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Autoconcepto: sentido del yo; imagen mental descriptiva y evaluativa de los propios
rasgos y capacidades.
Autodefinición: grupo de características usadas para describirse a uno mismo.
Representaciones simples: en la terminología neopiagetana, primera etapa del
desarrollo de la autodefinición, en la cual los niños se describen en términos de
características individuales no relacionadas y de todo o nada.
Yo real: el yo que uno es en realidad.
Yo ideal: el yo que a uno le gustaría ser.
Mapeos representacionales: en la terminología neopiagetiana, segunda etapa del
desarrollo de la autodefinición, en la cual el niño hace conexiones lógicas entre los
aspectos del yo, pero todavía los considera en términos de todo o nada. autoestima
Juicio que hace una persona acerca de su propia valía.
Aunque por lo general los niños no hablan acerca de un concepto de autovalía sino
hasta los ocho años, los niños menores demuestran con su conducta que lo tienen.
Cuando la autoestima es alta, un niño se siente motivado para conseguir lo que desea.
Sin embargo, si es contingente al éxito, los niños pueden ver el fracaso o las críticas
como una censura a su valor y sentirse incapaces de hacer mejor las cosas.
Patrón indefenso: referido en ocasiones como “indefensión aprendida”. Un niño
“indefenso” puede sentirse avergonzado y rendirse; no espera tener éxito y por ende no
lo intenta. Mientras los niños mayores que fracasan concluyen que son “tontos”, los
preescolares interpretan el fracaso como una indicación de que son “malos”.
La capacidad para entender y regular, o controlar, los sentimientos es uno de los
avances principales de la niñez temprana. Los preescolares pueden hablar sobre sus
sentimientos y a menudo logran distinguir los sentimientos de otros y entender que las
emociones están relacionadas con experiencias y deseos.
La mayoría de los niños adquiere una comprensión más compleja de las emociones
contradictorias durante la niñez media, comprenden que pueden experimentar
reacciones emocionales contrarias simultáneamente.
Las emociones dirigidas hacia el yo, como la culpa, la vergüenza y el orgullo, por lo
general se desarrollan hacia el final del tercer año, una vez que los niños han adquirido
conciencia de sí mismos y aceptan las normas de conducta establecidas por sus padres.
Sin embargo, a menudo, incluso los niños un poco mayores carecen de la complejidad
cognoscitiva necesaria para reconocer esas emociones y qué las produce.
La tercera etapa del desarrollo psicosocial propuesto por Erikson, iniciativa frente a
culpa, es la etapa en la cual los niños equilibran el impulso por perseguir metas con las
reservas acerca de hacerlo. El conflicto surge del deseo cada vez mayor de planear y
realizar actividades y de los crecientes remordimientos de conciencia ante ese deseo.
Los niños que aprenden cómo regular esas pulsiones contrarias desarrollan la virtud del
propósito, el valor de prever y perseguir metas sin inhibirse demasiado por la culpa o el
temor al castigo.
La identidad de género, es decir, la conciencia de la feminidad o masculinidad y sus
implicaciones en la sociedad, constituye un aspecto importante del desarrollo del
autoconcepto. Las diferencias de género implican diversidades psicológicas o
conductuales entre hombres y mujeres. Entre las principales diferencias destacan el
mejor desempeño motriz de los niños, en especial después de la pubertad y su
propensión, moderadamente mayor, a la agresión física a partir de los dos años. Las
diferencias cognoscitivas de género son pocas y pequeñas.
Por supuesto, es necesario recordar que las diferencias de género son válidas para
grandes grupos de niños y niñas, pero no necesariamente para los individuos. Conocer
el sexo de una criatura no nos permite predecir si ésta en particular será más veloz, más
fuerte, más inteligente, más obediente o más asertiva que otra.
Roles de género: conductas, intereses, actitudes, habilidades y rasgos que una cultura
considera apropiados para cada sexo; son diferentes para hombres y mujeres.
Tipificación de género: proceso de socialización por medio del cual los niños aprenden
a temprana edad los roles de género apropiados.
Estereotipos de género: generalizaciones preconcebidas acerca de la conducta
masculina o femenina.
Teoría Descripción
Enfoque biológico Muchas de las diferencias conductuales entre los
sexos pueden explicarse con base en diferencias
biológicas.
Enfoque evolutivo Los niños desarrollan roles de género en
preparación para el apareamiento y la conducta
reproductiva adulta.
Enfoque psicoanalítico La identidad de género ocurre cuando el niño se
identifica con el padre del mismo sexo.
Enfoque cognoscitivo Una vez que una criatura aprende que es niño o
Teoría del desarrollo niña, clasifica por género la información sobre la
cognoscitivo conducta y actúa en consecuencia.
Teoría del esquema de género El niño organiza la información acerca de lo que
se considera apropiado para un niño o una niña
sobre la base de lo que una cultura particular
establece y se comporta de acuerdo a ello.
Enfoque del aprendizaje social El niño clasifica por género porque la cultura
Teoría cognoscitiva social establece que éste es un esquema importante. El
niño combina mentalmente observaciones de
conductas de género y crea sus propias
variaciones conductuales.
El juego contribuye a consolidar todos los dominios del desarrollo. Por medio del juego
los niños estimulan los sentidos, ejercitan sus músculos, coordinan la visión con el
movimiento, obtienen dominio sobre su cuerpo, toman decisiones y adquieren nuevas
habilidades.
Juego funcional: juego que implica movimientos repetitivos de los músculos largos.
Juego constructivo: juego que implica el uso de objetos o materiales para hacer algo.
Juego dramático: juego que implica personas o situaciones imaginarias; se conoce
también como juego de simulación, juego de fantasía o juego imaginativo.
Juegos formales con reglas: juegos organizados con procedimientos y
penalizaciones conocidas.
La segregación por sexo es común entre los niños en edad preescolar y se vuelve más
común en la niñez media; una tendencia que aparentemente es universal entre las
culturas. Las niñas suelen elegir a otras niñas como compañeras de juego mientras que
los niños prefieren a otros niños. Mientras que los varones juegan de manera
espontánea en las aceras, calles o terrenos baldíos, las niñas suelen elegir actividades
más estructuradas supervisadas por un adulto.
Los valores culturales influyen en los ambientes de juego que los adultos disponen para
los niños, ambientes que repercuten a su vez en la frecuencia de formas específicas de
juego entre las culturas.
En el campo del desarrollo humano, la disciplina se refiere a los métodos para moldear
el carácter y para la enseñanza de autocontrol y de la conducta aceptable.
A veces los padres castigan a sus hijos para erradicar la conducta indeseable, pero los
niños por lo general aprenden más cuando su buena conducta es reforzada.