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PROVINCIA DEL NEUQUÉN

MINISTERIO DE ECONOMÍA Y HACIENDA


SUBSECRETARÍA DE ESTADO DE RECURSOS NATURALES

ESTUDIO DE LA VEGETACIÓN
NATURAL DE LA
PROVINCIA DEL NEUQUÉN
TOMO I
RELEVAMIENTO.
(Informe preliminar sujeto a revisión)
.

Clara P. MOVIA
Guillermo H. OWER
Carlos E. PEREZ

1
1982
PROVINCIA DEL NEUQUEN

AUTORIDADES PROVINCIALES

AÑO 1982

SEÑOR GOBERNADOR: GENERAL (R.E.) Dn. Domingo Manuel TRIMARCO

SEÑOR MINISTRO DE ECONOMÍA Y HACIENDA Cr. Ernesto MARTI RETA

SEÑOR SUBSECRETARIO DE ESTADO DEL COPADE Cr. Manuel ROJO

SEÑOR SUBSECRETARIO DE ESTADO DE RECURSOS NATURALES


Cr. Juan Carlos BATTAGLIA

SEÑOR DIRECTOR GENERAL DE TIERRAS Y COLONIZACIÓN Dn. Norberto Juan GONZALEZ

El presente Estudio se realizó con aporte del Gobierno Provincial y con un subsidio otorgado por la
Subsecretaría de Ciencia y Tecnología de la Nación (SUBCyT), ante la cual actuó como Organismo Coordinador el
Consejo de Planificación y Acción para el Desarrollo (COPADE).

Equipo de trabajo e investigación:


Ing.Agr. Héctor Silvio MAIONCHI (Director Responsable).
Ing.Agr. Chiara Pia MOVIA (Director Técnico)
Ing. Agr. Guillerfno Héctor OWER (Co-Director)
Ing.Agr. Carlos Eduardo PEREZ

Ayudantes de investigación:
Ing.Agr. José NAJT
Ing.Agr. Ric ardo MERLI
Ing.Agr. Enrique SCHALJO
AGRADECIMIENTOS

Se agradece al Dr. José FERRER (CFI) por la información sobre suelos y fisiografía, así como por permitir la
consulta de las imágenes satelitarias con que cuenta la institución; al Sr. Norberto ONESTI, también del CFI por la
preparación del mapa planimétrico.
Así mismo se agradecen las observaciones y opiniones como la ayuda en las determinaciones de los ejemplares
de herbario de los Ingenieros Agrónomos Alberto SORIANO y Juan J. VALLA, de la Facultad de Agronomía de
Buenos Aires; la información geológica proporcionada por el Dr. Víctor RAMOS (Dirección de Minas y Geología)
y en geomorfología el apoyo del Dr. Vicente FERREIRO (INCYTH).
También debe hacerse extensivo el reconocimiento a las autoridades de la Facultad de Ciencias Agrarias de la
Universidad Nacional del Comahue por haber posibilitado la colaboración de la cátedra de Botánica Agrícola
Sistemática en el presente estudio, realizando las tareas de determinación taxonómica de gran parte del material
colectado. Un especial agradecimiento debe formularse a la Ingeniero Agrónomo Luisa A. CONTICELLO y la
Profesora Liliana A. de DONNARI, auxiliares de dicha cátedra.
Debe también hacerse mención a las acertadas observaciones realizadas por el Ingeniero Agrónomo Jorge
Alberto IRISARRI (U. N. del Comahue), acerca de la caracterización de algunos suelos de la Provincia y a la
inestimable cooperación del Ingeniero Agrónomo Eloy LOPEZ CEPERO al orientar buena parte de las
experiencias en las zonas de interés forestal que componen este estudio.
Finalmente, se deja constancia de la eficiente labor des plegada por la Sra. Perla GUTIERREZ de VALLE en la
confección de gráficos y diagramas como en las demás tareas de cartografía. El mecanografiado de los distintos
originales fue ejecutado por la Srta. Olga Inés DIOMEDI y Sra. Mónica G. LOBOS de GUARINI.

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ÍNDICE

Capítulo I. Generalidades
A. Introducción
B. Bibliografía consultada
C. Fisiografía
D. Vegetación
E. Clima
F. Suelos
G. Uso del suelo
H. Materiales
I. Metodología
J. Observaciones

Capítulo II Provincia Fitogeográfica del Monte, Transición Monte-Patagonia y Unidades Especiales.

A. Introducción y bibliografía especial


B. Unidades cartográficas
C. Conclusiones

Capítulo III Provincia Fitogeográfica Subantártica Unidades cartográficas

Anexos
A. Recursos forrajeros y otros usos de las especies del Monte
B. Enumeración sistemática de las especies halladas en el Monte y la transición.
C. Bibliografía citada y/o consultada.

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ESTUDIO DE LA VEGETACIÓN NATURAL
DE LA PROVINCIA DEL NEUQUEN

TEMA 1: RELEVAMIENTO

CAPITULO 1. GENERALIDADES

A. INTRODUCCIÓN

Los Objetivos Generales del Estudio de la Vegetación del Neuquén pueden, sintetizarse en los siguientes
aspectos:
1. Contar con un instrumento confiable para la planificación de los métodos de manejo más apropiados para
la explotación racional de los distintos tipos de vegetación de la Provincia.
2. Obtener toda la información básica posible sobre la vegetación que pueda ser compatibilizada con otros
estudios sobre Recursos Naturales que está realizando simultáneamente la Provincia.
3. Determinar la aptitud agro-pastoril de cada tipo de vegetación a través de indicadores del estado en que se
encuentra y dar pautas acerca de sus posibilidades de recuperación o mejoramiento.
4. Elegir áreas representativas de distintas situaciones o problemas de interés especifico de la Provincia, para
la realización de estudios más detallados sobre funcionamiento y evolución de algunos tipos de vegetación
(productividad, economía del agua, resistencia al pastoreo, etapas de recuperación, etc.)
5. A partir de los datos obtenidos en los puntos anteriores, asignar a cada unidad de vegetación un va lor
económico mensurable para ser utilizado con fines diversos y por distintas especialidades.
La amplitud de estos Objetivos Generales y los distintos tipos de informaciones que involucran hacen
necesaria la división del trabajo en dos fases: una, el Relevamiento descriptiva y cualitativa y la otra, posterior,
definitivamente experimental y cuantitativa. Es esta última la que, en realidad, permite el análisis en profundidad
del funcionamiento del ecosistema en estudio y la que determina su probable reacción a los distintos tipos de uso;
pero sólo es válida si está basada en los resultados del Relevamiento.
La vegetación es la manifestación del equilibrio dinámico entre las plantas y el medio en el que se desarrollan.
Cualquier acción del hombre y de sus animales domésticos o de plagas que altere las condiciones que determinan
ese equilibrio produce, casi siempre, un cambio desfavorable en lo que respecta a su productividad y estabilidad.
Muchas veces el desconocimiento de la estructura y función del sistema sobre el cual se actúa y el hecho de no
tener en cuenta la fragilidad natural de los ambientes áridos y semiáridos conduce rápidamente al deterioro de la
vegetación pudiendo llegar a su degradación total e irreversible, es decir la desertización.
Es por ello indispensable un acabado conocimiento de la vegetación desde ambos puntos de vista, el
fisonómico-florístico y el funcional, a fin de evitar o detener ese deterioro, recuperar las áreas degradadas y poder
planificar sobre una base adecuada los métodos racionales que se requieran para mantener el delicado e inestable
equilibrio entre el máximo aprovechamiento del recurso y una alta y sostenida productividad del mismo.
El relevamiento y la experimentación son pues, fases sucesivas pero interdependientes, correspondiendo a
nivel de estudio y a contenidos distintos: el primero descriptivo, sintético y regional, mientras que el segundo es
cuantitativo, experimental y puntual. La conexión entre ambos reside en la posibilidad de ubicar los ensayos
(siempre costosos) en áreas altamente representativas de las distintas situaciones, determinadas y lo calizadas a
través del relevamiento. Ello establece la posibilidad de extrapolar luego, con gran seguridad, los resultados pun-
tuales de los ensayos a zonas mucho más extensas, que tengan características similares.

Fase 1: Relevamiento fisonómico de la Vegetación natural a nivel de reconocimiento (escala 1:500.000)

El Estudio posee, además de los objetivos generales, Objetivos Particulares, específicos de esta etapa de
trabajo. Tales son por ejemplo, la identificación de los tipos de vegetación, su heterogeneidad y distribución, la
descripción fisonómico-estructural de las unidades, la localización y extensión de cada una de ellas y los
dominantes florísticos. Así mismo proporciona informaciones auxiliares sobre las relaciones entre las distintas
unidades y subunidades; sobre las interacciones con la topografía y el suelo; sobre las causas que regulan los
diseños de distribución, etc.
Los datos así logrados permiten dar pautas acerca de los factores activos del ambiente que intervienen en cada
sitio y sobre los indicadores de las relaciones entre la vegetación y el ambiente. Se obtienen pues, datos
preliminares sobre el funcionamiento de los ecosistemas en estudio, a partir de los cuales se pueden plantear
hipótesis de trabajo que encaminen las etapas de estudio sucesivas, más detalladas y de índole cuantitativa.
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En general el aspecto fisonómico de la vegetación es un buen indicador de las condiciones climáticas y
geológico-geográfica de un área mientras que las comunidades definidas florísticamente suelen revelar
peculiaridades sobre el balance hídrico del suelo y sus condiciones morfológicas y físico-químicas. El primer caso
se adecua mejor a los estudios de grandes extensiones y en escalas pequeñas mientras que la definición de las
comunidades, que requiere un esfuerzo y tiempo mayores, se justifica para estudios en escalas más grandes,
directamente relacionadas con los sitios de interés en los cuales es necesario analizar el funcionamiento de la
vegetación; ello ocurre por ej., en la instalación de parcelas experimentales o para riego.
Por otra parte la estimación del estado actual de la vegetación en los distintos sitios y la localización de las si -
tuaciones con diversos grados de deterioro permite aportar, aún en la fase inicial (en escala pequeña), indicaciones
sobre las posibles etapas de sucesión de la vegetación tanto en su proceso de degradación como en el de su
recuperación, las que pueden ser usadas como guía en el planeamiento de los ensayos posteriores.
La gran extensión de la Provincia (94.000 Km2.) y la complejidad de su geología, fisiografía y clima así como
los diversos grados de detalle de los estudios previos sobre la vegetación, han determinado la elección de una
escala de representación pequeña (1:500.000) y un nivel de relevamiento sintético y regional (nivel de
reconocimiento).
Por último el hecho de que tanto el mapa de Vegetación como el de Suelos se realicen en la misma escala
permite la comparación entre ambas informaciones y consecuentemente una mayor precisión en la evaluación de la
aptitud agro-pastoril de cada tipo de vegetación. Asimismo facilita una elección más segura de las zonas pata
instalación de clausuras y áreas de experimentación y una menor fundamentación de la jerarquización preliminar de
las unidades según una valoración económica tentativa.

B. BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA

Una de las publicaciones más antiguas existentes es la de Cristóbal Hicken, “Plantas de Río Negro”, quien en
1918 efectuó una sinopsis de las especies botánicas más abundantes en la vecina provincia que, por compartir con
Neuquén algunos Distritos florísticos, representa uno de los primeros tratados botánicos del Comahue.
Por otra paste los archivos de la Dirección General de Tierras y Colonización del Neuquén ofrecen interesantes
datos sobre la zona; Los documentos más antiguos datan de 1907 “Complemento de la Inspección General de
Tierras vendidas en remate, etc., en el territorio del Neuquén practicado en 1906”, que fueron confeccionados por el
Inspector Bello y dirigidos al entonces Inspector General de Tierras y Colonización, Dn. Augusto Margueirat. En
ellos se hacen observaciones geográficas diversas, se nombran los ocupantes que había en aquel entonces y algunas
observaciones sobre pasturas, cultivos y ganados.
Existen también informes similares de la zona Andina sobre la base de recorridas practicadas en febrero, marzo
y abril de 1912, por el Inspector Victoriano Brugo. En ellas se hacen muy breves referencias a la calidad de los
pastos al Este y al Oeste del río Catan Lil (pastos salados y dulces, respectivamente).
Mayor abundancia de datos referidos al estado de la vegetación en aquella época, se encuentran en los
informes de la Comisión Inspectora del Neuquén, dirigida en 1920 por el Capitán de Fragata D. Castro, el Jefe de
Subcomisión, Manuel Blasco y el Ayudante J. M. Villanueva. En ellos se hacen someras características
agronómicas, informándose sobre la naturaleza de los suelos, clases de pastos y aptitud agrícola-ganadera de varias
regiones provinciales.
El valor de estas informaciones no reside tanto en su rigor científico, sino en que permiten tener una idea de
cual era el estado y calidad de los campos en aquellos tiempos y, en algunos casos, de la composición florística.
Si se tiene en cuenta que en el transcurso de los ellos la erosión hídrica y eólica, junto con el avance de la
civilización, han ido modificando la vegetación natural, estos datos pueden resultar sumamente interesantes para
conocer las transformaciones que ha sufrido el recurso vegetación durante el paso del siglo.
Las divisiones fitogeográficas del territorio neuquino y su composición florística han sido estudiadas con
distinta intensidad a lo largo de la Provincia. En los sectores ocupados por los Parques Nacionales, Laguna Blanca,
Lanín y Nahuel Huapi que corresponden a la Provincia Patagónica y Provincia Subantártica (Bosques Andino-
Patagónicos) respectivamente, los trabajos de Dimitri (1964), Roquero (1968), Correa Luna (1974), Boelcke
(1957), Eskuche (1973), presentan un interesante enfoque científico de las comunidades vegetales que los
caracterizan y se formulan teorías sobre la evolución de las mismas. Boelcke enfatiza en el aspecto práctico
agronómico y Dimitri, Roquero y otros, en la descripción científica minuciosa tendiente a preservar y conservar
esos recursos.
La Provincia Fitogeográfica Patagónica se presenta en Neuquén con 3 distritos definidos por Soriano (1956) y
retomados por Cabrera en la “Fitogeografía de la República Argentina”(1971 Pero aquí la delimitación de cada
sector y las especies vegetales que los caracterizan, no es tan clara ni definitiva, como tampoco es muy neta la
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diferenciación entre la Patagonia y el Monte, especialmente en el área Norte de la Provincia, donde con fluyen el
Distrito Patagónico de la Payunia con el Monte típico.
Las obras de Soriano y sus colaboradores constituyen la base de todo el conocimiento existente hasta el
presente sobre la Patagonia y sus ideas son aplicables al Distrito Occidental que penetra en el territorio provincial a
manera de cuña, desde la Provincia de Río Negro.
Las dificultades que existen en establecer límites entre el Monte y la Provincia Patagónica, especialmente en su
Distrito de Payunia han sido puestas de manifiesto por los estudios de Roig (1972) y Ruiz Leal (1972).
Esta característica hace que el sector Norte y Noreste del territorio neuquino, donde este problema es más
notorio, requiera un énfasis mayor en el estudio de los aspectos florísticos que permita una definición clara de esta
situación.
La otra gran unidad fitogeográfica que cubre un tercio del territorio neuquino es la Provincia del Monte.
Los estudios básicos más importantes sobre el monte realizados en nuestro país Son los de Morello que datan
de 1958; en ellos se analizan y describen aspectos fisiográficos, ecológicos y botánicos, planteando además los
límites aproximados actuales de esta Provincia Fitogeográfica.
Otro trabajo de Morello (1956) es de aplicación directa en un gran sector del territorio neuquino, el
Departamento Añelo, cuyo mejor conocimiento ha sido últimamente requerido por el Estado Provincial.
En esta obra se indaga en el comportamiento y las estrategias a que recurren distintas especies para adaptarse a
las extremas condiciones de aridez y salinidad de esa región.
Con gran claridad se describen los hábitos de las plantas psamófitas y halófitas más comunes. También se
analiza el comportamiento del género Larrea (jarilla), que es fundamental para la definición del Monte como
unidad fitogeográfica.
Un estudio más detallado y minucioso de la autoecología de este género se encuentra en dos obras de reciente
publicación de la Serie US/IBP Synthesis. En “The Creosota bush” se desarrolla todo lo relativo a aspectos
anatomo-morfológicos, ecológicos, fisiológicos, citogenéticos, fitoquímicos, ontogénicos, hábitat y distribución
geográfica de Larrea spp. También se describen los híbridos de las cuatro especies del género Larrea y se dis cuten
sus respectivas estructuras florales.
Para la determinación taxonómica de especies se utilizaron las publicaciones que se detallan en lista anexa, de
donde se tomaron las claves de identificación para tal fin.
Con referencia a cuestiones metodológicas se consultaron y discutieron los trabajos publicados por el Centro
Nacional Pata gónico dependiente del CQNICET; las publicaciones metodológicas del ITC (Internacional Training
Center for soil Survey and Earth Sciences, Delft, Holanda 1966 a 1979, varios autores); el trabajo sobre Cartografía
de la Vegetación de Küchler (1968) y el texto sobre Aerofotoecología de J. Howard(1970).
Se requirió además el apoyo de una abundante bibliografía sobre aspectos geológicos, geomorfológicos y
climáticos, dada la escala pequeña del Estudio de Vegetación. Los dos primeros temas están incluidos en los
Relatorios y trabajos presentados al VII Congreso Geológico Argentino, desarrollado en Neuquén en 1978. La
recopilación climática más reciente se debe a J. Arroyo (1981).
Finalmente fueron consultadas obras de información genera] relativas a Toponimia, Flora, Fauna, Aspectos
Geográficos e Históricos, producidos por autores locales como Gregorio Álvarez (1972,1981), Raúl Gomez
Fuentealba (1977) y Alberto Vuletin (1979) de gran valor para el conocimiento histórico y de evolución de la
provincia en su totalidad.

C. FISIOGRAFÍA

La geología y geomorfología de la Provincia del Neuquén han sido estudiadas por diversos autores, en especial
su Zona Andina y Volcánica extraandina. A los fines del Estudio de la Vegetación los trabajos de mayor interés son
los Relatorios sobre Estructura Regional y Estratigrafía del Cuaternario, que los Dres V. Ramos y E. F. González
Díaz presentaran, respectivamente, en el VII Congreso Geológico Argentino, efectuado en Neuquén en 1978.
Con esa información y a través de la interpretación de las imágenes satelitarias, se ha dividido el territorio
neuquino en tres grandes regiones;
1. Región cordillerana y Serrana.
2. Región volcánica.
3. Región de los pedimentos disectados, planicies pedemontanas, pedimentos y planicies aluviales antiguas y
recientes.
Estas regiones pueden, a su vez, ser divididas en unidades de menor heterogeneidad o paisajes, los que fueron
utilizados para fundamentar las unidades cartográficas de vegetación en escala 1:500.000.

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En la figura 1 se indican los principales paisajes (unidades fisiográficas) obtenidos, su ubicación, relaciones
espaciales y extensión.

1. Región cordillerana y serrana

Área de relieve muy quebrado, con alturas que van desde los 700 m s.n.m. hasta los 3.500 y 4.000 m en el
extremo septentrional de la Provincia. Incluye diversas formaciones geológicas tanto volcánicas como
afloramientos del basamento cristalino y sedimentitas marinas y continentales.
Los paisajes que se determinaron en las imágenes son los siguientes:

1a Cordillera Patagónica Septentrional y Cordillera Principal

Las alturas medias varían desde los 1700 m en el Sur hasta 2500 m en el Norte con cumbres entre los 2000 y
2800 m s.n.m. que forman la divisoria de aguas con Chile; puede ser dividida en dos bloques, separados por un
sistema de fracturas con rumbo NNE—SSE, (Ramos, op.cit.) que coincide con el río Aluminé: al Oeste y Sur del
mismo, la Cordillera Patagónica y al oriente la Cordillera Principal, que comienza en la Sierra del Chachil
continuando luego hacia el Norte a lo largo de la frontera chilena.
El bloque Patagónico se caracteriza por su intenso modelado glaciar, con grandes valles en U (artesas), pasos
amplios y de poca altitud, redondeamiento de los afloramientos rocosos de los fondos del valle, depósitos
morénicos, circos glaciares y cumbres muy afiladas (“aretes”) con extensos campos de acarreos de fuerte
pendiente. La reducción general de altitud de toda la Cordillera también está relacionada con las grandes
glaciaciones Pleistocénicas.
En la Cordillera Principal en cambio, los rasgos de glaciación no son tan notorios en particular en la Sierra del
Chachil, al Sur de Paso del Arco.
Esta sierra es una verdadera barrera Norte-Sur paralela a la Cordillera Patagónica y separada de ella por el
profundo Valle del Río Aluminé. Su altura media es de 1700 a 2000 m s.n.m., más baja en su extremo austral (1500
m en Las Coloradas) y culminando (en las cercanías de Paso del Arco) en la cumbre del cerro Las Lajas, de 2590
m. Desde ese punto hacia el Norte su altitud asciende hasta superar los 2300 m con diversos picos que alcanzan los
2600 m.
Las formas son quebradas, con algunos remanentes mesetiformes en las partes altas, generalmente de origen
volcánico. Los valles son profundos y estrechos salvo en las cabeceras donde ha actuado la abrasión glaciar (ríos
Yumu Yumu, Agrio, Nahueve, etc.).

1b. Cordillera del Viento

También en este caso la Cordillera sigue la dirección de los meridianos constituyendo una barrera de más de
2000 metros entre el río Neuquén y el Curileuvú paralelo a la Cordillera Principal. La dorsal se extiende desde el
extremo de la Provincia hasta Chochoy Mallín aproximadamente donde es interrumpida por la fractura de Chillán
(Ramos, 1978). Sus laderas son empinadas y muy quebradas especialmente en la vertiente occidental; está
desarrollada sobre rocas precámbricas y mesozoicas con intrusiones de vulcanitas cenozoicas. El punto más alto es
el Volcán Domuyo (4.709 m ) “sobrepuesto” al basamento propia mente dicho. El área Norte y Oeste de las lagunas
de Varvarco puede ser considerada como parte de la misma formación con una cubierta volcánica. Toda la zona ha
sido denominada por el autor citado “Alto estructural de la Cordillera del Viento”.

1c. Sierras sedimentarias plegadas

Esta vasta región de sedimentos mesozoicos (cretácico-jurásicos), muy quebrada (“Fosa plegada del Agrio”) se
extiende desde el Norte de Chos Malal hasta aproximadamente Aguada Florencio y está recubierta en parte, por las
rocas vulcanipleistocénicas y holocénicas que rodean a Zapala y Covunco. El paisaje es muy áspero, con alturas
entre lo 1000 y 1500 m s.n.m.; algunas cumbres llegan a los 1900 m. Es un área semidesértica en la que se suceden
filos rocosos, afloramientos en plancha de bancos sedimentarios más resistentes y entre ellos aparecen bolsones
áridos colmatados con derrubios de diversas granulometrías. Dentro de este paisaje existen diferencias en el tipo de
relieve derivadas de la predominancia o de la falta de bancos potentes de yeso (Ramos op.cit.). Estos son más
comunes hacia oriente, en las sedimentitas cretácicas, lo que produce un plegamiento muy marcado, como el de

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Chorriaca o el que bordea la Pampa de El Tril. En cambio el sector occidental presenta un relieve más amplio y
simple con cumbres aplanadas, picos y filos aislados que alcanzan los 1800 m s.n.m.

1d. Dorso de los Chihuidos

Paisaje estructural suavemente convexo desarrollado sobre sedimentos de grupo Rayoso entre los cuales son
comunes los bancos de yeso y las areniscas de fuerte coloración roja y amarillenta. Sobre el amplio dorso aparecen
tres pequeños relieves puntiagudos (los Chihuidos) que le dan un aspecto muy peculiar y que son claramente
visibles desde lejos. La altura del domo oscila entre los 1000 y los 1300 m s.n.m. El flanco occidental es más
abrupto y empinado que el oriental; la pendiente de este último es suave (4—10%) apareciendo los bancos de
arenisca en forma de sobretechos (escalones o terrazas estructurales; Ramos,1978) mientras que hacia el río Neu-
quén integran grandes escarpas casi verticales.
Una geoforma muy interesante dentro de este paisaje es la que se denomina regionalmente “cárcel”, término
que identifica profundas depresiones muy recortadas, con paredes verticales y de fondo plano, cubierto por
arenales. Su forma parece estar en relación con la erosión diferencial de los distintos estratos de la formación
subyacente y con bancos de yeso. Las “cárceles” bordean como una corona toda la cumbre de la sierra y se
encuentran dispuestas radialmente hacia el Bajo de Añelo y hacia el río Neuquén. En el primer caso son más largas
y están mejor desarolladas, mientras que hacia el Oeste son escasas, apareciendo sólo en el extremo austral de la
formación (hacia Paso del Indio).

1e. Macizo de Sañicó

Este paisaje serrano entre los 800 y 1000 m s.n.m. tiene forma redondeada y una superficie ondulada sin picos
ni filos agudos. Se trata de un afloramiento del basamento con intrusiones de vulcanitas jurásicas y cenozoicas y
que en su parte Central y Norte, está parcialmente recubierto por sedimentitas marinas. En las cercanías del pueblo
de Sañicó aparecen gran número de lagunas y depresiones, utilizadas en la zona como aguadas.

2. Región Volcánica

En esta región se incluyen las mesetas basálticas, con o sin cubierta sedimentaria de material piroclástico y los
numerosos centros efusivos de distinta magnitud y edad ecológica, que son comunes a todo el borde Oeste y Norte
de la Provincia. En general, se trata de un paisaje áspero, de edad plio-pleistocénica y, en muchos casos, holocénica
con mantos de lava muy cercanos a la superficie. Las rocas efusivas que lo componen son de diversos tipos:
andesitas, basaltos, riolitas, etc., lo que determina las geoformas resultantes. En los picos más altos, como el
Domuyo y el Lanín, se evidencia, además, rasgos de modelado glaciar.
Dentro de la región pueden distinguirse dos paisajes:

2a. Mesetas basálticas, sin cubierta sedimentaria y centros efusivos de diferentes magnitudes.

Es un paisaje predominantemente llano, con escasa pendiente y superficie áspera por la cercanía de la lava. Se
encuentra en diversas zonas de la Provincia, en un rango de altitud no muy variable: la Barda Negra, los basaltos
que rodean Zapala, Covunco y Piedra del Águila y parte de los que se hallan a lo largo de la margen izquierda de
los ríos Catan Lil y Collón Curá, se encuentran en la cota de 1000 m , mientras que los de la meseta de Auca
Mahuida están entre los 300 y 700 m s.n.m. El área basáltica de los llanos de Loncopué, aparece entre los 1000 y
1100 m elevándose paulatinamente hacia el Oeste.
La mayor parte de estas formas y los zócalos de los grandes volcanes son de edad pleistocériica siendo el
basalto la roca predominante. La superficie está cubierta por bloques de lava, montículos, ondulaciones y pequeños
escalones debidos a las distintas coladas, más notable cuanto más reciente ha sido la efusión. En muchas zonas
existe una cubierta arenosa suelta, de espesor variable que colmata las depresiones y puede aún cu brir también las
partes planas de esta formación.
Los centros efusivos son muy numerosos, especialmente los pequeños conos basálticos (holocénicos). Su
localización ha sido indicada por Ramos (1978) en el mapa estructural de la Provincia del Neuquén. Los grandes
conos volcánicos son menos numerosos pero, junto con las efusiones basálticas que forman sus bases, adquieren
superficies considerables en el extremo septentrional de la Provincia. Dentro de este grupo se incluyen el volcán
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Domuyo (4700 m), el macizo Tromen (cerro Palao, Polco, Waile, etc.) entre los 3500 y 3900 m s.n.m. y el solitario
Auca Mahuida (2200m) relacionado con la actividad volcánica mendocina (Payún-Chachahuén). En general los
núcleos de estos volcanes son de tipo ácido predominando las andesitas, traquitas, riolitas, etc. Completamente
separados de este grupo efusivo están el Copahue (2980 m) en la cordillera principal, reconocido por sus aguas
termales, fumarolas y pozos geotérmicos y, mucho más al Sur, en la Cordillera Patágonica el magnifico cono del
Lanín, de edad holocena, que supera los 3776 m s.n.m. Coladas muy recientes (escoriales) se han producido al
Norte del Tromen y hacia el Este de Copahue, Lanín y Cerro Castillo.

2b. Planicies altas desarrolladas sobre rocas efusivas con cubierta de piroclastitas.

Es un paisaje plano a levemente ondulado, a veces con suaves pendientes hacia los ríos que lo atraviesan
(líneas de fractura: Neuquén tramo superior, Varvarco o Aluminé). Está cortado por profundos cañadones y
barrancos en los que puede apreciarse el espesor de los mantos basálticos y de los sedimentos que los recubren. Su
altitud oscila entre los 1200 y 1500 m en el Sur (Aluminé) y 1400 a 1800 m s.n.m. en el extremo Norte de la
Provincia.
Existen tres áreas con estas características: el tramo superior del río Aluminé, la zona de la Pampa de Lonco
Luan-Batea Mahuida-Paso del Arco y las cabeceras de los ríos Nahueve, Varvarco, Neuquén, Curi Leuvú y
Trocomán. Al igual que en la unidad anterior se pueden encontrar pequeños centros efusivos, afloramientos de lava
y formaciones muy pintorescas de tobas y tufitas o conglomerados de piedra pómez (Los Bolillos). Los profundos
cañadones muestran espectaculares pilares de basalto (Cañadón del Atreuco) y se aprecian fajas de basaltos
columnares coronando las bardas de los ríos como por ejemplo las del Valle de Manzano Amargo (río Neuquén).
Dos áreas han sido recubiertas por fragmentos de piedra pómez (chicharrón) provenientes de erupciones
modernas. Una se encuentra en los alrededores de Laguna Fea, (en el Norte) y otra, de una extensión mucho mayor,
abarca la zona ya citada del lago Aluminé, Lonco Luán, Batea Mahuida y Paso del Arco. La cubierta de Capillí
tiene en algunos puntos, un espesor considerable.

3. Región de los pedimentos disectados, planicies pedemontanas y planicies aluvionales antiguas y


recientes

Esta vasta región (un tercio de la Provincia) corresponde a buena parte del “Engolfamiento Neuquino”
(Ramos, 1978):
Sedimentos cenozoicos retrabajados por erosión entre los 300 y 900 m s.n.m. En ella se encuentran formas
tabulares que corresponden a remanentes de antiguos depósitos aluviales cubiertos por rodados; ambientes muy
ondulados con numerosos cerros testigo, largos piedemontes de suave pendiente, depresiones endorreicas (“bajos
sin salida”) y extensas planicies pedemontanas como las de Collón Cuyá o las de Loncopué (Gonzalez Diaz, 1978).
En toda la región los suelos son áridos con granulometría variable donde se alternan zonas con materiales
gruesos sueltos (arena) más o menos cementados por carbonatos y tobas con áreas limo-arcillosas lo que depende
de la composición de los sedimentos terciarios que se hallen en superficie.
Las imágenes satelitarias permiten dividir esta región en varios paisajes:

3a.- Pedimentos disectados y depresiones endorreicas

El paisaje de mayor extensión dentro de la región es de estructura tabular con superficie plana, ondulada o
escalonada y se eleva desde los 300 m s.n.m. en el Este hasta los 800 m al Oeste, en contacto con el arco basáltico
Piedra del Águila-Zapala-Auca Mahuida. Son notorios los piedemontes y bajadas locales con pendientes variables
entre 3 y 15% al pie de las bardas. Las escarpas (bardas, “bad-lands”) suelen ser muy empinadas y erosionadas,
mostrando la disposición de los estratos que forman la pila sedimentaria terciaria. Algunas pueden alcanzar los 60 a
120 m de altura como la Barda Colorada, la de Senillosa-Challacó, de las Campanas, etc. (Gonzalez Diaz).
El área que rodea a los arroyos Picún Leufú, China Muerta y Santo Tomás es un pedimento disectado, muy
ondulado con una cubierta de arenales y médanos, con una altitud promedio de 600 m s.n.m.. Junto a los
remanentes mesetiformes planos y a las bardas, se observan numerosos cerros testigos, algunos de los cuales
pueden alcanzar los 900 m de altura como el Bayo Mesa, el Carrizo, la Ventana, El Vagón, Piedra Parada, etc. Más
al Norte también aparecen estos cerritos pero con alturas menores: Cerro El Quemado, Bayo Chico, Loma Farías,
etc. (600 m ). Dentro de la misma zona son llamativos dos elementos de fuerte relieve po sitivo: el alto de la Sierra
Barrosa (890 m ) y la sierra del Portezuelo que culmina en el Cerro Bandera en 1020 m.

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Al Norte de una línea Cerro Bayo Mesa - Lotena - Barda Negra aparecen otros elementos característicos de
este paisaje: los “bajos sin salida”, depresiones endorreicas que pueden llegar a tener grandes dimensiones como el
Bajo de Añelo Sur del Auca Mahuida (2.000 Km2), o menores como el Bajo del Sali tral, de las Liebres del
Chilcalito, etc. Dos de estas depresiones (Marí Menuco y Los Barreales) han sido endicadas e integran el Embalse
Cerros Colorados con funciones de regulación y riego del Alto Valle del río Neuquén (superficie del embalse apro-
ximadamente 700 Km2 ).
En el fondo de la mayor parte de estas depresiones existen salitrales con suelos de textura limo-arcillosa
producidos por acumulación de materiales finos arrastrados por lavado desde las laderas circundantes (Barreales,
Morelo 1966); en algunos casos pueden hallarse también cuerpos de agua efímeros. La base de las depresiones se
encuentra entre los 290 m s.n.m. (Anelo, El Salitral) y los 600 m en el Bajo del Corral de Piedra.
También existen depresiones endorreicas (“ramblones”) desarrolladas a mayores alturas entre 900 y 1000 m
s.n.m., como las que se encuentran al Norte de Los Chihuidos y entre la Sierra Negra y el Auca Mahuida: Bajo del
Toro, Los Barriales, Ramblón Colorado, Pampa de El Tril, etc.

3b.- Remanentes de antiguas planicies aluviales (Pleistocénicas)

Estas mesetas se encuentran entre los 400 y 700 m s.n.m. correspondiendo a remanentes de antiguas llanuras
aluviales (pleistocénicas) del Río Colorado y del tramo medio e inferior del Río Neuquén. Son formas tabulares,
horizontales (Planicie del Añelo, Barda Blanca, Cordón del Cerro Colorado, etc.) con pequeños escalones
(aterrazamiento) y cubiertas por un manto de rodados más o menos cementado. Generalmente presentan un
horizonte petrocálcico bien desarrollado entre los 30 y 100 cm de profundidad.

3c.- Planicies pedemontanas de Collón Curá y Loncopué

Ambas formaciones están relacionadas con estructuras de hundimiento (fosa tectónica ) rellenadas
posteriormente por sedimentos de distinto origen y espesor. La planicie de Collón Curá (Pampa de Alicurá) es muy
extensa y corresponde a acumulaciones fluvio-glaciares pleistocénicas (Gonzalez Diaz op.cit.) Y su superficie es
plana con pendientes hacia el Este decreciendo entre los 1200 m s.n.m y los 750 m en las cercanías del Río Collón
Curá. El paisaje está cortado por los arroyos y ríos que bajan de la cordillera los que han labrado profundos
cañadones de paredes muy abruptas y de dirección general de Oeste-Este (Alicurá, Caleufú, Quemquemtreu, etc.).
Los suelos que cubren esta formación presentan la particularidad de poseer un hori zonte de arcilla impermeable
sobre la que descansa un sedimento de granulometría más gruesa, permeable y a veces suelto.
En el área de Loncopué los sedimentos son mas antiguos (mesozoicos), González Díaz los describe como
“conglomerados con matriz arenoso-tobácea, clastos de basalto y andesitas con algunas calizas mesozoicas”. En
esta área se observan numerosos afloramientos y mantos basálticos de edad cenozoica, ya descriptos (en 2a). Su
altura media es de 800 a 1100 m s.n.m.

3d.— Planicies fluviales recientes

Corresponden a los fondos de valle, comprendiendo los llanos de inundación de los grandes ríos y arroyos y
las terrazas asociadas. Son especialmente importantes, por su posibilidades de riego, las planicies del Río Neuquén
desde Paso de los Indios hacia el Este y del Río Limay entre Piedra del Águila y Neuquén. De menor envergadura,
pero no por ello despreciables son los valles del Río Colorado en su tramo Oeste-Este, los del Agrio, del Covunco,
del Aluminé, del Collón Curá, del Chimehuín, del Trocomán y otros.
Las geoformas que los integran se hallan combinadas de diversas maneras según el régimen del río, su caudal y
la amplitud del piso del valle que recorre, pero tiene en común la heterogeneidad y complejidad del diseño del
drenaje, además de los cauces activos y abandonados en la gran mayoría de ellos se pueden encontrar bancos de
arenas y gravillas, islotes e islas con vegetación ya arraigada, así como uno o más niveles de terrazas.
Los ríos Neuquén, Limay, Colorado, Agrio y Collón Cura en sus tramos medios e inferiores son meándricos
mientras que en el tramo superior (en especial el Neuquén) el diseño es típicamente anastomosado indicando la
existencia de cierta pendiente longitudinal y un cambio en el régimen de estos ríos (con estiaje y crecientes
periódicas) relacionados con las condiciones climáticas reinantes en las cabeceras que se encuentran en las
Cordilleras Principal y Patagónica

D. VEGETACIÓN

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En el territorio neuquino confluyen cuatro provincias Fitogeográficas (figura 2): el Monte, que ocupa el tercio
oriental del Neuquén; la provincia Subantártica en el área cordillerana; la provincia Patagónica inserta como una
cuña entre las dos anteriores y, en las altas cumbres de las Cordilleras Patagónica y del Viento, sobre el macizo del
Tromen y en la Sierra del Chachil, áreas discontinuas de la Provincia Altoandina.
El Monte ha sido dividido por Morello (1958) en dos áreas climáticas bien diferenciadas, al Norte y al Sur del
Río Colorado. El territorio neuquino se encuentra dentro de la que corresponde a un clima prácticamente isohigro,
con una distribución bastante uniforme de las lluvias durante todo el año (tipo “mediterráneo”) en contraste con el
Monte norteño caracterizado por fuertes sequías invernales (tipo “subtropical”).
En términos generales, el Monte austral se distingue del resto de la formación por su menor complejidad
florística y estructural, siendo el rasgo más notorio, la escasez de formas arbóreas (en especial algarrobo y chañar).
En el extremo Noreste de la Provincia (límite con Río Negro y La Pampa) existen escasos ejemplares de
chañar en las cercanías de algunas fuentes de agua; aunque es probable que su densidad haya sido mayor en épocas
pasadas (y reducida ahora por extracción de leña) ello no alcanza a modificar el cuadro general (foto N° 1).
La brea es la única especie que puede adquirir a veces un
porte semi-arbóreo, con 2,50 a 3 m de altura.
A pesar del “empobrecimiento” del Monte neuquino, se
encuentran en él las principales especies de la formación
como jarillas (Larrea divaricata, L. cuneifolia y L. nítida),
matasebo, monte negro, palo azul, zampa, vidriera, molle,
llaollín, etc.
En contacto con la Provincia Patagónica existen zonas
de transición que presentan variaciones en los rasgos
estructura les y florísticos, a veces de importancia, que
ocupan superficies de muy diversa magnitud.
La mayor parte de los bosques de la Provincia del
Neuquén, se encuentran dentro del Parque Nacional Lanín.
La provincia Patagónica se intercala entre el Monte y la
provincia Subantártica; en el área neuquina presenta rasgos
peculiares, no existentes en las otras provincias patagónicas
(Río Negro, Chubut, Santa Cruz) lo que ha llevado a diversos
autores (Ruiz Leal, 1972; Cabrera,1971, etc.) a la creación de
un Distrito, el de la Payunia, que puede ser considerado una
transición entre el Monte y la Patagonia y con especies, que
pertenecen también a otras Provincias como la Altoandina y
la Puneña.
Esta situación está relacionada con la ubicación
Foto 1 – Unidad M.E.C.II Estrato arbustivo alto con geográfica de la Provincia del Neuquén que comparte tanto el
ejemplares de Geoffroea decorticans (Chañar) y estrato
arbustivo-herbáceo bajo con abundantes gramíneas clima mendocino como el patagónico y pampeano y con una
perennes. estructura orográfica que se asemeja a los Andes del Sur de
Mendoza en el extremo Norte del territorio y a los sistemas
patagónicos desde la latitud de 38° 30’ hacia el Sur.
El Distrito de la Payunia aparece bien expresado en el Dorso de los Chihuidos y en las laderas del volcán
Auca Mahuida (siempre por encima de la cota de 1000 m). Hacia el Sur aparece en los basaltos de Zapala llegando
hasta Las Coloradas, el Cerro Marucho (Aguada Florencio) y el Cerro Lotera. La definición del Distrito está basada
principalmente en la presencia de una serie de endemismos (Aylacophora deserticola, Cassia Kurtzii, Gallardoa sp.,
Lithodraba mendocinensis, Prosopis Castellanosii, etc. (foto 2) y en cierta homogeneidad fisonómica
(predominancia de estepas arbustivas). Ello implicaría la necesidad de un estudio florístico más detallado a fin de
definir con mayor precisión los limites de este Distrito.
En el resto del área atribuida por Ruiz Leal (op.cit.) a la
Payunia, se encuentra una mezcla de especies
patagónicas y del Monte junto con comunidades que se
asemejan notablemente a la vegetación del Distrito del
Golfo de San Jorge (Soriano, 1958), donde existe una
dominancia de Trevoa patagonica, Colliguaya
integerrima y Colletia spinosissima (mata negra).

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Según Cabrera(1971) el suelo es permeable y árido, integrado por basaltos, escorias y tobas volcánicas. En
verano las temperaturas son elevadas y los vientos frecuentes del cuadrante Oeste; en invierno gran parte de la zona
sufre intensas nevadas y heladas. El límite inferior de este Distrito se encuentra alrededor de los 1.000 m s.n.m.
elevándose hacia el Norte hasta los 1300 m proximadamente.
El otro Distrito representado es el Occidental, formado por estepas arbustivas (Mulinum sp., Adesmia sp.,
Verbena sp., etc.) y arbustivo-herbáceas con abundancia de gramíneas de los géneros Stipa y Poa (coirones); se

Foto 2 – Ejemplar de Prosopis Castellanosii remoneado


observado en las proximidades del Cerro Lotena
halla bien representado en las laderas bajas y planicies pedemontanas del Collón Curá y de la margen occidental del
Río Agrio, en la meseta de Sañicó y en el valle del Aluminé. Hacia el Norte y sobre las coladas ba sálticas, cubiertas
por arena y cineritas, a las especies típicas del Distrito se suman las provenientes de la Payunia.
La altitud de este Distrito varía, como en los casos anteriores, de Sur a Norte, ascendiendo desde los 600 m en
las terrazas de Collón Curá (fotos 3 y 4) a los 1200 m en las cercanías del pueblo de Aluminé. En el Norte de la
Provincia, algunas especies características (stipa speciosa, Poa huecu, Mulinum spinosum, Adesmia campestris)
pueden formar comunidades bien definidas hasta los 1400-1500 m de altura (piedemonte occidental del Domuyo).
El Distrito Subandino, caracterizado por
la presencia de Festuca pallescens (Soriano,
1958) aparece en forma discontinua en los altos
piedemontes de los Departamentos Minas y
Ñorquín y sobre los que bordean los ríos Agrio
y Trocomán por encima de los 1500 m s.n.m.
Asimismo se encuentra sobre la Sierra del
Chachil y en las mesetas altas al Occidente del
Río Aluminé. Estos campos de alto valor
forrajero, en general muy degradados por
pastoreo, son usados como veranadas para
caprinos y ovinos provenientes del centro de la
Provincia, (Área del Monte: invernada).
Pequeñas áreas con esta vegetación
aparecen al Sur-Este del territorio neuquino, en
la Pampa de Curi-Có y en la Pampa La Fría Foto 3 – Aspecto característico de áreas de la Provincia Patagónica con
(ambas a 1000 m s.n.m.) sobre suelos con un presencia de arbustos (Adesmia campestris- Molinum Spinosum) y
abundantes gramíneas (Stipa spp y Poa Ligularis) Pampa de Alicura.
buen contenido en materia orgánica,
microclimáticamente más fríos y algo más
húmedos, con buena permeabilidad.
Entre el distrito Subandino y la provincia
Subantártica existe una zona de transición de
variable extensión y complejidad en la que
alternan en forma de mosaico la estepa herbácea
de coirón dulce (Festuca pallescens) con isletas
de bosque, generalmente ñire, ciprés, araucaria y
radal.
La mayor parte de esta gran Unidad
Fitogeográfica se encuentra entre las cotas de
300 y 700 m s.n.m. (Bajo de Añelo, 290 m y en
las cercanías de Piedra del Águila, 650 m. La
altitud del resto de la formación se eleva
paulatinamente hasta alcanzar los 1200 m s.n.m. Foto 4 – Provincia Ffitogeográfica Patagónica: Pampa de Chichahuay.
Obsérvese aspectos semejantes al de la foto anterior.
en la frontera con Mendoza. A lo largo de esta
extensa región pueden observarse distintas combinaciones de comunidades, relacionadas principalmente con
factores edáficos y a veces, microclimáticos. Esta diversidad ha sido discutida por Morello (op.cit.) así como por
otros autores que han estudiado los límites entre el Monte y la Patagonia (Ruiz Leal, 1972; Ragonese y Piccinini,
1969; Roig et al., 1980).
La provincia Subantártica o de los bosques Andino-Patagónicos (Dimitri, 1972) ocupa las estribaciones de la
región cordillerana; de Norte a Sur están representados los distritos del Pehuén, del bosque caducifolio y el
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Valdiviano (Cabrera,1971) este último de extensión muy reducida, coincidente con el área de precipitaciones
anuales de más de 3000 mm , en el extremo austral de la Provincia, el que no es cartografiable en esta escala.
Al Norte del Lago Aluminé el bosque está representado por pequeñas superficies en las cabeceras y altos valles
de la Cordillera (Distrito del Pehuén). Algunos manchones de ñire, lenga y araucaria se hallan en la Sierra del
Chachil y con mucho menos extensión, en las altas laderas occidentales de la Cordillera del Viento.
Desde el lago citado hacia el Sur en cambio, la masa boscosa es continua con gran desarrollo en superficie y
alta complejidad estructural y florística. Se encuentran el roble pellín, el raulí, la araucaria, la lenga, el ñire y hacia
el Oeste (donde aumentan las precipitaciones), el alerce, el ulmo, el mañiú y las mirtáceas, entre otros. El
sotobosque suele ser cerrado, muchas veces integrado por impenetrables cañaverales de colihue de hasta 4 m de
altura, o formado por varios estratos de leñosas diversas de los géneros Azara, Aristotelia, Eugenia, Laurelia, etc,
con helechos arborescentes, lianas y epífitas en el área correspondiente a la Selva Valdiviana (muy restringida).
La formación boscosa se desarrolla entre los 700 y 1700 m s.n.m. en la zona austral; el límite superior del
bosque se eleva hacia el Norte hasta alcanzar los 2000 m en las cercanías del Volcán Copahue.
Dos distritos representan en Neuquén a la Provincia Altoandina: el Austral entre los 1.700 y 2.200 m s.n.m., y
el Cuyano, en el Norte por encima de los 2.400 m.
El distrito Austral está bien expresado desde el Paso del Arco hasta el Lago Nahuel Huapi, formando una faja
discontinua que ocupa la zona entre el límite del bosque (1700 m ) y las cumbres, las que no suelen superar los
2200 m (salvo el Volcán Lanín con 3776 m ). El clima es frío y subhúmedo, con nevadas y heladas durante todo el
año. La estepa arbustiva y arbustivo-herbácea es de escasa altura y con gran proporción de cojines que lo
caracteriza; aparece en forma de manchones en los acarreos y laderas altas alternando con pequeñas vegas. Los
arbustos (nano-fanerófitas) están frecuentemente acompañados por hierbas y gramíneas que pertenecen, muchas
veces, a la flora subantártica adyacente. Entre ellas pueden citarse diversas especies de Festuca, Poa, Deschampsia,
Deyeuxia, etc.
A partir de la Sierra del Chachil, la altura media de la Cordillera se eleva paulatinamente hasta los 2300 m; en
el extremo Norte del territorio las cumbres se encuentran entre los 2800 y 3500 m (volcán Domuyo 4709 m.)
En esta zona, el distrito Cuyano posee características semejantes a las de los Altos Andes de Mendoza
(Cabrera, 1971). El clima es frío y seco, con fuertes nevadas en invierno y heladas todo el año. El coironal, con
varias especies de Stipa y Poa, es una de las comunidades más difundidas con la presencia de variada proporciones
de arbustos de los géneros Adesmia, Berberís, Senecio, Ephedra, Mulinum, etc. El paisaje tiene una topografía más
suave que en el Sur ya que predominar los mantos de basalto y los afloramientos del basamento cristalino, de re -
lieve ondulado, recubierto por capas de cineritas y depósitos clásticos de distinto origen y edad.
Entre ambos extremos de la Provincia existe un área de transición en la que la vegetación posee la misma
fisonomía y estructura (por adaptación a las condiciones climáticas extremas) pero presenta una mezcla de especies
correspondientes a ambos distritos. Esta transición se extiende aproximadamente entre el Chachil y el Río
Trocomán, en las altas laderas que marcan el límite con Chile.

E. CLIMA

Son escasos los datos climáticos con que se cuenta actualmente para todo el territorio provincial. Existen, sin
embargo, series estadísticas para varias localidades de la Provincia (Neuquén, Chos Malal, Zapala, Plaza Huincul,
Las Lajas, Junín de los Andes) y para otras fuera de ella (Cipolletti, San Carlos de Bariloche, 25 de Mayo, etc.) que
se utilizan frecuentemente para realizar generalizaciones, mediante interpolación de valores. Sin embargo la gran
variación de condiciones, especialmente del relieve que presenta Neuquén, muchas veces limitan esas
generalizaciones.
Para el futuro será necesaria la realización de investigaciones mucho más detalladas sobre el clima de la región
que permitan posteriormente, establecer estrechas relaciones entre sus distintos componentes y la vegetación.
De todos los trabajos realizados, se destaca el de “Clima” del Ing. Agr. Juan Arroyo (sujeto a revisión) y que
forma parte del estudio de “Relevamiento y Prioritación de áreas con posibilidades de riego” (agosto, 1980). En las
Figuras 3a, 3b, 3c, 3d, y 3e se han señalado algunos de los rasgos del clima más importantes que permiten
caracterizar en forma muy general las distintas zonas de la Provincia: régimen térmico (tempera tura media anual,
en °C); período medio libre de heladas (en días); humedad relativa media anual (en %), régimen pluviométrico,
isoyetas anuales (en mm); y el balance hidrológico para Chos Malal, Las Lajas, Plaza Huincul, Junín de los Andes
y Cipolletti.
Para la región del Monte es interesante señalar la relativa similitud que existe entre algunas de las isolíneas
climáticas con el límite Oeste de esa Provincia Fitogeográfica, como por ejemplo la línea de 150 días libres de

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heladas. Esto señalaría una correlación entre la temperatura y las precipitaciones con la vegetación que será de
interés confirmar, a través de los estudios más detallados antes citados.

F. SUELOS

Los suelos de la Provincia del Neuquén están siendo estudiados en el marco del Convenio entre el COPADE,
el Consejo Federal de Inversiones (CFI) y la Universidad Nacional del Comahue (Ferrer, J.; Inisarni, J. y col;1982,
inédito). Como ya se indicó, la escala de representación del Mapa Edafológico es la misma que la del Mapa de
Vegetación, razón por la cual ambas informaciones podrán ser fácilmente comparadas en etapas posteriores.
La ventaja de esta comparación reside en que los resultados que se obtengan serán más completos y precisos
en lo que respecta a la aptitud y estado de los ecosistemas en estudio. Por ello, se obtendrá una base mucho más
significativa para la planificación de los métodos racionales de manejo de ambos recursos y para el control de la
desertificación, muy avanzada en vastos sectores del territorio neuquino.
Una primera aproximación a la clasificación de los suelos provinciales está volcada en la Figura 4 (Ferrer, J.
1982, según comunicación personal), en el que se indican los principales grupos de Ordenes (Soil Taxonomy, 1975,
USDA) existentes.

1) Inceptisoles/Histosoles
2) Inceptisoles/Entisoles // Afloramientos rocosos
3) Alfisoles/Vertisoles
4) Molisoles/ Alfisoles
5) Anidisoles/Entisoles
6) Aridisoles/Asomos basálticos // Entisoles
7) Entisoles/Aridisoles
8) Afloramientos rocosos de sedimentitas plegadas / Entisoles // Aridisoles

Las unidades de este mapa generalizado podrán sufrir modificaciones en relación con el avance del estudio
edafológico. En todos los casos, el primer término indica los suelos dominantes y el segundo y tercero, los suelos
arealmente subordinados.

G. USO DEL SUELO

1. Explotaciones ganaderas

Su desarrollo se halla condicionado por factores topográficos y climáticos cuyo grado de diversidad resulta un
aspecto característico del territorio neuquino.
La zona con mayores niveles pluviométricos corresponde principalmente a la lacustre, que funciona como área
de secano. Las zonas Centro y Noroeste con menores precipitaciones poseen características topográficas
sumamente variables, las que derivan en una multitud de áreas microclimáticas aptas para la ganadería.
El resto de la Provincia, con clima semidesértico, está constituido por tierras de meseta y montana de mediana
a baja aptitud ganadera; esto ha permitido una zonificación ganadera para la Provincia, basada en la relación entre
existencias, hectáreas en explotación y el predominio de las especies ganaderas a partir de datos producidos por el
Censo Nacional Agropecuario de 1969 y posteriormente elaborados e interpretados por el grupo de estudio del Plan
de Desarrollo Ganadero de la Provincia preparado en 1977 por CPI-Copade.
En el mismo se distinguen seis zonas, en función de la densidad ganadera y del ganado predominante. (cuadro
N° l).

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Cuadro N° 1 – Carga animal por departamentos
Intensidad por especies Departamentos Superficie en ha/u.g
Zona vacuna Huiliches menos de 10
Zona vacuna-ovina Lácar 10-30
Los Lagos 10-30
Zona ovina Catán Lil menos de 10
Collón Curá 10-20
Aluminé menos de 10
Picún Leufú más de 20
Zona ovina- caprina-vacuna Picunches 10-20

Zona vacuna-caprina Ñorquín 10-20


Loncopué 10-20
Confluencia más de 20
Zona caprina Minas Más de 20
Chos Malal Más de 20
Zapala Más de 20
Añelo Más de 20
Pehuenches Más de 20
Nota: u.g. = unidades ganaderas.

Aquí puede verse que los departamentos de mayor concentración ganadera son Aluminé y Huiliches, seguidos
por Catán Lil y luego se agrupa el mayor número de Departamentos (Lácar, Loncopué, Ñorquín, Picunches, Chos
Malal, Minas, Pehuenches, Los Lagos y Collón Curá).
Finalmente los de menor concentración ganadera son Picún Leufú, Zapala, Añelo, Confluencia. (Datos del
Relevamiento y prioritación de áreas con posibilidades de riego en la Provincia del Neuquén —Aspectos
Socioeconómicos. CFI, 1981).
Los principales núcleos de la producción bovina, ovina y caprina son respectivamente: Huiliches, Aluminé y
Pehuenches. El resto de los Departamentos presentan cierto gradiente decreciente con respecto a esos tres núcleos
principales e incluso se produce cierta yuxtaposición.
En estas consideraciones quedan incluidos todos los tipos de productores ganaderos, desde los propietarios de
tierras a los simples ocupantes de tierras fiscales (crianceros) que practican una ancestral trashumancia de ganado
desde la “invernada”(valles y mesetas bajos) hacia las “veranadas” (precordillera y cordillera), que ocasionan serios
problemas económicos, sociales y ecológicos (figura 5), (fotos 5 y 6).

Foto 5 – Vista de un arreo de cabras (“piño”) rumbo a la veranada en el Foto 6 – Idem foto 5
departamento Pehuenches.

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2. Explotaciones Agrícolas

Se concentra especialmente en los valles de los ríos y arroyos. Los más notables centros agrícolas ocupan los
valles inferiores de los ríos Limay y Neuquén y en menor escala los valles de los ríos y arroyos Picún Leufú,
Covunco, Agrio, Colorado, Reñileuvú, Nahueve y Alto Neuquen.
La producción agrícola más significativa se practica en el área del Alto Valle de los ríos Limay y Neuquén
(departamento Confluencia), donde se desarrolla una actividad especializada, intensiva, de alto nivel tecnológico,
bajo riego, con marcada orientación a mercados de exportación casi exclusivamente frutícola (frutales de pepita
manzanos y peras). En menor escala, en esa zona se realizan cultivos vitícolas, hortícolas y forrajeros.
En el interior, se desarrolla una agricultura totalmente diferente, no solo en magnitud sino en cuanto a la
tecnología aplicada. Por un lado se practica una “agricultura de subsistencia” de cereales y hortalizas, destinada al
grupo familiar que la realiza. Este es generalmente de bajo nivel socioeconómico y en muchos casos no hay
propiedad de la tierra. Los “crianceros” suelen realizar algunos cultivos de forrajeras para consumo del propio
ganado (alfalfa y cereales forrajeros).
La tecnología aplicada es en general muy rudimentaria y se intentan programas de extensión agrícola, para su
paulatino mejoramiento.
En síntesis, en la distribución dentro de cada departamento se advierten tendencias muy definidas: cereales y
forrajes por un lado y fruticultura por otro. Confluencia y Añelo son los Departamentos frutícolas el resto se dedica
a forrajes, cereales y hortalizas en escala muy reducida.
En lo referente a horticultura, todos los departamentos registran actividad en el rubro, pero Picún Leufú es el
que posee mayor superficie.
Para la actividad forrajera en cambio, se destacan Minas, Picún Leufú y Añelo.
Si se intenta una zonificación de acuerdo a la tecnología y al destino de la producción se pueden citar cinco
zonas que se precisan en el cuadro N° 2.

Cuadro N° 2 - ZONIFICACIÓN DE ACTIVIDADES AGRÍCOLAS


TIPOS DE ZONAS DEPARTAMENTOS
Parte de los departamentos Confluencia y Añelo
I) Agricultura moderna-intensiva orientada al mercado
(valles inferiores de los ríos Neuquén y Limay)
II) Agricultura tradicional con algún excedente
Picún Leufú.
comerciable
Zapala
Picunches
III) Agricultura de subsistencia sin excedentes o muy Pehuenches
limitados. Ñorquín
Minas
Chos Malal
Aluminé
Catán Lil
IV) Escasa actividad agrícola
Collón Curá
Lácar
V) Sin actividad agrícola Resto de los departamentos Confluencia y Añelo.

Con todo ello puede verse que la actividad agropecuaria predominante en el territorio provincial es la
ganadería, tal como lo confirman las siguientes cifras que expresan el porcentaje del suelo de cada departamento,
dedicado a ella:
Huiliches 99,7% Catán Lil 97,5%
Pícún Leufú 99,3% Collón Curá 96,4%
Pehuenches 98,5% Añelo 94,5%
Minas 98,0% Aluminé 93,9%
Zapala 98,2% Loncopué 93,6%
Finalmente cabe señalar que gran parte del territorio provincial está ocupado por los Parques Nacionales
Laguna Blanca, Lanín y Nahuel Huapi.

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Todo ello queda claramente representado en el cuadro N° 3 “Régimen de las tierras de la Provincia del
Neuquén” y cuadro N° 4 “Cantidad de explotaciones agropecuarias y distribución de la superficie según su uso y
aptitud por Departamentos.”

Cuadro N° 3 – Cuadros demostrativo del régimen de tierras de la provincia del Neuquén

(Propiedad fiscal provincial - Propiedad particular - Jurisdicción de Parques Nacionales)

Superficie aproximada (en ha) Porcentajes


Situación de las tierras
parciales
Parciales Subtotales
1) Superficie de las tierras fiscales 546.550 5,8 %
provinciales-rurales -adjudicadas en venta (total
350 unidades) que no se escrituraron por falta de
mensura.
2) Superficie de tierra fiscal sin vender pero
ocupadas en su mayor parte por crianceros que
abonan pastajes anualmente; esto comprende tierras
de invernadas (partes bajas) y veranadas
(precordillera y cordillera) 4.220.364* 4.766.914 44,9 %
3) Superficie de propiedad particular 3.869.636 3.869.636 41,4 %
4) Superficie en jurisdicción de Parques
nacionales (se incluye la propiedad particular y la
que eventualmente pudiera ser fiscal)
- Parque Nahuel Huapi 395.000
- Parque Lanín 365.000
- Parque Laguna Blanca 11.250 771.250 8,2 %
TOTALES (Superficie total de la provincia) 9.407.800 9.407.800 100 %
* Incluye las reservas indígenas que hacen un total de 232.167 ha aproximadamente y las afectaciones del
complejo Chocón-Cerros Colorados (153.197 ha)
Fuente: Dirección General de Tierras y Colonización – Neuquén.

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H.- MATERIALES

Los materiales utilizados en la primera etapa del relevamiento fueron las imágenes satelitarias LANDSAT en
blanco y negro, bandas 5 y 7 (CNIE, Comisión Nacional de Investigaciones Espaciales) y en falso color compuesto
(NASA, EROS Data Center, EEUU), todas en escala 1:500.000.
La base planimétrica, en la misma escala ejecutada por el CFI (Consejo Federal de Inversiones) y donada a la
Provincia para este Proyecto fue realizada a partir de las Cartas topográficas del IGM (escala 1: 500.000 y 1:
100.000) y de las imágenes en falso color.
De las primeras se extrajeron la posición planimétrica exacta de los grandes ríos, de las principales localidades,
la ubicación de los límites internacionales e interprovinciales y la red vial. Las imágenes, en cambio, se utilizaron
para afinar los detalles de la red hidrográfica y ubicar algunos rasgos topográficos de utilidad para el trazo posterior
de los límites de las unidades cartográficas.
Las imágenes utilizadas fueron:
E - 1222—13473 del 2/3/1973
E - 1222—13480 del 2/3/1973
E - 1223—13540 del 3/3/1973
E - 2076—13462 del 8/4/1975
E - 2363—13383 del 20/1/1976
E - 2382—13440 del 8/2/1976
E - 2382—13442 del 8/2/1976
E - 2399—13381 del 25/2/1976
E - 2436—13431 del 2/4/1976

I.- METODOLOGÍA

Los objetivos del Relevamiento de la Vegetación responden a los interrogantes siguientes:

1. ¿Cómo es la vegetación, dónde está y qué heterogeneidad tiene?


2. ¿Cuánto hay de cada tipo y cómo se distribuye?
3. ¿Cuáles son las especies dominantes y si tienen valor como indicadores de la acción de los factores acti vos
del ambiente?
4. ¿Cuáles son los indicadores de los distintos grados de deterioro y de los procesos de erosión (grado y
velocidad) y, sobre esta base, qué posibilidades existen de evaluar tentativamente el estado general de la
vegetación, en relación con el uso al que ha sido sometida?
5. ¿Qué relaciones parecen existir entre la vegetación y los rasgos del paisaje tales como orientación de la -
deras, pendiente, relieve, pedregosidad, economía del agua, etc.?
Para responder a este tipo de preguntas se requieren por lo menos dos niveles de estudio de la vegetación o
“niveles de percepción” (Long, 1968); uno regional y sintético y el otro sectorial y semianalítico.
El primero refleja los aspectos dominantes de la fisonomía de la vegetación los que suelen estar relacionados
con el balance hídrico general (lluvias—temperaturas) y con las grandes estructuras geológico—morfológicas
(factores activos para esta escala de relevamiento). A este primer nivel corresponden las grandes Unidades
Fitogeográficas que, generalmente, se representan en escalas menores a 1:1.000.000.
El segundo nivel de percepción es algo más detallado, pues se procede a dividir las Unidades Fitogeográficas
según su diseño de distribución y según la variación intrínseca de cada una de ellas en cuanto a sus formas de vida
más importantes y a los dominantes florísticos.
En este caso los factores activos de mayor incidencia son la posición topográfica, la altitud, la orientación, las
condiciones internas y externas de los suelos, la erosión, la estabilidad y tipo de las pendientes, así como el impacto
del uso sobre la vegetación. Todos estos factores, directa o indirectamente, controlan la economía del agua en cada
uno de los ambientes. Sobre esta base, es posible diferenciar subunidades fisonómico-estructurales con
características sectoriales, representables en escala 1:500.000.
En aquellos lugares donde se desee mostrar alguna particularidad de las relaciones ambiente/vegetación,
cuando se quiera instalar un área de experimentación o en las zonas con problemas especialmente graves, de
erosión, sobrepastoreo, salinización, etc. se utilizará un tercer nivel de percepción en el que se incluirán perfiles
fitotopográficos que muestran con mayor claridad el meso y microdiseño de distribución y las interrelaciones
espaciales entre las subunidades, así como la heterogeneidad interna, inexpresable en la escala de reconocimiento.

19
Así mismo se empleará un sistema de censado en el terreno, mucho más preciso y detallado y fotografías áreas para
el trabajo en gabinete.
En términos generales se siguió la orientación de la Escuela Holandesa (ITC:International Training Center for
Earth Survey) para los relevamientos de Recursos Naturales de grandes extensiones a nivel de reconocimiento. El
método se basa esencialmente en detectar e interpretar las relaciones existentes entre la vegetación, la fisiografía,
los suelos y el clima a través del reconocimiento de indicadores indirectos que sean visibles en las imágenes
LANDSAT o en las fotografías aéreas. Este análisis debe ser completado antes del control terrestre, a fin de reducir
al mínimo el período de trabajo en el campo y el tiempo total de ejecución del mapa.
Pero teniendo en cuenta los fines prácticos planteados en este caso particular, se han introducido ciertas modi-
ficaciones en algunos conceptos de esta metodología y por otra parte, se han incluido informaciones suplementarias
que suelen tener alto valor para el Ente Técnico-Administrativo que debe reglar sobre normas de manejo para la
recuperación y conservación de los recursos naturales de la Provincia.
El relevamiento se realizará por sectores los que serán estudiados en etapas sucesivas, la delimitación de tales
sectores se basó en las provincias fitogeográficas ya estudiadas por varios autores y definidas en la bibliografía
respectiva. Una vez relevadas por separado todas las Unidades Fitogeográficas del ámbito provincial se efectuará
una fase de homogeneización de la información a fin de producir un mapa total que contenga el mismo tipo de
datos y el mismo grado de desagregación en todas las grandes Unidades iniciales.
En este esquema radica principalmente la modificación de la metodología Holandesa, ya que no se parte del
total del área a relevar con sucesivas fases cada vez mas detalladas sino que, una vez planteado el mareo inicial de
las grandes unidades fitogeográficas y de paisajes, éstas se estudian por separado llegándose a la síntesis final por
combinación posterior de la información.
Los pasos metodológicos efectuados pueden agruparse pues, en dos aspectos, uno general que responde al
primer nivel de percepción y otro mas especifico, que es válido para el segundo nivel y para cada uno de los
sectores que se estudiaran sucesivamente:

a. Primera etapa: nivel esquemático (esc.1:2.000.000)

1. Estudio de toda la bibliografía existente sobre geología, geomorfología, clima, vegetación, suelos, uso
actual e historia de la provincia del Neuquén, y regiones adyacentes.
2. Análisis de las imágenes LANDSAT para localizar las grandes unidades de paisaje, (geológico-
morfológicas) que, junto con los datos climáticos y con el análisis bibliográfico previo, sirven para la delimitación
de las provincias y distritos fitogeográficos. En esta fase se utilizan además, todas las cartas topográficas y
geológicas existentes.
3. Primer trabajo de campo: se efectúa una recorrida por toda la provincia, lo que permite adquirir una idea
general de la magnitud, tipo y claridad con la que se observan los cambios entre las provincias o distritos
fitogeográficos. Así mismo proporciona una visión de la heterogeneidad del o de los sistemas existentes, de la
presencia de ecotonos (zona de transición) ó de límites muy netos y bien definidos.
4. Nuevamente en gabinete se ajustan los limites de las unidades fitogeográficas, se plantean las
posibilidades dentro de cada una y se prepara, sobre la base de las observaciones del terreno, un primer planteo de
las relaciones vegetación-rasgos del paisaje (por ej. altitud, orientación, tipo de material original, estado de la
superficie, etc.)
5. Elección de una de las provincias fitogeográficas para dar comienzo a la segunda etapa del
relevamiento.

b. Segunda etapa: Nivel de reconocimiento (1:500.000)

1. Análisis más detallado de la bibliografía específica del sector elegido.


2. Estudio detallado de las imágenes LANDSAT en falso-color y en blanco y negro (bandas 5 y 7) a fin de
dividir el paisaje en subunidades con menor heterogeneidad, más cercanas a las diferencias y relaciones detectadas
en la primera etapa de campo.
3. Trazado del mapa-base 1:500.000 sobre las imágenes LANDSAT con indicaciones de la red de drenaje y
todos los elementos cartográficos y topográficos que puedan servir de puntos de referencia en el trabajo de campo
posterior.
4. Segundo trabajo de campo: Recolección de material botánico para su identificación y preparación de un
mini-herbario que puede ser transportado a campo y utilizado por diversos grupos de trabajo simultáneos.
Intensificación del muestreo en el sector elegido con la finalidad de: A) determinar la existencia de las unidades y
20
subunidades previstas por interpretación; B) definir los límites y presencia de ecotonos (transiciones); C)
determinar el grado de heterogeneidad de las unidades cartográficas; D) describir cada sitio de muestreo en detalle:
relieve, suelos, erosión, pendiente, etc. E) Los sitios de observación o censado se determinan de acuerdo a su
representatividad, extensión, homogeneidad interna canto en vegetación (fisonomía, estructura, dominantes ) corno
en fisiografía. Se confeccionan listas de especies con indicación de las dominantes.
5. En gabinete se reinterpretan las imágenes a partir de los datos de campo y de las interrelaciones detectadas
entre las características de la vegetación y los rasgos del paisaje que sean visibles en las imágenes. De esta forma es
posible extrapolar con seguridad las informaciones terrestres a lugares no visitados. En esta etapa se definen
completamente todas las unidades cartográficas y se describen, se cambian o se anulan los límites y se localizan las
zonas de transición con exactitud, preparándose el mapa de vegetación definitivo, la leyenda correspondiente y el
informe final.

J. OBSERVACIONES

a. Imágenes LANDSAT

Solo los bosques, los matorrales densos y las vegas (rnallines) junto con los cultivos bajo riego, son visibles, a
través de los distintos tonos de rojo, en las imágenes satelitarias en falso-color compuesto. En cambio la estepa
arbustiva de la zona semiárida (Monte y Patagonia) no es directamente detectable en este material y aún menos en
las reproducciones en blanco y negro.
Por consiguiente, los distintos tonos de verdes, azules y castaños indican las condiciones de la superficie del
suelo y no de la vegetación. En general los tonos más oscuros coinciden con la presencia de basal tos, con cubiertas
de rodados y con afloramientos de areniscas rojas. Los colores claros, celestes, verdosos o blancos están asociados
con materiales con alta reflectancia (de colores claros, “huayquerías” por ejemplo) con salitrales y corridas de barro
cuando se encuentran en posiciones topográficas deprimidas.
También la gama de los amarillos corresponde a características de los suelos y materiales, estando gene-
ralmente asociada a la presencia de mantos de arena o con materiales de textura más fina (arcillas, limos) de
superficie poco quebrada (planos a suavemente ondulados)
Por todas estas razones la cartografía de la vegetación de las zonas áridas y semiáridas en escala pequeña, se
basa en el conocimiento de las relaciones entre la vegetación y los rasgos del paisaje y en la expresión de éstos en
el material satelitario.
También debe tenerse en cuenta que pueden existir variaciones en los colores debido a problemas de revelado
y copiado (mayor saturación de algún color con respecto a otro: imágenes más azuladas, más amarillentas o más
verdosas) pero la relación entre los colores se mantiene, por lo que pueden ser igualmente utilizadas.

b. Trabajo de Campo:

En el terreno se utilizaron dos tipos de muestreo: uno consistente en observaciones rápidas efectuadas durante
los recorridos por las principales rutas y caminos de la Provincia (1° nivel de referencia) y otro, más detallado, para
describir las unidades cartográficas predeterminadas en las imágenes.
En el primer caso se efectuaron anotaciones sobre la fisonomía de la vegetación, las relaciones vegetación-pai -
saje más claramente expresadas y las características geológicas y de la superficie del suelo; en aquellos lugares
donde la vegetación tenía rasgos mejor definidos se agregaron otras informaciones (estructu ra) y una lista de
especies. En estos recorridos se coleccionaron plantas para su determinación y se tomaron nota de todos los
caminos, sendas y accidentes topográficos que pudieran servir como referencia para los trabajos posteriores.
Sobre esta base fue posible: 1) establecer en forma preliminar las grandes unidades de vegetación, los tipos de
límites más comunes y las posibles transiciones entre las grandes unidades; 2) asociar la vegetación con algunas
características del paisaje o de los suelos, refiriéndola a su vez, al aspecto en las imágenes LANDSAT; y, 3) obtener
una orientación para la planificación de las etapas de muestreo posterior.
La segunda fase del trabajo de campo se efectué para definir cada una de las unidades y subunidades carto -
gráficas, describir su estructura, distribución horizontal, la heterogeneidad y los limites precisos en el terreno. Para
estas observaciones o censos se utilizaron planillas especiales (figura 6). En estas se con signaron tanto los rasgos
exclusivos de la vegetación como las características del sitio: topografía, suelos orientación, altitud, etc.
La ubicación de estas observaciones o censos se efectuó a partir del mapeo previo sobre las imágenes y de los
cambios que se hubieran observado en el terreno durante el primer periodo de trabajo en el campo.

21
En la misma etapa se describieron los limites de las unidades y los mosaicos y complejos existentes en las
áreas muy quebradas o en las zonas de transición (ecotonos). El grado de heterogeneidad de cada unidad
cartográfica se definió luego por síntesis, a partir de todas las observaciones puntuales efectuadas.
En cada sitio se tomó por separado la cobertura (en %) de las especies perennes y de las efímeras indicando
además, la proporción de suelo descubierto; estos datos junto con la adopción del concepto de “área basal’ poseen
especial interés en lo que se refiere al uso racional de la vegetación de las zonas semiáridas como el Monte o la
Patagonia.
Los procesos de erosión hídrica y eólica tienen gran desarrollo en estas áreas y se producen aún cuando las
copas de los arbustos estén relativamente próximas entre sí pero alejadas del suelo. Este es el caso por ej. de las
jarillas (Larrea spp) que suelen tener forma de cono invertido con una relación base: copa entre 1 a 3 y 2,5 a 3 (foto
44). En los arbustos semiesféricos o cilíndricos, también comunes en los ambientes semiáridos, el “área basal”, se
consideró coincidente con la proyección de la copa a los efectos de la estimación del porcentaje de suelo
descubierto.
En el caso de las gramíneas perennes esta situación varía según el grado de pastoreo a que están sometidas, a la
forma típica de la especie o a su densidad. En todos los casos para su definición, se considerará prioritario el
problema de la erosión ya citado (figura 7).
La abundancia de las especies predominantes y de las principales acompañantes fue estimada según la
siguiente escala: 3: muy abundante; 2: abundante; 1: poco abundante; r : escasa.
La estratificación se indicó organizando la lista de especies por estrato (figura 6) y asentando la altura
promedio de cada uno. Las especies que se encontraron en más de un estrato fueron anotadas sólo en aquél en que
eran dominantes.
Sobre el total de observaciones correspondientes a cada unidad cartográfica se calculó la frecuencia
Muy frecuente: más del 50 % de las muestras
Frecuente : entre el 20 y el 50%
Poco frecuente: entre el 5 y el 20%
Rara: menos del 5% de las muestras

c. Leyenda

Las escalas, el método de relevamiento (integrado) y los objetivos prácticos que se persiguen condicionan
cierta heterogeneidad en la leyenda, ello deriva también de la naturaleza compleja de las unidades cartográficas que
están definidas sobre la base de la vegetación y de los rasgos del paisaje a ella relacionados. Por tal razón la
caracterización de las mismas puede estar basada tanto en una como en otra información según sea de interés para
los fines de este proyecto.
El estudio combinado permite desde la fase inicial del relevamiento aportar datos de valor ecológico, los que
facilitan el planteo de los trabajos posteriores tendientes a resolver el problema del manejo del recurso evitando si
degradación.
Se utilizaron das tipos de unidades cartográficas: simples y compuestas.
Unidades simples: relativamente homogéneas, pueden contener otras unidades de tamaño reducido hasta un 20
— 25% de la superficie total de la unidad, distribuidas homogéneamente dentro de la matriz de la misma.

Unidades compuestas:
1. Mosaicos: Dos o tres unidades asociadas o alternadas, en proporciones variables (alrededor del 50-
50%). cada una de ellas suele poseer límites bien definidos, generalmente relacionados con factores del ambiente,
pero su tamaño es demasiado pequeño como para ser representadas individualmente en esta escala (en general se
encuentran en áreas de relieve quebrado)

2. Complejos: Dos o tres unidades mezcladas, sin límites precisos ni relaciones evidentes con algunas
características del paisaje. Los cambios entre ellas son graduales (transiciones o ecotonos).
Para caracterizar cada unidad se usaron 4 elementos:

UNIDAD FITOGEOGRÁFICA (representada en el mapa por letra mayúscula, tipo grueso)


M Provincia del Monte (jarille)
S Provincia Subantártica (Bosques Andino-Patagónicos)
P Provincia Patagónica
22
A Provincia Altoandina
M-P Transición Monte-Patagonia
S-A Transición Bosques-Altoandina
P-S Transición Patagonia-Bosque
P-A Transición Patagonia -Altoandina.
(*)
FISONOMÍA: La que predomina en la unidad cartográfica; (letra mayúscula de tipo fino).
E Estepa arbustiva
G Estepa herbácea (graminosa)
B Bosque
D Semidesierto (peladales)
H Praderas húmedas (mallines)
EG Combinación de fisonomías: Estepa arbustivo-herbácea.

ESPECIE DOMINANTE: Aquella que permite definir sin lugar a dudas una unidad cartográfica. Números
arábigos.
1 Larrea divaricata
2 Larrea cuneifolia
3 Atriplex lampa
4 Suaeda divaricata
5 Grindelia chiloensis
6 Senecio fílaginoides
7 Stipa spp
8 Trevoa patagonica
9 Prosopidastrum globosurn
10 Schinus polygamus
11 Ephedra ochreata
... Fabiana imbnicata
21 Nothofagus pumilio
22 Austroçedrus chilensis
23 Araucaria araucana

RASGOS FISIOGRÁFICOS: Aquél o aquellos que permiten determinar sin lugar a dudas una unidad
cartográfica no definible por alguna especie dominante, o que complementan la determinación (letra minúscula)
b = basalto
s = escurrimiento superficial
h = rasgo de humedad, agua en ladera, vertiente
c = paisaje de cuestas
v = fondo de valle, llano de inundación
m = médano, arenal
a = de altura, (m s.n.m.)
p = “huayquería” (bad land)
f = afloramiento rocoso
pd = piedemonte, bajada
(*)
(*) Este tipo de nomenclatura permite el agregado de información suplementaria que pudiera surgir en las
etapas de mapeo de los sectores aun no relevados.

UNIDADES COMPUESTAS: Para caracterizar este tipo de unidades se utilizan los siguientes símbolos:
E = complejo
X = mosaico
El agregado de números romanos indica la combinación particular de unidades simples que integran cada
unidad compuesta. El diseño de combinación de unidades se describe en el capítulo correspondiente (unidades
compuestas)
Los símbolos se combinan en fórmulas que expresan todas o algunas de las características que definen a las
distintas unidades simples o compuestas.
23
Ejemplos:
M. E. 2.f: Monte; estepa arbustiva de L. cuneifolia dominante sobre afloramiento rocoso.
M-P. E. 5: Transición Monte-Patagonia; estepa arbustiva con Grindelia chiloensis dominante.
S. B. 21: Provincia subantártica; bosque bajo de longa.
M. DE. XIV Monte; mosaico de semidesierto (huayquerías) y estepa de L. cuneifolia dominante
(M.E.2 + M.D.p.)
P.H.v. Patagonia; “mallín” de fondo de valle.
M-P. E. CIV Transición Monte-Patagonia, complejo de estepa arbustiva de Atriplex lampa con
Senecio filaginoides.
Una vez completado el estudio de Vegetación de toda la Provincia, esta nomenclatura podrá ser modificada pa -
ra facilitar tanto la lectura del mapa como del texto.
El primer término podrá ser eliminado transfiriendo la información fitogeográfica a otra escala (menor)
mientras que el segundo símbolo podrá reemplazarse por tramados gráficos.
Se describen los hábitos de las plantas psamófitas y halófitas más comunes y se analiza el comportamiento del
género Larrea (jarilla). En el segundo describe la composición del jarillal e indica una serie de asociaciones de
especies para algunos sectores del territorio provincial, que fueron posteriormente observadas, concordándose en
líneas generales con lo allí expuesto. También en esta obra se plantean con cierta precisión los límites aproximados
actuales del Monte en el territorio neuquino.
Las obras de Morello de los años 1956 y 1958, enfatizan más sobre la morfología y la auto ecología del género
Larrea que sobre las comunidades mismas. Afirma que Larrea cuneifolia domina las áreas más secas del Monte,
evitando cuencas de escorrentía o fácilmente inundables. También opina que Larrea divaricata desarrolla con mayor
facilidad en áreas periféricas, no tan áridas, e incluso de mayor altura.
Dada la proximidad con los territorios mendocino y pampeano es necesario relacionar la vegetación neuquina
con la de ambas provincias, para ello se consultaron los trabajos de Roig (1979, 1980) y de Cano et al. (1980).
Roig efectúa observaciones similares a las de Morello en cuanto a la distribución de ambas especies de Larrea
de acuerdo al tipo de suelo. Refiriéndose a la formación del jarillal en Mendoza, Roig señala que caben hacer las
siguientes diferencias: Si los suelos son pedregosos y profundos el predominio corresponde a Larrea divaricata, en
cambio, en los suelos areno-arcillosos o arcillosos, corresponde a Larrea cuneifolia”.
Morello señala que L. divaricata es más tolerante a suelos salinos y a suelos con bajo contenido de oxígeno.
Aquí se observa una interesante diferencia entre ambos autores.
Morello también hace una correlación entre la presencia de las tres jarillas (L. divaricata, L. nitida y L.
cuneifolia) y la profundidad de la napa de agua (Morello B., 1956).
Así por ejemplo señala que “en los lugares ocupados por la estepa de Larrea cuneifolia y Monttea aphylla las
perforaciones para la búsqueda de agua han dado resultados negativos, esto significa que, o no se encontró agua, o
esta era demasiado salada ó el caudal que podría proporcionar era insuficiente para el consumo de un caserío.
En cambio, L. divaricata vive en lugares donde la napa se encuentra entre 10 a 30 metros de profundidad
asociándose con Atriplex lampa. Indica una serie de ejemplos concretos en las zonas de Añelo, Fortín de la Piedra y
Estancia Pantanito; para concluir con la siguiente generalización: “La relación napa de agua-comunidades
vegetales, puede sintetizarse así:

Galería de sauces: Agua subterránea desde escasos centímetros hasta 3 metros; todo el suelo del bosque
puede quedar cubierto por inundaciones periódicas del río.

Estepa arbustiva de suelos salinos: agua suterránea entre 3 y 10 metros de profundidad.

Estepa arbustiva de los faldeos y planicies bajas: agua a más de 10 metros de profundidad.

Estepa arbustiva de las mesetas: agua subterránea inexistente o escasa para las necesidades humanas o a
muchas profundidad”.

Larrea nítida, por su parte es insistentemente señalada como “jarilla de río” dado que se desarrolla en suelos
con presencia de napa a escasa profundidad.
Por su parte, el trabajo de Cano a que se hizo mención permite una visión integrada de aspectos no solo florísti
cos, sino también edafológicos, climáticos y geomorfológicos que pueden ser utilizados para una previa
caracterización del sector NO del territorio neuquino.

24
Uno de los aspectos tratados últimamente ha sido la delimitación con la mayor precisión posible, del sector
territorial neuquino ocupado por el Monte, así como precisar y reconocer algunas especies vegetales que puedan
utilizarse como indicadores inequívocos del cambio entre esta unidad fitogeográfica a la de la Patagonia. Estas
áreas de transición o ecotonos han sido objeto de estudio en particular para las áreas Sur y Norte del Monte, donde
no se encuentran limites bien definidos con los distritos fitogeográficos patagónicos occidental y la Payunia
respectivamente. Sobre este problema existe bibliografía previa como los trabajos de Ragonese, A y Piccinini, B.
(1969) que definen los límites entre la Patagonia y Monte por niveles hipsométricos muy bien descriptos a la altura
de Zapala en la Provincia del Neuquén y también en Los Menucos en la Provincia de Río Negro.
Ruiz Leal, A. (1972) analiza los límites boreal y austral de los Distritos Occidental y Central de la Patagonia,
pero enfoca el problema especialmente para la meseta de Somuncurá (R.Negro). lino de los aspectos que más
interesan en este trabajó, son sus observaciones sobre una serie de endemismos en el área del Cerro Lotena, en las
cercanías de Zapala (Provincia del Neuquén).
Dichos grupos vegetales sugieren a los autores cierta vinculación con la vegetación de Mendoza y por otro
lado apoyan la idea de crear y describir el distritos de la Payunia dentro de la Provincia Fitogeográfica de la
Patagonia.
A pesar de que la escala de trabajo no justifica un intenso estudio floristico, se ha tenido en cuenta, para el
presente estudio, los trabajos de Roig: “Gramíneas mendocinas del género Stipa” I y II, ya que ésta es una de las
especies tomadas como indicadoras.
Las áreas estudiadas en Los Chihuidos y Auca Mahuida ofrecen interesantes datos que permiten convalidar
muchos de los conceptos expresados por Ruiz Leal, A. (l972), Ragonese, A. y Piccinini, B. (1969).
Con todo este material bibliográfico se plantearon las primeras hipótesis de trabajo y se ejecutaron las observa-
ciones posteriores de este equipo tanto a campo como en gabinete.

B. UNIDADES CARTOGRÁFICAS

1. Leyenda
UNIDADES SIMPLES:
MONTE:
M. E. 1. Larrea divaricata dominante.
M. E. 1 . 3. Larrea divarieata—Atriplex lampa.
M. E. 2. Larrea cuneifolia dominante.
M. E. 3. Atriplex lampa dominante M. E. 3. m sobre arenales.
M. E. 3. 4. Atriplex lampa—Suaeda divaricata.
N. E. 4. Suaeda divarieata dominante y otras halófitas.
M. D. p. Vegetación de huayquerías y bardas.
M. E. 1. 9. Larrea divaricata - Prosopidastrum globosum.
M. E. 1. 10. 11. Larrea divaricata - Schinus_polygamus - Ephedra ochreata

TRANSICIÓN:
M-P.E.5.6.7. Grindelia ehiloensis, Senecio filaginoides y Stipa spp
M—P E. 8. Trevoa patagonica dominante

UNIDADES COMPUESTAS:
COMPLEJOS (C)
MONTE:
M. E. CI Larrea divaricata y Atriplex lampa con Larrea cuneifolia dominante.
M. E. CII Larrea divaricata y Larrea cuneifolia con gramíneas perennes
M. E. CIII Larrea divaricata y Atriplex lampa con Suaeda divaricata

TRANSICIÓN:
M-P.E.CIV Atriplex lampa dominante con Crindelia chiloensis, Senecio filaginoides y
Stipa spp

MOSAICOS (x)
25
MONTE:
M. EB. XI: Vegetación de llano aluvial de grandes ríos y arroyos.
M. E. XlIb Larrea divaricata y Atriplex lampa con Larrea cuneifolia dominante sobre
basalto.
M. D. XIII Vegetación de bardas con Suaeda divaricata dominante.
M. DE. XIV Vegetación de bardas con Larrea cuneifolia dominante.
M. E. XV Vegetación de salitrales
M. E. XVI Vegetación de bardas con Larrea divaricata dominante.

TRANSICIÓN:
M-P. E. XVII Larrea divaricata y Atriplex lampa con Haplopappus pectinatus y
Verbena seriphioides.
M-P. E. XVIII Vegetación de “cárceles”
PATAGONIA
P. E. XIX: Larrea nítida, Colliguaya integerrima y Verbena juncea.

UNIDADES ESPECIALES PATAGONIA


1. Auca Mahuida
2. Chihuidos

2. Descripción

M. E. 1. Larrea divaricata dominante

Estepa arbustiva media a alta, de una altura promedio de 0,90 a 1,00 m, de Larrea divaricata dominante (jarilla)
y otras especies acompañantes.
Esta unidad se encuentra en todo el Monte neuquino pero especialmente en la zona Noroeste del mismo.
Ocupa una superficie total aproximada de 170.000 has.
Se extiende sobre mesetas o terrenos planos o de muy poca pendiente, en bajos relativamente poco marcados,
en áreas medianamente onduladas y suaves faldeos de bardas (piedemontes). Todas ellas en alturas que oscilan
entre los 400 y 800 m.s.n.m. aproximadamente.
Comúnmente, esta unidad simple está asociada a suelos arenosos en superficie, carentes de material fino, sin
impedimentos aparentes para el crecimiento radicular cerca de la superficie. La cantidad de fragmentos gruesos (2 a
3 cm.) es variable, siendo mayor en las planicies y mesetas. Tampoco se advierte una cantidad elevada de sales en
el suelo.
Se trata pues, de una estepa arbustiva media a alta, con una altura promedio de 0,90 a 1,00 m, abierta, bi ó
triestratificada, de Larrea divaricata (jarilla hembra) dominante y otras especies acompañantes. Los estratos de esta
unidad, que bien podría recibir el nombre de “jarillal puro”, muchas veces no están bien diferenciados entre sí.
El primer estrato, de una altura media de 1,50 m, está representado precisamente por la especie dominante: la
jarilla (Larrea divaricata). Incluso, esta especie puede llegar a alcanzar alturas de 2,30 a 2,50 m. El “monte negro”
(Bougainvillea spinosa) acompaña siempre a la jarilla siendo menos frecuente encontrar al matasebo (Nonttea
aphylla), tal vez en muchos casos por un problema de uso. (Foto 8).
El alpataco (Prosopis alpataco). el llaollín
(Lyciurn y chilense), el molle (Schinus polygamus),
Verbena ligustrina y Fabiana peckii constituyen el
segundo estrato cuya altura varia entre 0,70 y 1,00 m.
En algunas oportunidades puede aparecer Cassia
aphylla y Verbena seriphioides. Frecuentemente, estos
subarbustos se encuentran distribuidos en forma
uniforme entre los ejemplares del primer estrato junto
con algunas especies del tercero.
Precisamente, en este último estrato, de una altura
variable entre los 0,05 y 0,60 m, se encuentran el
26

Foto 8 -Unidad M.E.1.- Ejemplar de Montea aphylla (matasebo) a la


derecha. Le acompañan ejemplares aislados de Hyalis argentea
(olivillo)
tomillo (Acantholippia seriphioides), el olivillo (Hyalis argentea) especialrnente en suelos arenosos, Gutierrezia
solbrigii, el coirón amargo (Stipa speciosa) y el pasto hilo (Poa lanuginosa). En cambio, no es común hallar
Senecio filaginoides, chupasangre (Maihuenia patagonica), jarillita (Gochnatia glutinosa), coirón poa (Poa
ligularis), melosa (Grindelia chiloensís), coirón pluma (Stipa neaei) y otras.
Las efímeras suelen estar presentes en muy buena proporción destacándose entre ellas el pasto fino (Schismus
barbatus), la peludilla (Plantago patagonica), el alfilerillo (Erodium cicutanium), la cola de zorro (Hordeum
comosum) y Vulpia spp. Su altura no supera los 0,05 m. (foto 41 y 42).

Foto 41 - Unidad M.E.1.- Vista detallada de la cobertura del suelo por Foto 42 - Unidad M.E.1.- Iden foto 41 –Al fondo
efímeras (Erodium cicutarium) que puede alcanzar valores de hasta 30%. Volcán Tromen.

La cobertura de las especies perennes varia normalmente entre el 20 y


30 % siendo también interesante la cobertura que alcanzan las efímeras: 30
%,claro que estas últimas varían de acuerdo con las condiciones climáticas
de cada año.
La variación en los valores de cobertura suelen deberse a la
densificación del tercer estrato (subarbustivo/herbáceo). Incluso, en varias
oportunidades, se ha observado un considerable aumento en la cantidad de
gramíneas perennes presentes llegando hasta un 5 a 8 % de cobertura como
sucede por ejemplo en la meseta sudeste del Lago Mari Menuco. En otros
casos, estas especies están “protegidas” por los arbustos y subarbustos de
los estratos superiores.
Algunas especies que normalmente son del segundo estrato pueden
encontrarse tanto en éste como en el tercero debido a la preferencia que
tiene el ganado hacia ellas (ramoneo). Tal es el caso del Lycium chilense,
Verbena ligustrina, Schinus polygamus y otras (foto 40).
Las jarillas que forman el primer estrato nunca se tocan entre sí,
manteniendo una distancia
mínima entre copas de 1 m.
aproximadamente (foto 9).
Este espaciamiento se debería Foto 40 - Unidad M.E.1.- Ejemplar de
a un control químico ejercido Schinus polygamus de 1,80 m de altura en
forma de “arbolito” por intenso ramoneo,
por las jarillas adultas. “Está en las proximidades del Volcán Tromen.
probado que las raíces de la
Larrea divaricata excretan
inhibidores que impiden la germinación de sus propias semillas o
matan las plántulas. Esta es una estrategia muy común en las plantas
del desierto, para eliminar la competencia y aprovechar al máximo los
recursos exiguos disponibles” (Abraham de Vazquez, 1979). Sin

27
embargo, esta inhibición debe ser específica ya que debajo de las jarillas es muy común observar el crecimiento de
muchas o tras especies.
Algunas especies pueden llegar a faltar casi por completo debido a la corta para leña como en el caso del matasebo
(Nonttea aphylla), practicada en esta provincia desde hace mucho tiempo atrás.
Algunas de estas expresiones pueden generalizarse para
Foto 9 - Unidad M.E.1. Nótese la separación entre los muchas de las unidades en las que se encuentran estas
distintos ejemplares de Larrea divaricata. Se observa en especies, tanto en lo que hace a la extracción leñosa (foto 7),
primer plano una pequeña cárcava producida por la erosión como para el consumo y la preferencia por el ganado, esto
hídrica.
último especialmente cuando se trata del caprino.
Existe un área ubicada a unos 8 Km. al Sur de Bajada del Agrio y atravesada por la ruta Nacional N° 40 que
muestra elocuentes signos de erosión eólica por la presencia de grandes “montones de arena” y plantas descalzadas
por la acción del viento. Llama la atención el severo ramoneo a que han sido sometidas algunas especies (ejemplo
Neosparton aphylla) y la baja cobertura vegetal (10 %) (foto 10). Esta zona coincide con la penetración de los
fuertes vientos del Oeste favorecida por la interrupción que tiene la cordillera meridional extraandina (Gordon
Curymil, de la Vaca Muerta y las Alturas de Pilmatué) por la presencia del río Agrio.

Foto 7 - Unidad M.E.1.- Ejemplar de Lycium Chilense


cortado para su utilización como leña. Obsérvese la
Foto 10 - Unidad M.E.1. a la altura de Bajada del Agrio. Nótese la
presencia de fragmentos gruesos sobre la superficie del
baja cobertura vegetal.
suelo.
Lista Florística:
1) Muy frecuentes: Larrea divaricata 3
Acantholiopia seriphioides 2
Prosopis a1pata~ 1—2
Hyalis argentea 1
Bougainvillea spinosa 1

2) Frecuentes: Lycium chilense 1


Verbena ligustrina 1
Gutierrezia solbnigii 1
Stipa speciosa 1
Schinus polygamus 1
Poa lanuginosa 1
Fabiana peckii 1

3) Poco frecuentes: Grindelia chiloemsis 1


Senecio filaginoides 1
Cassia aphylla +
Verbena seniphioides +
Monttea aphylla +
Ephedra ochreata +

4) Raras: Larrea ameghinoi +


Larrea cuneifolia +
28
Atriplex lampa +
Frosopidastrum globosum +
Aaihuenia patagonica +
Neosparton aphylla +

M. E. l. 3.— Larrea divaricata - Atriplex lampa

Estepa arbustiva media a alta de Larrea divaricata dominante, Atriplex lampa codominante junto con diversas
especies acompañantes. Su altura media es de 1,20 m (foto 11).
Es la unidad que comprende la
mayor superficie del Monte (1.080.000
ha) y está presente desde el N. hasta el S.
de la región pero especialmente en el
Centro de la Provincia.
Casi siempre se encuentra en
piedemontes extendidos de muy poca
pendiente (menos de 5 %) o simplemente
sobre áreas planas A su vez el
microrrelieve se caracteriza por la
presencia de montones de arena sobre las
que se encuentran frecuentemente algu-
nas de las especies del 2° estrato:
Prosopis alpataco, Schinus polygamus,
Schinus fasciculatus y Atriplex lampa. Foto 11 - Unidad M.E.1.3. Ejemplares del primer estrato arbustivo (Larrea
En la zona centro y sur de la divaricata y Bougainvillea spinosa) creciendo sobre “montones” de arena.
provincia se ubica entre los 300 y 500 m.
de altura, pero cerca del río Colorado y
hacia el Oeste del Monte, es frecuente encontrar esta unidad hasta los 800 m.s.n.m. como ocurre por ejemplo en los
basaltos cubiertos por arena al Norte del Cerro Auca Mahuida.
Esta unidad está asociada generalmente a suelos de textura gruesa en superficie, sin impedimentos visibles a
poca profundidad.
Sin embargo, en algunas oportunidades puede encontrarse algo de material fino y/o fragmentos gruesos (1 a 2
cm de diámetro) en superficie, (foto 12), e incluso algunos afloramientos de areniscas consolidadas (foto 13).
En este sentido se han observado diferencias notables en la cobertura que normalmente varía entre el 25 y 35
% pudiendo llegar al 10 % cuando los suelos son más finos y/o con fragmentos en superficie.
Generalmente su estructura y fisonomía se puede definir corno la de una estepa arbustiva media a alta,
triestratificada. A veces pueden aparecen solo dos estratos por los motivos señalados para la unidad M. E. l.
El primer estrato está integrado por Larrea divaricata y Bougainvillea spinosa con una altura media de 1,50 m
pero que puedo reducirse a 0,80 m especialmente en suelos con grava o de textura más fina. Es frecuente encontrar
también a Monttea aphylla y Larrea cuneifolia
El segundo estrato varía entre 0,70 y 1,00 metro y está caracterizado por la otra especie dominante Atriplex
lampa. A ésta se la encuentra indistintamente en los montones de arena (junto a Prosopis alpataco, Schinus
polygarnus y Lycium chilense) o en forma aislada en los espacios entre los mismos. Acompañan a la zampa además
de las ya citadas: Chuquiraga erinacea y Fabiana peckii ésta última es poco frecuente pero cuando aparece lo hace
muy abundante como en la meseta ubicada al Este de la localidad de Rincón de los Sauces.
Es aquí donde está la diferencia más notable entre esta unidad y la M. E. l: la presencia de Atriplex lampa en
proporciones semejantes con la de Larrea divaricata que le da una estructura particular al jarillal de tal forma que
hace más notable el segundo estrato. La zampa se halla regularmente distribuida tanto en las partes arenosas, como
en las zonas con poca arena, con una altura que normalmente varía entre 0,50 y 0,80 m.
El tercer estrato, como en la unidad M. E. 1, entre 0,05 y 0,60 m; está formado por pequeños arbustos,
subarbustos y gramíneas perennes: las más frecuentes son el tomillo (Acantholipia seriphioides), Stipa speciosa y
Gutierrezia solbrigii. Suelen estar también Poa lanuginosa, Verbena seriphioides y Senecio filaginoides y, menos
frecuentemente, Poa ligularnis, Cassia aphylla, Grindelia chiloensis.
El tapiz formado por las especies efímeras, de una altura de 0,05 m, suele tener una cobertura no mayor al 15
% posiblemente como resultado del pastoreo más que a la falta de adaptación al medio. Esto podrá ser confirmado
29
mediante la instalación de clausuras en un futuro próximo. Las especies son las mismas que se nombraron en la
unidad M. E. 1. Una de las primeras en observarse pero también en desaparecer es Plantago patagonica mientras
que Schismus barbatus permanece más tiempo encontrándola en estado seco prácticamente hasta junio-julio del año
siguiente.
Hay algunas especies que se encuentran comúnmente cuando esta unidad está cerca de la transición con
Patagonia; tal es el caso por ejemplo de Tetraglochin alatum, Stipa humilis y Lycium Ameghinoi. Otras, en cambio
han sido observadas en el centro-este y noroeste del Monte como Senecio goldsackii y Elymus erianthus, esta
última especialmente en faldeos rocosos.
Normalmente se han observado signos evidentes de erosión eólica en forma de montones de arena sobre todo
en el área noroeste del Monte(Rincón de los Sauces a Buta Ranquil) donde incluso pueden observarse médanos. En
cambio no son tan notables las evidencias sobre erosión hídrica en estos ambientes(foto 11).
Hay un área al noroeste del Lago Exequiel Ramos Mejía que presenta algunas particularidades y que fue
definido como M. E. 1. 3. f. Precisamente la presencia de distintos escalones hacia el lago muestran afloramientos
rocosos especialmente en las partes más altas determinando un paisaje quebrado y de mediana pendiente. La región
además está atravesada por profundos cañadones como, por ejemplo, la Cañada de las Campanas y la Cañada del
Carrizo. Generalmente es en los afloramientos rocosos donde aparecen ciertas especies que no son tan comunes en
la unidad M. E. 1. 3. La más notable es el matasebo (Monttea aphylla) que, junto con algunos ejemplares de la
jarilla macho(Larrea cuneifolia) y Verbena ligustrina, integran el primer estrato arbustivo. En el segundo estrato se
agrega a la lista florística Chuquiraga hystrix mientras que en el tercero aparecen algunos ejemplares Amsinckia
hispida. La cobertura de las especies perennes es, en general, más baja que la de la unidad M. E. 1. 3 (alrededor del
15 %).
Precisamente a continuación de esta unidad (M. E. 1. 3. f) hacia el SE se describe un área que, siendo parte de
la unidad M. E. 1. 3. tiene también ciertas particularidades. Esos arroyos y cañadas de aguas temporarias que bajan
de las zonas mas altas llegan a las partes más bajas, con menos pendiente, abriéndose en forma de abanico y
produciendo la inundación de algunos sectores en ciertas épocas del año. Justamente ahí es donde se observan los
cambios ya apuntados: presencia de suelos de textura fina en la superficie (arcillosa) con dominancia de la zampa
(Atriplex lampa) acompañada a veces de la vidriera (Suaeda divaricata). La cobertura vegetal es muy reducida y
generalmente inferior al 10 %. Esta área ha sido distinguida del resto con la simbología M. E. 1. 3. s.
Finalmente es preciso hacer un comentario especial sobre un sector de la unidad M. E. 1. 3. ubicado al NE de
Bajada Colorada. Es una meseta baja, de una altura de 430 m s.n.m., sin pendiente, de suelo arenoso en superficie
con presencia de algunos fragmentos gruesos no mayores a los 2 cm de diámetro. Su particularidad es la
abundancia notable que tiene el coirón amargo (Stipa speciosa) que alcanza en la escala arbitraria el valor de 2-3
resaltando la importancia del tercer estrato herbáceo de la unidad. Esta zona pertenece a un campo particular y ese
hecho puede estar vinculado al uso del recurso ya que en general no se observaron signos notables de pastoreo
reciente. Algún estudio posterior permitirá determinar las causas de abundancia de esta especie que sin dudas
valoriza, desde el punto de vista forrajero, a este sector.

Lista florística:
1) Muy frecuente: Larrea divaricata 2-3
Atriplex lampa 2-3
Bougainvillea spinosa 1-2
Prosopis alpataco 1-2
Acantholippia seriphiodes 1-2
Lycium chilense 1
Gutierrezia solbrigii 1
Stipa speciosa 1

2) Frecuentes: Monttea aphylla 1


Chuquiriaga erinacea 1
Verbena seriphiodes 1
Larrea cuneifolia +
Schinus polygamus +
Senecio filaginoides +
Poa lanuginosa +

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3) Poco frecuente: Fabiana peckii 2
Grindelia chiloensis 1—2
Cassia aphylla +
Poa ligularís +

4) Raras: Larrea nitida 1


Stipa humilis 1
Senecio goldsackii 1
Cyclolepis genistoides 1
Aylacophora deserticola 1
Lycium Ameghinoi +
Tetraglochin alatum +
Elymus erianthus +

M. E. 2. Larrea cuneifolia dominante.

Estepa arbustiva medía, de altura promedio 0,80 m, de Larrea cuneifolia dominante acompañada por diversas
especies.
Esta unidad se encuentra localizada en áreas ubicadas desde la parte central del Monte neuquino hacia el
oriente, también se encuentran en el Sur del Monte pero distribuidos en pequeñas superficies por lo que no ha sido
mapeada por separado.
Ocupa una superficie total de 323.000 ha. aproximadamente. Es muy frecuente ubicarla sobre mesetas entre los
350 y 800 m s.n.m, o lugares planos (antiguas terrazas aluvionales) que se caracterizan por la presencia de gran
cantidad de fragmentos gruesos de diámetro medio de 5 a 8 cm en superficies que pueden llegar a formar un
verdadero “pavimento”. Un ejemplo de ello es la meseta que bordea la margen derecha del río Neuquén después
del Lago Mari Menuco. Otras veces puede aparecer directamente sobre afloramientos basálticos corno ocurre en las
estribaciones orientales del Cerro Auca Mahuida. Esta constituye una clara entrada del Monte pampeano en la
provincia del Neuquén.
Es una estepa arbustiva media, bi o triestratificada, de Larrea cuneifolia dominante acompañada de diversas
especies.
El primer estrato, de una altura media de 1,50 m, está representado siempre por Larrea cuneifolia (jarilla
macho). Esta especie puede inclusive llegar a alturas de 2,20 m y generalmente el diámetro del arbusto puede
alcanzar 1,50 m. Sin embargo, se han observado ejemplares que apenas alcanzan los 0,80 m de alto como sucede en
algunos sectores sobre el basalto periférico del Cerro Auca Mahuida.
Casi siempre se ha encontrado Larrea cuneifolia al N. de la ruta 22, y del meridiano 69° hacia el Este, salvo
una pequeña área ubicada al Norte del Lago Ezequiel Ramos Mexia, no mapeable a esta escala.
Está acompañada siempre por Bougainvillea spinosa y es posible encontrar a veces algunos ejemplares de
Larrea divaricata y Cercidium australe (brea).
El segundo estrato, de una altura media de 0,70 m, está representado por algunos ejemplares de Prosopis
alpataco. A veces es posible encontrar Atriplex lampa pero en forma muy aislada.
Cuando la jarilla es de bajo porte, el primer estrato se confunde con el segundo constituyendo así una estepa
arbustiva bien estratificada.
El tercer estrato tiene una altura media de 0,40 m y está conformado por Gutierrezia solbrigii y Acantholippia
seriphioides (tomillo). A veces pueden estar presentes Verbena seriphioides, Verbena ligustrina, Fabiana peckii y
Cassta aphylla, esta última especialmente en afloramientos rocosos o de areniscas consolidadas. Entre los arbustos
y subarbustos, protegida del excesivo pastoreo del ganado, se encuentra Stipa speciosa.
Por último, se ha observado que en general la presencia de efímeras cubriendo el suelo, es notablemente menor
la cobertura que se da en las unidades M. E. 1. y M. E. 1. 3., llegando a valores del 5 %.
En cambio la cobertura de las perennes (arbustos, subarbustos y gramíneas) es similar a esas dos unidades,
variando entre el 25 y el 35 %.
Lo más relevante de esta unidad es el aparentemente bajo número de especies que la caracterizan y su escasa
abundancia, pudiendo tal vez atribuirse ello a las características del suelo sobre el que generalmente se la
encuentra.

31
En algunas oportunidades, es posible encontrar la unidad formando un complejo con M. E. 1. 3. (M. E. C. I). En
este caso, Larrea cuneifolia está casi siempre sobre suelos de textura muy fina (arcillosos) y donde pueden
producirse incluso acumulaciones de agua en alguna época del año.

Lista florística:
1) Muy frecuentes: Larrea cuneifolia 3
Bougainvillea spinosa 1
Gutierrezia solbrigii 1-2
Acantholippia seriphioides 1
Prosopis alpataco 1

2) Frecuentes: Stipa speciosa 1


Cercidium praecox +-1
Atriplex lampa +
Cassia aphylla +
Fabiana peckii +
Larrea divaricata +
Verbena ligustrina +
Verbena seriphioides +

3) Poco frecuentes: Chuquiraga rosulata +


Gochnatia glutinosa +
Monttea aphylla +
Lycium chilense +
Schinus polygamus +

4) Raras: Elymus erianthus +


Poa ligularis +
Senecio goldsackii +

M. E. 3. Atriplex lampa dominante

Estepa arbustiva baja y abierta de Atriplex lampa dominante junto con diversas especies acompañantes. Su
altura media de 0,50 m.(foto 14).
Esta unidad está distribuida en casi todos los sectores del Monte neuquino, ocupando una superficie total
aproximada de 492.000 ha. Además, muestra una notable amplitud ecológica pues es posible encontrarla desde los
400 m hasta los 1.000 m s.n.m. como ocurre por ejemplo en las zonas cercanas a la transición con la Patagonia. Sin
embargo, lo más frecuente es encontrarla entre los 700 y 1.000 m de altura.
Esa amplitud no sólo se da en altura sino que también es posible hallarlas en distintas condiciones de suelo.
Ello determina que las especies acompañantes varíen en función de las características ya mencionadas.
Generalmente está relacionada con lugares de relieve plano o subnormal, en ocasiones en los conocidos
“bajos”, aunque también aparece en terrenos muy suavemente ondulados y excepcionalmente quebrados (ej. Cerro
Bandera, foto 15).
Frecuentemente se asocia a suelos de textura fina (limo-arcillosos o arcillosos), no observándose impedimentos
materiales duros cerca de la superficie del suelo. En algunos casos, el terreno puede permanecer inundado durante
alguna época del año.
Estructural y fisonómicamente se puede definir como una estepa arbustiva media y abierta de Atriplex lampa
dominante. Su rasgo más particular es que generalmente cuenta con dos estratos o sea que carece del estrato alto
definido para otras unidades por la presencia de las “jarillas”. A veces es posible encontrar ejemplares de Larrea
divaricata pero en forma muy aislada y generalmente de dimensiones más pequeñas que las normales. Muy
raramente se encuentra el “monte negro” o “uña de gato” (Bougainvillea spinosa).
Entonces, el estrato más alto, de una altura media de 0,60 m, está representado por la especie dominante en la
unidad: la zampa (Atriplex lampa). Esta especie está distribuida regularmente y es frecuente encontrarla
acompañada por: Lycium chilense, Prosopis alpataco, Schinus polygamus, Chuquiraga hystrix. A medida que
aparece la unidad más hacia el Oeste, es posible encontrar a Larrea nitida, Fabiana peckii, Prosopis denudans y
Chuquiraga erinacea.
32
El segundo estrato, de una altura media de 0,25 m. (entre 0,05 y 0,40 m) está representado por Grindelia
chiloensis, Acantholippia seriphioides, Stipa speciosa y Stipa humulis. Estas dos últimas es muy común hallarlas
dentro de los arbustos y subarbustos del primer estrato. Otras especies acompañantes pero menos frecuentes son:
Senecio filaginoides, Panicun urvilleanum (en áreas arenosas), Maihuenia patagonica (más hacia la transi ción con
Patagonia), Poa lanuginosa, Verbena seriphioides y Gutierrezia solbrigii. Se debe hacer notar que dos especies,
Sporobolus rigens y Cyclolepis genistoides (especialmente la primera) aunque no aparecen frecuentemente, cuando
lo hacen son siempre muy abundantes (fotos 16 y 17). Ello se debe a que están asociadas a la presencia de suelos
arenosos y con sales en el perfil.
Ya se ha hecho notar que la existencia de gramíneas perennes es un rasgo particular de esta unidad, ya sea
“protegidas” por otros arbustos o en forma aislada. Ello se refleja en la co bertura que alcanza en muchas ocasiones
valores de un 10 a un 15 %. Por su parte, el resto de las perennes tienen valores normales de cobertura de 15 %.
Las efímeras están comúnmente poco representadas en la unidad alcanzando valores de cobertura no
importantes (menos del 5%).
Lista florística:
1) Muy frecuentes: Atriplex lampa 2-3

2) Frecuentes: Lycium chilense 1


Stipa humilis 1
Stipa speciosa 1
Prosopis alpataco 1
Schinus polygamus 1
Grindelia chiloensis 1
Chuquiraga hystrix 1
Acantholippia seriphioides +-1
Larrea divaricata +

3) Poco frecuentes: Prosopis denudans 1-2


Senecio filaginoides 1-2
Panicum arvilleanum 1
Maihuenia patagonica 1
Fabiana peckii 1
Larrea nítida +-1
Poa lanuginosa +-1
Verbena seriphioides +
Verbena seriphioides +
Gutierrezia solbrigii +
Chuquiraga erinacea +

4) Raras: Cyclolepis genistoides2


Sporobolus rigens 2
Stipa neaei 1
Suaeda divaricata 1
Trevoa patagoníca 1
Lycium Ameghinoi +
Hyalis argentea +
Mulinum spinosum +
Neosparton aphylla +
Bougainvillea spinosa +

M. E. 3. 4. Atriplex lampa y Suaeda divaricata

Estepa arbustiva media de Atriplex lampa y Suaeda divaricata dominante junto con otras especies
acompañantes. Su altura promedio varía entre 0,70 y 0,80 m pero en algunas ocasiones puede llegar a un metro de
alto.

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Abarca una superficie aproximada de 88.000 ha. y está localizada en áreas representables a la escala del trabajo
especialmente en el Departamento de Añelo y al Sur del Departamento Pehuenches. Sin embargo en otra parte del
Monte Neuquino es dable encontrar esta unidad pero en superficies reducidas no mapeables en escala 1:500.000
constituyendo a veces unidades compuestas.
Generalmente se ubica en depresiones o barriales que según Morello (1958) son áreas de deposición de
material fino que ha sido acarreado por torrentes, arroyos, corrientes mantiformes y corrientes de tango, desde
lugares mas altos (faldeos). Frecuentemente o parte del año, esas áreas se transforman en pantanos, especialmente
en la época de lluvia.
También es posible hallarla en zonas pedemontanas como ocurre por ejemplo en las márgenes del Arroyo
Covunco, en la zona de chacras de Covunco Abajo. (ver complejo M.E.CIII.)
La altura a que se encuentra esta unidad no supera normal mente los 400 a 450 m s.n.m. salvo en el caso de
que ésta forme un complejo con alguna otra, por ejemplo el ya citado M. E. C III, en cuyo caso puede llegar hasta los
850 a 900 m s.n.m.
En la mayoría de los casos, esta unidad está asociada a suelos de textura fina y muy fina, lo que de por sí crea
condiciones de supervivencia sumamente extremas; una parte del año anegados y otra casi sin agua disponible o
agua útil para las plantas. Estas condiciones se agravan aun si se tiene en cuenta que en general son suelos que
poseen un alto contenido de sales.
Estructural y fisonómicamente ya se la ha definido como una estepa arbustiva media, abierta y biestratificada
de zampa (Atriplex lampa) y vidriera (Suaeda divaricata) (foto 18). El primer estrato, tiene una altura media de
0,90 m y está integrado por las dos especies ya mencionadas y además Chuquiraga hystrix, Larrea divaricata y
Prosopis alpataco. En algunos casos es posible advertir la presencia de algunos ejemplares de Larrea cuneifolia y
Cyclolepis genistoides.
El segundo estrato es muy pobre ya que la cantidad y diversidad de especies presentes es baja e incluso varía
enormemente según los lugares de que se trate. En áreas con presencia de montones de arena salinizados predomina
el unquillo (Sporobolus rigens). Otras veces, es posible encontrar a Grindelia chiloensis, en los espacios dejados
libres por las plantas del primer estrato. La altura media que alcanza este estrato es de 0,45 a 0,50 m.
La cobertura (área basal) varia entre el 20 y el 30% sien do el resto suelo desnudo.
Las especies efímeras y las gramíneas anuales están muy pobremente representadas en esta unidad.
Como puede observarse son muy pocas las especies acompañantes de la zampa y la vidriera y esas, cuando
están presentes, no superan las 3 ó 4 especies. Igualmente, es notoria la ausencia casi total de gramíneas perennes,
salvo el caso ya mencionado del unquillo, hecho este que determina un valor muy bajo desde el punto de vista
forrajero para esta unidad.
Lista florística:
1) Muy frecuentes: Atriplex lampa 2—3
Suaeda divaricata 2—3

2) Frecuentes: Larrea dívaricata 1


Chuquiraga hystrix +-1
Prosopis alpataco 1

3) Poco frecuentes: Sporobolus rigens 1—2


Cyclolepis genistoides 1—2
Larrea cuneifolia +-1

4) Raras: Bougainvillea spinosa 1


Lycium chilense 1
Grindelia chiloensis 3
Senecio filaginoides +
Acantholippia seriphioides +

M. E. 4 Suaeda divaricata dominante y otras halófitas

Estepa arbustiva media, muy abierta de Suaeda divaricata dominante con algunas halófitas acompañantes. Su
altura media es normalmente de 0,70 a 0,80 m.
Es posible encontrarla en el centro de las depresiones “barriales” o bajos (cuencas centrípetas y depósitos de
efímeros cuerpos de agua; Gonzalez Diaz, 1978); ubicados a poca altura s.n.m. siempre dentro del Monte
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Neuquino. Por el lugar específico que comprende (no son áreas muy extensas) la superficie total no es muy
importante, solo alcanza alrededor de las 50.000 ha. La periferia del bajo del Añelo es, tal vez, uno de los ejemplos
mas representativos de esta unidad. Sin embargo, es muy común encontrar grupos de especies que tienen a la
“vidriera” como dominante especialmente en lugares cercanos o próximos a cursos de agua permanentes (ríos y
arroyos importantes). Las dos agrupaciones mencionadas, la de los bajos y la de las márgenes de cursos de agua,
difieren notablemente entre sí, pues a pesar de tener como común denominador a la especie dominante, varía
notoriamente la cobertura y las acompañantes de la “vidriera’. Por ello son descriptas en forma separada.

a. Depresiones o “barriales”

Estas áreas están ubicadas normalmente entre los 300 y 500 m s.n.m. y predominan en la parte oriental del
Monte neuquino.
Estas zonas se caracterizan por la presencia de un suelo de textura muy fina (arcilloso) y muchas veces con un
alto contenido de sales en los perfiles superiores (foto 19). Ello determina, sin dudas, que el número de especies
que se pueden adaptar a estas condiciones sumamente severas se limita a un número muy pequeño. Se puede
afirmar que pueden llegar a ser semidesiertos ya que su cobertura difícilmente supere al 5 al 10 % aun que la altura
de la vegetación es mayor que la que generalmente tienen estas formaciones.
Fisonómica y estructuralmente es una estepa arbustiva de altura media (varía entre 0,50 y 0,60 m), muy abierta
o rala y uni o biestratificada de Suaeda divaricata dominante (foto 20).
En presencia de suelos salitrosos, las acompañantes son: el pasto salado (Distichlis spicata), el pájaro bobo
(Tessaria absinthioides), el matorro (Cyclolepis genistoides), Juncus acutus y la zampa (Atriplex lampa).
En los “barriales”, especialmente en la zona del Monte que linda con la Provincia de Río Negro, la “vidriera”
suele estar acompañada por una especie anual y rastrera llamada “verdolaga” (Halophytum Ameghinoi) con
ejemplares muy separados entre si (entre 7 y 8 metros).
En muchos casos, es posible que junto a la “vidriera” y a la verdolaga aparezcan una serie de otras especies
anuales como por ejemplo: Erodium cicutarium, Sysimbrium spp, Bromus spp, Hordeum stenostachys y Adesmia
trifoliata (foto 21).
En términos muy generales y coincidiendo con el Dr. Morello (1958) es posible representar en un perfil
fitotopográfico una secuencia de las distintas unidades desde el centro de una cuenca hacia la periferia.

b.— Cursos de agua permanente


Estas áreas se ubican precisamente al lado de cursos de agua permanentes tales como ríos y arroyos
importantes: río Limay, Neuquén, Arroyo Covunco, etc., incluyendo no sólo la margen inmediata del curso sino
también los cauces de inundación e islas.
En estos casos son suelos heterogéneos texturalmente (sucesión de napas de textura contrastada) y de drenaje.
En las posiciones del suelos mal drenados se asocian a suelos halomórficos.
Esta estepa arbustiva de Suaeda divaricata dominante posee dos y hasta tres estratos y es entre semidensa y
densa. El primer estrato, entre 0,70 y 0,80 m de altura media, está representado por la “vidriera” (Suaeda
divaricata), la chilca (Bacharis salicifolia) y la jarilla de río (Larrea nitida). A veces es posible observar a Discaria
trinervis. En el segundo estrato, de una altura media de 0,50 m, se encuentran Atriplex lampa, Atriplex hastata,
Psila Spartioides y Juncus acutus.

35
Por último, el tercer estrato de una altura que varía entre 0,15 y 0,30 m está representado por Panicum
urvilleanum en suelos arenosos y Sporobolus rigens en suelos arenosos pero con alto contenido de sales. La
cobertura vegetal en estos casos alcanza normalmente al 65 ó 70 %.
Como se podrá advertir, esta asociación forma manchones a lo largo de las márgenes de ríos y arroyos pero de
un tamaño muy reducido para poder ser representadas en la escala del mapa 1:500.000, por ello, se la agrupó a la
unidad de bosque en galería para formar el mosaico M. EB. X I Vegetación de llano aluvial de grandes ríos y
arroyos.

M. E. 1. 9. Larrea divaricata con Prosopidastrum globosum

Estepa arbustiva alta, de 1,10 m de altura media, semiabierta triestratificada de Larrea divaricata y
Prosopidastrum globosum acompañadas por un denso estrato herbáceo (foto N° 56).
Esta unidad simple se encuentra ubicada en la meseta N del paraje conocido como Bajada Colorada, ocupando
una superficie aproximada de 15.500 ha, siendo cruzada en su parte E por la ruta 237.
Se extiende sobre una meseta media, a una altura de aproximadamente 600 m s.n.m., sin pendiente o con muy
escasa inclinación (menor del 1 %), presentando un microrrelieve también plano.
La superficie del suelo es arenosa con escasos fragmentos gruesos no mayores de 1 cm de diámetro.
Se observan pocos rasgos de erosión hídrica y eólica, como también escasos indicios de pastoreo. Ello coincide
con el hecho de ser campos de propiedad privada.
El primer estrato está representado por una sola especie: Larrea divaricata, cuyos ejemplares alcanzan alturas
importantes que superan 1,50 m de altura.
El segundo estrato, de una altura promedio de 0,80 rn, está constituido por Prosopidastrum globosum,
Neosparton aphylla, Atrilex lampa, Verbena ligustrina, Schinus polygamus (foto N° 57), y Ephedra ochreata (foto
N° 58).
El tercer estrato de 0,30 m de altura, está representado por varias especies: Perezia spp, Gutierrezia solbrigii,
Grindella chiloensis, Stipa speciosa, Stipa neaei, Stipa humilis y Acantholippia seriphioides.
Las efímeras, en las observaciones realizadas, están generalmente poco representadas.
La cobertura general de la vegetación perenne es de alrededor del 30 %, correspondiendo el 25 % a los
arbustos y subarbustos y el 5 % restante a las gramíneas perennes, lo que demuestra una mayor abundancia de los
coirones en esta unidad con respecto a las restantes dentro del Monte neuquino.
Lista florística:
1) Muy frecuentes: Larrea divaricata 3
Prosopidastrum globosum 2

2) Frecuentes: Stipa speciosa 1-2


Gutierrezta solbrigii 1
Neosparton aphylla 1
Atriplex larnpa 1
Verbena ligustrina 1
Perezia spp 1
Stipa niñéale +

3) Poco frecuentes: Grindelia chiloensis 1


Schinus polygamus +-1
Stipa humilis +
Ephedra ochreata +

M. E. 1. 10. 11: Larrea divaricata con Schinus polygamus y Ephedra ochreata

Estepa arbustiva medía, de 0,60 m de altura, abierta, de Larrea divaricata, Schinus polygamus y Ephedra
ochreata.
Es una pequeña unidad de 8.500 ha aproximada ubicada en el Centro-Este de la Provincia, en las proximidades
de las nacientes del Cañadón del Carrizo y atravesada en parte por la Ruta Provincial N° 17.
Se extiende sobre un terreno plano o suavemente ondulado, a una altura superior a los 800 m s.n.m. Presenta
un microrrelieve sin ondulaciones o con pequeñas acumulaciones de arena, lo que revela una escasa erosión eólica.
36
El suelo en su superficie es arenoso, con pequeños fragmentos gruesos de un diámetro no mayor a los 2 cm.
Queda entonces definida como una estepa arbustiva media, abierta y triestratificada. Las especies que
conforman el primer estrato, de una altura promedio de 1,30 m generalmente se encuentran aisladas y separadas
entre sí por distancias que oscilan entre los 10 y 15 metros. Básicamente componen este estrato Larrea divaricata y
Bougainvillea spinosa. A veces pueden encontrarse individuos del segundo estrato junto a las ya citadas.
Precisamente este estrato, que tiene una altura de 0,60 metros, está constituido por las otras dos especies
dominantes en la unidad: Schinus polygamus, Ephedra ochreata, siendo acompañadas por Chuguiraga erinacea,
Fabiana peckii, Prosopis alpataco y Lycium chilense.
El tercer estrato lo conforman Hyalis argentea y Acantholippia seriphioides en forma más abundante, siendo
acompañadas por Stipa humilis, Poa lanuginosa, Senecio filaginoides y Verbena connatibracteata. Por último las
efímeras (Schismus sp, Vulpia sp, Plantago patagonica) son abundantes llegando a constituir entre un 30 y 40 % de
la cobertura del suelo, hecho significativo si se tiene en cuenta que la cobertura de las perennes es escasa (10 a 15
%)

Lista florística:
1) Muy frecuentes: Schinus polygamus 2-3
Larrea divaricata 2
Ephedra ochreata 2
Hyalis argentea 2

2) Frecuentes: Prosopis alpataco 1


Chuquiraga erinacea 1
Fabiana peckii 1
Acantholippia seriphioides 1-2
Bougainvillea spinosa 1

3) Poco frecuentes: Lycium chilense +-1


stipa humilis 1
Poa lanuginosa 1
Senecio filaginoides +
Verbena connatibracteata +

M. D. p. Vegetación de huayquerías y bordes de mesetas

Esta típica formación constituye una estepa arbustiva media muy abierta o rala en lo que no domina
generalmente ninguna especie en particular. Ocupa una superficie aproximada de 87.000 ha.
Según el Dr. Morello (1958) las bardas “son los bordes escarpados y recortados de las mesetas o fragmentos de
mesetas”(foto N° 22) mientras que las huayquerías (bad-lands) son “lomas y hondonadas suaves, de suelos
pulverulentos, muy pobres en materia orgánica, de material fino, de tipo arcilloso o arcillo-limoso. Tales suelos
tienen la tendencia a formar suspensiones de barro durante las lluvias, las que taponan los poros aumentando su
permeabilidad”.
El microrrelieve de estas áreas es ondulado o “abovedado” en el sentido de la pendiente y separados por
cárcavas producto de la erosión hídrica. Las características del suelo, la muy baja cobertura vegetal y a veces la alta
pendiente (20 a 30 %) condicionan la alta susceptibilidad a la erosión de estas formaciones. En otras ocasiones es
posible advertir la presencia de afloramientos rocosos o de areniscas y cubiertas de fragmentos gruesos.
La estepa arbustiva media y rala que generalmente se observa, posee dos y hasta tres estratos bien
diferenciados entre sí. El primero, de una altura promedio de 0,60 m está formado por la jarilla (Larrea divaricata),
el llaollín (Lycium chilense), y la brea (Cercidium australe). En el segundo estrato suele encontrarse el alpataco
(Prosopis alpataco), la zampa (Atriplex lampa), la melosa (Grindelia chiloensis) y la chilladora (Chuquiraga
erinacea). La altura de este segundo estrato varia entre 0,30 y 0,45 m. Cuando se encuentra un tercer estrato, este
tiene una altura media de 0,20 m y las dos especies más comunes de encontrar son Stipa humilis y Stipa speciosa.
En los “bad lands” de la zona del Cerro Bandera a esta lista pueden agregarse Schinus polygamus, Gutierrezia
solbrigii, Monttea aphylla y Chuquiraga rosulata.
Como ya fuera señalado al comienzo de esta descripción, en ninguno de los estratos hay una especie
dominante. Inclusive, en zonas más cercanas a la transición con Patagonia pueden aparecer especies tales como:
Larrea nitida, Atriplex patagonica y Maihuenia patagonica (foto 38).
37
Es poco frecuente encontrar especies efímeras en estos faldeos posiblemente por las condiciones edáficas sobre
las que deben desarrollarse.
La cobertura vegetal es muy baja y en general menor al 5 % lo que determina que estas áreas puedan ser
definidas como de tipo semidesértico.

M-P. E. 5. 6. 7. Grindelia chiloensis, Senecio filaginoides y Stipa spp

Estepa arbustiva baja de Grindelia chiloensis, Senecio filaginoides y Stipa spp y otras especies de transición a
la Patagonia como acompañantes, de una altura media de 0,30 m.
Ocupa una superficie aproximada de 63.000 ha y es mapeable a la escala del presente trabajo en la meseta
anterior al basalto de Zapala. Sin embargo en otras oportunidades se la puede hallar dentro de otras unidades como
sucede por ejemplo en muchas áreas de transición hacia Patagonia.
Generalmente se encuentra en áreas más bien planas o levemente onduladas en la parte más occidental del
Monte y está asociada a suelos arenosos pero con abundantes fragmentos gruesos en la superficie. La presencia de
algunos montones de arena caracterizan este paisaje y en ellos es posible encontrar la mayoría de las especies del
primer estrato. Estas ondulaciones generalmente no son muy elevadas; su altura promedio es de alrededor de 0,55
m.
Suele encontrarse esta unidad a una altura entre los 800 y 1.000 m s.n.m.
Se trata entonces de una estepa arbustiva baja de Senecio filaginoides, Grindelia chiloensis y Stipa spp y
acompañadas con manchas aisladas de otras especies más altas asociadas a pequeñas acumulaciones de arena.
Consta así generalmente, de dos o tres estratos de vegetación. El primero como ya fuera dicho, con varias especies
creciendo sobre acumulaciones arenosas y con una altura media de 0,60 m, está representada por Prosopidastrum
globosum, Schinus polygamus, Chuquiraga erinacea, Larrea nitida, Prosopis alpataco, Lycium chilense y Ephedra
ochreata (foto N° 24).
En el segundo estrato con una altura promedio de 0,35 m se encuentran dos de las especies dominantes de la
unidad; Grindella chiloensis y Senecio filaginoides acompañadas por Verbena seraphioides Verbena
connatibracteata, Mulinum spinosum, Gutierrezia solbrigii, Acontholippia seriphioides, Maihuenia patagonica y
Haplopappus pectinatus.
Por último, en el tercer estrato, de una altura media de 0,20 m se encuentran varias especies del género Stipa
que general mente son: S. humilis, S. neaei y S. speciosa. También es frecuente encontrar a Poa lanuginosa. Estas
suelen estar debajo de especies de mayor porte, especialmente de aquellas que se ubican asociadas a las
acumulaciones de arena. Ello indicaría, como ya fue señalado anteriormente para otras unidades, el sobrepastoreo a
que están sometidas estas gramíneas. La cobertura vegetal varia entre un 30 y 40 % para las plantas perennes
mientras que las especies anuales están poco representadas generalmente (5 %). La diferencia, 55 a 65 %,
corresponde a suelo desnudo. Se debe señalar que esta unidad además, se la puede encontrar dentro de unidades
más grandes en forma de manchones. Un ejemplo claro de ello es su asociación con la unidad M. E. 3 para formar
el complejo M-P. E. C IV que se ubica en una extensa zona de transición en el Sur del Monte neuquino, desde el
Yacimiento del Cerro Bandera (foto N° 25) hasta el basalto superior a Santo Tomás. Solo está atravesada por
algunas unidades típicas del Monte, especialmente la M. E. 3 y la M. E. 1. 3, en las partes bajas y coincidentes con
cursos de agua permanentes (Arroyo Picún Leufú) o semipermanentes (Arroyo China Muerta).
La ausencia de las especies más características del Monte (L. divaricata, L. cuneifolia, etc.) indicaría que esta
unidad se encuentra incluida en la transición entre Monte y Patagonia.

Lista florística:
1) Muy frecuentes: Grindelia chiloensis 2-3
Senecio filaginoides 2-3
Prosopidastrum globosum 2
Stipa speciosa 1-2
Stipa humilis 1-2
Verbena seriphioides 1-2
Verbena connatibracteata 1
Stipa neaei 1
Mulinum spinosum 1
Schinus polygamus +-1
Larrea nítida +
38
Prosopis alpataco +
Lycium chilense +

2) Frecuentes: Chuquiraga erinacea 1


Poa lanuginosa 1
Ephedra ochreata +
Gutierrezia solbrigii +
Acantholippia sariphioides +
Maihuenia patagonica +
Haplopappus pectinatus +

M-P. E. 8. Trevoa patagonica dominante

Estepa arbustiva media a alta de Trevea patagonioa dominante con otras especies de transición a la Patagonia
especialmente gramíneas perennes.
Unidad típica de la meseta alta conocida corno Sierra Barrosa al Sur-Sureste de la Cuenca de los Barriales que
ocupa una pequeña superficie dé alrededor de 2.700 ha.
Se encuentra sobre una meseta alta de una altura máxima de 920 m aproximadamente, que se caracteriza por la
presencia de muy suaves ondulaciones y pequeñas pendientes nunca superiores al 2 ó 3 %. El microrrelieve es
también suave y con la presencia de pequeños montones de arena de no más de 0,50 m de altura.
Los suelos de esta área son de textura gruesa (arenosos) sin grava o muy poca en su superficie.
Hay una cierta homogeneidad en lo que hace a la cobertura general siendo en este aspecto también relevante la
presencia de gramíneas perennes:
— especies perennes no gramíneas: 30%
— especies perennes gramíneas: 5%
— efímeras: 25%
siendo así la proporción de suelo desnudo del 40%.
La fisonomía y estructura que presenta es la de una estepa arbustiva media a alta triestratificada.
La Trevea patagonica domina en el segundo estrato acompañada por un buen húmero de especies: Fabiana
peckii, Chuquiraga erinacea, Lycium chilense, Prosopis alpataco, Prosopis denudans y Chuquiraga hystrix. La
altura media de este estrato es de 0,75m.
El tercer estrato, de una altura de 0,30 m, estepa representado principalmente por: Grindelia chiloensis, Hyalis
argentea, Acantholippia seriphioides, Ephedra ochreata, Mulinum spinosum, Verbena seriphioides, Schinus
polygamus, Senecio filaginoides, Poa spp, Panicum urvilleanum, Maihuenia patagonica, Stipa speciosa y Stipa
neai.
Existe un primer estrato más abierto formado por plantas aisladas de Larrea divaricata y Bougainvillea spinosa
con una altura media de 1,40 m.
Por último, las efímeras están presentes en una buena proporción cubriendo en forma de tapiz una considerable
parte del suelo desnudo. Las especies son las mismas que las citadas para otras unidades.
Es notable la cantidad de especies que aparecen en esta unidad especialmente en las zonas más altas de la
sierra (fig 8).

Lista florística:
1) Muy frecuentes: Trevoa patagonica 3
Grindelia chiloensis 2-3
Acantholippia seriphioides 2-3
Hyalis argentea 2-3
Fabiana peckii 2
Larrea divaricata 2
Lycium chilense 1-2
Bougainvillea spinosa 1
Schinus polygamus 1

2) Frecuentes: Mulinum spinosum 2


Ephedra ochreata 2
39
Stipa humilis 2
Poa lanuginose 2
Panicum urvilleanum 2
Poa ligularis 1
Stipa neaei 1
Stipa Speciosa 1
Senecio filaginoides 1
Maihuenia patagonica 1
Prosopis alpataco 1
Chuquiraga erinacea 1

3) Poco frecuentes: Prosopis denudans +-1


Chuquiraga rosulata 1
Chuquiraga hystrix +

4) Raras:Neosparton aphylla

M. E. CI Larrea divaricata y Atriplex lampa con Larrea cuneifolia dominante.

Este complejo, formado por dos unidades simples M. E. 1. 3. y M. E. 2., se localiza en el Departamento
Confluencia al Norte de la ruta nacional N° 22, en las proximidades del Paraje Ceferino Namuncurá. Ocupa una
superficie aproximada de 11.000 ha.
El área se caracteriza por estar ubicada a unos 350 m s.n.m. y estar conformada por sectores aplanados o con
muy poca pendiente (no mayor al 2 %) cortados por escalones separados entre sí por una distancia media de 1.000
a 1.600 m. Por su parte el microrrelieve presenta pequeñas depresiones o “bajitos” que en alguna parte del año
están inundados.
En las pactes más altas del relieve, con un suelo arenoso y sin impedimentos en los perfiles superiores, crece la
vegetación típica de la unidad simple M. E. 1. 3. o sea Larrea divaricata y Atriplex lampa como especies
dominantes.
En las depresiones se halla, en cambio, la vegetación típica de la unidad M. E. 2. con la jarilla macho (Larrea
cunifolia) como especie dominante. En algunos de esos “bajitos”, de un diámetro medio de 200 a 300 m, también
suelen aparecer la zampa (Atriplex lampa) acompañando a la jarilla. Son suelos arcillosos o sea de textura fina a
muy fina y con presencia de muy poca cantidad de grava en superficie. Conforman así, un sector muy particular ya
que fuera de él casi no se observa la presencia de Larrea cuneifolia (fotos N° 26 y 27).

M. E. CII. Larrea divaricata, Larrea cuneifolia con gramíneas perennes.

Esta unidad compuesta está constituida por dos unidades simples M. E. 1 y M. E. 2 y se encuentra ubicada en
la región Noroeste del Departamento Añelo ocupando una superficie aproximada de 70.000 ha.
El paisaje está representado por una sucesión de lomas y depresiones pequeñas que le confieren un aspecto
suavemente ondulado. No se observa en general la presencia de grava en la superficie del suelo que es arenoso en
las lomas y limo-arcilloso en los bajos.
Las características generales de la vegetación coinciden con la descripción efectuada para cada una de las
unidades simples, variando en parte por la abundancia que tienen algunas especies, como por ejemplo: brea
(Cercidium praecox), Fabiana peckii y la chilladora (Chuquiraga erinacea) que se encuentran en mayor cantidad.
La presencia de gramíneas perennes también es otro rasgo notable de este sector ya que en general son más
abundantes que las unidades simples “típicas” especialmente por la presencia de Stipa speciosa y otras especies
(fotos N° 1 y 28). La cobertura en estos casos supera el 10 % mientras que el del resto de perennes alcanza
normalmente el 25 %. Las efímeras son bastantes escasas aunque por supuesto esto puede variar según las
condiciones climáticas de cada año.
A veces es posible observar la presencia de profundas cárcavas, signo evidente de la erosión hídrica producto
de las intensas precipitaciones ocasionales que se producen generalmente en verano (fotos N° 29 y 30).

40
M. E. CIII Larrea divaricata y Atriplex lampa con Suaeda divaricata.

Existen varias zonas en el Monte neuquino occidental que se caracterizan por ser largos piedemontes
extendidos hacia algún río o curso de agua permanente o semipermanentes, o cuencas centrípetas. Tal es el caso,
por ejemplo, de las márgenes del Arroyo Covunco en la región conocida como Paraje la Estrechura, las suaves
pendientes que bajan hacia el río Agrio y la conocida Pampa del Salado que rodea al río del mismo nombre.
En todas ellas la vegetación va cambiando gradual o paulatinamente desde la parte superior hasta el curso de
agua o centro de la depresión que bordean. Generalmente, esta secuencia es bastante fiel y por ello resulta más
sencillo y práctico definir estas áreas como verdaderos complejos para la escala a la que se trabaja. Ello se debe a
que, como se describe más adelante, se pasa de una estepa de Larrea divaricata con Atriplex lampa (M. E1. 3) a la
unidad Atriplex lampa (M. E. 3. m) y otras sobre arenales, y luego Atriplex lampa más Suaeda divaricata (M. E. 3.
4.) para finalmente llegar a la unidad Suaeda divaricata más acompañantes (M. E. 4). Cada una de estas unidades es
tan extensa o tan breve de acuerdo a la distancia que medie entre el pie de la ladera y el río.
La superficie aproximada que abarca este complejo es de 128.000 ha y, como ya quedara expresado, se
encuentra en piedemontes generalmente extendidos y zonas más planas (sin pendiente) a una altura que oscila entre
los 550 y 950 m s.n.m.
En la parte más alta del piedemonte y asociado a la Larrea divaricata, el suelo es de textura más gruesa y con
presencia de algunas acumulaciones de arena de reducidas dimensiones. En la parte media del piedemonte el suelo
es más limoso pero aquí es común observar montones de arena sobre los que se halla Prosopis alpataco. En las
partes más cercanas al río, por último, el suelo es de textura fina (arcilloso). Precisamente, estos cambios paulatinos
en el suelo son los que en alguna medida determinan los cambios en la vegetación.
Se describen a continuación las formaciones halladas secuencialmente desde la parte más alta hacia la más baja
o ribereña.

1. M. E. l. 3. - Larrea divaricata y Atriplex lampa

Esta unidad ya fué descripta anteriormente y sólo se señalarán algunas de las diferencias más relevantes que
aparecen en este mosaico.
a. La altura promedio del primer estrato generalmente es más baja (0,70 m) determinando que sea entonces
una estepa arbustiva media. De hecho, casi todos los arbustos grandes forman parte de este estrato Larrea
divaricata y Atriplex lampa como especies dominantes y acompañadas por Schinus polygamus, Prosopis
alpataco, Bougainvillea spinosa, Lycium chilense y Chuquiraga erinacea. De ahí entonces que al ser de
menor porte tanto la jarilla corno el monte negro se conforma un solo estrato. En algunas oportunidades es
posible que en la parte superior del piedemonte se instale solamente la jarilla como especie dominante sin
la presencia de zampa.
b. En el estrato más bajo, de una altura media de 0,35 m, aparecen algunas especies que en la unidad simple
eran menos frecuentes o no estaban: Senecio filaginoides, Stipa speciosa, Mulinum spinosum, Grindelia
chiloensis, Acantholippia seriohioides. Es menos frecuente encontrar a Neosparton aphylla y Verbena
seriphioides.
c. La presencia de efímeras en general es más escasa no superando el 5 % de cobertura.
d. La cobertura general del suelo comúnmente no supera el 10 al 15 % siendo menor que en la unidad simple

Lista florística:
1) Muy frecuentes: Larrea divaricata 3
Atriplex lampa 2—3
Senecio filaginoides 2
Grindelia chiloensis 1—2
Chuquiraga erinacea 1
Schinus polygatnus 1
Prosopis alpataco 1
Lycium chilense +
Stipa speciosa +
Mulinum spinosum +

2) Poco frecuente: Neosparton aphylla 1


Verbena seriphioides 1
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Lycium Ameghinoi +
Acantholippia seríphioides +
Bouganvillea spinosa +
Ephedra ochreata +

2. M. E. 3. m. Atriplex lampa dominante y otras acompañantes (sobre arena)

Es una estepa arbustiva baja y abierta de Atriplex lampa dominante y otras especies acompañantes. Una de las
diferencias más sobresalientes que se ha observado en esta unidad cuando forma este tipo de complejo es la escasa
cantidad de especies acompañantes y generalmente una de ellas pasa a ser codominantes, variando ello según la
localización del área. Por ejemplo, en la zona del arroyo Covunco, la especie codominante es Aylacophora
deserticola, mientras que en la zona conocida como Pampa del Salado esa especie es Senecio filaginoides. La
zampa y su codominante son acompañados solo por la jarilla (Larrea divaricata) y la chilladora (Chuquiraga
erinacea).
La cobertura no supera el 10 % siendo muy pobre la presencia de gramíneas tanto anuales como perennes.

Lista floristica:
Aylacophora deserticola 3
Senecio filaginoides 3
Atriplex lampa 2-3
Larrea divaricata 1
Chuquíraga erinacea 1
Sporobolus rigens 1

3. M. E. 3. 4. Atriplex lampa y Suaeda divaricata

Conforman la ya definida estepa arbustiva media de Atriplex lampa y Suaeda divaricata dominantes junto a
otras especies acompañantes. Varia con respecto a la unidad simple en que lo frecuente en este caso es la presencia
de un solo estrato (uniestratificadas). Este, además de la zampa y la vidriera está representado por la jarilla (Larrea
divaricata) y el alpataco (Prosopis alpataco). Esta última especie aumenta notablemente su presencia cuando
aumenta la cantidad de médanos. En alguna oportunidad es posible advertir un segundo estrato uniespecffico de
Senecio filaginoides.
Es posible observar también que las efímeras se encuentran en mayor cantidad en estos casos pudiendo llegar
hasta el 25 % de cobertura:

Lista florística

1) Muy frecuentes: Atriplex lampa 2-3


Suaeda divaricata 2
Prosopis alpataco 1-2
Larrea divaricata 1

2) Poco frecuentes: Senecio filaginoides +

4. M. E. 4. Suaeda divaricata dominante

Constituye la parte más angosta del complejo pues sólo se halla rodeando las márgenes de los ríos, arroyos o
cuencas cerradas. Es una estepa arbustiva media, abierta y generalmente uniestratificada de Suaeda divaricata, de
una altura media de 0,60 m. Es acompañada por la zampa, (Atriplex lampa) y una muy pobre presencia de Senecio
filaginoides en algunos sectores muy limitados. Solamente, cuando se está en presencia de arenales con un alto
contenido en sales se ven grandes manchones de “unquillo” (Sporobolus rigens) y de monte chileno (Senecio
bracteolatus)

Lista florística
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1) Muy frecuentes: Suaeda divaricata 2-3
Atriplex larnpa 1
Senecio filaginoides +

2) Frecuentes: Sporobolus rigens 2

3) Poco frecuentes: Senecio bracteolatus 1

En la fig. 9 se puede observar un perfil fitotopográfico que muestra, en parte, las características de los
descriptos anteriormente (Cerro El Mangrullo-Arroyo Covunco).
La presencia de algunos endemismos patagónicos (de la Payunia) sugerirían que se trata de un área de
transición (ej. Aylacophora deserticola).

M-P. E. CIV Atriplex lampa dominante con Grindelia chiloensis, Senecio fílaginoides y stipa spp.

Unidad compuesta (complejo) zona de transición ubicada desde las inmediaciones del Yacimiento de Cerro
Bandera hacia el S-SO llegando hasta el pie del basalto que sirve de límite altitudinal de los 1000 m
aproximadamente (Barda Negra y basaltos de Zapala, Pampa Curacó, Pampa La Fría hasta Piedra del Águila).
Abarca una superficie de unas 332.000 ha.
Está constituida por dos unidades simples: M. E. 3 Atriplex lampa dominante y M-P. E. 5. 6. 7. Griridelia
chiloensis, Senecio filaginoides y Stipa spp que ya fueron descriptas oportunamente (foto N° 25).
Se asocia a suelos generalmente muy sueltos, de textura gruesa con muy poca cantidad de gravas pequeñas en
la superficie (no mayores de 3—4 cm de diámetro).
El relieve de esta zona es suavemente ondulado mientras que el microrrelieve es casi plano presentando
algunas pequeñas acumulaciones de arena que es un rasgo de la erosión eólica a la que esta región está expuesta. La
mayor parte del área se encuentra entre los 800 y 900 m s.n.m.
Es una estepa arbustiva generalmente biestratificada y abierta(foto N° 46). El primer estrato está representado
por Atriplex lampa, que a veces puede faltar cuando las alturas superan los 900 m s.n.m. Una acompañante de la
zampa que frecuentemente se encuentra en forma abundante en el S de esta unidad es Prosopis alpataco y, más
hacia el 0, Prosopis denudans(foto N° 47).
El segundo estrato está compuesto por Grindelia chiloensis, Senecio filaginoides y Stipa spp (foto N° 62). Las
especies acompañantes son, en su gran mayoría, las que caracterizan a ca da una de las unidades simples que
componen esta unidad compleja.
En algunos lugares puede observarse la presencia de un estrato más alto (foto N° 48), conformado por
ejemplares aislados de Verbena ligustrina, Bougainvillea spinosa, Lycium Ameghinoi y Lycium chilense de una
altura media de 0,80 m. También es posible observar la presencia de grupos aislados de Anarthrophyllum rigidum
(mata guanaco) foto N° 49 y ejemplare aislados de Larrea nitida y Colliguaya integerrima estos últimos integrando
el segundo estrato.
Otra particularidad de hacer notar es la presencia de varias especies que conforman verdaderos endemismos y
que han sido nombradas por otros autores en regiones cercanas especialmente para el área del Cerro Lotena.
Algunas de ellas son: Astephanus fallax, Prosopis Castellanosii (foto N° 60) y Menonvillea alysoides.
En gran parte de esta región se ha observado distintas especies del género Perezia lo que confirmaría el
carácter de transición de esta unidad.
Un ejemplo de las variaciones que pueden observarse en la composición florística desde esta unidad hasta el
basalto (Patagonia) está representado en el siguiente esquema que corresponde a las proximidades de la localidad
de Santo Tomás

43
Toda la unidad descripta se caracteriza por un estado general pobre derivado del uso intensivo de sus distintos
recursos por: a) sobrepastoreo: evidenciado por la presencia de gramíneas exclusivamente debajo de otras plantas
que las protegen (foto N° 47); arbustos y subarbustos intensamente ramoneados y muestras elocuentes de que el
área es transitada por muchos arreos que se dirigen a zonas de veranadas; b) presencia de yacimientos mineros y
petrolíferos en actual explotación y desde muchos años atrás; e) activa erosión eólica.

M. EB. XI Vegetación de llano aluvial de grandes ríos y arroyos

Esta unidad compuesta ocupa casi todas las márgenes de cursos de agua permanentes que recorren el Monte
neuquino.
Ocupa una superficie de unas 45.500 ha aunque esta unidad posiblemente es mayor ya que a la escala
1:500.000 no se han podido representar pequeñas áreas que tienen las mismas características.
Forma un verdadero mosaico que está constituido por dos unidades simples: el sauzal ribereño y M. E. 4 o sea
Suaeda divaricata dominante y otras halófitas acompañantes en cursos de agua permanente. Esta última ya fue
definida en la sección correspondiente a unidades simples.
El bosque, está formado por la única especie arbórea indígena que se encuentra en el Monte neuquino: el sauce
colorado (SaIix humboldtiana) que conforma un verdadero bosque en galería. Los ríos y arroyos en los que
predomina notablemente este mosaico son: el Limay, el Neuquén, el Colorado, el Covunco, el Agrio y el Picún
Leufú.

M. E. XIIb Larrea divarieata y Atriplex lampa con Larrea cuneifolia dominante sobre basaltos.

Esta unidad se encuentra en la margen derecha del río Colorado, sobre la meseta del Auca Mahuida
(fisiografía). Ocupa una superficie de 86.000 ha.
Se trata de coladas basálticas de superficie ondulada cuyas depresiones están rellenadas por arenas eólicas
provenientes del Oeste.
En coincidencia con esta topografía se encuentra un mosaico de vegetación formado por la unidad M. E. 1. 3.
en los depósitos arenosos y la M. E. 2 sobre los afloramientos del basalto.

M. D. X III Vegetación de bardas con Suaeda divaricata dominante.

Este mosaico (unidad compuesta) se caracteriza por la continua alternancia en el paisaje de áreas bajas,
inundables durante la época lluviosa, de suelo arcilloso, con pequeñas bardas que presentan afloramientos de
areniscas o rocas sedimentarias. Se ubica en la zona Este del Departamento Añelo ocupando una superficie
aproximada de 12.000 ha.
En las partes deprimidas se instala la vegetación típica de la unidad M. E. 4 o sea Suaeda divaricata dominante
y otras halófitas de zonas ó áreas deprimidas. Predomina, entonces, la vidriera acompañada casi exclusivamente por
una buena cantidad de especies anuales tales como: Bromus spp, Erodium cicutarium, Chenopodium spp, Hordeum
stenostachys, Sysimbrium spp y Adesmia trifoliata. Como halófita notable por la cantidad de individuos que se

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observan, está la verdolaga (Halophyturn ameghinoi). Hacia la periferia de estas depresiones pueden apa recer
algunos ejemplares de zampa (Atriplex lampa) en forma muy aislada.
Por su parte, en pequeñas bardas o las huayquerías, se instala la vegetación típica de esta unidad y que fuera
descripta en su oportunidad. (M. D. p). La cobertura vegetal llega en muchos de los casos a ser nula en grandes
sectores, confiriéndole al paisaje un aspecto desértico. Las pocas especies que se encuentran son: jarilla (Larrea
divaricata), chilladora (Chuquiraga erinacea), coirón amargo (Stipa speciosa), alpataco (Prosopis alpataco) y alguna
brea (Cercidium praecox).
Evidentemente, como se puede advertir, son áreas sumamente pobres y degradadas, erosionadas y con casi
nulo valor forrajero.

M. DE. XIV Vegetación de bardas con Larrea cuneifolia.

Este mosaico se encuentra ubicado en un área conocida como Bajo de las Micas, al Oeste de la Sierra Barrosa
y comprende una superficie aproximada de 28.000 ha. Está a una altura de unos 450 rn s.n.m.(fig. 8).
Es una extensa región deprimida rodeada de pequeñas bardas que incluso se pueden encontrar dentro de la
depresión. Esto motiva precisamente, la presencia de un mosaico de vegetación compuesto por la unidad M. E. 2
Larrea cuneifolia y la M. D. p Vegetación de bardas y huayquerías. La primera predomina en las zonas bajas, de
suelo arcilloso e inundable por el agua de las lluvias que provienen de las zonas más altas y con abundancia de
pequeños cantos rodados y gravas brillantes en la superficie del suelo que dan origen al nombre del lugar. En
cambio, en las bardas aledañas predomina la vegetación típica de esa unidad.
En las áreas bajas, a Larrea cuneifolia (jarilla macho) la acompañan en buena proporción algunas especies que
normalmente, en la unidad simple lo hacen en menor cantidad. Tal es el caso de la zampa (Atriplex lampa), Lycium
chilense, la vidriera ( Sueda divaricata), la melosa (Grindelia chiloensis) y Cyclolepis genistoides.
Constituye una unidad sumamente pobre en lo relativo a su posible utilización para ganadería, con evidentes
signos de erosión hídrica y con un uso intenso en la explotación de petróleo y gas natural.

M. E. XV Vegetación de salitrales.

Esta unidad compuesta representa a varias cuencas centrípetas con depósitos de efímeros cuerpos de agua
(Gonzalez Maz, op. cit.), ubicados en el departamento Confluencia. Su mejor exponente es el Bajo El Salitral,
ubicado entre Plottier y Senillosa, al Norte de la ruta Nacional N° 22.
En general, tales cuencas comienzan al borde de pequeñas bardas; y con un suave declive avanzan hacia el
Centro. Allí suele existir una laguna, de superficie variable según la época del año que se recorra. En ella se
vuelcan las aguas de escorrentía que derivan de las precipitaciones en la región.
La distancia entre el borde de las bardas y la laguna no excede los 5 Km. de ancho. En esa playa de moderada
pendiente es donde se combinan las unidades M. E 3.4 y M. E4, esta última generalmente en una estrecha faja
alrededor de la laguna. Debido a la escala de trabajo del presente estudio, tales unidades no son diferenciables.
Tampoco lo es la unidad M.Dp que bordea toda la cuenca y que muestra especial abundancia de Cercidium australe
Por ello se utilizó la unidad compleja mosaico para su descripción.
La figura N° 10 muestra con mayor claridad este tipo de paisaje y su vegetacion.
La superficie ocupada por esta unidad es de 5.000 ha aproximadamente; en general pobre y degradada.

M. E. XIV Vegetación de bardas con Larrea divaricata dominante.

Este mosaico se ubica al NO del Monte neuquino, en áreas de difícil acceso, que ocupan una superficie
aproximada de 30.000 ha.
El relieve general se caracteriza por la alternancia de pequeñas “barditas” o laderas con zona más baja que
coinciden con las unidades simples M. Dp. y M. E. l respectivamente.
El suelo presenta afloramiento de basaltos recubiertos por sedimentos gruesos (arenosos). En la ladera, de
pendientes fuertes hasta un 30 %, el suelo en superficie es de textura fina (arcilloso) de color blanco y con
fragmentos gruesos.
La altura media de esta región es de 850 m s.n.m.
En las laderas o faldeos la vegetación conforma una estepa arbustiva media (0,90 m) y rala, biestratificada en
la que dominan Cercidium praecox) (brea) y Monttea aphylla (matasebo) en el primer estrato y Chuquiraga
erinacea (chilladora) y Gutierrezia solbrigii en el segundo. Como acompañantes suelen estar Lycium chilense,

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Larrea cuneifolia, Chuquiraga rosulata, Larrea divaricata y Bougainvillea spinosa, ésta última en la parte más alta
de la ladera.
Es poco frecuente encontrar a Stipa speciosa y Neosparton aphylla.
Los arbustos del primer estrato pueden alcanzar una altura considerable (1,20 a 1,50 m) especialmente la brea,
el matasebo y la jarilla hembra. La cobertura de las perennes no supera normalmente el 5 %.
En las partes bajas se encuentra una estepa arbustiva media a alta (1,00 a 1,10 m) muy abierta, biestratificada.
En el primer estrato domina Larrea divaricata (jarilla hembra) y Monttea aphylla (matasebo) acompañadas por
Cercidium praecox (brea), Prosopis alpatacc (alpataco) y Schinus polygamus (molle).
El segundo estrato de una altura media de 0,40 m, comprende el resto de especies acompañantes: Hyalis
argentea (olivillo), Gutierrezia solbrigii, Cassia aphylla (pichana), Glandularia disecta. Escasamente se observa el
coirón amargo (Stipa speciosa)
También se caracteriza por una muy baja cobertura: 10 %. Si a ello se le agrega la ausencia casi total de
gramíneas perennes y los evidentes signos de erosión eólica se concluirá en que es un área muy pobre y degradada,
de escasísimo valor forrajero.

M-P. E. XVII Larrea divaricata y Atriplex lampa con Haplopappus pectinatus y Verbena seriphioides.

Ubicada sobre la primera meseta al Norte del arroyo Covunco (cuando se viaja por ruta Nacional N° 22) con
una superficie aproximada de 27.000 ha. En un esquema simple podemos ubicarlo de la siguiente manera:

Se halla entre los 800 y 950 m s.n.m. aproximadamente y se ubica desde el piedemonte hasta las proximidades
del borde de la meseta. Las pendientes generalmente no son abruptas sino que suaves a veces inclusive nulas.
Este mosaico está asociado a suelos sueltos (arenosos), con algo de pedregosidad en su superficie, con rodados
de diámetro pequeño (3 a 4 cm). Esta pedregosidad disminuye hacia el piedemonte y es fácil observar signos
evidentes de erosión eólica.
Las áreas más planas indicadas corno (1) en el esquema están definidas por una estepa arbustiva baja de
Haplopappus pectinatus y Verbena seriphioides codominantes acompañadas de otras especies. La cobertura
observada comúnmente es de un 35 % para las perennes y sólo un 5 % para las anuales y las efímeras.
El primer estrato, de una altura media de 0,80 m, está representado por Larrea nitida, Larrea divaricata,
Schinus polygamus, Prosopis denudans y Neosparton aphylla. A veces puede encontrarse algún individuo de
Anarthrophillun rigidum.
En el segundo estrato, es donde se hallan las codominantes que caracterizan estas áreas. Su altura media es de
0,35 m y se destacan: Verbena seriphioides y Haplopappus pectinatus como codominantes siendo acompañadas
comúnmente por Senecio filaginoides, Gutierrezia solbrigii, Acantholippia seriphioides y Chuquiraga erinacea.
También pueden estar presentes: Trevoa patagonica y Mulinum spinosum.
El tercer estrato, de una altura media de 0,15 m, está representado por Stipa speciosa, Stipa neaei y Stipa
humilis. A veces se han encontrado Cactaceas tales como Maihuenia patagonica y Austrocactus sp.
Las efímeras y anuales están generalmente poco representadas y las especies son casi siempre las mismas que
la mencionadas por las otras unidades.
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Las zonas pedemontanas, señaladas como (2) están representadas por la unidad M. E. 1. 3 (Larrea divaricata y
Atriplex lampa dominante). La cobertura vegetal es menor que la unidad original alcanzando valores de un 20 %
para la perennes y muy baja para la efímeras y anuales: sólo un 5 %.
Aparecen muy pocas especies y ellas están generalmente mas relacionadas con la Patagonia: Haplopappus
pectinatus, Senecio filaginoides, Prosopis denudans, Neosparton aphylla, Verbena connatibracteata y Mulinum
spinosum.

Lista florística:
a) Subunidad (1) Verbena seriphioides 3
Haplopappus pectinatus 3
Senecio filaginoides 2
Schinus polygamus 1
Neosparton aphylla 1
Gutierrezia solbrigii 1
Stipa neaei 1
Stipa speciosa 1
Larrea nítida +
Larrea divaricata +
Anarthrophyllum rigidum +
Trevoa patagonica +
Acantholippia seriphioides +
Chuquiraga erinacea +
Mulirium spínosum +
Stipa humilis +
Maihuenia patagonica +
Austrocactus sp +

b) Subunidad (2): Larrea divaricata 3


Atriplax lampa 2-3
Gutierrezia solbrigii 2-3
Acantholippia seriphioides 1
Senecio filaginoides 1
Verbena connatibracteata 1
Chuquiraga erinacea 1
Schinus polygamus 1
Bougainvillea spinosa +-1
Lycium chilense +-1
Stipa neaei +-1
Poa lanuginosa +-1
Neosparton aphylla +
Prosopis denudans +
Haplopappus pectinatus +

M-P. E. XVIII: Vegetación de cárceles.

Es un mosaico de estepa arbustiva muy abierta, rala y baja sobre laderas rocosas de alta pendiente con estepa
arbustiva media, abierta asociada a acumulaciones arenosas a veces recubiertas por pastos perennes.
No han sido estudiadas en detalle debido a la inaccesibilidad del terreno que justifica el nombre local de
“cárceles”.
El perfil representado a continuación indica la disposición de ambos tipos de vegetación en relación con la
topografía.

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a) Laderas rocosas b) Fondo de valle

Primer estrato
Prosopidastrum globosum Larrea divaricata
Condalia megacarpa Bougainvillea spinosa
Larrea nítida
Colliguaya integérrima
Prosopis denudans
Lycium chilense
Schinus polygamus

Segundo estrato
Senecio filaginoides Verbena ligustrina
Cassia Kurtzii Neosparton aphylla
Polygala spinescens Chuquiraga avellanedae
Mulinum spinosum Naussavia axilaris
Verbena sp

Tercer estrato
Maihuenia patagonica Sporobolus rigens
Senecio filaginoides
Stipa humilis
Stipa speciosa
Juncus sp
Hordeum murinum
Grindelia chiloensis
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P. E. XIX Larrea nitida, Colliguaya integerrima y Verbena juncea.

Esta unidad se encuentra ubicada en forma paralela a la ruta Nacional 40, prácticamente desde el arroyo
Covunco hasta las proximidades de la localidad de Chos Malal, su superficie es de aproximadamente 208.000 ha.
Se encuentra en un ambiente de sedimentos mesozoicos plegados por movimientos tectónicos. Los bancos
resistentes (conglomerados) al proceso erosivo se destacan como crestones en relieve (flatirones), mientras que los
blandos (caliza, yeso etc.) fácilmentes erosionables, se encuentran en los valles intermontanos. Estos son en general
subsecuentes de la cresta del anticlinal (Cordillera del Salado). Las inversiones de relieve con sinclinales en lo alto
son excepcionales.
Precisamente se ha definido a esta unidad como un mosaico pues en sus pliegues laterales es posible observar
una vegetación determinada mientras que en los valles intermontanos cambia notablemente. Un esquema simple
sería el siguiente:

Generalmente se encuentra entre los 800 y 1.400 m s.n.m. Se describe en primer término las características
más notables de la ladera Norte. Precisamente, esos faldeos o laderas son de media a fuerte pendiente (mayor del
15 a 20 %). Están relacionadas con suelos sueltos pero con pedregosidad en superficie. En la parte más alta se
producen afloramientos de rocas sedimentarias. Todo ello implica un fuerte peligro de erosión hídrica, hecho
corroborado por la presencia de buena cantidad de cárcavas que escurren el agua de las lluvias ocasionadas ha cia
los bolsones inferiores en donde comúnmente se acumula. La cobertura vegetal no supera el 15 a 20 % para las
especies perennes siendo casi nula la presencia de anuales y efímeras. Por ello, hay una gran proporción de suelo
desnudo (85%).
La vegetación está representada por una estepa arbustiva baja a media en la que es posible encontrar una buena
cantidad de especies dominantes Colliguaya integerrirna, Verbena juncea y Prosopis denudans principalmente. Está
compuesta por dos estratos, el primero de una altura media de 0,60 m cuyas especies más representativas son:
Colliguaya integerrima, Verbena juncea, Prosopis denudans, Schinus polygamus y Bougainvillea spinosa (foto N°
31).
La Verbena juncea es una de las especies codominantes a través de todos los faldeos orientados en forma NO-
SE pero prácticamente desaparece en muy corta distancia hacia el Monte (E), o sea inmediatamente fuera del
mosaico.
El segundo estrato, de una altura medía de 0,25 m está representado por Senecio filaginoides, Gutierrezia
solbrigii, Acantholippia seriphioides, Stipa humilis, Stipa neaei, Polygala spinescens, Poa dusenii, Maihuenia
patagonica, y Mulinum spinosum. Cuando la altura está cerca de los 1.000 m s.n.m. es posible encontrar otras
especies corno Ephedra frustillata y Chuquiraga argentea (= Ch. kingii) (foto N° 32).
En la misma unidad ubicada en las proximidades de Chihuidos Norte fue posible observar la presencia de
buena cantidad de plantas de Chuquiraga avellanedae, Grindelia chilloensis y Ephedra ochreata y algunas pocas
Nassauvia fueguina.
Otro de los hechos dignos de ser comentados es la mayor abundancia de gramíneas perennes (Stipa neaei y
Stipa humilis, especialmente) en los faldeos orientados hacia el oeste (ho) en relación con las que se observan en
los faldeos que miran al Este (he).
En los valles (hv) intermontanos las condiciones son distintas. Generalmente están orientados de NO a SE y
son angostos y largos. Están asociados a suelos de textura más fina (limoso-arcilloso), con áreas notoriamente
salinizadas. También es posible observar acumulaciones de arena de regular tamaño. La pendiente es muy pequeña
(menos de 1%) e incluso es posible encontrar zonas en las que se producen anegamientos en alguna época del año.

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Su vegetación está representada por una estepa arbustiva media, con dos estratos bien diferenciados, en la que
dominan varias especies simultáneamente. (Foto N° 33).
El primer estrato, de una altura media de 0,80 m, está formado por Larrea nitida, Prosopis denudans y Schinus
polygamus, todas ellas creciendo en las partes arenosas. Entre esas acumulaciones de arena es posible hallar las
especies pertenecientes al segundo estrato con una altura promedio de 0,30 m y que son fundamentalmente:
Senecio filagirioides, Verbena juncea y Stipa humilis.
En las partes de suelo más pesado y/o salinizados se encuentra Sporobolus rigens formando masas casi puras.
En los bolsones mas altos (cerca de 1.000 m) es posible observar la aparición de ejemplares de Nassauvia
axillaris.
La cobertura de las especies perennes alcanza el 30 % e, igual que en los pliegues, no se observa una cantidad
apreciable de especies anuales o efímeras (Schisnus sp, Hordeum sp, Plantago sp, etc.) que permita expresar una
cobertura determinada en particular para ellas.

Lista florística:
a) (he y ho)

1. Frecuentes: Colliguaya integérrima 3


Verbena juncea 3
Prosopis denudans 2
Schinus polygamus 1
Senecio filaginoides 1-2
Gutierrezia solbrigii 1-2
Acantholippia seriphioides 1-2
Stipa humulis 1
Stipa neaei 1
Poa dusenii +-1
Bougainvillea spinosa +
Maihuenia patagonica +
Polygala spinescens +
Mulinum spinosum +

2. Poco frecuentes Ephedra frustillata +


(a más de 1000 m) Chuquiraga kingii +-1
Chuquiraga avellanedae 1

b) hv

1. Muy frecuentes Larrea nítida 3


Prosopis denudans 2-3
Schinus polygamus 2
Senecio filaginoides 2-3
Verbena juncea 1-2
Stipa humilis 1-2
Sporobolus rigens 3

2. Poco frecuente Nassauvia axillaris 1

La lista de especies de este mosaico indica una fuerte relación con la Patagonia. Esta unidad (E 16) también se
extiende hacia el S. del arroyo Picún Leufú en sus nacientes. El límite O lo constituye el cordón de Trapial
Mahuida, y quedan incluidos los siguientes parajes: Cerro del Sapo y Aguada del Sapo, Cerro Chacaico y Cerro
Caichigüe.

50
También aquí se nota una diferenciación en la composición florística de las laderas y los valles
intermontanos (ho y hv), dispuestos en dirección NO-SE.
Un censo sobre faldeos que miran al O, indica:
Trevoa patagonica 1
Stipa specicsa 1
Ephedra andina +-1
Grindelia chiloensis +-1
Cassia arnottiana +-1
Verbena connatibracteata +
Lycium spp +
Verbena ligustrina +
Chuquiraga straminea +
Astephanus fallax +
Tetraglochin alatum +

En los valles intermontanos (hv) se nota un incremento en la frecuencia de algunas especies como Cortaderia
sp: cuya descripción más detallada se efectúa separadamente en ]a unidad H 2.
Otra especie que incrementa su dominancia hacia el Sur de esta área es Haplopappus pectinatus en tanto que
disminuye ostensiblemente Verbena glauca. (FE DE ERRATAS – TOMO II – PÁGINA 9)

Unidades especiales

Corresponden a las unidades especiales todas aquellas que fueron estudiadas en esta primera etapa y que, por
corresponder a la Provincia Fitogeografica Patagonica, serán definitivamente clasificadas una vez realizado el
estudio de esa region.

1. Unidad Chihuidos

Estepa arbustiva baja y abierta de varias especies características de Patagonia, de una altura media de 0,50 m.
(foto N° 34).
Comprende una franja alargada y angosta correspondiente a la cumbre de la formación conocida con el nombre
de Los Chihuidos, ubicada al E del río Neuquén y otra porción mucho más pequeña ubicada en la parte más alta de
la Cordillera del Salado sobre la margen izquierda del rio del mismo nombre. En total abarca esta unidad una
superficie aproximada de 86.600 ha.
Está asociada a suelos de textura gruesa (arenoso) (foto N° 36), pudiendose observar generalmente la presencia
de un microrrelieve ondulado como consecuencia de las acumulaciones de arena y de los afloramientos de
areniscas, la erosión eólica es sumamente intensa en toda la región y se debe a los fuertes vientos de NO y O.
Toda la unidad cartografica se encuentra a una altura superior a los 1.200 m s.n.rn. (cumbre) siendo su parte
más alta una zona cercana al Chihuido Nedio, de alrededor de 1.400 m s.n.m. En cambio en la Cordillera del
Salado, la unidad se localiza entre los 1.200 y 1.300 m de altura.
Desde el punto de vista fisonómico-estructural la vegetación es una estepa arbustiva baja, abierta, con una
altura media de 0,50 m, constituida por varias especies típicas de Patagonia. Normalmente es triestratificada y el
primer estrato está formado por muy pocas especies y a veces representadas por pocos ejemplares. Por ello, desde
el punto de vista fisonómico, predominan los estratos inferiores (2° y 3°) dándole una con figuración de estepa
arbustiva baja y abierta, con algunos arbustos altos (1° estrato) aislados. En ese primer estrato, con una altura media
de 0,70 m, es posible encontrar Colliguaya integerrima, Verbena ligustrina y Schinus polygamus (foto N° 37).
Eventualmente pueden estar presente también Ephedra ochreata, Anarthrophyllum rigidum, Condalía megacarpa y
Larrea nitida.
El estrato intermedio y predominante está representado por Nassauvia axillaris, Cassia kurtzii, Chuquiraga
argentea, Ephedra andina, Fabiana peckii y Polygala spinescens, con una altura media de 0,40 m (foto N° 35).
Finalmente, el tercer estrato tiene una altura promedio de 0,20 m y está compuesto por Grindelia chiloensis,
Senecio filaginoides, Maihuenia patagonica, Cassia arnottiana, Stipa humilis, Poa lanuginosa, Poa ligularis,
Tetraglochin alatum, Mulinum spinosum y Acantholippia seriphioides, entre otras.
Las efímeras y anuales no se hallaban casi representadas en el momento de las observaciones. La cobertura
general de la vegetación varía entre el 15 y el 20 %.

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Lista florística
1) Muy frecuentes: Grindelia chiloensis 2
Senecio filaginoides 2
Stipa humilis 1—2
Poa liguláris 1—2
Mulinum spinosum 1
Schinus polygamus 1
Cassia kurtzii 1

2) Frecuentes: Nassauvia axillaris 1-2


Acantholippia seriphioides 1-2
Colliguaya integernima 1-2
Maihuenia patagonica 1
Cassia arnottiana 1
Poa lanuginosa 1
Verbena ligustrina 1
Fabiana peckii 1
Condalia megacarpa 1
Ephedra andina +
Polygala spinescens +

3) Poco frecuentes o raras: Ephedra ochreata 1


Anarthrophyllum rigidum 1
Larrea nítida 1
Stipa speciosa 1
Chuquiraga argentea +
Astragalus cruckshanksii +
Donicphyton patagonicum +
Chuquiraga opossitifolia +
Prosopis denudans +

Nota: la figura N° 11 correspondimte al perfil fitotopográfico río Salado-Cordillera del Salado-Río Neuquén,

2. Unidad Auca Mahuida

Estepa arbustivo-herbácea, baja y semiabierta de Poa spp, Acantholippia seriphioides y otras especies
acompañantes, biestratificadas y de una altura media de 0,35 a 0,40 m.
Esta unidad se localiza en la parte más alta del Cerro Auca Mahuida (que se encuentra prácticamente la mitad
en el departamento Añelo y la mitad en el departamento Pehuenches) desde los 1.200 m s.n.m. hasta los 1.800 de
altura aproximadamente, ocupando una superficie de alrededor de 88.000 ha.
En las zonas más altas predominan los afloramientos rocosos de basalto mientras que, a medida que se
desciende, se observan mayores acumulaciones de arena y suelos más profundos que permiten una excelente
penetración de las raíces en profundidad. Asociado a este hecho, se observa un aumento en la proporción del pasto
(en especial Poa spp) llegando a constituir el 50 % de la vegetación. En cambio, en las áreas altas, por encima de
los 1.500 ni la proporción de subarbustos y herbáceas es de 60 y 40 %.
Esta estepa arbustiva-herbácea es generalmente biestratificada y se caracteriza porque la vegetación varía
paulatinamente entre los 1.200 y 1.800 m manteniéndose sólo algunas de las especies constantes, entre ellas Poa
dusenii, Poa patagonica, Verbena patagonica y Acantholippia seriphioides. Esta se encuentra en el estrato inferior,
con una altura media de 0,25 m. Suelen estar acompañadas por Grindelia chiloensis, Adesmia campestris, Verbena
sp, Polygala spinescens, Mulinum spinosum, Sisyrinchium sp y Cassiaarnottiana.
El estrato superior, con una altura promedio de 0,50 m, está representado por: Fabiana peckii, Ephedra
ochreata y Anarthophyllum rigidum, entre otras.
La variación en la composición floristica que se produce a medida que se asciende se puede observar en la fig.
N° 12 que corresponde al perfil topográfico entre los 1.300 m y 1.700 m s.n.m.
La cobertura total varía en general entre el 30 y el 35 %.

52
Lista florística:
1) Muy frecuentes: Acantholippia seriphioides 2—3
Poa Patagonica var. patagonica 2
Poa dusenii 1
Fabiana peckii 1
Mulinum spinosum 1
2) Frecuentes: Grindelia chiloensis 2-3
Adesmia campestris 1
Verbena sp 1
Polygala spinescens 1
Sysirinchium sp 1
Festuca argentina 1
Anarthrophyllum rigidum 2
Cassia arnottiana 1
Stillingia patagonica 1
Stipa speciosa 1
Stipa humilis 1
Schinus polygamus +
Condalia megacarpa +
Maihuenia patagonica +
Astragalus crukshanksii +
Astragalus pehuenches +
Astragalus monticola +

3) Poco frecuentes y/o raras: Calceolaria sp


Tetraglochin sp
Colliguaya integerrima
Glandularia disecta
Ephedra ochreata
Ephedra frusttllata
Anarthrophyllum patagonicum
Stipa bipsophylla
Stipa iban
Poa ligularis
Poa lanuginosa
Geum sp
Boopts sp
Magallana patagonica
Prosopis denudans
Prosopis Castellanosii
Prosopidastrum globosum

53
CONCLUSIONES

El limite del Monte neuquino que se ha determinado coincide a grandes rasgos con el propuesto por Morello
(1958). A es ta delimitación, se ha agregado una zona de transición entre el Monte y la Patagonia de ancho variable
(Fig. N° 13).
Este ecotono está representado generalmente por un estrato superior Integrado por especies del Monte y uno
inferior con especies típicas de la Patagonia (ya notado por Ruiz Leal, 1972). En otros casos la transición se
observa a través de un cambio en la fisonomía y estructura de la vegetación con una tendencia a formar una estepa
arbustiva más baja o con un aumento en la proporción de gramíneas perennes en especial de Stipa speciosa, Stipa
humilis, Stipa neaei y Poa lígularis.
En el N.E. del Neuquén también pueden encontrarse unidades con una buena proporción de gramíneas
perennes pero estas están más vinculadas a la región del Monte pampeano: Stipa eriostachya, Stipa tenuis, Stipa
tenuissima, etc., y por consiguiente no quedan incluidas en estas consideraciones ya que se trata de una transición
con la provincia Fitogeográfica Patagónica.
La altitud a la que se encuentra el Monte es variable ascendiendo de E a O y de S a N, desde los 290 m en el
Bajo de Añelo hasta los 700 m al pie de los basaltos de Zapala y desde los 500 m en las cercanías de Piedra del
Águila hasta los 1.100 m s.n.m. en Chorriaca, Barrancas y el Cerro Auca Mahuida. Esto indicaría que el Monte
avanza en altitud y longitud en coincidencia con la mayor aridez climática y edáfica.
La amplitud de la zona de transición es variable y parece depender tanto de las condiciones climáticas
generales como de la orientación de los macizos y cordilleras extraandinas del Norte y Centro del Neuquén.
Los estudios climáticos de Burgos (1974) señalan la existencia, en verano, de vientos secos y cálidos
predominantes del NO para la zona Norte del Neuquén, mientras que hacia el Sur el movimiento de las masas de
aire es principalmente del cuadrante S-SW, más fríos y probablemente algo más húmedos, durante la misma época
del año. Este hecho junto con la ausencia de barreras orográficas meridianas al Sur de la Sierra del Chachil po dría
explicar la penetración de la vegetación Patagónica a través de una gran área de transición en el extremo austral del
Monte (Piedra del Águila-Santo Tomás). Esta amplitud se reduce de Sur a Norte en relación con la aparición de las
barreras orográficas ya citadas (Fig. N° 13).
La gran extensión del Monte (2.402.500 ha) y los cambios de altitud que se encuentran en su ámbito afectan su
composición florística en lo que se refiere a la combinación de las dominantes, condicionando la desaparición o
reemplazo de una especie por otra. Por ejemplo, Larrea divaricata que es muy común hasta los 800 m s.n.m. se
reduce a ejemplares aislados entre los 1.000 a 1.100 m; en su reemplazo, desde el punto de vista florístico aparece
Larrea nitida, especie que predomina en las comunidades del monte de altura (foto N° 39).
Lo mismo puede decirse de otras especies acompañantes como el monte negro y la zampa que en el N alcanzan
alturas mayores que 1.000 m mientras que en el extremo Austral oscilan en los 500 a 600 m s.n.m. En cambio el
matasebo y el matorro no suelen encontrarse por encima de los 600 m s.n.m.
Por otra parte el Monte neuquino considerado en su totalidad muestra bastante homogeneidad florística y
estructural en el “área central o núcleo” del territorio provincial, en tanto que a medida que se avanza hacia la zona
de transición Monte-Patagonia se incrementa la heterogeneidad florística y varía la homogeneidad fisonómico-
estructural, lo que estaría en relación con el hecho de que el Monte neuquino puede ser considerado como área
marginal de la provincia fitogeográfica del Monte.
Un ejemplo de lo señalado lo constituye la distribución de Larrea divaricata y Larrea cuneifolia en toda la
provincia fitogeografica del Monte. Según M.G. Barbour (1976) la dominancia de una u otra especie es función de
la precipitación anual. Así en un simple gráfico, construido en base a datos de Lowe et al (1973), Morello
(1955,1958) y Earbour (observaciones personales) se muestra que Larrea cuneifolia domina en la parte más árida
del Monte, en tanto que Larrea divaricata domina en zonas con mayor precipitación anual.

54
Por lo tanto, si se analizan las isoyetas anuales en territorio neuquino (Fig. 3 d) puede inferirse que la zona en
discusión fluctúa entre los 130 y 300 mm anuales. Ello haría esperar una composición del Monte neuquino en la
que se combinarían ambas especies bifoliadas del genero Larrea casi uniformemente.
De lo observado en el terreno surge que en general esta apreciación es válida para el Centro y NE de la
Provincia. Es interesante destacar que tal situación parece reproducirse también a niveles más detallados dentro de
zonas de precipitación homogénea, en relación con las características de aridez edáfica: la presencia de horizonte
petrocálcico a poca profundidad, horizonte impermeable por textura fina, cubierta de rodados cementados, etc,
coinciden con una dominancia de Larrea cuneifolia mientras que áreas con suelos sueltos y con buen drenaje tienen
mayor proporción de Larrea divaricata.
La otra jarilla (Larrea nítida), se ubica preferentemente en lugares más húmedos: cerca de ríos, arroyos y
cuencas cerradas importantes o bien hacia el O en toda el área de transicion con Patagonia (isoyetas de 150 a 200
mm). Esto resulta más evidente en el Sur, donde Larrea nitida penetra desde el Monte a Patagonia por los valles
intermontanos de cierta altitud (1000 n s.n.m.) sustituyendo así la humedad que le ofrecen los ríos por el menor
déficit hídrico de aquellas latitudes.
Las otras especies más notables del Monte en la provincia presentan algunas características especiales. Varias
de las que dominan en las distintas unidades cartográficas varían según las propiedades edáficas de cada sitio. Así,
la vidriera (Suaeda divaricata) soporta las condiciones más extremas ya sea por un alto contenido de sales o bien
por las drásticas variaciones en el contenido hídrico (inundación-largas sequías), su amplitud ecológica no es muy
grande. En cambio la zampa (Atriplex lampa) que presenta condiciones intermedias pues tanto es codominante o
acompañante de las jarillas como de la vidriera (aunque en este último caso sin llegar a la situación de salinízación
extrema), tiene gran amplitud ecológica y geográfica si bien aparentemente ligada al halomorfismo de los suelos.
Otras especies acompañantes que tienen una gran amplitud ecológica dentro del Monte son el tomillo (Acan -
tholippia seniphioides), el alpataco (Prosopis alpataco) y el molle (Schinus polygamus) que aparecen en forma muy
frecuente en casi todas las unidades simples excepto en la de Suaeda divaricata dominante y otras halófitas (M. E.
4).
El monte negro (Bougainvillea spinosa) siempre acompaña a las jarillas lo mismo que Gutierrezia solbrigii,
Lycium chilense y Schinus polygamus aunque esta última en menor cantidad.
Dentro de las gramíneas perennes, la especie más representativa es la Stipa speciosa y en una menor
proporción Poa lanuginosa, aunque esta consideración está muy relacionada con el consumo de ambas por el
ganado. Cualquier estudio posterior que investigue sobre la potencialidad de la vegetación natural deberá incluir
necesariamente aspectos vinculados a la regeneración de estas especies que por otra parte son las más abundantes
forrajeras indígenas de la región.
Otra característica edáfica, la acumulación de arena, condiciona la aparición de Panicum urvilleanum,
Sporobolus rigens y Hyalis argentea. Así mismo existe un grupo de arbustos que tiene la capacidad de constituirse
enverdaderas “trampas de arena” ya que generalmente se las encuentra asociadas a montones de arena y
acumulaciones arenosas, teniendo una gran tolerancia al recubrimiento por materiales gruesos y sueltos.
Esa variación del microrelieve le otorga además condiciones especiales en cuanto al aprovechamiento del agua
tanta a ellas como a las gramíneas que se cobijan bajo los arbustos (foto N° 1 ). En esta situación se encuentran
Prosopis alpataco, Schinus polygamus, Lycium chilense, Verbena ligustrina, Ephedra ochreata y, en menor
proporción, Atriplex lampa.
En cuanto a las especies que se ubican en la transición con la provincia Patagónica pueden citarse entre otras:
el neneo (Mulinum spinosum), el coirón amargo (Stipa humilis), el chupasangre (Maihuenia patagonica), la lanilla
de río (Larrea nitida), la malaspina (Trevoa patagonica), la melosa (Grindelia chiloensis), el coirón pluma (Stipa
55
neaei), el mancacaballo (Prosopidastrum globosum), el duraznillo (Colliguaya integérrima), Verbena juncea y
Prosopis denudans.
Sin embargo, hay muchas especies del Monte de esta provincia que se encuentran en el área de ecotono y otras
que, perteneciendo a esta región, se pueden presentar en el Monte.
La combinación entre especies típicas del Monte, especies de transición y especies características de la Patago-
nia permite determinar algunos grupos de las mismas que pueden ser utilizados para definir las tres situaciones
mientras que las especies restantes no son significativas para esa diferenciación (Fig. N° 14).
La homogeneidad y caracterización del Monte neuquino típico está indicada por las unidades cartográficas
ME1, MDp, ME1-2, ME2, ME3m, ME4, ME1-3, ME4-5 del mapa 1:500.000 lo que permite ubicar el “núcleo” del Monte
en el territorio Provincial el que se manifiesta notablemente en la totalidad de los departamentos Confluencia,
Añelo, Pehuenches y Picón Leufú.
La transición hacia la Patagonia está representada por las siguientes unidades simples y compuestas M-PE 567,
M-PE8, M-PECIV, M-PEXVII y M-PEXVIII; unidades especiales Chihuidos, Auca Nahuida y P.E.XIX
En la zona de transición siempre existe alguna de las jarillas o un grupo de las acompañantes típicas, asociadas
a especies “patagónicas” o, en su lugar sólo se produce un cambio fisonómico-estructural pasando generalmente de
un matorral alto semidenso a abierto, a una estepa arbustiva baja y rala o acompañada por una mayor proporción de
gramíneas.
Algunos ejemplos de estas transiciones están representados en los esquemas de la fig. N° 8 (Bajo de las Micas
- Sierra Barrosa), y 11 (Río Salado - Cordillera del Salado - Río Neuquén)
Las unidades cartográficas a escala 1:500.000 están basadas en esta distribución de grupos, lo que puede servir
como guía en el futuro para estudios florísticos más detallados (fitosociológicos). Esto confirma las opiniones de
Ruiz Leal (1972) y Roig (1972) sobre el tipo de límites entre el Monte y la Patagonia.
Dado que la ganadería es la actividad predominante en gran parte de la áreas estudiadas, se ha intentado una
aproximación en la caracterización de los valores forrajeros y económicos de las unidades cartográficas relevadas,
exceptuando de ellas la unidad M. EB. XI (Vegetación de llano aluvional de grandes ríos y arroyos), cuya aptitud es
fundamentalmente agrícola (zonas para poner bajo riego).
Para ello se han diferenciado dos conjuntos de unidades:
a) Aquellas pobres por naturaleza, por una escasa diversidad de especies vegetales y de bajo o nulo valor
forrajero, por ejemplo: M. E. 4: Suaeda divaricata y otras halófitas; y
b) Las empobrecidas por un uso incorrecto o inadecuado (si estado actual).

a) Unidades pobres por naturaleza:

Son aquellas que presentan características “per se” de muy bajo valor forrajero debido a la carencia de especies
aptas para el consumo del ganado o por no contar estas con su prefrencia o, por último, porque las características
edáficas sobre las que se instalan no brindan la posibilidad de su mejoramiento por el empleo de técnicas
apropiadas (suelos arcillosos, inundables, de escaso drenaje, con alto contenido de sales, o por la presencia de
horizontes petrocálcicos o que tienen en superficie una cubierta pedregosa cementada). En el siguiente cuadro se
detalla la escala de unidades pnioritadas desde las menos valiosas a las más valiosas.

Valor Unidades cartográficas Superficie (ha) Símbolo


+ 87.000 M. D. p
12.000 M. D. XIII
Huayquerías y unidades compuestas afines
28.000 M. D. EIV
30.000 M. E. XIV
++ 50.000 M. E. 4
Suaeda divaricata y otras halófitas
5.000 M. E. XV
+++ Atripex lampa y Saueda divaricata y unidades com- 88.000 M. E. 3. 4.
puestas 128.000 M. E. CIV
++++ Atripex lampa dominante 492.000 M. E. 3
+++++ Larrea cuneifolia dominante 323.000 M. E. 2
++++++ Larrea divaricata dominante 170.000 M. E. 1
+++++++ Larrea divaricata con prosopidastrum globosum 15.500 M. E. 1. 9

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Estas unidades no se estudiarían en una primera etapa desde el punto de vista de su utilidad forrajera. En
cambio, deberían ser objetos de un estudio más detallado con la finalidad de lograr otros resultados como por
ejemplo las referentes a su mayor o menor susceptibilidad (peligro) a la degradación por erosión hídrica o eólica, al
aumento de la salinización del perfil, al embancamiento, deslizamientos, formación de médanos, etc. Así se preverá
no solo el deterioro de estas áreas sino que simultáneamente se protegerán unidades que, por ser linderas, pudieran
ser afectadas por los problemas ya enumerados.

b) Unidades empobrecidas por uso inadecuado

Se incluyen aquí las que presentan algún indicio, rasgos o signos que permiten suponer que tienen una buena
producción forrajera potencial a pesar de que su estado actual no sea el más adecuado para aconsejar su uso.
Además es probable que estas unidades tuvieran respuestas favorables ante la aplicación de técnicas de
manejo, tales como rotaciones del ganado, clausuras, implantaciones de especies autdctonas y/o exóticas, siembras
intercalares, etc.
Los rasgos fundamentales que avalan esta suposición son las presencia de gramíneas “protegidas” por los
arbustos de los estratos superiores o en sectores donde no haya aparentes cambios de condiciones hídricas ni
edáficas dentro de la misma unidad y que impidan un buen desarrollo vegetal.
Entre las unidades más importantes dentro del Monte neuquino pueden citarse las siguientes, también en una
escala que incluye desde las menos valiosas a las más valiosas.

Superficie
Valor Unidad Cartográfica Símbolo
(ha)
Larrea divaricata y Atripex lampa con Larrea cuneifolia dominante
+ 86.000 M. E. XII
sobre basaltos
++ Larrea divaricata y Atripex lampa con Larrea cuneifolia dominante 11.000 M. E. CI

+++ Larrea divaricata y Atripex lampa 1.080.000 M. E. 1. 3.

++++ Larrea divaricata con Schinus polygamus y Ephedra ochreata 8.500 M. E. 1. 10. 11.

+++++ Larrea divaricata más Larrea cuneifolia más gramíneas perennes 70.000 M. E. C.II

Si se tiene en cuenta además del valor forrajero de la unidad, otros factores como la superficie que ocupa, la
tenencia legal de la tierra, etc., la prioridad en los estudios posteriores puede sufrir alguna alteración. Por ejemplo,
la unidad M. E. 1. 3 es la que abarca la mayor superficie dentro del Monte, mientras que la M.E.C. II, a pesar de
tener mejores características forrajeras, solo ocupa una pequeña porción en el N.E. de la Provincia (cuadro N° 5).
De modo que, atendiendo a estas razones sería de mayor interés comenzar a estudiar la unidad M. E. 1. 3. antes que
la M. E. CII.
En tal sentido, y cualquiera sea el ordenamiento o escala de prioridades a seguir, pueden aconsejarse los
siguientes pasos en el futuro avance de los estudios, en una escala más detallada:
1) Estudios fitosociológicos de la vegetación: con ellos se podrá conocer en detalle al variedad y
composición florística de cada sector. Si se agregan datos u observaciones fenológicas se puede lograr una
mejor comprensión de las relaciones entre la vegetación y el medio ambiente que la rodea.
2) Estudios localizados del estado actual del Monte en cada unidad: a través de ellos podrá ponderarse en
su exacta dimensión las relaciones existentes en cada uno de esos ecosistemas. Así, esencialmente, podrá
tenerse una idea real de las dimensiones y consecuencias que tiene la erosión eólica, la erosión hídrica y el
deterioro por acción antrópica en cada unidad cartográfica.
3) Instalación de clausuras: método utilizado normalmente para conocer las características de la
regeneración de la vegetación en condiciones de intangibilidad.
4) Mediciones climáticas, edáficas y de productividad: ellas permitirán por un lado asociar las respuestas
de la vegetación a las condiciones climáticas y edáfiças del medio que las rodea y por otro la cantidad de
forraje disponible para los animales en las distintas épocas del año disponiendo en consecuencia de su uso
y manejo más racional
Debe hacerse la aclaración que en este primer intento de prioritar áreas del Monte se han excluido las unidades
correspondientes a la zona de transición Monte-Patagonia y a la Patagonia hasta tanto se dé por terminado el
57
estudio de esas árcas. Sin embargo es de suponer que ellas presentan mejores condiciones potenciales las que se
estiman a través de ciertos rasgos: aumento del número de especies palatables y gramíneas en general, condiciones
climáticas más favorables para el crecimiento de las plantas (especialmente precipitaciones) y mejores
características edáficas.
La escala de prioritaciones precedente responde basicamente, a las necesidades de la provincia en lo referente a
sus recursos naturales, su uso y conservación; pero indudablemente, existen otros aspectos tal como los socio-
económicos, culturales, de infraestructura, comunicaciones, políticos, etc. que deben ser tenidos en cuenta.
Ellos son:
A) Un inadecuado régimen de tenencia de la tierra que determina no sólo el sobrepastoreo a que están
expuestas extensas áreas, sino también en el aspecto económico, la marcada reticencia a la realización de
inversiones en los predios, sumado a un limitado acceso al crédito de instituciones oficiales y privadas.
B) Escasa infraestructura económica y social.
C) La falta de empleo de tecnología moderna o de avanzada.
D) La falta de un buen y permanente servicio de extensión al productor.
E) Uso impune de prácticas no recomendables por parte de muchos productores (ejemplo: rozado de campos)
Por consiguiente no sólo será necesario una investigación más intensiva de aquellas unidades que aparen-
temente tienen mayor valor forrajero a fin de determinar las prácticas más adecuadas para obtener los mejores
resultados sin degradar el recurso, sino que deberá encararse un estudio de los factores que frenan la optimización
de la actividad ganadera y que están relacionadas con la eeonomia, el mercado, la cul tura, la infraestructura, la
tenencia de la tierra, etc.

CUADRO N° 5 – Superficie aproximada de las unidades cartográficas

Unidades cartográficas Superficie(ha) Subtotales


1. Unidades simples
a.- Monte:
M.E.1 170.000
M.E. 1.3 1.080.000
M. E.2 323.000
M.E.3 492.000
IM.E.3.4 88.000
M.E.4 50.000
M.E.1.9 15.500
M.E. 1.10.11 8.500
M.D.p 87.000 2.314.000

b. Transición
M-P.E.5.6.7 63.000
M-P.E.8 8.700 71.700

2. Unidades Compuestas
2.1. Complejos
a. Monte:
M.E.CI 11.000
M.E.CII 70.000
M.E.CIII1 128.000 209.000

b. Transición
M-P . E. CIV 332.000 332.000

2.2. Mosaicos
a. Monte
M.EB.XI 63.500
M.EB.XIIb 86.000
M.D.XIII 12.000
M.DE.XIV 28.000
58
M.E.XV 5.000
M.E.XVI 30.000 224.500

b. Transición
M-P.E.XVII 27.000
M-P.E.XVIII 85.000 112.000

c. Patagonia
P.E.XIX 208.000 208.000

3. Unidades especiales
Auca Nahuida 88.000
Chihuidos 86.500 174.500

TOTAL 3.645.700

59
CAPITULO III
PROVINCIA SUBANTÁRTICA (Bosgues Andino-Patagónicos)
A - INTRODUCCION Y BIBLIOGRAFIA CONSULTADA

El estudio y relevamiento de los bosques de la provincia del Neuquén está siendo realizado por la Dirección
General de Bosques y Parques Provinciales de la Subsecretaria de Estado de Recursos Naturales, en escala
1:100.000; por tal razón sólo se indicarán aquí algunas de las características generales que corresponden al nivel de
reconocimiento (1:500.000) en el que se estudia la vegetación de toda la provincia.
El Bosque Andino-Patagónico (Dimitri, 1972) ocupa la región cordillerana de la provincia desde el paralelo
36° 30’ S aproximadamente, hasta el 41 00’ S, en el límite con Río Negro. Puede ser dividido en dos zonas con
caracteristicas fisonómicas distintas: la Austral, donde la masa boscosa es continua, desde el Lago Nahuel Huapi
hasta el Lago Aluminé y la zona Norte, desde ese lago (Paso de Pino Hachado) hasta aproximadamente el Paso de
Pincheira, en la que el bosque está representado por áreas discontinuas, ubicadas en las cabeceras de los ríos y en
las altas laderas que los bordean, en las cercanías del límite con Chile.
Fuera del área cordillerana aparecen islotes de bosque, de estructura y composición florística más simple, en
los altos valles y laderas Oeste-Suroeste de la Sierra del Chachil y, con superficie aun más reducida, en la
Cordillera del Viento (ñires en la vertiente occidental).
Sin lugar a dudas el área de mayor desarrollo es la Austral, tanto en superficie como en la complejidad de la
fisonomia, estructura y composición florística la mayor parte de esa masa boscosa está incluida en el Parque
Nacional Lanín. El ancho de la misma tiene un máximo de 75 km en el extremo austral de la pro vincia, con un
promedio de 35 Km en la región central (Huechulafquen, Tromen). A partir del paso de Pino Hachado hacia el
Norte esta amplitud se reduce considerablemente (10 Km) en los manchones de bosque de las cabeceras de los
valles ya citados.
En términos generales el límite superior de las leñosas se halla en la cota de 1800 m en los alrededores del lago
Nabuel Haupi, elevándose hasta los 2000 m en las cercanías del Volcán Copahue. El límite inferior oscila entre los
650 y 1000 m s.n.m.
Las especies dominantes pertenecen todas al género Nothofagus: lenga, ñire, coihue, roble pellin y raulí (N.
pumilio, N. antarctica, N. dombeyi, N. opbliqua y N. nervosa) integran en distintas proporciones la masa forestal;
las dos últimas son exclusivas del territorio neuquino. Como acompañantes más comunes se encuentran el pehuén
(Araucaria araucana), el ciprés de la Cordillera (Austrocedrus chilense), el radal (Lomatia hirsuta) y el notro
(Embothryum coccineum) entre otras.
La complejidad de la estructura y de la composición florística de estos bosques aumenta regionalmente de Este
a Oeste y de Norte a Sur en relación con el incremento de las precipitaciones y el descenso de las temperaturas
medias. Su distribución, el ascenso de los límites inferior y superior de la masa leñosa y la simplificación de su
estructura y flora indican, también en este caso, las condiciones climáticas transicionales que imperan en la mitad
boreal del territorio neuquino. Estas relaciones además se observan localmente en correspondencia con la altitud y
con la orientación de los valles y laderas (microclima).
Los primeros comentarios sobre los Bosques Patagónicos se remontan a observaciones realizadas por los
viajeros del siglo pasado (Moreno, 1876 (Ed. 1969), Musters, 1871 (Ed. 1964), etc.) en sus travesías tanto con fines
cientificos como por razones político-militares relacionadas con las avanzadas de los indios araucanos (Alvarez,
1972). A partir de la Expedición Cientifica Sueca dirigida por A. Kalela (1940) los estudios adquirieron ma yor
profundidad y complejidad abarcando exploraciones botánicas y fitogeográficas, intentos cartográficos, estudios
sobre aplicaciones y usos del bosque así como sus estados de degradación y, más recientemente, estudios sobre la
ecología y fitosociología de esta formación vegetal. En los trabajos de Parques Nacionales referentes al Parque
Nacional Lanín se encuentran datos sobre el área boscosa correspondiente a la provincia del Neuquén (Dimitri,
1959 y 1972; Perez Moreau, 1945 b).
En cada una de estas áreas de investigación existen autores cuyos trabajos tienen un interés particular para el
estudio que nos ocupa. En la parte de clasificación botánica y exploración pueden ser mencionados los trabajos de
Lebedeff, 1942, Perez Moreau, 1945a, Dimitri, 1962-1977, etc.; desde el punto de vista fitogeográfico los primeros
trabajos de interés se remontan a Frenguelli, 1940; Alfonso, 1940; Perez Moreau, 1944; Hauman, et al.(1947),
posteriormente sintetizados por Dimitri, 1972 y Cabrera, 1971. Este último es quien resume la división en distritos,
basados en las ideas de los autores citados y que son los que se utilizan actualmente. Trabajos chilenos como los de
Oberdorfer, (1960), Schmithüsen, (1960), Muñoz Pizarro, (1966), etc., aportan datos para los estudios sobre los
cambios que se producen en la composición florística cuando se atraviesa el límite internacional.
Desde el punto de vista de la cartografía de estas zonas, aun no ha sido superado el trabajo realizado por
Rothkugel.(1916). Sus mapas por especies y la localización de las áreas incendiadas en aquella época son de
60
fundamental importancia para cualquier estudio sobre sucesión vegetal y por consiguiente, sobre métodos de
manejo forestal y conservacionista del bosque. Sus apuntes sobre los usos locales y la degradación del sistema son
válidos aún hoy y no mejorados en cuanto a minuciosidad y precisión.
La cartografía no ha sido superada hasta la fecha por los autores posteriores (Dimitri, 1972; Cabrera, 1971) que
han usado escalas menores o no han precisado la ubicación de tales límites. A este trabajo debe agregarse la “Carta
de las Formaciones Vegetales de Chile” (Quintanilla, 1981) que, si bien en escala mucho menor (1:3.000.000)
aporta datos interesantes acerca de las formaciones boscosas contiguas a la provincia del Neuquén. A través de su
estudio es posible extender las informaciones que se poseen en la actualidad, a las áreas aún no visitadas.
Dentro de los estudios ecológicos debe nombrarse en primer término a Väinö Auer, (1945) y luego Ragonese,
(1936) quien discute una serie de causas que determinarían el límite oriental del bosque (el ecotono bosque-estepa
patagónica) y aporta teorías, aun no rechazadas, acerca de las oscilaciones de ese límite en sentido Oeste-Este y con
relación a la altitud. Este autor atribuye gran importancia a la acción antrópica (sobrepastoreo, fuego, etc.) como
productora de una “sequía” que permite el ingreso de la estepa en el bosque con el consiguiente retroceso de éste,
no descartando las razones netamente climáticas (cambios postglaciales). Un estudio mucho más reciente de
Eriksen,(1975) retorna las ideas de Auer y Rothkugel para sintetizar la importancia de la acción antrópica sobre la
parte más frágil de este ecosistema: el ecotono bosque-estepa.
Auer, (1945) también estudió las relaciones entre los paleoclimas, los depósitos glaciales y la presencia de
ceniza volcánica de distintas edades como material originario de los suelos de esta zona. La génesis y evolución de
los mismos(Andosoles), han sido estudiadas por Laya,(1969) quien los clasificó y en parte cartografió a lo largo de
diversos valles cordilleranos. Otros aportes han sido efectuados por investigadores del IANIGLA (Instituto
Argentino de Nivología y Glaciología, Mendoza) en los que se discuten las relaciones paleoclimas-suelos-
desarrollo de los bosques (Borlinsegna, et al., 1977 a-b).
Los trabajos fitosociológicos son de data mucho más reciente y no todos específicos del Neuquén, salvo los
estudios de Eskuche, (1973) sobre las causas de la aparición del chaparral de lenga de altura y sobre la capacidad
de adaptación del ñire a condiciones de terreno muy dispares, amplitud ecológica que se refleja también en su gran
dispersión areal, desde Neuquén hasta los canales fueguinos, es decir a todo lo largo y ancho de la provincia
fitogeográfica Subantártica.

E. FITOGEOGRAFIA

Según Cabrera, (1971) la provincia Subantártica está representada en Neuquén por tres distritos: el del Pehuén
(exclusivo del territorio neuquino), el del Bosque Caducifolio y, en una superficie muy restringida, el Valdiviano.
Los distritos indican las grandes variaciones macroclimáticas, afectadas por el relieve regional y están definidos por
distintos agrupamien tos de las especies dominantes.
En general estos distritos no son fácilmente definibles en el terreno ya que existe superposición entre ellos, con
la formación de extensos y complejos ecotonos regionales y locales, debidos a las combinaciones de latitud y
longitud geográficas y al complejo relieve sobre el cual está asentada la formación boscosa.
Un esquema tentativo de la ubicación de los distintos fis tritos está indicado en la Fig. N° 15.
El distrito del Pehuén se desarrolla desde el extremo Norte del Neuquén hasta aproximadamente el límite Sur
del departamento de Aluminé. Desde el Lago Rucachoroi hacia el Sur se superpone con el distrito del Bosque
Caducifolio.
Está caracterizado por la presencia dominante de Araucaria araucana, el pehuén, acompañada generalmente por
un matorral de ñire o por áreas de bosque de lenga y, en muchos lugares, manchones o islotes de roble pellín. Su
aspecto más característico se observa en los alrededores de los lagos Aluminé-Moquehue, Ñorquincó, Rucachoroi y
en los valles de Kilca y Litrán o en la Pampa de Lonco Luán-Primeros Pinos. Muchas veces acompaña a esta
especie un denso estrato de caña colihue (Chusquea culeou) generalmente achaparrada, pero que puede alcanzar los
2 m de altura. El ñire, como ya se dijo, suele ser muy bajo (2-3 m de altura) y muy ramificado.
Una característica llamativa del pehuén es su capacidad para instalarse tanto en el límite superior del bosque
junto con la lenga achaparrada, como en los relieves (morenas y afloramientos rocosos) de los fondos de valle. Lo
mismo puede decirse de su amplitud climático-geográfica que lo ubica desde el borde más seco del bosque (600
mm) hasta la zona del coihue, con 1800/ 2000 mm anuales aproximadamente.
El distrito del Bosque Caducifolio es el más extenso y variable, tanto en su estructura como en su composición
florística. Si bien está caracterizado por la dominancia de la lenga y el ñire, puros o combinados con raulí o roble
pellín, presenta variaciones muy notables relacionadas con las precipitaciones, con la altitud y con la orientación de
las laderas.

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La formación se extiende prácticamente desde el centro de la región cordillerana neuquina (Lago Aluminé)
hacia el Sur, adquiriendo su máxima expresión en las cercanías del límite con Río Negro donde su ancho supera los
60 km. El borde oriental de Distrito tiene características de xerofilia; es un bosque abierto o semicerrado,
combinado con áreas de estepa, en el que predominan el ciprés, el radal, el notro y la laura (Schinus patagonicus)
entre otras, acompañadas por el ñire y a veces por el pehuén.
Hacia el Oeste la vegetación boscosa se hace más cerrada predominando el lengal y el ñirantal tanto en
formaciones puras como acompafiadas por otros Nothofagus entre los cuales se destaca el coihue, en el borde los
lagos. El sotobosque de caña colihue de hasta 4 m de altura, es un rasgo muy característico de esta zona.
Avanzando aún más hacia el Oeste, la complejidad estructural y la diversidad específica de la masa forestal
aumentan en concordancia con el incremento de las precipitaciones, adquiriendo el bosque un aspecto sombrío y
cerrado con gran desarrollo de los ejemplares arbóreos y a veces con la aparición de epífitas, lianas, helechos y
áreas de turberas. Estos rasgos marcan la transición hacia el distrito Valdiviano, del que sólo se encuentran
pequeñas áreas —bastante empobrecidas en especies— en algunos pasos cordilleranos del extremo austral del
Neuquén. A las especies citadas suelen agregarse el alerce (Fitzroya cupressoides), los mañiú macho y hembra
(Saxegothaea conspicua y Podocarpus nubigena), el arrayán (Myrceugenella apiculata), el canelo (Drimys winteri),
el tepú (Tepualia stipularis), diversas mirtáceas rastreras (Myrteola spp), el maqui (Aristotelia maqui), etc.
La Selva Valdiviana propiamente dicha (Hueck, 1966), sólo se encuentra bien expresada en Chile con
precitaciones entre 3500 y 4000 mm anuales; un ejemplo de esta formación puede ver se entre Brazo Blest y
Laguna Frías en la Provincia de Río Negro.

C. DESCRIPCIÓN DE LAS UNIDADES CARTOGRÁFICAS EN ESCALA 1:500.000

Como ya se indicó, el mapa 1:500.000 fue realizado directamente sobre las imágenes satelitarias en falso-
color-compuesto, donde el contraste entre el rojo de la vegetación (alta reflectancia en el infrarrojo) y el verde-
azulado del semidesierto facilitan la ubicación de los límites de la formación. Mucho menos sencillo resulta separar
los distritos Fitogeográficos o definir la distribución real de las distintas especies dentro de la masa boscosa. En
cambio es posible detectar variaciones en la cobertura vegetal, es decir en el cierre del canopeo, a través de los
diversos tonos de rojo y así dividir el bosque en distintos tipos de estructuras tales como formaciones abiertas,
semicerradas y cerradas o densas. Estas diferencias pueden ser luego relacionadas con características fisiográficas y
climáticas, con la posición geográfica de cada zona y con los conocimientos que se tengan del terreno a fin de
asociarlas con los distritos fitogeográficos.
Con toda la información integrada es posible prever la ubicación de ciertas especies así como, indirectamente,
delimitar los distritos citados. Un buen ejemplo de ello es la relación de la araucaria y del ciprés con la cercanía de
la roca o la roca aflorante, en la zona del límite oriental del bosque. Ello también se mantiene en las laderas Norte y
Este de los grandes lagos, las más secas. Sin embargo estas relaciones no son siempre correctas ya que interfieren
en la interpretación los incendios o la imposibilidad de detectar estas especies cuando están mezcladas con lengales
o con áreas de pastizales. El mapeo actual sobre las imágenes y el control terrestre indican que el trabajo de
Rothkugel, realizado entre 1914 y 1916 en escala 1:500.000, es de sorprendente precisión para aquellos lugares en
que tuvo acceso directo o de los que recogió información durante sus viajes. Ello permite extender hoy la
información a zonas no visitadas por ese autor. Así mismo el mapeo de las zonas incendiadas en esa época facilita
la comprensión de algunos de los rasgos actuales.
En la determinación de las Unidades Cartográficas, se combinaron los elementos visuales proporcionados por
el LANDSAT con las relaciones ecológicas conocidas, el muestreo terrestre y la experiencia personal.
Las unidades obtenidas fueron las siguientes:

1) Bosque caducifolio denso con areas de especies perennifolias (S.B.21)


En esta unidad predomina el distrito del Bosque Caducifolio representado principalmente por el bosque de
lenga (Nothofagus pumilio). Esta especie puede alcanzar los 1800 m s.n.m. formando un chaparral muy particular y
constituyendo el “Baumgrenze” (el límite superior del bosque) regido por la presencia y permanencia de la nieve.
La dominancia de esta especie varía de Este a Oeste, de Norte a Sur y por altitud; un ejemplo se muestra en el
esquema de la Fig. N° 16, correspondiente a la zona de Lago Hermoso.
La entrada del coíhue (N.dombeyi) desde el Oeste se efectúa por el fondo de los valles muy húmedos y
bordeando los lagos, dejando su lugar al ñire y a las praderas húmedas y vegas (mallines) en la zona de los 1000-
1500 mm anuales. El ascenso del coihue sobre las laderas no es muy marcado en la zona más seca pero es más
notorio en las laderas Oeste y Sur de la parte occidental de esta unidad cartográfica.

62
Dentro de esta unidad se encuentran el roble pellín y el raulí (N. obliqua, N. nervosa) los que no pueden ser
separados en esta escala. El primero se halla desde el Norte del Lago Tromen hasta el extremo septentrional de la
provincia y el segundo en la zona que rodea los lagos Lácar, Huechulafquen y Quillen (Rothkugel, 1916; Dimitri,
1972). El rauli ha sido muy explotado hace unos 30 años en toda la zona.
El ñire (N. antarctica) como ya se dijo, se encuentra en los piedemontes y fondos de valle formando
manchones más o menos densos y halos alrededor de los mallines. Suele presentar un límite bien definido con el
bosque de lenga adyacente. En esta unidad los individuos pueden alcanzar alturas superiores a los 12 m. Con porte
achaparrado en cambio, se lo encuentra en las laderas más secas, sobre los afloramientos rocosos y en altura, hasta
los 1500 m s.n.m. (pertenece a la unidad siguiente).
En el área que rodea de los lagos Aluminé, Moquehue y Norquinco hasta el Tromen se distribuyen los bosques
mixtos de araucaria (Araucaria araucana) y lenga pertenecientes al distrito del Pehuén, los que no son detectables ni
separables a esta escala. En los alrededores de los lagos Correntoso, Espejo y Traful sucede algo semejante con el
ciprés (Austrocedrus chilense), que en general caracteriza a la zona más seca del bosque. Sin embargo se halla
asociado al bosque de coihue y lenga pero con un porte y aspecto muy diferentes del habitual.
Las pequeñas superficies de Selva Valdiviana tampoco pueden separarse del lengal denso ni del coihue, salvo
por su relación con las isohietas superiores a 3000 mm, y su posición geográfica.

2) Bosque semidenso a abierto, caducifolio o perennifolio (S.B. 22.23)


Esta unidad abarca parte de dos distritos, el del Pehuén y el del Bosque Caducifolio, ya que pueden encontrarse
bosques abiertos de araucaria acompañada por ñire y lenga o cipresales más o menos densos desarrollados sobre
afloramientos rocosos acompañados por ñire, radal y notro, entre otras especies. En esta unidad también están
incluidos los ñirantales tipo “parque” y los ñirantales achaparrados con alta proporción de afloramientos rocosos
que corresponden a las laderas de orientación Este y Norte, ya citados.
La zonificación de la araucaria y del ciprés es longitudinal, predominando la primera entre los 36° 30’ S y los
39° 20’ S mientras que el ciprés tiene su máxima expresión en las latitudes entre Junín de los Andes y el limite sur
de la provincia.
La lenga suele encontrarse dentro de esta unidad formando bosquecillos densos, a veces extensos, por encima
de los 1200-1300 m y generalmente ubicada en cañadones y laderas que miran al S, SO y O. En el área norte de la
Provincia y dentro de la misma unidad aparece el roble pellín en cañadones y laderas frías (Copahue, Manzano
Amargo, etc.)
Dentro de esta unidad están incluidas las áreas que han sufrido incendios recientes o subrecientes. La
separación entre la vegetación natural abierta y las áreas incendiadas sólo puede efectuarse a través de la
interpretación de las fotografías aéreas en escala 1:50.000 y con un buen control terrestre.

3) Mosaico de matorrales e isletas de leñosas con afloramien tos rocosos y estepas (S.BG.XX)
En esta unidad se han agrupado todas aquellas isletas de bosque o matorral de ñire que alternan con extensas
áreas de estepa arbustivo-herbácea o con filos y cumbres rocosas y cuyo tamaño es demasiado pequeño (en esta
escala) para ser dibujadas por separado, tal es el caso de la Sierra del Chachil. La proporción entre bosquecillos y
estepas es variable pero dentro de la unidad van de un 50-70 % de herbáceas o afloramientos rocosos a un 50-30 %
de bosquecillos. Estos casi siempre están formados por ñire achaparrado, lenga, araucaria, y a veces ciprés o roble
pellín.

4) Semidesierto de altura, por encima del límite del bosque (S.Df)


En esta unidad cartográfica se han englobado todas las cumbres y filos que sobresalen de la masa boscosa en la
zona austral (distrito Austral, Altoandino) y las altas cumbres del centro norte de la provincia correspondientes al
Distrito Cuyano de la misma Provincia Fitogeográfica.
En las imágenes se reconoce por su color azulado o blanco, su relieve y su posición topográfica. Generalmente
se trata de faldeos de fuerte pendiente, afloramientos rocosos y acarreos sobre los que aparecen ralos ejemplares de
gramíneas (algo más densas hacia el norte), plantas en cojín y pequeñas áreas de vegas en relación con ojos de agua
provenientes de las manchas de nieve. Su flora es muy variada encontrándose en la zona austral una predominancia
de especies provenientes de la Provincia Patagónica (Distrito Subandino) adyacente. En las altas cumbres del
extremo norte del territorio (Macizo del Tromen, Domuyo, Palao, etc.) por encima de los 2500 m s.n.m. su
composición florística coincide con las especies que se encuentran en Mendoza (Roig, 1964) con una dominancia
de coironales abiertos integrados especialmente por especies de los géneros Poa, Stipa, Festuca, acompañados por
subarbustos y cojines. En esta región también existen vegas de altura, con una flora muy especial.

63
5) Praderas y matorrales de hidrofitas (mallines)(S.HE.)
Los mallines de los bosques han sido descriptos por Dimitri, (1972) en cuanto a su composición florística.
Otros estudios se refieren en cambio a la zona ecotonal y han sido efectuados por Boelcke, (1957). El INTA, Centro
Regional Patagónioo, cuenta con varios trabajos (inéditos) sobre las relaciones entre vegetación, suelos y movirnien
to de la napa freática en los mallines así como ensayos sobre fertilización y manejo de este tipo de formaciones
vegetales.
Tal vez la principal diferencia entre los mallines de la zona ecotonal y los de los bosques reside en que estos
últimos tienen características mejor definidas de turberas, con un gran espesor de materia orgánica sin descomponer
y el agua cercana o sobre la superficie gran parte del año. Las especies son muy numerosas especialmente las
pertenecientes a las Juncáceas, Ciperáceas y Gramíneas. En las zonas climaticamente más húmedas predominan los
Scirpus( junco) bordeados por halos de Carex gayana, Cyperus spp, Eleocharis spp, etc. Muchas veces están
invadidos por caña colihue, por ñire o por chapel (Escallonia virgata) mezclada con densos matorrales de michay
(Berberis spp). En las zonas algo más secas prosperan gramíneas e hierbas de alto valor forrajero como
Deschampsia caespitosa, Dactylis glomerata, Poa pratensis, Festuca pallescens, Trifolium repens (trébol) y
Taraxacum officinale. Juncus lessueurii y Carex gayana también suelen ser elementos comunes en estas
formaciones.
El relevamiento en escala 1:100.000 que está realizando la Dirección General de Bosques y Parques
Provinciales sobre la base de la fotointerpretación y el control terrestre permitirá obtener una subdivisión de estas
grandes unidades cartográficas así como la localización (espacial) de las diversas espcies de valor forestal y el
conocimiento de las relaciones que rigen la distribución y la estabilidad de las masas boscosas. Ello permitirá
utilizar esta información como base para el planteo de ensayos sobre evolución del bosque, su productividad así
como para la planificación de métodos racionales de manejo que permitan aumentar la rentabilidad del recurso sin
producir su degradación o aún la destrucción del ecosistema forestal.

ENUMERACION SISTEMÁTICA DE ESPECIES EN LA DESCRIPCION DEL MONTE NEUQUINO

DENONINACION CIENTTFICA NOMBRE COMÚN

Ephedraceae:
Ephedra ochreata Miers solupe

Gramnineae:
Bromus brevis Nees cebadilla
Bromus tectomum
Brornus uniololdes H.B.K cebadilla
Distichlis scoparia (Kunth) Arech pasto salado – pelo de chancho
Distichlis spicata L pasto salado – pelo de chancho
Hordeum comosum Presl cebadilla patagónica – cola de zorro
Hordeuin murinurn L cola de zorro
Elymus erianthus Phil elimo
Panicum urvilleanum Kunth tupe – ajo macho
Phragmites communis Trim carrizo
Pca lanuginosa Poimet ap Lamamck pasto hilo
Poa ligularis Nees ap Steudel coirón poa
Polypogon monspeliensis (L) Desf. cola de zorro
Sehismus barbatus (L) Thellung pasto fino – pasto cuarentón
Sporobolus rigens (Trin) Desv unquillo
Stipa humilis Vahl lomillo – coirón amargo
Stipa neaei Nees coirón pluma
Stipa speciosa Trin et Rupr coirón amargo
Stipa tenuis Phil flechilla fina
Vulpia spp

Juncaceae:
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Juncus acutus L. Junco

Amaryllidaceae:
Rhodophiala spp cebolla de campo

Salicaceae:
Salix Humboldtiana Willd sauce criollo

Chenopodiaceae:
Atriplex lampa Gill et Moquin zampa
Atriplex undulata (Moq) O. Dietr zampa crespa
Atriplex patagonica Moq. vidriera
Heterostachys ritteriana (Moq.)
Ung. Stern jumecito
Salicornia ambigua Mich jume
Suaeda divaricata Moq. vidriera

Halophytaceae:
Halophytum ameghinoi (Speg) Speg verdolaga

Nictaginaceae:
Bougainvillea spinosa (Cay) Hermerl monte negro - uña de gato

Rosaceae:
Tetraglochim alatum (Gill et Hook) O.K

Leguminosar:
Anarthrophyllum rigidum (Gil ex H.
A.) Hiemon mataguanaco
Cassia aphylla Cav. Pichana – pichanilla del perro
Cercidium praecox (R et P) Harms brea – chañar brea
Geoffroea decorticans (Gill) Burk chañar
Hoffmanseggia trifoliata Cay. porotillo
Hoffman.seggia falcaria Cay. porotillo
Prosopidastmum globosum (Gill ex Hook
et Am.) Burk manca-caballo
Prosopis alpataco Phil alpataco
Prosopls denudans Benth
Prosopis Castellanosii Burk
Pmosopis strombulifera Bentham retortuño – pata de loro

Geraniaceae
Emodium cicutamium (L) L’ Herit. ex Ait alfilerillo

Zygophyllaceae:
Larrea divaricata Cay. Jarilla hembra
Larrea cuneifolia Cay. Jarilla macho
Larrea nitida Cay. Jarilla de río – jarilla crespa
Larrea Ameghinoi Speg jarilla

Euphombiaceae:
Euphorbia portulacoides L.em Spreng pichoa
Colliguaya integerrima Gill et Hook ex Hook duraznillo - coliguay

Anacardiaceae:
Schinus polygamus (Ccv) Cabr. molle
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Rhamnaceae:
Trevoa patagonica Speg malaspina

Cactaceae:
Maihuenia patagonica Phil chupasangre

Umbelliferae:
Mulinum spinosurn (Cay.) Pers. neneo

Borraginaceae:
Pectocamya linearÁs (R et P> D.C.

Verbenaceae:
Acantholippia seriphioides (A Cray) Mold tomillo
Verbena seriphioides Gill et llook
Verbena connatibracteata O.K. tomillo
Verbena ligustrina Hag.

Scrophulariaceae
Monttea aphyila (Miers) Benth et Hook matasebo macho
Verbascum thapsus L turulo – paño

Oleaceae:
Menodora robusta (Benth) A Cray matasebo hembra

Solanaceae:
Lycium arneghinoi Speg
Lycium chilense Miers ex Bemtem yaoyin—yauyin
Lycium gilliesianum Miers yaoyin—yauyin
Lycium tenuispinosum t4iers yaoyin—yauyin
Fabiana peckii Mcd (= F. Viscosa R et P)

Plantaginaceae:
Plantago patagonica Jacq peludilla

Calyceraceae:
Boopis anthemoides Sus
Calycera crassifolia (Miers) Hicken

Compositae:
Aylacophora deserticola Cabrera
Bacchanis salicifolía (R. et P.) Pcrsoon chilca
Baccharis darwinii Hooi et Arn
Dusseniella patagonica (O.Hoffm) K. Schuniman
Doniophyton patagonicum (Phil) Hieronymus
Chuquiraga avellanedae Lorents quilembai
Chuquiraga hystrix Don chilladora
Chuquiraga erinacea Don chilladora
Cyclolepis genistoides Don matorro – palo azul
Gochnatia glutinosa (Don) ex Hook jarillita
Grindelia chiloensis (Corn) Cabrera melosa – Santa María
Gutierrezia solbrigii Cabrera
Hyalis argentea Don ex Hook et Am olivillo
Haplopappus pectinatus Phil peinecillo
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Psila spartioides (Hook e Arn) Cabrera pichana
Senecio filaginioides D.C.
Senecio bracteolatus Hook e Am monte chileno – cortapuna
Tessaria absinthioides (Hook es Am D.C.) pájaro bobo
Thymophylla belenidium (D.C.) Cabrera

Enumeración de especies encontradas en las zonas de Auca Mahuida, Chihuidos y Cordillera del Salado.

Ephedraceae:
Ephedra frustiilata Miers

Gramineae:
Cortaderia araucana Stapf cortadera
Festuca argentina (Speg) Parodi huecú
Elymus emiarithus var. erianthus Phil elimo
Stipa spinosa var. breviglumis Parodi coirón amargo
Stipa speciosa var. manclequensis Parodi coirón amargo
Hordeum comosum var. comosum Presl cebada patagónica
Hordeurn comosum var.bifidum Presl cebada patagónica
Poa dusenii Hack in Dus
Poa patagonica var patagonica Phil

Leguminosae:
Anarthrophyllum rigidum (Speg) Hier mataguanaco
Anarthrophyllum patagonicum (Speg) neneo macho
Astragalus montícola Phil garbancillo
Astragalus pehuenches Vied (= A. inflatus (Gill)
Stand= A. Striatus Reiche) garbancillo
Astragalus cruckshanksii (H.& Mm) garbancillo
Cassia arnottiana Ciii et Hook tara - sen
Cassia Kurtzii Hrms cacho carnero
Prosopis Casteliaflosii Burk

Polygalaceae:
Polygala spinescefls
Polygala patagøflica

Rosaceae:
Geum spp
Tetraglochin alatum Kunt ex Poep

Euphorbiaceae:
Stiliingia patagonioa (speg) Pax et Hoffm
Colliguaya integerrima Gill et Hook ex Hook colliguay - duraznillo
Euphorbia portulacoides L. em. Spreng pichoa

Loasaceae:
Loasa bergii Hier

Urnbelliferae:
Azorella caespitosa Hook leñapiedra
Mulinum microphyllum (Car) Pers. neneo
Mulinurn spinosum (Car) Pers. neneo

Verbenaceae:
Acanthoiippia seriphioides (A.Cray) Mold tomillo
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Verbena ligustrina Lag.

Compositae:
Chuqulraga oppositifolia Don grasa de yegua - grasiyegua
Chuquiraga kingii Ball (= Ch. argentea Speg)
Nassauvia fuegiana (speg) Cabrera

68
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PROVINCIA DEL NEUQUÉN
MINISTERIO DE ECONOMÍA Y HACIENDA
SUBSECRETARÍA DE ESTADO DE RECURSOS NATURALES

ESTUDIO DE LA VEGETACIÓN
NATURAL DE LA
PROVINCIA DEL NEUQUÉN
TOMO II.
RELEVAMIENTO. ANEXO FIGURAS Y FOTOGRAFÍAS.

Clara P. MOVIA
Guillermo H. OWER
Carlos E. PEREZ

108
1982
PROVINCIA DEL NEUQUEN

AUTORIDADES PROVINCIALES

AÑO 1983

SEÑOR GOBERNADOR:

GENERAL Br. (R) Dn. Domingo Manuel TRIMARCO

SEÑOR MINISTRO DE GOBIERNO, EDUCACIÓN y JUSTICIA a cargo de la Secretaría de Estado del


COPADE:

Est. Alberto Manuel FERNÁNDEZ

SEÑOR MINISTRO DE ECONOMÍA Y HACIENDA

Cr. Ernesto MARTI RETA

SEÑOR MINISTRO DE OBRAS Y SERVICIOS PÚBLICOS:

Ing. Ricardo Nicanor GUTIÉRREZ

SEÑOR MINISTRO DE BIENESTAR SOCIAL

Ing. Tulio Eduardo FERRARESSO

SEÑOR SECRETARIO GENERAL DE LA GOBERNACIÓN

Cnl. (R) D. Rodolfo César GARCÍA

SEÑOR SUBSECRETARIO DE ESTADO DE DESARROLLO:

Cr. Manuel ROJO

SEÑOR SUBSECRETARIO DE ESTADO DE RECURSOS NATURALES:

Gr. Juan Carlos BATTAGLIA

SEÑOR DIRECTOR GENERAL DE TIERRAS Y COLONIZACIÓN:

A/C. Cr. Jorge ABDALA

SEÑOR DIRECTOR GENERAL DE AGRICULTURA Y GANADERÍA

Cr. Jorge ABDALA


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SEÑOR DIRECTOR GENERAL DE BOSQUES Y PARQUES PROVINCIALES

Ing. Francisco Mirco SUSTE


SEÑOR DIRECTOR GENERAL DE RECURSOS FAUNÍSTICOS

Ing. Norberto Horacio LLANTADA

SEÑOR DIRECTOR GENERAL DE MINERÍA

Lic. Francisco José GUTIÉRREZ

AGRADECIMIENTOS

Se reitera el agradecimiento de los autores a todas las personas citadas en el Tomo 1, de esta serie y se hace
extensiva a quienes colaboraron con sus conceptos y opiniones en la elaboración de este III Tomo.
Son ellos los docentes de Ecología Vegetal y Fitogeografía de la Facultad de Agronomía de Buenos Aires,
Ingenieros Agrónomos Rolando León y Clara Pía Movia.
El primero colaboró en la evaluación de la metodología empleada y efectuó interesantes observaciones sobre
aspectos fitosociológicos. La segunda, en esta etapa, asesoro y supervisé las tareas concernientes a la delimitación y
diferenciación de unidades cartográficas.
También se deja constancia del reconocimiento al Sr. Néstor Fuentealba, por su gentil colaboración en las
tareas de reproducción gráfica de los textos y a la Srta. Olga Inés Diomedi y Sra. Mónica G. Lobos de Guarini, por
sus tareas de dactilografía, como así mismo la eficiente labor en la diagramación del trabajo de la Srta. Eva G.
Herrero y el Sr. Sergio R. González.
La identificación taxonómica de las especies vegetales descriptas en este estudio, fue realizada en la cátedra de
Botánica Agrícola Sistemática de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional del Comahue, por el
miembro de este equipo de investigación y profesor adjunto de aquella asignatura, Ing. Agr. Carlos Eduardo Pérez,
con la colaboración de la Ing. Luisa Conticello, asistente de docencia.
Duplicados del material recolectado se han incorporado al herbario de dicha Facultad, habiendo intervenido en
su preparación y montaje, la profesora Liliana A. de Donnari, auxiliar de docencia de esa cátedra.

Advertencia al lector:

Tras la lectura del Tomo I (Informe preliminar sujeto a revisión) se notará en el tercero, un cambio en el
sistema de nomenclatura de todas las unidades descriptas.
Ello surgió corno consecuencia de la necesidad de simplificar la simbología y en algunos casos, tras haber
hecho el relevamiento de todo el territorio provincial, la cantidad de unidades del mapa final logrado.
Por ello, se indica en la siguiente tabla la equivalencia de ambos sistemas.

NOMENCLATURA ACTUAL NOMENCLATURA ANTERIOR

E1 M.E.1

E2 M.E.1.3. -M.E.1.3.f.

E3 M.E.2

E4 M.E.1.9.

E5 M.E.1.10.11.
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E6 M-P.E.1.12.13.

E7 – E7b M.E.CI - M.E.XIIb

E8 M.E.CII

E9 M.E.CIII

E10 M-P.E.XVII

E11 M-P.E.8

E12 M.E.4.

E13 M.E.3

E13 M.E.3.m.

E14 M.E.3.4.

E15 -

E16 P.E.XIX

E17 -
E18 -

E19 -

E20 -

E21 M-P.E.5.6.7.

E22 -

E23 -

E24 M-P.E.5.6.7.

EDs M.D.E.XIV

EDp. Mdp.

E.Dps M.D.XIII

F1
F2

F3 Unidad Chihuidos

F4

F5

F6
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F7 Unidad Auca Mahuida

G1

G2

G3

G4

G5

G6

G7

D1 Incluye entre otras la unidad S.D.f

Db Peladal sobre basalto

Dy Peladal sobre yeso

H1 S.H.E.

H2 -

X1 M.E.B.XI

X2 M.E.XV

X3 M-P.E.XVI

X4 M-P.E.XVIII

X5 S.B.G.XX

B1 S.B.21

B2 S.B.22.23

112
FE DE ERRATAS DE TOMOS I y II

a) Donde dice Verbena juncea, léase Verbena glauca (V.glauca Gill et Hook).

b) En Tomo 1, página 95, 90 renglón, dice colliguaya integerrima; léase Colliguaya integerrima.

c) En Tomo 1, página 99, a continuación del 11° renglón debe agregarse:


“Esta unidad (E 16) también se extiende hacia el S. del arroyo Picún Leufú en sus nacientes. El límite O lo
constituye el cordón de Trapial Mahuida, y quedan incluidos los siguientes parajes: Cerro del Sapo y Aguada del
Sapo, Cerro Chacaico y Cerro Caichigüe.
También aquí se nota una diferenciación en la composición florística de las laderas y los valles
intermontanos (ho y hv), dispuestos en dirección NO-SE.
Un censo sobre faldeos que miran al O, indica:
Trevoa patagonica 1
Stipa specicsa 1
Ephedra andina +-1
Grindelia chiloensis +-1
Cassia arnottiana +-1
Verbena connatibracteata +
Lycium spp +
Verbena ligustrina +
Chuquiraga straminea +
Astephanus fallax +
Tetraglochin alatum +

En los valles intermontanos (hv) se nota un incremento en la frecuencia de algunas especies como
Cortaderia sp: cuya descripción más detallada se efectúa separadamente en ]a unidad H 2.
Otra especie que incrementa su dominancia hacia el Sur de esta área es Haplopappus pectinatus en
tanto que disminuye ostensiblemente Verbena glauca.”

d) En lo referente a la superficie ocupada por cada unidad, algunos valores han sufrido modificaciones
derivadas de ampliaciones de aquellas al completarse el estudio de la provincia fitogeográfica de la Patagonia. Por
tanto para consultar cada superficie, se aconseja al lector guiarse exclusivamente por el cuadro N° 8 que acompaña
el presente informe.

e) La figura N° 2, del Tomo II: Mapa Fitogeográfico del Neuquén, es reemplazada por la figura N° 21 del Tomo
III.

f) La página 63 del Tomo I fue incluida erróneamente por lo que debe ser separada del texto.

g) En la página 64, renglón 15, debe leerse: “Las efímeras están comúnmente poco representadas...”

h) Fig. 14, Tomo II, donde dice Chuquiraga patagónica (Área Patagonia) debe leerse Ch. straminea.

113
114
UNIDADES CARTOGRAFICAS:descripcíón

E6 - Larrea divaricata, Larrea nitida y Verbena glauca con acompañantes diversas.

En esta unidad se mezclan especies del Monte con abundantes especies del distrito patagónico de la Payunia.
Su superficie es de aproximadamente 16.000 ha. Dicha mezcla se transforma cada vez mas en un característico
monte a medida que se desciende desde los 1.600 m hasta el estrecho valle del río Barracas. Larrea divaricata
desarrolla hasta niveles de altitud excepcionales y únicos en el territorio provincial como son los 1.500 m. Ello hace
que se combinen Larrea nitida, Larrea divaricata, Verbena glauca, Schinus polygamus, Prosopis denudans,
Grindelia chiloencis, Bougainvillea spinosa y Trevoa patagonica con otras especies patagónicas como Mulinum
spinosum, Maihuenia patagonica, Cassia kurtzii y gramíneas muy aisladas del género Stipa a modo de transición
entre ambas provincias fitogeográficas. La estratificación es manifiestamente doble: el primer nivel de 0,70 m. lo
componen Bougainvillea spinosa, Larrea divaricata, Larrea nitida y Schinus polygamus.
El otro está compuesto por especies netamente patagónicas que forman una cobertura relativamente baja.
Se observa en todo el sector, fuerte erosión eólica e hídrica con gran cantidad de cárcavas. Los suelos son
sueltos areno-limosos y de color claro.
En cambio, el sector más bajo cercano a los 1.200 m.s.n.m. muestra una clara apariencia de monte, también
con dos estratos pero con mayor abundancia de especies tales como Chuquiraga hystrix, Ch. erinacea,
Acantholippia seriphioides, Prosopidastrum globosum, Prosopis alpataco, y Lycium chilense.
Aquí las efímeras son escasas, la cobertura de las perennes no es mayor al 20 % y a este nivel se observan
abundantes fragmentos gruesos volcánicos sobre suelo arenoso. Las evidencias de erosión hídrica y eólica son
mayores y la cantidad de pastos es menor por efecto del excesivo pastoreo.
A tan solo 18 Km. al E. de Barrancas, a la altura de los 1.200 m.s.n.m aparecen cada vez más abundantes los
ejemplares de Cercidium praecox y de Monttea aphylla que van definiendo claramente la transición hacia el monte.
Este avanza a manera de cuña desde oriente, hasta casi la desembocadura del arroyo Butacó en el valle del río
Barrancas.
Lista florística:

Muy frecuentes: Larrea nítida 3


Larrea divaricata 3
Verbena glauca 3

Frecuentes. Bougainvillea spinosa 2


Schinus polygamus 2
Grindelia chiloensis 2
Mulinum spinosum 2
Cassia Kurtzii 2

Poco frecuentes: Prosopis denudans 1


Prosopis alpataco 1
Ephedra ochreata 1
Stipa speciosa 1

Raras: Acantholippia seriphioides +


Prosopidastrum globosum +
Lycium chilense +
Lycium tenuispinosum +
Fabiana peckii +
Chuquinga rosulata +
Chuquiraga erlnacea +

E15 - Senecio filaginoides, Stipa spp y Larrea nitida

Estepa arbustiva media, de Senecio filaginoides, Stipa spp, y Larrea nitida. Esta unidad se localiza al SE del
Neuquén, a orillas del río Limay, constituyendo una zona de transición hacia la Provincia Patagónica abarcando una
superficie aproximada de 25.000 ha.
115
Se encuentra sobre las laderas que bajan hacia el río Limay desde una altura de 750 a 500 m.s.n.m., cortadas
por cañadones en algunos casos muy profundos, con cursos de agua ocasionales. El relieve es, por ello, ondulado y
generalmente orientado hacia el E.
El suelo en la superficie es de textura gruesa (arenoso) presentando frecuentemente muy pequeños fragmentos
gruesos (1-2 cm. de diámetro).
Queda definida como una estepa arbustiva media, de 0,60 a 0.70 m de altura promedio, biestratificada, de
Senecio filaginoides, Stipa spp, y Larrea nítida.
El primer estrato, de una altura media de 0.80 m. ésta representado principalmente por varias de las especies
que dominan en el Monte: Schinus polygamus, Lycium chilense, Larrea nítida; y otras de Patagonia: Senecio
subulatus y Anarthrophyllum rigidum.
Hacia el límite con la unidad F6 pueden aparecer ejemplares de coliguay (Colliguaya integerrima) en forma de
manchones. El segundo estrato es bajo de 0,20 a 0,30 m de altura, y en él dominan el charcao (Senecio filaginoides)
y los coirones amargos (Stipa humilis, Stipa speciosa y Stipa neaei) y son acompañadas por la melosa (Grindelia
chiloensis), el tomillo (Acantholippia seriphioides) y el solupe (Ephedra ochreata). En algunos sectores y
frecuentemente asociada a las acumulaciones de arena, aparece el unquillo (Sporobolus rigens).
Las efímeras suelen estar representadas por Bromus tectorum, el alfilerillo (Erodium cicutarium), el pasto fino
Schismus barbatus) y Vulpia spp entre otras.
La cobertura de las perennes normalmente no supera el 25 % observándose grandes superficies de suelo
descubierto ya que también es muy baja la cobertura de las efímeras (5 %).
Se han visto signos elocuentes de sobrepastoreo en casi toda el área, no sólo por las evidencias ya mencionadas
sino también por la existencia de especies arbustivas muy ramoneadas como el caso del llaollín (Lycium chilense)
Asimismo son notorios los rasgos de la erosión hídrica y eólica como surcos, grandes cárcavas y
acumulaciones de arena respectivamente.
El valle que origina el río no es muy amplio. Sólo en escasos lugares se observan pequeños bosques en galería
de sauce (Salix fragilis).
Lista florística:
Muy frecuentes: Senecio filaginoides 2-3
Schinus polygamus 2-3
Stipa humilis 2
Senecio subulatus 2
Larrea nitida 1-2

Frecuentes: Lyciurn chilense 1


Grindelia chiloensis 1
Stipa speciosa 1
Acantholippia seriphioides 1

Poco frecuentes: Stipa neaei +-l


Ephedra ochreata +-l

Raras: Colliguaya integerrima 1


Mulinum spinosum +-1

E17 - Colliguaya integerrima, Trevoa patagonica y Ephedra andina con gramíneas varias (Stipa spp. Poa
spp y Festuca spp)

Se extiende aproximadamente desde los 1200 m. hasta los 1.700 ni sobre los faldeos del volcán Tromen.
Los primeros 200 m lo conforman terrazas sucesivas de pendiente regular (15-20 %) que muestran una
superficie de suelo arenoso (fragmentos medios a gruesos) con abundantes restos de rocas volcánicas intercaladas y
en algunos casos con afloramientos de considerable extensión. Sobre las porciones arenosas desarrollan
especialmente las gramíneas, en tanto se nota más abundancia de arbustos en sectores ricos en material rocoso.
Pueden diferenciarse dos estratos de las siguientes alturas promedio: el primero de 0,60 m compuesto por
Colliguaya integerrima y Trevoa patagonica; el segundo, de 0,40 m lo conforman Mulinum spinosum, Ephedra
andina y Cassia kurtzii, éstas dos últimas muy abundantes y frecuentes, acompañadas de gramíneas varias como

116
Stipa humilis, Stipa speciosa, Stipa neaei, Festuca kurtziana, Poa ligularis y Poa huecu, todas en cantida des o
proporciones que no destacan a ninguna de ellas como dominante.
Las especies perennes (gramíneas y leñosas) representan el 30 % del total de la cubierta vegetal, en tanto que
las efímeras apenas alcanzan aproximadamente un 10 %.
Hay un 60 % de suelo desnudo, que corresponde a las rocas basálticas dispersas.
Lista florística:

Muy frecuentes: Colliguaya integerrima 3


Trevoa patagonica 2
Mulinum spinosum 2

Frecuentes: Senecio filaginoides 2


Ephedra andina 2
Cassia kurtzii 1
Stipa humilis 1
Stipa speciosa 1
Hordeum comosum 1

Poco frecuentes: Stipa neaei +-1


Festuca kurtziana +-1
Poa ligularis +-1
Poa huecu +-1
Oxalis valdiviensis +-1
Boopis gracilis +-1
Tetraglochin alatum +-1

Raras: Prosopis castellanosii +


Adesmia obovata +
Senecio arnotii +
Amsinckia hispida +
Echium vulgare +
Lactuca serriola +
Salsola kali +
Marrubium vulgare +

La parte más alta de esta unidad, presenta pendientes algo más suaves y el suelo tiene textura
predominantemente fina de tinte amarillento con mayor cantidad de rocas basálticas fragmentadas en superficie.
Aquí la cantidad de arbustos se reduce notablemente al par que las gramíneas aumentan. Se ven aisladas matas
de Ephedra andina separadas 15-20 m entre sí, y escasos ejemplares de Schinus polygamus.
Hay carencia completa de efímeras y se observa un 35 % del suelo cubierto con gramíneas y sólo 5 % con
arbustos cada vez más achaparrados. El resto es suelo desnudo. En esta áreas se observa un aumento en la presencia
de Adesmia obovata, y mayor abundancia de Festuca kurtziana, Poa huecu, Perezia recurvata, Senecio
microcephalus, Haplopappus pectinatus y Gutierrezia baccharoides.
La superficie estimada para esta unidad es de 135.000 has.

E18 - Colliguaya integerrima, Trevoa patagonica y Nassauvia axillaris.

Estepa arbustiva media, de 0,50 a 0,60 m. de alto, de Colliguaya integerrima, Trevoa patagonica y Nassauvia
axillaris.
Esta unidad de vegetación comprende una franja estrecha y larga en sentido N-S que corresponde a un área
montañosa ubicada entre las rutas nacionales 40 y 231, con su extremo S en las proximidades de Las Lajas y el N
cerca de la localidad de Chos Malal. Totaliza una superficie aproximada de 391.000 ha.
Está relacionada con una buena parte de las sierras sedimentarias plegadas caracterizadas por la presencia de
depósitos litorales y marinos.

117
Estas sierras conforman un paisaje quebrado y áspero con alturas que varían entre los 1000 y 1900 m.s.n.m. y
en las que predominan los afloramientos da areniscas conglomeradas, arenillas verdes, lutitas y calizas de color gris
oscuro.
La alternancia permanente de elevaciones y quiebres determina constantes cambios en la lista florística de la
unidad, hecho que se puede visualizar en la Figura N° 17. Sólo algunas especies se repiten a lo largo de la unidad,
estando lógicamente entre ellas las dominantes.
Tres estratos bien diferenciados tiene esta estepa arbustiva siendo el primero de una altura media de 0.80 ni. En
él dominan Colliguaya integerrima (coliguay) y Trevoa patagonica (malaspina) y son acompañadas por Schinus
polygamus (molle), Anarthrophyllum rigidum (mata guanaco), Lycium chilense (llaollín), Adesmia campestris
(mamuel choique) y muy esporádicamente y hacia el E., Larrea nitida (jarilla de río). No existe estrato arbóreo
excepto la presencia de grupos de sauces (Salix fragilis) implantados por el hombre próximos a las viviendas.
El segundo estrato tiene una altura de 0.40 m y en él se halla otra especie dominante: Nassauvia axillaris.
Es acompañada por: Chuquiraga straminea, Senecio subulatus, Verbena glauca y Tetraglochin alatum (espina
de pescado).
El estrato inferior, entre los 0.05 y 0.30 m de alto, está representado por: Stipa speciosa y S. humilis (coirón
amargo), S. neaei (coirón pluma), Poa lanuginosa (pasto hilo), P. resinulosa, Mulinum spinosum (neneo),
Haplopappus pectinatus (peinecillo), Senecio filaginoides(charcao), S. microcephalus, S. divaricoides, S. coxi,
Cassia arnottiana (tara), C. kurtzii (alfalfita), Adesmia fernandezii, A. trijuga, Berberis empetrifolia, Euphorbia
portulacoides (pichoa), Maihuenia patagonica (chupa sangre), Ephedra andina, Hordeum comosum (cola de zorro),
Loasa sp, Gillia sp, Vulpia sp, Taraxacum officcinalis (diente de león), Amsinckia hispida, Glycyrrhiza astragalina
y Bromus setifolius (cebadilla patagónica).
Dentro de las anuales se pueden citar a: Bromus tectorum (pastito de invierno), Lactuca serriola (lechuga
silvestre) y Erodium cicutarium (alfilerillo). La cobertura vegetal es de alrededor del 35 %.
Existen algunas áreas en las que dominan especies tales como Ephedra andina, Cassia kurtzii e incluso
Maihuenia patagonica junto a Trevoa patagonica y Colliguaya integerrima. Ello ocurre por ejemplo en las
proximidades de Naunauco-Colipilli. En otras ocasiones, adquieren valores altos de dominancia Haplopappus
pectinatus cerca de Huncal y Adesmia trijuga en la Cuesta de Nonial.
Se observan en casi toda la unidad signos de erosión eólica e hídrica junto a evidencias notables de
sobrepastoreo (gramíneas protegidas por arbustos, matas en forma de anillo, muy baja cobertura, etc.).
Lista florística:

Muy frecuentes: Nassauvia axillaris 1-2


Colliguaya integerrima 1-2
Trevoa patagonica 1-2
Stipa humilis 1-2
Stipa speciosa 1-2
Hordeum comosum 1
Schinus polygamus +-l

Frecuentes: Senecio filaginoides 2


Mulinum spinosum 2
Ephedra andina 2
Adesmia campestris 1
Adesmia trijuga 1
Stipa neaei 1
Cassia arnottiana +-1

Poco frecuentes: Haplopappus pectinatus 2


Poa resinulosa 1
Maihuenia patagonica 1
Tetraglochin alatum +-1
Gillia sp +

Raras: Cassia kurtzii 2


Senecio divaricoides 2
Poa lanuginosa 1-2
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Senecio microcephalus 1-2
Verbena glauca 1
Anarthrophyllum rigidum +-1
Euphorbia portulacoides +-1
Larrea nitida +
Senecio coxi +
Chuquiraga straminea +
Adesmia fernandezii +
Berberis empetrifolia +
Lycium chilense +
Amsinckia hispida +
Vulpia Sp +
Loasa Sp +

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E19 - Colliguaya integerrima, Mulinum spinosum y Nassauvia axillaris.

Estepa arbustiva media, de 0.50 m. de altura, de Colliguaya integerrima, Nassauvia axillaris y Mulinum
spinosum. Constituye una unidad de pequeña superficie, aproximada mente 50.000 ha, que se ubica en el centro-sur
de la Provincia, en los alrededores del Paraje Aguada Florencio.
El relieve de la región es algo quebrado generalmente en sentido N-S con pendientes suaves y alturas poco
pronunciadas, entre los 900 y 1000 m.s.n.m.(Ver diagrama correspondiente).
La superficie del suelo es de textura gruesa (arenosa) presentando afloramientos de areniscas consolidadas en
las cimas de elevaciones relacionadas a una cubierta vegetal más baja. El suelo está constituido por material de
origen sedimentario mostrando en algunos sectores gravas y gravillas fuertemente cementadas con calcáreo,
observándose en la superficie con coloraciones blanco-grisáceas.
Esta estepa arbustiva media de Nassauvia axillaris, Mulinum spinosum, Colliguaya integerrima (coliguay) es
triestratificada. Su primer estrato, muy abierto, de 0.60 - 0.65 m de altura, está representado por Chuquiraga
straminea, Chuquiraga erinacea (chilladora), Verbena ligustrina, V. alatocarpa, Prosopis denudans (algarrobo del
chancho), Larrea nítida (jarilla del río), Schinus polygamus (molle), Berberis cuneata (michay) y Adesmia
campestris. En el segundo estrato, de 0,45 m de altura, se hallan dos de las especies codominantes de la unidad:
Colliguaya integerrima (coliguay) y Nassauvia axillaris, generalmente en extensos manchones que alternan entre sí.
Son acompañadas por Senecio filaginoides (charcao), S. perezii, Stipa neaei coirón pluma), Tetraglochin alatum
(espina de pescado), Margiricarpus Sp, Ephedra ochreata (solupe) y Lycium chilense (llaollín).
El tercer estrato, de 0,20 m de altura, está conformado normalmente por Mulinum spinosum (neneo), Stipa
humilis (coirón amargo), S. speciosa (coirón amargo), Cassia arnottiana (tara), Ephedra andina (pingo-pingo), E.
frustillata, Adesrnia Sp, Astragalus Sp, Sisyrinchium Sp, Polygala spinescens, Acantholippia seriphioides (tomillo),
Poa lanuginosa (pasto hilo), Cerastium arvense (troicachu), Gutierrezia solbrigii, Haplopappus pectinatus
(peinecillo), Mulinum microphyllum (neneo) y Maihuenia patagonica (chupa sangre). Hay además, algunas
especies volubles como Mutisia spp y Magallana porifolia.
Como anuales es posible hallar a Lactuca serriola (lechuga silvestre) y Bromus tectorum (pastito de invierno)
entre otras.
La cobertura vegetal de las perennes varia entre 25 y 30 % aunque hacia el O puede llegar al 50 %, en tanto
que las anuales cubren un E a 10 % del suelo.
Se observa alto grado de erosión eólica con acumulación de arena hacia el oriente de las pequeñas cimas de las
elevaciones. También suelen encontrarse surcos, cárcavas y hasta profundas cañadones, índice elocuente de lo que
producen las lluvias ocasionales.
Una prueba notable de que la unidad descripta podría ser considerada como de transición es que en general, en
las laderas que miran al O predominan las especies típicas del Monte mientras que en las laderas orientadas al E, lo
hacen las que son características de la Patagonia. En la figura N° 18, se puede observar lo descrito.
Los bolsones y lugares reparados sin impedimentos aparentes en la superficie del suelo, son ocupados por
gramíneas sobresaliendo particularmente Stipa humilis. En otras ocasiones, se encuentran áreas mallinosas de
Cortaderia spp, Stipa humilis y otras especies.
Lista florística:

Muy frecuentes: Nassauvia axillaris 2


Colliguaya integerrima 2-3
Mulinum spinosum 1-2
Stipa humilis 1-2
Stipa speciosa 1

Frecuentes: Chuquiraga straminea 2


Prosopis denudans 1
Larrea nitida 1
Cortaderia spp 1
Schinus polygamus 1
Verbena ligustrina 1
Senecio filaginoides 1
Ephedra ochreata +-1
Poa lanuginosa +-1
Maihuenia patagonica +
121
Poco frecuentes: Senecio perezii 1
Stipa neaei 1
Ephedra ochreata +-1
Cassia arnottiana +
Ephedra andina +
Magallana porifolia +
Polygala spinescens +
Acantholippia seriphioides +
Adesmia campestris +
Bromus tectorum +
Haplopappus pectinatus +
Gutierrezia solbrigii +
Mulinum microphyllum +

Raras: Cerastium arvense +


Berberis cuneata +
Mutisia spp +
Sisyrinchium spp +
Astragalus sp +
Adesmia sp +
Lycium chilense +
Chuquiraga erinacea +

122
123
E20 - Fabiana imbricata y Mulinum spinosum

Estepa arbustiva media de 0,80 m de altura de Fabiana imbricata y Mulinum spinosum, junto a varias especies
más de porte mediano como Colliguaya integerrima, Chuquiraga oppossitifolia, Schinus montanus (huingán),
Trevoa patagonica y Collettia spinossisima, dispuestas en general sobre faldeos rocosos. Su superficie es
aproximadamente de 132.000 ha.
Esta unidad se extiende al norte del río Reñi-Leuvú a modo de cuña, entre el río Nahueve al O y faldeos de la
Cordillera del Viento al Este. A la altura de la población de Las Ovejas, la mencionada cuña se orienta hacia el Este
disponiéndose en diagonal, a ambas márgenes del río Neuquén hasta la desembocadura de los arroyos Atreuco,
Manchana Covunco y Covunco en el río Varvarco.
Todos los faldeos sobre esta red hidrográfica pertenecen a la unidad, hasta una altura de casi 1500 m.s.n.m. por
encima predominan los pastizales.
En su mayoría presentan un grado de erosión moderada a ligera en el sector O y severa sobre los que se ubican
en la Cordillera del Viento. Se observa un notable predominio de material rocoso en superficie. Por su parte el
límite meridional de la unidad alcanza los campos ubicados al sur de la población de El Huecú.
La vegetación está biestratificada. El primer estrato tiene una altura promedio de 0,75-0,80 m. y en él dominan:
palo piche (Fabiana imbricata), chila o neneo (Mulinum spinosum), coliguay (Colliguaya integerrima), huingán
(Schinus montanus), malaspina (Trevoa patagonica) y yaque (Collettia spinossisima).
En algunos lugares aparecen manchones de Chuquiraga oppossitifolia), Adesmia aff. campestris y
Anarthrophyllum rigidum. Al borde de arroyos abundan Berberis buxifolia, Maytenus boaria, Chacaya trinervis y
Buddleja globosa.
El segundo nivel de la vegetación, tiene una altura media de 0,30 m y ofrece mayor variedad de especies.
Sobre los faldeos secos o medianamente húmedos, suelen dominar Polygonum strypticum, Oxalis valdiviensis ,
Verbena glauca, Senecio divaricoides, Mulinum spinosum, Senecio filaginoides, Cassia arnottiana.
En general la cobertura promedio es de 30 %, agregándose un 5 % más de especies anuales como Madia sativa,
sumamente abundante, Erodium cicutarium (alfilerillo), Myosotis discolor, Sonchus asper, Schizanthus graham
(bocas de tigre), Lactuca serriola y Echium vulgare.
A medida que disminuye la altura y la vegetación tienen más humedad, otras especies se incorporan a esta
lista, tales como Senecio microcephalus, Viguiera revoluta, Mentha pulegium, Polypogon monspelliensis,
Hypericum perforaturn, Solanum valdiviense, Verbascum thapsus, Leuceria lithospermifolia, etc.
Abundan faldeos extremadamente pastoreados, donde sólo pueden verse densas poblaciones de Centaurea
calcitrapa y/o Centaurea solstitialis, ésta última otorgando un curioso tinte amarillento a los campos.
Junto a estos “abrepuños”, sólo se ven algunas plantas de neneo. Un claro ejemplo de lo dicho puede
observarse en el paraje Camalón, sobre la Ruta Provincial N° 39, en campos cercanos a viviendas de pobladores.
Este paisaje es abundante en la zona, y dan testimonio del intenso pastoreo y posterior erosión eó lica y/o
hídrica. En último caso abundan las cárcavas.
Dos especies anuales muy abundantes son: Echium vulgare y Madia sativa. Especialmente la primera, tiñe de
azul los mallines y faldeos húmedos.
También son frecuentes sobre los caminos o áreas recorridas por el ganado trashumante: Convolvulus arvensis
(correhuela) y Polygonum strypticum (sanguinaria - mil nudos).
Las zonas descriptas como sumamente erosionadas, tienen una cobertura inferior al 5 %. En una de ellas sobre
la parte basal de un faldeo pudo observarse pérdida de suelo por voladuras de hasta 3 cm en un año.
Otras especies muy abundantes en lugares húmedos son Rosa mosqueta (Rosa eglanteria) (por ejemplo en la
zona de Las Ovejas), donde también abundan Trifolium polyphyllum, Lithrum hyssopifolia, Xanthium spinosum y
Matricaria chamomilla.
Las gramíneas más comunes en la estepa arbustiva son: Hordeum marianum, E. comosum, Bromus unioloides,
E. tectorum, al reparo de otras plantas.
Para graficar más claramente, valga el siguiente ejemplo tomado en Los Carrizos, sobre el río Nahueve, a una
altura aproximada de 1200 m.s.n.m.. Allí las pendientes son del 15 % con pedreros y fuerte erosión eólica e hídrica
media. Toda la zona soporta una fuerte presión de pastoreo.
De acuerdo a estudios anteriores (Irisarri et. al., 1980), estos faldeos, deben ser manejados con sumo cuidado
en algunos sectores, para evitar el agravamiento del proceso erosivo eólico y especialmente hídrico.
Lista florística;
Muy frecuentes: Mulinum spinosum 3
Fabiana imbricata 3
Colliguaya integerrima 2
124
Centaurea solstitialis 2
Cassia arnottiana 2
Madia sativa 2
Schinus montanus 1
Trevoa patagonica 1
Collettia spinossisima 1
Centaurea calcitrapa 1
Xanthium spinosum 1

Frecuentes: Senecio divaricoides 2


Senecio subulatus 1
Senecio filaginoides 1
Adesmia aff. campestris 1
Chuquiraga oppossitifolia 1
Senecio microcephalus +

Poco Frecuentes: Polygonum strypticum 2


Poa aff. resinulosa 1
Bromus tectorum 1
Verbena glauca 1
Viguiera revoluta 1
Stipa speciosa 1
Oxalis valdiviensis 1
Hypericum perforatum 1
Leuceria lithospermifolia 1
Lactuca serriola 1
Buddleja globosa 1
Poa tristigmatica 1

Raras: Schizanthus graham +


Verbascum thapsus +
Trifolium polyphyllum +
Solanum valdiviense +
Quinchamalium chilense +
Donyophyton patagonicum +
Loasa sp +
Erodium cicutarium +

NOTA: En ]a lista se agregan las especies anuales por la abundancia que las mismas muestran en esta unidad.

125
126
E22 - Verbena connatibracteata — Stipa spp y Mulinum spinosum.

Estepa arbustiva baja de varias especies subarbustivas, coirones y manchones aislados de arbustos.
Se ubica sobre el basalto al N-NO de la localidad de Piedra del Águila, abarcando una superficie aproximada
de 52.000 ha., Esta unidad se encuentra a una altura que varía entre los 600 y 750 m.s.n.m.
Como ya fuera dicho, se halla sobre una meseta basáltica, con un relieve casi plano o de escasa pendiente y
una superficie rocosa y áspera por la presencia cercana de la lava. El paisaje muestra la alternancia de
microelevaciones rocosas Con predominio de especies arbustivas bajas como Acantholippia seriphioides, Verbena
connatibracteata, Verbena seriphioides, Ephedra ochreata y Maihuenia patagonica, con áreas de acumulación
arenosa en las que predomina la estepa herbácea constituida principalmente por coirones (Stipa spp).
Se trata de una estepa arbustiva baja, de 0,40 m. de altura, biestratificada, de varias especies subarbustivas,
coirones y algunos manchones aislados de arbustos.
En el primer estrato, de 0,50 m. de altura, se destacan Verbena connatibracteata, Verbena spp, Senecio
filaginoides (charcao) y Ephedra ochreata (solupe).
El segundo estrato, de 0,25 m. de altura, está representado por Stipa humilis (coirón amargo), Stipa speciosa
(coirón amargo), Acantholippia seriphioides (tomillo), Grindelia chiloensis (melosa), Mulinum spinosum (neneo) y
Maihuenia patagonica (chupa sangre).
Los manchones aislados de arbustos, separados unos 150-200 m. uno del otro, están formados por ejemplares
de Shinus polygamus (molle), Lycium chilense (llaollín), Anarthophyllum rigidum (mata guanaco).
La altura de estos arbustos no sobrepasa los 0,80— 1,00 m. sobresaliendo del resto de la vegetación.
En algunos sectores y especialmente en los faldeos del basalto y coincidiendo con los “ojos de agua” es posible
encontrar a Cortaderia spp (cortadera) asociada a Stipa humilis, Hordeum comosum var..-bifidum y otras. La
presencia de efímeras es muy poco notable.
La cobertura de las perennes es de alrededor del 35 % correspondiendo el 20 % a los arbustos y el 15 %
restante a los coirones.
Lista florística:

Muy frecuentes: Verbena connatibracteata 1-2


Stipa humilis 1-2
Mulinum spinosum 1
Acantholippia seriphioides 1
Senecio filaginoides 1
Stipa speciosa 1
Shinus polygamus +-1

Frecuentes: Ephedra ochreata 1


Grindelia chiloensis 1
Maihuenia patagonica 1
Lycium chilense +

Poco frecuentes: Verbena sp 1


Cortaderia spp +-l

E23 - Senecio filaginoides, Stipa spp y Colliguaya integerrima.

Estepa arbustiva media a baja, de Senecio filaginoides, Colliguaya integerrima y Stipa spp con manchones de
arbustos más altos.
Se ubica al S de la localidad de Piedra del Águila, en un área quebrada, entre los 550 y 750 m.s.n.m. Ocupa
una superficie total aproximada de 25.000 ha.
El suelo en superficie es de textura gruesa (arenoso) y presenta pequeños fragmentos gruesos de color
blanquecino y de 1 a 2 cm de diámetro.
Se observa generalmente la presencia de profundos cañadones o cárcavas que son signos elocuentes del alto
riesgo de erosión hídrica a que está expuesta toda la unidad. Se notan también algunos indicios de erosión eólica
(pequeñas acumulaciones de arena asociadas a arbustos y subarbustos).
Esta estepa arbustiva media a baja, de 0,50 m de alto, triestratificada, está representada por Senecio
filaginoides, Colliguaya integerrima y Stipa spp con manchones de arbustos más altos.
127
El primer estrato, de una altura media de 0,70 m consta de arbustos agrupados en forma de manchones pero
alejados entre sí, resultando por lo tanto un estrato discontinuo. Schinus polygamus (molle) y Larrea nítida (jarilla
de río), generalmente están asociadas, mientras que Adesmia campestris (mamuel choique) forma agrupaciones casi
puras y sólo se combina con las especies de los otros estratos.
El segundo estrato está constituido por la mayoría de las especies dominantes de la unidad: Senecio
filaginoides (charcao), Stipa neaei (coirón pluma) y Colliguaya integerrima (coliguay) siendo acompañadas por
Grindelia chiloensis (melosa), Ephedra ochreata (solupe), Gutierrezia solbrigii y Mulinum spinosum (neneo). La
altura media es de 0,40 m.
El tercer estrato, de 0,25 m. de altura media, muestra abundancia de coirones, destacándose especialmente
Stipa humilis (coirón amargo), codominado con las citadas en el segundo estrato.
La acompañan Poa ligularis (coirón poa), Poa lanuginosa (pasto hilo), Acantholippia seriphioides (tomillo),
Sisyrinchium spp, Euphorbia portulacoides (pichoa), Perezia recurvata (maichi-huelahuen), Mutisia retrorsa
(menihuén o virreina), Adesmia spp, Calceolaria spp (topa-topa), Bromus setifolius (cebadilla patagónica),
Cerastium arvense (troicachu) y Hordeum comosum. Dentro de la categoría de las anuales es posible mencionar a:
Amsinckia hispida.
La cobertura de las perennes alcanza al 40% y de las efímeras y anuales el 5 %.
Las plantas de coliguay (Colliguaya integerrima) frecuentemente están agrupadas formando manchones y la
altura de los ejemplares difícilmente supera los 0,50 a 0,60 m.
A veces es posible observar matas de cortadera (Cortaderia spp) y de coirón amargo (Stipa humilis) en los
“ojos de agua”. Esta última especie generalmente en la periferia de aquellos.

Muy frecuentes: Senecio filaginoides 2


Schinus polygamus 1-2
Stipa humilis 1-2
Poa ligularis 1-2
Larrea nítida 1
Colliguaya integerrima 1

Frecuentes: Mulinum spinosum 1


Grindelia chiloensis 1
Adesmia campestris +-1
Stipa neaei +-1
Poa lanuginosa +-1
Acantholippia seriphioides +-1
Sisyrinchiumssp +

Poco frecuentes: Stipa speciosa 1


Euphorbia portulacoides +-l
Gutierrezia solbrigii +
Adesmia sp +
Perezia recurvata +
Mutisia retrorsa +

F.1: Mulinum spinosum, Stipa spp, Nassauvia glomerulosa y Festuca pallescens.

Estepa arbustivo-herbácea baja de 0,25 m de altura promedio de varias especies codominantes: Nassauvia
glomerulosa, Mulinum spinosum, y Stipa spp con Festuca pallescens. Se ubica en la región centro—sur de la
Provincia, próxima a la localidad de Las Coloradas, a una altura entre los 1.000 y 1.300 m.s.n.m. con una superficie
total aproximada de 79.000 ha.
Las especies arbustivas y especialmente las de Nassauvia, están asociadas a suelos con mucha pedregosidad en
la superficie e incluso afloramientos de rocas ígneas. En cambio, las Gramíneas se asocian a zonas de acumulación
de arena o con presencia de este material en los primeros centímetros del perfil.
El paisaje generalmente es de suaves a moderadas lomas en cuya pendiente superior y cumbres se instala
Nassauvia mientras que en los bolsones y pie de faldeos es común observar a los pastos.
Esta estepa arbustivo-herbácea baja es biestratificada. El primer estrato, de una altura de 0,30 a 0,35 m, está
representado por pastos: Stipa speciosa (coirón amargo), S. humilis (coirón amargo), S. neaei (coirón pluma) y S.
128
psilantha que junto a Mulinum spinosum (neneo) constituyen las especies codominantes, Son acompañadas por
Senecio filaginoides (charcao), Tetraglochin alatum (espina de pescado), Nassauvia axillaris, Grindelia chiloensis
(melosa), Cassia arnottiana (tara). Berberis cuneata (michay - calafate) y Schinus polygamus f. fasciculatus (molle)
esta última con ejemplares muy aislados.
El segundo estrato, de una altura media de 0,15 m tiene como especie dominante a Nassauvia glomerulosa
(cola piche) quien es acompañada por: Stipa ibari, Baccharis rhetinodes, Azorella trifurcata (leña piedra), Bromus
setifolius (cebadilla patagonica), Poa lanuginosa (pasto hilo), Acaena splendens (cepa caballo) y Euphorbia
portulacoides (pichoa).
Entre las anuales más sobresalientes se pueden citar Bromus tectorum (pastito de invierno), Lactuca serriola
(lechuga silvestre), Erodium cicutarium (alfilerillo) y Triptilion achillae.
La cobertura vegetal varía entre el 35 % para los lugares pedregosos con predominio de Nassauvia spp, a un 55
% en las zonas más arenosas.
En muchos faldeos y pedreros, especialmente de origen volcánico suele aparecer el coliguay, (Colliguaya
integerrima) formando extensos manchones que bajan hacia los valles intermontanos. A veces es posible observar
también algunos pequeños agrupamientos de Adesmia campestris (mamuel choique) mientras que Grindelia
chiloensis sólo es vista en pocas oportunidades, especialmente al N de esta unidad.
Ya quedó claramente expresada la alternancia de áreas con dominancia de Nassauvia y áreas con dominancia
de gramíneas varias y otros subarbustos (neneo y charcao). Las especies de Stipa frecuentemente predominan hasta
los 1.100 m.s.n.m. y sobre esa cota es posible la mayor abundancia de Festuca pallescens. A los 1.150 m.s.n.m.
frente a Las Coloradas (hacia el E) la relación de estos dos géneros es de 50 % para cada uno. Esto marca
indudablemente la ingresión del Festuquetum a medida que las alturas superan los valores señalados.
Resulta llamativa la cantidad de ejemplares de gramíneas (Stipa spp, Festuca sp, Poa sp) con forma de anillo,
posiblemente como consecuencia de un excesivo pastoreo.
El área también se caracteriza por la frecuente aparición de zonas mallinosas similares a las descriptas en la
unidad H1, y es posible hallar pequeños cortaderales (H2). Tanto los primeros como éstos últimos a veces son
invadidos por especies exóticas como Rosa elanteria (rosa mosqueta), Marrubium vulgare (malva rubia), etc.

Lista florística:

Muy frecuentes: Nassauvia glomerulosa 2


Mulinum spinosum 2
Stipa speciosa 1-2
Festuca pallescens 1
Senecio filaginoides 1

Frecuentes: Adesmia campestris 2


Stipa humilis 1
Nassauvia axillaris 1
Azorella trifurcata 1
Bromus setifolius 1
Bromus tectorum 1
Acaena splendens 1
Colliguaya integerrima (en manchones)

Poco frecuentes: Stipa ibari 1


Erodium cicutarium 1
Poa lanuginosa 1
Grindelia chiloensis 1
Lactuca serriola 1
Poa resinulosa 1
Cassia arnottiana +-1
Stipa psilantha +-1
Triptilion achillae +-1
Baccharis rhetinodes +-1
Euphorbia portulacoides +-1

129
Raras: Schinus polygamus +-l
Tetraglochin alatum +

F2 - Mulinum spinosum, Stipa speciosa, Colliguaya integerrima y Adesmia campestris.

Estepa arbustivo-herbácea baja, de 0,40 m. de altura media, de Mulinum spinosum, Stipa speciosa y
Colliguaya integerrima junto a Adesmia campestris y otras especies acompañantes.
Se localiza en toda la región basáltica que rodea a la ciudad de Zapala en el centro de la Provincia y en las
zonas más bajas del Macizo de Sañicó, con una superficie total de unas 263.000 ha.
Desde el punto de vista fisiográfico la unidad presenta dos tipos de apeas: a) mesetas basálticas de escasa
pendiente a casi plana y b) zonas de suaves a moderadas ondulaciones con presencia de antiguos conos volcánicos,
en la porción más occidental del basalto de Zapala (ej. Parque Nacional Laguna Blanca) y áreas bajas de Sañicó. Se
trata de áreas de origen basáltico con frecuentes afloramientos de rocas metamórficas y graníticas intercaladas con
sedimentos glaciales y depósitos eólicos. Se nota la ausencia de cantos rodados a pesar de que en algunas canteras
abiertas en las proximidades de Zapala se los han observado a una profundidad de 2 metros.
Cada una de las mesetas basálticas están separadas del resto de la región por profundos cañadones producto de
la erosión, por los que corren algunos arroyos (Ñireco, Covunco y Picún Leufú). En ellos la vegetación es más
abundante por la acumulación de depósitos eólicos (por ejemplo alrededor de Zapala). En toda la unidad, se nota
como característica constante que la superficie de suelo muestra rocas basálticas de distintos tamaños asociadas con
vegetación arbustiva poco densa y acumulaciones arenosas con una cobertura vegetal rica en gramíneas.
El primer estrato tiene muy pocas especies, que sobresalen en forma aislada del resto de la vegetación:
Colliguaya integerrima (coliguay), Schinus polygamus (molle). Anarthophyllum rigidum (mata guanaco), Adesmia
campestris (mamuel choique), Verbena alatocarpa y ligustrina, Berberis cuneata (michay), Chuquiraga straminea y
Lycium chilense (llaollín).
En el segundo estrato se encuentran todas las especies subarbustivas, muchas de ellas hemisféricas y de carac-
terísticas netamente xerofíticas, junto a gramíneas conocidas en su mayoría como coirones amargos. Tres de las
especies; Mulinum spinosum (neneo), Stipa speciosa (coirón amargo) y Senecio filaginoides (charcao) son las
codominantes y están acompañadas por una larga lista: Haplopappus pectinatus (peinecillo), Senecio coxi, S.
tehuelches, S. perezii, S. neaei, Stipa neaei (coirón pluma), S. humilis (coirón amargo), Cassia arnottiana (tara), C.
kurtzii (cacho-carnero), Acantholippia seriphioides (tomillo), Maihuenia patagonica (chupa sangre), Poa lanuginosa
(pasto hilo), Poa ligularis (coirón poa), P. resinulosa, Stillingia patagonica (mata crespa), Elymus erianthus,
Sisyrinchium arenarium, Pleurophora patagonica, Ephedra andina, E. ochreata (solupe), Nassauvia glomerulosa
(cola piche), N. axillaris, Grindelia chiloensis (melosa), Tetraglochin alatum (espina de pescado), Calceolaria spp,
Mutisia retrorsa, Rodophiala elwesii, Hoffmannseggia spp, Perezia recurvata Adesmia fernandezii, Euphorbia
portulacoides, Donyophyton patagonicum, Phacelia secunda, Arjona patagonica, Acaena splendens (cepa caballo),
Astephanus fallax, Prosopis castellanosii (huancu), Brachyclados caespitosum, Festuca cabrerae, Boopis gracilis,
Astragalus pehuenches, A. palenae (garbancillos), Hordeum comosum (cola de zorro), Festuca cabrerae y E.
argentina, éstas dos últimas especialmente en la región del Macizo de Sañicó. También se encuentran Bromus
setifolius (cebadilla patagonica), Leuceria achillaefolia y Loasa bergii.
Entre las anuales se pueden citar: Hordeum murinum, Bromus tectorum (pastito de invierno), Polemonium
antarcticum, Lactuca serriola (lechuga silvestre ), Triptilion achillae y Plantago patagonica (peladilla).
La cobertura estimada para las especies perennes es de alrededor del 40 % alcanzando el 55 % en las
acumulaciones arenosas y sólo el 26 % en los afloramientos rocosos. Las anuales cubren entre un 3 a 6 % del suelo.
Son casi nulas las especies arbóreas en el área. Solamente se destaca el cultivo de Salix fragilis (sauce) con
fines protectores.
Es vastísima la lista de especies de esta unidad predominando en numero las especies hemicriptófitas y
terófitas.
Ello se debería al excesivo pastoreo que ha debido soportar y que ha ido eliminando las especies perennes y
cespitosas más palatables. Ello ha dado lugar a la aparición de plantas anuales o accidentales al mismo tiempo que
a la codominancia de hemicriptófitas, que por poseer las yemas de renuevo al ras del suelo sobreviven mucho más
que las caméfitas, fanerófitas y gramíneas cespitosas (Roquero, M. J., 1968).
Otro aspecto de la dinámica de esta unidad, se refiere a la regeneración natural.
Solo se ha observado regeneración de plantas de Hoffmannseggia spp, Haplopappus pectinatus, Schinus
polygamus y Senecio sp, todas ellas de escaso valor forrajero.
Algunas particularidades referidas a las distintas especies se describen a continuación. El mata guanaco
(Anarthrophyllum rigidum) se agrupa formando manchones bien visibles, en la mayoría de las oportunidades en
130
que aparece. Algo similar ocurre con el mamuel choique (Adesmia campestris) aunque menos frecuentemente. El
coliguay (Colliguaya integerrima) que habitualmente suele alcanzar 0,80 a 1,00 m, aquí llega sólo a 0,40 m de
altura. Haplopappus pectinatus es dominante especialmente al E y al N de los basaltos de Zapala siguiendo de
manera aproximada las líneas de la unidad G3.
Prosopis Castellanosii (huancu), aparece endémicamente en algunos sectores bien definidos, como los faldeos
occidentales de la Barda Negra, Los ejemplares vistos aquí llaman la atención por el porte que desarrollan
habiéndose observado algunos de hasta 1,50 m de alto, ramoneados en su parte inferior.
Lista florística:

Muy frecuentes: Mulinum spinosum 3


Stipa speciosa 3
Adesmia campestris 2
Senecio filaginoides 2
Haplopappus pectinatus 2
Hordeum comosum 1

Frecuentes: Stipa neaei 2


Cassia arnottiana 2
Bromus tectorum 2
Verbena seriphioides 2
Acantholippia seriphioides 2
Schinus polygamus 2
Bromus setifolius 1
Maihuenia patagonica 1
Poa lanuginosa 1
Poa ligularis 1
Elymus erianthus 1
Senecio tehuelches +
Stillingia patagonica +
Sisyrinchium arenarium +

Poco frecuentes: Senecio perezii 2


Poa resinulosa 2
Pleurophora patagonica 2
Ephedra andina 2
Nassauvia glomerulosa 2
Nassauvia axillaris 2
Ephedra ochreata 2
Tetraglochin alatum 1
Senecio neaei 1
Cassia kurtzii 1
Senecio subulatus 1
Anarthrophyllum rigidum 1
Verbena erinacea 1
Cortaderia spp 1
Distichlis spicata 1
Calceolaria spp +
Mutisia retrorsa +
Polemonium antarcticum, +
Hordeum murinum +
Rodophiala elwesii +
Sporobolus rigens +-1

Raras: Hoffmannseggia sp +
Plantago patagonica +
Perezia recurvata +
131
Verbena alatocarpa +
Verbena ligustrina +
Adesmia fernandezii +
Leuceria achillae +
Euphorbia portulacoides +
Donyophyton patagonicum +
Lactuca serriola +
Phacelia secunda +
Berberís cuneata +
Chuquiraga straminea +
Arjona patagonica +
Loasa bergii +
Acaena splendens +
Lycium chilense +
Ephedra frustillata +
Anarthrophyllum ornithopodum +
Astephanus fallax +
Prosopis castellanosii +
Brachyclados caespitosum +
Festuca cabrerae +
Boopis gracilis +
Triptilion achillae +
Astragalus pehuenches +
Astragalus pallenal var.. pallenae +
Trevoa patagonica +-1
Azorella cespitosa +-1

F3 - Grindelia chiloensis y Cassia kurtzii con Stipa spp y otras especies acompañantes.

Básicamente la integran dos grandes áreas. La primera es la ya descripta como “Unidad Chihuidos” (páginas
99 a 101 - Tomo I). La otra corresponde a una faja situada en la cuenca del río Barrancas en los faldeos ubicados
entre 1600 y 2000 m.s.n.m., de pendientes marcadas dispuestas hacia el norte en sucesivas terrazas basálticas con
cubiertas de arenas sueltas mezcladas con fragmentos gruesos volcánicos. En casi toda la unidad hay marcada
erosión eólica y no se nota exceso de pastoreo.
Podría definirse un estrato único de 0,40 m de altura promedio con abundancia de arbustos.
Cada tanto se intercalan mallines salados con predominio de Distichlis spicata y D. scoparia.

Muy frecuentes: Grindelia chiloensis 3


Ephedra ochreata 2

Frecuentes: Cassia kurtzii 3


Stipa speciosa 2
Stillingia patagonica 2
Ephedra andina 2
Gutierrezia baccharoides 2
Verbena alatocarpa 2
Stipa humilis 2
Adesmia pinifolia 2

Poco frecuentes: Adesmia obovata 1


Senecio microcephalus 1
Schinus polygamus 1
Cassia arnottiana +-1
Mulinum spinosum +-1
Maihuenia patagonica +-1
Azorella gilliesii +-1
132
Stipa neaei +
Verbena erinacea +
Hordeum comosum +
Berberís comberi +

Raras: Larrea nitida +


Austrocactus sp +
Prosopis castellanosii +
Aphanostelma candolleanun +
Nassauvia axillaris +
Matricaria matricarioides +

A la altura de los 1600 m se mezclan arbustos de Colliguaya integerrima, Larrea nitida y Cassia arnottiana con
comunidades de Anarthrophyllum rigidum y Prosopis denudans.
Mas abajo se observan especies de monte cada vez mas frecuentes, como Larrea nitida, Bougainvillea
espinosa, Chuquiraga erinacea y Chuquiraga hystrix.

La cobertura en esta zona es baja: 15-20 %, notándose carencia casi total de especies efímeras. No fueron
observados indicios de sobrepastoreo y el desarrollo de los ejemplares de Ephedra ochreata es excelente con
escasas evidencias de pastoreo.
La superficie total aproximada ocupada por esta unidad es de 86.500 ha para los cordones de Los Chihuidos y
Cordillera del Salado, a lo que debe agregarse las 95.000 ha de la recientemente descripta.

F5 - Diversas especies de Stipa, con Colliguaya integerrima y Mulinum spinosum.

Estepa herbáceo-arbustiva media de 0,60 m de altura de Stipa spp, Colliguaya integerrima y Mulinum
spinosum.
Se ubican en áreas alomadas, a veces muy quebradas y fuertes pendientes de hasta 20-25 % en los faldeos NE
del río Collón Curá, prolongándose por cañadones profundos hasta el pie del basalto que va desde Piedra del

133
Águila hacia Catan Lil. Ocupa una superficie aproximada de 131.000 ha. en cotas que varían entre los 750 y 950
m.s.n.m.
El suelo en superficie es arenoso aunque a veces es posible hallar un porcentaje de limo. Asimismo hay
algunos fragmentos gruesos pequeños, de 0,01 a 0,02 m de diámetro
Como ya fuera dicho es un estepa herbáceo-arbustiva (0,50 0,60 m), a veces alta (0,90-1,00 m ej.: faldeos
hacia el río Collón Curá a la altura de la ruta N° 40), biestratificada, de diversas especies de Stipa, Colliguaya
integerrima, Senecio subulatus y Mulinum spinosum.
El primer estrato tiene normalmente una altura de 0,60 a 0,80 m. pero a veces puede llegar a 1,20 m o más
como en el caso ya citado.
Una de las especies dominantes pertenece a este estrato: el Coliguay (Colliguaya integerrima). En algunas
ocasiones puede aparecer como codominante la malaspina (Trevoa patagonica). Como acompañantes se pueden
citar: Lycium tenuispinosum, Verbena alatocarpa, Verbena ligustrina, Adesmia campestris, Schinus polygamus
(molle), Chuquiraga straminea (chilladora), Baccharis salicifolia (chilca), Senecio subulatus (monte chileno).
El segundo estrato, de una altura promedio de 0,40 m, está representado por las siguientes dominantes: Stipa
humilis (coirón amargo), Stipa speciosa (coirón amargo), Stipa neaei (coirón pluma) y Mulinum spinosum (neneo).
Son acompañadas por: Verbena connatibracteata (tomillo), Tetraglochin alatum, Poa ligularis (coirón Poa), Senecio
sp, Astragalus palenae, Astephanus fallax, Hordeum comosum (cola de zorro), Polemonium antarcticum, Festuca
argentina (huecú), Festuca cabrerae (coirón dulce), Loasa sp, Perezia recurvata, Ephedra ochreata (solupe), Senecio
filaginoides (charcao), Nassauvia glomerulosa (cola piche), Nassauvia axillaris, Bromus setifolius (cebadilla
patagonica) y Cerastium arvense (troicachu).
Dentro de las anuales es posible mencionar a Bromus tectorum (pastito de invierno) y Erodium cicutarium
(alfilerillo)
La cobertura de las perennes varía entre el 35 al 45 % mientras que la de las anuales no supera generalmente el
10 %.
Toda el área tiene un alto riesgo de erosión hídrica observable a través de amplios y profundos cañadones que
bajan desde las partes más altas.
Algunos ejemplares de coliguay y malaspina pueden alcanzar, en ocasiones, alturas de hasta 1,70 m y un gran
diámetro, dando la sensación de un matorral denso. También aparecen ejemplares aislados, asociados a grandes
acumulaciones de arena, de Schinus polygamus, F. patagonicus, de grandes dimensiones (2,00 m. de alto y hasta
3,00 m de diámetro).
Nassauvia glomerulosa, N. axillaris y Chuquiraga straminea, están asociadas en la mayoría de los casos a la
presencia de pedregosidad en superficie o en otras oportunidades a afloramientos de areniscas consolidadas como
en las serranías próximas al río Collón Curá. Adesmia campestris suele formar pequeños grupos de ejemplares en
forma de manchones.
En las riberas del mismo río se observan numerosos mallines, bosquecillos en galería de Salix fragilis y S.
humboldtiana y sectores planos que han sido cultivados.
Algunas especies aisladas del Monte pueden verse en la zona, entre ellas Larrea nitida y Lycium chilense.
Lista florística:

Muy frecuentes: Colliguaya integerrima 2


Stipa speciosa 1-2
Mulinum spinosum 1-2
Stipa humilis 1
Senecio subulatus 1
Verbena connatibracteata 1
Senecio filaginoides 1

Frecuentes: Stipa neaei 1


Adesmia campestris 1
Nassauvia glomerulosa 1
Verbena ligustrina +-1
Schinus polygamus +-1
Nassauvia axillaris +-1

Poco frecuentes: Senecio perezii 2


Tetraglochin alatum 1
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Lycium tenuispinosum +-1
Poa ligularis +-1
Chuquiraga straminea +-1
Senecio coxi +-1

Raras: Trevoa patagonica 1


Larrea nítida +-1
Acantholippia seriphioides +-1
Lycium chilense +-1
Festuca argentina +-1
Ephedra ochreata +-1
Verbena seriphioides +-1
Grindelia chiloensis +-1
Haplopappus pectinatus +-1
Ephedra andina +
Festuca cabrerae +

F6 - Mulinum spinosum, Senecio filaginoides, Stipa spp y Festuca spp.

Estepa herbáceo-arbustiva baja, de 0,35 m de altura, de Mulinum spinosum, Senecio filaginoides, Stipa spp y
Festuca spp.
Esta unidad se localiza en una amplia zona del S-SE de la provincia, ocupando una superficie total do 402.000
ha aproximadamente.
Son áreas generalmente planas o de muy escasa pendiente conocidas como “pampas” (Pampa de Alicurá
Pampa de Quemquemtreu) formando verdaderas planicies pedemontanas cubiertas de distintos sedimentos y
atravesadas por profundos cañadones.
En otros casos se trata de paisajes redondeados de superficie ondulada (Macizo de Sañicó) formados por
sedimentos arenosos sobre una antigua cubierta volcánica dejando entre medio de las sierras, numerosas
depresiones, lagunas y mallines.
Por último, es posible hallar esta vegetación sobre mesetas basálticas (por Ej.: cerro Feo), en donde afloran
frecuentemente las rocas ígneas con pequeñas depresiones en las que se acumula material más grueso.
La variación altitudinal de esta unidad es de 800 a 1300 m.s.n.m.
La superficie del suelo ya fue descripta variando desde afloramientos rocosos asociados generalmente a arbus -
tos y subarbustos hasta sedimentos gruesos (arenosos) asocia dos a los pastos.
La unidad constituye una estepa herbáceo-arbustiva en una relación de 70 a 30 %, de 0,35 m de altura media,
biestratificada, de subarbustos (Senecio filaginoides y Mulinum spinosum) y gramíneas (Stipa spp y Festuca spp).
En el primer estrato, de 0,40 m de altura media, dominan Senecio filaginoides (charcao) y Mulinum spinosum
(neneo) y son acompañadas por: Tetraglochin alatum, Senecio coxi (charcao), Ephedra frustillata (pingo pingo),
Nassauvia axillaris, Senecio perezii, Hordeum comosum (cola de zorro) Verbena connatibracteata (tomillo),
Festuca argentina (huecú), Stipa neaei (coirón pluma) y Senecio subulatus (romerillo). El segundo estrato tiene una
altura media de 0,25 m. y dominan en el: Stipa speciosa (coirón amargo), Stipa humilis (coirón amargo), Festuca
pallescens (coirón dulce), Festuca cabrerae (coirón dulce). Sus acompañantes suelen ser: Poa ligularis (coirón poa),
Bromus setifolius (cebadilla patagónica), Perezia recurvata (maichihue - lahuén), Tristagma patagonica, Cassia
arnottiana (tara), Rodophiala sp. Maihuenia patagonica (chupa sangre), Stipa ibari (coirón), Loasa bergii, Cerastium
arvense, Sisyrinchium sp, Polemonium antarcticum, Euphorbia portulacoides (pichoa), Poa lanuginosa (pasto hilo),
Polygala patagonica, Hypochoeris hookeri, Taraxacum oficinalis (diente de león), Piptochaetium napostaense,
Nassauvia glomerulosa (cola piche), Astragalus palenae, A. patagónica (garbancillo) y Grindelia chiloensis
(melosa).
Dentro de las anuales se pueden citar: Bromus tectorum (pastito de invierno), Erodium cicutarium (alfileri llo)
y Hordeum murinum (cola de zorro).
La cobertura de las especies perennes es de alrededor del 50 % pero puede variar entre el 30 % en las
proximidades del cerro Feo, hasta el 65 a 70 % en algunos sectores de la Pampa de Alicurá.
Normalmente la cobertura en los afloramientos de basalto tampoco supera el 30 a 40 %. También sufre
variaciones en función del relieve como ya fuera dicho en anteriores oportunidades; en los faldeos y cimas la
cobertura es menor que en las depresiones, hecho que puede estar vinculado a la acumulación de material grueso en
estas últimas.
135
Las anuales y efímeras pueden cubrir un 15 %. En toda el área se ha observado signos de erosión
especialmente eólica que en general no son severos, excepto en zonas muy degradadas por el sobrepastoreo.
En el contexto de esta fisonomía es posible también la aparición de algunas especies de mayor porte como
ocurre con Adesmia campestris (mamuel choique) que forma manchones con ejemplares de hasta 0,70 m, aunque a
veces no supera los 0,30 m de altura.
En algunos afloramientos basálticos pueden aparecer manchones de Colliguaya integerrima (coliguay) con
ejemplares desde 0,30 a 0,80 m otra de las especies arbustivas que puede hallarse en la unidad es Berberis buxifolia
creciendo entre las rocas de basalto. Por último es posible encontrar ejemplares aislados de Schinus polygamus f.
patagonicus.
Las distintas especies de Festuca no se encuentran uniformemente distribuidas en toda la unidad. Festuca
argentina y F. cabrerae suelen estar entre los 800 y 950 m.s.n.m., Festuca argentina (huecú) mencionada como
tóxica para el ganado, no es pastoreada a excepción de algunas oportunidades en que se observaron matas comidas.
A partir de los 1.000 m, F. pallescens (coirón dulce) se halla en buena proporción, constituyendo en ocasiones
el 70 % de las Gramíneas, como ocurre por ejemplo en las proximidades de Sañicó.
Sin embargo, en el mejor de los casos la proporción Festuca pallescens /Stipa spp no supera los valores de 70 a
30 %. Por debajo de los 1.000 m dentro de las gramíneas domina Stipa spp sobresaliendo generalmente S. speciosa
Algunas gramíneas se encuentran protegidas dentro de los subarbustos y de otras grandes de aquellas familias
(Stipa spp, Festuca spp) siendo visibles especialmente cuando florecen. Ej. Bromus setifolius, Hordeum comosum
y Poa ligularis.
Ello es índice elocuente del castigo que sufren por sobrepastoreo y al mismo tiempo la potencialidad de esta
unidad si se efectuara un manejo racional del recurso.
Piptochaetium napostaense, se la ha visto en bordes de caminos, especialmente en el Paraje San Ignacio
formando matas de gran tamaño y con muy buena capacidad de rebrote en áreas quemadas.
Son frecuentes los mallines con Cortaderia spp, Stipa humilis, S. speciosa y otras. También lo son los mallines
típicos como los descriptos en la unidad H1.
En lugares rozados por fuego (según referencias “in situ” de 2-3 años de antigüedad), se observan las
siguientes especies con valores de dominancia entre paréntesis Stipa speciosa (3), Hordeum comosum (2),
Euphorbia portulacoides (2), Mulinum spinosum (1), Perezia recurvata (1), Senecio filaginoides (+-1), la cobertura
es del 60 %.
También dentro de las tóxicas es posible mencionar como presentes a distintas especies de Astragalus como A.
palenae y A. patagonicus abundando notablemente en algunos casos como en la meseta N del río Collón Curá.
Grindelia chiloensis (melosa) está presente sólo hacia la parte E de la unidad y especialmente hacia la
transición con las unidades E 23 y F5.
Los ya mencionados cañadones que cortan de O a E las pampas o lugares de poca pendiente se caracterizan por
una flora diferente de acuerdo a la posición topográfica, como se puede visualizar en el siguiente diagrama:

136
Se ha notado en esta unidad como en otras en las que se hará mención, el avance de malezas especialmente
Onopordum acanthium (cardo pampa), Cirsium vulgare (cardo negro) y Carthamus lanatus (cardo chileno).
Existe interés de productores privados en determinar los resultados de la forestación con distintas especies de
coníferas, hecho demostrado por algunas superficies clausuradas a tal fin (Cerro Los Pinos, Pampa Chichahuay,
etc.) a pesar de que se entiende que la aptitud de uso de estas áreas, en general es netamente ganadero, no deja de
ser interesante observar su evolución, especialmente para su uso futuro en la protección de faldeos de fuerte
pendientes, bosquecillos, protectores para el ganado etc.
Lista florística:
Muy frecuentes: Mulinum spinosum 2-3
Stipa speciosa 2
Senecio filaginoides 1-2
Festuca argentina 1-2
Stipa humilis 1
Adesmia campestris +-1
Stipa neaei +-1

Frecuentes: Festuca pallescens 1-2


Hordeum comosum 1-2
Senecio subulatus 1-2
Poa ligularis 1
Senecio coxi 1
Euphorbia portulacoides 1
Poa lanuginosa 1
Cortaderia spp +-1
Perezia recurvata +-1
Bromus setifolius +-1
Escholtzia californica +-1
Grindelia chiloensis +-1
Schinus polygamus +-1
Loasa spp +-1
Hypochoeris hookeri +
Ephedra andina +
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Ephedra ochreata +
Sisyrinchium sp +
Tetraglochin alatum +
Polygala patagonica +
Fabiana peckii +

Poco frecuentes: Festuca cabrerae 1-2


Colliguaya integerrima 1
Distichlis spicata +-1
Nassauvia axillaris +-1
Ephedra frustillata +-1
Calceolaria sp +-1
Phragmites australis +-1
Baccharis sp +-1
Astragalus patagonicus +
Rodophiala spp +
Maihuenia patagonica +
Eryngium paniculatum +

Raras: Polemoniun antarcticum 2


Triptillion achillae 2
Tristagma patagonica 1
Verbena connatibracteata +-1
Buddleja globosa +-1
Lycium chilense +-1
Senecio perezii +-1
Anarthrophyllum rigidum +-1
Berberís buxifolia +-1
Stipa iban +-1
Cassia arnottiana +-1
Taraxacum officcinalis +-1
Nassauvia sp +-1
Nassauvia glomerulosa +
Amsinckia hispida +
Acaena pinnatifida +
Juncus sp +
Stipa tenuis +
Piptochaetium napostaense +

G 1 - Diversas especies de Stipa, Mulinum spinosum, Senecio filaginoides, Festuca pallescens con
bosquecillos aislados y vegas.

Estepa herbáceo-arbustiva baja, de una altura media de 0,35 m de Mulinum spinosum, Senecio filaginoides,
Stipa spp, Festuca pallescens y pequeños bosquecillos aislados de árboles y arbustos.
En la provincia, comprende una franja angosta y larga que tiene dirección Sur-Norte entre la Unidad F6 y la
provincia fitogeográfica de los Bosques Subantárticos hasta las proximidades del Lago Aluminé. Buena parte del
área ocupada se relaciona con el recorrido del río Aluminé. Ocupa una superficie aproximada de 281.000 ha.
Se ubica en áreas de intensa actividad glaciar, con elevaciones redondeadas o alomadas y amplios valles en U,
redondeamientos de los afloramientos rocosos de los fondos valle, cumbres muy afiladas y extensos campos de
acarreo. Sobre el río Aluminé, en cambio, esta unidad puede encontrarse cerca de pequeños centros efusivos,
afloramientos de lava y formaciones de tobas y tufitas. La altura varía entre los 700 y 1300 m.s.n.m.
La superficie del suelo presenta un material de características texturales gruesas (arena) mezclado con material
volcánico (cenizas volcánicas y lapilli) o con sedimentos glaciales de arrastre. En otras ocasiones se ha observado
pequeños fragmentos gruesos de 0,05 a 0,15 m de diámetro.

138
Es una estepa herbáceo-arbustiva baja (relación 70 a 30 %). a veces puede ser herbáceo-arbustiva (60-40 %) de
una altura de 0,35 m, biestratificada, de Mulinum spinosum, Senecio filaginoides, Stipa spp y Festuca pallescens
con algunos bosquecillos en forma de manchones.
El primer estrato de una altura promedio de 0,40 m está dominado por Senecio filaginoides (charcao),
Mulinum spinosum (neneo), Stipa speciosa (coirón amargo) y Festuca pallescens (coirón dulce). Sus acompañantes
son: Festuca argentina (huecú), E. cabrerae (coirón dulce), Baccharis rhetinodes, B. magellanica, Eryngium
paniculatum (chupalla), Senecio subulatus, Arrenatherium, A. elatius, Holcus lanatus (pasto miel), Tetraglochin
alatum (espina de pescado), Margiricarpus sp, Verbascum thapsus (paño), Stipa humilis (coirón amargo), Chusquea
culeou (caña coligüe), Agropyron scabriglume, Dipsacus sativus, Muhlenbeckia chilensis (zarzaparrilla), Poa
ligularis (coirón poa), Poa lanuginosa (pasto hilo) Poa resinulosa y Poa denudata.
El segundo estrato de 0,10-0,15 m de altura, tiene una sola especie característica: Acaena splendens (cepa
caballo) y es acompañada por Sisyrinchium spp, Rodophiala spp (cebolla de campo), Acaena pinnatifida
(pimpinela), Hoffmannseggia spp, Wendtia gracilis (té de burro), Perezia recurvata (maichi-huelahuen), Empetrum
rubrum (mutilla), Euphorbia portulacoides (pichoa), Stipa filiculmis, Stipa poeppigiana var. poeppigiana,
Tropaeolum incisum, Ranunculus cymbalaria, R. peduncularis, Phacelia secunda, Alstroemeria aurantiaca
(amancay) Ritidosperma picta var. Bimucronata, Loasa spp, Nassauvia glomerulosa asociada a pedregosidad en
superficie, Geranium sessiliflorum, Leuceria achillaefolia y Hordeum comosum (cola de zorro).
En el tapiz más bajo de este estrato pueden contarse Rumex acetosella (vinagrillo), Boopis gracilis,
Hypochoeris sp, H. hookeri, Astragalus palenae (garbancillo), A. patagonicum. Bromus setifolius (cebadilla
patagónica), Hordeum stenostachys, Lathyrus magellanica (calfusoñi o arvejilla), Briza reniformis, Taraxacum
officcinalis (diente de león), y Plantago lanceolata (llantén).
Las anuales más abundantes son Triptilion achillae, Bromus mollis, Vicia sp, Polemonium antarcticum, Gilia
gracilis, G. laciniata y algunas especies de Calceolaria.
Hay también especies anuales invasoras como Onopordum acanthium (cardo pampa), Cirsium vulgare (cardo
negro). Carthamus lanatus (cardo chileno), Xanthium spinosum (abrojo), generalmente al borde de los caminos o
bien en lugares degradados por sobrepastoreo.
La cobertura vegetal para las especies perennes varía entre el 60 y 75% mientras que para las anuales entre el
15 y 20 %.
La unidad tiene una fisonomía especial ya que presenta pequeños manchones de bosquecillos donde dominan
especialmente arbóreas, arbustivas, trepadoras y un tapiz herbáceo con alta cobertura Estas comunidades están
siempre relacionadas a cañadones, cursos de agua permanentes y semipermanentes, vertientes y “ojos de agua”,
todos lugares más húmedos que las áreas circundantes conformando verdaderos bosques en galería, ubicados en los
fondos de valle, siguiendo ríos y arroyos. Muchas veces estos bosques son de Salix fragilis (sauce mimbre) y Salix
humboldtiana (sauce colorado - sauce criollo) y otras especies de éste género introducidas por el hombre.
La variedad de la composición florística de estos bosques decrece a medida que se avanza hacia el E.
En el estrato superior, de unos 4 m. de albura, se hallan Nothofagus antarctica (ñire), Schinus patagonicus
(laura) Maytenus boaria (maitén) M. magellanica (chaurilla), Lomatia hirsuta (radal) a veces en forma aislada,
Chacaya trinervis (chacay), Discaria serratifolia (chacay), D. articulata, D. magellanica, Diostea juncea (falso
retamo), Collettia spinossisima (jaque) en manchones aislados y también Malus silvestris (manzano). Dentro del
estrato arbustivo (1-2 m.) es posible encontrar distintas especies de Berberis, B. darwinii (michay), B. buxifolia, B.
parodii, B. heterophylla, junto a Anarthrophyllum rigidum (mata guanaco), Escallonia virgata (chapel), E. rubra
(siete camisas) y Gunnera chilensis (pangue).
Estas tres últimas sólo en taludes húmedos con afloramientos de vertientes donde también abundan Buddleja
globosa (pañil), Muhlenbeckia chilensis (zarzaparrilla), Rosa eglanteria (mosqueta), Ribes magellanica (parrilla) y
E. cucullatum (parrilla).
El tapiz herbáceo forma verdaderas praderas húmedas don de solo a veces esta Festuca pallescens. Sin
embargo las especies más frecuentes son Agrostis meyenii, Poa pratensis (pasto mallín), Trifolium repens (trébol
rojo), Taraxacum officcinalis (diente de león), Veronica serpyllifolia, V. arvensis, Cerastium glomeratum,
Heleocharis albibracteata, Vulpia dertonensis, Hypochoeris sp, Holcus lanatus, Erodium cicutarium, Rumex
acetosella, Polemonium antarcticum. Muy rara vez se halló a Cynosorus echinatus una especie europea de buenas
cualidades forrajeras bien adaptadas en áreas húmedas y mallines. La cobertura vegetal en éstas áreas es de 90 a
100 %.
Una mención especial merecen algunas especies forestales que aparecen en forma aislada hacia las zonas más
secas como primeros indicios de las unidades de bosque. Su frecuencia aumenta hacia occidente y también con la
altura (sobre los 1800 m.s.n.m. hacia el este). Son ellas: Austrocedrus chilensis (ciprés de cordillera), Araucaria
araucana (pehuén), Lomatia hirsuta (radal), Embothriurn coccineum (notro) y Nothofagus antarctica (ñire).
139
Por último, otra de las formaciones típicas de esta unidad, es la de los “mallines”, verdaderas praderas
húmedas ubicadas en valles, abras o zonas casi planas, muchas veces anegadas especialmente en invierno y
primavera. Ellas son descriptas en la unidad correspondiente (H1).
El mata guanaco (Anarthrophyllum rigidum) no es una especie dominante. Sin embargo, en algunas
oportunidades se la ha observado formando manchones extensos, junto a la laura (S. patagonicus) y el michay (B.
darwinii), donde pudieron observarse ejemplares no mas altos que 1,00 m tal el caso de los vistos cerca del paraje
Pino Santo, camino al paso internacional del Tromen. A veces estos manchones están relacionados con suelo
arenoso en superficie donde es posible hallar también a Imperata condensata (maicillo) especie rizomatosa fijadora
de suelos sueltos.
Hacia el S. de la unidad, próximo a la unión de las rutas 237 y complementaria f, hay ejemplares de Fabiana
imbricata (palo piche).
En las zonas mas secas de la unidad es posible encontrar pequeñas asociaciones de Adesmia campestris
(mamuel choique).
Al borde de algunos ríos, arroyos y a veces caminos, se han visto individuos de una gramínea de gran
desarrollo, Piptochaetium napostaense.
Muy rara es la aparición de Stipa neaei (coirón amargo) la que prefiere aparentemente lugares más secos.
Dentro de las gramíneas, hay un gran numero de especies que han sido muy castigadas por el sobrepastoreo
tornándose difícil encontrarlas. En su mayoría son de la tribu Festúceas: Poa dusenii, P. ligularis, P. lanuginosa y P.
resinulosa. Esto hace más dificultosa su identificación taxonómica, que de por sí es ardua aún contando con plantas
intactas.
Una idea sobre el valor forrajero de algunas de las especies presentes en la unidad se puede tener con el
siguiente resumen:

RESUMEN DEL VALOR FORRAJERO DE ALGUNAS ESPECIES


Período Valor Respuesta
Especie Observaciones
de floración forrajero al pastoreo
Festuca pallescens N-E Bueno Decreciente Perenne
Bromus mollis N-D Bueno Decreciente Estepas graminosas y bosque
Poa resinulosa D-E Bueno Decreciente Perenne cespitosa. Tóxica?
Perenne rizomatosa. Centro y bordes de
H. tetraploideum D-E Bueno Decreciente
mallines, orilla de lagos y ríos.
Poa ligularis N-D Bueno Decreciente Perenne crepitosa.
Alopecurus Magellanica N-D Bueno Decreciente Perenne rizomatosa, mallines
Stipa peeppigiana N-D Bueno Decreciente Perenne rizomatosa
Trisetum lechleri N-D Bueno Decreciente Perenne. Lomas secas y mallines
Stipa filiculmis N-D Pobre Creciente Perenne cespitosa
Agrostis imberbis N-D Bueno Decreciente Perenne rizomas delgados
Elymus andinus N-D Bueno Decreciente Perenne cespitosa. Bosques en galería
Festuca magellanica D Bueno Decreciente Perenne cespitosa
N = Noviembre D = Diciembre E = Enero
Fuente: Ingeniero Agrónomo Daniel Fiorio, Agencia de extensión del INTA San Martín de los Andes,
Neuquén. Comunicación personal.

Mas al Norte, es posible encontrar a Adesmia boronioides, (paramela) pero generalmente por encima de los
1.150 m.s.n.m.
En la Reserva Indígena de Atreuco se han visto algunos ejemplares de Ovidia andina (pillo-pillo) en forma
muy aislada.
Sobre algunas laderas, con pendientes de más de 15 %, degradadas por un pastoreo intenso, existen otras
especies del género Stipa, como S. tenuis (junto a Hordeum comosum y Bromus tectorum) y S. psilantha, halladas
en muy pocos lugares.
Hay otras especies que están invadiendo lugares húmedos, bordes de caminos, etc. son Lactuca serriola,
Hypericum perforatum y Conium maculatum (cicuta).
Lista florística: (no se incluyen los arbustos y árboles que conforman bosquecillos).

140
Muy frecuentes: Stipa speciosa 3
Mulinum spinosum 3
Stipa humilis 2
Acaena splendens 2
Hordeum comosum 2
Euphorbia portulacoides 2
Bromus setifolius 2
Rumex acetosella 2
Senecio filaginoides 1-2
Poa resinulosa 1

Frecuentes: Festuca pallescens 2


Festuca argentina 2
Festuca cabrerae 2
Plantago lanceolata 2
Hypochoeris hookeri 2
Taraxacum officcinalis 2
Senecio subulatus 1-2
Berberís buxifolia 1-2
B. heterophylla 1-2
E. parodii 1-2
Poa ligularis 1
Triptilion achillae 1
Gilia laciniata 1
Polemonium antarcticum 1
Rosa eglanteria 1
Discaria articulata 1
Sisyrinchium spp 1
Holcus lanatus 1
Lathyrus hookeri 1

Poco frecuentes: Muhlenbeckia chilensis 1


Matricaria chamomilla 1
Apera interrupta 1
Perezia recurvata 1
Hordeum stenostachys 1
Cerastium arvense 1
Astragalus palenae 1
Verbascum thapsus 1
Mutisia spp 1
Alstroemeria aurantiaca 1
Eryngium paniculatum +-1
Festuca pyrogea +-1
Arrenatherium elatius +-1
Agrostis leptotricha +-1
Stipa poeppigiana +-1
Stipa filiculmis +-1
Deschampsia elongata +-1
Malus silvestris +-1

Raras: Geum chilense +


Adesmia campestris +
Wendtia gracilis +
Dipsacus sativus +
Agropyron scabriglume 11 +
Baccharis rhetinodes +
141
Hordeum parodii +
Poa huecu +
Eragrostis lugens +
Berberis empetrifolia +
Empetrum rubrum +
Trapaeolum incisum +
Ritidosperma picta +
Briza reniformis +
Chusquea culeou +

Esta es una de las unidades con mayor ingresión de especies exóticas habiéndose asilvestrado y actuando en
algunos casos como invasoras. A los ya citados “cardos” se agregan Rosa eglanteria, Plantago lanceolata,
Verbascum thapsus, Taraxacum officcinalis, Trifolium repens, Saponaria officcinalis (flor de jabón) las compuestas
Artemisia absinthium (ajenjo) y Chrisanthemun vulgare (margarita), C. leucanthemum (margarita) y la
Escrofulariácea digitalis purpurea (digital). El ajenjo, por ejemplo, abunda particularmente en la localidad de
Aluminé y sus alrededores, hecho que indica su condición de especie ruderal. La margarita y la digital abundan
especialmente en las regiones más próximas a los bosques.

G 2 - Diversas especies de Stipa, Mulinum spinosum, Senecio filaginoides y Festuca pallescens.

Estepa herbácea baja, de 0,20 m de altura media de Festuca pallescens, Stipa spp, Mulinum spinosum y
Senecio filaginoides.
Esta unidad se ubica en las laderas o faldeos occidentales y orientales de la Sierra de Chachil en dirección N-S
ocupando una superficie total aproximada de 183.000 ha. La cota inferior es de 1.000 m.s.n.m. y la superior de
1.500 m.s.n.m. En su porción O y S limita con la Unidad G 1.
El relieve es suave a moderadamente ondulado a la vez que el microrrelieve presenta algunas ondulaciones,
producto de las acumulaciones de arena, signo evidente de los riesgos de erosión eólica de toda el área. Sin
embargo tan o más trascendente es la erosión hídrica que suele producir en zonas de pendientes pronunciadas,
cárcavas de más de 1 m de profundidad.
Esto se puede observar frecuentemente a los costados de los caminos de tierra de toda la región.
La superficie del suelo es muy variable aunque generalmente predominan los de textura gruesa. Se observan
habitualmente rocas basálticas de gran tamaño junto a afloramientos del mismo tipo hasta pequeños fragmentos de
un diámetro no mayor de 1 cm.
La estructura de esta estepa está definida por dos estratos a veces no muy bien diferenciados entre sí.
En el primero la altura media es de 0,30 m. y allí se ubican las dos especies codominantes: Festuca pallescens
(coirón dulce) y Stipa speciosa (coirón amargo). La proporción de cada una de ellas varía muchas veces según la
altura a la que se hallen. A los 1300 m.s.n.m. la relación suele ser de 1 a 1 en tanto que aumenta Festuca al
aumentar la altura, disminuyendo la proporción de Stipa. Ocurre lo inverso al disminuir la altura.
Acompañan a ellas Festuca argentina (huecú) constituyendo manchones que sobresalen del resto de la
vegetación por la dimensión que alcanzan sus matas; Stipa humilis y S. chrysophylla (coirones amargos),
Rodophiala sp, Mulinum spinosum (neneo), Senecio filaginoides (charcao), Ephedra andina (pingo - pingo) y
Hordeum comosum.
En el segundo estrato, de 0,10 m. de alto, se ubican Acaena splendens (cepa caballo), A. pinnatifida, Poa
resinulosa, Azorella caespitosa (leña piedra) y Berberis empetrifolia (michay).
Las gramíneas Hordeum tetraploide, Hordeum halophytum, (cola de zorro), Bromus setifolius (cebadilla
patagónica) y además Rumex acetosella (vinagrillo) y Cerastium arvense (troicachu).
Entre las anuales, deben citarse Bromus tectorum (pastito de invierno), Erodium cicutarium (alfilerillo) y
Triptilion achillae.
La cobertura vegetal varía entre un 60 a 70 % para las perennes y un 10 % para las anuales.
Toda la unidad tiene una alta actividad ganadera como consecuencia directa de su aptitud. Se ha notado en casi
toda el área recorrida signos elocuentes de sobrepastoreo: matas de Festuca pallescens en pedestal, intensamente
comidas lo que determina que a veces esta especie deba ser ubicada en el segundo estrato. Por el contrario las
plantas de Stipa speciosa no se ven nunca comidas a ese extremo. Se deberá tener en cuenta en el futuro, la
realización de experiencias que permitan conocer la dinámica de esta población y su potencial productivo.
Raras veces en cañadones y lugares húmedos es posible encontrar pequeños bosquecillos de Nothofagus
antarctica (ñire) junto a varias de las especies nombradas en la unidad G 1.
142
También se ven ejemplares aislados de Araucaria araucana (pehuén) y Austrocedrus chilense (ciprés de la
cordillera).
Lista florística:
Muy frecuentes: Stipa speciosa 3
Festuca pallescens 2-3
Senecio filaginoides 2
Hordeum comosum 1

Frecuentes: Bromus tectorum 2


Hordeum tetraploideum 1
Mulinum spinosum 1
Festuca argentina 1 (en manchones)
Acaena splendens +-1
Rumex acetosella +-1

Poco frecuentes: Stipa humilis 1


Stipa chrysophylla +-1
Bromus setifolius +
Acaena pinnatifida +
Erodium cicutarium +
Poa resinulosa +
Azorella caespitosa +
Rodophiala spp +
Cerastium arvense +

Raras: Ephedra andina +


Triptilion achillae +
Perezia recurvata +
Adesmia fernandezii +

G 3 - F 4 Stipa spp, Mulinum spinosum y Trevoa patagonica y otras dominantes.

Estepa arbustivo-herbácea media, de 0,50 m. de altura, de Trevoa patagonica, Stipa speciosa y S. neaei con
otras dominantes, junto a Mulinum spinosum.
Extensa unidad que se localiza fundamentalmente en las planicies pedemontanas al O del río Agrio llegando
hasta el S de Las Lajas. Ocupa una superficie total de 314.000 ha.
El área en general es casi plana excepto algunas elevaciones menores constituidas por antiguos conos
volcánicos de escasa altura. Se trata de una antigua fosa tectónica rellenada con distintos sedimentos, que González
Díaz describe como “conglomerados con matriz arenoso-tobácea, clastos de basalto y andesitas con algunas calizas
mesozoicas”. Son numerosísimos los afloramientos basálticos intercalados con los sedimentos descritos. La altura
de la región varía entre los 850 y los 1300 m.s.n.m.
Estas planicies son atravesadas por cañadones profundos en dirección O-E que corresponden a distintos cursos
de agua: arroyos Hualcupén, Loncopué, Codihue, Huarenchenque y Yumu-Yumu entre otros.
El suelo en superficie presenta los citados afloramientos de rocas basálticas y los sedimentos de textura gruesa
con algunos fragmentos de un diámetro medio de 0,01 m.
En el área descripta, se diferencian dos unidades cartográficas básicamente por la mayor o menor abundancia
de coirones (pastos) y/o de especies arbustivas.

1) G 3: con Haplopappus pectinatus


2) F 4: con Colliguaya integerrima

G 3 - Estepa herbácea baja de Stipa spp y Trevoa patagonica con Haplopappus pectinatus y Mulinum
spinosum, de una altura media de 0,35 m.

Posee tres estratos bien definidos: el superior, de 0,80 m de altura promedio, está representado por Trevoa
patagonica (malaspina), Collettia spinossisima (espino negro), Schinus polygamus (molle), Anarthrophyllum
143
rigidum (mata guanaco), Fabiana imbricata (palo piche), Senecio subulatus, Phragmites australis (carrizo), Lycium
chilense (llaollín), Colliguaya integerrima (coliguay), Tetragloehin alatum (espina de pescado) y Verbena ligustrina.
Una de las diferencias con la unidad F 4 justamente radica en la proporción de este estrato con relación al segundo.
Mientras en la G 3 predominan notablemente las gramíneas, y en particular los coirones en una proporción de
80 % de pastos y 20 % de arbustos y subarbustos, en la F 4 la relación es de un 50 % para cada uno.
Es posible que la mayor proporción de coirones se deba al riego a que son sometidas éstas áreas. Cuando ésta
práctica se deja sin efecto es notable la dominancia de subarbustos en especial del neneo (Mulinum spinosum).
El estrato intermedio de 0,30 m tiene como codominantes a: Stipa speciosa (coirón amargo). S. neaei (coirón
pluma), Bromus setifolius (cebadilla patagonica), Haplopappus pectinatus (peinecillo), y Mulinum spinosum
(neneo). Son acompañadas por Senecio filaginoides (charcao), S. microcephalus, Poa lanuginosa (pasto hilo), P.
ligularis (coirón poa), Ephedra andina, E. ochreata (solupe), Glycyrrhiza astragalina (falso orozuz - regaliz),
Mutisia spp, Quinchamalium chilense, Echium vulgare (flor azul), Elymus erianthus, Verbena connatibracteata,
Polygala patagonica, Loasa bergii, Festuca thermarum, Phacelia secunda, Cassia arnottiana (tara) y Hordeum
comosum (cola de zorro).
El estrato inferior tiene una altura media de 0,10 m y está representado por: Oxalis valdiviensis, Euphorbia
portulacoides (pichoa), E. Repens, Tropaeolum incisum, Boopis gracilis, Calandrinia affinis, Donyophyton
patagonicum, Perezia recurvata, Polemonium antarcticum, Maihuenia patagonica (chupa sangre) y Acaena
magellanica.
Como anuales se pueden citar a: Gilia laciniata, Cichorium intybus, Madia sativa, Erodium cicutarium
(alfilerillo), Bromus tectorum (pastito de invierno) y Lactuca serriola (lechuga silvestre).
Existen ejemplares aislados a veces formando pequeños bosquecillos de 15 a 20 Individuos de Chacaya
trinervis (chacay) y menos frecuentemente de Nothofagus antarctica (ñire).
La cobertura es de un 60 % para las perennes y un 16 % para las anuales.

F 4 - Estepa herbáceo-arbustiva media de 0,50 m de altura de Stipa spp y Trevoa patagonica con
Colliguaya integerrima y Mulinum spinosum.

Comparte muchas características con la unidad anterior, por lo que es conveniente enumerar las diferencias con
ella:

G3 F4
1) Estepa herbáceo-arbustiva media. 1) Estepa arbustiva baja.
2) Codominancia de Stipa spp, Trevoa patagonica y 2) Codominancia de Stipa spp, Trevoa patagonica,
Haplopappus pectinatus. Mulinum spinosum y Colliguaya integerrima.
3) Buena parte de áreas regadas y mallines húmedos. 3) Sin riego.

La cobertura de las especies perennes es de alrededor del 65 %. Puede ser aún mayor puesto que los arbustos y
subarbustos en muchos sectores se entremezclan entre sí haciendo difícil el acceso, más aún si se tiene en cuenta la
abundancia de especies espinescentes.
Hacia el O y en el límite con la unidad G 7 aparecen los primeros individuos de Araucaria araucana (pehuén).
Lista florística:
Muy frecuentes: Unidad G 3 Unidad F 4
Stipa speciosa 3 1-2
Stipa neaei 2 1
Mulinum spinosum 3 3
Trevoa patagonica 1 2-3
Colliguaya integerrima +-1 2
Haplopappus pectinatus 2 +
Adesmia campestris 1 1
Lactuca serriola 1-2 1
Schinus polygamus + +
Oxalis valdiviensis 1 1

Frecuentes: (comunes a ambas unidades)


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Senecio filaginoides 2
Fabiana imbricata 2
Ephedra andina 2
Haplopappus pectinatus 2
Quinchamalium chilense 2
Collettia spinossisima 1
Poa lanuginosa 1
Glycyrrhiza astragalina 1
Hordeum comosum 1
Euphorbia portulacoides 1
Bromus setifolius 1
Echium vulgare 1
Tetraglochin alatum 1
Bromus tectorum 1
Erodium cicutarium 1
Mutisia spp +
Chacaya trinervis +
Verbascum thapsus +
Rumex crispus +
Phragmites australis +
Cortaderia spp +

Poco Frecuentes:
Boopis gracilis 1
Elymus erianthus 1
Senecio neaei 1
Nothofagus antarctica +
Verbena ligustrina +
Tropaeolum incisum +
Anarthrophyllum rigidum +
Ephedra ochreata +
Euphorbia repens +
Poa ligularis +
Verbena connatibracteata +
Polygala patagonica +
Loasa bergii +
Madia sativa +
Maihuenia patagonica +
Acaena magellanica +
Senecio microcephalus +
Cassia arnottiana +

Raras: Calandrinia affínis +


Festuca thermarum +
Donyophyton patagonicum +
Perezia recurvata +
Senecio subulatus +
Phacelia secunda +
Polemonium antarticum +
Cichorium intybus +
Gilia laciniata +
Lycium chilense +
Araucaria araucana +

G 4 - Diversas especies de Stipa, Poa y Festuca con Mulinum spinosum.


145
Estepa herbácea baja de Stipa spp, Poa spp, Festuca spp y Mulinum spinosum con otras especies
acompañantes.
Ocupa una amplia región del Neuquén septentrional de unas 384.000 ha que constituyen pastizales de altura de
un potencial forrajero de significativa importancia con un alto riesgo de degradación de continuarse con las actuales
prácticas de manejo (ganadería de trashumancia, sobrepastoreo, etc.). Sin dudas, esta unidad requerirá de un estudio
más detallado que permita conocer mejor, no solamente las comunidades presentes, sino la dinámica y el
funcionamiento de las poblaciones y su grado de heterogeneidad. Ello sí permitirá elaborar pautas concretas de
manejo y conservación con una sólida base científica que optimice el recurso.
Toda el área se ubica sobre los 1.400 m.s.n.m. y llega hasta los 3.000 m en las proximidades del volcán
Domuyo. Se asienta sobre materiales de origen volcánico: basaltos olivínicos, brechas y aglomeraciones
volcánicas, tobas y tufitas ignimbritas. Abarca también extensos valles de acarreo y deposición glacial, glacifluvial
y glacilacustre.
Los suelos en superficie son generalmente de textura gruesa (arenosa) aunque no es difícil hallar situaciones en
las que predominan los limo-arcillosos. También es frecuente encontrar afloramientos de rocas ígneas
especialmente en las partes superiores de las elevaciones.
Esto conforma un panorama bastante bien definido: altas cumbres con afloramientos rocosos, planicies y
piedemontes muy extendidos y ríos caudalosos y encajonados que en muy pocas ocasiones dan lugar a pequeños
valles.
Son muy elocuentes los signos que se advierten de erosión especialmente hídrica en forma de surcos y
cárcavas a gravados por las fuertes pendientes que caracterizan la región.
Fisonómica y estructuralmente la vegetación puede ser definida como una estepa herbácea baja, de 0,30 m. de
altura, biestratificada de Stipa spp, Festuca spp, Poa spp y Mulinum spinosum.
El estrato superior, de 0,25 m de alto, es el más importante pues en ella se encuentran las especies dominantes.
Son: Stipa speciosa (coirón amargo), S. chrysophylla, Mulinum spinosum, Poa tristigmatica, Poa holciforme,
Poa huecu, Poa ligularis (coirón poa), Festuca desvauxii, F. pallescens (coirón dulce), F. pyrogea y F. tnermarum.
Son acompañadas por una larga lista de especies: Cassia arnottiana (tara), Ephedra frustillata, E. andina, Senecio
microcephalus, S. neaei, S, covasii, S. filaginoides (charcao), S. poeppigii. Elymus erianthus, E. agropyroides,
Agrostis leptotricha, A. imberbis, Hordeum comosum, Ritidosperma picta, Deschampsia caespitosa var. caespitosa,
Baccharis rhetinodes, B. magellanica, Berberís empetrifolia, Ranunculus peduncularis, Relbuneum richardianum,
Alstroemeria diazii, Stipa neaei, S. humilis, Arrenatheriurn elatius, Madia sativa, Juncus Sp, Adesmia obovata, A.
boronioides, Chrisanthemun parthemium Echium vulgare, Mimulus spp, Eragrostis lugens, Bromus setifolius
(cebadilla patagonica), Rumex acetosella (vinagrillo), Oxalis valdiviensis y Solidago chilensis.
Hay algunas especies cuyos individuos sobresalen de este primer estrato pero se hallan en forma aislada o bien
se reúnen en pequeños grupos corno ocurre por ejemplo con Fabiana imbricata (palo piche), Chuquiraga
oppossitifolia, Anarthrophyllum rigidum (mata guanaco), Diostea juncea, Collettia spinossisima (espino negro),
Chusques spp (caña coligüe), Viguiera revoluta, Adesmia campestris (mamuel choique), etc.
En el estrato inferior, de 0,10 m de altura, es posible hallar las siguientes especies: Acaena splendens (cepa
caballo), A. pinnatifida, Rodophiala spp, Euphorbia portulacoides (pichana), Calandrinia spp, Myosotis discolor,
Astragalus palenae, Calceolaria spp, Adesmia fernandezii, Hypericum perforatum, Tropaeolum polyphyllum,
Verbena att minutifolia, Perezia recurvata, Azorella trifurcata, Maihuenia sp, Chlorea viridiflora, Arjona sp, A.
tuberosa, Hypochoeris hookeri, Leuceria lithospermifolia, Aphanostelma candolleanum, Sisyrinchium y Loasa
acanthifolia.
Se citan como anuales a Lactuca serriola y Bromus tectorum.
También se observan algunos bosquecillos de Nothofagus antarctica (ñire), N. obliqua (roble pellín), N.
pumilio (lenga), Chacaya trinervis (chacay), Lomatia hirsuta (radal) y Escallonia virgata (chapel).
Los últimos ejemplares hacia el norte de Araucaria araucana, son los observados en cercanías del paraje
Moncol (naciente río Reñi Leuvú).
La cobertura vegetal es de alrededor del 60% teniendo en cuenta solamente las especies perennes. En las partes
muy degradadas es difícil que la cubierta supere el 20 % dominando las especies anuales como E. tectorum, E.
vagare y distintas malezas.
Esto último resulta realmente significativo y digno de tenerse en cuenta. Vastos sectores han llegado a tal grado
de sobrepastoreo que solo es posible advertir la presencia de varias especies anuales o perennes invasoras como:
Centaurea solstitialis, C. calcitrapa (abrepuños), Xanthium spinosum (abrojo), Onopordum acanthium (cardo
pampa), Cirsium vulgare (cardo negro), Carthamus lanatus (cardo chileno), Solanum pyrethrifolium, Solidago

146
chilensis, Solanum valdiviense, Glycyrrhiza astragalina, Echium vulgare, Madia sativa, Conium maculatum
(cicuta), Marrubium vagare (malva rubia), Bromus tectorum, Hordeum comosum (perenne) y Verbascum thapsus.
Estas comunidades ruderales no sólo se ubican en las áreas peridomésticas y de disturbios producidos por el
hombre (por ej: al borde de caminos), sino que es muy frecuente hallarlas invadiendo áreas de cultivo (con riego,
vegas) e incluso en los mismos pastizales de altura.
Ya fue citada la presencia de constantes afloramientos de rocas basálticas en las que predominan especies
arbustivas y subarbustivas tales como Mulinum spinosum, Berberis empetrifolia, Acaena splendens, Senecio
gilliesii, S. neaei, Baccharis rhetinodes, Ephedra andina, Adesmia boronioides, Mutisia lineariffolia, Relbuneum
richardianum, Azorella trifurcata, Chuquiraga oppossitifolia, Verbena att. minutifolia y Maihuenia sp. Entre los
pastos están: Stipa speciosa, Poa tristigmatica y Festuca desvauxii.
La Dirección General de Bosques y Parques Provinciales ha establecido una serie de parcelas experimentales
en toda la región que, al ser áreas clausuradas al pastoreo, bien podrían servir para realizar en forma paralela
estudios tendientes a conocer la dinámica de la vegetación. Una primera aproximación sería realmente útil para
determinar una escala de valorización desde áreas muy degradadas hasta las mejor conservadas (5-6 años de
clausura). En algunas de las parcelas se ha observado un retroceso de los arbustos y subarbustos a favor de otras
gramíneas, como por ejemplo se puede citar el censo realizado en la parcela Mallín Redondo:

Área Clausura
pastoreada
Stipa speciosa 2-3 2-3
Hordeum comosum +-1 1-2
Poa tristigmatica +-1 1
Festuca desvauxii +-1 1
Mulinum spinosum 1-2 1
Alstroemeria diazii - 1
Perezia recurvata + 1
Acaena splendens 1 1
Senecio microcephalus 1 +-1
Anarthrophyllum rigidum +-1 +-1
Cassia arnottiana +-1 +-1
Adesmia campestris +-1 +-1
Verbena aff. minutifolia 1 +-1
Senecio covasii 1 +-1
Senecio neaei 1 -
Arjona sp 1 -
Miosotis discolor + -
Calceolaria sp + -

Toda el área se caracteriza por la presencia de un gran número de vegas conocidas comúnmente como
“mallines” que se describen por separado. (H1)

Lista florística:
Muy frecuentes: Mulinum spinosum 2
Stipa speciosa 2
Poa tristigmatica 1-2
Echium vulgare 1-2
Festuca devauxii 1

Frecuentes: Senecio poeppigii 1


Festuca weberbaueri 1
Acaena splendens 1
Senecio microcephalus 1
Chuquiraga oppossitifolia 1
Madia sativa 1
Stipa chrysophylla 1
Poa huecu 1
147
Elymus erianthus +-1
Hordeum comosum +-1
Acaena pinnatifida +-1
Arrenatherium elatius +-1
Baccharis rhetinodes +-1
Ephedra andina +-1
Loasa sp +
Leuceria lithospermifolia +
Buddleja globosa +
Sisyrinchium sp +

Poco frecuentes: Senecio filaginoides 1


Euphorbia portulacoides 1
Adesmia obovata 1
Azorella trifurcata +-1
Fabiana imbricata +-1
Anarthrophyllum rigidum +-1
Calceolaria spp +-1
Calandrinia spp +-1
Cassia arnottiana +-1
Festuca pallescens var. scabra +-1
Viguiera revoluta +-1
Verbena aff. minutifolia +-1
Berberis empetrifolia +-1
Stipa humilis +-1
Mutisia lineariffolia +-1
Perezia recurvata +-1

Raras: Festuca thermarum 2-3


Adesmia campestris 1
Agrostis imberbis 1
Collettia spinossisima 1
Ritidosperma picta 1
Astragalus palenae +-1
Miosotis discolor +-1
Podophiala sp +-1
Senecio neaei var. neaei +-1
Poa lanuginosa +-1
Senecio covasii +
Ephedra frustillata +
Agrostis leptotricha +
Poa holciforme +
Elymus erianthus +
Descharnpsia caespitosa +
Chilliotrichum rosmarinifolium +
Adesmia fernandezii +
Chusquea spp +
Relbuneum richardianum +
Stipa neaei +
Festuca pyrogea +
Perezia pilífera +
Verbena glauca +
Mimulus spp +
Eragrostis lugens +

G5 - Diversas especies de Stipa con grupos aislados de Adesmia pinifolia.


148
Corresponde a los faldeos del volcán Tromen ubicados aproximadamente entre 1800 y 2500 m.s.n.m. Son
estepas herbáceas de Stipa spp de notable cobertura en algunos casos, especialmente en los fondos de los bolsones
formados a esa altura. Se observan grandes acumulaciones de arenas cubiertas de gramíneas de buen desarrollo y a
medida que se avanza hacia el norte, aparecen manchones de Adesmia trijuga y luego Adesmia pinifolia (leña
amarilla). También a esa altura se encuentra aún Verbena glauca y Senecio microcephalus.
En general pueden diferenciarse dos estratos: el principal, graminoso con 40 % de cobertura y de una altura
promedio de 0,40 m, y el formado por los grupos de arbustos de Adesmia pinifolia (coli-mamuil o leña amarilla)
que pueden alcanzar una altura de hasta 2 m en algunos ejemplares con porte arborescente. Los mismos se
disponen en los “escoriales” de lava, ya sea aislados o en pequeñas comunidades que se alojan al pie de las coladas
basálticas, aprovechando para instalarse los sedimentos eólicos allí depositados.
En general, los basaltos cuanto más jóvenes son, más des nudos de vegetación se encuentran. Ello es
fácilmente observable en las márgenes septentrionales de la laguna.
Un perfil que esquematizara esta unidad podría ser el siguiente:

149
Lista florística:

150
Muy frecuentes: Stipa speciosa 3
Stipa chrysophylla 3
Stipa humilis 3

Frecuentes: Adesmia pinifolia 2 (en grupos)


Senecio neaei var. neaei 1
Senecio microcephalus 1
Ephedra frustillata 1
Hordeum comosum 1
Stipa neaei 1

Poco Frecuentes: Adesmia trijuga +


Poa huecu +
Poa tristigmatica +
Verbena glauca +

Raras: Senecio poeppigii var. poeppigii +


Senecio covasii +
Festuca sp +

La cobertura promedio de la unidad puede estimarse en 50 % no obstante hay zonas muy pastoreadas, como el
“Mallín de Los Barros”, que muestran áreas con intensa erosión eólica y abundancia de coirones “en pedestal”. Se
observa preferencia manifiesta por las Stipa spp, en el ramoneo del tapiz herbáceo. Las restantes gramíneas
observadas en esta zona de “mallín” son Poa tristigmatica y Poa huecu y abundante cantidad de Senecio
microcephalus.
Por su parte la laguna Los Barros muestra una densa cobertura de Juncus spp, y en sus costas áreas
sobrepastoreadas de Festuca spp y Poa spp con abundancia de Verbena glauca.
La superficie que ocupa esta unidad es aproximadamente de 119.000 ha

G 6 - Diversas especies de Festuca con Chusquea culeou y bosquecillos de Araucaria araucana

Constituye una unidad muy particular, con extensas áreas degradas por pastoreo y erosión, alternadas con otras
cuya vegetación es la de una estepa herbácea ó herbáceo-arbustiva baja de Festuca spp y otra acompañantes. Se
describe precisamente esta estepa dejando bien establecido la gran inestabilidad a la que está expuesta toda la
vegetación, la que deberá ser estudiada con mayor detalle por su valor forrajero potencial.
Se localiza en arcas elevadas entre 1300 y 1800 m.s.n.m. o más en la Cordillera Principal, próximo al río
Litrán; en la Sierra del Chachil (El Atravesado) y la Pampa de Lonco Luán, claro ejemplo de desertización por un
manejo inadecuado del recurso. Ocupa una superficie total de unas 48.000 ha.
El paisaje presenta un relieve ondulado, con valles y cañadones profundos y estrechos, siendo toda la región de
origen volcánico por lo que aparecen frecuentemente afloramientos basálticos o rocas ígneas de considerable
tamaño. Existe un modelado glacial a veces no muy notable.
El suelo en superficie es de textura gruesa (arenoso), pero en distintos sectores bien localizados como la Pampa
de Lonco Luán y parte del valle de Litrán, hay cenizas volcánicas (lapilli) en superficie.
Estepa herbácea o herbáceo-arbustiva que consta generalmente de dos estratos: el primero, de 0,25 m de altura
media; y el segundo de 0,10 m. Las especies dominantes en la unidad, son Festuca pallescens (coirón dulce),
Festuca pascua, F. thermarum y F. argentina y se encuentran en el primer estrato acompañadas por Elymus
rigescens, Senecio leucomallus, Baccharis rhetinodes, E. magellanica, Poa ligularis (coirón poa), P. huecu (huecú),
Mulinum spinosum y M. microphyllum (neneo), Adesmia boronioides (paramela), Chilliotrichum rosmarinifolium,
Chusquea culeou (caña coligue) y Ch. quila, siendo la primera de las nombradas (Ch. Culeou) la más abundante.
En el segundo estrato es posible encontrar a Acaena splendens (cepa caballo), Poa resinulosa, P. denudata,
Azorella caespitosa (leña de piedra), A. trifurcata, Berberis empetrifolia (calafatillo - michay), Perezia recurvata,
Senecio poeppigii, Trisetum cumingii, Calceolaria spp, Nassauvia lagascae var. lagascae, Stipa ibari var. ibari, S.
brevipes, Eryngium paniculatum, Taraxacum officcinalis (diente de león), Cerastium arvense (troicachu) y Rumex
acetosella (vinagrillo).

151
La cobertura vegetal para las perennes varía entre los 70 % y 75 % pudiendo llegar al 95 % en algunos puntos
del valle superior del río Litrán y al 0 % en muchos lugares de la degradada Pampa de Lonco Luán. Para las
anuales este valor es de alrededor del 5 %.
Es muy frecuente encontrar ejemplares aislados, aunque en buen número, de Araucaria araucana (pehuén).
Conforman una vegetación del tipo parque y pueden estar acompañados por Lomatia hirsuta (radal), Nothofagus
antarctica (ñire), Discaria articulata (espino negro), Chacaya trinervis (chacay), Maytenus boaria (maitén) y Malus
silvestris (manzano silvestre). Así mismo y al igual que en todas las unidades que limitan con el bosque, hay una
gran cantidad de mallines formados por las especies citadas en la unidad H1.
Una especial mención merece la presencia de la caña coligüe (Chusquea spp) que en algunos sectores es
codominante con Festuca pallescens, tal como sucede en el valle superior del río Litrán con muy pocas especies
acompañantes y sin la presencia de especies arbóreas. Constituye así una de las pocas regiones frías de altura en el
mundo donde convive una especie perteneciente a las Bambúseas junto a una Festúcea.
Generalmente, hacia el límite con la República de Chile, y concordando con los estudios florísticos realizados
en aquél país (Matthei, O. 1982), las especies de Fstuca que dominan son F. pascua y F. thermarum, mientras que
hacia el E es más frecuente encontrar a F. pallescens, F. magellanica, F. pyrogea y F. rubra, especialmente en
aquellos lugares que se localizan sobre los 2.000 m.s.n.m.
Alguna de las especies citadas para la unidad, tales como: Nassauvia lagascae, N. aculeata, Berberis
empetrifolia, Empetrum rubrum, Senecio poeppigii, Baccharis magellanica, E. rhetinodes y Chilliotrichum
rosmarinifolium, hacen pensar que bien podría ubicarse aquí, uno de los varios sectores de la provincia
fitogeográfica Alto Andina (Distrito Altoandino Austral) especialmente en las partes más altas (1700 a 1800
m.s.n.m.).
Las características de la unidad y las especies que la constituyen (muchas de ellas de alto valor forrajero)
determinan un enorme potencial ganadero que sin embargo corre serio peligro de sufrir alteraciones, quizás
irreversibles, como lo demuestran la Pampa de Lonco Luán y focos de erosión en el valle del río Litrán, Paso del
Arco,etc.
Actualmente la provincia del Neuquén realiza en varias de estas áreas, estudios especialmente relacionados con
la medición de la erosión, técnicas de control y recuperación de zonas afectadas.
Sin embargo es indispensable poner especial énfasis en el estudio de ésta y otras unidades (vg. G5, G4, G2 y
G1) en lo relativo a aspectos como: reconocimiento de las gramíneas por caracteres vegetativos y/o productivos,
fenología, calidad forrajera, análisis de la heterogeneidad de la vegetación de las áreas dominantes por Festuca spp
y Poa spp y finalmente la productividad de estos pastizales.
Una especie significativamente notable en la zona intermedia entre la Pampa de Lonco Luan y el Lago
Aluminé es Adesmia boronioides (paramela) que abunda por encima de los 1200 m.s.n.m. En esa misma área, sobre
los faldeos que miran al Oeste de esta Pampa existen campos con abundancia de Stipa speciosa asociada con
Acaena splendens.
También Stipa speciosa abunda en algunos cañadones y bolsones cubiertos de arena, como ocurre por ejemplo
en la región de El Atravesado.
De no ser por el uso poco racional de estos campos, Neuquén contaría con buenas zonas de veranadas, a muy
corta distancia de la ciudad de Zapala.
Lista florística:
Muy frecuentes: Festuca pallescens 2-3
Festuca pascua 2
Festuca thermarum 2
Azorella caespitosa +-1
Berberis empetrifolia +-1
Chilliotrichum rosmarinifolium +-1
Hordeum comosum +-1
Hordeum parodii +-1

Frecuentes: Acaena splendens 2


Baccharis rhetinodes 1-2
Mulinum spinosum 1
Festuca argentina 1
Chusquea culeou 1
Poa denudata 1
Stipa speciosa 1
152
Baccharis magellanica 1
Adesmia boronioides +-1
Calceolaria spp +-1

Poco frecuentes: Poa resinulosa 2


Senecio leucomallus 1-2
Azorella trifurcata 1
Poa ligularis 1
Poa huecu 1
Perezia recurvata +-1
Mulinum microphyllum +
Nassauvia aculeata +
Senecio poeppigii +-1
Trisetum cumingii +
Cerastium arvense +
Mutisia retrorsa +
Euphorbia portulacoides +
Empetrum rubrum +

Raras: Nassauvia lagascae var. lagascae +


Stipa ibari var. Ibari +
Stipa brevipes +
Eryngium paniculatum +
Agrostis imberbis +
Senecio gymnocaulos +
Adesmia fernandezii +

G 7 - Diversas especies de Poa y Senecio microcephalus con bos quecillos y vegas.

Estepa herbácea baja de Poa spp y Senecio microcephalus con presencia de bosquecillos y numerosas vegas.
Comprende áreas en la parte centro-occidental de la provincia a una altitud que varía entre los 1.300 y 1.600
m.s.n.m. ocupando una superficie aproximada de 44.000 ha.
Se trata de zonas de origen basáltico con afloramientos de rocas especialmente en las cimas de las elevaciones.
En los valles intermontanos hay depósitos de material de acarreo y depositación glacial, glacifluvial y
glacilacustres. El relieve en general es quebrado o muy ondulado con una numerosa presencia de vegas que
caracterizan a esta unidad al igual que los pequeños manchones boscosos de ñire y chacay.
Es notable la dominancia de pastos en esta estepa herbácea especialmente del género Poa. Existen dos estratos
a veces no muy bien diferenciados entre sí. El primero de 0,25 a 0,30 m de alto, está representado por Poa
holciforme, P. resinulosa E. huecu, P. dusenii, P. tristigmatica, P. Lanuginosa y Senecio microcephalus var.
microcephalus. Son acompañadas por: Festuca argentina, F. pallescens var. scabra, E. weberbaueri, E. Pascua, Stipa
speciosa (coirón amargo), S. neaei (coirón pluma), S. humilis, S. chrysophylla, Hordeum comosum, Agrostis
imberbis, Elymus rigescens, Senecio filaginoides, Baccharis rhetinodes Mulinum spinosum (neneo), Berberis
empetrifolia, Chilliotrichum rosmarinifolium, Arrenatherium elatius, Ritidosperma picta var. picta, Adesmia
boronioides (paramela) y Haplopappus prunelloides var. prunelloides.
En forma aislada y especialmente en faldeos rocosos hay algunos ejemplares que sobresalen por su altura:
Fabiana imbricata (palo piche) Collettia spinossisima (espino negro) y Trevoa patagonica (malaspina).
El estrato inferior tiene una altura de 0,10 m y está compuesto por Hypochoeris sp, Euphorbia portulacoides
(pichoa), Leuceria achillaefolia, Vicia angustifolia, Cajophora sp, Acaena splendens(cepa caballo), Viola cotyledon,
V. volcanica y Tropaeolum incisum, Rumex acetosella (vinagrillo) Bromus setifolius (cebadilla patagonica), B.
tunicatus y Hordeum parodii.
Entre las anuales se citan Hordeum murinum, Gilia gracilis var. congesta y Gilia laciniata.
La cobertura vegetal es para las especies perennes de un 70 %. Sin embargo, puede disminuir sensiblemente
hasta un 30 % en áreas sobrepastoreadas especialmente en las veranadas ocupadas por fiscaleros.
Además de la descripción anterior la unidad se caracteriza por la presencia de numerosas vegas cuya
descripción se hace en la unidad H 1 y pequeños bosquecillos. Estos a veces son de Chacaya trinervis (chacay) pero

153
los más frecuentes son los de Nothofagus antarctica (ñire) acompañado por Chusquea spp (caña coligüe) y
Escallonia virgata (chapel). También es posible observar algunos ejemplares de Araucaria araucana (pehuén).
Lista florística:
Muy frecuentes: Poa tristigmatica
Poa resinulosa
Poa holciforme
Poa huecu
Poa dusenii
Senecio microcephalus 1-2
Mulinum spinosum 1-2
Stipa speciosa 1-2
Festuca weberbaueri
Festuca argentina
Festuca pallescens var. scabra
Festuca pascua

Frecuentes: Senecio filaginoides 1


Stipa chrysophylla 1-2
Hordeum comosum 1-2
Hypochoeris spp 1-2
Euphorbia portulacoides 1-2
Adesmia boronioides 1
Calceolaria spp 1
Lactuca serriola 1
Rumex acetosella 1
Baccharis rhetinodes +-1
Stipa humilis 1
Berberis empetrifolia +-1
Poa lanuginosa +-1

Poco frecuentes: Acaena splendens 1-2


Chuquiraga oppossitifolia 1-2
Stipa neaei 1
Cajophora sp +-1
Polypogon australis +-1
Chilliotrichum rosmarinifolium +-1
Leuceria achillaefolia +-1
Arrenatherium elatius +-1
Ritidosperma picta +-1
Elymus rigescens +-1
Haplopappus prunelloides +-1
Viola cotyledon +
Viola volcanica +
Tropaeolum incisum +

Raras: Cassia arnottiana 1-2


Schinus polygamus +-1
Fabiana imbricata 1
Ephedra andina +-1
Agrostis imberbis +-1
Trevoa patagonica +-1
Collettia spinossisima +-1
Vicia angustifolia +-1

NOTA: Las especies de los géneros Poa y Festuca no figuran con valores de dominancia debido a la gran
dificultad que representa estimar ese valor para cada una de las poblaciones, a través de la observación general
154
como la que se efectúa trabajando con este método. De por sí, resulta difícil la identificación por caracteres
vegetativos y reproductivos de estas especies.

H - Vegas:

En esta unidad se han incluido todas las praderas y matorrales de hidrófitas conocidas generalmente como
vegas o regionalmente como “mallines”.
Estas áreas han sido subdivididas en:
H1: Vegas de zonas boscosas y estepas graminosas
H2: Cortaderales.
La primera ya ha sido en parte descripta descrita en el Tomo 1, pág. 128 como S. HE.

H1: Vegas de zonas boscosas y estepas graminosas

Son praderas y matorrales de hidrófitas (Ciperáceas, Juncáceas y Gramíneas) que se encuentran en los Bosques
Subantárticos y en la estepa patagónica. Sin embargo y tal como ha sido expresado en S. HE (tomo 1, pág. 128) la
principal diferencia entre los mallines de la estepa y de los bosques reside en que los últimos están asentados sobre
suelos cenagosos en donde la materia orgánica no alcanza a descomponerse. Según esto, Boelcke (1957) diferencia
tres áreas concéntricas de acuerdo en el grado de humedad que contenga; a saber:

Zona 1: Comprende las áreas más secas del mallín como también las fracciones de terreno más elevadas. La
comunidad que la caracteriza esta integrada por Festuca pallescens, Taraxacum officcinalis, y
Trifolium repens Las gramíneas perennes más importantes son: Poa pratensis y P. lanuginosa, en
tanto que las efímeras primaverales son: Vulpia megalura y y. dertonensis. La Juncácea más común
es Juncus balticus y entre las Ciperáceas son frecuentes Carex gayana y C. subantartica.

Zona II: Comprende la parte de los mallines con humedad intermedia donde el suelo no llega a ser
pantanoso. La comunidad dominante está integrada por Juncus balticus que tiene dominio absoluto,
Trifolium repens Taraxacum officcinalis y Poa pratensis. Otras acompañantes son: Deschampsia
caespitosa, D. elongata, Trisetum phleoide, Alopecurus antarcticus, Holcus lanatus, Fragaria
chiloensis, Hypochoeris spp y Acaena pinnatifida entre otras.

Zona III: Corresponde a la parte de los mallines sin predominio de Juncus balticus. La comunidad está
integrada por Carex gayana, Heleocharis albibracteata, Deschampsia caespitosa y Polypogon
australis.

Dentro de los mallines sólo hay tres especies arbustivas: Escallonia virgata (chapel) que crece en las zonas más
cenagosas, Berberis buxifolia y B. heterophylla (calafates).
En general los estudios citados de Boelcke (1957) y Dimitri (1972) se refieren especialmente al sur del
territorio provincial, se cita a continuación un censo realizado en un mallín del Neuquén septentrional
correspondiente a la unidad G4 a efectos de su comparación.
El mismo se ubica al O de la población de Las Ovejas, a una altura de 1650 m.s.n.m. En una vega de mediano
nivel de humedad.
Las especies encontradas fueron:
Ritidosperma virescens var. patagonica
Festuca spp
Poa tristigmatica
Bromus sp
Juncus lesuerii
Juncus balticus
Taraxacum officcinalis
Calceolaria spp
Acaena pinnatifida
155
Acaena splendens
Senecio neaei var. neaei
Myosotis discolor
Agrostis imberbis
Cynosurus echinatus
Pratia repens
Donatia fascicularis
En Chochoy Mallín fueron observadas las siguientes especies:

Phleum pratensis
Veronica anagallis-acquatica
Juncus spp
Dipsacus sativus
Conium maculatum

Las especies más agresivas detectadas fueron Glycyrrhiza astragalina (regaliz) que se observa en casi toda las
áreas mallinosas del Departamento Minas y Marrubium vulgare. La superficie total de los mallines es de
aproximadamente 120.000 ha.

H2 - Cortaderales:

Constituyen comunidades vegetales generalmente pobres desde el punto de vista florístico instaladas en
pequeños fondos de valle ó asociadas a vertientes de ladera que afloran de bajó de mantos basálticos. No obstante
podría citarse cierta graduación del número de especies en sentido E—O.
Se caracterizan por una falta de provisión de agua durante buena parte del año, especialmente en la época
estival, lo que asociado a fuertes procesos de evaporación por las altas temperaturas diurnas origina procesos de
salinización que restringen en alto grado las especies que se adaptan a tales condiciones.
Las especies dominantes son Cortaderia araucana y C. rudiuscula, plantas que normalmente adquieren un
aporte considerable. Son acompañadas por los conocidos coirones amargos: Stipa speciosa y S. humilis las que se
ubican son preferencia hacia la periferia del mallín. El último de los nombrados junte a Mulinum spinosum son
citados por Soriano et al (1981) como reemplazantes o invasores en los casos de degradación por pastoreo y
pisoteo. En cambio, en mallines degradados por los ya mencionados procesos de salinización hay una gran
cobertura vegetal de Distichlis scolaria y D. spicata (pelo de chancho.)
Una mención especial merecen estas unidades en el N de la provincia, donde a las especies señaladas antes, se
agrega Phragmites australis (carrizo - ranquil).
Se pueden citar como malezas invasoras de estos mallines a Tessaria absinthioides (pájaro bobo) y Polygonum
aviculare (sanguinaria), además de otras anuales y los conocidos “cardos” ya citados en la Unidad G 1.
Las comúnmente conocidas cortaderas y en especial O. araucana son pastoreadas por el ganado,
particularmente por el vacuno, en menor escala por el equino y escasamente por el ovino. Es práctica frecuente, que
por cierto debiera ser correctamente evaluada en el futuro, la quema de estos mallines, que según los pobladores
permite al ganado el pastoreo de los brotes tiernos que quedan al descubierto.
Existe un gran número de ejemplos de este tipo de mallines en toda la estepa siendo tal vez uno de los más
conocidos el “mallín de Zapala” en el que es posible identificar a las especies nombradas y a Sporobolus rigens
(unquillo) en los sitios más arenosos. Además, abundan cortaderales entre Zapala y Aluminé, en el basalto de
Piedra del Águila y en las terrazas o planicies ubicadas al O del río Agrio, que no son mapeables a la escala del
trabajo.

D 1: Semidesiertos de altura.

Esta unidad involucra a todas las áreas semidesérticas que existen en los niveles más elevados de la zona
montañosa andina del Neuquén. En ellas abundan vegetales con alta adaptación a condiciones xéricas extremas y a
la defensa contra el frío, los fuertes vientos, y las notable acumulaciones de nieve. En general las plantas arbustivas
logran un gran desarrollo del aparato subterráneo y una notoria reducción de su porción área. Abundan especies
rastreras y en cojín o placa adosados al suelo, en roseta, cubiertos de resinas o tricomas, espinas y aguijones. Las
plantas en general están aisladas y las gramíneas que escasamente existen, forman matas bajas y compactas, con
hojas convolutas y junceiformes, conformando matas circulares o semilunares.
156
Este tipo de vegetación identificada lo más típico de la provincia fitogeográfica Altoandina en la provincia del
Neuquén.
Florísticamente, los sectores indicados con D 1 en el norte del territorio provincial, corresponden al distrito
Cuyano y su existencia es claramente manifestada por encima de los 2000 m.s.n.m. Ocupa una superficie de
aproximadamente 632.000 ha.
Como ejemplo más representativo para describirlo, tanto por sus características como por su significativa
superficie, es el que ofrece el volcán Tromen entre 2500 y 3000 m.s.n.m. En sus laderas escarpadas basálticas y los
rellenos de los faldeos se repite el siguiente esquema:
Las arcas rocosas están cubiertas de arbustos achaparrados o rastreros.
En las cimas abundan especies pulvinadas, alternadas con otras carnosas adaptadas a la nieve o a los rodados
en movimiento.
Una vista general de estos sectores muestra abundancia de Azorella gilliesii y Mulinum spp que se distribuyen
de acuerdo a un patrón homogéneo de cojines o llaretas. Se diferencia, además, Nassauvia glomerulosa y
Empetrum rubrum, la primera con su clásica tonalidad gris oscuro y la segunda verde oscuro.
Todos estos “roqueros” tienen muy escasa cobertura (menor del 10 %). El resto del paisaje es una sucesión de
áreas rocosas cubiertas ligeramente por Azorella gilliesii, Senecio poeppigii, Nassauvia glomerulosa, Empetrum
rubrum, Verbena aff. seriphioides, Senecio neaei, Calandrina spp, Mulinum spp, Adesmia obovata, sobre la que se
destacan cada tanto agrupaciones puras de Adesmia pinifolia con ejemplares de hasta 1 m de altura o más.
Entre estos afloramientos basálticos suelen ubicarse “bolsones” cuyo suelo está formado por material suelto, y
allí hay un mayor desarrollo de gramíneas de los géneros Stipa y Festuca. Los lugares con acumulaciones de agua
muestran vegas pequeñas de Juncáceas y Ciperáceas, usadas para pastoreo generalmente en verano.
Lista florística:
Muy frecuentes: Stipa speciosa 3
Stipa chrysophylla 2
Festuca kurtziana 2

Frecuentes Stipa neaei 1


Mulinum spinosum 1
Senecio gilliesii 1

Poco frecuentes: Verbena glauca +


Senecio neaei +
Berberis empetrifolia +

Los semidesiertos del centro y sudoeste de Neuquén son discontinuos, dispuestos a modo de islotes por encima
de la provincia Subantártica.
A medida que aumenta la latitud, ese límite disminuye en altitud y paralelamente aumenta la abundancia de
elementos patagónicos.
En el portal del arroyo Hualcupén en cercanía de Riscos Bayos y a más de 2000 m.s.n.m. la vegetación con
una cobertura no mayor de 10 a 16 % está representada por Poa tristigmatica, Festuca weberbaueri, Berberis
empetrifolia, Rodophiala gilliesii, Ranunculus peduncularis, Acaena magellanica, Empetrum rubrum, Mulinum
microphyllum, Azorella sp, Viola volcanica y V. cotyledon.
En Copahue, a más de 2000 m. se relevaron además las siguientes especies: Baccharis rhetinodes, Baccharis
magellanica, Empetrum rubrum, Senecio polyphyllus, Senecio julliettii y S. poeppigii. También Nassauvia
lagascae, N. aculeae, N. digitata y N. revoluta. Las gramíneas que se pueden citar son: Deyeuxia erytrhrostachya y
Ritidosperma vidacea. Desde allí y hacia el sur se ubica el distrito Austral de la provincia Altoandina que fuera
descrito anteriormente para la Provincia Subantártica como unidad S.D.f. (ver pág. 127 - Tomo 1 de este mismo tra -
bajo.)

157
CONCLUSIONES

A efectos de trazar líneas de futuras investigaciones ha sido necesario una suerte de priorización de las
unidades definidas en esta etapa de relevamiento de la vegetación.
Ello permitirá eligir aquellas que, atendiendo a distintos aspectos mas abajo señalados, merezcan un
pormenorizado estudio.
El mapeo efectuado ofrece ciertas variaciones dentro de cada unidad. Planear el uso de cada una de ellas
supone la realización de estudios detallados que permitan conocer su mayor o menor heterogeneidad.
Para ello es necesario elegir sitios representativos que, luego de estudiados, su generalización permita
extrapolar los datos para la totalidad de esa unidad.
Es imposible en un tiempo relativamente breve como el fijado por la provincia, efectuar un estudio cumpliendo
con esta metodología en todas las unidades cartográficas simultáneamente. Es por eso que se ha desarrollado una
escala arbitraria que permite lograrlo expeditivamente, excluyendo la región de los bosques.
Los criterios utilizados para elaborarla fue ponderar los siguientes parámetros, la importancia de la superficie
de cada unidad en relación con la superficie total de la Provincia: el valor forrajero de cada unidad y la
susceptibilidad de degradarse en función del porcentaje de Hemicriptófitas (clasificación de formas Biológicas de
Raunkjaer) dentro de las especies dominantes y acompañantes; finalmente, el grado de cobertura. Los valores
usados para cada atributo fueron los siguientes:

ATRIBUTOS PUNTAJE ASIGNADO

1) P 1 = Superficie (ver cuadro N° 8)

menos de 5.000 has 3 puntos


5.000 a 9.999 has 5 “
10.000 a 24.999 has 10 “
25.000 a 49.999 has 20 “
50.000 a 99.999 has 25 “
100.000 a 199.999 has 30 “
200.000 a 399.999 has 34 “
400.000 a 700.000 has 36 “
más de 700.000 has 38 “

2) P 2: porcentaje de Hemicriptófitas (ver cuadro N° 6)

menos de 10% 6 puntos


10 a 19% 10 “
20 a 29% 12 “
30 a 39% 15 “
40 a 44% 18 “
más de 44% 22 “

3) P 3: Porcentaje de cobertura (ver cuadro N° 6)

menos del 5% 3 puntos


6 a 15 % 8 “
16 a 25 % 12 “
26 a 35 % 15 “
36 a 45 % 18 “
46 a 55 % 22 “
56 a 65 % 26 “
más de 65 % 30 “

El valor de cada unidad es igual a la sumatoria de P 1, P 2 y P 3. Con todo ello, se confeccionó el cuadro N° 7
donde pueden observarse los resultados y el orden de prioridad así asignado.

158
159
160
CUADRO N° 7 – Tabla de puntaje para prioritación de las unidades cartográficas de vegetación.

P1 P2 P3 N° de
Unidad Total
(Superficie) (% Hemicriptófitas) (% Cobertura) Orden
E1 34 10 12 56 20
E2 38 12 15 65 8
E3 34 10 15 59 13
E4 10 15 15 40 33
E5 10 10 10 30 36
E6 10 10 12 32 34
E7 -- -- -- -- --
E8 -- -- -- -- --
E9 30 10 10 50 27
E 10 20 10 15 45 30
E 11 5 12 15 32 34
E 12 -- -- -- -- --
E 13 12 12 10 58 16
E 14 25 5 15 45 30
E 15 20 15 12 47 29
E 16 36 10 12 58 16
E 17 30 12 15 57 18
E 18 34 10 15 50 13
E 19 25 10 15 50 27
E 20 30 10 15 55 21
E 21 34 10 15 59 13
E 22 25 12 15 52 24
E23 20 15 18 53 23
E24 25 12 15 52 24
Eds -- -- -- -- --
Esp 25 15 3 43 32
Edps -- -- -- -- --
X1 -- -- -- -- --
X2 -- -- -- -- --
X3 -- -- -- -- --
X4 -- -- -- -- --
X5 -- -- -- -- --
F1 25 10 22 57 18
F2 34 10 18 62 11
F3 30 10 12 52 24
F4 34 12 18 64 9
F5 30 12 18 60 12
F6 36 15 15 66 7
F7 25 15 15 55 21
G1 34 22 30 86 1
G2 30 18 26 74 2
G3 25 12 26 63 10
G4 34 12 26 72 3
G5 30 22 18 70 6
G6 20 22 30 72 3
G7 20 22 30 72 3
B1 -- -- -- -- --
B2 -- -- -- -- --
D1 -- -- -- -- --
Db -- -- -- -- --
Dy -- -- -- -- --

161
CUADRO N° 8 – SUPERFICIE APROXIMADA DE LAS UNIDADES CARTOGRÁFICAS (en ha.)

Unidad cartográfica Superficie


E1 290.000
E2 1.249.000
E3 323.000
E4 16.000
E5 22.000
E6 16.000
E7 95.000
E8 70.000
E9 128.000
E 10 32.000
E 11 9.000
E 12 50.000
E 13 492.000
E 14 85.000
E 15 25.000
E 16 402.000
E 17 135.000
E 18 391.000
E 19 50.000
E 20 132.000
E 21 352.000
E 22 52.000
E 23 25.000
E 24 63.000
Eds 37.000
EDp 87.000
Edps 12.000
F1 79.000
F2 263.000
F3 181.000
F4 232.000
F5 131.000
F6 402.000
F7 88.000
G1 281.000
G2 183.000
G3 82.000
G4 384.000
G5 119.000
G6 48.000
G7 44.000
B1 325.000
B2 130.000
X1 74.000
X2 6.000
X3 66.000
X4 85.000
X5 257.000
H1–H2 120.000
D 632.000
D 17.000
D 14.000
Áreas sin relevar y lagos 420.000
Total 9.303.000

162
Aclaración: La diferencia entre la superficie total calculada y la real proviene del error propio del aparato de
medición utilizado (planímetro)
CUADRO N° 9 - SUPERFICIE SEGÚN GRUPOS FISONÓMICOS

Grupo fisonómico (ha) Superficie % del total

Estepa arbustiva 4.640.000 49,9


Estepa arbustivo-herbácea 1.376.000 14,8
Estepa herbácea 1.141.000 12,3
Bosques 455.000 4,9
Vegas 120.000 1,3
Desiertos 663.000 7,1
Unidades compuestas 488.000 5,2
Otros 420.000 4,5

TOTAL 9.303.000 100,00

En la figura N° 19 se han delimitado en un mapa 1:2.000.000, los grupos fisonómicos presentes en el territorio
provincial.
De su observación y de los cuadros N’ 8 y 9, puede advertirse que la mayor superficie está ocupada por una
estepa arbustiva, presente no solamente en el Monte, sino también en buena parte de la Provincia Patagónica (49,9
% del total). Las estepas herbáceo-arbustivas ocupan el 14,8 % de la superficie provincial y las estepas graminosas
el 12,3 %.
Con lo dicho hasta aquí se han contestado los interrogantes planteados en los objetivos particulares del
relevamiento de vegetación (Ver Tomo 1 - pág. 3).
En adición se efectuarán a continuación algunas consideraciones que se entienden de real interés para los
objetivos que persigue el Gobierno Provincial
Uno de ellos, es lo concerniente a la erosión, motivo de permanente preocupación. Varios son los trabajos que,
con una visión general, analizan el tema en la Patagonia Sur. Muchas de las opiniones ya vertidas, pueden ser
aplicables a vastos sectores de esta Provincia.
Se reproducen a continuación algunos conceptos de Soriano et. al. (Inédito) que pueden aplicarse al caso
particular de Neuquén.
“Las formas eólicas (que en Neuquén predominan hacia el E) son las más extendidas, afectando toda clase de
campos, cortando caminos y endicando arroyos. Las formas hídricas (predominan hacia el O) que se pueden
enumerar son: el lavado en manto, los micro deslizamientos por solifluxión, los surcos en laderas denudadas o
generados por el paso del ovino y las gran des cárcavas que atraviesan y desecan los mallines o que ascienden por
los fondos de valles y cañadones.”
“Algunas manifestaciones erosivas pueden ser consideradas geológicas e inherentes a la morfología de la
región, los materiales y la aridez del clima. En tal categoría se incluyen todos los rasgos erosivos de los “bajos sin
salida” (frecuentes en el Monte Neuquino), las playas salinizadas de material fino que quedan periódicamente
descubiertas por la retracción de los espejos de agua de las lagunas, los pavimentos de erosión de los bordes de las
mesetas, los afloramientos de materiales de poca cohesión, las corrientes de barro, los grandes desliza mientos en
masa y los “guadales” (áreas arcillo-limosas sin cubierta vegetal que se transforman en pantanos al humedecerse)”.
“Todas estas formas, que de algún modo han estado en equilibrio con el sistema árido patagónico, son
productoras de material abrasivo generalmente grueso y salinizado, que puede ser transportado por el viento a
grandes distancias, pero la cantidad de material en movimiento puede ser notablemente incrementada según el uso
a que se someta a las áreas en cuestión”.
“El sobrepastoreo y el pisoteo de los ovinos, sumados a las grandes quemazones de pastos y arbustos que a
veces se producen en la región y a la remoción de la vegetación y del suelo (caminos, aguadas, canteras de grava,
etc.), desencadenan voladuras o activan procesos apenas incipientes”.
“Todos estos conceptos son aplicables a la realidad de la provincia del Neuquén y merecen, sin dudas, ser
estudiados cuidadosamente”.
Además es importante señalar que se han observado otros aspectos relacionados con este tema.
El predominio de terófitas es notable en algunas zonas, indicando generalmente el excesivo pastoreo a que
éstas están sometidas. Coincide que todas las unidades con más de 20 % de terófitas (E 17, E 20, F 4, G 3 y G 4,
ver cuadro N° 6), se localiza hacia el N y el O del Neuquén.
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Allí existen otros claros indicios de un mayor grado de deterioro, tales como arcas de muy escasa cobertura,
disminución de hemicriptófitas, focos de erosión, etc. Ello no haría más que aportar nuevos elementos de juicio en
favor de las repetidas aseveraciones acerca del uso abusivo de los recursos en aquellas latitudes.
En cambio, hacia el S-SO predominan otra invasoras como los conocidos “cardos” (Onopordum acanthium,
Cirsium vulgare, etc.) al borde de los caminos y mallines.
En otro orden de cosas, una cuestión que deberá ser analizada detenidamente por los graves perjuicios que
podría ocasionar, es el uso frecuente e indiscriminado del fuego para el rozado de estepas arbustivas o arbustivo-
herbáceas, con el propósito de eliminar los arbustos y subarbustos y permitir el rebrote de las gramíneas más
palatables.
Se harán a continuación algunas consideraciones sobre aspectos florísticos.
En la figura N° 20 se indica la distribución de algunas especies vegetales en la provincia del Neuquén teniendo
en cuenta las divisiones fitogeográficas propuestas por Cabrera (1976).
La finalidad es mostrar al lector cuáles especies pueden tomarse como indicadoras de las distintas provincia
fitogeográficas.
Se hacen ahora algunas observaciones sobre distintas especies arbustivas y herbáceas.
Se ha confirmado la ingresión de especies de los géneros Poa y Stipa provenientes de la flora andina del Sur de
Mendoza, en especial en zonas de alta montaña de los departamentos Minas, Chos Malal y Ñorquín.
Todas ellas merecerían su estudio taxonómico y fenológico más detallado y una evaluación de su potencial
forrajero. No obstante ya puede indicarse con mayor precisión que Festuca Kurtziana abundante en el sur
mendocino, fue hallada frecuentemente en la zona aledaña al Volcán Tromen y de tales observaciones podría
inferirse que sus aptitudes para el pastoreo no serían buenas.
En cambio, en el sector altoandino del centro-oeste provincial, se hallaron diversas especies del género Festuca
citadas como abundantes y en casos originarias de la República de Chile (Matthei Jenssen, O. 1982), Correa M. N.
(en Flora Patagónica, Colección Científica INTA, 1969-1971), con buena aptitudes forrajeras. Idénticos estudios
que para el caso anterior, se recomiendan aquí. Otro aspecto que puede indicarse como interesante es el relativo a
ciertas asociaciones de especies, Stipa Spp junto con Mulinum spinosum y Senecio filaginoides, cuando dominan
en la comunidad observada, podrían correlacionarse con condiciones de aridez y mayores temperaturas del
ecosistema.
Por su parte, Festuca pallescens y Acaena splendens indicaría condiciones ambientales más frías y húmedas.
Ello puede observarse en las listas florísticas de las unidades descriptas para el centro-norte y para el sur del
territorio provincial respectivamente.

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Concluye así esta etapa del Programa Uso de la Vegetación Natural del Neuquén. A través de los tomos I, II y
III se ha intentado cumplir con la fase inicial del mismo: el relevamiento del recurso vegetación en todo el territorio
provincial.
El enfoque dado hasta el presente ha sido descriptivo y cualitativo de aspectos fisonómico-estructurales y
florísticos.
Ello ha permitido bosquejar un orden de prioridades para ubicar áreas representativas determinadas en las que
pueden realizarse estudios cuantitativos y experimentales en forma puntual, en la siguiente etapa del programa.
Con ello se podrán elaborar y precisar todas aquellas pautas de manejo y conservación que el Gobierno debe
recomendar para asegurar la renovación permanente de sus recursos a través de una inteligente política crediticia,
un asesoramiento eficiente y una legislación adecuada y moderada.
Se recomienda al lector repasar los Objetivos Generales y Particulares planteados en el Capítulo 1 -
Introducción, para efectuar un correcto balance entre lo ofrecido en estas páginas y lo propuesto inicialmente.
Este estudio ha sido programado y ejecutado pensando en su uso permanente por parte de los técnicos de la
Administración Provincial; no tanto como un texto de consulta, sino como un conjunto de observaciones prácticas
factibles de ser permanente y progresivamente mejorables, con las opiniones y obser vaciones prácticas de sus
destinatarios.
Todo ello con vistas a que, junto con estudios similares de otros aspectos como suelo, clima, etc., pueda
efectuarse una síntesis ecológica global y práctica que oriente con precisión el desarrollo de los recursos naturales
del Neuquén, cuyo uso racional y protección deben ser imperativos tanto para quienes, desde la función política,
deben avizorar un futuro promisorio basado en el aprovechamiento integral de los vastos y variados recursos
naturales con que la Provincia cuenta; como para quienes en lo técnico deben dar soluciones prácticas inmediatas y
renovar constantemente las líneas de investigación y experimentación mediatas en ese apasionante intento.

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BIBLIOGRAFÍA
OBRAS CITADAS Y/O CONSULTADAS:

Las obras que se citan a continuación se agregan a las ya indicadas en el Tomo 1.

BRUNIARD, Enrique, 1982: La diagonal argentina: un límite climático real. Revista Geográfica, México N° 95.
Instituto Panamericano de Geografía e Historia.

BELTRAMONE, C., DEL VALLE, H. F., 1981: Reconocimiento de los recursos naturales y el medio ambiente de
la Región Noreste del Chubut. Contribución N° 47, Centro Nacional Patagónico. CONICET.

CANO, E. y GÓMEZ CADRET, E., 1968; La vegetación de la República Argentina. Suplemento N° 9 — INTA.

CABRERA, Ángel L., 1976: Regiones Fitogeográficas Argentinas. Editorial ACME S.A.C.I. Enciclopedia
Argentina de Agricultura y Jardinería. Tomo II. Fascículo 1. Buenos Aires.

DIMITRI, M. J. y ZAVATTIERI, M. A., 1982; Fitogeografía y Ecología Vegetal. Facultad de Agronomía. U.N. de
Río Cuarto. Argentina.

FERNÁNDEZ, Jorge, 1965: Contribución al conocimiento geográfico de la región del Alto Neuquén. Revista IDIA
Marzo 1965.

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Speck, Sorrouille, S., Wijnhoud, E. Munist, et. al. Colección Científica. Tomo XIX, Buenos
Aires.

MATTHEI JENSSEN, O., 1982: El género Festuca (Poaceae) en Chile. Revista Gayana. Botánica: N° 37. 64 pág.
Universidad de Concepción. Chile.

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Instituto de Producción Vegetal. Universidad Austral de Chile, Valdivia, Chile.

————— 1976: Análisis Ecológico de Mallines de Aysén. Revista Agro-Sur. 4(2): 106-110. Chile.

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33-80

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—————, BRAUN, J., 1973, Valoración de campos en el centro—oeste de la Patagonia: desarrollo de una
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angora en áreas patagónicas. Gaceta Agronómica. Vol. II, N° 7. Bs. As. Argentina.

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Algunas consideraciones fitogeográficas finales

Como resultado de las observaciones y censos realizados en el anca de la provincia fitogeográfica Patagónica
(Ower, Pérez, 1982) ha sido posible efectuar un primer ajuste del mapa fitogeográfico del Neuquén (véanse Tomo
II, figura N° 2 y versión corregida figura N° 21 Tomo III).
Para la cartografía definitiva será menester resolver, en primer término, la composición específica que
caracteriza al distrito de la Payunia, así como estudiar las variaciones florísticas que parecen existir en el distrito
Subandino en la zona norte del territorio provincial.
Las áreas de contacto entre la Payunia y el distrito Occidental también deberán ser analizados con mayor
intensidad, en especial al Oeste de Zapala (Basalto) y entre el Río Agrio y la Ruta 40 En ambas zonas existen una
mezcla de especies y un mosaico de fisonomía ligados a factores edáficos y climáticos que indicarían la existencia
de una extensa zona de transición.
La diferenciación entre el distrito Cuyano y el distrito Austral de la provincia Altoandina tampoco ha sido
analizada en detalle y requerirá una definición más precisa a nivel florístico, así como un muestreo de las altas
cumbres del macizo Tromen-Cordillera del Viento en el extremo septentrional del Neuquén.
En cuanto al distrito Subandino (caracterizado por Soriano (1958), por la dominancia de Festuca pallescens)
está bien representado desde el Lago Aluminé hacia el Sur, aunque ocupa sólo pequeñas superficies relacionadas
con planos y laderas de altura (1200 a 1500 m.s.n.m.)
A partir del Paso de Pino Machado hacía el Norte se encuentra únicamente en el fondo de los valles
cordilleranos, en contacto con los manchones del Bosque Andino-Patagónico y en las mesetas no pedregosas por
encima de los 3600 m.s.n.m. En los Departamentos Minas y Norquín, falta la dominancia de Fes tuca pallescens, la
que está acompañada por diversas especies de Stipa, Poa y Festuca (Cabrera, 1976), en distintas proporciones. Ya
se ha hecho mención a esas especies en apartados anteriores.
La altitud, topografía y características climáticas de estos pastizales los relacionan con el distrito Subandino
pero la variabilidad florística indicaría una zona de transición que deberá ser analizada conjuntamente con los
pastizales de altura media de Mendoza.
El conocimiento de estas estepas herbáceas y pastizales de altura, correspondientes a los distritos Occidentales
y Subandino de la provincia Patagónica y al distrito Cuyano de la provincia Altoandina, será de gran interés para
Neuquén ya que integran campos de alto valor forrajero pero muy degradados por el pastoreo y pisoteo de ovinos y
caprinos (campos de veranadas).

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