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Valores y Educación 18-05-19
Valores y Educación 18-05-19
10mo de Pedagogía
Capacidad de esfuerzo
Agilidad
Práctica de deportes
Práctica de ejercicios
Valores hedónicos
Estos conducen al placer y a la alegría; se fomentan mediante el hábito de observar la naturaleza y se
obtienen por medio de la educación moral y artística.
Placer
Felicidad
Alegría
Respeto a la naturaleza
Valores económicos
Localizados en el concepto de valor de cambio como tal: lo útil, lo productivo, lo exitoso, etc. Los
valores económicos no existen aisladamente. Éstos valores proporcionan solamente una perspectiva
económica del valor de los bienes y servicios asociados con una o una serie de actividades. Éstos se
atribuyen a los insumos ya los productos de los procesos productivos o de transformación. Por lo
tanto, el primer paso fundamental es identificar los insumos y productos asociados con el cambio
propuesto, que el encargado de tomar las decisiones está analizando. Estos promueven un uso eficaz
y justo de los medios económicos en la sociedad. Estudian y analizan las posibilidades de movilizar
recursos económicos para generar riqueza y valoran los riesgos de fracaso.
Damos valor a los objetos, a los bienes, a los servicios o productos, ya sea porque son útiles, nos
divierten o son de mejor calidad, de uso y cambio.
3. Actividades: Administración
En Economía, existen varias teorías para determinar el valor económico. Una de ellas, la substantiva,
que comparten las teorías clásica y marxista, opina que el valor es el monto necesario para la
producción social de un bien económico(es decir, que tiene valor de uso) en un determinado nivel de
desarrollo tecnológico. Para estas escuelas, los precios se derivan del valor, por lo que siempre se
mueven en pequeñas variaciones en torno a él. En la economía clásica, además, tratándose de
valores de cambio, al coste de producción se agrega el de oportunidad, es decir, la cantidad de
ganancias potenciales que se pierden por tomar la decisión de producir uno u otro bien (ver teoría del
valor-trabajo).
La teoría del valor de Friedrich von Wieser, perteneciente a la Escuela austríaca afirma que los
factores de la producción tienen un valor debido a la utilidad que ellos han conferido al producto final
(su utilidad marginal).
Algunos economistas como Carl Menger, también perteneciente Escuela Austriaca, mantuvieron que
el valor de los factores no es la contribución individual de cada uno de ellos en el producto final; sino
que su valor es el valor del último que contribuyó al producto final (la utilidad marginal antes de
alcanzar el punto óptimo de Pareto).
Para la teoría neoclásica, en cambio, el valor es una magnitud subjetiva que se mide por la estima en
que el público valore un objeto. Por ello, la teoría neoclásica supone que los precios no tienen por qué
tener ninguna cercanía con los costos de producción.
El Valor Económico constituye uno de los más esenciales a lo largo de la vida del ser humano, su
aplicación es la encargada de satisfacer las necesidades tanto básicas como no básicas para los
aspectos vitales del mismo. Existe cierto grado de discrepancia en su uso, ya que en sí va relacionado
con el carácter propio de la persona, así como sus valores y principios, es decir no siempre se adecua
precisamente a satisfacer necesidades, sino que también puede conllevar a la adaptación de vicios
que pueden degenerar poco a poco la vida de las personas o bien de la sociedad. Por ejemplo:
Existen familias de escasos recursos pero con una buena base moral que conocen que tienen un
monto fijo de salario mensual con el cual deben de hacer lo posible para sobrevivir y conocen en que
deben de emplear ese dinero, es decir saben administrarlo y que es lo que les conviene, están
conscientes de que existen prioridades las cuales deben de atender como lo es su alimento y el de
sus hijos así como su vestimenta, etc.; en cambio si vemos la otra cara de la moneda existen otro
tipos de familias en las cuales no existen buenos principios por lo que el padre puede no importarle e
ir a malgastar el dinero en alcohol y mujeres, o también otro tipo de vicios como personas que son
compulsivas para comprar y que les gusta derrochar el dinero ya que desconocen el valor del mismo;
en otras palabras sino hay una buena base moral de valores, principios y costumbres tampoco se
podrá dar el valor económico ya que ninguno se excluye de los otros, todos están estrechamente
relacionados.
IV- Valores de conocimiento científico.
Curiosidad. La ciencia se basa, ante todo, en un insaciable deseo de conocer y comprender, que se
puede manifestar de muchas formas; por ejemplo, en la búsqueda de datos complementarios y de su
significado en cada situación. Albert Einstein sintetizó como nadie la necesidad de curiosidad: «Lo
importante es no cesar de preguntarse cosas”.
Racionalidad. Entendiendo como tal un respeto a la lógica, así como la necesidad de considerar
antecedentes y consecuencias de cada fenómeno analizado. Es lavase para buscar causas y motivos
de los fenómenos. Por ejemplo, la persona racional no es supersticiosa.
Universalidad. Es decir, que lo que es válido para uno es válido para todos, independientemente de
la raza, la religión o la cultura. La ciencia y la tecnología constituyen un elemento común a las culturas
del mundo, pertenecen a toda la humanidad.
Provisionalidad. Es una característica esencial del conocimiento científico. Aunque pueda resultar
incómodo, debemos incorporar ese hecho como un valor, frente a esquemas de certeza, permanencia
e inmutabilidad. Este es un punto crítico, porque a muchas personas les gustan las respuestas firmes,
y la incertidumbre es difícil de aceptar. Hemos de acostumbrarnos -educarnos- a convivir con la
provisionalidad: «No se llega a la certeza con la razón sino con la fe», nos dijo Guillermo de Occam.
Relatividad. Muy relacionado con lo anterior está la necesidad de matices que necesita una calidad
en las afirmaciones. La incertidumbre de resultados, el margen de error, el borde de la indefinición o la
frontera son terrenos habituales por donde se mueve la ciencia, y el transitar por ellos nos educa en la
comprensión de los niveles de riesgo, el valor de las estadísticas y la capacidad de evaluar a priori el
éxito o fracaso de una iniciativa.
Autocrítica. Es esencial en la ciencia el dudar de toda conclusión que uno mismoformula, comenzando
inmediatamente a buscarle sus puntos débiles. La ciencia es crítica consigo misma, y también debe
estar abierta al escrutinio social, histórico y cultural, tanto por parte de intelectuales como de la
sociedad en general.
Iniciativa. La necesidad de revisión continua que tiene la ciencia y la posibilidad permanente de
mejorar las soluciones tecnológicas obligan a una actitud de inconformismo y emprendedora, a la
valoración y asunción de riesgos en la innovación, asumiendo los ensayos fallidos como pasos
imprescindibles y útiles de un proceso.
Apertura. Es decir, la disponibilidad para escuchar y aceptar ideas de los demás, y también para
cambiar las propias en función de las evidencias que se nos ofrecen. La apertura es imprescindible
para la innovación y para que fructifique la creatividad.
CONCLUSIÓN.
El proceso de valoración del ser humano incluye una compleja serie de condiciones intelectuales y
afectivas que suponen: la toma de decisiones, la estimación y la actuación. Las personas valoran al
preferir, al estimar, al elegir unas cosas en lugar de otras, al formular metas y propósitos personales.
Las valoraciones se expresan mediante creencias, intereses, sentimientos, convicciones, actitudes,
juicios de valor y acciones. Desde el punto de vista ético, la importancia del proceso de valoración
deriva de su fuerza orientadora en aras de una moral autónoma del ser humano.
5. ¿De qué manera el hijo interioriza los valores que su padre le hace apreciar?