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IV.

DEMOCRACIA
Y PARTIDOS POLÍTICOS

6. Fernando Giraldo.p65 159 04/12/04, 06:48 p.m.


FERNANDO GIRALDO GARCÍA*

LOS PARTIDOS Y EL SISTEMA


POLÍTICO COLOMBIANO
Resumen

El artículo revisa el concepto de partido político e intenta


responder la pregunta de si existe o hace falta un sistema
de partidos en Colombia y de qué tipo. Se parte de que hay
una crisis del actual sistema político colombiano que tie-
ne como una de sus causas la fragilidad institucional y
democrática de los partidos y lo difuso del sistema de
partidos. También se presenta una revisión de las refor-
mas que a partir de 1991 han querido afectar el sistema de
partidos y se plantean las posibles razones por las cuales
nunca han funcionado estos esfuerzos por mejorar el sis-
tema político.

Palabras clave

Partido político, fragilidad institucional, fragilidad democrá-


tica, sistema de partidos, participación ciudadana y sistema
político.

Abstract

This article goes through the concept of political party


and intends to answer the question whether it exists or is
necessary a system of political parties in Colombia and

* Politólogo, decano de la Escuela de Política y Relaciones Internacionales de la Universidad


Sergio Arboleda. Este artículo se ha elaborado gracias a la colaboración del politólogo José
Luis Meneses.

Desafíos, Bogotá (Colombia), (11): 160-179, semestre II de 2004

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what type. It begins with the sidering the possible reasons of


actual crisis of the Colombian why the efforts to establish a
political system, and one of its better political have never
causes is the institutional fragil- worked.
ity and the democracy of the
parties, and the diffuse of the Key words
political parties system. There is
an inspection of the reforms that Political party, institucional
from 1991 have wanted to affect fragility, democrative fragility,
the political parties system, con- parties system, policital system.

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En la actualidad, el concepto de cabo reformas políticas con el


partidos políticos es insuficien- objeto de afectar el precario sis-
temente claro y, por lo tanto, tema de partidos, no obstante, a
impide que todos lo comparta- excepción del proyecto de refor-
mos y podamos aplicarlo en el ma política del 2003, todos los
contexto colombiano con las intentos anteriores fracasaron.
mismas premisas y consecuen- Las razones por las cuales no han
cias. De la misma manera, como funcionado estos esfuerzos por
poco sabemos acerca de qué es mejorar el sistema político pue-
un partido, tampoco identifica- den ser de diversa índole: gran-
mos si existe o hace falta un sis- des expectativas, falta de claridad
tema de partidos en Colombia y en los objetivos buscados, pobre
de qué tipo. información sobre los caminos
más expeditos e idóneos para el
Aunque la Constitución enuncia logro de los objetivos, propues-
el derecho a la conformación de tas con posibilidades remotas de
partidos, la generosa prolifera- aplicación, intereses particulares
ción de listas electorales ‘no y de corto plazo de los actores
políticas’, de movimientos polí- políticos comprometidos en la
ticos, de grupos significativos toma de decisión y, quizá, poca
de ciudadanos con propósitos comprensión sobre cuáles son
electorales y la precariedad de las necesidades políticas reales
los denominados partidos ha del sistema.
debilitado a los partidos reales
en su actuación como organiza- El trabajo aquí desarrollado da
ciones electorales y como orga- cuenta tanto de una revisión bi-
nizaciones de gobierno o de bliográfica y de una recopilación
oposición. Así, la crisis del ac- del debate político y normativo
tual sistema político colombia- como de una organización y una
no tiene como una de sus causas sistematización de la informa-
la fragilidad institucional y de- ción obtenida. Este trabajo se
mocrática de los partidos y lo estructura en dos grandes par-
difuso del sistema de partidos, tes: la primera corresponde a los
por eso la pretensión de este tra- partidos y al sistema político y
bajo es desarrollar una reflexión la segunda, a los partidos y sis-
en torno al tema. temas de partidos en Colombia.
Este artículo es la síntesis del
Desde 1991 se ha pretendido, en autor del libro Sistema de parti-
diversas oportunidades, llevar a dos políticos en Colombia.1

1
Giraldo, Fernando, Sistema de partidos políticos en Colombia, Bogotá, Centro Editorial
Javeriano (Ceja), 2003.

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Los partidos real de partido de gobierno y


partido de oposición. Los parti-
y el sistema político dos refuerzan el gobierno, for-
man la oposición y potencian su
eficacia. Por otra parte, una cosa
Una gran dificultad al tratar el es hablar de partidos y otra, de
tema de los partidos es hacer una participación electoral de movi-
abstracción de la situación actual mientos y de organizaciones
colombiana, de la desestructura- políticas.
ción del sistema de partidos, de
la atomización excesiva y de su Para reformar el sistema político
ausencia de institucionalización. democrático sin desvirtuar su
El papel de un partido en el po- esencia y, por el contrario, para
der es gobernar y en la oposición profundizarlo, las reformas deben
es vigilar, presionar, auditar y so- responder al desarrollo o rescate
licitar rendición de cuentas a los de unos partidos políticos como
gobernantes. Por esto es de vital instrumentos fundamentales
importancia la institucionaliza- para la actividad política, y ésta
ción de los partidos. Asimismo, debe responder al desafío de con-
la aspiración de democratizar los solidar la representatividad, la
partidos supone construir una responsabilidad y la capacidad.2
verdadera dimensión de relación
entre el dirigente y los dirigidos. Según Nohlen, los sistemas de
gobierno, electoral y de partidos,
Una de las fórmulas para edifi- son elementos sustanciales que
car la representación es la insti- conforman un sistema político,
tucional. Ésta se manifiesta en su estructura y su dinámica.3 El
los partidos. Por ello es muy sistema de partidos es muy de-
importante hacer normas para pendiente de los sistemas de
estructurarlos. Por supuesto, el gobierno y electoral. Por otra
papel de los partidos en un régi- parte, para Linz, el presidencia-
men presidencialista es bien dis- lismo ha fallado a la democra-
tinto del que cumplen en un cia, porque tiende a estancarla y
régimen parlamentario. Existe la limita en extremo; mientras
una diferencia con un sistema en que el parlamentarismo la con-
el cual se presenta un esquema serva mejor y la desarrolla.4 En

2
Informe de la Comisión Internacional de Georgetown a la consulta del Ministerio del
Interior sobre el proyecto de reforma política de 1999.

3
Nohlen, Dieter, “La trilogía. Sistema de gobierno, sistema electoral y sistema de partidos”, en
Serie de Cuadernos CAPEL, Costa Rica, 1996, p. 31.

4
Linz, Juan, la quiebra de las democracias, Madrid, Alianza, 1987.

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este sentido, Liphart considera cia es un principio legitimador


que la representación proporcio- del poder basado en la libertad
nal es superior a la representa- y la igualdad. Aunque los parti-
ción por mayoría.5 dos pueden ser fuente de frag-
mentación, también vitalizan el
Sin embargo, contrario a lo es- funcionamiento del sistema.
perado, la fragmentación del sis- Cuando un partido tiene el con-
tema de partidos puede ser trol de la administración, debe
mayor en un sistema electoral tener capacidad de gestión y de
mayoritario, pues la política es independencia cuando fiscaliza
más compleja de lo que se cree desde la oposición.
cuando es objeto de estudio. La
alternativa parlamentaria como En el sistema político es nece-
forma de gobierno es una opción sario considerar el tipo y la es-
poco viable o materializable en tructura del sistema de gobierno
Colombia. Quizá se pueden ha- y quién controla el proceso polí-
cer reformas al sistema presiden- tico: los partidos u otros medios.
cialista, pero dentro de su propio Es claro que en un sistema
modelo. presidencialista rara vez el Con-
greso y los partidos funcionan
Los partidos políticos, aunque en armonía. Esto se ve reflejado
sean buenos instrumentos de en la crisis de representación
comunicación, de canalización y política. Como ésta es problemá-
de expresión de intereses socia- tica, dado que tiene que garanti-
les, son sólo uno de muchos ins- zar la proporcionalidad y la
trumentos para lograrlo. Según legitimidad, se hacen indispen-
Lipson, los partidos constituyen sables unos partidos consisten-
un punto de intersección para la tes que ayuden a garantizar
convergencia de las fuerzas po- mejor la gobernabilidad, la par-
líticas.6 ticipación y la representación.

Los partidos deben conducir a Estamos comprometidos con la


una gobernabilidad estable y le- superación de la crisis de la re-
gítima y deben presentar candi- presentación política, por ello la
datos con miras a responder por meta es reforzar la democracia
el poder. De este modo, al ejer- mediante la promoción de la re-
cer como gobierno, responden composición, la redefinición o la
rindiendo cuentas de sus actos reformulación de los partidos, su
ante los electores. La democra- importancia y su papel. La debi-

5
Liphart, Arend et al., Informe de la Consultoría Internacional sobre la reforma política en
Colombia, Bogotá, Ministerio del Interior, 1999.

6
Lipson, Leslie, Los grandes problemas de la política. Introducción a la ciencia política,
México, s. e., 1964.

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lidad de los partidos ha favoreci- zá por ello los procesos de re-


do la falta de gobernabilidad, el forma y de democratización del
régimen presidencialista excesi- sistema político deben conside-
vo, la ya tradicional fragilidad de rar las garantías indispensables
la oposición y el riesgo de auto- para que los partidos tengan ac-
ritarismo. Para Scout Mainwaring ceso a la acción parlamentaria.10
y Timothy Scully (1995), la esta-
bilidad de los partidos se convier- Los procesos electorales, con sus
te en la variable decisiva para la alcances limitados y a pesar de
labor gubernamental.7 sus fortalezas, han permitido es-
tablecer un ámbito institucional
La importancia de los partidos democrático; sin embargo, su
está dada por la consecución de debilidad máxima ha estado en
votos y por el papel que cumplen favorecer la agudización de la
como espacios en el que convi- precariedad del sistema de parti-
ven personas con intereses y dos, manifestada en su atomiza-
objetivos diversos, pero que ción y en su frágil papel de
siempre tienen “como meta con- representación política y canali-
quistar cuotas de poder”.8 “La zación de intereses sociales.
representación del pueblo como
fuente de todo poder político, sólo Aunque en el debate político y
es posible a través de la elección académico se recurre con fre-
de representantes, para lo cual los cuencia al tema de la democra-
partidos siguen siendo indispen- cia interna, ésta es al mismo
sables y aún excluyentes”.9 tiempo deseada y rechazada.
Para algunos es un principio bá-
Los especialistas sobre los par- sico, pero la mayor parte de los
tidos comparten de manera am- partidos en ningún momento la
plia que éstos necesitan, para practican. Ésta se refiere a las
cumplir su tarea, conquistar es- posibilidades que tienen los afi-
pacio parlamentario; pero en re- liados para intervenir de manera
gímenes presidencialistas este activa y real “en los procesos de
cometido es de difícil cumpli- decisión sobre cuestiones técni-
miento por parte de todas las cas, programas, candidatos y
organizaciones partidarias. Qui- dirigentes”.11 La gran desventa-

7
Alcántara, Manuel, Sistemas políticos de América Latina, Madrid, Tecnos, 1999, p. 7.

8
Alcántara Manuel y Freidenberg, Flavia, Partidos políticos de América Latina, Salamanca,
Universidad de Salamanca, 2001, p. 2.

9
Thesing, Josef y Hofmeister, Wilhelm, Partidos políticos en la democracia, s. l., s. e., 1995,
p. 9.

10
Ibid., p. 10.

11
Ibid., p. 12.

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ja que se señala a la aplicación órganos de éstos y de sus com-


de democracia interna reside en petencias”.13
la pérdida de eficiencia y flexi-
bilidad para el partido.12 Los partidos son formal y
abstractamente iguales,
Por otra parte, los tibios cambios pero tienen distinta magni-
a los que han aspirado los parti- tud y presencia en la vida
dos después de 1991 con la política en razón de lo cual
Constitución política están aún el principio de igualdad
sin complementar con una mo- tiende a combinarse o, más
dernización y una democratiza- bien, a configurarse en el de
la proporcionalidad entre
ción de las estructuras internas.
las prestaciones recibidas
Los partidos han sido maquina-
(cantidades de dinero y
rias electorales para la moviliza- tiempo en los medios de co-
ción política, en vez de serlo municación social) y en nú-
para la participación. Sólo han mero de sufragios obtenidos
sabido cumplir con las deman- o de representantes elegidos
das de la sociedad por medio de en las últimas elecciones, lo
mecanismos de clientelismo y que es signo de su represen-
del pago de favores, y con ello tatividad, y con ello, de la
han sustituido al Estado. cuota de su representación
en la dirección política de Es-
Los partidos tradicionales que tado, sea en el ejercicio del
han tenido una militancia y una gobierno, sea en el de la
simpatía relativamente estables oposición.14
se han diferenciado de los otros
partidos y movimientos a los que A los partidos “debe mirárseles
les ha faltado militancias perma- como instituciones de gran re-
nentes. El sistema de partidos es levancia y de gran interés nacio-
débil. La institucionalización de nal, pilares esenciales de la
las organizaciones partidarias democracia. Si ello es así, por
asigna derechos y exige el cum- pobres que sean nuestros paí-
plimiento de deberes frente al ses, es necesario plantearse for-
Estado y la sociedad, que se cum- mas de funcionamiento de las
plen por parte “de los militantes entidades políticas que las ha-
frente al conjunto del partido, así gan trasparentes y eviten las gra-
como la regulación básica de los ves crisis de gobernabilidad”.15

12
Ibid., p. 144.

13
García-Pelayo, Manuel, El estado de partidos, Madrid, Alianza, 1996, p. 51.

14
Ibid., p. 66-67.

15
Vélez, Rubén y Parlamento Andino, Leyes de partidos políticos, leyes electorales, reglamen-
tos de congresos de la comunidad, Bogotá, Gente Nueva, 1997, p. 38.

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Así, entonces, el tema del presi- La situación vivida durante el


dencialismo y su relación con los gobierno de César Gaviria Trujillo
partidos ha sido poco tratado. Es (1990-1994), en cuanto a la go-
un debate, afirma Eduardo Pizarro bernabilidad y las relaciones con
Leongómez: el Congreso, para sacar adelan-
te proyectos de reforma institu-
… que ha tenido poca tras- cional, es analizada por Eduardo
cendencia en la escena polí- Pizarro Leongómez, para quien
tica colombiana; pese a ello, uno de los rasgos de este perío-
tanto en la Asamblea Nacio- do (es decir, el de Gaviria) ha sido
nal Constituyente (1991) la dificultad para consolidar una
como en la comisión de ajus-
coalición de gobierno sólida.
te institucional creada por
Esta situación tiene dos impac-
las mesas directivas del Se-
nado y de la Cámara, se
tos negativos para el funciona-
planteó la necesidad de tran- miento del sistema político
sitar hacia formas semipre- colombiano:
sidenciales o, si se quiere,
semiparlamentarias con el De un lado, en un sistema
objetivo de recuperar el di- presidencialista se requiere,
namismo y la significación para alcanzar una real efi-
del Congreso.16 cacia en la gestión guberna-
mental, un respaldo de la
Y así, ya planteado el debate en mayoría del parlamento.
Pero no basta contar con ma-
1991 durante el período de cam-
yorías. Se requiere además
bio constitucional, “se impusie- que éstas sean sólidas. En
ron los partidarios de un presi- Colombia los dos últimos go-
dencialismo atenuado, mediante biernos han contado con una
una disminución de las prerroga- clara superioridad liberal en
tivas presidenciales y un fortale- el Congreso, pero se ha tra-
cimiento simultáneo del Congre- tado de unas mayorías en el
so”.17 “Sin embargo, el debate papel, indisciplinadas y dis-
sigue latente en el país, y en todo gregadas. Una mayoría es
importante si está cohesio-
caso, en las agendas de reforma
nada gracias a sus creencias
institucional que recorren el con- integradoras, o, al menos, en
tinente, ocupa un lugar destaca- ausencia de una identidad
do la transformación requerida ideológica total, por una dis-
por los cuerpos colegiados”.18 ciplina autoimpuesta. Éste

16
Pizarro Leongómez, Eduardo, “La comisión para la reforma de los partidos políticos”, en
Análisis Político, Bogotá, IEPRI, No. 26, 1995, p. 81.

17
Ibid., p. 100.

18
Ibid., p. 81.

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no es el caso de nuestros par- dos situaciones básicas”: un po-


tidos.19 der dividido o un poder con ma-
yorías coincidentes.22
Concluye Pizarro Leongómez ano-
tando que “un sistema político Respecto al poder con mayorías
fundado en un Congreso profun- coincidentes, Pizarro Leongómez
damente escindido por numero- agrega que, en dicho caso, pue-
sas fracciones partidistas en con- den presentarse dos tipos de si-
flicto, favorece la autonomía tuaciones:
presidencialista y puede agigan-
tar su papel rector”.20 Así, al man- En un primer escenario tene-
tenerse en algunos de los ele- mos partidos cohesionados,
mentos sugeridos antes, Pizarro disciplinados, que permiten
Leongómez analiza la situación la conformación tanto de
de la gobernabilidad en el gobier- mayorías como de minorías
no de Ernesto Samper Pizano sólidas, dando lugar en ge-
neral a gobiernos de buena
(1994-1998). Para él la elección
capacidad de gestión. […] En
de Ernesto Samper en 1994 dejó un segundo escenario tene-
entrever que, pese a que recibió mos, por el contrario, un sis-
el apoyo de todo su partido en la tema de partidos débiles y
campaña, éste, es decir, el Libe- altamente fraccionados; en
ral, “en situaciones normales no tal contexto, la existencia de
actúa como un auténtico partido mayorías coincidentes es
de gobierno”.21 simple y llanamente insustan-
cial, debido a que las mayo-
Pizarro Leongómez se apoya en rías parlamentarias sólo lo
son en el papel, dado que
Giovanni Sartori a fin de expli-
no pueden actuar como par-
car cómo “entre la variada gama tido de gobierno, así como
de relaciones que pueden entre- tampoco las minorías pue-
tejerse entre el sistema de parti- den actuar como oposición,
dos y las ramas Ejecutiva y como ha pasado en Colom-
Legislativa en los sistemas bia durante los últimos tres
presidencialistas se encuentran gobiernos, mayoritariamen-

19
Pizarro Leongómez, Eduardo, Partidos y Congreso, Bogotá, Tercer Mundo, 1993, pp. 76-78.

20
Ibid., p. 78.

21
Pizarro Leongómez, Eduardo, “La crisis de los partidos y los partidos en crisis”, en Leal
Buitrago, Francisco, Tras la huella de la crisis política, Bogotá, Tercer Mundo-IEPRI-FESCOL,
1996, pp. 218-219.

22
Ibid., p. 218. Existe un poder dividido, “dado que el partido que controla el gobierno
central no es el mismo que tiene las mayorías parlamentarias”; y se produce un poder con
mayorías coincidentes, cuando “un mismo partido o coalición de partidos tenga el control de
ambas ramas del poder público”.

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te liberales. En este caso, lo La situación anterior puede con-


más probable es que deba- llevar a que se dé “la institucio-
mos enfrentar situaciones de nalización de la política al menu-
estancamiento e ineficacia,
deo, es decir, que ya no se
salvo que el Presidente de-
cida ‘gobernar’ sin el Congre- negocia con los directorios polí-
so.23 ticos (que en el pasado desem-
peñaban un papel equiparable, en
Basándose en lo anterior, este alguna medida, al líder de las
estudioso considera que el sis- mayorías en los sistemas parla-
tema político colombiano ha mentarios), sino con los congre-
oscilado entre dos tipos de go- sistas de manera individual”.26
bierno: “aquellos que han bus- Frente al tema de la oposición y
cado superar esta situación su relación con los partidos en la
legislando por decreto, median- crisis, Pizarro Leongómez se plan-
te facultades extraordinarias o tea la pregunta sobre “¿por qué
gracias a la declaratoria de esta- no se pudo configurar un polo de
dos de sitio o de conmoción in- oposición política partidista co-
terior, y los que se han visto herente?”. A lo que responde:
afectados por una grave paráli-
sis institucional”.24 Por tal mo- En Colombia no existe una
tivo Pizarro plantea que: cultura de oposición demo-
crática. Ni los gobiernos de
No es de extrañar que en los hegemonía unipartidista del
sistemas presidencialistas, pasado ni el Frente Nacional
ante circunstancias de esta fueron un terreno fértil para
índole, se derive hacia una gestar esa cultura. La convi-
situación paradójica: ante la vencia burocrática entre los
incapacidad de conformar partidos tradicionales, que
partidos fuertes, el propio aún hoy se prolongan, con-
régimen estimule la atomiza- dujo a la desaparición de las
ción partidista, mediante fronteras ideológicas (¿Cómo
prebendas individuales a los construir una oposición si no
parlamentarios, como una existen diferencias progra-
forma perversa de lograr máticas definidas?) la clien-
mayorías parlamentarias ad telización pronunciada de
hoc.25 los partidos.27

23
Ibid., p. 219.

24
Ibid., p. 219.

25
Ibid., p. 219.

26
Ibid., p. 219.

27
Ibid., pp. 227-228.

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Las consecuencias que Pizarro Al realizar un análisis estructu-


Leongómez prevé frente a dicha ral e histórico del sistema de
situación son: partidos colombiano, Óscar Del-
gado considera que:
Por una parte, la autonomía
total de los parlamentarios tie- A partir de 1958 se consti-
ne como corolario la existen- tuye un establecimiento
cia de directorios de papel, bipartidista que se prolonga
desprovistos de cualquier hasta nuestros días con un
autoridad. Por otra parte, la fuerte deterioro de su legiti-
prioridad de un parlamenta- midad pero que, ante la
rio termina siendo la de man- inexistencia de genuinas con-
tener y fortalecer su feudo traélites conserva la domina-
electoral, sobre cualquier con- ción o control del poder, y
sideración de índole ideológi- se refuerza con la pertenen-
ca o programática.28 cia a él de los candidatos pre-
sidenciales ‘alternativos’
Por otro lado, Javier Henao, ex (Andrés Pastrana Arango en
magistrado del Consejo de Esta- 1994 y 1998; Álvaro Uribe
do, resalta igualmente los incon- Vélez y Noemí Sanín Posada
venientes y las falencias que ha en 2002). Una transforma-
ción inclusiva o asimilativa
presentado la oposición en Co-
requeriría verdaderas con-
lombia; al respecto, aludiendo al traélites capaces de organi-
esquema gobierno oposición en zar, institucionalizar y
Inglaterra, anota: conducir una oposición de-
mocrática, a fin de compe-
En Colombia, por el contra- tir electoral y políticamente
rio, el bipartidismo está sien- en representación de la
do reemplazado, cada vez gran masa atomizada y
más, por un multipartidismo. anárquica que rechaza el
Lo que se observa desde bipartidismo tradicional.30
hace varias décadas es la
atomización de los partidos Asimismo, Delgado afirma que
tradicionales y la creación de en Colombia “no hay un sistema
partidos y movimientos po- partidario del tipo gobierno opo-
líticos nuevos. En ese esce-
sición, tampoco hay oposición
nario, a la vez pluralista y
caótico, la oposición, en sin- institucional”.31 Es común escu-
gular, desaparece, haciéndo- char decir que la superación de
se difícil establecer derechos la crisis se logra con reforzar la
comunes para ella.29 democracia mediante la recons-

28
Ibid., pp. 227-228.

29
Henao, s. d., 1996, pp. 21-22.

30
Delgado, Óscar, Posreferendo. ¿Cambiará el sistema de partidos?, Bogotá, inédito, 2002, p. 4.

31
Ibid., p. 4.

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trucción y la importancia de los ‘cocuyos’, y los cambios electo-


partidos. Para ello es importan- rales han producido transforma-
te llevar adelante campañas de ciones en ellos, en el esfuerzo
difusión y sensibilización sobre por adaptarse a las necesidades
su validez. y por mantenerse en el poder;
sin embargo, se han alejado de
Según Alcántara, el funciona- la sociedad.
miento seguro de un sistema
político democrático requiere Según Pierre Gilhodes, los parti-
unos partidos políticos sólidos, dos tradicionales colombianos,
estables y representativos, capa- en vez de ser organizaciones
ces de interrelacionarse en la modernas, son subculturas dis-
arena política.32 El presente mo- tintas que se complementan.33
delo de representación está en Robert Dahl comenta que “en un
crisis, lo cual pone a los parti- país en que a la política compe-
dos en una situación neurálgica. titiva se una un sistema partidis-
Ellos desempeñan un papel de- ta altamente fraccional [...]
cisivo en el modelo de represen- existen muchas probabilidades
tación democrática. de que se pase a un régimen he-
gemónico”.34
La polarización y la fragmenta-
ción de la sociedad reducen de A largo plazo, lo que debe bus-
manera significativa la estabili- carse con los partidos y su siste-
dad del sistema político y mer- ma puede concretarse en su ins-
man la eficacia de los partidos, titucionalización, la reducción del
sobre todo cuando están lejos de fraccionamiento, el desarrollo de
ser sólidos. El funcionamiento un sistema multipartidista mode-
de su sistema es desarticulado rado, la búsqueda de garantías de
y ello agudiza su inestabilidad y representación de las minorías
afecta su estructura interna. Los electorales significativamente
partidos aparecen y desaparecen ideológicas y políticas, la distin-
según los resultados electorales ción entre partidos y movimien-
de las listas consentidas. Los tos y el establecimiento de la
partidos colombianos funcionan obligatoriedad de la democracia
de modo intermitente como interna para todos los partidos.

32
Alcántara, op. cit.Página: 12.

33
Gilhodes, Pierre, “Sistema de partidos y partidos políticos en Colombia”, en Modernidad,
democracia y partidos políticos, s. l., Fidec-Fescol, 1996.

34
Dahl, Robert, Economía y bienestar. La planificación y sistemas políticos económicos
reducidos a procesos, Buenos Aires, Paidós, 1971, p. 123.

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Partidos y sistema de y el mercado, ordenadores e


integradores sociales. Todo ello
partidos en Colombia redunda en el distanciamiento de
los ciudadanos de la acción polí-
tica, lo cual profundiza la crisis
Es un hecho que los partidos de representación.35
han perdido gran parte de su ca-
pacidad de movilización, pero la Las nuevas formas de participa-
necesidad de que existan orga- ción ciudadana, propuestas para
nizaciones para que las diferen- superar la crisis de representa-
tes visiones y perspectivas que ción, en poco han contribuido
se manifiestan en la sociedad para profundizar la democracia
tengan un espacio que las ca- participativa y, en cambio, han
nalice, propicien el debate y aplazado el tratamiento adecua-
moldeen el sedimento de las de- do y eficaz de los problemas aso-
cisiones sigue vigente. ciados con la representación
política desde la ingeniería ins-
La crisis de estas colectividades titucional; sin embargo, de nin-
ha sido analizada desde distin- gún modo se puede decretar el
tas aproximaciones; entre ellas fin de los partidos. Por ello se
se encuentra que los sentimien- alude a la transformación de sus
tos de identificación de los elec- funciones, de acuerdo con las
tores con estas colectividades nuevas dinámicas sociales, a fin
han disminuido. El surgimiento de determinar cómo adecuar es-
de los nuevos movimientos so- tas organizaciones a las nuevas
ciales y su tendencia a configu- realidades. Se hace necesario
rar organizaciones políticas, en comprender el tipo de sistema
un contexto de movilidad social de partidos en el que éstos se
y espacial de la población, afec- encuentran, así como sus carac-
ta la adhesión permanente de los terísticas y el papel que han des-
ciudadanos a una estructura po- empeñado en la vida política de
lítica de tipo partidista. la sociedad.

En la actualidad se presenta como En la discusión teórica acerca de


fenómeno creciente la pérdida de la conceptualización de la expre-
centralidad de la política como sión partidos políticos se desta-
instancia articuladora e integra- can diversas definiciones, algu-
dora de la vida social, la cual pro- nas de las cuales los señalan
picia el surgimiento de nuevas como formas básicas de agrupa-
centralidades, como la vida coti- ción y cooperación, en lealtades
diana, la realización profesional y metas comunes, por parte de

35
López de la Roche, en Herrera Cortés, Marta Cecilia (comp.), Educación y cultura política.
Una mirada multidisciplinaria, Bogotá, Plaza y Janés, 2001.

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LOS PARTIDOS Y EL SISTEMA POLÍTICO COLOMBIANO 173

los individuos interesados o que país donde la opinión pública se


esperan estar implicados en las encuentra convocada por gru-
decisiones políticas. En otras de- pos numerosos, inestables, des-
finiciones los partidos son vistos articulados, efímeros, volátiles,
como formas de socialización con de ningún modo puede estable-
reclutamiento libre, cuyo fin es la cerse la noción clásica de mul-
tenencia del poder político me- tipartidismo.37 La aclaración es
diante la construcción de un pro- relevante toda vez que la proli-
grama que, una vez en el poder, feración de grupos y movimien-
cumple con todas las demandas tos en el paisaje partidista
sociales. Así, desde esta última colombiano tampoco puede in-
perspectiva pueden señalarse ducir la idea de la inexistencia
como partidos aquellos movi- de un multipartidismo.
mientos que alcanzan una orga-
nización dentro del sistema polí- Los partidos políticos tienen un
tico y que asumiendo intereses grado de explicación de su ra-
sociales y haciendo uso de las zón de ser en la historia, de allí
instancias del poder los reflejen que las formas que han adopta-
en el establecimiento de políticas do están ligadas al contexto en
públicas. el cual han tenido que desarro-
llarse. El sistema bipartidista sui
Los partidos, como fuerzas po- géneris, conformado por libera-
líticas especializadas, se cons- les y conservadores, se consti-
tituyen en orientadores y agluti- tuye en el articulador de los
nadores de diferentes grupos diferentes intereses sociales que
sociales por medio de concep- movilizan y controlan importan-
ciones específicas del Estado y tes sectores de la sociedad. Este
la sociedad. Inspiran y legitiman sistema consiente bajo su féru-
su acción orientada al ejercicio la múltiples formas de violencia
del poder político como porta- que conducen a la génesis de su
dores de proyectos acordes con propia crisis.
los intereses de sus asociados.36
En el país, constituido por regio-
Es conveniente aclarar que a nes muy diferentes, se propicia
menudo se confunde el multi- un ambiente desfavorable para
partidismo con la ausencia real que la mayoría de la población
de partidos o con una drástica consolide una identidad históri-
dispersión de ellos, confundi- ca y cultural y participe en un
dos con listas electorales. En un mismo destino nacional. La

36
Sánchez, Carlos, “Comentarios a la propuesta de reforma política legislatura de 1998”, en
Revista Estudios Socio-Jurídica, Bogotá, 1999, p. 13.

37
Duverger, Los partidos políticos, México, Fondo de Cultura Económica, 1976.

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Constitución de 1886 unificó al ca nacional con el Frente Nacio-


país, pero sin un profundo con- nal, cuyo legado principal será la
senso de las élites regionales y conciliación de los intereses en
de la población, a la cual se le conflicto y la conquista de la paz;
había concedido sólo parte de sin embargo, el régimen frentena-
sus derechos políticos. cionalista produce la despolitiza-
ción de la sociedad, la derrota de
Así, el sistema electoral otorga todo intento de oposición o crea-
derechos a los sectores dominan- ción de nuevos partidos, el creci-
tes por medio de electores y de miento del fenómeno de la abs-
elecciones indirectas que exclu- tención, la consolidación de las
yen a los colombianos analfabe- guerrillas liberales y de tendencia
tas. Se reimplanta el sufragio ideológica comunista, el debilita-
universal masculino con las refor- miento de las estructuras partidis-
mas de 1936 y el femenino se tas y la formación exacerbada y
instaura con el plebiscito de 1957. perversa de un sistema de clien-
telismo, que habrá de sustituir de
Los partidos tradicionales, en la manera significativa al Estado en
época de la violencia, período de sus funciones de servicio.
intensa rivalidad, establecen las
fuentes de poder alrededor de Este pacto realizado por la
los directorios regionales domi- dirigencia política, y hecho ple-
nados por uno o dos jefes polí- biscito en 1957, permite a los
ticos o caudillos, que sirven de liberales y a los conservadores
intermediarios entre los líderes gobernar durante 16 años (1958-
del partido y sus militantes y se- 1974), en una paridad estricta en
guidores, mientras que el jefe el reparto de la burocracia esta-
nacional del partido se mantie- tal. Esto significa un reordena-
ne al margen de los enfrenta- miento del bloque tradicional del
mientos regionales internos. En poder en el país, pero con reglas
el ámbito nacional, las luchas de juego restringidas, que tienen
son sobre todo retóricas. En lo como fin evitar enfrentamientos
local es común la violencia de y conflictos entre los distintos
grupos armados. Igualmente, se intereses allí representados, que
intensifica el faccionalismo, de- ya han conducido a guerras, lo
bido al pronunciado personalis- cual impide que alguna fracción
mo de los líderes o jefes políti- pueda obtener hegemonía y ac-
cos; sin embargo, de alguna tuar firmemente en imponer un
manera la dirigencia central ab- proyecto político y económico
sorbe las fracciones disidentes sobre los demás.
y reorienta sus programas.
El Frente Nacional, acusado de
El proceso de recomposición ini- modo vehemente por la oposición
cia una etapa en la historia políti- y la intelectualidad colombiana

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LOS PARTIDOS Y EL SISTEMA POLÍTICO COLOMBIANO 175

por restringir sensiblemente la para su participación; por último,


democracia, al permitir a los dos el carácter excluyente que ha de-
grandes partidos el monopolio en terminado el sistema político co-
el ejercicio del poder, excluye la lombiano produjo en la sociedad
posibilidad constitucional de que una ausencia de canales pacíficos
surjan nuevas expresiones polí- de resolución de conflictos.38
ticas o que partidos distintos de
los anteriores puedan acceder al Con la Ley 58 de 1985 se promue-
poder, así obtengan la votación ve la institucionalización norma-
requerida. En la historia reciente tiva y formal de los partidos. Los
del país existe un manto de duda objetivos primordiales de esta ley
sobre los resultados de las elec- se dirigen a coordinar las relacio-
ciones presidenciales de 1970, nes entre el Estado y los partidos
cuando la Alianza Nacional Popu- y a determinar las actividades
lar (Anapo) reclamó la victoria en partidistas. Para tal fin establece
dichos comicios. el reconocimiento estatal de es-
tas colectividades a partir de su
A partir de la década de los se- inscripción en el Consejo Nacio-
tenta va configurándose una cri- nal Electoral (CNE). Ésta se acep-
sis política, resultado en parte de ta cuando los partidos presentan
los legados del pacto bipartidista. una declaración de sus principios,
En general, pueden sintetizarse su estructura organizacional y
en tres grandes perspectivas los sus finanzas de campaña. Dicho
factores que llevaron a esta situa- reconocimiento otorga garantías
ción: la primera, la precariedad a los partidos en el ejercicio de
del Estado colombiano, manifes- sus actividades proselitistas.
tada en su construcción incipien-
te, en la fragmentación del poder En los comicios de 1990 se pre-
político, en la débil legitimidad senta la propuesta de la séptima
de las instituciones, en el incon- papeleta, con el fin de reformar
cluso proceso de formación de la la Constitución mediante la con-
identidad nacional y en los des- vocatoria de una asamblea nacio-
equilibrios regionales y sociales; nal constitucional. Esta iniciativa
la segunda, el desfase que se pro- encuentra un ambiente favorable
dujo en el país entre un acelera- que toma fuerza de ley con el
do proceso de modernización Decreto 1926 del 24 de agosto y
económica y social y una ausen- es declarado constitucional por
cia simultánea de modernización la Corte Suprema de Justicia el 9
política, lo cual impidió que los de octubre del mismo año. El 9
nuevos actores sociales encontra- de diciembre de 1990 se realizan
ran canales institucionales aptos las elecciones para la conforma-

38
Pizarro Leongómez, Partidos y Congreso, op. cit., p. 42.

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ción de la Asamblea Nacional políticas y al cambio de régimen


Constituyente (ANC), la primera de partidos, por medio de la dis-
elegida popularmente en la his- minución del poder de las maqui-
toria política del país. Con ella se narias asociadas con el biparti-
inicia el proceso de democratiza- dismo. Dicha reforma propone la
ción y cambio en el régimen po- obligatoriedad del voto, el con-
lítico colombiano. ferir valor político al voto en blan-
co, la modificación parcial del
La composición pluralista de la sistema electoral, el estableci-
Asamblea impide que un sólo miento de listas únicas de los
grupo político sea capaz de im- partidos, la financiación pública
ponerse o de controlar los deba- total de las campañas políticas,
tes o de determinar los resultados entre otras. Este proyecto obtu-
de la reforma constitucional. Lo vo un respaldo insuficiente que
anterior, sumado a la falta de co- le impidió, por lo tanto, conver-
hesión de los partidos tradicio- tirse en ley.
nales, impide que se ejerza un
liderazgo partidista. Por lo tanto, En la actualidad se encuentra vi-
la toma de decisiones se basa en gente la Ley 130 de 1994, “Por
el consenso y en la conformación la cual se dicta el estatuto bási-
de coaliciones transitorias. co de los partidos y movimien-
tos políticos, se dictan normas
A pesar del proceso de reformas sobre su financiación y de las
emprendido, el gobierno de campañas electorales y se dic-
Samper (1994-1998) plantea la tan otras disposiciones”. Dicha
insuficiencia de estos cambios ley está encaminada a consagrar
y hace hincapié en la necesidad la democratización interna de
de reestructurar los partidos. los partidos y movimientos
Con este fin se conforma una políticos. Inicialmente es decla-
comisión para el estudio de los rada inexequible por la Corte
partidos políticos, mediante el Constitucional, que considera
Decreto 763 de 1995, integrada necesario volver a reformar la
por representantes de los parti- Constitución para introducir la
dos y un grupo de académicos. democratización de estas colec-
El trabajo de la comisión y la re- tividades. Sin embargo, después
forma en sí son opacados e in- es declarada exequible basán-
terrumpidos por el escándalo de dose en el artículo 152 de la
corrupción al cual se vio enfren- Carta Magna, que permite al
tado ese gobierno. Congreso de la República regu-
lar el régimen de los partidos.
El gobierno de Andrés Pastrana Lo anterior deja una gran ambi-
Arango (1998-2002) impulsa una güedad entre una decisión que
reforma política orientada a la prohíbe la reglamentación y
depuración de las costumbres otra que la ordena.

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LOS PARTIDOS Y EL SISTEMA POLÍTICO COLOMBIANO 177

El Acto Legislativo 01 de 2003 en una figura autoritaria que


pretende reorganizar los parti- amenaza la democracia del sis-
dos y hacer más dinámico y es- tema.
table su sistema. Es menester
observar su desarrollo y regla- La alternativa para la sobreviven-
mentación para evaluar su apli- cia de los partidos, tal y como se
cación y consecuencias reales. entienden en la actualidad, debe
Es evidente que el desenlace del ser el escenario de participación
proceso de democratización ciudadana, con la articulación y
está todavía abierto. Los inten- racionalización del ejercicio del
tos posteriores a 1991 de intro- poder, con la condensación de la
ducir nuevas reformas y las voluntad política colectiva y con
acciones emprendidas por diver- la dinamización del proceso elec-
sos partidos y movimientos po- toral. Por consiguiente, es nece-
líticos para adecuarse a las saria una reforma efectiva al
nuevas circunstancias proyec- sistema de partidos con el fin de
tando contrarreformas son un institucionalizarlos, que elimine
claro ejemplo de lo anterior. Los las formas de dominación social
cambios constitucionales, cuyo tradicional, que los convierta en
objetivo era eliminar los regio- canales de expresión pluralista y
nalismos tradicionales y el ne- que restablezca los lazos entre los
potismo, fueron asumidos de partidos y la sociedad.
tal manera que los jefes locales,
al verse obligados a adquirir vo- Para concluir, es oportuno citar a
tos en todo el territorio nacio- Beatriz Franco-Cuervo, quien afir-
nal (elecciones para el Senado), ma que:
atomizaron aún más los parti-
dos y privilegiaron frágiles e in- Una de las dificultades para
consistentes coaliciones con afianzar los sistemas demo-
otros dirigentes. cráticos en la región ha sido
la deficiente formación de-
mocrática dentro de los par-
Una de las alternativas que se ha
tidos, es decir, la escasa
presentado ante el electorado es influencia del electorado en
la antipolítica. El político outsi- la selección de sus repre-
der, ajeno a la clase política tra- sentantes partidistas en el
dicional, se promueve como Congreso, lo que conlleva a
libre de sus vicios; sin embargo, la falta de una relación más
sin un equipo de trabajo conso- directa entre electores y ele-
lidado por medio de un partido gidos, al desconocimiento
del votante respecto a quién
o movimiento político es muy
elige y quién lo representa
difícil concebir un programa de y a la deficiente responsa-
gobierno coherente y establecer bilidad de los parlamenta-
una ideología. Adicional a ello, rios frente a sus electores
se corre el riesgo de convertirse [...] Una de las herramien-

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178 FERNANDO GIRALDO GARCÍA

tas utilizadas ha sido modi- Duverger, Los partidos políticos,


ficar la forma de la candi- México, Fondo de Cultura
datura y de la votación, por Económica, 1976.
ejemplo, permitiéndole al
electorado tomar parte di- Franco-Cuervo, Beatriz, “Cómo sa-
recta en la selección de los lir de la imposición partidis-
parlamentarios dentro de ta”, en Estrategia Económica
las listas de los partidos. La y Financiera, 1997.
gran alternativa se da, en
todo caso, entre formas de García-Pelayo, Manuel, El estado
listas cerradas pero no blo- de partidos, Madrid, Alianza,
queadas y el voto preferen- 1996.
cial.39
Gilhodes, Pierre, “Sistema de parti-

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39
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y Financiera, 1997, p. 27.

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