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Leyes

Primero comenzaremos con el periódico de Argos de la Nueva Granada (1815) Noticias del

interior: articulo oficial. Como se podrá apreciar en ésta noticia, nos habla sobre el decreto

que hizo las Provincias-Unidas a las provincias españolas, la cual nos dice que la Nueva

Granada no quiere ningún tipo de comunicación por parte de las provincias españolas o

territorios que estén ocupados por los españoles hacía las Provincias-Unidas.

Quieren esa cierta independencia por parte de las provincias españolas, que las provincias

españolas no intervengan en la Nueva Granada tanto como en su población ni mucho

menos en su política.

“El Gobierno General de las Provincias-Unidas de la Nueva Granada- Considerando que

uno de los medios más frecuentemente emplean los enemigos de la independencia, es el de

corromper la opinión de los pueblos por medio de la intriga y la seducción, alucinando a los

incautos con amenazas o promesas que jamás se verán realizadas para aumentar su partido

e influir desaliento, evitar los funestos efectos que pueden resultar de semejantes tentativas,

decreta en uso de sus facultades extraordinarias lo siguiente.

1. Se prohíbe toda comunicación de palabra o por escrito de cualquier clase o

naturaleza que sea con las provincias o pueblos ocupados por las tropas de la nación

española.

2. En consecuencia, de esta prohibición los habitantes de la Nueva Granada que

recibieron cartas, impresos u otros papeles de la provincias o pueblos ocupados por

los enemigos, deberán presentarlos sin pérdida de tiempo al comandante militar más

cercano, quien anotará el día y hora en que se le entregasen; y en caso de omitir la


presentación, serán reputados y castigados como enemigos de la patria con pena

capital, la que también sufrirán si antes de entregar los manifestarán a otras personas

o divulgaren su contenido.

3. Los espías o emisarios de las provincias enemigas serán pasados por las armas en el

término de veinte y cuadro hora por el comandante militar que los reprenda.

4. Los jueces civiles y comandantes militares celaran con toda actividad que no se

introduzcan en las provincias unidas emisarios, espías y correspondencia de los

lugares ocupados por los enemigos; a fin de que descubran más fácilmente, el

gobierno general ofrece la gratificación de cien pesos al que los denuncie de un

modo auténtico.

5. Los conductores de cartas o papeles bien sean de los enemigos para las Provincias-

Unidas o de estas para aquellos, si se denunciasen a sí mismos voluntariamente y

entregasen los papeles al juez civil o comandante militar, además de ser perdonados

de la pena impuesta por este decreto, recibirán también gratificación de cien pesos.

Éste decreto se publicará mensualmente por bando en todos los lugares de las provincias

fronterizas y se fijará en los lugares acostumbrados a fin de que ninguno pueda alegar

ignorancia. Este decreto debe ser comunicado a los gobernadores de las provincias y

generales de los ejércitos para su promulgación y cumplimiento” (Rodríguez y Quirós.

Argos de la Nueva Granada ,1815, p.437-438)

Como podemos ver, en ésta noticia nos habla sobre el decreto que hizo las Provincias-

Unidas y las provincias españolas, la cual la Nueva Granada no quiere ningún tipo de

comunicación por parte de los pueblos que están ocupados por las provincias enemigas

(españolas).
En segunda instancia, en el periódico (El eco de Antioquia de 1822, vol:6 pág.:24) continúa

el examen de las leyes del Congreso. Donde nos relata sobre exigir una contribución directa

y así poder calcular la ganancia anual a razón de un porcentaje en las tierras, plantaciones,

ingenios y demás establecimientos.

Esto se realiza con un objetivo “regular la ganancia que producen los principales; la

primera en los que se giran en el comercio, donde el intimo interés o ganancia es de un 6%

y la segunda en los edificios, que casi nunca producen el 5% en sus arrendamientos, y así se

exige la contribución en razón de estos, y no de aquellos”. (El eco de Antioquia, 1822;

vol:6 pág.:24).

Esta contribución directa da una gran ventaja ya que consiste en que por ella serán libres los

contribuyentes de las acciones extraordinarias ya que hace muchos años se ven gravados y

oprimidos.

Un gran problema de las contribuciones extraordinarias es “que por lo regular son

violentas, desiguales, injustas y siempre arbitrarias: ellas se exigen por medio de

comisionados que forman las listas de los contribuyentes y distribuyen la porción que les

toca conforme a su cálculo caprichoso” (El eco de Antioquia, 1822; vol:6 pág.:24)

También, nos explica brevemente sobre el diezmo eclesiástico, nos dice que este diezmo lo

pagan las personas que siembra y recogen ya sean pobres o ricos, ganen o pierdan de sus

tierras o de las tierras de otras personas, nos dice que estos diezmos se pagan, pero no

reduce los gastos de la labranza, ni el importe de las semillas que se cosechan a diferencia

que lo paga el que siembra el terreno que esté fértil igual que el que con dobles gastos y

trabajo que siembra en terreno árido.


En tercera instancia, en el periódico (El huerfanito bogotano: Al tiempo y a la verdad,

1826; vol:3 pág.: 12) nos da a conocer sobre una publicación de un a ley por la cual se

declarará comisiones en los empleos de hacienda.

En este caso, se quiere dar a conocer que, si las leyes dadas por el poder ejecutivo no se

llevan a cabo desde las empresas o facultades hacia sus empleados, estos podrán ser

castigados de tal manera que serán suspendidos de sus trabajos o los retiraran de ellos, pero

sería al contrario si los empleados de dicha facultad acceden a cumplir cada ley establecida

por el poder ejecutivo y por ende en su empresa o facultad ya que no será perjudicial para

los empleados ya que no tendrán consecuencias.

“El poder ejecutivo puede dar y quitar sin perjuicio del proceso a que debe quedar sujeto el

empleado, que se haya manejado mal” (El huerfanito bogotano: Al tiempo y a la verdad,

1826; vol:3 pág.: 12).

También, este nos nombra un castigo hacia las personas o facultad que no confieran la ley

“esta se podrá suspender, despojar y castigar a un empleado inepto que delinea, parece que

es inútil, y que esto debía practicar conforme a las leyes antes existentes” (El huerfanito

bogotano: Al tiempo y a la verdad, 1826; vol:3 pág.: 12).

“Esta ley no traerá prejuicios a la hacienda pública, si el poder ejecutivo, no despoja de sus

destinos, sino a los ineptos y delincuentes; es decir, si se maneja como si la ley no existiera.

Tales son las reflexiones que nos han ocurrido en vista de la ley. Tal vez nos equivocamos,

pero siempre respetamos las luces del cuerpo, que la ha sancionado” (El huerfanito

bogotano: Al tiempo y a la verdad, 1826; vol:3 pág.: 12).


En cuarto lugar, en el (El huerfanito bogotano: Al tiempo y a la verdad, 1826; vol:7 pág.:

29-30). Nos hablará sobre la ley de importación, cuenta que esta ley era muy pedida en

aquel entonces, muchas entidades como los departamentos litorales, las observaciones de

algunos periódicos y la experiencia quisieron una nueva reforma.

El pueblo necesitaba la renovación de esta ley gracias a que varios medios de comunicación

y algunos departamentos pedían su reforma y más que todo la experiencia propia hizo esto

posible. De igual forma, ya que las aduanas eran algo primordial en la República ayudarían

a cubrir cierto déficit en la nación.

“La secretaría de hacienda, poseyó todas las indispensables noticias y auxiliadas de las

luces, que dan una entera consagración al estudio de este ramo de nuestras rentas, todas

estas circunstancias concurrieron a la mejora de la ley antigua, mejora que no ha sido

debida a ningún otro origen especial, como acredita ocurriendo a aquellas fuentes” (El

huerfanito bogotano: Al tiempo y a la verdad, 1826; vol:7 pág.: 29-30).

Dicen que, en esta ley, será la “perfección” ya que es muy necesaria, tanto en las aduanas

que son el nervio de la Republica, y el objeto un objeto muy importante, como admiración

de los extranjeros.
Justicia

En el periódico (El Argos Americano, 1814, vol:1 pág.: 3-4) la suprema junta gubernativa

tiene en consideración los gastos que causan, las necesidades que se deben atender, las

provincias ofrecen costos medio para sostener los gastos.

“Como los cortos medios que ofrece la Provincia para mantener unos gastos como los de este ramo

que apruebe el producto de las Aduanas del Reino, y superiores á los rendimientos de las rentas en

cuyo beneficio se erogan ; ha dispuesto que efectué el relevo de dichos oficiales y buques, y

nombrado una comisión para formar el arreglo más conveniente para el cuidado de las cañoneras y

servicio de la goleta Arjonera, que debe quedar para cualquiera ocurrencia , y de las galeotas” (El

Argos Americano, 1814, vol:1 pág.: 3-4)


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