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EL SENTIDO DE PERTENENCIA

GINA CLARISSA ROBINSON QUESADA

CÁTEDRA UNIVERSITARIA

UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO


FACULTAD DE CONTADURÍA PÚBLICA
VIII SEMESTRE
BARRANQUILLA, 24 DE JULIO DE 2019
El sentido de pertenencia es un sentido de identificación de un individuo con un
grupo o un lugar determinado. A partir de él emergen lazos afectivos que
generan en la persona actitudes positivas hacia el grupo y el lugar. Entre éstas
se incluye el deseo de participar en su desarrollo y la constitución de significados
que luego formarán parte de su memoria personal y del grupo.

1. ¿Cuáles cree usted que son los factores que determinan el sentido de
pertenencia de los estudiantes hacia la universidad?

2. Evidencia las actuaciones y ejemplos de la falta de sentido de pertenencia.


¿Cree usted que el sentido de pertenencia está asociado a experiencias
académicas exitosas?

3. Elabore propuesta que genere sentido de pertenencia por la Universidad del


Atlántico, en los escenarios de ambientes de aprendizaje, mantenimiento de la
infraestructura física y ecológica, de relaciones interpersonales. ¿Qué
estrategias propone para trabajar las dimensiones señaladas?
1. El sentido de pertenencia se va desarrollando en nuestro ser a través de
interactuar con otros en cada uno de los ambientes físicos-emotivos: ambiente
familiar, escolar, profesional, comunitario, etc. Creo que sentimos que algo nos
pertenece cuando trabajamos por ello o nos esforzamos por conseguirlo, por
ejemplo, en nuestro hogar nos incomoda que los platos de la comida estén
sucios cuando nos involucramos en su limpieza; del mismo modo, en la medida
en que somos incluidos en el sano desarrollo de un ambiente, así también
trabajamos y actuamos en pro de su cuidado. Por lo tanto, la mejor forma de
crear sentido de pertenencia en los estudiantes con respecto a la universidad es
que sean involucrados de forma activa y directa en su mejoramiento continuo y
en sano mantenimiento de la misma.

2. La falta de sentido de pertenencia se evidencia en lo más básico como son: la


falta de cuidado de las herramientas que la universidad nos brinda. Podemos
observar fácilmente como las sillas son rayadas, “desmembradas” hasta ser
dejadas inservibles; las puertas y paredes de aulas de clases, baños,
ascensores son usadas para garabatear los más mínimos pensamientos, ideas o
sentimientos; de la misma forma, nos dirigimos a la biblioteca y vemos como
rayan las mesas en vez de usar los cuadernos.

Obviamente, hay acciones mucho más graves, como lo han sido las acciones de
vandalismo que hemos tenido que presenciar durante el transcurso de este
semestre: El incendio en la oficina de la rectoría, la bomba que fue detonada por
agentes de la policía en el baño del bloque D, el incendió ocurrido en el bloque D
que nos perjudicó en gran manera ya que muchas clases debieron ser
suspendidas y/o aplazadas y debimos ser reubicados para poder ver las clases
faltantes para culminar nuestro semestre. Hasta el momento el daño no ha
podido ser reparado.
En este punto, me pregunto: nos estamos quejando porque a la universidad no
se le está asignando el suficiente presupuesto para las inversiones necesarias y
nos atrevemos a destruir lo que ya está, ¿acaso no es esto una falta de sentido
común? Al dañar algo que está en buen estado, estamos permitiendo que los
dineros existentes y destinados a progresar ahora se deben destinar a reparar
de urgencia lo que han saboteado.

No creo que el sentido de pertenencia se ligue directamente al éxito o fracaso


académico de un estudiante, pero sí lo utiliza como excusa para apoyar el
vandalismo. Sin embargo, cabe destacar que una persona que tenga buen
desempeño académico es una persona feliz y las personas felices no buscan
causar daño ni a otras personas ni a sí mismo, por ende, tampoco al medio que
lo rodea, que en este caso sería la institución educativa.

Por lo anterior, sí diría que las personas entre más insatisfacción tienen en sus
vidas, más daño son capaces de causar. Así que las personas que son capaces
de crear bombas a sabiendas que va a herir a otras personas y que puede
resultar herido él mismo en el proceso, deben ser personas profundamente
dañadas y confundidas.

3. Tal como lo expresé en el primer punto, las personas requieren involucrarse


más en el proceso para llegar a tener sentido de pertenencia. En ese orden de
ideas, propondría que se organice una jornada de concientización a la
comunidad estudiantil donde cada docente organice un grupo de estudiantes en
una o dos jornadas por semestre donde los mismo estudiantes se encarguen de
la limpieza de las sillas, mesas, paredes de las aulas y de los tableros, las
puertas y paredes de los baños. Con la idea de que conozcan cuanto trabajo
cuesta reparar el daño que se les causa. Que del mismo modo valoren y
respeten el trabajo desempeñado por el personal de aseo y el de vigilancia.
También en una de esas jornadas donde los estudiantes recojan toda la basura
de la universidad y sus alrededores, hacer una campaña donde aprendan a
valorar el cuidado y mantenimiento del medio ambiente, y el daño que le causa a
este el simple hecho de tirar una servilleta al suelo o una bolsa de mecato.
Aprender acerca de la cultura del reciclaje y de colocar la basura en su lugar.

Hay un hecho que me incomoda un poco y es que la universidad es esforzó en


la adecuación y reubicación de los vendedores ambulantes que se encuentran
en la entrada de la universidad y a pesar de los carteles y anuncios, ya se han
reubicado varios vendedores ambulantes fuera de esa zona y permanecen allí
por nosotros como estudiantes no respetamos la norma establecida y les
compramos a estos vendedores en vez de hacerlo a los que están en sus
respectivos locales, esto para mí también hace parte de nuestro sentido de
pertenencia, pro que si amamos nuestra universidad, no deseamos que esta se
vea fea o mal cuidada o desordenada. Si no le compramos a esos vendedores
que no respetan el espacio público, ellos no se volverán a ubicar allí.

En el corredor universitario podemos ver claramente que ninguna de las


universidades o colegios que allí se encuentran sufren de este mal, los
vendedores tienen sus locales aparte de las universidades sin afear sus
respectivas entradas, incluso, hay muchos que están ubicados en las aceras
contrarias; ¿por qué aquí debemos permitir que estos individuos hagan esto con
nuestra Alma Mater?, ¿Por qué no hacemos respetar las normas establecidas?

Apoyo que cada persona tiene derecho a rebuscar su sustento diario como
mejor lo consiga, pero debemos tener en cuenta que la libertad de cada uno de
nosotros termina donde empieza la libertad de mi prójimo y el espacio público es
algo que todos debemos respetar y hacer respetar.

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