Está en la página 1de 5

2.

¿Cómo fue la división social en el modo de producción


feudalista?

I. DESAPARICIÓN DE LAS ANTIGUAS ARISTOCRACIAS DE LA SANGRE


Para los primeros escritores que definieron el feudalismo y para los hombres de la Revolución,
que trabajaron para destruirlo, la noción de nobleza era inseparable del mismo. No existe, sin
embargo, una asociación de ideas más francamente errónea. Al menos, por poco que se quiera
conservar al vocabulario histórico alguna precisión. Es bien seguro que las sociedades de la
época feudal no tuvieron nada de igualitario, pero no toda clase dominante es una nobleza.
Para merecer este nombre, según parece, debe reunir estas dos condiciones: la posesión de
un estatuto jurídico propio, que confirme y materialice la superioridad que pretende tener, y,
en segundo lugar, que este estatuto se perpetúe por la sangre —salvo, de todas maneras, la
posibilidad para algunas familias nuevas de abrirse camino en ella, aunque en número
restringido y según unas normas regularmente establecidas—. En otras palabras, ni el poder
de hecho puede bastar, ni incluso esa forma de herencia, en la práctica, no obstante, tan
eficaz, que tanto como de la transmisión de la fortuna, emana de la ayuda dada al niño por
unos padres bien situados; aún es necesario que estas ventajas sociales y esta herencia sean
reconocidas de derecho. ¿Tratamos en la actualidad a nuestra gran burguesía de "nobleza
capitalista", a no ser irónicamente? Incluso en los países como las democracias, donde los
privilegios legales han desaparecido, es su recuerdo el que alimenta la conciencia de clase: no
existe noble auténtico si no puede probar la existencia de unos antepasados nobles. Pues bien,
en este sentido, que es el único legítimo, la nobleza no fue en Occidente más que una
aparición relativamente tardía. Las primeras líneas de la institución no empezaron a dibujarse
antes del siglo XII, y no se fijaron hasta el siglo siguiente, cuando feudo y vasallaje estaban ya
en decadencia. Toda la primera edad feudal, con su época inmediata anterior, la desconoció.
II. DIVERSOS SENTIDOS DE LA PALABRA “NOBLE”
DURANTE LA PRIMERA EDAD FEUDAL
Lo expuesto no quiere decir, sin embargo, que entre los siglos IX y XI lapalabra “noble” (en
latín nobilis) no se encuentre con bastante frecuencia en los documentos. Pero, fuera de toda
acepción jurídica precisa, se limitaba a señalar una preeminencia de hecho o de opinión, según
unos criterios casi cada vez variables. Casi siempre comporta la idea de una distinción de
acimiento, pero también la de una cierta fortuna. Véase cómo glosando, en el siglo VIII, un
pasaje de la Regla de San Benito, Pablo Diácono, de ordinario más claro, duda y se confunde
entre estas dos interpretaciones. 12 Demasiado inestables para soportar definiciones precisas,
estos empleos, desde principios de la edad feudal, respondían al menos a algunas grandes
orientaciones, cuyas mismas vicisitudes son instructivas.
LA CLASE DE LOS NOBLES, CLASE SEÑORIAL
A veces, se ha llamado clase terrateniente a esta clase dominante. Lo cual se puede admitir si
con ello se entiende que, en lo esencial, sus miembros obtenían sus rentas del dominio
ejercido sobre la tierra. ¿A qué otra fuente hubiese podido recurrir? Todavía hay que añadir
que la percepción de peajes, de derechos de mercado, de cánones exigidos de un grupo de
oficios, no eran, allá donde esto era posible, fuentes de ingresos despreciadas. La nota
característica residía en la forma de la explotación. Si los campos, o mucho más
excepcionalmente, la tienda o el taller alimentaban al noble, era siempre gracias al trabajo de
otros hombres. En otras palabras, el noble era ante todo un señor. O al menos, si todos los
personajes cuyo género de vida puede ser calificado de nobiliario no tenían la suerte de poseer
señoríos —pensemos en los vasallos mantenidos en casa del jefe o en los segundones
condenados muchas veces aun verdadero nomadismo guerrero—, cualquiera que fuese señor
se clasificaba, por ello mismo, en el nivel más alto de la sociedad.
LA VOCACIÓN GUERRERA
Si la posesión de los señoríos era la marca de una dignidad verdaderamente nobiliaria y, con
los tesoros de monedas y de joyas, la única forma de fortuna que parecía compatible con una
elevada categoría, era, en principio, en razón de los poderes de mando que suponía sobre los
otros hombres, ¿Existió alguna vez motivo de mayor prestigio que el poder decir: “yo quiero”?
Pero era también que la propia vocación impedía al noble toda actividad económica directa. Se
debía en cuerpo y alma a su propia misión: la del guerrero. Este último rasgo, que es capital,
explica la parte que tuvieron los vasallos militares 23 Marc Bloch en la formación de la
aristocracia medieval. No llegaron, no obstante, a constituirla por entero. ¿Cómo se hubiese
podido excluir a los propietarios de los señoríos alodiales, muy pronto asimilados por las
costumbres a los vasallos enfeudados y, a veces, más poderosos que ellos? Pero los grupos de
vasallaje fueron su elemento de base. Aquí también la evolución del vocabulario anglosajón
ilustra de manera admirable el paso de la vieja noción de nobleza como raza sagrada a la
noción nueva de nobleza por el género de vida. Allí donde las leyes antiguas oponían eorl y
ceorl —noble, en el sentido germánico del nombre, y simple hombre libre—, las más recientes,
conservando el segundo de dichos términos, reemplazan el primero por palabras como thegn,
thegn-born, gesithcund: compañero o vasallo —ante todo el vasallo real o bien, nacido de
vasallos.
OCUPACIONES Y DISTRACCIONES
Aunque habitase de manera común el campo, el noble no tenía nada de agricultor. Poner la
mano en la azada o en el arado hubiese sido para él un signo de decadencia, como le ocurrió a
un pobre caballero según nos cuenta una colección de anécdotas. Y si en ocasiones se le veía
distraerse contemplando a los trabajadores en sus campos o, sobre sus tierras, a los trigales
maduros, parece que, de ordinario, no dirigía personalmente el cultivo. 38 Los manuales del
buen gobierno señorial, cuando se escriben, estarán destinados no al amo, sino a sus oficiales,
y el tipo del hidalgo rural pertenece a épocas más recientes, después de la revolución de las
fortunas en el siglo XVI. Aunque los derechos de justicia de que dispone sobre sus colonos sean
una de las fuentes esenciales de su poder, el potentado de aldea, en general, los ejerce poco
en persona, delegándolos en alguaciles, ellos mismos de procedencia campesina. Sin embargo,
la práctica de la jurisdicción es, sin ninguna duda, una de las raras ocupaciones pacíficas
familiares al caballero. Pero, lo más frecuente es que sólo se dedique a ellas en los límites de
su clase: sea que decida en procesos de sus propios vasallos o que intervenga como juez de sus
pares en el tribunal al que le ha convocado su señor de feudo; sea, asimismo, allí donde
subsisten justicias públicas, como en Inglaterra y Alemania, que tome asiento en el tribunal del
condado o de centena (división territorial del condado). Esto era suficiente para hacer del
espíritu jurídico una de las formas de cultura más precozmente extendidas en los medios
caballerescos.

BIBLIOGRAFIA
Bloch Marc, 1940, la sociedad feudal, TOMO 2º, (Cap I II Y III, 18-20-23-35)
EL CLERO Y LAS CLASES PROFESIONALES
I. LA SOCIEDAD ECLESIÁSTICA EN EL FEUDALISMO
Entre la clerecía y los seculares, en la época feudal, la frontera no era esa línea clara y firme
que la reforma católica tenía que esforzarse en trazar durante el Concilio de Trento. Un
verdadero pueblo de tonsurados, de condición mal definida, formaba, en los confines de
ambos órdenes, un margen de color indeciso. No por ello el clero dejaba de constituir
eminentemente una clase jurídica. En su conjunto, se caracterizaba por un derecho muy
particular y privilegios de jurisdicción celosamente defendidos. Por el contrario, no tenía nada
de clase social. En sus filas, coexistían tipos humanos muy diversos por los sistemas de vida, el
poder y el prestigio.
VILLANOS Y BURGUESES
Por debajo del noble y del clérigo, la literatura de inspiración caballeresca afectaba no advertir
más que un pueblo uniforme de rústicos o de villanos. En realidad, esta multitud enorme
estaba atravesada por un gran número de líneas de hendidura social, profundamente
marcadas. Esto era auténtico entre los propios rústicos, en el sentido exacto y restringido de la
palabra. No sólo en sus filas, los diversos grados de sujeción respecto del señor trazaban
fronteras jurídicas oscilantes, poco a poco llevado a la antítesis entre servidumbre y libertad.
Junto a estas diferencias de estatuto y sin confundirse con ellas, graves desigualdades
económicas dividían también las pequeñas colectividades rurales. Para no citar más que la
oposición más sencilla y más pronto formulada, ¿qué labrador, orgulloso de sus animales de
acarreo, hubiese aceptado como sus iguales a los braceros de su pueblo, que para ganar su
sustento no poseían más que sus músculos?
Sobre todo, aparte la población campesina, y de los grupos consagrados a las honorables
tareas del mando, habían existido siempre unos núcleos aislados de mercaderes y de
artesanos. De estos gérmenes, la revolución económica de la segunda época feudal hizo surgir,
acrecida por innumerables aportaciones nuevas, la masa poderosa y bien diferenciada, de las
clases urbanas. El estudio de sociedades de un carácter tan netamente profesional no podría
emprenderse fuera de un examen profundizado de su economía. Una rápida localización
bastará aquí, indicando su posición sobre el telón de fondo del feudalismo.
BIBLIOGRAFIA
Bloch Marc, 1940, la sociedad feudal, TOMO 2º, (Cap I Y II , 73- 79)

Establecer la estratificación social en el modo de producción


feudalista.
LOS SISTEMAS HISTORICOS DE ORGANIZACIÓN
Los jefes militares de los pueblos conquistadores fueron repartiendo la tierra a
sus súbditos leales, a sus incondicionales que en esta forma llegaron a dominar
importantes porciones de tierra.
Al mismo tiempo, muchos pequeños campesinos libres se fueron reuniendo
alrededor de un gran señor para que les diera protección.
Surgen asi dos instituciones fundamentales del desarrollo feudal:
a. El feudo.
b. La servidumbre.
el feudo es una porción de tierra más o menos amplia que le pertenece
hereditariamente a un señor feudal (señor feudal) a cambio de que le preste
servicios militares al rey o a los jefes militares de más alta jerarquía.
Estye señor feudal entrega porciones de tierra a los siervos para que la cultiven
a cambio de una renta o tributo.
La servidumbre es la forma que asumen las relaciones sociales de producción
durante el feudalismo. Se basa en la existencia de dos clases sociales
fundamentales y antagónicas:

a. Los señores feudales. Dueños de los principales medios de


producción: la tierra, el molino, etc.
b. los ciervos. Que solo son dueños de sus instrumentos de labranza y
que tienen que pagar una renta al señor feudal.
La servidumbre es una relación diferente al esclavismo, si bien el ciervo no
es un hombre completamente libre, tampoco es un esclavo. Más que
pertenecerle al señor feudal, el ciervo está sujeto a la tierra y, cuando las
tierras pasan a ser propiedad de otro señor feudal, los ciervos siguen en sus
tierras.
La servidumbre implica una relación de explotación basada en la propiedad
privada de los medios de producción. La forma que asume la explotación en
el feudalismo es la renta de la tierra que se da en tres formas:
- En especie. Entregando una parte de la cosecha al señor feudal;
también se lo llama censo de frutos.
- En trabajo. Cuando los ciervos van a trabajar durante algunos días de la
semana a las tierras del señor feudal.
- En dinero. Cuando los señores feudales empiezan a cobrar a sus
ciervos la renta en dinero, cosa que ocurre ya en la transición del
feudalismo al capitalismo. También existe una combinación de las tres
cosas.
En esta forma, la base del desarrollo del sistema feudal la encontramos en
el trabajo de los ciervos.
“el tiempo de trabajo del campesino ciervo se divide en dos partes: trabajo
necesario y trabajo adicional durante el periodo de trabajo necesario, el
campesino producía el producto indispensable para su propia existencia y la
de su familia. Durante el tiempo de trabajo adicional producía el
plusproducto, del cual se apropiaba el señor feudal en calidad de renta del
suelo (renta en trabajo, renta en especie y dinero) la explotación de los
señores feudales bajo el sistema de renta del suelo constituyo el carácter
fundamental del feudalismo en la historia de todos los pueblos”
Nikitin P., op cita pág. 24
BIBLIOGRAFIA
Mendez Morales S. Jose, 2002, fundamentos de economía, Lugar (Mexico), editorial Atlas S.A.,,
(PAG, 242-244)

También podría gustarte