Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Toxoplasma gondii es un protozoo intracelular obligado, adquirido por vía oral, transplacentaria o,
raras veces, por vía parenteral en un accidente de laboratorio, por vía transfusional o a partir de un
órgano trasplantado. En los niños inmunológicamente normales, la infección aguda adquirida
puede ser asintomática, causar linfadenopatía o afectar a prácticamente cualquier órgano. Una vez
adquiridos, los organismos latentes enquistados persisten durante toda la vida del huésped. En los
niños o lactantes inmunocomprometidos, tanto la adquisición inicial como la reactivación de
organismos latentes suele originar signos y síntomas relacionados con el sistema nervioso central
(SNC). La infección congénita, si no se trata, causa a menudo signos o síntomas en el período
perinatal o más adelante en la vida del niño, la mayor parte de las veces coriorretinitis y lesiones
del SNC. No obstante, también pueden darse otras manifestaciones, como crecimiento intrauterino
retardado, fiebre, adenopatías, erupciones cutáneas, pérdida de audición, neumonitis, hepatitis y
trombocitopenia. La toxoplasmosis congénita en los niños con infección por VIH puede ser
fulminante.
Los humanos adquieren la infección por vía oral al ingerir carne poco hecha o cruda que contiene
quistes o alimentos u otros materiales contaminados con ooquistes procedentes de gatos con
infección aguda. Al congelar la carne a -20 °C o calentarla hasta 66 °C los quistes dejan de ser
infecciosos. Se han producido brotes de infección aguda en familias que han consumido el mismo
alimento infectado. Toxoplasma no se transmite de persona a persona, excepto durante la
infección transplacentaria de madre a feto y, rara vez, por trasplante de órganos o transfusión
sanguínea.
ETIOPATOGENIA:
Los niños y los adultos adquieren T. gondii al ingerir alimentos que contienen quistes o que están
contaminados con ooquistes, en general debido a gatos con infección aguda. Los ooquistes
también pueden ser transportados hasta los alimentos por medio de las moscas y de las
cucarachas. Cuando se ingiere el parásito, los quistes liberan los bradizoítos y los ooquistes liberan
esporozoítos. Posteriormente, estos organismos entran dentro de las células gastrointestinales,
donde se multiplican, rompen las células, infectan las células contiguas, penetran en los linfáticos y
se diseminan por vía hematógena en todo el cuerpo. Los taquizoítos proliferan, produciendo focos
de necrosis rodeados por una reacción celular. Con el desarrollo de una respuesta inmunitaria
normal (tanto humoral como celular), los taquizoítos desparecen de los tejidos. En personas
inmunológicamente deficientes y también en algunas inmunológicamente normales en apariencia,
la infección aguda progresa y origina en ocasiones una enfermedad que puede llegar a ser letal,
como neumonitis, miocarditis o encefalitis.
MANIFESTACIONES CLINICAS:
Piel: Entre las manifestaciones cutáneas de los lactantes con toxoplasmosis congénita se
encuentran erupciones, petequias, equimosis o grandes hemorragias secundarias a
trombocitopenia. La erupción puede ser fina puntiforme, maculopapular difusa, lenticular,
de color rojo oscuro, macular muy definida o papular azulada difusa. Se ha descrito
erupción macular que afecta a todo el cuerpo, incluidas las palmas y las plantas, dermatitis
exfoliativa y calcificaciones cutáneas. Puede presentarse ictericia con afectación hepática
y/o hemólisis, cianosis.
Alteraciones endocrinas: Las endocrinopatías descritas incluyen el mixedema, la
hipernatremia persistente con diabetes insípida sensible a la vasopresina sin poliuria ni
polidipsia, precocidad sexual e hipopituitarismo parcial anterior.
SNC: Hidrocefalia, microcefalia. Sin tto en el primer año de vida puede causar un deterioro
sustancial de la función cognitiva y retraso en el desarrollo.
Ojo: Casi todos los lactantes con infección congénita no tratada desarrollan lesiones
coriorretinianas antes de la edad adulta, y aproximadamente un 50% tendrá alteraciones
visuales graves. T. gondii causa una retinitis necrosante focal en las infecciones congénitas.
Puede producirse un desprendimiento de retina. El nervio óptico puede resultar dañado.
Oido: Puede producirse una pérdida auditiva neurosensorial tanto leve como grave.
DIAGNÓSTICO:
El diagnóstico de la infección aguda por Toxoplasma se establece por cultivo del parásito en la
sangre o en líquidos corporales, identificación de taquizoítos en cortes o preparaciones de tejidos o
líquidos corporales, identificación de quistes en la placenta o en tejido del feto o del recién nacido,
o de características histológicas típicas en un nódulo linfático. Las pruebas serológicas son muy
útiles en el diagnóstico. La reacción en cadena de la polimerasa (PCR) es también útil para
establecer un diagnóstico definitivo por identificación del ADN de T. g o n d ii en el LCR, líquido
amniótico, sangre periférica en los lactantes, y orina.