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Las personas con frecuencia piensan que leer empieza por aprender a
pronunciar las letras. Sin embargo, la mayoría de los niños
pequeños se preparan para leer mucho antes de que aprenden que
las letras corresponden a sonidos. En realidad, la lectura empieza
cuando los niños sintonizan los sonidos de las palabras habladas.
Aquí es donde la conciencia fonológica participa.
La conciencia fonológica es una habilidad que permite a los niños
reconocer y usar los sonidos del lenguaje hablado. En preescolar esto
significa ser capaz de seleccionar palabras rítmicas y contar el número
de sílabas en un nombre. También involucra darse cuenta de cuántos
sonidos se repiten (aliteración). Por ejemplo, “Susie saboreó seis
sándwiches de salami”.
Una vez que los niños pueden notar, entender y manejar sonidos
individuales en las palabras están listos para el siguiente
paso: decodificar o conectar sonidos con letras. Esto ocurre
generalmente en el kínder.
A los niños que tienen bases sólidas en la conciencia fonémica les es
más fácil entender que ciertas letras corresponden a sonidos
específicos. Tienen experiencia mezclando sonidos para formar
palabras y separando las palabras. Esto les da ventaja cuando es el
momento de decodificar los sonidos de las letras, mantenerlos en la
memoria y combinarlos en palabras.
Señales que indican que su hija tiene dificultad con la conciencia
fonológica
Cada vez que usted lee a su hija un cuento con rimas la está
ayudando a desarrollar esa habilidad. Los preescolares lo hacen a
través de canciones que riman, juegos de palabras y de movimiento.
Sin embargo, algunos niños no desarrollan automáticamente la
conciencia. Necesitan una enseñanza específica y práctica.