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Manuel de la Pava

Juan Camilo Gil Gil


Juan Esteban Naranjo V
Expresión Oral, Grupo 14
El justo medio en nuestra sociedad

El sistema masivo de transporte aquí en la ciudad de Cali es una opción


económica y relativamente “segura” de transportarse, este es el lugar de muchas
eventualidades diarias, desde performances de raperos locales hasta encuentros
irrespetuosos con personas indeseadas. Uno de los más frecuentes de estos
acontecimientos vulgares es el famoso manoseo o roce, el cual, al ser de carácter
físico es una forma de acoso u hostigamiento.

Al hablar de acoso, no podemos generalizar, en este caso estamos hablando de


un acoso de tipo sexual. Este tipo de acoso puede definirse según la Comisión
para la Igualdad de Oportunidades en el Empleo de los Estados Unidos (EEOC)
de Estados Unidos como:
Propuestas o avances sexuales indeseados, sin el consentimiento de la
persona, puede incluir acoso verbal o físico, como comentarios
ofensivos o contacto físico indebido no deseado. Tanto la víctima como
el acosador puede ser hombre o mujer, la víctima y la persona
acosadora pueden ser del mismo sexo. También dice que la ley no
cubre las bromas simples, los comentarios displicentes ni los incidentes
esporádicos.

Si bien la política americana puede hallarse un poco distante, lo que se plantea


nos parece una forma razonable, de definir un problema que cada vez está
cogiendo más atención en la nuestra sociedad. Esta problemática que sin duda es
posible encontrarla en nuestra propia localidad.

Todas estas conductas se puede rastrear hasta los impulsos, ya que estos pueden
afectar nuestra forma de actuar. Todas las personas tenemos estos impulsos, pero
depende de cada persona cómo manejarlos y hasta qué nivel dejarse llevar por
ellos. Pero, ¿Cómo podemos manejarlos adecuadamente? Para comenzar sería
con la educación del hogar, cuando los padres enseñan valores a sus hijos, tales
como: el respeto, igualdad, la tolerancia, etc. En caso de que estos falten podría
presentarse una conducta inadecuada, como el acoso sexual físico o verbal.

Otro aspecto que también cabe resaltar es que estas conductas se pueden ver
influenciadas por factores tales como la cultura y la sociedad. Nosotros no
podemos cambiar la cultura ni la sociedad, pero sí podemos mejorar estas
situaciones inculcando los valores anteriormente mencionados desde el propio
hogar, ya que esto es un deber de todos. En caso de no presentarse esta
educación, hay un trato específico para estas personas.
La ley 1257 de Diciembre 04 de 2008, creó el artículo 210A del Código Penal
Colombiano, donde se tipificó el delito de acoso sexual:
El que en beneficio suyo o de un tercero y valiéndose de su
superioridad manifiesta o relaciones de autoridad o de poder, edad,
sexo, posición laboral, social, familiar o económica, acose, persiga,
hostigue o asedie física o verbalmente, con fines sexuales no
consentidos, a otra persona, incurrirá en prisión de uno (1) a tres (3)
años.

Vemos entonces que, además de ser una forma tangible de penalizar estos
comportamientos, se nos presenta de manera que abraca todos los géneros no
solamente las mujeres, la creencia común hasta el día de hoy. Esto se puede ver
evidenciado en una noticia del periódico El Tiempo:
La investigación recopiló información de 1.114 jóvenes de entre 15 y
29 años, de las 15 regiones del país. Los datos permitieron establecer
que, aunque las mujeres son el grupo más afectado por el acoso
sexual callejero -un 68% afirmó haberlo sufrido- , uno de cada cuatro
hombres dice haberlo experimentado.

Todo esto suena muy bien a simple vista, respetar los derechos individuales de
todas las personas sin importar su género, u otros aspectos. Sin embargo al ser
un evento muy subjetivo, en el caso de contacto físico indeseado, puede llevar a
unas situaciones peores que las anteriores. De lo que hablamos es que las
personas se pueden meter en la cabeza la idea de ser intocables e incapaces de
recibir contacto alguno y tomarlo como algún tipo de acoso. Esto es precisamente
lo que tratamos de evitar, el extremismo. Debemos encontrar el justo medio y
aferrarnos a él, no aceptamos extremistas, ni mucho menos acosadores. Como
dijo Aristóteles en Moral a Nicómaco, libro cuarto, capítulo IV:
Así como para dar y recibir las riquezas hay un justo medio, que está
entre dos vicios que pecan, el uno por exceso y el otro por defecto;
así pueden distinguirse en el deseo del honor y de la gloria dos
matices, el uno más acentuado, el otro menos, e igualmente un medio
que se muestra cuando sólo se aspira al honor en las ocasiones y en
la manera que convenga aspirar.

El justo medio es lo más prudente a la hora de actuar en nuestra vida diaria, y en


este caso es vital a la hora de tratar este tipo de problemáticas. Pero, por encima
de todo, sin consentimiento no hay avance físico que se pueda forzar. Cada quien
tiene el derecho de velar por sí mismo, y decidir si rechazar o aceptar, pero
algunas personas les cuesta captarlo o aceptarlo.

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Referencias:

Tiempo, C. (2017). Estudio en Chile revela que los hombres sufren acoso sexual
callejero. [online] El Tiempo. Disponible en:
http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-16413887 [Revisado 1 Sep.
2017].

Alcaldiabogota.gov.co. (2017). Consulta de la Norma:. [En línea] Disponible en:


http://www.alcaldiabogota.gov.co/sisjur/normas/Norma1.jsp?i=34054 [Revisado 1
Sep. 2017].
Eeoc.gov. (2017). Acoso Sexual. [En línea] Disponible en:
https://www.eeoc.gov/spanish/laws/types/sexual_harassment.cfm [Revisado 1
Sep. 2017].
Filosofia.org. (2017). Aristóteles Moral a Nicómaco 4:4 Del justo medio. [En línea]
Disponible en: http://www.filosofia.org/cla/ari/azc01106.htm [Revisado 1 Sep.
2017].

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