Mi reflexión previene del texto de la carta a la familia del Papa Juan Pablo II

El santo padre considera a cada familia célula vital de la grande y universal familia humana y que oración hace
dios habite en medio de nosotros y que mediante la oración el hombre descubre su ser como persona y refuerza
el espíritu de la familia.

La familia es la expresión primera y fundamental de la naturaleza social es una comunidad de personas en el

cual propio modo de existir y vivir juntos es en la comunión. Cuando el hombre y la mujer en el matrimonio
entregan y se reciben recíprocamente en la unidad una sola carne, dios bendice envía un recién nacido es el
fruto de ese amor. El bien común de los esposos es el amor fidelidad la honra la duración de la unión hasta la
muerte, los bienes de ambos lo que es de cada uno debe ser el bien también de sus hijos.

Que ambos puntos tanto la maternidad necesita de la paternidad y recíprocamente es decir que es el fruto de la
dualidad concedida por dios. Se dice que la familia como comunidad de persona es la primera sociedad humana
y que surge cuando se realiza el matrimonio que dan lugar a una comunión de amor y de vida que es
complementada con los hijos dando a la comunidad familiar. Con el amor de Dios ha de armonizarse el de los
padres. El querer humano está siempre es limitado en cambio, el amor divino es eterno. Amar significa dar y
recibir lo que no se puede comprar ni vender sino regalar libre y recíprocamente.

La paternidad y la maternidad se encuentra en la civilización del amor que se relaciona con la iglesia doméstica,
el camino de la iglesia es la familia que es también la civilización del amor ya que esta es centro y el corazón de
esta, pero no hay verdadero amor sin la conciencia que dios es amor. Según san pablo nos habla que el amor
debe ser paciente, servicial y que todo debe soportarlo es exigente este es el fundamento solido de la familia un
amor no es capaz de soportarlo todo di este es envidioso, engreído, rencoroso. Lo contrario a la civilización de
amor es el amor libre más peligroso porque es presentado como fruto de un sentimiento verdadero, mientras de
hecho destruye el amor, no se toman en consideración todas sus consecuencias, especialmente cuando, además
del cónyuge, sufren los hijos, privados del padre o de la madre y condenados a ser de hecho huérfanos de padres
vivos.

Hoy día nuestra sociedad ha perdido el interés en la familia, en el matrimonio en si sobre todo a olvidado el
verdadero significado de la palabra amor, en decir se olvidado de Dios y esto ha llevado a la familia a caer de
una manera considerable, a lo cual lo vemos muy seguidos en esto último tiempo, un caso muy común que es el
divorcio producto de la falta de comunicación pareja, la de perdón , esas ganas de renovar las esperanza del
matrimonio, ha olvidado el camino planteado por dios. Juan Pablo en su texto nos invita a recurrir en eso
momento difícil y críticos que se da en todas la familia a la oración para tratar de superar todos esos problemas,
mediante de la gracia divina del perdón y de la reconciliación, que asegura la energía espiritual para empezar
siempre de nuevo por esto, los miembros de la familia necesitan encontrar a Cristo en la Iglesia a través del
sacramento de la penitencia y de la reconciliación, la importancia de la oración con las familias y por las
familias, en particular, las que se ven amenazadas por la división. Para eso es necesario un compromiso
recíproco primero entre el matrimonio, y luego el paterno y materno y finalmente educando a sus hijos ya que
dentro de estás concepciones son las bases de la civilización humana, la cual no puede definirse más que como
civilización del amor.