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Scott Straus
Resumen
Este artículo ofrece un análisis comparativo del genocidio en Ruanda y en
Darfur. En la primera mitad se estudian los patrones y orígenes de la violencia
en ambos casos y, a partir de la comparación, se sacan conclusiones respecto
de las causas del genocidio. El análisis permite notar que los dos casos mues-
tran un carácter similar de violencia, aunque en Ruanda fue más extrema, más
exterminadora y más participativa que en Darfur. Ambos episodios ocurrieron
en medio de una guerra civil, en períodos de transición política, en países con
historiales de nacionalismo étnico, y en regiones en donde las poblaciones
étnicas en conflicto vivían con cierta proximidad. Sin embargo, el estado en
Ruanda es más compacto, centralizado y efectivo, lo que podría explicar la
diferencia en la intensidad de la violencia. La segunda mitad del artículo se
centra en la respuesta internacional ante el genocidio en ambos casos. Con
respecto a Ruanda, los observadores hicieron hincapié en la importancia de
usar la etiqueta “genocidio” y crear representaciones internas; Darfur demostró
que ambas estrategias no son suficientes. En respuesta a Darfur, funcionarios
de los Estados Unidos declararon que estaba ocurriendo “genocidio” y se for-
mó una coalición de diversidad política de la sociedad civil para presionar a
la administración. De todas formas, el resultado global en los dos casos, en
términos de ausencia de una política efectiva para detener el genocidio, fue el
mismo. En el artículo se sostiene que focalizarse con tanta intensidad en una
determinación de “genocidio” puede ser contraproducente, que las políticas
internacionales son importantes pero que la movilización por Darfur fuera de
los Estados Unidos fue débil, y que se deben aclarar los protocolos para el uso
de la fuerza con el fin de prevenir el genocidio.
* Traducción: Daniela Szenkman. Este artículo fue extraído de Journal of Genocide Studies and Prevention 1, 1 (Julio
2006), pp. 41-46, Scott Straus, “Everyday ethnicities: identity and reconciliation among Rwandan youth”, con dere-
cho no exclusivo de edición en español. Se agradece la cesión de los derechos.
7
Revista de Estudios sobre Genocidio
8
Ruanda y Darfur: un análisis comparativo
*
Fecha en que se escribió el artículo.
1
Bureau of Intelligence and Research US Department of State, “Sudan: Death Toll in Darfur”, hoja informativa, 25 de
marzo de 2005. http://www.state.gov/s/inr/rls/fs/2005/45105.htm[consulta: 24 de abril de 2006]; International Crisis
Group, To Save Darfur, Bruselas, 17 de marzo de 2006.
**
En inglés, Coalition for International Justice (CIJ).
2
Coalition for International Justice (CIJ), “New Analysis Claims Darfur Deaths Near 400,000”, Washington, DC, 21 de
abril de 2005; John Hagan, Wenona Rymond-Richmond y Patricia Parker, “The Criminology of Genocide: The Death
and Rape of Darfur”, Criminology, 43, 2005. pp. 525-61.
3
Scott Straus, The Order of Genocide: Race, Power, and War in Rwanda, Ithaca, Nueva York, Cornell University Press,
2006. De no indicarse lo contrario, el análisis del genocidio ruandés para este artículo proviene de esta fuente.
4
Alison Des Forges, Leave None to Tell the Story: Genocide in Rwanda, Nueva York, Human Rights Watch, 1999.
9
Revista de Estudios sobre Genocidio
que, hasta la fecha*, la violencia en Darfur remos, es muy diferente de lo que pasó en
ha durado diez veces más que en Ruan- Ruanda.
da. En resumen, la violencia en Ruanda fue La violencia en Darfur ha sido, principal-
más extrema que la de Darfur, más rápida mente, contra los africanos negros; allí, la
y más asesina. etnicidad es compleja, y retomo este tema
Los métodos de violencia siguen la más adelante. Pero los perpetradores a me-
misma lógica. En Darfur, el desplazamien- nudo caracterizaban a los blancos de su vio-
to forzoso, la destrucción de pueblos, la lencia como “negros”, “nubas” o “zurgas”;
destrucción de los medios de superviven- en Darfur habitan tres tribus grandes de afri-
cia, el asesinato de hombres y las violacio- canos negros –los fur, los masalit y los zag-
nes masivas son los principales métodos hawa– y parece ser que los perpetradores
de violencia5. De todos estos, el desplaza- atacan a cualquiera que pertenezca a estos
miento forzoso y la destrucción de pueblos grupos. Varias investigaciones concuerdan
son los principales métodos de violencia en este punto: la violencia está dirigida a las
y las principales causas de mortalidad en poblaciones africanas negras de Darfur7.
Darfur. Al no tener acceso a alimentos, En Darfur, los perpetradores son prin-
agua potable, refugio y atención médica, cipalmente soldados del gobierno o mili-
muchos desplazados de Darfur murieron cias; la Fuerza Aérea Sudanesa también ha
de alguna enfermedad o por desnutrición. participado de los ataques bombardeando
Según el informe de la CIJ, los asesinatos aldeas antes de que los soldados y las mi-
directos conforman alrededor del 35% de licias iniciaran los ataques terrestres. Hay
todas las muertes6; también según el infor- muchas pruebas de que la milicia, el ejérci-
me de la CIJ, el número de desplazados to y la fuerza aérea actúan de forma coordi-
en Darfur es, aproximadamente, diecisiete nada. Los soldados y las milicias duermen
veces el número de personas asesinadas en los mismos campamentos; el gobierno
directamente. (Al momento de escribir este también abastece a las milicias, que son
artículo se estimaba que 2.400.000 perso- frecuentemente llamadas “janjaweed” o
nas se habían visto forzadas a dejar sus “janjiwid”8. Después de investigar el tema
hogares y estaban viviendo como refugia- en profundidad, funcionarios del Departa-
dos en el Chad o como desplazados inter- mento de Estado de los Estados Unidos
nos [IDP, del inglés “internally displaced concluyeron que había coordinación directa
people”] en Sudán). En resumen, el des- entre las fuerzas armadas sudanesas y las
plazamiento forzoso –y las enfermedades milicias9. Los líderes de las milicias tampo-
y la desnutrición que trae aparejadas– es co tienen inconveniente en admitir que es-
la causa principal de muerte y, como ve- tán actuando bajo órdenes del gobierno10.
*
Abril de 2006.
5
Report of the International Commission of Inquiry on Darfur to the United Nations Secretary-General, 25 de enero de
2005, http://www.un.org/News/dh/sudan/com_inq_darfur.pdf [consulta: 19 de abril de 2006] [Informe de la COI-UN
Commission of Inquiry]; Amnesty International, “Sudan, Darfur: Rape as a Weapon of War: Sexual Violence and Its
Consequences”, Documento de AI AFR 54/076/2004, 19 de julio de 2004; Human Rights Watch, Darfur Destroyed:
Ethnic Cleansing by Government and Militia Forces in Western Sudan, Nueva York, Human Rights Watch, 2004; Julie
Flint y Alex de Waal, Darfur: A Short History of a Long War, Nueva York, Zed Books, 2005; Gerard Prunier, Darfur: The
Ambiguous Genocide, Ithaca, Nueva York, Cornell University Press, 2005.
6
CIIJ, “New Analysis”.
7
Informe de la COI; Flint y de Waal, Short History; Prunier, Darfur; Departamento de Estado de los Estados Unidos,
Documenting Atrocities in Darfur, 21 de septiembre de 2004, http://www.state.gov/g/drl/rls/36028.htm [consulta: 24
de abril de 2006].
8
Flint y de Waal, Short History.
9
Departamento de Estado de los Estados Unidos, Documenting Atrocities.
10
Flint y de Waal, Short History.
10
Ruanda y Darfur: un análisis comparativo
¿Cómo se compara este caso con la tutsis fueron ocupados durante y después
situación de Ruanda? En términos genera- del genocidio. Pero en Ruanda, a diferen-
les, el carácter de la violencia era similar: en cia de Darfur, fueron pocos los pueblos (o
ambos casos la violencia fue dirigida por el distritos administrativos) destruidos por
Estado hacia una población étnica particu- completo: antes del genocidio, hutus y
lar y buscaba destruir en gran parte a esta tutsis vivían unos al lado de otros en todo
población étnica. Si la norma reglamenta- el país; casi no había distritos administrati-
ria para determinar qué es “genocidio” es vos donde vivieran solo tutsis. Como con-
la establecida por el Tribunal Penal Inter- secuencia, la destrucción de hogares fue
nacional para la ex Yugoslavia, entonces selectiva, mientras que en Darfur se des-
ambos son casos de genocidio. Habiendo truían aldeas enteras a diario.
dicho esto, la muerte directa fue el método En lo que respecta a los perpetrado-
de violencia principal en Ruanda: donde se res, tal como en Darfur, entre los genoci-
encontraban tutsis, la mayoría de las veces das de Ruanda había soldados, policía y
se los mataba; hubo relativamente poco milicias. En muchos casos, los soldados y
desplazamiento forzoso. La violencia en las milicias ruandeses cumplieron un papel
Ruanda ocurrió a lo largo y ancho del país decisivo en las masacres más grandes en
(y no en una sola región) y durante un pe- iglesias, escuelas y otros lugares donde
ríodo mucho menor. Además, en Ruanda se reunían grandes números de tutsis. Sin
los perpetradores atacaron y asesinaron embargo, una diferencia entre los dos ca-
a políticos de la oposición y a hutus que sos es la que respecta a la movilización de
se negaban abiertamente a participar del civiles. En Ruanda, los oficiales militares y
genocidio. Tal violencia intraétnica parece funcionarios del Estado buscaban delibe-
estar menos presente en Darfur. radamente –y a veces necesitaban– la par-
Ruanda, como Darfur, experimentó ticipación de grandes números de civiles
importantes niveles de violencia sexual. Al- hutu que, hasta ese momento, no habían
gunos autores calculan que se cometieron tenido historial previo de violencia. El resul-
entre 250.000 y 500.000 violaciones duran- tado fue que, si bien los soldados y las mi-
te el genocidio ruandés. No obstante, esa licias con frecuencia estaban involucrados
cifra es una estimación algo imprecisa, ya en los asesinatos de mayor magnitud, pro-
que está basada en el número de emba- bablemente hubo mayor número de civiles
razos por violaciones que fueron reporta- que perpetraron genocidio de lo que hubo
dos después del genocidio11. La violencia soldados y milicias entrenadas militarmen-
sexual es denunciada con tanta frecuencia te. En Darfur, la participación de civiles pa-
en Darfur que probablemente sea más co- rece estar menos presente.
mún en ese caso que en el de Ruanda12. La violencia de Darfur y la de Ruanda
Es preciso investigar más sobre el tema. son ejemplos de violencia a gran escala,
Como en Darfur, la destrucción y los sa- dirigida por el Estado contra poblaciones
queos de propiedades también fueron civiles, definidas en términos étnicos. Am-
rasgos de la violencia en Ruanda: muchos bos casos tuvieron como consecuencia
hogares de tutsis y hutus disidentes fue- una cantidad masiva de víctimas (en Dar-
ron destruidos, tanto antes como después fur, continúa habiendo víctimas), ambos
de matar a los tutsis; también los hogares se caracterizan por importantes niveles
11
Human Rights Watch, Shattered Lives: Sexual Violence during the Rwandan Genocide and Its Aftermath, Nueva York,
Human Rights Watch, 1996. p. 13.
12
Ver Kelly Dawn Askin, “Holding Leaders Accountable in the International Criminal Court (ICC) for Gender Crimes
Committed in Darfur”, Genocide Studies and Prevention, 1, 2006. pps. 13-28.
11
Revista de Estudios sobre Genocidio
13
Flint y de Waal, Short History.
14
Idem. Prunier, Darfur.
12
Ruanda y Darfur: un análisis comparativo
15
Flint y de Waal, Short History. p. 38; Prunier, Darfur. p. 45.
16
Flint y de Waal, ibid. p. 7.
*
En inglés, Sudan People’s Liberation Movement.
17
Ibid.; International Crisis Group, Darfur Rising: Sudan’s New Crisis, Bruselas, 25 de marzo de 2004; International
Crisis Group, Darfur Deadline: A New International Action Plan, Bruselas, 23 de agosto de 2004.
18
Flint y de Waal, Short History.
19
Ibid., 106.
13
Revista de Estudios sobre Genocidio
20
Jean-Pierre Chretien, The Great Lakes of Africa: Two Thousand Years of History, trad. al inglés, Scott Straus, Zone
Books, Nueva York, 2003; Mahmood Mamdani, When Victims Become Killers: Colonialism, Nativism, and the Geno-
cide in Rwanda, Princeton, Nueva Jersey, Princeton University Press, 2001.
21
International Crisis Group, Sudan’s Comprehensive Peace Agreement: The Long Road Ahead, 31 de marzo de 2006;
Prunier, Darfur.
14
Ruanda y Darfur: un análisis comparativo
dario. En Ruanda, la guerra civil desplazó del estado sudanés de tener un control lo-
a decenas de miles; el acuerdo de paz de cal y movilizar civiles es menor que la de
1993 llamaba a la reestructuración del ejér- Ruanda. De allí los patrones de violencia:
cito; y el multipartidismo debilitó y amena- en Darfur, la violencia es más lenta, menos
zó el poder de las elites dominantes (como intensa y menos participativa que en Ruan-
lo hizo la guerra civil). da. El carácter de las instituciones públicas
En resumen, ambos episodios tienen y el poder estatal en ambos lugares podría,
factores causales en común. En especial, la en parte, explicar estas diferencias.
violencia tuvo lugar en medio de una gue-
rra entre gobiernos y grupos rebeldes que, Implicaciones teóricas
respectivamente, tenían fuertes identifica- ¿Cuáles son las implicaciones teóricas,
ciones étnicas. En ambos episodios, la vio- si las hay, de este breve análisis compara-
lencia ocurrió durante un período de cam- tivo? El análisis no es una evaluación de-
bio y agitación política. Y en los dos países finitiva de diferentes teorías sobre genoci-
preexistían ideologías políticas basadas en dio. No obstante, la comparación da lugar
la etnicidad y un historial de identificación a algunas conclusiones teóricas y también
étnica. El punto no es que había “antiguos proporciona pruebas que respaldan (y que
odios étnicos” en ambos lugares sino que quitan mérito) a las diferentes explicacio-
las clasificaciones étnicas y las ideologías nes de la violencia étnica masiva.
políticas étnicas eran significativas y tenían Considerados juntos, Darfur y Ruanda
resonancia antes de la violencia. aportan pruebas que respaldan la hipóte-
Pero, como fue dicho anteriormente, la sis de que el genocidio ocurre en períodos
violencia en Ruanda fue más intensa y más de agitación y transición política23. Por el
exterminadora que en Darfur. Una de sus contrario, tal evidencia les resta valor a
razones puede estar relacionada con el ca- teorías tales como las de Rudolph Rum-
rácter del poder estatal. A diferencia de Su- mel, quien sostiene que el poder absoluto
dán, Ruanda es un país con una población es una condición previa del genocidio 24.
compacta, densa, con instituciones pú- Tanto en Ruanda como en Darfur las eli-
blicas centralizadas y de intensidad local. tes nacionales optaron por medidas radi-
El estado ruandés también tiene un largo cales, genocidas, a medida que su poder
historial de trabajo forzado, historial que se debilitaba o amenazaba con debilitarse.
se remonta al período precolonial (y se ex- En ambos casos, el debilitamiento res-
tiende al período colonial y al poscolonial). pondía a divisiones bruscas dentro de las
La geografía se caracteriza por la exten- coaliciones gobernantes, la aproximación
sión de colinas cultivadas o de pastoreo, de las elecciones, en combinación con un
lo que hace a la población rural vulnerable limitado apoyo público a los partidos que
frente a la vigilancia local. Por el contrario, gobernaban, negociaciones de paz que
Sudán es un estado inmenso, escasamen- habrían conducido a cambios significati-
te poblado, con una estructura de gobier- vos, y la guerra civil. Fue en este contexto
no más descentralizada. Además, Darfur de poder fracturado y que fracturaba –y
ha experimentado la negligencia política no de una dictadura absoluta e indiscuti-
y administrativa desde mucho antes de la da– que las elites nacionales, que todavía
independencia22. Por ende, la capacidad dominaban instituciones clave como las
22
Prunier, Flint y de Waal, idem; Short History.
23
Barbara Harff, “No Lessons Learned from the Holocaust? Assessing Risks of Genocide and Political Mass Murder
since 1945”, American Political Science Review, 97, 2003. pp. 57-73.
24
Rudolph Rummel, Death by Government, New Brunswick, Nueva Jersey, Transaction, 1994.
15
Revista de Estudios sobre Genocidio
militares, optaron por emplear estrategias se aplica con claridad al caso de los na-
extremas en pos de conservar el control y zis, así como también al de los jémeres
la dominación. rojos, en Camboya. Sin embargo, Dar-
Darfur y Ruanda también proporcionan fur y Ruanda no apoyan la hipótesis con
pruebas que apoyan la hipótesis de que claridad. En ambos casos, las ideologías
guerra y genocidio están relacionados cau- de nacionalismo étnico y de dominio de
salmente. En ambos casos, el genocidio exclusividad étnica eran preexistentes a
sucedió durante períodos de una intensa la violencia (ver más abajo), pero en nin-
guerra civil. Los perpetradores de ambos guno parece haber los tipos de concep-
casos relacionaron la lógica de la guerra tos mesiánicos, metafísicos y fantásticos
con la lógica de la violencia masiva, esto es, asociados con la creación de perfección.
justificaron sus tácticas por ser de contrain- En Darfur y en Ruanda, la guerra, el po-
surgencia y en defensa propia. Además, en der fracturado, la agitación política y los
ambos casos la estrategia de violencia ma- miedos materiales asociados condujeron
siva tuvo lugar cuando las fuerzas del go- a la radicalización de las elites naciona-
bierno estaban a la defensiva. En Ruanda, les, más que las visiones revolucionarias,
las líneas duras hutu cometieron genocidio utópicas, de la sociedad.
cuando estaban perdiendo terreno frente Tanto Ruanda como Darfur señalan la
a los rebeldes; en Darfur, las líneas duras importancia del nacionalismo étnico, pero
propugnaron la violencia masiva después de modos sorprendentes. En Ruanda, una
de que los rebeldes obtuvieran una serie ideología del nacionalismo de mayoría hutu
de victorias. El hecho de que la guerra fue respaldó a cada gobierno posterior a la in-
un factor causal central al genocidio ruan- dependencia, antes del genocidio. En Su-
dés es una de las conclusiones principales dán, el nacionalismo árabe ha sido un ras-
de mi propia investigación 25; los estudio- go constante de los gobiernos de Jartum
sos del genocidio cada vez apuntan más desde la independencia28. Sin embargo, al
a la relevancia de la guerra26. Darfur aporta mismo tiempo, en ambos países la violen-
más evidencia que confirma el argumento. cia masiva ocurrió cuando las elites domi-
Episodios de guerra civil intensos y defen- nantes habían iniciado negociaciones de
sivos, combinados con agitación política y paz con grupos anteriormente excluidos,
poder fracturado, parecen conducir a me- o después de haberlo hecho. En Ruanda,
didas de extrema violencia por parte de las justo antes del genocidio, el gobierno de
elites gobernantes. Habyarimana había firmado un acuerdo de
Los estudiosos del genocidio han paz (los Acuerdos de Arusha) con los re-
destacado sistemáticamente una relación beldes tutsi; en Sudán, cuando estalló Dar-
entre las nociones ideológicas de perfec- fur, el gobierno de al-Bashir estaba en ple-
ción, utopía y pureza, por un lado, y de no proceso de concluir un acuerdo de paz
violencia masiva, por el otro 27 . La idea con rebeldes del sur. Muchos argumentan
de que el genocidio se basa en intentos que el acuerdo de paz de Ruanda llevó al
ideológicos verticalistas de crear utopías extremismo; el arreglo con los rebeldes tu-
25
Straus, Order of Genocide.
26
Manus Midlarsky, The Killing Trap: Genocide in the Twentieth Century, Nueva York, Cambridge University Press,
2005; Martin Shaw, War and Genocide: Organized Killing in Modern Society, Oxford, Polity Press, 2003; Benjamin
Valentino, Paul Huth, y Dylan Balch-Lindsay, “‘Draining the Sea’: Mass Killing and Guerilla Warfare”, International
Organization, 58, 2004. pp. 375-407.
27
Eric Weitz, A Century of Genocide: Utopias of Race and Nation, Princeton, Nueva Jersey,
28
Prunier, Darfur. Princeton University Press, 2003; Jacques Sémelin, Purifier et détruire. Usages politiques des mas-
sacres et génocides, París, Seuil, 2005.
16
Ruanda y Darfur: un análisis comparativo
tsi enojó a los nacionalistas, quienes luego parte del país está profundamente dividi-
recurrieron a medidas inadmisibles para da entre musulmanes árabes del norte y
conservar el poder29. No queda claro si en negros cristianos y animistas del sur. Pero
Sudán sucedió algo similar. Pero el genoci- Darfur no encaja en ese patrón: como se
dio no ocurrió durante un período de insis- dijo más arriba, la población de Darfur es
tencia oficial con respecto al nacionalismo uniformemente musulmana; los árabes y
étnico exclusivista; más bien, en los dos los africanos viven en relativa proximidad
casos, la violencia masiva tuvo lugar du- (al menos en comparación con los ára-
rante o después de negociaciones de paz bes y africanos negros de otras partes del
con “otros” que habían sido previamente país); y había algunos matrimonios mixtos
excluidos. Nada de esto le resta valor al entre los grupos.
argumento de que el nacionalismo étnico Por qué la proximidad étnica puede
es una base ideológica del genocidio30. No conducir a la violencia masiva es menos
obstante, empíricamente, la evidencia de claro. Puede ser que la proximidad aumen-
estos dos casos indica que el momento en te los temores de inseguridad en tiempos
que se desata la violencia masiva está re- de guerra; tal vez, que la oportunidad para
lacionado con el momento en que la exclu- la violencia sea mayor: si los grupos étni-
sividad étnica de una coalición dominante cos viven en regiones del país alejadas,
llega a su fin o amenaza con hacerlo. entonces se torna más difícil llevar a cabo
Ruanda y Darfur también aportan al- el asesinato en masa. Puede ser que la
gunas pruebas de la importancia de la cercanía aumente la información, lo que, a
etnicidad en el genocidio, pero, una vez su vez, facilita la matanza. Estas hipótesis
más, de modos inesperados. Algunas teo- (y otras) merecen mayor investigación. El
rías proponen que las divisiones profun- razonamiento no se aplica a todos los ca-
das, el odio y el prejuicio generalizado son sos de genocidio; no parecería funcionar,
condiciones esenciales de la violencia a por ejemplo, para el genocidio armenio
gran escala y el genocidio31. La etnicidad (aunque sí parece aplicarse a lo que suce-
era sustancial antes de la violencia masiva dió en Bosnia durante la década de 1990).
tanto en Darfur como en Ruanda. Sin em- El punto simplemente es que la evidencia
bargo, lo inusual de estos casos es que las de Darfur y Ruanda indica que la violencia
comunidades en cuestión vivían en relati- masiva ocurre entre comunidades étnicas
va proximidad, de este modo, tanto Darfur relativamente cercanas, y que esto puede
como Ruanda sugieren que la proximidad ofrecer algunas pistas de por qué ocurre la
étnica podría ser más importante que la violencia en estas proporciones.
distancia étnica en la generación de vio- Los diversos argumentos de esta sec-
lencia masiva. En Ruanda, hutus y tutsis ción no son exhaustivos ni concluyentes.
son poblaciones interconectadas: no sólo Pueden surgir objeciones a cada uno de
hablan la misma lengua, practican la mis- ellos. No toda guerra lleva al genocidio, no
ma religión, entre otras cosas, sino que todo período de inestabilidad política con-
también, antes del genocidio, eran veci- duce al extremismo, y hay muchos ejem-
nos a lo largo y ancho de todo el país y se plos de proximidad étnica en los cuales se
casaban entre ellos. En Sudán, una gran mantiene la paz a lo largo del tiempo. Cada
29
Gerard Prunier, The Rwanda Crisis: History of a Genocide, Nueva York, Columbia University Press, 1995.
30
Michael Mann, The Dark Side of Democracy: Explaining Ethnic Cleansing, Nueva York, Cambridge University Press,
2004.
31
Leo Kuper, Genocide: Its Political Use in the 20th Century, New Haven, Connecticut, Yale University Press, 1981;
Donald Horowitz, The Deadly Ethnic Riot, Berkeley y Los Ángeles, University of California Press, 2001.
17
Revista de Estudios sobre Genocidio
punto requiere refinamiento teórico. De to- (con respecto a Darfur continúa el debate),
das formas, la comparación pone en evi- aunque los resultados en ambos casos
dencia algunos patrones contraintuitivos y fueron diferentes. En el caso ruandés, ac-
arroja conclusiones teóricas, que, por su tores internacionales muy poderosos opta-
parte, señalan el camino para futuras in- ron por no usar la palabra “genocidio”. A
vestigaciones comparativas. los voceros del Departamento de Estado
de los Estados Unidos se les dijo que solo
podían hablar de “actos de genocidio”. Tal
Respuestas internacionales
directiva llevó al infame intercambio en el
Darfur y Ruanda son instructivos por lo cual la vocera Christine Shelly estaba sien-
que demuestran, no solo sobre dinámicas do presionada para determinar si estaba
causales, sino también sobre estrategias ocurriendo genocidio en Ruanda, pero solo
de prevención (o la falta de estas). Darfur aceptaba hablar de “actos de genocidio”.
y Ruanda son casos “negativos” en tanto Le preguntaron cuántos “actos de genoci-
que, en ninguno de los dos episodios, se dio” se necesitaban para hacer un genoci-
desarrolló una política concreta para frenar dio. Shelly no respondió32.
la matanza; analizar los casos juntos per- El problema dentro del gobierno de
mite comprender algo más el por qué y el Clinton era que la intervención no era una
por qué no. Después de lo que sucedió en opción política viable. Menos de un año
Ruanda, los analistas y activistas aprendie- después de que soldados norteamericanos
ron algunas lecciones acerca de cómo ge- fueran asesinados y arrastrados por las ca-
nerar una respuesta internacional efectiva lles de Mogadishu, a los altos funcionarios
frente al genocidio. Tales lecciones, a su estadounidenses no les apetecía desple-
vez, determinaron la respuesta social y ac- gar tropas en una situación de riesgo en el
tivista frente a Darfur; aun así, las estrate- África Central. Los funcionarios de la ONU
gias surgidas en torno a Darfur todavía no tampoco querían exponer a las fuerzas de
han sido efectivas en cuanto a lograr una mantenimiento de la paz a mayor peligro
política para frenar la violencia. Así, Darfur después de Somalia33. La etiqueta “genoci-
pone de relieve dimensiones que no se dio” era importante, ya que a los funciona-
destacan en el caso de Ruanda, y el hecho rios norteamericanos les preocupaba que
de comparar las dos situaciones permite con la UNCG, a la que el Senado de los Es-
llegar a comprender algunos aspectos que, tados Unidos había ratificado, los Estados
de considerarse una de las situaciones de Unidos se iban a ver obligados a actuar en
forma aislada, no serían evidentes. caso de que el gobierno hubiera reconoci-
do formalmente que estaba ocurriendo un
El debate sobre el genocidio genocidio. Dado que la acción contundente
Tanto Darfur como Ruanda demos- estaba fuera de las negociaciones, los fun-
traron que los debates sobre terminolo- cionarios estadounidenses no querían que
gía son fundamentales, y probablemente se usara el término “genocidio”, a pesar
inevitables, cuando estallan crisis de tal de las evidencias abrumadoras de que, en
magnitud. En particular, un punto de deba- verdad, estaba ocurriendo un genocidio en
te muy importante era el de la pertinencia Ruanda. Muchos observadores concluye-
de etiquetar cada caso como “genocidio” ron que la lección que se llevaron de Ruan-
32
Samantha Power, “A Problem from Hell”: America and the Age of Genocide, Nueva York, Basic Books, 2002. pp.
363-64.
33
Michael Barnett, Eyewitness to Genocide: The United Nations and Rwanda, Ithaca, Nueva York, Cornell University
Press, 2002.
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Ruanda y Darfur: un análisis comparativo
da fue que, aun de cara a la resistencia a primera vez que un funcionario del gobier-
intervenir, llamar a la violencia “genocidio” no de los Estados Unidos de tan alto ran-
provocaría una respuesta contundente. go declaraba de manera concluyente que
Avanzamos a Darfur. En 2003, a medi- estaba ocurriendo un genocidio mientras
da que se desarrollaba la crisis, Darfur re- este todavía se estaba desarrollando. Va-
cibió poca atención internacional. Pero, en rias semanas después, el entonces presi-
2004, se cumplió el décimo aniversario del dente Bush hizo la misma declaración, en
genocidio ruandés y fue el año en que la un discurso para las Naciones Unidas35.
violencia en Darfur se agravó. Ambas cues- Sin embargo, las declaraciones de ge-
tiones produjeron el aumento de la aten- nocidio no tuvieron como consecuencia el
ción sobre Darfur. Dada la experiencia con tipo de políticas que muchos habían espe-
Ruanda una década atrás, el punto central rado. Acerca de esto, Powell fue claro: una
para los activistas consistió en presionar a declaración de genocidio formal no condu-
las autoridades de los Estados Unidos para ciría a cambios de políticas concretas por
que etiquetaran la violencia como “genoci- parte del gobierno de los Estados Unidos.
dio”. En particular, durante el verano boreal Por el contrario, Powell llevó la medida al
de 2004 una coalición inusitada de actores Consejo de Seguridad de las Naciones
presionó al ex presidente George W. Bush Unidas, que finalmente creó una comi-
para que llamara “genocidio” a la violencia sión para determinar si, de hecho, estaba
de Darfur. Como respuesta, Colin Powell, produciéndose genocidio. El consiguien-
entonces Secretario de Estado, contrató te informe de la Comisión de Investiga-
una ONG, la Coalición por la Justicia Inter- ción de las Naciones Unidas para Darfur
nacional, para que llevara a cabo un estudio documentaba los patrones de violencia
que le permitiera tomar una resolución. La descritos por el ADT de Darfur, así como
ONG, a su vez, ayudó a establecer el Equi- también por otras organizaciones de dere-
po de Documentación de Atrocidades (en chos humanos y testigos presenciales. No
inglés ADT*) de Darfur, que viajo a Chad y obstante, la comisión concluyó que “geno-
llevó a cabo una encuesta innovadora con cidio” no era la etiqueta correcta porque
más de 1.100 refugiados darfurenses34. no había evidencias contundentes de que
Los resultados fueron convincentes: el los líderes de Sudán intentaban destruir
estudio mostró de manera clara que la vio- a una gran parte de la población africana
lencia estaba dirigida a los africanos negros negra. El informe de la comisión estipula
de Darfur, que el gobierno respaldaba la que se habían producido crímenes contra
violencia, que la violencia era generalizada la humanidad y que tales crímenes son tan
y organizada, y que el objetivo era destruir graves como el genocidio36. El Consejo de
una parte sustancial de la población. Lo que Seguridad de las Naciones Unidas remitió
estaba sucediendo en Darfur era genocidio. el asunto a la Corte Penal Internacional,
Posteriormente, Powell se presentó frente a que, posteriormente, comenzó a investigar
un comité del Senado de los Estados Uni- los crímenes cometidos en Darfur. Pero
dos y declaró que el término “genocidio” se más de un año después**, todavía queda
aplicaba a la violencia de Darfur. Esa fue la por implementar una política concreta para
*
Atrocities Documentation Team.
34
Samuel Totten y Eric Markusen, “The U.S. Government Darfur Genocide Investigation”, Journal of Genocide Re-
search, 1, 2005. pp. 279-90; Samuel Totten y Eric Markusen, eds., Genocide in Darfur: Investigating the Atrocities in
the Sudan, Nueva York, Routledge, 2006.
35
Scott Straus, “Darfur and the Genocide Debate”, Foreign Affairs, 84, 2005. pp. 123-33.
36
Informe de la COI.
**
Al momento de publicarse el presente artículo en inglés (2006).
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Revista de Estudios sobre Genocidio
frenar la violencia, a pesar de las determi- es que existen diferencias reales en la defi-
naciones históricas de genocidio. nición de “genocidio” y Darfur muestra que
¿Qué muestra todo esto? En primer tales diferencias saldrán a la superficie en
lugar, que la UNCG no es tan poderosa medio de crisis y durante situaciones que
como algunos imaginaron. La convención no son casos indiscutibles de extermina-
establece que los signatarios están obliga- ción. Por extensión, insistir tan de cerca en
dos a “prevenir” genocidios, pero carece el empleo de la etiqueta “genocidio” pue-
de medidas y mecanismos específicos que de, y en este caso pudo, impedir que se
detallen cómo debe llevarse a cabo tal pre- debatan políticas para frenar la matanza.
vención. En resumen, activar la convención
no es suficiente para generar una acción Constituciones internas
preventiva internacional concreta. Es nece- Darfur y Ruanda también proporcio-
sario, entonces, o bien consolidar la con- nan un contraste instructivo en cuanto a
vención, con la idea de hacerla más con- constituciones internas. En Ruanda, hubo
creta, o bien desarrollar otros protocolos bastante poco activismo a medida que se
que desencadenen una respuesta interna- desarrollaba el genocidio. Las organizacio-
cional contundente frente a las violaciones nes de derechos humanos presionaron al
masivas de los derechos humanos. gobierno de Clinton y a representantes de
En segundo lugar, Darfur muestra cuá- las Naciones Unidas y muchos periódicos
les son los riesgos de exigir en demasía la pusieron a Ruanda en primera plana, en
determinación de un genocidio. “Genoci- especial hacia fines del conflicto. Pero no
dio” es un concepto muy discutido, con- hubo mucha protesta pública para frenar
cepto sobre el cual personas sensatas pue- el genocidio de Ruanda40. Por cierto, allí, la
den disentir. Algunas personas consideran violencia fue rápida, con lo cual hubo poco
un criterio amplio del genocidio como vio- tiempo para ejercer una presión nacional
lencia masiva de gran escala dirigida con- significativa. Sin embargo, la lección que
tra miembros de una categoría social en dejó Ruanda fue que si los activistas pre-
particular, como un grupo étnico o político. tendían que los líderes políticos tomaran
Otros tienen una perspectiva más estrecha medidas preventivas riesgosas y costosas,
del genocidio como exterminación 37. La entonces tenían que presionar a sus repre-
violencia en Darfur no es un caso evidente sentantes y generar un impulso interno.
de aniquilación intencional de un grupo ét- Después de revisar varios casos de genoci-
nico y, por lo tanto, algunos observadores dio del siglo XX, Samantha Power concluye
no se sienten cómodos al usar la etiqueta que “la batalla para poner fin al genocidio
“genocidio”. Gérard Prunier, por ejemplo, se ha perdido reiteradamente en el terreno
se refiere a lo que sucede en Darfur como de la política interna”41. Para ganar la ba-
“genocidio ambiguo” y “cuasi genocidio”38. talla, sostiene Power, los constituyentes, la
La Comisión de Investigación de las Nacio- sociedad civil, las elites formadoras de opi-
nes Unidas concluyó que no estaba justifi- nión y los burócratas dentro del gobierno
cado. Otros analistas prudentes y reflexivos tienen que presionar a los representantes
llegaron a la misma conclusión39. El punto para generar la voluntad política necesaria.
20
Ruanda y Darfur: un análisis comparativo
Darfur fue diferente. En 2003, es cierto, como hemos visto. Pero la presión nacio-
la violencia recibió poca atención interna- nal no fue suficiente para generar una po-
cional. Pero la situación cambió en 2004 y lítica concreta que pusiera fin al genocidio.
2005; en particular, en 2004, un funcionario Power puede tener razón en cuanto a que
de las Naciones Unidas comparó Darfur la batalla para frenar el genocidio se ha
con Ruanda42; tuvo lugar el décimo aniver- perdido en la política interna, pero también
sario de los eventos ocurridos en Ruanda es difícil imaginar una constitución más pe-
(que generó mucho interés y preocupación netrante y atractiva políticamente, formada
por Darfur); y se estrenó la película Hotel en torno a un asunto de derechos huma-
Ruanda, lo que otorgó una considerable nos en un país africano. En resumen, Dar-
notoriedad a Ruanda y al genocidio. A par- fur muestra que la presión nacional puede
tir de 2004 se formó una poderosa coali- ser necesaria, pero no es suficiente.
ción informal de diversidad política, para
ejercer presión sobre el gobierno de Bush. Obstáculos para la intervención
La coalición estaba formada por cristianos Lo cierto es que hay muchas razones
evangélicos, norteamericanos de origen por las que no se materializó ninguna po-
africano, organizaciones de derechos hu- lítica de intervención. El envío de tropas a
manos, grupos judíos norteamericanos Irak y Afganistán, así como también el cur-
y funcionarios del gobierno que estaban so de la guerra precedente, hicieron que
enojados por lo que había sucedido en fuera políticamente difícil para las autorida-
Ruanda una década atrás. Periodistas des de los Estados Unidos el despliegue
prominentes, en especial el columnista del de soldados en un país africano, en el cual
New York Times Nicholas Kristof, escribie- hubiesen tenido un propósito moral sólido
ron sobre Darfur de manera obstinada y pero carecían de una clara estrategia de
convincente. También hubo un activismo escape. Siendo ese el caso, una cuestión
estudiantil muy vehemente por Darfur en crucial es por qué ningún otro actor inter-
docenas de universidades y facultades de nacional asumió un papel de liderazgo con
los Estados Unidos y Canadá. respecto a Darfur. De hecho, la batalla para
Rara vez ha habido un activismo de la frenar el genocidio en Darfur se perdió me-
sociedad civil nacional tan constante, ge- nos en la política interna estadounidense
neralizado y políticamente ecléctico por un que en el terreno internacional. Esto último,
asunto de política internacional, en espe- también, es una lección que deja Darfur:
cial, uno que concierne al África. Las polí- la política internacional es importante para
ticas y los asuntos africanos con muy poca desarrollar una respuesta coherente y efec-
frecuencia llegan a las páginas editoriales tiva frente al genocidio.
y muy raramente se convierten en motivo Los constituyentes nacionales presio-
de campañas activistas. Aun así, los asun- naron a los funcionarios norteamericanos
tos particulares se destacan solo por pe- con respecto a Darfur y estos últimos, a su
ríodos cortos. No es el caso de Darfur: las vez, llevaron el asunto al Consejo de Se-
presiones han sido bastante constantes e guridad de las Naciones Unidas; fue allí
insistentes, aunque el tsunami de diciem- donde fracasó el impulso para cambiar las
bre de 2005 distrajo la atención de Darfur, políticas sobre Darfur. Se podrá criticar a
al menos por un tiempo. Los funcionarios los funcionarios estadounidenses por no
de los Estados Unidos fueron receptivos: haber hecho más por Darfur, pero está cla-
la presión interna tuvo como resultado las ro que la iniciativa norteamericana encon-
memorables declaraciones de genocidio, tró en el Consejo de Seguridad una falan-
42
Prunier, Darfur. p. 114.
21
Revista de Estudios sobre Genocidio
43
International Crisis Group, The AU’s Mission in Darfur: Bridging the Gaps, Bruselas, 6 de julio de 2005; Prunier,
Darfur. pp. 144-46.
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Ruanda y Darfur: un análisis comparativo
lar el genocidio y para usar la fuerza militar que se desarrollaba el genocidio de Darfur.
con el propósito de frenarlo, lo que requeri- El esfuerzo tuvo resultados. Pero fue en la
ría una renovación del debate acerca de las escena internacional donde la política para
cuestiones irritantes que rodean a la inter- frenar la violencia perdió impulso. Dejar en
vención humanitaria44. El marco de la “res- claro los protocolos internacionales para
ponsabilidad de proteger” es una iniciativa parar el genocidio ayudará, como hemos
clave, que recibió un respaldo simbólico en dicho, pero también lo hará forjar una coa-
la cumbre de 2005 de las Naciones Unidas, lición para prevenir el genocidio.
en Nueva York. Pero aún sigue habiendo A principios de mayo de 2006, cuando
temas concretos. Es fundamental que toda la versión en inglés de este artículo esta-
política determine un límite para la interven- ba yendo a prensa, había señales de pro-
ción, establecer mecanismos claros para greso. En respuesta a una nueva e intensa
identificar ese límite y aclarar los protoco- ronda de presiones, los funcionarios de los
los internacionales para desplegar el uso Estados Unidos emprendieron un esfuerzo
de la fuerza una vez que se alcance el lí- diplomático muy importante para obtener
mite y se hayan agotado otras opciones. un acuerdo de paz entre el gobierno suda-
El consenso con respecto a estos asuntos nés y los rebeldes de Darfur. Los gobiernos
sigue siendo lejano, y sería ingenuo pen- británico, canadiense y de algunos países
sar que será fácil conseguirlo. Pero Darfur africanos respaldaron enérgicamente la
demuestra que, sin la resolución de alguna iniciativa. Tras varios días de intensas ne-
de estas cuestiones, hay pocos motivos gociaciones, los funcionarios del gobierno
para esperar una respuesta internacional sudanés y la facción rebelde más grande
concreta y efectiva al genocidio. de Darfur firmaron un acuerdo. Dos faccio-
La importancia de las coaliciones cívi- nes rebeldes se negaron. El acuerdo de
cas internacionales es otra de las lecciones paz podría dar una tregua a la violencia y
que deja Darfur. Como hemos visto, el pú- conducir a una fuerza de las Naciones Uni-
blico norteamericano se tomó a pecho las das de mantenimiento de la paz en Darfur,
lecciones que dejó Ruanda. Les dijeron aunque es demasiado pronto para saber
que tenían que hacer sonar los teléfonos si algunas de estas dos cosas va a suce-
de sus representantes. Los activistas, por der. Pero la diplomacia mostró el tipo de
su parte, llevaron a cabo una coalición di- esfuerzo coordinado e internacional que se
versa y lograron presionar a los legislado- necesita para hacer de la prevención del
res y al gobierno norteamericano a medida genocidio una realidad. F
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