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DICTAMENES RELACIONADOS
FUENTES LEGALES
ley 19718 art/50, ley 19718 art/47 inc/3, ley 19880 art/1,
ley 19880 art/3 inc/8, ley 19880 art/57 inc/1, ley 19880 art/57 inc/2, ley 18575
art/8 inc/1, ley 19880 art/32 inc/1, ley 19886 art/4 inc/6, ley 18575 art/54 lt/b, ley
10336 art/6 inc/3,
MATERIA
DOCUMENTO COMPLETO
Asimismo, cuestiona el hecho que uno de esos profesionales -doña Susana Cortés
Karmy- sea cónyuge de un defensor local de Los Ángeles.
Finalmente, hace presente que el Defensor Regional del Biobío, con motivo de haber
puesto término anticipado a un contrato celebrado con Riquelme, Salazar y Vallejos
Abogados Ltda., en virtud de una licitación anterior, determinó hacer efectivos la
garantía de fiel cumplimiento y el fondo de reserva contemplados en las bases
respectivas, sin que previamente se haya efectuado, por parte del Administrador
Regional de la Defensoría Penal Pública, la liquidación de lo adeudado, lo que, a su
juicio, contravendría lo dispuesto en el artículo 50 de la ley N° 19.718.
Pues bien, en lo que atañe a la supuesta irregularidad que existiría por cuanto la
Defensoría Penal Pública no habría formalizado el respectivo contrato con N.R.
Servicios Legales SPA, producto de que el recurso administrativo de apelación
interpuesto aún se encontraría pendiente, es útil anotar que el inciso tercero del
artículo 47 de la ley N° 19.718, que crea la Defensoría Penal Pública -precepto que
regula el aludido medio de impugnación-, se limita a indicar que aquél procede ante
el Consejo de Licitaciones de la Defensa Penal Pública, sin especificar si su
interposición produce o no la suspensión de los efectos del acto recurrido.
En razón de lo anterior, y del carácter supletorio que tiene la ley N° 19.880, acorde
a lo dispuesto en el inciso primero de su artículo 1°, es menester recordar que el
artículo 3°, inciso octavo, del mismo texto legal, previene que los actos
administrativos gozan de una presunción de legalidad, de imperio y exigibilidad frente
a sus destinatarios, desde su entrada en vigencia, autorizando su ejecución de oficio
por la autoridad administrativa, “salvo que mediare una orden de suspensión
dispuesta por la autoridad administrativa dentro del procedimiento impugnatorio o
por el juez, conociendo por la vía jurisdiccional.”.
Asimismo, cumple señalar que, en este mismo orden de ideas, el inciso primero del
artículo 57 de la ley N° 19.880, establece que “La interposición de los recursos
administrativos no suspenderá la ejecución del acto impugnado.”.
Añade el inciso segundo de la misma disposición que “Con todo, la autoridad llamada
a resolver el recurso, a petición fundada del interesado, podrá suspender la ejecución
cuando el cumplimiento del acto recurrido pudiere causar daño irreparable o hacer
imposible el cumplimiento de lo que se resolviere, en caso de acogerse el recurso.”.
Ahora bien, habida consideración que del acta N° 60 B del aludido Consejo de
Licitaciones, aparece que ese órgano pluripersonal, en sesión celebrada el 29 de
agosto de 2011, acordó acoger la aludida apelación y dejar sin efecto la referida
resolución N° 6 impugnada -acuerdo que fue formalizado a través de la resolución N°
3.219, de 19 de octubre del mismo año, del Defensor Nacional (S)-, cabe advertir
que la Defensoría Penal Pública deberá, en lo sucesivo, arbitrar las medidas
necesarias para dar cumplimiento a lo dispuesto en la normativa indicada de las
leyes N°s. 18.575 y 19.880.
Por otra parte, en lo que concierne a la alegación formulada por la peticionaria en
orden a que la no formalización de la referida convención buscaría beneficiar a
quienes suscribieron contratos por trato directo con la Defensoría Penal Pública de la
Región del Biobío, cumple manifestar que de los antecedentes que obran en poder
de este Órgano Contralor, se aprecia que la celebración de tales convenios se
efectuó en el marco de un plan de contingencia que la Defensoría Nacional de la
Defensoría Penal Pública impulsó con el fin de asegurar la continuidad del servicio de
defensa penal pública que conforme al ordenamiento jurídico le corresponde
proporcionar, mientras se concluían los trámites necesarios para la realización de los
respectivos procesos de licitación pública, razón por la cual no se advierte la
existencia de la irregularidad denunciada por la interesada.