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MIA Y EL MUNDO

DE FANTASIAS
MIA Y EL MUNDO DE FANTASIAS
En un lejano planeta donde no existía luz, solo pequeños
destellos que los planetas cercanos reflejaban, allí solo
existía una hermosa princesa que sin vestido y sin corona era
la más bella, su sonrisa aun no se veía sus ojos aun no
brillaban, solo su corazón se escuchaba, con sonidos tan
fuertes que la tierra temblaba, con el paso del tiempo si se
disgustaba pateaba y su tamaño cada vez aumentaba, si una
voz del mas allá escuchaba sus brazos estiraba queriendo
abrazar a alguien que ella ya anhelaba, era la princesa más
afortunada del mundo, dormía cuando quería jugaba con el
mar que la rodeaba , la comida entraba directamente a su
barriguita, su cama era suave y esponjada, digna para un ser
tan importante y especial como lo era ella, la oscuridad se
alejaba y los pies a la boca le llegaban, vivía sola pero
siempre se sentía acompañada, caricias ella sentía, quería
hablar pero aun no podía, hasta que cierto día aquel mar se
seco todo se derrumbo ya no era nada emocionante estar allí,
estaba tan pero tan aburrida que quería huir de el planeta tan
maravilloso que algún día fue, tomo la decisión de
emprender marcha rumbo a un nuevo planeta donde siempre
iba a estar acompañada y con gran esfuerzo logro salir de
ahí, no todo fue fácil, no entendía por qué le hablaban, así
que decidió abrir sus ojos, se asombro tanto que un gran
grito pego, todo era tan distinto, mucha luz había, era un
lugar seco pero con cobijita la abrigaban, la comodita no
llegaba a su barriguita, una mujer a su pecho la acercaba, y
en sus brazos siempre la arrullaba, era mamá y a su hermosa
princesa vestido y corona le daba.
Poco a poco la hermosa MIA crecía en su nuevo mundo
asombrando a su familia por las habilidades que adquiría, el
suelo era su lugar favorito, y sus juguetes su dulce preferido,
usando sus rodillas y manitas se desplazaba, queriendo
explorar todo lo que miraba y su boca ya de sopita se
llenaba; después de un año de haber llegado a este mundo,
paso de usar sus rodillas a usar sus piecitos, y su boca emitía
sonidos de felicidad que cada día se hacían más claros, su
mama ya entendía lo que Mia quería, su ropa chica le quedo
y pañales ya no usaba solamente su ropa interior, le gustaba
mucho el arroz, y a las alverjas tenía pavor.
A llegado el momento de festejar, a su primer viaje asistiría,
ya tiene seis años sus capacidades han aumentado, ya habla
claro, inventa cuentos y se amarra los zapatos; es una
ocasión importante, porque por primera vez va a soltar la
mano de su mamá, de su mami y de su abuelo para
emprender un camino en el que va requerir de su valentía, de
su astucia y su alegría. Llego el momento de conocer nuevos
mundos y volar como mariposa revoltosa. Siempre
construyendo con base a sus valores siendo siempre
respetuosa, honesta, sincera, inteligente, dedicada, solidaria
y alocada.
y Mia así seguirá creciendo con valores que de su mundo
recogerá siendo así una gran mujer y una gran profesional.

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