Encarnación Mendoza quería pasar la Nochebuena con su familia mientras huía de la justicia por haber matado a un cabo, así que se escondió en un cañaveral. Un niño llamado Mundito lo encontró allí y pensó que estaba muerto, informando a la policía. La policía encontró y mató a tiros a Encarnación Mendoza mientras trataba de escapar, arruinando sus planes de celebrar la Nochebuena con su familia.
Encarnación Mendoza quería pasar la Nochebuena con su familia mientras huía de la justicia por haber matado a un cabo, así que se escondió en un cañaveral. Un niño llamado Mundito lo encontró allí y pensó que estaba muerto, informando a la policía. La policía encontró y mató a tiros a Encarnación Mendoza mientras trataba de escapar, arruinando sus planes de celebrar la Nochebuena con su familia.
Encarnación Mendoza quería pasar la Nochebuena con su familia mientras huía de la justicia por haber matado a un cabo, así que se escondió en un cañaveral. Un niño llamado Mundito lo encontró allí y pensó que estaba muerto, informando a la policía. La policía encontró y mató a tiros a Encarnación Mendoza mientras trataba de escapar, arruinando sus planes de celebrar la Nochebuena con su familia.
Encarnación Mendoza huía de la justicia por haber matado al cabo Pomares
quien lo había ofendido al abofetearlo. Encarnación Mendoza quería pasar la nochebuena con su mujer y sus hijos y sabía que debía buscar un escondite, y no sabía elegir si irse a los cerros o en el cañaveral y escogió el cañaveral, donde se quedó dormido. Este Empezaba a sentirse tranquilo porque tenía la seguridad de que había escogido el mejor lugar para esconderse. La madre de Mundito tenía unos centavos y mando a Mundito a la bodega para que comprara harina, bacalao y algo de manteca para celebrar la Nochebuena con sus seis pequeños hijos. Al salir de compras, Mundito cruzo por donde estaba escondido el fugitivo y lo confundió con un muerto. Y al llegar al pueblo le conto lo que vio a los policías los cuales salieron a perseguirlo. Encarnación Mendoza no era hombre fácil. Pero a eso de las tres, en el camino que dividía el cañaveral de los cerros recibió catorce tiros que le cegaron la vida. en medio de aguacero bajaron el cadáver de Encarnación Mendoza a su casa. Y allí Mundito dijo : —¡Mama, mi mama!.. ¡Ese fue el muerto que yo vide hoy en el cañaveral!