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…La identificación de la investigación con un solo método o con una sola vía de explicación

es un suicidio científico. Es extraño que haya que decir verdades tan elementales. Y sin embargo hay que
hacerlo…

EL OBJETO DE LA GEOGRAFIA

Pregunta vana se puede hacer: una ciencia no tiene otro objeto que los problemas que
ella se reserva a estudiar. Esto es evidente: el conocimiento comienza con el problema. Pero es evidente
también que estos problemas específicos de un dominio preciso de la realidad: para la Geografía este
dominio reservado, son los espacios que reconstruyen las sociedades humanas para asegurar su vida y
su supervivencia; los problemas relativos a esos espacios son el objeto de la Geografía. Es esto fijar
como punto de partida una evidencia empírica y trivial sin soporte científico?

Ciertamente no, pues las cosas no son ni evidentes ni simples. Los espacios geográficos tienen su
especificidad: ellos se distinguen de los espacios ecológicos propiamente dichos en esto, que ellos
resultan de la ejecución de un proyecto elaborado por la sociedad que pone todos los medios de acción
de que dispone; los espacios ecológicos proporcionan la materia prima hecha de posibilidades, que
luego los hombres transforman en RECURSOS; pero ellos le oponen también coacciones…

Se podría clasificar a los espacios geográficos en función del control que las sociedades han aprendido
ejercer respecto a su desarrollo y de la libertad que las sociedades han conquistado: es decir la
supremacía del saber hacer, de las técnicas, de las ciencias cuya eficacia va creciendo con el curso de los
siglos, poniendo a disposición de las nuevas generaciones medios de acción cada vez más potentes.

Así, un espacio geográfico se define menos por los elementos ecológicos que por el modo de
arraigamiento de la sociedad en su medio. Este modo de arraigo resulta de la inscripción en el espacio
de tres parámetros significativos que entran necesariamente en la estructuración de los espacios
geográficos de todas las culturas, de todas las sociedades; son el poblamiento humano, las actividades,
las comunicaciones, que en estricta interdependencia organizan un conjunto apto para cumplir la
función que la sociedad le ha asignado. Esta interdependencia no excluye la especificidad de los
componentes que en ella actúan con relativa autonomía: la libertad de juego que ella autoriza permite a
la sociedad la elección, en la elaboración de una combinación, de una estrategia que tiene en cuenta
distintas motivaciones. Toda incompatibilidad que origina una crisis disfuncional, desencadena un
proceso de reajustamiento.

Esta estructura caracteriza a la región homogénea, unidad de base de los conjuntos geográficos. Las
sociedades humanas en efecto, no quedan mucho tiempo aisladas en el territorio conocido. Para
responder a todas sus necesidades entran en relación unas con otras. Es así que se crean áreas
culturales, políticas, económicas, etc., en las cuales una dinámica organizada, integra las regiones, las
especializa, las jerarquiza en niveles superpuestos constituyendo un conjunto espacial: es inútil insistir
sobre la formación territorial de los estados, como Francia o Italia, o de regiones económicas como el
mundo capitalista o el mundo socialista.
Conviene, sin embargo, precisar que estas complejidades no funcionan sin resistencias; si la
integración hace emerger posibilidades nuevas todavía inexplotadas, ello engendra una dependencia
frustrante; el surgimiento de regionalismos y nacionalismos en los espacios periféricos condicionados a
la subordinación de estados centrales.

El espacio geográfico es un producto social… la sociedad proyecta en su realización las características


de su identidad: sus creencias, sus comportamientos, sus esperanzas, sus experiencias, su sistema de
valores, su visión de ella misma y del mundo; en una palabra su cultura. Producto cultural, el espacio
geográfico es la imagen de la cultura que lo ha creado.

Las relaciones sociedad-espacio

Dicho de otro modo: sociedad y espacio se producen en el curso de un mismo proceso retroactivo de
producción.

… la historia abunda en ejemplos relativos a la socialización de los individuos en el arreglo de un nuevo


espacio… África ha conocido durante siglos numerosos desplazamientos de población provocados por
las incursiones de pastores fulanis y de cazadores de esclavos. Los fugitivos buscaron refugio en regiones
poco accesibles, bosques, montañas, costas pantanosas, islas… Venidos de todos los horizontes, ellos
resistieron para sobrevivir, inventaron lo necesario para el acondicionamiento de su nuevo medio
ecológico, cultivos en terrazas o en poldera.

Esta empresa colectiva imponía para sobrellevar sus diferencias, realizar un esfuerzo en común;
aceptar la misma disciplina, obedecer al mismo jefe, compartir los mismos miedos, las mismas
esperanzas, los mismos comportamientos, multiplicar los intercambios entre si y crear medios de
comunicación para actuar conjuntamente.

Así la construcción y la práctica del espacio vital han supuesto el establecimiento entre los hombres,
de numerosas relaciones, basadas en un sistema sociocultural coherente: una nueva cultura ha nacido.

Sería interesante estudiar, a la luz de nuestra hipótesis, las correlaciones que han podido establecerse
en el curso de la historia americana entre la amalgama de una inmigración diversificada entre una
sociedad compleja y la organización de espacios geográficos de un territorio rápidamente conquistado.

La práctica de la organización del espacio desencadena profundas mutaciones socioculturales en la


población autóctona. Ej.: Lo ocasiono en las pequeñas ciudades construidas por los daneses sobre la
costa oriental de Groenlandia, los esquimales Ammasaliut dejaron sus actividades de caza y pesca para
ocupar empleos asalariados en los comercios o en la administración. El abandono de esta clase de vida
ha olvidado sus tradiciones, modificando su comportamiento, su estructura familiar, incluso su lengua y
sus creencias; es toda una cultura tradicional que desaparece delante de esta “civilización obligatoria”,
según el libro de R. Gessain.
En África al proclamarse la independencia, los autóctonos sustituyeron a los europeos en los espacios
por estos organizados. … debieron adoptar las condiciones de existencia que corresponde: la concepción
del trabajo, los ritmos de vida, los hábitos de pensamiento. No es mas ya la cultura y relaciones de
parentesco las que determinan las relaciones sociales, pero si el lugar de los individuos dentro del
proceso económico.

A esta evolución se opone el estancamiento y la degradación del sistema cultural y económico


tradicional de la población en los espacios donde la colonización no fue implantada forzosamente.

Esta dicotomía socioespacial heredada de la intervención externa, tiene responsabilidad en la


inestabilidad política de los estados africanos y en las dificultades de salir del subdesarrollo.

Portador de significación social, el espacio geográfico participa con los otros elementos culturales en la
producción y en la reproducción de relaciones entre los individuos sobre la que se funda una sociedad:
su práctica es un factor de integración de generaciones en su clase de origen y de condicionamiento de
los individuos en el rol que les está reservado.

En su “Elogio del desorden”, Marc Guillaume ha mostrado que en la segunda mitad del siglo XIX, la
industria construyo ciudades mineras y ciudades obreras para transformar una mezcla inestable de
inmigrantes rurales en un proletariado obrero, uniforme y dócil, que ha construido un medio hereditario
donde la mano de obra se ha reproducido en el mismo lugar: así nació la clase obrera.

…Así toda distorsión entre la Sociedad y el Espacio es desestabilizante; su adecuación es necesaria para
el equilibrio del conjunto; ella se mantiene en el curso del tiempo: el carácter componente de la
sociedad que integra, en su modo de producción dominante, los modos de producción heredados del
pasado, corresponde la totalidad poli genética del espacio geográfico que sincroniza elementos no
contemporáneos. La adecuación procede de una regulación que no cesa de ejercerse, sin embargo, no
llega a la realización plena entre sociedad y espacio, en razón de su dinámica propia de una evolución
paralela. Se puede hablar de una adecuación a sintética. Lo espacial no se reduce pues a lo social, la
Geografía no es una rama de la Sociología. Ella tiene su especificidad científica. Por lo tanto entre lo
social y lo espacial, existe una solidaridad necesaria y es de ella que derivan los principios de una política
de organización del espacio. Principios en los cuales debe inspirarse lo que se ha podido llamar
Geografía Activa.

POLITICA DE LA ORGANIZACIÓN DEL ESPACIO

La sociedad se identifica con su espacio geográfico que constituye la proyección materializada de su


cultura… Sutiles correspondencias unen lo social y lo espacial: el temperamento especifico de una
“población” se expresa en el consenso del pensamiento y comportamiento, en un sistema de
interacciones sociales entre individuos que intervienen en la geografía del hábitat, por ej., en la
evaluación de las distancias que estos individuos admiten entre ellos. Algunos buscan el agrupamiento,
otros la dispersión. Una población musulmana acepta un agrupamiento que sería insoportable a los
americanos; esas diferencias se traducen en la estructura de las ciudades.
…Un espacio que no está concebido a la medida del hombre-habitante, suscita en él un sentimiento
de alienación generadora de traumatismos; se conocen las dificultades sociales que han aparecido en las
ciudades nuevas, construidas por razones económicas. Se sabe también el peligro mortal de la
colonización, ha hecho correr a las sociedades indígenas imponiéndoles un espacio geográfico extraño e
incompatible con su cultura.

La organización del espacio geográfico no debe ser mas, objeto de especulación privada, de un
cálculo de tecnócratas o de una planeación ideológica: ella no puede ser manejada más que con la
participación de la comunidad interesada, consciente de su identidad y sus aspiraciones.

Por lo tanto, todo no está hecho para lo mejor: lo que el hombre gana en seguridad, lo pierde en la
libre disposición de sí mismo.

…Como la cultura, el espacio geográfico es una cortina selectiva que aísla los individuos del mundo
exterior: de la naturaleza, con la que él no tiene más que contactos controlados, de los otros medios
socioespaciales que aparecen a menudo hostiles.

…Como el individuo toda sociedad tiene derecho al respeto a su identidad, es decir al respeto de su
cultura y del espacio geográfico que la sustenta.

La diversidad de sociedades humanas, se realizo en el curso de un largo periodo de gestación cuando


las poblaciones confrontadas a los problemas del dominio de medios ecológicos distintos han vivido
experiencias diferentes, en un aislamiento relativo que ha permitido la emergencia de su especificidad.

Hoy, la diversidad de civilizaciones está amenazada por el progreso de las comunicaciones, la


universalización de la economía de mercado y las ideologías. …El principio de la colonización en el siglo
XVI transporto la cultura y el modo de organización del espacio de las potencias industriales… esa brutal
irrupción ha causado la muerte de varias entidades socioculturales tanto en África como en América. No
se trata más que de condenar a esos países a aceptar pasivamente las condiciones en que la
colonización los ha ubicado;…pero las técnicas son el producto de una ideología, y como tales, ejercen
un efecto retroactivo sobre las culturas, y sobre su organización socioespacial. Pedir prestado no es
imitar, pero elegir, interpretar las informaciones sometiéndolas al filtro de su cultura, confrontarlas a las
exigencias de sus propios sistemas de valores para adaptarlas. Sin esto, la transformación de tecnología
en una trampa.

Mientras los países subdesarrollados no estén convencidos, las relaciones internacionales continuaran
fundándose en las relaciones de fuerza que se establecen espontáneamente entre entidades
socioespaciales de una poderosa economía desigual: ellas resultan de la división del trabajo entre los
países y de su jerarquización en niveles de organización alrededor de los Estados Industriales. Se puede
hablar de centros y periferias en conjuntos donde la dialéctica de la dominación y de la dependencia,
suscitan tensiones que pueden generar conflictos.
La unidad de la humanidad no está en la uniformidad, ni en la subordinación de unos a otros. Sino que
reside en la diversidad que permite la puesta en común de acciones específicas de cada una, en la
solidaridad y colaboración sobre una base de igualdad.

La normalización de la trayectoria del mercado mundial, entre países vendedores y compradores seria
un primer paso en esa dirección.

La metodología de la Geografía

Las páginas precedentes apuntan a una proposición de una metodología geográfica.

Eliminemos primero una hipoteca que la geografía clásica ha hecho pesar sobre nuestra disciplina: eta
largamente ha buscado lo esencial de sus explicaciones en las determinaciones de las “condiciones
naturales” y en las relaciones que ella engendra entre el hombre y el medio ecológico, olvidando que
esas relaciones se establecen entre la sociedad y el espacio que ella produjo a imagen de su cultura. El
medio natural propiamente dicho ya prácticamente no existe en la superficie del globo: el hombre vive
en un espacio construido casi totalmente a partir de elementos ecológicos adaptados a su proyecto,
según la eficiencia de sus técnicas.

Esas constataciones extraídas de la observación de hechos, permite definir a la geografía, como la


disciplina que estudia las relaciones entre la sociedad y el espacio que ella construye. Ella tiene así su
lugar entre las ciencias sociales.

Se ha mostrado que la geografía no se subordina a la Sociología: entre la sociedad y su espacio


construido existen relaciones dialécticas, retroactivas que hacen que la sociedad y el espacio se
produzcan y reproduzcan en un mismo proceso creador de la cultura. Sociología y Geografía son pues
complementarias.

Nuestro andar es empírico: es allí su pecado mortal a los ojos de los que rehúsan a la observación
todo poder de acceder al conocimiento. Siguiendo a Karl Popper afirman que “la inducción no es más
que un mito y que nuestro conocimiento procede con la formación de conjeturas sobre lo real y por los
esfuerzos de refutar esas conjeturas lanzadas al azar. Dicho de otro modo, la ciencia no va pues de la
observación a la teoría en un movimiento de generalización”, ella “parte de la teoría y se sirve de la
observación para afirmarla. La teoría, concluyendo, no tiene nada que ver con la acumulación de
observaciones”.

El conocimiento… comienza con el problema que nace de la observación de hechos. Pero la teoría
formulada para resolverlo no nace de una suerte de generación espontanea como una revelación súbita.
Ella resulta de trabajo consciente o inconsciente de reflexión, de conceptualización que nutre una larga
familiaridad con el objeto de la investigación, una rica recolección de hechos observados. Los teóricos
son siempre especialistas de una disciplina; de la generalización inductiva de sus observaciones, ellos
extraen un esquema conceptual. Hay una cierta contradicción en reconocer a la observación el poder de
falsificar una teoría y el de negarle su creación.
De la teoría salida ex nihilo, a la ideología infalsificable que tiene el error de tener siempre razón no
hay más que un paso; es a menudo franqueable también por aquellos que siguen a Karl Popper.

Por otra parte, no es caer en un estrecho reduccionismo el de pretender imponer a todas las ciencias
un solo o igual método que el de su objeto. No hay más que una sola vía para el conocimiento?

Ciencia empírica como toda ciencia humana, la Geografía no debe refugiarse en el pensamiento
abstracto de las ideologías y en los cálculos de las computadoras. Es necesario abrirse a las sugerencias
del terreno: el espacio construido por la sociedad. Este terreno contra el cual hoy es bueno lanzar el
anatema.

Contrariamente a Popper, creemos que hay “continuidad entre lo vivido subjetivo y el conocimiento
científico”. Con los empiristas, creemos que la experiencia es el origen de nuestro saber; ella responde a
ese comportamiento complejo que es la curiosidad humana. Pero a ella no le satisface plenamente más
que para permitirle comprender y poder actuar.

La observación rehabilitada, no hace reconocer que la geografía clásica por largo tiempo se ha
contentado con describir. Admirablemente sin duda, pero sin hacer surgir jamás los problemas y
proponer una explicación nacida de una teoría. Es por ello que la epistemología ha rehusado hasta aquí
de reconocerla como ciencia.

La Geografía tiene deseo de una teoría. Siendo bien entendido que esta teoría será necesariamente
provisoria: hasta que nuevas observaciones escapen a su explicación y la vuelven caduca. La inferencia
inductiva no aporta, en efecto, una certeza absoluta, sino una probabilidad. El progreso científico es a
este precio: no ha procedido jamás de otro modo.

Observación, problema, teoría, son los componentes de un mismo movimiento de pensamiento, de


un mismo proceso de pensamiento; entre ellos, existen relaciones necesarias que los lleven a
fecundarse, a estimularse, a transformarse mutuamente, sin que sea siempre posible determinar de
donde proviene el punto inicial. La observación sugiere o invalida una teoría, pero se observa tanto
mejor que una teoría guie la observación en el descubrimiento de problemas.

Desde allí oponer inducionismo y deduccionismo: privilegiar la observación o la teoría puede parecer
un debate estéril, en el cual la investigación de una metodología de la geografía no debería
empantanarlas: hay cosas que hacer.

Proposiciones metodológicas

Las ocho proposiciones que siguen, fijan nuestra posición en la investigación de una metodología de la
cual la geografía debe necesariamente dotarse:
1- Los hombres no son biológicamente programables, como los otros seres vivientes, para preparar un
“nicho ecológico” específico; pero son dotados de potencialidades que les deja toda iniciativa para
crear el medio a su conveniencia.
2- El espacio geográfico es una construcción humana que responde al proyecto implícito o explicito,
que una sociedad realiza para producirse y reproducirse en un territorio.
3- Los hombres se organizan en sociedad para la construcción y practica de su espacio geográfico. En
el curso de esta construcción y de esta práctica, emergen los comportamientos, los conocimientos,
las técnicas, los intercambios, las relaciones entre los individuos. Sociedad y espacio proceden de un
mismo sistema de interrelaciones dialécticas. Si el espacio es un producto social, la sociedad
produce y reproduce en esta producción. Enraizada en su cultura y en su espacio la sociedad se
realiza. Privada de su espacio ella se desagrega; sujeta a adaptarse a un medio que le es impuesto,
ella pierde su identidad orgánica original.
4- Un espacio geográfico se define como proyección de una sociedad sobre un espacio ecológico,
resultando una doble serie de relaciones.
5- El espacio ecológico no es determinante, no condiciona a la sociedad: como toda materia primera
puede recibir distintas formas de la acción humana, la cual le ofrece potencialidades y opone
resistencias; esta acción armada a su saber hacer y de sus técnicas, transforma sus potencialidades
en recursos y se emplea en salvar las resistencias.
6- Inversamente, a medida que se afirma el dominio del hombre sobre los medios naturales, las
relaciones entre la sociedad y su espacio geográfico, tienden a una adecuación cada vez más
llevadera, pero una adecuación que queda asintótica; sociedad y espacio geográfico son, en efecto,
una creación continua sobre ritmos diferentes en su dinámica de evolución paralela.
7- Se podría reservar el nombre de “región geográfica” a la unidad de base de la organización espacial,
que se define por la manera de ser de sus componentes en la superficie terrestre: un poblamiento
humano, sus actividades, sus líneas de comunicación. Ella constituye una entidad orgánica
concebida para la realización de una intención social: su funcionamiento supone la estructuración
de partes de una totalidad coherente de la cual el resultado surge, no de la suma de las partes sino
de la disposición entre ellas. Tal espacio puede ser considerado como un geosistema, precisando
que esta palabra no tiene el mismo rigor y exigencia que la de ecosistema. La coherencia del
ecosistema no excluye en efecto, que sus elementos constitutivos posean cualidades que le sean
propias; su concurso supone solamente una compatibilidad entre ellos. Una compatibilidad que
deja el campo libre a la iniciativa humana hasta el límite de la crisis disfuncional…
8- La entidad socioespacial que constituye la región geográfica, no es un sistema cerrado, ella
mantiene con otras regiones, intercambios que tejen entre sí relaciones de complementariedad y
competición. En el curso de la historia se producen conjuntos espaciales efímeros o durables,
alrededor de fuerzas de atracción: estados políticos, áreas económicas, comunidades culturales, etc.
En el seno de esos conjuntos, la dinámica de esa interacción dialéctica entre las regiones,
desencadena procesos de división de trabajo, de especialización de jerarquización en niveles de
organización superpuesta de donde resulta el surgimiento de un orden socioespacial dotado de
propiedades que posee en tanto totalidad. Así cada región debe adaptar su estructura geográfica a
su posición por su relación a las demás regiones integradas al mismo conjunto. Estas
consideraciones conducen a proponer la siguiente definición: la región es una unidad de base cuya
estructura propia toma toda su significación en el sistema de interrelación y de interdependencia…
que organiza al conjunto espacial en el cual está integrada.

RESUMIENDO la Geografía tiene por objeto, el análisis de los espacios que las sociedades producen a
su imagen, a partir de sus dotes ecológicas que sus técnicas integran en su construcción. Estos espacios
se organizan en niveles interdependientes, se trata para nuestra ciencia de explicar su posición relativa
en el conjunto que forma y la estructura que resulta para cada uno de ellos y para la totalidad que
constituyen.

Así el espacio geográfico revela su sentido profundo y cada uno de sus componentes, su significación
propia: desde allí en adelante aparece como el material por excelencia por el cual se expresa una
sociedad. Es así que la Geografía apunta al estudio de la sociedad por su espacio, tomara su lugar entre
las ciencias humanas.

METODOLOGIA Y GEOGRAFIA. RESUMEN

El eterno problema es el del objeto de la Geografía, que el autor define como el espacio humanizado,
ocupado, modelado constantemente, por las sociedades humanas, teatro de relaciones contradictorias
continuamente renovadas en términos diferentes entre la acción de la naturaleza y el dominio de la
técnica. Diversos ejemplos y diversos términos de relaciones de fuerza confirman esto, justifican la
investigación de los medios de dominar y organizar el espacio, pero siempre los modos de intervención
elegidos.

Queda la elección de los métodos. La observación es la base de toda prueba de construcción


interpretativa. La explicación no sería salir de la adhesión a una teoría concebida a priori. Pero la teoría
puede a titulo de hipótesis interpretativa provisoria, desprenderse de la problemática originada en la
observación. “La Geografía no debe refugiarse en el pensamiento abstracto de ideologías y de oráculos
de computadoras y ordenadores”.

Articulo extraído de “Annales de Geographie”, N 492, marzo-abril 1980.-

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