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¿Debe siempre el diseño –como herramienta de manejo visual– para seducir,

necesariamente relativizar el contenido veritativo? ¿Cuál es el rol como Ciudadano de


aquel que posee tal herramienta embellecedora de ciertas cosas y mensajes?

Palabras claves: encantamiento, embellecimiento, diseño como herramienta de manejo visual, auriga,
ethos, lo verosímil como medio, la belleza/verdadero como fin, responsabilidad ciudadana.

Alejandra Domínguez*

Abstract
La belleza, su búsqueda, el dialogar, las conversaciones del Pórtico, parajes bucólicos,
las musas, alusiones divinas presentes en lo cotidiano, la belleza en el orador, la ciudad
bella y el ciudadano bello, la gimnasia, el cuerpo, el eros, el cultivo de la mente, el
cosmos y las matemáticas: La Grecia antigua y su preocupación por reflexionar y
compartir lo bello y lo verdadero teniendo como fin el convertirse en Buen
Ciudadano y asemejarse a los que habitan el Olimpo. En el presente escrito, se
comienza de aquella primera reflexión en torno al rol que cumple el transmitir lo que se
cree como bello –que marcó tan fuertemente a la antigüedad helénica– haciendo un
vínculo con la disciplina del diseño, hacia su poder visual y seductor, como herramienta
poseedora de dotes para hacer de una idea, algo deseoso y verdadero. O por lo menos,
verosímil. El mensaje está en juego según el carácter –o ethos– que posee el que tiene
aquel poder de creación. Él, es muchas veces el encargado de darle vitrina al resto de la
ciudadanía.

‘El poder natural del ala es levantar lo pesado, llevándolo hacia arriba, hacia donde
mora el linaje de los dioses… Y lo divino es bello, sabio y bueno y otras cosas por el
estilo. De esto se alimenta y con esto crece, sobre todo, el plumaje del alma; pero con lo
torpe y lo malo y todo lo que es contrario, se consume y se acaba’.1
‘… la materia del diseño es la dimensión imaginal de todos los objetos, lo que es decir
su otra realidad, su verosimilitud’.2

1
Platón, Fedro, 246_d
2
Yantorno, Alfredo en “De la verdad a la verosimilitud”, FOROALFA.

1
Somos seres naturalmente subordinados a lo visual. ¿Qué sería de nuestro mundo y sus
ideas sin la apariencia de nuestros mensajes e intenciones? ‘Es la vista, - declara Platón
a través de la voz de Sócrates en el Fedro- en efecto, para nosotros, la más fina de las
sensaciones que, por medio del cuerpo, nos llegan; pero con ella no se ve la mente,
porque nos procuraría terribles amores, si en su imagen hubiese la misma claridad que
ella tiene, y llegase así a nuestra vista y lo mismo pasaría con todo cuanto hay digno de
amarse’.3
Para Platón, la belleza no va encadenada al plano físico-visual, sino que corresponde a
algo suprasensible que se relaciona con lo verdadero. Por cierto, existe aquel puente
para motivar o dilucidar cierta belleza intangible, otorgando destellos visibles de esa
belleza inmaterial. Nuestro mundo es una aproximación a aquel motivo final, que
alguna vez conocimos, ya que toda alma –propone Platón– conoció la verdad y convivió
junto con los dioses, como lo expone en el Fedro: ‘(…) Pero ver el fulgor de la belleza
se pudo entonces, cuando con el coro de bienaventurados teníamos a la vista la divina y
dichosa visión, al seguir nosotros el cortejo de Zeus, y otros el de otros dioses, como
iniciados que éramos en esos misterios, que es justo llamar los más llenos de dicha, y
que celebramos en toda nuestra plenitud y sin padecer ninguno de los males que, en
tiempo venidero, nos aguardaban’. 4 ¿Cómo debe el hombre retornar a eso que alguna
vez conoció en el plano divino, buscar vías para acercarse a aquella luminosidad, en
vida, ayudarse en lo colectivo para liberar al sujeto de lo que lo corrompe? Será el
mismo Platón que en su descripción de deseo, justificará el desenfreno como un empuje
hacia el amor que entra por los sentidos para llevar al mundo inteligible y así poder
observar la verdad.
Potenciar y conducir la conversión hacia lo bello es la labor principal del que posea las
herramientas eficaces para ese plan maestro, así como dar forma al puente entre la
mente y el cuerpo, y luego al espectador –pathos–. David Hume5 ya en el siglo XVII
reflexiona en torno a la capacidad que tienen ciertos objetos para suscitar sentimientos
específicos. Existen algunos que disfrutan de aquel manejo –no solo dote– del
embellecimiento visual de la materia intangible, pudiendo colocar a aquel mensaje
–logos– en cierta ventaja por sobre otro en el momento de darle forma consciente y
atrayente. Ellos, ethos, poseen cierta responsabilidad en cuanto al Ciudadano y en torno

3
Fedro, 250_d
4
Fedro, 250_b
5
Hume, David. (1711-1776) Filósofo, sociólogo e historiador escocés.

2
a La Ciudad. ‘(Los diseñadores) Son constructores de verosímiles’– como indica el
contemporáneo Yantorno6 –‘que deben cobrar conciencia de las capacidades que pone
en juego su disciplina, y responsabilizarse por su utilización’.

Si se entiende que el hombre tiene como objetivo lograr una conversión hacia cierta
verdad, y existe el dotado –y a la vez empoderado– que pueda entregar mensajes
verosímiles para guiar aquel camino hacia algo verdadero y bello, conlleva en sus
manos materia delicada. El Bien y lo Verdadero no es y ha sido un tópico cualquiera. Él
–el dotado– mantiene un puesto, en el cual, al no existir en su creación, noción de
ciertas cosas verdaderas ni profundización por el contenido, cae en un abismo sin
contenido, y será calificado como sofista puro por algunos. La Alegoría de la Caverna
en La República de Platón, grafica aquel acto de guía que debe existir de parte de
algunos: ‘no se trata de otorgarle sólo la capacidad de mirar –como dice– sino de
conducir a la persona, junto con ese mirar, hacia ese fin último, hacia algo
verdadero’(…) ‘Todo el arte–continúa– consiste pues en buscar la manera más fácil y
eficaz con que el alma pueda realizar la conversión que debe hacer’. 7

Se hace una referencia con la figura del auriga presente en el diálogo de Fedro y su
búsqueda de la belleza, el personaje conductor del Carro Alado, cuya misión es guiar a
los dos caballos, opuestos en sus maneras de ver la vida, los que lo tironean entre lo
terrenal y lo divino. ‘Una vez llegado, el auriga detiene los caballos ante el pesebre, les
echa, de pienso, ambrosía, y los abreva de néctar’.8 El diseñador o perfilador de
mensajes visuales –como un mitológico auriga– posee dicha responsabilidad en
alimentar los mensajes y embellecerlos, lejos de buscar transmitir mensajes engañosos
exentos de verdad alguna. En ese abrevar con néctar a la multitud, se envuelve a
aquellos que participen de ciertos dotes para hacer más sensual la información
ambulante –dentro de los límites éticos en cuanto a no dejarla vacía de contenido– que
lo pongan en acción, e inyecten ese tónico9 –que nombra Nietzsche– en los ciudadanos
a través de su manipulación o creación positiva. Así, por consecuencia, los vínculos
entre los mensajes del grupo humano, se intensifican, existe más información bella y a

6
Yantorno, Alfredo. Diseñador argentino. En “De la verdad a la verosimilitud”, FOROALFA.
7
Platón, La Alegoría de la Caverna. República Vll; 514a_517c y 518b_d.
8
Fedro, 247 e
9
Nietsche “Estética y teoría de las artes”, P.120, <244>

3
la vez, un mayor sentido de satisfacción. (De eso se trata, manteniéndonos en la cancha
platónica, cultivar el camino a esa verdad y belleza, tener esa suerte de fuente verdadera
o ciertas reminiscencias de ella. Mantenerse cerca de los dioses, o recordar la
convivencia con ellos)

¿Cómo mostrar una cara que no es del todo así? Causaría tal vasta desilusión humana ,
que alejaría al hombre finalmente de aquella vía hacia algo verdadero. Primero
ocasionaría atracción, luego ilusión, posteriormente cierto éxtasis; pero una vez
descubierto el fraude del mensaje vago, vacío, caería en la desilusión. He aquí la
oposición fuerte de Platón respecto al sofismo puro y a sus seguidores, aquellos
extranjeros atenienses –que irrumpen en la ciudad– para los que la verdad se encontraba
en el instante hablante, en la pura forma del discurso elocuente, haciendo ojo ciego al
trasfondo ontológico de la intención humana. ¿Mensajes fútiles, desdeñables con
adornos exacerbados? ¿O más bien, mensajes verdaderos con cierta capa necesaria para
hacerlo existente y deseoso? Se propone aquí la coexistencia necesaria entre cierto
equilibro entre la capa y el contenido, para evitar la desilusión final, ya que por
consecuencia, la mera capa tramposa o puramente adornadora, lo volvería al abismo
vacío de materia ni intención. (Y de otra manera, no tendría presencia alguna, sería
materia en bruto, sin esa química necesaria).

‘“Los poetas son mentirosos' afirma Platón en el libro 10 de la República, y no está


equivocado del todo, aunque desde su punto de vista, desde su ontología, se propondría
vituperar lo que él consideraba una falsificación de la realidad. Tiene razón el filósofo,
porque toda creación literaria es en mayor o menor grado una remodelación de la
realidad (…) El problema es, si esto es mentira o no.’10

Empero, ningún mensaje que refiera a cierta verdad, tomará presencia sin su adorno
básico; y se vuelve a afirmar la idea de aquella capa nombrado, como asunto ventajoso
para mantener el estado verosímil, báquico, motivador,… en el camino hacia lo bello.
‘Y has sido tú la causa de lo que he sentido, Fedro, al mirarte…’ 11 le dice Sócrates a
Fedro cuando escucha el discurso de Lisias pronunciado por el mismo. Después de eso,

10
“Mímesis, Ficción y verosimilitud en la creación literaria”, Spang, Kurt (1938, romanista e
hispanista alemán).
11
Fedro, 234_d

4
¿cómo tiraríamos a la retórica o cierta herramienta de adorno por la borda? El
ornamento pertinente es el barniz enaltecedor que los mensajes de los individuos
necesitan para ponerlos en común en esta sociedad prioritariamente visual.
‘Adorno según RAE: def. 3: dotar a un ser de perfecciones o virtudes, honrarlo,
enaltecerlo’.

El acto de mostrar las cosas de manera más verosímil, no quiere decir que niegue la
verdad, sino que dirigir el contenido hacia ella. ‘En absoluto se preocupa nadie en los
tribunales sobre la verdad de todo esto, sino tan sólo de si parece convincente. Y esto es,
precisamente, lo verosímil, y hacia ello es hacia lo que conviene que se oriente el que
pretenda hablar con arte. Algunas veces, ni siquiera hay por qué mencionar las mismas
cosas tal como han ocurrido, si eso ocurrido no tiene visos de verosimilitud; más vale
hablar se simples verosimilitudes, tanto en la acusación como en la apología. Siempre
que alguien exponga algo, debe, por consiguiente, perseguir lo verosímil, despidiéndose
de la verdad con muchos y cordiales aspavientos. Y con mantener esto a lo largo de
todo discurso, se consigue el arte en su plenitud’. 12
Por lo tanto, aquel viajero extranjero, difusor de herramientas para crear los discursos
más elocuentes y poderosos que se podrían crear, no es del todo un agente sobrante en
la provocación de cierto éxtasis en el espectador, en la motivación y entrega de aquel
tónico. Es capa fundamental para dar vida a la materia intangible. Aquel adorno puede
ser visto como ese tinte básico para lograr un ambiente ciudadano activo, despierto,
dialéctico, en constante hambre de buscar lo trascendental o en activar la reflexión sobre
pensamientos ontológicos. ‘Todo lo feo debilita y aflige al hombre: le recuerda el
derrumbamiento, el peligro, la impotencia (…) El sentimiento de poder, la voluntad de
poder crece con lo bello, disminuye con lo feo’.13

Como indica Berman14, ‘los diseñadores y otros profesionales necesitarán elegir sobre
sus líneas profesionales entre dos ejes principales: crear mentiras visuales para vender
cosas o ayudar a reparar el mundo, entrelazando conocimiento y entendimiento’. Aquí
se propone la mezcla de aquellas dos líneas: entrelazar conocimiento + entendimiento,
sometiéndolas a un tratado visual y comunicante que en ciertos casos, requiere

12
Fedro, 272_e
13
Nietsche “Estética y teoría de las artes”, pág. 127, Nº251 <4>.
14
“I, Designer” (2005) Lasn, Kalle.

5
someterlo a pequeños engaños o exaltaciones –en pro del entendimiento y atracción– u
omisiones cuidadosas. Efectivamente, el engaño actúa en esa necesidad de urgencia
para pulir, y limpiar; volviendo a la premisa principal: no cualquier mortal debiera
llevar a cabo tal hazaña, así como para Platón algunos ‘magistrados se verán obligados
muchas veces a acudir a engaños y mentiras mirando el bien de los ciudadanos [por lo
que] la mentira es útil cuando nos servimos de ella como de un remedio’15 Uno de los
principios más significantes del diseño –nos indica Kleiman16– es de omitir lo no
importante en orden de enfatizar lo importante17. Se estaría también esbozando un
engaño –necesario-, en el mostrar solo parte de la baraja total –omisión–, en pro de
enaltecer los puntos pertinentes y necesarios, tal cual la RAE lo define hablando de
aquella falta de verdad y no mentira respecto a la verdad, haciendo uno omiso de lo
necesario: (engaño) ‘la falta de verdad en lo que se dice, hace, cree, piensa o discurre’.

Si bien lo bello referido a la concepción helénica refiere a algo más ontológico que
meramente persuasivo, las capas visuales que rodean a las cosas son esenciales para
mantener al espectador en aquel ambiente cercano a lo bello, como indica Bayer en su
libro de La Historia de la Estética ‘(…) Lo bello es lo que se presenta a la vista; las
tierras hermosas no son bellas por el abono o por la siembra, sino por el color de las
cosechas’. Se relaciona la cita expuesta junto con el afán de algunos de convencer de
que algo es bello sólo por su materia bruta, su contenido intelectual, queriendo
solamente mostrar cantidades de información, descuidando el broche final, aquella
pulcritud que sensibiliza al espectador. ¿De qué sirven los superentendidos si no saben
hacer visualizar fina y sensiblemente sus mensajes? No olvidar aquella capa
embriagadora, atractiva, bella, en fin, el cuidado de la apariencia del logos. Pero de
nuevo entra el llamado atención a ciertos aduladores: ‘Ni unos ni otros tenían respeto
(eusebía) hacia principio alguno sino que ganaban mejor fama “encubriendo con bellas
palabras (euprepía lógou) cualquier acto odioso que hubieran podido realizar”’18. Los
diseñadores meramente sofistas del hoy deben volver a las bases de nuestra cultura

15
República.V, 459c-d.
16
Paul Kleiman, director de PALATINE (The Higher Education Academy Subject Centre for
Dance, Drama and Music, Lancaster University).
17
“Design for learning” (2004) Kleiman, Paul.
18
Álvaro Vallejos Campos, Universidad de Granada: “Razón, seducción y engaño en la retórica
antigua: la crítica platónica”. Pág 4.

6
occidental, y ver cómo los griegos tuvieron la conciencia en común por sobre lo
individual, he ahí la casi nula acción de firmar las obras de arte en la Antigua Grecia.

Es ahí donde el filtro de la omisión y el detenimiento por saber qué factores deben ser
embellecidos –y con extremo cuidado– se hace necesario. En fin, poder forjar la
continuidad de ese ir avanzando en dualidad: manteniendo el contenido y el factor del
realce de aquel contenido, a cargo de aquellos posean las capacidades de hacer de ese
esplendor, algo verosímil. Pero… no descuidar la búsqueda de la verdad, para no
confundir al espectador al presentarle un engaño vacío. ‘Me ha parecido, pues, un poco
infantil ese afán de aparentar que es capaz de decir una cosa de una manera y luego de
otra, y ambas muy bien’.19 ‘(…) Para este, se trata de una especie de encantamientos
(epodai) que le causan “errores en el alma y engaños en la opinión”’. 20

Si no se tiene definido sobre qué ese está convenciendo o atrayendo ni qué materia se
está ensalzando, difícilmente aquel acto tendrá un buen devenir. El embellecedor –
ethos, auriga, diseñador, empoderado de herramienta visual– debe saber en parte lo que
son las cosas. ‘...conviene saber de qué trata la deliberación. De lo contrario,
forzosamente, nos equivocaremos.” (…)‘La mayoría de la gente no se ha dado cuenta
de que no sabe lo que son, realmente, las cosas’21 Y para que el operador no sea tomado
por embustero –como menciona Guthrie22– al engañar a los demás, un hombre tiene que
comprender con precisión el grado de semejanza y de diferencia que hay entre las
cosas.23 Después de eso, se podría hablar sobre un engaño necesario y en pro de la
ciudadanía.
Los diseñadores de imágenes crean una representación de la realidad. Y de esa eficacia
del acto, resulta su verosimilitud. ‘Los diseñadores son para nuestra era de la
información lo que ingenieros fueron en la era del vapor, o lo que los científicos fueron
para la era de la razón. Ellos establecen el ánimo del entorno pensante. Ellos crean la

19
Fedro, 235_b.
20
Gorgias.
21
Fedro, 237_c.
22
Guthrie, W.K.C. (1906-1981) Filólogo clásico escocés.
23
Guthrie, W.K.C., “Historia de la Filosofía Griega”, pág. 392.

7
envidia y el deseo que alimenta la economía y el cinismo que subraya nuestra condición
postmoderna’.24
Este operador visual –o auriga– necesita tomar conciencia de la deliberación de sus
acciones en el momento de crear discursos visuales, en el abrevar con néctar a los
espectadores, hacia el fin mencionado. Haciendo referencia al modelo de una Polis
Bella –y su sentido de reciprocidad, actividad en común para lograr orden
entendimiento y belleza– se toma la voz de Otto Neurath25 y el fin del diseño gráfico
que él propone, el cual debe tener por objetivo de excelencia servir las necesidades de la
sociedad. Neurath, vio la metrópolis moderna como una polis global en el aporte del
diseño para el buen funcionamiento de la vida cívica.

La proliferación y el cuidado por la forma visual-informática que es transmitida, cumple


un rol destacable en la perfilación del espectro y exigencia de cada espectador. A modo
de ejemplo, la calidad de imagen que satisface a alguien en una cultura nórdica, donde
el diseño se encuentra en un plano excepcional, sería en un estado cotidiano –para otra
cultura con menos valor de diseño o en aquellos sujetos que su entendimiento y mirada
no están del todo llenos y familiarizados de eso– equivalente a algo sorprendente,
esplendoroso, embriagante, un evento. Pero ellos, los nórdicos, de manera inicial, no lo
poseyeron, sí lo educaron. Los griegos no poseyeron la verdad y la belleza, sí la
buscaron, impulsaron, educaron, dialogaron, desmembraron. ¿Esa visión nórdica, así
como cualquier sociedad que lleve a la práctica la búsqueda cuidadosa de algo
verdadero- en constante alimento y calidad estética y pulcritud, se satisfacerá, al igual
que al esclavo de la caverna, a ver sombras en la oscuridad, una vez que ya haya llegado
a ver ciertas reminiscencias de la verdad? Se vuelve a impulsar la idea de cierto grado
de responsabilidad de aquellos que poseen los poderes de construcción visual para
esbozar ciertos tintes verdaderos y bellos dentro del marco de La Ciudad. En
consecuencia, como se mencionó, adornarán aquella vía hacia algo más: los mensajes
visuales creados deben originar cierta búsqueda hacia algo verdadero, para lograr el
avance a nivel de la masa, no permanecer en la caverna.

24
Kalle Lasn (Estonia, 1942. Director de cine, autor, editor de revista y activista. Co-fundador
de la revista Adbusters).
25
Neurath, Otto (1882, Vienna-1945, Oxford). Filósofo y economista austríaco.

8
‘Todo arte produce un efecto tónico, aumenta la fuerza, enciende el placer (esto es, el
sentimiento de fuerza), estimula todos los recuerdos más sutiles de la embriaguez, hay
una memoria específica que emerge en tales estados: un mundo lejano y fugaz de
sensaciones regresa aquí…’.26
Sería como un mal docente, una persona que pretendiera de manera única demostrar sus
dotes, sordo a su audiencia. Lo mismo con el creador de imágenes y mensajes visuales:
si está exento de aquel sentido de entrega, es un ciego a la repercusión de ésta. Sin
importarle si un caos, engaño o confusión es producido.
‘… Es un exceso de la fuerza corporal lo que se derrama en un mundo de imágenes, que
a su vez excitan las funciones animales, pues del mismo modo que la embriaguez hace
que la perfección se pose sobre las cosas, la percepción de la belleza, de la perfección,
excita la sensualidad. Esto es otra manera de expresar que el arte es un estímulo para la
vida, el actuar como una excitación sobre la sensualidad, como un tónico’. 27

Este escrito deambula por dos contrapartes, ofreciendo más planteamientos que
respuestas: entre la importancia de la sinceridad en la forma que se le da al mensaje y en
la necesidad de ciertos trucos y engaños para acercar al espectador a algo que toque
ciertas aguas verdaderas. Persiste ese llamado público frente a aquellos poseedores de la
herramienta, a no llevar a cabo la mentira, ‘Diseñadores: no trabajen para compañías
que quieran que mientan por ellas’28. Otras veces, a confirmar la necesidad de ciertas
herramientas aduladoras indispensables ‘…la adulación, percibiéndolo así, sin
conocimiento razonado, sino por conjetura, se divide a sí misma en cuatro partes e
introduce cada una de estas partes en el arte correspondiente, fingiendo ser el arte en el
que se introduce; no se ocupa del bien, sino que, captándose a la insensatez por medio
de lo más agradable en cada ocasión, produce engaño, hasta el punto de parecer digna
de gran valor. Así pues, la culinaria se introduce en la medicina y finge conocer los
alimentos más convenientes para el cuerpo…’29

26
Nietsche P.120, <244>.
27
Prólogo de Agustín Izquierdo en “Estética y teoría de las artes”, Nietsche, Pág. 29.
28
Tibor Kalman (1949–1999).
29
Gorgias, 464_c.

9
‘En la batalla de la comunicación, las palabras no son el único dispositivo de
persuasión’.30 Hoy, aún más que nunca, es el arma visual. La evolución de la sociedad a
una primordialmente visual, provocó, por consecuencia y necesidad, la existencia y
nueva proliferación de profesionales del diseño en masa. Se tiene acá un punto delicado,
esta gran masa de moldeadores y trazadores visuales de los mensajes circulantes. ¿En
qué medida se podrá asegurar el entendimiento y compromiso de parte de ellos frente a
las necesidades de la comunidad, de La Ciudad, de Los Ciudadanos?

31

Este esfuerzo pone en juego la entrega y la sinceridad de cada individuo, el que erra, cae
en su propia trampa. ¿Mostrar vitrinas deseosas, solo deseosas, agrietadas por dentro,
vacías como un ánfora en museo, no remitirá a cierta mentira? Y esa sí es mentira, no
engaño. Y aquí se hace alusión a un pasaje del Fedro: ‘Prestar oído a los lobos: cuenta
de un lobo que, viendo a unos pastores que comían cordero, dijo: “Si fuera yo el que
hacía esto, qué revuelo se armaría”’32

Mediante el ejemplo de los bellos y sinceros aurigas, los demás ególatras y


desesperados por pintar de colores sus propias mentes y palabras o embellecer otras
mentiras de manera inmediata –como en el siguiente fragmentos del Jardín de Adonis–,
quedarán en el olvido, ya que solo causarán una desilusión final: ‘Pero dime ahora esto.
¿Un labrador sensato que cuidase de sus semillas y quisiera que fructificasen, las

30
Emanuel, Barbara. Thesis “Rhetoric in graphic design”.
31
Caso Mushrooms Canada: venta de setas silvestres mediante una imagen seductora, limpia,
atrayente. ¿Qué pasaría si todos nuestros mensajes y materia bruta se mostraran con tal
transformación sensual? ¿Cómo se vendería aquella materia en bruto sin esa capa
embriagadora?
32
Fedro, (HERMIAS (249, 13) Herminae Alexandrini…, ed supra cit. en n. 40).

10
llevaría, en serio, a plantar en verano, a un jardín de Adonis, y gozaría al verlas ponerse
hermosas en ocho días, o solamente haría una cosa así por juego o por una fiesta, si es
que lo hacía? Más bien, aquellas que le interesasen, de acuerdo con lo que manda el arte
de la agricultura, las sembrará donde debe, y estará contento cuando, en el octavo mes,
llegue a su plenitud todo lo que sembró’. 33

Siguiendo la reflexión de Nietzsche –previamente expuesta– y trasladándola al


pensamiento platónico de Conocer es Recordar, ¿Será ese traslape a aquellas memorias
lejanas, ciertas reminiscencias de lo bello, que nuestra alma alguna vez conoció?
¿Debe, finalmente, el que posea las herramientas visuales en la transformación de
nuestra materia intangible aportar a dar cuenta de tales reminiscencias?

34

* Diseñadora integral UC. Intereses: diseño gráfico-editorial, fotografía, análisis de información + imagen.
www.alejandradominguez.com

33
Fedro_127.
34
Imagen simbólica de la Grecia antigua desde la reflexión del Hoy. Lugar: Metropolitan
Museum, NY. Imagen de una ruina de la Antigua Grecia, tomada con un iphone, por un
chileno. Sobre ella, una mujer chilena retrata la escena con una cámara fotográfica Nikon.
Enero, 2013.

11
Bibliografía

Libros
· Nietzche, F., Estética y teoría de las artes, 2ª Edición Neometrópolis, 2004.
· Bayer, R., Historia de la Estética, Décima impresión, 2002, pág. 24.
· Guthier, W.K.C., Historia de la Filosofía Griega, Edición Gredos, Vol. IV, pág. 392.

Libros electrónicos
· Emanuel, Barbara, “Rhetoric in Graphic Design”, 1ª Edición, 2010, [fecha de consulta: 26 de Mayo
2014] Disponible en <http://www.barbaraemanuel.com/rhetoric/
· Platón, Fedro, http://www.sgeuc.cl/intranetv2/escritorioAlumnoMisMateriales.php
· Platón, Gorgias, http://www.edu.mec.gub.uy/biblioteca_digital/libros/P/Platon%20-%20Gorgias.pdf
· Platón, República, Libro VII (Alegoría de la Caverna), Vll; 514a_517c y 518b_d.
http://www.mineduc.cl/usuarios/formacion_tecnica/File/2011/ESTUDIOS/Platon.pdf

Artículos online
· Kleiman, Paul, “Design for learning”, 2004, [fecha de consulta: 26 de Mayo 2014] Disponible en
<http://78.158.56.101/archive/palatine/files/designforlearning.pdf>.
· Lasn, Kalle. “I, Designer”, 2005, [fecha de consulta: 26 de Mayo 2014] Disponible en
<http://graphicdesigntheory.net/Images/DT/Lasn_summer05.pdf>.
· Spang, Kurt , “Mímesis, Ficción y verosimilitud en la creación literaria[fecha de consulta: 26 de Mayo
2014] Disponible en
<http://dspace.si.unav.es/dspace/bitstream/10171/2205/1/09.%20KURT%20SPANG,%20M%C3%ADme
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· Vallejos, Álvaro “Razón, seducción y engaño en la retórica antigua: la crítica platónica”. Universidad de
Granada, año, pág 4. [fecha de consulta: 26 de Mayo 2014] Disponible en
<http://antiqua.gipuzkoakultura.net/pdf/vallejo.pdf>
· Yantorno, Alfredo, “De la verdad a la verosimilitud”, FOROALFA. [fecha de consulta: 26 de Mayo
2014] Disponible en < http://foroalfa.org/articulos/de-la-verdad-a-la-verosimilitud>.

Páginas web
· Adorno. En RAE online. [fecha de consulta: 3 de Junio 2014] Disponible en
http://lema.rae.es/drae/?val=adorno
· Engaño. En RAE online. [fecha de consulta: 3 de Junio 2014] Disponible en
http://lema.rae.es/drae/?val=enga%C3%B1o
· Guthrie. En Wikipedia. [fecha de consulta: 2 de Junio 2014] Disponible en
http://es.wikipedia.org/wiki/W._K._C._Guthrie.
· Mushrooms Canada [fecha de consulta: 26 de Mayo 2014] Disponible en <http://www.mushrooms.ca/>.
· Neurath, Otto. En Wikipedia. [fecha de consulta: 2 de Junio 2014] Disponible en
http://es.wikipedia.org/wiki/Otto_Neurath.

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