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Historia del conflicto de leYes

Antonio Agustín Aliure Salame$)

rN ilt( )l)ucclÓN
y el Derecho lnternacio-
Ning,una ryle11a-de-l Q-et-e*cj-o-*p-usd-e^cilend-e-n-esin-su-bistoria
n,rl l'riv.ttlo no es la .r."p."i-. Á"fr*iá" qüó i"t materia
eslt-cq'ngplgpgr-cuatrg grl1l:s
tx)s ocuparemos tan solo del conflicto de leyes por su especitictdad' -
k,ill,rs,

ALrrrque puede afirmarse que el conflicto de leyes ha existido desde que existe sociedad,
qu" pro.ururutos trazar en grandes líneas, podemosestablecer una /,
r,rr tr,ilr.rillos de la historia,
hasta antes del surgimlgnto de,la,escuela de los closadores / 2
¡ir,rrrrlivisión: desde la anli;úedad
es que a¡!,igu-ament-e-
rl,l,,r,l,,¡llíhuiiá nuestros"días ¡i necho fundamental para tal división
;,,,;,;;,;.ü;fupástnii-i'Jaiiieaplicarunaleyextranjerapo¡que1osext1afl.*1os,entérminos
por ser esclavos, inferiores o botín de guerra o porque no se
¡1,r,,,r,'1,'r, carecían de derechos
,',,¡'i,¡,'r¿ba la opción a" upiicar. iut ley, ya que simplemgnt-e- predo-{!ebq,[!9$lrñesdelue-
de manera mátizidá porque e&tue!lqanügugda.detsJl;.
¡¡,, ,*r,r .rfirmacibn hay que leerla general'
i,t,',, , t,, .,1rti.u.ión de
Ly extranier-E aunque ,u ,ur"ru nb hace sino confirmar la regla

lrr t,fccto. en CredCexistían dos instituciones*que hacían posible la relación Con


los ex- (.,t'r tu
rr.r'it'ros: el p¿iánáíei hospitalidad
u: ySl-tratA{o. pbr el pri¡¡ero' el extraniero estaba so- -
,,i,,,,,,,,.',1.-..f,"" fo," r"grnao, llarffidp ísopolitii dos ciudades griegas podían celebrar
"l
en los que se contÉmplaban derebros de extranjer,os y se aprovechaba la comuni-
,u r¡r,rr¡rs
,l,rrl rlc lcngua y iivilización. 7
poblado con la ?o"n'{
I rr Roiiñi como se sabe, el imperio llegó a tener un vastísimo territorio
go1aba1d,9!a c¡udadanía romana' Como era
¡,,,,,i,,,tltttaui de que no todoslo¡--ligp¡gntes
rrrr,vrt,rblc que se presentaran relac¡óne, .ot"ñirl"r, de
familia y-deotra índo1e:1Y{i- .
llamadopre- c1'r-
-"(,
rl,rrrosynn.iudniunorenel interiordelimperio,sehizonecesarioqueun-iuez,
que surgieran de tales.relaciqnest
tt tx,tt,tlrino,eStuviera encargaclo de resolver los conllictos
¡t \,
¡,,,,,,,,,,run (ravante más: no existía un
Derecho para dichas relaciones ttT?:i:if iill
,,,gir lrs clnflictos entre ciucladanos romanos. Esto llevó a que el pfglPSlgg:lln.o lesol- ""'\'
i,,,,,,

Derecho lntern¡(:ion¡l
Alrilr,.rrlo rl0l Colesio MaVor de Nuestra Señora del Rosario con maestría en
i,'ni.in' el de Derecho lnternacional. Ex Dcc¡n. dc l¡
lill'il'ij.'ri,.,ir.,;T;iloJJ;;;' l. en área
Rosario'
i',',,,.lr,i¡,i. tr',titprurlcncia trn cl ( olt'gio Mayor dc Nuestra Señora del
I ll)liL/\lrll (lJlillll l{)l)l Ll\li )

en la aplica-
.,. ¡r |¡ Lr ,l,, l,r rlrv|r ,,ttl¡tl rlc lt,yr,s y rlcl irrlr:riis r¡uc un cxtranjero podía tenef
vr('r,r l()\ lrliriios t ort lr¡sc cn su l)ucn criterio y Ia equidad, lo que dio en llamarse (ix ¿)equogl
/)r)i r{), (lu('rro cs ll¿rl¿t distinto al Derecho natural que se iba formando en la medida en quc'
,,,,,,1, l I'l"l rl,l l('¡l.
r

,,r' rcsolvíirn ,lsuntos litigiosos. Los historiadores ven en este fenómeno el nacimiento cJe la ex- ' I ', ,r,l.r[il ro', ,t r otllitlrt,tt itltl l,r st'g,unda parte, que llamaremos
de conflicto de leyes pro-
('tl 1,, ,¡,,,''u,'r,',,t,,, lt" de la escuela de los Closado-
¡rrcsirin ius gentiurn o,,'derecho de gentes que algunos utilizan indistintamente tantó [aiá-él Iir¡¡¡, ¡,t, ¡lrr lto, "'go'fundamentales
, i,, l,,,.,rril,r,,,rr¡rrr,s, l,rs(l,rur.ist¡s, loslutoresdelaFranciadel sigloXVl, laescuelaho-
l)crecho lnternacionhl Privado como para el público. No nos dejó la historia de Roma noti-
cias sobre cómo resolvía el pretor, por ejemplo, conflictos entre ciudadanos y no ciudadanos i,¡,,1, r ',.r\rllrv, l,r lcotí,t las leyes'.en cabezadel italiano Mancini' y'
rlt'l.r llcrsonalidad de
e, incluso, entre personas de distintos pueblos pero que habitaban bajo la égida del imperio. ,,,,,1r¡¡r rrl, 1,,', i,,',u¡,,', livlrs rlc nucstro tiempo' La naturaleza
de la historia impone su trata-
Sí sabemos, por el contrario, que por sustracción de materia el problema del conflicto de le- ¡¡'r ¡,t,i I1ilil,,1,,1]tr (). ..
' yes desapareció en el interior del imperio cuando el emperador Caracalla otorgó la ciudada- ,..

nía romana a todos sus habitantes en el año 212 dela era cristiana.
I I ,{ I r r ,,t I rl l( )s (;losADoRES '".
Elimperio romano de occidente desapareció en el año 476 d.C. cuando su último em- escuela fue la aparición en la ltali4
i I rit, , lril rrl,ril rr,nl,rl t1u0 cl¿ lq¿ar al nacimiento de esta
perador, curiosamente también llamado Flavio Rómulo Augústulo, perdió contacto con el im-
r,r,.,,, r¡ 1,,,,r.r rr),rl(,\,t,,t ,i¡li,Xii.unte\toquefuellamado Co.rpuslurisC¡l/rs.queconte-
perio romano de oriente que tenía como capital a Constantinopla. Los llamados pueblos bár- porJustinia-
,,,, l, ',,rrlrl.r{ ir)rr ,1,'l..,y.r'irig.ntes en el imperio romano de oriente ordenada
baros que habían invadido territorios del imperio o que habitaban en sus límites dieron lugar fue un nombre dado porJustinia-
,,,, lirl 1.r ,,,,', 1r,,,1,,s rlt,l siglo Vict. C. Reiteranros que ese no
al surgimiento de la teoría dela personalidad de las /eyes que consistía en que la ley se le apli- Entre l¡ taída dcl imperio romano en
rrr, , ¡,,,r l|tr,rrlr,. rlt,l siglo Xl ¿ raíz de su aparición.
caba a una persona, aun cuando perteneciera a un pueblo determinado, sin importar ningún
criterio territorial; en otras palabras, la ley perseguía al sujeto sin importar dónde estuvie¡:a.
,,," l;'.,,;,,";',;',;,,i,i*i,."r.,.¡,",querlgunossostienenquesedi.enl¿tiúd¿ddeAmal-
en abandono' tanto
¡ ¡ , l l rr ,¡ t,ttto había entrado en f ranca decadencia, por no decir
r l r0 r on
Este fenómeno se produjo porque dichos pueblos bárbaros no tenían al comienzo un concep- Curiosamente'
,r'¡, r,r , .r('\l)ort(lo a una época llamada devu.lgarización de tal Derecho'
,
1o legal cle terribrio como espacio de soberanía, por su naturaleza nómada que hacía hin- ocupaba, sin importar su
r',rpic cn lit pcrsclna y no en el territorio, de donde se deriva la consecuencia anotada:.la Iey
,, ,, ,, , l, . l,, , rír l,r r l.l imperiá, los habitantes de los territorios
,
que
t15.1:iT:
.,,',,, ,, ,,,rrr,rtr., l,tlitlo o bárbaro, se sentían como pertenecientes al imperio'
"¡rt'rst,¡3Lrir" .t l,t pcrsona. en es¿s circunstanclas a un
,i, 1JIil,r ilr,ilr(.|ri,r nlaterial en oriente. El orgullo de pertenecer
Ot' ti:it:']l"l:,lt'
l,t lcorit rk' al momenlo del hallazgo
l,r ¡rcrson,r/itltl de /a.s /e,ye-s no solamente terminó, sino que se transformó ',,',,',',,,.rrr[, t.stll¡]ir'r rie manera m¿ravillos¿ y el renacimiento del ljere-
('n ln,r nu('v,l lt'or i,t r¡rrc csl,í r'n l,rs irrtl(rotlas dc la primera: la teoría delaterritorialidad ab- en la ciudad de Bolonia
¡,,,,, lir¡rr I onrl) ( onsccuetncia su estudio
la creación de la Universidad de Bolo- "
x¡lttt,t th,lr /r,y. ( orrto t,rr l,r ,rrrlcr ior; rrt,is rlrrc un invcnto del hombre es el reflejo de una cir- ,1r,, r,,ril,rllr, l,r ¡rrimcra,]()ns"cr"n.ia trajo consigo
r un',l,urr i,r ¡r,rrlir rl,rr. lrr cfcr lo, t on t,l licnr¡ro los pucblos bárbaros fueron afianzándose en ',, ' ¡,,,r ,rll,i ,'. t'l ¡ñ. loa8, ó"r,
l.tt.ncia'de Matiüe de Canosa al gran lrnerio' considerada
de redescubrir
lo', llr rilrrrios r¡trc lr,rlril,rlr,rrr l)(u,r l),ls¡r.r scr scdcntarios c.n lugar de nómadas. Esto se expli- tr Ir.r, ,ilrti11|,t rk,Occidente. La segunda consecuencia produjo la necesidad
r,r lx)r{lu('rk'srk'l.rs ¡roslrirrrcrÍ,rs <k,l inr¡lcrio ronr¿rno cie occidente los emperadores celebra- ,r, i r,.rr,( 1,, , ,¡,,,, ,,ru crrnsiclerado cómO ratio Scrrpta de sabiduría.
ron ,rt rrcirlos < on los jcfcs rlc los Jrueblos b¿írbaros, por los cuales, estos últimos, a cambio de
olrlt'nt'r cicrlas prcrrogativas de Roma, se comprometían a Iuchar con ella en contra de otros
lrrr"'l.trtttlt'xlo,aparecelaescueladelosClosadoretquedgglelaUnrversid-addepo- , ",

-', ' -'.,|


¡rrrcltkrs ,lún hostiles. Estos acuerdos se llamaron feodes y, en últimas, implicaban una protec- que consistía en la ano-
,1, l.r , ',r rr,'l,t ¡ttrtvit:tr. ¿" iu t.todotogía utilizada paia el aprendizaie '
r iorl rk: Roma pero también una alianza con el pueblo bárbaro para luchar contra enemigos , ,, ,,,,,,1,,r,,rr,,r)l,rri()\ al mirgen de las topias que se obtení.rn dc dicho (orpus y
) .lpunles
( ()nruncs. De esta situación que se prorrogó durante mucho tiempo surgió lo que la historia le\tos que despeiaban dudas o m¿r-
lr,r rl.rrlo en Ilamar la época feudal, que tenía estas características: la tierra del feudo pertene-
't,,' ., (l, rt"titl,tlr,rrr¡1tur.rr, qr. no "'u.ñ n¿d¿ distinlo d
, ,l).rr r ,ttt ottl,ttl(ilts del texto en estudio',
r í.r .r un soberano; el soberano la entregaba a sus nobles y estos a sus vasallos y a la plebe; la
r('( orro( ('(lomo su fundador a eepb o Pepone' aunque su miembro más representati-
¡rkrbe cultivaba la tierra y entregaba su fruto a vasallos, nobles y el soberano; los nobles y va- "r' entre otras ciudades' De lr-
s¿llos tenían el privilegio de las armas y prestaban protección en el feudo contra ataques de ,, trrr'i'l ,t.trit'lrnt'rio, rfue enseñó en Bolonia, notu yRavena'
,íis, ípult,s ilustres Bulgaro, Martino Cossia' Jacobo
y Hugo'
rf ros señores feudales. En una situación como esta no era extraño que imperara la teoría.de rr, r,r lt.rrrl
los closadores, canonistas y
l¿ territorialidad absoluta de las leyes, que significa que en el feudo solo se aplicaba la ley del ll l,r0l(,s0r.(',rrlos lgnacio Jaramillo, en su libro Fscuela de
lugar, es decir, no cabía la aplicación de ninguna ley o norma extranjera. Se díce, por ejem- (,lr,,,rrl.rt,r,sr,ñ,rl¡Ías<:¡ractcrísticasdeestaescuela: suapeSoalasfuentesjustinianeas,
t., ,.,1
plo, que el señor feudal era verdadero dueño de la vida, honra y bienes de su pueblo y podía ,r,,)r{(\l)(irirrrlivi¡.r,1,,i,rt,,*t,,rromilnos,sLl inclinaciónporiaéxégesisdelostextos,
laple- ''
su desinterés en el concep-
]l'l \ |11(.ll( |.1 {'s|).1( itr lt,tlt¡xrt.tl .rsi¡1rr.rrl.r .r l.rs [Ltt'lltcs justinianeas,
disponer de ellos a su arbitrio. Vemos cómo, en el trasfondo de las cosas, el carácter nómada i

sLr t's¡líritu sintéticO, su.desconOcimientO o


impuso la personalidad de Ia ley y el carácter sedentario laterritorialidad absoluta. ll l r orrl¡1¡t,lr irilt ¡sltttt lLrr,rl r|'l l),',,', lt,,tt,tlrtt,tl,
,,rr lo y [r irlentificación de sus mili-
Lo que rr abamos de decir corresponde a la historia del conflicto de leyes hasta antes dcl Lrll,r rL,rrrlr,rris ¡ror 1,, I'ir,r,ui,,, ¡rr(.lIlIttr i,r ¡rot ¡,,,rii,,rl,lr
rt'sLrfgimit'nttlCltlUn
surgimiernlo rk' l.r cst:uela de los Closadores, que tiene como característica principal, com<r
Iilrl¡.,,r0rr1,lIrr.,lilrlri,,r,,r'r¡,,'r i,rl lorl,r',r"'1.t",,,,,,' l'i' islir'ts0llt'tlt'tt'rr'rl
lllt'trl"" rttt
anoliln)os, r¡rrc trr cll,r no sr'¡rllnlcalr;r trn <onfliclo de leyes pero, desde luego, sí se lcní,r I t, ¡r'r lt,r,tl)t('( i,l(l{) ¡,,',',,1i,"r1, ¡r'rl "t1'tlllo""r )tlilk""r ¡l'ls'ttkr'
t"'
,

Inr rrltikrs rk'l,t cst ut'l,t csl,írt li¡.i,rtlos,r l,rs tlr,rtlt.ríslit.ts tlt'sr'¡il,rs, r,ltlrr,r.ll,,s sr,rlr,s- 1,,1,1., r irr u¡lsl,ulr i,rs ¡rl,rrrlr.,rlr,rrr ( {)n\l,rrlr,nr{,nlr,r ortllir tos rlt' lt'ytts quc sc hacían más
l,r ,rr r,l tlsur¡littticnkr rk'l I)crcr ho rottt.ttto, cl cstudio corno cicnci.r unil,lri,r y l,r ,rr l,u,rr irirr rrrtorioq ¡ror r,l rlt't,rirrricnkr rk'l srslr,nl,r k'rrrl,rl ctt cl t¡ttt', t.otntl sc salte, qqq{iq una 1gr¡itori¿-
rlr, rlrrrl,rs y v,rr ros surgid()s dcl pnlpio Corpus luris. lr, l,rrl ,rlrsolr¡l,r rlt' ll lt'y. Así, ¡xrr r,jcrrr¡rlo, r'l < onlt'rt:i.urle de Módena.qu,q ¡ealiza.ra un nego-
.,
r r,, r,rr l'.r(lrr.r h,rcir surgir cl itttt'rrog.tttlt', .tttlc el juez de Padua, de qué ley aplicar: la de esta
't N,, ollsl,rntt'lo anlcrior, el punto más alto de la escuela se logró con la famosísima glo-
lltrrrr,r r irrrl¡tl o la <.kr Mírdcn¡. Los posgkrsadores intuían que la territorialidad absoluta de la
,,,r
, rk'Art rrrsi<1, intcgrada por 96.940 glosas de diversos doctores emitidas entre los siglos Xl
h,y rk'sirrtr.nlivaba el comercici hasta el punto de poder suprimirlo en algunos casos. Había
y Xlll rl. ( . lsta glosa explica el deseo de la escuela de dar un tratamiento unitario al Dere-
,¡rr,'lrrrst ,rr un equilibrio entre los estatutos de la ciudad de origen del comerciante y aquellos
r lro ron),rrro y el interés por colmar sus vacíos; casi podría afirmarse que la glosa misma era
,1,, l,r r iurl¡rl de la realización del negocio.
rilr n(r('vo rnmpendio de Derecho romano por su extensión, unidad y propósito de despejar
zorr,rs grises y vacíos. Tuvo inmenso prestigio en Alemania y gran influencia en Las Siete Par- lsr'¡rrinrcr atisbo de equilibrio se logró en la denominada.Teoría de los Estatuto_s-que a
tirl¡s de Alfonso X, el Sabio. ¡ir.rrrrk,s r,rsgos podría describirse así: los estatutos de una ciudad se aplican normalmente a
l,¡,, rll,rr ioncs jurídicas que allí se ventilen ante sus jueces pero habrá casos en los que dichos

2, ESCUELA DE LOS POSCLOSADORES ',,,t,rtutos ¡termitan


la aplicación de otros provenientes de otra ciudad. Desde luego,_algtin g¡-
t,,rrr tr,nir que indicarcuándo se aplicaban los estatutos locales y cuándo cedían el-paél
No obstante la gran importancia de la escuela de los Closadores, por ser los primeros en 1,r,, r,rlr.rnjeros. Ese criterio fue la distinción entre el Estatuto Personal y el Estatuto Real que
abordar después de tantos siglos el denominado Corpus luris Civilis, la escueh de los posglo- r,rrlrr,rlr.r, como cuestión de principio, que las normls- ig]gtivas-9. p p--e5-o-na, como los atri-
sadores fijó un punto mucho más alto en la construcción del Derecho lnternacionál Privadci. lruros rlt. la personalidad hoy en día, se aplicaban por un juez a un comerciante extranjero y
r¡rrr, l,rs nrlrmas relativas a las cosas se iegián por [a ley del lugar de su ubicación, en el en-
Empezamos por comentar que el exponente más importante fue BartolQ de-SasofgJg-
r,.rrrlirkr der que en tierirÉó9.a91uales tales normas se refieren exclusivamente.á los derechos
to,,nacido en Perugia y fallecido en Bolonia. Vivió en el siglo XIV (1314-1357) y enseñó en las
rr,,r[.s. l)c esa man-ertse rompía el principio absoluto de la territorialldad de la ley para dar
universidades de estas ciudades, entre otras. Vale la pena destacar, antes de proseguir, que la
biblioteca de la universidad del Rosario cuenta en su archivo histórico con 17 volúmenes de l,,rr,,,r los efectos extraGi*riióiiálél'de Ia misma sobre la distinción menclonada de Estatuto
é1, lo que constituye un verdadero tesoro jurídico y bibliográfico.
l!,r.,on¡l y Estatuto Real. Como se ve, la evolución histórica del conflicto de leyes indica que
1,r,, r ircunstancias políticas y sociales adelantan al Derecho y que este recoge con sus normas
También formó parte de la escuela Baldo de Ubaldi, su alumno, quien vivió igualmen- , ,1 r rr¡r'vo escenario social.
te en el siglo XlV.
( ) I os historiadores le atribuyen a la escuela de los Posglosadores aportes esenciales en el
conflicto de leyes se planteó de una mandra más aguda en la época de los posglosado-
, -El ,l,,s,rrrrrllo y entendimiento del conflicto de leyes'l).
,,rés por diversas circunstancias históricas. En primer lugar, concurrían varios sistemas de De- i
i . ', recho para regir diversos aspectos de la vida social, asi por ejemplo, el Dere*cho real :g_apli- I rn primer aporte consistió en la deducción del actum, que en su ex-
principio locus re:git
r caba a los problemas hereditarios de la corona; el Derecho feudal, reglaba los asuntos entr-e ¡,rr,sitin más genérica indica que los actos jurídicos se rigen por la Iey del Iugar de su celebra-
nobles y vasallos; el Derecho canónico se ocupaba de los asuntos de la iglesia que se exten- , rrn. l ste principio, de sentido corñún además, le-imprime seguridad a los actos jurídicos pues

'r dían hasta el plano familiar de los individuos; los estatutos eran las normas dictadas por cada Ir., ¡r,rrlicipantes en ellos saben desde el comienzo, y sin lugar a dudas, cuál es la ley que los
, ' ciudad del norte de ltalia y regulaban, además de aspectos personales, la vida en Ia ciudad, rli('l),lra disipar dudas sobre su existencia y validez. Para los posglosadores el principio regía
l,urto krs aspectos atinentes a la forma como aquellos referentes al fondo, en otras palabras,
._ por lo cual trataban sobre cuestiones urbanas, de salubridad, de seguridad, etc.; y, por último,
r./_rla lex mercatoria se ocupaba de los asuntos mercantiles entre comerciantes pero co! ulq cq-
t 1',rlrcrrraba todo el acto jurídico. Queremos insistir en este punto que no se trata de un descu-
\' racteristica sobresaliente: no se trataba de una ley dictada por el príncipe o el sober4¡p, por Itttttrit'nto, sino del análisis jurídico de un principio prácticamente existente desde los comien-
.,,,s rlcl Derecho que no había tenido un estudio propio y detallado de su alcance y efectos.
,
'
el conlrario, eran normas que, proprio vigore, eran aplicadas por los comerciantes como pro-
.\',.u ducto de sus usos y prácticas. A esta característica se sumaba otra que consistía en que los trr tit'rnpos modernos, el principio ha tenido una limitación y es que, si bien sigue rigiendo
jueces que la aplicaban eran nombrados por los mismos comerciantes, que hacían parte a su Ir,, ,rsyrcctos relativos a la forma del acto jurídico, las materias atinentes a los efectos del mis-'
vez de dicho estamento. Los jueces eran llamados cónsules y la historia nos relata el nom- rn( ) s( )rr regidas por otro principio no menos universal conoc¡do bajo el aforismo lex loci solu-

bramiento de los mismos eliel Mediterráneo occidental, más específicamente en la iglesia de Irr rrls. La aplicación de estos d9¡ R1!¡cipio-s a un mismo acto jurídico de manera concurrente,

Santa Tecla de Valencia. El Libro del Consulado del Mar reúne tales usos y prácticas aplica- v r)o lx)r eilo incompatible, cóñiiituyé uná piedra cardinal de la solución del conflicto de le-.
das por los cónsules en esa zona del Mediterráneo.7 yr,s t'n cl sistema de Derecho civil..
(, ,) fnsegundo lugar; las ciudades del norte de ltalia no vivieron una época feudal tan rigu-
'ñ,s¡comolaqucvivióei
restodel conlinente.Tal vezporqueel emperadorlasdeclaróamu-
ch¿s de ellas como ciudades libres, lo que a su vez les permitió sostener un gran flujo comer- I cr¡ríndcz Roz.rs, iosti (',rrlos, "Sobre cl contenido del derecho internacional privado", Revlsta Espa
ci,rl r on oricnlc llrriximo y con otras r:iudades europeas. ntil¡ tb I)ua<ht¡ lnlt'tt¡¡tit¡t¡,tl /ll (l()ll()), pp. 6()'10tt.
l,ttltlritirt ,rl)otl,uon los ¡ros¡3krs,rtkrri's l,r t orrs.rgnrt itin tkrt lrin,rl rh'l ¡rr rrrr r¡rru /t,.r /e,t t r/t,-
In lork¡ t,rso, lr,ry r¡rrr,r'rrtcrrrlt'r t,rr cl tonlt,xlo ltistririto lit ir¡llit:.ri:i<in del l)erecho ca--
/rt /r, r¡rrc slrt,rl,r l,r ,r¡rlit,rr irín
ric l,r k'y <it'l lugar <lonrlc sc c:onleli<i cl tlt'lilo. ltrr rrr¡rrrr'.,1o, rk'-
rrtirrir o y rlcl l)urt'r lto ronl(lr)o: r'l ¡rrirtrcro sc r¡llicaba por la iglesia católica no solo a los fie-
lilo rro ¡ltrt:tk'ctllt'tltlcrstl cn cl scntido dcl Derecho penal, que por aqucllir 11¡rot,r t,sl,rlr,r crr
Ics, sirro.r krs ¡rro¡rios rninislros rkr la iglcsia; mientras que el segundo, desde el punto de vista
forttt.tt:itin, [)u(]s no cstaba clara la diferencia entre un tipo penal y un acto ilícitr-r quc pnrrlucía
('slri( lilntcnlc fornral, no ser aplicaba a ninguna entidad pues oficialmente ninguna autoridad
r<'s¡ronsabilidad civil cxtracontractual o aquiliana. Tal vez como motivo de este origen, nues-
hallí¡ ckrr:Lrr¡rlo que tal Derecho era aplicable. Mientras el Derecho canónico estaba en per-
tro c.tidigo civil, inspirado en el de Napoleón de 1804, consagra el delito como una fuente
mAn.g¡te evolución, porque la iglesia católica es un cuerpo dinámico y en progreso, el De;
tlc las obligaciones pero entendido como acto ilícito origen de la responsabilidad señalada.
rccho romano se consideraba una obra acabada, una ratio scnpta que era el supremo ideal
Estc principio está inspirado en razones de sentido común y sigue siendo esencial en el De-
de lá justicia y, por lo mismo, no era susceptible de evolucionar. Comó manifestamos atrás,
rccho lnternacional Privado a pesar de que en el proper /aw o sistema anglosajón ha pasado
el habiiante db la Europa medieval estaba sometido a varios derecho¡y desde la perspectiva
a ser uno de los indicadores para escoger la ley apropiada en lo gue allídenominan el ¿orr.
de-IEoniiiCió de leyes era posible un derecho que surgiera entre una norma canónica y una
'u Un,te¡ce¡,..aporte lo constituyó la*diferencia entre la ordinarialias, sujeta a conflicto, y Ia norma romana. Sin embargo, el conflicto se presentó entre la autoridad del Papa y la del Em-
procedura /l¿rs,' absolutamenle territoriál: la primera, en lenguaje moderno, sería la ley sustan- perador y, por vía de consecuencia, surgió un conflicto entre los derechos mencionados. En
.l075,
efecto, el papa Cregorio Vll, hacia reivindicó para la Iglesia la supremacía sobre la au-
cial; y la segunda, en el mismo lenguaje, ley procesal. Ninguna información nueva da esta di-
ferencia a un estudioso de nueslro liempo pues por sabido se tiene que los procesos ¡udicia- toridad del Fmperador por considerar que el Papa era representante de Dios y fuente supre-
Ies son eminentemente territoriales y el espacio para el conflicto de leyes iépreiánta en las ma de toda autoridad. El problema derivó de la facultad atribuida al Emperador, al menos en
leyes sustanciales, la ordinaria /l¿ls de los posglosadores. Sin embargo, situados en la pérspec- la práctica, para la designación de obispos, lo que convertía al papa en un convidado de pie-
tiva de un juez del siglo XlV, la diferencia es muy considerable si se tiene en cuenta que era dra en decisión tan trascendental. En todo caso, e independientemente delaQuerella de las
apenas el despertar de la larga noche de la territorialidad absoluta de la ley. lnvestiduras, que así se dio en llamar tal conflicto, el Derecho canónico tomaba conceptos
del Derecho romano como, por ejemplo, los relativóJ-á la tiériá, la prÓpiedad y la posesión
También se atribuye a los posglosadores la distinción que establecieron entre los estatu- y el DéiéCho de la época se nutrió también con conceptos canónicos como Se indicó atrás(2).
tos favorables y los estatutos odiirlo-i. Al entender los estatutos como normas dictádas por el
En conclusión, más que presentarse un conflicto directo entre el Derecho canónico y el
piíncipe en la ltalia medieval del norte, indicaba la distinción que los primeros no establecían
penas, sanciones severas o restricciones y que los segundos, por el contrario, sí las ordena- Derecho romano, Io que se dio en la práctica fue la Quere//a de las Investiduras entre la su-
ban. Cualquier ley, desde antiguo, tiene elementos de unos u otros estatutos y, por eso, lo que premacía del papa, respaldado por los güelfos, y la supremacía del Emperador, apoyado por
destaca la historia de este cuarto aporte es el vislumbramiento del concepto de orden públi- los gibelinos.
co, que en apretada síntesis es la norma imperativa que no puede desconocer el juez so pre-
texto de la aplicación de una ley extranjera.
4. LA FRANCIA DEL SICLO XVI
Por su aparición después de la Escuela de los Closadores, los posglosadores no incurren
La Francia del siglo XVI vio surgir dos nombres que, según se aprecie, pueden ser con-
en la crítica, o al menos lá morigeran, que se formuló a los primeros: comparten el desconoci-
miento de la historia, pero los posglosadores se adentraron más en el estudio y solución de ca- siderados como rivales o como complementarios: se trata de Charles Dumoulin y Bertrand
dArgentré.
sos prácticos que contribuyeron definitivamente al nuevo florecimiento del Derecho romano.
.1566
' .;.
Dumoulin vivió entre 1500 y y, además de ser abogqdq en el padamento de Pa-

3. ESCUELA DE LOS CANONISTAS rk, fue profesor en la Universidad de Tubinga.

Esindudable la gran influencia que ha tenido Ia lglesia Católica en las leyes. Si miramos La historia del Derecho le atribuye a Dumoulin dos méritos principales: el descubrimien-
tal influencia en el tiempo, podemos afirmar que ha venido de más a menos pues en el co- to como cuestión legal del conflicto de las calificaciones y e[ primer atisbo'del principio de Ia
mienzo regulaba relaciones que hoy día han pasado al dominio secular. Lo anterior puede autonomía de la volüñtádl énGi segundo, su aporte consistió en Ia consideración de que las.
medirse por dos raseros: el de Ia propia legislación canónica y el del influjo de esta en la ci- partes podían escoger implícitamente la ley aplicable a un asunto.legal, como se reflejó en su
famoso concepto sobre los esposos Caney de 1525, donde manifestó que a ellos les era apli-
. vil. En el primero, podemos observar toda Ia normatividad relativa a los sacramentos, la here-
cable la costumbre de París en relación con su patrimonio por haber escogido dicha ciudad
r jía, la apostasía, etc. y en el segundo, podemos apreciar muchas figuras influenciadas por los
- canonistas: asi por ejemplo, el concepto de ficción para entender que una sociedad es dis- como su domicilio. Aunque se reconoce que no dio el paso siguiente hacia el principio de la
tinta a los socios individualmente considerados; el concepto de la usura para castigar el abu-
'/'so en las tasas de interés; la figura de la lesión enorme para proteger al contratanie débil en
, una relación sinalagmática; y, sobre todo, el concepto de culpa qré hu d. preceder cualquier
(2) Stein, Peter, El derecho rcmano en la historia de Europa historia de una cultura jurídica, Siglo XXI
condena civil en responsabilidad.
de España Editores, 2001.
,ltllltt(,lltl,l rlr' l,t voltlttl.rrl, y,r ('r,l ln ,rv,u){ ('('nonlt('( onsi(l(,1,u l,t ,r¡,1t,,r, rnrr rlr, rrrr,r 1,,\, , rrll,r r¡rrc l,rl ,r¡rlir,rr ior st'llrrrl,tnlcnl,tlr,t t'rt l,r r or lt'si,r tk'l ¡rttnr i¡x', v.rlt'tlt'cir, cn cl ronllla.s
¡ror
rnr,r r,,,( nl'(,nr i,r irrr¡rlri il,t rlt' l,ts
¡r,rrlcs. t:t'nlntt¡t.l,r rlr,lcrts,r rk,r,sl,r lt'or it rlt,srk'lrtt ¡rl,tno ntt'r,rtttcnlc lcririco parece difícil pues lle-
,,r ,rl ,rlrrrrrrkr rk',rlrrrrr.rr r.¡Lrt'l,r t'xislcrrt i,r rrrislrr¿ del l)erechcl lnternacional Privado depende
I )trlt¡r¡tllttl ¡rttt'tlt'vcrsc (,or))o ulr
_conti¡qad1¡¡ de la Escuela de lcls Pos¡4los,rrkrrcs prrt's uti- r lll r olrit,15 ¡¡t:nLitrrn. Sin crrrlr,rrgo, cl ¡n¿Ílisis aflsolutamente pragmático de Ia doctrina no es-
Itu,r.lr,t los ('sl,rltrlos (lLrc cr(ln prrr¡riol-dc [.rl escuela, pero, por otro lado, íe erigió.un1u rno , ,nrlr,slrs nrririlos ¡ror t.rurftrs quo l)arezcan/ pues en un mundo dominado por las parcelas de
rlt'Irs ttt,is rrol¡ltles rcpresentantes de Francia en estudiar y aportar a la ciencia del conflic- ',,,1 ¡r'r',ulí,rs rk'los l:st¡rkrs nada impide a uno de ellos prohibir la aplicación de leyes extran-
kr rk, krycs.
¡,,r,rs. l)r'srk, lucgo, erl punto no puede pensarse exclusivamente en los extremos, aplicación
ll. ¡ror r or lt'sir o no apiiclción por soberanra, puesto que l-o,s Estados son conscientes de que el
l]e1¡a¡d dArgentré nació y vivió en la Bretaña, circunstancia que tuvo una gran in- , onrcrlio inlcrnacional y los beneficios que'genera en la economía local no pueden lograrse
lLlcncia eñ su pensamiento jurídico. En un tiempo en que empezaba a consolidarse el con-
f
',rn rrr,r rt'gla de reciprocidad para Ia aplicación de leyes extranjeras.
r ('l)to dc nacion¿lid¡d, dArgentré aspiraba a una independencia de
su región y, por.to ñi,
nro, los conflictos interprovinciales entre la costumbre de parís y la de Bietaña, en.]ugar._de Aunclue no corresponde a Ia misma época, vale la pena destacar en este punto el pensa-
st:r considerados como internos, eran vistos por él como si fueran internacionales. De lá mis-
rrrir,rlo rlel ilustre abogado, profesor y magistrado estadouniden5eJoseph Story, quien publi-
rl),r m¿nerd, ¿l tr¿lar el tonflicto de leyes, su fuerte terrilorlalismo se reflejó en la preponde- , r ¡ lr,rr i,r 1 834 un texto denomin ado Commentaries on the Conflict of Law en el que sostuvo,
rancia o primacía de la aplicación de la costumbre bretona sobre las otras óostumbies del re¡- , ,,rrro los holandeses, que la aplicación de una ley extranjera en Estados Unidos dependía de
no de Francia. En efecto, dArgentré logró una sistematización de Ia división de les estatutqs l.r rr,lrnl.rd soberana del Estado. No quiere decir lo anterior que Story abogaba por la no apli-
cntre personales y reales, pero en la práctica, como se inclicó, generó una verdadera hipertro ,,¡r irin en principio de una Iey extranjera, pues si bien pensaba que su aplicación dependía
l'ia del estatuto real lo que llevó a la aplicación de la costumbre bretona cada vez que allí se
rh. t,rl voluntad, también entendía la inconveniencia de rechazar sistemáticamente tal aplica-
planteaba un conflicto interprovincial, lo cual dejaba un lugar muy pequeño a la aplicación , rrir. En todo caso, Story es considerádo éi padre del Derecho lnternacional Privado nortga-
rlcl estatuto personal. Por esa razón, su teoría tuvo una gran acogida en Holanda, que por esa rrrt'rit.ano y su concordancia con la Escuela Holandesa puede apreciarse con.mejor entendi-
ópoca luchaba para librarse del yugo español. DArgentré formuló la diferencia entre las in- rrrit'nto si se examina el carácter pragmático del Derecho norteamericano y la vigencia en su
capacidades generales y las incapacidades especiales y sostuvo que las primeras hacían par- ,'¡rot.a de una soberanía estatal más inclinada hacia el extremo absoluto de Juan Bodino que
te del estatuto personal y acompañaban al individuo cuando se encontraba en el extranjeio y lr,rr i,r el extremo liberal de las postrimerías del siglo XX.*
que las segundas estaban sometidas a la ley que regía el acto jurídico por tratarse de uÁu .s-
¡recificidad más propia de los derechos locales.
(,. LA TEORíA DEL DOMICILIO DE FRIEDRICH KARL VON SAVICNY
Dentro de la evaluación de la obra de dArgentré hay que tener en cuenta su tesis de que
la comunidad a la que pertenece un individuo es la más idónea para dictar las leyes que lo Sqvig-ly, quien vivió enrre 1779 y 1861, fue ante todo un gran romanista que escribió un
han de regir, lo que produjo, por un lado, la aplicación mayoritaria de la costumbre de Bre- tr,rtado de derecho romano, en cuyo tomo VIll analizó el tema del conflicto de las leyes en
laña en dicho territorio y, por el otro, un embrión de lo que más tarcJe se llamaría la doctrina ,'l trempo y en el espacio.
de las nacionalidades sostenida por Mancini.
",
Según los tratadistas Loussuarn y Bourel, en su libro Derecho lnternacional Privado, Sa-
vigny parte de un hecho simple: cuando una persona se desplaza hacia el extranjero debe so-
5. ESCUELA HOLANDESA rneterse en principio a una ley distinta a la propia pero, dada la comunidad entre los pueblos
¡ror el origen cristiano y la aplicación del derecho romano, las diferencias entre las diversas
Tuvimos oportunidad de manifestar la gran acogida que tuvo en Holanda durante el si- lcyes son menos profundas que cuando se trata de Estados sin esas dos raíces comunes. Lo
glo XVll la doctrina de Bertrand dArgentré por su tendencia al territorialismo en Ia aplicación .rnterior permite una limitación armoniosa de cada ley para lograr una solución básicamente
de la ley, iJérivada de la consideración de lá Bretaña como una provincia independiente del igual. Esta apelación al origen común de dos Estados para resolver un conflicto de leyes re,
Reino de Francia. El paralelo con Holanda no podía ser mejor, pues esta última estaba bajo la cuerdaGiéoiiá del profesor Rabel en materia de calificaciones, pues sostenía que la califica-
soberanía de la casa de Austria que gobernaba en España.y los holandeses Iuchaban pór su ción en sí misma debía apelar más a Ias instituciones comunes de Derecho de los dos Estados
independencia. A Io anterior se agregaba que, contrario al ejemplo francés, habra más d¡fe- que a las particularidades modernas de los mismos(3).
r91_c!a en!¡e Holanda y España que la que podía existir entre la Bretaña y el reino de Francia.
En términos generales, puede afirmarse que Savigny se inclinaba, en materia de conflic-
Fueron representantes de esta escuela Paul Voet, Jean Voet y Ulrich Huber. to de leyes, por la ley del domicilio dF1á persona por ronsiderarla Ia más apta para regir la si-

A pesar de que los holandeses resucitaron como punto de contacto ios hechos y los ac-
tos jurídicos y vincularon los bienes muebles al estatuto real, su verdadero mórito cclnsistió en
la explicación del fundamento de la aplicación de la ley extranjera. En cfcckr, s<¡stuvo la es- (3) Loussouarn, Yvon y Bourel, Pierre, Droit international privé, 10^ ed., París, Précis Dalloz, 1978.
Itl,lt iott. I sl,t lt'otl,t rlt'l tIrtttit ilio lt,r lt'lrirIr rrn,¡ jnnrr,lls¿ tc¡ltlt ilriorr r,rr ¡\rrlr,rtr,t l,rlrr,r rlurr
rkr ll,rsi<lot:otlsitgr,t<l,t tttllttslr¡(,ulosrkrMolrlt,virlcotkr lllli().Asl,¡ror r,¡r,lr¡ rlr,,r.lrr,l lr,rl,trkr
tt I'|i\l'l( llv^sl)l Nl.llslli() lllMl'()
l
<ltt I)crettho C.ivil lntcrnat:ional, cl lítukl l, artículo l, reza así: "l r',r¡r,rr:irl,ril rlt, l,rs
¡rt,rs¡rras lrr,lrrrl,rlr¡'r¡t'¡rlt, ¡rLtr lr,rs rrucv,ts firnll¡s rlc rt:solvcr cl ctlnllicto de leyes han surgido des-
se rige por las leyes de su dc¡micilio"... ,1,,1,r,.,,r r¡t,l,r rr,tt rorl,rlist¡ <lc Marlcirli. Sin cnrbargo, hcmos querido, en lugar de seguir expo-
¡¡¡,'¡¡rl,r r,s,ts nrrt'v,rs lirrrn¡s, traz¿lr la tendencia que se percibe en el Derecho fgerlagjong!
Para bien o para mal, los desarrollos de la doctrina de Savigny se contrajeron en esencia
l'r rr',rr k ¡ tlt' ttttt'slro ticrnp<1.
a su aporte del domicilio como elemento jurídico para resolver los conflictos. Sin embargo, Ia t
fuerza de Ia teoría.{e 14 nacionalidad impulsada por Mancini a mediados del siglojX hábría ' ll lir,rrr r('sumcn hasta ahora es que la1ínea divisoria más impgrtalteen la solución del
?ié eitablecer como principio general la'vinculación del estatuto personal a la nacionalidad ,lrtlrr t¡ rlt'l¡ycs es la conformada por el-ciiterjo d.l personal y del estatuto real: el
"stututo
..,,1,¡rrr¡r ¡st,rlJto tióné una tendencia territorialista que llevada al extremo gener:a situaciones
de la péisona en los países del sistema de derecho continental, pues en aquellos que siguen
el common /aw el domicilio juega el papel preponderante en el estatut-pérsoiñTí
e -"
L ¡¡ rr ) l,ts t.¡utt sc vivieron en la épOCa feudal y el primer estatuto se presenta Como una excep-
, r, )il (l(,1 ,,igundo, en el sentido de que hay ciertas leyes que deben gobernar ¿ la perEona hu-
,',,,,'., , ,,,r,t,1,, se encuentra por fuera de su Estado, como Io demuestra la escuela de Mancini'
7. TEORíA DE LA NACIONALIDAD
I rr r¡aliclad, todo lo que pueda decirse sobre el conflicto de leyes está influenciado
en el
,,¡,,t.¡r,r ¡6ntinental por la'eséogencia de una ley sustancial como consecuencia de la aplica-
No se puede entender esta teoría sin acudir al contexto histórico der , rrn (l('l.r regla de conflicto cleiforo. Aun las escuelas más modernas no se salen de este es-
{_e¡o¡!¡{o- Epprs!
mento ltal¡ano. La ltalia del siglo XIX e-staba
p*qlc-e-lada en vari¿s soberanías pu-es mientras los rlrtr,¡r(l: lrillei por ejemplo, plantea el conflicto de leyes como uno de soberanías entre dos
ll,r,,,l,,s sobre la base de que cada ley goza de las características de permanencia y de conti-
austriacos controlaban el norte, con excepción del Piamóñte, el Papa dirígía'los denominados
Estados Pontificios en el centro y los españoles reinaban en Sicilia y en N?poles en doncle y la segunda, por
te- rrrrirl,rrl y que la primera de estas hace aplicable la ley en su propio territorio
nían presencia desde la exjstencia del Rejno de Aragón, Iq!!a.cg¡ng Afgmaliq,...guf¡ia lq grg¡ tal conflicto de soberanía. La-garde y Batiffol, por su pafte, pre-
Irr,'r,r rlc este, de doncle surge
paradoja de tener una verdadera nacionalidad con más de zooo ános de hiiloliá aun .uandb ,l,oil,rn la aplicación de la le'y que corresponda al centro de liávedad del contrato, que se de-
carecía de un Estado. De hecho, puede afirmarse que los Estados de América Latina tienen ,lrrr c Jror los puntos de contacto de este con un Estado(a).
una nación más nueva que la italiana pero gozan de un Estado anterior.
lcgado un momento en que todas las opciones de la regla de conflicto se agotan, cabe
I
El Risorgimento ltaliano se estructuró sobre la acción de tres personas: el Conde de Ca-
¡rrt'guntarse cuál es el futuro de la
misma. ,z
vour, en lo político; Caribaldi, en lo militar y Mancini, en lo jurídico..,
Una primera respuesta, que miraría hacia el Derecho internacional, buscaría la solución
nacionalidad expuesta por Mancini es fiel reflejo de esta situación. La base
La teoría de la rlt, rruevo en reglas de conflict,o universales contenidas en tratados internacio-nales' El examen
respuesta desalentaclora pues los inlentos de unilicación de l¿
de la teoñ"óliimple: un Estado italiano ei el más idóneo para a[roba, leyes aplicables a los ¡rr,ir lico de1-paía?o nos da una
italianos, con base en los elementos comunes que conforman la nacionalidad conió raza, [.q¡,- ,,qla de.onili.to han fracasado, por no decir que han obtenido magros resultados' En Amé-
gua, comida, religión y, en general, una misma idiosincrasia. ,i,1., lo, tratados de Montevideo del siglo XIX y de la primera mitad del siglo XX no han sido
r,rrificados por un número considerablede Estados y el Código de Bustamante, verdadero
cor-
a lo que sucede con las grandes teorías jurídicas, la de Mancini no surgió de t¡¿s iuris del Derecho lnternacional Privado en América, aunque fue aprobado
en la Confe-
, .Contrario
un libro, sino de una conferencia dictada en Turín el 22 de enero de 1851 y centradu nu- ,,,ncia Diplomática de La Habana de 1928, tampoco recibió un número suficiente de ratifica-
cionalidad italiana como base del Derecho lnternacional Privado. El principio dice que "nlula ley r i6nes como para ser considerado norma suprema de la materia en el continente
americano.
italiana se aplica, en general, a los italianos, aun en país extranjero, p.ro ¡,ó.on"." como ex- l.n Europa, la Unión Eurppea ha logrado, a través del Reglamento (cE) No 593i2008 del Par-
cepciones la presencia del aforismo locus regit actum, la operancia del principio de la auto- l.rmenro Europeo y del Cgnseio_delz de junio de 2008 sobre la ley aplicable a las obligacio-
.Dereóho tiene un
nomía de la voluntad y el juégo de la excepóión de orden público en el internacio- nes contractuales (Romá-itllinifoimidad de la regla de conflicto en la materia que
nalt lq-*q"oglllla {e.la nacionalidad ha tenido una gran influencia en el sistema de.De_recho ,rtisbo de universalidad cuando'acepta la aplicación de una ley sustancial de un país que nq
civil pues, como se anotó, es el principio determinante para la aplicación de la ley en el de- pertenezca a la Unión EuroPea.
nominado estatuto personal.
Derecho internacional ofrece otra solución que consiste en la unificación de la ley sus-
El

Como puede apreciarse, es mucho más fácil sostener, por razones prácticas y de orgullo tancial. Y acá el panorama tampoco es halagüeño: asi el único ejemplo relevante de univer-
nacional, tesis territorialitas frente a tesis que den un espacio grande a ia aplicacíón de Éyes salidad por tratado lo constituy'e la Conveniión de Naciones Unidas sobre los Contratos,de
cxtranjeras, tal como se estima en la territorialidad absoluta de Ia época feudal, en la hiper-
trofia del estatuto real de dArgentré y en la preferencia por la ley nacional de la escuela ho-
landesa, tan solo quebrada por la excepción de Ia cortesía del príncipg"
Pillet, Antoine, Principes de droit international privé, Pedone, 1903
( rrttt¡tt,tvt'ttl,r lillr,tn,rr
io|,rlrk,Mr'rr,trk,rÍ,rs rlr, l()110, r¡tr0 ri,¡itrl,r r,rr
lil.,¡v,lr¡rr,Ilr, l,r lornl,rr ioll N,
th'l t,tllt'tl, y l,s tlt'rt't.lt,s y,lrli¡i,rr i'r*'s r'l rl'vllrir rk'l r onllir kr rlt, [,yr,s, r¡rrc t,rr lorkr t.rso st'r,i r ollsct ut'rrt i,l rlt, l,r
rk'l vt'rrrltrlrr y.l r,rrr¡rr,rrIrr, ,,rrr,r¡rlrr,rr,,r,,r ",tlrt'llto"
lirlt'z krs t'lt'r l,s s,llrt'l,r l,r v,l ,'r,,lt¡t l,tl rlr'l,t otll,rrriz,rr rrirt
¡rr,iPi,'rl,'rrl tlc l,rs nr.rr',1rft'rirs y la ¡rolílir,r rlr,1,r llrrnl,i¡rirl,rrl: rrn.t lt'rr<lcnci¡ h¡cia la suprcsión cJe los
r,rl rl.l vr,rrr¡,r¡rr
l't nlrlt'rk'rl l¡s losiontls trtr¡lorales i:aLrsaclas
a una persona^'rp,tlr.,i,iii
¡r,r |"l,rrhr',, lx)r(lt¡('sttr ¡rotlt'rt's st'lt,trr lt.rs¡r.rs,rrkr.r rirg.rrros supr.rnacionales, hace predecir una
por las nX,r<.,rrk,n,rs. In t,l ,inllli-
l' rcrgion'll, l¿s Crlnvcnciones clc Montevicler¡
citadas, qr" Je
t¡rrtltt,rt iritt rrl,rlt'ti,tl rlt'l,r lt'y y trrr,r cxact'rlr¿r'irjn rlel nacionalismo o de cualquier otro crite-
lu n.rnr,rlivi.ad rr. r('(ltl( lot ll,¡t t'¡rn'vt'r t'l nl,ulk'nirricnkr y aun la expansión de la profusión de normas ma-
sLrst¡nci¿1, adolecen de ros mismos
problemas qru "nfo.a.n'"n
airrturor'I.'iur"pu, ros Regramenloq l,'tt,¡lls. Si ot trrrt'lo scgunclo, h.lbrá de mantenerse el conf]icto de leyes como método para
rlc l¿ unión Europea, en el ámbito de su competencia,
en cambio, Jr constituyen ejempros de
sí LvrrJ(
unific¡ción de ley sustancial. lr,rll.rr l,r lt'y sLrsl,rrrci,rl aplicable en un mundo cada vez más globalizado; si ocurre lo primero,
' l l)r'rt't llo lntcrnacirlnal Privado, al menos en lo fundamental, habrá de desaparecer y con-
si el Derecho internacional ofrece nuevas opciones ',, ,lrr I, tt stl
llaracltijico sueño de tender hacia su propia destrucción en aras de la universalidacl.
a ia regla de conflicto, más.por-'téc-
nica legal que por er descubrimiento de nuevos
horizontes, a"iorro, tuwofrece, por.su
parte, una manera distinta de anarizar
er probrema. Aunque no es temaJe esteartrcurg,
que de hecho tiene un capítulo .purt" por_
.n el libro, no podemos dejar cle clestacar la particu- riil ilitN(_tAS
y' lar aproximación dei sistema der common
L,.-cons¡ri" bu'r.u, io-qu. ru doctrina ha
\I 1id" :i lltTii la prope.r law, que no es nacla j¡rtinto a hailar
"rtu "n
Ia rey más apropiada para cada
It,rlill<rl, Henri y Lagarde, Paul, Droit International privé,rome 1, Sexta edición, LCDJ,
situación jurídicacon erementos extranjeros rerevantes. Así, por l'tís, l.974.
' tos de cont¿cto cuanlitalivo lleva a la aplicación "j"rpto,'"t",iJili5,qrd;:
de la ley del Estado
1 con mas contactos con Ilt'rtr,rnd, Ancel, Hlstolre du Droit International privé, Université parís ll, 2008.
el caso; la de puntos de contactos cuaiitat¡vos
conduce, bajo ra misma técnic4,.a
tey con tos puntos de contacro más rerevantes; aptrear.ia
.t ,.tojo J! i;,;;;;';;;;,ramentargenera l crn¿indez Rozas, José Carlos, "Sobre el contenido del derecho internacional privaclo,,, Re-
la aplicación de la ley der Esr¿do
rengi una porítica ,átr"Jiu ,.t.r¡u, y, por vista Española de Derecho Internacional 10,
timo, el método o" _que. úr_ i986.
,ru:.]?. deciiión. produce ta "rp".irilu
.¡iri.r.iá, J. il nl,.ru
:i:adlrp,o*ir;;;;;ild.
una sotución más equirariva r.rr
que en et re_
l,rr¡millo J., Carlos lgnacio, Escuelas de los Closadores, Canonistas y Post-Closadores, Co-
, :i,ll9:jllrlarroje
' :un srstema que' como el common /¿w, es incluctrvo. pragmatrco y casuístico,
' estas que son la antítesisde,rái que impregnan er
";il;r;;;;
c¿racteríslicas lct ción Ensayos N' 3, Pontificia Universidad Javeriana, Facultacl de Ciencias
Juríclicas, pri-
sistema"continentar, que es deducti-v_-o,-dog. rrrcra Edición, Bogotá, 1996.
málico v cartesiano' Parece haber.onr"nio
n ááii'¡r, -ffi;JJ::;'rebitidades de tos
dos sistemaé: mientras que el sistema "r otrece seguriclad
cont¡nentai Itrussouarn, Yvon y Bourel, Pierre, Droit International Privé. Précis Dalloz, Décima ec{i-
por la previsibilidad de sus
decisiones' ya que el t irin, París, 1978.
iuez está atado a la aplicación de la regla de conflicto del foro,
common /aw puede resulla,r inseguro por la el siste-
11.d1 cantidacl cJe criterios que se ofrecen
bitrio iudiciat para ra escogencia c'e unr"r"y. al ar- l)¿rellada, Juan Ramón, traductor, Libro del Consulado del Mar, Ministerio de Asuntos Exte-
goza, puede hallar leyes más apropiada,
bin
"ruu,to,
*; ;;;;;, ;;L
ribertad de que riores Dirección Ceneral de Relaciones Culturales, Madrid, '1955.
.rro, en que el otro sistema no puede sino obe_
decer el mandato de la regla de conflicto. "n
Stein, Peter, El derecho romano en Ia historia de Europa: historia cle una cultura juríclica, Si-
si el Derecho internacionar es una vía de glo XXI de España Editores, 200.1.
escape a un sistema superior y er common
ofrece una salida horizontuI raw
gq19 orro ripo d"iárrc¡on qu.Ju
ta es el sufgimiento y consolidación de las "n
La .ii,..",irrl
respues_ Pillet, Antoine, Principes de droit international privé, pedone, 1903.
reglas materiales transnacionales. Entenderos por
estas últimas las que surgen de.los usos
y práiticas del comercio irt"m*i"r.r, por Weiss, André, Manuel de Droit International Privé,Librairie de ja Société du Recueil Sirey,
el ejemplo más áüánzadó de tal evoluciónl constituir
s" rrnü, entonces, de la clenomin ada lex mercato- Octava edición, París, 1920.
rá que no es él producto ni de una rey interna
usos y prácticas der comercio que por
ni de un tratado int.rnn.¡onri, ,áriáüí" ,r"
su difusión y.aceptación.ertá pr."ro, "r
no lo es' de constituirse en un nuevo sistema si es que ya
normativo. Descle luege"nno se trata de
tal discusión, que merece consideraciones entrar en
rasfrorrno., qr" serán oi,á;il"
aborda_
das' pero a efectos de nuestroanálisis en
persp[ctiva esto nos ", permite afirmar que la conso-
lid¿ción de la /ex mercatoria ofrece una,.nrn"i..orptetamente
c.nflicto de leyes' De hecho, su existencia srpri,-ne
dirtiri;;r;; ra sorución der
tal conflicto pues el juez enfre-ntado en
ei
?¡sldg a ta apticación de una rey de un Estaio, simprer"nte upl;;;l;';;;;.
materiar rras_
r¡cional, que habrá arcanzado ya una obrigatoriedad
proprío J,r",= ,
so[rción sustancial cualquiera que sea el jiiez
que la aplique.
;;rrojará ra misma

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