Está en la página 1de 17

Ruanda y Darfur: un análisis comparativo

Ruanda y Darfur: un análisis comparativo*

Scott Straus

Resumen
Este artículo ofrece un análisis comparativo del genocidio en Ruanda y en
Darfur. En la primera mitad se estudian los patrones y orígenes de la violencia
en ambos casos y, a partir de la comparación, se sacan conclusiones respecto
de las causas del genocidio. El análisis permite notar que los dos casos mues-
tran un carácter similar de violencia, aunque en Ruanda fue más extrema, más
exterminadora y más participativa que en Darfur. Ambos episodios ocurrieron
en medio de una guerra civil, en períodos de transición política, en países con
historiales de nacionalismo étnico, y en regiones en donde las poblaciones
étnicas en conflicto vivían con cierta proximidad. Sin embargo, el estado en
Ruanda es más compacto, centralizado y efectivo, lo que podría explicar la
diferencia en la intensidad de la violencia. La segunda mitad del artículo se
centra en la respuesta internacional ante el genocidio en ambos casos. Con
respecto a Ruanda, los observadores hicieron hincapié en la importancia de
usar la etiqueta “genocidio” y crear representaciones internas; Darfur demostró
que ambas estrategias no son suficientes. En respuesta a Darfur, funcionarios
de los Estados Unidos declararon que estaba ocurriendo “genocidio” y se for-
mó una coalición de diversidad política de la sociedad civil para presionar a
la administración. De todas formas, el resultado global en los dos casos, en
términos de ausencia de una política efectiva para detener el genocidio, fue el
mismo. En el artículo se sostiene que focalizarse con tanta intensidad en una
determinación de “genocidio” puede ser contraproducente, que las políticas
internacionales son importantes pero que la movilización por Darfur fuera de
los Estados Unidos fue débil, y que se deben aclarar los protocolos para el uso
de la fuerza con el fin de prevenir el genocidio.

* Traducción: Daniela Szenkman. Este artículo fue extraído de Journal of Genocide Studies and Prevention 1, 1 (Julio
2006), pp. 41-46, Scott Straus, “Everyday ethnicities: identity and reconciliation among Rwandan youth”, con dere-
cho no exclusivo de edición en español. Se agradece la cesión de los derechos.

7
Revista de Estudios sobre Genocidio

Introducción violencia en Ruanda fue más extrema y ex-


terminadora que la de Darfur. El punto no
Desde que comenzó la crisis en Darfur es que la violencia de Ruanda fue peor que
en 2003, el genocidio ruandés de 1994 ha la de Darfur, ni que las víctimas de Ruan-
sido con frecuencia un punto de referen- da sufrieron más que las víctimas de Dar-
cia comparativo: algunos críticos llamaron fur. Desde el punto de vista de un sobre-
a la violencia en el oeste de Sudán “otra viviente, violencia es violencia; la pérdida
Ruanda”, otros la llamaron una Ruanda “en de un miembro de la familia es la pérdida
cámara lenta”. La mayoría de las veces, la de un miembro de la familia. Pero, desde
comparación tuvo dos connotaciones fun- una perspectiva de análisis comparativo,
damentales. La primera giraba en torno a la es importante observar las diferencias (y si-
violencia misma: estaba ocurriendo un ge- militudes) empíricas porque pueden llevar
nocidio nuevamente en Darfur y, por lo tan- a comprender mejor la dinámica de la vio-
to, Darfur era como Ruanda. La segunda lencia masiva. Este trabajo se centra solo
connotación se refería a la respuesta inter- en dos casos, por lo tanto la posibilidad
nacional ante la violencia: como en Ruan- de generalizar las deducciones teóricas es
da, la comunidad internacional no estaba limitada. Sin embargo, en tanto la analo-
actuando para detener el genocidio y, por gía entre Ruanda y Darfur es elaborada a
consiguiente, Darfur era como Ruanda. menudo, y en tanto el análisis comparativo
Los dos argumentos comparativos son puede llevar a una comprensión más valio-
adecuados en cierta medida. No obstan- sa, continuaré con esa línea de trabajo.
te, merecen ser analizados más de cerca. En términos generales, el artículo está
¿Hasta qué punto son similares los patro- dividido en dos secciones, cada una de las
nes de violencia en Ruanda y Darfur? ¿Has- cuales tiene varias subdivisiones. En la pri-
ta qué punto son diferentes? Desde una mera sección principal abordo la dinámica
perspectiva internacional, ¿de qué modo la del genocidio en ambos casos, tratando
respuesta frente a Darfur es similar a la de los patrones fundamentales de violencia
Ruanda o diferente de ella? Las respuestas en Darfur y en Ruanda así como factores
a estas preguntas tienen un valor episte- causales comunes a ambos casos. Luego
mológico inherente, pero también son de expongo algunas observaciones teóricas
relevancia teórica y práctica. Desde el pun- basadas en el análisis, donde noto tanto si-
to de vista teórico, ¿qué implican las simili- militudes como diferencias. En la segunda
tudes y diferencias entre ambos casos con sección principal abordo la respuesta inter-
respecto a por qué ocurren los genocidios? nacional en ambos casos. Aquí me concen-
Desde una perspectiva práctica, ¿qué de- tro en tres áreas: el debate en torno al em-
muestran las reacciones internacionales pleo de la etiqueta “genocidio” en los dos
ante ambos acontecimientos respecto de casos; la formación de una representación
la efectividad de estrategias específicas de interna en los Estados Unidos que llamara
prevención (o su falta)? a la prevención (o su falta) y, por último, los
Este artículo aborda los casos de Dar- obstáculos internacionales a la prevención.
fur y Ruanda con tales preguntas y obje-
tivos comparativos en mente. El propósito
central es el de analizar las similitudes y di- La dinámica del genocidio en Darfur
ferencias entre los dos casos en función de y Ruanda
obtener deducciones teóricas y prácticas.
El artículo no hace afirmaciones normati- Patrones de violencia
vas sobre las diferencias y similitudes en- Un nexo de comparación entre los dos
tre los casos. Sostengo, más abajo, que la casos concierne a la intensidad de la vio-

8
Ruanda y Darfur: un análisis comparativo

lencia, en particular, la tasa de asesinatos en que comenzó la violencia en las dife-


(esto es, el número de muertes a través rentes regiones, pero finalmente la violen-
del tiempo). Hasta abril de 2006*, los ata- cia genocida tuvo lugar en casi todas las
ques a gran escala a poblaciones civiles áreas del país que estaban bajo el control
en Darfur habían continuado durante tres del gobierno. La mayoría de los asesina-
años, con algunas variaciones a lo largo tos sucedieron durante las primeras cinco
del tiempo. A juzgar por los datos existen- semanas del genocidio. Datos detallados
tes, parece que los ataques aumentaron a de una región (Prefectura de Kibuye) indi-
fines de 2003 y principios de 2004, y dismi- can que en las dos primeras semanas del
nuyeron a comienzos de 2005. Además, la genocidio ya se había cometido cerca del
violencia parece concentrarse en algunas 80% de todos los asesinatos que hubo3.
partes de Darfur y no en otras1. El número Los cálculos del número de muertes en
de muertes durante este período está su- Ruanda van desde quinientos mil a un mi-
jeto a cierta controversia. Algunos estiman llón; los diferentes cálculos dependen, en
entre 63.000 y 140.000 las muertes de civi- principio, de cuántos tutsis supuestamen-
les relacionadas con la violencia, mientras te vivían en Ruanda antes del genocidio.
que otros calculan 400.000 muertes (la po- Así, hasta una estimación baja del número
blación de Darfur antes de que comenzara de muertes da una proporción muy alta del
la violencia era de 6.500.000 habitantes, número de tutsis asesinados, como por-
aproximadamente). El cálculo bajo pro- centaje de la población tutsi preexistente.
viene de un informe de 2005 del Departa- Por ejemplo, en uno de los mejores estu-
mento de Estado de los Estados Unidos. dios sobre genocidio, Alison Des Forges
El cálculo alto proviene de un informe de arroja una estimación baja de quinientos
2005 publicado por la Coalición por la Jus- mil tutsis asesinados, pero tal suma equi-
ticia Internacional (CIJ)** basado en inves- vale al 75% de todos los residentes tutsis
tigaciones llevadas a cabo junto a otros de Ruanda antes del genocidio4.
académicos2. Las razones principales de Todavía no hay cálculos proporciona-
los cálculos divergentes en estos informes les similares en Darfur. En otras palabras,
están relacionadas con los supuestos so- no se sabe exactamente qué porcentaje de
bre la constancia de la violencia a lo largo la población africana negra de Darfur pre-
del tiempo, sobre la distribución de la vio- existente conforman los africanos negros
lencia en las regiones a lo largo y ancho de Darfur que fueron asesinados. Dicho
de Darfur y sobre si los datos de sondeos esto, es probable que la proporción sea
existentes son representativos. menor. Hasta abril de 2006, había muchos
Por el contrario, el genocidio ruandés más africanos negros de Darfur que fue-
tuvo lugar durante el período de 100 días ron desplazados que africanos negros que
entre el 6 de abril y el 17 de julio de 1994. fueron asesinados por medios directos
Hubo variaciones en cuanto al momento o indirectos. Aquello es cierto a pesar de

*
Fecha en que se escribió el artículo.
1
Bureau of Intelligence and Research US Department of State, “Sudan: Death Toll in Darfur”, hoja informativa, 25 de
marzo de 2005. http://www.state.gov/s/inr/rls/fs/2005/45105.htm[consulta: 24 de abril de 2006]; International Crisis
Group, To Save Darfur, Bruselas, 17 de marzo de 2006.
**
En inglés, Coalition for International Justice (CIJ).
2
Coalition for International Justice (CIJ), “New Analysis Claims Darfur Deaths Near 400,000”, Washington, DC, 21 de
abril de 2005; John Hagan, Wenona Rymond-Richmond y Patricia Parker, “The Criminology of Genocide: The Death
and Rape of Darfur”, Criminology, 43, 2005. pp. 525-61.
3
Scott Straus, The Order of Genocide: Race, Power, and War in Rwanda, Ithaca, Nueva York, Cornell University Press,
2006. De no indicarse lo contrario, el análisis del genocidio ruandés para este artículo proviene de esta fuente.
4
Alison Des Forges, Leave None to Tell the Story: Genocide in Rwanda, Nueva York, Human Rights Watch, 1999.

9
Revista de Estudios sobre Genocidio

que, hasta la fecha*, la violencia en Darfur remos, es muy diferente de lo que pasó en
ha durado diez veces más que en Ruan- Ruanda.
da. En resumen, la violencia en Ruanda fue La violencia en Darfur ha sido, principal-
más extrema que la de Darfur, más rápida mente, contra los africanos negros; allí, la
y más asesina. etnicidad es compleja, y retomo este tema
Los métodos de violencia siguen la más adelante. Pero los perpetradores a me-
misma lógica. En Darfur, el desplazamien- nudo caracterizaban a los blancos de su vio-
to forzoso, la destrucción de pueblos, la lencia como “negros”, “nubas” o “zurgas”;
destrucción de los medios de superviven- en Darfur habitan tres tribus grandes de afri-
cia, el asesinato de hombres y las violacio- canos negros –los fur, los masalit y los zag-
nes masivas son los principales métodos hawa– y parece ser que los perpetradores
de violencia5. De todos estos, el desplaza- atacan a cualquiera que pertenezca a estos
miento forzoso y la destrucción de pueblos grupos. Varias investigaciones concuerdan
son los principales métodos de violencia en este punto: la violencia está dirigida a las
y las principales causas de mortalidad en poblaciones africanas negras de Darfur7.
Darfur. Al no tener acceso a alimentos, En Darfur, los perpetradores son prin-
agua potable, refugio y atención médica, cipalmente soldados del gobierno o mili-
muchos desplazados de Darfur murieron cias; la Fuerza Aérea Sudanesa también ha
de alguna enfermedad o por desnutrición. participado de los ataques bombardeando
Según el informe de la CIJ, los asesinatos aldeas antes de que los soldados y las mi-
directos conforman alrededor del 35% de licias iniciaran los ataques terrestres. Hay
todas las muertes6; también según el infor- muchas pruebas de que la milicia, el ejérci-
me de la CIJ, el número de desplazados to y la fuerza aérea actúan de forma coordi-
en Darfur es, aproximadamente, diecisiete nada. Los soldados y las milicias duermen
veces el número de personas asesinadas en los mismos campamentos; el gobierno
directamente. (Al momento de escribir este también abastece a las milicias, que son
artículo se estimaba que 2.400.000 perso- frecuentemente llamadas “janjaweed” o
nas se habían visto forzadas a dejar sus “janjiwid”8. Después de investigar el tema
hogares y estaban viviendo como refugia- en profundidad, funcionarios del Departa-
dos en el Chad o como desplazados inter- mento de Estado de los Estados Unidos
nos [IDP, del inglés “internally displaced concluyeron que había coordinación directa
people”] en Sudán). En resumen, el des- entre las fuerzas armadas sudanesas y las
plazamiento forzoso –y las enfermedades milicias9. Los líderes de las milicias tampo-
y la desnutrición que trae aparejadas– es co tienen inconveniente en admitir que es-
la causa principal de muerte y, como ve- tán actuando bajo órdenes del gobierno10.

*
Abril de 2006.
5
Report of the International Commission of Inquiry on Darfur to the United Nations Secretary-General, 25 de enero de
2005, http://www.un.org/News/dh/sudan/com_inq_darfur.pdf [consulta: 19 de abril de 2006] [Informe de la COI-UN
Commission of Inquiry]; Amnesty International, “Sudan, Darfur: Rape as a Weapon of War: Sexual Violence and Its
Consequences”, Documento de AI AFR 54/076/2004, 19 de julio de 2004; Human Rights Watch, Darfur Destroyed:
Ethnic Cleansing by Government and Militia Forces in Western Sudan, Nueva York, Human Rights Watch, 2004; Julie
Flint y Alex de Waal, Darfur: A Short History of a Long War, Nueva York, Zed Books, 2005; Gerard Prunier, Darfur: The
Ambiguous Genocide, Ithaca, Nueva York, Cornell University Press, 2005.
6
CIIJ, “New Analysis”.
7
Informe de la COI; Flint y de Waal, Short History; Prunier, Darfur; Departamento de Estado de los Estados Unidos,
Documenting Atrocities in Darfur, 21 de septiembre de 2004, http://www.state.gov/g/drl/rls/36028.htm [consulta: 24
de abril de 2006].
8
Flint y de Waal, Short History.
9
Departamento de Estado de los Estados Unidos, Documenting Atrocities.
10
Flint y de Waal, Short History.

10
Ruanda y Darfur: un análisis comparativo

¿Cómo se compara este caso con la tutsis fueron ocupados durante y después
situación de Ruanda? En términos genera- del genocidio. Pero en Ruanda, a diferen-
les, el carácter de la violencia era similar: en cia de Darfur, fueron pocos los pueblos (o
ambos casos la violencia fue dirigida por el distritos administrativos) destruidos por
Estado hacia una población étnica particu- completo: antes del genocidio, hutus y
lar y buscaba destruir en gran parte a esta tutsis vivían unos al lado de otros en todo
población étnica. Si la norma reglamenta- el país; casi no había distritos administrati-
ria para determinar qué es “genocidio” es vos donde vivieran solo tutsis. Como con-
la establecida por el Tribunal Penal Inter- secuencia, la destrucción de hogares fue
nacional para la ex Yugoslavia, entonces selectiva, mientras que en Darfur se des-
ambos son casos de genocidio. Habiendo truían aldeas enteras a diario.
dicho esto, la muerte directa fue el método En lo que respecta a los perpetrado-
de violencia principal en Ruanda: donde se res, tal como en Darfur, entre los genoci-
encontraban tutsis, la mayoría de las veces das de Ruanda había soldados, policía y
se los mataba; hubo relativamente poco milicias. En muchos casos, los soldados y
desplazamiento forzoso. La violencia en las milicias ruandeses cumplieron un papel
Ruanda ocurrió a lo largo y ancho del país decisivo en las masacres más grandes en
(y no en una sola región) y durante un pe- iglesias, escuelas y otros lugares donde
ríodo mucho menor. Además, en Ruanda se reunían grandes números de tutsis. Sin
los perpetradores atacaron y asesinaron embargo, una diferencia entre los dos ca-
a políticos de la oposición y a hutus que sos es la que respecta a la movilización de
se negaban abiertamente a participar del civiles. En Ruanda, los oficiales militares y
genocidio. Tal violencia intraétnica parece funcionarios del Estado buscaban delibe-
estar menos presente en Darfur. radamente –y a veces necesitaban– la par-
Ruanda, como Darfur, experimentó ticipación de grandes números de civiles
importantes niveles de violencia sexual. Al- hutu que, hasta ese momento, no habían
gunos autores calculan que se cometieron tenido historial previo de violencia. El resul-
entre 250.000 y 500.000 violaciones duran- tado fue que, si bien los soldados y las mi-
te el genocidio ruandés. No obstante, esa licias con frecuencia estaban involucrados
cifra es una estimación algo imprecisa, ya en los asesinatos de mayor magnitud, pro-
que está basada en el número de emba- bablemente hubo mayor número de civiles
razos por violaciones que fueron reporta- que perpetraron genocidio de lo que hubo
dos después del genocidio11. La violencia soldados y milicias entrenadas militarmen-
sexual es denunciada con tanta frecuencia te. En Darfur, la participación de civiles pa-
en Darfur que probablemente sea más co- rece estar menos presente.
mún en ese caso que en el de Ruanda12. La violencia de Darfur y la de Ruanda
Es preciso investigar más sobre el tema. son ejemplos de violencia a gran escala,
Como en Darfur, la destrucción y los sa- dirigida por el Estado contra poblaciones
queos de propiedades también fueron civiles, definidas en términos étnicos. Am-
rasgos de la violencia en Ruanda: muchos bos casos tuvieron como consecuencia
hogares de tutsis y hutus disidentes fue- una cantidad masiva de víctimas (en Dar-
ron destruidos, tanto antes como después fur, continúa habiendo víctimas), ambos
de matar a los tutsis; también los hogares se caracterizan por importantes niveles

11
Human Rights Watch, Shattered Lives: Sexual Violence during the Rwandan Genocide and Its Aftermath, Nueva York,
Human Rights Watch, 1996. p. 13.
12
Ver Kelly Dawn Askin, “Holding Leaders Accountable in the International Criminal Court (ICC) for Gender Crimes
Committed in Darfur”, Genocide Studies and Prevention, 1, 2006. pps. 13-28.

11
Revista de Estudios sobre Genocidio

de violencia sexual y ambos involucran piados, ya que ambas poblaciones, en par-


soldados y milicias. Las diferencias prin- te debido a los matrimonios mixtos, tienen
cipales se relacionan con la intensidad. La apariencias físicas similares y técnicamen-
violencia en Ruanda fue más rápida, más te todos son africanos. Los grupos también
exterminadora y más participativa –esto son uniformemente musulmanes. Sin em-
es, implicó la participación de un número bargo, las categorías sociales de “árabe” y
mucho mayor de civiles– que la de Darfur. “africano negro” existen y son muy impor-
En resumen, estos son casos de un mismo tantes para los habitantes de Darfur.
género; son ambos casos de genocidio, si En los últimos años, la tensión entre
la norma para genocidio es la Convención árabes y africanos negros en la región au-
de Naciones Unidas para la Prevención y mentó por diversos factores. A partir de los
la Sanción del Delito de Genocidio (UNCG años ochenta, en particular, la sequía, la
por su sigla en inglés). No obstante, los hambruna y la desertificación aumentaron
dos casos no son idénticos. la competencia por los escasos recursos,
en particular el agua y las tierras de pasto-
Orígenes de la violencia en Darfur reo. Los pastores invadieron las tierras de
Las raíces de la violencia en Darfur y en los agricultores, lo que condujo a que las
Ruanda son complejas, pero ambos casos dos partes se armaran. Algunos pastores
presentan algunas similitudes que, en sí nómadas comenzaron a comprar armas
mismas, tienen implicaciones teóricas. La para proteger su ganado y para aumentar
violencia de Darfur tiene causas locales, na- los límites de las áreas donde deambula-
cionales y regionales que se cruzan, y algu- ban sus animales, mientras que los gran-
nas de ellas se remontan a varias décadas. jeros compraban armas para proteger sus
El primer motivo de la violencia de lar- tierras13.
ga data en Darfur se relaciona con conflic- Las políticas y decisiones nacionales
tos por los recursos locales y con conflictos acrecentaron las tensiones locales. Los
de carácter étnico. La identidad en Darfur árabes del norte han dominado el estado
no es un tema sencillo (tampoco lo es en sudanés desde la independencia. Esa do-
Ruanda). En la región habitan más de tres minación es la fuente de una guerra civil
docenas de grupos étnicos y subétnicos, que viene de hace tiempo entre el norte y
pero entre esos grupos se cruzan dos divi- el sur de Sudán. A medida que el conflicto
siones principales: la primera, entre granje- se intensificaba, los líderes del gobierno de
ros sedentarios y pastores seminómadas; Jartum, la capital, respaldaron a los árabes
la segunda, entre africanos negros y ára- de la región. Los líderes del norte sumi-
bes. En general, las dos divisiones coinci- nistraron armas a los árabes locales y los
den en parte, esto es, las familias árabes ascendieron en puestos del gobierno local,
suelen dedicarse al pastoreo seminómada, lo que incrementó el poder y la influencia
mientras que los africanos negros suelen árabe en la región y marginó a los africa-
dedicarse a la agricultura sedentaria. Sin nos negros14.
embargo, muchas familias árabes se de- Hubo, también, una fuerza motriz re-
dican a la agricultura y muchas familias gional proveniente de un conflicto entre el
negras africanas, a la ganadería. Los dos Chad y Libia. Con el propósito de derrocar
grupos también participan de trabajos no el gobierno del Chad, el líder libio Muam-
agrícolas ni ganaderos. Además, “africano mar al-Gaddafi financió a los rebeldes cha-
negro” y “árabe” son términos poco apro- dianos que tenían su base en Darfur. La

13
Flint y de Waal, Short History.
14
Idem. Prunier, Darfur.

12
Ruanda y Darfur: un análisis comparativo

presencia de rebeldes chadianos en Dar- guerra en el sur por sí misma ha tenido un


fur entre las décadas de 1970 y 1980 tuvo costo estimado de dos millones de vícti-
dos consecuencias principales. La primera mas. Sin embargo, a partir de 2001 el go-
fue la disponibilidad de armas baratas, lo bierno y el movimiento rebelde principal, el
que facilitó que árabes y africanos locales Movimiento Popular de Liberación de Su-
se armaran; la segunda fue que los chadia- dán (SPLM*), aceptaron las negociaciones
nos y los libios, en particular, introdujeron y de paz generales. Después de numerosas
fomentaron la ideología de la supremacía rondas de conversaciones, ambos lados
árabe en Darfur. Libia también es la fuente llegaron a un acuerdo: en enero de 2005 el
de una organización de supremacía árabe gobierno y las delegaciones rebeldes deci-
darfurense llamada la “Reunión Árabe” o dieron poner fin a la guerra, lo cual recibió
“Unión Árabe”15. un gran apoyo internacional. No obstante,
Todavía no es clara la secuencia de es- no había representantes de Darfur en las
tas influencias locales, nacionales y regio- negociaciones. Los africanos negros de
nales. Pero este debate resalta dos puntos Darfur, que se habían sentido marginados
importantes: primero, el conflicto entre ára- debido a la discriminación respaldada por
bes y africanos negros en Darfur era real y el gobierno y que, en el pasado, habían en-
notable antes de que estallara la violencia trado en conflicto con los árabes locales,
masiva de 2003; el conflicto se profundi- estaban preocupados por su futuro en el
zó durante la década de 1980 y continuó Sudán de posguerra. Tales preocupacio-
durante los años noventa. Segundo, las nes condujeron a dos grupos africanos ne-
divisiones étnicas tienen historia: no es un gros a iniciar una rebelión armada contra el
conflicto basado en “antiguos odios” sino estado sudanés en 200317.
uno en el cual determinadas condiciones La guerra civil es la otra principal causa
e influencias acrecentaron la predominan- directa del genocidio en Darfur. Después
cia de la etnicidad y agudizaron la tensión de haber iniciado oficialmente la rebelión,
entre los grupos. Como sostienen algunos los rebeldes de Darfur ganaron una serie
darfurenses, “El conflicto define los oríge- de batallas contra las fuerzas del gobier-
nes”, es decir, las divisiones basadas en no18. La reacción del gobierno fue proveer
la identidad son tanto las consecuencias de armas y respaldar a las milicias árabes;
como las causas de la violencia16. juntos, apuntaron a los rebeldes y a sus su-
Hay otra causa –más cercana– de la puestos partidarios: los “negros africanos”
violencia en Darfur: el desenlace gradual se convirtieron en el enemigo. Las conse-
de la guerra civil entre el gobierno del nor- cuencias son las que hemos visto: ataques
te, dominado por los árabes, por un lado, coordinados entre las milicias y el ejército
y los negros animistas y cristianos del sur, contra la población africana negra de Dar-
por el otro. Varias repeticiones de la guerra fur. La meta –según un documento citado
entre el norte y el sur aquejaron a Sudán por Julie Flint y Alex de Waal– pasó a ser
por casi diez años desde la independencia “cambiar la demografía de Darfur y vaciarlo
de Gran Bretaña, en 1956. Desde 1983, la de tribus africanas”19.

15
Flint y de Waal, Short History. p. 38; Prunier, Darfur. p. 45.
16
Flint y de Waal, ibid. p. 7.
*
En inglés, Sudan People’s Liberation Movement.
17
Ibid.; International Crisis Group, Darfur Rising: Sudan’s New Crisis, Bruselas, 25 de marzo de 2004; International
Crisis Group, Darfur Deadline: A New International Action Plan, Bruselas, 23 de agosto de 2004.
18
Flint y de Waal, Short History.
19
Ibid., 106.

13
Revista de Estudios sobre Genocidio

Orígenes de la violencia en Ruanda (constituían alrededor del 85% de la pobla-


Los orígenes de la violencia en Ruanda ción). Los belgas, a la larga, respaldaron
tienen mucho en común con los de Dar- esa posición, lo que dio origen a la “Re-
fur. En Ruanda, la etnicidad constituía una volución hutu”, por la cual los tutsis fueron
notable división preexistente a la violencia violentamente desplazados del poder, se
masiva aunque, como en Darfur, la diferen- abolió la monarquía y los hutus pasaron a
cia étnica en sí misma y por sí misma tam- dominar la nueva Ruanda independiente.
poco generó violencia en la mayoría de las Una ideología de la dominación hutu conti-
épocas. En Ruanda hay dos agrupaciones nuó siendo parte de la cultura política ruan-
étnicas principales, la hutu y la tutsi (aun- desa, en particular entre las elites, aunque,
que otras identidades, como la regional, la en la cotidianeidad, hutus y tutsis comunes
de clase y la de clan, también son impor- y corrientes interactuaban sin hostilidad la
tantes). Los hutus y los tutsis no encajan mayoría de las veces, desde la indepen-
en un modelo estándar de grupos étnicos dencia hasta la década de 1990.
profundamente divididos, ya que ambos Al igual que en Darfur, el genocidio de
hablan la misma lengua, practican las mis- Ruanda también tuvo causas directas. En
mas religiones, viven en las mismas regio- particular, la violencia masiva en Ruanda
nes, y comparten muchos otros atributos. tuvo lugar durante la guerra civil; Ruanda
Además, hutus y tutsis a menudo se casa- experimentó dos fases principales de la
ban entre sí, al menos antes del genocidio. guerra. Entre 1990 y 1993, los rebeldes
Dicho eso, Ruanda tiene una historia dominados por tutsis lucharon contra las
pronunciada de ideologías políticas basa- fuerzas del gobierno dirigido por hutus. En
das en la etnicidad y la raza. Esa historia agosto de 1993, las dos partes firmaron
es larga (y supera los límites de este artí- un acuerdo de paz, pero el 6 de abril de
culo), pero es fundamental comprender los 1994 el presidente ruandés fue asesina-
períodos colonial y de independencia. La do, lo que provocó una nueva ronda de la
experiencia colonial racializó y endureció guerra civil. El genocidio ocurrió durante la
identidades que antes eran más fluidas y segunda fase de la guerra civil, y la lógica
complejas20. La naturaleza precisa de las de la guerra fue central a las razones para
categorías hutu y tutsi precoloniales no matar a civiles tutsi. Los tutsis –todos los
está clara, pero se relacionaban con el es- tutsis– fueron catalogados de cómplices
tatus, la actividad económica y la relación rebeldes y asesinados en calidad de “ene-
con la monarquía. Sin embargo, los euro- migos” durante la guerra.
peos consideraban que hutu y tutsi eran Como en Darfur, la violencia en Ruan-
razas, y los colonialistas favorecían a los da ocurrió durante un período de agitación
tutsis, por creer que eran una raza supe- política. En Sudán, los orígenes del cambio
rior. Entonces, en el sistema colonial, se fa- y la inestabilidad políticos fueron las nego-
vorecía sistemáticamente a los tutsis, y se ciaciones de paz con los rebeldes del sur
desarrolló un discurso racial muy elabora- y el faccionalismo dentro del partido domi-
do para apoyar el poder tutsi. Tal situación nante21. En Ruanda, las fuentes del cambio
cambió con la independencia, cuando las y de la inestabilidad fueron la guerra civil,
contraelites hutu arguyeron que los hutus las negociaciones de paz y la transición de
debían gobernar porque eran la mayoría un Estado monopartidista a uno multiparti-

20
Jean-Pierre Chretien, The Great Lakes of Africa: Two Thousand Years of History, trad. al inglés, Scott Straus, Zone
Books, Nueva York, 2003; Mahmood Mamdani, When Victims Become Killers: Colonialism, Nativism, and the Geno-
cide in Rwanda, Princeton, Nueva Jersey, Princeton University Press, 2001.
21
International Crisis Group, Sudan’s Comprehensive Peace Agreement: The Long Road Ahead, 31 de marzo de 2006;
Prunier, Darfur.

14
Ruanda y Darfur: un análisis comparativo

dario. En Ruanda, la guerra civil desplazó del estado sudanés de tener un control lo-
a decenas de miles; el acuerdo de paz de cal y movilizar civiles es menor que la de
1993 llamaba a la reestructuración del ejér- Ruanda. De allí los patrones de violencia:
cito; y el multipartidismo debilitó y amena- en Darfur, la violencia es más lenta, menos
zó el poder de las elites dominantes (como intensa y menos participativa que en Ruan-
lo hizo la guerra civil). da. El carácter de las instituciones públicas
En resumen, ambos episodios tienen y el poder estatal en ambos lugares podría,
factores causales en común. En especial, la en parte, explicar estas diferencias.
violencia tuvo lugar en medio de una gue-
rra entre gobiernos y grupos rebeldes que, Implicaciones teóricas
respectivamente, tenían fuertes identifica- ¿Cuáles son las implicaciones teóricas,
ciones étnicas. En ambos episodios, la vio- si las hay, de este breve análisis compara-
lencia ocurrió durante un período de cam- tivo? El análisis no es una evaluación de-
bio y agitación política. Y en los dos países finitiva de diferentes teorías sobre genoci-
preexistían ideologías políticas basadas en dio. No obstante, la comparación da lugar
la etnicidad y un historial de identificación a algunas conclusiones teóricas y también
étnica. El punto no es que había “antiguos proporciona pruebas que respaldan (y que
odios étnicos” en ambos lugares sino que quitan mérito) a las diferentes explicacio-
las clasificaciones étnicas y las ideologías nes de la violencia étnica masiva.
políticas étnicas eran significativas y tenían Considerados juntos, Darfur y Ruanda
resonancia antes de la violencia. aportan pruebas que respaldan la hipóte-
Pero, como fue dicho anteriormente, la sis de que el genocidio ocurre en períodos
violencia en Ruanda fue más intensa y más de agitación y transición política23. Por el
exterminadora que en Darfur. Una de sus contrario, tal evidencia les resta valor a
razones puede estar relacionada con el ca- teorías tales como las de Rudolph Rum-
rácter del poder estatal. A diferencia de Su- mel, quien sostiene que el poder absoluto
dán, Ruanda es un país con una población es una condición previa del genocidio 24.
compacta, densa, con instituciones pú- Tanto en Ruanda como en Darfur las eli-
blicas centralizadas y de intensidad local. tes nacionales optaron por medidas radi-
El estado ruandés también tiene un largo cales, genocidas, a medida que su poder
historial de trabajo forzado, historial que se debilitaba o amenazaba con debilitarse.
se remonta al período precolonial (y se ex- En ambos casos, el debilitamiento res-
tiende al período colonial y al poscolonial). pondía a divisiones bruscas dentro de las
La geografía se caracteriza por la exten- coaliciones gobernantes, la aproximación
sión de colinas cultivadas o de pastoreo, de las elecciones, en combinación con un
lo que hace a la población rural vulnerable limitado apoyo público a los partidos que
frente a la vigilancia local. Por el contrario, gobernaban, negociaciones de paz que
Sudán es un estado inmenso, escasamen- habrían conducido a cambios significati-
te poblado, con una estructura de gobier- vos, y la guerra civil. Fue en este contexto
no más descentralizada. Además, Darfur de poder fracturado y que fracturaba –y
ha experimentado la negligencia política no de una dictadura absoluta e indiscuti-
y administrativa desde mucho antes de la da– que las elites nacionales, que todavía
independencia22. Por ende, la capacidad dominaban instituciones clave como las

22
Prunier, Flint y de Waal, idem; Short History.
23
Barbara Harff, “No Lessons Learned from the Holocaust? Assessing Risks of Genocide and Political Mass Murder
since 1945”, American Political Science Review, 97, 2003. pp. 57-73.
24
Rudolph Rummel, Death by Government, New Brunswick, Nueva Jersey, Transaction, 1994.

15
Revista de Estudios sobre Genocidio

militares, optaron por emplear estrategias se aplica con claridad al caso de los na-
extremas en pos de conservar el control y zis, así como también al de los jémeres
la dominación. rojos, en Camboya. Sin embargo, Dar-
Darfur y Ruanda también proporcionan fur y Ruanda no apoyan la hipótesis con
pruebas que apoyan la hipótesis de que claridad. En ambos casos, las ideologías
guerra y genocidio están relacionados cau- de nacionalismo étnico y de dominio de
salmente. En ambos casos, el genocidio exclusividad étnica eran preexistentes a
sucedió durante períodos de una intensa la violencia (ver más abajo), pero en nin-
guerra civil. Los perpetradores de ambos guno parece haber los tipos de concep-
casos relacionaron la lógica de la guerra tos mesiánicos, metafísicos y fantásticos
con la lógica de la violencia masiva, esto es, asociados con la creación de perfección.
justificaron sus tácticas por ser de contrain- En Darfur y en Ruanda, la guerra, el po-
surgencia y en defensa propia. Además, en der fracturado, la agitación política y los
ambos casos la estrategia de violencia ma- miedos materiales asociados condujeron
siva tuvo lugar cuando las fuerzas del go- a la radicalización de las elites naciona-
bierno estaban a la defensiva. En Ruanda, les, más que las visiones revolucionarias,
las líneas duras hutu cometieron genocidio utópicas, de la sociedad.
cuando estaban perdiendo terreno frente Tanto Ruanda como Darfur señalan la
a los rebeldes; en Darfur, las líneas duras importancia del nacionalismo étnico, pero
propugnaron la violencia masiva después de modos sorprendentes. En Ruanda, una
de que los rebeldes obtuvieran una serie ideología del nacionalismo de mayoría hutu
de victorias. El hecho de que la guerra fue respaldó a cada gobierno posterior a la in-
un factor causal central al genocidio ruan- dependencia, antes del genocidio. En Su-
dés es una de las conclusiones principales dán, el nacionalismo árabe ha sido un ras-
de mi propia investigación 25; los estudio- go constante de los gobiernos de Jartum
sos del genocidio cada vez apuntan más desde la independencia28. Sin embargo, al
a la relevancia de la guerra26. Darfur aporta mismo tiempo, en ambos países la violen-
más evidencia que confirma el argumento. cia masiva ocurrió cuando las elites domi-
Episodios de guerra civil intensos y defen- nantes habían iniciado negociaciones de
sivos, combinados con agitación política y paz con grupos anteriormente excluidos,
poder fracturado, parecen conducir a me- o después de haberlo hecho. En Ruanda,
didas de extrema violencia por parte de las justo antes del genocidio, el gobierno de
elites gobernantes. Habyarimana había firmado un acuerdo de
Los estudiosos del genocidio han paz (los Acuerdos de Arusha) con los re-
destacado sistemáticamente una relación beldes tutsi; en Sudán, cuando estalló Dar-
entre las nociones ideológicas de perfec- fur, el gobierno de al-Bashir estaba en ple-
ción, utopía y pureza, por un lado, y de no proceso de concluir un acuerdo de paz
violencia masiva, por el otro 27 . La idea con rebeldes del sur. Muchos argumentan
de que el genocidio se basa en intentos que el acuerdo de paz de Ruanda llevó al
ideológicos verticalistas de crear utopías extremismo; el arreglo con los rebeldes tu-

25
Straus, Order of Genocide.
26
Manus Midlarsky, The Killing Trap: Genocide in the Twentieth Century, Nueva York, Cambridge University Press,
2005; Martin Shaw, War and Genocide: Organized Killing in Modern Society, Oxford, Polity Press, 2003; Benjamin
Valentino, Paul Huth, y Dylan Balch-Lindsay, “‘Draining the Sea’: Mass Killing and Guerilla Warfare”, International
Organization, 58, 2004. pp. 375-407.
27
Eric Weitz, A Century of Genocide: Utopias of Race and Nation, Princeton, Nueva Jersey,
28
Prunier, Darfur. Princeton University Press, 2003; Jacques Sémelin, Purifier et détruire. Usages politiques des mas-
sacres et génocides, París, Seuil, 2005.

16
Ruanda y Darfur: un análisis comparativo

tsi enojó a los nacionalistas, quienes luego parte del país está profundamente dividi-
recurrieron a medidas inadmisibles para da entre musulmanes árabes del norte y
conservar el poder29. No queda claro si en negros cristianos y animistas del sur. Pero
Sudán sucedió algo similar. Pero el genoci- Darfur no encaja en ese patrón: como se
dio no ocurrió durante un período de insis- dijo más arriba, la población de Darfur es
tencia oficial con respecto al nacionalismo uniformemente musulmana; los árabes y
étnico exclusivista; más bien, en los dos los africanos viven en relativa proximidad
casos, la violencia masiva tuvo lugar du- (al menos en comparación con los ára-
rante o después de negociaciones de paz bes y africanos negros de otras partes del
con “otros” que habían sido previamente país); y había algunos matrimonios mixtos
excluidos. Nada de esto le resta valor al entre los grupos.
argumento de que el nacionalismo étnico Por qué la proximidad étnica puede
es una base ideológica del genocidio30. No conducir a la violencia masiva es menos
obstante, empíricamente, la evidencia de claro. Puede ser que la proximidad aumen-
estos dos casos indica que el momento en te los temores de inseguridad en tiempos
que se desata la violencia masiva está re- de guerra; tal vez, que la oportunidad para
lacionado con el momento en que la exclu- la violencia sea mayor: si los grupos étni-
sividad étnica de una coalición dominante cos viven en regiones del país alejadas,
llega a su fin o amenaza con hacerlo. entonces se torna más difícil llevar a cabo
Ruanda y Darfur también aportan al- el asesinato en masa. Puede ser que la
gunas pruebas de la importancia de la cercanía aumente la información, lo que, a
etnicidad en el genocidio, pero, una vez su vez, facilita la matanza. Estas hipótesis
más, de modos inesperados. Algunas teo- (y otras) merecen mayor investigación. El
rías proponen que las divisiones profun- razonamiento no se aplica a todos los ca-
das, el odio y el prejuicio generalizado son sos de genocidio; no parecería funcionar,
condiciones esenciales de la violencia a por ejemplo, para el genocidio armenio
gran escala y el genocidio31. La etnicidad (aunque sí parece aplicarse a lo que suce-
era sustancial antes de la violencia masiva dió en Bosnia durante la década de 1990).
tanto en Darfur como en Ruanda. Sin em- El punto simplemente es que la evidencia
bargo, lo inusual de estos casos es que las de Darfur y Ruanda indica que la violencia
comunidades en cuestión vivían en relati- masiva ocurre entre comunidades étnicas
va proximidad, de este modo, tanto Darfur relativamente cercanas, y que esto puede
como Ruanda sugieren que la proximidad ofrecer algunas pistas de por qué ocurre la
étnica podría ser más importante que la violencia en estas proporciones.
distancia étnica en la generación de vio- Los diversos argumentos de esta sec-
lencia masiva. En Ruanda, hutus y tutsis ción no son exhaustivos ni concluyentes.
son poblaciones interconectadas: no sólo Pueden surgir objeciones a cada uno de
hablan la misma lengua, practican la mis- ellos. No toda guerra lleva al genocidio, no
ma religión, entre otras cosas, sino que todo período de inestabilidad política con-
también, antes del genocidio, eran veci- duce al extremismo, y hay muchos ejem-
nos a lo largo y ancho de todo el país y se plos de proximidad étnica en los cuales se
casaban entre ellos. En Sudán, una gran mantiene la paz a lo largo del tiempo. Cada

29
Gerard Prunier, The Rwanda Crisis: History of a Genocide, Nueva York, Columbia University Press, 1995.
30
Michael Mann, The Dark Side of Democracy: Explaining Ethnic Cleansing, Nueva York, Cambridge University Press,
2004.
31
Leo Kuper, Genocide: Its Political Use in the 20th Century, New Haven, Connecticut, Yale University Press, 1981;
Donald Horowitz, The Deadly Ethnic Riot, Berkeley y Los Ángeles, University of California Press, 2001.

17
Revista de Estudios sobre Genocidio

punto requiere refinamiento teórico. De to- (con respecto a Darfur continúa el debate),
das formas, la comparación pone en evi- aunque los resultados en ambos casos
dencia algunos patrones contraintuitivos y fueron diferentes. En el caso ruandés, ac-
arroja conclusiones teóricas, que, por su tores internacionales muy poderosos opta-
parte, señalan el camino para futuras in- ron por no usar la palabra “genocidio”. A
vestigaciones comparativas. los voceros del Departamento de Estado
de los Estados Unidos se les dijo que solo
podían hablar de “actos de genocidio”. Tal
Respuestas internacionales
directiva llevó al infame intercambio en el
Darfur y Ruanda son instructivos por lo cual la vocera Christine Shelly estaba sien-
que demuestran, no solo sobre dinámicas do presionada para determinar si estaba
causales, sino también sobre estrategias ocurriendo genocidio en Ruanda, pero solo
de prevención (o la falta de estas). Darfur aceptaba hablar de “actos de genocidio”.
y Ruanda son casos “negativos” en tanto Le preguntaron cuántos “actos de genoci-
que, en ninguno de los dos episodios, se dio” se necesitaban para hacer un genoci-
desarrolló una política concreta para frenar dio. Shelly no respondió32.
la matanza; analizar los casos juntos per- El problema dentro del gobierno de
mite comprender algo más el por qué y el Clinton era que la intervención no era una
por qué no. Después de lo que sucedió en opción política viable. Menos de un año
Ruanda, los analistas y activistas aprendie- después de que soldados norteamericanos
ron algunas lecciones acerca de cómo ge- fueran asesinados y arrastrados por las ca-
nerar una respuesta internacional efectiva lles de Mogadishu, a los altos funcionarios
frente al genocidio. Tales lecciones, a su estadounidenses no les apetecía desple-
vez, determinaron la respuesta social y ac- gar tropas en una situación de riesgo en el
tivista frente a Darfur; aun así, las estrate- África Central. Los funcionarios de la ONU
gias surgidas en torno a Darfur todavía no tampoco querían exponer a las fuerzas de
han sido efectivas en cuanto a lograr una mantenimiento de la paz a mayor peligro
política para frenar la violencia. Así, Darfur después de Somalia33. La etiqueta “genoci-
pone de relieve dimensiones que no se dio” era importante, ya que a los funciona-
destacan en el caso de Ruanda, y el hecho rios norteamericanos les preocupaba que
de comparar las dos situaciones permite con la UNCG, a la que el Senado de los Es-
llegar a comprender algunos aspectos que, tados Unidos había ratificado, los Estados
de considerarse una de las situaciones de Unidos se iban a ver obligados a actuar en
forma aislada, no serían evidentes. caso de que el gobierno hubiera reconoci-
do formalmente que estaba ocurriendo un
El debate sobre el genocidio genocidio. Dado que la acción contundente
Tanto Darfur como Ruanda demos- estaba fuera de las negociaciones, los fun-
traron que los debates sobre terminolo- cionarios estadounidenses no querían que
gía son fundamentales, y probablemente se usara el término “genocidio”, a pesar
inevitables, cuando estallan crisis de tal de las evidencias abrumadoras de que, en
magnitud. En particular, un punto de deba- verdad, estaba ocurriendo un genocidio en
te muy importante era el de la pertinencia Ruanda. Muchos observadores concluye-
de etiquetar cada caso como “genocidio” ron que la lección que se llevaron de Ruan-

32
Samantha Power, “A Problem from Hell”: America and the Age of Genocide, Nueva York, Basic Books, 2002. pp.
363-64.
33
Michael Barnett, Eyewitness to Genocide: The United Nations and Rwanda, Ithaca, Nueva York, Cornell University
Press, 2002.

18
Ruanda y Darfur: un análisis comparativo

da fue que, aun de cara a la resistencia a primera vez que un funcionario del gobier-
intervenir, llamar a la violencia “genocidio” no de los Estados Unidos de tan alto ran-
provocaría una respuesta contundente. go declaraba de manera concluyente que
Avanzamos a Darfur. En 2003, a medi- estaba ocurriendo un genocidio mientras
da que se desarrollaba la crisis, Darfur re- este todavía se estaba desarrollando. Va-
cibió poca atención internacional. Pero, en rias semanas después, el entonces presi-
2004, se cumplió el décimo aniversario del dente Bush hizo la misma declaración, en
genocidio ruandés y fue el año en que la un discurso para las Naciones Unidas35.
violencia en Darfur se agravó. Ambas cues- Sin embargo, las declaraciones de ge-
tiones produjeron el aumento de la aten- nocidio no tuvieron como consecuencia el
ción sobre Darfur. Dada la experiencia con tipo de políticas que muchos habían espe-
Ruanda una década atrás, el punto central rado. Acerca de esto, Powell fue claro: una
para los activistas consistió en presionar a declaración de genocidio formal no condu-
las autoridades de los Estados Unidos para ciría a cambios de políticas concretas por
que etiquetaran la violencia como “genoci- parte del gobierno de los Estados Unidos.
dio”. En particular, durante el verano boreal Por el contrario, Powell llevó la medida al
de 2004 una coalición inusitada de actores Consejo de Seguridad de las Naciones
presionó al ex presidente George W. Bush Unidas, que finalmente creó una comi-
para que llamara “genocidio” a la violencia sión para determinar si, de hecho, estaba
de Darfur. Como respuesta, Colin Powell, produciéndose genocidio. El consiguien-
entonces Secretario de Estado, contrató te informe de la Comisión de Investiga-
una ONG, la Coalición por la Justicia Inter- ción de las Naciones Unidas para Darfur
nacional, para que llevara a cabo un estudio documentaba los patrones de violencia
que le permitiera tomar una resolución. La descritos por el ADT de Darfur, así como
ONG, a su vez, ayudó a establecer el Equi- también por otras organizaciones de dere-
po de Documentación de Atrocidades (en chos humanos y testigos presenciales. No
inglés ADT*) de Darfur, que viajo a Chad y obstante, la comisión concluyó que “geno-
llevó a cabo una encuesta innovadora con cidio” no era la etiqueta correcta porque
más de 1.100 refugiados darfurenses34. no había evidencias contundentes de que
Los resultados fueron convincentes: el los líderes de Sudán intentaban destruir
estudio mostró de manera clara que la vio- a una gran parte de la población africana
lencia estaba dirigida a los africanos negros negra. El informe de la comisión estipula
de Darfur, que el gobierno respaldaba la que se habían producido crímenes contra
violencia, que la violencia era generalizada la humanidad y que tales crímenes son tan
y organizada, y que el objetivo era destruir graves como el genocidio36. El Consejo de
una parte sustancial de la población. Lo que Seguridad de las Naciones Unidas remitió
estaba sucediendo en Darfur era genocidio. el asunto a la Corte Penal Internacional,
Posteriormente, Powell se presentó frente a que, posteriormente, comenzó a investigar
un comité del Senado de los Estados Uni- los crímenes cometidos en Darfur. Pero
dos y declaró que el término “genocidio” se más de un año después**, todavía queda
aplicaba a la violencia de Darfur. Esa fue la por implementar una política concreta para

*
Atrocities Documentation Team.
34
Samuel Totten y Eric Markusen, “The U.S. Government Darfur Genocide Investigation”, Journal of Genocide Re-
search, 1, 2005. pp. 279-90; Samuel Totten y Eric Markusen, eds., Genocide in Darfur: Investigating the Atrocities in
the Sudan, Nueva York, Routledge, 2006.
35
Scott Straus, “Darfur and the Genocide Debate”, Foreign Affairs, 84, 2005. pp. 123-33.
36
Informe de la COI.
**
Al momento de publicarse el presente artículo en inglés (2006).

19
Revista de Estudios sobre Genocidio

frenar la violencia, a pesar de las determi- es que existen diferencias reales en la defi-
naciones históricas de genocidio. nición de “genocidio” y Darfur muestra que
¿Qué muestra todo esto? En primer tales diferencias saldrán a la superficie en
lugar, que la UNCG no es tan poderosa medio de crisis y durante situaciones que
como algunos imaginaron. La convención no son casos indiscutibles de extermina-
establece que los signatarios están obliga- ción. Por extensión, insistir tan de cerca en
dos a “prevenir” genocidios, pero carece el empleo de la etiqueta “genocidio” pue-
de medidas y mecanismos específicos que de, y en este caso pudo, impedir que se
detallen cómo debe llevarse a cabo tal pre- debatan políticas para frenar la matanza.
vención. En resumen, activar la convención
no es suficiente para generar una acción Constituciones internas
preventiva internacional concreta. Es nece- Darfur y Ruanda también proporcio-
sario, entonces, o bien consolidar la con- nan un contraste instructivo en cuanto a
vención, con la idea de hacerla más con- constituciones internas. En Ruanda, hubo
creta, o bien desarrollar otros protocolos bastante poco activismo a medida que se
que desencadenen una respuesta interna- desarrollaba el genocidio. Las organizacio-
cional contundente frente a las violaciones nes de derechos humanos presionaron al
masivas de los derechos humanos. gobierno de Clinton y a representantes de
En segundo lugar, Darfur muestra cuá- las Naciones Unidas y muchos periódicos
les son los riesgos de exigir en demasía la pusieron a Ruanda en primera plana, en
determinación de un genocidio. “Genoci- especial hacia fines del conflicto. Pero no
dio” es un concepto muy discutido, con- hubo mucha protesta pública para frenar
cepto sobre el cual personas sensatas pue- el genocidio de Ruanda40. Por cierto, allí, la
den disentir. Algunas personas consideran violencia fue rápida, con lo cual hubo poco
un criterio amplio del genocidio como vio- tiempo para ejercer una presión nacional
lencia masiva de gran escala dirigida con- significativa. Sin embargo, la lección que
tra miembros de una categoría social en dejó Ruanda fue que si los activistas pre-
particular, como un grupo étnico o político. tendían que los líderes políticos tomaran
Otros tienen una perspectiva más estrecha medidas preventivas riesgosas y costosas,
del genocidio como exterminación 37. La entonces tenían que presionar a sus repre-
violencia en Darfur no es un caso evidente sentantes y generar un impulso interno.
de aniquilación intencional de un grupo ét- Después de revisar varios casos de genoci-
nico y, por lo tanto, algunos observadores dio del siglo XX, Samantha Power concluye
no se sienten cómodos al usar la etiqueta que “la batalla para poner fin al genocidio
“genocidio”. Gérard Prunier, por ejemplo, se ha perdido reiteradamente en el terreno
se refiere a lo que sucede en Darfur como de la política interna”41. Para ganar la ba-
“genocidio ambiguo” y “cuasi genocidio”38. talla, sostiene Power, los constituyentes, la
La Comisión de Investigación de las Nacio- sociedad civil, las elites formadoras de opi-
nes Unidas concluyó que no estaba justifi- nión y los burócratas dentro del gobierno
cado. Otros analistas prudentes y reflexivos tienen que presionar a los representantes
llegaron a la misma conclusión39. El punto para generar la voluntad política necesaria.

20
Ruanda y Darfur: un análisis comparativo

Darfur fue diferente. En 2003, es cierto, como hemos visto. Pero la presión nacio-
la violencia recibió poca atención interna- nal no fue suficiente para generar una po-
cional. Pero la situación cambió en 2004 y lítica concreta que pusiera fin al genocidio.
2005; en particular, en 2004, un funcionario Power puede tener razón en cuanto a que
de las Naciones Unidas comparó Darfur la batalla para frenar el genocidio se ha
con Ruanda42; tuvo lugar el décimo aniver- perdido en la política interna, pero también
sario de los eventos ocurridos en Ruanda es difícil imaginar una constitución más pe-
(que generó mucho interés y preocupación netrante y atractiva políticamente, formada
por Darfur); y se estrenó la película Hotel en torno a un asunto de derechos huma-
Ruanda, lo que otorgó una considerable nos en un país africano. En resumen, Dar-
notoriedad a Ruanda y al genocidio. A par- fur muestra que la presión nacional puede
tir de 2004 se formó una poderosa coali- ser necesaria, pero no es suficiente.
ción informal de diversidad política, para
ejercer presión sobre el gobierno de Bush. Obstáculos para la intervención
La coalición estaba formada por cristianos Lo cierto es que hay muchas razones
evangélicos, norteamericanos de origen por las que no se materializó ninguna po-
africano, organizaciones de derechos hu- lítica de intervención. El envío de tropas a
manos, grupos judíos norteamericanos Irak y Afganistán, así como también el cur-
y funcionarios del gobierno que estaban so de la guerra precedente, hicieron que
enojados por lo que había sucedido en fuera políticamente difícil para las autorida-
Ruanda una década atrás. Periodistas des de los Estados Unidos el despliegue
prominentes, en especial el columnista del de soldados en un país africano, en el cual
New York Times Nicholas Kristof, escribie- hubiesen tenido un propósito moral sólido
ron sobre Darfur de manera obstinada y pero carecían de una clara estrategia de
convincente. También hubo un activismo escape. Siendo ese el caso, una cuestión
estudiantil muy vehemente por Darfur en crucial es por qué ningún otro actor inter-
docenas de universidades y facultades de nacional asumió un papel de liderazgo con
los Estados Unidos y Canadá. respecto a Darfur. De hecho, la batalla para
Rara vez ha habido un activismo de la frenar el genocidio en Darfur se perdió me-
sociedad civil nacional tan constante, ge- nos en la política interna estadounidense
neralizado y políticamente ecléctico por un que en el terreno internacional. Esto último,
asunto de política internacional, en espe- también, es una lección que deja Darfur:
cial, uno que concierne al África. Las polí- la política internacional es importante para
ticas y los asuntos africanos con muy poca desarrollar una respuesta coherente y efec-
frecuencia llegan a las páginas editoriales tiva frente al genocidio.
y muy raramente se convierten en motivo Los constituyentes nacionales presio-
de campañas activistas. Aun así, los asun- naron a los funcionarios norteamericanos
tos particulares se destacan solo por pe- con respecto a Darfur y estos últimos, a su
ríodos cortos. No es el caso de Darfur: las vez, llevaron el asunto al Consejo de Se-
presiones han sido bastante constantes e guridad de las Naciones Unidas; fue allí
insistentes, aunque el tsunami de diciem- donde fracasó el impulso para cambiar las
bre de 2005 distrajo la atención de Darfur, políticas sobre Darfur. Se podrá criticar a
al menos por un tiempo. Los funcionarios los funcionarios estadounidenses por no
de los Estados Unidos fueron receptivos: haber hecho más por Darfur, pero está cla-
la presión interna tuvo como resultado las ro que la iniciativa norteamericana encon-
memorables declaraciones de genocidio, tró en el Consejo de Seguridad una falan-

42
Prunier, Darfur. p. 114.

21
Revista de Estudios sobre Genocidio

ge opositora. En particular, China y Rusia ción en el mundo árabe. Las reacciones de


inicialmente bloquearon toda resolución los líderes africanos fueron más variadas.
seria para castigar a Sudán por medio de Al final, la Unión Africana desplegó tropas
sanciones. Sin embargo, en abril de 2006, en una misión de observación del cese del
China y Rusia se abstuvieron frente a una fuego, pero el mandato de las tropas se li-
propuesta de los Estados Unidos de impo- mitaba a proteger a los observadores y no
ner sanciones limitadas tanto a las fuerzas se extendía a proteger a los civiles de Dar-
del gobierno como a los rebeldes. De todas fur. Las tropas de la UA no tenían recursos,
formas, todavía hay hostilidad hacia la idea efectivos, ni entrenamiento para poner fin
de autorizar la intervención de una fuerza al genocidio43.
militar en Darfur con un mandato contun- Las cuestiones que subyacen a la pa-
dente. China recibe grandes beneficios de rálisis internacional frente al genocidio no
sus acciones por el petróleo de Sudán y serán fáciles de resolver. A pesar de la
tiene inversiones considerables allí; Rusia ratificación generalizada de la UNCG, y a
le vende armas a Sudán. Además, en ge- pesar de las reiteradas afirmaciones de
neral ambos países son hostiles a la idea que frenar los abusos masivos de los de-
de que los asuntos de derechos humanos rechos humanos es prioridad absoluta de
vencen a la soberanía. Como dos de los la Naciones Unidas, todavía hay grandes
cinco miembros permanentes del Conse- divisiones entre los Estados con respecto
jo de Seguridad, Rusia y China actuaron al empleo de fuerza militar para poner fin
como vetos efectivos cuando se trataba de al genocidio. El tema de la soberanía es
utilizar a las Naciones Unidas para tomar particularmente polémico cuando los po-
acciones preventivas en Darfur. deres que intervienen provienen del oeste
No obstante, incluso más allá de Rusia o del norte y los sujetos de la intervención,
y China, el asunto de Darfur nunca tuvo mu- del sur, o de Estados menos poderosos
cho empuje. En particular, Darfur no atrajo en términos generales. Hay una evidente
en Europa el tipo de atención o preocupa- sospecha internacional de que la interven-
ción pública o política que tuvo en los Esta- ción humanitaria será una máscara para
dos Unidos. Por qué Darfur nunca logró la intereses materiales y estratégicos. Los
suficiente presión en Europa es una historia Estados poderosos tal vez traten de esqui-
que queda por contar. ¿Acaso Irak ensom- var el desacuerdo internacional cuando los
breció lo que pasaba en Darfur? Es decir, casos estallan cerca de sus fronteras. En
después de Irak, ¿el establishment público 1999 en Kosovo, por ejemplo, los líderes
y político europeo desconfiaba del lideraz- norteamericanos y de Europa Occidental
go estadounidense, en especial el con- emplearon fuerzas de la Otan cuando Ru-
cerniente a la acción militar en un estado sia, China y otros países impidieron que el
productor de petróleo, identificado como Consejo de Seguridad autorizara la fuerza.
árabe? ¿O acaso la razón es que la Unión Pero en los casos en que hay menos en
Europea no es una institución efectiva a la juego tanto económica como estratégica-
hora de establecer políticas internacionales mente –en los de África, por ejemplo– se
para lidiar con crisis por fuera de Europa? torna más difícil hacer caso omiso de la
El tema requiere más investigación. Como oposición internacional y esquivar a las
era de esperar, los funcionarios norteame- Naciones Unidas.
ricanos, al insistir en la acción sobre Darfur, Un paso hacia adelante sería aclarar
se encontraron con desconfianza y oposi- los protocolos internacionales para contro-

43
International Crisis Group, The AU’s Mission in Darfur: Bridging the Gaps, Bruselas, 6 de julio de 2005; Prunier,
Darfur. pp. 144-46.

22
Ruanda y Darfur: un análisis comparativo

lar el genocidio y para usar la fuerza militar que se desarrollaba el genocidio de Darfur.
con el propósito de frenarlo, lo que requeri- El esfuerzo tuvo resultados. Pero fue en la
ría una renovación del debate acerca de las escena internacional donde la política para
cuestiones irritantes que rodean a la inter- frenar la violencia perdió impulso. Dejar en
vención humanitaria44. El marco de la “res- claro los protocolos internacionales para
ponsabilidad de proteger” es una iniciativa parar el genocidio ayudará, como hemos
clave, que recibió un respaldo simbólico en dicho, pero también lo hará forjar una coa-
la cumbre de 2005 de las Naciones Unidas, lición para prevenir el genocidio.
en Nueva York. Pero aún sigue habiendo A principios de mayo de 2006, cuando
temas concretos. Es fundamental que toda la versión en inglés de este artículo esta-
política determine un límite para la interven- ba yendo a prensa, había señales de pro-
ción, establecer mecanismos claros para greso. En respuesta a una nueva e intensa
identificar ese límite y aclarar los protoco- ronda de presiones, los funcionarios de los
los internacionales para desplegar el uso Estados Unidos emprendieron un esfuerzo
de la fuerza una vez que se alcance el lí- diplomático muy importante para obtener
mite y se hayan agotado otras opciones. un acuerdo de paz entre el gobierno suda-
El consenso con respecto a estos asuntos nés y los rebeldes de Darfur. Los gobiernos
sigue siendo lejano, y sería ingenuo pen- británico, canadiense y de algunos países
sar que será fácil conseguirlo. Pero Darfur africanos respaldaron enérgicamente la
demuestra que, sin la resolución de alguna iniciativa. Tras varios días de intensas ne-
de estas cuestiones, hay pocos motivos gociaciones, los funcionarios del gobierno
para esperar una respuesta internacional sudanés y la facción rebelde más grande
concreta y efectiva al genocidio. de Darfur firmaron un acuerdo. Dos faccio-
La importancia de las coaliciones cívi- nes rebeldes se negaron. El acuerdo de
cas internacionales es otra de las lecciones paz podría dar una tregua a la violencia y
que deja Darfur. Como hemos visto, el pú- conducir a una fuerza de las Naciones Uni-
blico norteamericano se tomó a pecho las das de mantenimiento de la paz en Darfur,
lecciones que dejó Ruanda. Les dijeron aunque es demasiado pronto para saber
que tenían que hacer sonar los teléfonos si algunas de estas dos cosas va a suce-
de sus representantes. Los activistas, por der. Pero la diplomacia mostró el tipo de
su parte, llevaron a cabo una coalición di- esfuerzo coordinado e internacional que se
versa y lograron presionar a los legislado- necesita para hacer de la prevención del
res y al gobierno norteamericano a medida genocidio una realidad. F

23

También podría gustarte