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El desarrollo de la Medicina egipcia durante el periodo dinástico, tres milenios de historia, fue notable.

¿Cómo llegaron los pobladores de la tierra negra a ese nivel?


Mitológicamente fue Dyehuty (Thot), quien como otras muchas
cosas, creó las recetas curativas.

[Thot] hace que hablen los escritos, crea la colección de recetas


[y] da el poder a los sabios [y] a los médicos que están a su
servicio para liberar [del mal] a aquel a quien dios ama (Ebers 1,
8-10).

Por otro lado, los conocimientos acumulados por los pueblos


de las orillas del Nilo y de los desiertos cercanos a lo largo de
miles de años fueron el punto de partida, a partir del que
personajes de una inteligencia inusual, como Imhotep, visir del
rey Dyeser (Dinastía III), posteriormente divinizado, crearon
una escuela curativa donde se desarrollaron y mejoraron los
métodos médicos y quirúrgicos que estudiaremos brevemente.

Mucha importancia tuvo, también, la propia mentalidad


egipcia, su culto a los muertos, que junto con el proceso de
momificación les permitió adquirir los conocimientos
anatómicos necesarios para el avance de las ciencias médicas.
El personaje del médico, aunque quizá fuese más preciso
decir físico (swnw), en el Egipto Antiguo tuvo cierta relevancia.
Algunos eran llamados "sacerdotes de Sejemet"1 (wcb n
sxmt), y no solo ejercían el papel entre los humanos, sino que
reconocían y trataban animales, eran lo que hoy llamaríamos
veterinarios. No nos han llegado muchos de sus nombres, como
en otras facetas de la vida cotidiana egipcia, pero su
importancia es visible en los papiros médicos. Uno de ellos,
Hesire, cuyos grabados en madera son unos magníficos
ejemplos del arte egipcio de comienzos del periodo dinástico,
ejerció su profesión durante el Reino Antiguo, en la dinastía
III, inicio de un gran periodo cultural en el país del Nilo.
En la época en la que Herodoto visitó Egipto, los médicos eran
mucho más especializados y disfrutaban de un gran prestigio.

Unos son de los ojos, otros de la cabeza, otros de los dientes,


otros de las enfermedades abdominales y otros de las de
localización incierta (Herodoto Historia. Libro II, 84).

Las artes médicas se estudiaban en las llamadas Casas de la


Vida (pr anx), siendo las principales Heliópolis y Sais, como
demuestra el inicio del papiro Ebers.

Desde Iunu (Heliópolis) salí con los Grandes de los templos


-señores de la protección [y] gobernadores de la eternidad-. Es
cierto, salí [también] desde Sais con las madres de los dioses. Me
dieron sus conocimientos de curación. [Ahora] me pertenecen
los preceptos que dictaminó el Señor del Universo para eliminar
[las enfermedades] (Ebers 1, 1-3).

Conocimiento actual de la Medicina Egipcia

El Nilo (Hapy), fuente de vida del pueblo egipcio, fue


también transmisor de un gran número de enfermedades,
sobre todo infestaciones e infecciones.

Tres han sido los factores que nos permiten, hoy en día,
conocer las enfermedades que afectaban a los egipcios y el nivel
alcanzado por sus sanadores.
1.- El estudio detallado, tanto radiológico como
anatomopatológico, de las momias desenterradas en las
tumbas, perfectamente conservadas gracias al proceso de
momificación, y de restos de tejidos hallados en ellas, nos han
permitido descubrir, en algunos casos, la causa de muerte o
alguna de las enfermedades que padeció el egipcio en vida. Es
notable la alteración dentaria con la aparición de caries en
gran parte de los individuos investigados.
Una importancia sobresaliente, en los avances del
conocimiento de la patología en el Egipto antiguo, tendrán los
estudios de genética molecular y análisis genómico. Estas
técnicas aportarán nuevos datos sobre la incidencia de las
enfermedades genéticas en la población nilótica.
2.- Las representaciones murales de las tumbas nobiliarias y
reales, así como algunas esculturas, nos muestran cierto grado
de malformaciones congénitas y las consecuencias esqueléticas
de algunas enfermedades infecciosas o carenciales que no
serían infrecuentes entre los habitantes nilóticos.

Muy conocido es el relieve de la reina del Punt de época de la


reina Hatshepsut, con una esteatopigia severa (depósito
subcutáneo muy desarrollado por el que las nalgas se muestran
muy abultadas y terminadas en punta).
3.- Los papiros médicos que estudiaremos con más detalle
posteriormente.
El enanismo no era infrecuente entre los egipcios, pero no
suponía ninguna lacra social, pudiendo alcanzar altos puestos
en la administración del país. Es famosa la escultura del enano
Seneb y su familia (museo de El Cairo).

Esquistosomiasis. Es producida en Egipto por dos parásitos


del género Schistosoma, el mansoni (cuadro de diarrea
disenteroide) y el haematobium (cuadro de hematuria), que
infectan al hombre como huésped final, penetrando en los
distintos órganos a través del sistema venoso.
En la momia de Najt, un noble de la XXI dinastía, apareció
un huevo del parásito calcificado.
Tuberculosis ósea (mal de Pott). Hay representaciones de
cuadros tuberculosos, con colapsos vertebrales, desde época
predinástica en vasijas cerámicas y estatuas de madera.
Ejemplos muy conocidos son el grabado de la tumba de Rem,
que se encuentra en la Ny Carlsberg Glyptothek de
Copenhague y el caso descrito por Ruffer en un sacerdote de la
XXI dinastía, Nesparehan.
Poliomielitis. Esta enfermedad vírica, casi erradicada en la
actualidad en los países desarrollados, se expresa por una
cojera por acortamiento de una de las extremidades. El caso
más conocido en el Egipto antiguo es el de la momia del faraón
de la XIX dinastía, Siptah (1204-1198 a.C.).
Tuberculosis ósea (mal de Pott). En la figura puede apreciarse
a Rem, un noble, sufriendo está enfermedad: acortamiento y
delgadez de la extremidad derecha (Grabado de la Ny
Carlsberg Glyptothek de Copenhague).

Enanismo. Muy frecuente en el país de las Dos Tierras. Este


defecto no impidió en modo alguno el ascenso social, como lo
demuestra el conocidísimo grabado del enano Seneb junto con
su familia. Seneb aparece sentado sobre un pedestal en el que
se encuentran sus hijos, mientras que a su izquierda, su esposa
permanece de pie. Hay muchos más casos de enanos famosos.
Aquí podríamos recordar el pigmeo traído para Pepi II por
Herjuf en una de sus expediciones durante el Reino
Antiguo.derecha (Grabado de la Ny Carlsberg Glyptothek de
Copenhague).

Influencia de la magia

Los procedimientos médicos y quirúrgicos aplicados en la


sociedad nilótica, eran acompañados, en muchas ocasiones, por
plegarias, encantamientos o amuletos, con capacidad para
neutralizar la acción de los diferentes seres malignos causantes
de las enfermedades, pues los conocimientos alcanzados por los
médicos eran muy primitivos, y la etiología de las
enfermedades no era, exceptuando las fracturas, heridas,
contusiones, luxaciones, picaduras de escorpión, mordeduras
de serpientes y quemaduras, de carácter físico, sino
sobrenatural, un castigo de los dioses o subsecuentes a
encantamientos maléficos.

... para eliminar las actividades de un dios o una diosa, un


muerto o una muerta, etcétera....., que puedan estar en esta
cabeza mía, en este cuello mío, en estos hombros míos, en esta
carne mía [y] en estos miembros míos, [y] para destruir el mal
espíritu que tiene autoridad sobre aquellos que hacen entrar la
inflamación en este cuerpo mío [y] los síntomas [de enfermedad]
en estos miembros míos [y] de lo que pueda entrar en esta carne
mía, en esta cabeza mía, en estos hombros míos, en mi cuerpo [y]
en estos mis miembros (Ebers 1, 3-7).

Al igual que hoy en día ocurre con determinados santos a los


que se les atribuye acciones curativas, en época dinástica,
algunas divinidades eran veneradas en la creencia de su
capacidad sanadora. Papiros de distintas épocas describen
encantamientos para ayudar a la farmacología en su tarea
curativa.
Como ejemplo, una fórmula mágica que debía recitarse al
quitar un vendaje.
Se libera, se libera [el mal] por Isis [ya que] Horus fue liberado
por Isis del mal que fue hecho contra él por su hermano Seth
cuando mató a su padre Osiris. (Oh Isis la gran maga!, tú
puedes liberarme [del mal], puedes apartarme de todas las cosas
malas, malignas [y] rojas [producidas] por las actividades de un
dios, las actividades de una diosa, las actividades de un muerto
[o] de una muerta, por un oponente [o] una oponente que las
opusiere contra mí, del mismo modo que liberaste y del mismo
modo que las arrojaste de tu hijo Horus porque entré en el fuego
[y] salí del agua (Ebers 1, 12-17

Gran importancia adquirió la protección de los bebés.

Debes fluir, oh aquel que viene desde la oscuridad, quien penetra


serpenteando, aquel cuya nariz está en su occipucio [y] su cara
vuelta, quien ha fracasado en aquello por lo que ha venido.
Debes fluir, oh aquella que ha venido desde la oscuridad, la que
ha penetrado serpenteando, aquella cuya nariz está en su
occipucio [y] cuya cara está girada, quien ha fracasado en
aquello por lo que ha venido. )Es qué has venido para besar a
este niño mío? [Pues] no permitiré que lo beses. )Es qué has
venido a silenciar? [Pues] no permitiré que causes el silencio en
él. )Es qué has venido para lastimarlo? [Pues] no permitiré que
lo lastimes. )Es qué has venido para tomar posesión de él? [Pues]
no permitiré que lo tomes de mi mano, [ya que] he realizado su
protección contra ti. (Mutter and Kind 1, 9-2, 3).

El tipo de amuleto y su colocación eran fundamentales en el


proceso de curación.

Los papiros médicos

Algunos de ellos, de una extensión considerable, como el


Papiro Ebers (1550 a.C.), nos muestran un compendio del
conocimiento egipcio sobre fisiología y farmacología. Describen
un buen número de enfermedades, que en muchos casos no
hemos podido definir con precisión, y la terapia adecuada para
su curación. Las recetas que vienen descritas en ellos, muchas
veces, entran más en el plano de la brujería que de la
farmacología, y son difícilmente asimilables por las culturas
modernas.

Otro [modo] de eliminar una torsión de las pestañas en el ojo:


mirra 1, sangre del lagarto hetasu 1, sangre de murciélago 1, se
estira la pestaña [y] se coloca en ella hasta que sane (Ebers 63,
12-3).

Animales, plantas y minerales eran la base de su farmacopea,


mezcladas en cantidades precisas, y con una elaboración, a
veces, muy compleja.

En algunas tumbas nobiliarias tenemos representaciones de


jardines con especies arbóreas. Muy conocida es la
representación del jardín de Nebamun (Museo Británico de
Londres)

Una vez triturados finamente los componentes de la


prescripción (pXrt) se disolvían en soluciones acuosas,
oleaginosas (aceites, breas), cerveza y miel.
La miel, con sus aportes potásicos tiene efectos
antibacterianos, y por su alto contenido en azúcares, un alto
nivel energético. Era utilizada como disolvente de plantas y
minerales en picaduras de insectos y en afecciones
respiratorias entre otras patologías.
Los principales papiros médicos son:
1.- Ebers. Una lámina de papiro de 20,23 m. de longitud y
unos 30 cm. de anchura, copiado en el año 9 del reinado de
Amenhotep I (XVIII dinastía). Adquirido por Edwin Smith en
Luxor en 1862 entre los pies, según se comenta, de una momia
de Assasif. Diez años más tarde para a manos de George Ebers.

Lista de la patologías estudiadas en el papiro Ebers


(modificado de BARDINET)
Es un libro muy extenso, deslavazado, que no sigue ningún
orden preestablecido. Muchos de sus párrafos son simples
descripciones farmacológicas, siendo mucho menor el número
de ellos que describen una enfermedad o muestran la forma de
realizar una exploración, como el ejemplo que mostramos a
continuación del Libro del estómago (r-ib).

Descripción médica de daño en el estómago: Si examinas a un


hombre con una obstrucción en su estómago [cuando] está
pesado para comer pan, su vientre está contraído [y] su corazón
se debilita en los movimientos del mismo modo que un hombre
sufriendo quemazones del ano, entonces lo inspeccionarás
postrado [de tal manera que] encuentras que su vientre está
caliente [y] la obstrucción está en su estómago. Así que le dirás:
Esto es un ataque de hígado (Ebers 36, 4-9).

Muchas de las enfermedades nos son desconocidas o son


inclasificables actualmente por la débil base anatómica del
conocimiento egipcio.
En muchas recetas, no solamente se da la composición
farmacológica, sino que se explica detalladamente la forma de
preparación y de ingestión, como en la receta que mostramos a
continuación.

Prescripción de los medicamentos para evacuar: Miel 1,


valeriana (?) 1, planta sam 1, semillas de shenu 1, frutos de
enebro 1, lo que está dentro del mejillón 1, cominos 1, semillas
de la planta aaam 1, semillas de la planta tiam 1, sal marina 1.
Se hace un supositorio que se coloca en el ano (Ebers 8,17-9,9).

Ahora describiremos algunas de las recetas más ilustrativas,


teniendo en cuenta que una exposición completa requeriría un
libro.
Un remedio contra la diarrea:
Calabaza fresca 1/8, pan fresco 1/8, aceite, miel 1/4, cera 1/16,
agua 25 ro5 , (17) cocinado [y] comido durante 4 días (Ebers 44,
12-17).

Contra los gusanos intestinales:

Raíz de granado 5 ro, agua 2,5 ro, reposado al rocío, filtrado [y]
bebido durante un día (Ebers 50, 16-18).

La migraña se combatía de una forma muy especial:

Cráneo de siluro frito en aceite con el que se unta la cabeza


(Ebers 47, 14-15).

Las mordeduras de cocodrilos no eran infrecuentes:

Si examinas lo que ha estado en la boca de un cocodrilo [y]


encuentras [que] su carne ha sido despedazada [y] se han
cortado sus lados, entonces lo untarás con la carne fresca del
primer día del mismo modo que cualquier herida de un hombre
(Ebers 64, 12-13).

Para finalizar describiremos el conocimiento que tenían del


pulso:

En cuanto a cualquier médico, ..... que coloca sus dedos sobre la


cabeza, la nuca, ..... examina al corazón porque sus conductos
están por todo el cuerpo. Esto significa que habla a través de los
conductos de todo el cuerpo (Ebers 92, 2-5).

2.- Hearst. Es un documento que contiene 260 prescripciones,


muchas de ellas iguales o parecidas a las del papiro Ebers, ya
que se trata de manuscritos de la misma época.
Muy interesantes son las recetas para la fabricación de
cosméticos
Otro remedio: grasa de gacela, grasa de serpiente, grasa de
cocodrilo y grasa de hipopótamo. Se prepara en una masa
homogénea con la que se unta (Hearst 10, 6-7).

y el tratamiento de las fracturas.

Remedio para unir un hueso que está fracturado, durante el


primer día: polvo de ‘dyaret’ 1, harina de habas 1, agua de
‘mesti’ 1. Se prepara en una masa homogénea y se cubre 4 días
seguidos (Hearst 14, 13-14).

Thutmose III mandó grabar el en Gran templo de Amón en


Karnak escenas con plantas y animales exóticos traídos en sus
innumerables campañas militares. Muchas de estas plantas
fueron utilizadas por los médicos egipcios para la elaboración
de sus recetas.

Lista de la patologías estudiadas en el papiro 3038 de Berlín


(modificado de BARDINET)
Lista de la patologías estudiadas en el papiro ginecológico de
Kahun

3.- Papiro médico de berlín (3038). Fechado en la XIX


dinastía. Solamente se conserva la porción final que
consta de 204 recetas (ver cuadro en pág. anterior)
4.- Papiro de Kahun. Fechados hacia el año 1850 a.C.
(el año 29 del reinado de Amenmehat). Se
descubrieron en Lahun, cerca de el-Fayum por Petrie
en 1889. Es un papiro ginecológico que consta de 34
recetas, agrupadas en cuatro capítulos. (ver cuadro en
pág. anterior)
5.- Papiro Médico de Londres (BM 10.059). Datado
en el reinado Tutankhamon. Está repleto de
procedimientos más mágicos que médicos.
6.- Papiros Chester-Beauty. Escritos hacia el 1300
a.C.. El VI contiene 45 prescripciones, el V, algunos
encantamientos contra la migraña, el VIII, una sola
receta y el XV, tres.
7.- Papiros III y IV del Ramesseum, localizados en los
restos de un cementerio de la XII dinastía. En su
mayor parte dedicados a enfermedades ginecológicas.
8.- Papiros de Brooklyn (47.218.48 + 45). Es un
tratado de herpetología, donde se describen alrededor
de 40 tipos de serpientes, y de toxicología, dando los
remedios para sus venenos.
Además hay una pequeña serie de textos que
aparecen en otros papiros, así como pequeños ostraca
médicos.

La cirugía en el Antiguo Egipto

En este apartado vamos a describir dos aspectos:


a) El papiro Edwin Smith (1500 a.C.), base de los
tratamientos quirúrgicos. Es un manuscrito de 17
páginas en el recto y 5 en el reverso que fue puesto a la
venta por Mustafa Agha en 1862 y adquirido por un
aventurero americano, Edwin Smith. A su muerte, su
hija lo dona a la Sociedad de Historia de Nueva York.
Actualmente se encuentra en la Academia de Ciencias
de la misma localidad.
En esta primera época dinástica, la cirugía estaba
limitada a pequeñas operaciones, curación de heridas
y contusiones, entablillado de fracturas, y
posiblemente, la eliminación de pequeñas
tumoraciones.
Comienza con la descripción y tratamiento de
contusiones, heridas y fracturas de los huesos
craneales, explicados de una forma sistemática (ver
BAEDE 9, págs. 121-136).

Si examinas a un hombre de una herida de corte en su


cabeza llegando al hueso cuyo cráneo está roto,
entonces observarás su herida y encontrarás que esa
rotura que está en su cráneo es profunda y se deprime
bajo tus dedos; la hinchazón que está sobre ella es
prominente, sangra por sus narices y por sus oídos, y
sufre rigidez en su cuello. [Además] no es capaz de
mirar a sus hombros ni a su pecho. Entonces dirás en
relación a él que sufre una herida de corte en su cabeza
llegando al hueso, cuyo cráneo está roto y sufre rigidez
en su cuello. Un mal que no se puede tratar. No debes
vendarlo y debes dejarlo a su aire hasta que pase el
periodo de su dolor (Edwin Smith 2, 12-15).

Luego, el manuscrito continúa con tratamientos


quirúrgicos del resto del esqueleto hasta completar 47
diagnósticos. Además se han incluido 8 encantamientos
y plegarias, junto con recetas para la fabricación de
cosméticos, finalizando con una prescripción para
patología anal.
b) La representación de material quirúrgico en la
pared norte del exterior del templo de Kom Ombo. En
los instrumentos, de cobre o bronce, muchas veces se
realizaron inscripciones mágicas que transformarán el
instrumental quirúrgico en un elemento mágico,
añadiendo una fuerza suplementaria al trabajo del
cirujano.
El material representado en el templo muestra una
gran diversidad de ganchos, fórceps dentarios, sierras,
sondas, catéteres, frascos de enemas, cauterios,
craneoclastos, cuchillos y lancetas, y vasos de todo tipo.
Con esta breve exposición esperamos haber
introducido al lector en la Medicina que utilizaba el
pueblo egipcio en el primer milenio antes de Cristo.

Bibliografía
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