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Foto Reportaje Proyecto de Ley 40 Horas

La diputada del partido Comunista, Camila Vallejo, presentó un nuevo proyecto de reducción de la jornada laboral de 45 a 40
horas. Según la parlamentaria, la producción del país se vería beneficia al igual que la calidad de vida de los trabajadores al
reducir en 5 horas las jornadas de trabajo.
Chile es el sexto país con más horas de trabajo al año en la OCDE, con 1988 horas por trabajador, superado solamente por
Costa Rica y México en Latinoamérica. Por delante está Alemania y Holanda con 1371 y 1419 respectivamente.
En productividad, en Chile cada trabajador produce 27 dólares por hora, quedando por muy debajo del promedio de la OCDE
con 49. Luxemburgo con 91 y Noruega con 89 lideran la lista.
La relación productividad/horas de trabajo según muchos expertos está directamente relacionada con la baja producción del
país. Es este el principal argumento de Camila Vallejo para reducir la jornada laboral.
Reducir las horas de trabajo de 45 a 40 semanales y sin reducción salarial son las bases del proyecto de ley que anunció Camila
Vallejo. Con el fin de que los trabajadores tengan mas tiempo en su vida familiar y personal. Fuente: Twitter Camila Vallejo.
La productividad ha sido el eje central del debate que ha surgido con este proyecto de ley. Ya que los ejemplos de otros países
que han reducido su jornada laboral, han tenido positivos resultados en producción.
La productividad en Chile creció un 34% desde 1990 hasta el 2005. El problema es, que desde el 2009 hasta el 2015 el
crecimiento se redujo hasta un 0,1% promedio, situación que ha afectado a la economía nacional y que según Camila Vallejo,
se podría revertir reduciendo la jornada laboral.
Federico Iriberry, director de Broota, una plataforma de financiamiento online de emprendimientos, comenta que el trabajo en
base a metas sin un horario establecido es un buen mecanismo para obtener una productividad superior a la que tienen las
empresas con horarios establecidos. “No es necesario que haya una ley que regule un horario si es que se genera una cultura
organizacional para que los objetivos sean metas y objetivos y no cuantas horas uno esté en el trabajo”, opina Iriberry.
Quien esta de acuerdo con el proyecto de ley es el economista Gonzalo Durán, de la fundación SOL. Quien afirma que al
reducir la jornada laboral, el trabajador tendrá mas tiempo de esparcimiento y provocaría una mayor productividad en su
empleo.
Según el informe “WorkMonitor” de la consultora holandesa Randstat, solo el 42% de los empresarios invierte lo suficiente en
la capacitación de sus trabajadores y un 51% de los empleadores ofrecen buenas oportunidades de desarrollo de carrera de
sus empleados.
Carolina Grunwald, de la fundación Libertad y Desarrollo, señala que la productividad no pasa por una reducción en la jornada
laboral de los trabajadores sino que en una extensa cooperación entre las empresas y sus empleados en un mercado aún más
flexible. Siguiendo la línea de que más allá de reducir los horarios de trabajo, hay que avanzar en materia legal y educacional.
Si bien en países desarrollados se ha logrado una mayor productividad relacionada a la reducción de la jornada laboral, son
casos en que la educación de los trabajadores, la tecnología que utiliza la empresa y los incentivos son superiores a la realidad
chilena.
Rodrigo Azocar, profesor de derecho laboral en la Universidad Católica, cree que el proyecto “40 horas” ha estado muy
enfocada en la productividad, cuando también se debe considerar la calidad de vida y la dignidad de los trabajadores en
materia legal y aumento salarial.
Otro punto a favor es el eventual aumento de la empleabilidad, al reducir la jornada laboral, sectores con atención a clientes o
usuarios como salud, retail y servicios tendrían que contratar más personal para cubrir el horario restante que antes cumplía
un empleado.
Siguiendo la línea de Azocar, la psicóloga laboral, Camila Genovese, señala: “las medidas para mejorar la productividad se
relacionan mucho con lo económico, pero no con intervenciones reales de bienestar”.
Productividad, empleabilidad y mejor calidad de vida son los temas que se generan al tratar de reducir la jornada laboral a 40
horas. El debate ha vuelto a la opinión nacional con el fin de mejorar la economía nacional y con ello, mejorar la calidad de vida
de los trabajadores.

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