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El padre de la microbiología; Van Leeuwenhoek.

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El 26 de agosto de 1723, nacía el comerciante y científico neerlandés Anton Van


Leeuwenhoek (24 de octubre de 1632 – 26 de agosto de 1723).

Fue el primero en realizar importantes


observaciones con microscopios fabricados
por él mismo. Desde 1674 hasta su muerte
realizó numerosos descubrimientos. Introdujo
mejoras en la fabricación de microscopios y
fue el precursor de la biología experimental, la
biología celular y la microbiología. Heredó la
labor de Jan Swammerdam (1637-1680) que
vivió en Ámsterdam.
En 1653 van Leeuwenhoek vio su primer
microscopio simple, una lupa montada en un
pequeño soporte que era utilizado por los
comerciantes textiles, puesto que se usaban
lentes para comprobar la calidad del tejido,
con una capacidad de ampliación de tres
aumentos y que él adquirió para su propio
uso.

Las lentes y los microscopios que había en el mercado en aquellos momentos no le ofrecían
suficiente confianza y aprendió a tallar vidrio y a fabricar sus propias lentes, consiguiendo algunas de
un diámetro de 1 mm.
Construyó su primer microscopio en 1660. Sus instrumentos eran microscopios simples, de una sola
lente. Básicamente eran lupas potentes y consistían en una lente pequeña, muy convexa, situada en
el centro de una placa de metal.
Pero sus lentes eran tan nítidas y estaban pulidas con tanta habilidad, que su poder de resolución
superaba con mucho el de los microscopios compuestos utilizados por sus contemporáneos y
producían imágenes libres de los colores distorsionados (aberración cromática) que generaban los
demás.
A lo largo de su vida, Van Leeuwenhoek, fabricó 500 lentes y desarrolló fijaciones tanto para
pequeñas lentes biconvexas montadas sobre platinas de latón que se sostenían muy cerca del ojo, así
como estructuras del tipo microscopio en las que se podía fijar tanto la lente como el objeto a
observar.
Sus mejores aparatos conseguían más de 200 aumentos. No dejó ninguna indicación sobre sus
métodos de fabricación de las lentes, y hubo que esperar varias décadas para disponer de nuevo de
aparatos tan potentes. Se ignora cómo iluminaba los objetos observados así como su potencia. El
más potente de sus instrumentos conservados hoy en día tiene una tasa de ampliación de 275 veces
y un poder de resolución de 1,4 μm. Si bien regaló muchos de sus microscopios a sus allegados,
nunca vendió ninguno.
El 19 de mayo de 1673 en la Royal Society de
Londres, se escucha la primera referencia a
una observación biológica mediante un
microscopio.
El médico holandés Regnier de Graaf (30 de
julio de 1641 – 17 de agosto de 1673)
presenta la primera comunicación científica
de su compatriota y amigo el científico Anton
van Leeuwenhoek (1632-1723). En ellas
describe la estructura del moho y del aguijón
de la abeja y constituyen las primeras
investigaciones microscópicas de la Historia.

Comienza entonces un intenso intercambio de cartas entre van Leeuwenhoek y los miembros de la
sociedad científica londinense, correspondencia que proseguirá durante casi 40 años, hasta su
muerte en 1723. La Royal Society lo admite como miembro en 1680, y la Academia de las ciencias de
París lo admite como miembro correspondiente en 1699.
Fue probablemente la primera persona en observar bacterias y otros microorganismos. En una carta
fechada el 7 de septiembre de 1674, evoca por primera vez las minúsculas formas de vida que
observó en las aguas de un lago cerca de Delft. Después de haber mencionado de nuevo estas
criaturas en dos cartas, una del 20 de diciembre de 1675 y otra del 22 de enero de 1676, en una
extensa carta de diecisiete hojas, fechada del 9 de octubre de 1676, describe lo que actualmente
denominamos protozoarios, especialmente los ciliados de los que se alimentan de las algas (Euglena
y Volvox).
En una carta del 1 de junio de 1674 enviada a Henry Oldenburg, secretario de la Royal Society, van
Leeuwenhoek acompaña unas muestras de los organismos que había observado. El 26 de mayo de
1676, realizando una experiencia con uno de los microscopios creado por él mismo, y observando un
muestra de agua Leeuwenhoek comenta que “había tal cantidad de animáculos que todo el agua
parecía estar viva”. De esta manera, Van Leeuwenhoek se convirtió en el padre de la microbiología
experimental. En 1676 describe a las bacterias y el primer dibujo de una bacteria aparece en 1683, en
Philosophical Transaction. Además de ser el primero en describir bacterias, también observó al
microscopio fósiles de foraminíferos, células sanguíneas y del esperma de animales, nemátodos y
rotíferos. Pero estas observaciones son recibidas con escepticismo por los científicos de la época, por
ello, adjunta a una carta del 5 de octubre de 1677 el testimonio de ocho personas (pastores, juristas,
médicos), que afirman haber visto esos numerosos y variados seres vivos. También recibe el apoyo de
Robert Hooke (1635-1703), que, en su Micrographia, ofrece la primera descripción publicada de un
microorganismo, y que, en la sesión del 15 de noviembre de 1677 de la Royal Society, afirma la
realidad de las observaciones de van Leeuwenhoek. El traductor de las cartas que aparecen en
Philosophical Transactions, la publicación de la Royal Society, denomina a estos organismos
animálculos.
También fue un adelantado en la observación de bacterias y microorganismos y el primero en
mencionar la existencia de los espermatozoides en 1677 . En una carta que envía a la Royal Society
habla de “animáculos” muy numerosos en el esperma.
Asimismo, descubrió la levadura, se ocupó del estudio de los glóbulos rojos de animales y seres
humanos, de la anatomía de varios insectos y en lo que respecta al campo de la botánica, también
supo dejar su huella estudiando la estructura de las hojas y de la madera de diversas especies.
En 1684 estudia los glóbulos rojos, las células de la sangre y el sistema de irrigación de tejidos
transparentes. Describió el riego sanguíneo de las circonvoluciones cerebrales, la estructura de la
lente del ojo, descubrió los bastones de la retina, el tejido conectivo y epitelio de la córnea, el aspecto
estriado de los músculos.
Otra parte fundamental de su trabajo
experimental fue su férrea oposición a la
teoría de la generación espontánea.
Todos sus descubrimientos fueron
compilados en: Opera omnia sive Arcana
naturae ope exactissimorum microscopiorum
detecta.
Desde 1877 la Real Academia Neerlandesa de
las Artes y las Ciencias (Koninklijke
Nederlandse Akademie van Wetenschappen,
KNAW) otorga en su honor la Medalla
Leeuwenhoek. Se concede cada diez años al
científico que haya realizado la contribución
más significativa a la microbiología durante la
década precedente.

Van Leeuwenhoek mantuvo durante toda su vida que había aspectos de la construcción de sus
microscopios «que sólo guardo para mí», en particular su secreto más importante era la forma en que
creaba las lentes. Durante muchos años nadie fue capaz de reconstruir sus técnicas de diseño.
Finalmente, en los años 1950 C. L. Stong usó un delgado hilo de cristal fundido en vez del pulimento,
y creó con éxito algunas muestras funcionales de un microscopio del diseño de van Leeuwenhoek.
A su muerte, legó 26 microscopios a la Royal Society que nunca fueron utilizados y que, un siglo más
tarde, se habían perdido. El 29 de mayo de 1747, dos años después de la muerte de su hija María, se
vende un lote de más de 350 de sus microscopios, así como 419 lentes. 247 microscopios estaban
completos, muchos conservando todavía el último espécimen observado. Dos de estos instrumentos
tenía dos lentes y uno contaba con tres.
 

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