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AUTORES

Coordinador: Federico César Linari Melfi

Director: Ignacio J. Chirosa Rios


Director: José A. Gutiérrez Heredia

Francisco Deales Aguilar García


Carmelo Fernández Vicente
Álvaro Martín Heredia
Javier Ollero Pulgar
Victor Romero Prieto

Requerimientos Ergonómicos
y Funcionales del Personal
Adscrito a la Prevención y
Extinción de Incendios
Forestales

Edita AIFEMA • 2007


© Ediciones AIFEMA, 2007
ISNB 978-84-612-0093-1
C/Girasol, 20
18290 El Chaparral (Granada)
flinari@incendiosforestales.com
958-495136 655-635144
DL: GR-2380/2007

Con la colaboración de:


Gregorio López Rodríguez
Antonio Manuel Ortega Hurtado
David Vidal Salazar
Irene Melfi Svetko
Marcela Linari Melfi
Jesús García Zamora (FTA-UGT)
Isabel Navarro Navarro (FTA-UGT)
Isabel Gómez Rodríguez (Castilla la Mancha)
David Huertas Miguelañez (Castilla la Mancha)
Dr. Domingo Molina Terrén (Universidad de Lérida)
Juan Bautista García Egido (Geacam)
Juan José Martín (Floresur)
María Medina González

Impreso en España

Todos los contenidos de este libro han sido obtenidos por Ediciones Aifema, de
fuentes de crédito. Las fotografías intentan reproducir lo mas fielmente el objeto de
estudio, los colaboradores, han expresado los contenidos lo más fielmente. Ni
Ediciones Aifema, ni los autores, ni los colaboradores, se hacen responsables de
daños ocasionados por el uso, o el mal uso de esta información (Requerimientos
Ergonómicos y Funcionales del Personal Adscrito a la Prevención y Extinción de
Incendios Forestales).

La reproducción total o parcial de esta obra por cualquier procedimiento, incluidos la


reprografía y el tratamiento informático, así como también la distribución de ejemplares
a través de alquiler y préstamo, quedan prohibidas sin la autorización por escrito del
editor y estarán sometidas a las sanciones estabecidas por la ley
Ic INDICE

CAPÍTULO 1. TAREAS DE PREVENCIÓN Y EXTINCIÓN

1. Tareas de Prevención

2. Tareas de Extinción
CAPÍTULO 2. ANÁLISIS DE ACCIONES TÉCNICAS

CAPÍTULO 2.ANÁLIS DE ACCIONES TÉCNICAS

1. Acción Técnica: Corte con Azada

2. Acción Técnica: Golpeo con Batefuego

3. Acción Técnica: Corte con Motosierra

CAPÍTULO 3. REQUERIMIENTOS ENERGÉTICOS

1. Metabolismo Basal y de Reposo

2. Nivel de Actividad Física

3. La Dieta y el Rendimiento en el Trabajo


Requerimientos Ergonómicos
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4. Requerimientos Energéticos en Prevención

5. Requerimientos Energéticos en Extinción

6. El Trabajo en Extinción bajo condiciones de Calor Extremo

7. Conclusiones

CAPÍTULO 4. ASPECTOS BÁSICOS DE LA ERGONOMÍA

1. Definición de Ergonomía

2. Principios Básicos de Ergonomía

3. El Trabajo Físico Pesado

4. Identificación de Problemas Ergonómicos en el Trabajo

5. Identificación de Problemas Ergonómicos en las Herramientas

6. Los Principales Problemas Ergonómicos

7. Lesiones y Enfermedades Habituales

8.Cómo Levantar y Llevar Cargas Correctamente

CAPÍTULO 5. SÍNDROME DE ALTERACIÓN DEL MOVIMIENTO

1. Introducción

2. Mecanismos de Producción de una Lesión

3. El Movimiento Preciso: Alineación Ideal de los Segmentos

4. Efectos de los Movimientos Repetitivos

5. Factores que Influyen en la Alteración de los Patrones de Movimiento

6. Perfil Funcional del Trabajador

7. Conciencia Corporal

8. Programas de Prevención de las Alteraciones del Movimiento


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CAPÍTULO 6. EVALUACIÓN FUNCIONAL Y ERGONÓMICA

1.Definición de Evaluación

2.Tipos de Evaluación

3.Aplicación de los Diferentes Test

CAPÍTULO 7. ESTRATEGIAS DE SEGURIDAD EN ALTO RIESGO

1.Introducción2. Demandas de los Trabajadores de Extinción

3. Control de los Niveles de Esfuerzo

4. Zonas de Intensidad o Cargas de Entranamiento

5. Impacto de las Cargas de Trabajo sobre el Organismo

6. Como controlar y conocer la reserva de seguridad

7. El Concepto de Reserva de Seguridad


Requerimientos Ergonómicos
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Ag AGRADECIMIENTOS

Este manual de ergonomía para el personal de prevención y extinción de incendios


forestales no podría haberse realizado sin la colaboración de un gran equipo huma-
no. Personas que con su esfuerzo y dedicación ayudan a mejorar la realidad laboral
de este gran dispositivo:

Gregorio López Rodríguez


Antonio Manuel Ortega Hurtado
David Vidal Salazar
Irene Melfi Svetko
Marcela Linari Melfi
Jesús García Zamora (FTA-UGT)
Isabel Navarro Navarro (FTA-UGT)
Dr.Domingo Molina Terrén
Juan Bautista García (Geacam)
Juan José Martín (Floresur)
Isabel Gómez Rodríguez (Castilla la Mancha)
David Huerta Migueláñez (Castilla la Mancha)
Colaboración Capítulo 2: María Medina González

Así mismo queremos hacer un agradecimiento a la FTA-UGT y en especial a Jesús


García Zamora e Isabel Navarro Navarro, por su continuo afán de mejorar la segu-
ridad y prevención de riesgos de l@s trabajad@res de incendios forestales
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Pr PRÓLOGO

Las naciones industrializadas del mediterráneo son el escenario de muchos y


mordaces incendios veraniegos que ponen en peligro a personas, propiedades y na-
turalezas. Antaño, estos espacios eran o bien planicies grandemente cultivadas, o
bien colinas aterrazadas o bien bosques aprovechados y pastados por el ganado.
Pero han cambiado radicalmente su fisonomía con la llegada de los combustibles fó-
siles y del gas a mediados del siglo XX. La leña y el carbón, ancestrales fuentes de
energía cotidiana, resultaron postergados a un uso testimonial, el precio de la ma-
dera quedó paralizado y el despoblamiento rural favoreció el abandono de activida-
des tradicionales y ganaderas. Como resultado, la biomasa vegetal fue quedando in-
exorablemente acumulada en nuestros bosques desamparados, siendo esta acu-
mulación la causa última de nuestros problemas con los incendios en los últimos
años: Los Grandes Incendios Forestales.
Los incendios forestales siempre han existido en nuestros montes. La génesis del
problema ultra ser de raíz ecológica, es de tipo sociológico y coyuntural, consecuen-
cia de incorporar en un mismo tiempo y espacio territorios forestalmente abando-
nados, montes cada vez más antropizados y numerosas fuentes de ignición. En nin-
gún otro tiempo de la historia se había dado este sumatorio de factores y en ningún
otro instante los incendios habían poseído un comportamiento tan extremo.
A menudo, la atención de los medios de información recae en los trabajos de ex-
tinción de incendios forestales. Y, por ello, en estos últimos 15 años, ha habido un
avance espectacular en los dispositivos de prevención y extinción de incendios fo-
restales en casi toda España. Las inversiones han aumentado año tras año llegando
a invertirse 720 millones de € en conjunto en España (Administración Central y
Requerimientos Ergonómicos
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CCAA). En casi todas las estadísticas consultadas, se hace una reseña significativa
al número de aviones, vehículos, torretas y helicópteros que se han adquirido o al-
quilado. Se ha avanzado mucho en España en este tema. La prueba es que en el año
2007 los incendios forestales en la interfaz monte – casas no han causado victima
alguna y, sin embargo, en países de nuestro entorno (Italia y Grecia) han sobrepasa-
do la cifra de 60 víctimas mortales.

Este avance ha sido muy importante, pero como todo el mundo sabe los incendios
forestales siguen preocupándonos pues destrozan nuestro medio ambiente, des-
truyen nuestras viviendas y en ocasiones matan a personas. Y, si nos centramos en
el personal que trabaja en este tema, observamos que las tasas de accidentalidad y
mortalidad son elevadísimos. No debemos preguntar:
¿Cuáles deben ser las estrategias de seguridad-rendimiento en las labores de
prevención y extinción de incendios forestales?

Me encuentro entre quienes piensan que la solución a esa alta accidentalidad pa-
sa no por un mayor gasto en medios aéreos sino por una mayor profesionalización
del dispositivo de prevención y extinción de incendios forestales. Profesionalización
que debería incluir:

- Contratación del personal todo el año


- Sistemas de formación integral
- Técnicas de gestión del factor humano
- Prevención de riesgos laborales
- Promoción de la salud de los trabajadores
- Preparación física especializada enmarcada dentro de los planes de formación.
- Análisis de las unidades de extinción desde un punto de vista ergonómico,fi-
silógico, biomecánico y funcional.

En algunos de estos aspectos, hay todavía lagunas notables en nuestros dispositi-


vos contra incendios forestales. Es por ello que considero un gran aporte la edición
de este manual “ergonomía 1” cuyo afán es transferir conocimientos a los profesio-
nales de prevención y extinción de incendios forestales. Sin duda, esto ayudará a
promocionar la salud de los trabajadores adscritos a planes de prevención y extin-
ción de incendios forestales.

Domingo M. Molina Terrén


Doctor Ingeniero de Montes
Universidad de Lleida
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TAREAS DE

1 PREVENCIÓN Y
EXTINCIÓN

1. TAREAS DE PREVENCIÓN

1.1 Definición de prevención.


La Real Academia Española de la Lengua nos da una primera definición del térmi-
no prevención:

1. Acción y efecto de prevenir.


2. Preparación y disposición que se hace anticipadamente para evitar un
riesgo o ejecutar algo.
3. Provisión de mantenimiento o de otra cosa que sirve para un fin.
4. Concepto, por lo común desfavorable, que se tiene de alguien o algo.
Una segunda definición nos la facilita la ONU, pero ésta más delimitada
hacia el riesgo laboral, no hacia el riesgo de fuego o incendio forestal:

“La adopción de medidas encaminadas a impedir que se produzcan deficien-


cias físicas, mentales y sensoriales (prevención primaria) o a impedir que las
deficiencias, cuando se han producido, tengan consecuencias físicas, psicoló-
gicas y sociales negativas”.
La prevención en incendios forestales se basa, por una parte, en intentar evitar
que se provoquen incendios forestales, y por otra parte en minimizar sus conse-
cuencias una vez declarados. De este modo nos encontramos la siguiente figura
que resume los objetivos que persigue la prevención en incendios forestales
Requerimientos Ergonómicos
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Objetivos de la prevención en incendios forestales

En tal sentido, podemos ver la siguiente tabla que nos muestra los diferentes tipos
de medidas de prevención para los incendios forestales

Medidas de prevención para los incendios forestales


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1.2 Evaluación sobre los niveles de riesgos y peligros


La evaluación de los riesgos y peligros es el proceso dirigido a estimar la magnitud
de aquellas situaciones que no hayan podido evitarse. Se obtendrá así la informa-
ción necesaria para que el personal adscrito a las tareas de extinción y prevención
de incendios forestales esté en condiciones de tomar una decisión apropiada sobre
la necesidad de adoptar medidas preventivas y, en tal caso, sobre el tipo de medi-
das que deben adoptarse.
En sentido general y admitiendo un cierto riesgo tolerable, mediante la evalua-
ción de riesgos se ha de dar respuesta a: ¿es segura la situación de trabajo analiza-
da? El proceso de evaluación de riesgos se compone de las siguientes etapas:

Proceso de evaluación de riesgos en la prevención de incendios forestales: Análisis del riesgo

El análisis del riesgo proporcionará de que orden de magnitud es el riesgo. De es-


te modo la siguiente figura nos muestra las etapas que componen la valoración del
riesgo

Proceso de evaluación de riesgos de incendios forestales: Valoración del riesgo

Si de la Evaluación del riesgo se deduce que el riesgo no es tolerable, hay que


Controlar el riesgo.
Al proceso conjunto de Evaluación del riesgo y Control del riesgo se le suele de-
nominar Gestión del riesgo.
Requerimientos Ergonómicos
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Componentes de la gestión del riesgo

Si de la evaluación de riesgos se deduce la necesidad de adoptar medidas preven-


tivas, se deberá eliminar o reducir el riesgo, mediante:

Medidas preventivas en la evaluación de riesgos en un incendio forestal

Para que estas medidas preventivas surtan efecto es necesario controlar periódi-
camente las condiciones, la organización y los métodos de trabajo y el estado de sa-
lud de los trabajadores. La evaluación de riesgos debe ser un proceso dinámico. La
evaluación inicial debe revisarse cuando así lo establezca una disposición específica
y cuando se hayan detectado daños en la salud de los trabajadores, o bien cuando
las actividades de prevención puedan ser inadecuadas o insuficientes.
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Además de lo descrito, las evaluaciones deberán revisarse periódicamente con


la periodicidad que se acuerde entre la empresa y los representantes de los traba-
jadores.
A continuación expondremos un proceso general de evaluación de riesgos y pe-
ligros que podemos adaptar para la prevención de incendios forestales. Este proce-
so se compone de las siguientes etapas que podemos observar en siguiente tabla

Proceso general de evaluación de riesgos y peligros

1.2.1 Clasificación de las actividades de trabajo

Una etapa preliminar a la evaluación de riesgos es preparar una lista de activida-


des de trabajo en las tareas de prevención y extinción de incendios forestales, agru-
pándolas en forma racional y manejable. Una posible forma de clasificar las activida-
des de trabajo se muestra en la siguiente figura

Clasificación de las actividades de trabajo en el plan de evaluación


Requerimientos Ergonómicos
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Para cada actividad, en el trabajo de prevención y extinción de incendios fores-


tales, puede ser preciso obtener información, entre otros, sobre los siguientes as-
pectos detallados en la tabla que se observa a continuación

Aspectos informativos sobre la actividad de trabajo en el plan de evaluación


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1.2.2 Análisis de riesgos

El análisis de riesgos se divide en varias fases

1) Identificación de peligros

Para llevar a cabo la identificación de peligros en las tareas de prevención y extin-


ción en incendios forestales hay que preguntarse tres cosas:

a. ¿Existe una fuente de daño?


b. ¿Quién (o qué) puede ser dañado?
c. ¿Cómo puede ocurrir el daño?

Con el fin de ayudar en el proceso de identificación de peligros, es útil categorizar-


los en distintas formas, por ejemplo, por temas: mecánicos, eléctricos, radiacio-
nes, sustancias, incendios, explosiones, etc.
Complementariamente se puede desarrollar una lista de preguntas, tales como:
durante las actividades de trabajo, ¿Existen los siguientes peligros que se observan
en la tabla?

Posibles peligros durante las actividades de trabajo en la prevención y extinción de incendios forestales
Requerimientos Ergonómicos
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2) Estimación de riesgos

Para cada peligro detectado debe estimarse el riesgo, determinando la potencial


severidad del daño (consecuencias) y la probabilidad de que ocurra el hecho.

2.1) Severidad del daño

Para determinar la potencial severidad del daño, debe considerarse:


a. Partes del cuerpo que se verán afectadas
b. Naturaleza del daño, graduándolo desde ligeramente dañino a extremada-
mente dañino

Los ejemplos que se pueden encontrar según el tipo de daño, quedan resumidos
en la siguiente figura

Distintos tipos de daños según su naturaleza

2.2) Probabilidad de que ocurra el daño

La probabilidad de que ocurra el daño se puede graduar, desde baja hasta alta,
con el siguiente criterio:

a. Probabilidad alta: El daño ocurrirá siempre o casi siempre


b. Probabilidad media: El daño ocurrirá en algunas ocasiones
c. Probabilidad baja: El daño ocurrirá raras veces
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A la hora de establecer la probabilidad de daño, se debe considerar si las medidas


de control ya implantadas son adecuadas. Los requisitos legales y los códigos de
buena práctica para medidas específicas de control, también juegan un papel im-
portante. Además de la información sobre las actividades de trabajo, se debe con-
siderar lo siguiente:

Consideraciones sobre las actividades de trabajo

1.2.3 Valoración de riesgos: Decidir si los riesgos son tolerables.

En la siguiente tabla se muestra un criterio para la toma de decisión, así como las
acciones para el control de los riesgos.

Criterios para la toma de acciones según el tipo de riesgo


Requerimientos Ergonómicos
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1.2.4 Elaborar un plan de control de riesgos

El resultado de una evaluación de riesgos debe servir para hacer un inventario de


acciones para diseñar, mantener o mejorar los controles de riesgos. Es necesario
contar con un buen procedimiento para planificar la implantación de las medidas de
control que sean precisas después de la evaluación de riesgos.
Los métodos de control deben escogerse teniendo en cuenta los siguientes principios:

Principios para elaborar un plan de control de riesgos

1.2.5 Revisar el plan

El plan de actuación debe revisarse antes de su implantación, considerando lo si-


guiente:

a. Si los nuevos sistemas de control de riesgos conducirán a niveles de riesgo


aceptables.
b. Si los nuevos sistemas de control han generado nuevos peligros.
c. La opinión de los trabajadores afectados sobre la necesidad y la operatividad
de las nuevas medidas de control.

La evaluación de riesgos debe ser un proceso continuo. Por lo tanto la adecuación


de las medidas de control debe estar sujeta a una revisión continua y modificarse si
es preciso. De igual forma, si cambian las condiciones de trabajo, y con ello varían
los peligros y los riesgos, habrá de revisarse la evaluación de riesgos.

1.3. Riesgos y medidas preventivas en la prevención y extinción de incen-


dios forestales

Analizando las tareas a realizar por el personal adscrito a la prevención y extinción


de incendios forestales, se observar que:
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a. Para el Operador de herramientas manuales la actividad más peligrosa es la


de sofocación de las llamas, para la que se emplean batefuegos, palas y ex-
tintores de mochila. El riesgo más peligroso derivado de esta tarea es el pro-
ducido por las propias llamas del incendio, ya que el personal trabaja a po-
cos metros de éstas. Para minimizar el riesgo es conveniente determinar
siempre las vías de escape al llegar al incendio, y vigilar en todo momento los
cambios meteorológicos, determinar rutas de escape, establecer zonas de
seguridad, tener comunicaión y vigilancia, trabajar desde puntos de anclaje
y la evolución del fuego que pueda sorprender a los trabajadores.

Trabajador utilizando el batefuego

b. Para el Operador de herramientas mecánicas, las actividades más peligrosas que rea-
liza son: la de apertura de líneas de defensa, utilizando motosierra, y la tala de troncos y
poda de ramas, que se convierten en materiales combustibles. Los riesgos derivados
de estas tareas son los golpes y cortes por objetos o herramientas, dada la peligrosidad
que entraña el manejo de la motosierra, proyecciones de partículas al utilizar la motosie-
rra; y, por último, atrapamientos por y entre objetos al utilizar dicha maquinaria. Para re-
Requerimientos Ergonómicos
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ducir los riesgos conviene comprobar que las herramientas utilizadas se encuentran en
perfecto estado de conservación, siempre se deben utilizar protectores manuales y fa-
ciales y utilizar sólo por profesionales (Equipos de Protección Individual).

Trabajador con motosierra

c. El Conductor de tractor de cadenas realiza una tarea complicada, como es


el ataque directo a las llamas y la apertura de cortafuegos para ataque indi-
recto, por lo que está expuesto a dos tipos de riesgos. Por una parte, los
agentes físicos, que incluyen malas posturas, vibraciones dentro de la cabi-
na o sordera producida por el excesivo ruido, como la caída de objetos sobre
el tractor al realizar la tarea. Por otra, el riesgo derivado de las propias lla-
mas del incendio al trabajar junto a ellas. Para mejorar las condiciones de
trabajo y reducir los riesgos, el tractor de cadenas debe ser de cabina ce-
rrada y contar con dispositivo de aire acondicionado, además de los disposi-
tivos antirruido y antivibración y sistemas de comunicación
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d. Para el Conductor de vehículo autobomba las tareas más peligrosas que re-
aliza son la utilización de sustancias retardantes y la impulsión del agua ha-
cia las llamas del incendio forestal (Nieto, 2000). Los riesgos de mayor valo-
ración asociados a dichas tareas serían la exposición a agentes químicos,
atrapamientos por el fuego y el contacto con sustancias cáusticas o corrosi-
vas (las sustancias retardantes son tóxicas). Es conveniente estudiar la po-
sibilidad de sustituir los productos químicos peligrosos por otros que entra-
ñen menos riesgo para el usuario.

Después de analizar las tareas más peligrosas, procederemos a describir los ti-
pos de riesgos y las medidas preventivas que tenemos a utilizar en las tareas de
prevención y extinción de incendios forestales. En todas ellas destaca como deno-
minador común la utilización del Equipo de Protección Individual por parte de los
operarios.
Cuadro de las diferentes tipos de riesgos que nos podemos encontrar en las tare-
as de prevención y extinción de incendios

Tipos de riesgos en las tareas de prevención y extinción de incendios forestales


Requerimientos Ergonómicos
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Las medidas preventivas que adoptaremos dependiendo del tipo que riesgo que
nos encontremos son:

Medias preventivas de riesgo por incendio


Las medidas preventivas que adoptaremos serán:

Medidas preventivas por riesgo de incendio

Medidas preventivas por golpes y cortes con herramientas

Las medidas preventivas por golpes/cortes con herramientas son:

Medidas preventivas por riesgo de golpes/cortes con herramientas


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Utilización de una herramienta de forma incorrecta

Utilización de una herramienta de forma correcta


Requerimientos Ergonómicos
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Medidas preventivas por proyecciones de partículas


Las medidas preventivas que tenemos que adoptar por proyección de partículas son:

Medidas preventivas por proyecciones de partículas

Medidas preventivas por atrapamiento por y entre objetos


Las medidas preventivas por atrapamiento por entre y objetos son las siguientes

Medidas preventivas por atrapamiento por y entre objetos

Medidas preventivas desprendimientos


Las medidas preventivas por caída de objetos desprendidos son

Medidas preventivas por caída de objetos desprendidos


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Medidas preventivas por exposición a agentes físicos


Las medidas preventivas a adoptar por exposición a agentes físicos son:

Medidas preventivas por exposición a agentes físicos

Medidas preventivas por exposición a agentes químicos


Las medidas preventivas por exposición a agentes físicos son:

Medidas preventivas por exposición a agentes químicos

Todas estas medidas se deben adoptar dependiendo el tipo de riesgo al cual se ex-
pone el trabajador. Dichas medidas quedan recogidas de forma global en la siguien-
te tabla.

Ver tabla en página sigiente.


Requerimientos Ergonómicos
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Medidas preventivas según el tipo de riesgo en la prevención y extinción de incendios forestales


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1.4. Instrucción y entrenamiento.


Todos los trabajadores fijos, fijos discontinuos y eventuales deberán recibir instrucción y
entrenamiento sobre prácticas generales y específicas del trabajo con respecto a la segu-
ridad, salud y entrenamiento físico específico. El entrenamiento y la instrucción pueden
proveerse mediante visita al área de trabajo y con una junta de seguridad. Cualquier entre-
namiento e instrucción se proveerá como se indica a continuación en la siguiente tabla:

Instrucción y entrenamiento en la prevención y extinción de incendios forestales

Programa para la Prevención de Lesiones, Enfermedades y Accidentes en la pre-


vención y extinción de incendios forestales
Programa de entrenamiento físicos específico para realizar las tareas de preven-
ción y extinción de incendios forestales
Entrenamiento e instrucción para todo trabajador que va a comenzar en las tareas de preven-
ción en incendios forestales y que no haya recibido entrenamiento anteriormente
Requerimientos Ergonómicos
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Entrenamiento e instrucción para nuevas sustancias, procesos, procedimientos


o equipo que son introducidos en el lugar de trabajo y representan un nuevo peligro
Dar a conocer un nuevo riesgo que antes no existía; y que ahora existe
A los supervisores se les familiarizará sobre los riesgos en la seguridad y salud
que los trabajadores bajo su control y dirección inmediata puedan ser expuestos
Entrenamiento e instrucción con respecto a los peligros específicos en la preven-
ción y extinción de incendios
El uso de ropa apropiada, incluyendo guantes, calzado, y equipo protector personal
La prevención de enfermedades o desordenes de los músculos y esqueleto, inclu-
yendo las técnicas apropiadas para el levantamiento, carga y uso de materiales
Información sobre peligros químicos a los que podrían ser expuestos. También se
les informa sobre el programa de comunicación del peligro en el uso de químicos,
limpiadores, pesticidas y otros

2. TAREAS DE EXTINCIÓN

2.1 Definición de extinción.


Según una definición del la Real Academia Española de la Lengua, la extinción sig-
nifica: Acción y efecto de extinguir o extinguirse.
Y utilizando el mismo método de búsqueda localizamos la definición de extinguir como:

1. Hacer que cese el fuego o la luz.


2. Hacer que cesen o se acaben del todo ciertas cosas que desaparecen gra-
dualmente. Extinguir un sonido, un afecto, una vida.

Cuando hablamos de extinción en incendios forestales nos referimos al cese de


dicho incendio, es decir, a apagar el fuego. A su vez cuando hablamos de las tare-
as de extinción nos referimos:

A las medidas y acciones que se toman o realizan con la intención de apagar


el fuego, de que desaparezca la llama y los peligros que esta conlleva

Normas básicas de actuación en incendios forestales

Las normas básicas de actuación son


31

Métodos de combate en incendios forestales

2.2. Métodos de combate en incendios forestales


Los métodos utilizados en el combate de incendios forestales son

Métodos de combate en incendios forestales

Instrucción y entrenamiento.

Las tareas de extinción de incendios forestales son tareas peligrosas que exigen
un conocimiento y unas capacidades que deben ser adquiridas por todo el personal
adjunto a las tareas de extinción.
Los factores y situaciones de riesgo que nos podemos encontrar en la extinción
de incendios forestales son:
Requerimientos Ergonómicos
32

Factores y situaciones de riesgo en la extinción de incendios forestales

Para evitar o disminuir lo más posible estos riesgos, mejorar y realizar de manera
más eficaz y eficiente las tareas de extinción, los combatientes de incendios fores-
tales deben poseer o adquirir ciertas características, las cuales se consiguen me-
diante la instrucción y entrenamiento
A continuación exponemos los factores a entrenar para la preparación de los
trabajadores en la extinción de incendios forestales

Instrucción y entrenamiento en la extinción


33

ANÁLISIS DE

2 ACCIONES
TÉCNICAS

Dentro del estudio de ergonomía en prevención y extinción de incendios encontra-


mos un apartado dedicado a las técnicas utilizadas con herramientas. En este capí-
tulo exponemos las principales consideraciones a la vez que unos ejemplos de ac-
ciones en estudio. Las conclusiones finales junto al estudio completo se divulgarán
en una publicación posterior.
Las posturas forzadas o incorrectas van a incidir directamente sobre las técnicas
que empleamos en la prevención y extinción de fuegos forestales. Dichas técnicas
las hemos clasificado según herramientas y dentro de estas en grupos, por ejemplo:

AZADA

Técnicas principales:
Técnica de Arrastre o raspado: Consiste en mover rasando el suelo con la herra-
mienta forestal.
Técnica de Cavado: Operación de levantar y mover tierra con la herramienta fo-
restal.
Técnica de Corte: Acción de dividir o separar un elemento para favorecer o elimi-
nar un elemento perjudicial para la prevención o extinción del fuego forestal con una
herramienta forestal

Técnicas secundarias:
Técnica de Golpeo: Dar golpes con una herramienta forestal aprovechando su su-
perficie más amplio para apagar o apaciguar el fuego forestal a través de los golpes
o choques violentos contra el fuego
Técnica de Lanzamiento: Acción de coger e impeler enérgicamente tierra, de
modo que recorra una distancia, movida del impulso recibido por la herramienta fo-
restal.
Para el estudio se está analizando todos los factores ergonómicos. La siguiente
tabla nos muestra los principales factores que influyen en las diferentes técnicas.
Requerimientos Ergonómicos
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Ejemplo de Factores Ergonómicos que afectan a la técnica

Como exposición introductoria del análisis se muestra a continuación algunas de


las fichas básicas correspondientes a algunas técnicas estudiadas.

1. ACCIÓN TÉCNICA: CORTE CON AZADA


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Requerimientos Ergonómicos
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Requerimientos Ergonómicos
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2. ACCIÓN TÉCNICA: GOLPEO CON BATEFUEGO


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3. ACCIÓN TÉCNICA: CORTE CON MOTOSIERRA


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REQUERIMIENTOS
ENERGÉTICOS EN LOS
TRABAJOS DE

3 PREVENCIÓN Y
EXTINCIÓN

1 METABOLISMO BASAL Y DE REPOSO

1.1 Metabolismo basal


El metabolismo basal es la suma de la actividad de todas las células del organis-
mo, es un conjunto de acciones y reacciones que tienen lugar en el interior de las
células; supone la cantidad de energía que una persona necesita para mantener las
funciones indispensables para la vida, es decir, para que el corazón pueda trabajar,
para que nuestros pulmones sean capaces de captar el oxígeno del aire y enviarlo a
todas las células de nuestro cuerpo, mantener la temperatura corporal, etc..
Utilizando otra terminología, también lo podemos definir como:

El gasto calórico mínimo, es el necesario para el desarrollo de la vida


Depende de varios factores: sexo, talla, peso, edad, etc. Como claro ejemplo del
metabolismo basal está el caso del coma. La persona "en coma", está inactiva, pe-
ro tiene un gasto mínimo de calorías, razón por la que hay que seguir alimentando
al organismo.
En mantener el metabolismo basal empleamos las tres cuartas partes del total
de la energía que ingerimos. Está influido por factores ambientales como la tempe-
ratura. El ser humano es homeotermo, lo cual quiere decir que es capaz de mante-
ner constante la temperatura corporal, y para conseguirlo emplea la mayor parte
de la energía que consume. El metabolismo basal del hombre va en sentido inverso
a la temperatura ambiente: es más alto en los climas fríos y menor en los trópicos.
Las personas mal nutridas pasan más frío y con más intensidad que las personas
bien nutridas. La parte del cuerpo que más energía consume es la masa muscular
Requerimientos Ergonómicos
46

que es la masa activa, y es aproximadamente un 20% mayor en el hombre que en la


mujer.
El metabolismo basal viene determinado genéticamente de forma hereditaria, y,
por lo tanto, difiere entre unos cuerpos y otros, por lo que no existen dos metabolis-
mos basales idénticos, en cuanto no existen dos organismos idénticos.
Los especialistas sostienen que un hombre necesitaría alrededor de una caloría
por kilo y hora para mantener su metabolismo basal funcionando adecuadamente,
mientras que una mujer reduciría ese número a 0.9 calorías. Por tanto, un hombre
medio con un peso aproximado de 80 kg. necesitaría 1.920 calorías diarias, pro-
ducto de multiplicar 80 kg de peso por 24 horas diarias.
El metabolismo basal se puede calcular de manera aproximada de la siguiente forma:

Hombre: 66,4 + 13,75 * masa (kg) + 5 * estatura (cm) – 6,8 * edad (años)

Mujer: 65,5 + 9,6 * masa (kg) + estatura (cm) – 4,7 * edad (años)

1.2 Metabolismo de reposo


El metabolismo de reposo, o el gasto metabólico bajo condiciones de reposo, es
de un 10 a un 20% más alto que el metabolismo basal debido a un incremento en el
gasto energético producto de la reciente ingesta de alimentos (por ejemplo, por el
efecto térmico de los alimentos) o por el efecto tardío de las actividades físicas rea-
lizadas. El metabolismo de reposo también suele extrapolarse a 24 horas y se de-
nomina Gasto Energético en Reposo.
El tamaño de la Masa Libre de Grasa (MLG) explica el 70-80% de la variación del
metabolismo de reposo, aunque está además afectado por la edad, sexo, composi-
ción corporal, estado nutricional, variaciones heredadas, etc.
Desde hace tiempo se sabe que la ingesta de alimentos produce un incremento
en el gasto energético. La intensidad y la duración del Efecto Térmico de los
Alimentos inducido por las comidas es determinado en mayor medida por la canti-
dad y composición de los alimentos ingeridos, debiéndose en su mayor parte a los
costos metabólicos necesarios para el manejo y almacenamiento de los nutrientes
ingeridos. El incremento del gasto energético durante la digestión por sobre los ni-
veles basales, dividido por el contenido energético del alimento consumido, varia de
5-10% para los carbohidratos, de 0-5% para las grasas, y de 20-30% para las pro-
teínas. Este último reflejando el relativamente alto costo metabólico necesario para
procesar los aminoácidos -producto de la digestión de las proteínas ingeridas-; para
realizar la síntesis proteica, o por la síntesis de urea y glucosa.
El Gasto Energético en Actividad Física varía ampliamente entre individuos así co-
mo día a día. El nivel de actividad física es comúnmente descripto como

La relación entre el gasto energético total sobre el basal (GET/GEB). Esta


relación es conocida con el nombre de Nivel de Actividad Física (NAF)
47

Una variable ordinal definida de la siguiente manera:

Variable ordinal del Nivel de Actividad Física

2 NIVEL DE ACTIVIDAD FÍSICA.

El nivel de actividad física (NAF) se describe comúnmente como la relación


entre el gasto energético total (GET) sobre el gasto energético basal (meta-
bolismo basal).
El Gasto energético total es la suma de:

Gasto energético total

El nivel de actividad física que se requiere en las tareas de prevención y extinción


de incendios forestales es muy elevado, ya que conlleva un gran gasto energético
total. Por lo que realizar actividad física de forma continua y adecuada, es decir, una
actividad física diaria en la base dirigida a las necesidades de los trabajos de preven-
ción y extinción de incendios forestales, se hace necesaria para rebajar el gasto
energético total

3 LA DIETA Y EL RENDIMIENTO EN EL TRABAJO.

La influencia que presumiblemente ejercen los hábitos dietéticos del trabajador


sobre el rendimiento físico ha preocupado tanto, que se ha exagerado sobre la im-
portancia real de la alimentación en el ámbito laboral. Esto ha dado lugar a todo tipo
Requerimientos Ergonómicos
48

de supersticiones alimenticias con gran contenido irracional: falacias, tabúes y, a


veces, terribles errores nutricionales.
Esta situación provoca que se clasifiquen los alimentos que van a formar parte de
la dieta en función de para qué van a servir; por ejemplo:

¿Para llegar a tener una masa muscular mayor?


¿Para alcanzar mayores cotas de resistencia cardiovascular?
¿Para conseguir mejor reacción?

De esta forma, si seguimos esta línea errónea de alimentación, la ingesta del es-
pecialista en las tareas de prevención y extinción se va a inclinar hacia aquellos ali-
mentos que le aporten nutrientes que, según él presupone, van a poder desarrollar
mayor volumen muscular o mejor rendimiento aeróbico. Generalmente, ese cambio
de hábito determinará que la dieta quede en déficit de otros elementos nutriciona-
les requeridos para la conservación del estado general, desequilibrándose la misma
y no aportando las necesidades energéticas y proteicas reales para ese trabajador
Pautas generales para una correcta alimentación del especialista en la pre-
vención y extinción de incendios forestales
La dieta del personal de tareas de prevención y extinción de incendios forestales
debe reunir las siguientes condiciones:

Gasto energético total


49

No se puede afirmar que existan pautas dietéticas que por sí mismas puedan me-
jorar o incrementar el rendimiento laboral sino van unidas a una actividad física con-
tinua. Una alimentación correcta, equilibrada, calculada para satisfacer adecuada-
mente todas las demandas individuales del trabajador, no debe de significar la dife-
rencia entre el éxito y el fracaso en las tareas de prevención y extinción de incendios
forestales, pero puede ser un factor importante a la hora de realizar todas las labo-
res en el menor tiempo, obteniendo mayor eficacia y retrasando la fatiga en el tra-
bajador.
Como conclusión se puede afirmar que la mejor dieta para el rendimiento laboral
es la que cumple con las cuatro leyes básicas de la alimentación: suficiente fuente
energética, completa composición química, armónica relación de componentes y
adecuada al individuo que la consume.

Leyes básicas de la alimentación

4 REQUERIMIENTOS ENERGÉTICOS
(en las tareas de prevención)

Los requerimientos energéticos son la cantidad de energía que una persona


necesita para mantener la vida y el nivel de actividad habitual

Factores de los requerimientos energéticos


Requerimientos Ergonómicos
50

Está determinado por tres factores:


De estos factores podemos controlar la ingesta de alimentos o dieta (de la que ya
hemos hablado en el punto anterior) y la actividad física.
Los trabajadores que se dedican a la prevención y extinción de incendios están expuestos a:

Exposición de los trabajadores en la prevención de incendios forestales

Todos estos factores actúan en común y determinan las tareas de prevención


y, con ellas, la actividad física. Factor muy importante para delimitar la cantidad de
energía que una persona necesita.
Si observamos y analizamos las tareas a realizar en el proceso de prevención de
incendios forestales, podemos observar teniendo en cuenta el factor físico de éstas
labores, que no requieren de un metabolismo anaerobio, es decir: esfuerzos de
corta duración y alta intensidad; sino que se tratan de actividades de baja o media
intensidad que se alargan en su duración, como son abrir y mantener las fajas cor-
ta fuegos, establecer y mantener vías de escape o de penetración,… En definitiva
mantener, reforzar y vigilar. Estas actividades son básicamente aeróbicas, lo cual
nos dice que son ejercicios que se caracterizan por su larga duración y baja intensi-
dad, y que obtienen los requerimientos energéticos a partir del oxígeno y utilizando
como sustratos la glucosa y los ácidos grasos.
A modo de resumen podemos ver:

Análisis de los factores físicos en las tareas de prevención


51

Requerimiento Energético Estimado (REE) Estimated Energy Requirement


(EER). Se define como la ingesta dietética de energía predicha para mantener
el balance energético en adultos sanos de una determinada edad, sexo, peso,
talla y nivel de actividad física, coherente con un buen estado de salud
El requerimiento energético estimado para hombres y mujeres mayores de 19
años se calcula de la siguiente forma, considerando que el nivel de actividad física
para la realización de estas tareas debe de encontrarse entre personas poco acti-
vas regular y activas (clasificación que se expone en el punto 3.2-nivel de actividad fí-
sica-) y la intensidad de la actividad moderada (expuesto en el mismo punto):

REE = A + B x Edad + AF x (D x Peso + E x Talla)

Donde REE es expresado en kcal/día, edad en años, peso en kilogramos, y talla en me-
tros. En esta ecuación A es el término constante, B es el coeficiente de la edad; AF es el
coeficiente de actividad física que depende si el individuo es sedentario, poco activo, acti-
vo o muy activo en las categorías de NAF; D es el coeficiente del peso; y E el de la talla.
En este caso nuestro interés se centra en las personas destinadas a la preven-
ción y extinción de incendios forestales, así que mostramos los coeficientes que va-
lidarán el cálculo del GET para estos sujetos.
En hombres:

Calculo de GET para hombres en las tareas de prevención de incendios forestales

En mujeres:

Calculo de GET para hombres en las tareas de prevención de incendios forestales


Requerimientos Ergonómicos
52

Así pues, el experto en tareas de prevención de incendios forestales debe:

Tener un nivel de condición física suficiente para realizar actividades de in-


tensidad moderada, ser una persona activa y realizar una dieta que le aporte
los suficientes nutrientes para el requerimiento energético a realizar

5 REQUERIMIENTOS ENERGÉTICOS EN LAS TAREAS DE EXTINCIÓN.

De forma análoga al punto expuesto anteriormente vamos a intentar explicar de


forma sencilla cuales son los requerimientos energéticos de los expertos en tareas
de extinción de incendios forestales y cómo se pueden obtener unos resultados lo
más cercanos a la realidad de estos requerimientos para cualquier personal adscri-
to a estas tareas.
Como ya hemos mencionado los requerimientos energéticos son:

La cantidad de energía necesaria para mantener las constantes vitales y pa-


ra la realización de las actividades que se realizan cotidianamente
A la energía necesaria para la vida y para la realización de trabajos es necesa-
rio sumar un plus que suma los trabajos realizados bajo condiciones de calor ex-
tremo, pero este plus adicional de energía requerida para mantener la temperatu-
ra corporal la trataremos en los siguientes puntos.

Dado que el metabolismo basal se puede calcular de forma sencilla y aproximada


conociendo sólo la edad, peso y sexo (punto 3.1 de este capítulo), lo que realmente
nos interesa es conocer la energía necesaria en las tareas de extinción para cono-
cer el consumo metabólico total.

Si observamos las tareas a realizar por el personal adscrito a las tareas de extin-
ción, al igual que hicimos en el punto anterior, podemos decir que requieren de un
metabolismo similar al de las tareas de prevención. En un grado importante de acti-
vidades a realizar, las acciones son similares o parecidas en lo que se refiere al re-
querimiento de energía y con la velocidad que nuestro organismo la requiere. Si en
el punto anterior, refiriéndonos a las tareas de prevención, hablábamos de activida-
des de carácter aeróbico, de moderada o media intensidad y de larga duración, en
las tareas de extinción hablaremos de actividades de intensidad baja media y de lar-
ga duración, igualmente, con la diferencia de que éstas requieren en algunos casos
de acciones rápidas con herramientas manuales y que se realizan en condiciones
extremas de calor. Estás características nos hace pensar que además de realizar
actividades prolongadas, donde la resistencia y el metabolismo aeróbico es el prin-
cipal medio de obtención de energía, se realizan también actividades de intensidad
alta, en condiciones extremas y de corta duración, lo que quiere decirnos que el
personal adscrito a la tareas de prevención debe estar preparado para aguantar
53

estos dos tipos de esfuerzos: por un lado un esfuerzo aeróbico y de larga duración;
y por otro, esfuerzos cortos y que precisa de una intensidad moderada-alta.
A continuación a modo de resumen observamos la siguiente figura:

Análisis de los factores físicos en las tareas de extinción de incendios forestales

La siguiente figura nos muestra una comparación entre los factores físicos de las
tareas de prevención y extinción

Comparación entre los factores físicos de las tareas de prevención y extinción en incendios forestales

FACTORES FÍSICOS
Debemos mencionar que las actividades de los bomberos en ciudad es muy dife-
rente que las de un bombero forestal, y no confundir los requerimientos o prepara-
ción de unos y otros, ya que se requiere esfuerzos diferentes. Las acciones y traba-
jos que se realizan en ciudad son más cortos en duración, suelen ser más intensos
y tienen otros riesgos a los de los incendios forestales.
Con lo dicho anteriormente, el cálculo del Requerimiento Energético Estimado
(REE) de las tareas de extinción es similar al de las tareas de prevención (Punto
3.5), con la diferencia de que el nivel de actividad física para la realización de estas
tareas debe encontrarse entre personas activas y muy activas
Requerimientos Ergonómicos
54

REE = A + B x Edad + AF x (D x Peso + E x Talla)

Donde REE es expresado en kcal/día, edad en años, peso en kilogramos, y talla


en metros. En esta ecuación A es el término constante, B es el coeficiente de la
edad; AF es el coeficiente de actividad física que depende si es individuo es sedenta-
rio, poco activo, activo o muy activo en las categorías de NAF; D es el coeficiente del
peso; y E el de la talla.
En este caso nuestro interés se centra en las personas destinadas a la preven-
ción y extinción de incendios forestales, así que mostramos los coeficientes que va-
lidarán el cálculo del REE para estos sujetos.

En hombres:

Calculo del GET para hombres en las tareas de extinción de incendios forestales

En mujeres:

Calculo del GET para hombres en las tareas de incendios forestales


55

6 EL TRABAJO DE EXTINCIÓN BAJO CONDICIONES DE CALOR EXTREMO

6.1 Trabajo bajo condiciones de extremo calor y deshidratación

La regulación de la temperatura corporal, también conocida como termo-


rregulación, es una de las funciones corporales “imprescindibles” para la vida
y para la realización de actividades

El ser humano precisa mantener su temperatura corporal interna estable. Para


ello el cuerpo dispone de diferentes mecanismos que regulan los daños causados
por un aumento o disminución de la temperatura en el ambiente.

Las actividades desarrolladas en la extinción de incendios forestales, se re-


alizan al aire libre, con una exposición prolongada a los rayos del sol y además
con focos radiantes de calor. Este tipo de trabajo expone a los trabajadores a
condiciones extremas y a elevadas temperaturas, que pueden generar que
estos mecanismos de regulación se pongan al límite, con la consiguiente apa-
rición de efectos negativos para la salud o de poca eficacia en el trabajo, gene-
rando situaciones de peligro en los trabajos de extinción
La temperatura interna de nuestro oscila alrededor de los 36,5º, considerándo-
se normal entre 36 y 38º. Dentro de los ambientes normales en los que los seres
humanos desarrollamos nuestra vida, el cuerpo humano suele mantener esta tem-
peratura constante sin necesidad de grandes esfuerzos de adaptación.

El mantenimiento de la temperatura se produce a través de un equilibrio entre las


ganancias (originadas por la actividad muscular principalmente) y las pérdidas de
calor (a través de la piel o la respiración).

En el caso de calor extremo las ganancias de calor superarían a las pérdi-


das y la temperatura corporal ascendería de forma continuada
Este exceso de calor pone en marcha los mecanismos de termorregulación, si
no sucediera así, o los mecanismos no funcionaran correctamente, las consecuen-
cias podrían llegar a ser irreversibles para la salud del experto en las tareas de ex-
tinción. Los mecanismos a los que nos referimos más importantes son la sudora-
ción y el aumento de la circulación de la sangre hacia la piel.
Requerimientos Ergonómicos
56

A. La evaporación debido al sudor:

La evaporación debido al sudor

B. Circulación sanguínea

Circulación sanguínea
57

No obstante, aunque el sistema termorregulador se encargue de mantener la


temperatura del cuerpo estable, pueden aparecer daños a la salud en aquello ca-
sos en los que la sudoración y circulación sanguínea han llegado a su límite y persis-
te la agresión térmica. Trastornos producidos por la exposición a niveles elevados
de temperatura ambiente son:

Trastornos producidos por la exposición a niveles elevados de temperatura ambiente

Además del ambiente térmico, formado por: la temperatura del aire, la humedad
relativa de éste, la temperatura radiante y la velocidad del aire., debemos tener en
cuenta la actividad del trabajo, el tipo de ropa y las características personales de las
personas expuestas a los trabajos de extinción, puesto que estos factores originan
distintos grados de aceptabilidad de trabajos bajo condiciones extremas de calor.
Con el fin de evitar y disminuir los riesgos de accidente y de padecer algún tipo de
sintomatología y trastornos derivados de ambientes calurosos en este manual va-
mos a mencionar una serie de medidas que pueden ayudar a que esto no ocurra.

Medidas para evitar o disminuir los riesgos de accidente en ambientes calurosos


Requerimientos Ergonómicos
58

Además mencionaremos también una serie de características individuales que


pueden aumentar el riesgo para los trabajos de extinción bajo condiciones de calor
extremo:

Características individuales que pueden aumentar el riesgo en los trabajos de extinción bajo condiciones de calor ex-
tremo

6.2 Deshidratación y rendimiento


Como ya hemos mencionado en el punto anterior, sabemos que la actividad física,
junto a los ambientes calurosos, es un factor importante en la ganancia de tempe-
ratura corporal. Durante la actividad física el organismo aumenta la producción de
energía desarrollando una serie de adaptaciones que determinan un aumento del
calor corporal el cual será disipado convenientemente ya que si la temperatura cor-
poral aumenta demasiado se afectan las funciones metabólicas y disminuye el ren-
dimiento.
Las vías por las cuales el organismo pierde líquido son la respiración, sudoración,
defecación, y orina.

La perdida de agua está regulada por mecanismos específicos de "termorregula-


ción" que ya conocemos y que constituyen un sistema de defensa del organismo pa-
ra eliminar el exceso de calor producido y mantener la temperatura corporal dentro
de niveles óptimos y adecuados que favorezcan el funcionamiento del organismo.

La Sudoración, es el mecanismo principal por el cual se pierde calor durante la re-


alización de las tareas de extinción de incendios forestales y otros ejercicios.
Como se ha mencionado, la actividad física incrementa la producción de calor y la
evidente pérdida de agua a través del sudor, pero es de suma importancia saber
que ante la pérdida de un 1% de peso corporal ya existe un descenso de la perfor-
mance. ( A.C.S.M. y Ekblon et al, en Aragón-Vargas et al 2000; Lamb & Shehata
1999). Con un 2% de pérdida de peso corporal empeora la respuesta cardiovascu-
lar y termoreguladora, y reduce la capacidad de realizar ejercicio físico. (Murray
2000; Cable 2000; Naghii 2001; Armstrong et al en Aragón-Vargas et al 2000;
Swaka & Pandolf en Lamb & Shehata 1999). Las actividades aeróbicas que impli-
quen una pérdida de peso de entre 4 o 5% por efecto de la deshidratación, se ven
reducidas entre un 20% y un 30%, (Wilmore & Costill 1999; Saltin & Costill en
59

Maughan & Leiper 2000; Nybo et al 2001). Y una pérdida de agua de entre 9% y
12% del peso corporal, puede provocar la muerte. (Wilmore & Costill 1999)

Rendimiento físico y deshidratación

Esta pérdida de rendimiento se explica porque la pérdida de fluido reduce el


volumen de plasma, esto reduce la tensión arterial que, a su vez, disminuye el
flujo sanguíneo hacia los músculos y la piel

En grandes esfuerzos la frecuencia cardiaca aumenta, según Edward Coyle


(1994) por cada litro de líquido perdido, la frecuencia cardiaca se incrementa a ra-
zón de ocho pulsaciones por minuto. Además como hay menos sangre que alcanza
la piel, la disipación de calor se ve dificultada y el cuerpo retiene más calor, aumen-
tando la temperatura central 0,3ºC por cada litro de líquido perdido (Coyle, 1994).
Cuando se produce este aumento de la temperatura corporal (hipertermia) y se
disminuye el rendimiento el deterioro puede ser causado tanto por factores centra-
les como periféricos. Por ejemplo, el ejercicio en situaciones intensas de calor in-
crementa la utilización de glucógeno muscular (Fink et al, en Murray 2000), acele-
rando potencialmente la fatiga. El aumento de la temperatura corporal también
puede reflejarse en fatiga prematura, posiblemente debido al efecto de la mayor
temperatura sobre el funcionamiento del cerebro. El impacto negativo del incre-
mento en la temperatura interna sobre la función del cerebro y el sistema nervioso
(Nielsen et al, en Murray, 2000), a pesar de no estar clarificado, puede ocurrir in-
dependiente de los perjuicios en las respuestas periféricas tales como el flujo san-
guíneo y metabolismo muscular. (Murray 2000).

Para evitar el descenso del rendimiento es fundamental mantener la hidra-


tación y según afirma Shirreffs et al, 1996 (en Lamb & Shehata 1999) la in-
gesta de líquido debe ser equivalente al 150% o más del peso corporal perdi-
do durante la actividad
Requerimientos Ergonómicos
60

Esto se debe a que cuando se ingiere un gran volumen de fluidos en un intento de


incrementar el contenido de agua corporal, gran parte de esta es rápidamente pér-
dida en la orina. Para evitar esto, el agua ingerida debe tener además, una canti-
dad suficiente de sodio para disminuir la pérdida de fluidos en la orina.
Como pautas generales para evitar la deshidratación y, por consiguiente, evi-
tar el descenso de rendimiento debemos:

Pautas generales para evitar la deshidratación en la extinción de incendios forestales

Las características de las bebida a consumir para prevenir la deshidrata-


ción deben aportar algo de Hidratos de Carbono (6 al 8%), una ligera cantidad
de Sodio (Na) 250 mg hasta un máximo de 500 mlg, y otros electrolitos co-
mo Potasio, Cloro, Magnesio, en forma de aspartatos Calcio, Fósforo, Zinc,
etc. que estimulen los deseos de beber y faciliten las absorción de líquidos e hi-
dratos de carbono a través del intestino. Su temperatura no debe ser muy
fría (8º o algo más), siendo aconsejable una frecuencia de consumo de 200,a
250 ml cada 20 min. de ejercicio
61

7 CONCLUSIONES

Conclusiones de una óptima hidratación en las tareas de extinción de incendios forestales


63

ASPECTOS BÁSICOS
DE LA ERGONOMÍA
APLICADA A LOS

4 TRABAJOS DE
PREVENCIÓN Y EXTINCIÓN
DE INCENDIOS
FORESTALES

1.DEFINICIÓN DE ERGONOMÍA
La ergonomía es una ciencia interdisciplinar que estudia las relaciones del trabajo
entre el lugar en que se lleva a cabo y los trabajadores. Se usa para diseñar y/o
adaptar el lugar de trabajo al trabajador con el fin de mejorar la eficiencia y evitar tan-
to lesiones como problemas de salud. En otras palabras, hacer que el trabajo se
adapte al trabajador en lugar de obligar al trabajador a adaptarse a éste. La ergo-
nomía según el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo es la “tecnolo-
gía que se ocupa de las relaciones entre el hombre y el trabajo” Para la Organización
Internacional del Trabajo sería “la aplicación conjunta de las ciencias biológicas y de
ingeniería para logar la adaptación mutua óptima del hombre y su trabajo, midiéndo-
se los beneficios en términos de eficiencia y bienestar del hombre.” Es decir, que el
trabajo y las herramientas del mismo se adapten a las características físicas (antro-
pometría) del trabajador y a su puesto de trabajo específico para evitar problemas de
salud y aumentar la eficiencia. De este modo nos encontramos la siguiente relación:

Relación de los objetivos de la ergonomía


Requerimientos Ergonómicos
64

La aplicación de la ergonomía reporta muchos beneficios: para el trabajador, unas


condiciones laborales más sanas y seguras, por lo tanto mejores; para el empresa-
rio, el aumento de la productividad y por lo tanto un incremento de las ganancias.
La ergonomía es una ciencia de amplio alcance que abarca las distintas condicio-
nes laborales que pueden influir en la comodidad y la salud del trabajador, en ella
identificamos tres partes:

Áreas de aplicación de la ergonomía al trabajo

En la siguiente figura podemos observar cuales son los contenidos de estudio de cada área

Contenido de estudio de las diferentes áreas ergonómicas

Como hemos observado, la ergonomía aplica principios de biología, psicología,


anatomía y fisiología para evitar situaciones que puedan provocar en los trabajado-
res incomodidad, fatiga o mala salud.
65

Si no se aplican los principios de la ergonomía, a menudo los trabajadores se ven


obligados a adaptarse a condiciones laborales deficientes. Es importante conside-
rar las diferencias tales como altura, talla, fuerza, en definitiva las características
antropométricas del trabajador para proteger su salud y comodidad.

2. PRINCIPIOS BÁSICOS DE ERGONOMÍA:


Los principios básicos de la ergonomía son los siguientes:

2.1. El puesto de trabajo.


Hay que diseñar todo puesto de trabajo teniendo en cuenta al trabajador y la tarea
que va a realizar a fin de que ésta se realice con comodidad, sin problemas y eficien-
temente.
Si el puesto de trabajo está diseñado adecuadamente, el trabajador podrá mante-
ner una postura corporal correcta y cómoda, ya que una postura incómoda puede
ocasionar múltiples problemas entre los que se pueden destacar:

Consecuencias de una postura incorrecta causadas por un incorrecto diseño del puesto de trabajo

Los causantes principales de estas lesiones son:

Causantes de lesiones más frecuentes por un incorrecto diseño del puesto de trabajo

Cuando se piense en mejorar un puesto de trabajo debemos recordar esta regla:


si parece correcto, probablemente lo sea. Si parece incómodo, probablemente
hay algo equivocado en el diseño, no es culpa del trabajador.
Para el diseño de los puestos de trabajo es importante tener en cuenta factores
humanos como las características mentales y físicas del trabajador y sus condicio-
nes de salud y seguridad. El modo en que diseñemos un puesto de trabajo determi-
nará si será variado o repetitivo, si permitirá al trabajador estar cómodo o adoptar
posiciones forzadas y si entraña tareas interesantes o estimulantes o bien monóto-
nas y aburridas. A continuación se exponen algunos factores ergonómicos a tener
en cuenta en el diseño o rediseño del puesto de trabajo:
Requerimientos Ergonómicos
66

Factores ergonómicos en el diseño del puesto de trabajo

Además un puesto de trabajo bien diseñado debe:

Requerimientos de un puesto de trabajo bien diseñado

Para el diseño de un puesto de trabajo que requiera un trabajo físico pesado es


importante considerar:

Consideraciones en el trabajo físico pesado


67

Este punto es especialmente importante debido a que las tareas de prevención y


extinción de fuego forestal se consideran como trabajo pesado

2.2 El trabajo que se realiza de pie y sentado


El trabajo que se realiza sentado

Si un trabajo se puede realizar en un espacio limitado y su requerimiento físico es


mínimo se debe realizar sentado. Debemos tener en cuenta que no es bueno para
el organismo estar sentado todo el día, de esta manera las tareas que se realicen
deben ser variadas para no estar todo el día sentado. También debemos tener en
cuenta el asiento que debe permitirnos la mayor movilidad posible.
Las directrices ergonómicas a seguir en el puesto de trabajo sentado son:

Directrices ergonómicas en el trabajo que se realiza sentado

El trabajo que se realiza sentado en transporte de coche, camión y helicóptero

En este apartado nos referimos a los puestos de trabajo que se realizan sentado en vehícu-
los, aunque estas personas también suelen ser responsables del mantenimiento, reparacio-
nes y limpieza de los vehículos, así como organizar la carga y descarga. Independientemente
de lo que transporten, son responsables del transporte. Normalmente se trabaja a turnos y
son trabajos de larga duración, con horarios irregulares.
Los riesgos ergonómicos en esta actividad suelen ser:

Riesgos ergonómicos en el trabajo que se realiza sentado en coche, camión y helicóptero


Requerimientos Ergonómicos
68

El lugar de trabajo de los conductores es la cabina del vehículo que es donde trans-
curre la mayor parte de su tiempo de trabajo, por lo tanto debe estar preparado pa-
ra pasar en él este tiempo, en las que debido al gran número de variables que se de-
ben controlar – vegetación, personas, seguridad, etc. La atención es en todo mo-
mento es muy alta , para cumplir el objetivo de realizar el trabajo de la mejor manera.
Por ello hay que exigir que los vehículos, en cuanto a estructura, puertas, cabinas,
accesos, mandos y conservación de todo ello estén en las mejores condiciones posi-
bles. Y no se puede olvidar que esto depende en gran medida del propio conductor.
Condiciones termohigrométricas: Esta función debido al lugar donde se encuen-
tran los vehículos es complicada pero es fundamental para que el conductor pueda
desarrollar su trabajo en las mejores condiciones, ya que podría sufrir deshidrata-
ción, incremento de la fatiga, lo que implica una disminución del rendimiento, que
repercute en la cantidad del trabajo e incremento del riesgo de accidente.
Los factores de confort térmico son.

Factores del confort térmico

Ruido y vibraciones: Estos riesgos están legislados por ley en el Real Decreto
1316/1989. Aunque si los conductores dependieran sólo del vehículo, podría esta-
blecerse la norma, pero existen variables cuya medida no puede efectuarse como el
firme, la amortiguación del ruido que pueden suponer determinadas barreras, etc.
Hay datos que demuestran que la sordera profesional se da en los conductores de
vehículos, y que comienza a perder funcionalidad el oído izquierdo antes que el dere-
cho, cuando el volante está situado en la parte izquierda de la cabina; lo que quiere
decir que el ruido exterior influye más que el originado por el vehículo que se conduce.
En cuanto a las vibraciones, la mayoría de los fabricantes basan los diseños de los
asientos en un estudio normalizado del mismo, para que las vibraciones de motor,
ruedas y firmes no lleguen a dañar la salud y seguridad de los conductores.
Desde el punto de vista ergonómico se puede ver algún ejemplo de posturas inco-
rrectas como y los efectos que producen en el organismo.

Posturas ergonómicas incorrectas y efectos que producen en el organismo


69

Todos estos y muchos ejemplos más producen lesiones de la columna vertebral y


dolor de cuello y espalda a corto plazo y problemas osteo-musculares a medio y lar-
go plazo.

El trabajo que se realiza de pie: El permanecer mucho tiempo de pie puede provo-
car dolores de espalda, inflamación de las piernas, problemas de circulación san-
guínea, llagas en los pies y cansancio muscular. Por lo que siempre que sea posible
tenemos que evitar estar en dicha posición durante largos períodos de tiempo. A
continuación figuran algunas directrices que se deben seguir si no se puede evitar
el trabajo de pie:

Directrices ergonómicas para el trabajo que se realiza de pie

Al determinar la altura adecuada de la superficie de trabajo, es importante tener


en cuenta factores como:

Directrices ergonómicas para el trabajo que se realiza de pie

Para adoptar una postura ergonómica correcta cuando trabajamos de pie debe-
mos seguir una serie de normas:
Requerimientos Ergonómicos
70

Normas de una postura ergonómica correcta en el trabajo en pie

2.3 Las herramientas manuales:


Para seleccionar las herramientas de trabajo que cumplan con los principios de
la ergonómica es necesario atender a una serie de normas, las cuales se detallan a
continuación

Requerimientos ergonómicos en la selección de herramientas


71

3. EL TRABAJO FÍSICO PESADO


El trabajo manual debe ser diseñado correctamente para que los trabajadores no
se cansen ni corran riesgo de lesión, sobre todo en la espalda. La realización de un
trabajo físico pesado prolongado incrementa el ritmo de la respiración y el ritmo
cardíaco. Poseer una buena condición física, es necesaria para que el trabajador
no se agote con facilidad al realizar el trabajo. Siempre que sea posible, es mejor uti-
lizar energía mecánica para efectuar los trabajos pesados. Esto no quiere decir que
se deban sustituir a los trabajadores por máquinas, sino que los trabajadores
utilicen máquinas para efectuar las tareas más arduas. El uso de esta energía dis-
minuye los riesgos para el trabajador y al mismo tiempo facilita la tarea a perso-
nas con menos fuerza física. Si a estos factores le unimos las altas temperaturas
que se dan durante las tareas de extinción es necesario conocer algunas recomen-
daciones para la realización de la labor física pesada.

Recomendaciones para una labor física pesada

4. IDENTIFICACIÓN DE PROBLEMAS ERGONÓMICOS


(en trabajos de prevención y extinción)

En los trabajos de prevención se realizan tareas para limitar el fuego en caso de


que este se produzca. Cuando se combate el incendio forestal, es decir el intento de
extinción del mismo, nos encontramos dos fases: la de contención y la de extinción.
Debido al uso de las distintas técnicas y materiales para la prevención y extinción
de los incendios forestales, la identificación de los problemas ergonómicos vienen de-
rivados por una incorrecta ergonomía tanto de los materiales como de la postura.
Requerimientos Ergonómicos
72

Recomendaciones para una labor física pesada

5.IDENTIFICACIÓN DE PROBLEMAS ERGONÓMICOS


(en las herramientas de prevención y extinción de incendios forestales)

Los principales problemas ergonómicos en las herramientas utilizadas en la pre-


vención y extinción de incendios forestales son:

Problemas ergonómicos en las herramientas en la prevención y extinción de incendios forestales

Todos estos problemas se pueden solucionar a través del correcto diseño ergonó-
mico de las herramientas que hemos visto en la tabla 7: requerimientos ergonómi-
cos en la selección de herramientas.
73

Postura incorrecta Mc leod Postura incorrecta Mc leod

Postura incorrecta Mc leod Postura correcta Mc leod

En el uso de herramientas manuales tales como Mc leod, palas, batefuefo etc., pueden
acarrear problemas sobre todo a nivel dorso-lumbar debido al mal uso de las herramien-
tas o su mal diseño ergonómico. Además podrían aparecer lesiones en brazos, muñecas.
En el uso de herramientas mecánicas como la motosierra, los problemas se deri-
varían del ruido, generando problemas de sordera, de la vibración y de su mal uso
cuyos problemas se pueden concretar en el sistema musculo-esquelético.
Requerimientos Ergonómicos
74

Utilización ergonómica incorrecta de la motosierra Utilización ergonómica incorrecta de la motosierra

Postura correcto motosierra

Para finalizar los problemas que se pueden encontrar en los conductores de vehí-
culos, como ya se ha indicado en un apartado anterior, serían problemas de espalda
por las vibraciones y el exceso de tiempo sentado en el asiento con una mala postura.
75

6. LOS PRINCIPALES PROBLEMAS ERGONÓMICOS


(en las posturas utilizadas en la prevención y extinción de incendios forestales)

Los principales problemas ergonómicos en las posturas utilizadas en la prevención


y extinción de incendios forestales los podemos ver resumidos en la siguiente tabla

Problemas ergonómicos en las posturas utilizadas en la prevención y extinción de incendios forestales

De los problemas que hemos enumerado el que más destaca es aplicar fuerza en
una postura forzada. Definiremos una postura forzada aquellas posiciones de tra-
bajo que supongan que una o varias regiones anatómicas dejan de estar en una po-
sición natural que genera confort para pasar a una posición (forzada) que genera hi-
perextensiones con la consecuente producción de lesiones por sobrecarga.
Las posturas forzadas generadas en la ejecución del trabajo, pueden producir
trastornos musculoesqueléticos en diferentes regiones anatómicas: cuello, hom-
bros, columna vertebral, extremidades superiores e inferiores… no sólo tiene efec-
tos para la salud el trabajador sino que también afecta al rendimientos del mismo
con una primera etapa de cansancio hasta llegar a la aparición de trastornos cróni-
cos que impiden realizar las tareas. En los trabajos de prevención y extinción de in-
cendios forestales, tanto la aparición del cansancio como los trastornos crónicos y
el paso de una fase a otra, aparecerán rápidamente en comparación con otros tra-
bajos, debido al estrés térmico que están sometidos los trabajadores lo cual acen-
túa la aparición de la fatiga. Por lo que al trabajar en una postura adecuada esta-
mos aumentando el tiempo de trabajo y retrasando la parición de la fatiga incre-
mentando el rendimiento

7. LESIONES Y ENFERMEDADES HABITUALES


(en la prevención y extinción de incendios forestales)

A menudo los trabajadores están obligados a adaptarse a unas condiciones laborales mal
diseñadas ocasionándoles lesiones que algunas caso pueden ser graves o muy graves dando
lugar a una disminución de la capacidad de realizar el trabajo e incluso incapacidad laboral.
Las lesiones y enfermedades producidas por el incorrecto diseño del puesto de
Requerimientos Ergonómicos
76

trabajo y las herramientas suelen aparecer a lo largo del tiempo, este puede ser
meses o incluso años. Pero normalmente el trabajador tendrá síntomas como dolo-
res mientras realiza su trabajo o al poco tiempo de su finalización, en los músculos y
articulaciones, a la vez que disminuye paulatinamente su rendimiento como conse-
cuencia de las molestias durante el trabajo o por la deficiente recuperación deriva-
da de las mismas.
Las lesiones causadas en los trabajadores por herramientas o puestos de traba-
jo mal diseñados pueden ser muy costosas a nivel funcional y financiero, tanto para
el trabajador como para el empresario. Diseñar una tarea desde el inicio, o redise-
ñarla, puede ser costosa, pero, a largo plazo, se consigue un beneficio financiero,
en la calidad y en la eficiencia del trabajo, en incluso pueden disminuir los costos de
atención de salud y mejorar la moral del trabajador.
En el siguiente cuadro se describen las lesiones y enfermedades más habituales
en la prevención y extinción derivada una incorrecta aplicación ergonómica.
77

Lesiones y enfermedades habituales en la prevención y extinción de incendios forestales


Requerimientos Ergonómicos
78

8. CÓMO LEVANTAR Y LLEVAR CARGAS CORRECTAMENTE


El levantamiento y el porte son operaciones que conllevan un elevado gasto físico,
y debido a esta fatiga el riesgo de accidente es continuo, en particular de lesión de la
espalda y de los brazos. Para evitarlo, es importante poder estimar el peso de la
carga, el efecto del nivel de manipulación y el entorno en que se levanta. Es preciso
conocer también la manera de elegir un método de trabajo seguro y de utilizar dis-
positivos y equipo que hagan el trabajo más suave.
A continuación expondremos los pasos a seguir para levantar correctamente cargas:
La siguiente figura muestra la posición de la espalda y del cuerpo cuando levanta-
mos una carga

Posición de la espalda y cuerpo en el levantamiento de una carga

Ver imágenes página siguiente

La siguiente figura nos muestra cómo colocar los pies cuando nos disponemos a
levantar una carga

Posición de los pies para levantar una carga


79

Posición incorrecta para levantar un objeto Posición incorrecta para levantar un objeto

Posición incorrecta para levantar un objeto Posición correcta para levantar un objeto

Posición correcta para levantar un objeto


Requerimientos Ergonómicos
80

Posición incorrecta de los pies Posición correcta de los pies

Posición incorrecta de los pies Posición correcta de los pies


81

En esta figura observamos como disponer las manos cuando vamos a levantar
una carga.

Posición de los pies para levantar una carga

8.1 Diferentes tipos de levantamiento de cargas


A continuación mostraremos los diferentes tipos de levantamientos de cargas,
las características específicas y los aspectos específicos de cada uno, sin olvidar
las posiciones anteriormente mencionadas. Con estas indicaciones podremos le-
vantar las cargas evitando posibles lesiones.
8.1.1 Levantamiento hacia un lado
Al girar el cuerpo al tiempo que se levanta un peso se incrementa el riesgo de le-
sión en la espalda. Por lo que tenemos que tener en cuenta los aspectos que mos-
tramos en la siguiente figura

Características específicas para levantar la carga hacia un lado


Requerimientos Ergonómicos
82

Posición incorrecta Posición correcta

8.1.2 Levantamiento por encima de los hombros


Cuando levantamos algo por encima de los hombros tenemos que atender a las
siguientes indicaciones para evitar posibles lesiones

Características específicas para levantar la carga por encima de los hombros

Otros aspectos a tener en cuenta son:

La altura del levantamiento adecuada es de 70-80 centímetros


Levantar algún objeto desde el suelo puede requerir un esfuerzo tres veces mayor
83

8.1.3 Levantamiento con compañeros

Las características a las que debemos atender en el levantamiento con compañe-


ros son:

Características específicas para levantar cargas con compañeros

Los pesos máximos recomendados por la Organización Internacional del Trabajo


son los siguientes:

Pesos máximos recomendados por la OIT

Otros aspectos a tener en cuenta son:

Buscar personas con una fuerza similar para levantar objetos


Cuando se tiene dolor de cabeza no levantar nada. Una vez eliminado el dolor,
comenzar gradualmente
85

SÍNDROMES DE
ALTERACIÓN DEL
MOVIMIENTO:

5 EL MOVIMIENTO Y LA
POSTURA PERJUDICIAL

1. INTRODUCCIÓN

Todos tenemos un patrón de movimiento característico, incluso somos capaces


de reconocer a muchas personas por su forma de utilizar las herramientas o inclu-
so de moverse. Estos movimientos propios de cada persona no siempre son los
más correctos desde un punto de vista ergonómico; de hecho, existen posturas
aceptadas como correctas de las que derivan alteraciones de movimiento.
Durante los años noventa, a aquellas personas que padecían dolor músculo-es-
quelético se les proporcionaba un tratamiento específico dirigido al problema mus-
cular, neurológico o esquelético, actualmente esta perspectiva se puede conside-
rar incompleta e inadecuada (Sharman, 2005).
Los tratamientos no funcionaban o eran incompletos, por ello se dio un paso en
busca de un origen más global, relacionado con el desarrollo del movimiento. Las úl-
timas investigaciones corroboran esta línea, podemos afirmar que muchas disfun-
ciones y lesiones vienen de sistemas de movimientos erróneos que denominare-
mos: síndromes de alteraciones del movimiento.
En cuanto a los factores que influyen en la aparición de lesiones en el ámbito labo-
ral, existen muchos estudios de ergonomía, en los que normalmente se evalúan los
instrumentos, las posiciones y la postura. Sin embargo, no podemos olvidar que:

El trabajador que ejecuta la acción, debe ser educado en el control de sus


movimientos o por lo menos debería tener nociones básicas de los principales
errores en la ejecución de las acciones que pueden llevar a la lesión.
En este capítulo abordaremos los diferentes elementos que conducen a los sín-
dromes de alteraciones de movimiento, para un mejor conocimiento y prevención
de las lesiones.
Requerimientos Ergonómicos
86

2. MECANISMO DE PRODUCCIÓN DE UNA LESIÓN


(por alteración de movimiento)

Investigadores como S. Sharmann, (2005) nos muestra un modelo que considera al movi-
miento en sí, como productor de alteraciones y anomalías. Concluyen que:

Los movimientos repetidos y las posturas mantenidas afectan a los tejidos


blandos, provocando afecciones musculares y neurales.
Existe un óptimo estándar de movimiento, de modo que cuando nos desviamos de for-
ma repetida, se crea un efecto acumulativo, que da como resultado el daño del tejido.
El movimiento humano implica tanto fuerzas internas como externas como siste-
mas mecánicos (Norkin, 1992) todas estas fuerzas son expresadas en el movi-
miento y sobre las distintas estructuras.

Movimientos explosivos como cortes con hachas, golpeos con Mac leod o
batefuego son movimientos repetidos que pueden producir entre otras lesio-
nes: dolor en el hombro, molestias en la espalda, rodillas, codos, etc.
De este modo podemos decir que:

Hay adaptaciones a nivel fisiológicos asociadas a las tareas laborales cuando se re-
piten los mismos gestos durante muchas horas. En muchos casos es inevitable que
se produzcan adaptaciones perjudiciales, sobre todo cuando no hay ejercicios com-
pensadores o trabajos de flexibilidad paralelos a tantas horas de la jornada laboral.
En la siguiente figura podemos ver los mecanismos de una lesión provocada por la
alteración del movimiento

Mecanismos de producción de una lesión por alteración el movimiento


87

3. EL MOVIMIENTO PRECISO: ALINEACIÓN IDEAL DE LOS SEGMENTOS

Como afirma Sharmann (2005), la biomecánica del movimiento es similar a otros


sistemas: en un sistema mecánico la duración y la eficiencia de la función requieren
de movimientos precisos, la alineación ideal facilita un movimiento óptimo y un ren-
dimiento mayor.
Podemos tomar el ejemplo de un edificio, si los pilares que lo sostienen no se en-
cuentran alineados correctamente, no podrán soportar la estructura. Esto mismo
ocurre con el cuerpo humano.

El mantenimiento o recuperación de movimientos precisos y óptimos es la


clave para prevenir o paliar el dolor que surge al realizar determinadas activi-
dades laborales.
Una alineación correcta mejorará las prestaciones del sujeto al realizar las activi-
dades, en el caso de las tareas en la prevención y extinción de incendios forestales,
podemos encontrar movimientos repetitivos y estos se dan en situaciones de es-
trés térmico, psicológico, cansancio físico. Si la alineación es deficiente, debe co-
rregirse antes de que empiece el movimiento, para que éste se produzca en situa-
ciones óptimas.

Ejemplos de posiciones incorrectas en la prevención y extinción de incendios


forestales:
Ver página siguiente

Además una alineación óptima evitará, en mayor medida, que se produzcan mi-
cro traumatismos y contracturas en las estructuras centrales de sostén (Singer,
1996), es decir espalda, rodillas etc. La función muscular óptima debe obtenerse
tanto a través de ajustes sutiles de la fuerza como a través de la alineación y equili-
brio articular.

4. EFECTOS DE LOS MOVIMIENTOS REPETITIVOS

Los movimientos repetidos y las posturas mantenidas alteran las caracte-


rísticas de los músculos, principalmente por fatiga prematura o por modificar
los patrones de movimiento.

Por tanto, cuando los movimientos son incorrectos, la fuerza o la flexibilidad se


ven comprometidas, por lo que se pueden producir cambios negativos en los tejidos
blandos y en las estructuras óseas. Las alteraciones de los tejidos blandos (funda-
mentalmente músculos y ligamentos) inducidos por los movimientos repetidos o
Requerimientos Ergonómicos
88

Ejemplos de posiciones incorrectas en la prevención y extinción de incendios forestales:


89

Ejemplos de posiciones incorrectas en la prevención y extinción de incendios forestales:

por las posturas sostenidas, pueden causar finalmente, que una articulación des-
arrolle una vulnerabilidad frente al movimiento en una dirección determinada.
Estas alteraciones de los patrones de movimiento deben identificarse, en la medi-
da de lo posible, para que no desemboquen en un síndrome doloroso.

5. FACTORES QUE INFLUYEN EN LA ALTERACIÓN DE LOS PATRONES DE MOVIMIENTO


Este punto podría ser muy extenso pero hemos realizado un resumen con los fac-
tores principales que interviene en la alteración de patrones de movimiento.

Factores del individuo que se relacionan con la aparición del síndrome de la alteración del movimiento
Requerimientos Ergonómicos
90

6. PERFIL FUNCIONAL DEL TRABAJADOR

6.1. Resistencia muscular


"La resistencia muscular se define como la capacidad para superar el cansancio
durante acciones musculares repetidas" (Graves, 1998)

Durante el día, cuando estamos sentados o permanecemos de pie y funda-


mentalmente en las tareas de prevención y extinción de incendios forestales,
sometemos a la musculatura a un trabajo casi constante, por lo que cuanto
menor sea la resistencia del sujeto, antes se agotará dicha musculatura.
Un factor importante cuando tratamos la resistencia muscular, es que en todo
momento existe un tono mínimo, imprescindible para mantener la postura, ya se
realice o no movimiento. Si esta activación no existiera, no seríamos capaces de
sostener la estructura corporal. Incluso cuando estamos sentados, se ha constata-
do que los músculos paravertebrales no están en reposo (Tailor, 1980), ya que ofre-
cen resistencia a la flexión, lo que se puede considerar como una actividad antigra-
vitatoria automatizada. El grado de alerta depende de la actitud y de la orientación
del asiento y del respaldo (Andersson, 1974). Es por esto que dicha musculatura, y
en concreto los extensores lumbares, presentan mayor resistencia que otros mús-
culos esqueléticos (Jorgensen, 1997).
Si para actividades con un gasto energético menor (en el caso de mantener una
posición sentada) es imprescindible la resistencia específica, es decir de la muscu-
latura que interviene, creemos indispensable la resistencia en las tareas de preven-
ción y extinción de incendios forestales, donde se manejan herramientas pesadas
como por ejemplo: motosierra y las solicitaciones temporales suponen altos tiem-
pos de intervención continua con Mc leod, azada, batefuego etc.

Nicolaisen y Jorgensen encontraron que las personas que sufrían proble-


mas graves de espalda, al compararlas con personas sanas, tenían menos
capacidad de resistencia en los músculos extensores del tronco. También un
estudio de Luotto describió valores más bajos de resistencia en pacientes con
lumbalgia. Además los valores de resistencia física han servido de predicto-
res de la incidencia futura de lumbalgia (Biering - Sorensen, 1984)

6.2. La Fuerza
La fuerza se define como la capacidad de la musculatura para deformar un cuerpo
o para modificar la aceleración del mismo, iniciar o detener el movimiento y aumen-
tar o reducir su velocidad, o hacerle cambiar de dirección (González Badillo, 2000).
Los pacientes con lumbalgia han demostrado tener menos fuerza de extensión
del tronco que las personas sanas (Cassini, 1993). No obstante, la fuerza genera-
91

da durante una contracción voluntaria máxima de los extensores del tronco no ha


demostrado ser un valor predictor de futuros casos de lumbalgia (Battie, 1989), a
diferencia de lo que ocurre con la resistencia.
Sin embargo, sabemos que los problemas de espalda condicionan un cambio en
las condiciones de las fibras musculares, esto hace que el músculo pierda fuerza y
repercute en su función como sostén estabilizador del esqueleto óseo.
Cuando se valora un músculo de una persona normal, es frecuente encontrar fun-
ciones deficitarias. Estos déficit se desarrollan porque en muchas ocasiones la for-
ma específica en que una persona maneja las herramientas, hace que se desarro-
llen determinados músculos y atrofien otros.

Se han descrito cambios morfológicos como atrofia de los músculos lumba-


res transverso espinoso y erector de la columna, a partir del primer episodio
de dolor de espalda, lo cual supone para el paciente un riesgo de futuras pato-
logías (Hides, 1996), por ejemplo artrosis, desgarros del anillo fibroso, her-
nia de disco, etc. (Kirkaldy - Willis, 1988).
Por tanto el detrimento de los patrones de movimiento en una ejecución técnica
óptima en la realización de los trabajos de prevención y extinción de incendios fores-
tales puede provocar a medio y largo plazo lesiones por la atrofia producida en de-
terminados músculos o bien por la sobrecarga de otros que no deberían estar re-
clutados en ese tipo de actividad.

6.3. Coordinación muscular


El término coordinación muscular hace referencia a la acción conjunta de los
músculos agonistas y antagonistas de un movimiento, bien para permitir dicho mo-
vimiento, para frenarlo o para mantener una posición estable.

6.4. Inervación recíproca


Cuando queremos producir el movimiento, el músculo agonista se contrae para
llevarlo a cabo, y el antagonista se relaja, para permitirlo. Sin embargo, cuando lo
que queremos es fijar las articulaciones sin que se produzca movimiento, ambos
grupos musculares trabajan conjuntamente (en sinergia). La inervación recíproca
es el mecanismo que hace posible este juego entre los distintos grupos muscula-
res.

Por ejemplo, se sabe que la intensidad de la coactivación entre flexores y ex-


tensores del tronco, aumenta con la carga aplicada al tronco. Este fenómeno
es indispensable para mantener una estabilidad mecánica de la columna ver-
tebral (Cholewicki, 1997). Según Éric Viel, la coactivación de los músculos de
la pared abdominal aumenta la estabilidad de la columna lumbar. Esto ocurre
porque la musculatura abdominal actúa a modo de faja, cuando se contrae,
aumenta la presión dentro de la cavidad abdominal. De esta manera aumenta
Requerimientos Ergonómicos
92

el contacto del contenido abdominal con la columna vertebral. Este hecho,


junto con la activación de la musculatura posterior de la espalda (paraverte-
brales), proporciona estabilidad a la columna.
La relación equilibrada en los movimientos relacionados con el ámbito forestal re-
quiere de un entrenamiento específico, al ser movimientos complejos a veces reali-
zados con estrés térmico, cansancio físico y mental. Por ello debemos seguir una lí-
nea preventiva de educación en la higiene postural y determinar los patrones de mo-
vimientos más adecuados para la actividad forestal.

6.5. Amplitud de movimiento


Podemos definir la amplitud de movimiento como:

“la cualidad que, con base en la movilidad articular, extensibilidad y elastici-


dad muscular, permite el máximo recorrido de las articulaciones en posicio-
nes diversas, permitiendo realizar al individuo acciones que requieran agilidad
y destreza” (Álvarez del Villar,1985)

7. CONCIENCIA CORPORAL

7.1. Esquema corporal


Le Bouch (1977) define el esquema corporal como la intuición global del conoci-
miento de nuestro cuerpo, ya sea en estado de reposo o de movimiento, en función
de la interrelación de sus partes y, sobre todo, de su relación con el espacio y los ob-
jetos que nos rodean.
Por tanto el esquema corporal es una capacidad que, mediante un proceso de
aprendizaje, se adquiere y se vuelve inconsciente. Dicha capacidad es empleada para
establecer una relación con el medio en que el sujeto se desenvuelve. Esto se puede
aplicar a las acciones laborales, que se van haciendo cada vez más fáciles e incons-
cientes por la repetición continua y eficaz de cada acto en cuestión, hasta llegar a la
automatización de la respuesta frente al estímulo específico (Barreto, 2007).
En el ámbito laboral la concepción de un esquema corporal correcto y ajustado a
las características del puesto, se convierte en un hecho fundamental para la pre-
vención de lesiones. Ya sea el manejo de cargas, la utilización de herramientas, las
distintas posturas estáticas y dinámicas, están basadas en que el sujeto domine su
esquema corporal y que esté ajustado a las necesidades del puesto (dominio de su
propio cuerpo y de las herramientas de su actividad).
Muchas de las posiciones incorrectas se podrían evitar si el individuo fuera capaz
de percibir cual es su posición y si fuera capaz de dominar los elementos corporales
que debe manejar en sus situaciones habituales de trabajo (control abdominal, res-
piración, situación de las piernas, colocación de la espalda, situaciones de fatiga,
etc.)
93

En este proceso debemos atender prematuramente a los movimientos realizados


por los sujetos, evitando que adquieran vicios innecesarios o perjudiciales.
Debemos procurar que el esquema corporal que adquiere el sujeto, en determina-
das acciones técnicas específicas en la prevención y extinción de incendios foresta-
les, sean correctas desde su inicio, a fin de evitar que estructure el esquema corpo-
ral incorrectamente en la utilización de las herramientas en dichas técnicas.

Un esquema corporal demasiado estructurado por años o meses de ejecu-


ción inadecuada, debida a patrones de movimientos incorrectos, es más
complicado de modificar o cambiar por otro patrón óptimo, que si inicialmen-
te el sujeto aprende su correcta ergonomía de utilización, ya que lo asume co-
mo propio.
Aún así la reestructuración del esquema es posible pero requiere de un progra-
ma de entrenamiento básico, y sobretodo práctico, para que las sensaciones de
los receptores musculares estructuren un nuevo esquema corporal. Siendo in-
suficiente un sistema de prevención de riesgos laborales donde las normas ergonó-
micas son expuestas por dibujos o clases teóricas.

7.2. Higiene postural


La percepción de la postura no siempre es precisa y adecuada en el sujeto, de he-
cho rara vez nos paramos a pensar como estamos colocados, por lo que muchas
veces pasamos muchas horas en posiciones nocivas sin darnos cuenta.

No estamos educados para percibir posiciones incorrectas. Incluso el es-


trés, el ritmo de vida, las necesidades del trabajo, hacen que no nos percate-
mos de nuestras posiciones.
En muchas ocasiones activamos músculos que se mantienen contraídos indebi-
damente y, peor aún, innecesariamente activados en el fragor de nuestra batalla
cotidiana con la actividad laboral, factor muy perjudicial en las tareas de prevención
y extinción de incendios forestales, debido a que la fatiga aparece de forma prema-
tura.
Esta situación se produce principalmente porque nuestro esquema corporal no
está adecuadamente desarrollado en relación a la actividad que hemos de realizar,
no sabemos colocarnos o no percibimos nuestra incorrecta posición.
Por otro lado en numerosas ocasiones nuestra concepción postural puede ser
adecuada, pero no tenemos la preparación suficiente para realizar la actividad.
En la aparición de lesiones y dolores en el trabajo, desde un punto de vista ergonó-
mico, influyen dos variables, las que podemos observar en la siguiente figura:
Requerimientos Ergonómicos
94

Variables ergonómicas en la aparición de lesiones y dolores en el trabajo

La postura adoptada nos determinará las posibles alteraciones de movimiento


desde el inicio mismo de la ejecución, de este modo en la postura adoptada en las
tareas de prevención y extinción de incendios forestales intervendrán los siguientes
factores:

Factores que influyen en la postura

7.3. Fatiga postural


Cuando la carga física de estas posturas mantenidas o repetidas supera la resisten-
cia del individuo aparece la fatiga postural. Esta aparece antes si no se siguen una serie
de normas de higiene postural. La fatiga postural se manifiesta de varias maneras:

Manifestaciones de la fatiga postural


95

Muchas veces se llega a estas situaciones por una cuestión de atención o falta de
control del esquema corporal: normalmente ésta queda absorbida por la tarea que
se realiza, por ello se debe prestar atención a las sensaciones corporales, siendo
conscientes de la postura y del estado de fatiga.

Desgraciadamente otras muchas veces se llega a la fatiga postural por el


desconocimiento de la adecuada postura, o por utilización de los segmentos
sin la integración efectiva en el esquema corporal.

Postura incorrecta que acelera la fatiga

El descanso en el trabajo

La fatiga no sólo influye directamente sobre el rendimiento sino que afecta la cor-
dinación de gestos de precisión, alterando los patrones de movimiento.

Si el tiempo de reposo, después de la jornada es insuficiente, también aumenta la fa-


tiga del día siguiente, y aumenta el riesgo de patrones de movimientos erróneos o vi-
ciados para compensar la fatiga de los músculos principales

Esto nos lleva a plantearnos la siguiente pregunta: ¿A qué se debe este hecho, por qué los
resultados son mejores en jornadas cortas que en tiempos largos de trabajo continuado?
Requerimientos Ergonómicos
96

Esto ocurre porque el cuerpo tiene un límite en el que su rendimiento es ópti-


mo, tanto físico como mental. Cuando este límite se sobrepasa, aparece la fa-
tiga, que disminuye la capacidad de seguir realizando el trabajo al mismo nivel.

8. PROGRAMAS DE PREVENCIÓN
(de las alteraciones de movimiento a través de ejercicios correctores)

Los programas de prevención de las alteraciones de movimiento pueden


ayudar a nuestro trabajador a abordar la carga laboral de una forma más sa-
ludable, con menos fatiga y con menos exposición a los agentes causantes de
lesiones
Los ejercicios deben de estar diseñados para ayudar a un mejor control neuro-
muscular de un músculo o un movimiento concreto y a estructurar efectivamente el
esquema corporal.
Un sujeto volverá a sus patrones iníciales a menos que vivencie de forma activa la
movilidad preventiva. Con programas muy básicos de prevención de las alteracio-
nes de movimiento, tenemos una gran herramienta para un futuro más saludable,
donde los trabajos con habilidades manuales y de carga no supongan un detrimen-
to y merma física en los trabajadores.
Estos programas deben contener ejercicios correctores de las alteraciones de
movimiento donde el trabajador, según S. Sharmann (2005) debe entrenarse de
una forma específica, para que se mueva de forma correcta durante las activida-
des, y para que mantenga una alineación correcta en las posturas estáticas y diná-
micas.
Tenemos que prestar especial atención a la identificación de signos e indicios de
las alteraciones musculares antes que se desarrollen como síntomas.

Crear un esquema de movimiento funcionalmente saludable es fundamen-


tal antes de que aparezcan las lesiones.
97

EVALUACIÓN

6 FUNCIONAL Y
ERGONÓMICA

1.DEFINICIÓN DE EVALUACIÓN
La evaluación es un proceso muy estudiado e importante encualquier proceso de
fomación, a partir de las diferentes definiciones de autores buscaremos el concep-
to que mejor se adapte a nuestra situación.
Las definiciones dependerán de la orientación y objetivos hacia los que se dirige
ésta. Así encontramos la de Stufflebean, 1966, donde nos dice que:

“La evaluación es un proceso sistemático de recogida rigurosa de informa-


ción cuantitativa y/o cualitativa, válida y significativa del proceso y del produc-
to, para contrastarla con unos referentes o criterios y emitir unos juicios esti-
mativos y/o predictivos con la finalidad de tomar decisiones de mejora del sis-
tema”
Esta definición dada, pertenece a una orientación hacia el perfeccionamiento don-
de lo que se busca a través de la evaluación es la perfección de aquello que se eva-
lúa, independientemente del objeto al que va dirigido la evaluación.
También podemos hacer referencia a la definición dada por Tenbrink, 1981, que
se orienta hacia la toma de decisiones:

“Proceso de obtención de información y su uso para formular juicios que a


su vez se utilizarán para tomar decisiones”
Requerimientos Ergonómicos
98

Entre todas las revisadas podríamos destacar la definición que Delgado Noguera
(2003), donde intenta conjugar las orientaciones dadas junto con otras y, que se
puede aplicar a diferentes ámbitos. En ella define evaluación como:

“Proceso sistemático de recogida rigurosa de información cuantitativa y/o


cualitativa, válida y significativa del proceso y del producto, para contrastarla
con unos referentes o criterios y emitir unos juicios estimativos y/o predicti-
vos con la finalidad de tomar decisiones de mejora del sistema”
Esta última definición es la que consideramos más completa por lo que la va-
mos a usar como guía y referente en las diferentes evaluaciones que trataremos a
continuación. También destacar que la finalidad de la evaluación es mejorar la ca-
lidad de los puestos de trabajo y para ello encontramos dos modelos de mejora
de la calidad:

El modelo europeo de gestión de la calidad o modelo EFQM.


El modelo PDCA.

2. TIPOS DE EVALUACIÓN

2.1 Evaluación funcional

Es el complejo de pruebas y estudios de laboratorio y/o campo, que tienden


a valorar y puntualizar el estado y el rendimiento de determinadas funciones
del órgano, aparato o sistema
Para realizar ésta es imprescindible que el individuo ejecute un reconocimiento
médico previo, para asegurarnos de que su estado de salud es bueno. Una vez que
estamos seguros de su estado de salud, podremos comenzar la evaluación funcio-
nal dónde realizaremos:

Análisis de los diferentes parámetros (frecuencia cardíaca, consumo oxígeno,


lactato) mediante diferentes baterías de test, donde podremos comparar el es-
tado funcional de los distintos individuos entres ellos y entre unos estándares
marcados

2.2. Evaluación antropométrica


La palabra antropometría procede de la combinación de dos palabras griegas co-
mo son ánthropos, cuyo significado es hombre y de métron, que significa medida,
con lo que se puede deducir que antropometría será la medida del hombre, si bien
en la definición dada por la RAE, encontramos:
99

“Estudio de los caracteres métricos cuantitativos o cualitativos del cuerpo


humano, con la ayuda de la biometría”
No hay una metodología común para la antropometría, así encontramos diferen-
tes procedimientos como por ejemplo la ISO DIS 7250 del Comité Técnico 159.
Los datos antropométricos pueden ser.

Datos antropométricos
Requerimientos Ergonómicos
100

De esta manera, los datos antropométricos están directamente relacionados


con la ergonomía en el trabajo, tema ya tratado en un tema anterior.

2.3. Evaluación de la fuerza


La definición de fuerza desde el punto de vista mecánico es la causa capaz de
modificar el estado de reposo o movimiento de un cuerpo (Newton). Si bien desde
el punto de vista deportivo Kuznetsov lo definió como:

“capacidad de vencer una resistencia externa o reaccionar ante ella me-


diante la tensión muscular”
Podemos clasificar los tipos de fuerza por los regímenes de contracción muscu-
lar, distinguiendo:

Diferentes tipos de fuerza según la contracción muscular


101

En la evaluación de la fuerza debemos recoger información, por medio del test de


fuerza máxima o utilizar las tablas existentes para calcular su fuerza máxima, para
poder conocer cuál es el estado de las personas que lo realizan y el trabajo a reali-
zar para alcanzar los objetivos deseados.

2.4. Evaluación ergonómica


La ergonomía en las tareas de prevención y extinción de incendios forestales esta
recogida en el capítulo 4 de este manual

3. APLICACIÓN DE LOS DIFERENTES TEST


Realizaremos un análisis técnico de las pruebas utilizadas en la evaluación física,
ergonómica y funcional del personal especialista en la prevención y extinción de in-
cendios forestales.
Un sistema de evaluación debe evaluar como mínimo cuáles son las carencias y, a
la vez las potencialidades del individuo que está siendo evaluado.

El objetivo final es poder mejorar la condición física y funcional, así como preve-
nir y minimizar las posibles lesiones con una correcta aplicación de la ergonomía
La comparación de los test se ha realizado aplicando los principios básicos del mé-
todo científico, como son la fiabilidad, validez y reproductibilidad. Partiendo de esta
base, y asumiendo que todos cumplen estos principios básicos, se van a valorar los
test ahora utilizados y los que potencialmente deberían utilizarse. Se ha utilizado una
escala del 1 al 5 para evaluar la idoneidad, especificidad, cualidades físicas que estu-
dian, material necesario y nivel de riesgo según la exigencia física del mismo.
Requerimientos Ergonómicos
102

Test escalón del Forest Service o Prueba del Banco


103

Batería de test adaptada de Andalucía


Requerimientos Ergonómicos
104

Test Exinfo
105

Test de Mochila
Requerimientos Ergonómicos
106

Test Ergoforest para evaluación anual del personal


107

ESTRATEGIAS DE
SEGURIDAD EN

7 SITUACIONES DE
ALTO RIESGO
Siguiendo principios funcionales y ergonómico en tareas
de prevención y extinción de Incendios Forestales:
El concepto de reserva funcional de seguridad

1. INTRODUCCIÓN
Algunas veces nos hemos preguntado el por qué de determinados accidentes
que, con carácter irreversible, han dado como resultado la pérdida de trabajado-
res, profesionales, compañeros, personas que intentan defender nuestro entorno
más preciado y en definitiva de seres humanos. Sin embargo gran parte de estos
accidentes ocurridos, se podrían haber evitado y actualmente son evitables.
Incurrir sistemáticamente en el factor humano como máximo responsable, a pesar
de perecer en el intento, no es la solución para acabar con estos problemas.

El problema viene dado por una deficiente formación del personal de la pre-
vención y extinción de incendios forestales debido a unos planes de formación
deficientes e insuficientes.
En una profesión, donde el riesgo de mortalidad es muy elevado no puede tener
cabida la incertidumbre y la desorganización.

Todo debe estar protocolizado, TODO. Desde la entrada en un turno hasta


la formación física, técnica y psicológica que cada persona realiza en el trans-
curso de su jornada laboral.
Cada momento que pasa y no se ha hecho nada, es una oportunidad pérdida para
formar un mejor profesional.
Se pueden hablar de perfiles ideales de personas para trabajar en labores de pre-
vención y extinción de incendios forestales, pero lo cierto es que, analizando con
profundidad la realidad de los incendios forestales, no existe un perfil ideal. Existen
muchos perfiles ideales, y todos son válidos.
Requerimientos Ergonómicos
108

Lo fundamental es detectar la potencialidad de cada persona y formarla pa-


ra poder desempeñar la labor más adecuada de acuerdo a sus posibilidades.
Los retenes no tienen por qué estar formados por grupos homogéneos (como en
muchas ocasiones se busca), es más, es conveniente que existan distintos tipos de
personas. Personas con características físicas fuertes y potentes, junto a otras
menos fuertes, pero más resistentes. Personas delgadas y habilidosas, junto a
otras más robustas y resolutivas. Lo esencial es tener la formación y preparación
como para poder trabajar en sinergia y perfecta coordinación con todos los
miembros del dispositivo. Este último hecho es la base para la seguridad en mate-
ria de planes o estrategias de prevención de incendios forestales.

Foto de un retén

El concepto de seguridad en incendios forestales está supeditado a muchas varia-


bles que coexisten y conviven en cada momento de la vida de un profesional.

Como muchos autores apuntan, la seguridad es una actitud constante de


conciencia y voluntad orientada a un fin.
En el caso de esta profesión la actitud debe estar acompañada de cierta aptitud.
Para eso se necesita poder tener autocontrol, una ansiedad adecuada a la situación
que nos encontremos, percibir con claridad la realidad y responder con éxito en si-
tuaciones de extremo peligro con la mejor solución. Para esto, hay que poseer una
capacidad física y psicológica adecuada. ¿Qué significa adecuada? eso es lo que va-
mos a tratar en los siguientes apartados. Vamos a definir lo que es el concepto de
“Reserva Funcional de Seguridad”, para tener conciencia de este límite que el orga-
nismo impone, pero que a veces, las condiciones externas no lo respetan.
109

2. DEMANDAS DE LOS TRABAJOS DE EXTINCIÓN,


(convenios colectivos y racionalización de los esfuerzos)

Realizando un análisis de los requerimientos físicos en las labores de extinción se


puede determinar que por término medio, un incendio forestal, es decir, aquel in-
cendio que no es considerado como un conato (menor a una hectárea), tiene una
duración mayor de dos horas, pudiéndose prolongar, en el peor de los casos, a días.
Por ejemplo, hay convenios colectivos que dicen que un trabajador no podrá supe-
rar un periodo de trabajo de extinción superior a las doce horas. El tiempo de inter-
vención de un especialista, se mueve en la franja de las dos a las doce horas.

Difícilmente una persona, dado las condiciones de calor y contaminación del aire
(hipoxia transitoria) en las que trabaja, prolongue en más de dos horas (por térmi-
no medio) un periodo o bloque sostenido de actividad. La norma sería trabajar en
bloques de una o dos horas intercalados con descansos de quince a veinte minutos
de recuperación activa con rehidratación e ingesta de suplementos energéticos.

Foto de un trabajador en condiciones térmicas elevadas

Dependiendo del nivel de condición física de la persona, los periodos de trabajo se


prolongarían o se acortarían. En este factor podría radicar el éxito de un óptimo
plan de extinción. La racionalización del esfuerzo, coordinado y dirigido por siste-
mas inteligentes que prevean la aparición de fatiga. Aquí encontramos el primer
principio para mejorar la seguridad y la primera estrategia para la una minimización
de los niveles de riesgo: La racionalización del esfuerzo
Requerimientos Ergonómicos
110

Primer principio para mejorar la seguridad

Para todos los especialistas en la prevención y extinción de incendios forestales,


la temperatura aumenta al hacerse más intensa la actividad o trabajo físico. Sin em-
bargo, existe una gran variabilidad en la respuesta a la temperatura entre indivi-
duos. Esta subida de la temperatura corporal, propiciada por las demandas de la
actividad que suponen los trabajos de prevención o extinción, se ve agravada por las
condiciones ambientales, lo cual reduce la capacidad de rendimiento y respuesta
del trabajador, a través de la aparición de la fatiga aumentando por tanto el nivel de
riesgo transitorio.
La fatiga se produce cuando hay un exceso de carga física y/o mental en el traba-
jo. Es decir, cuando las exigencias de nuestra tarea diaria -esfuerzo requerido, rit-
mo de trabajo, nivel de atención, tensión emocional…superan nuestra capacidad
de respuesta. Esto puede ocurrir en trabajos que requieren una intensa actividad o
una implicación emocional fuerte, como sucede en las tareas de prevención y extin-
ción de incendios forestales.
Es conveniente aclarar dos cosas:

Características de la aparición de la fatiga en el trabajo

Los hábitos poco saludables en la vida diaria y las circunstancias personales del in-
dividuo también influyen. De todas formas, la fatiga puede estar motivada también
por otro tipo de factores que deben tenerse en cuenta.

Prevención de la Fatiga en la prevención y extinción de incendios forestales


La sensación de fatiga, sea o no síntoma de otra enfermedad, nos indica que exis-
te una necesidad de descanso, es un mecanismo regulador del organismo que apa-
rece como una respuesta de supervivencia. Cuando aparece, nuestro cuerpo y
nuestra mente ponen en marcha sistemas de defensa sin que seamos conscientes
de ello: ralentizamos el ritmo de trabajo, hacemos más comprobaciones de las ha-
111

bituales y aplazamos las tareas más críticas. Todo esto ocurre cuando la fatiga ya
es una realidad. Pero, ¿qué solución podemos dar para que no aparezca?

Foto de un trabajador fatigado

Para ello, debemos fortalecer la propia capacidad de resistencia del organismo


mejorando los hábitos de alimentación, descanso y ejercicio de forma racional y pla-
nificada. Estos tres factores pueden producir por si mismos una sensación de can-
sancio permanente si no se le presta la atención suficiente.
La organización de las tareas en la prevención y extinción de incendios forestales tam-
bién es clave para prevenir la fatiga. La asignación de funciones a cada trabajador y el es-
tablecimiento de timings razonables dependen fundamentalmente de la empresa, pero
el trabajador también puede tomar algunas medidas para ser más eficiente, como:

Establecer objetivos parciales de trabajo a lo largo del día y generales en una


línea de planificación, esto ayuda a tener una sensación de avance, de "pasos
conseguidos", que previene la fatiga. El problema de estas metas parciales es
que, si no se planifican correctamente, resulta imposible alcanzarlas y gene-
ran el efecto contrario. Por tanto es necesario la evaluación y el control de es-
tos objetivos para que realmente se adapten a las demandas que se exigen.

La relación trabajo-descanso durante la jornada es muy importante. Para


ello, debemos ser muy meticulosos en esta relación para que el trabajador, a
la vez que desempeña sus funciones dentro de su puesto de trabajo, pueda
descansar “desconectando” en la medida de lo posible, para volver a este ci-
clo continuamente hasta completar su labor.
Requerimientos Ergonómicos
112

Las condiciones ambientales en el entorno de trabajo también influyen en la apari-


ción de la fatiga. No tener las herramientas adecuadas, no contar con el personal
suficiente, vestimenta inadecuada para realizar las tareas, etc. Obliga a hacer un
esfuerzo suplementario que provoca más cansancio.
Cada individuo responde de manera diferente a la carga física y mental en el trabajo.

Un trabajador motivado, por ejemplo, puede ser incapaz de percibir su pro-


pia fatiga hasta llegar al borde del agotamiento. Una persona muy poco moti-
vada, en cambio, puede notar los primeros síntomas nada más empezar su
jornada laboral.
Por tanto, hay que tener en cuenta este factor motivacional a la hora de plantear
los niveles de preparación física que debe poseer un profesional.
En cuanto a las herramientas manuales y mecánicas con las que se trabaja: el pe-
so oscila entre 2-3 Kg hasta 5-6 kg cuando se trabaja con motosierras, batefuegos,
desbrozadoras… Las acciones básicas que componen el trabajo se reducen a accio-
nes de corte, arrastre, golpeo, roza de material, transporte de carga, levantamien-
to de carga... la cantidad de material que se desplaza no se conoce con exactitud,
pues varía dependiendo del trabajo a realizar. Si se puede decir que se trata de un tra-
bajo de carga bajo-medio repetido, y esta reiteración junto a la dureza de la orogra-
fía, en muchas ocasiones, hace que se acumule rápidamente la fatiga.

La fatiga provoca que se desvirtúen los movimientos y se aumente el núme-


ro de acciones erróneas, con una aplicación ergonómica incorrecta, aumen-
tando el nivel de riesgo de padecer lesiones músculo esqueléticas de carácter
agudo. La reiteración de estas situaciones provocará la aparición de lesiones
crónicas de difícil recuperación.
El dolor aparece por un mecanismo neurológico que implica la activación de los
nervios que transmiten el dolor y el desencadenamiento de la contractura muscular
y la inflamación.

Sólo los programas integrados de formación, donde se intercalen sesiones


técnicas, con sesiones de ergonomía aplicada a las tareas de prevención y ex-
tinción de incendios forestales, junto a bloques de preparación física específi-
ca, pueden evitar el efecto de la acumulación de conductas motrices de eleva-
do riesgo para nuestro aparato músculo esquelético.

3. CONTROL DE LOS NIVELES DE ESFUERZO:


(Umbrales de rendimiento funcional)

La intensidad y la duración de los trabajos de prevención y extinción de incen-


113

dios forestales, refleja que las zonas metabólicas en las que se mueven estos
trabajadores, oscilan entre zonas aeróbicas mixtas con conatos de trabajo
anaeróbicos, en momentos en los que las condiciones se endurecen por diver-
sas causas.
Esto ha sido verificado a través de la monitorización de prácticas de extinción (líneas
de defensa, tendidos de manguera, etc.) donde se ha visto que las frecuencias cardia-
cas nunca superaban el umbral anaeróbico en las personas estudiadas. Los momen-
tos en que los sujetos entraban en anaerobiosis eran en aquellos que coincidían con la
realización de esfuerzos submáximos y máximos, como era el caso de la movilización
de árboles, matorrales, piedras o la subida de laderas de elevada pendiente.

Relación de diferentes indicadores de intensidad vs carga de trabajo (Tomado de Navarro, 1998).

Tenemos que seguir investigando para conocer con más profundidad y certeza las
verdaderas demandas del trabajo de prevención y extinción de incendios forestales y
su efecto sobre los niveles de respuesta del individuo. La figura 3.7 muestra los dife-
rentes índices internos que sirven para poder monitorizar correctamente las deman-
das del trabajo, aspecto esencial a considerar para poder controlar y valorar la adap-
tación del individuo al entrenamiento-formación de la mejor forma posible. No sirve
de nada establecer criterios fijos de monitorización de la formación, si antes no he-
mos considerado cuál es la orientación del estímulo de entrenamiento y en qué ma-
nera esperamos que afecte al trabajador, en ese binomio básico del entrenamiento
como es la carga/recuperación. Una vez sabido qué es lo que se pretende, se podrá
controlar el entrenamiento y localizar la respuesta fisiológica y psicológica dentro de
las zonas establecidas de trabajo, y comparar si se ajustan o no a lo previsto.
Requerimientos Ergonómicos
114

La información obtenida mediante este proceso, constituye un feedback o


retroalimentación excelente, que bien puede ratificar la dirección del entrena-
miento formación, al igual que sirve para controlar el estrés que es capaz de
soportar una persona, tanto en términos de intensidad (nivel de esfuerzo) co-
mo de volumen (tiempo).
Aquí encontramos el segundo principio para mejorar la seguridad y la segunda es-
trategia para la minimización de los niveles de riesgo: Control de los niveles o um-
brales de esfuerzo máximo.

Figura 4.7. Segundo principio para mejorar la seguridad

Además de constituir una excelente retroalimentación para la ratificación de la di-


rección del entrenamiento-formación, también lo es para la propia persona a nivel
motivacional y de aprendizaje. Es necesario comentar los diferentes tipos de retro-
alimentación que se le puede dar y el efecto que tiene sobre el trabajador.

1. RETROALIMENTACIÓN VERBAL: son las explicaciones que proporciona


el preparador las que pueden ser de tres tipos:

1.1.Retroalimentación Afectiva: Influye sobre el estado de ánimo del indivi-


duo y hace que aumente la concentración de este p.e. “venga”, “repítelo
de nuevo”, etc. Hace que la persona persevere en su actividad y es parti-
cularmente muy eficaz para aquellas personas que son muy emotivas

1.2. Retroalimentación Incentiva: Hace una valoración de cómo se está


haciendo la actividad, p.e “muy bien”, “puede estar mejor”, “mal hecho”.
Si esta es positiva hace que se siga realizando de la misma forma y refor-
zará la acción; si esta es negativa tiene el efecto contrario. De todas for-
mas conviene decir que es más efectiva la positiva que la negativa, dado
que en esta última no se le da información de cómo se debe hacer.

1.3. Retroalimentación Tipificada: Hace referencia al acto motriz que ha


realizado el individuo. De una forma más o menos profunda se explica que
es lo que ha ocurrido y a que se ha debido. La profundidad de la informa-
ción estará determinada por el nivel de ejecución y comprensión que ten-
ga el deportista.

2. RETROALIMENTACIÓN KINESTESICA: Es la que el preparador proporcio-


na al individuo a través de información del propio movimiento a nivel sen-
sorial.
Diferentes tipos de retroalimentación
115

La retroalimentación proporcionada por el preparador, intentará ajustar los obje-


tivos que se pretenden con la persona, que son contrastados con su acción motriz
y de aprendizaje formativo, y constituyen un sistema de control y evaluación.

4. ZONAS DE INTENSIDAD O CARGA DE ENTRENAMIENTO


Para conocer que niveles de carga es capaz de soportar una persona a nivel fisioló-
gico, es necesario determinar la intensidad a la que se realiza cada tarea. La investi-
gación de los últimos años permite dividir la zona de carga de acuerdo a diferentes
componentes. Skinner y McLellan (1980) fueron los pioneros en promover un mode-
lo de intensidades en el entrenamiento deportivo que contiene cuatro fases:

Fase I: Pulsaciones inferiores a las 130 lpm (latidos por minuto) y esfuerzos
de intensidad inferior al 60-70% VO2max. Probablemente sea una inten-
sidad que no produzca un efecto significativo en trabajadores entrena-
dos. Los niveles de lactato se mantienen muy próximos sus valores basa-
les. Intensidad aeróbica baja.

Fase II: Situada entre los umbrales aeróbico y anaeróbico. Aunque las inten-
sidades no son suficientemente altas como para sobrecargar el metabo-
lismo aeróbico, éstas se acompañan de importantes adaptaciones en las
fibras lentas y las tipo IIa. Las concentraciones de lactato se sitúan entre
2 y 4 mMol/l, la FC entre las 130 y 150 lpm y la intensidad entre el 60 y
el 80% del VO2max. Intensidad aeróbica alta.

Fase III: probablemente sea el nivel más empleado por los trabajadores
pues incide sobre el umbral anaeróbico y el VO2max. La intensidad es su-
ficiente como para sobrecargar el metabolismo aeróbico y movilizar las fi-
bras de contracción rápida. La intensidad de trabajo se sitúa entre el 80
y el 85% del VO2max con lactatos próximos a 8 mMol/l y pulsaciones
cercanas a las 170 lpm. Cargas mixtas.

Fase V: A intensidades muy próximas al VO2max. Esta fase se entrenará


más o menos en función de la especialidad deportiva: los velocistas la tra-
bajarán con frecuencia, mientras que los fondistas lo harán esporádica-
mente. Esta fase la constituirán cargas anaeróbico-lácticas o glucolíticas.
Cuando la intensidad supere la del VO2max serán cargas anaeróbicas
alactácidas. Las pulsaciones serán máximas o cercanas a las máximas y
la concentración de lactato se disparará sobrepasando los 12 mMol/l.

Fases en el entrenamiento deportivo de intensidades


Requerimientos Ergonómicos
116

5. IMPACTO DE LAS CARGAS DE TRABAJO SOBRE EL ORGANISMO


En los modelos teóricos propuestos por algunos investigadores (Morton y cols,
1990; Fitz-Clarke y cols, 1991), se parte de la base de que la sesión de entrenamiento
o jornada de trabajo activa manifiesta simultáneamente la aparición de la fatiga, su re-
cuperación y adaptación al estimulo de entrenamiento, siendo el rendimiento el resulta-
do de la relación entre estos factores. Otra estrategia, podría ser la de estimar un ren-
dimiento deseado y buscar el modelo de entrenamiento-formación para que éste sea al-
canzado. En cualquiera de los casos es necesario valorar el efecto de la carga de entre-
namiento mediante indicadores específicos. Estos indicadores o parámetros que refle-
jan la respuesta del organismo podrán ser diferentes en función del puesto de trabajo.
A Groso modo, podríamos hablar de parámetros ergonómicos o parámetros biológi-
cos aunque siendo más meticulosos en la clasificación, y basándonos en la establecida
por Rodríguez y Aragonés (1992), podríamos establecer las siguientes categorías:
117

1. Parámetros electrocardiográficos. El electrocardiograma (ECG) y la fre-


cuencia cardiaca son los más relevantes. Aparatos de electrocardiogra-
fía y pulsómetros permiten tomar estas medidas por telemetría, grabar-
las y analizarlas gráficamente.
Foto 5.7. Electocardiograma

2. Parámetros ergoespirométricos: Procedentes de la ventilación pulmonar


y del intercambio de gases durante el esfuerzo. Las técnicas usadas son
variadas (neumotacógrafo, turbina, gasómetro,...). Su registro es más
costoso y prácticamente limitado al laboratorio. Sin embargo con los
avances de la tecnología y la aparición de los analizadores de gases portá-
tiles permiten que cada vez sea más frecuente su uso sobre el terreno.
Foto 6.7. Analizador de gases portátil

3. Parámetros ergométricos: velocidad, vatios, potencia, fuerza aplicada,


ciclos de trabajo realizados, eficacia de las acciones técnicas...

4. Parámetros bioquímicos y hematológicos: ácido láctico, glucosa, enzi-


mas, ácidos grasos, hormonas (Testosterona, cortisol,...), serie blanca,
serie roja...

5. Parámetros dinamométricos; permiten la valoración de la fuerza y de sus


distintos componentes o manifestaciones.
7.7. Dinamómetro manual
Requerimientos Ergonómicos
118

6. Parámetros cineantropométricos: pueden elaborar modelos de referen-


cia sobre la composición corporal, somatotipo, proporcionalidad,...
8.7. Aparato para medir la composición corporal

7. Parámetros psicosomáticos: como la percepción subjetiva de esfuerzo


(RPE), cada vez más empleada por su buena vinculación con la carga de
trabajo.
9.7. Hoja para medir RPE

8. Otros parámetros: biopsias musculares, espectroscópias por resonan-


cia magnética nuclear, electromiografía, ...

Tabla 3.7. Parámetros específicos para la valoración del trabajador


119

En los numerosos estudios acerca de la evaluación del impacto biológico de una


carga de esfuerzo, sobre trabajadores de diferentes niveles. Las conclusiones ob-
tenidas, aunque pueden orientar al profesional responsable de la formación física,
son obtenidos de diferentes poblaciones y bajo condiciones especiales y por tanto,
deben de interpretarse con cautela (Bompa, 1989).

El patrón o el impacto de una carga sobre un individuo no es algo que se pue-


da generalizar. Cada persona tendrá una respuesta diferente que el formador
físico o preparador físico deberá analizar.
Este patrón dependerá de factores como el nivel de entrenamiento, estado de sa-
lud, estado de forma... pero sobretodo del umbral de estimulación de la carga de en-
trenamiento que tenga la persona (para una mayor comprensión se remite a las le-
yes que rigen el entrenamiento deportivo). Por lo tanto, conocer la relación estímu-
lo-respuesta de cada individuo es fundamental. Esta relación ha de establecerse en
el laboratorio y/o sobre el terreno junto a la monitorización que una tercera perso-
na, un observador o el entrenador realice, en los entrenamientos o jornadas de for-
mación integral. El conocimiento del impacto de las cargas de las jornadas de traba-
jo, junto a las sesiones de entrenamiento, es lo que conforma la base de estructura-
ción lógica del proceso de formación física o entrenamiento-formación integral.

6. CÓMO CONTROLAR Y CONOCER LA RESERVA DE SEGURIDAD


(de un trabajador)

En este apartado se trata uno de los parámetros más fáciles de controlar y que
puede proporcionar una información muy válida cuando se correlaciona con otros
índices de intensidad. Estamos hablando de la Frecuencia Cardiaca, un índice fácil
de controlar.

La frecuencia cardiaca (FC). De gran aplicación entre los entrenadores gracias a


la accesibilidad adquirida a los pulsómetros y a la telemetría. La FC es el parámetro
más empleado hoy en día en la cuantificación de la intensidad del entrenamiento de-
portivo (Zavorsky, 2000). Se puede medir el valor absoluto de la misma durante la
sesión y luego expresarlo como % de la FCmax teórica o de la FC de reserva (Fcmax
th - FC de reposo), o como valor correlacionado que la FC mantenga con los niveles
de VO2 y por ende, con la intensidad de esfuerzo expresada como % del VO2max.

Sin embargo, el uso de la FC como indicador de la intensidad de esfuerzo no está


exento de errores, que deben de minimizarse en la medida de lo posible:
Requerimientos Ergonómicos
120

Derivación hacia arriba de la FC en hasta 20 lpm (latidos por minuto) en tra-


bajos de larga duración a intensidad mantenida.

Pérdida de la linealidad de la FC con la carga de trabajo cuando la intensidad


de esfuerzo supera la del umbral anaeróbico (Fig.5.7), por lo que no es un
buen indicador de la carga de trabajo a intensidades próximas al
VO2max..

La FC puede sufrir variaciones diarias por factores varios (temperatura, hu-


medad, sueño,...).

La FC desciende rápidamente al finalizar el esfuerzo por lo que su registro


manual asumirá un error considerable. Deberá de tomarse inmediata-
mente después del ejercicio de forma abreviada: Por ejemplo: número de
pulsaciones en 6 sg x10 = FC en lpm

Tabla 4.7. Errores del registro del la frecuencia cardíaca

Segundo principio para mejorar la seguridad

La relación FC con la carga de trabajo y el VO2 es relativamente estable (por deba-


jo del umbral anaeróbico) siempre que el ejercicio implique la participación de una
masa muscular importante (Astrand & Rodahl, 1986). Esta relación debe de esta-
blecerse en laboratorio mediante la imposición de cargas de trabajo estables de en-
tre 2 y 10 minutos de duración. Comparando esta relación calculada en el laborato-
rio con la registrada sobre el terreno, la FC podría ser indicador de un VO2 o
%VO2max aproximado. Para obtener esta relación, lo normal es extrapolar su valor
a partir de la recta de regresión VO2 vs FC.
A continuación, se presenta a modo de ejemplo la figura de la recta de regresión
121

de un trabajador, obtenida en laboratorio durante un test incremental en tapiz ro-


dante con incrementos de velocidad de 1 Km/h cada 2 minutos y llevado hasta el
agotamiento. Para indicar una buena correlación entre los datos empleados, el va-
lor de la r2 debe de ser superior a 0.85 en todos los casos. A partir de ahí y sabien-
do que los datos del eje “x” son los de la FC y los del eje “y” los del VO2, podemos es-
timar uno de ellos a partir del valor del otro. Por ejemplo, si queremos conocer a
qué %VO2max está trabajando el trabajador cuando se ejercita a 160 ppm (sabien-
do que su umbral anaeróbico está por encima de las 167 lpm) y que su recta de re-
gresión es y= 0,8358x – 60,538 diremos que:

y = (0,8358) x 160 – 60,538; y = 73,19%

Recta de regresión entre el porcentaje del consumo máximo de oxígeno (%VO2max) y la frecuencia cardiaca (FC) ob-
tenidos en laboratorio durante un test incremental máximo.

El cálculo aproximado de las intensidades de ejercicio, a partir de las rectas de re-


gresión, puede llevarse a cabo con cualquier otro parámetro que de forma lineal incre-
mente (o se reduzca) a medida que aumente la carga de esfuerzo (lactato, RPE, VE...)
Como se dijo con anterioridad, el valor de FC medio registrado durante la sesión o ejer-
cicio también se puede comparar con el de la FCmax, siendo este la forma más correcta:

%FCmax = [(FCtrabajo- FCreposo)/ (FCmax- FCreposo)] x100.

La FC también es empleada como indicador del nivel de recuperación entre


dos esfuerzos consecutivos, como los correspondientes a un ejercicio de tipo
interválico.
En estos casos podría planificarse la recuperación con un intervalo fijo de tiempo
o variable en el que se contaría con el tiempo de recuperación necesario para alcan-
zar una FC de salida (entre 120-140 lpm). Sin embargo, las necesidades de recu-
Requerimientos Ergonómicos
122

peración en este tipo de entrenamiento son aleatorias e individuales. A medida que


se suceden las repeticiones y se va instaurando la fatiga, incrementa el tiempo de
recuperación (éste no debe exceder de los 3 minutos entre repeticiones). En oca-
siones, cuando se va a realizar la última repetición, el tiempo necesario para recu-
perar la FC puede verse acortado, debido a la influencia del efecto que la relajación
psicológica ejerce sobre el comportamiento cardíaco, siendo la experiencia un fac-
tor condicionante. El tiempo de recuperación de tipo aleatorio suele preferirse al fi-
jo, puesto que en este caso, la sobrecarga creciente podría afectar al tipo de ejerci-
cio que se realice cada vez, y por tanto al entrenamiento obligando a reducir el volu-
men del mismo.

7. EL CONCEPTO DE RESERVA DE SEGURIDAD:


(Formar y entrenar para prevenir)

La RESERVA DE SEGURIDAD se puede definir como aquel índice funcional


ergonómico que permite a todo trabajador, responder con éxito ante cual-
quier situación que comprometa su integridad, independientemente del peli-
gro potencial que suponga.
Este concepto tiene una gran aplicación a diversas situaciones de trabajo, inde-
pendientemente que se realicen tareas de prevención o de extinción.

Lo esencial de este concepto es la integración de aspectos de seguridad fun-


cionales, ergonómicos y psicológicos a la actitud y aptitud del trabajador.
Es insuficiente cumplir la LPRL. Además hay que ser consciente de los riesgos po-
tenciales que supone el no tener la aptitud y actitud necesarias. En este último as-
pecto, a menudo se indica erróneamente y con un criterio incorrecto (mantener al
trabajador descansado). Se indica y sugiere que los especialistas en prevención y
extinción en incendios forestales no deben hacer formación cuando están en dispo-
sitivo de alarma. Por ello, hay que saber que tan peligroso es llegar a los límites
funcionales de la persona, como el desentrenamiento y la desadaptación que
produce el sedentarismo o inactividad.

7.1 ¿Es posible conocer y entrenar la reserva de seguridad?

¿Cómo se entrena al trabajador para conocer y controlar su RESERVA DE


SEGURIDAD? La respuesta es mediante la formación integral, que es la com-
binación de factores de rendimiento-eficacia-seguridad dentro de una misma
acción de trabajo. De esta forma, la dimensión de aplicabilidad y transferen-
cia de las diferentes acciones del trabajo es total.
Dentro de esta concepción de la formación existen diversas formas de combinar
123

dichos factores, son fundamentales la adaptabilidad y aplicabilidad en los traba-


jos muy extensos. Cada profesional puede y debe tratar la integración de factores
de rendimiento-eficacia-seguridad-ergonomía de forma particular, ajustando los
ejercicios o tareas a la realidad de los estímulos que aparecen en el entorno.
Otros autores denominan esta manera de formar-entrenar como entrenamiento-
formación cognitiva (Tous, 1999; Schöllhorn, 1998; Seiru-lo, 1996;...) Se define
como “aquel entrenamiento por medio del cual se desarrollan todos los factores
que afectan al rendimiento”.
Tous, (1999) lo reconoce como el nexo que permite que dos cosas tan diferentes,
(como puede ser un tendido de mangueras y la realización de una línea de defensa
en cuanto a velocidad de ejecución, inestabilidad, resolución de problemas, toma de
decisiones, presión psicológica, etc.), como el hecho de extinguir un fuego real y el
entrenamiento en extinción, sean capaces de entenderse, de forma que el primero
mejore gracias al segundo.
A continuación indicaremos que los programas de formación integral a lo largo de
una campaña de extinción debería contener los siguientes elementos:

Evaluar a los trabajadores y valora las condiciones de trabajo, a la vez que se


plantean los objetivos a conseguir.

Definir los objetivos principales de la campaña y los secundarios analizando


los distintos periodos que componen una campaña completa.

Estructurar en función del punto anterior, el año o campaña de trabajo con


el modelo personal de periodización o planificación que el técnico-forma-
dor adopte (ciclos, bloques, periodos,...).

Seleccionar los medios y métodos de entrenamiento-formación, constituye


un paso fundamental, depende del aprovechamiento de recursos que nos
rodean.

Controlar, evaluar y monotorizar el entrenamiento-formación, lo que permi-


te, por la forma sistemática en que es ejecutado, corregir las desviacio-
nes de los objetivos definidos para un determinado ciclo de trabajo.

Contenido de un programa integral para una campaña en la prevención y extinción de incendios forestales
Requerimientos Ergonómicos
124

A modo de resumen recordaremos los principios a seguir en la reserva de seguridad

Principios de la reserva de seguridad


125

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