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EL EPICUREÍSMO:

El epicureísmo es un movimiento que abarca la búsqueda de una vida feliz mediante


la búsqueda inteligente de placeres sexuales, la ataraxia (ausencia de turbación) y
las amistades entre sus correligionarios. Fue enseñada por Epicuro de Samos,
filósofo ateniense del siglo IV a. C. (341 a. C.), el cual fundó una escuela llamada
Jardín y cuyas ideas fueron seguidas por otros filósofos, llamados epicúreos.

El gusto, para el epicureísmo, no debía conformarse al cuerpo, como preconizaba


el hedonismo cirenaico, sino que debía ser también intelectual. Además, para
Epicuro la presencia de placer o felicidad era un sinónimo de la ausencia de dolor o
de cualquier tipo de aflicción: el hambre, la tensión sexual, el aburrimiento, etc. Era
un equilibrio perfecto entre la mente y el cuerpo que proporcionaba la serenidad o
ataraxia.

Según Adolfo Sánchez Vázquez, “el epicúreo alcanza el bien, retirado de la vida
social, sin caer en el temor a lo sobrenatural, encontrando en sí mismo, o rodeado
de un pequeño círculo de amigos, la tranquilidad de ánimo y la autosuficiencia”

EPICURO Y LA POLITICA:

Epicuro (341-270 a. De C.) se destacó tanto por haber desarrollado el sistema que
lleva su nombre, como por haber liderado el curioso experimento político que fue su
escuela: pues el famoso "jardín" de Epicuro era más una secta político-filosófica, y
no una institución educativa como la academia o el liceo. Esto acerca a Epicuro con
Pitágoras, aunque Epicuro no practicaba la comunidad de bienes, "pues esto es de
personas poco fieles, y entre estas no puede haber amistad".
Cicerón lo reputa indocto y envidioso, pero los fragmentos conservados evidencian
un profundo conocimiento de Anaxágoras, Empédocles, Demócrito y los sofistas.
Se dice que llevaba una vida totalmente desordenada. murió a los 72 años,
aparentemente de cálculos renales. Epicuro fue, en buena medida, un continuador
de los cínicos, pues su máxima: "El deleite es el fin", no significa otra cosa que "el
fin soy yo". Epicuro fue, por tanto, un gran autarca.
Cuando los greco-romanos reconocían que una institución se caía a pedazos,
nombraban un único individuo con poder totalitario para sostenerla. con el mismo
criterio inventaron a los "tiranos" antiguos ("reyes", en roma), la "dictatura" en
tiempos de crisis; el "imperio", cuando se desdibujaban las cadenas de mando
militares; el monoteísmo, cuando ya nadie creía en los dioses: un solo dios,
clarividente, y al que le caía muy mal que no creyeran en él ; el "imperio", en su
sentido posterior, cuando la república se volvió obsoleta ( que no es otra cosa que
la tiranía entre estados). cuando las polis griegas se derrumbaron, los griegos
inventaron la gran tiranía panhelénica (no otra cosa fueron Filipo y Alejandro). en
esta época vivió Epicuro.

En Aristóteles, la economía es un capítulo de la política. Epicuro, en cambio,


considera que el sustrato de las relaciones políticas, y humanas en general, es
económico. Es curioso que, aunque la economía siempre ha sido "matematizable",
al menos hasta cierto punto, Epicuro no infiere de su doctrina ninguna clase de
"determinismo" político.

Aristóteles veía en la riqueza un medio indispensable para la virtud. los cínicos


llamaban virtud a la autosuficiencia, que es un tanto incompatible con las
demasiadas riquezas: "ten solo lo que puedas llevar contigo en un naufragio",
recomendaba antis Tenes. Epicuro recomienda la mediocridad económica, y solo la
económica. Epicuro no quería ilimitado dinero porque este solo es beneficioso en
cierta medida: "las riquezas naturales [útiles] tienen termino y son fáciles de
prevenir; pero los proyectos de riquezas vanas coinciden con lo infinito". además,
hay que tener en cuenta la época en que Epicuro dice esto:" en este periodo
tumultuoso- dice el historiador Coulanges-, los ricos forman un partido y los
pobres otro. los pobres pretenden apoderarse de la riqueza y los ricos conservarla
o recobrarla (...). todos los demagogos hacían lo que sea para ganarse la voluntad
de la muchedumbre, mataba y desterraba a los ricos y repartía sus bienes entre los
pobres, “no sería posible determinar cuál de estas dos facciones cometió más
crueldades y crímenes."
en este marco, la mediocridad económica hace a veces de camuflaje, pues es difícil
determinar a que facción pertenece el mediocre económico. Para el pobre será
pobre y para el rico, rico. De modo similar a como el cínico ve, en el pacto de tiranías
fracasadas que constituye la democracia, el marco ideal donde vivir su autarquía;
así el epicúreo veía en la mediocridad económica el modo de "vivir para el deleite",
en un entorno colectivamente demente: masivamente atacado de avaricia,
erostratismo y hambre de inmortalidad.

Los distintos tipos de deseo tienen diferente grado de urgencia para su satisfacción.
dado que toda transacción comercial consiste en una interacción entre dos deseos,
podemos decir que, para Epicuro, la ley de oferta y demanda está fuertemente
condicionada por la naturaleza de los deseos. Aunque, desde luego, Epicuro no
pensó en esto con la precisión que le atribuye esta terminología moderna.

La asociación entre los seres humanos seria, entonces, fácil, deseable y necesaria.
La ley se basa en la justicia; pero Epicuro considera que la justicia no es nada en sí
misma, sino que se origina en unas convenciones tacitas de no dañar y no recibir
daño, que son siempre convenientes entre los hombres y entre los pueblos, lo cual
les da vigencia universal; y otras convenciones que solo son útiles ( y, por tanto,
justas) aquí y ahora, por lo que deben ser permanentemente revisadas y
rectificadas.

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