Está en la página 1de 8

Problemática pericial y esencia del Informe Grafotécnico Manuel J.

Moreno

Problemática pericial y esencia del Informe Grafotécnico

El Grafólogo Forense, cuya figura legal en España corresponde al Perito Calígrafo, es un


experto conocedor de los componentes anatómicos y funcionales del grafismo,
fundamentalmente del que sirve de vehículo culturalmente establecido para el discurso
caligráfico que acontece en la escritura manuscrita, así como en esa suerte de sello o logotipo
personal, la firma, mediante el que afirmamos nuestra voluntad y aserción responsabilizándonos
de nuestros compromisos sociales.

El Perito Calígrafo tiene como misión principal la investigación, evaluación y diagnóstico


acerca de la autenticidad y legitimidad del grafismo manuscrito, no sólo en cuanto a la
procedencia y autoría última del mismo, sino también sobre posibles anomalías de carácter
fraudulento relativas al soporte y demás circunstancias que pudiesen concurrir en el documento
objeto de análisis.

Si nos centramos en la investigación que el Perito debe realizar sobre el grafismo manuscrito,
digamos por ejemplo el de una firma cuestionada (denominada habitualmente “Dubitada”), la
primera e ineludible necesidad que se le presenta al experto, además de verificar la condición
inviolada y legítima del documento, consiste sin duda en hacer acopio de la suficiente cantidad e
idoneidad de material gráfico Indubitado, esto es, de material manuscrito de procedencia cierta,
indiscutida e indiscutible. Si se dispone de insuficiente material gráfico y caligráfico Indubitado
se limitará de manera importante, la labor del Perito, así como la fiabilidad en el diagnóstico en
que debe desembocar su intervención, llegando en ocasiones a imposibilitarlo.

La labor del investigador forense de grafismos manuscritos supone por tanto una evaluación,
tanto cuantitativa como cualitativa, de las correspondencias y elementos esenciales que
caracterizan, definen y diferencian los grafismos Dubitados e Indubitados.

SESGOS y HEURÍSTICOS de RAZONAMIENTO

La metodología, premisas y argumentación puesta en marcha en el análisis pericial, pondrá en


marcha procesos cognitivos de razonamiento, cuya inteligencia e impecabilidad serán la
garantía que justifique la consideración de sus conclusiones periciales y la adecuación de las
decisiones derivadas de las mismas.

¿Cuáles son los peligros que pueden ensombrecer el razonamiento que el Perito pondrá en
marcha en su proceso de investigación y análisis, de los que su desconocimiento y/o
desconsideración resulta poco menos que irresponsable?

Antes que nada, hay que recordar que, la aplicación del conocimiento en todas las áreas
abarcables por el ser humano, constituye uno de los procesos cognitivos básicos. Se trata de la
capacidad del sistema cognitivo humano de realizar inferencias, en definitiva, de razonar y de
llegar a unas conclusiones que le permitan realizar pronósticos y diagnósticos fiables.

“En líneas generales, podríamos decir que el razonamiento permite <<pasar de una información a
otra>>, dado que a partir del conocimiento sobre uno o más enunciados que se encuentren relacionados
podemos derivar otro enunciado o alcanzar una conclusión.” – María José González Labra

La validez de los razonamientos y argumentos que el Perito Calígrafo va a desarrollar en el


curso de su investigación y a fundamentar e ilustrar a lo largo de su informe, posee las mismas
características que las que tienen lugar en cualquier otra área del conocimiento.

1
Problemática pericial y esencia del Informe Grafotécnico Manuel J. Moreno

Los argumentos, desde la perspectiva del análisis lógico, abarcan premisas y conclusiones. Si
las premisas son verdaderas, la conclusión es válida o inválida en el caso de los razonamientos
de tipo deductivo, siendo en el razonamiento de tipo inductivo la argumentación más o menos
probable. En otras palabras, en el caso de un argumento de tipo deductivo, las conclusiones se
siguen “necesariamente” de las premisas, en tanto que en la argumentación de tipo inductivo, las
premisas apuntan, sugieren o apoyan las conclusiones.

“…Skyrms (1986) señala que uno de los equívocos más extendidos es la diferenciación entre deducción e
inducción como aquellos argumentos que proceden de lo general a lo específico en el caso de la deducción,
y de lo específico a lo general para el caso de la inducción. La diferenciación entre argumentos deductivos
e inductivos no se determina por la generalidad o particularidad de sus premisas y conclusiones, sino por
las definiciones de validez deductiva y de fuerza inductiva. Para poder distinguir entre razonamiento
deductivo e inductivo es necesario recurrir a los conceptos de validez y de probabilidad. De esta forma se
sostiene que un argumento deductivo es válido sólo si es imposible que su conclusión sea falsa cuando sus
premisas son verdaderas, y que un argumento inductivo es fuerte sólo si es improbable que su conclusión
sea falsa cuando sus premisas son verdaderas.

El conjunto de inferencias, tanto deductivas como inductivas, puede definirse como la transición entre una
o más proposiciones en la que las premisas aportan información para poder alcanzar una conclusión. Sin
embargo, las conclusiones deductivas son tautológicas, debido a que sólo comprenden la información que
viene expresada en las premisas, y las conclusiones inductivas son probabilísticas, ya que van más allá de
dicha evidencia. Por tanto, en el razonamiento deductivo la verdad de las premisas garantiza la verdad de
las conclusiones, mientras que en el razonamiento inductivo las conclusiones sólo presentan un grado de
probabilidad determinado.

(…)…la validez de un argumento deductivo es cuestión de todo o nada (o es válido o no lo es). Sin
embargo, en la inducción hablamos de fuerza del argumento y esto es cuestión de grado. Este aspecto del
razonamiento inductivo se enmarca en el concepto de probabilidad que depende del apoyo empírico que
aportan las premisas para alcanzar la conclusión. (…) Un argumento inductivo es fuerte si es improbable
que su conclusión sea falsa si sus premisas son verdaderas. El grado de fuerza inductiva va a depender de
este grado de improbabilidad. Si las premisas son verdaderas, entonces basándonos en esta información es
probable que la conclusión también sea verdadera. De esta forma, se entiende que el grado de fuerza
inductiva está determinado por la relación de apoyo que se establece entre las premisas y conclusiones. La
probabilidad de las premisas y conclusiones se conoce como probabilidad epistémica porque depende de
nuestro conocimiento y puede variar de una persona a otra y a lo largo del tiempo en la misma persona.
Como los argumentos inductivos son probables, existe el riesgo de alcanzar una conclusión falsa, pero en
contrapartida ofrecen la enorme ventaja de permitir descubrir y predecir nueva información en función de
la información conocida.

La lógica inductiva se centra en el estudio de pruebas para medir la probabilidad inductiva de los
argumentos y en las reglas para medir argumentos inductivos fuertes. Sin embargo, y contrariamente a la
lógica deductiva, no existe acuerdo sobre la forma de medir la fuerza inductiva de un argumento, ni una
aceptación consensual de las reglas para construir argumentos inductivos fuertes, ni siquiera una
definición precisa sobre probabilidad inductiva.” – María José González Labra

La argumentación que se emplea en el análisis pericial de grafismos manuscritos es,


naturalmente, de tipo inductivo. Se parte de la premisa de que una cantidad importante de rasgos
y características grafonómicas objetivamente discernibles en la muestra Dubitada, sumados a la
singularidad y diferenciación idiosincrásica de los mismos, deben resultar clara y radicalmente
homologables con respecto a las muestras Indubitadas. Dicha homologabilidad hace improbable
que la firma sea falsa, especialmente si dicha homologabilidad se da en rasgos y elementos
esenciales y nucleares de la identidad gráfica del sujeto escribiente.

Dichos rasgos nucleares no descansan en modo alguno, como ingenuamente a veces se piensa,
en aspectos formales sino principalmente en procesos dinámicos del grafismo como el ritmo, las
variables psicofisiológicas relativas a la presión y el manejo inconsciente de los espacios, entre
otros.

La plena y esencial correspondencia entre los rasgos grafonómicos característicos de las


muestras Dubitadas y las muestras Indubitadas permite realizar inferencias inductivamente
fuertes que hacen sumamente improbable errar en la conclusión.

2
Problemática pericial y esencia del Informe Grafotécnico Manuel J. Moreno

Los juicios probabilísticos son imprescindibles, inevitables y cotidianos en muchas profesiones


en el marco de nuestras sociedades. Jueces, médicos, economistas, meteorólogos… realizan su
trabajo y diagnósticos basándose en criterios de probabilidad.

Los errores y sesgos en el razonamiento son asimismo aspectos que todo evaluador debe tener
en cuenta, buscando la mayor asepsia posible en sus intervenciones.

Los sesgos o falacias de razonamiento se refieren a una tendencia sistemática y universal a


considerar factores irrelevantes a la hora de realizar inferencias. Hay, según Evans (1989) tres
clases de sesgos:

1. sesgo en la selección de la información


2. sesgo de confirmación
3. sesgos de contenido y contexto

El sistema de procesamiento humano tiene sus limitaciones y restricciones. Se precisa por tanto
una determinada selección de la información que se considera en principio relevante para la
resolución de problemas. Este hecho, si bien resulta en general efectivo y desde luego necesario,
en la investigación criminológica y específicamente en la evaluación grafotécnica puede ser
causa de errores sistemáticos de razonamiento o sesgos.

La información saliente o prominente origina un impacto sugestivo en el sujeto, a pesar de que


dicha información no sea realmente relevante. En el caso que nos ocupa, la semejanza formal de
una firma o elemento gráfico-caligráfico, principal pretensión de todo falsificador, constituye
uno de los estímulos grafonómicos más prominentes y sin embargo, como todo experto sabe,
menos trascendentales a la hora de evaluar la autenticidad del grafismo. También variaciones en
la inclinación, el tamaño y en cierta medida la orientación espacial de la línea de base, resultan
rasgos grafonómicos muy sugestivos y salientes pero de relevancia relativa y discutible. Este
tipo de sesgo, es muy común en Peritos noveles y debe ser advertido y, en la medida de lo
posible, neutralizado a través de una eficiente formación académica para los Grafólogos de
orientación Forense.

Por su parte, el sesgo de confirmación consiste en una tendencia, en gran medida inconsciente o
automática, a buscar aquella información que resulte congruente y compatible con nuestras
expectativas, creencias, intereses, hipótesis… y a descartar o a no prestar la atención debida a
aquella información que contribuya a falsarlas. Se podría sentenciar con precipitación si la
información parcial atendida encaja en nuestras creencias o posición interesada. En este sentido,
la opiniones, aseveraciones, convicciones, argumentos… de las partes interesadas en la
formulación de un dictamen, deben ser prácticamente obviadas por éste, adoptando una postura
autocrítica aún para con sus propias impresiones subjetivas iniciales.

Entre los atajos cognitivos o heurísticos de razonamiento empleados de manera habitual por las
personas, el heurístico de accesibilidad, que consiste básicamente en juzgar la probabilidad de
un suceso o la plausibilidad de un criterio, en función de la facilidad con que los datos a él
relativos resultan susceptibles de recuperación en nuestra memoria, advierte de sesgos y errores
de razonamiento como la familiaridad, recencia, saliencia, correlaciones ilusorias…, la sola
información presente recibida o imaginada, se considera más probable que la información
ausente.

De forma general y esto hay que tenerlo muy presente, las personas adoptamos estrategias
tendentes a la confirmación de nuestras hipótesis y no a la falsación de las mismas, a veces y en
virtud de creencias tercamente sostenidas, contra toda evidencia. Para Evans (1989) este sesgo
hacia la confirmación puede deberse a una tendencia propia del sistema cognitivo a procesar
información positiva. Para este autor, la tendencia a la confirmación evidenciaría dificultades

3
Problemática pericial y esencia del Informe Grafotécnico Manuel J. Moreno

para procesar información negativa. Las personas tenderían a centrarse en determinadas


hipótesis o creencias buscando activamente información positiva.

El sesgo de contenido y contexto alude a la ya citada tendencia a defender y sesgar la


información a favor de las propias creencias y expectativas. Este sesgo es muy semejante al de
confirmación, con la diferencia de que, mientras que en éste se busca evidencia para confirmar
hipótesis, en aquél los sujetos evalúan la información y las evidencias de manera interesada o
sesgada hacia conclusiones congruentes con sus propias hipótesis o creencias previas.

Un heurístico descrito por Tversky y Kahneman (1973) mediante el que se producen


sistemáticamente sesgos de razonamiento es el denominado de anclaje y ajuste. Consiste
básicamente en la emisión de un punto de vista o juicio inicial que se va ajustando después de
manera progresiva hasta la producción de una respuesta final definitiva.

“…la persona realizaría el juicio a partir de alguno de los rasgos del estímulo y posteriormente ajustaría
este primer juicio para que integre los rasgos restantes. El valor en el que se produce el anclaje puede
estar sugerido por la formulación del problema, ser consecuencia de un cómputo parcial o incluso puede
ser un valor tomado al azar. En todos los casos, la respuesta final parece estar sesgada hacia aquel valor
inicial, tanto si es relevante para el problema como si no lo es, lo que constituye el fenómeno del anclaje.”
– María José González Labra

SECUENCIA DEL INFORME

El Informe Pericial Caligráfico debe incluir una serie de apartados que lo hagan eficaz y
completo en su cometido. En el ámbito judicial, el Informe Pericial Caligráfico cumple no sólo
con la finalidad de aportar el criterio diagnóstico fiable de un experto en relación a la
autenticidad de un grafismo, sino que ofrece la secuencia de toda una argumentación técnica
que avala y justifica dicho criterio.

El Perito debe, por tanto, esmerarse en describir con precisión y claridad expositiva las razones
en que se fundamenta la conclusión de su dictamen. Un ingrediente de gran relevancia en los
Informes Pericial-Caligráficos estriba sin duda en la posibilidad de acompañar el análisis y la
argumentación con imágenes que evidencien puntualmente los aspectos teóricamente descritos.
Esto multiplica, por así decir, la comprensión de la exposición técnica ente lectores legos en la
materia, los destinatarios habituales, y refuerza sustancialmente la descripción grafonómica,
realizada en el cotejo o confrontación entre grafismos Dubitados e Indubitados, de los rasgos y
perfiles a los que se refiere la argumentación a favor o en contra de la autenticidad relativa a la
autoría del grafismo.

Debe quedar suficientemente claro, que las ilustraciones que se emplean en el Informe, tienen
como única finalidad la amplificación y facilitación comprehensiva del hilo argumental del
experto. Por tanto, el estudio y análisis se realiza siempre sobre documentos originales y en
ningún caso sobre dichas reproducciones (fotografías, fotocopias, escaneados…), salvo
situaciones excepcionales en que no existan dichos originales.

El Informe Pericial debe recoger elementos relativos a:

1. acreditación y autopresentación del Perito


2. Objeto o finalidad del Dictamen
3. Descripción y clasificación de los documentos y los grafismos a estudiar (Dubitados e
Indubitados)
4. Método de análisis e instrumentación empleada
5. Descripción y cotejo-confrontación grafonómica (núcleo del Informe)
6. Conclusiones
7. Anexos (opcional)

4
Problemática pericial y esencia del Informe Grafotécnico Manuel J. Moreno

Resulta conveniente asimismo la inclusión, en la portada o tras la acreditación del Perito, de un


índice orientativo del contenido del Informe.

Si bien en el estudio y análisis previo a la redacción del Informe se buscará falsar la hipótesis
provisional que conduce nuestro criterio inicial respecto de la autenticidad del grafismo, la
redacción, desarrollo y argumentación del Informe se realizará únicamente cuando la conclusión
o criterio definitivo esté firmemente establecido. El Perito debe entonces describir e ilustrar con
claridad meridiana los factores relevantes que han llevado a la conclusión de su Informe así
como justificar mediante hipótesis alternativas los factores, si los hubiere, en principio
contrarios o discrepantes a dicha conclusión.

El apartado relativo a la descripción y cotejo de variables grafonómicas entre grafismos


Dubitados e Indubitados tiene por especiales destinatarios a los técnicos pleiteantes,
habitualmente a los abogados, si bien interesará evidentemente también a los jueces para la
elaboración de sus conclusiones. Toda la argumentación desplegada especialmente en dicho
apartado, suele ser materia de examen minucioso por parte de los abogados que conducen el
pleito, de donde extraerán cuestiones que serán formuladas al Perito en la Vista con mayor o
menor malicia buscando contradicciones o cuestionando directamente la coherencia del
razonamiento expuesto. De ello se deduce que, la exposición técnica y la confrontación
grafonómica que sustenta nuestras conclusiones, debe ser radicalmente defendible en todos sus
extremos y basarse en datos objetivos y evidentes.

TIPOS DE CONCLUSIÓN

El último apartado del Informe señala el criterio final o conclusión. En dicha conclusión se
evidencia implícitamente el criterio anteriormente expuesto sobre probabilidad epistémica, en
referencia al conocimiento y experiencia del Perito, conocimiento y experiencia que garantiza la
fiabilidad del criterio final o conclusión mediante la tradicional fórmula que reza “a su leal
saber y entender”.

Es habitual que al perito se le interrogue en el juicio acerca de la seguridad con la que sostiene
su conclusión. A este respecto hemos de ser probos, claros y francos: no siempre se puede
sostener con contundencia que el grafismo inspeccionado corresponde o no corresponde con el
de determinado sujeto. Con fines didácticos podríamos clasificar los tipos de conclusión en los
siguientes términos:

1. No se puede llegar a una conclusión categórica con un mínimo de garantías


2. Se concluye que la firma o grafismo en cuestión, PODRÍA (futuro hipotético) ser
imputable a determinado sujeto.
3. La conclusión es determinante y categórica. Es auténtica, es falsa o se señala al
falsario

En el primero de los casos, la imposibilidad de concluir con contundencia un informe puede ser
debida a diferentes circunstancias. En determinados casos y en función de las características
grafonómicas de la firma cuestionada, la documentación indubitada recibida para el debido
cotejo o confrontación grafonómica, puede resultar insuficiente y/o inadecuada. Este sería el
caso cuando lo que se nos presenta como única documentación indubitada es el documento
nacional de identidad de un individuo. Como se sabe, la firma que en dicho documento aparece
presenta dos problemas insolubles. 1) no es original, se trata efectivamente de un escaneado con
una impresión que deja mucho que desear. 2) la limitación de espacio que se le impone al
firmante. Mediante el empleo de una plantilla con una ventanilla rectangular que sirve de
espacio único se pretende que el firmante reproduzca los rasgos y peculiaridades de su firma
habitual, pretensión ingenua e imposible. No obstante dicho documento nos servirá para
cerciorarnos en otros casos, de que el modelo o diseño de firma que se nos presenta como
Indubitada es el habitual, el “oficial”.

5
Problemática pericial y esencia del Informe Grafotécnico Manuel J. Moreno

En ocasiones, la firma Dubitada es tan pobre en sus elementos grafonómicos constituyentes,


caso de Vises y demás trazados “indebidos”, que las correspondencias podrían resultar ciertas
pero poco representativas -a mi juicio, este tipo de grafismos, deberían ser legalmente
cuestionados en su utilización como firmas representativas-.

En el caso de firmas inventadas, autodeformaciones de la propia –autofalsificaciones-… etc., no


siempre resulta posible llegar a una conclusión, siendo preferible no pronunciarse cuando las
dudas abruman la conciencia del Perito. La conclusión en este caso debe dejar constancia de
que, no hay rasgos diferenciales lo suficientemente significativos en los parámetros
grafonómicos estudiados, como para permitir un pronunciamiento, a favor o en contra, de la
autoría de las muestras Dubitadas. Podría darse el caso de homologabilidad grafonómica entre
las muestras Dubitadas e Indubitadas, pero que dicha correspondencia fuese en parámetros y
variables muy generales y poco idiosincrásicos, siendo diferentes los autores o firmantes de las
mismas, o bien, no darse en absoluto homologabilidad grafonómica significativa, por ejemplo
en firmas inventadas, siendo sin embargo el autor el mismo firmante o escribiente.

En el segundo tipo de conclusión, la utilización del futuro hipotético –PODRÍA- advierte de


que, hay signos necesarios y, en gran medida compatibles con la hipótesis de una común autoría
para los grafismos Dubitados e Indubitados, pero no suficientes como para una imputación
categórica de autoría. En este caso la conclusión podría traducirse en que no se puede descartar,
desde un punto de vista técnico, la autoría del escribiente-firmante de los documentos
Indubitados, si bien no se puede afirmar con rotundidad.

Finalmente, en la mayoría de los casos con los que el Perito ha de lidiar, el examen exhaustivo
de las variables que definen y caracterizan tanto el grafismo Dubitado como las muestras
Indubitadas, permite una conclusión categórica, basada en la premisa de que la plena
concurrencia de elementos grafonómicos significativos, se da únicamente, con toda
probabilidad, en quien comparte una misma identidad gráfica, es decir, en el mismo autor.

Ahora bien, ¿Dónde establecer el punto de corte?, ¿Cuándo la correspondencia grafonómica


resulta suficiente como para permitir al Perito resolver categóricamente una conclusión? (*) La
respuesta no es fácil, pues depende de muchos factores, entre otros, del buen criterio profesional
que aporta únicamente la experiencia. En todo caso, el Perito Calígrafo ha de ser sanamente
crítico con sus propias posiciones, valorando explicaciones alternativas y haciendo acopio de
toda la información y documentación que estime necesaria para cumplir responsablemente con
la labor que socialmente tiene encomendada.

Manuel J. Moreno
Grafoanalista - Instituto de Grafología Analítica
Colaborador docente en el Programa de Pericia Caligráfica Judicial que se imparte en la Escuela de Postgrado de la
Universidad Autónoma de Barcelona
http://perso.wanadoo.es/grafoanalisis

Bibliografía recomendada:

• “Introducción a la Psicología del Pensamiento” – Mª José González Labra, Ed. Trotta, Madrid, 2005
• “Pericia Caligráfica Judicial. Práctica, casos y modelos” – Francisco Viñals, Mª Luz Puente, Ed. Herder,
Barcelona, 2001
• “Falsedad Documental y Laboratorio Forense” – Luis Gonzalo Velásquez Posada, Señal Editora,
Medellín, 2004

6
Problemática pericial y esencia del Informe Grafotécnico Manuel J. Moreno

(*)
Aunque será material de un próximo trabajo, debidamente ilustrado, hube de enfrentarme recientemente a un caso
consistente en la recepción de notas anónimas en un Astillero asturiano. El material aportado para su estudio,
además de las notas manuscritas recibidas a lo largo de un período amplio de tiempo, consistió en grafismos
Indubitados de unas veinte personas. Con la excepción de tres de ellas, el resto consistía en el nombre, apellidos y
fecha realizados de puño y letra por sus respectivos autores. Tras sucesivas cribas, y tras descartar la posibilidad de
ampliar el material gráfico indubitado de varios de ellos, se llega a la grafonomía de uno de ellos, precisamente uno
de quienes disponía de material gráfico abundante por ser un activo dirigente sindicalista. Tras el cotejo
grafonómico exhaustivo en todos los parámetros esenciales del grafismo, la correspondencia tanto numérica como
específica y cualitativa es tan alta, que únicamente dos letras escapan a su modalidad grafonómica. Tras las debidas
reflexiones, llego a la convicción de que se trata del autor de los grafismos anónimos y así lo hago saber.
Efectivamente, al Astillero le “encaja” dicha conducta por actuaciones cuestionables de dicha persona que no
vienen al caso. A los pocos días una cámara instalada al efecto descubre al autor de los anónimos. Para mi sorpresa
e inquietud no era la misma persona a quien el cotejo señalaba, sino su hermano. Tras enviarme caligrafía
indubitada de éste, efectivamente la correspondencia es plena, pero lo sorprendente del caso es que, el cotejo entre
la grafonomía de ambos hermanos era inusualmente coincidente. Un ejemplo de “contaminación” y gemelaridad
gráfica incontestable.

7
Problemática pericial y esencia del Informe Grafotécnico Manuel J. Moreno

También podría gustarte