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Tipos de técnicas
En este caso hemos empleado dos criterios fundamentales para clasificar:
Tipos de discusión:
Lee los siguientes textos y luego responde las preguntas que siguen a continuación:
TEXTO 1
Publicado por Invitado el 07 de Febrero de 2008 en la sección Actualidad en delaRepublica, Invitados delaRepublica
(http:blog.delarepublica.cl)
* Mónica Peña
1.- Hay mujeres –que las hay- que dicen que pasar por la construcción les sube la autoestima. Hay chicas que
–francamente- tienen su imagen por el suelo.
2.- Cuando era chica, no entendía porque algunos hombres se daban vuelta a mirarle el trasero a las mujeres.
Aún me cuesta entenderlo.
3.- Finalmente, cuando las mujeres pasan cierta edad, empiezan a ser comunes las historias de haber caminado
por el lado de unos adolescentes que te pegaron un agarrón o de viejos que se toquetean cerca tuyo. No son
anécdotas agradables, y a veces son mucho más fuertes que eso.
Los piropos al sexo femenino casi nunca son dirigidos a una persona. No son parte del diálogo de dos sujetos,
sino que simplemente responden a la lógica de la objetualización de la mujer, de entender lo femenino como
un territorio a colonizar. No creo que haya que ahondar más en eso.
A pesar de esto, para llamar la atención sobre la prevención de riesgos en el mundo de la construcción, el
Gobierno ha decidido auspiciar un concurso de piropos, a través de la Seremi del Trabajo y Previsión Social.
La decisión se toma justo hoy en día, cuando se necesita más que nunca un cambio cualitativo en la relación
entre hombres y mujeres, olvidando de paso que es en el ámbito laboral donde la igualdad aún se mantiene en
pañales.
Chile está repleto de ambientes machistas donde las mujeres han tenido nula cabida. Recuerde usted como el
minero dice que las mujeres traen mala suerte, porque la mina se pone celosa; o las mujeres que menstrúan
echan a perder la pesca, según los pescadores artesanales. Piense en como muchas chicas aún creen que el
reconocimiento laboral se logra mostrando escote o señores que creen que el respeto entre pares se logra
diciéndole a su compañera que tiene buenas piernas.
¿Cuál es la señal que el Gobierno quiere dar? Francamente, somos testigos de una contradicción en lo que
entendemos por las relaciones entre los sexos y los conceptos de dignidad y respeto. No puede ser que una
parte del Gobierno esté preocupada de la violencia doméstica fruto del machismo y la desigualdad, y otra en
festinar costumbres de macho tan desagradables como la de escupir en la calle. No puede ser que el Gobierno
avale prácticas propias del machismo más señero en vez de fomentar el trato igualitario entre géneros.
Si seguimos así, la próxima actividad va a ser “Miss Ministerio”, o bien, en un arranque de progresismo a la
chilena, un Martes Femenino para mantenernos contentas y promover la igualdad. No es así que vamos a
cambiar un problema cultural, claro que no.
(* Mónica Peña es sicóloga y candidata a doctora en Educación. Trabaja como profesora en las facultades de educación de la
Universidad Academia de Humanismo Cristiano, Universidad Tecnológica de INACAP y últimamente en la P. Universidad Católica de
Valparaíso.)
TEXTO 2
Si en el Santiago de Balmaceda era particularmente admisible que los niños estuvieran a “pata pelá”, hoy nos
sonrojamos con la mala calidad de los zapatos en algunas tiendas de retail. En esta democracia nuestra –recién
hoy algo más vigilante– creemos, al parecer, que los vicios de la administración estatal ya no pueden ser
soslayados. Todo ello, eso sí, “en la medida de lo posible”.
Jamás se soñó que iba a ser el mismísimo Longueira quien le estirara la mano a Lagos en 2003. Luego de que
éste respondiera el favor con una buena bofetada –un cuarto gobierno que pocos imaginaban–, es difícil que la
oportunidad se repita. Ni Viera-Gallo, experto interlocutor de los salones del Congreso, ha podido detener la
avalancha de “errores” administrativos (más viejos que el hilo negro) que por estos días personifica la
profesora y ministra Yasna Provoste.
Provoste se ha sentado en un trono que no está exclusivamente confeccionado para ella: podría haber sido
Vidal, Andrade, Espejo. No es Provoste en sí, es un sitio vacío que la oposición -habiendo visto numerosos
flancos débiles en sus comunicaciones- se apresuró en rellenar con un enemigo fácil y poco versado. El
Gobierno, ahora resignado a una batalla jurídicamente perdida (o no?), piensa que es posible capitalizar la
inminente destitución de la ministra apelando a una alambicada teoría de “femicidio político”, salvándola al
menos en la memoria de la gente que la vea aparecer por Atacama para la elección senatorial.
La democracia republicana y representativa ha vuelto, con fecha de ayer martes, hace exactamente dieciocho
años. Utópica como siempre -diciendo que cada voto vale lo mismo-, pero ha vuelto. He aquí la dolorosa
tensión: en aras de la eficiencia, debe revocarse el mandato público delegado a Provoste, y poner semáforos
rojos y amarillos a aquellos a quienes hemos entregado nuestra confianza. Y quién más para realizarlo que los
que soñaron profundamente con la existencia de un Congreso, uno con libre elección de representantes y
facultad de remoción de autoridades; uno con el mandato de rendición de cuentas en la mano y con potestad
para comenzar a ejercitarla de verdad.
I. Análisis argumentativo
II. Comprensión:
4. Investiga el tema de la violencia hacia la mujer y de qué forma los medios han
abordado esta problemática.
I. Análisis argumentativo:
1. Explicita de qué se trata el texto.
2. Identifica las tesis presentes en el mismo.
II. Comprensión: