Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Panorama Disuación SD Editorial 2 PDF
Panorama Disuación SD Editorial 2 PDF
En los términos más clásicos y según lo indica André Beaufre, la disuasión ”busca impedir
que una potencia adversa tome la decisión de emplear sus armas o más generalmente, que actúe o
reaccione frente a una situación dada, mediante la existencia de un conjunto de disposiciones que
constituyan una amenaza suficiente” 1.
Para Chile, como lo declara el Libro de la Defensa Nacional 20102, la disuasión es “…tanto
un efecto como la acción que lo causa”. Un efecto, dado que persigue “…generar en el potencial
adversario la convicción de que el costo de interferir coactivamente contra intereses vitales propios
será más alto que los beneficios por obtener”; y una acción “… susceptible de ser materializada por
medio de la estrategia de un Estado para conseguir el efecto descrito anteriormente”.
Aunque el propósito de disuadir es tan antiguo como el conflicto mismo, toma forma de
estrategia a partir de mediados del siglo pasado, cuando Estados Unidos elabora su Estrategia
Nuclear, estableciendo que el propósito principal de las Fuerzas Armadas debía mutar desde “ganar
la guerra” hacia “evitar la guerra”3. De esta manera el poder nuclear con su demostrada y terrorífica
capacidad de destrucción, tendría por propósito impedir que cualquier adversario potencial de
Estados Unidos se inhibiera de emplear la violencia, por el solo hecho de saber que sus eventuales
beneficios serían mucho menores que el alto costo de enfrentar el castigo de las armas nucleares. El
desarrollo del armamento atómico, por parte de otras potencias, haría de la disuasión nuclear un
actor relevante en el mundo de la Guerra Fría. De hecho, el liderazgo político ejercido por Estados
Unidos, en oposición fundamentalmente al comunismo, y su indiscutible superioridad en el desarrollo
del armamento nuclear, hizo surgir desde Washington la teoría de la disuasión como respuesta a sus
enormes preocupaciones estratégicas4.
Sin embargo, a pesar que hay tendencia a circunscribir la disuasión a lo estrictamente
nuclear en tanto concepto de nivel estratégico, es posible también encontrar formas de aplicación de
ésta en un ámbito convencional. Como lo indican Bustos y Rodríguez refiriéndose a la disuasión
1
BEAUFRE, André (1980). Disuasión y Estrategia. Buenos Aires: Editorial Pleamar, p. 23.
2
MINISTERIO DE DEFENSA NACIONAL (2010). Libro de la Defensa Nacional. Cap. XIII N°2, pp. 185-186.
3
OLIVARES, Luis (1985). Disuasión, conflicto y estrategia. Estado Mayor general del Ejército, p. 14.
4
BUZAN, Barry (1987). An Introduction to Strategic Studies. Military technology and international relations. London:
Palmgrave Macmillan, p. 138-139.
nuclear “…lo expuesto podría inducir a determinar que la disuasión tiene un marco esencialmente
atómico, incluyendo a diversos autores que niegan la posibilidad de su desarrollo fuera de este
marco, pero por tratarse de un concepto que tiene el carácter de medio y no de fin, es posible
extrapolar su empleo mucho más allá del campo de la amenaza nuclear, incluso fuera del espectro
del conflicto internacional” 5.
LA DISUASIÓN Y LA PREVENCIÓN DE CONFLICTOS
Asumiendo que el conflicto puede haber cambiado en sus formas e incluso en su
naturaleza, es innegable que sigue presente en el mundo actual. Siguiendo a Dougherty y Pfaltzgraff,
quienes planteaban que el conflicto se incoa en grupos humanos que conscientemente persiguen
objetivos contrapuestos o que al menos parecen ser incompatibles6 es evidente que éste es
inherente a la naturaleza humana. Aunque los actores del sistema internacional han dejado de ser
solo los Estados-naciones dando paso a otros protagonistas, qué duda cabe que se mantiene el
enfoque weberiano en cuanto a que son los Estados los únicos administradores del uso legítimo de
la fuerza.
Al parecer, no podría ser de otra manera. Aun negando el paradigma estatocéntrico, en el
cual se asume que los Estados se sitúan en un sistema internacional anárquico, “la ausencia de un
autoridad central es un elemento suficiente en sí mismo para justificar el carácter eminentemente
conflictivo de la política internacional. En un sistema de estas características, los responsables
políticos han de procurar poseer aquellas cuotas de poder que garanticen la consecución de los
intereses nacionales de sus respectivos países”7.
Como lo plantean Artaza y Ross la política exterior debe ser diseñada en función de una
estrategia de mediano y largo plazo destinada a maximizar el rédito de los ciudadanos y cautelar los
intereses nacionales: “…el diseño y la implementación de la Política Exterior de un actor cualquiera,
especialmente de un Estado, presupone examinar tres aspectos centrales: las características
generales del contexto internacional, identificar la naturaleza y características de aquello que para
el estado ha sido llamado clásicamente el “interés nacional” y esbozar aquello que se conoce
específicamente por “política exterior” 8. Esta política exterior debe ser elaborada, entonces, en
función de los intereses nacionales definidos y utilizando la totalidad de los recursos y estrategias
disponibles, donde la disuasión es una de ellas.
Es importante recordar que la disuasión no es una estrategia militar, sino política. Los
Estados-naciones disuaden no solo con su fuerza militar, sino también con todos los elementos de
poder con los que cuentan: la cohesión interna, la estabilidad institucional, el desarrollo económico, la
estatura estratégica y el prestigio en el sistema internacional, son factores cuya presencia y fortaleza
podrán inhibir a potenciales adversarios que pretendan usar la violencia en la consecución de sus
propios objetivos.
5
BUSTOS, Marcos; RODRIGUEZ, Pablo (2005). La disuasión convencional. Conceptos y vigencia. Santiago: MAGO
Editores, p. 16.
6
DOUGHERTY, James; Pfaltzgraff, Robert (1981). Contending Theories of International Relations. New York: Harpet
Collins Publisher, p. 186.
7
SODUPE, Kepa (1991). La teoría de la disuasión: un análisis de las debilidades del paradigma estatocéntrico. Revista
CIDOB d'Afers Internacionals, p. 55. Recuperado en línea en
http://www.raco.cat/index.php/RevistaCIDOB/article/view/27870
8
ROSS, César; Artaza, Mario (Edt) (2012). La Política Exterior de Chile, 1990-2009: del aislamiento a la integración global.
Santiago: RiL editores, p. 855.
9
GARAY, Cristian (2003). Las políticas de defensa nacional en el Mercosur y asociados. Historia, procesos, tendencias
1990-2000. Santiago: Servicios gráficos, p. 47.
10
Mientras en 1962 la crisis escaló de manera explosiva, la situación que ocurre en Corea del Norte ha sido de una tensión
sostenida en los años, con incrementos importantes durante los dos últimos.
11
Aunque el arsenal nuclear de Estados Unidos en 1962 era superior al de la entonces Unión Soviética, ésta tenía un
considerable potencial en este tipo de armamento; actualmente en cambio, existe una enorme superioridad nuclear de
Estados Unidos sobre Corea del Norte. No obstante, en ambos casos, los efectos del empleo de este tipo de armas
llevarían a un desastre de nivel mundial.