nostros un fervor (amor) profundo por estar y conocer a Dios en
plenitud ( Amor puro), sólo ese anhelo es mantenido por la misma gracia Santificante del Espíritu
Santo ( mantener la Gracia y el anhelo en crecimiento continuo).

“ Sí conocieras el don de Dios y quien es Él que te dice dame de beber, tú se lo hubieras pedido y el te
hubiera dado un agua viva” ( Jn. 4, 5 -26). Cuando probamos de esa agua viva, ya no deseamos ningun
otro tipo de agua que calme nuestra sed interna de ser amados.

Dice Santo Tomas que el agua material tiende a descender a los tiraderos ( al caño), pero el agua de
vida tiende a ascender, hasta la vida eterna que nos hace desearla más y con más fuerza. El agua de vida
es simbolo del Espiritu de Dios (aliento de Vida), que regresa a Él y nosotros junto con Él.

“ Si alguno tiene sed, que venga a mí y beba, . El que cree en mi, rios de agua viva correrán de su
pecho” (Jn. 7, 37)

También Cristo nos habla de la vida eterna a través del Sacramento de la Eucaristía...”AQuel que come
mi carne y bebe mi sangre, posee la vida eterna y yo lo resucitaré en la vida eterna” (Jn. 6, 55)

Como saber si esa semilla de la Gracia y del anhelo de la vida eterna está dando efecto en mí?

Por lo frutos que damos exteriormente , por nuestra devoción en nuestra vida espiritual y en nuestro
amor humano... “Sabemos dice, que hemos pasado de la vida a la muerte, si amamos a nuestros
hermanos. El que no ama permanece en la muerte. Todo aquel que odia a su hermano es un homicida, y
vosotros sabéis que un homicida no tiene la vida eterna morando en Él” (1a Jn. 3, 14).

La Gracia en Dios tiene un impacto profundo en nuestras relaciones humanas, esa misma Gracia nos
permite transformar nuestro interior y con ello provocar una transformación en otros.

Pero muchos dicen que están en la Gracia y en el Amor, pero odian y tratan mal a sus semejantes, por
lo tanto, su religión es falsa y evasiva ( hasta engañosa)... El que no ama permanece en la muerte (en el
viejo yo dominado por su propio reino, y no por el reino de Cristo).
La vida en Gracia en está vida es en realidad la consumación de la Gloria de Dios en nosotros, a través
de la fe de profundizar y perseverar, y el amor (transformar a otros por nuestras propias acciones).

Es importante el discernimiento personal en nuestro camino de fe y en nuestras maneras de transmitir


esa Imagen de Dios impregnada en nosotros, es importante discernir para conocer nuestras sombras que
aún estorban la Gloria de Dios y estorban nuestras maneras de transmitir amor (miedos, culpas,
amarguras, envidia, deseo de poder, de poseer al otro, control, etc).

UNA ADVERTENCIA IMPORTANTE

La Gracia Santificante y la Caridad ( profunda humana y espiritual), son efecto más superiores, a las
gracias (carismas) extraordinarias, ya que los carismas solo son “signos” de la intervención divina, que
nos ayudan ennuestro camino espiritual pero no son “signos de Santidad” ... El amor y la fe profunda y
en proceso de crecimiento es lo más importante ( 1a Cor. 12, 28).

La gracia mas Importante es el amor (agape) y es “tarea” de todo cristiano perfeccionarse en el amor
sano y autentico, y no perfeccionarse intelectualmente en la doctrina, ni siquiera en los carismas, sino
en el amor (entregado y autentico) ( La Caridad perfecta – Plena unión con Dios).

Dios nos pone en el lugar correcto para entregarnos totalmente por amor, cada situación que vivimos es
una prueba de Amor Divino y humano, es un crecer continuo para fortalecer las virtudes e ir venciendo
nuestros vicios mas ocultos, comenzando por el Egoismo y la Vanidad.

El purgatorio es el lugar de los que no fueron perfeccionados en el amor, y pudiendo amar optaron por
otros caminos, pudiendo orar y entregarse más a Dios (tibieza), se dedicaron a darle más importancia a
cosas sin trascendencia, ni valor humano ni espiritual.

Pues bien la Caridad perfecta necesita de una disposición clara y próxima a la renuncia de uno mismo
(Divina Voluntad), donde el unico deseo ardiente es amar a Dios, a través de las almas y por las almas.

“Por eso no nos desanimamos; al contrario aunque se va dsgastando nuestro ser exterior, el interior, se
va renovando dia a dia. Porque nuestra momentanea y leve tribulación produce para nosotros, cada vez
en mayor grado, una medida eterna de Gloria” ( 2a Cor. 4, 16 – 17)

SEGUNDA ADVERTENCIA: CUIDAR LAS CONVERSACIONES INTERIORES ( Una cosa es


Interioridad y otra es Egoismo – Discernimiento).
SEGUNDO CAPITULO

VIDA INTIMA Y VERDADERA CONVERSION

“nuestra conversión (Ciudadanía), está en el Cielo “ (Fil. 3, 20)

La vida interior es el principio de la verdadera conversión, es el deseo ferviente de ser ciudadanos del
cielo y ver a Dios cara a cara.
El llevar una vida intima en el Espíritu nos tiene que llevar a una “conversión – Conversación “ con
Dios, intima y profunda (oración) y esa oración profunda debe de “provocar un cambio profundo en
nosotros”, no de manera emotiva, ni superficial, sino real y autentica.

HAY DOS CONVERSACIONES INTIMAS, UNA CON NOSOTROS MISMOS Y OTRA CON
DIOS, PARA AMBAS ES NECESARIA LA CONSCIENCIA Y LA APERTURA

Nuestra observancia de nosotros mismos y de nuestro interior ( sentimientos y pensamientos) dicen


mucho de nosotros y nos indican las areas que necesitan ser restauradas por Dios. Por ello es que la
oración interior y profunda es una oración de Sanación, y esa Sanación provoca cambios profundos en
nosotros.

Un hombre exterior (superficial) no es consciente de sí mismo, por lo tanto no da apertura a la acción


de Dios, sus oraciones solo son “meros rituales” y vanidosas.

El hombre es fundamentalmente egoista, por lo tanto sus conversaciones profundas solo tornan en giro
a sus propios intereses (al igual que sus oraciones), sus pensamientos estan plagados de placeres
propios y de concupiscencias, más no de la busqueda incesante del bienestar general, sino sólo se
enfoca en sí mismo (egolatra), por lo tanto el inicio de un verdadera conversión profunda es “descubrir
y rendir esas egolatrías a los pies de Jesús – Humillarse delante de Dios (purificación).

El hombre es egolatra por naturaleza, por lo tanto huye del verdadero Dios, pues no está dispuesto a
someterse a la disciplina de Dios, huye de sí mismo, exterioriza todo, y busca divertirse y ocuparse para
evadir su “realidad interna (Vacios y carencias de Dios (amor)).

El hombre egoista no se ama a sí mismo, ama el placer y la comodidad (concupiscencia), por lo tanto
vive estrechamente en sí mismo, y con ello es incapaz de donarse a otros sin esperar nada a cambio
(caridad perfecta). “El que no ama permanece en la muerte” ( Placer – egoismo – autodestrucción).

El hombre egoista es un hombre cegado e impedido “espiritualmente”, pues no se da cuenta de la


porción de Espíritu que posee interiormente, por estar dedicado a los placeres y al poder externo.

No tiene conocimiento interior de Dios, no tiene una “trascendencia espirtual” por lo tanto sus
potencias psicologicas son atadas a lo meramente terrenal y humano ( memoria, inteligencia,
afectividad y voluntad), quedan sometidas al dominio del maligno y de la carne. (deseos).
Sí por Gracia o por experencia profunda espiritual, llegará a conocer a Dios en sí mismo, se comenzaría
a amar y a respetar (dignificar como hijo de Dios). Se amaría por Dios y en Dios, para restaurar su
corazón y poder donarse “ auténticamente a su prójimo”.

La conversión depende en gran parte de lo que se anhela profundamente, ya que los deseos y los
afectos mueven a la voluntad. “sino se anhela a Dios, se anhela cualquier cosa”.

En nuestras conversaciones internas debemos de observar y aceptar nuestras debilidades y defectos


profundos y en esa misma “profundidad” reconocer nuestra necesidad de Dios, pero para ello
necesitamos ser muy honestos con nosotros mismos y con Dios.

El hombre o la mujer en proceso profundo de Conversión, ya observa sus propias conversaciones


consigo mismo y con Dios. (Proceso Consciente). Ahora ya busca el bien en todo y ya no se acomoda
solo a la petición y a la incomodidad, sino que aprende a meditar y “entender” lo que Dios le está
pidiendo o mostrando en ese “momento de su vida”.

Aún pecando se puede mantener en uno “el anhelo de Dios” con un corazón contrito y humillado, por
eso hay que cuidar que nuestro corazón no se llene de estos tres Virus que consumen el deseo de Dios y
de cumplir su Divina Voluntad, esos tres enemigos son: la presunción, la desesperación y la
incredulidad.

PRESUNCION .- Gloriarse por lo que no es de uno, y fue recibido por la Gracia de Dios.

DESESPERACION Y DESANIMO .- Es un choque de Voluntades, porque Dios no se ajusta a Nuestra


Voluntad y a nuestros propios quereres.

INCREDULIDAD .- Perversa tentación que nos hace creer que Dios no hace caso de nuestras
necesidades y nos lleva a dudar de su Asistencia Espiritual.
TERCERA SESION

También podría gustarte