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Santiago, uno de febrero de dos mil diecisiete.

VISTOS Y TENIENDO PRESENTE:


1 º.- Que en este procedimiento ejecutivo sobre cobro de facturas
Rol C-91-2014 seguido ante el Primer Juzgado de Letras de San Antonio,
caratulado “José Álvaro Figueroa Bravo E.I.R.L. con Containers Operator
S.A.”, la parte ejecutada recurre de casación en el fondo en contra de la
sentencia dictada por la Corte de Apelaciones de Valparaíso el 29 de julio
de 2016, escrita a fojas 640, que confirmó el fallo de primer grado
pronunciado el 29 diciembre de 2015, que se lee a fojas 556 y siguientes,
que rechazó las excepciones de los números 6, 7 y 14 del artículo 464 del
Código de Procedimiento Civil opuestas a la ejecución, con costas.
2 °.- Que el recurso de nulidad sustancial denuncia la conculcaci ón
de los artículos 47 y 1712 del Código Civil, en relación al 426 del C ódigo
de Procedimiento Civil y la del artículo 5 letra c) de la Ley N° 19.983, en
relación a los números 6, 7 y 14 del artículo 464 del C ódigo de
Procedimiento Civil.
Explica que la sentencia vulnera los artículos 47 y 1712 del Código
Civil, en relación al 426 del Código de Procedimiento Civil al no
determinar el razonamiento requerido para dar por acreditado mediante
presunciones que Hans Gudenschwager era dependiente de la
demandada y estaba autorizado para recibir facturas en su
representación, aseverando quien recurre que la presunci ón judicial
contenida en el fallo no cumple los supuestos de precisi ón y gravedad
necesarios para asentar ese hecho ya que se apoya en un correo
electrónico cuyo sentido no es el que interpretan los sentenciadores, pues
en el instrumento sólo se pide a Gudenschwager que env íe un listado de
los proveedores pendientes de pago, señalando el monto y el material
adquirido o el servicio prestado, sin que de esa instrucci ón pueda
colegirse que la demandada lo estuviera invistiendo de la facultad de
aceptar facturas a su nombre.

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Anota también que no existe prueba alguna que permita asentar,
como lo hace el fallo recurrido, que Gudenschwager fuera dependiente de
la demandada durante el lapso que transcurrió entre la terminaci ón de su
relación con Montajes RM Ltda. y el inicio de las labores que desempe ñó
para Nidia Díaz, contratista de la recurrente, conforme dan cuenta los
instrumentos de autos que no fueron considerados por los sentenciadores.
Arguye además que los jueces interpretan erróneamente el contrato
celebrado el 22 de octubre de 2012 entre Containers Operators S.A. y
Montajes RM Ltda. y el procedimiento de compras instaurado por la
recurrente, siendo evidente que las facturas de autos no cumplieron el
referido protocolo, aclarando quien recurre que el antedicho contrato
nunca se hizo extensivo a la demandante.
Asevera que las infracciones anotadas inciden en el quebrantamiento
del artículo 5 letra c) de la Ley N° 19.983, en relaci ón a los n úmeros 6, 7
y 14 del artículo 464 del Código de Procedimiento Civil, ya que los
jueces entienden cumplidos los requisitos requeridos para dotar de m érito
ejecutivo a la factura soslayando que la persona que acepta las facturas
no cuenta con facultades para ello ya que no era dependiente de la
demandada sino de la empresa Montajes RM Limitada, sin que los
servicios prestados fueran solicitados por la impugnante, arguyendo que
no existió consentimiento de su parte en la aceptaci ón de las facturas,
documentos y servicios que tampoco recibió.
3 °.- Que la prueba rendida en el proceso permite a los jueces
establecer la efectividad de haberse prestado los trabajos que consignan
las facturas de la especie, independientemente de su calidad –alegaci ón
que, advierten, no formó parte de los argumentos que desarroll ó la
ejecutada al oponer su excepciones, las que se fundaron exclusivamente
en la inexistencia de tales servicios- asentando adem ás que sin perjuicio
que dicha parte tampoco aportó probanzas para justificar su alegaci ón de
no haber recibido las facturas, las pruebas allegadas por la actora dan

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cuenta de tal recepción. Así, en relación a la factura N° 007, constatan la
existencia del timbre de recepción que en ella se estamp ó, una carta que
se refiere a dicha recepción, las anotaciones de los libros de obras en que
la factura aparece debidamente recibidas –haciendo notar los jueces que
en ese mismo instrumento existe registro de otras facturas de terceros con
anotaciones que expresamente indican que no serían consideradas por la
recurrente, a diferencia de lo que acontece con la de autos- y lo se ñalado
por los testigos, particularmente el deponente Hans Gudenschwager,
quien recibió las facturas cuando trabajaba para la demandada como
administrador del contrato junto a Ángelo Márquez, que tambi én declara
en el sentido señalado, refiriendo que contaban con autorizaci ón expresa
para ello otorgada por Jaime Hernández, en representación de Contopsa,
testimonios que igualmente dan cuenta de la recepción de la factura N °
009, conclusión a la que también se arriba al tenor del correo electr ónico
emitido por el Proyect Manager de la demandada, Jaime Hern ández
Véjar –quien además estampa su firma en la antedicha factura- en el que
instruye a Márquez y a Gudenschwager con tal objeto, probanzas todas
que les permiten configurar una presunción judicial que conduce a
concluir que Gudenschwager se encontraba facultado por la ejecutada
para recibir a su nombre la factura en referencia; que esa persona
permaneció en el lugar desempeñándose como administrador de obra de
la empresa contratista Montajes RM Ltda., luego como dependiente de la
recurrente y finalmente como trabajador de Nidia D íaz Peralta, teniendo
como función, entre otras, la de recibir facturas que emit ían otras
empresas a la ejecutada, asentando que esa forma de trabajar, que no era
habitual, fue la que se determinó en razón de la insolvencia de la
contratista Montajes RM Ltda., que estaba a cargo de la obra, siendo ese
el contexto en el cual se ejecutaron los servicios prestados por la
demandante, se emitieron y recepcionaron las facturas, añadiendo, por
último, que la ejecutada ninguna prueba rindi ó para justificar los hechos

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que enarboló como sustento de la nulidad de la obligaci ón reclamada en
juicio.
4 °.- Que las transgresiones que el recurrente estima se han cometido
por los jueces del fondo al acoger la demanda persiguen desvirtuar
-mediante el establecimiento de nuevos hechos- el supuesto f áctico
fundamental asentado en el fallo censurado.
Al respecto cabe señalar que los hechos fijados en una sentencia
corresponden al resultado de la ponderación judicial de la prueba rendida
en el juicio y esta actividad de análisis, examen y valoraci ón del material
probatorio se encuentra dentro de las facultades privativas de los
sentenciadores, concerniendo a un proceso racional del tribunal, por lo que
no está sujeto al control del recurso de casación en el fondo, salvo que se
haya denunciado de modo eficiente la vulneraci ón de las leyes reguladoras
de la prueba que han permitido establecer el presupuesto f áctico que viene
asentado en el fallo.
Para tales efectos la impugnante aduce la transgresi ón de los art ículos
47 y 1712 del Código Civil, en relación al 426 del C ódigo de
Procedimiento Civil.
Sucede, sin embargo, que tales disposiciones no presentan la
naturaleza de normas reguladoras de la prueba ya que el art ículo 47 del
Código Civil, referido a la prueba de presunciones, faculta al tribunal para
apreciar discrecionalmente su eficacia como prueba completa, sin que el
juicio de valor respectivo sea susceptible de atacarse por la v ía de la
casación de fondo, como se ha hecho. Lo propio acontece con el art ículo
1712 de esa codificación, pues el precepto únicamente distingue las
presunciones legales de las judiciales, determinando los requisitos que deben
reunir estas últimas y sucede también con el artículo 426 del mismo cuerpo
adjetivo, norma que consagra una facultad para calificar la gravedad,
precisión y concordancia de las presunciones que permitan asignarles valor
probatorio que es ajena al control de legalidad que ejerce este tribunal,

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correspondiendo tal actuación a un proceso racional de los jueces del
mérito que no está sujeto al control del recurso de casación en el fondo.
Aclarado lo anterior, se advierte del tenor del libelo que contiene la
casación en estudio que la recurrente está reprochando la forma o manera
en que fue pronunciado aquel fallo, capítulo este que no corresponde a la
naturaleza del recurso intentado. Así, se constata que los cuestionamientos
esenciales del recurso en este aspecto dicen relación con el alcance y sentido
que corresponde conferir a la prueba rendida en el proceso; sin embargo,
tal actividad se agotó con la determinación que, a este respecto, hicieron los
jueces del fondo, quienes -en uso de sus facultades privativas- consignaron
que con la prueba aportada se acredita que las obras y servicios a que se
refieren las facturas de la especie sí fueron prestados y que dichos
documentos fueron debidamente recepcionados por agentes de la
demandada. Luego, en la medida que la impugnante sugiere algo distinto,
contraría cuestiones inamovibles en el fallo que impugna.
5 °.- Que en estas condiciones, no es posible alterar la situaci ón f áctica
que viene determinada en el fallo cuestionado y establecer una distinta que
se correspondiera con aquella que se requiere asentar para definir si los
jueces incurrieron en las infracciones de las normas sustantivas que
menciona la recurrente por cuanto, de la manera en que se formul ó el
libelo, los hechos que sirvieron de base a las conclusiones de los
sentenciadores resultan inamovibles y definitivos para el tribunal de
casación.
6 °.- Que en mérito de lo expuesto el recurso de casaci ón en el fondo
en estudio no podrá prosperar, por adolecer de manifiesta falta de
fundamento.
Por estas consideraciones y de conformidad adem ás con lo dispuesto
en el artículo 782 del Código de Procedimiento Civil, se rechaz a el
recurso de casación en el fondo interpuesto en lo principal de la
presentación de fojas 641 por el abogado Juan Crist óbal Fern ández Sanz,

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en representación de la ejecutada, en contra de la sentencia de veintinueve
de julio de dos mil dieciséis, escrita a fojas 640.
Regístrese y devuélvase con su Tomo I y agregados.
N º 74.551- 16

Pronunciado por la Primera Sala de la Corte Suprema por los Ministros


Sres. Patricio Valdés A., Héctor Carreño S., Sr. Guillermo Silva G. Sr.
Juan Eduardo Fuentes B. y Abogado Integrante Sr. Daniel Pe ñailillo A.

No firman el Ministro Sr. Carreño y el Abogado Integrante Sr. Pe ñailillo,


no obstante haber concurrido ambos a la vista del recurso y acuerdo del
fallo, por estar con feriado legal el primero y ausente el segundo.

Autorizado por el Ministro de fe de esta Corte Suprema.

En Santiago, a uno de febrero de dos mil diecisiete, notifiqu é en


Secretaría por el Estado Diario la resolución precedente.

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Autoriza el Ministro de Fe de la Excma. Corte Suprema

En Santiago, a uno de febrero de dos mil diecisiete, notifiqué en Secretaría


por el Estado Diario la resolución precedente.

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