Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Lenguaje Inclusivo
Lenguaje Inclusivo
Desde hace algún tiempo se ha convenido en hablar del fin de las ideologías; esto se
fuera inútil, sería peligroso. En cambio, se deben tocar las superestructuras y tocarlas
tanto más resueltamente cuanto más definitivamente se haya renunciado a tocar las
infraestructuras. Cambiar los nombres y los verbos es, por lo tanto, una cuestión
sociopolítica esencial. Demasiado seria para ser confiada a los que saben, o
simplemente a los que aman la lengua, debe ser asumida por la sociedad entera.
Lo sígnico y lo simbólico
El Curso de Lingüística General (CLG, de aquí en más) puede considerarse como uno de
los acontecimientos más relevantes de las ciencias humanas del siglo XX. Los ecos de
su influencia, aunque quizás ya un poco lejanos para algunos, se dejan todavía sentir no
solo en los ámbitos académicos, donde el eco estructural muchas veces se presenta
como inefable, con una intención más peyorativa que indescifrable, sino también en el
esnobismo. Estas palabras van dedicadas a ese esnobismo con el propósito de poner en
núcleo, haya sido considerada como el modelo sobre el que toda ciencia humana
del CLG pudieron motivar un giro tan importante? Para comprender la dimensión de
decir, desde el grado cero de la escritura. En 1956 yo había reunido una especie de
Lettres Nouvelles, bajo el nombre de Mitologías; fue entonces cuando leí por primera
vez a Saussure, y tras haberlo leído quedé deslumbrado por esta esperanza:
suministrar por fin a la denuncia de los mitos pequeños burgueses, que nunca hacía
sino, por así decirlo, proclamarse sobre la marcha, el medio para desarrollarse
página el CLG con el fin de encontrar alguna pista para tanta euforia. Es válido concluir
que la euforia no pertenece al CLG. Como sea, la cita en cuestión nos devuelve la
ejemplo, la cuestión de la arbitrariedad del signo lingüístico. Se nos dice que la relación
entre las dos partes constitutivas del signo, el significado y el significante, no guardan
entre sí ningún vínculo lógico o natural. Esto es evidente en la mayoría de los casos:
¿quién podría pensar que la cadena significante /bebé/ se constituye por algún lazo
El principio de lo arbitrario del signo no está contradicho por nadie; pero suele ser más
entendemos un orden de hábitos o conductas que queda fuera del alcance del
que se siguen de esta dimensión social están sujetas al debate. Son superestructurales,
para decirlo de otro modo. En torno a estos dos dominios, se puede construir una
marco explicativo que dé cuenta de esta dimensión de lo humano. Ese nuevo marco
esbozado para explicar parte de esa taxonomía. En cuanto a esta, se resuelve como una
lingüísticos. Hay toda una trama de lo humano que puede ser concebida en esta
dimensión. La antropología, el psicoanálisis, la teoría de la ideología han tenido mucho
otro sentido cuando se entiende lo que el CLG tiene de programático: brindar las
El signo ausente
reconocer que los mitos o, en los términos de Elementos de Semiología, los sistemas de
connotación no son objetos inmanentes, sino que están conectados a la vida histórica y
social:
así, el mundo penetra el sistema; la ideología sería en suma, la forma (en el sentido de
los connotadores.
No es lícito expresarse así. Está claro. La aceptación de que los sistemas semiológicos
relación, una anáfora, un rasgo que tiene el poder de referirse a menciones anteriores,
ulteriores o exteriores, que puede ser designada de diversas maneras, siempre que no
se confunda con asociación de idea: está remite al sistema de un sujeto mientras que
algorítmicos llevó al abandono del proyecto estructural en sentido amplio y a una suerte
el lenguaje y la acción política flotan fuera del debate teórico y se instauran como mero
sentido común. Así, algunos defensores del lenguaje inclusivo se comprometen, a veces
más explícitamente que otras, con una serie de ingredientes relacionados en diferentes
dimensiones. Sigue una lista breve de estos ingredientes, comenzando con la obvia
contra. Como se sabe, este movimiento vuelve a instaurar la idea de que, al fin y al
irrenunciable de emancipación.
asume la ausencia del orden sígnico (que, insistimos, poco tiene que ver con la renuncia
barthesiana) no deja rastros del eco estructural, lo que clausura toda posibilidad de un
debate político amplio y restaura el mito de la democracia representativa como “el mal
menor”. Sabemos bien hoy qué forma está tomando esta dimensión en Sudamérica y
trazada también por una serie de lo que a nuestro parecer son malos entendidos de un
fútil, pues se trata precisamente de representaciones; poco importa que haya razones
para pensar que la e sea “más masculina” que la o, dada su distribución en las pocas
(e.g., este, esta, esto). La propuesta de reducir todo a e (e.g., les chiques) o la
propuesta de crear nuevas tríadas e-a-o (e.g., chiques, chicas, chicos) son
impecables desde el punto de vista formal. En el primer caso, como señala Ángela
Di Tullio (comunicación personal), se trataría de hacer del español una lengua con
nombres exclusivamente epicenos (i.e., del tipo jirafa, rata, ratón). En el segundo caso,
lingüística (el CLG está lleno de indicaciones al respecto), tales sistemas son
relativas del mundo tendrían estas nuevas comunidades o qué tipo de efectos
ideología misógina contamina todas las comunidades del planeta, incluso aquellas que
hablan lenguas que poseen sistemas de género como los comentados o sistemas
diferentes en los que no hay rastros de una representación misógina. Incluso, como
bien nos señala Pablo Zdrojewski, algunos de esos sistemas se realizan parcialmente en
Por ejemplo, el español hablado en el País Vasco usa la forma le(s) para
inanimados. En algunas zonas del español paraguayo, sin embargo, todos los
sistema de género. Una conclusión razonable es que las comunidades de estas nuevas
variantes dialectales amen su lengua, sin rastros de la incomodidad que genera hoy en
que a menos que la acción política sea ascendente en el sentido comentado más arriba
Andrés Saab,
Referencias:
Amorrortu, 2003.
Saussure de, Ferdinand [1916] Curso de lingüística general. Buenos Aires: Losada,
1994.