"escenario endopsíquico"- en interacción con los objetos inter-
nos de un objeto significante -el "escenario endopsíquico" del
otro- y la conducta derivada en ambos participantes de la rela-
ción. Por ello decimos, que este enfoque se constituye como una
psicología de una, dos, tres, o más personas.
OBJETOS INTERNOS:
Los objetos internos se definen por sus funciones:
A. Sirven como marco referencial interno, siendo su representación, una
más o menos exacta copiade los objetos externos. Para su representación, el
individuo necesita de la adecuación de otras funciones autónomas del yo:
percepción, memoria, capacidad de simbolización, etc.
B. Los objetos internos constituyen los faros guía, para la conducción tan-
to de las relaciones presentes como las del futuro. Un objeto interno es descri-
to como una "imago", la que al constituirse, se convierte en la medida,
contra la cual el sujeto lleva a cabo sus elecciones objetales entre los objetos
externos. Ejemplo de ello son, el proceso de socialización en la adolescencia,
la identificación con objetos ajenos a los primarios y la elección de pareja.
C. Los objetos internos contribuyen a la autonomía relativa del individuo,
al permitirle una relación objetal consigo mismo y la posibilidad de establecer
el diálogo interno. Son por lo tanto recursos de valor incalculable para una
vida de relación acorde al período del tránsito vital en que el individuo se en-
cuentra. (Simón, et al, 1985).
Como podemos observar, el estudio y comprensión de los proce-
sos que se dan desde la génesis y desarrollo de las funciones autóno-
mas del yo y la adecuada internalización de las representaciones ob-
jetales (procesos absolutamente inter-dependientes), es un requisito
fundamental para todo clínico que aborde tanto al individuo como
a la familia, con el marco conceptual psicodinámico.
La teoría de las relaciones objetales comprende varios niveles
psicoanaliticos, pero su fundamento básico lo constituye la obra de Melanie
Klein, particularmente el diálogo subjetivo entre el self y los objetos proyec-
tados e introyectados. (Slipp, 1984).
En un principio el recién nacido se encuentra en un estado de to-
tal indiferenciación entre el self y los objetos; tal diálogo pues, se
constituye a partir de la relación con objetos parciales y va evolu-
cionando de acuerdo al crecimiento y maduración (Spitz 1969) para
acceder posteriormente a la relación en diferenciación, situación
que en condiciones de salud, se obtiene hacia el tercer año de la vida
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post-natal con la adquisición de la conducta objetal, esto es la inter-
nalización con carácter estable de la representación de objeto y el
establecimiento de la correspondiente modalidad vincular.
La teoría de las relaciones objetales estudia los vínculos y la diferenciación
con y de los objetos; procesos de gran importancia no sólo para el buen fun-
cÍonamiento del individuo sino para el del sistema familiar.
En donde existe un individuo con una detención del desarrollo
cuya traducción clínica sea la de establecer vínculos de naturaleza
simbiótica, existe por definición un sistema familiar simbiotizante.
Si me es permitida una analogía, así corno ante la observación de
un cuerpo celeste que es desviado de su órbita, se puede asegurar,
que existe otro cuerpo celeste -aunque no sea visible- que es res-
ponsable de tal movimiento, así la presencia en la situación clínica,
de un paciente con una detención en su proceso de desarrollo psico-
lógico normal hacia la diferenciación, (mayor o menor fusión), nos
indica el que en su sistema familiar de adscripción existe una cons-
tante relacional que perpetúa tal estado. (Fuerzas centrípetas de li-
gazón). (Sterlin, 1981). El proceso de separación-individuación
(Mahler 1984), incluye por lo menos a dos generaciones, padres e
hijos de la familia nuclear. Las ansiedades persecutorias
-presentes en mayor o menor grado-, que tal proceso genera en
los padres, son dependientes de sus propios conflictos internaliza-
dos. Es por ello que más adelante veremos, como los mecanismos
defensivos básicos que favorecen tal situación, son compartidos
(como en gran medida lo son las áreas libres de conflicto) y como
las dinámicas individual y familiar, se contemplan como procesos
interdependientes en donde cualquier intervención externa genera
movimiento en el sistema total.(*)
La internalización de las relaciones objetales representa un factor crucial
de organización para el desarrollo del Yo y del Superyo.
INTROYECCIONES ~ IDENTIFICACIONES -.IDENTIDAD
DEL YO
* Recuérdese la experiencia del analista de niños y adolescentes, que tiene que es-
tar atento no solo a lo que acontece en su paciente, sino en sus objetos primarios y en
general en todo el sistema familiar, como repercusión a su actividad clínica interpre-
tativa.
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