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hardware

Jessica Freudenthal Ovando

hardware
(segunda edición o resta poética)

Premio Nacional de Poesía


Yolanda Bedregal
Colección de obras finalistas
Diseño de tapa e ilustración: Jessica Freudenthal Ovando

© Jessica Freudenthal Ovando, 2009


© Plural editores, 2009

Primera edición: septiembre 2004


Segunda edición: julio 2009

isbn:
dl:

Producción:
Plural editores
Av. Ecuador 2337 esq. calle Rosendo Gutiérrez
Teléfono: 2411018, casilla 5097, La Paz, Bolivia
e-mail: plural@plural.bo / www.plural.bo

Impreso en Bolivia
Ac­ta del ju­ra­do
del Pre­mio Na­cio­nal de Poe­sía
"Yo­lan­da Be­dre­gal" 2003

El día 23 de ene­ro de 2004, el ju­ra­do del Pre­mio Na­cio­nal


de Poe­sía "Yo­lan­da Be­dre­gal" 2003 se reu­nió en la ciu­dad de La
Paz, con el ob­je­to de otor­gar su ve­re­dic­to. El ju­ra­do, de acuer­do
con lo es­ta­ble­ci­do en la con­vo­ca­to­ria, de­ci­dió lo si­guien­te:
Pri­me­ro: Ex­pre­sar su sa­tis­fac­ción por la par­ti­ci­pa­ción de un
ele­va­do nú­me­ro de per­so­nas, cu­yo cui­da­do y es­me­ro en el tra­ba­
jo de la ela­bo­ra­ción poé­ti­ca es dig­no de re­sal­tar.
Se­gun­do: Otor­gar el Pre­mio Na­cio­nal de Poe­sía "Yo­lan­da
Be­dre­gal" 2003 a la obra "Bo­ca Aba­jo y Mur­cié­la­go" fir­ma­da por
el seu­dó­ni­mo "El Bus­ca­dor" que co­rres­pon­de al poe­ta J. An­to­nio
Te­rán Ca­be­ro, por su ca­li­dad y vi­gen­cia.
Ter­ce­ro: Otor­gar cua­tro men­cio­nes a los si­guien­tes tex­tos:
– “Hu­mo del Pa­raí­so” pre­sen­ta­do con el seu­dó­ni­mo In­quie­
tud, co­rres­pon­dien­te a Eduar­do No­ga­les G.
– “Hard­wa­re” pre­sen­ta­do con el seu­dó­ni­mo Mo­des­ta Frie­de,
co­rres­pon­dien­te a Jes­si­ca Freu­dent­hal Ovan­do.
– “La In­ti­mi­dad” pre­sen­ta­do con el seu­dó­ni­mo Ra­fael Cor­
zo S. co­rres­pon­dien­te a Ra­fael Fe­lix Bau­tis­ta S. y
– “La bo­ca del lo­bo” pre­sen­ta­da con el seu­dó­ni­mo Ur­pi­la co­
rres­pon­dien­te a Es­pe­ran­za Yuj­ra Gó­mez.

Es da­do el 23 de ene­ro de 2004

Moi­ra Bai­ley
Jor­ge Cam­pe­ro
Car­los Coe­llo Vi­la
Juan Cris­tó­bal McLean
Je­sús Ur­za­gas­ti
Poned en mi tumba
un bote salvavidas,
porque uno nunca sabe...
Robert Demos
resta poética
resta poética

A Raúl Zurita

escribo con miedo


desde el miedo
de poner la palabra
la palabra incorrecta

¡poetiza poetisa!

poetita de mierda

Miedo
me muero
me muero
de miedo
de no saber
de dónde vengo

de Bolivia
dicen que vengo

bolivianita

que bonita palabrita

vacía

escribo con miedo

vacía

escribo con tedio

no soy de ninguna parte

11
Chukiago Marka no existe

sólo la piedra
el silencio

las calaveras

sonando
–ñatita ñatita–
diciendo

viene la muerte
sonando

Escribo con miedo

la palabra se corta
la palabra se
Corta
la palabra
se corta
la
palabra se
corta

Chukiago Marka no existe


es sólo un nombre
escrito con miedo

escribo como puedo

no pienso
en los criticantes ni en los amantes
tampoco en las consonantes
sólo en las asonantes

12
Miedo

Chukiago Marka no existes

no hay alfabeto
para decirte

¿cuál será la letra milenaria para escribirte?

Error

poetita de mierda

13
engranaje original

Cómo podría olvidar


soy sólo un hombre hecho de tejidos y de años
de días rebasados a merced de la tormenta.
Tristan Tzara
Equis

Este poema se deshace


desgaja en los pliegues del silencio
lenta
mente
intentando asirse al verbo
a un adjetivo que no existe.

Este poema se rompe:


Acaba de parir otro poema.
se vacía de la forma
y al fondo está el pronombre.

Mi corazón se muere
de la risa
cuando me ve llorar.

Este no es un poema.
Esto no es un poema.

Es un trozo incompleto del abismo,


un simulacro de fuga
pura gimnasia cerebral,
un pálido trozo de papel,
Todos los puntos suspensivos…

17
Teseo, Asterión, Sísajec y el laberinto

Se me acusa de ser una especie débil,


nacida del costado izquierdo,
cavidad viscosa, oscura,
hospicio temporal de vida.

No hay otra como yo


sobre la faz de la tierra,
en simultánea estructura
de enigma hecho corteza y pulpa.

No hay otra como yo que se bifurque,


que se haga Eva,
que transmute en Lilith
bajo la misma lengua.

A veces, en mis sueños,


Morfeo me dice
que soy muchas otras
y que hay hijos míos en la Tierra.

Alguna vez he sentido,


que Teseo pasa las noches
rozando cien mil veces
el etéreo laberinto.

Otras veces me ha parecido


escuchar voces y ruidos,
y que él le ha cortado la cabeza
a mi corazón de Minotauro.

¿Cómo has hecho Teseo


tan hondas galerías en mi cama?
Has entrado por mi boca y has salido
hilando tu soledad por mi vagina.

18
Nylon

es así
de la única manera posible
en que he mirado
todos los abismos

han salido del humo


verdes
cientos de óleos
verdes
todos las sombras
trazando una línea inexistente

cabizbaja
triste
casi nula
encandilada por un tren
deposita el alba
su agonía
en cada grieta

es así
de la única manera posible
en que callo
toda la ciudad
habita entre mis piernas
sumida
en un silencio hondo
en el hoyo inmaterial
la luz
verde

19
Alpha

La Cruz de la escritura
Es una carga que roe.
Humberto Quino

Enumerar
cortar cada palabra
en el justo centro
colocarla encendida
aprehendida en el cetro primero
de la tierra.

Iniciar atravesando
balbucear
después el cielo
contorno inasible del abismo.

Al final
zambullirse
es el único remedio posible
para volver a comenzar.

20
Serpentina

En todo cisne hay una serpiente.


Sylvia Plath

El amor es el augurio maldito


de que cerrarás la boca
ante todo lo que habías dicho.

Después
un paraguas verde perdido en un cine
señalará tu camino.

La estructura del aire aparece


y una mosca de ti
es todo lo que habita el musgo.

Recuerda:
En boca cerrada
no queda nada por decir.

21
Los muertos

Los muertos se hallan bien en esta tierra


cuyo misterio seca y los abriga.
Paul Valéry

Entrecerrados, harapientos,
ausentes y con grietas,
debajo de las sombras se esconden como arañas,
hierven oscuridades espesas y rasgadas.

Se afierran entre alambres,


entre bálsamos tramposos
a la tierra que se contrae.

Nosotros podemos nada

Decir nada
Tocar nada
Oír nada Morir nada
Vivir nada

Sólo los entrecerrados y harapientos,


los que se quiebran y agusanan
pueden arder como las velas.

Nosotros sólo estamos compuestos de agujeros:


El tiempo nos escupe.

22
Julio

A Don Julius Barriga Cabezas

No alcanzan las espinas para iluminar tu nombre.

La piedra canta
labra el aire.
Se abre el ojo de un dios imaginario
y la tormenta amansa
una que otra inmediatez.

Para que intentar dilucidar


lo que no se ha nombrado nunca
y esta dicho ya
tendido sobre el suelo.

La forma del espejo,


del oráculo perdido
bajo la piel.

No alcanzan
las mareas
las palabras
la sábana encendida
los días inundados de mentiras
la absoluta inensatez de la memoria…

La noche que se abre


que se inicia
y furiosa
se cierra como un rayo
para siempre.

23
Gama

&
Esta ciudad
Que he rechazado tantas veces
Vuelve a poseerme.
Humberto Quino

La ciudad se desliza entre temblores


no hay más que una humareda de sombras
y el rastro de este ombligo inhallado
en el confín del mundo.

Si he sido el centro
la tierra y la ciudad
han sabido guarecerme y perdonar,
sobre todo perdonar
la clara ceguera
que ahora oscurece.

El frío taja
estos vidrios rotos,
estas uñas limpias,
esta conversa piel,
más allá de toda edificación
de todo comienzo
muchísimo más allá del tiempo
la ciudad por encima del hombro…

Recuerdo no llorar
no dejar rastro
sólo la ciudad.

24
Yoshiwara

Eres la extensión de mi memoria


esa orquídea japonesa
mi eterno harakiri
la carne sin tregua.

Eres la danza de los empalizados


la tira de piel que me recubre
el escudo agujereado
por la muerte.
Eres el nuevo engendro
de la araña y el gusano,
del espejo
y sus fantasmas.

Eres la niña
de la que un dios se ríe
cuando escupes convulsiones
y cerrojos.

Esta vigilia condensa en mí,


cuanto más penetras la espiral
más cáustica y atragantada sales
y entonces vuelves a entrar.

Una epidemia de costras


se te ha pegado a los ojos,
y me hablas de esta,
de la época muerta.

Y tu lengua bífida
es ahora tijera,
que le grita a tu resurrección
llamándola:
sin efecto.

25
Eva y Lilith,
piel rota,
labios de higo dulce,
senos de mármol y ácido,
los ojos espinados del escorpión.

Eres la negación del olvido,


la hoja del almendro metálico,
la pulpa del bonsái.

La imagen llora,
el reflejo recoge el cabello negro,
la imagen tiene el corazón de hule.

Uuuuuuuuuuuuuuuuuuupppsssss…
Se me cayó el espejo.
Ahora verse a pedacitos
y a todo color.

26
Desnudatada

primer nudo

Desátame la piel de la espalda,


bájale el cierre a mi sexto sentido,
desabróchame la noche del pecho…

Desvísteme la lengua en una sola palabra.

Lentamente dejo entrar


la oscuridad en mi vientre,
rompo el ojo del cielo
para fertilizarme de peces.

Deslígame de las ataduras terrestres, quiero

volar
volar
volar

segundo nudo

Déjame desatar el nudo


que se te ha hecho en el corazón.

Abrirte la garganta,
desarmar tus pesadillas,
atacar tus soledades.

Acercarme un poco,
lo suficiente.

27
Polvo

Atravesar la memoria,
las palabras colgadas
–de repente–
en las esquinas.

Pensar,
quedarse quieto
y atisbar el silencio
por el ojo del mundo.

Atravesar el olvido
llevando a cuestas la memoria,
los remiendos del tiempo
y el hálito inconcluso
de la luz.

Dar un paso
hacia el abismo.

Caer
–irremediablemente–
dentro
de ti mismo.

28
Insomnios

“No hay sueños en mí Ulises


No proyecto sombra sobre cosa alguna.”
Agustín Bartra

Circe no duerme.

Se le caen los párpados


a pedazos,
pero no duerme.

Entre sus piernas


guarda el Vellocino
de ámbar carmesí.

Circe no duerme.

Toca la piel
y la convierte en animal:
en perro, león,
cerdo, serpiente, araña…

Circe se unge de brebajes.


abre las piernas.

abre la médula.

La piel de Ulises
es dura,
no cede fácilmente.

Circe abre la boca,


cierra los ojos,
aprieta la vulva.

29
Circe no duerme todavía.
Ulises la atraviesa aún.
Distiende sus facciones.

Circe duerme ya.


No está el Vellocino.

Ulises está lejos.

Sólo está la muerte


circundando su lecho.

Circe duerme ya.

Despierto.

30
La Fiera Doméstica

La Fiera Doméstica
liba el hambre en el lavabo.
Su amor no es
del mismo orden que su inteligencia.

No protesta.

En sus piernas habita una paradoja,


una blasfemia.

Es el límite
de la barbarie:
La maldad, la fealdad,
el menester
y la posesión de la dulzura.

Bestia cornuda,
lleva un falo en la sonrisa,
y la terrible sencillez
seducida por la gloria.

Artificial dueña
de las horas cotidianas,
balancea su existencia
en el desequilibrio de Van Gogh
y en la cuerda floja
danzando con el agua.

31
Ultramarino

En la sombra, lejos de la luz del día,


la melancolía suspira sobre la cama triste,
el dolor a su lado, y la migraña en su cabeza.
Pope

Toda entrecortada
con las hélices atrofiadas,
los pasos agonizantes,
y años desgastados.

Toda fragmentada
hecha pedazos
tatuada de cicatrices
arropada en punciones lumbares
atravesada de costras.

Me duele
Me dueles
Me duele

Todo

Lentamente mi cama se convierte en un ataúd,


todo este tiempo ultramarino,
todas estas tinieblas que me cuelgan de los ojos.

Soy la comida de mis propias vísceras.

Las salamandras de mi vientre


corrompen los silencios,
revientan como olas en mis ojos
y lloro a ultramares, a ultratumba.

Lentamente mi cama se convierte en un ataúd:


Necesito una aspirina…

32
Marzo

a Marcos Sainz

La sombra
que proyecta su nombre
incendia el lecho de los árboles.

Y más allá
corta el vértice del mar
en miles de explosiones.

La luz es una larga lengua


una visión matinal
en la que callo.

Y callo
y miro
la palabra que al cruzar el día
me hace tenso ruido
y me pregunto cómo
y no sé nombrarte ya.

33
Detonador

La mayor parte del tiempo


medito sobre la pared de enfrente.
Sylvia Plath

Necesito relojes en la casa.

Poner uno en el dormitorio


justo en frente de la cama.
Colgarlo allí a una altura decente,
sostenerlo con un clavo
teniendo cuidado
de alinearlo con las fotos,
cuadros y la arista
que une, o divide,
al techo y la pared.

Colocar otro en el buró,


siendo exacta y precavida
en medir la distancia
entre mi brazo estirado y el botón.

O en su caso,
la distancia entre mi sueño
y el reloj estrellado en el armario.

Necesito relojes en la casa.

Tendrá que haber otro en el baño,


uno en la cocina, otro más en la sala
y el imprescindible digital en la muñeca.

Eso sí,
todos perfectamente
sincronizados.

34
El único inconveniente es
que desde hace tres años
cuatro meses, cinco días,
diez horas, dieciocho minutos y algunos segundos
no tengo casa.

Vivo en el tiempo,
este tiempo que cabe en dos maletas y una caja,
el lapso inmedible,
ese, que no tiene nombre ni piso
ni título universitario
ni hijos ni raíces.

Vivo en el tiempo espiral,


en el limbo,
en esa temporalidad medida
por los ruidos de alas y turbinas.

Ese tiempo de mi hombre que me mira


y me dice: Tranquila
mira la vida tranquila.

Necesitamos ser los que fuimos ayer.

¿Ayer? Tiempo. Atrás.

Si miras atrás el hoy se vuelve una bomba de tiempo.


No hay relojes en la casa.
Yo no sé retroceder. 
 

35
Junio

La ciudad atravesada
gime
grita
aulla
un esperpento
y los dioses sobre el suelo
que cruje
y que se quiebra
a cada paso
innombrable
te he mirado
por primera vez
y sabes
todo se olvida
y todo permanece
aunque intentes poseer la negación
o la verdad
de un pétalo
que roza tu cara
talvez
–nunca–
ahora.

36
Polillas

Montes
que ahora son
pasajes invadidos
por piratas.

Estanterías de la nostalgia,
del serrucho
y el más crudo olvido.

Marina apolillada
observa al graffiti
retorcerse en la pared

y yo
juego a perseguir a Faulkner
y a no hallarlo,
es pues
un intruso en el polvo.

–En este polvo–

Me invade pues
esa nostalgia,
la ridícula pose de poeta
en busca de la palabra que cierre
mi boca, la tuya
la del abismo.

Esta nostalgia
pretendida
estas calles que nombran nada,
la ciudad vacía,
la palabra que encalla
permanece inmóvil
olvidada,
colgada en la pared.

37
Incesticida

Al de los pies hinchados


Yocasta Yocasta
Yo
Casta
¿casta yo?

Si te he amamantado por las noches


en mi pecho
lavado con saliva
almidonado por tus labios

Yocasta
Yocasta

No se te quita
el percudido en el cuello
la mancha en el ardor

Incesto

Culpa
Lujuria

Amor

Para limpiar la verdad


Yocasta Epicaste

épica señora del desastre


picaste los ojos del destino
enjuagando culpas
espantando moscas
a la hora del té.

38
amor de microondas

Qué mueble qué lámpara inventar para tu alma


Tristan Tzara
Poema curita

Una muñeca es algo


que puedes vestir, desvestir
y llevarte a la cama para jugar…

Tú no ves, con tus ojitos de botón,


que yo podría volarte la cabeza;
tú no escuchas,
con tus orejas de corcho,
la música que engendra mi saliva.

Tú no sientes,
con tu corazón de hormiga,
que mi corazón,
es de carne molida por tu culpa.

Y cada vez que me golpeas


ni te fijas
que los moretones
pintan un hermoso lienzo
en mi piel blanca
abandonada.

Y yo no entiendo,
como tú
con esos ojitos de botón,
tus orejas de corcho,
el corazón de licuadora
y tu lengua de alfiletero,
puedes tenerme así:

Empolvada y rota,
hecha jirones debajo de la cama,
con las piernas abiertas
y el vestido levantado,
la piel de porcelana y los labios de papel,

41
toda enamorada
chorreándome
las ganas en las bragas.

Y yo no entiendo por qué admito


que me tengas así,
si yo podría volarte la cabeza….

42
Sophokleis

Las chicas que no saben reír


Jamás van a bailar
Charly García

Hay que ser glamoroso


pero sin caer en la extravagancia obvia.
Hay que tener un peinado a go-go,
un piercing y un tatoo.
Hay que ser punky,
glam, rocker hippie,
raver y darketo.

Pero ante todo


hay que ser fashion.
Hay que tener un novio que piense
que la palabra “monogamia” es el nombre
de una comida japonesa.

Hay que oír música de elevador o de supermercado,


Pop desechable, enlatado,
easy listening digerido y masticado.

Pero ante todo hay que taparse los oídos.

Hay que ser culto,


Intelectualoide de café,
periódico y cigarro.

Pero ante todo hay que leer a Paolo Coehlo.

43
Lágrima de ajonjolí

Ahorcarte con mi ropa interior


y que te mueras…

Quisiera tener el corazón de hotel


pero lo tengo de agujero.

El día avanza
la noche avanza
me detengo en un canal de televisión
y sueño ser una chica superpoderosa.

Quisiera tener el corazón de hotel


pero lo tengo de servilleta.

El día avanza
la noche avanza
me detengo en una sonrisa de mac donald’s
y sueño con vivir en una cajita feliz.

Quisiera tener el corazón de hotel


pero lo tengo de lavadora.

Maldito sea tu corazón de púa.

44
Corto circuito

Y las muñecas se quedan para siempre solas


y las pistolas del Llanero Solitario se pudren
hasta que se da cuenta una mamá.
Roque Dalton

Amor de tajador
tu piel de papel tapiz es demasiado liviana
y tus besos parecen recién sacados del refrigerador.

Metamorfoseando en el sofá
la tele sólo es interferencia:
guitarra, cama, chocolate,
sábana, teléfono, piel.

Cabeza de radio.

Tardes de almohadón empalagadas de lluvia,


mañanas de mermelada
con calor de radiador.

Beso en corto circuito:


Electroshock.

Amor de tajador
dejaste mi corazón de hotel
como un animal de lluvia.

Amor desarmador
caricia inalámbrica,
tú y tu amor tijera me parten en dos.

45
Instrucciones

Aspirar cada palabra


desempolvar la lengua
licuar la cursilería
del frutero y la alcuza,
descifrar el enigma del horno…

Hacer
de tu boca una batidora
sobre mí
dentro de mí
sobre la losa.

Aspirar
cada palabra:
Dejar enfriar.

46
lavomítico
Blanco

El mito
platillo hondo
circular

La mesa del origen


ordenada
puesta

en la cabecera el hombre
la mujer a su izquierda
y la sal
junto a la fruta
atestiguando la incomodidad
del servilletero y su escote

Servidos
los ojos de Tiresias,
el cuello de Yocasta,
la boca de Antígona,
en salmuera

Los pies de Edipo


ven

El aceite

impregnado en el lenguaje
sobre la braza voraz del día
que mira el inicio
de una tregua
entre los platos rotos

49
Composición

Tener la sartén
por el mango
acariciarla
y observar
el pasado

Enjuagar
con la espuma del tiempo
sus marcas
las tuyas
todas

Mirar
tu reflejo
en el teflón
toda tu vida
pasa por delante
de dos hornillas
donde se ha quemado
parte de ti,
donde has sido
perdonada
y frita
en aceite de olvido

El utensilio
instrumento
de tu condición
gira un hotcake
con ayuda de tus dedos
que se incendian.

Y
así

50
te enseña
la otra cara
del destino.

51
La mancha

Para Anuar Elías

En el cuarto de la sirvienta
hay una pila
de palabras sin hacer.

Cuadros suspendidos
cegados
por el destello de bolsas plásticas
–tiernamente colocadas–
sobre la ropa que regresa
de la tintorería.

Fuera

el agua hierve la oscuridad


para convertirla en un tarro de café
que ahogue la rutina
y
luego sea el pigmento
del lenguaje
–nuestras sombras–

Las palabras se crían


en el quehacer
de dos cuerpos que limpian sus heridas
desempolvando un futuro
inscrito ya
en una lengua nueva.

En el cuarto de la sirvienta
hay un lecho desvergonzado,
la cuna en donde duermen
todas las sílabas del mito.

52
Allí, entre nuestros pliegues,
damos a luz a un insospechado lenguaje
hecho de sustantivos cosidos a mano.

El estampado de las sábanas


inicia el ciclo,
el ritual del alboroto,
de la cama destendida
que promete
hacerse al día siguiente
para que de noche nos provoque
desordenarla otra vez.

Nuestras rendiciones
hilvanan la retórica de tus camisas,
mientras el esmero desea incluirse
en un recetario amarillento.

El tiempo
–en el cuarto de la sirvienta–
se tiende como la ropa–
y no existe alacena
en donde puedan caber
todas nuestras delicias.

Esa pequeña mancha en tu puño


hace de lo ordinario
la perfección.

Remojas tus labios


en los tachones de mi libreta
me perdonas
mientras un pan pervierte
el sueño de nuestros libros.

Me preparas la cena
con un bocabulario

53
que desviste mis páginas en blanco,
y me pregunto si la sal
extraña al mantel inconsútil
que cubría la verdad.

Como una premonición


a medio abotonar
las vocales se desprenden de nosotros
para dar nacimiento
a nuestra primera palabra.

54
princesas disney
Y luego había el niño de nueve años
que mató a sus padres
y le pidió al juez clemencia
porque él era huérfano.
Carlos Monsivaís

56
Blancanieves

Tengo siete amantes ,


siete bocas que amamantar,
siete lenguas que me acarician,
peinan y liman mi ego
convirtiéndolo en un gigante.

Mis amantes no merecen aplauso


ni aprobación, ni alabanza, ni halago.
Los han llamado enanos
por el tamaño de su cerebro
no más grande que un grano.

El espejo y mi gemela que vive allí


me han traicionado.
Me abandonaron en el bosque,
a mi suerte
y yo jamás he sido afortunada.

Me han arrancado el corazón


como a un venado,
y en su lugar me transplantaron
una manzana rellenita de gusanos.

La tumba de cristal está sellada


y ya no quedan príncipes para mi lencería
ni caballeros para mis faldas a cuadros.

Viviré siete años de mala suerte


morderé el polvo.

57
Para el señor
Que duerme eternamente congelado
En una cama de cristal
En Disneylandia.

58
La Bella Durmiente

No sé si soy yo quien soy.


Sólo sé que mis amantes
han besado estos labios
hondos como huecos.

¿Qué pretenden mis pretendientes?


¿Lo sabes tú?

Cada beso como el de la madre de Proust


cada beso de buenas noches,
de trance eterno, de pesadilla
y de corazón hinchado.

La espina permanece intacta,


y yo no sé quien soy entre ron y Coca Colas,
entre joints y papas fritas,
entre rock de los Pixies y mis dieciséis.

Me he soñado Fea Despierta,


sé que no soy Bella Durmiente.

¿Quién es?

¿Quién soy?

¿A dónde se han ido todas las perdices?

59
La Sirenita

La pecera tiene rajaduras.


Gotea.
Soy la niña gotera.

Ni pies ni cola de pez.


Tampoco ciempiés.

Yo soy, aquí estoy: sin mar y sin botas.

Los anzuelos flotan alrededor


junto a las luces de neón, las hamburguesas
y los cigarrillos húmedos.

Lo he mordido. He picado.

Tengo los labios agujereados


Por todos tus besos de plástico.

No puedo alcanzar la superficie


y todos los barcos han partido atormentados.

Tu no eres ni mitad príncipe,


ni tierra firme, ni isla desierta.

Yo no soy ni mitad pez, ni mitad hembra.

Yo soy sólo espuma


en la boca de una epiléptica
convulsionándose.

60
La Caperucita Roja

Aquí estoy
De regreso a mi cueva
Después de haber lamido tus entrañas.
Yamilé Paz Paredes

Consagraron mi vida
injustamente
a una canastilla.

Consagraron mis entrañas


a una caperuza
a un disfraz de niña.

Consagraron mi vida
injustamente
a un cuento sin final.

Jamás creceré.
Jamás conoceré las delicias de la carne.
Nunca regresaré con mi madre.

Me habré quedado con la idea


de que el mundo es un lobo hambriento.

¿Porqué la vida es tan dura?


Para dolerte mejor.

Quise vivir, pobrecita.


Quise crecer.
Quise creer.

Pero consagraron mi vida a las mentiras.

61
Alicia

Mirar
a través del mercurio
la ausencia de relojes
en una casa que no existe.

Un as de corazones
Se convierte en una llave
Y no es el alcohol, ni los hongos,
Ni tus manos entre mis medias.

Es el mirarse y no estar
Por ninguna parte.

Mi gato se ha reído de mí
Y luego me ha dicho
Qure tampoco existe.

Así
Mirar por el cerrojo de la puerta diminuta,
Por el cristal equivocado,
Tocar la red que contiene al mundo
E intentar
Ser humilde.

62
Jasmine

Aladino me frota la panza,


cree que soy una lámpara maravillosa.
No es mentira que yo le haya hecho realidad muchos de sus
deseos,
como el de hacerlo volar en una cama.

Aladino delira, hace mucho tiempo ya.


Olvida que soy una mujer y no una lámpara,
además yo ya he dejado de iluminarle los días.

El switch de encendido está roto como yo,


Y el genio no es más que un mal genio de rutina.

Aladino está a mi costado


y no deja de frotarme la panza.

Morimos de tristeza con un “había una vez”


atravesado en la cortina.

63
La Bella y la Bestia

De este cuento no hay mucho que contar.


No más que es puro cuento
Y que yo soy bella
Y tú un bestia.

64
libro agotado
I.

poetiza poetisa
musa por la noche
¿musaraña en la mañana?
poetisa
mujer poeta
veintinueve
casi treinta
joven
novel
novísima escritora
usa el dedo vaginal
para cambiar la página
de la metáfora velluda
y así quitar
la silla
al encabalgamiento
masculino…

poetiza
poetisa

67
II.

poeta boliviano
descendiente español
titulado escocés,
alemán, inglés…
aymarita escondido
guaraní ocasional
uiiiiiiii uiiiiiiii uiiiiiii
jaguares en la lejanía

y por la noche sale


el escritor de humo
poeta chuta
hombre perdido
poeta cholero de la buenos aires
escritor león: bajate de la torre
gran melena
gran boca
poeta baterista
performancista

bardo de santa cruz


con h intermedia
y sombrero de sao
poeta de pluma
rimador con taparrabos
lírico de envergadura
envergadura
en verga dura

escritor neoindigenista
bolivianense
bolivianeño
empalidecido por la palidez
traspasado por la noche
escritorcillo sin motivos

68
sin mar sin goles sin paz
sin vallejo sin huidobro
con saenz, escritor, con saenz

poeta premio nacional


bis
mujer poeta
poetisa de diario
vate de alasitas
vate que bate
mención honrosa

poeta boliviano
sin lengua propia
sin crítico que le ladre.

69
III.

Va la poeta pirata
filibustera y contrabandista
robándose las palabras

navegando
la voz pirata
viene de helénicas corrientes
peira
peiroo
se esfuerza por enunciar

resuena la voz del mar

Jasón
Ulises

robo secuestro

y navega la pirata poeta


cantando la rima cursi

¡Sentenciado estoy a muerte!


Yo me río
no me abandone la suerte,
y al mismo que me condena,
colgaré de alguna antena…

escamoteando a Espronceda.

70
miscelánea
73
a Jaime Saenz

a Blanca Wiethüchter

74
para Arturo Borda

75
cuasi saenz

76
a Pizarnik

77
dimes y diretes
Jessica
Freudenthal

Instrucciones: Este poema se lee de abajo hacia arriba y de derecha a izquierda.

81
82
La gimnasia verbal
de Jessica Freudenthal

1. Hardware (La Paz, 2004) de Jessica Freudenthal Ovando es la


evidencia indiscutible del fracaso de la decisión del jurado en
la elección de los ganadores de las cinco versiones del Premio
Nacional de Poesía “Yolanda Bedregal”, con la excepción de
Antonio Terán Cabero y Jorge Campero.

2. En cada anuncio de los ganadores de este premio nacional, las


menciones han resultado ser más alentadoras y sugestivas que
los propios premiados cuando Plural Editores, el engranaje
más primordial del “Yolanda Bedregal”, las dio a conocer en
su línea de difusión y promoción.

3. En efecto, Hardware es un libro de poesía excepcional por


la belleza lacerante de sus ironías y la despojada polifonía de
lecturas (Tristan Tzara, Sylvia Plath, Roque Dalton, Paul
Valéry, Humberto Quino Márquez, Pope, Charly García,
Agustín Bartra, Yamilé Paz Paredes) que vienen a perfilar
más que apoyar la conciencia fatalista de la autora.

4. Igual que el crítico y semiólogo francés Roland Barthes,


Jessica Freudenthal realiza una lectura personalísima de las
mitologías contemporáneas (el eterno femenino, la labor
intelectual, lo doméstico o familiar), hasta trastocarlas de sus
significados tradicionales por otros que son acaso más reales
o actuales. Desde ese “abismo” lanza sus dardos.

5. No hay en Hardware una pizca de la complacencia, la contempla-


ción y la inocencia femenina (características de la mujer sumisa y
obediente), sino todo lo contrario: la descortesía, la intimidación
y el sarcasmo de Lilith, la primera mujer creada por Dios.

83
6. Desde este punto de vista, el entorno familiar y doméstico
no es lo que parece ser, sino lo que está a punto de revelar
el filo del lenguaje de Jessica Freudenthal. Su palabra es una
espada que hiere de ironía los valores más profundos de la
cotidianidad.

7. Yendo más allá, los poemas de Hardware rompen o quiebran


el rostro monótono de la realidad común, es decir, se estrellan
contra las uñas y las boquitas pintadas de la hipocresía familiar,
doméstica y urbana. Nunca más –esgrime Freudenthal– el
sueño americano made in Walt Disney.

8. Al ser una crítica del entorno familiar y doméstico, Hardware


es también –no puede evitarlo– una crítica del lenguaje que
lo señala, porque la ironía funciona en ambos lados tanto en
la realidad como en la imaginación, porque trastoca ambos
significados.

9. Por eso el libro de Freudenthal es, atinadamente sospechado


por la autora, “un simulacro de/ pura gimnasia cerebral”.
Nada más puntual que esta observación resaltada al inicio de
la obra poética a fin de establecer el juego.

9. No obstante, el sarcasmo utilizado en Hardware produce, en


el ápice de contacto con el lector, un corto circuito. El poema
ha dejado de ser el poema que viene a orientar la existencia
humana para convertirse en un simple vendaje: un “poema
curita” como dice Freudenthal.

10. La poesía de Freudenthal va en la misma dirección que la


poesía de Humberto Quino Márquez: irreverente con las
cosas familiares del mundo es también irreverente consigo
misma con la misma pasión y agudeza de una Laura Yasán de
Argentina o el desenfado de una Malú Urriola de Chile.

Juan Carlos Ramiro Quiroga

84
Ìndice

resta poética............................................................................................. 9

resta poética................................................................................ 11

engranaje original.................................................................................... 15

Equis................................................................................................. 17
Teseo, Asterión, Sísajec y el laberinto.............................. 18
Alpha................................................................................................. 20
Serpentina..................................................................................... 21
Los muertos.................................................................................. 22
Julio................................................................................................... 23
Gama................................................................................................ 24
Yoshiwara...................................................................................... 25
Polvo................................................................................................. 28
Insomnios....................................................................................... 29
La Fiera Doméstica................................................................... 31
Ultramarino................................................................................... 32
Detonador...................................................................................... 34
Junio................................................................................................. 36
Polillas.............................................................................................. 37
Incesticida .................................................................................... 38

amor de microondas............................................................................. 39

Poema curita .............................................................................. 41


Sophokleis...................................................................................... 43
Lágrima de ajonjolí..................................................................... 44
Corto circuito............................................................................... 45
Instrucciones................................................................................ 46

lavomítico.................................................................................................... 47

Blanco.............................................................................................. 49

85
Composición................................................................................. 50
La mancha..................................................................................... 52

princesas disney...................................................................................... 55

Blancanieves................................................................................. 57
La Sirenita...................................................................................... 60
La Caperucita Roja.................................................................... 61
Alicia................................................................................................. 62
Jasmine.......................................................................................... 63
La Bella y la Bestia..................................................................... 64

libro agotado.............................................................................................. 65

I........................................................................................................... 67
II.......................................................................................................... 68
III......................................................................................................... 70

miscelánea................................................................................................. 71

dimes y diretes......................................................................................... 79

86

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