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DERECHO DE BIENES

15 de junio
1. Concepto
2. Clasificación
3. Derecho de dominio
4. Modos de adquirir el dominio
5. Protección al dominio
6. Otros derechos reales

1. Concepto de bienes
El CC no contempla una definición de bien ni de cosa en general, y de hecho en varias disposiciones
ocupa como sinónimo los conceptos de bien y cosa. Por lo tanto, la construcción de un concepto de
“bien” es algo doctrinario. Así, parte de la doctrina reserva el concepto cosa para referirse a bienes
materiales. Otros autores entienden que cosa es el género y se refiere a bienes materiales e
inmateriales, y bien serían aquellas cosas susceptibles de apropiación de acuerdo al ordenamiento
jurídico.

2. Clasificación de los bienes


1) Bienes corporales e incorporales (art. 565): Los bienes consisten en cosas corporales e
incorporales.
Corporales son las que tienen un ser real y pueden ser percibidas por los sentidos, como una casa, un
libro.
Incorporales las que consisten en meros derechos, como los créditos, y las servidumbres activas.

A su vez el art. 576 hace una clasificación de los bienes incorporales: las cosas incorporales son
derechos reales o personales.

a) Derechos reales (art. 577): Derecho real es el que tenemos sobre una cosa sin respecto a
determinada persona.
Son derechos reales el de dominio, el de herencia, los de usufructo, uso o habitación, los de
servidumbres activas, el de prenda y el de hipoteca. De estos derechos nacen las acciones reales.
Son derechos que el titular ejerce directamente sobre el objeto, o sea, es la relación entre una
persona y una cosa. Esta concepción ha sido criticada por la doctrina moderna, señalando que no
puede existir una relación entre una persona y una cosa, sino que lo que existe es una relación entre
titular de una cosa (sujeto activo) y un sujeto pasivo que es la sociedad, la cual está obligada a
respetar el derecho del titular.
*El derecho se ejerce directamente sobre la cosa. Por lo tanto, lo que el titular puede perseguir es la
cosa, no importando quien se encuentre en posesión de ella.

b) Derechos personales (art. 578): Derechos personales o créditos son los que sólo pueden reclamarse
de ciertas personas que, por un hecho suyo o la sola disposición de la ley, han contraído las
obligaciones correlativas; como el que tiene el prestamista contra su deudor por el dinero prestado, o
el hijo contra el padre por alimentos. De estos derechos nacen las acciones personales.
-Acreedor (sujeto activo) que puede exigir el cumplimiento de una obligación.
-Deudor (sujeto pasivo) que está obligado a cumplir la obligación.
-Obligación (prestación): lo que se debe dar, hacer o no hacer por parte del deudor.

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Entre acreedor y deudor existe un vínculo jurídico, es decir, esta relación está reconocida por el
derecho, y además el derecho le otorga al acreedor la posibilidad de exigir el cumplimiento forzado de
la obligación al deudor.
*El derecho se ejerce sobre otra persona, por lo tanto, sólo es exigible ante ella.

Además, tiene importancia el art. 583 y que fue la base para dar lugar a la teoría de la “cosificación de
los derechos”: Sobre las cosas incorporales hay también una especie de propiedad. Así, el
usufructuario tiene la propiedad de su derecho de usufructo.
Y el art. 19 nº 24 otorga protección a bienes corporales e incorporales (derechos). Entonces, una
norma que afecte derechos adquiridos, sería inconstitucional, salvo los casos de expropiación. Y la
consecuencia más importante es el uso del recurso de protección vía el 19 nº 24 para llegar a dar
protección a derechos que incluso no estaban cubiertos por el recurso de protección. La
jurisprudencia en un momento fue bastante flexible en este sentido, aceptando el uso de esta teoría
de cosificación de derechos, por ejemplo, para dar tutela al derecho a la educación. Ha sido bien
criticada esta teoría y hoy en día se encuentra más reducida.

Uno de los posibles efectos prácticos de este art. 583, es que podría dar a pensar que existe un
derecho de propiedad sobre su derecho de propiedad, o sea, que alguien pueda ser titular de su
derecho de dominio sobre el dominio de la cosa, pero la doctrina descarta esa interpretación por ser
absurda, y porque el derecho de propiedad, al tratarse del derecho real absoluto y más completo, en
definitiva se identifica con la cosa sobre la cual recae, por lo tanto, pasa a tener la naturaleza de una
cosa corporal. Así, por ejemplo, no es raro escuchar a alguien decir “te vendo mi código”, “este es mí
código” para referirse a que tiene el derecho de propiedad sobre él.

Además, los arts. 890 y 891 en materia de acción reivindicatoria, revelan que el legislador tenía en
mente que el dominio se identificaba con la cosa y, por lo tanto, no podría existir “derecho de
propiedad sobre derecho de propiedad”.
Art. 890: Pueden reivindicarse las cosas corporales, raíces y muebles.
Exceptúanse las cosas muebles cuyo poseedor las haya comprado en una feria, tienda, almacén, u
otro establecimiento industrial en que se vendan cosas muebles de la misma clase.
Justificada esta circunstancia, no estará el poseedor obligado a restituir la cosa, si no se le reembolsa
lo que haya dado por ella y lo que haya gastado en repararla y mejorarla.

Art. 891: Los otros derechos reales pueden reivindicarse como el dominio; excepto el de herencia.

Entonces, si el art. 890 dice que pueden reivindicarse las cosas corporales, raíces y muebles, y
después el 891 dice que los demás derechos reales también se pueden reivindicar, está diciendo que
en definitiva el dominio equivale a la cosa sobre la cual recae. En otras palabras, se identifica el
dominio con la cosa. De esta forma se evita el conflicto teórico de que exista un derecho de propiedad
sobre un derecho de propiedad.

Diferencias entre derechos reales y personales


1. Objeto sobre el que recae
-Derecho real: sobre una cosa.
-Derecho personal: sobre una obligación que debe cumplir el deudor (sujeto pasivo).

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2. Ante quien se puede perseguir el derecho:
-Derecho real: se puede exigir ante cualquier persona, ya que es un derecho que se ejerce sobre una
cosa sin respecto a determinada persona.
-Derecho personal: sólo ante el deudor (sujeto pasivo). *Si la obligación consiste en la entrega de una
cosa, el acreedor no puede dirigirse al tercero ante el cual se transfiere dicha cosa, sino que sólo ante
el deudor, quien deberá cumplir la obligación o bien indemnizar perjuicios, según el caso.
*Esto se aplica a las garantías. Existen garantías reales (por ejemplo, hipoteca y prenda) y personales
(por ejemplo, la fianza, el aval). Así, en el caso de la hipoteca, el acreedor hipotecario (el que puede
exigir el cumplimiento si no se le paga), puede perseguir la cosa respecto de cualquiera que la tenga y
no solo del deudor, es decir, si el dueño de una casa constituye una hipoteca y luego vende la casa, la
hipoteca sigue gravando, esto porque se trata de una obligación no respecto de la persona, sino al
objeto.
En cambio, en la fianza (que es un derecho personal) el acreedor sólo puede perseguir la
responsabilidad del fiador.

3. Una tercera diferencia entre derechos reales y personales es que los derechos reales sólo pueden
ser establecidos por la ley, es decir, los particulares no pueden crear nuevos derechos reales. Si bien
el 577 enumera ciertos derechos reales, esta enumeración no es taxativa. Así, por ejemplo el art. 579
establece el censo, hay leyes especiales que establecen el derecho de aprovechamiento de aguas, etc.
Ahora, la razón de limitar los tipos de derechos reales, es que las normas relativas a la organización de
la propiedad y de los derechos reales son de orden público y, por lo tanto, no son dispositivas para los
particulares. Tenemos en Chile, entonces, un sistema que en doctrina se denomina numeros clausus,
es decir, un sistema cerrado en el sentido de que sólo la ley crea los derechos reales, esto en
oposición al sistema numeros apertus.
En cambio, los derechos personales son infinitos, y tienen como limitación el orden público. Es por
ello que los contratos atípicos pueden ser perfectamente válidos en nuestro sistema.
*Paralelo entre derechos reales y personales
Criterio D° reales D° personales
Relación directa del
titular con una cosa
1 En cuanto a la relación determinada. Relación de persona a persona.
2 En cuanto al número Son limitados. Son ilimitados.
Pueden recaer sobre una cosa
Tienen por objeto indeterminada individualmente y
necesariamente una determinada sólo en su género,
cosa que debe existir pues la cosa no es el objeto
actualmente y estar inmediato de la obligación sino el
3 En cuanto a su objeto individualizada. hecho del deudor.
Están protegidos por las acciones
En cuanto a su Están protegidos por personales. Estas sólo pueden
4 protección las acciones reales. ejercerse en contra del deudor.
Nacen de un modo de Nacen de las llamadas fuentes de
adquirir que a su vez las obligaciones, (contratos,
En cuanto a su requiere de un título cuasicontratos, delitos,
5 adquisición que lo justifique. cuasidelitos y la ley).

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2) Bienes muebles e inmuebles (art. 567 y 568)
Muebles (567): son las que pueden transportarse de un lugar a otro (…)
Se clasifican en:
1. Muebles por naturaleza: cosas que pueden transportarse de un lugar a otro.
*Semovientes: pueden moverse ellas mismas. Ejemplo: animales.
*Inanimadas: no se mueven por sí mismas, sino que por una fuerza externa.
2. Muebles por anticipación (Art. 571): aquellos bienes inmuebles que para efectos de constituir sobre
ellos un derecho a favor de una persona distinta del dueño, se reputan muebles, antes de su
separación del inmueble al cual pertenecen.

Esta distinción entre bienes muebles e inmuebles tiene relevancia para la determinación de los
requisitos necesarios para celebrar actos entre muebles e inmuebles. Entonces, al hacer reputar la ley
para ciertos casos los bienes inmuebles como muebles, favorece su tráfico jurídico.
Ejemplo: art. 1801 inciso 3º en materia de compraventa.

Inmuebles (568): Inmuebles o fincas o bienes raíces son las cosas que no pueden transportarse de un
lugar a otro (…)
Se clasifican a su vez en:
1. Por naturaleza: corresponden a la definición general del art. 568, es decir, aquellos que no
pueden trasladarse de un lugar a otro.
2. Por adherencia (568): aquellos que adhieren permanente a un inmueble por naturaleza, como
los edificios y los árboles.
3. Por destinación (art. 570): son aquellos bienes muebles que la ley reputa inmuebles por estar
destinados permanente al uso y cultivo de un bien inmueble. El efecto práctico es que si se
enajena un inmueble y no se excluyen los bienes muebles destinados a él, se entiende que la
enajenación afecta a todo el inmueble. Por ejemplo, si se vende un campo, y no se excluye
expresamente de la venta un tractor, se entiende que se vende todo.

20 junio

Importancia de las clasificaciones

Compraventa de mueblesconsensual
Compraventa de inmuebles se perfecciona por escritura pública

Los inmuebles se perfeccionan con la inscripción del título en el registro del conservador de bienes
raíces, en los muebles se perfeccionan con la entrega como lo señala el artículo 684

-Prescripción
Inmuebles artículo 2508 se requiere más plazo (5 años) que los muebles (2 años)

-Rescisión por lesión enorme solo procede en la compraventa de inmuebles


-Respecto de las cauciones o garantías reales son diferentes según se trate de inmuebles (hipoteca) o
muebles (prenda)

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(Ver el resto de las clasificaciones en el libro del profesor Peñailillo)

La propiedad o dominio
Es el derecho real por excelencia, su concepto se encuentra en el
Art. 582. El dominio (que se llama también propiedad) es el derecho real en una cosa corporal, para
gozar y disponer de ella arbitrariamente; no siendo contra la ley o contra derecho ajeno.

Esta definición enumera las facultades del dominio. Es una definición clásica, pues lo considera como
un derecho absoluto (el propietario puede usar y disponer de la cosa arbitrariamente). Sin embargo,
la parte final del artículo señala que no se puede vulnerar la ley ni el derecho ajeno.

Características del dominio en cuanto derecho

- Es un derecho real respecto de una cosa, se tiene directamente sobre el objeto


- Se trata de un derecho absoluto, pues confiere amplias facultades sobre la cosa, con el sólo
límite de la ley y el derecho ajeno
- Es un derecho exclusivo, no pueden haber dos o más titulares como propietarios y con los
mismos derechos, esto no significa que no pueda existir la copropiedad (en la copropiedad son
dueños por partes iguales, es decir nadie tiene la propiedad absoluta sobre la cosa)
- El dominio es perpetuo, lo que significa que no se extingue por el paso del tiempo o el no
ejercicio del derecho, si otro sujeto entra en posesión del bien puede adquirir por prescripción
adquisitiva (artículo 2517)

Facultades que entrega el dominio al propietario

1.- derecho de uso: facultad de utilizar la cosa ej: manejar un auto

2.-derecho de goce: puede beneficiarse de los frutos y productos.


- fruto: no produce detrimento de la cosa, estos además pueden ser naturales o civiles
-producto: produce el detrimento de la cosa

3.-derecho de disposición: el titular de la cosa puede disponer materialmente (si la destruye) o


jurídicamente (si la enajena) de ella

-cláusula de no enajenar: el titular de un bien se obliga a no enajenar. En el caso de los créditos


hipotecarios, quien lo solicita se compromete a no enajenar el bien, sino hasta que pague el crédito.
Para cierta parte de la doctrina esta cláusula sería válida, ya que solo se aplica a ciertos casos
particulares. El artículo 53 del reglamento del conservador de bienes raíces permite que se hagan
estas cláusulas.

Otra parte de la doctrina en cambio, considera que estas cláusulas no serían válidas. En algunos casos
está permitido expresamente, art 1810 “puede venderse las cosas corporales e incorporales, salvo que
se prohíba por ley lo contrario”.

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En cuanto al Art 53 del reglamento del conservador de bienes raíces, la norma no otorga validez, ya
que sólo permite que se inscriba. Además, como es un reglamento no podría contradecir un texto
legal.
Posición ecléctica: las cláusulas de no enajenar son válidas si se establecen por tiempo limitado, debe
haber un interés legítimo, de lo contrario se estaría vulnerando el principio de la libre circulación de la
riqueza.

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20 de octubre
*No veremos accesión y ocupación, sólo importarán los conceptos.
*No veremos “otros derechos limitativos del dominio”

Derecho de dominio

Modos de adquirir el dominio: nuestro Código sigue el modelo romano de adquisición del dominio,
es decir, exige un título y un modo de adquirir para la transferencia de la propiedad.
-Título: hecho o antecedente jurídico que sirve para la adquisición del dominio.
-Modo de adquirir: es el hecho o acto jurídico que hace que efectivamente se transfiera el dominio.
Así, en una compraventa, perfeccionado el contrato de compraventa, el comprador no se hace dueño
de la cosa, sino que lo que genera el contrato de compraventa son derechos personales y no derechos
reales. Para el vendedor genera el derecho de recibir el pago del precio, y para el comprador el
derecho a recibir la cosa.
Pero para que se produzca la adquisición del dominio, además del contrato de compraventa (título),
se requiere un modo de adquirir, por ejemplo, la tradición. Y sólo a partir de la tradición se va a
producir la adquisición del dominio.
Esto es importante porque durante el tiempo intermedio entre la compraventa y la entrega de la
cosa, el bien en cuestión podría ser embargado, ya que aún se encuentra en dominio del vendedor.
También podría el vendedor durante este tiempo intermedio vender a otra persona el bien, y esa
venta sería válida, sin perjuicio de la responsabilidad que tiene con el primer contratante.

Los modos de adquirir están enumerados en el art. 588 del Código. Sólo existen los modos de adquirir
que establece la ley, es decir, las partes no pueden crear nuevos modos de adquirir. En todo caso, la
norma del art. 588 no es taxativa, sino que además el legislador podría crear otros a través de ley. Por
ejemplo, en la expropiación, la ley considera a la expropiación como título y modo.

Modos de adquirir el dominio


1. Ocupación (apuntes)
2. Accesión (apuntes)
3. Tradición
4. Sucesión por causa de muerte (derecho civil III)
5. Prescripción
6. Ley

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Tradición
Art. 670: La tradición es un modo de adquirir el dominio de las cosas y consiste en la entrega que el
dueño hace de ellas a otro, habiendo por una parte la facultad e intención de transferir el dominio, y
por otra la capacidad e intención de adquirirlo.

Características:
1. Derivativo: el adquirente deriva su derecho de otra persona, del tradente. Entonces, si el tradente
tenía un dominio limitado, sólo transferirá ese dominio. Y si el tradente no tenía el dominio, no
transfiere dominio alguno, pues no se puede transferir más derechos de los que se tiene.

2. Convención: requiere del consentimiento de dos partes (tradente y adquirente). Se requiere la


intención de transferir el dominio (tradente) y la intención de adquirir la cosa (adquirente). Es una
convención, no es un contrato porque no genera obligaciones, sino que al contrario, extingue
obligaciones. Por ello se dice que la tradición es una especie de pago.

3. Es consecuencia de un Título: la tradición siempre es consecuencia de un título (donación,


compraventa, etc.), es decir, no es un acto jurídico autónomo.

Distinción entre entrega y tradición


Toda tradición implica entrega, una entrega material o bien una entrega simbólica. Pero no toda
entrega supone tradición. La entrega es el género y la tradición la especie.
La diferencia radica en que mediante la entrega se puede transferir tanto el dominio como la mera
tenencia, mientras que mediante la tradición se transfiere el dominio de la cosa. Lo importante aquí
es la intención de las partes para determinar si la entrega implicaba tradición. Esta es una cuestión
subjetiva, por ello la forma más fácil para determinar si la entrega implicaba tradición es que acudir al
título. Así, si hay un contrato de arrendamiento (título) la entrega no supone tradición; y en cambio, si
hay un contrato de compraventa, la entrega implica tradición.

*El Código civil muchas veces ocupa como sinónimos los términos tradición y entrega.

Requisitos de la tradición
1. Al ser una convención
a) Se requieren dos partes:
-Tradente: es el que transfiere el dominio.
-Adquirente: es el que adquiere el dominio.
b) Ambos deben ser plenamente capaces (art. 670)
- El tradente debe tener facultad de disposición, pues está enajenando.
- El adquirente debe ser capaz. Le basta la capacidad de goce.
Eso no significa que los incapaces no puedan ser tradentes o adquirentes, pero deberán actuar
debidamente representados. Así lo señala expresamente el art. 671 inciso 2°: pueden entregar y
recibir a nombre del dueño sus mandatarios, o sus presentantes legales.

*Ventas forzadas que se hacen por el ministerio de la justicia:

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Art. 671 inciso 3°: En las ventas forzadas que se hacen por decreto judicial a petición de un acreedor,
en la pública subasta, la persona cuyo dominio se transfiere es el tradente, y el juez su representante
legal.
Esta norma soluciona un problema, señalando que el juez es el representante legal del deudor del que
se están embargando y subastando los bienes. Este problema vendría dado porque claramente no hay
intención en el deudor de disponer de sus bienes.

*Hay un segundo problema en relación a esta característica de que la tradición es una convención.
Dijimos que mediante la tradición se extingue la obligación. Pero sucede que los arts. 682 y 683 del
Código permiten que la tradición sea hecha por quien no es dueño de la cosa. Estos artículos dicen
que si quien efectúa la tradición no es el dueño de la cosa, la tradición es válida, pero no se transfiere
el dominio (esto como consecuencia de ser un modo de adquirir derivativo), y el adquirente sólo
queda en posesión de la cosa, y eventualmente podría llegar a adquirir la cosa por prescripción.
El problema es que en las normas del pago (arts. 1575-1578) el Código da una solución contraria:
Art. 1575 inciso 1°: El pago en que se debe transferir la propiedad no es válido, sino en cuanto el que
paga es dueño de la cosa pagada, o la paga con el consentimiento del dueño.
Y el artículo 1578 n°1 establece que el pago hecho al acreedor es nulo si el acreedor no tiene la
administración de sus bienes; salvo en cuanto se probare que la cosa pagada se ha empleado en
provecho del acreedor, y en cuanto este provecho se justifique con arreglo al art. 1688.

Esta contradicción puede tener consecuencias importantes, porque si entendemos que la tradición es
nula, que el pago es nulo, podría no producir efecto alguno respecto del adquirente, es decir, dejar al
adquirente sin ni siquiera la calidad de poseedor, y por lo tanto, no podría tampoco adquirir por
prescripción.
-Una doctrina (profesor Abeliuk) le da prevalencia a las normas de la tradición, es decir, a los arts. 682
y 683, esto con la finalidad de proteger al adquirente. Señala que los arts. 1575 y 1578 no se están
refiriendo a la tradición sino al pago en general.
-El profesor Peñailillo señala que en el caso de que la tradición sea hecha por quien no es dueño, esa
tradición es válida sólo en cuanto su efecto debe dejar en posesión al adquirente, pero no en cuanto a
pago, es decir, en cuanto a extinguir la obligación que tenía el tradente. Por lo tanto, quien recibe la
cosa de quien no era dueño, podría pedir bien la nulidad de ese pago (porque no se le está
cumpliendo la obligación), o bien exigir que se cumpla la obligación (cumplimiento forzado) con una
cosa de la propiedad del tradente. Pero de todas maneras quien recibe la cosa queda como poseedor
y, por lo tanto, si transcurren los plazos legales, podría llegar a adquirir la propiedad por prescripción.
Ejemplo: una compraventa. El vendedor se obligó a entregar una cosa, y para cumplir esta obligación
debe ser el dueño, y efectuarla a través de la tradición. ¿Qué sucede si el vendedor no era dueño de la
cosa (la venta de cosa ajena es válida de acuerdo al art. 1818)? Al entregarla al comprador, éste sólo
quedará como poseedor y podrá adquirir por prescripción, esto de acuerdo a los arts. 682 y 683. Pero
si aplicáramos sólo las normas del 1575, podría incluso sostenerse que el comprador de cosa ajena
quedaría sin siquiera posesión, porque la tradición sería nula. En este caso, según Penailillo se debe
aplicar el art. 1575, pudiendo el comprador demandar la nulidad (por incumplimiento del contrato,
esto es, entregar una cosa de propiedad del dueño), o bien pedir el cumplimiento forzado.

2) Consentimiento de ambas partes


-Intención del tradente de transferir del dominio
-Intención del adquirente de adquirirlo

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*En casos de error, como si el tradente tiene la intención de entregar una cosa en arrendamiento, y el
adquirente entiende que está recibiendo la cosa en comodato, no habría consentimiento y, por lo
tanto, no habría tradición.

3) La existencia de un título traslaticio de dominio (art. 675): para que valga la tradición se requiere un
título traslaticio de dominio, como el de venta, permuta, donación, etc. A diferencia de lo que sucede
con los modos de adquirir el dominio, los títulos pueden ser no sólo los determinados por ley, sino
que también las partes pueden en base al principio de autonomía de la voluntad crear títulos
traslaticios de dominio, convenciones que contienen la obligación de entregar una cosa.

4) Además, el inciso 2° de esta norma señala que el título sea válido respecto de la persona a quien se
confiere.
¿Cuál es la consecuencia de que el título sea nulo respecto de la tradición? Hay dos teorías:
-Si consideramos a la tradición como acto abstracto, la validez o no del título no influye en la validez
de la tradición.
-Si consideramos a la tradición como acto causado sí influye.

En Chile es claro que el título es causado por lo que dispone el 675 inciso 2°, pero lo discutido son los
efectos de la nulidad del título. De acuerdo a las normas que regulan la posesión (art. 704), se puede
poseer aun irregularmente cuando el título es nulo, falsificado, e incluso si es que no hay título. *El
poseedor irregular podrá adquirir el dominio de la cosa por prescripción extraordinaria.

5) Se requiere la entrega de la cosa. La entrega puede ser:


a) Real o física
b) Entrega ficta o simbólica

21 de octubre
Efectos de la tradición
1) Deja en condición de dueño o propietario al que adquiere la cosa. *Hay que tener presente el
carácter derivativo de la tradición, que implica que quien recibe la cosa sólo se hará dueño si quien le
entrega la cosa es el dueño de ella.
2) Adquirir otros derechos reales. El art. 682 lo dice claramente: si el tradente no es el verdadero
dueño de la cosa que se entrega por él o a su nombre, no se adquieren por medio de la tradición otros
derechos que los transmisibles del mismo tradente sobre la cosa entregada.
3) Dejar al adquirente como poseedor (teniendo posibilidad de adquirir por prescripción). Art. 683: La
tradición da al adquirente, en los casos y del modo que las leyes señalan, el derecho de ganar por la
prescripción el dominio de que el tradente carecía, aunque el tradente no haya tenido ese derecho.
*En este caso la tradición no opera como modo de adquirir, sino como antecedente de la posesión.

Y el art. 730 inciso 1° establece que si el que tiene la cosa en lugar y a nombre de otro, la usurpa
dándose por dueño de ella, no se pierde por una parte la posesión ni se adquiere por otra; a menos
que el usurpador enajene a su propio nombre la cosa. En este caso la persona a quien se enajena
adquiere la posesión de la cosa, y pone fin a la posesión anterior.
Por ejemplo, existe un contrato de arrendamiento. Existe un mero tenedor que detenta la cosa
arrendada, puede gozar de ella, pero no la posee, porque la posesión implica ánimo de señor o
dueño. Ahora, puede suceder que este tenedor quiera apropiarse de la cosa (usurpe la cosa) para

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hacerse dueño. Según el 730, este mero hecho del tenedor de querer hacerse dueño de la cosa que
está detentando a través de un título de mera tenencia, no transforma al tenedor en poseedor, ni
hace cesar la posesión a su dueño. Por lo tanto, este tenedor no podrá adquirir por prescripción.
Sin embargo, puede suceder que este tenedor en ejercicio de esta usurpación, celebre un contrato
que sea traslaticio de dominio con un tercero. Por ejemplo, que celebre una compraventa con un
tercero. Si se efectúa la tradición del mero tenedor al comprador de buena fe que creía que su
contratante era el dueño de la cosa, este comprador no queda en condición de dueño-porque el
tradente no tenía derecho de dominio sobre la cosa- pero sí queda en condición de poseedor, y podrá
adquirir por prescripción si se cumplen los requisitos legales. En este último caso, cesa la posesión del
dueño originario, porque otra persona empieza a poseer.
*Si en este ejemplo el comprador estuviese de mala fe, es decir, contrató sabiendo que la cosa que
compraba no pertenecía a su tradente, estaría reconociendo dominio ajeno (pues sabe que la cosa no
era de su tradente), y por lo tanto, no podrá adquirir por prescripción, pues no tiene posesión al no
tener ánimo de dueño.
*El dueño originario puede reivindicar la cosa mientras no se cumpla el plazo para adquirir por
prescripción.

Las modalidades de la tradición


Esto significa que sus efectos van a estar sujetos al cumplimiento de una modalidad.

1) Condición suspensiva: no se va a transferir el dominio, sino cuando se cumpla con la condición.


Ejemplo: se celebra una compraventa, incluso se puede entregar la cosa, pero se estipula que la
transferencia de dominio sólo se va a producir una vez cumplida una determinada condición.

En general no hay problemas con esta modalidad, pero hay un caso especial en materia de
compraventa y que se produce en relación con la obligación de pagar el precio. Por ejemplo, se
celebra una compraventa pero el vendedor se reserva el dominio hasta que se pague el precio por la
cosa. El artículo 680 inciso 2° establece que: verificada la entrega por el vendedor, se transfiere el
dominio de la cosa vendida, aunque no se haya pagado el precio, a menos que el vendedor se haya
reservado el dominio hasta el pago, o hasta el cumplimiento de una condición. Y en este caso debe
existir una estipulación expresa.
El problema está por el art. 1874 que contradice al 680 inciso 2°. El art. 1874 señala que la cláusula de
no transferirse el dominio sino en virtud de la paga del precio, no producirá otro efecto que el de la
demanda alternativa enunciada en el artículo precedente; y pagando el comprador el precio,
subsistirán en todo caso las enajenaciones que hubiere hecho de la cosa o los derechos que hubiere
constituido sobre ella en el tiempo intermedio.
Y el art. 1873 establece que si el comprador estuviere constituido en mora de pagar el precio en el
lugar y tiempo dichos, el vendedor tendrá derecho a exigir el precio o la resolución de la venta, con
resarcimiento de perjuicios.
Entonces, de acuerdo al art. 1873 si el comprador no paga el precio el vendedor puede pedir el
cumplimiento forzado o la resolución del contrato, pero no la retención del derecho de propiedad
(que es lo que busca esta cláusula). Entonces, esta cláusula no produciría ningún efecto especial, y se
transferiría el dominio al comprador.

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La doctrina se inclina en general por darle preferencia al art. 1874, lo que significa que en nuestro
derecho la cláusula de reserva de dominio no produce efecto. El vendedor sólo tendría derecho a
exigir el cumplimiento forzado o la resolución del contrato, y también la indemnización de perjuicios.
Los autores justifican esto fundamentalmente por la protección de terceros, porque si existe un
contrato de compraventa, y el comprador está en posesión de la cosa, lo más probable es que los
terceros lo vean como dueño, y entonces, podrían contratar con él, y después verse enfrentados a
una demanda reivindicatoria de parte del vendedor originario.
*Esta es una solución propia del derecho chileno, pues en derecho comparado la cláusula de reserva
de dominio es aceptada y de hecho muy usada.
*Esto se conoce en derecho comparado como “retention of title” (“cláusula de reserva de dominio”).
Esta cláusula en nuestro sistema no produce efectos, es ineficaz.

2) Condición resolutoria: se transfiere el dominio, pero esa transferencia quedará sin efecto si acaece
un hecho futuro incierto. Ejemplo: “te regalo un automóvil, te lo entrego, pero si no te titulas de
abogado, me lo devuelves”.

3) Plazo: se puede decretar la transferencia del dominio a un determinado plazo.

Formas de efectuar la tradición


La tradición sirve no sólo para transferir el dominio, sino también otros derechos reales, incluso
derechos personales, y se aplica tanto a bienes muebles e inmuebles. En base a esto, se pueden
clasificar las formas de efectuar la tradición en:

1) Derechos reales sobre bienes muebles


2) Derechos reales sobre bienes inmuebles
3) Derecho real sobre materia de herencia
4) Derechos personales

1) Derechos reales sobre bienes muebles (arts. 684 y 685). En base a estas normas se puede hacer
una distinción entre:
a) Tradición real: entrega física de la cosa. El art. 684 no la menciona de una manera particular en su
enumeración, pero el 670 que define la tradición habla de entrega de la cosa.
Se considera por los autores que el número 1° del art. 684 constituye un caso de tradición real. Dice el
art. 684 que la tradición de una cosa corporal mueble deberá hacerse significando una de las partes a
la otra que le transfiere el dominio, y figurando esta transferencia por uno de los medios siguientes:
1. “Permitiéndole la aprehensión material de una cosa presente”.

b) Tradición ficta o simbólica: no hay una entrega efectiva de la cosa, pero la cosa queda bajo el poder
del adquirente.
*El fundamento de estas tradiciones simbólicas es que si sólo existiera la entrega física, el tráfico
jurídico se entorpecería, podrían producirse situaciones injustas en que el comprador no se hiciera
dueño sino hasta el momento de la entrega física, produciéndose conflictos con terceros, etc.
Los números 2° al 5° del 684 se refieren a esta clase de tradición.

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Art. 684: La tradición de una cosa corporal mueble deberá hacerse significando una de las partes a la
otra que le transfiere el dominio, y figurando esta transferencia por uno de los medios siguientes:

-684 n°2: mostrándosela. Esto en derecho romano se conocía como tradición longa manu.

-684 n°3: entregándole las llaves del granero, almacén, cofre o lugar cualquiera en que esté guardada
la cosa.

-684 n°4: encargándose el uno de poner la cosa a disposición del otro en el lugar convenido.
La tradición en este caso se efectúa a través de una estipulación del encargo. Existe una especie de
mandato en donde el tradente se compromete a dejar la cosa en poder del adquirente. Esta cláusula
se va a estipular en un contrato. *La entrega se produce al estipularse la cláusula y no cuando el
adquirente se apodera de la cosa.

-684 n° 5: por la venta, donación u otro título de enajenación conferido al que tiene la cosa mueble
como usufructuario, arrendatario, comodatario, depositario, o a cualquier otro título no traslaticio de
dominio; y recíprocamente por el mero contrato en que el dueño se constituye usufructuario,
comodatario, arrendatario, etc.
Este numeral contiene dos tipos de entrega:
-Brevi manu: quien detenta la cosa no en virtud de un título traslaticio de dominio, por ejemplo, un
arrendatario, la adquiere posteriormente a través de un título traslaticio de dominio que emana del
dueño. Por ejemplo, alguien arrienda una cosa, es decir, la tiene en posesión, y posteriormente se la
compra al dueño. En ese caso no es necesario restituir la cosa y que el dueño haga la entrega, sino
que con el puro contrato se entiende realizada la tradición. Aquí el contrato hace de título y modo, es
decir, se produce una especie de efecto real del contrato.
-Constituto posesorio: el dueño que está en posesión de la cosa, la transfiere a un tercero, pero
continúa detentándola en virtud de un título traslaticio. Por ejemplo, alguien vende una cosa, y
después la arrienda. Aquí también la tradición se entiende realizada por la celebración del contrato.

*El art. 685 se refiere a la tradición de los muebles por anticipación.


Cuando con permiso del dueño de un predio se toman en él piedras, frutos pendientes u otras cosas
que forman parte del predio, la tradición se verifica en el momento de la separación de estos objetos.
Aquél a quien se debieren los frutos de una sementera, viña o plantío, podrá entrar a cogerlos,
fijándose el día y hora de común acuerdo con el dueño.

*Conflictos entre distintos modos de entrega:


Al existir diversas formas de efectuar la tradición de bienes muebles, se puede producir en la práctica
algún conflicto en relación a cual debe primar. Por ejemplo, si debe primar la tradición real o la ficta.
Por ejemplo, alguien vende la misma cosa a dos personas distintas. A una se la mostró, y a otra se la
entregó. ¿A quién se va a preferir? ¿Al que se le hizo primero la tradición o al que se le hizo la
tradición real? El Código no resuelve el problema.
-En estricto rigor debería primar a quien se le ha hecho primero la tradición, cualquiera sea la forma,
pues jurídicamente se ha hecho dueño de la cosa primero.
-Por otro lado se puede argumentar que está más acorde con la buena fe, la protección de terceros y
de la apariencia, el preferir a quien se ha apoderado físicamente de la cosa.

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-El artículo 1817 en materia de compraventa se interpreta por la doctrina en el sentido de que se
daría preferencia a quien se haya efectuado primero la tradición (sea ficta o real).
Art. 1817: Si alguien vende separadamente una misma cosa a dos personas, el comprador que haya
entrado en posesión será preferido al otro; si ha hecho la entrega a los dos, aquel a quien se haya
hecho primero será preferido; si no se ha entregado a ninguno, el título más antiguo prevalecerá.
La norma dice que será preferido el que entra primero en posesión. Se supone que la posesión se
adquiere con un cambio de ánimo, es decir, con la intención de adquirir el dominio, y entonces, se
daría preferencia la forma ficta (doctrina mayoritaria).

2) Bienes inmuebles: la regla general la da el art. 686, es decir, que la tradición del dominio y demás
derechos reales sobre inmuebles se efectúa a través de la inscripción del título en el registro del
conservador de bienes raíces, con la excepción de las servidumbres que tienen una regla especial en
el art. 698 (se requiere no inscripción, sino escritura pública).

El registro en el conservador de bienes raíces: el registro fue establecido junto con la promulgación
del CC, está organizado en oficinas regionales, está a cargo del conservador de bienes raíces que es un
funcionario público. Funciona a través de tres libros:
i) Repertorio: especie de libro de ingreso, donde el conservador da cuenta de los títulos que se le está
requiriendo inscribir. Tiene importancia porque la inscripción no se produce automáticamente, puede
demorar más, pero la fecha de la inscripción, será la del repertorio.
ii) Registro: es el libro en el cual van a constar las inscripciones. Existen tres registros distintos:
a) De propiedad: se va a inscribir la transferencia de dominio.
b) De hipotecas y gravámenes: se inscriben las hipotecas y demás derechos de dominio limitados.
c) De interdicciones y prohibiciones de enajenar: se inscriben las interdicciones y prohibiciones de
enajenar. Por ejemplo, un embargo.
iii) Índice general: a través de un orden alfabético, se anotan todas las inscripciones que se hayan
realizado anualmente.

Entonces, la tradición de los inmuebles deberá efectuarse a través de la inscripción del título en el
registro de propiedad del conservador de bienes raíces de la comuna en que está situado el inmueble.
Y si se sitúa el inmueble en dos o más comunas, debe inscribirse en los registros de cada una de esas
comunas.
Si no hay registro del inmueble, no habrá tradición. Es decir, aunque se celebre un contrato de
compraventa, no habrá tradición sino hasta el momento de la inscripción del dominio.

*Además, el art. 1801 establece que la compraventa de inmuebles debe efectuarse por escritura
pública.

Sin perjuicio de que la tradición se efectúa por la inscripción, existe consenso en la doctrina que para
que el adquirente cumpla la obligación, es necesario que el adquirente pueda apoderarse
materialmente del inmueble. Este requisito no es para que se transfiera la propiedad, pero sí para que
se cumpla la obligación, por ejemplo, del vendedor. En caso de no poder apoderarse materialmente
de la cosa el comprador, podrá pedir la resolución del contrato.

*Tradición en cuotas

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Se aplica en casos de muebles o inmuebles que no se transfieren en su totalidad, sino solo porciones
de ellos.

a) Cosa singular (una cosa específica): por ejemplo si dos personas son dueñas de una cosa, y una de
ellas quiere venderla. Es perfectamente lícito que uno de ellos venda o transfiera su cuota a un
tercero.
¿Cómo se transfiere dicha cuota? Se entiende que la cuota de este bien participa de la naturaleza
jurídica del bien sobre el cual recae. Por lo tanto, si se trata de un bien mueble, se hará de acuerdo de
acuerdo al art. 684; y si se trata de un inmueble, a través de la inscripción en el registro del
conservador de bienes raíces. Estamos pensando en la transferencia de una cuota, no de una parte
determinada.

b) Cosa universal: un conjunto de cosas vinculadas entre sí, en general en virtud de la ley, por
ejemplo, una herencia. Por ejemplo, existen dos herederos, Juan y Pedro, y Pedro decide vender su
cuota a Diego. Aquí ya no existe una cosa en particular, sino que varias cosas que constituyen una
universalidad jurídica.
Soluciones: no hay acuerdo en la doctrina
-Una opción es considerar que esta cuota no participa de la naturaleza jurídica de los bienes de la
universalidad, sino que es la cuota de la universidad la que se transfiere y, por lo tanto, no es mueble
ni inmueble. Pero como la regla general es que la tradición se efectúe según la regla de los bienes
muebles, se podría efectuar la tradición según el art. 684.
-Otra doctrina entiende que esta cuota se comunica o participa de la naturaleza jurídica de los bienes
que conforman la universalidad y, por lo tanto, si la universalidad está compuesta por bienes muebles
se aplica el 684, y si está compuesta por bienes inmuebles se aplicará el 686. Y si se trata de ambos
tipos de bienes, también se aplicará el 686, porque es la única forma de efectuar la tradición de un
inmueble.
La jurisprudencia ha optado por el primer criterio, es decir, que la universalidad jurídica no es mueble
ni inmueble y, por lo tanto, la tradición de las cuotas se debe efectuar según el art. 684.

24 de octubre
*Inscripción a que da lugar la sucesión por causa de muerte (art. 688): La sucesión por causa de
muerte es también una forma de adquirir el dominio y que opera de pleno derecho, no requiere la
voluntad del heredero.
Pero la ley exige que se inscriban estos bienes para efectos de publicidad, para así proteger a terceros
y mantener la historia registral de los bienes raíces.

Inscripciones sucesión por causa de muerte (en el registro del conservador)


1. Inscripción de la posesión efectiva: si existen inmuebles en la sucesión, lo primero que debe
hacerse es proceder a la inscripción de la posesión efectiva. Hasta hace unos años (año 2003) sólo se
obtenía por vía judicial. Pero actualmente se otorgan por resolución administrativa del registro civil.
-Se otorga por resolución judicial en casos de testamentos o incapaces.
-Se otorga por decreto administrativo del registro civil en los demás casos.
*Esta acción de posesión efectiva es imprescriptible.

El objeto de esta inscripción es determinar quiénes son los herederos de una persona.

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2. Inscripción especial de herencia (art. 688 n° 2): que se inscriba el inmueble que estaba a nombre
del causante, ahora a nombre de todos los herederos.
Mediante esta inscripción:
-Se mantiene el historial del inmueble.
-El inmueble queda a nombre de los herederos.
-Y una vez realizada esta inscripción los herederos pueden de consuno enajenar el inmueble.

3. Inscripción de la adjudicación art. 688 °3 (no tiene lugar si los herederos enajenaron el inmueble):
Con la sucesión por causa de muerte se produce una comunidad entre los herederos. Esta inscripción
pone fin a la comunidad, adjudicando los bienes a los herederos a través de la partición de la
herencia. Si se adjudica los bienes a un solo heredero (si ese heredero les compra en dinero su cuota a
los demás), ese heredero podrá disponer libremente de dichos bienes.
Y si el inmueble puede dividirse y en la partición se decide dividirlo, una vez que cada uno de los
herederos tiene su porción real del inmueble, puede disponer de ella libremente.

El problema que se produce es que el Código no señala de manera explícita cuál es la sanción para el
caso en que no se proceda a alguna o algunas de estas inscripciones. Por ejemplo, si los herederos sin
haber hecho la inscripción especial de herencia, la enajenan a un tercero.
-Algunos dicen que la sanción sería la nulidad absoluta.
-La posición actual de la jurisprudencia es aplicar el art. 696:
Los títulos cuya inscripción se prescribe en los artículos anteriores, no darán o transferirán la posesión
efectiva del respectivo derecho, mientras la inscripción no se efectúe de la manera que en dichos
artículos se ordena; pero esta disposición no regirá sino respecto de los títulos que se confieran
después del término señalado en el reglamento antedicho.

Mientras no se apliquen estas inscripciones no transferirán el inmueble, pero el acto no será nulo
absolutamente. Por ejemplo, si las partes no realizaron la inscripción especial de herencia y vendieron
a un tercero el bien hereditario, podrán las partes al darse cuenta de su error realizar la inscripción
omitida y sanear el defecto.

El rol de la inscripción para el caso de la prescripción


La prescripción es un modo de adquirir el dominio y la mayoría de los bienes se pueden adquirir por
este modo. El Código en ciertos artículos como el 689, exige que la sentencia en la cual se declara la
prescripción se inscriba en el registro de propiedad del conservador de bienes raíces. En este caso la
inscripción no constituye tradición, pues ya operó la tradición a través de la prescripción. Por lo tanto,
al igual que el caso anterior, la función de esta inscripción es de publicidad para proteger a terceros y
para mantener el historial del inmueble. Pero el dueño no la necesita para constituirse en dueño.
Pero si no se inscribe, no podrá enajenar el inmueble.

3) Tradición del derecho real de herencia


El Código no señala expresamente este caso, salvo los arts. 1909 y 1920 en que se regula los efectos
de esta cesión pero no señala cómo se lleva a cabo esta tradición.
Aquí hay una discusión doctrinal en la cual hay básicamente dos posiciones:

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i. Al ser la herencia una universalidad jurídica distinta a los bienes que la componen, la tradición
puede hacerse según la regla general del art. 684, es decir, según la regla de los bienes muebles, y por
lo tanto, no se requeriría ninguna solemnidad ni inscripción.
ii. Otros en cambio sostienen que la herencia participa de la naturaleza jurídica de los bienes que la
componen, y entonces, la herencia tiene que ser necesariamente un bien mueble o inmueble.
Entonces habría que distinguir tres situaciones:
a) Si está compuesta por Bienes muebles: se aplica el art. 684
b) Si está compuesta por Bienes inmuebles: se aplica el art. 686
c) Bienes mixtos: al existir también inmuebles, se va a requerir la inscripción de los bienes en el
registro del conservador de bienes raíces (art. 686).

La jurisprudencia se ha inclinado en su mayoría por la primera doctrina, es decir, que se rige por la
regla de los bienes muebles y por lo tanto no se requiere inscripción.

iii. Existe una tercera alternativa que distingue entre derecho real de herencia y la cuota de dominio
que tienen los herederos sobre los bienes de la herencia. Hay que distinguir el derecho de herencia
propiamente tal, que consiste en adquirir la calidad de heredero respecto de otro, del dominio sobre
los bienes hereditarios, que también se adquiere por el solo ministerio de la ley con la muerte del
causante. Entonces, si lo que se está transfiriendo es la calidad de heredero, eso no es mueble ni
inmueble y, por lo tanto, debe aplicarse la regla general de la tradición (art. 684). Pero sí lo que se
está transfiriendo es la cuota de los bienes de la herencia, debe entonces distinguirse la naturaleza de
los bienes que componen la herencia (si los bienes son muebles, inmuebles o mixtos). Y para
determinar la naturaleza de los bienes se debe revisar los títulos respectivos.

4) Tradición de derechos personales


Está indicada en el Código en el art. 699: La tradición de los derechos personales que un individuo cede
a otro se verifica por la entrega del título hecha por el cedente al cesionario.

Cuando se habla de derechos personales estamos refiriéndonos a un derecho de crédito. Este


derecho de crédito puede transferirse a otras personas.
*Ejemplo: títulos de crédito
-Al portador: cualquiera que tenga materialmente el título puede cobrarlo.
-A la orden: una persona determinada puede cobrar el crédito que consta en el título, pero que puede
transferirlo a través del endoso.
-Nominativos: aparecen otorgados a nombre de una persona, y sólo ella puede cobrarlo, a menos que
recurra a la cesión de créditos que está regulada en los arts. 1901-1908.

La tradición de estos derechos de crédito se realiza a través de la entrega del título, es decir, una
materialidad en donde consta la obligación, por ejemplo, un contrato de compraventa, un contrato de
mutuo. Pero puede suceder que no existe un título, es decir, que no consta materialmente. En ese
caso se acepta por la doctrina que se pueda hacer la transferencia de derechos personales que no
constan por escrito, pero esta tradición deberá constar en un documento, de manera que sea
oponible al deudor.

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LA POSESIÓN
Una persona puede encontrarse en relación con una cosa como:
a) Dueño: tiene derecho real de dominio y, por lo tanto, puede usar, gozar y disponer de la cosa. Por
regla general, este derecho de dominio va acompañado de la posesión de la cosa (la disponibilidad de
la cosa y el ánimo de señor y dueño).

b) Poseedor: tiene la cosa, se siente dueño de la cosa (tiene ánimo de señor y dueño), pero no es el
dueño. Por ejemplo, en el caso de venta de cosa ajena, en que el comprador queda sólo con la
posesión de la cosa, y que podría llegar a ganar por prescripción.

c) Mero tenedor: cuando la tenencia, la disponibilidad de la cosa que detenta, deriva de un título no
traslaticio de dominio, por ejemplo, un contrato de arrendamiento, de comodato, etc.

Art. 700. La posesión es la tenencia de una cosa determinada con ánimo de señor o dueño, sea que
el dueño o el que se da por tal tenga la cosa por sí mismo, o por otra persona que la tenga en lugar
y a nombre de él.
El poseedor es reputado dueño, mientras otra persona no justifica serlo.

Elementos de la posesión:
1) Tenencia material (corpus): se exige que la cosa se encuentre a disposición de la persona, lo cual no
significa que una persona tenga la aprehensión física de la cosa.
2) Ánimo de señor y dueño (animus): la persona debe considerarse dueña de la cosa.

25 de octubre
Ventajas de ser poseedor
1) Posibilidad de adquirir por prescripción (art. 683)
2) Presunción general de dominio (art. 700 inc. 2°): la ley considera dueño a quien posee la cosa. Por
ello la carga de la prueba recae en quien alega que el poseedor no es el dueño.
3) Acciones posesorias (art. 916 y siguientes) y acción publiciana del art. 894.
4) El poseedor aun cuando pierde la posesión de la cosa, puede retener los frutos de la cosa. Caso del
art. 907 inciso 3°, esto cuando el poseedor estaba de buena fe.

Cosas susceptibles de posesión


La regla general es que tanto los bienes corporales como los incorporales sean susceptibles de
posesión, con el requisito del art. 700 de que se trate de una cosa determinada. Esto porque por su
propia naturaleza no puede alegarse la posesión de una cosa indeterminada.

La posesión puede recaer sobre cosas incorporales, y el problema está en que es difícil imaginarse la
posesión de cosas incorporales (derechos reales y personales).
Respecto de los derechos reales se admite que no habría problemas para la posesión de éstos, ya que
ellos se ejercen en relación a una cosa. Por ejemplo, el caso del derecho real de usufructo.

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En el caso de los derechos personales, se dice que si bien el art. 715 no distingue, no se podrían
poseer porque se extinguen con su ejercicio. Por ejemplo, si dos personas celebran un contrato de
compraventa. El vendedor tiene un derecho a recibir el precio, y el comprador a exigir la entrega. Si se
exige el pago del precio o bien si por la otra parte se exige la entrega de la cosa, se extingue la
obligación.
-Ahora bien, quienes están a favor de la posesión de derechos personales sostienen que también
existen derechos personales que pueden tener un ejercicio continuado. Por ejemplo, si en el caso de
la compraventa se pactara que el pago del precio se hará en cuotas.
-Y el art. 1576 permite validar el pago al poseedor aparente del crédito. Esta doctrina dice que aquí se
habla de un “poseedor” del crédito.

Esto no se ha resuelto en nuestra doctrina ni jurisprudencia.

CLASES DE POSESIÓN
1) Posesión regular e irregular (Art. 702)
*A éstas se las considera “útiles”, por servir para ganar la cosa por prescripción.

2) Posesión viciosa y no viciosa (Art. 709)


La posesión viciosa puede ser: -violenta
-clandestina
*La posesión viciosa es “inútil”, pues no permite ganar la cosa por prescripción.

1) POSESIÓN REGULAR E IRREGULAR

POSESIÓN REGULAR (Art. 702):


La posesión puede ser regular o irregular.
Se llama posesión regular la que procede de un justo título y ha sido adquirida de buena fe; aunque
la buena fe no subsista después de adquirida la posesión. Se puede ser por consiguiente poseedor
regular y poseedor de mala fe, como viceversa el poseedor de buena fe puede ser poseedor irregular.
Si el título es translaticio de dominio, es también necesaria la tradición.
La posesión de una cosa a ciencia y paciencia del que se obligó a entregarla, hará presumir la
tradición; a menos que ésta haya debido efectuarse por la inscripción del título.

Elementos o requisitos:
A) Justo título.
B) Buena fe al momento de la adquisición.
C) Tradición si la posesión deriva de un título traslaticio de dominio.

Reuniéndose esos tres requisitos estaremos ante una posesión regular.

A) Justo título:
No está definido en el Código, pero en virtud de lo que disponen los arts. 703 y 704, se dice que justo
título es aquél que por su naturaleza es apto para transferir el dominio, siendo además auténtico,
real y válido. Es importante tener en cuenta que es aquél apto para transferir el dominio, esto porque

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el poseedor se siente dueño, por lo tanto, el título del cual deriva su posesión debe ser uno que sirva
para adquirir el dominio, por ejemplo, una compraventa. Por lo tanto, el arrendamiento no sería un
justo título pues no es apto para transferir el dominio.

Debe ser auténtico, real y válido para oponerlo a los casos del art. 704, que se refiere a los títulos que
no son justos. Por ejemplo, cuando el título es falsificado.

Clasificación de los justos títulos:


i. Constitutivos de dominio:
Art. 703. El justo título es constitutivo o translaticio de dominio.
Son constitutivos de dominio la ocupación, la accesión y la prescripción.

*Ocupación, accesión y prescripción son modos originarios de adquirir el dominio, pero también
sirven como títulos para legitimar la posesión. Estos modos de adquirir el dominio van a cumplir su
función natural de adquisición del dominio cuando se cumplen todos los requisitos para operar como
modos de adquisición del dominio; pero si falta alguno de esos requisitos ya no van a operar como
tales, sino que como títulos constitutivos para adquirir la posesión.

1. Ocupación: modo de adquirir las cosas que no pertenecen a nadie, mediante la aprehensión
material de una cosa, con la intención de adquirirla, siempre que la adquisición de estas cosas
no esté prohibida por las leyes chilenas o por el derecho internacional.
*En el caso que alguien se apodere de una creyendo que no tiene dueño, pero en realidad sí lo
tenía y la cosa sólo estaba perdida, quien aprehende materialmente la cosa con ánimo de
señor o dueño, va a quedar sólo con la posesión.
*Esta opción legislativa de establecer a la ocupación como un título constitutivo de dominio,
significa legitimar la adquisición de las cosas por la sola voluntad de quien las ocupa. En
definitiva, se podría decir que alguien “posee la cosa porque la posee”.

2. Accesión: modo de adquirir por el cual el dueño de una cosa pasa a serlo de lo que ella
produce, o de lo que se junta a ella.

3. Prescripción. En este caso parece haber una contradicción en el Código, pues no parece
lógico sostener que se adquiera la posesión por prescripción, esto porque la prescripción es un
modo de adquirir el dominio a través de la posesión de la cosa. Por lo tanto, la posesión ya es
un requisito de la prescripción, la prescripción supone la posesión.

ii. Traslaticios de dominio: los define el inciso 3° del art. 703: Son translaticios de dominio los que por
su naturaleza sirven para transferirlo, como la venta, la permuta, la donación entre vivos.
Son aquellos que por su naturaleza sirven para transferir el dominio, pero que en estos casos no van a
transferir el dominio, pero dejarán en posesión a quien recibe la cosa.
Otro ejemplo es el del inciso final del 703: Las transacciones en cuanto se limitan a reconocer o
declarar derechos preexistentes, no forman nuevo título; pero en cuanto transfieren la propiedad de
un objeto no disputado, constituyen un título nuevo.

iii. Declarativos de dominio: se limitan a reconocer una situación jurídica previa.

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-Art. 703 inciso 5° Las sentencias judiciales sobre derechos litigiosos no forman nuevo título para
legitimar la posesión.
Es decir si existe una disputa judicial por la titularidad de un derecho, la sentencia judicial emanada no
es justo título para poseer, es decir, esa persona no comienza a poseer a partir de la sentencia que
declara su derecho, sino que será poseedor a partir del título respectivo que legitime su posesión.
Por ejemplo, si hay una disputa judicial sobre la calidad de heredero de una persona, hay una parte
que dice que es heredero y la otra parte pretende probar lo contrario. Si el tribunal determina que la
persona efectivamente es heredero del causante, esa persona no adquiere la calidad de heredero a
partir de la sentencia, sino a partir de la muerte del causante. Por ello la sentencia declara una
situación jurídica preexistente.
Esto está claro respecto de sentencias judiciales sobre derechos litigiosos, pero se produce un
problema con el inciso 4° de esta norma, que se refiere a: las sentencias de adjudicación en juicios
divisorios y a los actos legales de partición.
-Art. 703 inciso 4°: Pertenecen a esta clase (títulos traslaticios) las sentencias de adjudicación en
juicios divisorios, y los actos legales de partición.
Si bien la norma señala que las sentencias de adjudicación y los actos legales de partición son títulos
traslaticios de dominio, ello no es muy correcto, porque en estos casos estamos pensando en la
existencia de una comunidad, es decir, la existencia de dos o más personas que tienen derechos sobre
una cosa o un conjunto de cosas, es decir, los derechos existen antes de la declaración. Por ejemplo,
tres herederos que tienen en virtud de una herencia una cuota del bien de la herencia (una casa). En
cuanto esa comunidad no se liquide o disuelva, cada uno de esos herederos tiene simplemente una
cuota ideal de la herencia. Pero esta comunidad por su propia naturaleza está destinada a extinguirse,
y esas cuotas que le corresponde a cada uno, tiene que materializarse en alguna cosa en particular.

Al momento de materializarse esta herencia en una cuota real, hay dos alternativas: decidir dividir la
cosa en forma proporcional a sus cuotas (acto de partición); o bien puede suceder que los comuneros
no se pongan de acuerdo, y entonces se debe recurrir a un juicio de partición, y existirá una sentencia
de adjudicación. En ambos casos (si dividen la cosa, o si un heredero se adjudica la cosa), hay que
tener presente el art. 1344 en relación a los derechos de los comuneros sobre la cosa, y el art. 718.

Art. 1344: Cada asignatario se reputará haber sucedido inmediata y exclusivamente al difunto en
todos los efectos que le hubieren cabido, y no haber tenido jamás parte alguna en los otros efectos de
la sucesión.

Art. 718: Cada uno de los partícipes de una cosa que se poseía proindiviso, se entenderá haber poseído
exclusivamente la parte que por la división le cupiere, durante todo el tiempo que duró la indivisión.

Según esos dos artículos, tanto en el caso de una sentencia de adjudicación como en el acto legal de
partición, dichos actos son declarativos, pues se entiende que uno de los comuneros tiene la cosa no
desde el momento de la partición o de la declaración judicial, sino desde el momento en que
adquirieron por algún título la posesión. Esto no es algo intrascendente, porque puede suceder que
apareciera un tercero ejerciendo una acción reivindicatoria el primero marzo del 2011 alegando que
el causante en realidad no era dueño del bien. En este caso, si la sentencia de adjudicación (año 2007)
fuese un título traslaticio de dominio, y los comuneros hubieran entonces comenzado a poseer la cosa
el año 2007, sólo habrían pasado 4 años y, por lo tanto, los comuneros no podrían oponer la
excepción de prescripción (se requiere de 5 años para los inmuebles), por lo tanto, no habrían

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cumplido con el plazo de prescripción, y perderían el juicio de reivindicación. Pero como se entiende
que han poseído desde la fecha del fallecimiento del causante (año 2000), entonces ellos pueden
alegar que han poseído la parte que se les adjudicó durante 11 años, con lo cual incluso queda
cubierto el plazo de prescripción extraordinaria, y entonces, podrían conservar la posesión del bien.

Ahora bien, puede suceder que los herederos decidan no dividir la cosa, sino transferirla a un tercero
para después dividirse el precio de la cosa. En este caso tanto el acto legal de partición como la
sentencia judicial de partición son traslaticios de dominio respecto del tercero adquirente.

El rol de la sucesión por causa de muerte en los justos títulos.


No está mencionada en el art. 703, pero sí hay acuerdo en que la sucesión por causa de muerte-que
es también un modo de adquirir el dominio-opera como título para poseer.

Respecto de la posesión del derecho real de herencia, se debe distinguir:

a) Caso del verdadero heredero:

i. Tiene la posesión legal de la herencia por el sólo ministerio de la ley. Art. 722. La posesión de
la herencia se adquiere desde el momento en que es deferida, aunque el heredero lo ignore.
El que válidamente repudia una herencia se entiende no haberla poseído jamás.

*Puede incluso ignorar la herencia (y entonces no tener animus) porque tiene la posesión por
el sólo ministerio de la ley.

ii. Puede tener la posesión efectiva de la herencia: es decir, puede obtener la resolución
judicial o administrativa que lo declara heredero.

iii. Puede tener la posesión real (física) si es que tiene a disposición los bienes hereditarios. Por
ejemplo, si está ocupando la casa que recibió en herencia.

b) Caso del falso heredero (quien cree ser heredero pero no lo es)
i. No tiene la posesión legal.
ii. Pero sí puede tener la posesión real de la herencia, y que lo habilita para poder ganar la cosa
por prescripción extraordinaria.
iii. Puede tener la posesión efectiva de la herencia. Por ejemplo, puede existir un error de
hecho, por ejemplo, se ignora que el causante tenía otro hijo. En estos casos, la sentencia o
decreto de posesión efectiva que se concede a este heredero putativo (o aparente) se
considera un título putativo o aparente, y la ley otorga la posibilidad de ganar la propiedad
por prescripción en un plazo de 5 años (un plazo menor a los 10 años que se exigen para ganar
la herencia por la sola tenencia material).

Respecto de las cosas específicas que componen la herencia, se debe distinguir si el causante era
dueño o no de la cosa. Es decir, al fallecer una persona puede tener en su posesión cosas como

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dueño, poseedor o como mero tenedor. Por ejemplo, le habían prestado algo y fallece, y los
herederos no sabían que en realidad el bien era prestado.
1. Cosas de las que el causante era dueño:
a) Respecto del verdadero heredero: la sucesión por causa de muerte actúa como modo de
adquirir el dominio. Si el causante tenía el derecho de dominio, el heredero va a ganar el
derecho de dominio de ese bien por la sucesión por causa de muerte.
b) Respecto del falso heredero: no adquiere las cosas por sucesión por causa de muerte, pero sí
va a adquirir la posesión, porque tiene la convicción de ser heredero del causante, y el Código
va a considerar a la sucesión por causa de muerte como un título putativo que legitima la
posesión. Y si obtiene la posesión efectiva de los bienes, podrá ganar el dominio de los bienes
por un plazo de prescripción más breve.

2. Cosas de las que el causante no era dueño:


a) El verdadero heredero no va a adquirir el dominio, porque si su causante no era dueño de la
cosa, él no puede hacerse dueño de la cosa por la sucesión por causa de muerte, pues el
causante no podía transmitirle más derechos de los que tenía. Sin embargo, como el heredero
cree que adquirió las cosas por sucesión por causa de muerte, es decir, se siente dueño de
ellas, entonces adquiere la posesión. Aquí la sucesión por causa de muerte actúa como justo
título para legitimar la posesión.

b) El falso heredero no adquiere las cosas por sucesión por causa de muerte, pero va a adquirir la
posesión, porque tiene la convicción de ser heredero del causante, y el Código va a considerar
a la sucesión por causa de muerte como un título putativo que legitima la posesión. Y si
obtiene la posesión efectiva de los bienes, podrá ganar el dominio de los bienes por un plazo
de prescripción más breve.

26 de octubre
Títulos injustos (art. 704).
No hay definición de lo que es un título injusto, pero hay una enumeración en el art. 704 que se
entiende que es taxativa, aunque esta enumeración está redactada de forma bastante general.

Casos Art. 704. No es justo título:


1. Falsificado
1º El falsificado, esto es, no otorgado realmente por la persona que se pretende.
La falsificación se refiere a las personas que intervienen en la entrega del título. Por ejemplo el
funcionario público que autoriza el título pero no se refiere a la veracidad del título, al contenido del
título. Por ejemplo, se celebra una CV y el vendedor no dice que él no es dueño de la cosa, eso no
implica falsificación. En cambio, sería falsificado si se dice que está compareciendo Juan y Pedro, pero
en realidad están compareciendo Diego y Pedro.

2. Falta de representación
2º El conferido por una persona en calidad de mandatario o representante legal de otra sin serlo;
Se refiere a los títulos en que existe una falta de representación de parte de alguno de los
comparecientes. Una parte dice que es representante de una persona, pero ello no es efectivo.

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Esta falta de representación puede ser conocida o no por la persona que la ejerce. En otras palabras,
en caso de quien dice ser representante y no sabe que no lo es, también estamos en presencia de un
título injusto.
3. Nulidad
3º El que adolece de un vicio de nulidad, como la enajenación que debiendo ser autorizada por un
representante legal o por decreto judicial, no lo ha sido;
Como la norma no distingue, se estima que incluye tanto la nulidad absoluta como la relativa, y
respecto de esta última, podría sanearse por la voluntad de las partes, y en este caso el título dejaría
de ser injusto. El Código señala esto en el art. 705: La validación del título que en su principio fue nulo,
efectuada por la ratificación, o por otro medio legal, se retrotrae a la fecha en que fue conferido el
título.

4. Títulos putativos o aparentes


4º El meramente putativo, como el del heredero aparente que no es en realidad heredero; el del
legatario cuyo legado ha sido revocado por un acto testamentario posterior, etc.
Sin embargo, al heredero putativo a quien por decreto judicial o resolución administrativa se haya
otorgado la posesión efectiva, servirá de justo título el decreto o resolución; como al legatario
putativo el correspondiente acto testamentario que haya sido legalmente ejecutado.
Son títulos que no existen pero que la persona cree que tiene. Es decir, aunque no exista título
(porque si es putativo o aparente no existe título), la ley reconoce la creencia de la persona que posee
de tener un título que lo habilita para poseer.
En el inciso segundo de esta norma, se establece que si esta apariencia es confirmada por un acto
externo del poseedor, en este caso la ley incluso lo reconoce como poseedor regular, es decir, le
confiere un justo título para poseer. Ejemplo: otorgamiento de la posesión efectiva.

B. Buena fe (inciso 2° 702; 706; 797)


Art. 702 inciso 2°: Se llama posesión regular la que procede de justo título y ha sido adquirida de
buena fe; aunque la buena fe no subsista después de adquirida la posesión. Se puede ser por
consiguiente poseedor regular y poseedor de mala fe, como viceversa el poseedor de buena fe puede
ser poseedor irregular.

Para ser poseedor se requiere haber adquirido la cosa de buena fe, esto porque el Código considera el
momento de adquisición de la posesión como relevante para ver si hay buena fe.

Art. 706 define lo que es la buena fe:


La buena fe es la conciencia de haberse adquirido el dominio de la cosa por medios legítimos,
exentos de fraude y de todo otro vicio.
Así en los títulos translaticios de dominio la buena fe supone la persuasión de haberse recibido la
cosa de quien tenía la facultad de enajenarla, y de no haber habido fraude ni otro vicio en el acto o
contrato.
Un justo error en materia de hecho no se opone a la buena fe.
Pero el error en materia de derecho constituye una presunción de mala fe, que no admite prueba en
contrario.

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Se optó por un concepto subjetivo porque se habla de la “conciencia” de haber adquirido la cosa de
manos del dueño, por lo tanto, se trata de una creencia de la persona.
Otra alternativa hubiera sido optar por un concepto objetivo, que hubiera sido exigir “un
comportamiento adecuado o conducta media en la misma posición que la persona de la cual se está
examinando si hubo buena fe o no”.

Al haberse establecido un criterio interno y ser por lo tanto algo imposible probar la buena fe, se hace
útil para probarla, la presunción del 707:
La buena fe se presume, excepto en los casos en que la ley establece la presunción contraria.
En todos los otros la mala fe deberá probarse.

Se establece un criterio de normalidad, la buena fe se presume, y por lo tanto, quien alegue la mala
fe, deberá probarlo.
*Esta presunción del art. 707 se ha hecho extensiva a todo el derecho privado, aun cuando esta
norma está en materia posesoria.

El art. 706 complementa esta presunción al referirse a los casos de error de hecho y error de derecho
en relación con la buena fe.

Error de hecho y error de derecho (art. 707)


-Si hay un error de hecho, ello no se opone a la buena fe.
707 inciso 3°. Un justo error en materia de hecho no se opone a la buena fe.
El Código dice que en esta materia en caso de un justo error de hecho, ello no se opone a la buena fe.
Por ejemplo, un comprador creía que el vendedor era el dueño de la cosa, pero en realidad no lo era.
Para que sea un justo error de hecho, tienen que existir circunstancias que hayan inducido a una de
las partes al error. Por ejemplo, si alguien se acerca a una persona en la calle y le ofrece un celular (y
en que en realidad no es de quien lo está vendiendo), no se consideraría que exista un justo error de
hecho. En cambio, si alguien compra el mismo celular en una tienda (y el celular en realidad no era del
dueño de la tienda), se consideraría que existe un justo error de hecho.

-707 inciso 4°. Pero el error en materia de derecho constituye una presunción de mala fe, que no
admite prueba en contrario.
En cambio, respecto del error de derecho, se presume que la persona se encuentra de mala fe,
presunción que no admite acuerdo en contrario. Por ejemplo, si alguien adquiere una cosa a través de
una compraventa celebrada con un menor de edad, e ignora las reglas de capacidad (creía que el
menor podía vender la cosa), se incurre en un error de derecho, error que hace que la persona
jurídicamente se encuentre de mala fe, y que no pueda alegar su error. Esto tiene como fundamento
el principio de presunción de conocimiento de la ley.

C) Que exista Tradición (título traslaticio de dominio)


Se presenta en el caso en que se invoque como justificativo de la posesión un título traslaticio de
dominio. Por lo tanto, si la posesión deriva de un título traslaticio de dominio, se exige que haya
habido tradición. Y este requisito es bastante obvio, porque según nuestro sistema de transferencia
de dominio, el título sólo genera derechos personales para exigir el cumplimiento de la obligación
(entrega de la cosa). *Se requiere tradición para los muebles; inscripción para los inmuebles.

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POSESIÓN IRREGULAR
Está definida en el art. 708: Posesión irregular es la que carece de uno o más de los requisitos
señalados en el artículo 702.
Siendo posesión, la posesión irregular requiere de los elementos de la posesión: corpus
(disponibilidad material de la cosa); animus (ánimo de señor y dueño).
Entonces, en general la posesión será irregular:
-Cuando hay mala fe (cuando no se adquiere la cosa por medios legítimos, o cuando se obtiene a
través de fraude o engaño). Por ejemplo, si se adquiere por un medio ilegítimo, como comprar un
celular en la calle a un reducidor. Se sabe que algo no es de una persona y se lo compra de todas
maneras. En este caso el comprador también se considera dueño, pero está de mala fe.
-O cuando hay un título injusto.

*El objeto de la posesión es


-Proteger la apariencia de las situaciones jurídicas, porque independiente de la buena o mala fe del
adquirente, pueden involucrarse terceros, que podrían comprar la cosa al adquirente (que es
poseedor, no dueño), y esos terceros deben tener una certeza de que lo que están comprando
pertenece al adquirente (aunque en realidad no haya sido de él).
-En segundo lugar, llegar a la consolidación de las situaciones jurídicas (esto por una necesidad de
seguridad jurídica), en este caso a través de la prescripción.

2) POSESIÓN VICIOSA Y NO VICIOSA

Posesiones viciosas (art. 709)


Están mencionadas en el art. 709 y definidas en los arts. 710 y 713. Además, se refieren a la posesión
violenta los arts. 711 y 712.

I. Posesión Violenta (art. 710-711-712)


Art. 710.Posesión violenta es la que se adquiere por la fuerza.
La fuerza puede ser actual o inminente.
*Se incluye la fuerza física y fuerza moral.

ii. Posesión Clandestina (art.713)


Art. 713. Posesión clandestina es la que se ejerce ocultándola a los que tienen derecho para oponerse
a ella.

*Estos tipos de posiciones (violentas y clandestinas) son inútiles, en el sentido que no habilitan al
poseedor para adquirir por prescripción (doctrina mayoritaria).
*Existe un autor (doctrina minoritaria) que sostiene que existe un caso en que la posesión viciosa
puede ser útil: cuando se adquiere la cosa de buena fe (se cree que la cosa se está adquiriendo del
verdadero dueño), y posteriormente este adquirente de buena fe se da cuenta o se entera de quién
era el verdadero dueño, y como no quiere perder la posesión de la cosa, la oculta (es decir, comienza
una posesión clandestina), para poder retenerla hasta que pueda adquirirla por prescripción. De
acuerdo a las normas del 702 y 704, aquí existiría un poseedor regular (habría adquirido de buena fe y
tiene un justo título). El Código no dice expresamente que si la posesión es clandestina, se pierda la

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opción de ganar la cosa por prescripción. Por lo tanto, según esta tesis, podría ganarse la cosa por
prescripción en este caso de posesión viciosa.
Transmisión y transferencia de la posesión
Se entiende que la posesión no se transmite ni se transfiere. Por lo tanto, la posesión del heredero
comienza en él, y la posesión del adquirente también comienza en él. Es decir, no se suma la posesión
anterior (la que viene del causante o del tradente o vendedor). El art. 717 es bastante claro:
Art. 717. Sea que se suceda a título universal o singular, la posesión del sucesor, principia en él; a
menos que quiera añadir la de su antecesor a la suya; pero en tal caso se la apropia con sus calidades
y vicios.
Podrá agregarse en los mismos términos a la posesión propia la de una serie no interrumpida de
antecesores.

La posesión es considerada un hecho, y como los hechos no se transmiten ni se transfieren, tampoco


puede transmitirse o transferirse la posesión.
Además hay una razón de fondo, que es que, de esta manera, quien adquiere la cosa no se ve
contaminado con los vicios de la posesión anterior. Así, si antes existía una posesión de mala fe, eso
no influye en el nuevo poseedor.

*Agregación de posesiones: en este caso el poseedor actual puede agregar a su posesión las de sus
antecesores.
En este caso sí afecta a la nueva posesión las condiciones anteriores (si había o no mala fe). Esto sirve
para agregar más tiempo para la prescripción.
Para esto se requiere posesiones contiguas, es decir, del antecesor inmediato y así sucesivamente, es
decir, no puede saltarse la de alguno de sus antecesores. Y además, que no sean interrumpidas. Por lo
que si en esta cadena de antecesores ha habido algún hecho que ha interrumpido la posesión, eso
impide que pueda agregarse aquellas anteriores a esta interrupción.

2 de noviembre

Interversión de la posesión: implica dos situaciones


-La transformación de la mera tenencia en posesión:
Principio general: por el simple lapso de tiempo la mera tenencia no puede transformarse en
posesión. Así se deduce del art. 730 inciso 1°: Si el que tiene la cosa en lugar y a nombre de otro, la
usurpa dándose por dueño de ella, no se pierde por una parte la posesión ni se adquiere por otra; a
menos que el usurpador enajene a su propio nombre la cosa. En este caso la persona a quien se
enajena adquiere la posesión de la cosa, y pone fin a la posesión anterior.

Hay dos situaciones importantes por sus efectos prácticos (no son excepciones al principio general).
Estas situaciones requieren ciertos requisitos adicionales para que la mera tenencia se transforme en
posesión, no bastando el mero transcurso del tiempo.
i) Art. 730 inciso 1° segunda parte e inciso 2°: En ese caso se requiere un acto adicional: la
enajenación de la cosa que se tenía en mera tenencia. Por ejemplo, si el arrendatario
(quien tiene la cosa en su poder en virtud de un contrato de arrendamiento, es decir, es
mero tenedor) usurpa la cosa, no gana la posesión ni tampoco la pierde el arrendador
(dueño). Pero si este mismo arrendatario no sólo se da por dueño sino que enajena la cosa

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haciéndose pasar por dueño de la cosa, en ese caso, quien la adquiere, sí va a adquirir la
posesión y el verdadero dueño pierde también la posesión de la cosa. Lo que se está
tratando de proteger es la apariencia, y la buena fe de los terceros.

ii) Art. 2510 regla 3°: se requiere de actos o actuaciones adicionales al mero transcurso del
tiempo.

El dominio de cosas comerciales que no ha sido adquirido por la prescripción ordinaria, puede serlo por
la extraordinaria, bajo las reglas que van a expresarse:
3. a Pero la existencia de un título de mera tenencia hará presumir mala fe, y no dará lugar a la
prescripción, a menos de concurrir estas dos circunstancias:
1. a Que el que se pretende dueño no pueda probar que en los últimos diez años se haya reconocido
expresa o tácitamente su dominio por el que alega la prescripción;
2. a Que el que alega la prescripción pruebe haber poseído sin violencia, clandestinidad ni interrupción
por el mismo espacio de tiempo.

-La transformación de la posesión en mera tenencia.


Art. 684 n° 5: constituto posesorio. Es una forma de tradición ficta, en que el dueño mantenía la mera
tenencia de la cosa, pero pasaba a reconocer dominio ajeno. Por ejemplo, si el dueño vende la cosa y
después la arrienda.
Lo mismo puede suceder si el poseedor no dueño reconoce dominio ajeno. Por ejemplo, si quien
compró una cosa ajena, aún no la adquiere por prescripción, y aparece el verdadero dueño, y
reconoce el dominio de la cosa, pero queda con algún título de mera tenencia, por ejemplo, que el
verdadero dueño le otorgue un comodato.

Adquisición, conservación y pérdida de la posesión


-Capacidad para adquirir la posesión (art. 723):
Los que no pueden administrar libremente lo suyo, no necesitan de autorización alguna para adquirir
la posesión de una cosa mueble, con tal que concurran en ello la voluntad y la aprensión material o
legal; pero no pueden ejercer los derechos de poseedores, sino con la autorización que competa.
Los dementes y los infantes son incapaces de adquirir por su voluntad la posesión, sea para sí mismos
o para otros.
Se establece una regla especial de capacidad: los relativamente incapaces adquieren la posesión sin
necesidad de representantes legales, pero para ejercerla sí requieren de autorización. Así, los
incapaces relativos no podrían arrendar o enajenar la cosa sin autorización de su representante.
Los dementes e infantes (menores de 7) son absolutamente incapaces.
*De acuerdo a la doctrina mayoritaria, respecto a los inmuebles, se vuelve a las reglas generales de
capacidad.

-Adquisición de la posesión por medio de un tercero (Art. 721):


i) Adquisición a través de representante: la posesión se adquiere al momento en que actúa el
representante, sin necesidad de que el representado tenga conocimiento de ello.

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ii) Adquisición a través de un tercero no representante (agente oficioso): se aplica el inciso 2° del art.
721. Se requiere para adquirir la posesión en ese caso del consentimiento, y si se acepta por parte del
representado, los efectos se retrotraen al momento de adquisición de la posesión por el tercero.

Principio general adquisición, conservación y pérdida de la posesión


-La posesión se va adquirir cuando se reúna el corpus y el animus: la tenencia de la cosa, y el ánimo de
señor y dueño.
-La persona mantendrá la posesión mientras mantenga el corpus y el animus.
-Y la perderá si pierde alguno de estos elementos. Por ejemplo, el caso del art. 730 cuando el mero
tenedor enajena la cosa a un tercero.

1) Bienes muebles:
a) Adquisición: se adquiere la posesión cuando concurren corpus y animus.
b) Conservación: mientras se mantenga el corpus y el animus. Desde un punto de vista externo, lo
esencial es la conservación del animus, pues puede no tenerse la cosa materialmente y aun así ser
poseedor.
*Pueden darse situaciones en que en el hecho se pierde el animus, por ejemplo, si una persona cae en
demencia, es decir, carece de voluntad y por lo tanto de voluntad de sentirse señor o dueño de la
cosa; pero la doctrina entiende que en este caso, por este solo hecho no se pierde la posesión, y será
ejercida por sus representantes legales.
c) Pérdida: cuando se pierde el corpus o el animus. Por ejemplo, la persona enajena la cosa.
-Cuando se pierde el corpus (art. 726): cuando otra persona se apodera de la cosa con ánimo de señor
o dueño. Y también si la cosa se destruye o se hace imposible la disponibilidad jurídica de la cosa,
como si la cosa se cayera al fondo del mar.
-Cuando se pierde el animus: caso del constituto posesorio.

7 de noviembre

2) Bienes inmuebles: inscritos y no inscritos.


i) Inmuebles no inscritos:

a) Adquisición de la posesión: hay que distinguir según el título que se alegue para poseer, entre
títulos constitutivos (ocupación, accesión y prescripción) y títulos traslaticios de dominio (tradición).
1. Si quien alega la posesión invoca un título constitutivo, tenemos que distinguir:
-Si alega ocupación: se ha apoderado de la cosa, y entonces se debe verificar si dicha ocupación le
sirve para poseer. Aquí hay dos posiciones doctrinarias contrapuestas:
 Una doctrina minoritaria entiende que esta ocupación material no es suficiente para que una
persona sea poseedor de un inmueble, sino que se requiere además que esa persona inscriba
el inmueble a su nombre en el registro del conservador de bienes raíces. Mencionan para
afirmar esto los artículos 686, 724 y 696.
Art. 724. Si la cosa es de aquellas cuya tradición deba hacerse por inscripción en el Registro del
Conservador, nadie podrá adquirir la posesión de ella sino por este medio.
 La doctrina mayoritaria sostiene que no es necesaria la inscripción del inmueble para poseer
por ocupación. Entiende que el art. 724 sólo se está refiriendo a los inmuebles inscritos lo cual
queda claro cuando se relaciona esta norma con el art. 729.

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Art. 729. Si alguien, pretendiéndose dueño, se apodera violenta o clandestinamente de un
inmueble cuyo título no está inscrito, el que tenía la posesión la pierde.
El 724 parece ser claro en decir que siempre se requiere inscripción (inmuebles inscritos y no
inscritos), pero el 729 señala que el poseedor clandestino hace perder la posesión del dueño.
Por lo tanto, el art. 724 no es tan absoluto. Entonces la doctrina sostiene que si la ocupación
clandestina permite posesión, con mayor razón si la ocupación es sin inscripción (y sin ser
violenta o clandestina), quedará el que ocupa la cosa con la posesión.

Esta posesión por ocupación es siempre irregular en virtud de lo dispuesto por el art. 590 del Código,
que señala que Son bienes del Estado todas las tierras que, estando situadas dentro de los límites
territoriales, carecen de otro dueño.
Esto implica que en Chile no hay inmuebles sin dueño. Si no tienen un propietario particular,
subsidiariamente lo será el Estado.

-Si alega accesión: se adquiere una cosa (de inmueble a inmueble) cuando algo se une al inmueble.
Si se admite la ocupación como modo de adquirir la posesión, la accesión igualmente se acepta.
La cosa principal (inmueble) puede estar inscrita o no. A ese inmueble se le agrega una porción de
terreno o bien se va a edificar algo en él. Y entonces, el destino de ese inmueble que se agrega
dependerá de si la persona que tenía el inmueble era realmente poseedor.

-Si alega prescripción debe cumplirse con los requisitos que vimos para adquirir la posesión por
prescripción.

2. Si alguien alega para ser poseedor un título traslaticio de dominio:


Si son inmuebles: se requiere inscripción de dominio en el registro del conservador. Existen dos
opiniones respecto a los inmuebles.
 Una doctrina entiende que se aplica el art. 724, y que no habría excepciones a esta norma,
siendo siempre necesario la inscripción del inmueble para adquirir la posesión. Entonces, en
caso no existir inscripción, no se adquiere ninguna clase de posesión.
 Otra doctrina entiende que tratándose de inmuebles no inscritos, no sería necesaria la
inscripción para adquirir la posesión, incluso cuando se alega un título traslaticio. En caso de
no procederse a la inscripción, se adquiriría la posesión irregular (porque de acuerdo al 702 se
requiere para la tradición de inmuebles la inscripción). El art. 724 sólo se referiría a los
inmuebles inscritos, y mencionan para sostener esto los arts. 729 y 730. Dicen que el inciso
primero del 730 se refiere a los muebles e inmuebles no inscritos, y que el inciso segundo se
refiere exclusivamente a los inmuebles inscritos. Esta “competente inscripción” de la que
habla el inciso segundo, sólo se estaría refiriendo a los inmuebles inscritos.

b) Conservación de la posesión: se requiere de la conservación de corpus y animus.

c) Pérdida de la posesión: cuando se pierde alguno de los elementos de la posesión (corpus o


animus).
-Si el poseedor abandona la cosa: hay que distinguir si el inmueble es inscrito o no inscrito.
-Cuando lo enajena: hay que distinguir si se requiere o no inscripción para adquirirlo (dependerá de la
doctrina que se siga).

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-Usurpación (art. 729. Si alguien, pretendiéndose dueño, se apodera violenta o clandestinamente de
un inmueble cuyo título no está inscrito, el que tenía la posesión la pierde): se va a perder la posesión,
pero no se gana por el usurpador.
-Caso del 730, en que quien tiene una cosa a nombre de un tercero, se da por dueño y lo enajena.
Aquí hay que distinguir-nuevamente- si se va a requerir la inscripción para adquirir la posesión, lo cual
dependerá de la doctrina que se siga.

ii) Inmuebles inscritos


Adquisición:
1) Títulos constitutivos (ocupación, accesión y prescripción).
Lo que dijimos respecto de los inmuebles no inscritos, se aplica también en estos casos, así por
ejemplo, un inmueble inscrito puede estar abandonado con el ánimo de desprenderse del dominio.
Aquí se presenta la misma disyuntiva en torno a si el ocupante requiere inscribir para comenzar a
poseer. Pero aquí aparece con más fuerza el argumento de que sí se requiere la inscripción para
comenzar a poseer, esto por el art. 724.

2) Títulos traslaticios (tradición)


a) Para adquirir la posesión regular del inmueble, se requiere inscripción del título (724, 702, 686).
b) Para adquirir la posesión irregular del inmueble: nuevamente se presentan las dos alternativas
doctrinarias.
-Una doctrina dice que ello no es posible, porque los arts. 724, 728, 729, 730, y el 2505, llevan
necesariamente a requerir siempre la inscripción para adquirir la posesión irregular. Entonces, sólo se
podría tener la posesión irregular si falta otro requisito para la posesión regular, pero no puede faltar
la inscripción.
-Otra parte de la doctrina dice que sí se puede adquirir la posesión irregular sin inscripción, siempre
que exista posesión material del inmueble. Estos autores dan como argumento los arts. 702, 708 y el
730, y a este último le dan una interpretación muy limitada, entendiendo que sólo se refiere a quien
detenta a nombre de otro y enajena.
*La doctrina mayoritaria estima que se requiere inscripción.

8 de noviembre
Conservación y pérdida de la posesión en inmuebles inscritos
Art. 728. Para que cese la posesión inscrita, es necesario que la inscripción se cancele, sea por
voluntad de las partes, o por una nueva inscripción en que el poseedor inscrito transfiere su derecho a
otro, o por decreto judicial.
Mientras subsista la inscripción, el que se apodera de la cosa a que se refiere el título inscrito, no
adquiere posesión de ella ni pone fin a la posesión existente.

El art. 728 menciona que para que cese la posesión inscrita, se requiere que la inscripción se cancele,
es decir, que se deje sin efecto. Y menciona tres formas de cancelar o dejar sin efecto la inscripción:
1) Por voluntad de las partes: se está refiriendo a los casos en que las partes acuerdan dejar sin
efecto a una inscripción derivada de algún título (contrato celebrado entre ellos), por ejemplo,
si se había celebrado una compraventa, se realiza la inscripción a nombre del comprador, y
posteriormente las partes deciden dejar sin efecto la compraventa (resciliación), entonces

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también por voluntad de las partes se dejará sin efecto la inscripción y volverá a estar a
nombre del vendedor.
2) Por decreto judicial: esto significa que en virtud de una sentencia ejecutoriada se deja sin
efecto la inscripción. Aquí es la sentencia la que sirve de título para cancelar la inscripción.
Puede tener lugar si, por ejemplo, se declara la nulidad del contrato, y se debe devolver el
inmueble. También puede suceder en un juicio reivindicatorio en que se ordena dejar sin
efecto una inscripción.
3) Por una nueva inscripción en que el poseedor inscrito transfiere su derecho a otro. Esto va a
ser lo más frecuente en la práctica. Por ejemplo, se celebra una compraventa o permuta, y con
ese título traslaticio se requiere una nueva inscripción que deje al adquirente como dueño.
Aquí se lleva el título traslaticio en que consta la enajenación (título/contrato) al conservador
de bienes raíces.
Es importante saber que, de acuerdo al tenor del art 728., basta la sola inscripción nueva para
que se cancele la anterior.

*Este es un defecto del sistema registral porque, en estricto rigor, en la inscripción antigua no
debería quedar ninguna constancia de la nueva. Entonces, quien examine la inscripción
antigua no tiene por qué saber que hay una nueva inscripción que la canceló. Pero esto en la
práctica se evita realizando una subsinscripción en la inscripción antigua, donde se señala que
ha sido cancelada por una nueva inscripción referida al mismo inmueble. Esto no es
obligatorio, pero en la práctica se hace, por ejemplo, se establece que “este inmueble fue
vendido por contrato X a…”).
Ejemplo, una compraventa de un inmueble. El comprador va con la copia del contrato de
compraventa al Conservador de Bienes Raíces, y solicita la inscripción del inmueble a su
nombre. El Conservador examina el título, y va a realizar una nueva inscripción. El problema
del art. 728, es que implicaría que, por la sola inscripción nueva, la anterior se cancelaría y, por
lo tanto, alguien podría en teoría al examinar la inscripción antigua pensar que sigue vigente y
contratar con el ex dueño. Pero esto se salva en la práctica realizando una subinscripción al
margen de la inscripción antigua, en la que se deja constancia de la nueva inscripción.
*Esta subinscripción no es obligatoria, pero se hace en la práctica. Lo que sí se exige es que en
la nueva inscripción se haga referencia a la inscripción anterior, esto para reconstruir la
historia del inmueble. Entonces, quien vea el título nuevo va a poder conocer y examinar la
inscripción precedente, y así realizar un estudio de título para determinar si las transferencias
anteriores no están afectadas por algún vicio.

¿Qué sucede si este nuevo título es injusto? Se ha discutido si la inscripción que emana de un
título injusto tiene la capacidad de cancelar a la antigua inscripción. Hay jurisprudencia en
ambos sentidos.
-Hay fallos que dicen que un título injusto no es capaz de transferir el derecho, como lo exige
el 728 y, por lo tanto, no se cancela el título anterior, y el antiguo poseedor conserva la
posesión.
-Pero la mayoría de la jurisprudencia estima que el art. 728 y el 2505 no hacen distinción
respecto de la justicia o injusticia del título, y por lo tanto, aunque la inscripción provenga de
un título injusto (nulo, falsificado, etc.), sí cancela a la anterior. *Aunque de todas maneras, si
se trata de un título injusto, habrá posesión irregular, y por lo tanto, se requerirá de
prescripción extraordinaria para adquirir el dominio.

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Existe otro problema referido a la conservación y pérdida de la posesión inscrita en inmuebles. Este
problema se da por el art. 730 inciso 2°: Con todo, si el que tiene la cosa en lugar y a nombre de un
poseedor inscrito, se da por dueño de ella y la enajena, no se pierde por una parte la posesión ni se
adquiere por otra, sin la competente inscripción.
Esta norma confirma el art. 728 que establece que se requiere inscripción para adquirir la posesión de
inmuebles, y para hacer cesar la posesión anterior. El art. 730 se refiere al caso de quien tiene el
inmueble a nombre de otro, o como simple poseedor material, o con un título de mera tenencia
(arrendatario, comodatario); y que usurpa la cosa, se hace pasar por dueño de ella, y la enajena. En
este caso, de acuerdo al inciso 2°, para que se pierda la posesión del poseedor inscrito, y para que se
gane por parte de quien adquiere por esta enajenación, se requiere la “competente inscripción”.
Si por ejemplo, existe el arriendo de una casa, y el arrendatario comienza actuar con ánimo de señor o
dueño, no adquiere la posesión, sino que se mantiene como mero tenedor. Pero si ese mero tenedor
celebra una compraventa del inmueble inscrito con un tercero, el Código dice que si el usurpador
enajena la cosa a un tercero, no se pierde la posesión por un parte, ni se adquiere por otra, salvo que
exista la competente inscripción. Entonces, el tercero adquirente tendrá que inscribir el inmueble a su
nombre. Y por lo tanto, en el registro del conservador aparecerá el dueño del inmueble (que no sabe
que fue vendido a un tercero), y el comprador del inmueble va a llegar con un título (compraventa) a
inscribir el inmueble. En este caso, el conservador le va a decir que no lo puede inscribir, porque se
trata de un título desconectado de la inscripción anterior (está a nombre del dueño, y se ve que la
compraventa no fue hecha por el dueño), a menos que se “equivoque” el conservador e inscriba el
título.
En caso de que se logre inscribir, vamos a tener una inscripción a nombre del comprador. Y se nos
presenta el problema sobre qué significa “competente inscripción”. Al efecto hay dos posturas:
-Competente inscripción significa que se hace según las formalidades legales, aun cuando esté
desconectada de la inscripción anterior, es decir, aun cuando no provenga del anterior
poseedor. Según esta doctrina (Claro Solar) sólo importa la forma y no el fondo. Por lo tanto,
la inscripción desconectada de la anterior estaría en esta hipótesis. Claro Solar sostiene que el
art. 728 ya se refiere a la inscripción que proviene del poseedor inscrito, y por lo tanto, sería
redundante que el art. 730 inciso 2° se refiera a la misma situación.
-Otra doctrina (Alessandri) sostiene que la competente inscripción a que se refiere el art. 730
inciso 2°, es la que emana también del poseedor inscrito, en otras palabras, la misma que
menciona el art. 728. Entonces, para que la inscripción sea válida y haga cesar la posesión
anterior, debe provenir del dueño o poseedor inscrito. Alessandri señala que existen algunas
situaciones en que la inscripción viene del poseedor inscrito:
 Que el dueño ratifique la venta que hizo el mero tenedor.
 Caso en que el usurpador adquiere con posterioridad el inmueble.
 Puede suceder que el usurpador falsifique el título o se haga pasar por representante
del dueño, es decir, que haya un título injusto, y entonces el comprador cree que está
contratando con un mandatario del dueño. En este caso, según el 704 estamos en
presencia de un título injusto y es más fácil que se logre la inscripción, porque allí
aparece el vendedor vendiendo, representado por el usurpador. En este caso, según
Alessandri, también estaríamos en presencia de una competente inscripción, y cesaría
por una parte la posesión, y se adquiriría por otra (de todos modos la posesión sería
irregular porque el título es injusto).

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Esto se resume en dos doctrinas:
1) Doctrina de la inscripción-ficción: le dan un valor absoluto a la inscripción, tanto como
demostración del dominio de un inmueble como de la posesión del inmueble. Por lo tanto, no tiene
ninguna importancia si hubo ocupación material del inmueble.
2) Doctrina de la inscripción-garantía: señalan que la posesión sobre inmuebles debe también estar
sujeta al principio general de que debe reunirse tanto el corpus como el animus, y la inscripción es
una garantía de que el poseedor inscrito efectivamente tiene la posesión, pero que eso se puede
desvirtuar en base a las reglas que distinguen entre inmuebles inscritos y no inscritos. Es una garantía
a la posesión, pero no la otorga de pleno derecho.
La jurisprudencia en algunos casos ha admitido la inscripción de bienes no inscritos y en otros casos
no. Por lo tanto, es una justicia muy casuística, dependerá de las condiciones del caso.

16 de noviembre

PRESCRIPCIÓN
Está regulada en los arts. 2492 y siguientes. Se dice que está al final del Código por su función de
otorgar certeza jurídica a las diversas situaciones.
El Código regula de manera conjunta los dos tipos de prescripción que existen: adquisitiva y extintiva.
Las define en un mismo artículo (2492) y da reglas comunes para ambos efectos, para después hacer
una regulación distinta en otros párrafos.

Art. 2492. La prescripción es un modo de adquirir las cosas ajenas, o de extinguir las acciones y
derechos ajenos, por haberse poseído las cosas o no haberse ejercido dichas acciones y derechos
durante cierto lapso de tiempo, y concurriendo los demás requisitos legales.

Estudiaremos la prescripción adquisitiva como modo de adquirir.

Reglas comunes a toda prescripción


1) Debe ser alegada (2493): El que quiera aprovecharse de la prescripción debe alegarla; el juez no
puede declararla de oficio.
Esto significa que esta alegación tendría que alegarse en un juicio y no podrá declararla el juez de
oficio.
*Esto tiene excepciones pero en materia de prescripción extintiva. Por ejemplo:
-En materia penal el juez puede declararla.
-Y en materia civil está la acción ejecutiva, en que el juez puede declarar de oficio la prescripción de la
acción ejecutiva (que es aquella por la cual el acreedor exige el cumplimiento de la obligación).

Se discute si puede ser alegada como acción o como excepción


Acción: demanda.
Excepción: como defensa ante una acción.

La doctrina da tres respuestas:


-Respecto de la prescripción adquisitiva, una primera doctrina señala que debe ejercerse mediante
una acción. El argumento de esta doctrina es que la prescripción adquisitiva requiere necesariamente
de un juicio de lato conocimiento y de una declaración positiva del tribunal que conoce de ese juicio.

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-Otros sostienen que la prescripción sólo puede oponerse como excepción, y para ello se basan en el
art. 310 CPC, que se refiere a la excepción de prescripción. Dicen que como en el CPC sólo se la
menciona como excepción, entonces sólo puede alegarse por excepción. Y no podría alegarse como
acción la prescripción adquisitiva, pues existe una doctrina tradicional que sostiene que de un
derecho nace la acción (no hay derecho sin acción). Entonces, como la prescripción es un modo de
adquirir un derecho, mientras no esté declarada, no se puede alegar mediante acción, pues aún no
hay derecho.

-Una tercera doctrina sostiene que la prescripción puede alegarse como acción y como excepción.
Dicen que el CPC no excluye esta posibilidad.

La jurisprudencia se inclina por exigir que se ejerza como acción, esto porque se requiere un juicio
declarativo y de lato conocimiento.

Ejemplo: el dueño de una cosa demanda a través de una acción de reivindicación al poseedor. Se
contesta la demanda oponiendo las excepciones que correspondan, junto a la excepción de
prescripción. Y además, como la jurisprudencia señala que se requiere acción, en la práctica se
interpone una demanda reconvencional en contra del demandante, y allí se ejerce la acción de
prescripción (así se evita una declaración desfavorable del tribunal).

2) No puede renunciarse anticipadamente (art. 2494 y 2495).


Art. 2494. La prescripción puede ser renunciada expresa o tácitamente; pero sólo después de
cumplida.
Renúnciase tácitamente, cuando el que puede alegarla manifiesta por un hecho suyo que reconoce el
derecho del dueño o del acreedor; por ejemplo, cuando cumplidas las condiciones legales de la
prescripción, el poseedor de la cosa la toma en arriendo, o el que debe dinero paga intereses o pide
plazo.

No puede renunciarse en forma anticipada, es decir, antes que se cumpla. La razón de esto es que se
trata de una norma de orden público, y que lo que se busca es la certeza jurídica. Y si se permitiera la
renuncia anticipada, sería una situación análoga a la condonación del dolo futuro.

Se trata de la prohibición de que se pacte la renuncia anticipada. En el hecho puede suceder que
alguien que, por ejemplo, compró un bien mueble a alguien, se da cuenta posteriormente de quién es
el verdadero dueño de la cosa, y se la devuelve. Esto está permitido. Lo que se prohíbe es el pacto.
Este pacto, adolece de objeto ilícito y es nulo absolutamente.

El art. 2495 señala como requisito para esta renuncia, que el renunciante tenga capacidad de
disposición (pues está renunciando a un derecho que ya tenía). En el caso de incapaces deberá actuar
el representante legal.

3) Las reglas de la prescripción se aplican por igual a todas las personas.


Art. 2497. Las reglas relativas a la prescripción se aplican igualmente a favor y en contra del Estado,
de las iglesias, de las municipalidades, de los establecimientos y corporaciones nacionales, y de los
individuos particulares que tienen la libre administración de lo suyo.

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Esta norma tiene una explicación histórica, porque antes de la dictación del Código, ciertas entidades,
como la Iglesia y el fisco, tenían ciertos beneficios. Por ejemplo, tenían distintos plazos de
prescripción. El Código termina esta distinción y establece que la prescripción se aplica a todos por
igual.

Prescripción adquisitiva

Características:
1) Es un modo de adquirir originario.

2) Permite adquirir derechos reales.


Excepciones:
-Servidumbres discontinuas: falta un ejercicio permanente de modo de demostrar la posesión.
Art. 882. Las servidumbres discontinuas de todas clases y las servidumbres continuas inaparentes sólo
pueden adquirirse por medio de un título; ni aun el goce inmemorial bastará para constituirlas.
Las servidumbres continuas y aparentes pueden adquirirse por título, o por prescripción de cinco años.

-Servidumbres continuas inaparentes : va a ser imposible probar la posesión por hechos externos.
Por ello es lógico que no sea susceptible de adquirir por prescripción.
Art. 824. Servidumbre aparente es la que está continuamente a la vista, como la de tránsito, cuando
se hace por una senda o por una puerta especialmente destinada a él; e inaparente, la que no se
conoce por una señal exterior, como la misma de tránsito, cuando carece de estas dos circunstancias y
de otras análogas.

Art. 822. Servidumbre continua es la que se ejerce o se puede ejercer continuamente, sin necesidad de
un hecho actual del hombre, como la servidumbre de acueducto por un canal artificial que pertenece
al predio dominante; y servidumbre discontinua la que se ejerce a intervalos más o menos largos de
tiempo, y supone un hecho actual del hombre, como la servidumbre de tránsito.

El art. 2498 establece la regla general y el 2512 la confirma y señala las excepciones que ya vimos
(servidumbre) y además agrega una regla especial para el derecho censo y el derecho real de
herencia).
Art. 2498. Se gana por prescripción el dominio de los bienes corporales raíces o muebles, que están en
el comercio humano, y se han poseído con las condiciones legales.
Se ganan de la misma manera los otros derechos reales que no están especialmente exceptuados.

Art. 2512. Los derechos reales se adquieren por la prescripción de la misma manera que el dominio, y
están sujetos a las mismas reglas, salvas las excepciones siguientes:
1. a El derecho de herencia y el de censo se adquieren por la prescripción extraordinaria de diez años.
2. a El derecho de servidumbre se adquiere según el artículo 882.
Se establece que la adquisición por prescripción de derechos reales es la misma que para el dominio,
pero en el caso del censo y la herencia el plazo es de 10 años. Pero además se agrega una contra
excepción en el caso de la herencia, en que de acuerdo al art. 704, se exige un título putativo.
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Por ejemplo, si el heredero putativo ha obtenido la posesión efectiva, o el heredero testamentario
tiene un testamento aparente, el plazo se reduce a 5 años para la adquisición del derecho real de
herencia.

*Respecto los derechos personales no existe una regla expresa que señale que éstos se pueden
adquirir por prescripción (2498 y 2512 sólo se refieren a los derechos reales).
-Por ello parte de la doctrina basándose en la inexistencia de norma expresa, y además en la discusión
que existe sobre si los derechos personales se pueden poseer o no, dice que no es posible adquirir por
prescripción un derecho personal.
-Otra parte de la doctrina (que es la que admite la posesión sobre derechos personales) argumenta
que no hay norma que lo impida, y por lo tanto, como se pueden poseer, entonces también se
pueden adquirir por prescripción.

3) Es un modo adquirir a título singular, con la excepción de la adquisición del derecho real de
herencia, en que se estaría adquiriendo una universalidad.

4) Es un título gratuito: no implica un desembolso económico para el adquirente.

5) Es un acto entre vivos

Elementos de la prescripción adquisitiva


1) Posesión de la cosa que se adquiere por prescripción.
2) Transcurso de un plazo dentro del cual se posee la cosa. Hay que distinguir dos casos:
-Prescripción ordinaria: se da en el caso que exista posesión regular (justo título, buena fe y tradición)
Hay que distinguir la naturaleza de la cosa o derecho (2508):
 Si se trata de bienes muebles: plazo de dos años.
 Si se trata de bienes inmuebles: plazo de cinco años.

-Prescripción extraordinaria: cuando hay posesión irregular (no se cumple con alguno de los requisitos
de la posesión regular).
Cualquiera sea la naturaleza de la cosa o derecho que se está adquiriendo, se requiere un plazo de 10
años (art. 2511).

La prescripción entre comuneros


Esto se refiere al caso en que una cosa que es de propiedad de dos o más personas, alguno de estos
comuneros pueda adquirir el dominio total o individual de la cosa en perjuicio de los demás
comuneros.
Por ejemplo: existen 3 herederos (a, b y c) que son copropietarios de un inmueble. Tienen una cuota
del dominio pero no tienen el dominio de la cosa en su totalidad. Entonces, ¿podría c en perjuicio de
b y de a adquirir el dominio a través de la prescripción? ¿O ello no es posible debido a la existencia de
copropietarios?
Hay dos doctrinas:

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-Una sostiene en base al art. 1317 la imprescriptibilidad de la acción de partición, es decir, que esta
acción no prescribe, porque de acuerdo a esta norma cualquiera de los comuneros puede en
cualquier momento pedir la partición. No hay plazo para pedir la partición, por lo tanto, no sería
posible que otro comunero adquiera por prescripción la totalidad de la cosa.
Se agrega además un argumento histórico, ya que se permitía esta posibilidad en proyectos anteriores
del Código, pero en el proyecto final se limitó. Por lo tanto, dicen estos autores que la voluntad del
legislador fue claramente impedir esta posibilidad. Y además, porque se iría en contra al art. 730 (caso
que una persona que tiene la cosa en virtud de un título de mera tenencia, la enajena y el adquirente
adquiere la posesión). En este caso no podría entenderse que c (usurpador de la cosa) adquiera la
posesión.

-Otra doctrina sostiene que el art. 1317 no obsta a que uno de los comuneros pueda comenzar a
poseer de manera exclusiva, esto porque el art. 1317 se pone en el caso en que aún exista
comunidad. Pero si uno los comuneros comienza a poseer de manera exclusiva, si se cumple el plazo
de prescripción, se acabaría el plazo de prescripción y adquiriría. Entonces, si se acaba el plazo de
prescripción, se acaba la comunidad, porque uno de los comuneros ya adquirió.
*Pueden darse situaciones en que se ignore la existencia de una comunidad (alguien cree que es el
único heredero), y entonces, podría adquirir, y esto sería posible según el art. 2510 regla 3°. Pero se
tratará en la mayoría de los casos de una posesión irregular (porque si por ejemplo se ignora que las
otras personas son herederos, eso constituye una ignorancia de la ley, y eso implica mala fe).

La jurisprudencia sigue la doctrina de que un comunero no puede prescribir en detrimento de los


demás.

21 de noviembre

Interrupción de la prescripción: consiste en la pérdida de tiempo que había transcurrido para ganar
la cosa en virtud de un determinado hecho que está señalado en la ley. Se pierde el tiempo
transcurrido, y por ello la interrupción debe producirse antes de que haya transcurrido el plazo
completo de prescripción.
Por ejemplo, se adquiere la posesión de una cosa mueble el 1 de enero de 2011. La fecha para
adquirir por prescripción es el 2 de enero del 2013. El 10 de octubre de 2012 ocurre un hecho (de los
determinados por la ley) que hace perder el plazo anterior, y por lo tanto, el plazo volvería a contar
desde cero.

El Código distingue dos tipos de interrupción:


a) Natural (2502)
La interrupción es natural:
1. º Cuando sin haber pasado la posesión a otras manos, se ha hecho imposible el ejercicio de actos
posesorios, como cuando una heredad ha sido permanentemente inundada;
2. º Cuando se ha perdido la posesión por haber entrado en ella otra persona.
La interrupción natural de la primera especie no produce otro efecto que el de descontarse su
duración; pero la interrupción natural de la segunda especie hace perder todo el tiempo de la posesión
anterior; a menos que se haya recobrado legalmente la posesión, conforme a lo dispuesto en el título

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De las acciones posesorias, pues en tal caso no se entenderá haber habido interrupción para el
desposeído.

-En el caso n°1 se produce un efecto especial, en que se descuenta ese lapso en que el poseedor no
pudo ejercer actos posesorios. Por ejemplo, alguien posee un campo y se inunda. Si se recupera la
posesión, el período de interrupción se descuenta pero el anterior a este hecho que interrumpió la
posesión se mantiene.
-En el caso del n° 2 la posesión sí se interrumpe. Hay que distinguir la naturaleza del bien. Por
ejemplo, tratándose de los inmuebles inscritos, parte importante de la doctrina diría que no se puede
poseer sin la competente inscripción.
El mismo art. señala que si se recupera la posesión a través de las acciones posesorias, se entiende
que la posesión no se ha interrumpido. El art. 731 señala el mismo principio.

b) Civil (2503)
Art. 2503. Interrupción civil es todo recurso judicial intentado por el que se pretende verdadero dueño
de la cosa, contra el poseedor.
Sólo el que ha intentado este recurso podrá alegar la interrupción; y ni aun él en los casos siguientes:
1. º Si la notificación de la demanda no ha sido hecha en forma legal;
2. º Si el recurrente desistió expresamente de la demanda o se declaró abandonada la instancia;
3. º Si el demandado obtuvo sentencia de absolución.
En estos tres casos se entenderá no haber sido interrumpida la prescripción por la demanda.

La interrupción civil se produce cuando se ejerce una acción judicial destinada a recuperar el dominio
y la posesión por parte de quien se pretende dueño contra el poseedor. Para el legislador no es
suficiente algún otro tipo de actividad por quien se pretende dueño. Si quien alega ser el dueño
pierde la posesión de la cosa y trata de recuperarla por vías extrajudiciales, ninguna de esas acciones
interrumpe el plazo de prescripción del poseedor.
Incluso la norma menciona casos en que la acción judicial no interrumpió la posesión (desistimiento
de la demanda y abandono del procedimiento).

La interrupción se aplica tanto respecto de la prescripción ordinaria como de la extraordinaria.

Suspensión de la prescripción
Tiene aplicación exclusivamente en matera de prescripción ordinaria, salvo la situación de la
prescripción entre cónyuges, en que se discute si se limita a la prescripción ordinaria o a la
extraordinaria, o a ambas.

La suspensión no está definida en el Código aunque está tratada en el art. 2509. Se la entiende como
un beneficio que establece la ley a favor de ciertas personas respecto de las cuales se detiene el plazo
de prescripción en su contra por el tiempo en que se encuentren en una determinada situación. Se
trata de las personas enumeradas en el art. 2509:

Respecto de la prescripción extraordinaria, esta no se suspende, por lo tanto, transcurridos 10 años


de posesión, esta suspensión ya no les va a beneficiar.

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Ejemplo, una persona dueña de un bien mueble cae en demencia el 1 de enero del 2011. El 1 de
enero del 2012 Juan (un familiar) comienza poseer la cosa con ánimo de señor o dueño. Si el demente
no se recupera, Juan adquiriría la cosa el 2 de enero del 2022.

Otro ejemplo: Juan comienza a poseer un bien mueble de otra persona el 1 de enero del 2010. El 1 de
enero del 2011 el propietario cae en demencia. En ese caso se suspende el plazo de prescripción. Si el
propietario recupera la lucidez el 2013, entonces, Juan, quien ha estado en posesión de la cosa (al
menos materialmente) podría adquirir por prescripción ordinaria el 2 de enero del 2014.
Y si el demente jamás recupera la lucidez, dado que no se suspende la prescripción extraordinaria, el
prescribiente adquiriría la cosa el 2 de enero del 2020.

*Prescripción entre cónyuges.


Existe la discusión en torno a si la prescripción se suspende siempre (tanto en la ordinaria como
extraordinaria) o sólo respecto de la ordinaria.
El motivo de que la prescripción se suspende entre cónyuges es:
-Evitar abusos de un cónyuge respecto del otro, en el sentido de que al terminar el matrimonio, uno
de los cónyuges alegue que se ha hecho dueño de los bienes que eran del otro.
-Evitar fraudes a terceros. Por ejemplo, que los acreedores del marido al intentar embargar bienes del
marido se les oponga la excepción de prescripción por parte de su cónyuge.

El art. 2509 señala que, de acuerdo al comienzo del art. y el final del mismo, debe entenderse (dice la
doctrina), el último inciso se refiere a la prescripción extraordinaria. Y que cuando se habla de que la
prescripción se suspende, no importando el régimen en que se encuentran casados los cónyuges.
Entonces, sólo la prescripción ordinaria se suspende, y por lo tanto, si transcurren 10 años, uno de los
cónyuges podría adquirir.

Otra parte de la doctrina dice que el inciso final es una excepción a las disposiciones precedentes, y
que en realidad lo que quiere decir el artículo, es que tanto la prescripción ordinaria y extraordinaria
entre cónyuges se suspende, y por lo tanto, un cónyuge no podría adquirir por prescripción.
Señalan las mismas razones de fondo que la doctrina anterior, y que se aplican a ambos casos de
prescripción (ordinaria y extraordinaria), y por lo tanto, no hay razón para distinguir.

La jurisprudencia se inclina por la segunda doctrina, es decir, se suspende tanto la prescripción


ordinaria y extraordinaria entre cónyuges.

La adquisición del dominio por prescripción se obtiene retroactivamente, es decir, se entiende que
quien adquirió por prescripción ha sido dueño de la cosa no desde el momento de completarse el
plazo, sino desde el momento en que se inició la posesión. Esto tiene importancia respecto de los
frutos, ya que la persona que adquirió por prescripción se va a entender dueño de ellos durante todo
el lapso de tiempo en que tuvo la posesión del bien.

La sentencia que declara la prescripción es declarativa, pero respecto de la eficacia de la prescripción


de inmuebles respecto de terceros, se requiere la inscripción de esa sentencia para que los actos

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sean válidos respecto de terceros. En este caso, la inscripción no funciona como título, sino como
antecedente de la posesión.

23 de noviembre
Art. 2505. Contra un título inscrito no tendrá lugar la prescripción adquisitiva de bienes raíces, o de
derechos reales constituidos en éstos, sino en virtud de otro título inscrito; ni empezará a correr sino
desde la inscripción del segundo.

Esta norma debe relacionarse con el tema de la adquisición, conservación y pérdida de la posesión y
con el art. 728.

Art. 728. Para que cese la posesión inscrita, es necesario que la inscripción se cancele, sea por
voluntad de las partes, o por una nueva inscripción en que el poseedor inscrito transfiere su derecho a
otro, o por decreto judicial.
Mientras subsista la inscripción, el que se apodera de la cosa a que se refiere el título inscrito, no
adquiere posesión de ella ni pone fin a la posesión existente.

El art. 2505 ha dado lugar a la distinción de dos cosas:


i. La naturaleza de la inscripción: competente inscripción. Y como ya dijimos había dos
doctrinas, una que sostenía que se refería solo requisitos formales, y la tesis de Alessandri
que sostenía que debía tener una relación con el dueño.
ii. Ámbito de aplicación: se traduce en determinar si se aplica sólo a la prescripción ordinaria
o también se aplica para la prescripción extraordinaria. El 2505 no lo señala expresamente.
Aquí la doctrina también se encuentra dividida:
a) Una tesis minoritaria sostiene que el art. 2505 se aplica sólo respecto de la prescripción
ordinaria. Esto quiere decir que la restricción que contiene la norma, no corre en el
caso de la prescripción extraordinaria. Y entonces, una persona podría adquirir un
inmueble inscrito por prescripción extraordinaria (habiendo ocupación previa, sin
violencia ni clandestinidad).
 Esta doctrina se basa en el texto del mensaje del Código. Allí se señala que en el
caso de la prescripción extraordinaria se consolidan todos los derechos y
obligaciones, y entonces se le daría un carácter absoluto a esta clase de
prescripción.
 Agregan que el art. 2510 que regula la prescripción adquisitiva extraordinaria no
exige título alguno para poseer.
 Señalan además los arts. 702, 708 y 724.

b) Tesis mayoritaria: señala que el art. 2505 se aplica tanto respecto de la prescripción
ordinaria como la extraordinaria. Esto quiere decir que sólo se puede adquirir por
prescripción el dominio de un inmueble inscrito a través de una nueva inscripción.
 Dicen que el art. 2505 está ubicado dentro de las reglas generales que rigen a la
prescripción adquisitiva. De hecho, el art. 2505 está antes del 2506 que distingue
entre prescripción ordinaria y extraordinaria.
 Argumento de tipo histórico:

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-La ubicación del art. 2505 en los proyectos de Código estaba en las normas
aplicables a la prescripción ordinaria, pero en el texto definitivo se dejó antes de la
distinción entre ambas clases de prescripción, lo que haría deducir que fue la
intención del legislador que sea aplicable a ambas clases de prescripción.
-Las fuentes de este artículo: tanto en el Código Prusiano como en el proyecto de
Código civil español, la norma que es fuente de este artículo es aplicable a ambos
tipos de prescripción.
 Dicen que el art. 2505 hace referencia a una clase particular de bienes, a los bienes
inmuebles inscritos. Y como el 2510 hace referencia ambos, debe por criterio de
especialidad, aplicarse sólo el art. 2505 en relación a los inmuebles inscritos.
 La relación que tiene el art. 2505 con el art. 728. Esta tesis dice que el 2505 es
reflejo de la norma del art. 728 que dice que para adquirir la posesión de un
inmueble inscrito, se requiere inscripción. Y si no adquiere posesión, no puede
prescribir.
La jurisprudencia mayoritaria exige inscripción para adquirir la posesión de inmuebles
inscritos, es decir, sigue la tesis doctrinal mayoritaria, y sólo se podrá adquirir por
prescripción si existe inscripción.
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DERECHOS REALES LIMITADOS


Son derechos reales que no otorgan plenas facultades respecto de la cosa, pero sí entregan una o
algunas de las facultades que se pueden ejercer directamente sobre la cosa.

Propiedad fiduciaria o fideicomiso

Está definido en el art. 733. Se llama propiedad fiduciaria la que está sujeta al gravamen de pasar a
otra persona, por el hecho de verificarse una condición.
La constitución de la propiedad fiduciaria se llama fideicomiso.
Este nombre se da también a la cosa constituida en propiedad fiduciaria.
La translación de la propiedad a la persona en cuyo favor se ha constituido el fideicomiso, se llama
restitución.

Existe un bien, en que la propiedad de ese bien está sujeta a pasar a otra persona si se cumple una
determinada condición, un hecho futuro incierto.

Elementos de la propiedad fiduciaria


1. Cosa susceptible de darse en fideicomiso:
No hay mayores restricciones. Puede ser un bien mueble o inmueble, pero por su propia naturaleza,
no podría constituirse sobre una cosa consumible, es decir, que se consuma con su uso, pues en ese
caso no habría nada que restituir al fideicomisario.

2. Deben concurrir tres personas:


-El constituyente: es el propietario de la cosa que, por un acto entre vivos o por un testamento,
decide transferirlo a otro bajo la condición de que la propiedad de la cosa pase a un tercero si se
cumple con esta condición.

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-El propietario fiduciario: es el que recibe la cosa dada en fideicomiso, pero sujeta al gravamen de que
pasará a otras manos si se cumple la condición.
-El fideicomisario: es la persona que tiene la expectativa de llegar a convertirse en propietario
absoluto de la cosa si se cumple la condición.

3. Establecimiento de la condición en virtud de la cual la cosa va a pasar del dominio del propietario
fiduciario al fideicomisario.
Puede establecerse con libertad cualquier tipo de condición, pero hay que tener presente dos
situaciones particulares:
-Hay una condición legal (art. 738) que siempre va a estar impuesta en la propiedad fiduciaria, que es
que el fideicomisario debe existir al momento en que se cumpla la condición.
*Se puede incluso constituir a favor de personas que no existen, pero se espera que existan. Pero
siempre debe cumplirse la condición para que el dominio se traspase.
-El Art. 739 señala un plazo máximo para el cumplimiento de la obligación, que es de 5 años, a menos
que la condición consista en la muerta del fiduciario.

Ejemplo: Juan es dueño de un inmueble (constituyente). El inmueble pasaría a Pedro (propietario


fiduciario) pero sujeto a la condición de que si Diego retorna al país, la propiedad del inmueble pasará
a Diego (fideicomisario).
Debe cumplirse con el plazo del 739, y por lo tanto, si Diego no retorna en un plazo de 5 años, la
propiedad se va a radicar definitivamente en Pedro (propietario fiduciario).
*El propietario fiduciario tiene todos los derechos de un propietario, pero todo esto sujeto a la
condición antes mencionada.

28 de noviembre
Usufructo
Está definido en el art. 764: El derecho de usufructo es un derecho real que consiste en la facultad de
gozar de una cosa con cargo de conservar su forma y substancia, y de restituirla a su dueño, si la cosa
no es fungible; o con cargo de volver igual cantidad y calidad del mismo género, o de pagar su valor, si
la cosa es fungible.

Otorga a otra persona el derecho de uso y goce de la cosa. La diferencia que tiene con el
arrendamiento, es que en el arrendamiento el derecho tiene la naturaleza de personal, es decir, sólo
puede exigirse de quien lo haya conferido (el dueño), y por ello una de las causales de extinción del
contrato de arrendamiento es que se extingan los derechos del arrendador sobre la cosa. En cambio,
el derecho de usufructo es se tiene con independencia de la persona que la ha conferido.

Elementos
1) Cosa susceptible de darse en usufructo. No hay mayores restricciones. Y de hecho como menciona
el art. 764 se puede dar en usufructo cosas fungibles.

2) Deben concurrir 3 partes:


-Constituyente: es quien constituye o hace nacer este derecho de usufructo.
-Nudo propietario: quien es el dueño de la cosa, pero que en virtud del usufructo se ha despojado de
las facultades de uso y goce.

42
-Usufructuario: titular del derecho de usufructo, tiene el derecho de uso y goce de la cosa.
*Constituyente y nudo propietario pueden ser la misma persona.
En general se van a distinguir bien estas 3 pares en los casos de testamento. El testador es el
constituyente, se deja en propiedad al hijo (nudo propietario), y se deja el derecho de usufructo a la
madre.

3) Plazo (art. 770): elemento esencial del usufructo si no se determina se entiende por toda la vida.
El usufructo podrá constituirse por tiempo determinado o por toda la vida del usufructuario.
Cuando en la constitución del usufructo no se fija tiempo alguno para su duración, se entenderá
constituido por toda la vida del usufructuario.
El usufructo constituido a favor de una corporación o fundación cualquiera, no podrá pasar de treinta
años.

El usufructo es transferible pero no transmisible.

Efectos
a) Derechos del usufructuario
-Usar la cosa
-Gozar la cosa
-Ceder el usufructo.
-Hipotecar el usufructo (darlo en garantía para asegurar una obligación principal)
-Se pueden constituir derechos personales sobre el usufructo, por ejemplo, arrendarlo.

b) Obligaciones del usufructuario


-Debe elaborar un inventario de la cosa que se le sede en usufructo. Se traduce en dejar constancia de
la cosa en que consiste y en el estado en que se encuentra; y si es inmueble propiamente un
inventario.
-Debe conservar la cosa durante el tiempo que ejerce el usufructo.
-Cuando se cumpla el plazo restituir la cosa al dueño (nudo propietario).

El nudo propietario
a) Derechos del nudo propietario.
-Conserva el dominio de la cosa, y por lo tanto, puede por ejemplo grabarla.
Tiene derecho a que se le indemnicen los deteriores en poder del usufructuario.
-Derecho a reclamar la cosa una vez expirado el plazo o al momento de la muerte del usufructuario.

b) Obligaciones del nudo propietario


-El pago de las expensas o gastos extraordinarios que haya debido efectuar el usufructuario para la
conservación de la cosa. (Arts. 797 y 798)
Extinción
-Vencimiento del plazo.
-Muerte del usufructuario.
-Destrucción de la cosa fructuaria. *Si se destruye por caso fortuito el nudo propietario no puede
reclamar; si se destruye por culpa o dolo del usufructuario, el nudo propietario puede reclamar
indemnización de perjuicios.

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Servidumbre
Está definido en el art. 820: Servidumbre predial, o simplemente servidumbre, es un gravamen
impuesto sobre un predio en utilidad de otro predio de distinto dueño.

Elementos:
1) Que existan dos inmuebles de distinto dueño:
-Predio dominante
-Predio sirviente: soporta el gravamen.

2) Que exista un gravamen: una carga que debe soportar el predio sirviente en favor del predio
dominante.
Se trata de un derecho real porque la relación se da entre los predios (inmuebles) y no entre dos o
más partes.

Clasificación de las servidumbres


1) De acuerdo a su origen pueden ser:
a) Naturales: aquellas que se constituyen por la situación natural de los predios. Existe una sola:
descenso y escurrimiento de las aguas (art. 833 inciso 1°): El predio inferior está sujeto a recibir las
aguas que descienden del predio superior naturalmente, es decir, sin que la mano del hombre
contribuya a ello.

b) Legales: establecidas en la ley, y que dan derecho al predio dominante para solicitar la constitución
de la servidumbre. En otras palabras, se van a constituir por acuerdo de las partes (porque el dueño
del predio sirviente va a aceptar la servidumbre impuesta por la ley) o por sentencia judicial (cuando
el dueño del predio sirviente no acepte la constitución). No operan de pleno derecho porque el
legislador no puede solucionar todos los casos.

c) Voluntarias: se establecen de mutuo acuerdo por las partes. Prima la libertad contractual. No hay
mayores limitaciones.

2) Continuas y discontinuas (art. 822):


Servidumbre continua es la que se ejerce o se puede ejercer continuamente, sin necesidad de un hecho
actual del hombre, como la servidumbre de acueducto por un canal artificial que pertenece al predio
dominante; y servidumbre discontinua la que se ejerce a intervalos más o menos largos de tiempo, y
supone un hecho actual del hombre, como la servidumbre de tránsito.

3) Aparentes e inaparentes (art. 824): es respecto a las señales o constancia externa respecto a su
existencia.

Servidumbre aparente es la que está continuamente a la vista, como la de tránsito, cuando se hace
por una senda o por una puerta especialmente destinada a él; e inaparente, la que no se conoce por
una señal exterior, como la misma de tránsito, cuando carece de estas dos circunstancias y de otras
análogas.

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Las discontinuas, y las continuas inaparentes son derechos reales que no pueden adquirirse por
prescripción.

Constitución de la servidumbre
1) Se constituyen a través de un título, es decir, un hecho o acto que sirve de antecedente. Puede ser
un acto entre vivos o testamentario. No hay solemnidades especiales. Pero existe una regla especial
en cuanto a la forma de efectuar la tradición del derecho real de servidumbre (art. 698), que señala
que se efectúa por escritura pública en que el dueño del predio sirviente acepta la constitución y el
dueño del predio dominante acepta los términos de la servidumbre.

2) Por sentencia judicial (art. 880):

3) Por prescripción (art. 882 en relación al art. 2212): es una norma especial porque establece un
plazo de 5 años, tanto si se trata de prescripción ordinaria como extraordinaria, es decir, estamos
ante un plazo de prescripción único.

4) Destinación del padre de familia (art. 881): Si el dueño de un predio establece un servicio continuo y
aparente a favor de otro predio que también le pertenece, y enajena después uno de ellos, o pasan a
ser de diversos dueños por partición, subsistirá el mismo servicio con el carácter de servidumbre entre
los dos predios, a menos que en el título constitutivo de la enajenación o de la partición se haya
establecido expresamente otra cosa.

Supongamos que hay un predio de una misma persona y este dueño la grava con una servidumbre. Si
con posterioridad este dueño enajena el inmueble a dos personas distintas, al gravamen que haya
impuesto al predio se mantiene. Aunque no lo dice expresamente el artículo, sucede lo mismo cuando
un predio se divide.

30 de noviembre
La Protección del dominio
Estudiaremos las acciones que se conceden en materia de derecho privado para la protección del
dominio y otros derechos reales: Acciones reivindicatorias y posesorias. Las acciones posesorias han
perdido relevancia como consecuencia del funcionamiento del procedimiento civil, y el lugar de esta
acción ha sido tomado por el Recurso de Protección.

El ordenamiento jurídico otorga protección a la propiedad y a los demás derechos reales:


1) Tenemos, en primer lugar, la garantía constitucional que protege la propiedad (art. 19 n° 24
CPR). Aquí se protege de forma bastante detallada del dominio, y además de reconocerlo
sustantivamente, le otorga una acción de protección (art. 20 CPR). Esta protección no sólo
contra privados, sino también respecto del legislador.
2) Protección penal: se manifiesta en la tipificación de diversos delitos que atentan contra la
propiedad. Ejemplo: delito de robo, hurto, usurpación de inmuebles, etc.
3) Protección en derecho privado:
-Acciones posesorias
-Acción reivindicatoria

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Las acciones posesorias
Están definidas en el art. 916 del Código: Las acciones posesorias tienen por objeto conservar o
recuperar la posesión de bienes raíces o de derechos reales constituidos en ellos.
El objeto de estas acciones puede ser tanto la conservación de la posesión como su recuperación. Por
ejemplo, podría servir para impedir la perturbación al actual poseedor de la cosa.

Requisitos

1) Ser poseedor: detentar la cosa con ánimo de señor y dueño. No es requisito ser poseedor dueño. Es
decir, se da protección tanto al poseedor regular e irregular.
El Código menciona ciertos requisitos a este poseedor en el art. 918: No podrá instaurar una acción
posesoria sino el que ha estado en posesión tranquila y no interrumpida un año completo.
-Al señalar que debe ser tranquila, se quiere decir que no debe ser violenta. Y aunque la ley no lo dice,
no puede ser clandestina.
-Además, debe haber sido poseedor de manera ininterrumpida durante 1 año.

2) Se trate de un objeto susceptible de acción posesoria: esta limitación emana del mismo art. 916, al
señalar que:
-Debe tratarse de inmuebles y
-Derechos reales que recaigan sobre inmuebles.
La explicación de esta limitación es más bien histórica. Al momento de la promulgación del Código los
inmuebles eran los objetos de mayor valor, y por eso se les otorga una protección y un régimen
especial en el Código, cuestión que ha ido variando en el tiempo con el surgimiento de bienes
muebles que son iguales o más valiosos que inmuebles (acciones, títulos de valor, autos de lujo, etc.)
Todo esto está referido a inmuebles por naturaleza.

3) Deben interponerse en tiempo oportuno, es decir, dentro del plazo que establece la ley. Este plazo
es de 1 año, que se cuenta dependiendo del tipo de acción, según lo prescribe el art. 920:
Las acciones que tienen por objeto conservar la posesión, prescriben al cabo de un año completo,
contado desde el acto de molestia o embarazo inferido a ella.
Las que tienen por objeto recuperarla, expiran al cabo de un año completo contado desde que el
poseedor anterior la ha perdido.
Si la nueva posesión ha sido violenta o clandestina, se contará este año desde el último acto de
violencia, o desde que haya cesado la clandestinidad.
Las reglas que sobre la continuación de la posesión se dan en los artículos 717, 718 y 719, se aplican
a las acciones posesorias.

Debe acreditarse un año de posesión, y se tiene 1 año para interponer la acción.


Como se trata de una acción especial, no se suspende respecto de las personas que menciona el art.
2524 en relación al 2509.

¿Qué debe probarse al momento de interponer una acción posesoria?


1. Que quien la pide es poseedor.
-Debe ser poseedor tranquilo.
-La posesión ha durado 1 año.

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No hay limitación de medios de prueba. Sin embargo, deben tomarse en cuenta dos normas que dan
lugar a una discusión doctrinaria: Arts. 924 y 925

Art. 924. La posesión de los derechos inscritos se prueba por la inscripción y mientras ésta subsista, y
con tal que haya durado un año completo, no es admisible ninguna prueba de posesión con que se
pretenda impugnarla.
De acuerdo a este artículo: Los derechos inscritos se prueban con la inscripción, y si ha pasado 1 año
de posesión inscrita, no se admite prueba en contrario. Por lo tanto, no sería relevante que no haya
ocupación efectiva o que otra persona esté usando el inmueble. No importa la tenencia material la
cosa, sino que sólo basta la posesión inscrita a nombre de quien la alega por el lapso de 1 año.

Art. 925. Se deberá probar la posesión del suelo por hechos positivos, de aquellos a que sólo da
derecho el dominio, como el corte de maderas, la construcción de edificios, la de cerramientos, las
plantaciones o sementeras, y otros de igual significación, ejecutados sin el consentimiento del que
disputa la posesión.
Señala que la posesión del inmueble se acredita a través de hechos materiales. Hay una contradicción
evidente con el art. 924.

Existen esencialmente tres doctrinas:


1) Una primera doctrina dice que el art. 924 se estaría refiriendo a todos los derechos reales, con
excepción del dominio; y que el art. 925 se estaría refiriendo al dominio. Esto confirmaría que en el
sistema del Código se identifica a la cosa misma con el derecho real de dominio. Por lo tanto, la forma
de acreditar el derecho real de dominio es a través de actos materiales.
*Esto se identifica con la doctrina que no le da un valor absoluto a la inscripción.

2) Otra doctrina sostiene que no existe ninguna contradicción entre estas normas, sino que
simplemente el art. 924 se refiere a los derechos reales inscritos y el art. 925 a los derechos reales no
inscritos (aquellos que aún no se han incorporado al régimen registral). Es decir, la posesión se va a
probar a través de la inscripción, y si esa inscripción ha durado más de un año, no hay posibilidad de
alegar el hecho contrario.
*El fundamento de esto está en dar un valor absoluto a la inscripción.
La jurisprudencia ha seguido esta doctrina, es decir, que la posesión de inmuebles se prueba a través
de la inscripción por más de un año.

3) Una tercera posición doctrinal sostiene que el art. 924 se refiere a los derechos reales distintos el
dominio. Y que el art. 925 se refiere a derechos reales no inscritos, y que cuando se trata del derecho
de dominio, paro acreditar la posesión de inmuebles, quien alega ser poseedor debería hacerlo tanto
acreditando inscripción como posesión material. La sola inscripción no basta para acreditar la
posesión de inmuebles.

2. Que el poseedor haya sufrido turbación o privación de la posesión. No hay limitación de prueba.

Acciones posesorias:
-Querellas de amparo: busca proteger de turbaciones o amenazas a la posesión.

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-Querella de restitución: busca recuperar la posesión de la cosa.
-Querella de restablecimiento: busca recuperar la posesión cuando la ha perdido por un despojo
violento. La diferencia con la querella de restitución, es que en la de restablecimiento se busca evitar
la justicia de propia mano, por ello se otorga una protección inmediata al poseedor.
-Denuncia de obra nueva (art. 930): busca evitar la construcción de algún inmueble sobre el inmueble
del poseedor.
-Denuncia de obra ruinosa (art. 932): está dirigida a evitar los daños que puede producir la ruina
(deterioro) de algún edificio vecino sobre el inmueble de un poseedor.
-Interdictos especiales (arts. 941 y siguientes)

*Todas estas acciones, dadas el funcionamiento del proceso civil, han perdido uso.

6 de diciembre

Acción reivindicatoria:
Acción de dominio, acción propiamente tal de defensa del dominio que se le otorga al propietario que
no está en posesión de la cosa.
Definición art. 889: La reivindicación o acción de dominio es la que tiene el dueño de una cosa
singular, de que no está en posesión, para que el poseedor de ella sea condenado a restituírsela.

REQUISITOS: Se desprenden del mismo concepto:


1.Cosa reivindicable (890-892 son bastante amplios en el sentido de incluir tanto cosas muebles como
inmuebles)- posesorias solo se podían reivindicar bienes inmuebles- y También las cosas incorporales
pero limitados a las cosas reales, los personales no, los reales porque recae sobre una cosa las
personales NO, debido a su propia naturaleza (por ej. no se podría reivindicar un crédito, lo que si se
podría reivindicar es la materialidad donde consta el crédito, si alguien me usurpa el pagare donde
consta mi crédito, podría reivindicar, pero no sucede en la práctica) Derecho personales por su
naturaleza no se pueden reivindicar.
 Excepciones respecto de cosas que NO puedes reivindicarse, establecidas principalmente
para proteger a terceros (2303: no es posible reivindicar lo que se ha dado en virtud de el
pago de lo no debido cuando ya ha pasado a manos de un tercero A TITULO ONEROSO yo
creía ser deudor de la persona, para pagar esa deuda le entrego una especie, este lo vende
a un tercero, no se puede reivindicar de manos de ese tercero, si lo adquirió a título
gratuito: ahí si se puede reivindicar, ya que no hay ningún desembolso económico por
parte del tercero, y no se pierde nada.) 890 inc. 2 y 3: Si compro una cosa en una feria por
ejemplo, y esa cosa resulta no ser de la persona que me la vendió el dueño NO puede
reivindicar, se protege la buena fe y la apariencia.
- Se exige respecto de la cosa que esta sea SINGULAR, esto quiere decir que sea DETERMINADA
(no se podría reivindicar por ejemplo un genero) No se podría demandar a Juan para que se le
reivindique una vaca, si no que sea la vaca Juana, implica que no se pueden reivindicar
tampoco las universalidades, por ejemplo mi biblioteca. Respecto de la herencia (universalidad
jurídica) hay una acción especial (acción de petición de herencia) que tiene sus características
especiales (no las veremos ahora, se verá en civil III)

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- ART. 892, permite reivindicar una cuota pero siempre que se refiera a la cuota, nuevamente,
de una cosa SINGULAR, SI LA COSA PERTENECE A MAS DE UNA PERSONA, y una de ellas esta
privada de la cosa, puede pedir la reivindicación la cuota de esa cosa pero esta debe ser
determinara, y no de una universalidad o un genero.

2. El reivindicarte debe ser dueño de la cosa que reivindica, aquí nos encontramos con la dificultad de
acreditar el dominio de la cosa, en el sentido que (nadie puede transferir mas derechos de los que se
tienen), se debe demostrar que el que enajeno la cosa era dueño, si no era yo tampoco lo seré. Aquí
hay que distinguir, si se alega como modo de adquirir ORIGINARIO, no hay problema ya que el
derecho se genera con el titular, el problema es cuando se alega un modo traslaticio, en general se
hace para acreditar el dominio es recurrir a la prescripción EXTRAORDINARIA, lo que significa
acreditar que se ha estado en posesión por 10 o más años, y si eso no es posible respecto de un
mismo titular, se pueden AGREGAR posesiones, de los propietarios anteriores hasta cumplir los 10
años SIEMPRE cuando se trata de un inmueble, porque se puede seguir la historia registral. Con los
muebles no es tan fácil, pero en la práctica no es común que se reivindique un bien mueble, el dueño
tiene que PROBAR u dominio, ya que se está diciendo que alguien más tiene la posesión de su bien, al
decir eso esta reconociendo que hay un tercero que esta poseyendo, y por lo tanto el poseedor se
reputa dueño, y se debe probar que él es el sueño y NO el otro. Existe una norma que permite paliar
un poco este requisito de acreditar el dominio cuando se reivindica, y que es el art. 894 que regula lo
que se conoce como ACCION PUBLICIANA (“se concede la misma acción aunque no se pruebe el
dominio, a quien ha perdido la posesión material de la cosa...”) Permite ejercer la acción
reivindicatoria a quien está en vías de adquirir la cosa por prescripción, es útil para quien por
agregación de posesiones no logra completar los 10 años la jurisprudencia permite que de no
cumplirse la acción reivindicatoria por no poseer el dominio, se concederá la acción publiciana, para
que reivindique el bien del cual estaba poseyendo en vías de adquirir el dominio por prescripción.
3. La cosa debe estar en manos de un tercero que la este poseyendo, aquí no importa si esa posesión
sea REGULAR o IRREGULAR. Problemas respecto a este requisito:
A) Respecto de los inmuebles INSCRITOS: ya que si se sigue estrictamente la teoría de la inscripción-
ficción y el inmueble sigue inscrito a nombre del dueño, y se posee por otra persona, no se perdería la
posesión, y simplemente no se tendría la posesión material. Inscripción es sinónimo tanto de dominio
como de posesión, el dueño de un inmueble que ha sido privado materialmente, no podría alegar que
no tiene la posesión ya que es la INSCRIPCION la que validad la posesión, el problema es que no
puede accionar de reivindicación, lo cual es ilógico ya que no tiene la cosa, cuando se priva al
poseedor inscrito de la tenencia material del inmueble, se le está privando de una parte esencial de su
posesión, que es disponer materialmente de la cosa (corpus) y por lo tanto se ha entendido que en
ese caso aunque el inmueble siga inscrito, podría instaurar la acción reivindicatoria para recuperar la
posesión material del bien;
B) Existe también una norma que permite dirigir la acción en contra del mero tenedor, y que ha sido
usada para solucionar el problema de los inmuebles inscritos (art. 915), pero dice que retenga la cosa
INDEBIDAMENTE, y aquí se nos presenta otro problema de interpretación con que quiere decir con
INDEBIDAMENTE, hay dos posibilidades: La mera tenencia de este tercero puede derivar de un titulo
que este legítimamente o de buena fe haya adquirido el derecho a la mera tenencia (arrendatario,
comodatario) esa persona tiene un título QUE JUSTIFICA la mera tenencia ya se aquel venga de un
dueño o de un tercero (cuando se enajena la cosa) ; la otra situación es que ese tercero No tenga
ningún título que justifique su mera tenencia y que simplemente está ocupando la cosa pero no se
cree dueño, y no sería poseedor por lo tanto NO pueden demandarlo, esta acción ¿contra quién se
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puede dirigir? ¿Contra un título o alguien que indebidamente detente la cosa?, los autores están de
acuerdo en que la protección que da el código al dominio, es bastante RESTRICTIVA (acción
reivindicatoria), por exigir que sea dueño, poseedor, etc. Por lo mismo, la mayoría estima que se
aplicaría a las DOS SITUACIONES, si el arrendatario detenta la cosa INDEBIDAMENTE el dueño podría
pedir usar esta acción para la restitución. Por ejemplo puede haber un titulo que justifique la mera
tenencia, que puede ser un ctto de arrendamiento, un usufructo, comodato etc. La otra situación es la
retención indebida, y la persona no alega ningún título, simplemente la cosa no le pertenece solo lo
tiene.
 Plazo de prescripción de la acción reivindicatoria: esta es al igual que el dominio, imprescriptible o
prescripción extintiva, se mantiene en tanto no se extinga el derecho de dominio del propietario
(2517) NO SE EXTINGUE por el no uso (al igual que el dominio), solo se va a extinguir si otra persona
adquiere el dominio de la cosa, si que en tanto este poseedor no haya adquirido el dominio de la
cosa, por prescripción, la acción reivindicatoria no va a estar prescrita.
Que sucede si la acción reivindicatoria PROSPERA, es decir, el dueño gana el juicio, y por lo tanto se le
reconoce su derecho de dominio, lo primero es que el poseedor deberá restituir la cosa, pero además
se establecen una seria de reglas especiales respecto de las devoluciones e indemnizaciones que se
deben las partes, eso se conoce con el nombre de PRESTACIONES MUTUAS, están en los art. 904 -914
CC, esto se regula porque durante el periodo en que el poseedor haya detentado la cosa, pueden
haber deterioros, se pueden haber incurrido en gastos, aquí se establecen las reglas para determinar
cuáles gastos debe pagar, etc.
 OBLIGACIONES DEL POSEEDOR VENCIDO:

Respecto del dueño: Restitución de la cosa art. 904 y 905, y debe indemnizar los deterioros de la cosa
(debe estar de buena o mala fe, esto es importante para saber si sabía o no que la cosa era ajena) art.
906; Debe restituir los frutos producidos durante el tiempo que estuvo en posesión de la cosa,
nuevamente hay que distinguir si hubo o no mala fe: art. 907

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