Cien Anos de Modernismo Dominique Bourmaud

5/17/2018 Dominique.bourmaud.cien AnosdeModernismo -slidepdf.
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Padre Dominique Bourmaud
de Cien años
modernismo
Genealogía del concilio Vaticano II
Traducción de Luz Freire
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5/17/2018 Dominique.bourmaud.cien AnosdeModernismo -slidepdf.com
Introducción
El modernismo tiene cien años. De hecho, el Larousse describe esa herejía como

la crisis religiosa que marcó el pontificado de san Pío X (!"#$!%&. El diccionario
señala lo que estaba en juego en esa crisis al precisar que pretendía acomodar la
doctrina de la 'glesia a las nueas ideas, en especial a la filosofía ) a la crítica bíblica
moderna.
eterna, que Ense
suma, se trataba
resolió de un
poniendo un freno
conflicto generacional
dr*stico ennoedades.
al af*n de el seno de la 'glesia
+ es que
las innoaciones siempre le parecieron sospechosas a la 'glesia fiel a los póstoles.
-ista desde la perspectia de dos mil años de cristiandad, esta herejía parece
ocupar un lugar poco importante entre las crisis padecidas tantas eces por la ieja
Roca. Por lo dem*s, desde san Pío X el asunto quedó anjado. Entonces, /para qu0
traer a colación un caso )a cerrado1 /Por qu0 oler a tocar un tema pasado de
moda, que sólo puede interesar a un estudioso de la historia de la 'glesia1
2in embargo, el modernismo est* lejos de ser un hecho superado, muerto )
sepultado. Ese mismo moimiento, camuflado para las necesidades de la causa, es
el que ha uelto a salir a la superficie en la 'glesia ) parece triunfar ho) sobre la
'glesia. El 3nico propósito de nuestro libro es formular una tesis sobre la identidad
de dicho moimiento. En la presente introducción sólo queremos poner en eidencia
el fundamento ) la necesidad de semejante inestigación. + es que ha) un problema
por resoler4 la s3bita aparición de otra 'glesia, o dicho de otro modo, la crisis que la
'glesia católica siente respecto de sí misma. 2i a partir de este momento el lector
admite que la 'glesia contempor*nea est* pasando por un estado de crisis
e5cepcional, desear* seguirnos en nuestra inestigación, consciente de que la
muerte o la superiencia de la 'glesia dependen de su resultado.
Esta crisis acometió a la 'glesia sobre todo en los años sesenta ) setenta. 6a
'glesia pretendía renoarse ) llear a cabo un aggiornamento. 7odos, ) en especial
el Papa Pablo -', esperaban una primaera con una aurora radiante de juentud. El
resultado del cambio fue una amarga decepción. 6a duda, la autocrítica ) la
inestabilidad se establecieron en todas partes, conduciendo a la autodemolición.
Durante esos años cruciales, las naciones se rebelaron como nunca antes contra el
Dec*logo ) contra 8esucristo. 6as ocaciones disminu)eron peligrosamente, ) los
fieles abandonaron las iglesias para afiliarse a las sectas m*s e5trañas o a la religión
del propio gusto. 6os sacerdotes ) los religiosos de ambos se5os colgaron los
h*bitos con una frecuencia inusitada. 6os obispos, custodios de la fe ) de los tesoros
de la 'glesia, en e del Eangelio del 9rucificado, predicaban una doctrina
edulcorada sobre el amor fraterno, un discurso social insulso, ) planteaban
INTRODUCCIÓN #
propuestas de di*logo con los protestantes. :oma parecía reducida a la impotencia,

incapa de reaccionar con rigor o de esclarecer a los descarriados.
;6a 'glesia ha tenido crisis similares en tiempos pasados< )a pasar*n, como
ocurrió
de hablarcon
delas
la anteriores=, se decía.
crisis religiosa, De hecho,
en especial desdelos
el medios de comunicación
adenimiento dejaron
de 8uan Pablo '', el
Papa del Este. 2e nos dijo que la 'glesia había recuperado sus bríos, que estaba m*s
ia que nunca ) que las ocaciones irían en aumento. Es erdad que )a no se en
las defecciones de 0pocas anteriores, ) que los obispos m*s ehementes se han
calmado, de modo que cruamos el umbral del tercer milenio con cierto optimismo.
>o obstante, se trata de un optimismo e5agerado, difundido por los medios de
comunicación, que no puede ocultar el estado de miseria actual, porque los indicios
de fuera espiritual en la 'glesia son mu) d0biles. /De qu0 ida religiosa hablan los
periodistas, sino de los moimientos carism*ticos ) de las 8ornadas mundiales de la
juentud, simples calcos de las aberraciones pentecostales protestantes1 2on
fuegos de paja, fundados en el sentimiento, es decir, en nada. /De qu0 magníficas
ocaciones nos habla 8uan Pablo '', sino de las de los países del Este, ) qui* de las
del 7ercer ?undo, fuertes a3n espiritualmente por su lucha contra el materialismo
ateo, pero a punto de hundirse en el libertinaje de la ;cultura= occidental1 En
realidad, las ocaciones de los países de tradición cristiana se reducen a pasos
agigantados. Es cierto que )a no se suelen er los esc*ndalos que antes plagaban
las p*ginas de los diarios, pero /no ser* porque las almas consagradas han
disminuido ) sobre todo enejecido1 6a apariencia de estabilidad ) de seguridad de
la 'glesia de :oma se parece a la bellea artificial de una fachada ieja ) agrietada a
la que se acaba de dar una mano de pintura. >o ha) que contentarse con palabras,
cuando la fe ha muerto en casi todos lados ) nada predice su resurgimiento en
ninguna parte. >o, la crisis de los setenta no ha terminado. >o es la 'glesia la que se
mantiene en pie, es la crisis. Ella es la que sobreie, mientras que la 'glesia se
muere.
6a crisis e5istió, ) perdura en nuestros días. 2uponemos que el lector admite
esto como algo cierto. 7endremos ocasión de presentar pruebas tangibles de ello en
la 3ltima parte de nuestra obra, cuando hablemos del triunfo del modernismo, pero
desde ahora debemos analiar su profundidad. + es que esta tempestad, la m*s
reciente de todas, no se parece a las dem*s crisis. Es uniersal, porque la palabra
clae, aggiornamento @puesta al día@, salió de la misma :oma, del coraón de la
cristiandad. 7odos, desde los obispos hasta los fieles, pasando por los cl0rigos )
religiosos, se pusieron al día. 6as congregaciones tuieron que reisar sus
constituciones m*s enerables. 6as organiaciones de seglares se ieron
reestructuradas ) a menudo desnaturaliadas. 7odo fue renoado sin e5cepción,
pero siempre con miras a la facilidad ) a la democracia4 AProhibido prohibirB
A6ibertad en todo ) para todosB 2e puso fin a la autoridad, a los deberes ) a los
mandamientos. /2e trata de una reforma o de una deformación1 6a relajación de las
elites, /no es acaso el síntoma m*s eidente de la decadencia de una sociedad1
Esta tempestad fue tan repentina como uniersal. /De dónde salió1 pareció
e5actamente entre los años sesenta ) setenta. + para ser uniersal, la enfermedad
tuo que proceder de :oma. dem*s, para producir semejante conmoción, hio falta
un acontecimiento e5traordinario. 7odos estos indicios señalan al concilio -aticano ''
% CIEN AÑOS DE MODERNISMO
como el epicentro de aquel mar de fondo que sumergió a la 'glesia. 7eólogos,

cardenales ) Papas confirman esta hipótesis al designar al 9oncilio como una
:eolución de Cctubre, una nuea :eolución rancesa dentro de la 'glesia, ) al
definir el período posconciliar como la autodemolición de la 'glesia. 2eg3n sus
propios testimonios, :oma hio tabla rasa del pasado para correr a ciegas tras el
brillante futuro que prometían los profetas del nueo El Dorado. El concilio -aticano
'' se conirtió en el año cero de la 'glesia ;neocatólica=. De hecho, los Papas
siguientes apenas citan te5tos anteriores al 9oncilio, ) basan todas sus enseñanas
) reformas en la nuea doctrina del -aticano ''. hora bien, el -aticano '', principal
instrumento del aggiornamento ) causa de la crisis, aparece como un concilio
reolucionario bajo muchos aspectos, como se er* en un capítulo dedicado
especialmente al tema. ue ha)a habido concilios innoadores no es algo nueo. 6a
'glesia ha pasado por el ;latrocinio de Ffeso= ) el ;concili*bulo de Pisto)a=. Pero la
'glesia uniersal repudió siempre aquellas asambleas, realiadas en contra de los
Papas legítimos. ?ientras que, en este caso, estamos en presencia de un concilio
fundamentalmente reolucionario aalado por los Papas. + lo que es peor, no sólo
los Papas lo han apo)ado, sino que, despu0s de decenios de crisis, han pretendido
hallar la solución milagrosa a la apatía actual en el mismo 9oncilio que le dio a lu.
Pero ha) algo a3n m*s inquietante. Desde el principio, la crisis afectó sobre todo
) ante todo a la autoridad. >o a la de un Papa en particular, sino al papado mismo )
a toda autoridad en general. El principio de la colegialidad episcopal ataca a la
autoridad responsable a cada uno de los nieles de la 'glesia. Esta democratiación
de la 'glesia conduce a una par*lisis total, de modo que )a no se puede ejercer la
autoridad para definir el dogma ) la moral, para castigar, purificar ) salar. El buen
obispo no puede rechaar las decisiones anónimas e irresponsables de las
conferencias episcopales, manipuladas por teólogos anguardistas. +a nadie
obedece al Papa4 para eso sería necesario que 0l se opusiera a las poderosas
conferencias episcopales. De hecho, a partir de !G", el Papa )a no se comporta
como tal. 6a 'glesia se e afectada por una esclerosis generaliada, el democratismo
liberal, que la obliga a renunciar tanto a su libertad de acción como a su poder )
autoridad.
Esta crisis sacude de frente a la 'glesia en lo que tiene de m*s precioso4 la fe en
8esucristo, en la 2antísima 7rinidad ) en la 'glesia misma como 3nico medio de
salación. 9on el -aticano '' se ha puesto la fe debajo del celemín en nombre del
ecumenismo4 )a no se trata de convertir , sino de convergir . 6a 'glesia quiere
adquirir dimensiones realmente católicas, o sea, uniersales. hora bien, el amor
fraterno une, mientras que el credo diide. 6a erdad tiene la fastidiosa propiedad
de ser e5clusia4 si la pared es negra, no es roja ni blanca, sino sólo negra. El 3nico
obst*culo real
elección. 6a para el
'glesia di*logo interreligioso
preconciliar había optadoes por
8esucristo. sí, 9on
8esucristo. pues,else impone ''una
-aticano se
cambió de parecer. A7remenda innoaciónB Es algo nueo er al Papa incumpliendo
el primer mandamiento de Dios, ;>o tendr*s otros dioses delante de ?í=, cuando en
realidad Dios estableció al Papa para defender sus mandamientos. Es algo nueo
er al Papa initando a herejes ) paganos de toda clase para hacer alarde de sus
engaños ) brujerías en la plaa de 2an Pedro. Es algo nueo er al Papa elogiando a
heresiarcas como 6utero, proclamando en una sinagoga romana que tenemos el
mismo Dios que los judíos, ) proponiendo a herejes a la eneración de los fieles en
INTRODUCCIÓN H
un martirologio ecum0nico. Es cierto que la historia de la 'glesia ha registrado Papas

que profesaron errores en su doctrina priada, pero nunca a tal punto. En este caso,
la graedad del pecado radica no sólo en la persistencia de esas manifestaciones
idol*tricas, sino sobre todo en el hecho de que, salo raras e5cepciones, todos los
hombres de 'glesia aplauden los esc*ndalos p3blicos de la cabea.
6a noedad de la crisis afecta tambi0n a la ida de la gracia ) a los
sacramentos. 6a reolución conciliar ha tomado un giro b*rbaro e iconoclasta. Ia
destruido nuestros m*s enerables ritos. Ia desintegrado la misa ) la ha reducido a
una plegaria ecum0nico$calinista. Ia relegado al olido el canto gregoriano. 6as
comuniones aumentan, pero se frecuentan cada e menos los confesionarios. 6a
nuea doctrina sobre los fines del matrimonio faorece la multiplicación de las
anulaciones matrimoniales, a tal punto que ho) se habla de ;diorcio católico=. En
realidad, toda la ida de la gracia que nos entregó 8esucristo ha quedado
arrinconada. 6a 'glesia de nuestros días alega que la gracia es algo casi natural ) la
salación es casi autom*tica, puesto que 9risto est* unido a todo hombre, aunque
no lo sepauniersal
salación o no lo de
quiera.
tinte 9on este menosprecio
protestante, de loseitar
/cómo se puede donesquedelos
Dios ) esta
cristianos
caigan en el la5ismo ) en el desenfreno m*s descarado1 Despreciar los grandes
medios de salación que 8esucristo ) su 'glesia nos ofrecen en nuestra lucha contra
el mal, /no es cometer un pecado contra el Espíritu 2anto1 +, sin embargo, eso es lo
que :oma parece sugerirnos, al menos implícitamente.
En suma, esta tempestad no es una crisis como las anteriores. 6a 'glesia
siempre pudo sostener firmemente el timón cuando afrontaba las peores tormentas,
porque el piloto se quedaba en el mando, esto es, el Papa aferraba el timón< porque
mantenía firmemente el rumbo, con los ojos puestos en el norte inamoible de su
br3jula, que es la fe inmutable< ) porque cerraba las escotillas para proteger su
carga, que son los tesoros de la gracia ) los sacramentos. Pero en la tormenta
actual, lo inaudito es que la 'glesia ha maniatado a su piloto a sabiendas ) por
propia oluntad4 el Papa reina, pero no gobierna< ha arrojado por la borda su br3jula,
que es la fe inmaculada< ) ha dejado que el mal ) la herejía inunden por completo la
bodega, esto es, los dones de la gracia ) los sacramentos, que han sido mancillados.
>o sólo la 'glesia atraiesa la peor tormenta de su historia, sino que se amotina
contra sí misma ) destru)e los 3nicos medios de que dispone para superarla. 
estas horas, la 'glesia es incapa de reaccionar para salarse. 2e podría decir que
est* aquejada de un ;sida= espiritual4 la presente crisis ha destruido
completamente su sistema inmunológico, encargado de combatir a enemigos
internos ) e5ternos. 9asi parecería que las puertas del infierno han prealecido
contra la Esposa inmaculada de 9risto.
Ctro aspecto terrible, que hace a3n m*s dram*tico el problema, es que el buen
pueblo cristiano, arrullado por una cantinela pacifista desde hace dos generaciones,
ha ido perdiendo progresiamente el sentido de lo erdadero ) de lo falso en
materia de fe. El libertinaje intelectual, producto del racionalismo olteriano, ha
logrado irrumpir en 2an Pedro ) penetrar aun entre los m*s deotos. /9u*ntos de
nosotros sentimos todaía asco e indignación al oír las propuestas pacifistas de los
medios de comunicación1
J CIEN AÑOS DE MODERNISMO
«Todas las religiones son válidas —dicen—. La verdad depende de cada uno. Todo el mundo tiene derecho a su
opinión, sobre todo en materia religiosa. Después de todo, sabemos perfectamente que la religión es un asunto
del coraón! algo que se siente. "o tiene nada que ver con la raón o con la ciencia. #demás, el que se hace
fanático de su religión terminará donde todo comenó! con las $ruadas % la &nquisición, cuando las personas
mataban % se hac'an matar por sus ideas religiosas. ()racias a Dios que las cosas han cambiado*+.
/2e han considerado las consecuencias lógicas de tales necedades1 /u0 ha)
detr*s del pluralismo cultural ) religioso que pregona una ida en pa ) en libertad
con la propia conciencia1 Esto se traduce por4 ;A?uera 8esucristo, Iijo de Dios
encarnado, 3nico 2aladorB=. 8esucristo no e5istió nunca, ) si acaso e5istió, no hio
milagros para demostrar su misión diina, de manera que se puede dudar de su
:eelación. 2e puede aceptar a Dios, siempre ) cuando no se ha)a encarnado.
>adie quiere que 8esucristo enga a sembrar ciaña allí donde todos ien tan
tranquilos sin Fl. /dónde conduce el liberalismo religioso1 l m*s absoluto
escepticismo. Decir que todas las religiones son *lidas es lo mismo que decir que
todas son erdaderas, lo cual equiale a decir que todas son falsas, )a que se
contradicen entre sí. /2e quiere dar a entender que la erdad ) el error, el bien ) el
mal, son distinciones sutiles sin la menor importancia1 2emejante actitud conduce al
suicidio de la inteligencia, facultad humana por e5celencia, ) llea al hombre al
estado animal, o peor a3n, al egetal4 el esc0ptico no piensa, se alimenta. Digiere )
egeta4 es una planta. /Es 0sa la dignidad humana de la que tanto se nos habla en
todos los tonos1 />o es m*s bien el total enilecimiento del hombre1 Porque cuando
se destru)e la erdad, el hombre se conierte en íctima ineitable de todos los
totalitarismos, como decía 2olhenitsin.
Es obio que los innegables síntomas de la crisis de la 'glesia no son m*s que la
punta del iceberg. Kajo estos dilemas insignificantes se esconde una enorme masa
de glaciares, hendiduras ) grietas, que son otros tantos problemas, herejías )
errores que resultan mucho m*s peligrosos porque parecen menos eidentes, )
mucho m*s graes porque debilitan las bases mismas del pensamiento humano. En
efecto, la teología de la 'glesia se funda en la :eelación histórica de Dios ) de
8esucristo< ) 0sta, a su e, descansa en las erdades ) principios del sentido
com3n, esto es, en la filosofía eterna del ser. l descansar en un doble fundamento,
el dogma puede ser atacado desde tres nieles distintos4 de forma directa, al negar,
por ejemplo, la 2antísima 7rinidad< de forma indirecta ) radical, al negar
categóricamente la realidad histórica de la :eelación diina, lo cual no sólo
destru)e la base de un dogma, sino la de todos< ) de forma indirecta pero a3n m*s
radical, al negar los principios del sentido com3n ) rechaar la eidencia de los
hechos. Iasta el siglo X'X las herejías en el seno de la 'glesia se limitaron a destruir
algunos dogmas en particular. 9on la llegada del modernismo, bajo los pontificados
de 6eón X''' ) san Pío X, los eclesi*sticos de anguardia se propusieron minar la
:eelación en sí misma al mismo tiempo que los fundamentos filosóficos de la
raón.
6a herejía de que hablamos no es una simple deformación que e5agera un
aspecto del dogma para negar otro, como por ejemplo el jansenismo, que al hacer
hincapi0 en la justicia diina minimiaba su misericordia. El modernismo es un
magma informe, un erdadero monstruo, porque lo desfigura todo en la doctrina
cristiana. 2an Pío X lo llamó ;síntesis de todas las herejías=, porque la crítica
modernista, en materia filosófica ) bíblica, logra eliminar todos los fundamentos del
INTRODUCCIÓN G
dogma católico. Es un ataque sistem*tico contra la raón ) la religión. 6a

inteligencia modernista, como el estómago al que se niega todo alimento, se
repliega sobre sí misma ) se e condenada a alimentarse con sus propias
secreciones ) fantasías4 o sea, con la nada. Esto supone desde el inicio la
destrucción de todos los principios. Desde un punto de ista m*s radical, supone la
destrucción de las facultades del saber humano, pues el modernismo niega que su
objeto siquiera e5ista. Fsa es su característica principal ) su erdadero rostro. Es un
monstruo antinatural, pues pretende ser una religión sin raón, sin :eelación )
finalmente sin Dios. El modernismo se funda en una filosofía que no tiene en cuenta
el ser, cree en una :eelación sin 8esucristo, ) culmina en una teología sin Dios.
 esta herejía le gusta presentarse con un toque de modernidad. En realidad es
ieja como el mundo. unque no parece haberse infiltrado en la 'glesia católica
hasta principios del siglo XX, ha acosado desde siempre a la creación. El primer
modernista fue 6ucifer, que por negarse a amar a su 9reador, se negó a adorar a
nadie m*s que a sí mismo. Pero como el amor est* ligado al conocimiento, este
amor
prefiriódepraado
taparse loscondujo porque
ojos antes necesidad a la
someterse ceguera
al Dios de la santo.
tres eces inteligencia. 6ucifer
6as religiones
asi*ticas, para mantener sus creencias absurdas, cometieron el mismo suicidio
intelectual. 6a lógica de toda secta es que el hombre, al negar a su 3nico 2alador,
termine por destruir sus facultades racionales. 6o mismo puede decirse del
modernismo. Puesto que parte de la premisa de que lo negro no se opone realmente
a lo blanco, de que el hombre es Dios ) 6ucifer no es tan mal diablo despu0s de
todo, es lógico que desemboque en la negación de los principios b*sicos de la raón.
+ quien se pone a tirar del mantel hacia sí, debe esperarse a olcar todo lo que est*
encima de 0l. 9uando se atacan los fundamentos de la raón, todo se trastorna por
completo, es decir, todo pensamiento coherente, toda ciencia, toda filosofía, todo
hecho histórico ) toda fe.
Esta bree ojeada histórica al moimiento modernista no debe hacernos olidar
el propósito de nuestra inestigación4 demostrar que, si e5iste ho) en la 'glesia una
crisis religiosa inaudita, es porque la herejía modernista ha triunfado contra la
erdadera :oma con el concilio -aticano ''. >uestro intento consiste ante todo en
establecer los laos que inculan a los pontificados recientes con el clan her0tico.
Este libro pretende dos cosas4 describir el modernismo ) mostrar su superiencia
dentro de la ;'glesia conciliar=. Primero hemos de definir histórica ) teológicamente
la herejía modernista, desde 6utero hasta los comienos del tercer milenio4 así
podremos reconocer la unidad ) la ariedad de las tesis modernistas a lo largo de
los siglos. Despu0s de esto )a estaremos en condiciones de jugar sus afinidades e
implicaciones con la ;'glesia conciliar=.
El presente estudio habría podido concentrarse en los m0todos de penetración
de las ideas modernistas dentro de la 'glesia, consideradas desde un punto de ista
estrictamente histórico4 es la tesis del complot de las fueras enemigas contra el
orden establecido. -arios libros notables han reelado )a las infiltraciones
judeomasónicas que procuran destruir el trono ) el altar. 2in negar las intrigas
secretas de los enemigos, de las que hablaremos cuando se presente la ocasión,
nuestro propósito se limitar* a deslindar las ramificaciones ) los principios que
encarnan esta herejía, que es una ) m3ltiple a la e. Esperamos que la omisión de
L CIEN AÑOS DE MODERNISMO
hechos ) conspiraciones no haga que nuestro estudio sea menos fecundo en

descubrimientos.
ristóteles, que era un prestigioso biólogo, descubrió que el polluelo de un pato,
que caminaeso4
justamente ) grana
un pato.como
Ialló, un pato,
pues, dos tiene todas
maneras las probabilidades
de identificar la especiede
de ser
un
animal4 por su origen ) por su actiidad. 7ambi0n nosotros podremos probar la
identidad específica de la herejía modernista por medio de la filiación intelectual de
sus protagonistas ) por su comunión en los principios fundamentales.
Debemos seguir rigurosamente el m0todo inentio, es decir, partir del presente
) remontarnos en el tiempo, en las ramificaciones de los grupos ) de las ideas, para
demostrar su identidad substancial. 2e trata, pues, de probar que el triunfo de los
modernistas en la 'glesia posconciliar es la ictoria del neomodernismo que censuró
Pío X''< que este neomodernismo depende de los hombres ) de las ideas del
modernismo que condenó san Pío X< ) que 0ste 3ltimo, a su e, no es m*s que la
ersión francesa del modernismo protestante sembrado por 6utero ) diulgado por
Mant, los cuales trastornaron completamente el pensamiento cristiano. Por raones
de claridad ) de sencille seguiremos el orden cronológico, que a de las causas a
los efectos, de los maestros a los discípulos. Esto tendr* la entaja de llearnos de
lo m*s simple a lo m*s complejo, de los principios conductores a los agregados
posteriores. 6a diisión de nuestro libro queda delineada así en cinco partes
históricas netamente distintas4 la erdad cristiana (bree panorama de la ida
intelectual de la 'glesia&, el modernismo crítico protestante en lemania, el
modernismo en rancia, el neomodernismo en Europa, ) el triunfo del modernismo
en :oma.
2e nos objetar*, tal e, que los capítulos dedicados a la erdad cristiana est*n
de m*s en un estudio limitado al moimiento modernista. >o ha) nada m*s falso.
unque
saber deundónde
moimiento
parte. se
6adefine sobre todo
enfermedad sólopor
se su puntodefinir
puede de llegada, es necesario
correctamente en
comparación con el estado de salud, ) el no ser sólo se puede definir en relación con
el ser. Por lo tanto, sólo podremos sondear propiamente la profundidad de la herejía
modernista confront*ndola con la erdad que ella destru)e. Para eso debemos
escrutar de cerca nuestro pasado, nuestra herencia grecorromana, la cultura ) la
erdad cristianas en toda su riquea ) esplendor. Iemos dicho que el modernismo
consistía en una triple negación4 una filosofía sin ser ) una :eelación sin
fundamento histórico que conclu)en en una teología sin Dios. 6a fe cristiana, al
contrario, se basa en una triple eidencia, en tres intuiciones racionales, que son sus
primeros puntos de apo)o4 el conocimiento del ser por medio de la raón, el hecho
histórico de la :eelación comunicada a los Profetas ) a los póstoles, ) la armonía
perfecta de la raón con la :eelación.
6a erdad cristiana est* impregnada de raón hasta la m0dula. 6a fe, por mu)
sobrenatural ) misteriosa que sea, sigue estando llena de las luces de la raón. Es la
raón pura la que nos guía hasta el umbral del acto de fe. Es ella la que nos permite
ver con claridad el hecho histórico de la :eelación diina. Es la raón la que nos
muestra que debemos creer en el Dios erdadero. + una e cruado ese umbral, su
lu sigue confirmando ) guiando nuestros pasos. De hecho, ella se encuentra en el
origen del progreso teológico a tra0s de los siglos, que se define a la perfección
INTRODUCCIÓN !
como la sistematiación racional de nuestra fe. hora bien, todo esto, lejos de estar
fuera de nuestro propósito, es m*s bien la refutación definitia del modernismo,
porque al modernismo no sólo no le interesa demostrar racionalmente lo bien
fundada que est* su doctrina, sino que hace alarde, sin la menor ergNena, de su
repugnancia por todo lo que sea racional ) lógico. Para 0l, la fe es un sentimiento
ciego, el dogma un enunciado absurdo, ) la misma raón se encuentra condenada a
eterna contradicción. Por esto mismo es imprescindible e5plicar someramente el
igor intelectual del pensamiento cristiano, pues al mismo tiempo que describe el
estado de salud, sire de antídoto contra el eneno modernista que est* matando a
fuego lento a nuestra querida 'glesia.
Por lo que se refiere a las tres partes negatias que preceden al triunfo del
modernismo, eremos cómo se cristalian en torno de uno de los principios de la
filosofía moderna que denunciaba san Pío X4 el agnosticismo, el inmanentismo ) la
eolución de las erdades. 2er* interesante obserar cómo el modernismo
protestante, a remolque de la crítica Oantiana, es esencialmente la negación del
conocimiento
f*cil demostrardeque
las el
cosas4 del ser
supuesto en general,;católico=
modernismo de 8esucristo
gira e incluso de
alrededor delDios. 2er*
concepto
de eolución que tanto gustaba a Kergson ) a 6ois). Por fin, en cuanto al
neomodernismo que siguió a la reacción filosófica del e5istencialismo, el punto
com3n ser* ante todo el conocimiento inmanente en el seno de la conciencia, que
hace que la inteligencia sea incapa de captar la realidad. Por lo que se refiere al
triunfo modernista, despu0s de un estudio detenido de los principios sub)acentes
del concilio -aticano '', eremos de qu0 modo se sit3a bajo el signo omnipresente
del ecumenismo, entendido como la unión ciega de todas las religiones, negación
pr*ctica del principio de contradicción.
Esta obra pretende ser un estudio histórico de las ideas ) de los principios
sub)acentes del modernismo, seg3n los tres nieles científicos4 la filosofía, la
2agrada Escritura ) la teología. 9omo estas disciplinas se encarnan en hombres )
períodos bien definidos, por raones de claridad ) para no aburrir al lector,
centraremos la atención en los protagonistas m*s destacados de cada 0poca en
cuestión. Podría decirse que se trata de una galería de personajes relatios a cada
tema. En algunos de estos temas no era f*cil hacer una elección. /Por qu0 optar por
2trauss ) no por :enan, qui* mucho m*s famoso que el anterior1 /Por qu0
considerar como personaje representatio a Kergson, ) no a Klondel o 6e :o)1
dem*s, hemos incluido otros nombres que no representan una disciplina en
particular, como 6utero o 7eilhard de 9hardin, porque son propiamente ineitables.
Por 3ltimo, en relación con el problema modernista, era preciso resumir las posturas
romanas4 primero las condenaciones de san Pío X, reiteradas por Pío X''< ) luego los
apo)os dados a la herejía, ) su triunfo bajo los Papas de la 'glesia conciliar.
9omo puede obserarse, el presente libro es como una brocheta de diersas
carnes ensartadas en la arilla a interalos regulares. 2e puede leer de arias
maneras. 9ada capítulo, con su protagonista representatio, puede leerse aparte del
resto. 2in embargo, ganar* mucho en profundidad ) comprensión si se asocian los
capítulos de un mismo período histórico, pues las disciplinas afines se corroboran
entre sí ) forman un todo coherente. uien prefiera estudiar una disciplina en
particular podr* dirigirse directamente a los capítulos correspondientes. Pero
permítasenos hacer una obseración de índole gastronómica para el aficionado a la
" CIEN AÑOS DE MODERNISMO
filosofía4 las carnes de la metafísica son a menudo de lenta digestión. inalmente, la

perspectia global que adquirir* quien lea el libro en su totalidad debería superar la
suma de la isión de cada período estudiado por separado. De esta manera, así
como el gourmet saborea la sustancia de cada troo de carne directamente de la
brocheta, el lector podr* llegar a la esencia ) armaón del modernismo, esto es, a
sus principios fundamentales. Podr* entonces palpar ) er que optar entre el
cristianismo ) el modernismo es como elegir entre Dios ) 2atan*s, o dicho de modo
m*s radical, entre Dios ) el absurdo. 6legar* a la conclusión de que la 'glesia
romana, que es el reino de 8esucristo en la tierra, tiene que rechaar oficialmente el
eneno que la asesina poco a poco, si quiere sobreiir.
ntes de entrar de lleno en la materia, una 3ltima obseración sobre la obra ) su
autor. Fste no pretende ser un intelectual de energadura, ni tampoco un
especialista de alguna 0poca o personaje particular. Es tan sólo un amante de la
erdad cristiana, erdad que ha enseñado por todo el mundo durante m*s de einte
años como profesor de filosofía ) de teología < un guardi*n de la fe cristiana que ha
querido dedicar
interesaba4 parte
conocer de el
bien suerror
preciado tiempo
moderno para estudiar elalproblema
) desenmascarar quenuestros
enemigo de m*s le
tiempos. >o ha podido contar ni con las oportunidades ni con la formación de un
acad0mico especialiado en el tema. Ia actuado simplemente como un m0dico de
urgencia que corre a a)udar a las almas, de las que ha sido ) sigue siendo pastor )
guía.
Emprender el estudio panor*mico de un tema tan asto como la historia de los
principios modernistas es un trabajo tit*nico, m*s a3n cuando e5iste una gran
cantidad de personajes que los historiadores todaía no han estudiado
debidamente. Por esas circunstancias el autor es consciente de las limitaciones de
su obra. 2in embargo, se dar* por satisfecho si logra proporcionar algunos puntos
de referencia sobre un tema debatido con tanta acrimonia ) sobre personajes tan
poco conocidos, pero que, a pesar de todo, son los maestros de la teología
contempor*nea. Esta ;2uma del modernismo= no pone límites ni propone tesis
definitias. 7an sólo pretende poner las primeras piedras ) abrir nueos caminos a
futuras refle5iones m*s detalladas ) equilibradas. Cjal* Dios suscite a gente m*s
competente que se aplique a estudiar por fin la reolución que ocurrió en el 9oncilio,
) en particular a :ahner, el ma)or modernista de todos los tiempos, para poner bien
en claro su pensamiento ) su influencia al interior del modernismo triunfante.

Por esta raón el autor le)ó indistintamente las obras utiliadas en sus ersiones francesas, inglesas,
españolas e italianas. Por lo que al traductor se refiere, traduce en todo el libro los títulos de las obras citadas, salo
en dos e5cepciones4 dejamos sin traducir los títulos de publicaciones periódicas, ) en nota al pie citamos la obra en
la lengua en que la le)ó el autor.
Primera parte
P:'?E: P:7E
La erencia cristiana
9omo dijimos en nuestra introducción, la primera parte de esta obra est*

consagrada a la postura católica, contra la cual se insurgió el modernismo. 6a
enfermedad sólo se define bien en comparación con el estado de salud. + puesto
que sólo Dios comprende la erdad en toda su riquea, sólo Fl puede apreciar la
graedad del c*ncer modernista. Por lo que a nosotros se refiere, nunca lograremos
entender a la perfección ese mal destructor de la erdadera ciiliación.
6a ciiliación cristiana es erdadera porque se funda en la naturalea misma de
las cosas. hora bien, es propio de la naturalea del hombre amar lo bello, lo bueno
) sobre todo lo erdadero. 2i acaso e5iste un amor que domine a todos los dem*s
amores, 0se es precisamente el amor a la erdad. 2ólo la erdad puede reelarnos
lo bueno ) lo bello. Ella libera al hombre de sus pasiones ) de la seridumbre del
error ) del mal. Es el pan de cada día de la raón. >uestras idas podrían resumirse
en la ambición por descubrir la erdad ) conformarse con la realidad.
El filósofo ?aritain lo e5plica con acierto4
«"o es hombre quien no ama la verdad.  amar la verdad es amarla sobre todas las cosas, porque sabemos que
la verdad es Dios mismo. $risto le di-o a ilatos que hab'a venido al mundo para dar testimonio de la verdad.
/sta verdad suprema la recibimos por la fe. La misma fe0 presupone certeas de la raón, como la e1istencia
de Dios0 #simismo, ha de completarse a través de cierta captación intelectual0 del misterio insondable de
Dios % de las cosas divinas. Credo ut intelligam —creo para comprender—. /sto es lo que llamamos teolog'a.
 la teolog'a no puede tomar cuerpo en nosotros sin la a%uda de la sabidur'a natural de que es capa la raón
humana, % que se llama filosof'a. /n pocas palabras, la fe implica % requiere una teolog'a % una filosof'a+ 2.
?aritain resume aquí mu) ponderadamente el gran esfuero de la ciiliación
grecorromana4 tomar posesión de la erdad integral, conocer lo que es, ) conocer
sobre todo al que es el 2er por e5celencia. Ese conocimiento tiene tres etapas4 la
filosofía,
erdadesque adquiere el sobre
sobrenaturales conocimiento
Dios pornatural de la
medio de lo :eelación
que e5iste< diina<
la fe, que
) larecibe las
teología,
que hace la síntesis de las dos fuentes de conocimiento, para reunirlas )
profundiarlas. 9ada una de esas disciplinas se funda en una eidencia. 6a

8acques ?aritain, Le paysan de la Garonne, pp. L$!. El autor, generalmente tomista en filosofía, a pesar
de ciertos rasgos de personalismo, profesó demasiado el liberalismo político como para merecer el calificatio de
antimodernista. 9on todo, hacemos amplio uso (capítulos  ) H& de ciertas contribuciones su)as mu) apreciables. En
los 3ltimos años de su ida reca)ó en la incredulidad de su juentud ) negó desde cierto punto de ista la eternidad
de las penas del infierno ( Approches sans entraves, a)ard, !G#&.
INTRODUCCIÓN #
naturalea de las cosas puede conocerse por la raón< la :eelación diina es una
eidencia directa para los testigos oculares, e indirecta para los dem*s< ) la raón )
la fe conien en perfecta armonía. 'lustrar plenamente esta triple eidencia ser* el
objetio de estos tres primeros capítulos, que al mismo tiempo nos brindar*n la
ocasión de refutar a los precursores de los modernistas contempor*neos.
El modernismo niega estas eidencias, a sabiendas ) seg3n su coneniencia,
con la finalidad @dice@ de poder ser realmente libre. De este modo, )endo en
sentido contrario a la inteligencia humana, no quiere alimentar su inteligencia con la
erdad, sino que prefiere alimentar su imaginación con fantasías. >o quiere
reconocer la persona histórica de 8esucristo, Iijo de Dios 2alador, pues sostiene
que la salación depende sólo del hombre. 2e niega a creer en un Dios diino )
personal, para no adorar m*s que a un dios hecho a imagen ) semejana del
hombre. 6lama liberación a lo que, en realidad, es la peor esclaitud que pudo
caerle en suerte. /Ia) hombre m*s digno de l*stima que el que se tapa los ojos
para no er las cosas, con el propósito de apreciar mejor sus fantasías ) quimeras1
/Ia)
puedehombre m*s
salarlo1 pobre
/Ia) que
alma m*sel loca
que cierra
que la las
quepuertas a 9risto,
se niega a adorarque es 9reador,
a su el 3nico que
que
lo es todo, para adorarse a sí misma, criatura salida de la nada1 +, sin embargo, 0se
es el ideal que nos ofrecen los modernistas ) en el que caen millares de almas
ilusas, inconscientes del precipicio adonde las conduce el Príncipe de la mentira. +
todo ello porque, como decía Dante, han rechaado la erdad, el bien de la
inteligencia.
9PQ7R6C '
!ristóteles " la #iloso#ía del ser
2an mbrosio dijo que toda erdad, sea cual sea, es obra del Espíritu 2anto. 6a
erdad cristiana, a primera ista, presenta un rostro eminentemente humilde )
humano, porque se funda en el patrimonio de toda la humanidad, compuesto por las
erdades m*s simples ) eidentes. Este conocimiento se da en dos nieles.  niel
de lo iido, iene dado por lo que llamamos erdades de sentido com3n< ) a niel
científico, est* constituido por las erdades de orden filosófico. El esfuero filosófico,
como parecen sugerirlo sus comienos históricos, se funda de hecho en erdades de
sentido com3n, que proocan la sorpresa ) admiración de los hombres *idos de
sabiduría. En todo caso, el conocimiento natural empiea, progresa ) termina
siempre en la realidad concreta. Pensar en la nada equiale a no pensar, pues todo
juicio es, en 3ltima instancia, un juicio de e5istencia.
6os sofistas, en tiempo de ristóteles, negaron esa postura natural ) realista.
6as posturas de los sofistas ) del eolucionista Ier*clito nos permiten desde ahora
e5plicar las nociones
asignaremos típicamente
un epíteto modernistas
característico. en materia delofilosofía,
l agnosticismo a las que
calificaremos de
ignorantista< al inmanentismo, de egologista< ) a la eolución, de revolucionista.
$% Los comienzos de la #iloso#ía

6a inestigación de las cosas ) de sus causas, la filosofía propiamente dicha,
comenó con los griegos en el siglo -' antes de 9risto. De todas las culturas
antiguas fueron ellos, ) ellos solos, los que nos enseñaron a pensar< )a que las
dem*s ciiliaciones se basaban en creencias religiosas ) consideraban a la raón
como una intrusa. hora bien, al obserar la filosofía griega en su conjunto, lo
primero que se adierte es el estado de tinieblas que rodeaba a los raros genios que
la ilustraron. + es que la refle5ión sobre la naturalea de las cosas es una tarea
ardua para la naturalea herida. ue menester toda la serenidad ) equilibrio mental
de los griegos para lanarse al asalto de la erdad con la sola a)uda de la
e5periencia. 6os primeros esfueros filosóficos fueron tanteos en la oscuridad.
Durante mucho tiempo, los griegos buscaron en la sola materia la causa de todas
las cosas. Ier*clito perteneció a esta misma escuela, pero sus teorías, m*s que
tanteos en la oscuridad, fueron como la isión de un ebrio que cree que todo da
ueltas a su alrededor4 todo cambia, nada permanece, no ha) ser. 9uando
ARISTÓTELES H
Parm0nides opuso el ser al cambio perpetuo, comenó en Srecia una guerra de

titanes que terminaría estanc*ndose en el sofismo esc0ptico. 2ea como sea, se e
que la filosofía, desde sus inicios, se interroga sobre la e5istencia de la materia ) del
moimiento, esto es, sobre la e5periencia concreta. Fste es el punto cardinal del
pensamiento humano, que eremos reaparecer continuamente a lo largo del
pensamiento hel0nico.
En este cielo oscuro aparecieron entonces, sucesiamente, las tres ma)ores
lumbreras de la sabiduría griega4 2ócrates, con su b3squeda de las esencias< Platón,
que sólo contempla las perfecciones en sus causas m*s eleadas< ) ristóteles, que
)a queda para siempre como la estrella polar del firmamento filosófico. De ser cierto
que a eces el genio de un pueblo se encarna en ciertos hombres, ) que esos astos
) poderosos espíritus son como el acto ) la perfección en que alcana su fin ) su
acabamiento todo un mundo de irtualidades, ristóteles, m*s que cualquier otro,
fue de esos hombres. En 0l encontró su e5presión m*s perfecta ) uniersal el genio
filosófico de Srecia.
>acido en Estagira, ciudad de 7racia, ristóteles (#L%$#& iajó a tenas a los
diecisiete años para conertirse en humilde discípulo de Platón durante einte años
nada menos. l maestro le gustaba el espíritu ia de su alumno, a quien llamaba
la Inteligencia. Por su parte, ristóteles no dudaba en manifestar cierta
independencia en sus ideas4 ;2o) amigo de Platón, pero m*s amigo de la erdad=.
Durante tres años fue preceptor del hijo del re) de ?acedonia, el futuro lejandro
?agno. 9abe pensar que los eleados puntos de ista de un maestro de tal
energadura tuieron mucho que er en el ideal de conquista ) ciiliación uniersal
de lejandro. De regreso a tenas, ristóteles fundó su propia escuela en el 6iceo,
que en poco tiempo eclipsó a la cademia fundada por Platón. ?urió en 9alcis a los
sesenta ) dos años.
6a herencia
*rabes aristot0lica
de la España llegó a antes
meridional, Europade
de hacer
manera suindirecta,
entrada atriunfal
tra0s ende los
las
uniersidades de Cccidente en el siglo X''', ) estimular poderosamente la cultura
cristiana. /9ómo no er una intención proidencial en el papel e5traordinario que
desempeñó esta sabiduría pagana, que iba a reelarse como el instrumento
perfectamente apto para la teología católica1 Pero /por qu0 la teología sólo puede
serirse de las bases filosóficas de ristóteles, con e5clusión de cualquier otro
sistema1 6a respuesta es mu) sencilla4 ristóteles supo establecer los fundamentos
de la erdadera filosofía. ue el 3nico que puso a la inteligencia humana en el
camino de la erdadera sabiduría. 2u sabiduría es la filosofía eterna, *lida para
todas las latitudes ) para todas las 0pocas, porque se basa en la intuición filosófica
fundamental que se encuentra en el origen de todo conocimiento, tanto natural
como sobrenatural. ristóteles, contra los filósofos de su tiempo, admite que la
razón humana conoce la realidad, y puede decir la verdad. 2us principios son
profundamente realistas desde el principio al fin de toda su inestigación filosófica.
Por eso mismo son irrefutables, aun si algunas de sus aplicaciones concretas han
caducado con el progreso de las ciencias, como por ejemplo la astronomía de
Ptolomeo.
J CIEN AÑOS DE MODERNISMO
&% La #iloso#ía es el conocimiento del ser

 quienes se preguntan si deben pensar o no, ristóteles les responde4 uieras
o no, tienes que filosofar. >o podrías eitarlo ni aunque lo quisieras. Porque declarar
que la filosofía
infancia, no tiene
en el que alor )a es
la inteligencia seadoptar una
abre a la postura/no
realidad, filosófica. El momento
reela las potenciasde la
m*s
naturales del hombre1  esa edad el niño pregunta a sus padres hasta cansarlos con
sus ;/u0 es esto1=, sus ;/Por qu01= ) sus ;/9ómo1=. El hombre hace lo mismo
cuando busca las esencias, las causas ) los principios. Por otra parte, el adulto
empiea a filosofar, como el niño, desde el momento en que inestiga las causas
m*s profundas de algo que lo asombra. dmirado ) sorprendido al principio ante las
cosas m*s humildes, poco a poco aana en la admiración de cosas m*s eleadas,
como los cambios de la luna ) del sol, hasta llegar a plantearse por fin la cuestión
del origen del unierso entero. 2e dice que el hombre es un niño grande. Este dicho
es cierto en el sentido de que, a imagen del niño, al hombre le es tan natural
filosofar como respirar.
6a filosofía es esencialmente una inestigación, ) ante todo la inestigación de
las cosas reales. 2i los Iamlets de todas las 0pocas se plantean la cuestión de la
e5istencia, !er o no ser, he ah" el dilema# , ristóteles responde decidido,
diciendo4 El ser es#$ Fl es el objeto de toda erdad. sí como no se pone en duda la
propia e5istencia o el don de la ida, el sabio no pone tampoco en tela de juicio los
hechos eidentes, como la naturalea de las cosas ) la facultad humana de
conocerlas. El Estagirita funda toda su filosofía en la e5periencia4 ;6a e5periencia es
la maestra de la filosofía=. 9ada uno de sus an*lisis se apo)a en una e5periencia
sensible, en una intuición de algo concreto. /9ómo podría ristóteles haber fundado
la biología sin abrir conejillos de 'ndias, sin este conocimiento e5perimental de los
seres ios1 Este hijo de m0dico pudo crear m3ltiples ciencias porque siempre
estuo cerca
riqueas de lade los hechos,
naturalea. En siempre
realidad,alalaobseración
escucha de)las cosas, e5plorando
la e5periencia las
del hecho
concreto son los que determinan el desarrollo posterior de todas las ciencias. 2obre
esta base realista se llea a cabo el trabajo de fermentación intelectual que conduce
al descubrimiento de las le)es científicas, que no tienen m*s ambición que la de
adecuarse lo mejor que puedan a los hechos concretos. En cambio, cualquiera que
se dedique a poner en duda este contacto directo con las cosas se e5pone a destruir
toda ciencia.
6o que ale para las ciencias físicas ale tambi0n, con ma)or raón, para la
ciencia filosófica, que es m*s tributaria de la realidad que todas las dem*s ciencias,
porque su objeto es precisamente el ser en cuanto e5iste. El filósofo no estudia
solamente el ser io del biólogo, o el ser inanimado del físico, o el ser cuantitatio
del matem*tico, sino que estudia lo que se encuentra en el centro mismo del ser4 su
e5istencia íntima. El filósofo debe ir directamente al coraón del ser, a la realidad
ia ) concreta, bajo pena de no ser filósofo. 2i partiera de otro punto, no sería
nada. 2ería como un lógico que negase la raón, o un matem*tico que negase la
unidad ) la multiplicidad, o un biólogo que negase la ida. 9ometería el suicidio de
la filosofía, ) no sólo de la filosofía, sino tambi0n de toda ciencia. Porque toda
%o be or not to be, that is the &uestion#$


ARISTÓTELES G
ciencia, siempre ) cuando sea realmente científica, se funda en la filosofía, como lo

afirma Einstein4
«or más 3positiva4 5descriptiva6 que pareca, la verdad teórica es una especie de metaf'sica oscura+ 2.
6os aut0nticos científicos presuponen siempre las erdades filosóficas, la

e5istencia de un unierso real, la capacidad humana de conocer la erdad, la causa
tras los efectos. Esas erdades, aunque eidentes ) triiales, son la condición
necesaria de toda erdad humana. >egarlas es reducir al hombre al estado egetal.
2i es un hecho eidente que la raón depende de la realidad, tambi0n es f*cil
e5plicar por qu0 debe ser así. + es que comprender es informarse ), por lo tanto,
recibir una forma del e5terior. 6a inteligencia humana ie ) se enriquece en la
medida en que se abre al e5terior, porque por sí misma est* acía4 no es m*s que
una hoja en blanco en la que no ha) nada escrito. 6a inteligencia humana, como las
plantas, se alimenta de los seres que la rodean. Es todo lo contrario de un
pensamiento cerrado al mundo, replegado egoístamente sobre sí mismo, que jam*s
podr* desarrollarse< porque no conocer nada es no conocer.
ristóteles, al igual que su regio alumno, se lana a la conquista del mundo.
lejandro ?agno quería cambiar el mundo someti0ndolo a la ciiliación griega.
ristóteles tambi0n pretende conquistar el mundo, pero someti0ndole su
inteligencia. Fsa es la 3nica manera de filosofar ) de conquistar mundos. 6ejos de
nosotros el pensar que nuestras ideas son las que regulan las cosas< al contrario,
sabemos que son las cosas las que regulan ) ajustan nuestras ideas. 6a inteligencia
humana es una matri que sólo est* esperando ser fecundada por la realidad )
afirmarla como e5istente, diciendo4 el cielo es aul, el hombre es racional. El
ocabulario del conocimiento traduce perfectamente esta sumisión a la realidad4 el
pensamiento, fecundado por el ser, da a lu a una concepción f0rtil, el concepto<
este concepto del ser se llama idea @isión@, isión que es eidentemente la isión
de algo< ) entonces la inteligencia intus'legit @lee por dentro@ el libro abierto de la
creación, el mensaje inteligible de la sabiduría diina.
nte el unierso que la rodea, la actitud de la inteligencia humana no es la de un
artesano que fabrica el mundo, el homo faber , sino la de un contemplatio, el homo
sapiens. El conocimiento es e5t*tico porque nos coloca literalmente fuera de
nosotros mismos, ) nos hace capaces de abarcar lo otro ) de conertirnos en ello sin
dejar de ser nosotros mismos. 6a filosofía, ciencia contemplatia del mundo creado,
llega a su punto culminante con la contemplación de lo 'ncreado, la teología natural.
9omo nos recuerdan las 2agradas Escrituras4
«Las perfecciones invisibles de Dios se han hecho visibles desde la creación del mundo por el conocimiento
que de ellas nos dan sus criaturas+ 7. «Los cielos cuentan la gloria de Dios, % el firmamento pregona las obras
de sus manos+ 8.
ristóteles prueba la e5istencia de Dios por el estudio del moimiento ) por el
orden que ha) en la naturalea %. 6lama a Dios ser io, eterno ) perfecto, porque

lbert Einstein, ;2obre la teoría generaliada de la graedad=, en Ideas and (pinions, 9roTn, >uea +orO,
!H%, p. #%.

:om 4 ".
#
2al L4 .
%
)"sica, -''', H$J.  partir del moimiento de una gota de agua en el mar, ristóteles deduce la e5istencia de un
motor inmóil, puesto que todo lo que se muee es moido por otro, ) la serie de motores moidos no puede ser
infinita, )a que ;es necesario detenerse=. >o ha) otras dos palabras (griegas& que ha)an tenido tanta influencia en
L CIEN AÑOS DE MODERNISMO
en Fl est* la ida eterna. Dios es el cto puro, la 'nteligencia pura que se contempla
a sí misma. El ilósofo conclu)e su *etaf"sica diciendo que Dios es uno, porque la
multiplicidad de cabeas no es buena para nada4 es necesario que gobierne uno
solo. ristóteles demuestra así que el espíritu humano, en buena lógica, sólo puede
elegir entre Dios o el absurdo. + todos los esfueros de los malos filósofos ) de los
modernistas para negar el m*s all* sólo conducen a reforar esta tesis, pues
siempre se hunden en la m*s lamentable contradicción.
'% Los negadores del ser " de la (erdad

tenas era, en el siglo - antes de 9risto, el punto de encuentro intelectual de
todas las escuelas filosóficas< pero su confrontación reeló amargamente sus
limitaciones ) contradicciones. ue en ese entonces cuando apareció la raa tan
escandalosa como improductia de los sofistas, a los que sería mejor llamar
soficidas @asesinos de la sabiduría@. Eran profesores ambulantes, m*s *idos de
los beneficios de la ciencia que de una erdad que desesperaban alcanar. Iacían
actos de prestidigitación
dedicaban a criticarlo todo.intelectual. 'ncapacesal de
Para esos hombres, realiar
igual que losalgo constructio,
niños, se
la destrucción
era el modo m*s f*cil de demostrar su fuera. Dos aspectos de la escuela sofista
deben retener nuestra atención4 el agnosticismo como aspecto negatio, ) el
inmanentismo como sustituto positio. -eremos a continuación el sistema de
Ier*clito, a pesar de que ha)a precedido históricamente a los sofistas.
Sorgias es el mejor representante del aspecto ignorantista de los sofistas, la
negación de la erdad. 2e hio c0lebre por su triple afirmación4
«"ada es real.  aunque algo e1istiera, no podr'amos conocerlo, pues el ob-eto pasa, mientras que el
pensamiento permanece.  aun cuando pudiéramos conocer el ser, dicho conocimiento ser'a incomunicable,
porque el pensamiento permanece, mientras que la palabra es fuga+ 2.
 este suicidio intelectual, 2ócrates respondió con el optimismo de la

inteligencia. En esto se hio portao del sentido com3n, un sentido innato e
id0ntico en todos los hombres. Atr0ete a negar la e5istencia de la lu, ) er*s
cómo todo el mundo se burla de tiB hora bien, este mismo sentido com3n protesta
a faor del realismo de nuestros conocimientos.
Entre los sofistas, Prot*goras representa la corriente subjetia o egologista.
«La verdad depende del parecer de cada uno, de modo que un mismo ob-eto puede ser blanco para uno % negro
para otro. 9a% dos discursos para cada cosa, contradictorios entre s'. /l hombre es la medida % la raón de todas
las cosas! de que sean, para las que son: % de que no sean, para las que no son+ 7.
ristóteles le había respondido indirectamente al dirigirse a los pitagóricos, no
sin cierta pica de humor4
«$uando las cosas no concordaban con sus n;meros las correg'an, a%udando as' a Dios a construir el mundo+ 8.
7oda esta gente parte del solo pensamiento ) en 0l se queda. Desde el principio
combate los hechos concretos que dan firmea ) consistencia al pensamiento, ) sin
la cual no es m*s que un sueño. Estos subjetiistas, idealistas e inmanentistas, sea
la historia de la filosofía.

7honnard, +rcis d-histoire de la philosophie, Descl0e, !#G, pp. #"$#.

Ib"dem, p. #".
#
*etaf"sica, ', H.
ARISTÓTELES !
cual sea el nombre que se les d0, niegan el fundamento esencial del conocimiento.
:echaan la realidad que los sentidos en, tocan ) palpan, ) que se dirige a una
inteligencia humana, no a un *ngel. 2on inestigadores que no inestigan nada.
Estos hombres, íctimas de sus alucinaciones fant*sticas, e5tienden fren0ticamente
las manos para tratar de asir en ano el objeto de sus quimeras. >o son filósofos,
sino ideósofos, estudiantes del pensamiento ) de las ideas, ) no hombres deseosos
de conocer lo que es.
De todos sus predecesores, ninguno sufrió tanto los ataques de ristóteles como
Ier*clito (H%"$%GH&. + es que su sistema era el reerso del realismo aristot0lico. l
afirmar el ser de las cosas ) su naturalea, ristóteles pretende poder conocerlas.
6a inteligencia puede conocer las cosas porque son. Ier*clito niega el ser, ) por eso
mismo niega tambi0n la facultad del ser, que es la inteligencia. En su disputa con
Parm0nides sobre el cambio, elige entre el ser ) el cambio. 2eg3n 0l, si se admite el
ser, el cambio es imposible< ahora bien, el cambio e5iste4
«Todo cambia, todo se mueve, nada se detiene. /l universo es como un r'o. "adie se ba<a dos veces en el
mismo r'o. /l fuego es el elemento omnipresente % la causa de todo cambio. /s la contradicción misma, porque
lo que es, en cuanto es, no es. /l fuego es algo vivo % divino, principio supremo pero a la ve impersonal e
inmanente en el mundo. /s la identidad entre Dios % el mundo. La misma alma humana, chispa procedente de la
gran hoguera universal, al fin volverá a ella, dotada de una inmortalidad impersonal+.
Iace otra comparación para e5plicar el cambio4
«La guerra es la causa de todas las cosas. =a-amos % no ba-amos al mismo r'o: somos % no somos: el agua de
mar es a la ve la más pura % la más contaminada: el bien % el mal son una sola % misma cosa. Todo se separa %
todo se une! el mismo ser vivo está muerto, el animal vive de la muerte de la planta+ 2.
Estas palabras tienen un tono m*s que marcial, tal e casi mar5ista, pero
ciertamente modernista ) destructor de la inteligencia ) del ser. 6a guerra
heracliteísta, fuente de la contradicción ) del caos uniersal en perpetua eolución,
sólo puede engendrar la destrucción.
En su defensa del principio de no contradicción, ristóteles no se anda con
rodeos4
«/s imposible que la misma cosa tenga % no tenga el mismo ser. oco importa lo que 9eráclito, como algunos
pretenden, ha%a opinado sobre el tema, porque no es necesario que se piense lo que se afirma+ 7.
ristóteles e5plica que el error de Ier*clito fue negar las esencias, que son el
sujeto imprescriptible del cambio. >egó las esencias porque confundió sentido )
raón, er ) saber< porque sus ojos sólo fueron capaces de ver las cosas sensibles
en perpetuo moimiento. A9omo si los datos de los sentidos fueran suficientes para
proporcionar el erdadero saber B 6os sentidos, en efecto, perciben la tra)ectoria de
una pelota en el aire, pero no que la pelota siga siendo id0ntica a sí misma. El dedo
sumergido en agua que se est* calentando siente el frío ) el calor, sin adertir que
el agua que se calienta es la misma. El mundo de Ier*clito es un puro cambio, un
uelo de p*jaro sin p*jaro, una carrera sin corredor, un crecimiento sin ser que
creca. /2e habr* dado cuenta de que, como ese animal legendario del ?edioeo
que se comía los pies, su sistema del puro cambio acababa por destruir el mismo
moimiento1 l reducir la inteligencia humana al conocimiento sensible propio de

7honnard, op$ cit$, pp. #$%.

*etaf"sica, '-, cap. #.
" CIEN AÑOS DE MODERNISMO
los animales, Ier*clito se e lleado a reducir el mundo isible al puro moimiento,

es decir, a la nada.
U
U U
+a desde los comienos del esfuero filosófico algunos espíritus se descarriaron,
embriagados por la fugacidad de las cosas ) por los apores opacos del mundo
sensible que oculta el mundo inteligible. El pensador ?arcel de 9orte juga con
durea a estos intelecticidas4
«La ma%or'a de nuestros contemporáneos que han roto deliberadamente con lo real % con su propia realidad son
adolescentes tard'os que no han logrado resolver psicológicamente su crisis de pubertad. or eso, esos efebos
perpetuos se ven obligados a construir un mundo de quimeras0 /n el orden intelectual % moral no soportan la
realidad, porque su débil inteligencia no logra horadar su cortea dura % tena. or eso la niegan. >uieren
aniquilarla, porque su sola presencia pone de manifiesto su debilidad. ?n acto de humildad ante ella, una
confesión de su misterio, ser'an al menos un reconocimiento de su e1istencia. /l adolescente tard'o se niega a
ello!
sufre.%a@uno puede siquiera,
narcisismo sea cuallosea
constitucional su edad,
obliga saliradesatisfacerse
también su %o en que
conlolasaprisiona la crisis permanente
representaciones de que
mentales salidas de
su propia sustancia, % cu%o modelo impone a todas las cosas, para crearse un mundo que le sea accesible, %a
que ni tiene ni tendrá nunca acceso más que a s' mismo. /ste hombre nuevo constru%e un mundo nuevo, una
sociedad nueva, porque se adora a s' mismo+ 2.
l hacer un diagnóstico tan seero de la inteligencia moderna en peligro de
muerte, el autor nos da la clae de la tragedia modernista4 la negación del ser, la
negación del otro ), por lo mismo, la negación del Ctro que es el 2er por e5celencia,
el 3nico que puede hacernos iir, porque es la -ida. El hombre, al replegarse sobre
sí mismo por amor propio, se condena a muerte, )a que, siendo una pobre criatura,
por sí mismo no es nada. + al amarse ) replegarse sobre sí mismo, se enenena )
muere de inanición. sfi5ia el germen de ida intelectual ) moral que sólo puede
alcanar su apleno
lo que dan desarrollo
entender abri0ndose
las palabras al ser ) a en
eang0licas, la fuente de ida.
un orden Es e5actamente
de cosas mucho m*s
sublime4
«/l que ame su vida, la perderá: mas el que pierda su vida por A', la salvará+ 7.

?arcel de 9orte, L-intelligence en pril de mort , pp. JG$JL.

?t J4 H.
9PQ7R6C ''
)an !gustín " la *e(elación del +i,o de Dios
ristóteles, usando el sentido com3n ) la lógica, fue el primero en elucidar las

bases definitias de la raón humana. 6as cosas e5isten ) la inteligencia puede
desde luego conocerlas. 9ualquiera que niegue las erdades del sentido com3n se
e5pone a iir como una planta, incapa de hacer o decir nada. 2i las consecuencias
son desastrosas en el *mbito natural, /qu0 ocurrir* cuando se trate del
conocimiento de Dios1 El que niega estas eidencias, /podr* aceptar alguna e la
erdad absoluta de la :eelación diina1 Para admitir que Dios dice la erdad, es
preciso demostrar antes por medio de la raón que Dios e5iste. Para ello, tambi0n
es menester que el hombre sea capa de reconocer con certea el hecho de la
:eelación. Es necesario saber, con absoluta certea, que Dios se ha manifestado a
tra0s de señales milagrosas, ) eso supone conocer la naturalea ) sus le)es. Es
preciso luego que Dios pueda comunicarnos, a tra0s de un lenguaje humano, las
erdades sobre su naturalea misteriosa. ?*s radicalmente a3n, hace falta por lo
menos creer en la erdad.
Es eidente, por lo tanto, que sólo los principios de la filosofía realista pueden
serir de base a la :eelación diina. + para que la :eelación pueda manifestarse
efectiamente, la diina Proidencia ha tenido que ofrecer todas las pruebas
necesarias para proocar el asentimiento de cualquier hombre raonable. En tal
caso, un realista no tendr* ninguna dificultad en ver que debe creer. En cambio,
cuando un incr0dulo se niega a creer, no lo hace porque dude de la :eelación en sí
misma, sino por un prejuicio filosófico, que en este caso es un prejuicio esc0ptico.
El nombre de gustín acude naturalmente a la mente cuando se habla del
esc0ptico inquieto que busca la sabiduría erdadera ) es ganado poco a poco para
la fe católica. 2u eolución permite reconstituir el itinerario típico del esc0ptico
moderno que pasa por las fases de tanteo, de rechao ), por 3ltimo, de sumisión al
Dios encarnado. En la medida en que nuestra elección de la fe es fruto de un acto
de la raón, su historia es de hecho nuestra propia historia. 2an gustín se conierte
cuando comprende que la :eelación es necesaria para el g0nero humano. + a lo
largo de su ida e5plicar* las 2agradas Escrituras, en particular el Eangelio, como
un hecho ) una historia iida, ) no como un mito. :ecordar las fases de su
conersión equiale a descubrir lo bien fundado de ese hecho 3nico, pasmoso pero
real, del que emanó toda la cultura cristiana.
 CIEN AÑOS DE MODERNISMO
$% -ecesidad de la *e(elación " de la Iglesia

2an gustín (#H%$%#"&, despu0s de arios años de estudio ) de enseñana en
Vfrica del >orte, se siente atormentado por una enorme sed de conocer la erdad.
6a gracia
#L#, lo persigue
hu)endo tanto como
de su madre ) de lalas l*grimas
gracia de susesanta
de Dios, madre,
embarca con?ónica.
destinoEn el año)
a 'talia
consigue una c*tedra de retórica en ?il*n. llí lo esperaba la conersión. gustín,
adepto de la herejía maniquea, nunca perdió el deseo de la erdad. :echaa
finalmente la herejía cuando el obispo her0tico austo, hostigado por sus preguntas,
le confiesa su ignorancia. Entonces regresa a la fe de su infancia ) ese mismo año
empiea a oír a san mbrosio, aunque sin estar seguro a3n de que e5ista un camino
para alcanar la sabiduría. 2u conersión intelectual, que tiene lugar en el año #LH,
se funda en una doble necesidad. 9omprende que, adem*s de la raón, hace falta
una autoridad para poseer la erdad con certea. Esta necesidad la fundamenta en
la diina Proidencia, que no puede negar al hombre la capacidad de conocer la
erdad necesaria para su salación. hora bien, los hombres, por su sola raón, son
impotentes para conocerla, como su propia e5periencia se lo ha demostrado. Pero
/por qu0 la autoridad de la 'glesia católica1 Por la misma raón4 iría contra Dios )
contra su Proidencia afirmar que una sociedad religiosa ha)a logrado conquistar el
mundo entero proclam*ndose falsamente como la detentadora de la :eelación
diina.
sí, pues, el orgulloso retórico se somete finalmente a la :eelación sólo por
intermedio de la 'glesia. Ella es el ocero de Dios. Ella es la ?adre ) la ?aestra de la
erdad. Ella establece el puente entre el presente ) la :eelación de 8esucristo, )a
cuatro eces centenaria. Ella nos permite remontar del efecto a la causa, del río a la
fuente. 2i la 'glesia e5iste, es porque su undador e5istió realmente. 2i la 'glesia es
una sociedad milagrosa, es porque su fundación fue milagrosa ) diina. hora bien,
la 'glesia
al que ha es una institución
conquistado isible
a pesar ) ia,
de las m*sdifundida
iolentas milagrosamente
persecuciones. Elpor el mundo,
catec3meno
de ?il*n es sensible a ello4
«#;n no vemos a $risto, pero vemos a la &glesia! creamos, pues, en $risto. Los #póstoles, al revés de nosotros,
aunque ve'an a $risto, no ve'an a la &glesia sino a través de la fe. Bieron una cosa % cre%eron en otra! hagamos
nosotros lo mismo. $reamos en $risto, a quien no vemos a;n, %, manteniéndonos unidos a la &glesia a la que
vemos, llegaremos, finalmente, a ver a #quel a quien a;n no podemos ver+ 2.
En la ida de la 'glesia, lo que m*s llama la atención de los espectadores del
mundo pagano, ) de gustín el primero, es su santidad, ese sello de Dios que la
'glesia llea en la frente ) difunde a su alrededor. 2us principios morales son puros )
santificantes, ) así son la causa de la santidad de sus miembros, ) la causa de la
e5traordinaria reolución moral que purificó ) eleó el medio tan corrupto de la
cuenca del ?editerr*neo durante el período de decadencia imperial. ;-ed cómo se
aman=, decían admirados los judíos ante la caridad cristiana. Donde reina la erdad
sobrenatural florece la santidad, el heroísmo del martirio ), en particular, la
irginidad consagrada< ) eso en las 0pocas ) lugares en que menos podría uno
esperarlo. De manera que san gustín podía replicar a sus adersarios que si Platón
) 2ócrates hubiesen isto lo mismo que eían ellos, tambi0n habrían creído. ?*s
2ermón #L.

SAN AGUSTÍN #
adelante el ?agisterio repetir* casi punto por punto lo dicho por san gustín. El
concilio -aticano ', entre otros, afirma que
«la &glesia por s' misma, es decir, por su admirable propagación, e1imia santidad e ine1hausta fecundidad en
toda clase de
credibilidad bienes,
% de por su
testimonio unidad católica
irrefragable % sulegación+
de su divina invicta estabilidad,
2
. es un gran % perpetuo motivo de
En resumen, la 'glesia católica est* proista de todas las pruebas necesarias
para que todo hombre de buena fe se adhiera a ella como a la 'glesia erdadera.
&% La Iglesia #ue #undada por .esucristo

l frecuentar la 'glesia católica ) sus obispos, el retórico se halla en condiciones
de conocer a 8es3s, su undador.  tra0s de la 'glesia, gustín tiene acceso a otro
monumento histórico de esta :eelación diina, preserado desde hace cuatro
siglos4 el testimonio escrito de las profecías mesi*nicas ) de la ida ) doctrina de
8es3s. +a antes de abraar la fe había tenido oportunidad de estudiar el ntiguo )
>ueo
sire de7estamento comoalsimples
punto de apo)o documentos
>ueo, puesto que lohistóricos.
prepara ) El ntiguo
predice. Por7estamento
esta raón
san gustín podr* decir que los judíos de la di*spora, fan*ticamente opuestos al
cristianismo, son de hecho sus mejores testigos, puesto que suministran todas las
garantías posibles de la erdad de las profecías pasadas. sí que a un hombre de
buena fe, libre de prejuicios, le basta confrontar la historia de 8es3s con las profecías
mesi*nicas, para er lo bien fundado de la fe cristiana ) reconocer en 8es3s al
?esías esperado.
hora bien, esta historia de 8es3s nos la relatan los Eangelios, que se presentan
como reportajes históricos de la manifestación de Dios a los hombres4
«Lo que era al comieno, lo que hemos o'do % visto con nuestros propios o-os, lo que hemos contemplado % que
nuestras manos han palpado del Berbo de Bida, porque la Bida se ha manifestado % la hemos visto+ 7.
:epugna a los Eangelios ser tratados como productos de la imaginación f0rtil
de poetas semíticos, como pretenden todos los modernistas imbuidos del irus
idealista. 2an gustín tuo contacto con las elucubraciones caprichosas de los
maniqueos. Es indudable, pues, que sabe distinguir entre un cuento de hadas ) la
:eelación diina. Iombre de asta cultura, sabe que, entre todos los escritos
antiguos, los Eangelios son los mejor conserados. 9omprende naturalmente que
esos escritos, que se presentan como reportajes históricos, son eso ) no otra cosa.
hora bien, /qu0 nos reelan1 6os eangelistas cuentan la historia de un
hombre que iió entre ellos durante tres años, que hio milagros con profusión )
cumplió todas las profecías mesi*nicas, que murió crucificado ) resucitó al tercer
día. Esos eangelistas, hombres de ida al aire libre ) acostumbrados al trabajo
duro, eran poco propensos a las alucinaciones. Por otra parte, si los milagros
hubieran sido le)endas, f*cil les habría sido a sus enemigos negarlos en ida su)a<
), sin embargo, se cuidaron mucho de hacerlo. dem*s, /cómo podríamos acusar a
esos escritores de engañar a sus lectores a sabiendas, cuando no dudaron en sellar
su testimonio con su propia sangre1 2i ha) testigos dignos de fe, son desde luego
los que no temen morir como m*rtires de la erdad histórica que proclaman.

-aticano ', constitución Dei )ilius, DK G!%.
 8n 4 .

% CIEN AÑOS DE MODERNISMO
Poco a poco, el joen profesor de retórica, peleando a3n con sus propias dudas,
empiea a amar ) reconocer mejor en la persona de 8esucristo al taumaturgo que
cura a enfermos ) leprosos, al gran profeta de los acontecimientos futuros que se
produjeron efectiamente, como la destrucción de 8erusal0n en el año G". 2obre
todo e en Fl al ?esías anunciado desde hacía cuatro mil años. 6os milagros ) las
profecías ser*n siempre las pruebas mejores ) m*s objetias de que el dedo de Dios
est* ahí. gustín había encontrado el camino de la salación, pero su orgullo seguía
poniendo obst*culos a la erdad reelada. -eía que debía creer, pero a3n le faltaba
quererlo. >o era lo bastante humilde para concebir que el humilde 8es3s fuese su
Dios, ) no había comprendido la lección de su debilidad humana .
Por fin, en septiembre del año #LJ, comprende el profundo misterio de la
encarnación. :ecibe la gracia de la conersión cuando comprende que 9risto, el
Dios encarnado, manso ) humilde de coraón, es el 3nico camino de la salación.
7odas sus luchas e indecisiones de coraón se curan de golpe cuando, bajo la
repentina inspiración de la o de un niño que le sugiere que abra las Escrituras, lee

el pasaje de
8esucristo san encido
habían Pablo sobre la continencia
su orgullo . 2u gustín,
) sus pasiones. amor ) su humilde
al igual que sumisión a
2aulo en el
camino de Damasco, se conierte definitiamente a 8es3s, su 2alador. 9omo 2aulo,
el catec3meno predica a partir de entonces a 8esucristo, glori*ndose de no conocer
sino a 8esucristo, ) a 8esucristo crucificado. 9omo san Pablo, todo lo cifra en >uestro
2eñor. ;2i 8esucristo no ha resucitado, ana es nuestra fe= #. Para ambos, el
fundamento de toda la ida es su fe, ) el fundamento de toda su fe es la :eelación
histórica de Dios en la persona de 8esucristo.
?*s tarde, el itinerario de su propia conersión le sirió de modelo para sus
o)entes. 6os llea por el mismo camino que a 0l lo había conducido a la :eelación
histórica de 8esucristo. 6os incr0dulos niegan que Dios ha)a hablado, pero esto es
poco raonable, puesto que no pueden e5plicar la e5istencia de la 'glesia o de los
documentos históricos que forman el ntiguo ) >ueo 7estamento. 6a primera
lección que ha) que dar a los catec3menos se refiere a los hechos eang0licos
entendidos como la historia de la salación, ) no como una teoría ideal e imaginaria,
que es como la entendían sus iejos amigos neoplatónicos. Por eso escribe al
di*cono Deogratias que a los neófitos ha) que e5plicarles la historia real de la buena
nuea de 8es3s, como la e5plicó elipe sentado en el carro del ministro de la reina
9andace, o sea, interpretando las profecías ) e5plicando cómo se han cumplido.
7odo, desde la creación hasta nuestros días, se centra en 8esucristo ) en la 'glesia, )
en ellos encuentra su perfección. En suma, la conersión ) las obras del obispo de
Iipona est*n fundadas en la eidencia de la :eelación, en el hecho de que Dios ha
hablado a los hombres.
'% La )agrada /scritura es in#ali0le

Despu0s de aceptar la fe ) recibir el bautismo de manos de san mbrosio, san
gustín pudo dedicarse con toda tranquilidad al estudio de su nuea religión.
9onsagrar* a ello toda su ida. -uele a tomar en sus manos ) medita entonces la
Palabra de Dios. En su 0poca, son raros los espíritus críticos que niegan que Dios

.onfesiones, -'', L.

:om #4 #$%.
#
 9or H4 G.
SAN AGUSTÍN H
pueda reelarse ) manifestarse a tra0s del lenguaje humano, por imperfecto que
sea. 2on pocos los esc0pticos que consideran las profecías de la 2agrada Escritura
como e5periencias personales, embellecidas por la fe ) emotiidad pasional del
profeta.  0stos hubiera podido responder el santo obispo con las palabras de san
Pablo4 ;2i la trompeta no da sino un sonido confuso, /qui0n se preparar* para la
batalla1= . 2i Dios habla, no es para nada. +, como la :eelación p3blica tiene una
utilidad com3n, la Proidencia diina debe protegerla de cualquier error, pues de su
aceptación o de su rechao depende la salación o la condenación eterna.
+ si Dios ha hablado, /qui0n no e que ha) que creer de todo coraón en la
autoridad de Dios, pues no puede ni engañarse ni engañarnos1 El santo dice, al
comentar los salmos4
«C>ué quiere decir que 3la palabra del @e<or es -usta4 >ue El no te enga<a. Tampoco lo enga<es t; a El, o
más bien no te enga<es a ti mismo. Cuede enga<ar #quel que todo lo sabe+ 7. «"o es una peque<a parte de la
ciencia el estar unido al sabio. El tiene o-os para conocer, t; tienes o-os para creer. Lo que Dios ve, créelo t;+ 8.
Fsta es labíblica,
la inerrancia raón por la la
o sea que el santo obispo
infalibilidad a adesostener,
absoluta contra
la 2agrada ientoPara
Escritura. ) marea,
0l, la
2agrada Escritura no es sólo la obra de Dios, sino que es el mismo -erbo encarnado.
 menudo uele a tocar este tema de la autoridad escrituraria4
«De esa ciudad a la que vamos nos han llegado varias cartas que nos e1hortan a vivir adecuadamente. Fes;s
habló por boca de los profetas % guió la pluma de los #póstoles: los escritos de los #póstoles son los escritos
del mismo Fesucristo. 3Gh, hombre! lo que declaran mis /scrituras, so% o quien lo dice4. La fe será indecisa si
la autoridad de la /scritura es vacilante. "adie duda de la verdad de las /scrituras, salvo el infiel % el imp'o. @i
te parece haber encontrado un error en el te1to, es porque o la copia ha sido mal hecha, o el traductor se ha
equivocado, o no lo has comprendido. /n las /scrituras aprendemos quién es $risto, aprendemos qué es la
&glesia+ H.
Para san gustín, la 2agrada Escritura habla de 8esucristo< es 8esucristo quien
habla en ella< ella es 8esucristo.
/9ómo se entiende la relación entre la 2agrada Escritura ) la 'glesia1 mbas
tienen entre sí una función complementaria, porque contribu)en a enseñar la
:eelación perfecta de Dios a los hombres. Esa :eelación diina, el depósito de la
fe, contiene todo lo que Dios nos ha dado hasta la llegada de 8esucristo, en forma
oral o escrita. Es doble, porque abarca la 7radición apostólica ) la 2agrada Escritura,
o, dicho m*s llanamente, el catecismo ) la Kiblia. 6as dos fuentes est*n unidas pero
subordinadas. 6a 2agrada Escritura ocupa el segundo lugar, no sólo porque sale a
lu bastante despu0s de la predicación apostólica, sino tambi0n porque es
incompleta4 dista mucho de describir todo lo que 8es3s ha dicho ) hecho H. 2ólo
despu0s de comprobar la diinidad de la 'glesia, se aplica el catec3meno a la
:eelación propiamente dicha. 2eg3n san gustín, el Eangelio, solo, est* como
suspendido en el aire ) priado de fundamento. Wnicamente puede conertirse en
regla de fe bajo la autoridad diinamente establecida de la 'glesia.

 9or %4 L.

In +salmo #, sermón , ?6 #J, col. L%.
#
In +salmo #J, enarrat. , n. , ?6 #J, col. #J%.
%
rases e5traídas, respectiamente, de las siguientes obras4 In +salmo !", , , ?6 #G, col. H!< De Doctr$
christ$ , J< De Doctr$ christ$ #G, ?6 #%, col. #H< De Gen$ ad litt$< .ontra )austum , %, ?6 %, col. %!< .onfesiones
#, L, ?6 #, col. LJ%< Ep"stola "H, #, %, ?6 ##, col. %".
H
8n 4 H.
J CIEN AÑOS DE MODERNISMO
«De la &glesia hemos recibido las /scrituras. /s ella la que funda su autoridad % su ense<ana. La &glesia es la
gu'a que debemos seguir en la interpretación del /vangelio % de la Tradición. @i te encontraras con alguien que
a;n no cree en el /vangelio, Cqué responder'as cuando te di-era! 3"o creo4 ersonalmente, %o no creer'a en el
/vangelio si no me obligara a ello la autoridad de la &glesia católica+ 2.
sí, el que sería el doctor preferido de 6utero condena todo el sistema
protestante de la sola !criptura. 2an gustín siente demasiado respeto por el
Eangelio como para dejarlo librado a la interpretación caprichosa del primer reci0n
llegado. 2abe que los hombres tienen necesidad de una sociedad que hable con
graedad ) autoridad diinas para enseñar infaliblemente la erdad ) la salación.
El mundo tiene necesidad de una 'glesia que sea ?adre ) ?aestra de la :eelación
diina anunciada por 8esucristo, el Iijo de Dios hecho hombre.
U
U U
El estudio de la ida ) de la conersión de san gustín nos manifiesta el
itinerario
integridad.natural
De los del espíritu
efectos para demostrar
actualmente la llega
isibles se erdad de causas.
a las la :eelación
2i ho) en su
e5iste
una sociedad religiosa que ha dominado al mundo milagrosamente a pesar de
terribles persecuciones sangrientas, ) ha santificado milagrosamente a una
sociedad decadente, es porque est* marcada con el sello de Dios, tanto ella como
su undador. +, puesto que e5iste realmente, su undador tambi0n e5istió
realmente. 2i, adem*s, contamos con escritos contempor*neos de la ida, milagros
) palabras de este undador, ser* mu) fructífero erificar si esta ida ) doctrina
sublimes son dignas de Dios ) capaces de ennoblecer al hombre. 2i se puede
confrontar la ida de este undador con los antiguos escritos mesi*nicos que
supuestamente ha cumplido, tenemos un motio adicional para creer en esta
religión. De esas inestigaciones se deduce que Dios se ha reelado a los hombres,
) esta :eelación es tan real como la 'glesia católica. Para san gustín, ) para todo
cristiano digno de ese nombre, la eidencia del hecho histórico de la :eelación de
Dios es el fundamento de toda la fe cristiana. hora bien, este car*cter histórico de
la :eelación diina es precisamente el escollo contra el cual tropear*n todos los
modernistas. 'nentar*n mil argucias para desincular al Eangelio ) a la 'glesia de
su undador, a los efectos de su causa. 6as soluciones artificiales de los
racionalistas sólo logran resaltar m*s sus prejuicios filosóficos, ) siren, en cambio,
para reforar nuestra fe en 8esucristo nuestro 2alador.
De Gen$ ad litt$ , Ep$ *an$ H, J, ?6 %, col. GJ.


9PQ7R6C '''
)anto Tom1s " la teología dogm1tica
Despu0s de san gustín, la 'glesia asume definitiamente el papel de ?aestra )

ciiliadora que había quedado acante por la desaparición del 'mperio :omano. El
moimiento doctrinal ) la cultura que se mantiene durante los mil años que duró la
Edad ?edia, tiene un nombre4 la escol*stica. 6os grandes intelectuales, por el hecho
de ser sabios ) cristianos, se creen en la obligación de analiar su fe en t0rminos tan
racionales como sea posible. 6a fe procura entender las cosas de Dios, pero tambi0n
sire para comprender el unierso terrestre. De ese trabajo realiado para e5presar
mejor a Dios nace en la 'glesia el esfuero teológico ) dogm*tico, cu)o
representante en m*s alto grado es santo 7om*s de quino. l describir la g0nesis )
el apogeo de la escol*stica, ) al estudiar a sus m*s feroces adersarios, podremos
poner bien en claro esta nuea intuición propia de la erdad cristiana, a saber, la
armonía que ha) entre la :eelación ) la raón.
$% La escol1stica " santo Tom1s

Desde el siglo -'' hasta el X-', los filósofos ) teólogos, pese a sus diferencias,
reciben un mismo nombre, el de escol/sticos (hombres de la escuela&, porque son
solidarios en todos los puntos neur*lgicos del conocimiento. En esa 0poca la
cristiandad est* perfectamente unificada en el plano político ) religioso. 6o mismo
sucede con el pensamiento. Ia) un idioma com3n4 el latín eclesi*stico, que permite
concertar los esfueros en la b3squeda de la erdad. El m0todo es uniforme4 la
demostración racional rigurosa, tanto en filosofía como en su aplicación a la
:eelación en teología. 6as fuentes son id0nticas4 la inmejorable filosofía de
ristóteles ) la fe. sí, durante arios siglos, generaciones de sabios anónimos se
apo)an en sus predecesores con la 3nica pretensión de aclarar ) ordenar la cultura
cristiana. 6os límites tan amplios ) saludables de la escol*stica, lejos de ser un
obst*culo, dieron paso a resultados prodigiosos.
6os herc3leos esfueros de la escol*stica debían alcanar su coronación en el
siglo X''', el siglo m*s importante de la Iistoria cristiana ) de la Iistoria a secas. Es
el siglo de san 6uis ) de Dante, el siglo que e el nacimiento de la catedral de
9olonia ) de la !uma teológica, el siglo del +overello de sís ) de santo Domingo. +,
al igual que en los tiempos del apogeo de la 0poca pagana, nos encontramos con
mentes brillantes que ofrecen una igorosa síntesis. ?encionemos, en particular, a
L CIEN AÑOS DE MODERNISMO
san lberto, a san Kuenaentura ), sobre todo, a santo 7om*s de quino, el ma)or
de todos ellos. El auge de la escol*stica se debe a tres factores simult*neos4 la
fundación de las uniersidades, entre las cuales la m*s importante es la de París< la
constitución de la orden dominica, que produce los primeros monjes uniersitarios< )
sobre todo la traducción de las obras de ristóteles.
En efecto, la llegada del )ilósofo a las escuelas fue el acontecimiento capital que
le dio al siglo X''' una fisonomía propia. 6a sabiduría pagana, e5presada en una
amplia síntesis científica ) con un ideal propio de ida, se alaba ahora frente a la
sabiduría cristiana conserada en la corriente agustiniana. Era la primera
confrontación de la humilde filosofía de las realidades humanas con la eleada
teología de las cosas del cielo. El encuentro no se produjo sin choques. ristóteles
hacía su aparición, juntamente con ciertas concepciones de tinte panteísta entre
otras, a tra0s de los comentadores judíos ) *rabes de la España meridional, que
m*s bien merecerían el nombre de corruptores. simismo, este tesoro de la
sabiduría humana estaba impregnado del eneno del paganismo. /6legarían a
triunfar
siglo X'''sobre el coraón
consistió cristiano
en lograr los la
elaborar dioses de la
síntesis antigNedad1
que las culturasElsiguientes
gran m0rito
)a del
no
pudieron repetir nunca m*s. El :enacimiento humanista ) las reoluciones
subsiguientes del protestantismo ) del ;siglo de las 6uces=, al hacer del hombre el
centro de todo, sólo lograron destruir la unidad medieal. + es que, en efecto, esa
unidad ) armonía de las dos grandes sabidurías que hasta ese momento corrían por
caminos separados, se lleó a cabo durante la cristiandad medieal. Este trabajo de
integración de las dos erdades, humana ) diina, requería un genio proidencial. +
la Proidencia no iba a negarle este hombre al siglo de la fe.
6o apodaban el 0uey mudo no sólo por su físico ) su mutismo, sino tambi0n por
el hecho de que fue un rumiante perpetuo. 7om*s de quino, napolitano de genio
preco, tuo siempre orientada su inteligencia hacia las cosas m*s eleadas, desde
que había preguntado a los monjes de ?onte 9asino cuando apenas contaba cinco
años4 ;/u0 es Dios1=. Esa pregunta lo obsesionar* hasta el día de su muerte. Ese
humilde fraile mendicante, temeroso de la responsabilidad de predicador, que
renunciar* generosamente a toda dignidad e5terior, había asimilado todos los libros
accesibles en esa 0poca. 2e sabía la 2agrada Kiblia de memoria ) había tenido
acceso a las mejores fuentes escritas, tanto en :oma como en los dem*s centros
uniersitarios. Desde sus comienos en París, aurora borealis ) capital intelectual
del mundo cristiano, santo 7om*s sorprendió a todos sus contempor*neos, que
pronto se amontonaron a su alrededor para escuchar al maestro m*s famoso de la
Rniersidad de París. 6os biógrafos no escatiman elogios sobre su enseñana4 un
nueo m0todo, nueos argumentos, nueos puntos doctrinales, una nuea serie de
problemas,
no buscar la) noedad,
una nueasino
lu. sólo
6leólaa erdad.
cabo un 9reía
aggiornamento por
en la erdad, el simple hecho
) defendía de
a toda
costa las erdades sacadas de la e5periencia, para conertirlas en sus principios
inmutables. 6as jerarquiaba ) luego las unía en una síntesis fecunda ) f*cil de leer.
>o cabe duda de que estaba perfectamente proisto de las armas necesarias para
realiar la labor que le incumbía a la escol*stica de su tiempo4 articular la erdad
natural ) la erdad sobrenatural en una síntesis armoniosa.
SANTO TOMÁS !
&% /l so#isma de las 2dos (erdades3 de )iger

6a integración de ristóteles en la cristiandad debía toparse con opositores
encarniados. 6os agustinianos lanaban anatemas contra aquel intruso que se
presentaba
estrecho4 unacon resabios
teología de panteísmoespiritual
eminentemente ) paganismo. 2eguían
) sublime, a unen
perdida san gustín
Dios, pero
diorciada de los conocimientos terrenos. 2u filosofía, inspirada en Platón, era m*s
ang0lica que humana, ) m*s fundada en las ideas que en la realidad. Esos
agustinianos presentaban sus construcciones teológicas al igual que ciertos
arquitectos audaces, que elean pilares demasiado altos ) delgados4 creaban una
teología sublime antes de apuntalar sus fundamentos racionales. Detentaban la
autoridad en París, pero la sabiduría de la filosofía eterna que fluía a mares de los
escritos de ristóteles no podía quedar escondida bajo el celemín ), tarde o
temprano, tendría que imponerse a los escol*sticos. El tiempo ) la curiosidad
intelectual de los medieales iban a ganar el pleito contra los agustinianos, aun
cuando tuieran de su lado a hombres como el arobispo de París, que fulminó
anatemas contra las teorías tomistas.
En este proceso de integración se inserta el episodio del reoltoso 2iger de
Krabante. 2iger, siguiendo al pie de la letra al ristóteles de los comentadores
impregnados de panteísmo, llegó a enseñar graes errores dogm*ticos en sus
cursos de París. ristóteles es la sabiduría natural indiscutible. 6a fe reela la erdad
sobrenatural, tambi0n indiscutible. mbas tienen derecho a ocupar un lugar en el
mundo, pero /cómo1 ij*ndole a cada una un límite4 la fe est* a salo en su propia
esfera, ) la erdad filosófica en la su)a. 2iger establecía el diorcio entre los dos
órdenes del conocimiento, entre la raón ) la fe, entre el laboratorio ) la oratoria.
9hesterton, en su biografía del 0uey mudo, e5plica en un estilo inimitable la
dram*tica crisis de esa lucha cuerpo a cuerpo entre ambas doctrinas4
«/l demonio es el simio de Dios. La falsedad nunca es tan falsa como cuando es casi, casi verdad. La
conciencia cristiana nunca grita tanto de dolor como cuando el pu<al llega hasta el nervio de la verdad0 @iger
de =rabante se levantó % di-o algo tan seme-ante % tan horriblemente deseme-ante 5a lo que di-o santo Tomás6
que Icomo el #nticristoJ pudo haber enga<ado hasta a los mismos elegidos. @iger de =rabante habló as'! la
&glesia no se equivoca teológicamente pero puede estar en el error cient'ficamente. 9a% dos verdades! la verdad
del mundo sobrenatural % la verdad del mundo natural, verdad ésta que contradice al mundo sobrenatural.
Aientras procedemos como naturalistas, podemos suponer que el cristianismo carece de sentido: pero cuando
recordamos que somos cristianos, tenemos que admitir que el cristianismo es verdad, aun cuando careca de
sentido. /n otras palabras, @iger de =rabante partió en dos la cabea humana, como en el golpe de la antigua
le%enda de la Canción de Rolando, % declaró que el hombre tiene dos mentes! con una de ellas tiene que creer
de todo coraón, % con la otra descreer profundamente. # muchos esto les parecerá por lo menos una parodia
del tomismo. De hecho era el asesinato del tomismo. "o se trataba de dos maneras de encontrar la misma
verdad: se trataba de una manera no verdadera de pretender que ha% dos verdades0 Los que se que-an por la
sutilea% sutil
buena de lasdistinción
distinciones teológicas
puede encontrarán
llegar a ser aqu' el me-or 
una llana contradicción. e-emplo de suenimpericia.
as' ocurr'a este caso+ /n
2 la práctica una
.
2anto 7om*s aceptaba de buena gana la e5istencia de dos caminos para hallar
la 3nica erdad, precisamente porque estaba seguro de que había una sola erdad.
Puesto que la fe es la erdad absoluta, no ha) nada en la naturalea que pueda
contradecir a la fe. Es cierto que se trataba de una confiana total en la realidad de
Silbert Meith 9hesterton, !aint %homas A&uinas, pp. "J$"L.


#" CIEN AÑOS DE MODERNISMO
la religión. 9on su lógica concisa, el santo se leantó con todas sus fueras contra
aquella parodia sigeriana de la erdad4
«#;n es más grave lo que 5@iger6 dice luego! 3 Por la razón conclu%o necesariamente que la inteligencia es
numéricamente
concede unatiene
que la fe solapor
5para todoscosas
ob-eto los hombres6,
de las quepero por la fe mantengo firmemente lo
podr'a concluirse contrario4.
necesariamente lo contrario. #s' pues,
#hora bien,
como no se puede concluir necesariamente más que la verdad necesaria, cu%o opuesto es la falsedad
imposible, resulta que, seg;n su dicho, la fe tiene por objeto a la falsedad imposible, que ni el mismo Dios
puede hacer.  eso es algo que los o'dos de los fieles no pueden soportar+ 2.
>o se podía refutar mejor esa ;doble erdad= abierta a la contradicción, ni se
puede defender mejor que la erdad es una, que el Dios de ?ois0s es al mismo
tiempo el 9reador del cielo ) de la tierra, ) que el -erbo encarnado que multiplicó
los panes es el mismo que hace crecer las espigas de trigo.
6a disputa que 2iger de Krabante ) santo 7om*s de quino sostuieron en la
Rniersidad de París no fue una simple discusión biantina, pues se refería a lo m*s
profundo de la erdad cristiana. Para un cristiano, la raón es parte esencial de la fe
desde el principio al fin. + es que, en primer lugar, el juicio de fe, como todo juicio
humano, debe ser proocado por motios racionales< por lo cual el santo Doctor dijo
que no se creería si no se viera que es necesario creer. Por eso nuestra religión es la
3nica que se dirige al hombre en cuanto hombre, al hombre que piensa por su raón
) que se niega a creer a ciegas en algo de lo que no tiene ninguna eidencia. 6a
religión cristiana elea los ojos al cielo ) guarda los pies en la tierra. Para 2iger ) sus
adeptos, al contrario, la religión era un salto al absurdo, un disparo al aar con
muchas probabilidades de errar en el blanco. En segundo lugar, no puede haber
desarrollo del dogma si la lu de la raón no ilustra ) e5plica los artículos de fe.
>uestra religión pretende conocer al 3nico Dios erdadero, autor de la naturalea )
de la gracia, mediante la raón íntimamente unida a la fe. Por eso est* siempre
dispuesta a someterse a la prueba de las m*s rigurosas tesis filosóficas ) científicas,
porque sabe que Dios no se contradice. 6a teología tomista es eminentemente
científica, en el sentido de que la raón demuestra rigurosamente las conclusiones
teológicas fundadas en la fe. En cambio, la teología de 2iger, al no ser una ciencia
estricta, se conierte a la larga en un discurso sentimental ) cargado de im*genes,
sacado de una :eelación carism*tica ) fundada en las emociones.
El diorcio que 2iger estableció conduce al fide"smo, esencialmente irracional,
que encontramos luego en la fe ciega de 6utero ) en la fe sentimental de Mant.
7odos los modernistas hicieron profesión de fideísmo4 6ois) opuso el 9risto histórico
al 9risto de la fe< 7)rrell dijo que lo que es falso especulatiamente (seg3n la raón&
puede ser erdad en la pr*ctica (seg3n la fe&. Este fideísmo, que niega al hombre el
uso de su raón, es una caricatura de la erdad. Este fideísmo, al pretender que la
fe en Dios puede
modernista sercatólica.
de la fe absurda bajo prete5to de que Dios es misterioso, es el remedo
'% La #unción del teólogo4 armonizar las dos sa0idurías

2anto 7om*s puso tranquilamente manos a la obra, sin preocuparse por lo que
dirían sus adersarios. 2in embargo, semejante obra de armoniación debía afrontar

De unitate intellectus contra Averroistas, circa finem, en :amíre, De fide divina, p. "L< cf. -aticano ', Dei
)ilius, cap. %.
SANTO TOMÁS #
las dificultades inherentes a los dos moldes en que se habían desarrollado las dos
sabidurías. 6a sabiduría griega había crecido en el molde aristot0lico, m*s bien
realista ) prosaico< la cristiana, en el molde agustiniano, m*s teológico ) diino,
lejos de los problemas materiales. +, sin embargo, para el oído afinado de santo
7om*s, esas dos melodías, elaboradas en momentos históricos distantes, emitían
sonidos mu) similares, como si se tocara separadamente una fuga de Kach en dos
teclados distintos.  partir de entonces santo 7om*s, como genial compositor,
pretendía tocarlas simult*neamente en sus respectios teclados, para producir los
mismos sonidos ) resaltar así su riquea armónica ) la plenitud de sus acordes.
2emejante composición requería dos cosas4 había que depurar cada una de las
melodías, que tenían a3n notas discordantes a pesar de la correspondencia de la
línea general< ) luego había que unirlas en una síntesis org*nica superior )
profunda, que produjese un sonido m*s armonioso ) justo por ser m*s ariado. Para
eso, así como Kach tuo que templar primero sus teclados antes de armoniar
felimente sus tocatas ) fugas, así tambi0n santo 7om*s tuo que reisar primero
sus fuentes, antes de reunirlas en una síntesis teológica superior.
El inmenso respeto que tenía por las luces del cristianismo hio que el santo
Doctor conserase siempre una gran eneración por el genio de san gustín. En
realidad, sus enfoques eran mu) distintos. ?ientras que el Padre de la 'glesia
proponía una meditación sobre las cosas de Dios, el Doctor medieal buscaba los
motios de las mismas, fundados en la raón. +, sin embargo, a pesar de los
ineitables retoques, se podría decir que la sustancia del agustinianismo pasó a la
!uma teológica . simismo, puesto que era ante todo un teólogo, santo 7om*s
estaba obligado a elegir el instrumento filosófico apropiado. 2ólo la filosofía de
ristóteles podía serirle. /Por qu01 Porque es la 3nica que merece con raón el
nombre de filosof"a eterna por su realismo, su rigor lógico ) su eleación hasta los
primeros principios de las cosas. El aristotelismo es la glorificación de la sensate, la
sistematiación filosófica del sentido com3n. uera de la filosofía aristot0lica la
inteligencia sólo puede equiocarse, como lo prueba la historia de la Srecia antigua.
2in embargo, las conclusiones del filósofo pagano eran poco claras, sobre todo en lo
referente al m*s all*, a la creación, a la inmortalidad del alma ) a Dios. /Por qu01
Porque la sabiduría de ristóteles era m*s horiontal que ertical, m*s realista que
sublime. ristóteles no iba m*s all* de la sustancia creada, mientras que santo
7om*s debía llear m*s alto ) m*s lejos el an*lisis filosófico.
Rna e templadas, las dos sabidurías, diina ) humana, debían reunirse en una
síntesis teológica armoniosa. 7ambi0n ahí, como en el caso de la filosofía ) de la fe,
en el origen de la doctrina sagrada encontramos en santo 7om*s una profunda
intuición. En efecto, las dos líneas melódicas cantan al mismo utor, al mismo
9reador ) al mismo
armoniosamente1 Dios.esPero
/9u*l /cu*lteológica
la clae es el acorde final
en que lasen que
dos ambas
líneas se resuelen
conergentes de
la raón ) la fe se unen para reforarse mutuamente1 /9u*l es el punto com3n, la
noción metafísica uniersal que corresponde a la :eelación m*s definitia de Dios1
2anto 7om*s fue el primero en descubrir esta eidencia tan natural, que se diría que
era conocida desde los albores de la humanidad. 2e dio cuenta de que todo se
remite al ser, ) m*s precisamente, al acto de ser @esse@ que define perfectamente
a Dios. Dios, al reelarle su nombre a ?ois0s, le declaró4 ;+o so) el que so)=. 8es3s

Silson, Les tribulations de !ophie, p. %".
# CIEN AÑOS DE MODERNISMO
dijo asimismo4 ;ntes de que braham fuera, +o so)=. 6os santos no tienen otro
lenguaje4 ADios lo es todo, mientras que el hombre no es nadaB 7oda criatura tiene
e5istencia, pero sólo de Dios puede decirse que es. 2ólo Dios es totalmente simple<
la criatura es compuesta, es una naturalea, una esencia que e5iste. 2anto 7om*s
añadió al pensamiento aristot0lico el punto de ista supremo, el binomio esencia$
e5istencia, que es el 3nico que permite distinguir lo creado de lo increado, lo
compuesto finito de lo infinitamente simple. El profesor Silson, especialista en la
Edad ?edia, comenta esta intuición suprema del quinate4
«/l solo hecho de concebir a Dios como el #cto de ser puro % subsistente por s' mismo, causa % fin de todos los
demás seres, es crear una teolog'a que puede -ustificar todo lo que ha% de cierto en las demás teolog'as, del
mismo modo que la metaf'sica del esse 5e1istencia6 cuenta con todo lo necesario para -ustificar todo lo que ha%
de cierto en las demás filosof'as. or incluirlas a todas, esta teolog'a del #cto increado del ser, o de Dios cu%o
nombre propio es 3o so%4, es tan cierta como todas consideradas en su con-unto, % más cierta que cada una de
ellas considerada por separado. @i no me equivoco, ésta es la raón secreta por la cual la &glesia eligió a santo
Tomás como su Doctor com;n0 ara quienes viven de ella, la metaf'sica del Doctor com;n, recibida en su
plenitud, es el nec plus ultra de la comprensión, insuperable de derecho e insondable en sus consecuencias+ 2.
sí pues, la analogía del ser, que es la piedra angular del tomismo, permitió al
ojo de *guila del santo Doctor remontarse directamente a la m*s eleada sabiduría.
De esa manera quedan reconciliados el Eangelio ) la filosofía pagana, la fe ) el
genio natural pero inspirado de ristóteles< reconciliados, mutuamente reforados )
unidos para construir un estado superior del conocimiento4 la teología que habla de
Dios hasta donde pueden hacerlo la raón ) la fe. 6a doctrina tomista, comparada
con el simple catecismo, se ala como una gigantesca catedral gótica al lado de la
casa de un campesino. mbas sabidurías se apo)an mutuamente para producir el
esfuero arquitectónico intelectual m*s auda de la historia, la !uma teológica de
santo 7om*s de quino.
/Por qu0 la 'glesia, por medio de m*s de sesenta Papas, recomienda el tomismo
por encima de cualquier otra doctrina1 /Por qu0, por ejemplo, no se podría seguir
con la misma seguridad la síntesis de un san gustín o de un san Kuenaentura1 Por
dos raones mu) sencillas. En primer lugar, como )a hemos señalado, porque es la
teología m*s uniersal ) mejor comprobada. sí como en la ciencia las hipótesis que
coordinan un ma)or n3mero de hechos ) se relacionan m*s estrechamente con
principios superiores tienen m*s peso que las dem*s, del mismo modo un sistema
teológico ser* m*s seguro a medida que ofreca m*s pruebas en todos los campos

. hora bien, esto es lo propio del tomismo. En nuestros días, todo teólogo que
quiera hacer progresar su disciplina deber* partir de santo 7om*s, del mismo modo
que un físico deber* tener en cuenta los descubrimientos precedentes< si no, la
ciencia a3n seguiría estancada en lo que era en tiempos de rquímedes.
ella 6a
sesegunda
funda, raón que hace
en 3ltima del tomismo
instancia, en los laprincipios
teología oficial
eternosdeela inmutables4
'glesia es que
la
:eelación ) la filosofía realista. unque es cierto que sólo ha) una :eelación,
tambi0n es erdad que 0sta sólo se conierte en una teología científica cuando la
inteligencia humana la estudia haciendo uso de los principios del sentido com3n
codificados por ristóteles. Puesto que no ha) m*s que una :eelación ) una
filosofía eterna, tampoco puede haber, en definitia, m*s que una ciencia teológica

Silson, ib"dem, p. %%.

Sardeil, Le donn rvel et la thologie, pp. H#$L%.
SANTO TOMÁS ##
que re3na los datos de la fe ) las conclusiones teológicas en rigurosa coordinación.

2i la 'glesia se aferra tanto al tomismo, no es por fanatismo o por disciplina, sino por
una necesidad lógica. />o es cierto que en arquitectura el estilo de construcción
aría seg3n las 0pocas, pero para la construcción de cualquier edificio rigen le)es
id0nticas e inariables, como la graedad ) la resistencia, sin las cuales no habría
castillos, ni casas, ni choas1 Pues bien, eso mismo ha) que decir de santo 7om*s.
2u alor no reside tanto en haber elaborado una admirable síntesis teológica, sino
en haber aanado m*s que ninguno en el conocimiento de la teología ) en la
sistematiación científica de sus principios fundamentales, que siempre serir*n de
base para todo el que quiera conertirse en teólogo, de modo parecido a como se a
a la escuela de arquitectura para llegar a ser arquitecto . hora bien, esas le)es )
principios esenciales del tomismo son los que la 'glesia manda seguir como
directias seguras, cuando prescribe el uso de santo 7om*s.
U
U U
7erminaremos nuestro estudio de santo 7om*s con el elogio que el Papa Pío X'
hio de 0l. Fsta ser* la mejor introducción al estudio de la crisis modernista.
«ara evitar los errores, que son la causa primera de las miserias de nuestros tiempos, es preciso permanecer
fieles, ho% más que nunca, a las doctrinas de santo Tomás. Las varias opiniones % teor'as de los modernistas las
refuta él victoriosamente, tanto en filosof'a, defendiendo, como hemos visto, el valor % la fuera de la
inteligencia humana, % probando con firm'simos argumentos la e1istencia de Dios, como en teolog'a,
distinguiendo el orden natural del sobrenatural e ilustrando las raones de la fe en todos los dogmas, %
mostrando que las cosas cre'das con la fe no se apo%an sobre una opinión, sino sobre la verdad, % son
inmutables: en la ciencia b'blica, dando el verdadero concepto de la divina inspiración: en la disciplina moral,
social % -ur'dica, estableciendo bien los principios de la -usticia legal % social, conmutativa % distributiva, % en
las relaciones de la -usticia misma con la caridad: en la ascética, dando reglas para la perfección de la vida
cristiana e impugnando a los que en su tiempo se opon'an a las Krdenes religiosas.  contra esta emancipación
de Dios, ho% tan decantada, afirma los derechos de la Berdad primera % de la autoridad que sobre nosotros tiene
Dios, @e<or supremo. De aqu' se verá por qué los modernistas no temen a ning;n otro Doctor de la &glesia tanto
como a Tomás de #quino. #s', pues, del mismo modo que se les di-o a los egipcios cuando estaban
grandemente necesitados! 3&d a Fosé4, para obtener de él abundancia de trigo % poder alimentar sus cuerpos, del
mismo modo ho%, a todos los hambrientos de verdad, "os les decimos! 3&d a Tomás4 para que os dé él, que
tiene tanta abundancia, el pasto de la sana doctrina % el alimento de las almas para la vida sempiterna+ 7.

En 6abourdette, Dialogue thologi&ue, p. .

Pío X', !tudiorum ducem$
9PQ7R6C '-
Balance de la erencia cristiana
l t0rmino de este bree estudio sobre los fundamentos de la cultura cristiana,

ha llegado el momento de reunir las tesis esenciales con el propósito de ealuar los
resultados. Para ello, resumiremos en primer lugar los principios que ha desarrollado
cada uno de los tres personajes elegidos para ilustrar las tres disciplinas contenidas
en el dogma, e5traeremos luego los principios comunes, ) sacaremos finalmente las
conclusiones en materia de erdad ) de unidad.
$% *esumen de los autores

ristóteles personifica la filosofía, esa disciplina natural que sire de fundamento
primero a toda la cultura cristiana. 2e hace el defensor apasionado del patrimonio
com3n de la humanidad en lo referente a los conocimientos naturales del mundo. 2e
las tiene que er con los que ponen en duda el ser ) la naturalea de las cosas. Eso
es, de parte de ellos, una actitud suicida. 2i no ha) ni ser ni naturalea, entonces la
le) de la ida esenlalale)
ineitablemente de la eolución
destrucción de todo,)incluida
de la contradicción, que desemboca
la propia eolución. ristóteles
no escatima críticas a los eolucionistas ) sofistas que sólo rumian sus propias
ideas. 6os trata de ciegos ) de intelecticidas. Por egoísmo intelectual se cierran a las
cosas, niegan al otro, o sea, al ser, ) con 0l al 2er supremo. El ilósofo restablece,
pues, la eidencia de que la inteligencia humana est* hecha para conocer la erdad.
2u papel es contemplar el mundo, ) no darle forma seg3n el capricho de sus
categorías mentales. El hombre frente al unierso es un homo sapiens, no un homo
faber . 2iempre atento a la realidad, lee en las cosas su naturalea, su e5istencia )
las le)es que gobiernan el unierso, como los principios de causalidad ) de no
contradicción. 2abe que siempre ser* cierto que un gato es un gato, que un perro es
un perro, ) que un perro no es un gato. En suma, el sentido com3n de ristóteles le
enseña queuna
erdad es ha)) erdades
e5clusia,eternas
) que lofundadas en las naturaleas
que es absolutamente ciertoconcretas, que la
en un momento
dado nunca podr* ser considerado como falso.
9on san gustín entramos de lleno en el terreno sobrenatural. En reacción
contra la tesis pesimista de una creación mala hecha por un Dios cruel, sabe que
Dios es bueno ) quiere la salación de los hombres. 2iendo a3n simple catec3meno,
mide la importancia ) el papel de la Proidencia, que ha tenido que dotar al hombre
BALANCE DE LA HERENCIA CRISTIANA #H
de una :eelación sobrenatural sobre Dios, pues sin ella el hombre no podría
conocer los medios de salación. Ia tenido tambi0n que confiar esa :eelación a
una autoridad suprema en la tierra, a una 'glesia docente, pues sin ella ninguna
doctrina podría estar e5enta de error. Ia tenido igualmente que proteger a esa
'glesia en su papel esencial de guardiana del depósito reelado, sin lo cual habría
fallado en el cumplimiento de su deber. Por 3ltimo, esta misma Proidencia no ha
podido permitir que una sociedad religiosa como la 'glesia católica sea falsa ) ha)a
logrado, en nombre de Dios, conquistar el mundo entero con la 3nica arma de su
santidad. 2an gustín abre los ojos, mira a su alrededor ) e esos monumentos de
la Iistoria que son el ntiguo ) >ueo 7estamento, pero tambi0n a la 'glesia
católica, llena de ida en aquel cuarto siglo despu0s de las persecuciones romanas.
2abe que no ha) efecto sin causa ) que, si los efectos son reales ) diinos, las
causas deben ser igual de reales ) diinas. 6a historia de la conersión del santo
Doctor nos muestra que su fe no ca)ó de las nubes, sino que est* profundamente
anclada en un hecho concreto4 que Dios ha hablado a los hombres, tanto en el
>ueo 7estamento por su Iijo 8esucristo, como en el ntiguo 7estamento, ) que
esto es una erdad histórica, al mismo título que el Eangelio ) la 'glesia. sí, el
itinerario espiritual de san gustín demuestra ante todo que la erdad cristiana se
funda en una eidencia, la eidencia del hecho histórico de la :eelación de Dios.
Por 3ltimo, en materia de teología, santo 7om*s, ali0ndose del apo)o de la
filosofía natural ) de la :eelación sobrenatural, pudo elaborar su obra de síntesis
que e5plica a una por la otra. 6as dos sabidurías, por supuesto, eran dos caminos
distintos, pero /podían unirse en alg3n momento para alcanar la misma erdad, o
debían oponerse siempre1 lgunos hablaban de dos erdades independientes e
incluso contradictorias, de manera que se podría estar obligado a creer por fe diina
lo que científicamente fuese falso e imposible. Esta gente profesaba el fideísmo
ciego que pretende que la fe no puede basarse en motios racionales. Dios es
absurdo porque es misterioso, ) por lo tanto .redo &uia absurdum# @creo porque
es absurdo@. 2anto 7om*s le declara una guerra a muerte a ese sofisma de las dos
erdades, ) le opone su obra teológica fundada en una nuea erdad de sentido
com3n4 la armonía entre la creación ) la :eelación, entre el orden natural ) el
orden sobrenatural, porque ambos proceden del mismo Dios. mbas ciencias, la de
la filosofía ) la de la :eelación, est*n hechas para unirse, ) han de engendrar al fin
una nuea ciencia4 la teología. hora bien, sólo puede haber una erdadera
:eelación< ) lo mismo ha) que decir de la filosofía realista, puesto que se basa en
los datos del sentido com3n. De ahí se sigue, por lo tanto, que la combinación de
ambas, la teología católica, es tambi0n una sola. 6a ciencia teológica, la que une
rigurosamente los datos de la fe con las conclusiones teológicas a tra0s de la
filosofía realista, ha de ser necesariamente una sola, ) esta ciencia, en sus líneas
esenciales, es la teología tomista. De este modo el dogma goa de la misma
infalibilidad que era atributo de las erdades reeladas ) de las erdades del sentido
com3n. + si ha) un progreso dogm*tico, deber* ser en el sentido del pasado, en
perfecta concordancia con los dogmas definidos precedentemente. De esta manera,
con el correr de los tiempos, la formulación dogm*tica puede haber sido m*s o
menos precisa, pero nunca falsa, de modo que permita negar ho) lo que afirmaba
a)er.
#J CIEN AÑOS DE MODERNISMO
&% La unión de los principios

6as diersas disciplinas afines al dogma, a pesar de sus diferencias, tienen
puntos comunes que ha) que subra)ar. En la base de la filosofía eterna, de la
:eelación
realismo, al cristiana e, indirectamente,
que acompaña naturalmentede la óptica
una teología escol*stica, ha)
resueltamente un profundo
optimista.
Por lo que se refiere al realismo, es necesario comprender que la filosofía parte
de la realidad ) nunca se separa de ella. Este realismo percibe las esencias de las
cosas< supone que estas esencias reales son el objeto del pensamiento ) pueden
fecundar la inteligencia. 6o mismo puede decirse de la :eelación, que se funda en
un hecho concreto tan real como la e5istencia de >apoleón, a saber, el hecho de
que Dios habló por medio de sus profetas ) de su Iijo 8esucristo, que se encarnó
realmente. 6a teología se funda en el 3nico Dios erdadero, que es a la e el autor
de la naturalea ) de la :eelación. 9omo puede erse, las tres disciplinas se
fundan en tres eidencias< en 3ltima instancia, en tres eidencias de los seres ) de
los hechos istos ) oídos.
Este realismo es el fundamento de un optimismo radical, pues sostiene que la
inteligencia es capa de comprender ) de e5presar la realidad ) la erdad. En el
marco del realismo optimista la :eelación, al igual que la religión, no es un salto al
acío o al absurdo, sino al contrario, un salto a lo eidente ) a lo raonable. Porque
todo, en la 'glesia católica, es racional o al menos raonable. 6os misterios diinos
son suprarracionales, pero est*n fundados en motios racionales de credibilidad.
2anto 7om*s decía que no emos a Dios, pero emos a todas luces que
debemos creer en Fl. Para creer, el fiel ha de jugar la erdad de su religión, ) eso
sería una locura si no tuiera ninguna eidencia de ella. 2in esa eidencia su fe en
Dios, que es el acto m*s eleado de la facultad m*s noble del hombre, sería el acto
m*s antihumano
inestigación del mundo.
se llea a caboDesde una perspectia
en plena realista )loscatólica,
lu, para descubrir motiostoda
de
credibilidad, es decir, las señales irrefutables de la :eelación histórica4 los
milagros, las profecías cumplidas ) la santidad real de los miembros de la 'glesia.
sí como una cura en la carretera obliga forosamente al conductor a formular un
juicio, ) así como el principio de causa ) efecto llea necesariamente al científico a
llegar a una conclusión, del mismo modo los motios de credibilidad muestran al
cre)ente que debe creer, ) proocan su asentimiento. 6o que es erdad para la
filosofía ) para la fe, tambi0n lo es para la teología. De modo que los modernos,
aunque se ha)an quejado a menudo de la aride de la teología tomista, jam*s han
podido impugnar raonablemente sus bases bien fundadas, su fuera intelectual )
su rigor científico.
'% Las propiedades de la (erdad

Estas mismas disciplinas coinciden al describir las propiedades de la erdad, en
cualquier niel, natural o sobrenatural, en que se encuentre. Esas propiedades se
reducen a tres, que se corroboran mutuamente4 la erdad siempre es
perfectamente definida ) concreta< por consiguiente, es e5clusia< ) por lo tanto, es
esencialmente inmutable. >o se trata aquí de tesis lloidas del cielo, sino de
eidencias dignas de Perogrullo, por lo que son ine5pugnables.
BALANCE DE LA HERENCIA CRISTIANA #G
En primer lugar, la erdad es eminentemente concreta, por la simple raón de

que es la conformidad del pensamiento con la cosa singular, perfectamente
definida. 2ólo son erdaderas las cosas reales, de carne ) hueso, mientras que las
ideas quim0ricas ) las im*genes son falsas4 les falta el ser, la ida ) la acción. El
presente es erdadero ), en rigor, lo es tambi0n el pasado, mientras que el futuro
no lo es. Es erdadero lo simple ) lo particular, pero no lo uniersal, en el sentido de
que no e5iste en la realidad concreta. E5isten Pedro ) Pablo, pero a3n no hemos
isto nunca a doña Iumanidad paseando a su perro por la calle.
En segundo lugar, si la erdad pertenece al orden de lo concreto, es
escandalosamente discriminatoria. +a antes de abrir los ojos debemos e5cluir toda
una serie de juicios, como el de la cuadratura del círculo, porque lo erdadero, por lo
menos, debe ser posible. Pero el hombre se uele restrictio sobre todo cuando
comiena a jugar las cosas, )a que todo juicio es una elección, ) la elección es
e5clusia. 2i digo la erdad al afirmar que la pared es blanca, mentiría afirmando
que es negra o gris, o simplemente que no es blanca. Enunciar una erdad es tomar
partido, es adoptar
sí, en filosofía, una postura
ristóteles que rechaa
afirmó el ser )implícitamente
se alejó por lolas posturas
mismo contrarias.
de la postura
opuesta de Ier*clito. + en materia de :eelación diina, los póstoles afirmaron
que 8esucristo e5istió ) dijo ser Dios, ) por eso mismo rechaaron como falso ) no
histórico el hecho de que 8esucristo no ha)a e5istido ) no ha)a dicho ser Dios. 6o
mismo ale para el dogma4 afirmar la encarnación de 8esucristo es rechaar como
falso ) no histórico el hecho de que 8es3s no sea el Dios encarnado.
6a 3ltima propiedad de la erdad es su car*cter inmutable ) absoluto. 6a erdad
recibe ese car*cter inmutable de las esencias eternas ) de los hechos concretos. En
el caso de las esencias, es eidente que, desde que hubo un gato en el mundo, la
especie gato (la felinidad& e5istir* para siempre, aun cuando desaparecieran todos
los gatos. 6os principios de no contradicción ) de causa ) efecto son principios
mucho m*s inamoibles que los cimientos de la tierra, porque rigen tambi0n el
cielo. 6o mismo sucede con los hechos concretos. Decir que 9arlomagno fue
consagrado Emperador en el año L"" es enunciar una erdad pasada pero
eternamente cierta, porque lo que sucedió no puede no haber sucedido. + puesto
que es inmutable, la erdad tambi0n es absoluta ) rechaa cualquier relatiismo, es
decir, no admite e5cepciones ni grados. sí, el principio de causalidad tiene alor
uniersal4 nunca habr* humo sin fuego, ni en ?arte ni en la 7ierra. Es tan absoluta
que no admite grados, de modo que, por ejemplo, se es hombre plenamente o no se
es. uien es hombre no es m*s o menos mono o burro. Por eso, en filosofía, e5isten
erdades eternas ) absolutas. Por eso, el hecho concreto e histórico de la
:eelación de Dios a los hombres es una erdad eterna ) absoluta. Es eterna )
absolutamente
hombre ) le dijocierto
tales que Dioscosas,
o cuales habló )enque
tal constitu)ó
o cual lugar ) se manifestó
a Pedro a tal de
como garante o cual
esa
:eelación. Por eso, el dogma es infalible, porque es la rigurosa conclusión de los
datos infalibles de la filosofía ) de la fe, aunque utilice para ello el lenguaje fle5ible
de la analogía, a fin de poder pasar de lo creado a lo increado, de los seres al 2er.
Estas conclusiones son erdades analógicas que dicen de manera erdadera,
inmutable ) absoluta que Dios es erdadero, bueno, misericordioso ) santo, pero
tambi0n que lo es mucho m*s de lo que nosotros jam*s podremos imaginar.
#L CIEN AÑOS DE MODERNISMO
5% /l principio de unidad
Desde una isión realista, la cuestión de la unidad se suma necesariamente a la
cuestión de la erdad, la cual se suma a su e a la cuestión de la realidad, del ser )
del
a lohecho histórico.
que es, El 3nico
cualquiera quecometido del filósofo
sea su estado realista
de *nimo o es
susajustar su pensamiento
intereses. 6a pa de
espíritu ) de coraón se alcana sólo a este precio. 6a inteligencia es la facultad de
la erdad, ) se hace falsa desde que deja de conformar su pensamiento con la
realidad. uerer pensar sin pensar la erdad es mentirse a sí mismo. uerer
alimentar la propia inteligencia con fantasías es querer iir a la buena de Dios. Por
eso, pretender unir los espíritus en un pensamiento falso a sabiendas, lejos de ser la
meta del sabio, es el colmo de la ceguera filosófica.
Estas obseraciones alen tambi0n para la fe en la Palabra de Dios ) la teología.
Estas disciplinas est*n hechas para conocer a Dios ) no para desconocerlo o, peor
a3n, ignorarlo. 6a ignorancia de Dios es el primer ) peor insulto que se le puede
hacer, como si Dios ) su :eelación fueran un lujo innecesario del que se puede
prescindir. Por eso mismo la religión, que une al hombre con Dios, depende primera
) principalmente del erdadero conocimiento del Dios erdadero. Por eso mismo,
todo amor que no se guíe por la erdadera fe no sólo ser* una caridad falseada, sino
una falsa caridad. 6a primera caridad es la caridad de la erdad, ) pretender amar a
Dios sin querer someterse a su :eelación es injuriar a la erdad de Dios.
9omo se e, desde una perspectia realista, las disciplinas inculadas con el
dogma ) la religión no pueden llegar a un acuerdo fuera de la erdad, fuera del ser
de las cosas, fuera de los hechos concretos ) del ser de Dios. 6a erdad cristiana no
admite en ning3n caso una unión que haga abstracción del erdadero Dios ) de la
:eelación concreta. >o admite una reunión artificial de las distintas 'glesias por un
pacto de no agresión que deje de lado los puntos de discordia. 2emejante actitud
sería un insulto a los no cre)entes ) a los no católicos, por considerarlos incapaces
de desear la erdad ) el bien. En realidad, el sincretismo de las religiones sólo
puede llear al m*s puro ) simple escepticismo, ) hace que nadie crea )a en nada.
2e olida de que Dios es un Dios celoso, que omita a los tibios ) a los indiferentes.
2e olida del primer mandamiento, que manda odiar a los falsos dioses para amar
solamente al 3nico Dios erdadero con todo el coraón, con toda el alma ) con
todas las fueras. Por eso, el relatiismo doctrinal es la peor de todas las ofensas.
)egunda parte
2ESR>D P:7E
/l modernismo protestante
En el marco del modernismo, es importante estudiar primero el protestantismo

seg3n su fundador ) seg3n su rama liberal. 2i se denomina liberal al protestantismo
radical no es simplemente porque, al igual que el llamado catolicismo liberal,
e5clu)a a 9risto :e) de las sociedades pluralistas modernas. En realidad a
muchísimo m*s lejos. 2e trata nada menos que del calco, o m*s bien del original,
del modernismo llamado ;católico=. >uestro estudio del protestantismo ser*
instructio, pues nos permitir* remontarnos uno o dos peldaños en el *rbol
genealógico modernista, dado que 6utero se relaciona con 0l por sus principios.
;uien siembra ientos cosecha tempestades=. El libre e5amen de 6utero fue la
llae que abrió la ca1a de +andora que había de propagar irremediablemente todos
los males en el mundo de los espíritus.
2e podría decir que fue la repetición del pacto diabólico de los comienos de la
humanidad. 6a 2erpiente prometió a nuestros primeros padres que serían como
dioses, conocedores del bien ) del mal. Por desgracia, sus ojos se abrieron para er
que habían caído, separ*ndose del orden querido por Dios. 6a desobediencia al
orden natural ) sobrenatural, ) el rechao de los dones de la raón ) de la fe,
acarrearon su propia ruina. 6a inteligencia perdió su equilibrio. 2e hio esc0ptica,
recelosa, inestable, ) terminó por unirse a la fantasía m*s nebulosa, pues, como dijo
9hesterton, cuando el hombre deja de creer en la erdad, acaba cre)endo en
cualquier cosa.
Fste es el espect*culo que nos ofrecen los presentes capítulos dedicados al
protestantismo en las tres categorías de la filosofía, la teología ) la :eelación
bíblica. Rna palabra define perfectamente la aparición del modernismo protestante,
antes de pasar íntegramente al terreno católico4 la palabra cr"tica. El principio del
libre e5amen no
libre e5amen inentado por 6utero
aporta nada es Es
positio. la fuente de todas lasdecríticas
una proclamación particulares.
independencia El
contra
toda autoridad e5terior al )o soberano4 0sa es la esencia ) el 3nico punto com3n de
las innumerables sectas protestantes a las que, desde este punto de ista, les
encaja perfectamente dicho nombre. Ese libre e5amen difunde por todas partes sus
frutos ponoñosos. Da origen a la crítica Oantiana en filosofía, a la crítica de los
Eangelios de 2trauss, ) a la crítica dogm*tica de 2chleiermacher. Pero, sea cual
BALANCE DE LA HERENCIA CRISTIANA %
sea el campo en que se aplique, la cr"tica es siempre un elemento destructor que

corroe toda erdad, lo mismo que los *cidos corroen los metales.
9PQ7R6C -
Lutero6 padre del modernismo protestante
l echar un istao en un mapa del mundo religioso desde el siglo '- hasta la
:eforma, se obsera f*cilmente la e5traordinaria unidad de pensamiento, de fe ) de
moral, agrupada en torno a la 'glesia católica, difundida por todo el mundo
ciiliado. 9laro est* que aquellos siglos no fueron perfectos ni siempre sublimes,
pues los hombres son humanos ) tienen sus icios, que son sus inseparables
compañeros. Pero al menos el mundo cristiano era uno. Estaba unido por la misma
fe en un Dios bueno, que quiere la salación de sus criaturas< por el mismo código
moral, que establecía un*nimemente que tal acción es buena ) tal otra mala< ) por
la misma autoridad diinamente establecida, a la cual se obedecía igual que a Dios.
Rn siglo despu0s de 6utero, el mismo mapa muestra una profunda ruptura en la
creencia religiosa, pues lo que era uno aparece desde entonces como un jarrón
hecho añicos. Iabía ocurrido una erdadera reolución que tenía diferentes facetas,
política, internacional, sin mencionar el aspecto social de las costumbres. Pero el
coraón de esta reolución que diidió para siempre a la Europa cristiana fue la
teología. El epicentro del ciclón se encontraba en las concepciones irreconciliables
sobre Dios ) su plan de salación para con los hombres.
Iablar de la teología de la :eforma equiale a señalar con el dedo a 6utero, su
padre. Debemos remitirnos a 0l para comprender la raí de la :eolución que
produjo la :eforma< debemos estudiarlo de cerca para entender la naturalea del
moimiento modernista, que se desprendió del luteranismo como un fruto maduro.
De 6utero se puede decir con toda erdad que la doctrina es igual al hombre. l
remontarnos en el origen de sus ideas, podremos deducir f*cilmente las
consecuencias de sus principios en los diersos *mbitos del dogma, la filosofía, la
e50gesis ) la teología. Estaremos en condiciones de poder jugar que esos
principios est*n en flagrante contradicción con el luteranismo tal como se constitu)ó
m*s tarde.
$% De tal (ida6 tal doctrina
2i para ilustrar la doctrina ) la ida de santo 7om*s de quino pudimos hacer
alusión a los compositores cl*sicos, en el caso de 6utero le ienen como anillo al
dedo los comienos de la 0poca rom*ntica. El romanticismo es el florilegio de las
sinfonías de Keethoen, en las que lo pasional domina a lo racional, ) la fuera
LUTERO %#
suplanta al espíritu. 6utero, como Keethoen, sentía dentro de sí los impulsos

pasionales ) obraba bajo su influencia.
?artín 6utero (%L#$H%J& era hijo de humildes campesinos. 2u madre, cristiana
piadosa, era propensa
la encarnación del juea intratable,
er al demonio
que en todas
nunca le partes, mientrashaber
iba a perdonar que sudejado
padre aera
la
familia para hacerse monje.  los einti3n años, despu0s de haber hecho estudios
de derecho, ) presa de desesperación durante una tormenta, hace oto de
entregarse a Dios, ) al cabo de quince días ingresa en el monasterio de los
agustinos de Erfurt, ciudad uniersitaria de 2ajonia. 2u carrera de monje sacerdote
es fulgurante. l año siguiente hace sus otos perpetuos, ) se ordena de sacerdote
algunos meses m*s tarde. 2ólo a partir de ese momento sigue estudios teológicos
cortos pero serios. En H"L es trasladado a su uniersidad natal, en la que ejerce
como profesor. En pocos años llegaría a ser subprior de ittenberg, doctor en
teología ) portao en :oma de las querellas de los conentos agustinos en litigio.
2us estudios en el conento lo ponen en contacto con san gustín, del que cree
poder inferirdeducir
cree poder la inutilidad de la raón
el desprecio ) de
por las la oluntad,
obras ) con
e5teriores. los místicos,
7ambi0n de quienes
se familiaria con
la escol*stica decadente, sobre todo la de Cccam, el filósofo que sostenía que las
palabras carecen de sentido ) que la ida sólo se encuentra en 9risto ) en la
2agrada Escritura. 2iendo a3n joen doctor, en su comentario a la epístola a los
:omanos, el hermano ?artín enseña desde HH su nueo sistema sobre la
justificación, que serir* de base a toda la teología luterana. Iabía nacido el
moimiento de la :eforma.
/9ómo llegó 6utero a ese punto1 ?uchos historiadores esquian este
interrogante, proponiendo respuestas partidistas. Rnos pretenden que un buen día
descubrió en la biblioteca de Erfurt una Kiblia reci0n impresa. Ctros en en el
hermano ?artín a un monje incapa de controlar sus pasiones inmorales. 9on el fin
de atenernos a la erdadera historia, nada mejor que reelar el alma de este fraile )
el drama que iió en aquellos años cruciales.
/u0 car*cter tenía ese fraile agustino1 2i dentro del corpulento santo 7om*s se
escondía un espíritu superior, 6utero es un I0rcules de oluntad, de pasión ) de
fuego, dotado de una inteligencia m*s bien limitada ) sobre todo pr*ctica. 7odos los
historiadores lo describen como el alem*n por e5celencia, un Cdín cristiano, un
erdadero 7or. Est* dotado de una naturalea realista ) lírica, aliente pero
impulsia, sentimental e hipersensible. Es un espíritu olc*nico a lo io, ehemente
en todo, aun en su generosidad ) en su ternura. De naturalea ardiente, briosa )
apasionada, sufre desma)os s3bitos ) momentos de profunda tristea. En 0l la
depresión es tan profunda como e5uberante la alegría. /2e debe esto tal e a una
educación timorata ) mal equilibrada1 /C se debe m*s bien a sus crisis de
escr3pulos o al pensamiento constante del misterio de la predestinación, que lo
acosa1 En sus momentos de optimismo natural, la pasión se adelanta f*cilmente a
las ideas, como sucedía en sus antepasados. 7iene instinto guerrero ) se lana con
todos sus bríos en las discusiones, que saborea con pasión. 2e lo presenta auda )
ehemente en defender su causa, raón por la cual el joen maestro fue eniado a
:oma para litigar la causa del monasterio. Espíritu pr*ctico ) e5peditio, prefiere
refutar a su adersario antes que escuchar al bando opuesto. 6utero, aunque sólo
fuera por su lenguaje llano, con su e5traordinario poder de imaginación ) su
%% CIEN AÑOS DE MODERNISMO
torrente de palabras, es un predicador sobresaliente, lo que le aldr* ser

considerado como uno de los m*s importantes creadores de la lengua alemana
moderna. 2us palabras son armas de guerra. Ia) energía en su talento, ehemencia
en sus palabras, una elocuencia brillante e impetuosa que transporta de admiración
) encanta a las masas, una audacia e5traordinaria ante los aplausos, acompañada
de un aire de autoridad que hace que sus discípulos tiemblen ante 0l ) no se
atrean a contradecirlo en nada, por grande o pequeño que sea. En esto radica su
fuera ) su debilidad.
Iabiendo entrado en la ida religiosa m*s por arrebato que por atractio, como
confesar* m*s tarde, el hermano ?artín es en sus comienos un religioso cumplidor
) diligente, deseoso desde luego de alcanar la perfección en su estado sacerdotal,
aunque predispuesto a la ansiedad ) al escr3pulo. >o tarda en obserar que todos
sus actos piadosos, sus ;buenas obras=, no producen aparentemente ning3n
cambio en 0l, ) así llega a la conclusión de que eso no tiene ninguna importancia a
los ojos de Dios< o, para utiliar sus propias palabras4
«$uando era mon-e, ten'a la costumbre de creer que mi salvación estaba comprometida tan pronto como
sintiera la concupiscencia de la carne, es decir, un movimiento malo contra alguno de mis hermanos, de
envidia, de ira, de odio, etc. @iempre me atormentaba la idea de que todas mis buenas obras fueran in;tiles+ 2.
En esa co)untura nuestro monje parece haber cometido dos errores sobre los
principios de la ida espiritual. En primer lugar, debido a su temperamento
sentimental, procura con demasiado ahínco e5perimentar los consuelos sensibles.
6o esencial es sentirse en estado de gracia (Acomo si la gracia pudiera sentirseB&. 6a
doctrina que enseña que la gracia es infundida en el alma cuando se borra el
pecado, lo llea casi al punto de perder la esperana en Dios, porque no había
e5perimentado en sí mismo la purea absoluta de la gracia. 2u segundo error es el
de querer alcanar la irtud ) la perfección m*s por sus propias fueras que por la
gracia de Dios. escrupuloso,
que, siendo Ese oluntarismo indiidual
considera suses a3n m*s peligroso
primeras por el sensuales
impresiones hecho de
inoluntarias como pecados, ) pretende alcanar una santidad que no manifieste el
menor indicio de debilidad humana. Durante die años ie con el alma
atormentada por el terror de la condenación eterna. 2e le aconseja entonces que
ponga toda su confiana en el :edentor del g0nero humano, que no ha muerto en
ano.
Para salir de este estado de tortura interior en el que lo habían confinado sus
escr3pulos ) su oluntarismo orgulloso, se lana al actiismo, a la predicación ) a la
enseñana. 2e e tentado entonces de desesperación4 ;9ont0ntate con ser lo que
eres, *ngel caído, criatura deforme< tu cometido es hacer el mal, porque tu mismo
ser es malo=. Es la r0plica del drama que iió el mismo san Pablo4
«Beo en mis miembros una le% que lucha contra la le% de mi esp'ritu, % que me tiene cautivo ba-o la le% del
pecado, que reside en mis miembros. (obre de m'* C>uién me librará de este cuerpo de muerte (La gracia de
Dios por Fesucristo "uestro @e<or*+ 7.
A8esucristoB Desde hacía mil quinientos años, 0sa era la respuesta a la
angustiosa pregunta de la salación. 2aulo se conirtió en san Pablo porque se
arrojó en los braos de su Dios. Eso lo distingue de 6utero, quien, en e de inocar

6utero hacia el fin de su ida, en Iughes, A +opular 2istory of the Reformation, p. "%.

:om G4 #$%.
LUTERO %H
a su 2alador, se resigna a las pasiones bajas4 ;6a concupiscencia es inencible=.

Empiea entonces a firmar sus cartas como ;6uder, hijo de d*n el desterrado=.
Iemos isto hasta ahora la historia del monje escrupuloso que se hunde en la
desesperación.
reformador, pues,Pero 0se es
a pesar de el
su momento en que
desesperación ) detodo comiena perersa,
su resignación para 6utero el
logra
recobrar la santidad. Para celebrarlo, en lo sucesio se har* llamar Lutherius, ?artín
el liberado. Desde hacía die años, 6utero se eía acosado por el problema de la
salación, ) en ano buscaba la manera de eitar la furia del justo 8ue. En HJ,
durante una lectura de la epístola de san Pablo a los :omanos, descubre por fin el
argumento decisio4
«orque la -usticia de Dios se revela de fe en fe, seg;n está escrito! 3/l -usto vivirá por la fe4+ 2.
El hermano ?artín e5plica que, seg3n san Pablo, la justificación de Dios consiste
en cubrir con un manto puramente e5terior ese montón de pecados que es el
hombre. Para ser justo, el hombre pecador sólo necesita la fe. 7ambi0n cree poder
deducir
libertad,de san Pablo
) que no es que
m*stodos loscaballo
que un actos del hombrepor
montado sonDios
pecaminosos, que noseg3n
o por el diablo, tiene
cu*l de los dos se ha)a subido encima. 9omo no es m*s que un animal depraado,
el hombre no puede hacer nada por sí mismo para salarse. Es in3til dedicarse a las
buenas obras, puesto que 9risto )a lo ha hecho todo en nuestro lugar. 6a salación
sólo se consigue cuando el hombre pone toda su fe, es decir, una confiana ciega,
en 9risto. Esa confiana lo llea a proferir su +ecca fortiter sed crede firmius# @
peca con fuera, pero cree a3n con m*s fuera@. Este a5ioma no debe entenderse
como la glorificación del la5ismo moral. 6a primera parte, pecar o no pecar, no tiene
importancia< lo que cuenta es creer. 9reer, seg3n nuestro autor, es tener una
confiana tan firme como ciega. 6a ida cristiana no es m*s que un continuo
ejercicio por sentir que no hemos pecado aun cuando pequemos, ) que nuestros
pecados son cargados sobre 9risto.
Es eidente que toda la doctrina de 6utero es el resultado de una e5periencia
personal. 7ransforma sus necesidades en erdades dogm*ticas. 2us sentimientos
íntimos se conierten en principios teológicos, ) su caso particular en le) uniersal.
2ediento de seguridad moral ) de libertad espiritual, se libera de los escr3pulos de
conciencia desesperando de toda obra buena ) arroj*ndose, como pecador que es,
en los braos de 9risto. 9uando surge la cuestión de las indulgencias )a hace m*s
de un año que predica esa doctrina en la uniersidad. 2i, de hecho, los abusos de las
indulgencias fueron la chispa que debía proocar el estallido, eran tan sólo un
prete5to para iniciar la rebelión. 9uando claa las noenta ) siete tesis sobre las
indulgencias en las puertas de la iglesia de ittenberg en HG, 6utero )a tiene lista
su propia doctrina sobre los temas fundamentales de la salación eterna, la justicia
de Dios, la fe ) las buenas obras.
2u reclamo fundamental, ) el del protestantismo, no tiene que er ni con los
abusos de las indulgencias, ni con los esc*ndalos del clero, ni siquiera con sus
propios errores teológicos, que llean directamente a la inmoralidad ) a la
blasfemia. >o. 7odo el drama de la rebelión radica en que un monje pretende borrar
quince siglos de posesión apacible de la erdad diina, ) consigue sub)ugar con
gran 05ito a las multitudes proclam*ndose iluminado directamente por Dios. El

:om 4 J$G.
%J CIEN AÑOS DE MODERNISMO
fondo del problema es que 6utero se jacta de comprender a san Pablo mejor que
nadie hasta ese momento, mejor a3n que la portao ) guardiana de la palabra
diina, la propia 'glesia. 6a gran ictoria de 6utero consiste en que, mediante la
oferta seductora de un paraíso autom*tico ) gratuito, ese orador de genio ha)a
logrado apartar a media cristiandad de lo que había creído sin discusión hasta ese
momento, ) la ha)a lleado a aceptar su doctrina del paraíso gratuito simplemente
porque 0l se decía m*s sabio que los dem*s. El libre e5amen es, por lo tanto, el
fondo ) el eje de la :eforma. 6utero profesaba el libre e5amen, que sería, m*s que
cualquier otro punto de doctrina, el cataliador m*s efica para destruir lo que la
'glesia tiene de m*s precioso. El libre e5amen firmaba, de hecho ) de derecho, la
muerte de todo el tesoro de la 'glesia.
&% /n #iloso#ía4 ignorantismo " egologismo

6a edad de la escol*stica decadente ) del :enacimiento pagano, desdeñosa de
las ideas ) faorecedora de cualquier indiidualismo, no estaba hecha para
promoer
ciencia, selamuestra
sana filosofía. 6utero,
digno hijo al hacer
de su 0poca,profesión
m*s a3nde escepticismo
cuando en materia
su inclinación de
natural
priilegiaba la oluntad en detrimento de la raón. 2us discursos son m*s directos
que sutiles. ristóteles es el sost0n impío de los papistas, ) es para la teología lo
que las tinieblas son para la lu. 2anto 7om*s, por su parte, nunca entendió ni un
solo capítulo del Eangelio o de ristóteles. 2emejantes e5ageraciones erbales
concuerdan perfectamente con la doctrina luterana de la naturalea del hombre,
totalmente iciada por el pecado original. 6a raón, lo mismo que la naturalea, est*
intrínsecamente manchada, de manera que todas las ciencias especulatias son
errores. 6utero no es un doctrinario que raone sus principios, sino un líder
carism*tico que se apodera de la multitud ) la dirige por intuición, despreciando por
completo las le)es de la lógica.  quien le reproche sus contradicciones e
inconsistencias, le responde con la iolencia ) las inectias erbales, sin
preocuparse de refutarlo racionalmente.
6utero, por basarlo todo en la creencia en detrimento del sentido com3n, es
fideísta. En efecto, su ;fe= no se sostiene en nada raonable. Es una seudofe
her0tica que no podía dejar de conertirse en lo que ho) ha llegado a ser para
muchos protestantes, a saber, un salto mortal motiado por un orgullo desesperado,
un arrebato de angustia ) de confiana hacia lo desconocido, procedente de las
profundidades de sí mismo. Dicha fe se basta a sí misma, ) la raón sólo puede
corromperla. El reformador barre así de un plumao mil años de fructíferos
esfueros teológicos4
«La raón se opone directamente a la fe, % as' deb'a ser: los cre%entes deben e1terminarla % sepultarla0 /s la
prostituta del diablo. @ólo sabe blasfemar % deshonrar todo lo que Dios dice o hace. /s imposible reformar a la
&glesia si no se e1tirpa por completo la teolog'a escolástica % la filosof'a, además del derecho canónico0 La
lógica no tiene ninguna utilidad en teolog'a, pues $risto no necesita invenciones humanas+. «La @orbona,
madre de todos los errores, no puede estar más equivocada que cuando declara que si una cosa es cierta, lo es
tanto para la filosof'a como para la teolog'a: fue una impiedad de su parte haber condenado a los que sosten'an
lo contrario+ 2.

?aritain, %rois rformateurs, ;6utero=, cap. %.
LUTERO %G
2i nos atenemos a sus propias palabras, 6utero adopta de buenas a primeras la

teoría de la ;doble erdad= de 2iger, seg3n la cual una erdad de fe puede ser al
mismo tiempo un error científico.
 este
positio aspecto antiintelectual
puramente de laeldoctrina
interior. 9uando hombre luterana
se niegasea suma
seguirun
la moimiento
lu natural
otorgada por Dios ) se muee por la oluntad ciega ) las pasiones bajas, se e5pone
a todos los e5traíos posibles. hora bien, en 6utero reinan el sentimiento ) el
apetito. Est* dominado por las facultades afectias, sobre todo las irascibles, pero
tambi0n por una fuerte tendencia a la melancolía. 6utero e5alta la libertad, la
interioridad de la e5periencia indiidual ) el espíritu personal. Para 0l, su propia
oluntad hace las eces de e5plicación 3ltima e irreocable4 !ic volo, sic 1ubeo, sit
pro ratione voluntas# @así lo quiero, así lo ordeno, que la oluntad haga de raón@.
6utero opone lo interior a lo e5terior. Ia) que rechaar todo lo que iene de afuera,
particularmente los sacramentos ) la 'glesia, pero tambi0n la :eelación diina.
7odo eso est* en consonancia con la lógica del libre e5amen. El padre 9ongar,
admirado ante
cristianismo. 6utero,
/Por qu01no se equioca
Porque al decir
era incapa de 0l que
de recibir algohabía replanteado
que no proinieratodo el
de su
propia e5periencia. Mant desarrollar* m*s tarde el principio de autosuficiencia con
su raón pura, emancipada de las realidades e5teriores.
'% La *e(elación pasada por el tamiz del li0re e7amen

2i 6utero, mereciendo con raón el título de protestante, se sublea contra toda
autoridad que imponga algo desde fuera, inoca la misma independencia de espíritu
respecto de la :eelación, )a se trate de la tradición oral del ?agisterio eclesi*stico,
)a de la Kiblia escrita. El hermano ?artín se rebela primero contra la tradición,
oponi0ndole la sola !criptura @la Kiblia sola@ como norma de fe. 6a sola !criptura
es apenas un
condenado prete5to
siempre para eliminar
la escapatoria la autoridad
doctrinal diinaacababa
que 6utero de la 'glesia, que había
de elaborar para
tranquiliar su conciencia. 6a infalibilidad de la 'glesia, cu)a o al menos era clara )
directa, queda derribada.  partir de entonces ha) que poner en su lugar la
infalibilidad de un libro, de por sí accesible sólo a una fracción insignificante del
pueblo, ) cu)o sentido es causa de iolentas discusiones entre los eruditos. 6a
Kiblia, de la que el mismo 6utero sacar* teorías a menudo aenturadas, se conierte
así en la 3nica fuente de salación. 9ada hombre reformado es sacerdote ) profeta
a la e. 2in embargo, esta actitud es e5tremadamente peligrosa. 6os que siempre
habían estado acostumbrados a creer lo que se les enseñaba por ía de autoridad,
en lo sucesio tendr*n que asumir la ardua tarea de encontrar por sí mismos en las
Escrituras lo que deben creer, ) eso bajo amenaa de horribles penalidades si llegan
a equiocarse.
/>uestro heresiarca tiene al menos la intención de conserar respetuosamente
la 2agrada Escritura1 >o, ese postulado e5agerado de la sola !criptura no es m*s
que un camuflaje para ocultar el principio del libre e5amen, que el heresiarca
e5tiende con generosidad a la misma Kiblia. /caso no afirma que puede jugar e3
gustu et sapore# @por el gusto ) el sabor@ si un libro est* realmente inspirado1 >o
duda en modificar el te5to sagrado. El te5to de la nunciación4 ;6lena de gracia=, se
%L CIEN AÑOS DE MODERNISMO
transforma en4 ;?u) faorecida= . Declara apócrifos los siete libros

deuterocanónicos aceptados en la 'glesia uniersal. Iace alarde del mismo
desprecio por los cinco libros de ?ois0s. >o se sala ni el >ueo 7estamento. cusa
a la epístola de 2antiago de ser una epístola de paja< en la epístola a los Iebreos,
«no ha% que sorprenderse de encontrar palos, heno % pa-a+:
) por lo que al pocalipsis se refiere,
«en mi opinión, no tiene el menor rastro de carácter apostólico o profético0 $ada quien puede formarse su
propio -uicio sobre ese libro: por mi parte, siento aversión hacia él, % eso me basta para rechaarlo+ 7.
Kajo la apariencia del 6utero bibliólatra ) de la sola !criptura se esconde en
realidad un biblioclasta radical.
A+ que, despu0s de todo eso, 6utero enga a quejarse de las libertades
e5eg0ticas que se permiten Marlstadt ) otros colegas su)osB 6legar* al e5tremo de
grabar en su mesa del comedor las palabras de la consagración4 ;Fste es mi cuerpo,
0sta es mi sangre=, ) de e5igir en tono conminatorio que se entiendan esas
palabras en su acepción literal. En realidad, no comprende que 0l mismo ha dado el
ejemplo de la m*s desenfrenada libertad en materia escrituraria. 6e ha quitado a la
Escritura su 3nico apo)o, la 7radición ) el ?agisterio de la 'glesia. Es como si, antes
de escribir las sagradas palabras en su mesa, 0l mismo le hubiera serruchado las
patas. 2i la Kiblia sólo tiene autoridad por sí misma, si sólo es cierto lo que )o jugo
como tal en mi fuero interno, /cómo pueden imponerse a mi creencia unos te5tos
bíblicos escritos sobre pieles muertas1 En realidad, para 6utero, la :eelación es un
asunto personal4 mi :eelación es la :eelación. Despu0s de su ruptura con :oma )
con la 'glesia, a pesar de sus agonías interiores que ir*n en aumento hasta el día de
su muerte, su egocentrismo llega al paro5ismo. 7odo gira alrededor de 6utero. 7oda
le) e5terior es un insulto intolerable a su libertad cristiana.
«"o admito que nadie -ugue mi doctrina, ni siquiera los ángeles. /l que no reciba mi doctrina no podrá
salvarse+ 8.
6utero, en actitud de rebeldía, pretende sustituir a 9risto, ni m*s ni menos.
5% 8na teología in(ertida6 centrada en el om0re

7oda la doctrina luterana procede de la ida íntima del escrupuloso hermano
?artín, desesperado de no poder encer jam*s la concupiscencia antes de acabar
en un egocentrismo e5acerbado. Iace de este drama personal su doctrina uniersal
urbi et orbi. Pero esa doctrina es falsa, impía ) blasfema. -eamos cómo reprueba la
teología católica sobre el pecado original4
«#s', pues, los doctores escolásticos 5católicos6 sólo ense<an error % ceguera en lo que se refiere a este art'culo:
a saber, que después de la ca'da de #dán0 el hombre es libre de hacer el bien % evitar el mal, % también de
evitar el bien % hacer el mal. #simismo, que el hombre, por sus fueras naturales, puede observar % cumplir los
mandamientos de Dios. &gualmente, que el hombre, por sus fueras naturales, puede amar a Dios sobre todas las
cosas % a su pró-imo como a s' mismo.  también que, si hace lo que de él depende, Dios le otorga ciertamente
su gracia+ H.

6c 4 L.

!ammtliche 4er5e (Cbras reunidas& J#, J!$G", en CYIare, pp. "$"#.
#
Escrito en junio de H, en ?aritain, %rois rformateurs, ;6utero=, cap. #.
%
Articles !malcaldi&ues, H#G.
LUTERO %!
2u doctrina al respecto es la siguiente4

«&ncluso después de la regeneración, todos están por deba-o de lo mandado, % no pueden de-ar de ser incapaces
de cumplirlo, pues heredan una naturalea corrompida que fatalmente predispone al pecado. Todo procede de la
gracia,
sido nada de laspor
determinado obras,
Dios%desde
el dontoda
de la
la gracia es sólo
eternidad: el acto
algunos de Dios.
nacen Todo lo que
para salvarse, otroselpara
hombre es o hacesin%aque
condenarse, ha
cuente para nada su propia elección, que en realidad nunca es libre+ 2.
Esta doctrina de la justificación e5terior, que cubre con un elo p3dico la miseria
humana, engendra sepulcros blanqueados. Es profundamente inmoral e impura,
puesto que anula los poderes naturales del hombre, en especial su libertad< le
impide realiar cualquier obra buena< ) lo hace incapa de merecer el cielo con la
a)uda de Dios. corta el brao de Dios, que se e impotente para santificar al
hombre desde su interior. 2eg3n esta doctrina, Dios es una abstracción lejana, que
sala por una ficción jurídica ) no por una erdadera conersión del coraón
efectuada desde dentro. Ia) m*s. Esta doctrina hace injusto a Dios, al imputarle el
doble crimen de mandar lo imposible ) de predestinar tanto al infierno como al cielo
a almas desproistas
conciencia humana, al de imponer
libertad. que
2emejante doctrina
se adore como e5ige el sacrificio
sumamente de la
justa la
arbitrariedad diina. Ese Dios, que 6utero fabricó de cabo a rabo, est* hecho a
imagen ) semejana del hombre luterano, caído, injusto ) priado de raón.
Decíamos que el egocentrismo luterano es doctrinal. Pero lo peor es que se hace
teológico. 6legamos así a lo m*s profundo del misterio de la ;teología= luterana. En
la doctrina católica, todo gira alrededor de Dios, que es la fuente, el centro ) el fin
del hombre. Por el mero hecho de estar ordenada a Dios, la teología católica es una
ciencia sobre todo especulatia. 9omo Dios es su centro, el alma católica se siente
plenamente satisfecha cuando conoce los misterios de Dios ) su amor
misericordioso hacia los hombres. 9omo sabe qui0n es su Dios ) qu0
poderosamente act3a en ella, no se siente torturada por el temor seril de la
condenación. 2abe que cuenta con todo lo necesario para asegurar su salación4 la
fe, la esperana ) la caridad.
El luterano, en cambio, no puede reconocer en Dios a su 9reador ben0fico )
misericordioso. El Dios protestante es el mismo que creó al hombre pererso,
incapa de santificarlo ) dispuesto a castigarlo. El protestante sólo piensa en una
cosa4 eitar la ira diina del 7odopoderoso, a pesar de la concupiscencia indomable
que enenena su naturalea. l haberse conertido en el centro de la religión, el
alma humana busca la salación en la justicia con que se cubre a sí misma. 6utero,
que elimina la caridad ) presera hasta cierto punto el temor seril, hace girar la
ciencia de las cosas diinas alrededor de la corrupción humana. Por esta raón, sin
la absoluta certea de su estado de gracia, el alma protestante no puede e5istir sin
hundirse en la desesperación.
/En qu0 se conierte Dios en esa antropoteología1 ueda reducido a una
entidad abstracta ) lejana, impotente e injusta. 2e habría podido pensar que, seg3n
6utero, Dios estaría tanto m*s implicado en la salación humana cuanto m*s
impotente es el hombre. Pero es al re0s. En realidad, a pesar de las apariencias, el
luterano no debe esperar nada de Dios, porque seg3n 0l, somos nosotros mismos
los que hacemos uso de

6utero, Le serf arbitre$
H" CIEN AÑOS DE MODERNISMO
«la habilidad para saltar de nuestro pecado a la -usticia de $risto, % por lo tanto, para estar tan seguros de poseer
la piedad de $risto como lo estamos de tener nuestro cuerpo+ 2.
6utero, con su absurda gracia e5terior recibida de Dios, se muestra en realidad
como el) fundador
mismo lo deducedel naturalismo
todo m*shombre
a partir del desenfrenado.
en todosEncierra al hombre
los *mbitos, enen
incluso sí
teología.
9% Lutero en las antípodas del luteranismo

l estudiar a 6utero ) su relación con los principios modernistas, no tenemos la
intención de detenernos en el luteranismo. /Por qu01 Porque los principios de 6utero
son modernistas, pero los del luteranismo no. En erdad, la 'glesia :eformada que
fundó 6utero, con su jerarquía, su culto ) sus dogmas, se encuentra en las antípodas
de los principios protestantes. Ia) solución de continuidad, ha) ilogismo completo )
contradicción absoluta en el coraón mismo del protestantismo. El erudito
protestante IarnacO ha subra)ado a la perfección esta tr*gica esquiofrenia del
sistema4
«/l protestantismo padece una antinomia interna que se deriva de su mismo principio. @i no tienes confesión de
fe, Cqué eres C>ué sociedad formas Cor qué e1istes  si promulgas una profesión de fe, si quieres
imponérmela sin darme e1plicaciones % a pesar de la resistencia de mi conciencia, Ccómo puedes seguir siendo
protestante C>ué haces t; que no haga el católico, % contra qué dices t; que Lutero % $alvino tuvieron raón
de rebelarse+.
Del mismo modo, Iauser, refiri0ndose a 9alino, afirma que
«no vio, o no quiso ver, la espantosa antinomia que se encuentra en el fondo mismo de su obra! rehacer una
autoridad, un dogma % una &glesia partiendo del libre e1amen+ 7.
El libre e5amen no es un principio iable, ) la Iistoria no tardó en poner un poco
de sentido com3n en las ideas del hermano ?artín el liberado. 6utero se io forado
a suaiarlo ) aplicarlo de modo selectio, a pesar de la flagrante contradicción. >o
es que a medio camino ha)a renunciado a su principio del libre e5amen, sino que,
oportunista ) pragm*tico como es, el gran libertario se transforma r*pidamente en
un sectario furibundo desde que se atenta contra su propia libertad, es decir, contra
su autoridad. Pero el principio de libertad para todo ) para todos, el libre e5amen,
no podía producir lógicamente m*s que caos, anarquía ) rebelión uniersal,
respecto de todos ) de 6utero en particular. En HH 6utero proclama bien alto que
las autoridades no pueden impedirle a nadie enseñar ) profesar sus creencias. 9inco
años m*s tarde, consumado )a el cisma de los anabaptistas, ordena que las
autoridades entreguen esos bribones a los erdugos. Es que, mientras tanto, el
heresiarca había endido a los príncipes su doctrina de la libertad de la religión a
cambio
a los quedecolmaba
su protección. sí, )pues,
de injurias se había
entregaba a laseparado
justicia dedelos
lospríncipes
campesinos radicales,
alemanes. Era
una elección astuta, porque de ese modo ponía su religión a salo bajo la tutela de
los príncipes todopoderosos. 6e había quitado al Papa su autoridad espiritual para
ofrec0rsela a los príncipes, que serían d0spotas ) papas a la e. Estos tiranos,
promoidos a papas por la oluntad de 6utero, no tardaron en presentar e5igencias
que superaban todo límite, ) al poco tiempo 6utero se eía forado a abandonarles

6utero, %ischreden, H#, en ?aritain, %rois rformateurs, ;6utero=, cap. #.

9itado por . 2abatier, 6ournal de Gen7ve, H de ma)o de L!J, 9f. ?ourret, 2istoire de l-8glise, -, p. #H".
LUTERO H
el resto de dogma ) de ida moral en que 0l mismo a3n no había claudicado, como
el rechao del diorcio ) de la poligamia, entre otros.
Fste era el resultado ineitable del libre e5amen. 2e abandonaba la fe de la
'glesia
'sabel ))de
se Sustao
recibían,dolfo.
en cambio,
+ eranlosimperiosos,
dogmas imperiosos
en Sinebradetal6utero,
e m*sde que
9alino, de
en otra
parte, a tal punto que quien hacía un uso demasiado amplio del derecho del libre
e5amen se jugaba la ida. 9alino, que no toleraba ni la contradicción ni la
competencia, mandaba a la hoguera a todo el que se atreiese a dogmatiar a su
lado, ) en sus libros acribillaba con injurias atroces a quienes no podía alcanar de
otro modo. sí, )a no se estaba con el Papa, pero se seguía a los 9u*queros, a los
hermanos ?oraos, a Mno5 ) a miles de otros que no hacían m*s que demostrar su
impotencia para encontrar la erdad. Erasmo se quejaba de ello, no sin malicia4
«(>ué buen defensor de la libertad evangélica es Lutero* )racias a él, el %ugo que soportamos va a hacerse el
doble de pesado. @imples opiniones van a convertirse en dogmas+ 2.
U
U U
?uchos protestantes sinceros se hicieron eco de estas seeras críticas de los
frutos de la :eforma.  principios del siglo XX, algunos eminentes protestantes de la
lta 'glesia alemana deploraban los frutos amargos de la :eforma ) estimaban que,
en lugar de celebrar el cuarto centenario de las tesis de 6utero, deberían m*s bien
«hacer penitencia vestidos de saco % cenia: que el movimiento de la reforma que ocurrió en 22M logró
algunos buenos resultados, pero contribu%ó mucho más a empeorar la situación: % que ese movimiento e1pulsó
a un demonio, pero introdu-o a otros siete a;n más crueles que el anterior+ 7. «Lutero se adelantó en su siglo
como un demonio, aplastando ba-o sus pies lo que mil a<os hab'an venerado+ 8. «($uánto ha disminuido
nuestra estima por el Neformador después de los estudios que nuestros propios investigadores han hecho sobre
Lutero* ($uánto
libertad se han %encogido
de conciencia, no es as'sus
enméritos*
absoluto*(9ab'amos
(9ab'amoscre'do que le en
reconocido deb'amos el esp'ritu
su traducción de lade=iblia
tolerancia % la
una obra
maestra que ostentaba el sello de la originalidad, % podemos estar contentos de que no se la considere como un
simple 3plagio4* #l -ugar el con-unto de los 3resultados4 de su traba-o, no podemos de-ar de preguntarnos!
/ntonces, Cqué queda de Lutero+ H.
6o que queda de 6utero, responden los católicos, es la ruina de los fundamentos
de la religión cristiana ) de toda religión, bajo el efecto del principio del libre
e5amen, que es el eco del 9on serviam# de 6ucifer. 6a :eforma, en lugar de
reformar realmente al hombre, lo deformó ) lo perirtió literalmente. /9ómo1
Kastaba con separar al hombre del elemento diino, esto es, reducirlo a sus propias
fueras. Iabía que aislar al hombre ) separarlo de Dios hasta en el seno mismo de
la religión. 6utero logró realiar ese espantoso prodigio. 'nentó la religión del libre
e5amen, en laa que
persona. 9reó toda la que
un cristiano fe del
en cre)ente
presenciaprocede de loint0rprete
de la 'glesia, m*s recóndito de su
de la erdad
diina, proclama la soberanía de su propia raón. sí, pues, en la persona de 6utero
asistimos a la aparición del +o al niel del espíritu ) de la ida religiosa. Fsa es toda
la esencia del modernismo, desde Mant hasta nuestros días.

En Ploncard dYssac, La Iglesia ocupada, p. ".

D9, ;:0forme=, col. JLJ.
#
Profesor 2eeberg de Kerlín, en CYIare, )acts about Luther , p. %.
%
Kraun, en Evangelische :irchenzeitung, maro de !#", p. !H, citado por CYIare, )acts about Luther , pp. %$
H.
9PQ7R6C -'
La #iloso#ía del 2puede ser3 de :ant
Iemos tenido el cuidado de subra)ar cómo el luteranismo entra en

contradicción con los principios de 6utero. 6utero, en principio, hace tabla rasa de
todo el pasado racional, histórico ) dogm*tico. Pretende dejar que la libertad
indiidual se e5prese abiertamente, con todo su s0quito de desorden ) anarquía.
Pero como esta doctrina no es iable, pone muros ) barrotes a su sistema ) funda la
'glesia luterana, que es diametralmente lo contrario de aquella libertad de
pensamiento ) de fe. El luteranismo, ) con 0l todas las sectas que de 0l salieron, es
un sistema incoherente que oscila entre dos polos contradictorios4 el libre e5amen )
la autoridad religiosa, la salación por sí mismo ) la necesidad de una 'glesia.
Durante dos siglos el protestantismo dogm*tico se afanó por ocultar p3dicamente
esta deficiencia cong0nita, poniendo de reliee sobre todo el aspecto moral o el
aspecto político ) antipapista< pero esas pantallas no hacían m*s que retrasar la
aparición de una crisis que, tarde o temprano, tendría que estallar con gran
iolencia.
6os erdaderos sucesores de 6utero sacar*n todas las conclusiones lógicas del
libre e5amen. Por medio de su nuea filosofía, de su nuea religión ) de su nuea
:eelación, lo basar*n todo en el hombre ) sólo en el hombre, sin fe ni le), sin raón
ni :eelación e5terior, sin Dios ni nada. Esta ser* respectiamente la obra de Mant,
2trauss ) 2chleiermacher, a quienes estudiaremos en estos capítulos.
'ndiscutiblemente, el primero de ellos ) el erdadero fundador de escuela es Mant, a
quien debemos asociar a Iegel.
6a filosofía eterna, seg3n ristóteles, enseña que las cosas e5isten ) que
podemos conocer su naturalea. Por lo mismo, presupone tres cosas4 que la
inteligencia humana puede conocer la erdad< que puede conocer la realidad
e5terna< ) que conoce el elemento estable del ser, su naturalea ) su esencia. +a
con Descartes ha) un cambio de perspectia4 el cogito cartesiano @;pienso luego
e5isto=@ parte del sujeto para terminar en lo real. El germen cartesiano, junto con
el idealismo de Mant, iban a producir frutos amargos. Mant se anagloria de haber
lleado a cabo la ;reolución copernicana= en filosofía. Durante mucho tiempo se
cre)ó que el 2ol giraba alrededor de la 7ierra, ) 9op0rnico demostró lo contrario,
que era la 7ierra la que giraba alrededor del 2ol. Del mismo modo, siempre se había
aceptado que el espíritu se amoldaba a las cosas con el fin de conocerlas, pero Mant,
KANT H#
al re0s, pretende demostrar que es el objeto el que se amolda al pensamiento, )

que este pensamiento es de hecho el centro de graedad del conocimiento. Mant
sostiene que el hombre no puede conocer la erdad de las cosas ) que la
inteligencia est* replegada sobre sí misma sin ninguna referencia e5terna. Por eso
profesa abiertamente el agnosticismo ignorantista ) el inmanentismo egologista,
confinado a conocer su solo yo. Iegel ataca sobre todo el tercer punto, la
estabilidad del ser, mediante su dial0ctica de la eolución revolucionista. unque a
primera ista pareciera que Iegel encarna mejor el espíritu modernista, entendido
como la eolución de la :eelación a partir de la conciencia, en realidad es Mant
quien le da su e5presión m*s profunda.
$% :ant " su ;poca

El siglo X-''' fue la 0poca de la Auf5l;rung @el 'luminismo@. Mant describe
perfectamente la Auf5l;rung como el esfuero del hombre por liberarse de su
inmadure culpable, es decir, de su incapacidad para raonar sin la a)uda de otro .
Para eso ha) que
del hombre. dejar de
El masón lado a Dios
6essing, en su) aobra
la religión ) reemplaarlos
La Educación por lahumano,
del gnero religión
proponía la religión de la raón pura, emancipada de Dios4
«Cor qué no habr'amos de concebir sencillamente, en todas las religiones positivas, ese orden en que la
inteligencia humana se desarrolla % sigue desarrollándose sola % por s' misma, en ve de criticarlas o burlarnos
de ésta o de aquélla+ 7.
Esa declaración debía inspirar todo el desarrollo o, mejor dicho, la reolución
teológica del siglo X'X. 2u principal agente ) propulsor no fue propiamente un
teólogo, sino un filósofo de la Auf5l;rung, Emmanuel Mant.
Mant nació en MZnigsberg en G%. Era el cuarto hijo de padres honrados, a los
que siempre admiró, sobre todo a su madre4
«Ai madre era de temperamento dulce, afectuosa % piadosa, una mu-er recta % una madre tierna, que educó a
sus hi-os en el temor de Dios por medio de una doctrina piadosa % un e-emplo virtuoso+ 8.
6a educación que recibió de su madre, que estaba afiliada a una secta
protestante pietista, contribu)ó mucho para hacerle aceptar sin contestación el
alor de la moral ) de la religión. l mismo tiempo, en la uniersidad, se inició en las
ciencias modernas, especialmente en el sistema astronómico de >eTton, que lo
impresionó hasta el punto de proporcionarle un segundo hecho, tan eidente e
indiscutible a sus ojos como el de la moral4 la e5istencia de una ciencia positia
necesaria ) uniersal.  e5cepción de una corta ausencia, pasó toda su ida en su
ciudad natal como profesor de lógica ) metafísica en la uniersidad. 2eg3n el poeta
Ieine, resulta mu) difícil escribir la historia de la ida de Emmanuel Mant, porque no
tuo ni ida ni historia. 6leó una ida de soltero metódicamente ordenada )
abstraída, en una tranquila aenida de MZnisgberg, antigua ciudad del noreste de
lemania %. 2u ida es la caricatura misma de la ida de un profesor. 7odo tenía su
tiempo reglamentado4 leantarse, desa)unar, dictar clases, comer, dar un paseo< a
tal punto que, cuando Emmanuel Mant salía de su casa, con su abrigo gris ) su

Mant, 4as ist Auf5l;rung<, en abro, La aventura progresista, p. !G.

6essing, prefacio a L-ducation de la race humaine (GGL&, en 2teTart, *odernism, p. !H.
#
En >ell), *a5ers of the *odern *ind, p. !G.
%
Ib"d$, p. !G.
H% CIEN AÑOS DE MODERNISMO
bastón español en mano, para caminar a lo largo de la aenida, rebautiada luego

como El paseo del filósofo, los ecinos sabían que eran e5actamente las cuatro )
media de la tarde. Mant logró así, pese a su fr*gil salud, llear a cabo una larga
carrera de trabajo intelectual, fruto de sus refle5iones un tanto lentas pero
profundas ) constantes. >o empeó a rumiar el sistema que habría de reolucionar
toda la filosofía hasta el año GG".  pesar de goar de una naturalea m*s sociable
de lo que la pinta Ieine, puesto que su compañía era mu) solicitada en los alegres
salones de la ciudad, es cierto que la moral del deber de este solterón influ)ó
enormemente en el espíritu calinista ) puritano.
En cuanto a su obra filosófica, podemos decir que gira alrededor de las dos
estrellas de su juentud4 la eidencia de la ciencia física neTtoniana ) la certea de
la le) moral en el fondo del coraón, inspirada en :ousseau. 7oda su ambición
intelectual, todo su sistema filosófico, est* construido para defender esos dos
puntos cardinales contra iento ) marea, a tal e5tremo que quiso que se escribiera
sobre su tumba4 ;El cielo estrellado encima de mí ) la le) moral dentro de mí=. El
epitafio
efecto, elpodría serirfilosófico
sistema de epígrafe a sus se
de Mant obras,
las pues las para
ingenia resume perfectamente.
reconciliar En
estas dos
erdades intangibles, la física neTtoniana ) la moral rousseauniana, ) al mismo
tiempo para confinarlas en dos campos distintos, con el fin de eitar cualquier
conflicto entre ellas.
En consonancia con el empirista ingl0s Iume, Mant reconoce que las cosas
e5isten realmente, pero tambi0n que no es posible conocerlas tal como son. 6a
3nica ciencia realmente cierta es la física e5perimental de >eTton, que no capta la
realidad en sí misma, sino sólo los fenómenos, es decir, las cosas tal como aparecen
a tra0s de las gafas de la inteligencia humana. lgo ha) tras esos lentes
informantes ) deformantes, pero no se puede saber si transmiten realmente lo que
se encuentra detr*s del cristal. 6as sustancias, el )o ) Dios, la realidad m*s all* del
sujeto que conoce, todo eso pertenece al orden de la terra incognita, tierra
desconocida ) no man-s land. Por esta raón la metafísica, que trata de las ;cosas
en sí=, es incierta ) a menudo falsa. De eso trata su primer libro4 La cr"tica de la
razón pura. Pero en el segundo, La cr"tica de la razón pr/ctica, defiende la moralidad
pietista ) deuele a la metafísica el alor de conocimiento que acaba de quitarle en
la física. 2e justifica de ello4 ;Ie destruido la raón para dar paso a la fe= . 6a
metafísica, in*lida en el campo científico, puede llegar a ser *lida cuando se la
utilia en proecho de la ida moral, reducida como est* a una fe ciega. 6as ;cosas
en sí= del mundo real son falsas desde el punto de ista científico, pero erdaderas
desde el punto de ista moral, puesto que son 3tiles para iir. 6o que en realidad
es dudoso se conierte en certea pr*ctica mediante la arita m*gica de la moral
del deber. El m*s
conocimiento all*,
físico Dios, el mundo
) científico, pero ) el ;)o=
deben con su
e5istir, libertad,
puesto quenoson
sonmoralmente
objetos de
necesarios. Pertenecen al orden del ;puede ser=, pero no obstante ha) que iir
;como si= fueran. El hombre niega todo conocimiento raonable del mundo de las
cosas, pero debe obrar como si supiera mucho al respecto. >unca se sabe de seguro
qu0 ha) detr*s de las gafas, pero debemos iir como si estui0ramos seguros de
esas cosas.  tra0s de semejante dualismo, que separa herm0ticamente el orden
pr*ctico del orden especulatio, Mant logra preserar las dos estrellas fijas de su
Ib"dem, p. .

KANT HH
ida. >os falta er m*s en detalle de qu0 modo un sistema como 0ste es
fundamentalmente ignorantista ) egologista.
&% </l ser es= >Puede ser?

Ieine se quejaba de que Mant fuera un comerciante mequino que la naturalea
había hecho para pesar t0 ) a3car. Por desgracia Mant, rebasando sus límites
naturales, se hio pensador, ) su pensamiento llegó a destruir todo un mundo. + eso
que durante los primeros años de la ocación de escritor de Mant, en Prusia se
perseguía abiertamente a los herejes. El profesorcito de lógica de MZnigsberg )a
había publicado algunas obras de estilo confuso, que sólo podían interesar a algunos
intelectuales originales, cuando sacó a la lu su .r"tica de la razón pura en GL. 2u
estilo complejo ) engorroso lo saló de la censura del ?inisterio de Educación
prusiano. El inquisidor que en Kerlín hubiese querido condenar su obra, se habría
isto en un aprieto para e5traer de ese libro una sola herejía contra la fe luterana<
había tenido mu) poco 05ito, poca gente lo leería ) desde luego nadie lo
comprendería. Esealibro,
paso poco a poco partiraunque
de ese desconocido
momento. 2een hasus orígenes,enhaelido
conertido abri0ndose
manifiesto del
idealismo, porque niega a la inteligencia el poder de conocer la realidad. Es el
agnosticismo subjetio, la filosofía de lo incomprensible. Mant ha sufrido la influencia
de sus contempor*neos, ) su sistema pretende conciliar el escepticismo del ingl0s
Iume con la ciencia física de >eTton. Para ilustrar cómo comprende Mant el
misterio del conocimiento, imaginemos un di*logo entre los dos filósofos durante
una partida de petanca4
— >uerido 9ume, mi primera bola quedó a dos dedos del boliche. (Te toca a ti desplaarla*
— #h' va, querido Oant. (Aira* Tengo la impresión de apartar tu bola con la m'a, pero es sólo una ilusión.
Desde mi más tierna infancia aprend' a asociar el antes % el después como la causa % el efecto, de manera que el
primer
color demovimiento de la bola ser'auno
acero, dos movimientos, causa
antesdel% segundo. /n realidad
otro después, no pasa
eso es todo. nada
/s lo de eso.
mismo que9a%
dec'ados manchas
nuestro de
amigo
Descartes, que reduc'a los cuerpos a su simple e1tensión. or lo demás, las sustancias a las que llamamos bolas
% el primer movimiento entendido como causa del segundo, todo eso es fruto de nuestra imaginación % de los
pre-uicios de nuestra infancia.
— Lo que dices, querido 9ume, es mu% profundo % me saca de mi ilusión realista. CTenemos la certea de
captar alguna ve las cosas % sus causas "o, eso es imposible. (, sin embargo, mira* $uando lano mi
segunda bola, no ha% duda de que so% consciente de la le% de gravedad que descubrió "ePton. /l problema,
entonces, es saber de dónde viene esa le% evidente, universal % necesaria. Te concedo que no vale la pena decir
que procede de la e1periencia recibida del e1terior. or lo tanto, ha de proceder del interior, del su-eto. Tal
como lo entiendo, el conocimiento es obra de mi esp'ritu que produce sus propias ideas a partir de los hechos
brutos, del mismo modo que el escultor produce la estatua al traba-ar la piedra.
El punto) de
naturalea partida
esencia. de 0l,
Para la crítica de Mant
ni el pino ni el est*
robleen que 0l le la
comparten quita a las cosas
naturalea su
com3n
de *rbol. Para 0l, la naturalea humana no es com3n a Pedro ) a Pablo, de modo
que una inteligencia pueda comprenderlos bajo el concepto de ;hombre=. Para 0l,
las cosas son un plasma informe e incognoscible, ) la inteligencia no tiene nada que
aprender de la realidad. /El ser es1 Puede ser, pero las cosas en bruto son
impermeables a la inteligencia, ) en caso de que ha)a inteligencia, sólo puede
sacarlo del interior de sí misma. sí el pensamiento, al pensar que capta )
contempla un objeto e5traño, se capta ) contempla a sí mismo. Esa es la esencia
HJ CIEN AÑOS DE MODERNISMO
del idealismo4 el pensamiento no llega hasta la cosa en sí misma, sino sólo hasta la
idea. Desde un punto de ista idealista, el espíritu humano, al despreciar desde un
comieno los hechos de la e5periencia, debe fabricar en el fondo lo que conoce< ) al
final del tra)ecto sólo logra conocer sus propias ideas, ) no las cosas e5teriores.
Desde una perspectia idealista, sobre todo seg3n los discípulos radicales de Mant,
el espíritu humano lo establece todo, ) todo se reduce al conocimiento que el sujeto
tiene de ello, e5actamente al re0s del realismo.
Au0 ilusión colosal es ese conocimiento idealistaB Puede conocer su
pensamiento @el fenómeno@ pero no la realidad @la cosa en s" @. Es un diorcio
completo entre la inteligencia ) la realidad. Mant proclama de esta forma la
autonomía total de la inteligencia humana frente a la realidad e5terior. 6as
consecuencias son tr*gicas. Mant, por ejemplo, no e ninguna contradicción en decir
que una cosa est* sujeta a las le)es si se considera su apariencia (su fenómeno&, )
que esa misma cosa es independiente de las le)es si se considera en sí misma (su
cosa en sí&, porque la persona debe mirarse de dos maneras . El Oantismo, al
aceptar la e5istencia
representada, deconclusión
llega a la un pensamiento
de quede nada, de una es
la contradicción representación
posible. + a3nsin
a cosa
m*s
lejos, pues destru)e la eterna noción de erdad. 6a erdad Oantiana se define como
la conformidad del pensamiento consigo mismo4 es erdad todo lo que es
coherente. En estas condiciones, huelga decir que un Oantiano nunca se equioca<
es infalible en todo lugar ) en todo momento, porque las ideas que produce su
cerebro son la erdad. 2us sueños m*s rocambolescos se hacen ipso facto
erdaderos por el solo hecho de ser pensados. +, sin embargo, ese pensamiento que
no sabe salir de sí mismo es la definición de erdad que profesan todos los
modernistas, a remolque de su maestro. En materia de iluminismo, esta filosofía
moderna firma un pacto con las tinieblas ) hace abierta profesión de ignorantismo.
En materia de sabiduría, cae en un oscurantismo declarado.
'% /l egologismo #ideísta

2e dice en tono de broma que la .r"tica de la razón pura, que hio tabla rasa de
todo ) de la religión, llenó de desesperación al criado de Mant< ) que por esta raón,
die años despu0s, el maestro decidió escribir la .r"tica de la razón pr/ctica para
dejarle un lugarcito a la moral. El segundo olumen sigue la misma línea que el
precedente4 la mejor manera de destruir algo es reemplaarlo. Mant había llegado a
la conclusión de que la raón pura no puede conocer nada. En lo sucesio, debía
probar que la raón pr*ctica, que se ocupa de las cuestiones morales, puede
conocer las erdades metafísicas sobre el hombre ) sobre Dios por la 3nica salida
que a3n queda abierta4 el yo pensante. Esa segunda obra fue objeto de una
inestigación
autor trataba m*s profunda
en ella por parte religiosas
de cuestiones de los inquisidores
como la berlineses. + esDios,
e5istencia de que el
la
inmortalidad del alma ) la libertad, cuestiones que )a había e5puesto en su primer
olumen, pero que habían pasado desapercibidas en ese denso conjunto. Pero
tambi0n en su segunda obra, Mant, que probaba la e5istencia de todas estas cosas
por un camino original ) oscuro, logró escabullirse por entre las redes de la censura.
6os berlineses, aunque deploraban que el profesorcito no pusiera un pie en la
Mant, +rincipes fondamentau3 de la mtaphysi&ue morale, en 9ooper, 4orld of +hilosophies, p. #"H.


KANT HG
iglesia, estaban satisfechos con sus conclusiones correctas, a pesar de su

raonamiento errado.
Para Mant, en efecto, las tres grandes ideas metafísicas @Dios, el alma, el
mundo@
en el ordenno del
son;puede
m*s que prejuicios
ser=, es unaen el orden
;cosa dedesconocida.
en sí= la raón especulatia. Dios Mant
2in embargo, est*
había heredado de su madre pietista la conicción indudable de que la ida moral es
una necesidad, un deber en el que se funda la ida honesta. + el deber =el
imperativo categórico= reclama ciertas condiciones, como la e5istencia de Dios, del
alma humana ) de la libertad. Por lo mismo, la idea de Dios es una consecuencia del
orden moral ) no su fundamento, porque, seg3n Mant, la moralidad es m*s
importante que Dios. Dios e5iste porque es 3til. Esta manera Oantiana de er las
cosas, /no es tomar los deseos por realidades1
Esta escapatoria de la e5igencia moral, que pretende probar lo que la raón ha
negado h*bilmente, es en realidad un eco de las teorías de 6utero ) de 2iger. De
6utero, porque es la e5presión m*s perfecta de su fe$confiana ciega. El deber moral
Oantiano no capta nunca la erdad ni es del orden de la raón. Es un acto de fe
ciega en nuestros instintos morales ) en la e5istencia de Dios, del alma inmortal )
del mundo. En segundo lugar, es un fideísmo al estilo de 2iger. 7anto para Mant
como para 2iger, ha) dos erdades completamente separadas que pueden
contradecirse tranquilamente4 la erdad como conocimiento científico de los
fenómenos ) la erdad como creencia ciega en las cosas. Es una partida desigual
entre las dos. 6a erdad científica no tarda en aplastar sin piedad a la erdad
fideísta, confinada al campo de los dogmas pietistas ) sentimentales de su religión
materna. De ahí proiene la tesis corriente entre los modernistas, de que lo que es
falso especulatiamente puede ser cierto en la pr*ctica .
Para aplicar sus principios utilitaristas a la religión, Mant publicó un tercer libro,
aun m*s auda
contenía que los anteriores,
un minucioso an*lisis deLalas
religión en los
doctrinas l"mites de
luteranas la razón
m*s pura,cu)o
sensibles, que
fundamento histórico negaba. 6os credos protestantes tienen un alor puramente
;simbólico=. Poco importa que el hombre ha)a cometido históricamente el pecado
original, pues la conciencia basta para poner de manifiesto nuestras malas
inclinaciones. 8esucristo, históricamente, sólo era un hombre, pero resultaba 3til
presentarlo como Dios a los fieles, para que comprendan así que tambi0n ellos son
en cierto modo hijos de Dios. 7oda la :eelación queda rebajada al niel de la raón
pura. Por ejemplo, los milagros no necesitan ser probados, pues el 3nico testigo que
ale es el alma de cada uno, ) de cualquier forma el 3nico Dios cognoscible es el
que est* dentro de uno mismo. Ese Dios es tan sólo una quimera, ) una quimera no
puede mandar a nadie al paraíso o al infierno. Esa abstracción de la diinidad
corresponde a lo que pensaban los deístas de su 0poca, que habían lanado su
desafío blasfemo4 ;AIagamos a Dios a nuestra imagenB=. Esa abstracción de Dios,
imagen de una humanidad abstracta, imagen de la unidad del g0nero humano, era
la 3nica manera de promoer la pa en la tierra. 6ejos de los credos que diiden,
Mant erigía la religión de la conciencia, que luego reiindicaría su discípulo
2chleiermacher.

9f. los escritos de 7)rrell. 9ontra esta teoría, señalaremos simplemente que el conocimiento de una cosa sólo
puede ser pr*ctico ) 3til si es teórico, o sea, si es conocimiento de una cosa real. sí, la fórmula  [  \ % no podría
ser pr*ctica para saldar cuentas con los acreedores si no fuera cierta teóricamente.
HL CIEN AÑOS DE MODERNISMO
5% +egel " el puro cam0io

Mant hio que todo procediera de la conciencia humana perfectamente
autónoma. /9ómo pasar de ese fundamento est*tico a la reolución de las ideas1
Iabía que agregar
proporcionarle nueosun recursos
elementoal din*mico.
idealismo. Esa fue la obrapodr*
El modernismo de Iegel, que cerrar
entonces debía
el círculo con la teoría eolucionista, que es la que transforma la eolución ) la hace
erdaderamente reolucionista. El eolucionismo radical es el punto capital del
sistema modernista, por el cual los modernos justifican su reolución, que se
e5tiende desde la filosofía hasta el dogma, la moral, la Iistoria ) la e50gesis bíblica.
>o se trata de la eolución de las especies de DarTin, sino de la hipótesis m*s sutil
) e5tendida del cambio uniersal, que es la base de la ;nuea= filosofía de Iegel, )
que procede directamente del iejo Ier*clito4 el ser no es, todo es un puro cambio.
Iegel no es un autor f*cil de leer. En lemania sólo se toma en serio a un
filósofo cuando es oscuro. 2in embargo, aunque su estilo es m*s denso que el de su
compatriota, Iegel tiene sobre Mant la gran entaja de presentar principios claros,
porque seg3n 0l lo racional es lo real ) lo real es lo racional, o, en otras palabras, el
pensamiento es la realidad. 6a filosofía se define como el saber absoluto, la ciencia
que Dios tiene de sí mismo ) de todas las cosas. 6a obra filosófica de Iegel consiste
en construir ) encadenar metódicamente los conceptos para captar el proceso de
generación del unierso. 6os conceptos @aunque para 0l los conceptos son las
cosas@ se encadenan por medio del mtodo dialctico, que supera las
contradicciones haciendo progresar el pensamiento hacia las ideas superiores. 7oda
su Lógica, con la que pretende describir el unierso bien ordenado seg3n su
sistema, es un erdadero als de conceptos que funciona en tres tiempos4 tesis$
antítesis$síntesis.
Para llegar a la cumbre de la plena conciencia de sí mismo, la religión debe
pasar, como cualquier otra idea, por una cascada de formas inferiores graduadas en
grupos de tres4 la religión naturalista de Criente de un Dios impersonal (magia,
budismo, oroastrismo&< la religión del Dios indiidual ) espiritual (judía, griega,
romana o utilitaria&< que se fusionan para producir el cristianismo, religión de un
Dios infinito unido a la humanidad finita (tambi0n con su tríada4 encarnación,
Pasión, historia de la 'glesia&, todo lo cual se unifica en la 2antísima 7rinidad. 6a
religión cristiana, resumen de las riqueas contradictorias del pasado, no es, sin
embargo, la cumbre de la conciencia del Espíritu. De este modo, la historia de las
religiones muestra la eolución de las creencias primitias inferiores hacia las
religiones superiores, que las re3nen en una síntesis m*s rica, para desembocar en
la filosofía hegeliana, pin*culo de la religión de la raón.
Ia)Dios
Iegel, que @a
subra)ar
quien algunos
llama el puntos de ese
bsoluto@ gigantesco
no e5iste a3n, palacio
sino quedesólo
ideas. 2eg3n
e5istir* al
t0rmino de su propia eolución. En efecto, antes de ser plenamente Fl mismo como
t0rmino final, el bsoluto es el proceso de generación del unierso, ) por eso forma
parte integrante del unierso ) de todo espíritu. dem*s, todo lo que procede de
otra cosa es necesariamente superior a lo que lo precede. Este es uno de los
postulados modernistas de la Iistoria necesariamente progresia, un dogma mu)
pr*ctico porque permite tirar a la basura las creencias anteriores por el mero hecho
de ser anteriores, )a que por principio todo lo anterior es inferior. Para Iegel, el
KANT H!
hombre se hace diino poco a poco por sus propias fueras. Pasa del conocimiento
sensible al conocimiento inteligible para concluir en la conciencia absoluta diina.
Este moimiento ininterrumpido hacia la diiniación de las criaturas, tesis panteísta
por e5celencia, es un dogma constante entre los modernistas radicales,
particularmente en 7eilhard ) :ahner. :ahner recupera por su cuenta la tesis
hegeliana de que el concepto de Dios, ) Dios mismo, es la pro)ección de la
conciencia humana. En e de e5istir antes que el hombre, Dios es fruto del espíritu
humano.
9omo se e, la fe de Iegel pretende moer muchas montañas. Pero creer que
los propios conceptos son la medida del mundo es diiniar al hombre ) rebajar a
Dios. En el fondo, el hegelianismo es un panteísmo ateo en el cual la pura materia
parte del ser$nada, que por la le) de los contrarios logra transformarse
progresiamente en el cerebro humano. Rna e llegado ahí el hombre,
refle5ionando sobre sí mismo, toma conciencia de su diinidad sin tenerla a3n,
puesto que sólo es un Deus in fieri @un Dios en potencia@, un Dios que a3n no lo es
) que jam*s podr* llegar a serlo. >unca se había formulado el panteísmo con tanto
rigor.
U
U U
l considerar de cerca a los filósofos de la 'lustración del otro lado del :in, es
sorprendente notar un hecho que, por desgracia, los historiadores de la filosofía
suelen dejar de lado. 7odos esos idealistas alemanes atacan la religión. 2u combate
es teológico en 3ltima instancia. En efecto, /cu*l es la gran tentación del
pensamiento alem*n1 9on Mant, ichte, 2chelling, Iegel, >ietsche, incluso con
euerbach ) ?ar5, la filosofía entabla un combate tit*nico contra el Dios
trascendente, al que trata de recluir dentro del hombre. Desde Mant, que hace de
Dios un guardi*n de la moral, pasando por euerbach, que hace de Fl un producto
del hombre, hasta >ietsche, que proclama su muerte, los m*s ilustres pensadores
alemanes se han esforado por borrar la irrupción de 8esucristo Dios en la historia de
los ios, ) luego por liquidar la supremacía diina. Estos supuestos filósofos son
abiertamente ignorantistas ) egologistas. 6os filósofos del 2iglo de las 6uces son
m*s bien oscuros, ) el hecho de que desprecien erdades tan claras como la lu del
día nos prueba que los muee un prejuicio4 el odio a la religión ) a la autoridad que
ella representa. ?antener un prejuicio naturalista como 0se se paga caro, pues ha)
que sacrificarle la raón ) su objeto, la erdad. 2e parecen a los alquimistas de la
Edad ?edia que pretendían conertir sus metales en oro por medio de la piedra
filosofal. Del mismo modo, nuestros filósofos modernos pretenden transformar la
naturalea de Dios )lade
hasta el momento, la religión
piedra por medio
ignorantista de la 3ltima
) egologista. piedra
tacan filosofal
al Dios disponible
de sus padres
para substituirlo por un Dios hecho en casa, a la medida del )o$ego, principio ) fin
de todo.
2an Pío X, al condenar el modernismo, no duda en echarle a Mant toda la culpa4
el Oantismo es la herejía moderna. Mant es el teórico ) el príncipe del modernismo.
Despu0s de 0l, los discípulos )a no produjeron m*s que ariaciones de la melodía de
su maestro. >o le falta nada a su sistema. +a est* todo listo, )a est* todo dicho. 2us
sucesores, 2trauss en 2agrada Escritura ) 2chleiermacher en teología, no har*n m*s
J" CIEN AÑOS DE MODERNISMO
que e5plotar las ideas emitidas por su maestro. El d3o Mant$Iegel marca un acorde
final en la sinfonía modernista, punto de encuentro de sus principios fundamentales.
Esos filósofos defienden todos los principios de los que brota la religión del hombre,
en la que la :eelación es producto de la imaginación ) de la conciencia del
cre)ente. 9on semejantes principios estamos )a en el coraón del modernismo.
9PQ7R6C -''
/l e(angelio mítico de )trauss
6a crítica bíblica, en sí misma, no es ni protestante ni racionalista. >ació con la

propia Kiblia, ) los católicos fueron los primeros en defender ) e5plicar los 6ibros
2agrados. 2in embargo, en nombre de la crítica científica, fueron muchos los
filósofos que atacaron los Eangelios. +a en el siglo ', 9elso negó la encarnación
para reducir a 8es3s a un simple hombre. Poco despu0s, Porfirio realió un ataque de
gran energadura cu)o 3nico motio fue el rechao de la cru, locura ) esc*ndalo a
sus ojos.
Eso nos indica hasta qu0 punto, desde los comienos, una parte de los estudios
críticos del Eangelio, en e de interesarse por la historia real, se io adulterada
por prejuicios filosóficos o teológicos. Por desgracia, esta es una característica
com3n a todos los críticos protestantes, repetida a coro por los modernistas de
origen católico.
Despu0s de un panorama general de las ramificaciones de las escuelas bíblicas,
nuestro estudio tratar* de la e50gesis de 2trauss con su >ida de 6es?s , a fin de
descubrir los principios filosóficos sub)acentes en ella. sí estaremos perfectamente
preparados para recorrer los capítulos e5eg0ticos siguientes @6ois), De 6ubac,
:atinger@ que pondr*n en eidencia que, si luego se ha usado esa estrategia con
ma)or irtuosismo, no por eso se ha isto alterada en sus pasos esenciales.
$% Panorama de las escuelas de e7;gesis crítica

unque la 2agrada Kiblia ha sido desde siempre objeto de profundos estudios, la
crítica bíblica aumentó considerablemente con 6utero ) Descartes. Esto se debía al
adenimiento del libre e5amen protestante en el siglo X-' ), en el siglo siguiente, al
espíritu cartesiano que lo e5plicaba todo seg3n las matem*ticas. 2e pretendía
descubrir
la 2agradauna t0cnica
Kiblia. que siriera
6a crítica de clae
se recrudeció dede lectura
nueo en para e5plicar
el siglo X'X. Encientíficamente
ese momento
el desarrollo de las ciencias @geología, astronomía, paleontología@ suscitó nueas
objeciones contra la fe tradicional. Esas dificultades, sin embargo, no eran tales que
pudieran cambiar sustancialmente los elementos de respuesta fundados en la
naturalea de las cosas, que la 'glesia siempre había dado en tales casos. Karonio
Leben 6esu$

J CIEN AÑOS DE MODERNISMO
e5plicaba )a en el siglo X-', con mucho sentido com3n, que la 2agrada Escritura no
tiene la función de enseñar cómo a el cielo (astronomía&, sino cómo se a al cielo.
En realidad, bajo un disfra de ciencia, los e5egetas del siglo X'X pretendían
oler
entoncesa poner en tela
numerosas de juicio
escuelas de no sólo la con
e50gesis, Kiblia, sino toda
principios la religión.
id0nticos >acieron
a pesar de sus
aparentes diferencias. 2obre todo, tenían en com3n un problema que, para ellos,
quedaba fuera de discusión4 /9ómo e5plicar a 8es3s ) a la 'glesia sin la :eelación1
Desde los orígenes de la cristiandad, los apologistas habían logrado mostrar hasta la
eidencia que a cada efecto corresponde una causa. 2i el efecto es santo ) de orden
diino, la causa debe ser santa ) diina. 6a santidad ) la diinidad de la 'glesia nos
conducen a su undador, ) ese undador fue un profeta, un taumaturgo ) un 2er
diino seg3n toda la tradición oral ) escrita. hora bien, lo que dieciocho siglos de fe
católica ) tres de creencia luterana habían aceptado tranquilamente como algo
eidente, lo atropellaron algunos doctores en teología protestante. l hacer eso, se
enfrentaron con un problema que nadie antes había imaginado4 el de aceptar a
8es3s
incluso) los
a su 'glesia
que hacíannegando la :eelación
alarde del diina.
pomposo título Iasta ese momento
de ;científicos=, los críticos,
habían creído en el
principio de causalidad, base de toda ciencia. En lo sucesio, las especulaciones
bíblicas cambiaron de rumbo. 2e las ingeniaban para demostrar que la e5istencia de
la 'glesia ) de 8esucristo no probaba la e5istencia de una :eelación histórica de
Dios. Pero /cómo se podía negar que Dios hubiese hablado a los hombres, ) al
mismo tiempo conceder un fondo de erdad histórica a 8esucristo, el personaje
enigm*tico que fundó esa molesta sociedad que es la 'glesia1 Est* claro que ese
s3bito cambio no había lloido del cielo un hermoso día de primaera. 6a 'lustración
prusiana, salida de las logias masónicas, con su concepción racionalista )
sentimental de la religión, había tenido algo que er en esa reolución e5eg0tica.
En efecto, la Auf5l;rung define a Dios como pro)ección de la imaginación
humana. 2u primer representante fue 6essing, que establecía el principio de una
religión salida del hombre4 aun cuando no se pudieran refutar todas las objeciones
contra la Kiblia, la religión se mantendría intangible en el coraón de los cristianos
que han adquirido un sentimiento íntimo de sus erdades . Pretendía que el >ueo
7estamento era burdo. 6os Eangelios no eran m*s que un fraude mal disimulado, )
8es3s un bribón ) un impostor. Mant, con su Religión en los l"mites de la razón pura
(G!%&, decía lo mismo, al reducir la Iistoria a símbolos, la :eelación a un embuste
) los milagros a hechos naturales. /Por qu01 Porque la regla suprema de la e50gesis
era buscar no tanto lo que había dicho un autor, aun en el caso de que estuiera
inspirado, sino lo que debería haber dicho conforme a los datos de la religión
natural.
?enos brutal, pero no menos radical, un cierto Paulo (GJ$LH&, hijo de un
pastor dado al espiritismo, intentó e5plicar todos los relatos eang0licos seg3n el
principio naturalista4 lo que est* por encima de las le)es de la naturalea no e5iste.
Dejando de lado la descabellada idea de un 8on*s que se queda algunos días en una
casa de juego llamada ;6a ballena=, pasaba por el tami los diersos milagros )
profecías de 8es3s. sí, los póstoles decían que ieron a 8es3s caminar sobre las
aguas porque la niebla les hacía confundir los planos< el frío fue el que reanimó a
En D9, ;:0forme=, col. JGH.


STRAUSS J#
8es3s en el sepulcro. Esa e50gesis pretendía conserar los Eangelios sin los
eangelistas. Pero reducir a proporciones naturales un relato permanentemente
concebido desde el punto de ista sobrenatural, es como tratar de quitarle la sal al
mar. >o hio falta mucho tiempo para caer en la cuenta. El ataque de Paulo fue tan
e5agerado que los mismos racionalistas rechaaron esas e5traagancias.
prendieron la lección ) se pusieron manos a la obra para encontrar una solución
mejor.
Donde los dem*s habían naufragado por sus e5cesos racionalistas, Kaur ) su
alumno 2trauss debían dar una respuesta plenamente satisfactoria a los relatos
milagrosos del Eangelio. Esos relatos repletos de cosas sobrenaturales fueron
producidos tardíamente por las comunidades cristianas de imaginación
desbordante, *idas de cosas e5traordinarias ) de mitos. Ese ;miticismo= consiguió
lo que los sistemas precedentes no habían logrado. 6a escuela mítica tuo gran
05ito ) una gran posteridad. ue recuperada por :itschl en lemania, por :enan )
2abatier en rancia, para pasar luego a 6ois) ) Kultmann, ) terminar finalmente con
De 6ubac cascada
erdadera ) :ic]ur. Esas distintas
de escuelas, a3n m*sinterpretaciones dan lapor
difíciles de distinguir apariencia de una
la frecuencia con
que sus autores modificaban sus hipótesis. El que dichos autores fueran tantos se
debe sobre todo a que esos sistemas, construidos por la crítica radical, se
desplomaban unos tras otros. IarnacO, rechaando la escuela mítica original, funda
la escuela Oerigm*tica (Dios es Padre&. 6ois) ataca a IarnacO fundando la escuela
escatológica (la inminencia del fin del mundo&. 9omo la escuela escatológica no
podía e5plicar el 05ito del cristianismo en el mundo grecorromano, bastante
indiferente a las fantasías del mesianismo israelita, se funda entonces la escuela
sincretista (el cristianismo es la amalgama de las religiones no cristianas&. Ese
3ltimo aatar se e suplantado por la poderosa 2istoria de las formas de Kultmann,
a la cual 6ois) se aferró hacia el fin de su ida. La 2istoria de las formas detenta ho)
en día el monopolio de la crítica, como diremos en otra parte . Esa proliferación de
críticas radicales refleja la enorme influencia que tuo la crítica mítica de 2trauss.
&% La (ida 2mítica3 de .es@s

Daid riedrich 2trauss (L"L$LG%& nació en Nrttemberg ) estudió para ser
pastor. unque fue alumno o)ente de 2chleiermacher en la uniersidad de Kerlín,
sufrió m*s la influencia de uno de sus profesores, erdinand 9hristian Kaur (G!$
LJ"&, a qui0n siguió a 7ubinga en LH. Kaur, en esa 0poca, desarrollaba la idea
original de que los primeros cristianos se habían diido en dos partidos ) se hacían
una guerra a muerte4 los petrinos judaiantes ) los paulinos gentiles. + no sólo se
diidía a los hombres, sino tambi0n a los libros. 6os te5tos del >ueo 7estamento
eran, en realidad,antagónicas
las comunidades manifiestos hacia
pol0micos
fines de
del los partidos,
siglo ''. /Por escritos tardíamente
qu0 deberían por
haber sido
escritos tan tarde1 Para que las generaciones tuieran tiempo de elaborar el ;mito
eang0lico=. Ese antagonismo dial0ctico se armoniaba perfectamente con la
influencia hegeliana de 2trauss. 7anto para 2trauss como para Iegel, todo
eoluciona, el mundo est* en constante progreso, ) el cristianismo es sólo una
etapa en la marcha hacia adelante de la humanidad. 6os escritos, al igual que el
pensamiento, se desarrollan por medio de la lucha de las tendencias riales de la
-er capítulo G.

J% CIEN AÑOS DE MODERNISMO
Iistoria. Esta guerra interna de la 'glesia naciente da la clae de muchos problemas

de e50gesis neotestamentaria, aunque tenga que deformar la Iistoria para hacerla
encajar con la hipótesis.
?uchas otras
de 2trauss. influencias acontribu)eron
2e comenaba en gran
utiliar el m0todo parte a la
histórico interpretación
para bíblica
e5plicar cómo se
habían formado las le)endas en torno a la fundación de :oma. l mismo tiempo, los
sabios modernos pretendían que el relato del +entateuco @los cinco primeros libros
de la Kiblia@ no encajaba con los descubrimientos arqueológicos. /Por qu0 no
utiliar el mismo m0todo histórico para poner a prueba la Iistoria sagrada1 9on
semejante herramienta sería todo el Eangelio, ) no sólo algunas piedras, el que
olaría en pedaos.
rmado con ese instrumental metódico, 2trauss, entonces joen profesor del
seminario luterano de 7ubinga @tenía apenas G años en L#H@, emprendió la
tarea de reescribir la >ida de 6es?s para e5plicar por qu0 los escritos de los cuatros
eangelistas eran sospechosos. Esa obra marca una fecha decisia en la historia del
racionalismo moderno. Despu0s de los Discursos sobre la religión de
2chleiermacher, que hio de los credos unos símbolos intercambiables , ning3n otro
libro marcó tanto como 0ste a la 'glesia luterana. l hacer tabla rasa de la fe
histórica, no sólo trastornaba los credos de la 'glesia, sino que tambi0n suprimía
toda la base del cristianismo, tanto en su conjunto como en sus detalles. + es que
todo el sistema del cristianismo debía iir o desaparecer con la figura histórica de
su undador.
hora bien, para sorpresa de todo el mundo, este profesor luterano publicaba
una >ida de 6es?s en la que descartaba como falso o sin importancia todo lo que la
'glesia había considerado como ital sobre 8esucristo. El n3cleo histórico en torno al
que se había desarrollado el dogma era reducido pr*cticamente a la nada. l
terminar la lectura
de la imagen del libro
tradicional quedaba2euna
cristiana. imagen,
pensaba enia sin duda,
un joen judíopero mu) distinta
entusiasta, que
ridiculiaba las formalidades religiosas ) denunciaba la corrupción moral de su
tiempo< que había sido condenado a muerte por los fariseos ) los escribas< cu)a
biografía había sido escrita por cuatro hombres mucho despu0s de que toda una
masa de hechos legendarios sepultara a los hechos ciertos. De ahí surgió un sistema
de dogmas inerosímiles, que se habían consolidado alrededor de mitos indefinidos.
2e describía a 8es3s como nacido milagrosamente de una -irgen, realiando
milagros durante su ida p3blica ) resucitando a los tres días de ser sepultado. De
esta manera 2trauss, pastor luterano, haci0ndose supuestamente el defensor de la
religión cristiana, parecía dar una mano a los naturalistas iluminados, enemigos
jurados de la religión.
En rancia, poco despu0s, un discípulo habría de superar al maestro. :enan
(L#$L!&, en su propia >ida de 6es?s, recuperó las mismas ideas que su colega
del otro lado del :in. 9on 0l, el dulce soñador galileo se conertía en el hombre
incomparable a quien la conciencia uniersal había otorgado el título de Iijo de
Dios, ) eso con raón, pues había logrado que la religión diera un paso al que
ning3n otro pudo ni podr* compararse jam*s . En una 0poca en que el progreso de

-er capítulo L.

>ie de 6es?s, col. de bolsillo, p. "". :enan ulgarió a su colega alem*n en su >ida de LJ# que, por haber
sido escrita de manera m*s artística ) pasional, tuo un increíble 05ito editorial.
STRAUSS JH
la ciencia ponía en duda tantos hechos supuestamente milagrosos, no se podían

tomar en serio las narraciones eang0licas. 7oda la cuestión consistía en saber
cómo se habían constituido. ue entonces cuando llegó 2trauss para aportar nueos
argumentos al sistema racionalista.
/Por qu0 los Eangelios no son una historia fidedigna de la ida de 8es3s1  esta
pregunta, el siglo X-''' respondió con la noción de fraude, que estaba en la pluma de
todos los críticos bíblicos ;filosóficos=. Pero, en el siglo X'X, esa e5plicación
resultaba insuficiente. 6a solución a la pregunta de por qu0 se había hecho
semejante deformación no residía en la oluntad de engañar, sino en la idea de mito
entre los póstoles. quellos hombres estaban sinceramente conencidos de la
erdad de los hechos milagrosos, porque iían en una atmósfera de espera del
?esías. El Criente estaba repleto de mesías. Priados de sentido crítico, su obsesión
hio que confundieran la llegada de aquel joen judío entusiasta con la realidad.
7odo sirió entonces para consolidar la figura mítica del ?esías esperado.
Esa fue la raón de que se modificara el sentido original de los escritos del
ntiguo 7estamento, para conertirlos en profecías que anunciaban a 9risto. Por
esta misma raón, los escritos apocalípticos anunciaban los sucesos por enir. ?itos
id0nticos se habían formado sobre los fundadores de otras religiones. 6os
Eangelios, istos de esta forma, de ininteligibles que eran debido a sus
contradicciones, se hacían comprensibles por fin. El ;mito eang0lico= daba la clae
científica de los enigm*ticos Eangelios. El mito es el producto espont*neo de la fe
primitia de la 'glesia, que encarna de manera inconsciente sus creencias )
preocupaciones en una multitud de relatos que primero fueron elaborados en la
tradición oral, ) que luego los eangelistas consignaron por escrito con la mejor
buena fe. 6os Eangelios no nos cuentan la historia de 8es3s, sino la creencia de la
comunidad que los redactó.
Para
llama separar la
científicos. historiadereal
Descarta del mito
entrada todoimaginario, 2trauss) utilia
relato milagroso, luego criterios que
todo relato 0l
que
refleje las preocupaciones de la cristiandad primitia. Eso no le impide mantener la
;erdad= de lo que 0l llama mítico. Declara ingenuamente que el nacimiento
sobrenatural de 9risto, sus milagros, su resurrección ) su ascensión al cielo, siguen
siendo erdades eternas, a pesar de las dudas a que a eces se e sometida la
realidad de las cosas en cuanto hechos históricos. 6o que nos parece contradictorio
puede ser mu) lógico para un adepto de la dial0ctica hegeliana.
l aspecto negatio del mito desproisto de historicidad, 2trauss le suma el
aspecto positio sacado de Mant ) Iegel. El mito es esencialmente simbólico.
/2imbólico de qu01 Del progreso de la humanidad. El mito, el símbolo, es m*s
importante que mil
ocurrieron hace el ochocientos
hecho. El Eangelio no habla como
años en Palestina, tantode
delaacontecimientos
eolución místicaque
de
las almas figurada por esos supuestos acontecimientos4
«La humanidad es la unión de dos naturaleas: Dios se hace hombre: el &nfinito se manifiesta en lo finito, % lo
finito se acuerda de su carácter infinito: ella 5la 9umanidad6 es hi-a de una madre visible % de un padre
invisible, naturalea % esp'ritu: ella hace milagros en la medida en que, a lo largo de la 9istoria humana, el
esp'ritu logra dominar a la naturalea, tanto dentro como fuera del hombre0 La 9umanidad es la que muere,
resucita % sube al cielo: de la supresión de su mortalidad como esp'ritu personal, racional % terrestre, procede su
unión con el /sp'ritu infinito de los cielos. or la fe en ese $risto, sobre todo por su muerte % resurrección, el
JJ CIEN AÑOS DE MODERNISMO
hombre es -ustificado ante Dios: es decir, que al producir en él la idea de la 9umanidad, el hombre individual
participa de la vida divinamente humana de la especie+ 2.
Este p*rrafo de la >ida de 6es?s est* lleno de sobreentendidos ) hace rechinar
los dientes
idea inclusoOantiana
típicamente en el campo protestante.
) deísta En 0l
de un Dios se refleja,
hecho sin la) menor
a imagen duda,del
semejana la
hombre. 7ambi0n se refleja la concepción hegeliana del hombre que se hace Dios al
tomar progresiamente conciencia de sí mismo. Es la misma concepción
inmanentista (todo est* en mí& ) panteísta (todo es Dios& de los maniqueos,
resucitada por la 'lustración masónica ), ho) en día, por el 9e@ Age .
'% Los principios #ilosó#icos de la e7;gesis crítica

Rna cosa es e5aminar el aspecto e5terno de la e50gesis de 2trauss en su >ida
de 6es?s, ) otra es descubrir los principios sub)acentes. Esos principios, que
pretenden ser científicos ) e5eg0ticos, no lo son para nada. 2on esencialmente
filosóficos, pues est*n fundados en las hipótesis de trabajo que sostienen toda la
filosofía moderna. 6os enumeramos a continuación, seg3n aparecen en 2trauss, de
los m*s conocidos a los m*s ocultos.
nte todo tenemos el mito, esto es, el relato que tiene apariencia de Iistoria sin
serlo realmente. El principio del mito equiale a decir que la comunidad primitia
cubre con un elo la historia real. l leer los Eangelios se tiene la impresión de leer
reportajes de testigos oculares o casi contempor*neos de los hechos. En realidad,
nos dice 2trauss, todo eso no es esencialmente m*s que mito, le)enda ) ficción. 6os
Eangelios son pura ilusión. ueron desfigurados ) luego transfigurados por las
comunidades cristianas tardías por raones apolog0ticas ) apostólicas. 2trauss
supone, de parte de quienes habían conocido ) amado tanto a 8esucristo, una
suprema indiferencia hacia las informaciones biogr*ficas, ) que en el siglo '' se
despertó
mito no sedesostiene4
repente es
el un
inter0s por ellas.
prejuicio En realidad,
sociológico gratuitoeldenunciado
principio straussiano del
por los mismo
sociólogos. dem*s, el principio del mito supone que los eangelistas del siglo '' se
saltaron el octao mandamiento, ;>o mentir=, haciendo pasar por testimonios
oculares cosas legendarias ) tardías. El erdadero mito es el Eangelio mítico de
2trauss, ) no los relatos eang0licos. 6a que debe ser desmitificada es la >ida, ) no
los Eangelios. >o es difícil descubrir de dónde sacó esa idea. El postulado
straussiano que opone el mito a la Iistoria se funda en la filosofía Oantiana que
distingue entre las apariencias isibles ) la realidad incognoscible, entre el 9risto
conocido de la fe ) el 9risto desconocido de la Iistoria. :itschl reconoce sus fuentes
Oantianas m*s claramente que su maestro 2trauss4
«Cero, por qué queréis que él os diga quién es el $risto en s' mismo, qué es la Nevelación en s' misma, qué es
el milagro en s' mismo Todo eso son -uicios metaf'sicos, -uicios de e1istencia8 de la 3cosa en s'4 incognoscible,
son Seinsurteile, % el alma religiosa no tiene nada que hacer con esos -uicios+ .
nte la tesis del mito eang0lico de 2trauss, podemos preguntarnos si se puede
ser e5egeta serio ) Oantiano al mismo tiempo. Rn e5egeta prendado de la filosofía
Oantiana, /cómo puede hacer erdadera e50gesis cristiana, si es ignorantista )
niega que se pueda conocer el hecho histórico1

2trauss, Leben 6esu, '', secc. %, en 2teTart, *odernism, pp. #$%.

-er capítulo H.
#
En D9, ;:0forme=, col. JGL.
STRAUSS JG
Rn segundo principio acude en a)uda del primero4 la redacción tardía de los

Eangelios. Ese retraso es necesario precisamente porque el mito requiere tiempo
para construirse, deformando los hechos concretos. 6as le)endas se tejen alrededor
de los hechos en la imaginación de la gente mucho despu0s de que sus h0roes
ha)an muerto. 2i estuiesen demasiado cerca de los hechos históricos, serían
denunciados como falsos ) perderían popularidad. Rna e m*s, estamos en
presencia de un postulado gratuito, un p0ndulo en el aire. 2eg3n confesión del
propio 2trauss, todo su sistema mítico se endría abajo si los Eangelios hubieran
sido escritos realmente por testigos oculares o por gente cercana a los
acontecimientos. hora bien, es eidente que la elaboración tardía no se puede
aplicar, por ejemplo, en el caso de la resurrección de 8es3s, )a que dos meses
despu0s san Pedro la predicó en 8erusal0n ante tres mil judíos. Est* claro, por lo
tanto, que el mito de la resurrección ;inentado tardíamente= ha sido construido
completamente por 2trauss, no por los eangelistas. De hecho, IarnacO, uno de los
m*s ilustres sucesores de 2trauss en la crítica radical, tomó en consideración la
datación antigua, )a que, seg3n 0l, es indiscutible que los Eangelios nos ponen en
presencia de una tradición primitia. En apo)o de IarnacO, el bree fragmento de
san ?arcos (J4 H$H#& encontrado en las grutas de umran, ) clasificado como GH,
se comporta como un grano de arena en el engranaje de los Eangelios míticos, )a
que todos los e5pertos lo datan del año H".
En realidad, bajo todos esos prejuicios sub)ace una hipótesis de trabajo. sí
como un tren puede ocultar a otro, una hipótesis de trabajo puede disimular a otra.
2trauss adelanta el postulado sociológico ) mítico para camuflar mejor el doble
postulado racionalista ) naturalista, que se enuncia mu) sencillamente4 todo lo que
supera mi cabecita no puede e5istir, porque, por definición, )o lo puedo conocer
todo< ) todo lo que supera las fueras de la naturalea no e5iste. 9on semejantes
hipótesis el milagro no puede e5istir< pero aun cuando los hechos milagrosos fueran
deslumbrantes, son culpables de no concordar con la hipótesis, ) entonces se los
niega lisa ) llanamente.  decir erdad, 2trauss no niega e5plícitamente el milagro,
pero hace algo mucho peor4 consera el nombre ) lo acía de su contenido. Para 0l,
como para los dem*s e5egetas ;científicos=, el milagro no es m*s que el nombre
religioso de un hecho. 7odo acontecimiento, por mu) ordinario que sea, desde que
se presta a la interpretación religiosa, es un milagro. 9uanto m*s religioso se es,
m*s milagros se en por todas partes. Para 2trauss, todo es milagro, lo que equiale
a decir que nada es milagro.
U
U U
:eelar el mecanismo
prejuicio filosófico secreto
racionalista de un manera
es la mejor sistemade
basado por 2e
refutarlo. completo sobre) un
niega a Dios su
:eelación incluso antes de estudiar los hechos históricos ) su alor. Descartemos
los hechos, porque no tienen nada que er con el tema, dice 2trauss. 7anto para 0l
como para todos los escritores que lo siguieron, la filosofía a en primer lugar, luego
la Iistoria, ) al final la crítica interna ) te5tual. + puesto que la primera causa
comunica su acción a las siguientes, es eidente que esa crítica no es una crítica
cualquiera, sino que podemos calificarla con raón de agnóstica, inmanentista )
JL CIEN AÑOS DE MODERNISMO
eolucionista, ) pensar por lo mismo que quien la sigue ) acepta, profesa

implícitamente sus errores ) se opone a la doctrina católica .
Para desmitificar ) destraussificar nuestras almas no ha) nada mejor que leer lo
que el morda san
los predecesores de'reneo escribía
2trauss, sobre los m0todos empleados )a en el siglo '' por
los gnósticos4
«Deformar los te1tos e inventar nuevos: cercenar los pasa-es de los /vangelios o de las /p'stolas que no gustan:
decir que es necesario captar el sentido profundo, %a que el sentido obvio es sólo simbólico: fabricar nuevos
te1tos: traba-ar en las traducciones, diciendo que no fueron hechas correctamente: emplear un vocabulario
pomposo % hermético, o seudocient'fico: ocultar la propia condición de here-e % hacerse pasar por cristiano:
pretender que, al haber sido escrito el /vangelio a partir de una tradición oral, es necesario creer en lo que dicen
los gnósticos antes que tomar el /vangelio al pie de la letra: pero, al mismo tiempo, rechaar la Tradición de la
&glesia % de los #póstoles: afirmar que los #póstoles predicaron los /vangelios no en función de la verdad, sino
en función de su auditorio: %, finalmente, afirmar cualquier cosa con autoridad, como si uno hubiera sido testigo
de los hechos+ 7.

2an Pío X, +ascendi, DK "".

2an 'reneo, .ontra los here1es, en ?$9. 9eruti$9endrier, Les 8vangiles sont des reportages, pp. #%$#H.
9PQ7R6C -'''
La religión de la conciencia de )cleiermacer
6a aparición del fenómeno Oantiano modifica completamente el tablero

intelectual. Mant es un hito. 6os espíritus que piensan se diiden en preOantianos,
por un lado, ) en los que han recibido la iniciación ) el bautismo filosófico de su
crítica, por el otro. Esa diisión se hace sentir en lemania durante todo el siglo X'X,
donde se ie una encarniada lucha entre los protestantes ortodo3os ) los liberales
iluminados. Estos 3ltimos quedan prendados del nueo moimiento cultural, el
romanticismo, que e5alta el culto al )o ) el sentimiento en contra de la raón. Es
curioso er cómo, al mismo tiempo que el país se unifica en lo político, profundas
oposiciones religiosas amenaan la esencia misma del protestantismo.
2i Mant es la referencia obligada de la nuea filosofía, 2trauss lo es para la
e50gesis liberal, )a que depende de 0l tanto como los idealistas dependen de Mant.
2in embargo, en materia de teología dogm*tica, otro personaje aparece en la
escena protestante. 2e conertir* en padre de una multitud, porque su influencia se
har* sentir
'glesia en los
católica, siglos X'X ) XX
conirti0ndose protestantes.
así, 2i 6utero
en cierto modo, en el encarnaba la :enacimiento,
capell*n del ruptura con la
2chleiermacher encarna la ruptura con el protestantismo luterano, para conertirse
de hecho en el teólogo del romanticismo sentimental ) en el precursor del
modernismo. 9ronológicamente, es 2chleiermacher quien rompe el fuego con su
simbolismo del dogma contra los conseradores. 6a e50gesis liberal de 2trauss,
recuperada despu0s por IarnacO, da un paso m*s con la Escritura mítica )
mitológica. :itschl iene en tercer lugar. 2er* el organiador de la 'glesia mística
con que soñaba su maestro 2chleiermacher, ) la combinación de ambas influencias
se propagar* en rancia por medio de las obras de diulgación de 2abatier. Estos
diersos autores, si bien tienen preocupaciones diferentes, se mantienen fieles a la
gran corriente liberal del siglo X'X, seg3n los mismos principios filosóficos )
teológicos salidos de eremos
de 2chleiermacher, Mant ) decómo
Iegel.concibe
Despu0selde un r*pido
dogma resumen
en su de la síntesis
fundamento, en su
desarrollo ) en su t0rmino, la 'glesia.
$% /l om0re " su doctrina

6as ideas radicales de Mant ) de su sucesor ichte fueron mal recibidas por el
gran p3blico, que eía en ellas la encarnación del espíritu reolucionario que
G" CIEN AÑOS DE MODERNISMO
acababa de trastornar a la rancia real. El pueblo, que sabe poco ) se inquieta a3n
menos por las embrolladas inestigaciones de los profesores, no tarda en condenar
aquellas teorías que lo superan totalmente. En cambio, su inter0s aumenta cuando
un orador o un periodista presentan esas mismas ideas de manera popular. Rn
hombre así aparece en la escena a principios del siglo X'X4 riedrich Ernst Daniel
2chleiermacher (GJL$L#%&. El estudio de su ida serir* de prólogo a la
e5plicación sucinta de su doctrina.
>acido el mismo año que 9hateaubriand, tendr* aspiraciones similares. sí
como el rom*ntico franc0s iba a producir El genio del cristianismo, que hace la
apología de la fe por el sentimiento ) el coraón, 2chleiermacher iba a escribir
tambi0n su apología, pero ir* mucho m*s lejos que el poeta. 2u padre era un
capell*n militar calinista que practicaba su ministerio sin creer en 0l. Iabiendo
recobrado la fe, se unió a la secta de los Iermanos ?oraos, mecla de pietismo )
moralismo, en la cual educó a su hijo. 6a secta mostraba cierta indiferencia por el
dogma ) orientaba las almas 3nicamente hacia el sentimiento de la salación por
9risto
dotado) dedelun
amor por Fl, ) esointerior
temperamento despertaba resonancias
) místico. profundas
Pero, hacia en aquel años,
los diecisiete joen
sofocado espiritualmente, atraiesa una crisis religiosa ) entra en la Rniersidad de
Ialle, diidido entonces entre dos corrientes opuestas, la racionalista ) la
sobrenaturalista. 9omo joen estudiante de teología, 2chleiermacher queda
profundamente impresionado al leer la .r"tica de la razón pr/ctica, de Mant. En esa
obra bebe a grandes tragos el disolente agnóstico que disocia la religión de la
raón, ) que pone en duda los hechos históricos de la religión ) el conocimiento
realista en proecho de la conciencia. Esos principios Oantianos tienen, para
2chleiermacher, un tono prof0tico, ) constitu)en el tema de sus pr0dicas. Empiea
entonces a frecuentar los salones mundanos de Kerlín, a los representantes del
romanticismo, ) se da a conocer a los grandes maestros de la 0poca4 ichte ) Iegel,
Soethe ) 2chlegel.
Para justificar su actitud, comiena a escribir en G!! una apología de la religión
para las personas del mundo, !obre la religión discursos a las personas cultivadas
entre sus detractores. Ia comprendido que, entre los espíritus fríolos )
distinguidos que lo rodean, ni las grandes tesis metafísicas ni las seeras
e5hortaciones morales logran tener ninguna influencia. Por eso funda la religión en
el coraón como fuente de sentimientos. Desde entonces se constitu)e a sí mismo
como capell*n del romanticismo. 6ogra un gran 05ito en L"J, en el momento de la
huida de Prusia ante las tropas francesas de >apoleón. 2u elocuencia se conierte
en el aliento de sus compatriotas, ) es promoido a predicador de la iglesia principal
de Kerlín, la 7rinidad. De sus sermones saldr* su síntesis doctrinal en L, La fe

cristiana . ?uere despu0s de celebrar la 9ena con toda su familia, diciendo4

«"unca fui esclavo de la letra, pero estrecho contra mi pecho esas palabras de la /scritura, que son el
fundamento de mi fe! estamos unidos % nos mantendremos unidos en la comunión % en el amor a nuestro Dios+
7
.
Esta confesión suprema muestra claramente el espíritu que anima su doctrina.

Der christliche Glaube$
En D79, ;2chleiermacher=, col. %%!.

SCHLEIERMACHER G
/9u*l es la sede de la religión1 Fsa es la primera pregunta que 2chleiermacher

desea contestar para fundar su doctrina. 6a religión, responde, brota de la
conciencia, porque es m*s que nada un sentimiento. En efecto, no es ni una
creencia dogm*tica ni un código moral, sino un sentimiento, ) m*s precisamente el
sentimiento de dependencia, el sentimiento de ser un engranaje en la enorme
maquinaria del mundo. El hombre mismo, /no es un ser que se funde en el Sran
7odo1 Ese sentimiento de dependencia es uno de los m*s profundos de la ida
espiritual. Fsa es la esencia de la piedad ) de la religión, de donde nace la 'glesia, es
decir, la sociedad de los que son conscientes de depender del unierso considerado
como un Sran 7odo. 2ólo despu0s cada 'glesia constru)e su dogm*tica particular,
ariable en función de la profundidad ) purea de su sentimiento de dependencia.
Por otro lado, toda religión recurre a la :eelación. Esa :eelación no es una
doctrina recibida de Dios, sino m*s bien el fruto subjetio del concepto de Dios que
brota del sentimiento religioso de dependencia, en lo m*s recóndito de la
conciencia.
queDe la esencia
representa la de la religión,
forma religiosa2chleiermacher pasa a la esencia
m*s pura. El cristianismo delen
se define cristianismo,
función de
9risto ) su misión redentora. + como el fondo de la religión es el sentimiento de
dependencia del Sran 7odo, por lo que a 9risto se refiere, el fondo de su
sensibilidad es la conciencia de su unidad con Dios ) de su mediación entre Dios )
las almas. En esto el Eangelio de san 8uan es históricamente superior a los dem*s,
puesto que e5presa claramente la conciencia que 8es3s tenía de ser ?ediador )
:edentor. Pero /8es3s era Dios1 Pregunta ociosa, puesto que la diinidad de 8es3s es
la conciencia que tiene de ella. Entre Fl ) nosotros ha) una diferencia de grado,
porque, de hecho, la humanidad tiene en sí misma la fuera de producir, en su línea
de eolución, una tal aparición de Dios en el mundo. 6o natural ) lo sobrenatural
son, de hecho, sólo las dos facetas de una misma cosa. En cuanto a la obra de la
redención, 9risto nos saló cuando afirmó solemnemente ante el sanedrín que tenía
conciencia de su misión diina. Pronunció ese formidable ;sí=, que es la palabra
m*s grande que un mortal ha)a pronunciado jam*s. 2u muerte es un ejemplo para
nosotros, ) si es redentora del pecado, lo es en un sentido completamente original.
Porque el pecado de que nos libra se sit3a, como la religión misma, en el
sentimiento. El pecado es un malestar del sentimiento religioso que frena nuestra
toma de conciencia de Dios en nosotros, ) por eso 8es3s, por la intensidad de su
unión con Dios, puede declararse sin pecado. sí, la redención se define como el
paso del estado de conciencia detenido al estado de conciencia no detenido. Ese
paso se opera por la fe en 8esucristo, como )a e5plicaba 6utero.
&% La religión del sentimiento

6a religión que describe 2chleiermacher pretende m*s que nada ser
conciliadora. Est* hecha para reconciliar a los mundanos con la fe ) para reconciliar
a todas las confesiones en torno a la esencia del cristianismo. Para eso, a
2chleiermacher le basta referirse a sus maestros, Mant ) Iegel. Del primero toma
las ideas inmanentistas que oponen el mundo e5terior incognoscible ) la conciencia
indiidual, reina ) centro de todo lo conocido. Fsta act3a como jue 3ltimo de la fe,
pues una religión es aut0ntica sólo cuando satisface las tendencias naturales del
hombre. 2chleiermacher hace su)a la idea de Mant de que las doctrinas ) los ritos
G CIEN AÑOS DE MODERNISMO
de la 'glesia son puros símbolos, sin significado intelectual, pero *lidos, sin
embargo, como principios de ida por su elemento interior ) moral. Iegel deja
tambi0n su impronta en nuestro teólogo del romanticismo. 2eg3n las doctrinas
hegelianas, los dogmas son sólo símbolos apro5imatios< m*s all* ) por encima de
ellos ha) que elearse hasta la idea< ) 0sta, una e alcanada, de subjetia se
uele objetia.
sí entendida, la teología implica una infinita fle5ibilidad de interpretaciones. El
espíritu puede elegir diersos estados e impulsos en el camino de la erdad. El
misticismo de 2chleiermacher ) la especulación de Iegel, h*bilmente combinados,
an a preparar la llegada de una era teológica que ser* una cultura de inernadero,
una elaboración puramente inmanente, que se realia en el fondo de las conciencias
religiosas. + puesto que todas las confesiones protestantes est*n de acuerdo sobre
la grandea moral de 9risto, puede decirse que la comunidad cristiana se formó )
cimentó en torno a esa e5periencia que 9risto tuo de lo diino, esencia del
cristianismo ) fundamento de la fe. /De dónde iene, para 2chleiermacher, esta
nuea definición
descartados de lugar
para dar la fe1al sentimiento
 falta de )motios racionales,
a la fantasía, oluntariamente
persigue de hecho un
propósito ecum0nico. Ia) que reunir todas las confesiones por encima de las
diisiones ) credos. Fl es realmente el padre del ecumenismo. >ada m*s instructio
que su intento de instaurar una 2uperiglesia. >os queda por er las erdades que
debe sacrificar para llear a cabo semejante empresa.
Mant sólo sentía desprecio por los datos históricos de la religión. 6os milagros, el
pecado original, la diinidad de 8esucristo, todo quedaba rebajado al niel natural )
priado de fundamento real. 6a religión se fundaba en la conciencia. 2trauss, como
hemos isto, a a desarrollar en el campo e5eg0tico esas ideas que destru)en por
completo la historicidad de los Eangelios. 2chleiermacher funda su mística del
coraón sobre la arena. De todos modos, el dogma no puede tener ning3n contenido
realista. 9onfiesa con candide que ninguna frase de su libro de síntesis, La fe
cristiana, perdería su fuera si no hubiera una ida futura. 6o mismo ale para la
e5istencia de 8esucristo. /Por qu01 Porque el dogma ) toda la religión no tiene m*s
alor que el de su utilidad pr*ctica. Rna religión no es *lida porque sea erdadera,
sino porque engendra un sentimiento de piedad. ?ientras que los ortodo5os fundan
su fe en erdades históricas, los liberales se niegan absolutamente a ello.
«Bosotros creéis en algo que en otro tiempo, hace diecinueve siglos, sucedió fuera de vosotros, pero para
vosotros. "osotros creemos en algo que sucede dentro de nosotros: tenemos nuestra fe en $risto. ero Cpor qué
queréis que él os diga quién es $risto en s' mismo, qué es la Nevelación en s' misma, qué es el milagro en s'
mismo /l alma religiosa no tiene nada que hacer con estos -uicios+ 2.
Despu0s de haber eliminado todo fundamento histórico, es f*cil er cómo
nuestro apóstol de la religión del sentimiento entiende la :eelación. Es el
sentimiento de nuestra dependencia absoluta de Dios, un puro ;acto de
conciencia=. Es una e5periencia emotia ) piadosa, Dios sensible al coraón. 6a
Kiblia misma no es m*s que una colección de e5periencias religiosas priilegiadas,
cu)o 3nico inter0s es proocar las nuestras. Iasta ese momento, los protestantes
inocaban la e5periencia religiosa como una br3jula que orientaba su fe. 6utero la
usaba como un trampolín para dar el salto en la fe absurda. 6a e5periencia religiosa
:itschl, en D9, ;:0forme=, col. JGL$JG!.


SCHLEIERMACHER G#
sería para creer en Dios, pero no para crear completamente a Dios, a la :eelación
o a 8esucristo. En adelante, con Mant ) 2chleiermacher, esa e5periencia personal
reemplaa al hecho histórico de la :eelación diina. El sentimiento iido )
e5perimentado produce el objeto mismo de la creencia, como el hígado segrega la
bilis. 6a e5periencia indiidual es al mismo tiempo :eelación, fe, principio ) fin de
toda la religión.
«Toda Nevelación divina que no se realice en nosotros % que no se nos haga inmediata no e1iste para nosotros.
#qu' no se puede eliminar el %o, porque ser'a eliminar al mismo tiempo la materia % cegar la fuente viva del
conocimiento+ 2.
Fse es el meollo del modernismo, que el cardenal ?ercier define e5actamente
como la religión que saca de lo m*s recóndito de sí misma el objeto ) el motio de
su fe. Iegel no pudo resistirse a refutar ese sistema como se merecía, dirigi0ndole a
su contempor*neo una agudea que habría de hacerse famosa4
«@i la religión se funda sólo en el sentimiento, no tiene otra determinación que el sentimiento de pura
dependencia, % en ese caso el me-or cristiano ser'a el perro, pues lleva dentro de s' mismo en sumo grado % vive
admirablemente este sentimiento+ 7.
/En qu0 se conierte Dios si se lo relega al fondo de la conciencia1 Mant no
había e5plicado qu0 era la conciencia. 2chleiermacher saca proecho de esa
omisión para asentar su teoría panteístico$religiosa. Para 0l, la religión es el
sentimiento íntimo de la identidad del hombre con Dios.
«/n efecto, la religión es la ;nica que puede revelarnos a nosotros mismos lo que somos realmente en lo que es
el @er verdadero 8. =uscar al &nfinito % al /terno en todo lo que e1iste % se mueve, en toda acción % pasión,
unirse al &nfinito % al /terno por una especie de conciencia inmediata, poseerlo todo en Dios % a Dios en todo!
eso es la Neligión0 La Neligión es la unidad de todo nuestro ser % de todo el @er, indeciblemente sentida en lo
más profundo de nosotros mismos+ H.
Dios no es un fenómeno que pueda obserarse fuera de sí, ni una erdad
demostrable por raonamiento lógico. El que no lo siente en su coraón nunca lo
encontrar* fuera de sí mismo. Dios es percibido por medio de la emoción religiosa, )
sólo e5iste a tra0s de ella. El Dios de 2chleiermacher est* por encima de las
fórmulas dogm*ticas m*s diersas. Es la indiferencia de los contrarios ) no podría
subsistir sin el mundo. 9on semejante óptica panteísta ) hegeliana, el hombre se
sala a sí mismo al hacerse cada e m*s consciente de Dios, siguiendo los pasos
de 8esucristo, el 3nico que ha logrado tener plena conciencia de Dios.
El resultado de la religión del coraón, esa religión en que el hombre se hace
salador ) Dios a la e, es que es absolutamente uniersal. 6as creencias de la
humanidad entera est*n unificadas, no por un elemento com3n, ni siquiera por un
dogma com3n dentro de las religiones, sino por un impulso com3n detr/s de ellas.
El punto
frente al com3n es el solo2chleiermacher,
Poder inisible. sentimiento de el
adoración ) de dependencia
primer ecumenista del hombre
conencido, puede
desahogar su coraón cantando una oda a la alegría fraterna.

2abatier, Es&uisse d-une philosophie de la religion, pp. H! ) #G!, en :ii^re, p. HH ) D9, ;'mmanence=, col.
HG#$HG%.

Iegel, en D79, ;2chleiermacher=, col. H"H.
#
Probablemente sea 0ste el origen de la famosa frase escrita por De 6ubac ) luego repetida por 8uan Pablo ''
en su primera encíclica Redemptor hominis4 ;l reelar al Padre, ) al ser reelado por Fl, _9risto` termina por
reelar el hombre a sí mismo=. -0ase el capítulo G ) los comentarios del cardenal 2iri.
%
Beber die Religion, pp. %$%#, en D9, ;'mmanence=, col. HG.
G% CIEN AÑOS DE MODERNISMO
6a religión, concebida en su purea original, es el ínculo indisoluble que une en

cada alma todas sus tendencias espont*neas, que une a todas las almas entre sí, )
a todas las almas con el unierso .
'% /l dogma6 sím0olo e(oluti(o

>i qu0 decir tiene que el concepto de dogma recibe un golpe mortal en la
religión de la conciencia. El dogma, seg3n Mant, debía ser contenido dentro de los
límites de la raón pura. 2chleiermacher es a3n m*s e5peditio. Eliminando todo
límite, acía de contenido el dogma, como se acían los odres iejos para llenarlos
de ino nueo. 6os dogmas que conseramos son como ramas muertas adheridas al
*rbol io de la fe sentimental, ) destinadas a desprenderse de 0l poco a poco. l
pelar la fruta se llega al hueso, ) al deshacerse de los diferentes credos de las
'glesias confesionales se ha de oler a descubrir la esencia del cristianismo. Kajo la
letra de las fórmulas dogm*ticas ha) que recobrar el espíritu, el contenido religioso,
la e5periencia espiritual a la que inita. 7odos los dogmas cristianos son jugados en
función
dan calor dealsucoraón.
alor para la idacon
8ugando espiritual. 2on aut0nticos
los diferentes sentidos sique
inspiran la piedad,
se puede dar a si
la
palabra s"mbolo, los protestantes modernistas pasan del símbolo de la fe @el credo
@ a la fe simbólica. El dogma es tan sólo un símbolo. /Pero símbolo de qu01 De
nada en realidad, porque el dogma sólo es la traducción intelectual, simbólica )
apro5imatia de nuestra e5periencia religiosa de las realidades inaccesibles. hora
bien, si el dogma no es m*s que una imagen simbólica m*s o menos acertada, ser*
in3til recalcar que tambi0n debe quedar sometida a la le) de transformación propia
de todas las manifestaciones de la ida ) del pensamiento humano. El dogma no es
una erdad e5ótica procedente de una patria sobrenatural. l contrario, producido )
desarrollado por ) para el hombre, lejos de ser una barrera para su libertad, es su
m*s clara e5presión.
2obre una base tan precaria como la del sentimiento ) la emoción indiidual, se
llega a la destrucción pura ) simple del dogma. En esto :itschl a m*s lejos que
todos sus predecesores. AKasta )a de querellas teológicasB 9omo erdadera obra
maestra de acomodación, su teología consera las palabras tradicionales, lo cual
permite que cada fiel se incline por el contenido religioso de su propia cosecha. Por
ejemplo, seg3n 0l, la :eelación de Dios pasa a ser la conicción de una comunidad
religiosa de la que resulta una misma formación de la conciencia en muchos
hombres. unque no ofrece reparos para aceptar que 8esucristo es el Iijo de Dios,
sus e5plicaciones enredadas son, no obstante, poco satisfactorias.
«@', es indudable que Fesucristo e1perimentó una relación religiosa con Dios, de un carácter totalmente nuevo.
Las dos cualidades de $risto, revelador consumado de Dios % prototipo p;blico del dominio espiritual e-ercido
sobre el mundo,
sencillamente másestán
que uncontenidas
hombre o en no
el considero
predicadocomo
de lasimples
divinidad. eroniCes
hombres posible
siquiera quepropios
a mis $ristoenemigos,
no fuese
porque tienen cierta educación, cierto carácter moral. ero Cpor qué queréis que él os diga quién es $risto en s'
mismo $reemos en algo que sucede dentro de nosotros: tenemos nuestra fe en $risto+ 7.
>o es difícil comprender el equíoco que se esconde tras esas palabras, la
diinidad en 9risto @Gottheit in .hristo@ admitida un*nimemente por todas las
confesiones, en lugar de la diinidad de 9risto @Gottheit .hristi=. En la misma

Der christliche Glaube, secc. %, en 2teTart, *odernism, p. "%.

:itschl, en D9, ;:0forme=, col. JGG.
SCHLEIERMACHER GH
0poca, IarnacO, un discípulo de :itschl, enseñaba en la uniersidad de Kerlín que el

molesto ersículo del credo, ;>ació de 2anta ?aría -irgen=, era arcaico ) no era
necesario aceptarlo, pues en poco tiempo sería reemplaado por otro símbolo. Esas
disensiones sobre el dogma enconaron las cosas a tal punto que se cuestionaba,
tanto de un lado como del otro, si acaso había dos erdades, la erdad de la 'glesia
luterana ) la erdad de los profesores de uniersidad, la erdad de la fe ) la de la
Iistoria. Este grae equíoco sobre el dogma tan sólo podía engendrar el equíoco
en la organiación eclesi*stica.
5% La Iglesia del equí(oco de *itscl

Despu0s de haber destruido el sistema autoritario propio de la 'glesia católica,
6utero se comprometió a impedir el regreso de cualquier infalibilidad impuesta
desde fuera. El protestantismo se anagloria de haber trasladado la sede de la
autoridad religiosa desde fuera hacia dentro, desde la 'glesia hacia la conciencia
cristiana. Pero ese substituto plantea problemas peliagudos. /u0 aspecto puede
tener una /en
indiiduo, 'glesia desproista
qu0 puede de toda
depender de unaautoridad1
comunidad1+ si2chleiermacher
todo gira alrededor del
desea que
cada uno escuche en su coraón el eco de la conciencia religiosa de la comunidad
cristiana, pero a pesar de sus piadosos deseos de com3n armonía, el teólogo místico
jam*s llegó a nada. IarnacO e en la 'glesia un espíritu nutrido con el mismo
alimento, el Eangelio, que debe ser fuente de armonía ) no de diisión. 2in
embargo, m*s radical a3n que su predecesor, pretende someter la e5periencia
colectia a la e5periencia indiidual, ) renuncia implícitamente a la noción de
'glesia. 'nita con prudencia a quien se sire de una 'glesia a usar de ella como si no
usara.
Para eitar la fragmentación de la 'glesia en otras tantas conciencias
indiiduales,
es :itschl
difícil para (L$LL!&
el com3n de los aportar*
mortalessus dotes deenorganiador.
consultar su propia 8ugando
concienciaque
la
conciencia comunitaria preista por 2chleiermacher, a a lo m*s simple. ue cada
uno se entregue a la acción del Espíritu, le)endo los 6ibros 2agrados para encontrar
en ellos una e5periencia de lo diino. El reino de Dios es la reunión de los que,
bas*ndose en las Escrituras, creen en 9risto ) son moidos por el amor. De esta
manera, la sociedad religiosa presentar* el aspecto, dierso pero armonioso, de una
infinita diersidad de e5periencias religiosas, satisfechas de sí mismas e
infinitamente tolerantes con las dem*s. /9u*l puede ser el punto de unión en esta
Kabel de e5periencias carism*ticas producidas por los m*s diersos espíritus1 Es la
letra muerta de las Escrituras, el credo acío de todo contenido, la lengua de la
Kiblia, por equíoca que sea.
«$ualquiera que haga uso de la lengua de la =iblia % de la Neforma en un sentido recto, incluso con
malentendidos: cualquiera que emplee las palabras de esta lengua, considerándolas como términos sagrados de
la cristiandad, como e1presiones que no puede de-ar de lado, aun cuando signifiquen para él otra cosa, no
merece el desprecio, sino el reconocimiento por su piedad. /sta lengua es un v'nculo de unión, como la lengua
popular. #legrémonos de que todos los teólogos se re;nan alrededor de las mismas palabras+ 2.
En otro tiempo 6utero se jactaba de encontrar el espíritu tras la letra< los
liberales, en cambio, despreciaban el espíritu para no conserar m*s que la letra

Mattenbusch, discípulo de :itschl, ib"d$, col. JGL.
GJ CIEN AÑOS DE MODERNISMO
muerta. Del lado opuesto, la reacción era mu) amarga, ) los protestantes ortodo5os
consideraban que hacer uso de esa moneda falsa era obrar con hipocresía.
7oda la escuela ritschliana se resintió de ello. 6os m0todos que aspiraban a
establecer
El símbolo latradicional
pa sólo lograron sembrar
del credo la discordia
era la piedra dedurante
toque. todo
9on elcierta
fin dellógica,
siglo X'X.
los
pastores liberales preguntaban por qu0 se los initaba, como estudiantes de
teología, a renunciar a aquel símbolo que sus profesores uniersitarios destruían, )
como pastores de almas, a mostrar ese mismo símbolo, a enseñarlo ) a aparentar
que creían en 0l. En las ias escaramuas que se dieron entre las autoridades
religiosas ) las uniersitarias resonó entonces la o del sumo pontífice de la 'glesia
de Prusia, Suillermo ''. El cesaropapismo introducía en el debate el peso de su
autoridad a faor de la encarnación de 9risto. El Estado decidió crear, junto a las
uniersidades dominadas por los librepensadores, dos c*tedras confiadas a
profesores ortodo5os, que por lo dem*s pronto serían neutraliados por las rechiflas
de los liberales que los trataban de ;profesores de castigo=. 9uando las autoridades
insistieron
obseranciaedeimpusieron la lit3rgica,
una consigna recitaciónlospura ) simple
liberales, de sonrisa
con una esos símbolos como
cínica, dijeron
por boca del pastor 2)doT en Kerlín4
«(o no profeso esos art'culos del s'mbolo, sólo los leo*+.
De hecho, las 'glesias eang0licas alemanas de ese fin de siglo daban la
impresión de combatir, no la incredulidad misma, sino toda creencia que se
mostrase abiertamente ) sin equíoco. 6a sinceridad se conertía en un delito que
merecía ser castigado. Pero esos castigos sólo protegían la fachada, no podían
pretender proteger la sustancia misma de la erdad, el sentido aut0ntico )
tradicional del credo. + con raón. Para que la 'glesia protestante persistiera en su
deseo de atacar a sus pastores por infidelidad a la doctrina pura, era necesario
poseer una autoridad
hostigamientos, que2chrempf,
el pastor fijara esareeló
doctrina. Rna de las
la perplejidad de íctimas de esos
las autoridades )
demostró su falta de lógica en un lenguaje irrefutable. C bien la 'glesia debía e5igir
de antemano una adhesión sin reseras a su símbolo, ) notificar entonces a los
teólogos heterodo5os que no podían ejercer el sericio diino< o bien debía permitir
que el eclesi*stico, al e5plicar el símbolo conertido en un documento puramente
histórico de la 'glesia, no fuera hostigado nunca por sus reseras hacia 0l. Pero la
'glesia protestante no podía aceptar ninguna de las dos opciones. En efecto, aceptar
la solución ortodo5a significaba abdicar de la libertad de e5amen de los comienos
de la :eforma< aceptar la segunda solución significaba legaliar la anarquía ) la
disolución de los marcos de la 'glesia.
El lector nos perdonar* si, por un instante, adoptamos un estilo ligero, que al
menos tendr* la entaja de mostrar lo absurdo de la situación al otro lado del :in en
materia religiosa. En efecto, si no tuiese su correspondiente lado tr*gico durante la
crisis modernista, al liberalismo protestante no le faltaría comicidad en aquella
Prusia que parecía una sala de clase en plena eferescencia. >o falta nada para la
escenificación. Entre el soñador rom*ntico, 2chleiermacher, ) el jefe de las cabeas
locas, :itschl, los niños terribles abuchean, a cual m*s, a los niños buenos sentados
en sus pupitres. 6es hacen una guerra sin piedad, atacando los dogmas m*s
fundamentales de la fe. Entre ambos partidos se encuentra el peón IarnacO, que
SCHLEIERMACHER GG
medio en serio ) medio en broma, piensa como unos ) act3a como otros. Pero
entonces llega mu) sofocado el profesor de disciplina, Suillermo '', con toda la 9orte
suprema de las confesiones alemanas. 'mplora la pa de rodillas, para no
escandaliar a los estudiosos alumnos de la clase de al lado, los católicos.
sí se disolía el protestantismo en lemania, en perfecta lógica con sus
principios, transform*ndose en la organiación del equíoco ) en la 'glesia de la
duplicidad. El historiador :ii^re termina su estudio del protestantismo liberal
señalando que ofrece la imagen de lo que habría ocurrido en la 'glesia si el
modernismo se hubiese instalado en ella . Para nosotros, que conocemos ho) en
día el establecimiento de hecho de una 'glesia católico$protestante liberada, ese
diagnóstico est* cargado de sentido.

:ii^re, Le modernisme dans l-8glise, p. H!.
9PQ7R6C 'X
Balance del modernismo protestante
6o mismo que para el estudio de la erdad cristiana, ser* 3til esboar las
conclusiones esenciales que resumen a nuestros autores, antes de descubrir el
progreso al que llegaron los protestantes modernistas a partir de 6utero. 7endremos
que comparar ) unificar el protestantismo modernista con el estudio de los
principios fundamentales comunes. sí estaremos en condiciones de resoler la
siguiente pregunta sobre la :eforma protestante4 en relación al catolicismo, /fue
una simple reforma de las ideas o una erdadera reolución cultural1

6a doctrina pesimista de 6utero nació de una e5periencia íntima, aunque
desnaturaliada. Iundi0ndose en la desesperación de no poder eitar nunca el
pecado, la 3nica salida que encuentra para e5onerarse de la culpa es afirmar que el
hombre caído carece de libertad, haciendo a Dios responsable del mal. 2in embargo,
esa
peorsolución
es que atenta
6utero contra
asumelaesasantidad
posturadepor
Diosseguir
) destru)e la moral
su propio cristiana.
criterio antes Pero lo
que la
postura de la sana raón ) de la fe católica. >iega de entrada toda autoridad que no
sea su conciencia autónoma. 6utero e5tiende esta inersión oluntarista e
indiidualista a toda la doctrina católica, a la que pasa por el tami del libre e5amen.
7odo hombre reformado es papa ) forja su propia erdad. Del mismo modo todo
protestante, despu0s de rechaar el ?agisterio de la 'glesia, se proclama sacerdote
) profeta de la palabra de Dios. El dogma luterano hace que el hombre sea su propio
salador, ) Dios se uele superfluo, sobre todo porque ese Dios es el calco del
hombre caído de 6utero, cruel, injusto e impotente. El libre e5amen constitu)e toda
la trama de la herejía doctrinal de 6utero, ) es el que 0l proclama abiertamente para
iniciar su :eforma. Pero su sentido político pronto lo obliga a oler a la realidad,
cuando
la ruinacomprende que la6apura
de la sociedad. ) simple
religión queaplicación
funda, el del principio indiidualista
luteranismo sería
con su 'glesia, su
autoridad ) sus dogmas hechos a medida, renuncia en realidad al libre e5amen, que
es, sin embargo, la .arta *agna de toda la :eforma. El luteranismo establece una
semirreolución que se encuentra en una situación ambigua en relación con los
principios impracticables de 6utero.
BALANCE DEL MODERNISMO PROTESTANTE G!
9on Mant asistimos a la reolución copernicana en filosofía. En e de que el

espíritu sea dependiente de la realidad, es la realidad la que gira alrededor del
espíritu humano. 6a filosofía se niega a buscar su alimento ) su bien en la
contemplación del unierso, ) se conierte en un ejercicio interior. 6a filosofía crítica
Oantiana hace profesión abierta de ignorantismo. 7ras las apariencias se esconden
las cosas ) sus naturaleas. Pero /e5isten realmente1 /Podemos llegar a conocerlas1
2e mantienen en el orden del ;puede ser=. El espíritu no sale de sí mismo, la erdad
es una refle5ión interior sobre unas ideas emancipadas de los hechos de la
e5periencia. Es una isión miope que no e m*s all* del ;)o=, una filosofía subjetia
) egologista. De esta manera, la conciencia religiosa Oantiana tiene m*s importancia
que todos los hechos reales ) los milagros históricos de 9risto. Esa misma
conciencia permite preserar una imagen idealiada de Dios, diinidad abstracta
que no compromete a nada. En Mant, la fe es el don del coraón, ) la religión es la
obra de la conciencia indiidual. Iegel llea el sistema idealista al e5tremo con su
panteísmo eolucionista, en el que la conciencia humana, salida de la materia
informe de la tierra, se diinia poco a poco. Es el aspecto eolutio ) reolucionista
de la filosofía moderna. En los dos padres de la filosofía moderna obseramos la
fobia a toda autoridad e5terior, natural o diina, que pueda dominar a la inteligencia
humana.
2trauss, entre los protestantes, ilustra el moimiento de la e50gesis sin control,
liberada )a de los tab3es realistas por la crítica Oantiana. 6os modernistas alemanes
hacen esfueros tit*nicos para e5plicar la e5istencia de los efectos, 8esucristo ) la
'glesia, al mismo tiempo que niegan la causa, la :eelación diina. Despu0s de
arios intentos infructuosos, en especial el naturalismo Oantiano ) los dem*s
racionalismos, 2trauss descubre por fin una solución plenamente satisfactoria4 el
mito de La vida de 6es?s. 2atisfactoria, puesto que destru)e eficamente el
fundamento histórico de los Eangelios, lo que permite hacer tabla rasa de los
sucesos sobrenaturales tales como los milagros ) las profecías, ) deja que la
persona histórica de 9risto se pierda en le)endas nebulosas. 2atisfactoria tambi0n,
puesto que el mito tiene una dimensión eminentemente positia a tra0s del
símbolo que eoca. En este caso el mito de 8es3s, Iijo de Dios, taumaturgo )
profeta, es simbólico del progreso de la humanidad. La vida de 6es?s, en definitia,
se funda en hipótesis independientes de la e50gesis científica4 la mitificación de los
Eangelios por sus redactores, la redacción tardía de los Eangelios, ) el
naturalismo que niega el misterio ) el milagro.
Por lo que se refiere a la teología, 2chleiermacher recupera la definición
Oantiana de la fe como la religión de la conciencia ) del sentimiento. Despu0s de
rechaar los hechos históricos relatios a la :eelación diina, funda toda la religión
en
Porlaloe5periencia
dem*s, esapersonal e íntima
conciencia de Dios, al que
tiene dificultades parasedistinguir
siente dentro de la de
al hombre conciencia.
ese Dios
que aparece en lo m*s profundo de sí misma. 2obre esa base egologista ) panteísta,
el autor hace un primer intento de ecumenismo. 7rata de amalgamar las distintas
confesiones por el solo hecho de que manifiestan un impulso sincero del hombre
hacia Dios. 2eg3n esa perspectia de la conciencia, los dogmas del credo se
reducen a erdades pr*cticas ) descartables, a símbolos equíocos que deben
eolucionar en función de nuestras e5periencias religiosas. El sucesor de
2chleiermacher, :itschl, establecer* la 'glesia del equíoco sin otro punto de apo)o
L" CIEN AÑOS DE MODERNISMO
que la letra del credo, abierta a las interpretaciones m*s contradictorias )

emancipada de toda autoridad ) de toda doctrina.
&% La discrepancia entre Lutero " los protestantes modernistas

Iemos señalado m*s arriba que 6utero es el padre del modernismo protestante,
puesto que suministra a sus sucesores los nueos principios en materia de dogma.
2in embargo, durante su ida, 0l mismo nunca los puso en pr*ctica estrictamente.
De este modo, ha) un abismo enorme entre 6utero ) el luteranismo, entre los
principios que se encuentran en el origen de toda la :eforma ) el establecimiento
de una 'glesia que est* en el lado opuesto de los principios reformistas. De la misma
manera, eremos abrirse un abismo entre las ideas de 6utero ) las de sus sucesores
m*s aanados, los protestantes modernistas de los siglos X-''' ) X'X, denominados
;liberales=.
6utero, siguiendo sus tendencias naturales, se guió ante todo por su propia
oluntad ) sus sentimientos, en detrimento de la inteligencia ) de la erdad. 2u
doctrina no era m*s que la e5posición del drama personal que iió en carne propia
) en su e5periencia íntima. Para 0l, el itinerario del hombre reformado pasa de la
moral a la doctrina, para inalidar luego la :eelación ) la raón. Para los
protestantes modernistas, el itinerario se inierte. 6a filosofía es la primera en erse
afectada, ) es ella la que in)ectar* luego el fermento de crítica esc0ptica en las
dem*s disciplinas4 la :eelación, el dogma ) la moral. Mant establece como derecho
) principio uniersal lo que 6utero había iido de hecho ) en su ida íntima. Mant
asienta como principio especulatio que la inteligencia ignora el ser ) que la erdad
es independiente de la realidad.
En materia de e50gesis, tambi0n e5isten discrepancias entre 6utero ) 2trauss.
2trauss niega los milagros ) la misma posibilidad del milagro, que el heresiarca
admite en líneas generales. >iega tambi0n el hecho histórico de la :eelación, que
6utero siempre defendió, aunque se permitió agregarle algo de su propia cosecha.
En efecto, 2trauss e5plica los Eangelios ) la persona de 8esucristo diciendo que son
puras le)endas, mitos, inentados por la comunidad primitia para simboliar al
hombre que se conierte en Dios al tomar conciencia de su diinidad íntima.
simismo, en lo referente al dogma, 2chleiermacher a m*s lejos que su
maestro. ?ientras que, para 6utero, la conciencia ) el sentimiento son el 3nico
motio de la fe, para el discípulo, la conciencia no sólo motia la fe sino que produce
su objeto. En efecto, para el protestante rom*ntico, la e5periencia íntima de Dios en
el seno de la conciencia crea directamente la :eelación ) sire de fundamento a la
fe ) a la religión. Para 0l, adem*s, el hombre se identifica de tal manera con su fe )
su objeto
salar el de fe, que
espíritu deadopta el panteísmo
8esucristo puro
al suprimir la )letra
simple.
delPor 3ltimo, 6utero
fariseísmo quería
romano< con
2chleiermacher, en cambio, el dogma presera la letra muerta del credo desproista
de espíritu ) carente de sentido.
'% La identidad de los principios modernistas #undamentales

6utero no es, pues, equiparable del todo con sus sucesores liberales. Pero, a
pesar de las diferencias menores antes mencionadas, para quien considere las
cosas con un poco de atención, ha) una profunda comunión de pensamiento entre
BALANCE DEL MODERNISMO PROTESTANTE L
6utero ) sus sucesores m*s radicales. Fl fue, desde luego, el que lanó el 9on
serviam, el grito de rebelión contra toda autoridad ) toda doctrina que no proiniese
del hombre. El libre e5amen indiidualista ) oluntarista contiene en germen todo el
modernismo. El gusano )a est* en la fruta protestante, ) producir* la corrupción
doctrinal ) moral de la religión seg3n Mant ) 2chleiermacher. 6utero, que sacudió el
)ugo de toda autoridad, que reiindicó los derechos de la conciencia indiidual ) de
la fe en el fondo del coraón, /cómo podr* negarse a reconocer, en la religión de la
conciencia de Mant ) 2chleiermacher, el espíritu de su espíritu1 6utero, aunque no
fuese un modernista de pies a cabea, merece con raón el nombre de padre del
modernismo. 2us hijos tienen a quien parecerse, ) se jactan de este parentesco. 2in
embargo, aunque 6utero ha)a sembrado la semilla, tenemos que mondar el fruto
maduro para comprender lo que le proporciona su cohesión ) su identidad.
Dos ejes fundamentales re3nen a todos estos maestros protestantes4 uno
negatio, con la crítica pura, ) otro positio, con la conciencia indiidual. 6a crítica
luterana del libre e5amen produce sus enenosos frutos por todos lados. Da
nacimiento
de 2trauss a) la
a crítica Oantiana
la crítica de la raón
dogm*tica en filosofía, a lact3a
de 2chleiermacher. críticacomo
de losunEangelios
*cido, al
instalar el escepticismo uniersal. Iace tabla rasa de todo, al suprimir el ser de las
cosas, al relegar el ser al niel del ;puede ser=, al tachar de le)endas a los hechos
históricos de los milagros ) profecías, al confundir el objeto de fe con el cre)ente ) a
Dios con el hombre. 2chleiermacher, cuando lee la .r"tica de la razón pura de Mant,
bebe a grandes tragos el disolente agnóstico que disocia la religión de la raón,
que pone en duda los hechos históricos de la religión ) el conocimiento realista en
proecho de la conciencia. 9onfiesa ingenuamente que ni una frase de su libro de
síntesis, La fe cristiana, perdería su alor si no hubiera ida futura. 6o mismo ha)
que decir respecto de la e5istencia de 8esucristo. 2u discípulo :itschl es e5plícito4
«ero Cpor qué queréis que él os diga quién es $risto en s' mismo, qué es la Nevelación en s' misma, qué es el
milagro en s' mismo /l alma religiosa no tiene nada que hacer con estos -uicios+ 2.
Esta crítica, /no es isceralmente ignorantista1 Pues destru)e radicalmente el
pensamiento humano al despojarlo de su objeto, la eidencia de la erdad de las
cosas.
En un segundo tiempo, la conciencia egologista pone manos a la obra para
restaurar las cosas que ha eliminado, pero someti0ndolas a su medida subjetia e
indiidual. sí, la conciencia protestante, )a sea luterana, Oantiana, straussiana o
schleiermacheriana, inenta en diersos grados la realidad, la fe, la :eelación ) al
mismo Dios. sí habla 2chleiermacher4
«=uscar al &nfinito % al /terno en todo lo que e1iste % se mueve, en toda acción % toda pasión, unirse al &nfinito
%Neligión0
a lo /terno
Lapor una especie
Neligión de conciencia
es la unidad inmediata,
de todo nuestro ser %poseerlo
de todotodo en indeciblemente
el @er, Dios % a Dios en todo!en
sentida esoloes la
más
7
profundo de nosotros mismos+ .
6o mismo sucede con 2trauss ) su mito. El mito es el producto espont*neo de la
fe primitia de la 'glesia, que encarna inconscientemente sus creencias )
preocupaciones en una gran cantidad de relatos, que primero fueron elaborados en
la tradición oral, ) luego consignados de buena fe por los eangelistas. El

:itschl, en D9, ;:0forme=, col. JGG.
Beber die Religion, pp. %$%#, en D9, ;'mmanence=, col. HG.

L CIEN AÑOS DE MODERNISMO
egologismo se encuentra en el coraón de la religión de 2chleiermacher, fundada

como est* en el solo sentimiento de dependencia que produce la conciencia. De esa
manera, solamente es erdadero lo que la conciencia elabora en lo m*s íntimo de sí
misma4 pienso, ) por eso las cosas e5isten, ) por eso Dios e5iste. 6a obra creadora
del nueo homo faber culmina en la blasfemia de los deístas4 ;Iagamos a Dios a
nuestra imagen=.
6a consecuencia de esta doble óptica ignorantista ) egologista es la eolución
sistem*tica de todo pensamiento ) de toda doctrina, pues el dogma acaba de lear
las anclas que lo mantenían fijo a los hechos ) a las cosas, para ponerse a naegar
en la :eelación de la conciencia liberada. Mant declara abiertamente que las
'glesias protestantes sólo podr*n tener el )ugo suae del que hablaba su undador
si se liberan del peso de sus credos. Para Iegel, la historia de las religiones
manifiesta la eolución de las creencias primitias inferiores hacia las religiones
superiores, que las re3nen a todas en una síntesis m*s perfecta4 la filosofía
hegeliana, pin*culo de la religión de la raón. De esa forma, la religión cristiana es
el resumenque
eolución, de las riqueas
es la contradictorias
conciencia del Espíritu.pasadas, ) aana
2chleiermacher haciaadoptar
parece la cumbre de la
tambi0n
el mismo sesgo eolutio. Pretende aciar de contenido al dogma, como se acían
los odres iejos para llenarlos de ino nueo. 6os dogmas que conseramos son
como ramas muertas, unidas al *rbol io de la fe sentimental, ) destinadas a
desprenderse de 0l poco a poco. El dogma no es una erdad e5ótica procedente de
una patria sobrenatural. l contrario, producido ) desarrollado por ) para el hombre,
lejos de ser una barrera para su libertad, es su m*s cabal e5presión. 6a fórmula
dogm*tica del credo, m*s que una erdad que ha) que creer, es una ida que ha)
que iir. Es una imagen apro5imatia ) el símbolo de un unierso totalmente
desconocido< ), como toda imagen ) símbolo, se uele falso cuando no produce la
simbiosis de la conciencia con la e5periencia diina en sí mismo. De estas
consideraciones resulta que Mant, 2trauss ) 2chleiermacher proponen un dogma de
geometría ariable, adaptado a los estados de alma de cada uno, incapa de afirmar
nada cierto ) definitio sobre el m*s all*. En lugar de la plenitud de erdad ) de ser,
la teología se transforma en el colmo de la confusión. 6a pluralidad de las fórmulas,
a pesar de su contradicción interna, se presenta como un signo de riquea ) de
piedad profunda. .redo &uia absurdum=4 creo porque es absurdo. Fsta es, a lo que
parece, la 3ltima palabra de la religión del libre e5amen, que llea, se quiera o no, la
firma de 6utero.
5% </(olución o re(olución=
Para concluir nuestro estudio del modernismo protestante, nos falta sobre todo
confrontarlo conunlos
elaborar por fin fundamentos
primer intento dededefinición
la culturadel
cristiana< sólo despu0s
modernismo. podremos
l igual que hemos
hecho con el cristianismo aut0ntico, amos a diidir nuestro tema comparando los
principios de unidad, ) luego las consecuencias que se desprenden de ellos en
materia de erdad ) de unidad.
/Puede haber alg3n punto com3n en los principios fundamentales que gobiernan
el conjunto de la teología católica ) de la teología modernista protestante1 /Ia)
comunión de ideas, o diorcio en los puntos esenciales1 Desde una perspectia
realista, lo que nos llea a creer es la fidelidad a lo que es. -emos que debemos
BALANCE DEL MODERNISMO PROTESTANTE L#
creer por motios racionales ) fundados en los hechos ) en las cosas. Desde una
perspectia egologista, en cambio, los hechos no tienen nada que er con la
religión. Para 6utero, la oluntad es el principio de toda su fe4 ;sí lo quiero, así lo
ordeno, que la oluntad sira de raón=. />o profesa Mant el libre e5amen cuando
dice que ha destruido la raón para dar paso a la fe, cuando afirma que el 3nico Dios
que conocemos es el Dios dentro de nosotros1 2trauss sigue la línea de sus
maestros cuando, al quitar todo fundamento histórico a la fe cristiana, califica de
mítica la persona ) los actos de 9risto en los relatos eang0licos. 9on
2chleiermacher ocurre lo mismo, puesto que la religión sale de la conciencia ) se
define como el sentimiento de dependencia al unierso, considerado como un Sran
7odo. 6a realidad tiene tan poco ascendiente en su teología que, seg3n 0l, esta
3ltima no perdería nada de su fuera aunque no hubiese ida futura. hora bien,
esta postura es reolucionaria, ni m*s ni menos. Es, como Mant la describe
perfectamente, la reolución copernicana. Del objeto real concreto, el centro de
graedad del conocimiento pasa al sujeto pensante en abstracto, sin contacto con lo
3nico que podría darle forma. En lo sucesio, el hombre pensante naega a merced
de sus sueños, m*s reales e importantes que la realidad misma. El Oantiano es el
precursor de la realidad irtual. Pretende cortar las ataduras con el mundo concreto
) construir su propio mundo por medio de un acto de oluntad que desafía a la
creación ) a su utor. 6as consecuencias en materia de erdad en general, ) de
religión en particular, son eidentes. 9ada uno fabrica su erdad seg3n su
coneniencia, ) cada uno es libre de jugar ) creer lo que quiera, puesto que la
erdad ) la fe son productos de la oluntad ) del capricho del hombre.
6a erdad, en el terreno católico, es la conformidad del pensamiento con la
realidad. 6a erdad, seg3n una perspectia de la conciencia, se uele prisionera de
sus ideas. 6utero condena a la 2orbona por haber definido que si algo es erdad, lo
es tanto para la filosofía como para la teología. De hecho, condena a la misma raón
como directamente contraria a la fe. 2u libre e5amen hace que la erdad dependa
de la libertad humana antes que de los hechos que se imponen a nosotros. Del
mismo modo, Mant aboga por la erdad emancipada de la realidad, al definirla como
la simple coherencia de las ideas. En realidad, a m*s lejos ) admite la posibilidad
de la contradicción. 2trauss, contra toda erosimilitud, sostiene la ;erdad= de lo
que califica como mítico. Proclama abiertamente que el nacimiento sobrenatural de
9risto, sus milagros, su resurrección ) su ascensión a los cielos, siguen siendo
erdades eternas, por m*s que la realidad de las cosas en cuanto hechos históricos
se ea sometida a dudas. 2chleiermacher es el que aplica este principio de la
manera m*s general. Para 0l, la 3nica erdad que e5iste es de orden místico )
sentimental. Dios no es una erdad demostrable por raonamiento lógico< sólo se lo
percibe ) e5iste a tra0s de la emoción religiosa. Esto era e5actamente lo que
pensaba Mant, para quien Dios no era m*s que una quimera, incapa de eniar a
nadie al cielo o al infierno.
Desde un punto de ista realista, la erdad siempre es concreta ) particular ),
por consiguiente, e5clusia ) absoluta en sí misma. /En qu0 se conierte la erdad
en la perspectia egologista1 Por haber soltado las amarras para liberarse de la
realidad, la erdad egologista de los protestantes a a la deria, sujeta como est* al
cambio ) a la contradicción. 6utero abre el camino. Pasa r*pidamente de la libertad
absoluta en materia de fe a la condenación de los anabaptistas que niegan su
L% CIEN AÑOS DE MODERNISMO
autoridad. Para Mant, la 3nica religión que puede lograr la pa es la que re3ne a la
humanidad entera, entidad abstracta, bajo la 0gida de un Dios tambi0n abstracto.
pela a 6utero para aliiar a las 'glesias protestantes del peso de su credo.
2chleiermacher, por su lado, e en el dogma el símbolo de la e5periencia religiosa
que aría seg3n el humor de cada uno. 2u sucesor, :itschl, funda la 'glesia del
equíoco, reunida alrededor de las palabras de un credo aciado de todo contenido.
Es difícil negar que la ambigNedad de las fórmulas dogm*ticas no est0 en la
lógica del libre e5amen ) de la religión del coraón que ha renunciado a toda
autoridad e5terior al hombre. /En qu0 puede terminar todo esto, sino en el m*s
completo escepticismo1 9reer que todas las religiones son m*s o menos erdaderas
a pesar de sus contradicciones, /no es confesar implícitamente que son tan falsas
unas como otras1 El libre e5amen, eleado a la categoría de principio supremo de la
fe, conduce directamente a la indiferencia ) al desprecio de la religión.
Ctra consecuencia se refiere a la cuestión ecum0nica. 7ambi0n ahí es innegable
la discrepancia entre la cultura católica ) la protestante. 2eg3n la perspectia
católica, todo el esfuero por la unidad consiste siempre en conformarse con la
realidad, con los hechos históricos de la :eelación ) con la teología 3nica que es su
rigurosa consecuencia. uien pensara intentar una unión sobre otra base que no
fuera la de la erdad ) de los hechos, sería tratado de loco. 2eg3n la perspectia
protestante de la conciencia, la b3squeda de la unidad prealece sobre la de la
erdad. + en eso los protestantes enfrentan un problema desconocido hasta el
momento. /9ómo reintegrar a los que adhieren al principio de desintegración que es
el libre e5amen, la .arta *agna de la :eforma1 6os protestantes act3an como
aquellos que, despu0s de haber quebrado deliberadamente un aso, tratan de
oler a pegar los pedaos. Pero es difícil conciliar a los contestatarios cuando sólo
est*n de acuerdo en la contestación. 6a unidad de los protestantes no puede
hacerse m*s que por encima de sus diferencias, por encima de la erdad de las
cosas ) de los hechos negados por la crítica de Mant, ) por encima de la :eelación
histórica negada por 2trauss ) IarnacO. En esto, 2chleiermacher da la ersión m*s
acabada del ecumenismo. Para 0l, las creencias de la humanidad entera se en
unificadas, no por un dogma com3n dentro de las religiones, sino m*s bien por un
impulso com3n detr*s de ellas, el sentimiento de dependencia del hombre frente al
Dios que e5iste en el fondo de la conciencia.
/9ómo describir el modernismo que nos ofrece sobre todo 2chleiermacher,
siguiendo a Mant ) a 6utero1 >o es un sistema de pensamiento enfrentado a otro
sistema< es la disolución misma del pensamiento. Es la destrucción de todo sistema,
la negación de todo principio establecido como tal. >o es una 'glesia moderna
luterana construida frente a una 'glesia católica. En su fase m*s madura @el credo
maleable de 2chleiermacher ) la 'glesia fantasma de :itschl@, esta 'glesia se
presenta de hecho como la desintegración de toda 'glesia ) de toda religión. 6a
religión de los protestantes modernistas hace girar todas las cosas alrededor de la
conciencia humana, fuente del ser, de la erdad, de la :eelación ) de la diinidad
en lo m*s recóndito del hombre. Kasados en estas conclusiones, estamos )a en
condiciones de dar por adelantado una definición sumaria del modernismo, que en
caso dado podr*n corregir o mejorar las 0pocas siguientes. El modernismo @o al
menos el de los protestantes@ se presenta como un sistema de pensamiento
BALANCE DEL MODERNISMO PROTESTANTE LH
ignorantista, egologista ) reolucionista que profesa una filosofía sin ser ) una
:eelación sin fundamento histórico, para concluir en una teología sin Dios.
Tercera parte
7E:9E: P:7E
/l modernismo 2católico3
En la sección precedente fue f*cil er en qu0 medida la teología del sentimiento
de 2chleiermacher ) la crítica bíblica de 2trauss dependían de los principios
filosóficos de Mant ) de Iegel. El conjunto constitu)e, en efecto, un todo de notable
coherencia. El ínculo lógico entre la filosofía moderna ) sus aplicaciones religiosas
es perfecto. El fundamento com3n reside en el conocimiento limitado del )o, porque
no podemos conocer los hechos desnudos. El sistema del protestantismo liberal, al
que sería mejor llamar modernista, es la imagen del gigante de bronce con pies de
barro de la isión del profeta Daniel. 7oda esta seudociencia se funda en el )o
inmanente, es decir, en la fantasía ) la ficción. 9on una base tan endeble, el
poderoso gigante de bronce tenía que desmoronarse por su propio peso.
6os estudios científicos, aniquilados por las reoluciones de fines del siglo X-''',
habían sido proseguidos en los países católicos, particularmente en rancia e 'talia,
conducidos por sabios en todos los campos4 De :ossi para la historia arqueológica
romana, dom
la 'glesia, Su0ranger para
) 6acordaire, la renoación
restaurador de lalit3rgica, :ohrbacher
orden dominica en para la historia
rancia, de
brillante
apologista a pesar de sus inclinaciones liberales. l mismo tiempo, se lleaba a cabo
una renoación de las estructuras por medio de la fundación de las )acultades
católicas a partir de LGH, que debían conertirse en ieros de la elite intelectual
de rancia. Es cierto que :oma había e5igido esa reforma intelectual. >o es menos
cierto que los franceses, lejos de imitar el ejemplo de las facultades romanas que
ponían de reliee la teología, el derecho canónico ) la filosofía, se entusiasmaron
por las disciplinas positias de moda. :oma temía que la doctrina no se iera
perjudicada por esa supremacía que se daba en rancia a la historia ) a la crítica
escrituraria. 6os hechos le dieron la raón, pues el modernismo se constitu)ó
gracias a los sabios eclesi*sticos formados en los nueos centros intelectuales. Eran
sabios,
teología,desde luego,
sin las cualespero desproistos
la crítica de )una
histórica sanaquedaba
bíblica filosofía a) merced
de una de
sólida
las
desiaciones protestantes tan de moda al otro lado del :in.  modo de ejemplo, el
padre 6agrange, fundador de la Escuela de 8erusal0n, adoptó en el mundo católico el
m0todo histórico$crítico. + a pesar de que se distanció mu) pronto del modernista
6ois), al que había acogido en un comieno, el ilustre e5egeta quedó bastante
influenciado por la crítica racionalista.
LL CIEN AÑOS DE MODERNISMO
un así, esos estudios m*s positios obedecían a un motio loable. Ese clero
franc0s sintió el deber de recuperar el largo retraso de la ciencia eclesi*stica ante el
desafío de la crítica protestante, cu)o aance ) 05ito era die eces ma)or que el
prestigio de los eruditos. El hecho de que la necesidad de un trabajo de crítica
bíblica se dejara sentir m*s en rancia que en ning3n otro lado, unido a esa
necesidad de lógica ) de franquea, a esa generosidad confiada ) auda hasta la
imprudencia, que son los rasgos del pueblo franc0s, e5plica por qu0 el modernismo,
siempre ) cuando contara con guías () 0stos no le faltaban& había de encontrar en
rancia su principal campo de acción . El primer aspecto del modernismo
protestante, el ignorantismo crítico, sigue estando omnipresente. 2e disocia a la
religión de Dios del mismo modo que se separa a la raón de la realidad. 2e llega a
la negación de las cosas, del hecho reelado ) de Dios, para aceptar sólo lo que sale
del hombre. El protestantismo ;liberal= era la simple negación de la fe ortodo5a, sin
t0rmino medio posible. 6a noedad del modernismo ;católico= es el 0nfasis que se
pone en la evolución y la vida, a las que se desarrolla en sucesias doctrinas ) que
permiten superar la contradicción entre el catolicismo del pasado ) el del futuro.
unque sea sobre todo bíblico, el modernismo franc0s tiene bases filosóficas )
consecuencias teológicas serias. 6os filósofos Kergson ) Klondel son los primeros
cronológicamente, antes que los trabajos escriturarios de 6ois) ) la síntesis
teológica de 7)rrell. 9oncluiremos el presente estudio con la reacción romana, la
condenación del modernismo por san Pío X, antes de hacer el balance de la crisis
modernista propiamente dicha.
:ii^re, Le modernisme dans l-8glise, p. L!.


9PQ7R6C X
La #iloso#ía e(oluti(a de Bergson
Iemos asistido, en la sección del modernismo protestante, al ataque masio de

los ilustres sabios alemanes contra la filosofía eterna que, fiel al sentido com3n,
afirma que las cosas e5isten ) que nosotros las conocemos. l principio, Descartes
coloca los fundamentos de la filosofía moderna con su cogito subjetio. 6uego, Mant
niega a la inteligencia el acceso a la realidad e5terior ) da una nuea definición de
la erdad4 la conformidad del espíritu consigo mismo. El hombre es una torre de
marfil sin puertas ni entanas. Para hacerse la ilusión de salir de esa prisión
idealista, establece el yo como punto de partida de la nuea filosofía de la acción
moral$ Dios ) la libertad sólo e5isten porque son 3tiles. Iegel llea al e5tremo el
panorama Oantiano con su eolucionismo panteísta en el que todo se conierte en
todo. El ser$nada, por una serie de oposiciones ) síntesis, se transforma en el
cerebro humano que se conierte en Dios al tomar conciencia de su propia
diinidad.
El mismo
filosofía idealismo
modernista. fundamental
Rn nueo nombre impregna,
aparece enconscientemente o no, esta
el horionte filosófico, todae
la
en rancia, en la persona de Kergson. unque 0l no es católico, sí lo es 6e :o), su
alumno ) sucesor en el 9olegio de rancia, ) tambi0n Klondel, el filósofo apologista.
Despu0s de su biografía ) de un sucinto resumen de su doctrina, eremos en qu0 se
mantiene fiel a los principios que eran el talón de quiles del Oantismo4 el
reolucionismo, el ignorantismo ) el egologismo. 2obre este 3ltimo punto
pondremos especial inter0s en el mtodo de inmanencia de Klondel.
$% Vida " doctrina de Bergson

>acido en París, en una familia judía de origen e5tranjero, Ienri Kergson (LH!$
!%& manifiesta una gran predisposición por las matem*ticas, pero opta por la
filosofía. lumno de Cll0$6aprune ) de Koutrou5, enseña en ngers ) en 9lermont
antes de radicarse en París. 2e dedica entonces a madurar su sistema,
desarrollando el eolucionismo de 2pencer. Enseña en el 9olegio de rancia desde
!" ) se conierte en el profesor preferido de la juentud, que se entusiasma tanto
por la profundidad de sus enseñanas como por su maestría en el uso de la lengua
francesa. Presenta una doctrina que pretende liberar a las almas del cientificismo )
del materialismo que reinaban en rancia, meclada con una profunda admiración
!" CIEN AÑOS DE MODERNISMO
por los grandes místicos católicos. 2u principal obra filosófica es La evolución

creadora, publicada en !"G, fruto de largos años de enseñana, ) que tuo gran
influencia entre los modernistas de entonces . Es nombrado presidente de la
9omisión intelectual de la 2ociedad de las >aciones ) recibe el premio >obel de
6iteratura en !L. 2u 3ltimo libro, Las dos fuentes de la moral y de la religión
(!#&, reela las preocupaciones morales ) religiosas de sus 3ltimos años. En esta
obra establece la e5istencia ) la naturalea de Dios por medio de la intuición
mística. 7iene intención de conertirse al catolicismo, pero al 3ltimo momento
renuncia a esa pretensión para no traicionar la causa de los judíos, que eran
perseguidos en ese entonces.
El sistema filosófico de Kergson depende de las corrientes contempor*neas,
Mant ) 9omte, 2pencer ) DarTin. rente al racionalismo alem*n ) al determinismo
materialista que dominaba en rancia, Kergson ofrece un camino para salir de esa
c*rcel asfi5iante ) carente de libertad. Para ello establece una filosofía espiritualista
que pueda e5plicar la eolución biológica tomando distancia del racionalismo
Oantiano ) del
e5istencialismo, materialismo
radicalmente spenceriano.
antisistem*tico, 2i hacemos
podemos decir con abstracción del
los historiadores
que el bergsonismo es el 3ltimo gran sistema moderno de filosofía.
Este sistema se funda en un principio original ) uniersal, la evolución. 2e puede
formular así4 lo real no es el ser estable que conoce la inteligencia, sino el puro
cambio, en el que la intuición descubre la e5plicación de todas las cosas. Kergson es
un psicólogo nato ) comiena por analiar el )o humano. hora bien, el hombre, al
refle5ionar sobre sí mismo, adquiere un conocimiento íntimo de sí mismo por
intuición natural. hí encuentra lo que busca, una facultad de conocimiento capa
de preserar la metafísica. 2i con Mant admite que la inteligencia no puede conocer
el absoluto de las cosas, en contra de Mant afirma que ese absoluto metafísico
puede ser conocido por una facultad o m0todo original, la intuición adiinadora. 6a
llama indiferentemente imaginación, emoción creadora o simpatía intelectual. 6os
t0rminos para describirla, como suele ser su caso, son m*s po0ticos que filosóficos.
Esa simpatía ital da intuiciones del objeto que se desanecen. Krota, de alg3n
modo, de la fle5ión de la oluntad sobre sí misma . Permite transportarse al interior
del objeto para dar con lo que tiene de 3nico e ine5presable. 6a simpatía guarda
cierta analogía con el modo como los místicos logran la intuición sobrenatural de la
presencia de Dios en ellos. Es tambi0n el modo como el poeta siente las cosas )
ibra al unísono con el ser de las mismas, como si estuiera en ellas.
Despu0s de descubrir la facultad filosófica por e5celencia, Kergson le pone
delante su objeto filosófico, la realidad.  una facultad original corresponde un
objeto original.  la intuición ital corresponde el impulso ital. Porque el absoluto,
la 3nica realidad posible, es el puro cambio. 7odo cambia, nada permanece igual a
sí mismo, ) nada es distinto de nada. Ese cambio es a la e duración, impulso ital
) conciencia de sí. + es que, al obserar el unierso, Kergson comprueba que todo
sucede como si una enorme corriente de conciencia, un impulso ital, hubiera sido
arrojada a tra0s de la materia para organiarla. 6a materia sola es descenso,

En realidad, ese libro es el resumen de numerosos artículos de Kergson, diulgados por muchos admiradores,
de forma que Kergson bien pudo haber influenciado a los cabecillas del moimiento religioso desde fines del siglo
X'X, como demostraremos.

L-8volution cratrice, % ed., !#, p. G, en 7honnard, 2istoire de la philosophie, p. !"L.
BERGSON !
psíquica inertida, impulso ital en regresión. >ecesita una fuera progresia. El

impulso ital da cuenta de la eolución del mundo mejor que cualquier otra
e5plicación mecanicista ) materialista de los eolucionistas anteriores. 7odo se
e5plica en el unierso si se admite la ida como 3nica realidad, no )a fija en los
moldes de las especies ) naturaleas, sino progresia e inentia, abierta e
impreisible, aanando por medio de creaciones sucesias gracias al impulso ital.
Ese impulso ital, esa enorme corriente de conciencia, es el absoluto, el acto simple
) la fuera que sintetia el unierso, ) puede definirse como Dios. sí, al captar el
impulso ital, la duración, el moimiento en sí ) la conciencia @para Kergson todos
estos t0rminos son sinónimos@, se puede tener la seguridad de alcanar el absoluto
del mundo por medio de la intuición adiinadora.
 esa doble estructura, psicológica ) física, Kergson le suma un niel superior,
abordando el problema de la moral ) la religión. 2e puede considerar a cada una de
ellas desde dos puntos de ista diferentes. 2eg3n el punto de ista cerrado )
est*tico, la moral est* dominada por el conformismo con el deber ) el ritualismo fijo.
6a religión
inentar se caracteria
todos los mitos ) en ese
ritos caso por el
necesarios egoísmo
para ) la la
conserar fabulación, que incitan
cohesión social. Desdea
el punto de isto abierto ) din*mico, tenemos la moral del h0roe ) del santo, la de la
fraternidad ) los derechos del hombre. 7ambi0n tenemos entonces la religión de los
profetas ) de 9risto, de la que nace el impulso místico ) caritatio gracias al
contacto con el impulso ital mismo.
En resumen, el sistema de Kergson se presenta como una teoría que permite
e5plicar lo m*s recóndito del unierso en función del hombre. Descubre, en todos
los nieles que estudia, un dualismo omnipresente4 el conocimiento intelectual ) el
intuitio, el mundo de la materia ) el del impulso ital, la moral ) religión est*ticas )
las din*micas. 2in rechaar el aspecto demasiado material ) est*tico de las cosas, lo
inclu)e por entero en el aspecto ital ) din*mico ), por lo tanto, m*s real, de las
cosas. >o es de e5trañar que los historiadores consideren el bergsonismo como un
sistema coherente ) unificado alrededor del principio supremo de la eolución
creadora. 9omo tal, se encuentra en realidad mucho m*s cerca de los
e5istencialistas antiintelectualistas que de los idealistas intelectualistas. 7iene m*s
parentesco con 2artre que con Mant, ) con Ieidegger que con Iegel.
Despu0s de este bree esboo, no nos costar* demostrar que, aunque los
principios difieran de los que profesan los idealistas, las conclusiones son id0nticas
en su conjunto. En efecto, en Kergson el ignorantismo se traduce como simpatía
intelectual, el egologismo como conciencia de sí, ) el reolucionismo como puro
cambio. 9omo la eolución es para Kergson el principio supremo, lo m*s sencillo
ser* abordar el aspecto reolucionista antes de tratar su ignorantismo agnóstico.
:especto de la cuestión egologista, eremos sobre todo el mtodo apologtico de
inmanencia desarrollado por Klondel, pues Kergson no aporta ni suprime nada a sus
predecesores.
&% La e(olución creadora

En el libro que lo consagró a la fama, La evolución creadora, Kergson recupera el
iejo sofisma griego4 el ser no es, todo es puro cambio. 6a realidad transcurre sin
que podamos saber si lo hace en una dirección 3nica, ni siquiera si es siempre el
! CIEN AÑOS DE MODERNISMO
mismo río el que corre. 6a erdad es que cambiamos continuamente ) que el estado
en sí mismo )a es un cambio. >o ha) cosas, sólo ha) acciones. 6a realidad es fluida,
una creación que contin3a sin cesar. Es moimiento . 6e :o) no hace m*s que
repetir a su maestro cuando describe, con la magia embriagadora de su estilo, los
frutos de la intuición del )o profundo4
«@e o%e manar misteriosamente las fuentes de la conciencia, como un invisible estremecimiento de agua viva a
través de la sombra musgosa de las grutas. (Ae disuelvo en el -;bilo del cambio* Ae abandono a la delicia de
ser una realidad que flu%e. C#mo Cienso ara m', estas preguntas %a no significan nada+ 7.
El ser no es, todo cambia< eso es lo que los bergsonianos llaman duración pura.
De este principio del moimiento absoluto se derian, en perfecta lógica,
consecuencias fatales. Primero, la negación de los conceptos m*s elementales,
como la sustancia ) la causalidad. El unierso es esencialmente moimiento ) ida,
es decir, continuidad ) simplicidad en una fluide ininterrumpida. En ese unierso no
ha) lugar para sustancias momificadas, o para cosas ) especies distintas )
diididas.
p*jaro en Es
queelelmundo
p*jaro,del cambio sin nada
literalmente, se haque cambie. Es
olatiliado. Es el
el unierso
paso deldel
fríouelo de
al calor
en que el agua se ha esfumado en apor. El cambio no necesita ning3n soporte< el
moimiento no implica un móil.
«La verdad es que, si el lengua-e se amoldara a la realidad, no dir'amos que el ni<o se hace hombre, sino que
ha% un cambio de ni<o a hombre0 /l cambio es un su-eto. asa al primer plano. /s la realidad misma+ 8.
+a no es don Pedro el que de niño llega a ser hombre, sino don 9ambio, pues
0ste es el sujeto ) la 3nica realidad. De hecho, nadie ha pasado de la infancia a la
edad madura. sí, cambiar es un erbo impersonal sin sujeto4 se dice que cambia,
como se dice que lluee o niea.
El principio del moimiento absoluto conclu)e en la posibilidad de la pura
contradicción. Kergson
cat*strofe interior, una renuncia a la lógica de) las
torsión contranatural cosas, del
dolorosa aunespíritu.
cuando 6epercibe
:o) )una
los
modernistas encarecen lo mismo4 el principio de no contradicción no es uniersal ni
necesario< es la le) suprema del discurso, pero no del pensamiento en general.
6ejos de ser un signo de error, el absurdo es el fondo mismo de toda realidad en la
naturalea.
«C>ué es el cambio sino una sucesión perpetua de cosas contradictorias que se funden0 en las profundidades
supralógicas+ H.
9on semejantes afirmaciones, /comprende 6e :o) que est* socaando la base
de todas las ciencias e5perimentales que tanto nos enorgullecen ho) en día1 Ese
desprecio por las le)es del pensamiento lo repetir* De 6ubac con su concepto de
%radición
a)er H. viva, seg3n el cual la fe de ho) no tiene que seguir lógicamente a la de

Kergson, +rface C la philosophie de l-e3perience de 4$ 6ames L-8volution cratrice , pp. , #!, "#, H,
J", etc. En ese capítulo todas las citas de Kergson, 6e :o) ) 6ois) han sido sacadas de D9, ;?odernisme=, col.
J%$JJH.

Bne philosophie nouvelle, p. JL, en D9, ;?odernisme=, col. JH%.
#
L-8volution cratrice, p. ##L, en D9, ;?odernisme=, col. JHL.
%
Revue de *taphysi&ue et de *orale, !", p. %< !"H, p. "", en D9, ;?odernisme=, col. J%%.
H
-0ase el capítulo G.
BERGSON !#
6a consecuencia m*s grae, el gran desacuerdo entre escol*sticos )

modernistas, como mu) bien lo resalta 6e :o), se refiere a la noción misma de
erdad. + esto por dos raones mu) sencillas. Primero, porque los modernistas
reducen el saber a la oluntad ) el conocer al deseo, por mu) ers*til ) ciego que
sea. 6uego, porque no puede haber un erdadero conocimiento de las cosas si )a no
ha) cosas. sí lo e5plican los modernistas4
«C9a% verdades eternas % necesarias /s dudoso. #1iomas % categor'as, formas del entendimiento o de la
sensibilidad! todo eso cambia % evoluciona: el esp'ritu humano es plástico % puede cambiar sus deseos más
'ntimos+ 2. «$reemos que la verdad es vida %, por lo tanto, movimiento % crecimiento antes que término. Todo
sistema, desde que lo cerramos % lo erigimos as' en absoluto, se convierte en error. La verdad, en cuanto bien
del hombre, no es más inmutable que el hombre mismo. /voluciona con él, en él % por él: % eso no impide que
sea la verdad para él: es más, sólo lo es con esta condición+ 7. «arecéis creer que, en el orden religioso %
moral, lo verdadero % lo falso son categor'as absolutas % bien delimitadas. "o es e1actamente as'+ 8.
6a erdad no depende de la realidad4 algo puede ser erdadero sin ser real. Esto
conduce a la definición blondeliana de la erdad, cl*sica entre los modernistas4 la
%
conformidad de lade
la noción primera inteligencia con la ida
la erdad prooca . Error
un error en supremo, puesto que un error en
todo lo dem*s.
'% /l ignorantismo 0ergsoniano

Kergson declara la .r"tica de la razón pura de Mant como definitia en lo que
niega, a saber, la capacidad del espíritu de captar la realidad. 6e :o) e5presó lo
mismo en una fórmula lapidaria que se ha hecho cl*sica4 Es impensable un m/s all/
del pensamiento. + se e5pla)a. Ia) una objeción de la que nunca nos libraremos. El
pensamiento, al buscarse un objeto absoluto, sólo se encuentra a sí mismo. Pero
como un cierto realismo se impone, ese mismo pensamiento se conierte en el ser
mismo, en la trama de toda realidad. hora bien, aceptar de entrada esta derrota
del pensamiento, es lo mismo que seguir el camino traado por la filosofía
ignorantista de Mant< ) eso es lo que hacen los bergsonianos. Pero /no tenía
Kergson la intención de redescubrir la ía hacia el absoluto del unierso1 2í, pero
ese absoluto metafísico bergsoniano es la realidad e5purgada del ser con su
naturalea ) sus causas, o sea, la nada. El filósofo niega el ser en proecho de la
duración pura, pues para 0l la contradicción ) el cambio constitu)en la matri de la
realidad. El sistema bergsoniano es profundamente ignorantista porque destru)e el
objeto inteligible.
6o es incluso porque dice que el absoluto real no es conocido por la facultad de
la inteligencia, sino por una facultad original, la intuición. Pero esa facultad resulta
ser antiintelectual ) est* lejos de ser uniersal.  esa intuición hipnotiadora la
llama Kergson el ronroneo continuo ) el umbido ininterrumpido de la ida
profunda. 6e :o) es m*s gr*fico4
«#dentrémonos un poco más en los repliegues recónditos de las almas. "os encontramos en esas regiones de
crep;sculo % de sue<o donde se elabora nuestro %o, de donde brota la marea que se encuentra en nuestro
interior, en la intimidad tibia % secreta de las tinieblas fecundas donde se estremece nuestra vida naciente. Las

6e :o), Revue de *taphysi&ue et de *orale, !", p. #"H< Dogme et .riti&ue, p. #HH, en D9,
;?odernisme=, col. J%H.

6ois), Autour d-un petit livre, p. !, en D9, ;?odernisme=, col. J#J.
#
6ois), uel&ues lettres, p. L!, en D9, ;?odernisme=, col. JH!.
%
Klondel, Annales de philosophie chrtienne, H de junio de !"J, p. #H, en 9ourrier '', p. %J.
!% CIEN AÑOS DE MODERNISMO
distinciones han desaparecido. La palabra %a no vale. @e o%en brotar misteriosamente las fuentes de la
conciencia+ 2.
6o m*s inquietante de esa intuición quim0rica son los resultados e5traños )
contradictorios
esencia quee5actamente
de la ida produce seg3n los autores.
del mismo modo 2i
queKergson pretende
la materia, captar
Klondel, la
por su
lado, percibe una manifestación concreta ) progresia del 'nfinito. 6e :o) entre0 la
presencia de Dios. ntes que ellos, 2chelling )a había descubierto en esta intuición
la estabilidad de la ida eterna, contrariamente a todos los discípulos de Ier*clito,
que sólo encontraban en ella el puro cambio. /u0 descubrimientos futuros resera
esa simpatía adiinadora a los adeptos del intuicionismo ) del misticismo1 7odo es
preisible ) todo es creíble cuando )a no nos fiamos m*s que del sentimiento ) del
buen olfato del instinto indiidual. Kien dijo san Pío X que la intuición es la madre de
la herejía4
«/n realidad, Cno es una locura0 fiarse, sin el menor control, de e1periencias como las que preconian los
modernistas+ 7.
De esas tesis ignorantistas, que niegan que la inteligencia pueda conocer la
naturalea de las cosas, que destru)en el conocimiento de la realidad ) de los
primeros principios, surgir*n consecuencias desastrosas en apolog0tica.
2e niega la inmortalidad del alma humana. En la filosofía bergsoniana, materia )
espíritu no son m*s que direcciones diergentes de una misma acción, ) lo físico es
tan sólo lo psíquico inertido. De hecho, /cómo probar la inmortalidad del alma
cuando la distinción entre t3 ) )o no es m*s que una ilusión1
2e niega la realidad del milagro, entendido como derogación de las le)es
naturales. Para Kergson, las le)es uniformes que permiten e5plicar la naturalea
sólo e5isten en nuestra inteligencia, que recorta ) deforma la realidad. Puesto que
nada es uniforme, )a no ha) lugar ni para las le)es ni para sus e5cepciones. El
milagro ha pasado de moda ) se conierte en una simple acción natural, aunque
sorprendente, sin ninguna interención de Dios #. Esta acomodación satisface
plenamente a 6ois), pues al mismo tiempo que elimina el milagro, da la impresión
de conserarlo. Para 0l, por otra parte, el milagro ) la profecía son antiguas formas
del pensamiento religioso destinadas a desaparecer %.
6a e5istencia de Dios queda arrinconada. Rn Dios, ser supremo, infinito,
sustancialmente distinto del mundo que ha creado, )a no es posible siquiera en la
isión modernista que desprecia las sustancias ) las causas. Es repetir a Iegel, para
quien Dios est* reali*ndose< es imitar a :enan, que responde al que le pregunta si
Dios e5iste4 ;A7odaía noB=. 6os bergsonianos afirman que Dios es la emoción
creadora, el amor actio, la ida en perpetuo cambio ) la concentración de la
duración.
«Dios es vida incesante, acción, libertad. La creación, as' concebida, %a no es un misterio, la e1perimentamos
en nosotros mismos desde que actuamos libremente0 a no ha% que hacer intervenir a una fuera misteriosa.
9a% que desarraigar el pre-uicio de que el acto creador se da en bloque en la esencia divina. ?n Dios as'

Bne philosophie nouvelle, p. JL, en D9, ;?odernisme=, col. JH%.

+ascendi, p. J#.
#
El catecismo +ierres vivantes, de la 9onferencia episcopal francesa, da la misma definición modernista del
milagro.
%
6ois), uel&ues lettres, pp. H!, J, en D9, ;?odernisme=, col. JJ.
BERGSON !H
definido no ha hecho absolutamente nada+ 2. «ara nosotros, Dios no es, sino que se hace. @u cambio es nuestro
propio progreso+ 7.
Kergson tiene la audacia de llamar a eso ;panteísmo ortodo5o=.
/2e trata aquí tan sólo del pensamiento de un filósofo aislado, o es un
pensamiento compartido por los eclesi*sticos modernistas1 6a duda )a no nos es
posible cuando leemos en la pluma de su cabecilla, 6ois)4
«@i el problema cristológico se plantea de nuevo, se debe a la renovación integral que se produ-o % sigue
produciéndose en el seno de la filosof'a moderna. La cuestión que ha% en el fondo del problema religioso
actualmente no es saber si el apa es infalible o si ha% errores en la =iblia, ni siquiera si $risto es Dios o si ha%
una Nevelación —que son otros tantos problemas secundarios o que han cambiado de sentido, % que dependen
del gran % ;nico problema—: más bien, se trata de saber si el universo es inerte, vac'o, sordo, sin alma % sin
entra<as, % si la conciencia del hombre no encuentra un eco más real % verdadero que en s' misma. ara
decidirse por el s' o por el no, no ha% prueba que podamos llamar perentoria+ 8.
Para hablar claramente, todo el problema estriba en la cuestión filosófica de un
Dios personal distinto del hombre, del que el cabecilla de los modernistas, siguiendo
a Iegel ) a Kergson, no est* mu) seguro.
 pesar de esos fundamentos, Kergson sostiene la superioridad de la religión
cristiana, ilustrada por su uniersalidad. Pero, seg3n 0l, la religión sólo tiene alor
por su emoción creadora inicial, independientemente de todo fundamento racional.
Para 0l, todos los dogmas reelados, la 2antísima 7rinidad, la encarnación, ) toda la
organiación de la jerarquía ) de los sacramentos de la 'glesia, son fabulaciones
salidas de las religiones primitias o de la emoción de la caridad inicial. :ecupera
pr*cticamente el fundamento religioso de 2chleiermacher, el conocimiento
sentimental de Dios. En ambos casos nos quedamos en el campo de la conciencia
pura, fuente de las emociones. En esa misma conciencia, aislada del e5terior,
Klondel pretender* encontrar la necesidad de lo sobrenatural ) de la religión
reelada.
5% /l 2m;todo de inmanencia3 de Blondel
El nueo m0todo apolog0tico, llamado del umbral, apareció en el libro La Acción
(París, L!#&, escrito por el borgoñón ?aurice Klondel. 6a oscuridad de sus ideas )
de su estilo, al igual que su naturalea sentimental, lo habrían hecho pasar por un
alem*n. En esa tesis doctoral, el joen filósofo se esmera por encer la prisión de la
conciencia indiidual en nombre de la acción. 6o e5plica un poco despu0s4
«9a% una noción que el pensamiento moderno, con una susceptibilidad celosa, considera como la condición
misma de la filosof'a! es la noción de inmanencia, es decir, que nada puede entrar en el hombre que no salga de
él % no corresponda, de alguna forma, a una necesidad de e1pansión: % que, ni como hecho histórico, ni como
ense<ana tradicional,
admisible que no sea, denialguna
como obligación impuesta% autóctono+
manera, autónomo desde fuera,H. no ha% para él verdad que cuente % precepto
2obre este punto de apo)o inmanente elaborar* una apología de la fe cristiana.
Klondel, en su libro, pretende unir la filosofía inmanentista, que lo saca todo del
hombre, con la religión cristiana sobrenatural, que sólo puede proceder de Dios. Es

Kergson, op$ cit$, pp. G", #, J%, J, en D9, ;?odernisme=, col. JHJ.

6e :o), Revue de *et/physi&ue et de *orale, !"G, p. H"!, ibíd.
#
6ois), Autour d-un petit livre, pp. !, ", en '9P, er p. # ) ss.
%
Klondel, Lettre sur les e3igences de la philosophie contemporaine, en Karbier, p. #JL.
!J CIEN AÑOS DE MODERNISMO
querer conciliar lo inconciliable.  pesar de todo, Klondel lo intentar*. 2u solución es

el m0todo de inmanencia que hace brotar la erdad de las necesidades del sujeto ),
por lo que se refiere a lo sobrenatural, busca sus raíces en las tendencias mismas de
la naturalea.
«5Lo sobrenatural es6 absolutamente imposible % absolutamente necesario para el hombre+ 2.
En el m0todo apolog0tico de la acción, el acto de fe no es la aceptación de un
contenido que presenta una autoridad e5terior, sino m*s bien la e5presión e5terior
de un sentimiento religioso. Sracias a este m0todo, la acción misionera es superflua,
porque el acto de fe )a no e5ige la predicación de proposiciones en las que ha)a
que creer, ni la demostración de los motios de credibilidad. En conformidad con su
apolog0tica del umbral, Klondel redefine la erdad como la conformidad del
pensamiento con la ida, lo que le aldr* poco despu0s un duelo epistolar con el
teólogo romano Sarrigou$6agrange .
Rn grupo se re3ne mu) pronto alrededor de Klondel, cu)o órgano de prensa son
#
los Annales
substitu)endo de philosophie chrtienne del
el intelectualismo oratoriano
anticuado 6aberthonni^re
por las aspiraciones .del
Estecoraón,
3ltimo,
e5tiende el m0todo apolog0tico a toda la religión cristiana. Parte de un principio de
autonomía intelectual seg3n el cual no e5iste ninguna erdad que deba serle
impuesta al hombre. 2e rebela contra la noción de lo sobrenatural entendido como
un sistema de erdades abstractas que sólo llegan a nosotros por ía de autoridad.
Esa filosofía deja entreer una postura metafísica4
«#s', pues, cuando los filósofos0, para conservar esta autonom'a que constitu%e nuestra personalidad moral,
reclaman una verdad que tenga la caracter'stica de ser inmanente, es decir, que se relacione con ellos, que
puedan encontrar en s' mismos, en lo que son % lo que deben ser, no podemos de-ar de coincidir con su
parecer+ H.
6o que se dice de la raón ale tambi0n para las erdades de fe. 6aberthonni^re
siente aersión por una religión concebida como un lío de fórmulas impuestas al
espíritu desde fuera. Ia) que reemplaarla por una fe que proenga de nuestro
interior, seg3n la cual el espíritu proclama su autonomía ) se da a sí mismo la
erdad que acepta. 6aberthonni^re acaba, naturalmente, despreciando el dogma en
proecho de una espiritualidad mística. El cristianismo significa, primero ) ante
todo, una presencia actia de Dios en la humanidad, ) si nos ofrece un sistema de
erdades sobrenaturales en que debemos creer, es porque tenemos una ida
sobrenatural que iir4 la humanidad nunca ha creído si no es para iir ) iiendo.

Fste es el te5to completo sacado de L-Action (París, !H"&, p. #LL en agner, 2enri de Lubac, p. #H4
;bsolutamente imposible ) absolutamente necesario para el hombre, 0sta es propiamente la noción de lo
sobrenatural4
aferrarse la acción
a ello. 9ordialdelespera
hombre
delsupera
mesíasal desconocido<
hombre< ) todo el esfuero
bautismo de su raón
de deseo que laesciencia
er quehumana
no puede
nonipuede
debe
proocar, porque esa necesidad misma es un don=.

En 9ourrier '', pp. %J$H". -er capítulo !.
#
6os Annales fueron incluidos en el Qndice en !#, al igual que las obras de 6aberthonni^re, con prohibición
de publicar otros escritos, dado que su sumisión pareció mu) poco conincente. En efecto, ;a las habituales
doctrinas inmanentistas ) a las consecuencias de la autonomía del espíritu que se deriaban de ellas, se sumaban
las inectias m*s irulentas ) audaces contra el ?agisterio de la 'glesia, contra los teólogos que, por su enseñana
e5trínseca sobre la gracia ) la reelación, nos rebajan del estado de personas al estado de cosas, ) especialmente
contra el primer responsable de esa ruina, santo 7om*s de quino, opresor de las almas, hombre que, seg3n
6aberthonni^re, ni siquiera es hereje, porque se quedó completamente fuera del cristianismo= (Enciclopedia
católica, ;6aberthonni^re=&, en 9ourrier '', p. JL.
%
6aberthonni^re, Annales, !"#, en Karbier, p. #GL.
BERGSON !G
6aberthonni^re tiene la franquea de sacar a relucir la confusión entre el orden

natural ) el sobrenatural, que est* a la base del m0todo blondeliano.
«uesto que e1iste un orden sobrenatural, puesto que todo hombre de hecho, % no decimos de derecho, está
llamado a de
impregna vivir
su sobrenaturalmente, Dios act;a
caridad: la acción misma por medio fundamentalmente
que constitu%e de su gracia en el coraón
nuestra de todos
vida está,los
dehombres % los
hecho, como
informada sobrenaturalmente por Dios0 (#un sin ser conocido, Dios está siempre ah'*+ 2.
Propagada por amigos de mucho prestigio, la tesis oscura de Klondel, que bajo
su forma original sólo podía interesar a los inestigadores, recibió ias críticas.
Parecía sospechosa de naturalismo o condenada a no llegar a ninguna conclusión. El
dominico 2chTalm, de la Revue thomiste, refutó este sistema como se merecía.
Denunciaba los peligros del idealismo egologista para la fe4 supresión de todo
ínculo erdadero entre el cristiano ) la 'glesia, norma isible de su fe< supresión de
toda prueba del hecho de la :eelación ) de su sagrado depósito, confiado a la
'glesia< supresión de toda concordancia entre la raón filosófica ) la fe. ñadía
tambi0n que esa filosofía hacía imposible el reconocimiento objetio de lo
sobrenatural, encarnado en 9risto ) en la 'glesia. 2i de hecho, hablando desde el
punto de ista histórico, Dios se dignó elear al hombre a un fin sobrenatural, no
podremos encontrar las pruebas de ese hecho en el ;hombre puramente hombre=.
6a religión del hombre puramente hombre sólo puede ser una religión humana )
natural . Despu0s de 2chTalm, el propio 6ois) demostró las deficiencias de ese
sistema.
«La filosof'a de la inmanencia busca a Dios en el hombre, ingeniándoselas para encontrar en nuestra naturalea
e1periencias que impliquen la necesidad, la e1istencia % la presencia de Dios, % de Dios tal como lo ense<a la fe
católica, encarnado en Fesucristo % activo en la &glesia. $oncienudo ensa%o de apologética, cu%o defecto
capital es la desproporción de sus conclusiones ortodo1as con relación al fundamento psicológico de su
demostración+ 8.
6o mismo sucede con la obra de 6aberthonni^re4

«/se sistema, que es un =londel traducido al francés % sin pretensión doctoral, es una repetición del iluminismo
protestante: es la negación esencial del dogma teológico, transmitido por la Tradición, % de la autoridad de la
&glesia, que es su suprema garant'a. /sa gente cree en todos los dogmas de la &glesia, pero no como se debe,
seg;n una Nevelación ob-etiva % basada en el testimonio de la &glesia: se apo%an en su e1periencia interior, a la
manera de los protestantes: son sub-etivistas, no ortodo1os+ H.
9omo 6utero sobre el tema de la gracia, todos los inmanentistas, Klondel )
6aberthonni^re, seguidos por De 6ubac, :ahner ) 8uan Pablo '', tropiean con este
escollo que es lo sobrenatural. 7eilhard se queja de que san gustín lo ha)a echado
todo a perder al ;inentar= lo sobrenatural. 9omprende claramente que una
religión, una :eelación ) una gracia erdaderamente sobrenaturales presuponen
una acción diina fuera del hombre. Pero los modernistas, sedientos de libertad
absoluta, no pueden soportar ese )ugo suae ) ligero de Dios, que act3a como
maestro de las conciencias sin iolentarlas. 6utero entiende como iolación de la
conciencia por parte de un Dios tirano, lo que la doctrina católica e como 3nico
medio de justificación del hombre. 6os inmanentistas puros, de estilo Oantiano,

6aberthonni^re, en Karbier, p. #GG. Fsta es, ni m*s ni menos, la tesis del ;cristiano anónimo= de :ahner
(0ase el capítulo H& ) del buen budista de que hablaba el que luego iba a ser 8uan Pablo '', en El signo de
contradicción (0ase el capítulo %&.

2chTalm, en Karbier, p. #G#.
#
6ois), !imples rfle3ions, pp. J$G, en :ii^re, pp. #G$#L.
%
6ois), .hoses passes, pp. #"G$#"L, en :ii^re, p. #G.
!L CIEN AÑOS DE MODERNISMO
señalan que todo sale del hombre ) que nada recibe 0l de Dios. 6os inmanentistas
moderados, de estilo blondeliano, sostienen una ersión edulcorada del mismo
error. En e de negar simplemente la acción sobrenatural, la confunden con la
acción natural ) humana. El resultado es el mismo4 se desnaturalia lo sobrenatural,
se sobrenaturalia a la naturalea humana. 9uando se miden las consecuencias
lógicas de estas posturas se comprende por qu0 son seeras las críticas dirigidas
contra Klondel. El hombre queda necesariamente diiniado ) se hace difícil
distinguirlo de Dios. El hombre se conierte en la fuente, medida ) fin de toda la
religión del coraón, haciendo eco a 2chleiermacher. Este m0todo de la inmanencia
se queda dentro de la familia de la inmanencia. Es tan sólo fantasía pura, monista )
panteísta.
U
U U
Fste es, a grandes rasgos, el plan general de esa torre de marfil ;sin puertas ni
entanas= en la que
prisión sin salida, el subjetiismo
a la raón agnóstico
humana. Fsta pretende
es la Kabel encerrar,moderna
de la filosofía como en una
donde
reina la m*s increíble confusión de ideas ) lenguas. Descartes, con su subjetiismo,
puso los primeros cimientos< Mant erigió el gigantesco edificio, tan complicado como
incómodo< Iegel igila la cumbre, perdida entre las oscuras nubes del no ser.
Despu0s de ellos, Kergson, seguido por los modernistas, quiso agregar un piso sin
derruir el monumento. 2us intenciones de corregir a Mant ) de recuperar lo real ) lo
absoluto, declarados como perdidos e incognoscibles para siempre, eran loables tal
e. Pero constru)ó ese piso no en las alturas, sino en el subsuelo del )o profundo )
del subconsciente, fruto de su imaginación creadora. llí, priado de la lu racional,
guiado por las tinieblas de su intuición, a la que llama emoción creadora, produjo
sus obras, que algunos consideraron como chispas geniales. 2e equiocó de
m0todo.
ilumina el>unca
mundoseapagando
ponen enlaselluces
subsuelo las puertas ). las entanas< tampoco se
de la inteligencia
6as aplicaciones religiosas sólo saldr*n a la lu m*s tarde ) obligar*n a :oma a
fulminar sanciones. l lanar anatemas contra este auda edificio antiintelectual,
san Pío X protegía a la raón misma de un suicidio insensato. 2i deseaba, antes que
nada, salaguardar el depósito de la fe, el Papa debía asimismo alertar a los
pensadores contra los principios directios de las herejías modernistas. Mant, Iegel
) Kergson son, en efecto, los corifeos m*s peligrosos de la herejía modernista, pues
socaan el Eangelio ) el dogma hasta sus cimientos. >o cabe duda de que su
síntesis filosófica, en especial la de Kergson, se amolda perfectamente a la religión
del sentimiento ) de la conciencia de 2chleiermacher. 6os eclesi*sticos modernistas,
6ois)
+ ) 7)rrell
es que, en particular,
de hecho, erandemu)
su filosofía aficionados
la emoción a los escritos
creadora del filósofo
es el apato franc0s.
que cala a la
perfección en el pie modernista de una :eelación inmanente ) de un dogma
simbólico en perpetua eolución. 6os capítulos siguientes lo confirmar*n.
9f. D9, ;?odernisme=, col. JJ%$JJH.


9PQ7R6C X'
2/l /(angelio " la Iglesia3 e(olucionistas de Lois"
Mant, que encarna el modernismo protestante por la coherencia interna de sus

puntos de ista en cualquier *mbito, tanto filosófico ) escriturario como teológico,
en la católica rancia encuentra su par en 6ois), reconocido con raón como el
cabecilla de los modernistas. Mant es filósofo crítico ante todo, pero su filosofía lo
abarca todo ) corrompe todo lo que toca. 6ois), por su formación, es un e5egeta de
pura cepa, pero su e50gesis crítica implica una filosofía Oantiano$bergsoniana )
conduce a una teología simbolista. Para entender mejor la contribución nuea ) en
cierto modo genial de 6ois) dentro del moimiento modernista, es necesario
esboar una semblana de su persona ) de sus principales manifiestos.
$% La persona " sus ideas

El padre lfred 6ois) (LHG$!%"& era hijo de padres humildes, granjeros de un
pueblito de la ?arne. De salud fr*gil, entra mu) joen en el seminario de 9hlons.
llí se queja
deoción m*s de una educación
simple. escol*stica
Para distraerse de ella,demasiado
ingresa en seca ) racional
la Crden 7ercerapara su
de san
rancisco, ) saborea las primicias de las ideas liberales le)endo a 6amennais,
?ontalembert ) 6acordaire. 6a noche de su ordenación, en junio de LG!, lo
carcomen las dudas sobre la erdad absoluta del cristianismo, pues sospecha un
fraude en los orígenes de nuestra religión. Esas sospechas aumentaron al llegar a
París, ciudad a la que 6ouis Duchesne lo había initado para enseñar en el 'nstituto
9atólico recientemente creado. En esos institutos, repartidos por toda rancia, el
espíritu general era faorable a la filosofía ) crítica modernas, a costa de la sana
teología. uerían estar al día, recuperar el tiempo perdido ) tratar los problemas
científicos modernos en el terreno de los adersarios protestantes.
Duchesne en particular actuaba de este modo en París, fundando en LL" el
0ulletin .riti&ue. Preconiaba el m0todo de contacto directo con las fuentes ) la
crítica seera de los te5tos.  su lado, 6ois) pasaba por un alumno brillante ) un
lector apreciado por los estudiantes. 2us adersarios le reconocían talentos
sobresalientes4 una capacidad científica poco com3n, a base de información precisa
) crítica penetrante, tanto en el campo de la filología semítica como en el del
pensamiento religioso contempor*neo, ) un talento de e5posición notable por su
"" CIEN AÑOS DE MODERNISMO
soltura . En el 9oll^ge de rance, por esa misma 0poca, :enan destruía las
2agradas Escrituras, tanto del ntiguo como del >ueo 7estamento.  instigación de
Duchesne, 6ois) emprende la lectura de :enan para refutarlo mejor. Pero el
contacto con el historiador esc0ptico, lejos de apartar a nuestro inestigador de los
caminos críticos, lo sumerge m*s en ellos. Empiea a e5presar dudas sobre las
diersas narraciones eang0licas de la natiidad ) de la resurrección, que le
parecen incompatibles con la Iistoria. 6os 2antos 6ibros fueron escritos con menos
e5actitud que los libros profanos. 2i el Espíritu 2anto tiene algo que er en su
redacción, no a)udó, sin embargo, a seleccionar las mejores fuentes históricas. 2in
haber leído todaía a ;los alemanes= @los filósofos agnósticos Oantianos@, 6ois)
pone en tela de juicio la realidad objetia de las conclusiones de la sana filosofía. >o
obstante, a3n cree poder guardar el justo medio entre el sabio ) el cristiano en
materia escrituraria.
El año LL# marca una fecha crucial para la e50gesis progresista, que ser*
puesta en la picota. Es el año en que se da una especie de ruptura entre el 'nstituto
9atólico ) 2an
crítica pura, 2ulpicio, donde
) -igourou5 se anatematia
que defiende a ;los
la e50gesis alemanes=<
tradicional ) noentre
tarda6ois) con su
en prohibir
a sus alumnos que escuchen al profesor del 'nstituto, a quien considera demasiado
crítico. Por ese tiempo 6ois) entabla amistad con los futuros cabecillas del
moimiento modernista, 6aberthonni^re ) Denis, de los Annales de philosophie
chrtienne. Entra especialmente en contacto con el barón católico r0d0ric on
INgel, que patrocina desde 6ondres el moimiento modernista con su influencia,
dinero ) dedicación. De com3n acuerdo con Duchesne, el padre I0bert, entonces
director de la escuela 0nelon, lo inicia en el Oantismo. Para I0bert, la crítica
filosófica había destruido los fundamentos racionales de la fe, en especial la noción
de un Dios personal. En materia de e50gesis, I0bert abraa las tesis que luego
repetir* 6ois)4 la 'glesia, la erdad ) lo diino eolucionan< el Eangelio es puro
símbolo ) le)enda, como )a pensaba 2trauss .
sí es como, poco a poco, el padre 6ois) se aparta de la fe tradicional. lgunos
años despu0s, en LLJ, tiene la conicción de que esa fe católica es un obst*culo
para el desarrollo intelectual de la humanidad. 2eg3n 0l, la 3nica erdad que un
estudiante podría llegar a aceptar es el relatiismo ) el simbolismo en materia de
erdad religiosa. 2us estudios comparados de las religiones asirias lo llean a
generaliar sus dudas sobre la 2agrada Escritura, haci0ndolo caer en una crítica
esc0ptica total de la :eelación, crítica que abarca a todas las religiones. 6a lectura
del Estudio comparado de las religiones de >eTman, en L!, sólo le sire para
confirmar sus ideas preconcebidas. Pero su situación se uele precaria. Ese mismo
año es finalmente e5pulsado del 'nstituto 9atólico por presión de los obispos de
rancia. En 'nstituto
postura del L!# 6eón) deX''' publica
6ois), que la encíclicareducir
pretendía +rovidentissimus, que
la inspiración censura la
escrituraria )
encontrar errores en la 2agrada Kiblia. 6ois) se conierte en capell*n de una
?onseñor Katiffol, en :ii^re, pp. !G$!L. 6ois) conseró, hasta las condenaciones de !"#, una posición

honrosa, sin nada que la perjudicara seriamente.


2u .redo du >icaire savoyard, escrito a partir de L!%, es qui* la e5presión teológica m*s perfecta del
modernismo (0ase la parte final del capítulo &. Duchesne lo había inducido a ;er con claridad las
contradicciones de los testimonios relatios a la resurrección=, escribe Ioutin, en :ii^re, p. %. El mismo
Duchesne hio declaraciones mu) equíocas despu0s de la condenación de los !ouvenir d-Assise de I0bert, aunque
enseguida se retractó de sus palabras, cf. :ii^re, pp. H$H.
LOISY "
escuela de chicas en >euill), donde puede consagrarse a su gusto a la inestigación

escrituraria.
El año L!# es tambi0n el año en que se tradujo en rancia el libro de 8ohannes
eiss,
a 6ois),La predicación
para de 6es?s sobre
er los Eangelios el Reino
sólo desde de Dios. escatológico.
un enfoque Este libro influenciar* mucho
8es3s, como sus
contempor*neos, esperaba como inminente el fin del mundo. 2u misión era
proclamar el inminente reino de Dios, que Fl enía a establecer en la tierra. 6ois) se
aldr* de esto para e5plicar su tesis de la din*mica de los Eangelios ) de toda la
religión cristiana. En su retiro de cinco años redacta su ;libro in0dito=, que
constituir* la sustancia de muchos escritos posteriores. Esta obra analia los tres
;postulados= de la fe que, seg3n su opinión, )a no se sostienen ante las ciencias
modernas @la crítica, la biología ) la teoría social@. El postulado teológico
declaraba que Dios ) la creación eran conceptos que nunca habían cambiado ni
cambiarían jam*s @;por supuesto, esos autores no habían preisto a DarTin=@ . El
postulado mesi/nico pretendía que 9risto ) la 'glesia habían sido anunciados en el
ntiguo 7estamento.
con su jerarquía, Por 3ltimo, el )postulado
sus sacramentos eclesiológico aseguraba
sus dogmas, había sido instituida que la 'glesia,
directamente
por 8esucristo. 6ois) quería a)udar a la 'glesia a salir de ese callejón sin salida en
que se había puesto a los ojos de la ciencia. 6o que ella tenía que hacer era adaptar
los tres postulados a las le)es del desarrollo histórico, lo cual sería mucho m*s
satisfactorio para la fe que cualquier sarta de milagros.
En esta co)untura, despu0s de romper relaciones con Duchesne, 6ois) se acerca
a la Escuela de 8erusal0n, de mentalidad abierta ) bastante liberal, dirigida por el
padre 6agrange . 2ólo m*s tarde, en .osas del pasado, reelar* que había perdido
la fe desde hacía tiempo, cosa que no habría sucedido si no se hubiese planteado
graes problemas de conciencia. Pronto la colaboración se uele difícil. El
secretario Katiffol, en L!%, rechaa un artículo su)o porque pone en duda la
diinidad de 9risto.  lo cual 6ois) replica con risa sat*nica4 ;A+ ustedes a3n creen
en esoB= #. El mismo secretario, quej*ndose en otra ocasión de sus piruetas
equíocas, le escribe en L!J a 6agrange que )a no tenía deseos de engancharlo al
carro, pues daba coces. Dejando a ese grupo, 6ois) funda entonces la Revue
d-histoire et de littrature religieuses, con la colaboración, entre otros, del sombrío
8oseph 7urmel, cu)o doble juego iba a dar mucho que hablar de la crisis modernista.
l presentarse como puramente crítica, la escuela de 6ois) quiere liberarse de
las normas doctrinales que 6eón X''' dio en su encíclica +rovidentissimus. En e de
atenerse a las cautelas ) límites que impone la inspiración escrituraria ) la autoridad
de la 'glesia, pretende estudiar la Kiblia sin prejuicios, seg3n los estudios científicos,
históricos ) arqueológicos, dejando a los apologistas la tarea de conciliar las
conclusiones científicas con la fe. En realidad, a pesar de sus pretensiones de
imparcialidad, la crítica pura seguía los pasos de los protestantes, cu)a fe no es
intelectual ni racionalmente fundada, sino radicalmente agnóstica. En esa 0poca, sin
embargo, ideas mucho m*s radicales roían )a su espíritu.
«@i so% algo en religión, so% más bien pante'sta, positivista % humanitarista que cristiano+.

6ois), en :att0, %hree *odernists, p. J.

9f. 6agrange, Au service de la 0ible, pp. #J%$#JL, en donde e5plica los postulados del m0todo histórico$
crítico.
#
En Poulat, 2istoire, dogme et criti&ue, p. #JH.
" CIEN AÑOS DE MODERNISMO
Rn jesuita, el padre ontaine, abrió fuego contra 0l en Las infiltraciones

protestantes y el clero francs (L!!&. hí denunciaba a 6ois) por no reconocer la
autoridad histórica del cuarto Eangelio, ) a ;. irmin= (uno de los seudónimos de
6ois)&, a propósito de sus artículos sobre ;6a :eelación primitia=. . irmin fue
atacado de nueo por sus artículos ;6as pruebas de la economía de la :eelación= )
;6a religión de 'srael=, que fueron censurados en !"" por el cardenal :ichard de
París, por ser contrarios a los principios de la 'glesia. Ese mismo año, el estudio ;6os
mitos babilónicos ) los primeros capítulos del S0nesis=, que abordaba el delicado
problema de los orígenes, tambi0n fue isto con sospechas.
 pesar de la mala publicidad que se hacía a su alrededor, 6ois) tenía el apo)o
de protectores eclesi*sticos de alto rango, en especial el arobispo de lbi,
monseñor ?ignot. 2u imagen de sabio mal apreciado ) sus estudios científicos lo
ponían tan en eidencia que podía pretender al obispado de ?ónaco, a falta de uno
en rancia, por intermedio del cardenal ?athieu, de la 9uria :omana, en el mismo
momento en que publicaba sus famosos libros rojos, que iban a desencadenar la
tormenta. 9uando6ois)
peligroso hereje, se quitó la m*scara
mostró ) laselusia
una actitud autoridades lo reconocieron
durante como
cuatro años, lo queunle
permitió multiplicar el n3mero de adeptos a la causa de la ;ciencia pura= ) del
;progreso=. E5comulgado en !"L, abandonó la 'glesia para aceptar del gobierno
una c*tedra de Iistoria de las :eligiones en el 9oll^ge de rance. Rna e ahí, trató
de relanar la religión de la humanidad de uguste 9omte, su predecesor en el
9oll^ge. >ada ilustra mejor el resultado 3ltimo de la religión modernista que esa
e5traña religión de 9omte recuperada por 6ois) .
&% 2/l /(angelio " la Iglesia3

El motio de esta obra (noiembre de !"& fue la publicación de las
conferencias
(Kerlín, !""&.del protestante
l mismo tiempoliberal IarnacOa 6utero
que felicitaba sobre por
La haber
esencia del cristianismo
asentado las bases
del moimiento de emancipación, IarnacO lo acusaba de haberse detenido a mitad
de camino, sin haber podido terminar con los dogmas ) los ritos para oler a
encontrar así, en su sencille primitia, la aut0ntica religión de 9risto. Era necesario,
por lo tanto, despojar la esencia del cristianismo de su iejo ropaje.
2emejante obra, e5tranjera ) protestante, no estaba hecha para atraer al gran
p3blico. >o obstante, no podía dejar de interesar a los medios intelectuales, ) a
6ois) en primer lugar. Fste tomó la pluma con gusto, puesto que )a tenía su propia
síntesis cristiana lista en un cajón. 6eantando el guante arrojado con orgullo por el
sabio berlin0s, 6ois) aceptó el desafío, ) publicó El Evangelio y la Iglesia, seguido de
En torno a un pe&ueFo libro, complemento del anterior. 6as declaraciones
eolucionistas ) simbolistas, que saltan a los ojos del lector de ho), desaparecían en
ese entonces en una e5posición sutil que matiaba hasta el grado del equíoco )
equilibraba hasta la ambigNedad sus afirmaciones religiosas. En ninguna parte había
afirmaciones claras. 2e podían encontrar ahí todas las fórmulas cautelosas que la

9f. 7honnard, +rcis d-histoire de la philosophie, pp. G$G#. 6a religión positia de 9omte, fruto de su
imaginación, hace adorar a la Iumanidad ) sobre todo a los genios. Ese 2er del que formamos parte nos domina )
merece nuestra adoración. Puede asoci*rsele la tierra (gran etiche& ) el aire (gran ?edio& para completar la
7rinidad positiista. Esta religión tiene sus sacerdotes, los sociólogos, ) sus ritos, cu)o ceremonial detallado fue
preisto por 9omte. 2e trata de un ateísmo o de un panteísmo materialista, en el que ;la Iumanidad acaba de
eliminar irreocablemente el concepto de Dios=. -0ase tambi0n D9, ;Positiisme=, col. H$H.
LOISY "#
lengua francesa ofrece a una pluma h*bil. 6ibro e5traño ) desconcertante, que tenía
el arte de insinuar por todos lados sus conclusiones sin enunciarlas nunca
e5plícitamente. Estaba destinado a engañar, ) los engañados, al principio, fueron
incontables.
En realidad, bajo apariencia de refutación de un libro protestante, se insinuaba
toda una concepción del cristianismo que daba a la obra su erdadero car*cter.
6ois), recurriendo a la ironía, trataba al cristianismo de IarnacO como un fruto
podrido, al que había que mondar para llegar al hueso incorruptible. 9risto tuo sólo
una idea erdadera entre muchas falsas, la relación íntima e indiidual del hombre
con Dios por la filiación mística. Eso es lo m*s importante del Eangelio, seg3n la
escuela 5erigm/tica. Fsa es toda la esencia del cristianismo, tal como se desprende
de la predicación ) de los ejemplos de 8es3s. 9ada quien ser* religioso, en la
intimidad de su conciencia, seg3n cómo conoca, ame ) honre pr*cticamente a Dios
como Padre su)o. Es una concepción reduccionista de los Eangelios, considerados
3nicamente desde el *ngulo de la paternidad diina. 7odo lo que no se inclu)a
dentro de esto debe rechaarse sin piedad como apócrifo ) añadido.
unque ironice al hablar del fruto eang0lico que ha) que mondar para
conserar el hueso central, en realidad 6ois) est* en el mismo barco que IarnacO.
7ambi0n 0l practica la reducción, pues e5amina los Eangelios e5clusiamente bajo
el aspecto del inminente reino de Dios. En esto sigue a la escuela escatológica de
8ohannes eiss, que enseñaba que 8es3s compartía totalmente la esperana de sus
contempor*neos.  partir de esa óptica de un 8es3s iluminado que ie bajo la
ilusión de la parusía inmediata, 6ois) interpretar* todo el Eangelio. 9omo sus
predecesores alemanes, 6ois) dice que ha) que distinguir al 9risto de la fe del 9risto
histórico. Para 2trauss, como para IarnacO, la fe de la comunidad había producido
muchas mitologías que se habían cristaliado alrededor de la Iistoria pura. 
imitación de ellos, el Eangelio histórico de 6ois) se reduce a poco, porque
«la tradición sinóptica revela un traba-o de idealiación progresivo, de interpretación simbólica % dogmática+
IQ8J 2. «"i los predicadores cristianos ni los evangelistas se preocuparon por la e1actitud histórica: aspiraban a
producir la fe e interpretaban el /vangelio al relatarlo+ IQJ. «/l realismo aparente de las escenas se debe a la
imaginación m'stica del autor Isan FuanJ % a la energ'a de su convicción, que no le permiten distinguir
netamente, en sus meditaciones religiosas, lo ideal de lo real, la teor'a de la 9istoria, el s'mbolo de su ob-eto+
I2R8J. «ero el cuarto /vangelio es un libro de teolog'a m'stica en el que se o%e la vo de la conciencia
cristiana, no la del $risto de la 9istoria+ I28RJ.
 fin de cuentas, los Eangelios nos cuentan la historia de un hombre llamado
8es3s, que en los 3ltimos años de su ida predicó la inminencia del reino de
dominación política uniersal que esperaba 'srael ) la penitencia como condición
necesaria para entrar en 0l. 9onquistado para esta esperana al escuchar a 8uan
Kautista, 8es3s leglorioso.
pró5imo regreso sumó la 7otalmente
ilusión de creerse
absortoelpor
?esías que presidiría
esa parusía esa no
inminente, obra en su
podía ni
pensar en fundar una 'glesia. 'nto5icado por esa idea del ?esías, prometió a sus
discípulos que se sentarían en doce tronos para jugar a las doce tribus de 'srael.
7rató de llear a cabo un golpe de Estado en 8erusal0n, pero los insurrectos fueron
detenidos ) condenados por el crimen de alta traición, )a que 8es3s se había
declarado :e) de los judíos, ) por eso fue ejecutado. 2u cuerpo fue sepultado en

6ois), L-8vangile et l-8glise, al igual que las siguientes referencias, con la p*gina correspondiente. 9f. :ii^re,
pp. H"$!", passim< Karbier, pp. #!$%"#.
"% CIEN AÑOS DE MODERNISMO
una fosa com3n, sin que nunca se lo oliese a encontrar. Esto es, a grandes rasgos,
lo que nos enseña la historia eang0lica sobre la ida de 8es3s, e5purgada )a de
todos sus añadidos legendarios. El trabajo del historiador termina cuando el cuerpo
muerto de 8es3s es puesto en el sepulcro, ) se sella su entrada con una piedra.
8es3s muere. 7odo cambia. l ciclo prepascual o ciclo de la Iistoria, sigue el
ciclo pascual o ciclo de la creencia.  la realidad sigue la fe, a los hechos la le)enda,
al Eangelio la 'glesia. 6a 'glesia sale del Eangelio como la mariposa sale de su
cris*lida. El segundo ciclo sucede al primero, pero no le es ajeno, )a que lo prolonga
como la planta prolonga la semilla, como la cosa prolonga el símbolo. Est*
contenido en el primero aunque lo contradiga. unque 8es3s ha)a fijado para un
tiempo pró5imo la llegada de su reino puramente terreno, la ;creencia= de los
discípulos lo pro)ecta en un horionte sin fin, hasta olerse católico ) perderse en
la eternidad. 6os póstoles, en particular san Pablo ) san 8uan, no pudieron hacer
abstracción de todo este moimiento de simbiosis ) embellecimiento de la
comunidad primitia. Por eso la crítica se topa con tantos dogmas ) con tan poca
Iistoria.  modo de ejemplo, 6ois) e5plica que
«las apariciones Ide Fes;s después de la resurrecciónJ son un argumento directo, pero que podemos decir
incierto en su significación0 #lgunas impresiones sensibles no son el testimonio adecuado de una realidad
puramente sobrenatural0 La realidad ob-etiva de las apariciones no queda definida para el historiador con
suficiente precisión+ 2. «La divinidad de Fes;s no es un hecho de la historia evangélica cu%a realidad podamos
verificar cr'ticamente+ 7. «$risto es Dios para la fe+ 8.
El hecho es que 9risto resucitado )a no pertenece al orden de la ida presente )
del conocimiento sensible, sino al mundo futuro. sí, los discípulos ;creen= en la
resurrección de su ?aestro. ;Para ellos= entró en su gloria, se conirtió en 2eñor )
fue consagrado como tal, ) ie en la inmortalidad. El adenimiento del reino se
conierte, por medio de la eolución de la creencia, en el reino celestial de la
eternidad a la que todos deben prepararse.
quí se e claramente cómo 6ois) asienta un primer prejuicio4 la oposición entre
el 9risto de la Iistoria ) el 9risto de la fe, similar al diorcio entre el fenómeno ) la
cosa en sí Oantiana.  esto, adem*s, se le deben sumar otros presupuestos
filosóficos que no tienen nada que er con la crítica bíblica4 la teoría del panteísmo
inmanente (hagamos a Dios a nuestra imagen&< el progreso ) la ciencia como raón
suprema de la perfección del hombre< el deber de adaptar los símbolos de la 'glesia
a la ciencia< la incapacidad de los hechos históricos (los milagros& para probar la
diinidad de 9risto. 9ontent0monos con algunas citas notables que permiten
sondear las profundidades del mal intelectual que aqueja a 6ois)4
«@i se supone que la verdad, en cuanto accesible a la raón humana, es algo absoluto, que la Nevelación ha
tenido esa misma caracter'stica % que el dogma participa de ella: que no sólo el ob-eto del conocimiento es
eterno e inmutable en s' mismo, sino también la forma que ese conocimiento ha revestido en la 9istoria
humana, las afirmaciones de mi librito 5 L’Évangile et l’Église6 son más que temerarias, son absurdas e
imp'as0 ?na tradición que, como la que tiene por ob-eto los milagros de Fes;s, es inevitablemente
legendaria0 Dios no interviene en la 9istoria0 La idea com;n de la Nevelación es una mera ni<er'a. Dios se
revela en % por la humanidad. @e puede representar indistintamente al individuo consciente como la conciencia

L-8vangile et l-8glise, p. G%.

Autour d-un petit livre, p. #".
#
Ib"d$, p. HH.
LOISY "H
de Dios en el mundo por una especie de encarnación de Dios en la humanidad, % como la conciencia del mundo
subsistente en Dios por una especie de concentración del universo en el hombre+ 2.
En realidad, por medio de la reforma de la fe ) de la 2agrada Escritura, 6ois)
abogaba
de ello, )apor
queuna erdadera
escribía insurrección
die años despu0seclesi*stica. Era perfectamente consciente
de los acontecimientos4
«Ai argumentación contra 9arnacS implicaba una cr'tica de las fuentes evangélicas, más radical en varios
puntos que la del teólogo protestante: %, por otro lado, mi defensa de la &glesia romana0 implicaba asimismo el
abandono de las tesis absolutas que profesa la teolog'a escolástica 5los concilios de Trento % de Baticano &6
respecto de la institución formal de la &glesia % de sus sacramentos por $risto, la inmutabilidad de los dogmas %
la naturalea de la autoridad eclesiástica0 &nsinué, discreta pero realmente, una reforma esencial de la e1égesis
b'blica, de toda la teolog'a % aun del catolicismo en general+ 7.
'% /l /(angelio " la Iglesia e(oluti(os

l dejar a IarnacO para seguir con 6ois), pasamos de la fruta que ha) que pelar
para tener el n3cleo, a la mariposa que sale de su cris*lida. Esa comparación oculta
un aspecto completamente nueo de 6ois), que marcar* un hito en la historia del
modernismo. Kergson había hecho dar un paso a la reolución Oantiana. cababa de
introducir un elemento que sería la clae de todo pensamiento ) de todas las cosas4
el puro cambio, la duración pura, la ida, la eolución creadora. De ahí deducía
Klondel su nuea noción de erdad, la conformidad de la inteligencia con la vida.
6ois) estaba buscando en esa 0poca un m0todo de e50gesis que diera cuenta de la
e5istencia de la 'glesia ) del Eangelio, pero sin aceptar el hecho de la :eelación
diina. El instrumento filosófico de Kergson$Klondel, el desarrollo y la vida, seriría
de m0todo crítico de los Eangelios.
2e trata de un descubrimiento nada menos que reolucionario en relación con
los protestantes radicales. 9uando 0stos oponían el 9risto de la Iistoria al 9risto de
la fe, el
6ois) Eangelio
ofrece histórico
una nuea a la 'glesia
solución dogm*tica,
al dilema. era del
6a esencia para renunciarnoa es
Eangelio lo segundo.
el n3cleo
puro oculto bajo los ataíos de la ieja 'glesia, que ha) que quitar como se quita lo
dañado de una fruta podrida. Es el germen io, que se desarrolla sucesiamente
para iir su ida o sus idas distintas, como de la bellota sale el roble ) de la
cris*lida la mariposa. En realidad, 6ois) a mucho m*s lejos, pues para 0l, el
desarrollo ital hace el salto imposible entre la rana ) el lagarto, ) pasa del gallo al
burro. Pero nada es imposible para un modernista de buena cepa. 2upera la
contradicción sin dificultad, tal como lo hio Iegel. Por eso no se debe oponer el
ciclo prepascual al ciclo pascual, el Eangelio a la 'glesia, como contrarios que se
e5clu)an. Ia) que unirlos en una armonía digna de Kergson4 es la eolución
histórica de la 'glesia, porque la 'glesia, como el Eangelio, es ida. Puesto que la
transformación
adaptarse a ese es impulso
la regla de toda cultura,
irresistible de lalo naturalea
mismo que humana
de todo ser
sin io, ha) que
renunciar al
Eangelio ni a la 'glesia. sí e5plica 6ois) los añadidos sucesios ) contradictorios

6ois) en los siguientes pasajes, respectiamente4 Autour d-un petit livre, p. !", en D9, ;?odernisme=, col.
JH%< Les 8vangiles synopti&ues, ', LJ< !imples rfle3ions, p. < uel&ues lettres, pp. G, G%, H", J (en :ii^re,
ib"d$&.

.hoses passes, pp. %#$%%, en :ii^re, p. G. 6ois) describe esa reforma4 ;Primero un esboo ) una
e5plicación histórica del desarrollo cristiano< luego una filosofía general de la religión ) un intento de interpretación
de las fórmulas dogm*ticas, de los símbolos oficiales ) de las definiciones conciliares, con miras a adaptarlos,
sacrificando la letra al espíritu, con los datos históricos ) con la mentalidad de nuestros contempor*neos=.
"J CIEN AÑOS DE MODERNISMO
que, lejos de oponerse al germen ital, son su m*s perfecta e5presión. 6a ida es un
moimiento de adaptación a condiciones perpetuamente ariables ) nueas. sí, el
judaísmo alcanó una ida gloriosa ) resucitada en el cristianismo, que lo hio
aceptable al molde grecorromano en que acababa de establecerse. 6a le) de la ida
consiste en que cada organismo alcance los límites de su desarrollo para luego
morir ) sobreiir sólo en su descendencia. De la misma manera, /no deber* el
cristianismo morir para reiir luego bajo una forma m*s amplia ) eleada1
9on semejante clae de lectura, 6ois) puede e5plicarlo todo ) lo contrario de
todo con una facilidad desconcertante. De esta manera se conseran las cosas ) las
nociones m*s santas4 erdad, :eelación, doctrina, Eangelio, 'glesia, dogma, etc.
6o mismo que en el credo equíoco de :itschl, se consera la c*scara, pero acía de
todo su contenido. 6a erdad, la :eelación, el dogma, el Eangelio ) la diinidad de
8esucristo, todo cae dentro del torbellino eolutio. 6os t0rminos son los mismos,
pero completamente cambiados o colocados fuera de conte5to gracias a la arita
m*gica del desarrollo perpetuo. 6eamos a 6ois), que lo e5plica a las mil maraillas.
«La verdad, en cuanto bien del hombre, no es más inmutable que el hombre mismo. /voluciona con él, en él %
por él: % eso no le impide ser la verdad para él: es más, sólo lo es con esta condición+ 2. «La verdad de la
Nevelación, en cuanto que todos los cre%entes la comparten, se crea perpetuamente en ellos, en la &glesia, con la
colaboración de la /scritura % de la Tradición+ 7. «La misma noción de desarrollo es la que debe ser
desarrollada+ 8. «Fes;s fue mucho menos el representante de una doctrina que el iniciador de un movimiento
religioso. /l movimiento que inauguró se perpetuó en las mismas condiciones normales de todo movimiento
fecundo de la humanidad+ H. «/l /vangelio no es una doctrina absoluta % abstracta, aplicable directamente a
todos los tiempos % a todos los hombres. /s una fe viva, vinculada por todas partes al tiempo % al medio en que
nació. @iempre ha sido % será necesario un traba-o de adaptación para que esta fe se conserve en el mundo+ .
«/n un sentido Fes;s era el Aes'as, % en otro no lo era todav'a. Lo era, como destinado personalmente a reinar
en la nueva Ferusalén: % no lo era todav'a, porque la nueva Ferusalén no e1ist'a+ . «La divinidad de $risto es un
dogma que ha crecido en la conciencia cristiana. /1ist'a sólo en germen en la noción del Aes'as 9i-o de Dios+
M
. «Las realidades % las nociones de -erarqu'a, primac'a, infalibilidad, dogma, incluso la de sacramento,
corresponden a un crecimiento de la comunidad cristiana, que sólo e1iste en germen en el /vangelio+ Q.
U
U U
Era difícil asociar con tanta habilidad el Eangelio ) los postulados de la filosofía
moderna. 6ois) asume el ignorantismo Oantiano que niega la cosa en sí (el 9risto
histórico& ) lo sustitu)e por el egologismo subjetio (el 9risto de la fe ) de la
comunidad primitia&. 6os dos 9ristos, aunque contrarios, se unen en el moimiento
ital de una eolución de toda la 'glesia, del culto ) de los dogmas. altaría er, por
supuesto, si esta transformación del dogma se puede documentar con una lectura
de la Kiblia. altaría sobre todo comprobar su iabilidad, pues la transformación que
6ois) lleó a cabo
contradicción4 noes
Dios es)sólo
no un desarrollo
es distinto delm*s o menos
mundo, relatio,
el alma sino una)erdadera
es inmortal no lo es,
9risto es Dios, pero no lo era al principio. En e de darle a su libro el título de El

Autour d-un petit livre, p. !".

Ib"d$, p. "G.
#
L-8vangile et l-8glise, p. J.
%
6ois), en la misma 0poca, en 8tudes vangli&ues, París, !", en :ii^re, p. J%.
H
L-8vangile et l-8glise, p. %.
J
Ib"d$, p. H#.
G
Autour d-un petit livre, p. G.
L
Ib"d$, p. G.
LOISY "G
Evangelio y la Iglesia, 6ois) habría dado muestra de ma)or sinceridad si lo hubiera

titulado La e3plicación del cristianismo seg?n la evolución, la inmanencia y el
relativismo universal$
Enen
como ninguna otra partemanifiestos
esos pequeños encontró el modernismo una e5presión
rojos. :oma estaba tan
alertada ),completa ) fiel
en febrero de
!"#, 6eón X''' condenó el primer libro. El 2anto Cficio, en tiempos de san Pío X,
puso en el Qndice arias obras del mismo autor antes de condenar su sistema cuatro
años m*s tarde, pues el modernismo )a apestaba el aire ) los 6ois) eran legión.
9PQ7R6C X''
La teología sim0ólica de T"rrell
El hurac*n modernista, aunque tuo su epicentro en rancia, hacía estragos

fuera de ese país4 en 'talia, como eremos sucintamente en el pró5imo capítulo, )
en 'nglaterra, como amos a er ahora. 2u representante m*s famoso en 'nglaterra
fue el jesuita 7)rrell, de quien sacaremos las grandes tesis teológicas del sistema
modernista tal como lo condenó san Pío X. + es que su teología, en comparación con
las obras de sus amigos del continente, 6e :o), Klondel ) sobre todo 6ois), presenta
la entaja de mostrar conclusiones teológicas sin enredarse con estudios filosóficos
) e5eg0ticos *ridos. 7)rrell no quiere saber nada de frases enreesadas ) habla
abiertamente, pues el seudónimo lo protege. dem*s, las raíces protestantes de
este mal conertido lo llean a las conclusiones lógicas que chocan a sus amigos
católicos. De manera que, para estudiar mejor la teología modernista en sus detalles
) pormenores, no ha) persona m*s indicada que este fogoso irland0s.
$% La persona
En la 0poca de 6ois), el modernismo penetraba en 'nglaterra gracias al barón
-on INgel, que iba a transmitir el irus a su erdadero cabecilla, Seorge 7)rrell
(LJ$!"!&. ntes de abordar la biografía ) las actiidades de este 3ltimo, digamos
una palabra acerca de las influencias que marcaron su personalidad. >acido en
Dublín en el seno de una familia calinista, ) conertido a la fe católica, se sentía
lleado por su propio misticismo a hacer predominar la intuición sobre la inteligencia
en teología, con una pica de indiidualismo protestante procedente de sus orígenes
familiares. En contacto permanente con el barón -on INgel, 7)rrell estudiaba las
obras de los alemanes, al igual que la problem*tica bíblica seg3n la escuela de
6ois). 7ambi0n había abandonado el dogmatismo de la escol*stica para sentirse
identificado con la filosofía de la inmanencia de Klondel, cu)as conclusiones decía
haber anticipado
la crítica por medio
escrituraria, de unasus
aceptaba especie de armonía
resultados preestablecida.
sin controlarlos En cuanto
demasiado a
por
considerarse incompetente era en la materia.
Este irland0s reconocía tener un temperamento de camaleón ) confesaba
ingenuamente4
TYRRELL "!
«@i acaso tengo alg;n don, es una especie de poder femenino de llegar a conclusiones sin el apo%o de premisas,
de adivinar lo que la 9istoria debe decir, de for-ar hipótesis % s'ntesis+ 2.
2us allegados emiten un juicio seero sobre 0l. Ese espíritu tan celoso de su
pensamiento
hu0rfano casi desde
de padre no pensaba sino por lesugestión,
su nacimiento, lo quesu
costaba afirmar podía deberse aEra
personalidad. que,
de
temperamento místico con todo lo que eso supone, su sentido intuitio, su desprecio
por la seguridad, ) tambi0n sus arrebatos. 9uando había tomado una decisión, )a no
se echaba para atr*s. El mismo 7)rrell se definía como la mecla original de un
cerebro alem*n ) un coraón irland0s, con predominancia de lo segundo. En esa
alma compleja estaba tambi0n la amarga obstinación del ingl0s meclada con el
ardor irland0s, a lo que se debía sumar un neriosismo mórbido ) una fle5ibilidad
que confinaba con la duplicidad. Dudaba constantemente de sus propias
motiaciones, pero al mismo tiempo no tenía escr3pulos de ocultar sus intenciones
con mentiras, si eran necesarias para la buena causa.
l leer su biografía, nos preguntamos si no tendría algo de raón cuando escribió
que durante su ida jugó a la religión desarm*ndola ) oli0ndola a montar, como
cuando de niño se dedicaba a desmontar sus trenes el0ctricos. Kajo los trece años
de sólida formación jesuita latían en su coraón el escepticismo ) el ateísmo, que
tarde o temprano debían salir a la superficie. 6a conersión de Seorge 7)rrell a la
'glesia católica se hio en dos etapas. ue educado en el anglicanismo de la Lo@
.hurch, que a los diecis0is años lo lleó a hacerse esc0ptico ) discípulo inconsciente
de >ietsche. Pero luego, tratando de recobrar la seguridad en esta ida, ingresó en
la 2igh .hurch, m*s para jugar a la religión que por conicción, como lo muestra su
oración de entonces4
«Dios m'o Isi es que ha% un DiosJ, salva mi alma Isi es que tengo almaJ+ 7.
Pronto, cansado de la lta 'glesia ritualista, entra en contacto con la 'glesia
católica, lee con aide, se instru)e ) se presenta a las puertas de la casa de retiro
de los jesuitas en 6ondres. En pocas horas 0l, que se había presentado sin la
intención de ser recibido formalmente en la 'glesia, olía de allí papista ) jesuita a
medias #. Crdenado sacerdote en L!, en sus primeros años defendió la causa
católica con ehemencia ) con un marcado gusto por la pol0mica contra todo
enemigo, fuese cual fuese, racionalista o protestante liberal. 2e conierte en
predicador de retiros ) publica numerosos artículos, que en !" ser*n recopilados
en un libro de estilo conserador, La )e de *illones %. Pero en su fuero interno )a no
tiene el mismo espíritu. Iabía entablado amistad con los elementos liberales
londinenses, en especial con el barón -on INgel, quien lo puso en contacto con los
filósofos ) e5egetas del continente. 'ba a conertirse en el promotor infatigable de la
causa modernista. En realidad, aunque con raón se le d0 el título de teólogo del
modernismo ;católico=, 7)rrell era m*s misionero que profesor o escritor. 2u
modernismo estaba impregnado de un car*cter apostólico. 2u papel parece haber
sido el de organiar la teología como un sistema io a partir de los trabajos
científicos de sus maestros franceses, 6ois) ) Klondel.

En :ii^re, pp. !H$!J.

7)rrell, en :att0, p. HH.
#
Ib"d., p. H!.
%
%he )aith of *illions$
" CIEN AÑOS DE MODERNISMO
Esta influencia continental comiena a hacerse eidente en sus siguientes

escritos, desde la aparición de Religión de %eolog"a y Devoción . De hecho, est*
conencido de que lo que m*s urge es combatir las formas usuales de la filosofía )
la teología. Pretende restablecer la fe cristiana sobre las bases de la e5periencia
íntima, seg3n el gusto de moda entonces, para interpretarla luego en t0rminos de
eolución ) de ida. simismo, haci0ndose el defensor de la 'glesia católica, piensa
que )a ha llegado el momento del cambio ) que debe pensar en mudar de piel.
Paradójicamente, el esfuero teológico de 7)rrell consistir* en garantiar la fe contra
las usurpaciones de la teología. sí, por ejemplo, usa las nociones de analogía ) de
connaturalidad de que habla santo 7om*s, para deducir de ellas consecuencias
radicales. 6a analogía se conierte en el soporte del simbolismo esc0ptico e
ignorantista. hora bien, semejante uso no es sólo una deformación, sino tambi0n
una traición pura ) simple del tomismo, cu)o esfuero teológico aspira a poder
hablar de Dios con certea.
7)rrell no disimula su desprecio por las fórmulas dogm*ticas. Iabla de la
tensión establecida
entre lo natural por la historiaentre
) lo sobrenatural, de la
lasreligión
isionesentre lo abstracto
superficiales de la)metafísica
lo concreto,
de
ristóteles ) las profundidades de la analogía. 6a teología iene despu0s de la
deoción ) tiene que ser corregida por ella, del mismo modo que la le3 credendi @la
le) de la fe@ tiene que ser determinada por la le3 orandi @la le) de la oración@. Rn
nueo artículo, Bna devoción pervertida , define su fe como la e5periencia de un
poder dentro de sí mismo ) de todos los hombres, que los empuja a ser justos a
pesar de su mal fondo. El itinerario espiritual ) religioso de 7)rrell es lo contrario del
camino natural que a de la fe a la apología racional. 7odo el esfuero de 7)rrell
apunta a abandonar la apología racional para recuperar la fe pura, que poco a poco
se conierte en una apología de lo irracional.
6os 3ltimos escritos )a habían alertado a las autoridades, que comenaron a
igilar a 7)rrell m*s de cerca ) lo mantuieron alejado del p3blico londinense. El
autor decidió desde entonces difundir clandestinamente sus ideas egologistas ),
bajo apariencias de piedad mística, empeó a engañar a los mejores lectores de
rancia, donde había adquirido cierta notoriedad. Para eso adoptó distintos
seudónimos. ;Ernest Engels=, en un ensa)o filosófico, reducía la naturalea humana
a las aspiraciones morales, ) 0stas al sentido de lo absoluto, igual que los deístas
del 'luminismo. ;Iilaire Kourdon= hacía una aplicación m*s concreta de las tesis
abstractas de ;Ernest Engels= a la 'glesia. >o se podía reiindicar para la 'glesia el
car*cter de infalibilidad doctrinal en materia de depósito reelado. 2emejante
pretensión había sido desmentida por la e50gesis moderna, la de 6ois), que con los
hechos en la mano había destruido la infalibilidad de la Kiblia ) los milagros que
fundaban la doctrina infalible de 9risto.
inalmente desenmascarado, 7)rrell fue e5pulsado de la 9ompañía de 8es3s, en
la que comenaba )a a respirar cenia ) aufre, como 0l mismo confiesa. Sracias a
un buen equipo de traductores que transmitían sus quejas a rancia e 'talia, 7)rrell
puso toda la pasión de su celo en difundir el pequeño drama administratio de su
ruptura con la 9ompañía ) en pedir a :oma la autoriación de celebrar misa. Por los
intercambios con la prensa ortodo5a, en particular con la .orrispondenza en 'talia,

Religion of %heology and Devotion$
A perverted devotion$

TYRRELL 
adquirió fama mundial, por la cual todos elogiaban un*nimemente a la inocente

íctima del despotismo romano. 6a causa modernista, al contar con un m*rtir m*s,
sacaba proecho de su persona.
 medida
sentido que publicaba
radicalmente opuestosus artículos,
a la sus 2eg3n
fe católica. posturas
0l, teológicas se definían
el dilema que en un
enfrentaba el
modernismo no era tanto el catolicismo @simple etapa )a caduca@ como el propio
9risto, el cristianismo, la idea misma de Dios. Iacia el fin de su ida concluía
abiertamente que el erdadero 9risto$Dios que lo había salado estaba dentro de 0l,
) que se había curado totalmente del Dios e5terno . inalmente, reunió en un solo
olumen todos sus artículos bajo un título que reelaba su tendencia, Entre Escila y
.aribdis . El dogmatismo e5cesio de los teólogos ) el pragmatismo utilitario de
ciertos filósofos eran los dos escollos entre los que quería abrir paso a un
cristianismo esencialmente místico, egologista ) simbolista. 2u obra, en efecto, era
la r0plica de la obra de 2chleiermacher, :itschl ) 2abatier, pero adaptada a espíritus
que habían adquirido, dentro de la 'glesia católica, el gusto ) la necesidad de un
lao social
histórica. Ene5terno,
realidad, de
conuna liturgia simbólica
la pretensión de salar ),
las sobre todo, procedía
apariencias, de la continuidad
a liquidar
todo el cristianismo histórico.
l hojear las obras de 7)rrell ) al analiar su ida, aunque sorprenda su riquea
de imaginación ) la claridad con que e5presaba la teología modernista tal como la
condenó san Pío X, resulta desconsolador el tono amargo ) iolento que manifiesta
hacia :oma.
«La e1comunión no sólo carece ho% de la ma%or'a de los terrores que infund'a en la /dad Aedia, sino que es un
bautismo de fuego, un medio de santificación para el hombre piadoso0 Nara ve en su historia 5de la &glesia6
todos los o-os se han fi-ado en ella con una espera tan ansiosa: se esperaba que tuviera pan para los millones
que mueren de hambre, para los que sufren de esa vaga necesidad de Dios que la enc'clica desprecia tanto0
or desgracia, 'o U viene hacia nosotros con una piedra en una mano % un escorpión en la otra+ 8.
l mismo tiempo que el desprecio, 7)rrell mostraba la actitud contradictoria )
peligrosa de querer permanecer en la 'glesia a la que denigraba tan profundamente.
Iasta el fin mantuo un apego denodado a la 'glesia @modernista, entendida como
el +ueblo de Dios@ ) un deseo tambi0n denodado de a)udarla a hacer la transición
del vaticanismo al modernismo. Esta es la raón de que, al morir prematuramente a
los cuarenta ) ocho años, pidiera que se grabaran en su tumba las palabras
!acerdote de la Iglesia católica, con la hostia ) el c*li, que representaban los
objetos de una cultura caduca, simple etapa en el adenimiento de la religión del
hombre.
&% La teología de T"rrell

6a ma)oría de los te5tos de 7)rrell est*n recopilados en su obra final, Entre
Escila y .aribdis %. >os ofrecen lo mejor de la teología modernista sobre los puntos
teológicos de ma)or importancia4 Dios, la :eelación, el dogma ) la 'glesia. Esta
En :att0, p. %!.


%hrough !cylla and .harybdis$
#
Grande Revue, " de octubre de !"G, p. JJJ, en D9, ;?odernisme=, col. JLH.
%
6as siguientes citas, salo e5presa mención, son de 7)rrell, %hrough !cylla and .harybdis (6ondres, !"G&.
ueron e5traídas de tres obras4 :ii^re, Le modernisme dans l-8glise< D9, ;?odernisme=, col. JGH ) ss. (marcada
7 con el n3mero de p*gina de %hrough !cylla&< :att0, %hree *odernists, que por desgracia suele citar %hrough
!cylla sin mencionar el n3mero de p*gina (marcada : con el n3mero de p*gina de :att0&.
 CIEN AÑOS DE MODERNISMO
isión panor*mica de los te5tos serir* para manifestar mejor la esencia del
modernismo como la religión en que el Dios histórico ) e5terno se desanece en las
profundidades de la conciencia humana.
6a religión
necesidades deeslos
elhombres
ínculo que une al hombre
científicos contiempo,
de nuestro Dios. Ia) que salir alenpaso
amurallados de las
su prisión
inmanente, para confeccionarles una religión a su medida. 6a religión es el resultado
espont*neo de las necesidades del espíritu humano que encuentra plena
satisfacción en la e5periencia emotia de Dios en nosotros. Dios no es distante del
hombre. Ia) que alabar las irtudes de los diferentes teísmos, el panteísmo ) el
politeísmo,
«que valen tanto % más que el 3te'smo antropomórfico4 de los católicos: todas las buenas cualidades no pueden
darse en un solo hombre: ahvé no puede ser a la ve #polo % el 9ombre de los dolores, Ainerva % san
Vrancisco+ IN 78J.
8esucristo, para 7)rrell, queda reducido a su m*s simple e5presión. >unca fue
realmente el 2alador. >o
que debía manifestarse podíadel
a tra0s contener
trabajo en sí mismo toda la riquea del Espíritu
comunitario.
«/staba enga<ado, porque esperaba el reino de los cielos % lo que vino fue la &glesia+ IN 77HJ 2. «Cod'a ese
carpintero -ud'o del primer siglo ense<ar algo de importancia, si para El la mitad del mundo % casi toda la
9istoria no e1ist'an, si el universo estelar le era desconocido, si no sent'a más que desprecio por el arte, la
ciencia % la pol'tica, % no se interesaba más que por el reino de Dios % su -usticia+ IN 2HQJ.
6o que 7)rrell entiende por :eelación admite dos fundamentos. C se funda en
una concepción panteísta del hombre que es ;Dios=, o supone una concepción
inmanente del hombre replegado sobre sí mismo ) sin Dios. En ambos casos, no
queda lugar para un Dios que promulga una doctrina ) mandamientos bajo pena de
condenación. + esto por dos raones. De entrada, porque la :eelación no es un
depósito reelado inteligible4 es tan sólo una e5periencia irracional ) un toque
místico que se siente en el coraón. 6uego, ) sobre todo, porque la o de Dios es,
al mismo tiempo, la o del cre)ente íntimamente unido a Dios. En pocas palabras,
la :eelación es el fruto de la conciencia, porque el hombre es una partícula del
unierso espiritual ) del orden sobrenatural. Ie aquí algunos te5tos que ilustran
bien el pensamiento del autor4
«"uestro me-or Dios no es más que un 'dolo, un templo construido por manos que limitan la voluntad divina
tanto como nuestra esquematiación del infierno, purgatorio % cielo —planta ba-a, entresuelo % primer piso—+
IN 7HWX7RJ. «uesto que el hombre es una parte % una part'cula del universo espiritual % del orden
sobrenatural, % puesto que en Dios encuentra su vida, su movimiento % su ser, la verdad de la religión está
impl'citamente en él, tan ciertamente como la verdad de todo el universo f'sico está encerrada en cada una de
sus partes. @i pudiera leer las necesidades de su esp'ritu % de su conciencia, podr'a prescindir de maestro+ IT
7MMJ. «Siempre % necesariamente somos nosotros mismos quienes nos hablamos a nosotros mismos: quienes
Ia%udados desde luego por el Dios inmanenteJ elaboramos la verdad para nosotros mismos+ IT 7RQJ 7.
El dogma ) el credo que 7)rrell propone es igual de fle5ible que el credo
equíoco de :itschl.  imagen de la :eelación puramente interior en la conciencia,
el dogma es tan io ) ariable como el sentimiento humano que alimenta. 6as
fórmulas dogm*ticas, por mu) llenas que est0n de erdad diina, fueron objeto de
una elaboración humana ), en lugar de haber lloido del cielo )a hechas, fueron
quí no hacía m*s que repetir la tesis del 8es3s falible de 6ois).


;%here it is al@ays and necessarily @e ourselves @ho spea5 to ourselves @ho aided no doubt by the
inmanent GodH @or5 out truth for ourselves= (en D9, ;?odernisme=, col. JGG&.
TYRRELL #
iidas ) son en cierto sentido el producto de la ida. 7)rrell e5plica la teoría

simbólica sacada de 2chleiermacher ) :itschl4
«La Nevelación es más impresión que e1presión, % más e1periencia que afirmación+ IT 7QRJ. «Los dogmas son
para la verdadera
IN 2WJ. &glesia lo
«La elaboración que un plano
teológica deen
fue ;til Londres para lapues
su momento, ciudad misma,eluna
preservó simple
germen gu'a con como
evangélico fines prácticos+
el mamut
congelado en el hielo+ IN 2QWJ.
Pero el espíritu del cristianismo ha sobreiido ) se ha desarrollado en la ida
colectia de los fieles.
«La Trinidad, la creación, el pecado original, la encarnación, la redención, la resurrección, el cielo % el infierno,
los ángeles % los demonios! todo eso son pieas de un mismo vitral de distintos colores a través del cual se
refle-a sobre los hombres la lu de Dios, pura % sin color+ IN 7R2X7R7J. «Las fórmulas de fe son un mineral en
el que el oro está meclado con varias impureas, aunque tal ve no podamos tener ninguno más rico aqu'
aba-o+ 2. «Lo que la fórmula de fe dice suele ser completamente falso, pero la verdad a la que apunta es
revelada, % sólo a esta verdad debemos nuestra adhesión+ 7. «C>ué clase de verdad les garantia el sello del
/sp'ritu ?na verdad que es directamente una verdad práctica, una verdad de preferencia, una verdad
8
apro1imativa, % sólo indirectamente una verdad especulativa+ IT 72RJ .
6a 'glesia t)rrelliana es tan el*stica como su dogma.
«La noción de un organismo eclesiástico completo producido inmediatamente por un fiat divino el d'a del
entecostés es pura ficción+ IN 2WMJ.
6a 'glesia no es una institución tal como el imperio eclesi*stico centraliado en
el -aticano, sino que es la ida de un pueblo en marcha. Kasta con que el
moimiento de inspiración inicial que 9risto dio a sus sucesores se mantenga hasta
el fin del mundo. Ia) que distinguir claramente la 'glesia mon*rquica ) romana de
la conciencia colectia del +ueblo de Dios, que es siempre santo ) detenta
realmente la autoridad ) la infalibilidad.
«$risto es quien nos dirige hacia los intérpretes oficiales de la &glesia, % no ellos quienes nos dirigen a El: El es
nuestra primera % suprema autoridad. @i ellos se negasen a toda apelación, destruir'an su propia autoridad
subalterna+ IT 2WJ H. «/l catolicismo oficial ha caducado, pero no ha% que abandonarlo porque a;n encierra
tesoros de vida espiritual, a condición de distinguir la fe viva de la teolog'a muerta, % la &glesia real de la
autoridad que la gobierna. /l -uda'smo deb'a vivir una vida gloriosa % resucitar en el cristianismo. C"o puede
repetirse la historia C"o es el brao de Dios lo bastante poderoso como para hacer salir, de las mismas piedras,
hi-os de #braham C"o puede ser que el catolicismo, como el -uda'smo, deba morir para renacer ba-o una
forma más amplia % elevada C"o es necesario que todo organismo alcance los l'mites de su desarrollo % luego
muera, para sobrevivir sólo en su descendencia+ IT QMXQW: N 7R7J. «or el solo hecho de afirmar el ideal de
catolicidad, la &glesia romana, a pesar de sus imperfecciones, es por lo menos un intento frustrado e inoportuno
de esa comunión religiosa universal+ IT MMJ.
En conjunción con la crítica del vaticanismo, 7)rrell describe un poco esa 'glesia
del futuro con que sueña. Ella incluiría los puntos positios de todas las religiones,
con el fin de conertirse en el principio ), finalmente, en la 3nica religión del mundo.

7)rrell, A *uch Abused Letter , p. GLL, en D9, ;?odernisme=, col. JL.

%yrrell-s Letters, pp. HJ$J, cf. tambi0n :att0, pp. #, %G$%L. 6ois) decía sustancialmente lo mismo4 ;En
cuanto definición científica de la religión, como pretendían serlo, (los dogmas& )a est*n necesariamente superados
en nuestro tiempo ) son, en comparación con la ciencia de ho) en día, obras de ignorancia= ( uel&ues lettres, p.
G, en D9, ;?odernisme=, col. JJ#&.
#
2abatier dice lo mismo4 ;6os relatos del nacimiento de 8es3s no son m*s que poesía, pero esta poesía es
mucho m*s religiosa ) erdadera que las definiciones del símbolo uicum&ue= (D9, ;?odernisme=, col. JL&.
%
Este es uno de los motios del nueo t0rmino de +ueblo de Dios, importado en teología e introducido en los
documentos conciliares por intermedio de :atinger. Esa autoridad democr*tica suprema del +ueblo de Dios
reaparecer*, sobre todo despu0s del -aticano '', bajo el nombre de colegialidad (capítulo &.
% CIEN AÑOS DE MODERNISMO
6a 'glesia erdaderamente católica no sería una institución en el sentido legal,

sino una escuela de la caridad diina, una manera de iir m*s que un cuerpo de
doctrina de la que tuiese que ser legítima guardiana. Esta 'glesia se parecería m*s
a una comunidad de budistas, ) el credo católico sería m*s parecido al de ellos4
«ongo mi confiana en =uda: pongo mi confiana en la doctrina Ide la LiberaciónJ: pongo mi confiana en la
$omunidad+ IN 2WJ. «/l verdadero catolicismo no es el -uda'smo cristianiado del "uevo Testamento, sino el
paganismo cristianiado o la religión mundial, lo que equivale a un cambio de ropa estrecha a ropa holgada+ IN
78HJ.
6a enida de 8es3s demostró que
«el hombre no era un esclavo o un imitador de la voluntad divina, sino un hi-o de Dios, un cooperador libre %
original de la obra divina0 #hora Dios %a no se revela a s' mismo desde fuera sino desde dentro, como una
fuera misteriosa % trascendente+ IN 78WJ.
Porque el hombre ha comprendido que el Espíritu diino es
«la condición % el fundamento de su personalidad 5humana60 /l esp'ritu de Fes;s0 es percibido por sus
disc'pulos no como una doctrina, sino como una influencia personal que modela el alma seg;n su propia
naturalea divina+ IN 78WX7HRJ 2.
8es3s inició el proceso de la conciencia humana autodiiniada.
«/n este sentido será la 9umanidad un $risto m'stico, un Logos colectivo, el Berbo o la Aanifestación del
adre: % cada miembro de esa sociedad será, en esta misma medida, un $risto o un revelador en el que Dios se
habrá encarnado % permanecido entre nosotros+ IN 7R2J.
Fsa es la raón por la cual, impaciente de ecumenismo, hubiera deseado la
unión de los mejores elementos entre las distintas sectas. Pero, no sin realismo,
confesaba que
«eso sólo podr'a lograrse con la supervivencia del me-or sistema religioso, que destruir'a a todos los demás+ IN
78WJ.
'% /l test del modernista per#ecto

Es eidente que 7)rrell comparte a la perfección el credo de sus amigos
modernistas, cu)o modelo característico había sido publicado por ?arcel I0bert,
director de la escuela 0nelon de París, ) primer modernista. Die años antes de la
crisis misma, una obra titulada +rofesión de fe del vicario saboyano (L!%& esboaba
una transposición completa del credo con resabios panteístas. Para ser un ensa)o,
ese credo rousseauniano era una obra magistral. Despu0s de ese primer escrito, a
manera de resumen de los principios esenciales del modernismo, presentaremos el
conjunto de la doctrina modernista en forma de test , lo que serir* de referencia
para jugar a los teólogos de moda del siglo XX.
«$reo en el valor ob-etivo de la idea de Dios, de un ideal absoluto, perfecto, distinto, que no está separado del
mundo, al que atrae % dirige hacia lo Ae-or0: uno % triple, pues puede ser llamado actividad, inteligencia %
amor infinitos.  en aquel en quien se ha realiado en grado e1cepcional % ;nico la unión de lo divino con la
naturalea humana0, Fesucristo, cu%a resplandeciente superioridad, que impresiona a los coraones sencillos,
ha quedado simboliada para ellos por una concepción sobrenatural0: cu%a poderosa acción después de su
muerte0 ha determinado en el esp'ritu de los #póstoles % de los disc'pulos las visiones % apariciones que

quí emos de dónde debió sacar el padre De 6ubac su famosa frase, repetida tantas eces por 8uan Pablo ''4
;l reelar al Padre, ) al ser reelado por Fl, _9risto` termina por reelar el hombre a sí mismo Por 9risto, la
persona se hace adulta, el Iombre emerge definitiamente del Rnierso= (cf. capítulos G ) %&.
TYRRELL H
consignan los /vangelios, % ha sido simboliada por el mito de un descenso liberador a los infiernos % una
ascensión hacia las regiones superiores del cielo0 $reo en el /sp'ritu de amor Iuno de los aspectos del triple
idealJ que vivifica nuestras almas0 $reo en la santa &glesia universal, e1presión visible de esa comunión ideal
de todos los seres0 $reo en la supervivencia de lo que constitu%e nuestra personalidad moral, en la vida eterna
que e1iste %adeenlatoda
resurrección carnealma
% la que vive
eterna una vida2.superior0 % que la imaginación popular ha simboliado en la
felicidad+
Ie aquí ahora un resumen de la doctrina modernista.
6a filosofía4
. La filosof"a tomista ha caducado$
Pues ha sido definitiamente suplantada por la de Mant ) Iegel.
. Las cosas no e3isten$
Dios no es, sino que llega a ser. Ia) un uelo de p*jaro, pero no ha) p*jaro.
#. El principio de contradicción admite e3cepciones$
El perro puede ser ) no ser perro.
%. La verdad no es especulativa$
Es moral, asunto del coraón ) no de la inteligencia.
H. La verdad es sub1etiva y evolutiva$
Es la conciliación del espíritu consigo mismo ) con la ida.
6a :eelación4
J. 9o comunica una verdad inteligible$
Es sólo una e5periencia, una impresión ) un sentimiento religioso que cada uno
percibe en su fuero interno.
G. Es falible$
Es una emoción espont*nea que produce una imagen falible.
L. Es humana y sub1etiva$
>o proiene de Dios, sino del hombre que se habla a sí mismo.
!. Es utilitaria$
>o propaga la erdad, sino la ida.
". Es individual e incomunicable$
De esta forma, la :eelación de 8es3s sólo ale formalmente para Fl.
El dogma4
. El dogma es un s"mbolo$
Es un símbolo, acío de sentido para el espíritu, claro para el sentimiento.
. El dogma es variable$
Ia ariado entre la fe ingenua de los póstoles ) la especulación de los griegos.
#. El dogma no propaga la verdad, sino la vida$
Es una erdad pr*ctica, dejada a la elección del cre)ente.
En :ii^re, p.%#.


J CIEN AÑOS DE MODERNISMO
%. %odos los dogmas de las religiones contradictorias son esencialmente

idnticos$
6as diersas creencias son ciertas, pues todas alimentan el alma.
H. 6asEldefiniciones
dogma es una apro3imación
suelen ser falsas. falible$
6a 'glesia, la regla de fe, los sacramentos4
J. La conciencia es regla de fe$
>inguna autoridad e5terna puede interponerse entre Dios ) el cre)ente para
interpretar su fe.
G. La fe en el dogma no es necesaria$
El dogma falible no puede ser impuesto a la fe de nadie.
L. Los sacramentos son s"mbolos &ue resucitan las e3periencias sentimentales
pasadas$
!. La Iglesia sólo es una institución benfica &ue transmite las e3periencias
religiosas del pasado$
". La Iglesia romana no es lo bastante católica$
En la eolución religiosa de la humanidad sólo es un intento inoportuno de la
comunión uniersal.
U
U U
El dogma de la fe de la teología de un santo 7om*s se fundaba en la 'glesia de
Pedro, la cual se fundaba a su e en la :oca inamoible, 8esucristo, Dios hecho
hombre. El dogma de 7)rrell ) de sus amigos se funda en una sustancia unificada en
su conjunto pero sumamente resbaladia, la ida por iir dentro de su conciencia
de hombre. Esta teología est* surcada de grietas mu) abiertas en abrupta
pendiente hacia el abismo, pues la contradicción no espanta a 7)rrell. Est* e5puesta
a todos los cambios de rumbo ) a todas las interpretaciones posibles, salo a la de
un Dios e5terior que se reela al hombre. 6a conclusión es eidente. En buena
lógica, /se puede negar que los modernistas apo)an toda su ;fe= en un glaciar a la
deria, en un iceberg que aga sin rumbo fijo por el mar de la duda uniersal1
9PQ7R6C X'''
Condenación del modernismo por san Pío A
 pesar de los ineitables males que acompañan a toda crisis, el modernismo

fue beneficioso al mostrarnos a un santo ) a un Papa en acción como no se había
isto hasta entonces en la historia )a tan maraillosa de la 'glesia. + es que san Pío
X no sólo era un santo, sino un Papa santo, algo que el mundo no había isto desde
hacía cuatro siglos. unque no ostentaba los títulos nobiliarios o la consumada
diplomacia de 6eón X''', san Pío X no tenía nada del p*rroco rural oscurantista que
sus detractores tanto gustan describir. En un pontificado de poco m*s de die años,
en medio de las m*s peligrosas crisis que atraesaba la 'glesia, ese eneciano iba a
conducir la barca de Pedro con mano maestra. 2ería calificado de retrógrado por
haber hecho oídos sordos a las sirenas modernistas que preconiaban el ;Eangelio
puro=, ) profetiaban que la 'glesia debía cambiar o morir. +, sin embargo, pocos
pontífices habr*n merecido como 0l el título de reformador, por los enormes
progresos que efectuó en campos tan diersos como los estudios eclesi*sticos, el
derecho canónico, la 2agrada Kiblia ) la liturgia.
>o obstante, antes de ser un reformador sin par, fue primero un conservador . 2u
m*s hermoso florón es desde luego el haber obedecido a las e5hortaciones
apremiantes del póstol de las Sentes a guardar fielmente el depósito contra iento
) marea, contra los gobiernos inicuos ) contra los modernistas infiltrados dentro de
la 'glesia. 6a clariidencia del sumo m0dico de las almas rialió con la seguridad )
firmea de su mano para aplicar el heroico tratamiento que produjo la curación. El
cardenal ?ercier dice elogiosamente de su Papa4
«@i al nacer Lutero % $alvino, la &glesia hubiera contado con pont'fices del temple de 'o U, Chabr'a logrado la
Neforma apartar de Noma a un tercio de la /uropa cristiana 'o U salvó a la cristiandad del peligro inmenso
del modernismo, es decir, no de una here-'a, sino de todas las here-'as a la ve+ 2.
Ese temple
teólogos, lo debía
tan firme como san
la dePío X acampesina
una su fe, tanbretona.
esclarecida
Estecomo
santo la de creía
Papa los mejores
que la
raón humana podía conocer la erdad. 9reía en la historicidad de los Eangelios.
9reía en 8esucristo, 3nico 2alador ) erdadero Dios. Por eso no podía dejar que el
mar de fondo modernista hiciera tabla rasa de la raón ) de la religión en proecho
de una aga teoría sin erdad, sin Dios ) sin 9risto.

+ie  et 0enoJt > , carta pastoral del  de febrero de !H sobre el papado, p. H.
L CIEN AÑOS DE MODERNISMO
6ois) es el maestro de esas teorías. Iemos isto cómo las autoridades locales, )
luego las de :oma, habían reaccionado desde principios de !"#. 2in embargo, eso
estaba lejos de serenar los espíritus. >o es de e5trañar que las autoridades
supremas se ha)an isto obligadas a asestar un gran golpe ) entablar una lucha a
muerte contra la apostasía generaliada. Para er en profundidad la r0plica romana
al moimiento, primero debemos tratar de medir la profundidad ) e5tensión de la
crisis, para estudiar luego con ma)or detalle los tres documentos pontificios que se
refieren a la crisis, ) resaltar por fin la e5periencia que de ella sacó la 'glesia.
$% Gra(edad de la crisis modernista

Iasta el momento hemos fijado nuestra atención en los moimientos
modernistas de primer rango, es decir, m*s que nada en rancia, que fue sin lugar a
dudas la cuna ) el principal foco de su irradiación. hora tenemos que ealuar la
crisis en el e5tranjero.
+a hemos isto cómo 7)rrell transmitía al seno del mundo brit*nico las ideas
que 0l mismo había recibido de sus amigos del otro lado del 9anal de la ?ancha.
En 'talia, las corrientes modernistas que enían de rancia ) de 'nglaterra se
propagaban en fuertes oleadas. Poco dispuesta a las iniciatias intelectuales por su
temperamento fogoso ) superficial, la 'talia católica estaba lista, en cambio, para
una r*pida asimilación de las que iban a producirse en otras partes. En !"
aparecían en lorencia por primera e los !tudi religiosi, para iniciar a los lectores
en los resultados de la ciencia moderna. ?inocchi representaba en esa publicación a
la crítica bíblica< el barnabita 2emeria se ocupaba de los orígenes cristianos< )
Kuonaiuti, que en ese momento era )a mu) influ)ente en el medio romano, daba
sus primeros pasos en la filosofía religiosa. Este 3ltimo, con sólo einticuatro años,
debía fundar la Rivista storico'critica delle scienze teologiche, en la que abordaría,
con igual elocuencia, la filosofía religiosa, la historia de los dogmas ) la de las
religiones. 6a gran noedad fue el moimiento democr*tico que ?urri lanó con
iolencia, ) que no tardó en difundirse. Desde !"H ?urri traducía bajo seudónimo
las obras de 7)rrell. 7oda esta gente no hacía m*s que ulgariar las obras eruditas
de otros países con una pasión ) una elocuencia completamente italianas. Rn
hombre de letras, el senador ntonio ogaaro (L%$!& , con el fin de que la
generación del momento aceptara el principio de adaptación, se hacía el int0rprete
de esas diersas aspiraciones en su noela El !anto (?il*n, !"H&. Era un resumen
(por lo dem*s bastante mediocre desde el punto de ista literario& de lo m*s
esencial del pensamiento de los Klondel, los 6aberthonni^re, los 6ois) ) los 7)rrell.
 la e5pansión del modernismo en el mundo católico se sumaban la intensidad,
la densidad como
moimiento ) el gran
una n3mero de pol0micas
crisis dentro queEn
de la 'glesia. caracteriaban al conjunto
todos los campos del)
@filosofía
psicología religiosas, e50gesis, historia de los dogmas@, el pensamiento católico
daba la impresión de haber perdido su centro. Eso significa que el espíritu de
modernidad soplaba por todas partes ) en todas sus formas. Despu0s de la
aparición de los desafortunados libritos rojos de 6ois), el desconcierto era

;Espíritu delicado, ingenioso, po0tico, sin gran igor de pensamiento, rom*ntico, conserador=, que
personalmente había sido gran admirador de 8os0 2arto, entonces patriarca de -enecia (cf. )ioretti de saint +ie  ,
ed. 70qui&. Ese íntimo amigo de 7)rrell no creía probablemente en la institución diina de la 'glesia (cf. :ii^re, p.
L%&.
CONDENACIÓN DEL MODERNISMO POR SAN PÍO X !
lamentable en algunos *mbitos. Publicaciones m*s que arriesgadas, en las que el

anonimato faorecía la aparición de las ideas m*s temerarias, alimentaban
periódicamente la agitación ) la confusión. Kien podría hablarse de una p0rdida del
sentido católico en gran n3mero de inteligencias.
2in embargo, sería difícil ealuar esa influencia. En rancia, cierto controersista
en !"H calculaba en quince mil el n3mero de sacerdotes que pertenecían al
moimiento progresista.  lo cual replicó 6ois) en !"!, con la entaja que le daba
el conocimiento de ese ambiente, que 0l no contaba m*s de mil quinientos. En
cambio, un cierto ranon decía, no sin humor, que sus miembros m*s influ)entes
cabrían cómodamente en dos sof*s. 2abatier, un hombre de la elite, nos da sin duda
la apreciación m*s justa4
«/l modernismo no es ni un partido ni una escuela! es una orientación. @er'a algo mu% delicado querer indicar
los signos caracter'sticos por los que se reconoce a sus adherentes. (@on tan distintos unos de otros* Funto al
e1egeta, el historiador % el sabio, se ve al puro % simple demócrata. #l lado del poeta está el humilde sacerdote
obrero. Funto al obispo se halla el simple seminarista. , no obstante, a pesar de todas esas diferencias de
situación, de preocupaciones % de vocación, se reconocen entre s'. /n ning;n lugar ha% listas hechas o alguna
se<al de adhesión! %, sin embargo, se adivinan % se acercan entre s', % forman un solo coraón % una sola
alma+ 2.
2an Pío X deploraba la e5tensión de ese mal, hablando de falanges cerradas, )
m*s precisamente de un gran n3mero de marinos, pilotos ) qui* capitanes que,
confiando por desgracia en las noedades profanas ) en la ciencia engañosa de su
tiempo, habían naufragado en e de llegar a buen puerto.
&% /l decreto Lamenta!"!

 causa de su graedad, los manifiestos de 6ois) habían sugerido la idea de un
documento pontificio que señalara nominalmente los errores. De esta forma, por
analogía con 9omo
perspectia. el actaelde Pío 'X, se
epicentro delhablaba com3nmente
cataclismo estaba en de un nueo
rancia, !yllabus
de allí surgió en
la
iniciatia. En octubre de !"# los teólogos 6etourneau ) Pouier presentaban al
cardenal :ichard, de París, un informe que contenía treinta ) tres proposiciones
e5traídas de dos escritos de 6ois), para que lo sometiera al 2anto Cficio. Ese mismo
año :oma ponía la ma)oría de sus obras en el Qndice. En la nota adjunta a la
inclusión en el Qndice, el cardenal ?err) del -al daba e5actamente la orden que iba
a seguir Lamentabili cuatro años despu0s, lo que da a entender que )a e5istía
entonces un primer esboo en el -aticano, aunque la fuente principal siguiese
siendo el informe de París, pues el decreto debía reproducir, palabra por palabra,
einte de sus sesenta ) cinco proposiciones. 9incuenta de ellas est*n sacadas de las
obras de 6ois), mientras que las dem*s proceden de 7)rrell ) de 6e :o).
6a finalidad del decreto est* señalada en el pre*mbulo4 se trata de proteger a
los católicos de los graes errores que se propagan entre los que, en nombre de la
Iistoria, se esfueran por preparar el progreso del dogma. Lamentabili aparece,
pues, como una lista de proposiciones condenadas. 6a 3ltima precisa el espíritu del
conjunto4

P. 2abatier, Les modernistes, p. ##, en :ii^re, pp. #G$#L.
" CIEN AÑOS DE MODERNISMO
«/l catolicismo actual no puede conciliarse con la verdadera ciencia, si no se transforma en un cristianismo no
dogmático, es decir, en un protestantismo amplio % liberal+ 2.
El decreto, en buena lógica, condena los errores sobre la doctrina católica ) el
?agisterio dehabla
continuación la 'glesia
de las en general,
2agradas antes de
Escrituras tratar
) de los puntos
la persona particulares.
de 8esucristo, 
de los
orígenes ) de la misma naturalea de nuestros dogmas fundamentales. Esos errores
tienen raíces comunes, como son la independencia de la crítica bíblica, la
:eelación puramente natural ) subjetia, ) el dogma eolutio e indiidual.
6as condenaciones m*s notables, por no tener precedente en el ?agisterio
romano, son las que se refieren a la historicidad de los Eangelios, en particular el
de san 8uan. Lamentabili tiende a proteger los tres pilares en que se funda toda la
2agrada Escritura4 su inspiración diina, junto con su inerrancia uniersal ) su
historicidad. >o era f*cil, en estas materias tan complejas, encontrar la palabra
e5acta que diese de lleno en el error sin afectar a las opiniones permitidas. 6a
dificultad fue superada con rara habilidad, pues el decreto dice lo que se debía
decir, ) nada m*s que lo que se debía decir. Por su claridad ) circunspección ofrece
al e5egeta católico una dirección luminosa ) un estímulo al mismo tiempo. :oma no
condena la e50gesis histórica sin ninguna distinción. 6o que reprueba es una
e50gesis independiente, que no tiene en cuenta lo sobrenatural, el ?agisterio
eclesi*stico o el dogma. 6a 'glesia no admite que, en nombre de la ciencia, se
intente sustraerle la Kiblia, esa parte de la :eelación de la que Dios la ha hecho
guardiana.
'% La encíclica Pas#en$!

Puesto que el decreto Lamentabili del 2anto Cficio recibía el nombre de
!yllabus, /no era de esperarse, por simetría, un equialente de la encíclica uanta
cura1 En esapara
profundidad 0poca, :oma se daba
contrarrestar cuenta de que
un moimiento debía lanar
de magnitud un ataqueque
internacional en
aumentaba a ojos istas.  partir de abril de !"G se empeó a preparar un
pro)ecto, pues el Papa habló de ese ataque que constituía el compendio ) el jugo
enenoso de todas las herejías, utiliando uno de los giros m*s característicos de la
futura encíclica, que apareció en septiembre . Rno de los rasgos distintios de esa
carta pontificia es e5poner con detenimiento el error que pretende proscribir ) dar
una presentación del mismo que es una erdadera obra maestra de composición.
Pone en eidencia que el modernismo es un sistema metódico fundado sobre
principios precisos, ) no un magma informe de teorías confusas, como insinuaban
los heresiarcas.
Kajo la apariencia de la crítica, del progreso científico ) de la ciiliación, los
modernistas apuntan a demoler la raón ) la religión. Preconian la total destrucción
de toda erdad con el prete5to de que la erdad eoluciona con el hombre, por 0l )
en 0l. El hombre hace la erdad. Es el iejo error de los sofistas, disfraado de
progreso para las necesidades de una causa perdida de todos modos. sí, al negar
DK "JH.


2u preparación fue confiada a un teólogo romano. Despu0s de un infructuoso primer intento de los profesores
de riburgo para condensar el sistema modernista, el -aticano puso el pro)ecto en manos del padre 8oseph 6emius,
C?'.  los cuatro días 0ste remitió su estudio al cardenal ?err) del -al. ue el que sirió de base para +ascendi (cf.
9hiron, !aint +ie , rformateur de l-8glise, p. #J&.
CONDENACIÓN DEL MODERNISMO POR SAN PÍO X 
para siempre la erdad ) la realidad de las cosas, se niega tambi0n la :eelación de

8esucristo, la realidad de Dios ) la autoridad de la 'glesia, su portao. 9on raón se
la puede llamar apostasía radical o, como dijo el Papa, la s"ntesis de todas las
here1"as. 9ontra ese ataque, ) armado con la palabra diina, san Pío X responde que
sólo la erdad puede liberar, ) que es necesario restaurarlo todo en .risto . 2u
primer deber es desenmascarar a este enemigo oculto. + como cada modernista
junta ) mecla en sí mismo, por así decir, a arios personajes, a saber, el filósofo, el
cre)ente, el teólogo, el historiador, el crítico, el apologista ) el reformador, el santo
Papa saca a plena lu a ese monstruo apocalíptico de siete cabeas4
— /l filósofo modernista es ignorantista Ilas cosas son incognosciblesJ % egologista Itoda verdad procede de lo
más recóndito de nosotros mismosJ. La verdad es revolucionista, porque evoluciona de la misma manera que el
su-eto del que brota.
— /l cre%ente, al revés del filósofo, tiene la certea de que Dios e1iste en s' mismo, independientemente del
hombre. /sa certea se apo%a en cierta realidad del coraón, gracias a la cual el hombre capta la realidad misma
de Dios. @e trata aqu' de una verdadera e1periencia, superior a todas las e1periencias racionales.
— La teolog'a modernista es lógica con sus principios! la fe % el dogma, el cuerpo de la religión % los
sacramentos, son el fruto de una percepción de Dios presente en el hombre, que debe pensar su fe. Las @agradas
/scrituras son un álbum de e1periencias vividas por los primeros -ud'os % por los primeros apóstoles del
cristianismo. La &glesia es el fruto de la conciencia colectiva.
— /l historiador modernista hace pura obra de filósofo —agnóstico, se entiende—, lo que lo obliga a descartar
todo lo sobrenatural para recuperar el «/vangelio puro+. /l elemento humano original ha sido sometido a la
doble le% de transfiguración % deformación por la comunidad primitiva, que adornó la historia al escribir los
cuatro /vangelios m'ticos.
— La cr'tica amolda a esa concepción m'tica los documentos escriturarios, clasificados conforme a las
necesidades de que proceden % seg;n las le%es de la inmanencia % de la evolución vital.
— /l apologista modernista se resiente de la doctrina inmanentista. #spira a conducir al no cre%ente a que haga
la e1periencia
en de la religión
esa &glesiaXreino de Dios,católica,
luego dee1periencia que es entre
haber asimilado, el ;nico
las fundamento verdadero
formas dogmáticas % dedeculto,
la fe. las
&nvita
queamás
entrar
le
convienen.
— /l reformador pretende sacar el polvo de mil novecientos a<os de conformismo para recuperar la frescura de
la &glesia apostólica. @e propone reformar la ense<ana de los seminarios, purificar los catecismos % las
devociones populares, adaptar el gobierno eclesiástico a la democracia moderna, suprimir el fausto eclesiástico
% el celibato de los clérigos.
9omo no podían probar que el te5to, al desmantelar el motor mismo de la
infernal m*quina modernista, no había apuntado bien, los modernistas insinuaron
que no se refería a nadie, pues ning3n modernista había enseñado esas opiniones
en su conjunto. 9omo r0plica a la encíclica circuló por 'talia un enenoso panfleto
anónimo, El programa de los modernistas, que mostraba que los herejes habían
sentido el golpe. En definitia, la 3nica crítica que le podían hacer al Papa era
simplemente que profesara la fe católica. Por su parte, si en su 0poca 6ois) acusaba
de falsos a los teólogos del Papa, no tardaría luego en confesar que
«la enc'clica de 'o U fue impuesta por la circunstancias. /l ont'fice di-o la verdad al declarar que no pod'a
guardar silencio sin traicionar el depósito de la doctrina tradicional. #l punto al que han llegado las cosas, su
silencio habr'a sido una enorme concesión, el reconocimiento impl'cito del principio fundamental del
modernismo! la posibilidad, la necesidad % la legitimidad de una evolución en la manera de entender los

Ef 4 ".
 CIEN AÑOS DE MODERNISMO
dogmas eclesiásticos, incluidos los de la infalibilidad % autoridad pontificia, as' como las condiciones de
e-ercicio de esa autoridad0 La enc'clica Pascendi no es más que la e1presión total, inevitablemente lógica, de
la ense<ana recibida en la &glesia desde fines del siglo U&&&+ 2.
?araillosa
en realidad lucide,
a sus aunque
orígenes, lo esencial
piense lo quede la enseñana
piense de laEs
el apóstata. 'glesia se remonta
interesante er
cómo 6ois) da una lección de tradicionalismo a los Papas ) a los obispos4
;Depositum custodi= @guarda el depósito@. Fsa es, en efecto, la función esencial
del -icario de 9risto ) de los obispos. Eso fue e5actamente lo que hio san Pío X al
mostrar los límites que no se deben traspasar en materia de fe, ) al desenmascarar
la apostasía modernista. Esa encíclica, fechada el L de septiembre de !"G, era
realmente la r0plica perfecta de un cierto ! de septiembre de #H, día en que el
concilio de >icea había dado un golpe mortal al arrianismo.
5% /l ,uramento antimodernista
2i el modernismo no hubiera sido m*s que una herejía, aunque tan generaliada
como el arrianismo, las condenaciones romanas no habrían ido m*s lejos. 6os
herejes obstinados se habrían separado de las filas de la 'glesia para fundar su
propio moimiento, como siempre habían hecho. El modernismo, en cambio,
conencido de que su postura est* bien fundada, tiene la pretensión de reformar la
'glesia desde dentro. 6os lobos, disfraados con piel de cordero, se obstinan en
quedarse en el aprisco para transformarlo furtiamente en lober"a. El modernismo
no es sólo una herejía o una apostasía, es una quinta columna. +ascendi habla de
los seudónimos utiliados para engañar al lector despreenido simulando una
enorme cantidad de autores. El modernista, como nunca se repetir* bastante, es un
apóstata al mismo tiempo que un traidor de hecho ) de derecho. 6a traición ) la
duplicidad son partes integrantes de su mismo sistema. El modernista de buena
cepa es el que puede afirmar su fe personal desde lo alto del p3lpito ) contradecirla
inmediatamente despu0s como sabio e historiador en sus escritos.
6os cabecillas habían adoptado desde mu) pronto una actitud infle5ible de
disimulación. Rtiliando el iejo sofisma de que el fin justifica los medios, 7)rrell
pensaba que una mentira puede ser a eces protectora de la erdad. 6ois) no sentía
mucho aprecio por su colega del otro lado del canal de la ?ancha, que hablaba con
un cinismo que indignaba incluso a sus amigos . 2in embargo, el mismo 6ois) había
iido mucho tiempo en una situación ambigua con su propia conciencia, )a que
habla del enorme equíoco que pesó sobre su situación personal el día en que cre)ó
poder mantener su rango en la 'glesia sin admitir sus doctrinas #. El caso m*s
destacado en la materia fue el de 7urmel, modelo de esta clase de gente, )a que
produjo cerca de sesenta ) cinco escritos bajo catorce seudónimos diferentes. Esto
acabó dando mucho
que preparaba que hablar
su 2istoria en los medios
del dogma modernistas.
del papado, Ese sacerdote como
fue desenmascarado erudito,
el
personaje que se ocultaba tras los seudónimos de ;Dupin= ) ;Iertog=, los cuales,
utiliando los mismos materiales, )a habían socaado el dogma de la 7rinidad ) la
mariología. hí se ocultaba el tan conocido juego seg3n el cual la fe puede decir que
sí al mismo tiempo que la ciencia dice que no %. 7odo lo anterior pone una nota de

6ois), !imples rfle3ions, p. # ) p. GJ, en :ii^re, pp. #G$#G.

%yrrell-s letters, p. J"< 6ois), uel&ues lettres, en :ii^re, p. .
#
.hoses passes, p. !", ib"d.
%
Doctor 2chrZrs, profesor en Konn, en :ii^re, p. %!!.
CONDENACIÓN DEL MODERNISMO POR SAN PÍO X #
moralidad mu) peculiar sobre el moimiento modernista. /9ómo e5trañarse de que

Dios ha)a cegado a hombres que habían negado deliberadamente las eidencias
meridianas, para pasar la ida entera bajo el signo de la impostura ) del engaño1
/2ería demasiado temerario aplicarles las palabras del salmista4 ;6a iniquidad se ha
engañado a sí misma=1 .
6os italianos no se quedaban atr*s en esas piruetas del espíritu. ?inocchi, al
mismo tiempo que se alía de una prudencia consumada para no herir las
susceptibilidades de los guardianes de la ortodo5ia, sabía desliar algunas
obseraciones destinadas a hacer refle5ionar sobre la fragilidad de la antigua
teología. 2emeria elaboraba asimismo una síntesis elocuente de todas las ideas
nueas. 6leaba su e5presión lo m*s lejos que podía sin rebasar el límite m*s all*
del cual su congregación habría sufrido la ira de la 2anta 2ede, al mismo tiempo que
confesaba en la intimidad que daba poca importancia a la cortea de los dogmas .
Estos hombres permanecían dentro de la 'glesia porque no pretendían escandaliar
al pueblo con apostasías in3tiles4 al contrario, debían elearlo hacia su ideal
religioso.
Esto es lo que e5plicaba san Pío X, tres años despu0s de +ascendi, en su ?otu
proprio !acrorum antistitum, del  de septiembre de !"4
«/n efecto, ellos 5los modernistas6 no han de-ado de reclutar nuevos adeptos, de agruparlos en una liga
clandestina % de in%ectar -unto con ellos en las venas de la sociedad cristiana el veneno de sus opiniones,
publicando libros % diarios sin el nombre de los autores o con nombres falsos+.
El Papa, despu0s del *otu proprio, creaba un juramento especial contra el
modernismo. 6a formula estaba redactada en t0rminos tan precisos que no dejaban
lugar a ninguna escapatoria. 9ada uno de los errores fundamentales del
modernismo debía ser formalmente reprobado, ) todo eso debía firmarlo de su
propio puño ) letra todo cl0rigo con cura de almas.
Esa profesión de fe reconocía, ante todo, que Dios puede ser conocido ) por lo
tanto demostrado por la lu natural de la raón, como la causa por sus efectos< que
las pruebas e5ternas de la :eelación, sobre todo los milagros ) las profecías, son
signos mu) ciertos del origen diino de la religión cristiana ) sobremanera
adaptados a la inteligencia de todos los tiempos ) de todos los hombres< que la
'glesia fue instituida de manera pró5ima ) directa por el 9risto histórico durante su
ida entre nosotros. El juramento reprobaba de forma absoluta la suposición
her0tica de la eolución de los dogmas en el sentido modernista, ) su noción de la
7radición. Profesaba que la fe es un erdadero asentimiento de la inteligencia a la
erdad recibida por una enseñana e5terior al sujeto, asentimiento por el cual
creemos ser erdadero, a causa de la autoridad de Dios cu)a eracidad es absoluta,
todo
2eñorlo#. que ha dicho, atestiguado ) reelado el Dios personal, nuestro 9reador )
Ese acto del santo Papa, eidentemente, fue mal recibido por el bando opuesto,
que le echó la culpa de todo a los e5traíos de ese p*rroco rural dotado de una
mentalidad de gondolero eneciano ) que, totalmente equiocado, guiaba la barca
de Pedro con un bichero. 2in embargo, ese bichero se conertía en un sólido arpón.

2al J4 .

Ioutin, p. , en :ii^re, p. GH.
#
DK %H$%G.
% CIEN AÑOS DE MODERNISMO
6os incorregibles sufrían la e5comunión ipso facto, lo cual debía poner fin
r*pidamente a las artimañas encubiertas de los heresiarcas, al menos hasta que
llegaran tiempos m*s felices para ellos. De este modo, los historiadores de la 0poca
afirmaban con un optimismo que, con el paso del tiempo, puede hacernos sonreír4
/Es posible una nuea crisis modernista1 Sracias a Dios, una crisis modernista
generaliada, comparable a las de los años L!H$!", nos parece mu) poco
probable .
9% Los resultados positi(os

;Es necesario que ha)a herejías= , decía san Pablo en el primer siglo de nuestra
era. /En qu0 sentido pueden ser necesarias las herejías, ese mal espantoso que
mata la fe1 /En qu0 sentido el error ) las tinieblas pueden serir a la causa de la
erdad ) de la lu1 En el sentido de que su oscuridad permite dar ma)or reliee a la
lu de la erdad. Sracias al choque de las herejías, el dogma católico ) los esfueros
teológicos hicieron progresos, siempre en el mismo sentido, afinando los conceptos
) destacando
Esto es lo quee5presamente lo que entonces
hio el modernismo. Permitiósólo estaba contenido
el progreso teológicoimplícitamente.
) científico en
materias tan cone5as como la filosofía cristiana, la crítica bíblica ) el desarrollo del
dogma.
El primer debate que suscitó el modernismo fue la relación entre la filosofía ) la
fe de la 'glesia. 6a fe católica est* sostenida por una filosofía. 6os herejes lo saben
mejor que nosotros, )a que dicen por boca de Kucer4 ;%olle %homam et dissipabo
Ecclesiam= @quita a 7om*s ) destruir0 la 'glesia@. 6a crisis modernista, sobre la
base de los hechos, ha mostrado que ese monstruo de siete cabeas se desinfla
como un globo cuando se perfora su enoltura filosófica. Eso significa que la 'glesia
depende de una filosofía. 7odo el problema consiste en saber en qu0 medida. 2ería
falso
el decir que
sentido el dogma
t0cnico, pues)lala fe
fe son esencialmente
es de un orden m*sdependientes
eleado. >o dese
una
lefilosofía
pide a en
un
catec3meno que obtenga un diploma en filosofía tomista, ni a un protestante
Oantiano que se conierta dos eces para tener la fe católica ) tomista. Es cierto
que la 'glesia utilia nociones propiamente filosóficas en su dogma, como las de
persona, sustancia, esencia, naturalea, unidad ) trinidad, pero no es necesario ser
un e5perto para entender esos t0rminos. En realidad, la 'glesia hace uso de
t0rminos filosóficos en su dogma porque tambi0n los olemos a encontrar a niel
de la inteligencia humana. 6o 3nico que le hace falta a la 'glesia es una filosofía que
no sea contraria al sentido com3n, una filosofía que defienda la raón ) la erdad
contra la locura modernista, tan absurda como ignorantista. /2er* la 'glesia
demasiado e5igente al reclamar a los filósofos que defiendan la raón ) su objeto1
+a hemos hablado del segundo debate que oponía a los sabios de la crítica
;pura= a las decisiones pontificias como +rovidentissimus de 6eón X''', Lamentabili )
+ascendi de san Pío X. En el estudio de la :eelación ha) que distinguir el enfoque
puramente apolog0tico del enfoque posterior ) teológico relatio al dato reelado #.
Es erdad que al principio se debe aplicar la crítica ;pura= para establecer el hecho

6. de Srandmaison, 8tudes, !#, en :ii^re, p. H%L.
 9or 4 !.

#
Killot, en De immutabilitate traditionis< el padre Sardeil, en Le donn thologi&ue et la thologie, pp. H"$
JH< Kainel en Poulat, 2istoire, dogme et criti&ue, pp. !$"< D79, ;7radition=, col. #%$#%!.
CONDENACIÓN DEL MODERNISMO POR SAN PÍO X H
de la :eelación ) de los milagros, la propagación ) la conseración admirables de

la 'glesia, en una palabra los preambula fidei @las pruebas del car*cter raonable
de la fe@. En efecto, sólo la Iistoria puede proporcionar los motios e5ternos de
credibilidad. Pero para establecer el contenido ) el sentido de la :eelación, así
como la historia de los dogmas, el m0todo puramente histórico, aunque sea un
e5celente m0todo subsidiario, no puede prescindir de la teología. 6os principios a los
que obedece la crítica ;pura= ) la crítica católica son completamente diferentes. 6a
muerte de 9risto en la cru, por ejemplo, es un hecho de certea ordinaria para los
historiadores< mientras que para los católicos es de fe definida, es una erdad
sobrenatural, reelada por Dios. 6a crítica ;pura= no puede imponer el asentimiento
de fe diina bajo pena de condenación eterna, como lo hace el ?agisterio de la
'glesia.
2in embargo, /no pregona la crítica ;pura= a ia o que ella es la 3nica
objetia, la 3nica libre de los prejuicios que ciegan a los sabios cristianos1 En
realidad, la erdad no es tan color de rosa. Para empear, el fundamento de la
crítica ;pura=
esc0ptica, es la filosofía
ignorantista ;pura=, es
) egologista, decir la filosofía
) podemos moderna,
preguntarnos si laisceralmente
duda puede
engendrar algo m*s que la duda. En cuanto a la crítica misma, se e mu) prisionera
de prejuicios< porque, fingiendo ignorar que la Kiblia tiene a Dios como autor
principal, esta crítica, que podría parecer imparcial, se e5pone a no comprender
nada o a falsificar el mensaje. inalmente, los hechos prueban que la crítica
emancipada nunca es neutra. 9omo siempre pasa en tales casos, el rechao de la
sumisión prooca una reacción4 se considera sospechosa toda tesis tradicional,
probable toda hipótesis aenturada, ) se trata a los documentos m*s enerados del
cristianismo con una desconfiana ) un desprecio que no se usa con los te5tos
profanos . Eso muestra en qu0 medida la crítica modernista, a pesar de todas sus
pretensiones de objetiidad científica, adopta el sesgo racionalista ) trabaja sólo por
presentar una :eelación hueca, priada de toda interención diina histórica.
El 3ltimo debate que proocó la crisis afecta al coraón de la teología4 es el de la
eolución, o mejor dicho, del desarrollo dogm*tico. El dogma no se presenta como
una plastilina, ariable seg3n las costumbres ) las 0pocas.
«La doctrina de fe que Dios ha revelado no ha sido propuesta como un hallago filosófico que deba ser
perfeccionado por los ingenios humanos, sino que ha sido entregada a la /sposa de $risto como un depósito
divino, para ser fielmente guardada e infaliblemente declarada+ 7.
2in conceder nada a un dogma modernista indefinidamente pl*stico, ha) que
notar, no obstante, que en el dogma caben modos de e5presión mu) diersos,
calcados sobre el lenguaje humano. Primero, los hechos dogm*ticos e5presan las
cosas que ieron los póstoles, como la muerte ) la resurrección de 9risto, la
maternidad diina de ?aría. 6uego, las afirmaciones m*s generales utilian
im*genes humanas bajo las cuales se oculta el mensaje dogm*tico, f*cilmente
comprendido por todos< es el caso, por ejemplo, del ersículo del credo, ;Est*
sentado a la diestra del Padre=, que eoca naturalmente el poder judicial de 9risto.
Por 3ltimo, ciertos dogmas emplean nociones filosóficas uniersales, como las de
persona, sustancia, naturalea, transubstanciación, consubstancialidad, las dos

6ebreton, D9, ;?odernisme=, col. JG. -0ase, en particular, 90ruti$9endrier, Les 8vangiles sont des
reportages, que da numerosos ejemplos de la le) del embudo que emplean los e5egetas modernos.

DK L"".
J CIEN AÑOS DE MODERNISMO
oluntades de 9risto, la unidad de la inteligencia diina ) de las operaciones de Dios

ad e3tra, etc. 9uando las definiciones, bajo el sello infalible del Espíritu 2anto,
utilian esas categorías uniersales del ser, se ha llegado al fondo de las
e5presiones posibles del misterio diino en función del ser ) de los recursos de la
inteligencia humana. 6a formulación dogm*tica es perfecta ) )a no admite ning3n
perfeccionamiento ulterior< esas definiciones son irreformables tanto en el fondo
como en la forma.
ueda una cuestión por elucidar. /9ómo se puede conciliar el hecho de que el
dogma sea esencialmente un depósito reelado inmutable, ) que al mismo tiempo
ha)a aumentado con el correr de los siglos1 /Iabría contradicción entre esas dos
cualidades, la inmutabilidad ) el desarrollo del dogma1 Por supuesto que no, ) en
ese punto tampoco nos dejamos desliar hacia la herejía modernista del dogma
simbólico ) ariable hasta el infinito. Por tratarse de un depósito reelado,
inmutable porque Dios es inmutable, sólo puede haber un desarrollo homog0neo, de
manera que la 'glesia nunca ha dado una definición de un dogma de la que luego
ha)a tenido
reelado a losque retractarse.
hombres, seres Pero precisamente
limitados porque
e imperfectos, elloselpueden
dogma descubrir
es un depósito
con el
correr del tiempo ) hacer e5plícitas las riqueas de ese tesoro. sí lo e5plica san
-icente de 60rins en su c0lebre obra4
«$reca, pues, mucho e intensamente 5la verdad dogmática60 pero solamente en su mismo género, es decir, en
el mismo dogma, en el mismo sentido, en la misma sentencia — eodem sensu eademque sententia —+ 2.
Esta homogeneidad e inmutabilidad esencial del dogma es uno de los rasgos de
la eracidad del ?agisterio eclesi*stico, como egregiamente lo atestigua Kossuet4
«Dios ha querido que la verdad llegase a nosotros de transmisor en transmisor % de mano en mano, sin que
nunca se percibiese innovación alguna. /n esto se reconoce lo que se ha cre'do siempre, % por consiguiente lo
que siempre deberá creerse.  es, por as' decirlo, en ese siempre donde aparece la fuera de la verdad % de la
7
promesa, % se pierde totalmente cuando hallamos que se interrumpe en un solo lugar+ .
/u0 erdades, en el depósito de la :eelación, son susceptibles de desarrollo1
Distingamos las erdades que pertenecen m*s de cerca al edificio de la fe, de las
que le est*n m*s alejadas. 6as primeras, por ser inmediatamente necesarias para la
salación, siempre debieron ser propuestas e5plícitamente por el ?agisterio desde
el comieno. 2on, por ejemplo, los misterios de la 7rinidad, de la encarnación ) de la
redención, la ida futura ) las sanciones diinas. 2u 3nico desarrollo posible a lo
largo de los siglos es la precisión de la formulación. En cambio, las erdades
implícitas, cone5as de forma menos directa a los misterios de la salación, pueden
ser creídas simplemente en general, ) luego ser e5plicitadas. sí, la creencia en el
poder de enseñana de la 'glesia inclu)e la fe en la infalibilidad del Papa, ) la
creencia en la santidad de ?aría engloba la creencia en la 'nmaculada 9oncepción #.
En resumen, estas diferentes precisiones teológicas dan toda la lu necesaria
sobre el progreso del dogma, fundado en el conocimiento progresio del hombre, al

2an -icente de 60rins, .ommonitorium, capítulo #, n HH, repetido por el -aticano ', constitución Dei )ilius,
DK L"".

En Ploncard dYssac, La Iglesia ocupada, p. .
#
En Kainel, ;Iistoria de un dogma=, 8tudes, H de dic. de !"%, p. J ) ss. sí pues, esas erdades admiten
un progreso no sólo de la formulación, sino tambi0n del contenido. 2e trata de un desarrollo teológico por ía de
conclusión teológica en el cual se pasa de lo implícito a lo e5plícito (por ejemplo, 9risto murió por todos, luego
tambi0n por los no predestinados&, o de lo irtual a lo actual (por ejemplo, 9risto es inteligente, luego tiene la
facultad de sonreír&. 9f. Sardeil, Le donn rvl et la thologie, pp. J ) LH$LJ.
CONDENACIÓN DEL MODERNISMO POR SAN PÍO X G
mismo tiempo que en la propia estabilidad del dogma, fundada en la del mismo
Dios. Debemos agradecer a la Proidencia por haber permitido la crisis modernista,
pues fue la ocasión de clarificar el pensamiento de la 'glesia sobre estos temas
fundamentales.
U
U U
6a crisis modernista fue beneficiosa en muchos aspectos. ui*s el fruto m*s
hermoso de la crisis ha)a sido er a un gran Papa en acción. iel a su diisa de
restaurarlo todo en .risto , san Pío X supo aplicar una mano de hierro con guante
de seda para arrancar ) plantar, para separar el buen grano de la ciaña, en el
campo de la 'glesia ) de la ciencia sagrada. El Papa señaló con el dedo el remedio
que debía aplicarse contra el monstruo de siete cuernos que lanaba su 9on
serviam contra la raón ) la religión. Ese Papa, para salarlas a ambas, ordenó el
estudio de la filosofía de santo 7om*s en los seminarios ) uniersidades, que habían
sido los inernaderos
las ciencias de históricas
cristianas las infiltraciones modernistas.
no podían rebasar,7ambi0n
) parapuso los límites
lograrlo olióque
a
establecer los estudios bíblicos con un centro en :oma. 2an Pío X mostró, a
comienos del siglo XX, cómo la 'glesia debía reaccionar contra el modernismo de
entonces ) de todos los tiempos. ;Iabla a3n, despu0s de muerto= . 2u cuerpo fue
hallado incorrupto en !%%, durante su proceso de beatificación, ) sigue siendo el
testigo mudo de la incorruptibilidad de la doctrina que supo oponer al delet0reo
eneno del modernismo. En la crisis romana que soportamos ho) en día, es m*s
urgente que nunca conocer a fondo el modernismo ) la acción de san Pío X. >o se
podr* saber nunca nada sobre la crisis neomodernista si no se entiende la crisis
modernista. >o se sabr* aplicar el erdadero remedio a la crisis neomodernista si no
se comprenden bien los remedios que conjuraron eficamente el modernismo.

Ef 4 ".

Ieb 4 %.
9PQ7R6C X'-
Balance del modernismo 2católico3
ntes de cerrar este estudio del modernismo en terreno católico, es importante,

como para el modernismo protestante, hacer un balance. Despu0s de un resumen
de los personajes m*s representatios de la 0poca, podremos descubrir la
progresión realiada desde el tiempo del protestantismo. 6uego deberemos reunir
los principios fundamentales comunes para determinar si el modernismo se
presenta como una simple eolución de las ideas o como una reolución
anticatólica. 7erminaremos con una comparación entre las reacciones romanas ) las
de las autoridades protestantes.

En filosofía, Kergson ) 6e :o) introducen algunas noedades en la filosofía
moderna, pues dan inicio al giro hacia lo irracional, que es el atributo propio del
e5istencialismo, el cual aparece en el período de entreguerras. 2in renunciar al
principio Oantiano
la eolución. de la crítica
Es la evolución pura, se pone
creadora en eltodo,
la que acento sobre
el ser, la todo en el) aspecto
creación de
el 9reador,
se desanece en un flujo perpetuo sin esencia ni consistencia. El conocimiento es
tan sólo un mito, ) se define como la emoción ) la simpatía creadora que brota de
las profundidades del subconsciente. 7odo, seg3n Kergson, brota del )o personal.
Pero las consecuencias lógicas de esos principios son desastrosas4 Klondel, en su
apología de la inmanencia, define la erdad como la conformidad del pensamiento
con la ida< lo diino, el dogma ) el orden sobrenatural salen por entero del hombre.
6ois), e5egeta de pura cepa, se consagra a la crítica ;pura=, liberada de las
trabas de la cultura cristiana, realista ) sobrenatural. 2e dedica a e5plicar el
Eangelio seg3n los postulados de la filosofía moderna. En particular, se apropia de
los dos principios Oantianos, el ignorantismo ) el egologismo. 9omo ignorantista
negador de la cosa en sí, 6ois) reduce el 9risto histórico a lo mínimo estricto. 9omo
egologista, hace salir al ;9risto de la fe= de la conciencia de los primeros discípulos
) de la comunidad primitia. Esos dos 9ristos fundan dos ciclos, el ciclo prepascual )
el ciclo pascual, es decir, el ciclo de los hechos históricos transmitidos por el
Eangelio depurado de todo lo sobrenatural, ) el ciclo de la creencia en la
resurrección de 8esucristo transmitido por la comunidad que fundó la 'glesia.
?arcada por esa diisión de 9risto que opone el Eangelio a la 'glesia, la crítica
BALANCE DEL MODERNISMO CATOLICO !
protestante había hecho pronto su elección. Iabía renunciado a la 'glesia para

quedarse sólo con el Eangelio. 6ois) ofrece otra solución, que sigue el modelo
hegeliano. 9onsiste en lograr la fusión de los contrarios seg3n la le) del desarrollo )
de la ida, propia de los seres ios. sí, e5plica que los dos 9ristos, a pesar de ser
contrarios, se unen en el moimiento ital de la eolución de toda la 'glesia, del
culto ) de los dogmas. De ahí conclu)e que, así como el Eangelio fue sometido a
nueo e5amen ) se transformó para dar nacimiento a la 'glesia, así tambi0n la
'glesia debe transformarse radicalmente ho) en día.
7)rrell, en 'nglaterra, representa perfectamente la teología modernista en su
forma m*s acabada en tiempos de san Pío X. En simbiosis perfecta con La evolución
creadora de Kergson ) El Evangelio y la Iglesia de 6ois), en su obra maestra Entre
Escila y .aribdis, este jesuita e5plica cómo desliarse entre el doble escollo del
dogmatismo católico ) del utilitarismo filosófico. Ia) que seguir el camino de un
cristianismo esencialmente místico, egologista ) simbolista. 6a :eelación es una
e5periencia emocionante que se ie en el seno de la conciencia. 6a religión es el
fruto de esa sed
formulaciones mística desólo
dogm*ticas sentir
sona símbolos
Dios en nosotros. 9on semejantes
de la e5periencia bases,
indiidual las
de Dios
dentro de sí mismo, ariables seg3n las diferentes reelaciones. 9omo para 2trauss,
el 9risto t)rrelliano es la humanidad entera autodiiniada, ) la 'glesia es la
conciencia colectia ) ia del +ueblo de Dios, 3nico sujeto realmente infalible. 6a
'glesia de sus sueños es una escuela de la caridad, una manera de iir m*s que un
sistema fundado sobre una :eelación ) una doctrina concreta. 2e parece m*s a
una comunidad budista que a una sociedad constituida con un credo
sustancialmente id0ntico.
&% La identidad de los principios entre los modernistas

protestantes " los 2católicos3
unque subsistan las ariantes entre las escuelas, es innegable que, en los
puntos neur*lgicos, la melodía sigue siendo la misma. 6os defensores de la ;nuea=
escuela no niegan de dónde han sacado sus principios deastadores4 de Mant ) de
Iegel. Profesan abiertamente la filosofía antirrealista con su trilogía característica4
ignorantismo, egologismo, reolucionismo.
7odos hacen profesión m*s o menos abierta de agnosticismo ignorantista. 6os
bergsonianos son e5plícitos, )a que niegan que las cosas tengan una naturalea )
que la inteligencia pueda conocer la realidad.
«C9a% verdades eternas % necesarias /s dudoso. #1iomas % categor'as, formas del entendimiento o de la
sensibilidad! todo eso cambia % evoluciona: el esp'ritu humano es plástico % puede cambiar sus deseos más
'ntimos+ 2. «"os encontramos en esas regiones de crep;sculo % de sue<o donde se elabora nuestro %o, de donde
brota la marea que se encuentra en nuestro interior, en la intimidad tibia % secreta de las tinieblas fecundas
donde se estremece nuestra vida naciente. Las distinciones han desaparecido. La palabra %a no vale. @e o%e
brotar misteriosamente las fuentes de la conciencia+ 7. «C>ué es el cambio, sino una sucesión perpetua de cosas
contradictorias que se funden0 en las profundidades supralógicas+ 8.

6e :o), Revue de *taphysi&ue et de *orale, !", p. #"H< Dogme et .riti&ue, p. #HH, en D9,
;?odernisme=, col. J%H.

6e :o), Bne philosophie nouvelle, p. JL, en D9, ;?odernisme=, col. JH%.
#
6e :o), en D9, ;?odernisme=, col. J%%.
#" CIEN AÑOS DE MODERNISMO
2i los filósofos sienten tanto desprecio por la inteligencia, 6ois), formado en la

crítica Oantiana, a a sacar las conclusiones pertinentes en materia bíblica. Piensa
que la fe supone tres postulados que )a no pueden sostenerse ante las ciencias
modernas. El postulado teológico declaraba que Dios ) la creación eran conceptos
que nunca habían cambiado ni cambiarían jam*s @;por supuesto, esos autores no
habían preisto a DarTin=@ . El postulado mesi/nico pretendía que 9risto ) la
'glesia habían sido anunciados en el ntiguo 7estamento. Por 3ltimo, el postulado
eclesiológico aseguraba que la 'glesia, junto con su jerarquía, sus sacramentos ) sus
dogmas, había sido instituida directamente por 8esucristo. 6ois) quería a)udar a la
'glesia a adaptar esos tres postulados a las le)es del desarrollo histórico, mucho
m*s satisfactorio que cualquier sarta de milagros. 7)rrell a a remolque de sus
maestros. +a siendo joen reaba como un esc0ptico4
«Dios m'o Isi es que ha% un DiosJ, salva mi alma Isi es que tengo almaJ+.
En la edad madura, sus ideas son las mismas4
«Lo
a estaque la fórmula
verdad de nuestra
debemos fe dice suele ser completamente
adhesión+ 7
. falso, pero la verdad a la que apunta es revelada, % sólo
6os modernistas sustitu)en la sumisión a la realidad por el egologismo, en el
que la inteligencia, prisionera, se conierte en pura imaginación ) simpatía. 6a
libertad sire de regla al hombre ) prepara el camino a la egolatría de los
e5istencialistas. Fste es el punto de partida del m0todo inmanentista de Klondel.
«9a% una noción que el pensamiento moderno, con una susceptibilidad celosa, considera como la condición
misma de la filosof'a! es la noción de inmanencia, es decir, que nada puede entrar en el hombre que no salga de
él % no corresponda, de alguna forma, a una necesidad de e1pansión: % que, ni como hecho histórico, ni como
ense<ana tradicional, ni como obligación impuesta desde fuera, no ha% para él verdad que cuente % precepto
admisible que no sea, de alguna manera, autónomo % autóctono+ 8.
6ois) hace la misma profesión de egologismo, del cual surge toda la religión.
«La cuestión que ha% en el fondo del problema religioso actualmente0 es saber si el universo es inerte, vac'o,
sordo, sin alma % sin entra<as, % si la conciencia del hombre no encuentra un eco más real % verdadero que en s'
misma. ara decidirse por el s' o por el no, no ha% prueba que podamos llamar perentoria+ H.
Fsa es tambi0n la postura filosófica de 7)rrell, aplicada tal cual a la teología.
«Fes;s fue el primero en demostrar que el hombre no era un esclavo sometido a un Dios e1terior, sino un
hombre que pod'a designarse como Dios, en el que Dios se revelaba como una fuera misteriosa % trascendente.
/se elemento divino en el hombre es lo que le da al hombre su personalidad+ .
6a reolución permanente es la señal de la filosofía del impulso ital ) de La
evolución creadora, sin ser ) sobre todo sin el 2er.
«La verdad es que, si el lengua-e se amoldara a la realidad, no dir'amos que el ni<o se hace hombre, sino que
ha% un cambio de ni<o a hombre0 /l cambio es un su-eto. asa a primer plano. /s la realidad misma+ . «ara
nosotros, Dios no es, sino que se hace. @u cambio es nuestro propio progreso+ M.

6ois), en :att0, p. J.

%yrrell-s Letters, pp. HJ$J.
#
Klondel, Lettre sur les e3igences de la philosophie contemporaine, en Karbier, p. #JL.
%
6ois), Autour d-un petit livre, pp. !, ", en '9P, 0ase p. # ) ss.
H
7)rrell, en :att0, p. #!.
J
Kergson, L-8volution cratrice, p. ##L, en D9, ;?odernisme=, col. JHJ.
G
6e :o), Revue de *taphysi&ue et de *orale, !"G, p. H"!, ib"d$
BALANCE DEL MODERNISMO CATOLICO #
Eso es lo que Kergson se atree a llamar ;panteísmo ortodo5o=. 6ois) es a3n

m*s reolucionista, pues, seg3n 0l, la eolución histórica es la 3nica solución al
dilema planteado por la e50gesis crítica de los protestantes o la inmoilista de los
católicos. 6o e5plica profusamente en sus manifiestos rojos4
«La misma noción de desarrollo es la que debe ser desarrollada+ 2. «Fes;s fue mucho menos el representante de
una doctrina que el iniciador de un movimiento religioso+ 7. «@i se supone que la verdad, en cuanto accesible a
la raón humana, es algo absoluto, que la Nevelación ha tenido esa misma caracter'stica % que el dogma
participa de ella: que no sólo el ob-eto del conocimiento es eterno e inmutable en s' mismo, sino también la
forma que ese conocimiento ha revestido en la 9istoria humana, las afirmaciones de mi librito 5 L’Évangile et
l’Église6 son más que temerarias, son absurdas e imp'as+ 8. «La divinidad de $risto es un dogma que ha crecido
en la conciencia cristiana. /1ist'a sólo en germen en la noción del Aes'as 9i-o de Dios+ H.
7)rrell dice lo mismo4
«/l catolicismo oficial ha caducado, pero no ha% que abandonarlo. /l -uda'smo deb'a vivir una vida gloriosa %
resucitar en el cristianismo. C"o puede repetirse la historia C"o puede ser que el catolicismo, como el
-uda'smo, deba morir para renacer ba-o una forma más amplia % elevada C"o es necesario que todo organismo

alcance los l'mites de su desarrollo % luego muera, para sobrevivir sólo en su descendencia+ .
sí, igual que en la 0poca de Mant ) de sus sucesores, las grandes figuras del
modernismo ;católico= est*n en perfecta armonía sobre los principios. 7ambi0n
aquí puede erse el doble aspecto negatio de la crítica pura ignorantista ) del
conocimiento egologista, italista ) reolucionista, que obran de concierto. 8untos
producen el sistema perfectamente consolidado del modernismo, en el que los
principios delet0reos de la filosofía propagan sus efectos destructores sobre una
:eelación desligada del realismo histórico, para irse a la deria sin puerto de
amarre.
'% Las (ariaciones modernistas desde los protestantes
tabla2i rasa
el modernismo protestante
de las cosas se define
) de los hechos, sobre todo
el punto por su
de unión concrítica pura, que hacía
los modernistas que
salieron del catolicismo es la idea de eolución, el desarrollo perpetuo de la ida. En
filosofía ha) una crítica del conocimiento mucho m*s radical que la de Mant. Para los
bergsonianos, las cosas no sólo son incognoscibles, sino que no e5isten ) ni siquiera
pueden e5istir en el sistema del puro cambio. 2i los alemanes erigen altares a la
diosa :aón ) constru)en magníficos palacios de ideas acías, Kergson prefiere
confinarse en las mamorras de su conciencia, iluminadas por sus impresiones
subjetias. 6a emoción hace las eces de conocimiento ) de raón< la conciencia
ciega hace las eces de inteligencia. 6os alemanes identificaban lo racional ) lo real,
la idea ) la cosa. Kergson, que ha negado las cosas ) la realidad fuera del )o, se
contenta con afirmar su libertad suprema por medio de la ecuación cogito'volo =
saber es querer@.consigo
del pensamiento 6a erdad )a no sino
mismo, se define,
como como lo hacíadel
la identidad Mant, como la identidad
pensamiento con la
ida.

6ois), L-8vangile et l-8glise, p. J, en :ii^re, p. J#.

6ois), 8tudes vangeli&ues, en :ii^re, p. J%.
#
6ois), Autour d-un petit livre, p. !", en :ii^re, p. GG.
%
6ois), L-8vangile et l-8glise, p. G, en :ii^re, p. #!!.
H
7)rrell, %hrough !cylla, pp. LG$L!, en :att0, p. ".
# CIEN AÑOS DE MODERNISMO
En el *mbito de la :eelación, los protestantes seguían los pasos de 2trauss )

de IarnacO. Iacían tabla rasa de la 'glesia ) reducían el Eangelio a un n3cleo
purificado de las escorias ;míticas=, especialmente de los milagros ) profecías. 9on
6ois), el erdadero cabecilla de los modernistas, el e5egeta se consagra a reunir las
escuelas que se oponían salajemente. uiere reagrupar el catolicismo, que daba la
primacía a la 'glesia sobre el Eangelio, ) el protestantismo, que conseraba el
Eangelio en detrimento de la 'glesia. Donde todos habían fracasado hasta
entonces, 6ois) logró unir a los contrarios e5plicando que, de hecho, los dos eran
etapas distintas pero enriquecedoras en el moimiento de eolución natural de los
seres ios. Fstos deben desarrollarse, adaptarse a las nueas condiciones de ida,
) finalmente morir para sobreiir sólo en su descendencia, seg3n las le)es de la
ida. 6a contradicción, lejos de ser insuperable, es en realidad la señal del desarrollo
ital, la señal de la riquea ) del origen diino del cristianismo.
En teología, 7)rrell est* realmente mu) cerca, en líneas generales, de sus
predecesores del otro lado del :in. 'gual que 2chleiermacher, pone 0nfasis en la
mística ) laradica
diferencia conciencia, fundamento
qui* en el aspecto3ltimo de la :eelación
sistem*tico ) de la religión.
de su pensamiento, 6a gran
) tambi0n en
la riquea e5presia de su ia imaginación. El dogma no es leña muerta, sino un
ehículo que debe adaptarse a la ida de cada cre)ente. 2obre la 'glesia, 7)rrell
ofrece algunas consideraciones democr*ticas e iluministas nada despreciables que
luego aproechar*n sus sucesores. Entre otros, define a la 'glesia como la
conciencia colectia del +ueblo de Dios ) el 3nico sujeto de la infalibilidad. 6a 'glesia
católica es la mejor institución religiosa porque es la m*s ia. un así, debe saber
transformarse, del mismo modo que el judaísmo caduco se transformó en la 'glesia
católica. 6a misión que incumbe a los modernistas ;católicos= es la de reformar la
'glesia desde dentro ) preparar su conersión final, incluso a su pesar. /u0 religión
pretenden establecer1 6a isión t)rrelliana de la 'glesia del mañana prepara el
sueño filantrópico del Punto Cmega de 7eilhard. sí, tanto para 7)rrell como para
sus maestros de filosofía ) de e50gesis, la nuea contribución pone 0nfasis sobre
todo en la eolución ) la reolución perpetua, e5tendida a todos los *mbitos,
filosófico, e5eg0tico ) teológico.
5% </(olución o re(olución ante la cultura cristiana=

 pesar de las ariantes nada despreciables del sistema, el modernismo que
salió del catolicismo es esencialmente una r0plica del modernismo protestante. Eso
justifica ampliamente el epíteto com3n de modernista que nosotros le hemos dado.
/u0 resulta de 0l a niel de la raón, de la erdad ) del ecumenismo1
6a erdad, desde una perspectia realista, es siempre del orden de lo concreto,
particular, e5clusio ), por lo tanto, inmutable en cuanto a los principios ) las
esencias. 2eg3n la perspectia modernista, la erdad ) la raón est*n emancipadas
) se reducen a sentimientos agos ) místicos. 6e :o) es m*s imaginatio que
racional en sus e5posiciones4
«#dentrémonos un poco más en los repliegues recónditos de las almas. "os encontramos en esas regiones de
crep;sculo % de sue<o0 Las distinciones han desaparecido. La palabra %a no vale. @e o%en brotar
misteriosamente las fuentes de la conciencia. $reemos que la verdad es vida %, por lo tanto, movimiento %
BALANCE DEL MODERNISMO CATOLICO ##
crecimiento antes que término. Todo sistema, desde que lo cerramos % lo erigimos as' en absoluto, se convierte
en error+ 2.
Para 6ois), /puede haber erdades eternas necesarias1 Podemos dudarlo si nos
atenemos a la siguiente definición4
«La verdad, en cuanto bien del hombre, no es más inmutable que el hombre mismo. /voluciona con él, en él %
por él: % eso no impide que sea la verdad para él: es más, sólo lo es con esta condición+ 7. «La verdad I% aqu'
especialmente la verdad moralJ evoluciona con él Iel hombreJ, en él % por él. arecéis creer que, en el orden
religioso % moral, lo verdadero % lo falso son categor'as absolutas % bien delimitadas. "o es e1actamente as'+ 8.
7)rrell opina e5actamente lo mismo4
«Siempre % necesariamente somos nosotros mismos quienes nos hablamos a nosotros mismos: quienes
Ia%udados desde luego por el Dios inmanenteJ elaboramos la verdad para nosotros mismos+ H. «C>ué clase de
verdad les garantia el sello del /sp'ritu ?na verdad que es directamente una verdad práctica, una verdad de
preferencia, una verdad apro1imativa, % sólo indirectamente una verdad especulativa+ .
Fsta es la definición por e5celencia de la erdad egologista4 la conformidad del
pensamiento consigo mismo.
2emejante definición de la erdad como fruto de la conciencia del hombre, /no
corromper* radicalmente todo lo que toque1 Porque es íctima de la contradicción,
a tal punto que la contradicción es de hecho, seg3n Kergson, la le) suprema del
discurso ) el fondo de toda realidad. Para 6ois), parece que la le) de transformación
no puede escapar de la contradicción4 Dios es ) no es distinto del mundo, el alma es
inmortal ) no lo es, 9risto es Dios pero no lo era al principio. Esa concepción abre la
puerta al panteísmo, en el que terminan, mal que les pese, todos estos maestros.
unque Kergson confiesa abiertamente un ;panteísmo ortodo5o=, ninguno de los
protagonistas se sala en realidad de la sospecha que pesa sobre toda la escuela,
con 6ois) a la cabea.
«Dios se revela
conciencia en %enpor
de Dios la humanidad.
el mundo por una @e puedederepresentar
especie encarnaciónindistintamente al individuo% consciente
de Dios en la humanidad, como la
como la conciencia

del mundo subsistente en Dios por una especie de concentración del universo en el hombre+ .
Dios queda reducido al puro cambio, al fruto del sentimiento de la conciencia
religiosa, a un objeto de lujo hecho a imagen del hombre. Dios ) la creación no
pueden concebirse de la misma manera despu0s de DarTin G. 7)rrell, no menos
e5plícito, e en 8es3s a aquel que mostró que el hombre no era un esclao sometido
a un Dios e5terior, sino un hombre que podía designarse como Dios, en el que Dios
se reela como una fuera misteriosa ) trascendente L. /Es necesario demostrar qu0
contrarias son estas ideas a la raón ) a la fe1 Esas profesiones m*s o menos
eladas de panteísmo, de contradicción real ) de erdad que cambia
indefinidamente, llean directamente al error ) a la duda m*s completa, a menos
que se elija la opción religiosa del fideísmo absurdo de los protestantes.

6e :o), Bne philosophie nouvelle, p. JL, en D9, ;?odernisme=, col. JH%< Revue de *taphysi&ue, !", p.
#"H, ib"d., col. J%H.

6ois), Autour d-un petit livre, p. !, en D9, ;?odernisme=, col. J#J.
#
6ois), uel&ues lettres, p. L!, en D9, ;?odernisme=, col. JH!.
%
7)rrell, %hrough !cylla, p. "L, en D9, ;?odernisme=, col. JGG.
H
7)rrell, ib"d$, p. ", %yrrell-s letters, pp. HJ$J, 0ase :att0, pp. #, %G$%L.
J
6ois), uel&ues lettres, pp. G, G%, H", J, en D9, ;?odernisme=, col. JJ.
G
6ois), en :att0, p. J.
L
En :att0, p. #!. -0ase tambi0n %hrough !cylla, p. "L, en D9, ;?odernisme=, col. JGG.
#% CIEN AÑOS DE MODERNISMO
Por 3ltimo, en lo referente a lograr la unión de los espíritus ) de los coraones, la

oposición entre la cultura católica ) el modernismo es tambi0n total. 2eg3n la
perspectia católica, el ecumenismo es el esfuero de los cre)entes por adherir a la
erdad de la fe, bajo la lu de la recta raón ) de los hechos concretos. 2eg3n la
perspectia modernista, esas limitaciones no e5isten. El 3nico punto de referencia
para un Kergson, que niega los seres ) su naturalea, es el cambio ) la duración
pura. 6ois) aplica ese mismo principio para poder superar los contrarios gracias al
desarrollo ital de la Iistoria, que sigue la le) de todo ser io. 2eg3n 0l,
«Fes;s fue mucho menos el representante de una doctrina que el iniciador de un movimiento religioso. /l
movimiento que inauguró se perpetuó en las mismas condiciones normales de todo movimiento fecundo de la
humanidad+ 2.
Para 7)rrell, la unidad religiosa se parece a un budismo de orden filantrópico. 2u
'glesia del mañana sería una escuela de la caridad diina. 2u credo realmente
católico @uniersal@ se enunciaría así4
«ongo mi confiana en =uda: pongo mi confiana en la doctrina Ide la LiberaciónJ: pongo mi confiana en la
$omunidad+ 7. «/l verdadero catolicismo no es el -uda'smo cristianiado del "uevo Testamento, sino el
paganismo cristianiado o la religión mundial, lo que equivale a un cambio de ropa estrecha a ropa holgada+ 8.
«Fes;s inició el proceso de la conciencia humana autodiviniada. /n este sentido será la 9umanidad un $risto
m'stico, un Logos colectivo, el Berbo o la Aanifestación del adre: % cada miembro de esa sociedad será, en
esta misma medida, un $risto o un revelador en el que Dios se habrá encarnado % permanecido entre nosotros+
H
.
Esta 'glesia futura de 7)rrell es la conclusión lógica de sus propios principios. El
modernismo, fruto del libre e5amen, recuperado por los protestantes en nombre de
la crítica pura ) por los católicos en nombre del desarrollo ital, acaba
irremediablemente en la disolución de todo pensamiento racional. 9uando se define
la erdad como la conformidad del pensamiento con la ida, cuando el cambio ) la
contradicción pura son la le) suprema de la realidad, )a no ha) barrera que proteja
la fe ciega del cre)ente. 2e termina en el fideísmo puro4 creo porque es absurdo. +
cuando la religión sale totalmente del hombre ) se define como la conciencia que el
hombre tiene de Dios dentro de sí mismo, las diferencias religiosas se esfuman para
dar paso al ecumenismo libre de toda traba, unido alrededor de un Dios$humanidad
apenas distinto del cre)ente. El modernismo es la religión de la conciencia humana
como fuente de todo, fuente del ser, fuente de la erdad, fuente de la :eelación )
fuente de la diinidad en las profundidades del hombre. 2e parece al misticismo
oriental, fundado en la imaginación ) el sentimiento. El cre)ente boga en el sueño,
seg3n el capricho de la imaginación, en la aguedad ) la disolución de las
distinciones elementales, que impiden cualquier acceso a la raón.
sí, parece que se puede definir al modernismo como el sistema destructor de
los fundamentos de la fe, no sólo la :eelación histórica, sino tambi0n los
fundamentos racionales de la inteligencia humana. Para el modernista, el filósofo a
a la delantera, seguido del e5egeta crítico, con el teólogo al final. + como la primera
causa comunica su acción a las siguientes, es eidente que esta crítica ) esta
teología modernistas se llaman ignorantistas, egologistas ) reolucionistas con

6ois), 8tudes vangli&ues, París, !", en :ii^re, p. J%.

7)rrell, %he .hurch and the )uture, en :att0, p. !J.
#
%yrrell-s letters, en :att0, p. #%.
%
En :att0, p. " ) pp. #!$%.
BALANCE DEL MODERNISMO CATOLICO #H
raón. 9ortan por la base la cultura cristiana construida sobre el trípode de tres
eidencias, las tres intuiciones del ser, del hecho de la :eelación ) de la armonía
entre la fe ) la raón. Parece, pues, que el modernismo se define fundamentalmente
como un nirvana intelectual ) moral que profesa una filosofía sin ser ) una
:eelación sin fundamento histórico, para concluir en una teología sin Dios.
9% La autoridad #rente al modernismo
9omo confirmación de las tesis arriba mencionadas, podemos comparar el
comportamiento de las autoridades luteranas frente al modernismo protestante, ) la
acción del Papa san Pío X ante el modernismo ;católico=. Suillermo '' ) las
autoridades luteranas ortodo5as, preocupados por restablecer el orden que los
teólogos radicales habían perturbado, se encontraban en una posición precaria.
Enfrentaban un dilema serio4 o salar a la 'glesia luterana negando el libre e5amen,
o destruir a la 'glesia luterana conserando el libre e5amen indiidualista. Pero
parecían luchar m*s contra la incredulidad sincera que contra la incredulidad
hipócrita<
esc*ndaloscontra lasm*s
p3blicos consecuencias m*s
que contra las que contra
doctrinas los 'ntentaban
malsanas. principios< sólo
contra los
salar
el credo como punto de unión isible de las confesiones ) la apariencia de orden
entre las 'glesias. + es que, en el fondo, sabían a ciencia cierta que no tenían
doctrina creíble ni autoridad legítimamente instituida para imponerla.
Dentro de la 'glesia católica, el c*ncer modernista tambi0n se reela como el
enemigo mortal de la 'glesia. Pero esa 'glesia tiene medios de defensa ) un poder
que las autoridades protestantes no pueden reiindicar. >o sólo est* centraliada
por el gobierno mon*rquico del papado, sino que cuenta con su postura dogm*tica.
6a 'glesia profesa un realismo ilustrado en materia de filosofía, :eelación ) dogma.
2u doctrina es, por consiguiente, eminentemente racional ) erdadera, ) eso mismo
la hace poderosa
pretende e inmutable.
ser la 3nica 6a 'glesia católica
religión erdadera es la
) la 3nica 3nicadiina,
'glesia religiónque
deltiene
mundounaque
fe
compatible en todos los puntos con la raón, ) cu)o acto de fe es eminentemente
racional ) raonable. 2u fe no es ciega como la fe del cre)ente protestante, que
debe buscar su propio camino sin saber nada. 6a del católico est* traada de
antemano, es el camino señalado por la autoridad diinamente establecida, que le
muestra las curas del camino. >o tiene que inentar su camino ni su erdadera
religión, como si la religión tuiera que ser construida seg3n cada indiiduo. De esta
manera, la 'glesia no tiene que afrontar el dilema irresoluble de preserar a la e
las estructuras e5istentes ) el fermento de disolución que es el libre e5amen. >o
tiene el problema de asumir el liberalismo absoluto @libertad para todo y para
todos@ con su s0quito necesario de anarquía ) de contradicciones. 7odos sus
miembros, bajo pena de hipocresía
objetia ) eminentemente condenable,
raonable, hacenelprofesión
) todos tienen deber dede la misma
eitar tanto fe
la
incredulidad como la mentira.
El Papa tiene, pues, el poder de castigar a los que no cumplan sus deberes
religiosos ) escandalicen al prójimo. 7iene el poder de hacer firmar con juramento
fórmulas doctrinales que obligan en conciencia bajo pena de condenación eterna.
Por esta raón el guardi*n titular de la fe no duda en proteger el rebaño con
medidas disciplinarias adaptadas a la amplitud del mal. Por esta raón
desenmascara a los modernistas que juegan al escondite con la jerarquía. 2an Pío X
#J CIEN AÑOS DE MODERNISMO
no toma una postura defensia que sea señal de debilidad, ni una postura de
di*logo ) de aliana con el mal. 9uando el c*ncer socaa los fundamentos mismos
de la 'glesia de 9risto, no se debe transigir ni parlamentar. Es una cuestión de ida o
muerte. >o puede haber ning3n acuerdo ecum0nico con el clan modernista, ning3n
t0rmino medio con el traidor que se oculta en el propio campo. l contrario, en e
de dialogar o transar con el enemigo, el santo Papa lo desenmascara con la ma)or
claridad posible, de manera que los buenos puedan reconocerlo por lo que es. En
particular, esa crisis modernista le ofrece al Papa la ocasión de reafirmar los
principios fundamentales del cristianismo, ) de demostrar a la e que esos mismos
principios son los que se en radicalmente socaados por las doctrinas modernistas.
Cuarta parte
9R:7 P:7E
/l neomodernismo
En la 0poca de entreguerras recrudece el ímpetu modernista, hasta su nuea

condenación por el gran Pío X''. :eprimido por la mano dura de san Pío X, el c*ncer
resurgió como un champiñón en el terreno que le es propicio. Rn nueo 8uan
Kautista se perfila en ese período. 7eilhard de 9hardin anuncia la enida de un
nueo ?esías, la 2uperhumanidad, que suplantar* a 8esucristo. 7eilhard re3ne las
grandes ideas de sus predecesores modernistas, ) parece llear en sí mismo todas
las esperanas ) sueños del hombre moderno. Rna nuea filosofía aparece tambi0n
en el horionte, liberando de las ideas a la filosofía en proecho de la e5istencia
indiidual absurda.
9omo con reud, parece que se desciende, junto con Ieidegger ) 2artre, a lo
m*s profundo de la conciencia, e5altando la libertad ) lo absurdo de la ida. 2e sale
desde entonces del moimiento rom*ntico, adornado con las ruidosas sinfonías de
agner. 6a serenata apropiada para ese moimiento de pensamiento es el tam$tam
) el encantamiento
guerreros alrededordel
delbrujo en el
tótem, fondo del bosque
o simplemente acompasado
la m3sica pordel
desatada el baile
rocO de los
) sus
suced*neos.  esta raí e5istencialista se añade una isión bíblica personalista en
De 6ubac, ) una teología antropológica elaborada por :ahner, el erdadero teólogo
del concilio -aticano ''.
?aritain, fustigando la apostasía inmanente de los ;sabios= neomodernistas,
hace un seero diagnóstico4
«"o olvidemos que son v'ctimas de cierta filosof'a preadmitida, de una )ran @of'stica Ise conoce el ser, con la
condición de ponerlo entre paréntesis o de hacer abstracción de élJ0 # la inteligencia no le queda más que
disertar sobre probabilidades, en las cuales lo ;nico que cuenta es lo que pasa por la sub-etividad humana. #
partir de ese momento es un disparate afirmar la e1istencia de un Dios trascendente. La trascendencia divina no
es más que la pro%ección m'tica de un cierto temor colectivo que el hombre e1perimenta en un momento dado
de su historia0 Todo lo que se refiere a un mundo distinto del mundo del hombre sólo puede ser muestra de lo
$aduco si se trata del 3trasfondo4 del antiguo realismo filosófico, o del Aito si se trata del mundo sobrenatural
de las religiones. Ese es el cielo inteligible, los en!mittel , aceptados como naturalmente Ies decir, como
e1igidos por la épocaJ, % los tab;es a los que nuestros teólogos % e1egetas más avanados Ies decir, los más
conformistasJ han sometido su pensamiento! pobres cristianos 3sofisticados4, de @ócrates es de quien tendr'an
necesidad+ 2.

?aritain, Le paysan de la Garonne, p. ".
BALANCE DEL MODERNISMO CATOLICO #!
En el momento de publicar 2umani generis, que condenaba abiertamente las

falsas opiniones que amenaaban los fundamentos mismos de la fe, Pío X''
reconoció que si no se hubiese interenido a tiempo, nada habría quedado en pie .
6a raón es que la fiebre neomodernista se presenta como una enfermedad
peligrosamente contagiosa, en cu)a comparación el modernismo en tiempos de san
Pío X no era m*s que una fiebre del heno. El neomodernismo estaba lejos de ser una
tormenta en un aso de agua, como se encargarían de confirmarlo los
acontecimientos posteriores.  medida que nos acercamos a la crisis romana
contempor*nea, los signos precursores del mal se hacen m*s intensos ) precisos. +
es que resulta que los protagonistas de este período de transición son las fuentes
m*s autoriadas del Papa del nueo milenio. 8uan Pablo '' es e5istencialista en
filosofía, ) ha bebido a grandes tragos de las corruptas fuentes de los amigos
mutuos 7eilhard ) De 6ubac. En cuanto a :ahner, da una clae de lectura
interesante, por no decir la clae a secas, para descifrar las complejas encíclicas del
;Papa de la esperana=.

En 9ourrier '', p. J.
9PQ7R6C X-
Teilard de Cardin6 el pro#eta del Cristo cósmico
Iablando estrictamente, una síntesis sobre 7eilhard parece estar fuera de lugar
en la reseña genealógica de los principios modernistas, porque nuestro protagonista
no es filósofo, ni e5egeta, ni teólogo propiamente hablando. 2in embargo, hacer el
*lbum de la familia neomodernista sin incluir a 7eilhard de 9hardin sería e5ponerse
a subestimar la popularidad del moimiento en los círculos profanos. unque en el
momento de las primeras publicaciones teilhardianas en !G, el modernismo era
tan sólo una sombra, treinta años despu0s, con la muerte de 7eilhard, el irus ha
logrado conquistar todos los nieles jer*rquicos ) ganarse a los pensadores m*s
sutiles, antes de e5tenderse a :oma. El fenómeno teilhardiano act3a como un
termómetro. Es el punto de referencia, el criterio definitio que permite distinguir
entre modernistas ) católicos fieles. Despu0s de un esboo del profeta ) de su
isión, ser* necesario entrar de lleno en las raones profundas de su celebridad, de
orden científico ) místico, para concluir con su influencia póstuma.
$% /l pro#eta " su (isión

Pierre 7eilhard de 9hardin (LL$!HH& nace en uernia (rancia&, ) es
descendiente de -oltaire por el lado materno. 2u profesor de literatura ) futuro
amigo, Kremond, nos lo describe a la edad de catorce años como mu) inteligente
pero desesperadamente tranquilo. >o se podía hallar la menor chispa en sus ojos,
de tan inmerso que iía en otro mundo, de tan absorto que estaba por una pasión
todopoderosa. Fse es el primer testimonio de la doble personalidad de 7eilhard4 por
un lado, el alumno modelo que llegar* a ser sacerdote jesuita< por el otro, el
isionario obsesionado por una idea fija, su sueño de la eolución creadora. Esa
dualidad psíquica se reela en sus actitudes paradójicas. 7eilhard se siente
transportado de una alegría lírica ) rom*ntica ante las bombas atómicas, que para
0l eocanante
emoción menos
un el día del
hierro 8uicio que
o5idado. 2e las fecundas
e5tasía ante entrañas de ante
la materia, la eolución. 6lora de
toda materia. 
esa pasión por la eolución le debe probablemente su inter0s por los audaces
aances de la bio0tica ) por la reolución china de ?ao edong.
6a atracción irresistible de la biología ) de la paleontología da una orientación a
sus estudios personales, ) a partir de entonces todo lo asimila desde el punto de
ista de la eolución de la materia. 6os años !J$!L marcan el uelco decisio
TEILHARD DE CHARDIN %
de su pensamiento, al que llama su segundo nacimiento. hora bien, en esa 0poca

se buscaba un pionero, un h0roe dentro del clero, ) si era jesuita, mejor. Rn h0roe )
un pionero entre los jesuitas debía dar muestras de ciertas cualidades4 un profundo
intelectualismo, un contacto f*cil con los grandes de este mundo, un toque de
poesía ) de misticismo, un espíritu de independencia frente a :oma ), por 3ltimo,
algunas relaciones mundiales que le dieran prestancia, e incluso un cierto niel de
celebridad ) de internacionalismo . hora bien, 7eilhard no sólo posee todas esas
cualidades, sino que tiene muchas m*s. 9uenta con una inmensa fe en sus
creencias que, meclada con una pica de suficiencia ) de originalidad, le alieron
su increíble fama. 2u lenguaje esot0rico ) mistificador presenta la gran entaja de
permitir que cada uno lo entienda como mejor le pareca . dem*s, con sangre fría
) conicción, diinia el progreso indefinido del mundo, el adenimiento del
2uperhombre ) la eolución ineluctable, lo que pronto lo consagrar* como el profeta
de los nueos tiempos. Fse es el secreto de este hombre fascinante. 7eilhard no
tiene nada de pensador profundo< es un isionario atormentado por un deseo
mesi*nico que en 0l se conierte en una idea fija. >o es un teoriador, es un
ulgariador. >o es un sabio especulatio, es un profeta. Rn profeta que, adem*s,
consciente de su misión,
«tiene la sensación de poseer, por sus estudios, sus relaciones % sus dones mismos, una especie de misión
cient'ficoXreligiosa in partibus infidelium+ 8.
2u isión del mundo ) de la religión presenta un atractio irresistible para el
pensamiento moderno porque ofrece una e5plicación que no est* e5enta de
genialidad. Propone una síntesis notable por su coherencia, tan grandiosa como
atreida. Para 7eilhard, todo, tanto el mundo sobrenatural como el natural, ha salido
de la materia en perpetua eolución, ) todo conerge hacia un punto com3n. Ese
sistema est* perfectamente elaborado en sus dos obras, El fenómeno humano ) El
ambiente divino, que hemos de resumir breemente.
En El fenómeno humano, que trata de la g0nesis de la raa humana a partir del
cosmos, 7eilhard quiere comportarse como científico puro, bas*ndose 3nicamente
en la apariencia sensible, el fenómeno %. 9omo biólogo que es, encuentra su punto
de partida en el eolucionismo biológico, que es la hipótesis científica que e5plica
que todo lo que se muee sobre la tierra proiene de un tronco com3n. En
particular, el hombre eolucionó a partir de la ameba monocelular m*s simple, la
cual salió a su e de la materia inerte. De ese punto de partida deduce, por
generaliación, la ;le) de complejidad ) de conciencia=. Esa le) establece que, en la
escala de los seres ios, el grado de conciencia ital corresponde al grado de
complejidad del organismo nerioso para los egetales o del cerebro para los
animales. El hombre, 3nico ser dotado de refle5ión, presenta el m*5imo grado de
conciencia. Pero,
de conciencia lejos de
se aplica ser e5clusia
tambi0n de los seres
a los minerales, ios,
a los que esta le) de
creemos complejidadde)
desproistos
ida, ) que tienen, no obstante, una parte de conciencia que 7eilhard llama energía
psíquica.

?alachi ?artin, %he 6esuits, p. LJ.

rmoriación, hominiación, cristog0nesis, cristificación, pleromiación, e5centración, etc.< la letanía de
palabras híbridas e indefinidas es larga.
#
En De 6ubac, La pense religieuse, p. #L.
%
En dom r0naud, Estudio cr"tico sobre %eilhard, pp. J$!.
% CIEN AÑOS DE MODERNISMO
9on semejantes principios conductores, est* en condiciones de describir la

formación del unierso creado, la ;cosmog0nesis=. El unierso se formó por una
progresión continua de complejidad org*nica, que iba a la par de la intensidad de
energía. El mundo se hio en tres etapas separadas por dos saltos, es decir, por
transformaciones de energía m*s profundas. El primer salto es el paso de los seres
inanimados a los seres ios. El segundo salto designa el paso de los seres ios
m*s desarrollados a los hombres. /6a eolución termina en el hombre1 /6os
cerebros humanos acabar*n por reunirse físicamente para producir un cerebro m*s
complejo1 7eilhard no lo cree, porque el hombre tiene )a en sí mismo toda la
perfección de refle5ión ) de pensamiento. 2in embargo, la eolución biológica
continuar* en el sentido de la conergencia de todos los espíritus humanos para
reunir a la humanidad entera. El pensamiento debe tender biológicamente a
socialiarse, es decir, a unirse en una comunidad perfecta de pensamiento ) de
amor. Fsta conducir* a un punto de unión, un 2uperespíritu, ser personal )
pree5istente a todos los dem*s, sin absorberlos por eso. Ese punto final, al que
7eilhard llama ;Punto Cmega=, estar* dotado de las propiedades del mismo Dios. +
por fin llegar* el día en que esa conergencia e5igir* una easión colectia de toda
la humanidad fuera de la materia para reunirse en el Punto Cmega4 0se ser* el fin
del mundo.
El fenómeno humano pretendía ser una obra puramente natural ) científica. El
ambiente divino lo escribió 7eilhard como cristiano ) presupone las erdades de fe.
Ese segundo libro tiene una din*mica paralela al primero ) apunta sobre todo a
identificar el Punto Cmega con la encarnación de 9risto. Es la obra mística de
7eilhard, a la que tampoco le faltan atractios. Puesto que todo, incluso lo material,
fue hecho para nuestra alma, ) que nuestra alma est* consagrada a Dios, se infiere
de ello que todo lo real es sagrado.
«$risto es el término de la evolución incluso natural de los seres! la evolución es santa+ 2.
7odo est* sometido a la atracción de 9risto por ía de consumación. 7eilhard
afirma que la encarnación hio del mundo entero un sacramento. 6o compara con
las especies sacramentales4
«Dios m'o0, para que no sucumba a la tentación de maldecir el ?niverso, ha que lo adore, viéndote oculto en
él. La gran palabra liberadora, @e<or, la palabra que revela % opera al mismo tiempo, rep'temela, @e<or! 3 "oc
est corpus meum4. /n realidad, si lo queremos, el monstruo, la sombra, el fantasma, la tormenta, eres T;0 /n
el fondo, no son más que las especies o las apariencias de un mismo @acramento+ 7.
7ambi0n por la encarnación el -erbo se ha constituido como el centro físico )
biológico de la eolución natural del mundo. :einterpretando la doctrina de san
Pablo sobre la formación del 9uerpo místico de 9risto, 7eilhard transpone esa unión
mística de los elegidos ) de la 9abea de la 'glesia en t0rminos de eolución hacia
un todo natural ) físico. sí como la ;santa materia= ha engendrado a los hombres
por eolución ital, los hombres engendrar*n a 9risto por eolución progresia4 la
cosmog0nesis se conierte en cristog0nesis, la formación del 9risto total, entendido,
seg3n 7eilhard, como un todo biológico ) físico. Por supuesto que no se est*
refiriendo a la persona histórica de 8es3s de >aaret, sino a una

En r0naud, p. L.
En r0naud, p. .

TEILHARD DE CHARDIN %#
«tercera naturalea de $risto, en un sentido verdadero, que no ser'a humana ni divina, sino cósmica+ 2. «ara
convertirse en el #lfa % el Gmega, $risto debe, sin perder su dimensión humana, hacerse coe1tensivo a las
dimensiones f'sicas del tiempo % del espacio+ 7.
>i qu0 decir cuando

definitiamente tiene que
se ese 9risto en
conierta est*
el a3n enCmega.
Punto ías de Ese
formación ) sólo
9risto de e5istir*
quien habla
es
«el motor esencial de una humaniación que conduce a una ultrahumaniación. La deriva cósmica se mueve en
dirección de un incre'ble estado casi 3monomolecular40 en el que cada ego está destinado a alcanar su
paro1ismo en alg;n misterioso superego0 @ólo esa integración podrá hacer que apareca la forma del hombre
futuro, en la cual el hombre habrá alcanado plenamente el fin % la cima de su ser+ 8.
7eilhard e5plica que 0sta desemboca en la religión sincretista, es decir, en la
conergencia general de las religiones hacia un 9risto uniersal que, en el fondo, las
satisfaga a todas. Fsta le parece ser la 3nica conersión posible al ?undo ) la 3nica
forma imaginable para una :eligión del futuro %.
Desde
críticas, ) las
susprimeras publicaciones,
superiores romanos le estas tesis audaces
prohibieron escribir.fueron sometidas
Pero 7eilhard a duras
recibía la
protección de los superiores locales, ) los ambientes anguardistas se pasaban con
gusto sus escritos clandestinos, m*s a3n cuando tenían el sabor del fruto prohibido.
E5iliado en PeOín, quedó aislado allí durante la guerra ) no pudo regresar a Europa
hasta !%H. 9inco años despu0s, en 2umani generis, Pío X'' condenaba sus
desiaciones teológicas. 2u superior, 8anssens, contemplaba la idea de e5pulsarlo,
pero temiendo seriamente una reuelta en la 9ompañía de 8es3s, terminó por darle
total libertad de moimiento, e5il*ndolo a los Estados Rnidos en !H. llí, gracias a
la fascinación de sus ideas ) tambi0n gracias a su agilidad mental, 7eilhard estuo
en condiciones de continuar sus inestigaciones hasta su muerte, en !HH.
sí fue como durante quince años, hasta el 9oncilio, pudo llearse a cabo la
publicación metódica de sus libros, que contradicen casi sistem*ticamente todas las
posturas ortodo5as. En realidad, ni su persona ni sus ideas se ieron inquietadas
seriamente, )a que poderosos protectores lo cubrieron con un p3dico elo H. 2us
obras, imbuidas de modernismo, nunca fueron condenadas durante su ida, ) en
!J un simple *onitum, que estaba lejos de tener la fuera de una inclusión en el
Qndice, declara sus obras póstumas como ;llenas de ambigNedades, o m*s bien de
graes errores, que ofenden la doctrina católica=. Esa ausencia de condenación es
una señal de la enfermedad por la que atraesaba la 'glesia, pero tambi0n de la
astucia que sus amigos utiliaron para proteger a ese nueo precursor de la 'glesia
del futuro.
&% La con(ergencia de la #e modernista " de la ciencia

/ qu0 se debía el fenómeno teilhardiano1 2e diga lo que se diga, la raón
primordial por la cual la prensa internacional lo puso por las nubes, fue porque un

Cp3sculo Le .hristi&ue, en r0naud, p. !.

En r0naud, ib"d$
#
En 9ourrier '', p. ", te5to de 7eilhard e5plicado en el mismo sentido panteísta por :atinger, en La foi
chrtienne, hier et au1ourd-hui, p. J.
%
9itado por Sarrigou$6agrange, capítulo !.
H
?ucho despu0s el gran p3blico supo que 7eilhard, durante H años, había sido el amante platónico de la
escultora 6ucile 2Tan, protestante diorciada, seg3n dice ?antoani en Avvenire, % de febrero de !!H, p. G.
%% CIEN AÑOS DE MODERNISMO
científico que, adem*s, era sacerdote ) jesuita, atacaba el dogma de la creación )

del pecado original, poniendo la fe de rodillas ante la ciencia. Fsa es toda la raón
de la aureola de sabio atribuida al jesuita. 7eilhard pretendía reisar la ieja disputa
de la relación entre la fe ) la ciencia. Desde 2iger ) 6utero, desde Descartes ) la
filosofía moderna, la fe ) la ciencia habían sido consideradas como autónomas, cada
una reina en su campo. Pero como la ciencia es rigurosa ) sus progresos rinden
inmensos sericios a la humanidad, el hombre moderno, que ha dejado de lado la
metafísica, )a no tiene nada que hacer con un Dios molesto que poco a poco se ha
uelto quim0rico. El modernismo nació de esa lucha a muerte entre la fe católica )
la ;ciencia= que pretende contradecir el dogma. El neomodernismo de 7eilhard
tropiea con el mismo escollo. hora bien, en esa 0poca se hablaba mucho de la
teoría de la eolución científica de las especies. 2pencer, 6amarcO, ) por 3ltimo
DarTin, se las habían ingeniado para propagar esa hipótesis científica.
En esa co)untura interiene 7eilhard. l er que la ciencia moderna desafía a la
antigua 'glesia, intenta ofrecerle una solución. Pretende ser no tanto el apóstol de la
'glesia
religiónantigua comoen
que florece el el
fundador
coraóndedeluna nueamoderno
hombre religión. a
uiere
partirestablecer
de la ideaesa
de
eolución. En realidad, el erdadero fundador del nueo culto no es +ah0 ni 9risto,
sino 9harles DarTin. Para rehabilitar su leitmotiv de la eolución diina, 7eilhard
cruar* los mares ) realiar* los descubrimientos del hombre de PiltdoTn ) del
sin*ntropo. Pero esos descubrimientos científicos, que lo llearon a la gloria,
proocaron tambi0n su ocaso cuando se comprobó que se trataba de falsificaciones.
2in embargo, el problema capital de esa teoría no reside en la adopción de una
hipótesis científica, por mu) discutible que sea. Proiene, sobre todo, del hecho de
que 7eilhard pretende implantar la eolución dariniana en un campo que no era el
su)o, la teología. hí se sit3a el pecado original del teilhardismo4 querer pasar de un
lenguaje a otro, de un registro a otro< querer traducir los datos de las ciencias
e5perimentales (biológicos, geológicos, etc.& en lenguaje filosófico ) teológico.
A9omo si el botón de rosa ) la eolución del grano en espiga pudieran definir una
erdad intemporal o un dogma de feB
2anto 7om*s tenía sus raones para decir que una idea falsa sobre la naturalea
de la creación implica siempre una idea falsa de Dios4 la creación es la 3nica ía
racional que conduce a Dios. hora bien, la ;creación= teilhardiana est* en las
antípodas del S0nesis bíblico.
 partir de un nueo concepto de la g0nesis del mundo, una eolución radical de
la materia ;espiritual=, 7eilhard constru)e toda su teología. El cosmos se desarrolló
a partir de ;la santa materia=, por grados sucesios escalonados en miles de años.
6a materia es la trama del mundo,
«donde lo más presupone lo menos, donde por la /volución algo substancial se depura % pasa realmente del
polo material al polo espiritual del Aundo+ 2.
6os dogmas de la creación ) de la e5istencia de un Dios creador, ) de paso el
del pecado original, son sacrificados en el altar de la Eolución, la 3nica categoría
del pensamiento teilhardiano, seg3n palabras de su amigo ) admirador -on
Kalthasar.
En Philippe de la 7rinit0, Rome et %eilhard de .hardin, pp. G$G%.


TEILHARD DE CHARDIN %H
unque 7eilhard hio su)o el inento dariniano de la eolución en lo que se

refiere a los comienos del mundo, el t0rmino de esa eolución es de su propia
cosecha. En un momento dado aparecieron hombres @homo sapiens@ en distintos
puntos del globo . 9on la aparición de los hombres comiena la Iistoria humana )
la ascensión de todos los indiiduos hacia la unidad perfecta, el Punto Cmega de la
Iistoria. >os encontramos ahora en el coraón de ese proceso de gestación
grandiosa de la humanidad. Esa eolución continua terminar* en apoteosis cuando
la Iumanidad entera se transforme en un 2uperhombre tan cierto como misterioso.
Es la misma doctrina que habían e5puesto Iegel ) 2trauss, repetida luego por 6ois)
) 7)rrell. Pero /por qu0 esa necesidad de poner en ma)3sculas al hombre,
abstra)0ndolo de su condición indiidual, para no er m*s que la esencia pura e
ideal1 Porque el indiiduo concreto, Pedro o Pablo, tomado por separado, es
limitado, ) no hace falta creer en el pecado original para er que es un ser caído. En
cambio, el 2uperhombre, el Iombre ideal, est* e5ento de pecado original ) se hace
m*s f*cil calificarlo de salador ) todopoderoso. Esa salación por el 2uperhombre,
esa redención con que sueña 7eilhard, es la hominización, la reunión de los hombres
en una fraternidad uniersal, la salación futura ) colectia.
Es eidente que semejante enfoque e5ige el abandono completo de la fe.
Despu0s de la creación, todo el catecismo queda desfigurado en la sinfonía
teilhardiana de la eolución4 el espíritu, el mal, el pecado original, la parusía ) el
cielo. 2e conseran las nociones m*s sagradas, pero al mismo tiempo se las despoja
de su sentido original ) se las transpone al modo de la ;g0nesis=. unque el sistema
teilhardiano es notable por su consistencia, no lo es menos por su retahíla de graes
errores. Para 7eilhard, todo flu)e por necesidad física. 7oda la eolución biológica,
histórica ) crística es org*nicamente coherente. Ia) un flujo eolutio necesario
entre la creación, el pecado, la redención ) la resurrección. Entre la cosmog0nesis )
el +unto (mega casi no queda lugar para lo sobrenatural, que seg3n 7eilhard habría
sido inentado por san gustín4
«("o me hablen de ese hombre nefasto! lo echó a perder todo al inventar lo sobrenatural*+ 7.
7ampoco ha) lugar para Dios ) su libertad4
«ara ser Dios, deb'a crear el mundo+ 8.
Pero 0sta es la esencia misma del panteísmo, que dice que el mundo procede
por emanación necesaria, ) por consiguiente, que es tan necesario ) diino como el
mismo Dios.
'% La con(ergencia del modernismo " del panteísmo

cabamos de subra)ar los indicios inequíocos de panteísmo en los escritos de
7eilhard. unque es discreto en sus primeros escritos, no ha) duda de que sus
obras, por no decir su pensamiento, fueron madurando con los años, de manera que
sus 3ltimos trabajos son mu) reeladores sobre el tema. quí an algunos te5tos4

Esto supone afirmar el poligenismo que desprecia el dogma del pecado original uniersal, el cual e5ige, al
contrario, la e5istencia de una sola pareja en los orígenes de la humanidad.

Dietrich on Iildebrand, %he %ro1an 2orse, ap0ndice, p. G. 9ontra la oluntad del autor, el ap0ndice fue
suprimido en la traducción francesa del libro (2aoir ', p. G%&.
#
7eilhard, Le .Kur de la mati7re, en r0naud, pp. %$H.
%J CIEN AÑOS DE MODERNISMO
«"o me di cuenta de que, inevitablemente, a medida que Dios 3metamorfoseaba4 el mundo, desde las
profundidades de la Aateria hasta las cimas del /sp'ritu, el mundo, a su ve, deb'a 3endomorfiar4 a Dios. =a-o
el efecto mismo de la operación unitiva que lo revela a nosotros, Dios 3se transforma4 en cierto modo al
incorporarnos a s'+ 2. «"o acepto la postura 3antipante'sta4 que usted me atribu%e. #l contrario, so%
esencialmente pante'sta de
verdadero 3pante'smo de pensamiento % deomnia
unión4, eus temperamento: % toda
in omnibus Iunmipancristismo,
vida la pasé pregonando que e1iste
dir'a =londelJ frente un
al
seudopante'smo de disolución, eus omnia.  por esto mismo no siento ninguna simpat'a por el $reacionismo
b'blico, salvo en la medida en que éste estableca la posibilidad de unión. De-ando eso de lado, la idea de
creación b'blica me parece infantil % antropomórfica+ 7. «@i como consecuencia de alg;n trastorno interior,
llegara a perder sucesivamente mi fe en $risto, mi fe en un Dios personal, mi fe en el /sp'ritu, me parece que
seguir'a cre%endo en el Aundo. /l Aundo Iel valor, la infalibilidad % la bondad del mundoJ es, en ;ltima
instancia, la primera % ;nica cosa en que creo0 Ae abandono a la fe confusa en un Aundo uno e infalible,
donde quiera que me conduca+ 8.
-eamos ahora r*pidamente las relaciones e implicaciones que e5isten entre el
modernismo ) el panteísmo, que manifiestamente parece obsesionar a los
pensadores prendados de las ideas modernas. /2e trata de armonías confusas sin
ínculo necesario,
la que tenemos queo responder
ha) entre ellas relación
en este de causa a efecto1 Fsa es la pregunta a
p*rrafo.
Iistóricamente sólo ha habido dos formas de pensamiento ) de ida %4 lo
;sobrenatural= carnal ) lo sobrenatural espiritual. 6o que la Iistoria reela de los
sistemas religiosos, la raón lo prueba con facilidad. 6a religión, ínculo entre el
hombre ) Dios, tiene dos e5presiones posibles4 o el hombre reconoce a un Dios
e5terior que se reela a 0l, o lo rechaa. 2i lo acepta, esa religión no es otra que la
religión católica, la 3nica que recibió la :eelación del Dios hecho hombre. Ella tiene
una isión optimista del mundo salido de las manos de Dios, ;el Padre
todopoderoso, 9reador del cielo ) de la tierra=, ) si ha) mal, la culpa recae en las
criaturas que han pecado ) caído. Puesto que es un ser caído, el hombre tiene
necesidad de un 2alador para elearse hasta Dios. Pero si el hombre no reconoce a
su 9reador, debe introducir a ;Dios= en su fuero interno, haciendo así a ;Dios= a su
imagen ) semejana. En ese caso ;Dios= es una creación del hombre, es el mismo
hombre que toma conciencia de sí mismo. 7odo est* contenido en el hombre que,
por eolución progresia, se conierte en ;Dios= por sus propias fueras. 6a religión
en que el hombre se autodiinia ) se adora a sí mismo es la negación del pecado
original ) el rechao del 2alador. Estamos en el coraón de la herejía modernista.
Esa diisión de las creencias ) de la cultura en dos posturas antagónicas
constitu)e la trama de la Iistoria considerada en su conjunto. El primer hombre
sucumbió a la misma tentación que 6ucifer4 querer ser como Dios. + despu0s del
pecado original, la historia de las religiones, es decir, la Iistoria a secas, es un
perpetuo oler a empear. 6os persas siguen a oroastro ) a la religión maniquea
de los dos
filosofía dioses del
panteísta bien ) del
(el mundo mal< los
es Dios&, budistas
) tienden siguen
a la a los hinduistas
;perfección= conque
de la nada su
llaman nirvana @e5tinción@ por medio de la autoconciencia ) el solo espíritu H. En

En Philippe de la 7rinit0, p. J#.
9arta del % de enero de !H%, en Philippe de la 7rinit0, p. JL.

#
.omment 1e crois, te5to fechado en !#%, citado por el (sservatore Romano del  de julio de !J,
presentando el *onitum del 2anto Cficio, en Philippe de la 7rinit0, p. !".
%
?einielle, De la c/bala al progresismo, conclusión.
H
Fsta es, al menos, la isión de la escuela ?aha)ana, que el budismo en recupera sustancialmente. Pretende,
como Ier*clito, que sólo el moimiento e5iste, ) que no ha) cosas ni personas, entendidas como substancias. El
mundo est* esencialmente acío (sunyata& ) lo que nosotros consideramos como cosas depende tanto del Sran
TEILHARD DE CHARDIN %G
el siglo ''', la gnosis maniquea repite las mismas ideas panteístas cuando enseña
e5actamente lo contrario de la doctrina cristiana. 7res principios conjugados le dan
su cohesión4 la dealuación del cosmos< el uelo místico hacia el m*s all*< ) el
medio para realiar ese uelo místico, la gnosis o conocimiento esot0rico. 6os
gnósticos niegan absolutamente el pecado original uniersal ) la necesidad de un
:edentor . 6ejos de ser seres caídos, somos seres diinos que, sin culpa de nuestra
parte, hemos sido arrojados a un unierso cruel, e5traño ) caótico. De la creación
mala, los gnósticos deducen que el hombre debe liberarse de ese mundo para
diiniarse, mediante un ;05odo= o iaje místico. 9omo no tiene acceso al 3nico
camino racional que conduce a Dios, la creación buena, el hombre tiene que
inentar un camino gnóstico, el descubrimiento de lo ;sagrado=, que lo elea por
sus propias fueras hasta la diinidad.
6a creencia panteísta tiene siete idas. En esto, la Iistoria corrobora lo que por
principio enseñaba )a la teología sobre el origen 3nico de todas las herejías. El
panteísmo repite en el hombre el pecado de 6ucifer ) de los *ngeles, ) no es nada
sorprendente
Dios inmanente, quedel
todas las herejías
hombre que haceechen en 0l
a Dios susimagen,
a su raíces. 6a misma
e5iste tentación
desde del
hace m*s
de einte siglos. Pasó sucesiamente a 9onfucio ) Kuda en el siglo -' antes de
9risto, a la c*bala farisaica, al maniqueísmo de los siglos '' ) ''', ) al brahmanismo.
6a olemos a encontrar en el milenarismo, luego en el catarismo del siglo X''', )
finalmente en 8aOob KZhme ) Karuch 2pinoa en el siglo X-'' . 9uriosamente, se
obsera un incremento de las mismas tendencias panteístas e inmanentistas en el
siglo X-''', el siglo de la masonería, el siglo de los filósofos ;deístas=, que mejor
sería llamar ateos. 6os nueos magos son legión4 :ousseau, -oltaire, los
enciclopedistas, Mant ) Iegel, >ietche ) ?ar5. 2u lenguaje es directo cuando
describen el ;asesinato de Dios=, el ;-iernes 2anto especulatio= de Iegel ) el
;Dios ha muerto= de >ietche. +a hemos isto cómo los protestantes modernistas
del siglo X'X estaban imbuidos de las mismas tendencias, con 2chleiermacher )
2trauss. 6os modernistas católicos de principios del siglo XX se contaminaron con
esas ideas delet0reas. Kergson ) 6e :o), I0bert ) 6ois), Klondel ) 7)rrell,
profesaron todos de manera m*s o menos matiada su fe en un Dios que e5iste
dentro de la mente humana.
sí pues, cuando 7eilhard llega al campo de las ideas despu0s del período
modernista, sólo tiene que referirse a sus predecesores para proseguir con sus
temas habituales. ui* fue a consultar tambi0n a ?adame KlaatsO) ) su
moimiento teosófico, nacido poco despu0s de DarTin #. 7eilhard no oculta que sus
7odo monista como del pensamiento humano. El hombre comprende la armonía de todas las cosas cuando entiende
que el mundo acío, el )o no$ser ) el nirana$e5tinción son lo mismo. Eso se logra, en 3ltima instancia, por el en @
meditación@
definitia religioso
;no$)o= ) filosófico
(en 9ooper, 4orldque
of considera el ;)o=
+hilosophies, como %$&.
pp. %"$%%, lo que es en realidad, es decir acío, apagado ) en

En la doctrina católica, todo se sostiene recíprocamente o todo se derrumba. 6a redención es correlatia al
dogma del pecado original. 2an gustín, paradójicamente, demostró la e5istencia del pecado original, entre otras
raones, por la fe en el 2alador del g0nero humano.

?einielle, De la ./bala al progresismo, passim< ?olnar, Le Dieu inmanent . 7odas las religiones orientales,
budista, brahmanista, hinduista, son ampliamente sincretistas ) se enriquecen con las recientes aportaciones que
han modificado notablemente sus credos.
#
El teosofismo niega la e5istencia de un Dios personal ) creador de todas las cosas. 2eg3n esa teoría, Dios es
id0ntico ) consubstancial al mundo, la materia con el espíritu. Por otro lado, distingue el 9risto singular (el Dios
antropomorfo que, seg3n ellos, es sólo un sabio como Kuda& del 9risto uniersal. -0ase Iugon, Les M th7ses
thomistes, pp. L"$LJ< Action familiale et scolaire, ;9onnaissance 0l0mentaire du >ouel ge=, suplemento del
n3mero !%, pp. H$H#.
%L CIEN AÑOS DE MODERNISMO
ideas huelen a maniqueísmo . De hecho, la síntesis de 7eilhard hace progresar la

causa panteísta al darle toda su cohesión. Iasta entonces los maestros habían
tenido dificultades para unir los dos e5tremos de la cadena4 la caída de la creación
material ) la salación terrestre.  7eilhard le corresponde el m0rito de haberlos
juntado. Es el paladín de la 'glesia sincretista, en la cual el hombre se sala por sí
mismo al alcanar el Punto Cmega. Pero para que esa ;Kuena >uea de la salación
por sí mismo= sea aceptada, hace falta, adem*s, que se la presente bajo los
auspicios de la ;creación por sí= dariniana. ?ejor que los maniqueos ) los
alemanes, 7eilhard describe perfectamente la relación íntima entre la ;creación por
sí= ) la ;salación por sí=, gracias al incesante proceso de la eolución. 2i los
*tomos se han unido en mol0culas, ) las mol0culas en seres ios de todas clases,
/por qu0 la humanidad no podría unirse por sí misma en la >uea 8erusal0n1 6a
8erusal0n apocalíptica es el 9uerpo místico de 9risto, el ;2uperhombre= que se est*
formando ante nuestros propios ojos, por el esfuero del hombre solo, a tra0s de
las haañas de la tecnología ) la aparición de los 2uperestados. + esa
;supereolución= pretende continuar la eolución dariniana de las formas
org*nicas.
unque la religión panteísta siempre e5istió como fenómeno oculto transmitido
por la masonería ) las sectas, de ahora en adelante cuenta con una buena difusión
en el moimiento reciente, aunque )a mu) poderoso, del 9e@ Age. >os bastar* con
citar la profesión de fe de un periodista partidario de esa 9ueva Era de Acuario para
comprender la influencia panteísta, hegeliana, teilhardiana, ) por qu0 no confesarlo,
luciferiana, de ese moimiento4
«/l universo en su totalidad es un ser espiritual, vivo % consciente, del cual nosotros formamos parte. /sa
$onciencia, llámese 3Dios4 o como convenga, está habitada por aspectos de s' misma, es decir, por seres
conscientes. /l universo no es más que una sola % misma vibración, el #mor. # partir del #mor van a ser
engendradas las conciencias, %a como aspectos vibratorios, %a como sombras, de fuentes luminosas. Los seres
humanos se #an creado a s$ mismos para e1perimentar el amor, la inteligencia, la materia % la acción.
#travesamos una serie de vidas encarnadas % desencarnadas que nos han de conducir a la fusión final con la
$onciencia Ynica, que es la identidad sub%acente de todo lo que e1iste en el universo, % es el origen % el
destino de todos los seres separados. 9a% que preparar el futuro de la humanidad, el 9ombre "uevo, un ser del
que a;n no podemos tener idea de cómo será, como tampoco podemos sospechar en qué consistirá la
originalidad de la $onciencia colectiva humana. La misión que nos incumbe a nosotros, hombres de la "ueva
/ra, es la de volver a conducir a un estado de conciencia anterior a la ca$da a todos los seres humanos capaces
de ser receptivos. oco a poco, esa nueva conciencia se introducirá en las actividades cotidianas de los hombres
%, cada ve más, las células humanas individuales tomarán conciencia de lo que sucede. /l cambio se acelerará
a una velocidad e1ponencial+ 7.
5% Los discípulos " continuadores de Teilard
de 7eilhard
sus obras.est* muerto ) enterrado
El teilhardismo, desde
en cambio, sehace tiempo.
mantiene en 7ambi0n
perfecto la ma)or9on
estado. parte
la
reolución aticana, 7eilhard obtuo no sólo el derecho de ciudadanía, sino el trono
de monarca absoluto en los medios eclesi*sticos influ)entes. unque sus primeros
libros destilaban eneno en dosis m*s o menos homeop*ticas, las 3ltimas lo ertían
Escribe en L-union cratrice4 ;_?i concepción` sugiere que la creación no fue absolutamente gratuita, sino

que representa una obra de inter0s casi absoluto. 7odo esto redolet manicheismum Es erdad, pero,
sinceramente, /se pueden eitar esos escollos @o mejor dicho, esas paradojas@ sin caer en e5plicaciones
puramente erbales1= (en r0naud, p. H&.

Eric Pigani, .hannel, les mdiums du 9ouvel Nge. 6os subra)ados son nuestros.
TEILHARD DE CHARDIN %!
a mares. 6as primeras publicaciones pasaban de mano en mano entre los amigos.
9uando fue atacado, sus amigos hicieron coro para disculpar a ese m*rtir de la
buena causa. proecharon la ocasión para injuriar a sus opositores e in)ectar m*s
eolucionismo teilhardiano en las enas de los lectores ingenuos. De 6ubac, aunque
negaba ser teilhardiano, fue su ma)or protector ) promotor antes ) despu0s de la
admonición romana. +a hemos señalado tambi0n a -on Kalthasar, que se olcó
seriamente a las doctrinas de su amigo. un cuando, en !!, Klondel se había
escandaliado de las afirmaciones e5ageradas de una acción demasiado naturalista
) física de 9risto en el mundo, mantuo, no obstante, una gran admiración por este
amigo de sus amigos.
«$omparto también en todo I% siempre he compartidoJ las ideas % sentimientos del padre Teilhard sobre el
problema cristológico+ 2.
2ólo queda añadir algunas palabras sobre la generación siguiente.
:atinger lo cita elogiosamente por haber replanteado las relaciones del hombre
con 9risto
7eilhard a partir
con de la imagen
la cristología de sanactual
Pablo. del mundo. >o duda en meclar el sueño de
«# partir de ah', la fe verá en $risto el comieno de un movimiento que introduce cada ve más a la humanidad
dividida en el ser de un ;nico #dán, de un ;nico 3cuerpo4, en el ser del hombre futuro. Berá en $risto el
movimiento hacia ese porvenir del hombre, en que éste se verá totalmente 3socialiado4 e incorporado a lo
Ynico. $risto, el ;ltimo hombre! el más hombre, el hombre verdadero, es aquél que es más ilimitado, el que no
sólo entra en contacto con el &nfinito, sino que es uno con El! Fesucristo. /n El, el proceso de hominiación
llega realmente a su término+ 7.
El Papa Pablo -' manifiesta tambi0n su amistad por ese paladín de los nueos
tiempos. En una entreista con el padre Ko)er, uno de los adersarios m*s
encarniados de 7eilhard, el Papa lo e5horta iamente a rehabilitar
simult*neamente a 7eilhard ) a De 6ubac. Ko)er, bajo la presión pontificia, se e
obligado a escribir a De 6ubac, señal*ndole
«la gran estima que 5el apa6 siente hacia su persona % sus escritos. #l mismo tiempo, ha e1presado, a pesar de
algunas reservas, un -uicio sobre el padre Teilhard que a usted no le habr'a disgustado. Ais refle1iones me han
llevado a pensar, pues, que en ese congreso deber'a haber una ponencia sobre nuestro tema que fuese favorable
al pensamiento del padre Teilhard de $hardin+ 8.
El futuro 8uan Pablo '' se había familiariado con 7eilhard desde hacía mucho
tiempo, )a que, seg3n los e5pertos, es el autor que cita m*s a menudo, junto con
De 6ubac. 9omo su 0mulo, piensa que la eolución sire de e5plicación en materia
religiosa, que suele llamarse historicismo del dogma. El Papa comparte su isión
escatológica ) la ha aplicado particularmente al año """. 9ree tambi0n en la
salación colectia de la humanidad %. 2u admiración por 7eilhard iguala, por lo
menos, a8uan
7eilhard, la de Pablo
Pablo -'. Enuna
'' enió !L,
cartacon motio del
al 'nstituto centenario
9atólico del
de París, nacimiento de
que
«mostraba una actitud de la @anta @ede que le era 5a Teilhard6 bastante favorable, % que disipaba as' los temores
difundidos por teólogos de inusual falta de inteligencia % gran agresividad, % e1altaba la maravillosa

Klondel, H de diciembre de !!, en 9ourrier '', p. GH.

:atinger, La foi chrtienne, hier et au1ourd-hui, pp. H!$J#, en 9ourrier '', pp. ""$".
#
9ourrier '', p. !.
%
-0ase capítulo %.
H" CIEN AÑOS DE MODERNISMO
repercusión de sus investigaciones, al mismo tiempo que el brillo de su personalidad % la riquea de su

pensamiento+ 2.
7eilhard era definido en ella como
«un hombre cautivado por $risto en lo más profundo de su ser, sol'cito por honrar a la ve a la fe % a la raón,
respondiendo as', casi con anticipación, al llamamiento de Fuan ablo &&+.
U
U U
6a teología de 7eilhard se sit3a en la línea del modernismo panteísta de los
2chleiermacher, los 6ois) ) los 7)rrell. 7iene su mismo desprecio por la raón .
2acrifica los dogmas m*s fundamentales de la fe católica4 el pecado original, Dios )
el 2alador. Cfrece incienso a los mitos de la Eolución ) del Iombre, ) a la
salación uniersal por el hombre ) para el hombre. ue 7eilhard ha)a afirmado
cosas contrarias a la fe es eidente para quien lo compara con los enemigos de la
'glesia, a quienes les fue mu) f*cil hacer su)as las grandes tesis del jesuita
paleontólogo. lgunos de sus amigos no dudan en definir su obra con crudea4
«Teilhard de $hardin cometió el pecado de Lucifer que Noma reprochó a los masones! en el fenómeno de 3la
humaniación4, el hombre es el que se encuentra en primer plano. $uando la conciencia alcance su apogeo, el
unto Gmega, como dice Teilhard, el hombre será tal como lo deseamos nosotros, libre en su carne % en su
esp'ritu. #s', Teilhard puso al hombre en el altar %, al adorarlo, no pudo adorar a Dios+ 8.
/2ería 7eilhard un masón que endió su alma al diablo, animado a destruir para
construir algo nueo1 >o. 9arecía totalmente de espíritu pr*ctico. /2irió
conscientemente a la 9ontraiglesia para destruir el reino de 9risto desde dentro1 >o
es nada cierto. Pero el hecho de que hubiera actuado solo en el terreno minado de
la eolución hio que la causa de los enemigos de la 'glesia progresara m*s de lo
que hubiese podido hacerlo con un hombre que no perteneciera a ella. >adie había
logrado nunca in)ectar el eneno modernista de la ciencia ;pura= ) del
reolucionismo religioso como lo hio 7eilhard. Ia) que reconocer que su sistema
llega a tiempo para faorecer los pro)ectos tanto masónicos como modernistas,
pues la nuea formulación teilhardiana de los dogmas cristianos es el medio para
transformar la 'glesia e integrarla @o mejor dicho, desintegrarla@ en una
2uperiglesia uniersal.
La sapienza della .roce, abril$junio de !!J, p. #G, en 9ourrier '', p. ".


. Krunelli, +rincipi e metodi di massoneria operativa, pp. JJ$L%4 ;6a iniciación predica ) enseña4 A?uerte a la
raónB 2ólo cuando la raón ha)a muerto podr* nacer el hombre nueo de la Era futura, el erdadero iniciado. 2ólo
entonces podr*n caer las murallas de los templos, porque el alba de una nuea humanidad despuntar* en el
Criente 7odas esas disputas (religiosas& desaparecer*n con el rechao de la lógica ) del principio de
contradicción= (en 9ourrier ', p. %"!&.
#
8. ?itterrand en :en0 -al^e, %eilhard l-apostat , p. H, en 9ourrier ', p. %G.
9PQ7R6C X-'
/l e7istencialismo egologista de +eidegger
Despu0s de la gran derrota de !L, los años caóticos producen un profundo

cambio en la cultura filosófica alemana. 6a tradición Oantiana, a base de optimismo
) de racionalismo e5agerados, )a no satisface a las inteligencias. El hegelianismo de
las esencias puras queda definitiamente repudiado. Ia pasado el momento de las
doctrinas e5clusiamente científicas. 6os inestigadores deben abrir nueos
caminos para establecer una filosofía que sea segura del todo. Prosiguiendo el
esfuero de Descartes, pretenden fundar un nueo m0todo probado para salir de la
inmanencia del cogito ) oler finalmente a las cosas mismas. /:enunciar* la
filosofía alemana a su propio principio, el inmanentismo radical, la entroniación de
la conciencia indiidual, la ruptura con el mundo e5terior1 >os emos obligados a
reconocer que la 3ltima escuela del momento, el e5istencialismo, no cambia nada
de nada. 7ambi0n ahí olemos a encontrar el cl*sico trío de la filosofía ignorantista,
egologista ) reolucionista. 6a diferencia con el pasado reside sobre todo en el
punto de partida, el principio filosófico conductor. 6os Oantianos hacían hincapi0 en
el ignorantismo basado en la negación de las esencias ) en el diorcio entre el
fenómeno ) la cosa. 6os bergsonianos utiliaban como punto de partida la eolución
creadora en la que todo se transformaba en todo. 6os e5istencialistas, ) con ellos
todos los neomodernistas, parten de una introspección personal, inmanentista )
egologista, el mtodo fenomenológico.
$% /l mo(imiento e7istencialista
El t0rmino e3istencialismo, en sí mismo, no se aplica a ninguna filosofía en
particular. Esto es obio para cualquiera que comprenda que la filosofía, esa
sabiduría uniersal, se dedica a conocer el fundamento de las realidades e5istentes.
En ese sentido, la filosofía de 2ócrates, de san gustín ), m*s a3n, de santo 7om*s,
es eminentemente
nombre e5istencialista.
a un moimiento 2in embargo,
de reacción contra lahistóricamente, se resera
filosofía alemana este
idealista )
esencialista. En este sentido, el primer e5istencialista fue MierOegaard. ?ucho antes
que la fenomenología de Iusserl ) de Ieidegger, a quienes los historiadores
consideran demasiado f*cilmente como los erdaderos padres del moimiento, el
pastor dan0s MierOegaard se leanta contra el mal de la 0poca, el panteísmo
indiferente al hombre indiidual torturado por la angustia. Despu0s de 0l surgir* una
pl0tora de autores que tratar*n de sacudir el )ugo de las ideas abstractas, así como
H CIEN AÑOS DE MODERNISMO
la isión utópica del mejor de los mundos en el que todo est* pautado como en un
pentagrama. Iusserl aporta su m0todo a la nuea filosofía, la fenomenolog"a, que
sólo toma en cuenta los ;hechos de conciencia=, las impresiones ) los
pensamientos del sujeto.  continuación aparecen Ieidegger ) 8aspers en lemania,
?arcel, 2artre ) 9amus en rancia, por citar sólo a los m*s c0lebres.
>o es f*cil resumir el moimiento en una definición clara, pues ha) tantos
e5istencialismos como autores. 6a escuela se diidir* en distintos grupos4 los
moralistas como el padre ojt)la @futuro 8uan Pablo ''@ seguir*n a ?a5 2cheler< los
personalistas @entre ellos ?aritain@ se reunir*n alrededor de ?ounier. 2e ha
definido este moimiento como la filosofía que da prioridad a la e5istencia sobre la
esencia, o como la que se interesa por los pensamientos ) sentimientos de la
conciencia. Pero cada autor da a estos t0rminos un significado distinto. 7odos
concuerdan, al menos, en er en ella la filosofía de lo concreto ) de ese fenómeno
que es la e5istencia humana. 7ambi0n se puede describir esta escuela como un
intento de filosofar m*s como actor que como espectador. ?ientras que ristóteles
adoptaba
MierOegaard la actitud
no puedeimpersonal del sabio
pensar m*s admiratio
que en ante
función de susunproblemas
mundo de personales,
maraillas,
resueltos por una elección deliberada ) ;iida=. El e5istencialismo es, por esta
raón, un humanismo mucho m*s humano que el hegelianismo. Es apasionado, io
) encarnado, ) a ello le debe su popularidad. En la isión e5istencialista, la filosofía
es una biografía, una cita con el psiquiatra, una autopsia del alma en todo el drama
de la e5istencia. Por eso muchos e5istencialistas utilian la noela o el teatro
(9amus, 2imone de Keauoir, 2artre& m*s bien que la obra doctrinal (Ieidegger,
?erleau$Pont)&. + es que sólo la noela permite eocar en su realidad completa,
singular ) temporal, el surgimiento original de la e5istencia. 6a obra e5istencialista,
;filosófica= en su origen, se transforma por inclinación natural en una obra
puramente literaria, dentro del g0nero del diario íntimo.
Por 3ltimo, el e5istencialismo pretende ser una tabla de salación, incluso para
ateos como Ieidegger ) 2artre. En efecto, seg3n ellos, el hombre debe iir su ida,
llear una e5istencia aut0ntica por medio de sus elecciones personales que lo
liberan de todos los totalitarismos, )a sean sociales, políticos o religiosos. El hombre
se perfecciona ) se sala separ*ndose del conformismo ) tomando las riendas de su
destino. Fsta es, sin duda, una de las notas m*s profundas de esta escuela.
Para concluir, podemos intentar dar una definición apro5imatia del
e5istencialismo. Es la filosof"a descriptiva de la e3istencia humana personal y libre
de su destino$
&% /l egologismo #enomenológico

Edmund Iusserl (LH!$!#L&, profesor de riburgo de Krisgoia, rechaó un
brillante puesto en la Rniersidad de Kerlín para dedicarse a sus sutiles ) complejas
inestigaciones. uería elaborar los principios de una ciencia erdaderamente
segura, ciencia que definió en *editaciones cartesianas, en !#. 2u mtodo
fenomenológico, que pretende ser original ) liberador, prosigue los esfueros de
Descartes para llear al hombre de dentro hacia fuera, de la inmanencia a lo real.
Iusserl pone en duda todo conocimiento, incluso el cogito cartesiano, ), a fin de
cuentas, se encuentra con la conciencia pura. Pero como la conciencia siempre es
HEIDEGGER H#
conciencia de algo, ese algo debe e5istir. hí se encuentra la erdad fundamental )
la fuente de toda erdad. El hombre tiene conciencia de sus impresiones ) de sus
pensamientos personales< 0sos son los ;hechos de conciencia= de los que )a
hablaba 2chleiermacher. Ese descubrimiento del mundo en el seno de la conciencia,
ese pensamiento introertido, es la r0plica del conocimiento Oantiano de los
fenómenos, es la e5periencia subjetia de Dios en sí mismo de 2chleiermacher, es la
e5periencia bergsoniana que brota de la conciencia indiidual. 9on esa 3ltima
transformación egologista, no se llega nunca a la realidad ) sólo se tienen ;hechos
de conciencia=, simples pro)ecciones de sí mismo. >o ha) ning3n criterio para
distinguir la realidad del sueño ) el ser de lo imaginario. En el cuento de hadas
husserliano, sólo tendremos una apariencia de criado, que con una apariencia de
plumero limpia una apariencia de carroa. Este nueo m0todo que quería superar la
prisión interior del cogito no es, por desgracia, ni nueo ni liberador.
?artin Ieidegger (LL!$!GJ&, sucesor de Iusserl en la misma uniersidad,
sigue el m0todo traado por su predecesor con el estudio e5clusio de los ;hechos
de
/u0conciencia=. Peropregunta
es el ser1 Esta uele a dar*
plantear otra e
su nombre al la cuestión
sistema, esencial de la filosofía4
el e5istencialismo. /9ómo
entiende ese ser1 /2aldremos, por fin, de los ;hechos de conciencia=1
Desgraciadamente no. Para todos los e5istencialistas, el mundo en s" es un caos
absurdo. El 3nico mundo que ie es el mundo por s" , el que se ofrece como
espect*culo a la conciencia humana< 0ste es el que tiene sentido ) se uele
e5istente en relación al hombre. Esos pensadores ilustran la diferencia por medio de
la impresión que todos hemos e5perimentado alguna e de despertar con nuestra
presencia un mundo dormido. Ese mundo aparentemente muerto no es despreciable
para nada, pero no tiene ning3n sentido ) finalmente acaba por esfumarse ante el
que aparece en el horionte de nuestra conciencia.  pesar de sus apariencias, es
necesario concluir que la filosofía e5istencialista se separa para siempre de la
e5istencia en proecho del fenómeno Oantiano ) husserliano.
«@in la e1istencia humana, dice 9eidegger, tampoco e1istir'a el mundo+ 2. «/n su sentido profundo, el
humanismo0 designa toda doctrina filosófica que e1plica % eval;a el ser en su con-unto a partir del hombre %
con referencia al hombre+ 7. «o so% ser por el cual ha% Ies gibt J ser. /l ser nos pertenece: no puede estar
presente como ser más que por nosotros+ 8.
2artre repite lo mismo4
«/l surgimiento del por s$ Ila concienciaJ es lo que hace que ha%a mundo+ H.
?erleau$Pont) a a3n mucho m*s lejos4
«o so% la fuente absoluta. Ai e1istencia no proviene de mis antecedentes, ni de mi entorno f'sico % social, sino
que va hacia ellos % los sostiene+ .
El principio e5istencialista fundamental es el cogito4 ;Pienso, luego es=. El ser es
el pensamiento, ) el pensamiento crea el ser. >uestros filósofos no se quedan ahí )
aanan un paso m*s en el egologismo absoluto. >o sólo el ser obedece a la
conciencia, sino que la conciencia obedece a la oluntad libre. 6a e5istencia se

Ieidegger, L-Otre et le %emps, p. #JH.

L-po&ue de l-image du monde, en 9ourrier ', p. %".
#
En oulqui0, L-e3istencialisme, p. G".
%
L-Otre et le 9ant , pp. #"H, H", en oulqui0, p. G".
H
?erleau$Pont), +hnomnologie de la perception, en oulqui0, p. G".
H% CIEN AÑOS DE MODERNISMO
identifica completamente con la libertad. En su jerga, e5istir significa superarse a sí

mismo, inentarse libremente, crearse uno mismo su propia esencia ) crear el
mundo.
2
«@er causa de s', poder decir! o so%, porque quiero: ser mi propio comieno+ .
6a erdadera e5istencia, la erdadera creación es lo propio del ser libre, del
hombre en el erdadero sentido de la palabra. >o es el caso de los conformistas, de
los que han alienado su identidad. Fsos son ;uno=, sujetos indeterminados< no son
;)o=. Esos hombres que han renunciado a su libertad se en degradados a la
categoría de objetos, de nadas, no tienen una e5istencia aut0ntica. En la isión
e5istencialista, la libertad significa progreso, cambio, responsabilidad ) erdadera
e5istencia humana, fuera de la cual todo es inmóil, inhumano, muerto. Por eso el
hombre aut0ntico no sólo es creado libre, sino que es libertad. sí, en la obra de
teatro de 2artre, Las moscas, Crestes le replica a 83piter4
«"o tuviste que crearme libre. #penas me creaste, de-é de pertenecerte: % %a no hubo nada en el cielo, ni bien,
ni mal,
que ni nadie
la m'a. queso%
orque pudiera darme F;piter,
un hombre, órdenes.% "o
cadavolveré
hombrea estar
debe ba-o tu le%!
inventar esto% condenado
su camino+ 7
. a no tener más le%
6os e5istencialistas en la libertad absoluta @que sería todo para el hombre@
como la rial de Dios. dmitir que Dios e5iste es perder la libertad ) alienarse, es
merecer que a uno le den el deshonroso título de ;cabrón=. Por eso, los
e5istencialistas m*s radicales eligen la libertad ) renuncian a Dios. >o obstante, esa
libertad no es de color de rosa4 es un instinto irracional, sin ideal, sin guía ) sin
finalidad #. Esa ida e5istencialista es dram*tica, es el hombre arrojado en una
situación concreta, absurda ) sin raón, el hombre que no le ha pedido nacer a Dios.
Es el hombre condenado a la libertad, condenado a iir sin patrón ni regla del bien
o del mal, condenado a elegir su destino aun sabiendo que no lo conduce a nada. 2e
comprende que el sentimiento m*s reelador de la e5istencia sea La n/usea, título
de una noela de 2artre.
En el e5istencialismo todo queda inertido4 el ser, la inteligencia ) la oluntad
son la misma cosa %. Es el principio del oluntarismo a ultrana, el cogito'volo @
quiero, pienso, e5iste@. >ada puede resistir a esa oluntad de hierro en la que las
cosas son desmenuadas como una arcilla que nuestros filósofos manejan a su
antojo. Es un antropomorfismo radical, el perfecto solipsismo4 todo proiene de mí.
Es la conclusión m*s radical ) lógicamente la m*s satisfactoria de la tentación
inmanentista multisecular. El sofista griego Prot*goras había autodecretado que 0l
era la medida de todas las cosas< Mant tomaba el releo con su pensamiento )
moral autónomos< Kergson hacía que todo surgiera de su )o subconsciente< ) los
e5istencialistas ponían punto final diciendo4 ;+o so) la fuente absoluta=. El hombre,
efectiamente, se erige en absoluto sobre las ruinas del bsoluto.
'% /l ignorantismo e7istencialista
Para un realista, las cosas e5isten porque tienen determinada naturalea, ) por
ello son objeto de conocimiento racional. Es la eidencia que salta a los ojos del niño

2artre, L-Pge de raison, p. HH, en oulqui0, p. L.

2artre, en oulqui0, p. J".
#
2artre, L-Otre et le 9ant , pp. HH!, en oulqui0, p. J#.
%
;Ens, intellectus et voluntas convertuntur =, seg3n abro, La svolta antropologica, pp. %, !".
HEIDEGGER HH
que pregunta sin parar4 ;Pap*, /qu0 es esto1=. Desde Mant ) Iegel, con Kergson
iniendo en su a)uda, los idealistas de todas clases le prohibieron a la inteligencia el
acceso al ser, su objeto propio, para que se alimente sólo de sueños subjetios, de
;hechos de conciencia=. /Por qu01 Por dos raones, que )a hemos señalado al
hablar del agnosticismo de Mant. Primero, porque niegan que las cosas tengan en sí
mismas una naturalea determinada< ) luego, porque pretenden que conocer no es
ser informado por el ser, sino, al contrario, informarlo o m*s bien deformarlo. hora
bien, los e5istencialistas, a quienes damos con e5cesia facilidad el nombre de
realistas, repiten tal cual esos prejuicios idealistas.
En cuanto al primer punto, el sistema e5istencialista encarna aun m*s
rigurosamente que los idealistas la negación de las esencias de las cosas. Fse es el
objeto de su segundo principio4 la e3istencia precede a la esencia. Primero el
hombre es, ) luego es tal o cual cosa. El hombre crea su propia esencia ) el mundo.
El sistema a m*s lejos ) afirma que, despojada de su esencia, la e5istencia e5iste.
Pero afirmar semejante cosa es pretender que la carrera corre, que la ista e ) que
el ino puede
esencia mantenerse
ni en las enelsuhombre.
cosas ni en lugar sin necesidad
Pero si Pedrode
nolaescopa.
una Es decir que
naturaleza no ha)
humana,
si el *lamo no tiene la esencia de /rbol, /cómo puedo tener un conocimiento
racional de ellos1 Desde un enfoque e5istencialista, el conocimiento se uele tan
inestable como las cosas mismas. Por eso no ha) erdad eterna. 6as le)es de
>eTton, el principio de no contradicción, toda erdad en general, sólo son *lidas en
los límites temporales de la e5istencia . El e5istencialismo lana una cruada contra
la opresión intelectual. 6a raón, glorificada durante siglos, es considerada ahora
como la contradicción m*s notoria del pensamiento . Ia) que destronar a la raón,
a la que 2ócrates había ensalado.
En cuanto al segundo punto, los e5istencialistas an tambi0n a remolque de los
idealistas Oantianos. 2eg3n ellos, la raón no puede ser informada por la naturalea
del ser concreto. 9onstru)en un muro infranqueable entre la realidad ) la raón, de
manera que la raón no puede alimentarse de lo real, sino sólo de sus propias ideas,
fabricadas por la raón o la conciencia. 6os cerebros Oantianos no captan la
realidad, sino sólo sus pensamientos. Es como si le dieran a su estómago germ*nico
pensamientos de salchichas con choucroute, pero sin erdadera salchicha ni
choucroute, ni siquiera una pinta de cerea para engañar el estómago. 6a escuela
e5istencialista tambi0n es irrealista, pues desemboca en la apariencia ) el
fenómeno, pero nunca en el ser concreto. 2eguimos siendo prisioneros de la
distinción hecha por Mant entre el fenómeno conocido (la apariencia& ) el no3meno
desconocido (la cosa en sí&. 2artre le declara su gratitud a Mant4
«/l pensamiento moderno ha hecho un progreso considerable al reducir lo e1istente a la serie de apariciones
que lo manifiestan0
reemplaado /l de
la realidad serlade un por
cosa e1istente es precisamente
la ob-etividad lo que 8aparece0
del fenómeno+ . "uestra teor'a del fenómeno ha

Ieidegger, L-Otre et le %emps, p. J.

Ieidegger, .hemins &ui ne m7nent nulle part , en ?olnar, p. "#.
#
L-Otre et le 9ant , introducción, en oulqui0, L-e3istentialisme, p. JL. Esa ;objetiidad= del fenómeno no
tiene un *pice de realidad4 sólo e5iste en el estado subjetio, es decir, como objeto presente en el sujeto que
conoce.
HJ CIEN AÑOS DE MODERNISMO
Para Ieidegger, de hecho, la conciencia humana es la que transforma las cosas

brutas para darles un sentido . sí, la facultad que define fundamentalmente al
hombre no es la raón, sino la libertad (sin la raón&. Es la libertad entendida como
un instinto espont*neo irracional, absurdo, m*s all* de toda raón. ?*s que
ignorantista, esa postura es absurda. Despu0s de leer la obra de 2artre, El ser y la
nada, la conclusión a que se llega es que no se comprende nada. El autor sería el
primero en responder que, en efecto, no ha) nada que comprender, puesto que todo
es absurdo. Pero /qui0n se resignar* jam*s a creer que 0sa es la 3ltima palabra de
la filosofía1 /+ cómo semejante teor"a del absurdo puede pretender el título de
filosofía1
5% /l re(olucionismo e7istencialista
El tercer principio del e5istencialismo es que el instante presente es creador .
Puesto que todo es pura e5istencia ) no ha) esencia estable, resulta que los seres
est*n desproistos de identidad ) de permanencia< son incapaces de anchura,
espesor
del mundo.) profundidad para salir
 cada instante fuera del momento
es necesario presente
elegirse, oler ) del flujo perpetuo
a cuestionarse, querer
superarse, porque eso es e5istir. 6a e5istencia no es un estado, sino un acto que
crea la esencia del hombre ) tiene en ilo al mundo para darle e5istencia. El ser
humano, que se identifica propiamente con el instante presente, se siente
peligrosamente cuestionado en todo lo que es, piensa ) hace. El hombre no es m*s
que una situación. 9ada uno de nuestros actos pone en juego el sentido del mundo
) el lugar del hombre en el unierso. El hombre se hace o se deshace, pero su
decisión determina la e5istencia de todos. Es una responsabilidad colectia que
incumbe a cada acto humano. + esa necesidad de elegirse se repite sin cesar. 9ada
momento es a la e creador ) escatológico4 el hombre ocupa el lugar de Dios Padre
pintado por ?iguel Vngel en la 9apilla 2i5tina, que en todo momento crea o aniquila
los mundos.
Para 2artre, el ser se identifica con el suceso ) la situación. Para Kergson, es
duración. Para Ieidegger es tiempo. El ser, ) por lo mismo la esencia de todas las
cosas, es puro cambio. 6a isión e5istencialista de una naturalea humana
fundamentalmente cambiante ) relatia producir* sus frutos enenenados en la
moral de situación del e5istencialista :ahner . 9omo para Iegel, el ser se identifica
con la nada< el ser e5iste, pero se desanece en el suceso< porque, en el fondo, no
es #. Para Ieidegger, fiel eco de >ietsche, el cambio es el ser. 7odo es flujo.
«/stamos en los albores de la ma%or transformación de la tierra, del tiempo % de la 9istoria. /stamos en la
noche, esperamos el d'a+ H.
Ieidegger da la interpretación de la muerte de Dios seg3n >ietsche. 7odo lo
que es suprasensible @las esencias, las cosas inmutables@ ha muerto ) ha sido
reemplaado por la oluntad de poder, que es din*mica. El 2er, tal como lo
imaginaban Platón, ?ois0s o la 'glesia, ese 2er$sustancia, 2er$inmoilidad, 2er$
identidad, ha sido superado. hora se lo reconoce como 9ambio H.

6o e5plica en su propia jerga4 el ser humano (Dasein& transforma las cosas en caos !eiendes& para darles el
ser erdadero (!ein&, es decir, el ser que tiene sentido humano.

9f. capítulo L.
#
Ieidegger, u-est'ce &ue la mtaphysi&ue<, en 9ourrier ', p. #!.
%
Ieidegger, en ?olnar, Le Dieu inmanent , p. "%.
H
Ieidegger, en ?olnar, ib"d$
HEIDEGGER HG
6a :eelación cristiana, dada una e por todas, con su contenido inmutable
hasta el fin de los tiempos, es absurda. Para Ieidegger, el -erbo encarnado, que
pretende suspender en su cru el flujo de la Iistoria al elegir un lugar ) un tiempo
para salar a la Iumanidad, es un no ser.
6os neomodernistas pretenden aproechar al m*5imo los principios
e5istencialistas. El e5egeta protestante :ic]ur, tan influ)ente en el pensamiento
progresista, opone el ;-iene= de la Escritura al ;Es= del pensamiento griego,
porque ha) que abrirse a la nuea creación. El teólogo :ahner declara que el
cristianismo es la religión del futuro, del futuro que es el absoluto. 2ólo capta
plenamente su objeto en la perspectia del todav"a no. 2iguiendo sus pasos, los
neomodernistas forjan a Dios a la imagen ) semejana del hombre4 para 9ongar, la
actiidad humana es la acción de Dios< para 9henu, lo diino es la liberación de los
hombres por sí mismos< seg3n 6aurentin, Dios todaía no e5iste .
U
U U
El punto de partida e5istencialista es el inmanentismo egologista. 2ólo merece
e5istir mi conciencia ) lo que se encuentra en ella, ) mi conciencia no es otra cosa
que mi libertad. De ahí la ecuación4 ;uiero, pienso, e5iste=.  partir de ese
fundamento egologista, la filosofía e5istencialista niega la esencia de las cosas, su
inteligibilidad, su estabilidad, ) hace su)as de hecho las conclusiones de los
idealistas a los que combate. >o se puede conocer nada salo el )o de la conciencia,
principio creador ) fin de todo lo que es. 7odo est* en eolución ) en reolución
permanente. De todas las corrientes filosóficas, es probablemente la m*s
antiintelectualista ) la m*s reolucionaria, puesto que todo lo saca del pensamiento
del hombre, mientras que las otras, al menos, partían de las cosas. ui*s esta
escuela deba m*s de lo que se cree a la influencia de Kergson, el gran filósofo de los
modernistas, por el hecho de que destaca el papel de la conciencia ) de la simpatía
intuitia. Entre los distintos grupos, aunque las ariaciones son sensibles, la melodía
sigue siendo esencialmente la misma. quí tambi0n, como para los idealistas Mant )
Iegel, parece que la primera preocupación no era tanto filosófica como teológica @
o mejor dicho ateológica@. 2artre tiene, al menos, el m0rito de aceptar que el
ateísmo ha sido como el principio ) el motor de esta filosofía4
«/l e1istencialismo no es más que un esfuero por sacar todas las conclusiones de una postura atea coherente+
7
.
l decir esto, pone bien en claro la elección ineluctable que diide a los
hombres, ideas ) seres4 o someterse al ser, a los hechos ) a la raón, ) en 3ltima
instancia a Dios, por medio de una sana filosofía ) creencia< o liberarse del ser, de
los hechos ) de la raón, para liberarse mejor de Dios. Pero, al hacer eso, se ha
fundado la filosofía e5istencialista del absurdo, de la licencia ), en 3ltimo an*lisis, la
filosofía de la nada.

En ?olnar, pp. LH, "H.
2artre, L-e3istentialisme est un humanisme, p. !%, en -erneau5, LeQons sur l-athisme, p. %!.

9PQ7R6C X-''
La e7;gesis espiritual seg@n De Lu0ac
sí como 7eilhard de 9hardin desempeñaba el papel de profeta ) de iluminado,

su amigo, el padre Ienri de 6ubac (L!J$!!&, fungía de profesor ) de jefe.
7eilhard era el soldado de aanada, el hombre de acción< De 6ubac, el cerebro, el
hombre de sangre fría. 7eilhard, bajo el influjo de su isión, se dirige intr0pido al
combate< De 6ubac, encerrado en su cuartel general, distribu)e a sus hombres )
calcula el peligro. + es que los tiempos habían cambiado ) amenaaba tormenta,
dejando presagiar los ra)os de :oma sobre el moimiento que 7eilhard cristaliaba.
De 6ubac dedicar* la ma)or parte de su tiempo a enseñar ) escribir lejos de la
pol0mica, para no atraer la atención de los censores. Espíritu brillante ) literato
consumado, aunque sus estudios son realmente uniersales, sus preferencias se
centran en la crítica histórica ) patrística, con tanto m*s entusiasmo cuanto menos
atractio sentía por la teología escol*stica. 6ogra formar una erdadera escuela de
pensamiento entre los jesuitas de ouri^re, donde reside mientras enseña en la
acultad de 7eología de 6)ón.
Para delimitar mejor la colaboración escrituraria de nuestro autor dentro del
neomodernismo, es necesario esboar una pequeña semblana su)a ) hablar luego
del m0todo histórico$crítico de Kultmann que De 6ubac integra, aun cuando lo
complete con la e50gesis medieal llamada espiritual.
$% La persona " el pensamiento

>acido en 9ambrai en L!J, Ienri de 6ubac entra en los jesuitas en !#, pero
se e obligado a hacer el sericio militar al año siguiente. Crdenado sacerdote en
!G, enseña en 6)ón de !#H a !H". Durante la 2egunda Suerra ?undial lucha en
los bandos de la :esistencia. Despu0s de escribir !obrenatural (!%J& cae bajo
sospecha de neomodernismo ) debe e5iliarse un tiempo en París antes de ir a
ouri^re. hí, en !J", ser* rehabilitado p3blicamente, cuando 8uan XX''' lo
nombre teólogo para la preparación del 9oncilio, aunque al principio 0l se queje de
parecer m*s bien un reh0n ) un acusado. Pero el eclipse es de corta duración.
Participa actiamente en el 9oncilio, proocando la admiración de muchos
discípulos, entre otros los futuros Papas ?ontini ) ojt)la . Este 3ltimo, )a
conertido en 8uan Pablo '', lo crea cardenal en !L#, como recompensa por los

-0anse los capítulos  ) %.
DE LUBAC H!
m0ritos de ese teólogo que habría sabido reunir lo mejor de la tradición católica en
su meditación sobre la 'glesia ) el mundo moderno . ?uere en !!, reconocido por
el clamor uniersal como uno de los ma)ores teólogos del siglo.
Despu0s
pequeña de esta intelectual
semblana reseña de las
de principales fechas, es
nuestro personaje. Denecesario bosquejar
6ubac lleó a cabo una
sus
estudios escol*sticos ) teológicos en 'nglaterra en las 0pocas turbulentas de antes )
despu0s de la guerra. Iombre de letras ) de asta cultura, se caracteria sobre todo
por su capacidad de recepción e integración de las corrientes de ideas m*s diersas.
2us estudios como profesor ) como escritor lo llean a tocar los temas m*s
ariados, pero se destaca en particular en las inestigaciones históricas. Es el
iniciador del Ressourcement , es decir, de un moimiento de regreso a las fuentes
patrísticas que se manifestar* no sólo en sus obras escriturarias, con mucho las m*s
oluminosas, sino tambi0n en sus obras dogm*ticas, como .atolicismo (!#L&. 9on
Dani0lou funda en ouri^re un círculo de estudios patrísticos ) escriturarios, que a
partir de !%" lana la publicación !ources chrtiennes. 2e trata de todo un equipo
de
De pensadores reunidos
6ubac4 los futuros alrededorDani0lou
cardenales de la figura discreta,
) -on pero(brillante
Kalthasar irresistible, del padre
traductor de
sus obras en lengua alemana& ) los padres essard ) Kouillard (que se er*n
implicados en las condenaciones romanas& . Pero las ideas lubacianas tienen una
influencia en muchos partidarios notables, particularmente el personalista ?ounier
(de la reista Esprit &, el jesuita 7eilhard de 9hardin ) los dominicos 9henu ) 9ongar.
En el *mbito de la teología, De 6ubac se especialia en la historia del dogma @
.orpus mysticum e 2istoria y Esp"ritu, sobre Crígenes@. Produce un cambio en
ciertas nociones clae como lo sobrenatural, la apolog0tica ) el dogma, cambio que
describe como una uelta a santo 7om*s, para distanciarse de los comentadores de
0ste. 2u tendencia general da preferencia a la teología mística sobre la escol*stica,
a la que considera como demasiado racional #. Esta tendencia mística lo llea a
e5tender lo sobrenatural al *mbito puramente natural, como lo sugiere su
controertido libro !obrenatural. 7ambi0n olemos a encontrar en 0l la misma
tendencia a e5altar la fe en perjuicio de la raón. sí, se rebela contra el dogma,
considerado como erdad especulatia que debe ser creída m*s que iida, ) contra
una apolog0tica racional ) e5terior %. 6a geograf"a de sus escritos confirma el
aspecto uniersal de sus estudios ) su inter0s por todos ) por todo. De 6ubac, como
sugiere su libro .atolicismo, abre los braos a todos e intenta establecer un di*logo
con todos los hombres, )a sean cre)entes, no católicos o incluso ateos, como lo
sugiere su libro El drama del humanismo ateo. Por esta raón, muchas de sus obras
est*n consagradas a autores heterodo5os, con los cuales entabla el debate. dem*s
de los ateos, tenemos a Pico della ?irandola, 8oaquín de iore, Proudhon, ) en
particular
de 9risto Htres libros
. Desde sobre
esta el budismo
misma que lo
perspectia deconencieron
la acogida, sedeconierte
la unicidad delpaladín
en el hecho
de la libertad religiosa ) del di*logo interreligioso mucho antes del -aticano ''.

8uan Pablo '' en la muerte del padre De 6ubac, (sservatore romano, H de septiembre de !!, p. .

-0ase el capítulo !.
#
9f. .orpus mysticum, pp. G%$GH. agner (2enri de Lubac, p. GH& indica que ese libro acusa a la
escol*stica de establecer una nuea manera de hacer teología, una p0rdida del simbolismo tradicional en beneficio
de una dial0ctica naciente que debía culminar en la dial0ctica de la sustancia ) del accidente. En pocas palabras, la
escol*stica es una teología pr*cticamente racionalista. -0ase el comentario de 6abourdette, Dialogue thologi&ue,
p. #.
%
De 6ubac, Apologti&ue et thologie, en agner, op$ cit$, p. H".
J" CIEN AÑOS DE MODERNISMO
unque ho) en día se alaba a De 6ubac como el teólogo del Ressourcement , uno
de los pioneros del -aticano '', que unía indefectiblemente el amor por la 'glesia ) el
amor por el hombre , bajo el pontificado de Pío X'', en cambio, su fama no goaba
del mismo lustre. 2e lo consideraba como el cabecilla de la ;nuea teología=, es
decir, del neomodernismo. unque dejamos para un ulterior capítulo el estudio de
las circunstancias de su desgracia en la :oma de Pacelli, desde ahora podemos
comprobar que ha) perfiles mu) sospechosos en nuestro teólogo. l estudiar sus
obras, cabe preguntarse si alguna e asimiló los principios fundamentales de la
sana filosofía, ) si no fue uno de esos maestros que nunca fueron discípulos. ?*s
erudito que sabio, m*s curioso que sediento de la erdad, m*s inestigador que
amante de los grandes principios, sus biógrafos nos informan que este estudiante
aspiraba a oler a los aut0nticos medieales, san gustín ) santo 7om*s, contra la
tendencia suareiana de moda en el escolasticado. En realidad, el tomismo que
embriagaba a nuestro teólogo en sus comienos era el de autores dudosos como
:ousselot ) ?ar0chal, que pretendían partir de Mant para terminar en santo 7om*s.
 pesar de
indulgentes, Delas directias
6ubac romanas,
se saturó con la consideradas
de lecturas complicidad deenmaestros demasiado
ese entonces como
fruto prohibido. 6e encantaba leer a 6aberthonni^re, como tambi0n La Acción ) la
.arta sobre la apologtica de ?aurice Klondel . Espíritu poco inclinado a los
estudios sistem*ticos, escritor ocasional, De 6ubac se califica tambi0n de simple
historiador del dogma e incluso de historiador autodidacta, lo que no est* libre de
peligros, como )a hemos señalado en nuestra introducción al modernismo
;católico=. 2e consagra asimismo a la enseñana de la historia de las religiones,
disciplina que en su caso estuo qui* en el origen del relatiismo dogm*tico que
por momentos aflora a la superficie #. Pretende que el budismo es el ma)or
acontecimiento espiritual en la historia del propio cristianismo %.
Podemos preguntarnos si ese contacto con las religiones no estuo en los
orígenes de la tesis de la salación uniersal H. Es desconsolador comprobar que
aqu0l a quien se cita como ejemplo de obediencia religiosa, a menudo ha)a hecho
alarde de desprecio por las directias pontificias. >o contento con publicar m*s
tarde sus escritos prohibidos en tiempos de Pío X'' en materia de sobrenatural,
sostendr* tambi0n la libertad religiosa, condenada formalmente por todos los Papas
H
En cuanto a Pico della ?irandola, De 6ubac (en L-alba incompiuta del Rinascimento, 8acabooO, ?il*n, !GG& lo
alaba por ser el pionero de la nuea 0poca de pa ) de comprensión uniersales. Pico fue, en realidad, un
ulgariador del sincretismo cabalístico ) un negador del principio de contradicción (cf. 'nnocenti, Influssi gnostici, p.
&.

El cardenal 6ustiger con motio de sus e5equias.

De 6ubac, *moires, p. ", en 9ourrier '', p. H.
#
;sí como antes est*bamos en un estado preteológico, no estaremos mañana en posesión de una teología
completa de2ean
enunciados. la 'glesia, que no
cuales sean deje )a el
la suma nuestros
alor desucesores m*s
los esfueros opción no
logrados, queeremos
la de repetir indefinidamente
la constitución sus
de un cuerpo
de doctrina integral que ponga punto final a toda discusión o a toda refle5ión, ) disuada toda nuea problem*tica.
7amaña utopía no se ajusta ni a la naturalea de la erdad reelada, ni a la del espíritu humano= (*ditation sur
l-8glise, p. ", en agner, p. JJ&.
%
'nnocenti, Influssi gnostici, p. !< De 6ubac, *moire autour de mes Kuvres, pp. %! ) ss.
H
;En la e5trema diersidad de sus conocimientos ) funciones, todos los miembros de la familia humana goan
de una igualdad esencial ante Dios. Proidencialmente indispensables para la edificación del 9uerpo de 9risto, los
infieles deben beneficiarse a su manera de los intercambios itales de ese 9uerpo. Por una e5tensión del dogma
de la comunión de los santos, parecería justo pensar que, aunque no est0n en las condiciones normales de
salación, pueden alcanar esa salación en irtud de los ínculos misteriosos que los unen con los fieles. En pocas
palabras, podr*n salarse porque forman parte integrante de la humanidad que se salar*= (en .atholicisme, pp.
!#$!%, citado por agner, p. HG&.
DE LUBAC J
desde Sregorio X-'. 6o peor es que, incluso despu0s del *onitum contra 7eilhard,
escribir* a3n dos libros m*s para defenderlo. Entre todos los protectores de
7eilhard, De 6ubac fue sin duda el m*s diligente ) h*bil con su libro El pensamiento
religioso de %eilhard de .hardin publicado en !J, que recibir* el *onitum como
respuesta de :oma. 2e le objeta a ese libro, ) al parecer con raón, que el autor
hace gala de prestidigitador ) no de historiador, )a que el libro no cumple sus
promesas de dar a conocer el pensamiento de 7eilhard, sino que, al re0s, e5pone el
pensamiento que De 6ubac quisiera que se tuiera de 0l . Este diagnóstico es m*s
sorprendente a3n desde el momento en que se aplica a un autor considerado
e5perto en estudios históricos. Proistas de semejante protección, las tesis
teilhardianas pudieron difundirse sin condenación hasta su muerte, socaando las
inteligencias ingenuas de los jóenes escol*sticos demasiado *idos de
sensacionalismo.
El cardenal 2iri, hablando del padre De 6ubac, califica su inmensa obra de
easia porque renuncia a los principios fundamentales de la filosofía. ascinado por
el oscuro Klondel
establece al comieno
desde entonces unade su carrera,
erdadera De 6ubac
simbiosis de siente lo mismo
pensamiento queambos
entre 0l. 2e
hombres, que an a compartir las mismas ideas, los mismos amigos ) los mismos
enemigos. En realidad, comparten m*s que nada la misma duda, la misma falta de
igor intelectual, el mismo complejo de inferioridad ante el hombre moderno,
enfermo de escepticismo ) subjetiismo. 9orren tras el mismo espejismo de
conciliar una seudofilosofía con la fe. Difunden al unísono la misma noción de
erdad, que tergiersan por completo. 6a definen como la conformidad de la
inteligencia con la ida, progresia e infinitamente ariable. De 6ubac no se queda
ahí. Porque si la erdad es la ida, ) si la 7radición debe transmitir la erdad,
entonces la 7radición debe ser algo io o no ser nada. En otras palabras, el pasado,
por el solo hecho de haber pasado, no es erdadero, porque no ie el instante
presente. Fse es uno de los descubrimientos geniales de nuestro autor que, a la
manera de los modernistas, acía de su sentido una e5presión católica para darle un
significado ambiguo. E5plica que el río de la 7radición no puede llegar hasta
nosotros si no se draga su lecho continuamente . /En qu0 consiste esa 7radición
ia1 Es la simple e5presión de su relatiismo dogm*tico, que rechaa los dogmas
recibidos como tales #.
En el duelo Ko)er$De 6ubac sobre la 7radición, el padre licO e5plica que, seg3n
De 6ubac,
«las creencias ulteriores de la &glesia no han de estar necesariamente vinculadas por un ne1o lógico con lo que
siempre ha cre'do e1pl'citamente desde los primeros siglos+ H.

n3mero ?onseñor
L%, p. %G.ndr0 9ombes,
;Esforarse por8tudes
reducirphilosophi&ues, agosto
un roble al tamaño de de !JH, retomado
la bellota de la que en La +ense
ha salido .atholi&ue,
es una empresa
doblemente insensata cuando es obra de un eolucionista. Para realiar ese prodigio imposible, el historiador se
conierte en prestidigitador >o nos da a conocer el pensamiento religioso del padre 7eilhard de 9hardin, sino sólo
el pensamiento del padre De 6ubac sobre el tema. Por este motio, es todo un documento. Podr* serir en forma
brillante en los seminarios como modelo para mostrar cómo no se debe trabajar=. ?onseñor 9ombes era un
reconocido e5perto en crítica histórica. 9f. tambi0n Philippe de la 7rinit0, op$ cit$, pp. "L$"!.

+arado3es, París, !H!, p. %, en agner, p. ##.
#
De 6ubac4 ;>ada es menos adecuado a la erdad que las doctrinas e5trinsecistas _recibidas de la autoridad`,
que sólo mantienen en la 'glesia una unidad de coacción, por no decir una unidad de indiferencia, por el 3nico
ínculo de una transmisión isible ) de una autoridad isible. Estas doctrinas transforman la obediencia de la fe en
una fe de pura obediencia= (La foi chrtienne, París, !J!, p. !H, en agner, p. HH&.
%
licO, en 9ourrier '', p. %!.
J CIEN AÑOS DE MODERNISMO
6a 7radición ia lubaciana, sacada de Klondel, recuerda la ley de la vida de

6ois), seg3n la cual la 'glesia se deforma ) transforma en la m*s perfecta
contradicción. 2us sucesores, :atinger ) 8uan Pablo '', se adaptan a ella de
marailla. Rna e que el modernismo ha)a triunfado sobre la c3pula de 2an Pedro,
la 7radición ia se identificar* con la 'glesia conciliar, sin ning3n ne5o lógico
necesario con la transmisión de la :eelación pasada. 6a 7radición ia considera
falso ho) lo que a)er era erdadero, ) erdadero lo que era falso. 7iene anchas las
espaldas. Permite eliminar einte siglos de ?agisterio constante ) tachar de
;disposiciones proisionales= a la enseñana infalible que condena la libertad
religiosa, el modernismo ) las desiaciones bíblicas . Permite e5comulgar a los
pocos obispos fieles a la erdadera 7radición . :ealmente, los neomodernistas
pueden felicitarse por este inento genial que mata dos p*jaros de un tiro4 protege
el modernismo ) descuartia la 7radición apostólica en nombre de Ala 7radición
iaB
En materia estrictamente teológica, la simbiosis Klondel$6ubac afirma que lo
sobrenatural es un perfeccionamiento necesario de la naturalea, que sin 0l estaría
desnaturaliada.
«Lo sobrenatural es absolutamente imposible % absolutamente necesario para el hombre+ 8.
De 6ubac, como su amigo, pretende, en efecto, que Dios no habría podido crear
la naturalea pura sin ordenarla a lo sobrenatural %. Dicho de otro modo, el hombre
es sobrenatural por sí mismo ) se encuentra diiniado necesariamente. 6a frontera
entre Dios ) el hombre se uele borrosa. En buena lógica, semejante concepción
conduce al panteísmo cósmico de tipo teilhardiano. De 6ubac repite esa misma idea
al hablar del desarrollo supremo de la naturalea humana4
«#l revelar al adre, % al ser revelado por El, 5$risto6 terminó por revelar el hombre a s' mismo0 or $risto, la
persona se hace adulta, el 9ombre emerge definitivamente del ?niverso+ .
El cardenal 2iri tiene buenas raones para cuestionar lo que podría ocultarse
detr*s de ese galimatías místico. 2eg3n el cardenal, eso sólo puede significar dos
cosas4 o que 9risto es solamente hombre, o que el hombre es diino J.
Es la teología de :ahner del hombre autodiiniado. En todo caso, queda claro
que ese ;sobrenatural= hace in3til la mediación de la 'glesia. Auera de la 'glesia
ha) salaciónB De 6ubac recibe con raón el título de pionero de la ;teología
católica= contempor*nea. >i Marl :ahner, ni su ingenuo discípulo Ians MNng, ni
mucho menos Ians Rrs on Kalthasar, son concebibles sin 0l G.
9on ese bagaje ideológico, De 6ubac sale a la palestra entre los intelectuales,
con sus estudios de 2agrada Escritura ) de e50gesis de los Padres. 7odo se puede
temer de semejante mecolana, que san Pío X )a había condenado4
:atinger, (sservatore romano, G de junio de !!", p. J.


Ecclesia Dei afflicta, julio de !LL, contra monseñor 6efebre ) monseñor de 9astro ?a)er.
#
Klondel, L-Action, París, !H", p. #LL, en agner, op$ cit$, p. LG.
%
En 9ourrier '', p. HG. -0ase la condenación de esta tesis en 2umani generis de Pío X'', § J.
H
De 6ubac, .atholicisme, pp. !H$!J, en 9ourrier '', p. "< 8uan Pablo '', Redemptor hominis, L, . -0anse
tambi0n %hologies d-occasion, p. JL< Gaudium et spes, , < L-athisme et le sens de l-homme, pp. !J$, en
agner, op$ cit$, p. !.
J
2iri, Gethsmani, p. J".
G
:usso, en 9ourrier '', p. H!.
DE LUBAC J#
«Ba delante el filósofo, a éste le sigue el historiador, % por sus pasos contados viene luego la cr'tica tanto
interna como te1tual.  pues compete a la primera causa comunicar su virtud a las siguientes, es evidente que
esta cr'tica no es una cr'tica cualquiera, sino que se llama con raón agnóstica, inmanentista % evolucionista0,
% se opone a la doctrina católica+ 2.
&% La e7;gesis e7istencialista de Bultmann

El esfuero e5eg0tico modernista, iniciado en el campo protestante, suponía
diferentes períodos sucesios para la elaboración del Eangelio4 el testimonio
directo de los póstoles, la refle5ión de la comunidad primitia ) los adornos
subsiguientes. Para 6ois), el 9risto mítico era el 8es3s de la fe, mientras que el 8es3s
histórico quedaba reducido a su m*s simple e5presión natural ) humana. Este
m0todo, que pronto fue denominado histórico$crítico, ponía una pantalla, la
comunidad primitia, entre los acontecimientos eang0licos ) nosotros. Este punto
se repite en todos los cr"ticos de la Kiblia, a los que olemos a encontrar en el seno
del neomodernismo con la e50gesis espiritual del padre De 6ubac, que hace su)a la
crítica de Kultmann.
Kultmann funda, hacia !", la )ormgeschichte @la historia de la formación de
los Eangelios@. Pretende que cada Eangelio constitu)e un mosaico de diersos
fragmentos a los que se debe clasificar en sus correspondientes g0neros literarios .
2e los reconoce al colocarlos de nueo en su !itz im Leben @su medio de ida@.
Kultmann distingue, por ejemplo, los discursos de 8es3s (logia&, los relatos de
milagros (cuentos&, las ancdotas (le)endas&, los paradigmas (modelos&, los
episodios de la vida de 6es?s (tambi0n legendarios&, los mitos, los relatos de la
+asión. El escalpelo de la )ormgeschichte diide el Eangelio en miles de pedaos4
tal o cual curación de 9risto es un ;relato de milagro=, conforme al g0nero
elaborado allí por la comunidad primitia, ) por lo tanto no aut0ntico< tal o cual
palabra de 8es3s es una ;sentencia enmarcada=, a la que se debe aislar de sus
comentarios interpolados. De esa manera Kultmann llega a la conclusión de que lo
esencial de los Eangelios debe atribuirse al genio creador de la comunidad
primitia. 9onfiesa que no puede saber pr*cticamente nada de la ida )
personalidad de 8es3s, porque las fuentes cristianas que poseemos, demasiado
fragmentarias ) repletas de le)endas, no demostraron ning3n inter0s por este
aspecto, ) porque no e5iste ninguna otra fuente acerca de 8es3s. 7odo lo que se ha
escrito sobre la ida de 8es3s desde hace H" años pertenece a la noela #. 2in
embargo, Dibelius, que le hace competencia, ordena los g0neros de otra forma, lo
que daña seriamente la credibilidad de esa crítica ;científica=.
 ese recorte artificial de los te5tos sagrados se añaden, no obstante, muchos
otros prejuicios4 la espera inminente del fin del mundo impidió a los
contempor*neos de 9risto creó
la colectiidad primitia escribir
el una obra histórica
Eangelio en su para las generaciones
totalidad< los autores futuras<
de los
Eangelios sinópticos fueron compiladores ) no escritores< su trabajo de compilación

+ascendi, DK "".

;6a empresa se parece a la que, gracias a la radiografía, permite descubrir detr*s de una obra maestra, )a
sea un -an E)cO o un :embrandt, los estados sucesios del cuadro4 primero la p*tina, luego las reparaciones o
añadidos de pintores posteriores, ) por fin el lieno original e incluso los bosquejos sucesios del cuadro, hasta
llegar al diseño primitio= (X. 60on$Dufour en Le 9ouveau %estament , Descl0e, !GJ, t. , p. LL, en la reista Le
!el de la terre, n3mero ", p. H&.
#
Kultmann, L-histoire de la tradition synopti&ue, !.
J% CIEN AÑOS DE MODERNISMO
se lleó a cabo despu0s del año G", lo cual deja un margen de cuarenta años para
que aparecan las famosas formas míticas ) legendarias. Es mu) eidente que,
detr*s de todas esas hipótesis artificiales, se )ergue el gran espantap*jaros
racionalista. l igual que Kultmann, el hombre moderno no puede aceptar la fe en
los *ngeles ) en los demonios, en los milagros ) en el 8uicio uniersal . /u0 motia
a Kultmann a crear de cabo a rabo esa larga cadena de hipótesis gratuitas1 Es el
hecho de negar los datos históricos tal ) como nos los ofrece la tradición m*s
antigua. Podemos preguntarnos si, de golpe, nuestros científicos no se entregan con
e5cesia facilidad al fideísmo ciego del que siempre acusan a sus adersarios
católicos.
Es interesante subra)ar que la e50gesis moderna es fruto de una filosofía, de la
filosofía moderna, ) m*s concretamente del e5istencialismo. 6a e50gesis de
Kultmann le debe mucho a su maestro Ieidegger. 2eg3n el filósofo, el ser nos
pertenece, de manera que el 3nico ser posible es, en definitia, el hombre, su ida,
su indiidualidad, su historia. En el esquema e5istencialista, 8es3s no es el 3nico
2alador
diinidad del g0nero humano4
inmanente. cada hombre
En consonancia con seelsala cuando
enfoque toma conciencia
e5istencialista, de su
Kultmann
localia a Dios @o mejor, a la fe@ en el fuero interno del cre)ente, como
2chleiermacher con su religión del coraón. Elimina por principio el hecho de que
8es3s sea el autor de la salación. De hecho, incluso sin haber estudiado el
cristianismo primitio, con la seguridad de un conocedor e5perto, suprime de un
plumao toda la historia de la salación. Es el regreso de Mant ) de Iegel, que
habían hecho a Dios a su imagen ) semejana. Iemos uelto al punto de partida de
la cr"tica. En definitia, la historia de las formas de Kultmann no aporta nada
demasiado nueo4 es la codificación científica de la e50gesis Oantiano$hegeliana del
;2uperhombre= interpretada seg3n 2trauss.
De m*s est* decir que De 6ubac no ser* tan radical como Kultmann en sus
conclusiones. 2igue la filosofía e5istencialista en su ersión edulcorada, el
personalismo de ?ounier en rancia. Por otro lado, durante el período de
entreguerras, se reprocha al m0todo puramente crítico de Kultmann su car*cter
demasiado arqueológico ) desactualiado, su lectura demasiado analítica que oculta
la isión de conjunto, su actitud crítica que ela el lado espiritual de la Kiblia. Por
ese motio, De 6ubac emprende una interpretación, no )a del pasado sino del
futuro, no )a *rida ) crítica sino enriquecedora ) espiritual. /uiere decir eso que
habría renunciado a los logros de la crítica protestante1 En absoluto, pues el m0todo
histórico$crítico de moda en ouri^re forma parte integrante de toda ;e50gesis
científica=. El grito de libertad no resonó en ano. 6os quince siglos de lectura
cristiana (en lo sucesio considerada como redundante ) superflua, si no falsa& )a

pasaron . Por m*s

3ltimos aatares que los Papas
modernistas queescriban encíclica
niegan la trasbíblica,
inerrancia encíclica
nopara
pasacondenar los
nada. 6eón
X''' ) san Pío X se habían alado contra la e50gesis de 6ois), Kenedicto X- ) Pío X''
denuncian los falsos g0neros literarios ) la falsa e50gesis espiritual. 2in embargo,
nuestro jesuita ) su círculo de estudios est*n lejos de repudiar el m0todo crítico de
los protestantes. + es que forma parte integrante de su nuea e50gesis4

?c9arth), %he !cience of 2istorical %heology, pp. "G$%".
Sibert, +etite histoire de l-e3g7se bibli&ue, introducción.

DE LUBAC JH
«#s', tenemos al mismo tiempo al sabio para a%udarnos a leer la /scritura históricamente, % a los hombres
espirituales Ique deber'an ser hombres de &glesiaJ para a%udarnos a alcanar una comprensión espiritual más
profunda. @i el primero nos libera de nuestra ignorancia, los segundos tienen el don de discernimiento que nos
preserva de las interpretaciones peligrosas para la fe+ 2.
2u colaborador alem*n, Rrs on Kalthasar, lo entendió tambi0n así, puesto que
habla de una
«refle1ión radical llevada a cabo sobre el sentido de la @agrada /scritura, una refle1ión que va más allá de todas
las soluciones de compromiso del pasado. /sta refle1ión %a se está haciendo, % de manera mu% viva, en Vrancia,
donde la conducen algunos -óvenes pensadores, entre ellos 9enri de Lubac. $onsiste en navegar entre la /scila
de la cr'tica b'blica radical % la $aribdis de un simple tradicionalismo teológico+ 7.
2obre esta base negatia del m0todo histórico$crítico, De 6ubac introducir* su
doctrina de los cuatro sentidos escriturarios, que desemboca en un camino original,
la e50gesis espiritual.
'% La e7;gesis espiritual seg@n De Lu0ac

Entre !H" ) !JJ, De 6ubac compiló su obra monumental en cuatro
ol3menes, E3gesis medieval, ) buscó en los Padres ) en los teólogos medieales
los diferentes sentidos de la Escritura #. De esta manera estableció las bases de la
nuea e50gesis espiritual. -eamos cómo nuestro maestro define su obra ) su nueo
camino4
«o admiraba la maravillosa s'ntesis de toda la fe, de todo el pensamiento % de toda la espiritualidad cristiana
contenida en la doctrina llamada de los 3cuatro sentidos4, captada en su misma fuente. /staba feli de traba-ar
para hacer -usticia con ello a uno de los elementos centrales de la Tradición católica, tan burdamente
desconocido en los tiempos modernos, % con todo portador a;n de promesas de renovación0 De manera más
general, me encantaba volver a encontrar as' por todos lados el simbolismo histórico, o la historia simbólica,
que %a caracterian a nuestros /vangelios % de los cuales puede decirse que son uno de los caracteres
consubstanciales de nuestra fe+ H.
Ese programa no es tan inocente como parece. De 6ubac habla, en efecto, de
los Padres de la 'glesia, de simbolismo ) de 7radición4 todos ellos t0rminos
perfectamente ortodo5os, pero que 0l se ingenia en desnaturaliar en el sentido
modernista de 6ois) ) de Kultmann. :especto del trabajo fundado sobre los Padres,
De 6ubac lleó a cabo con su amigo Dani0lou la colección !ources chrtiennes, que
seriría de arsenal para la nuea e50gesis. 6a colección pretendía demostrar que
entre los Padres se puede encontrar cierto n3mero de categorías, que corresponden
a las del pensamiento contempor*neo, ) que la teología escol*stica había perdido H.
De 6ubac uele, en efecto, a las tradiciones patrísticas, pero seleccion*ndolas de
manera tendenciosa. Crígenes, con su teología dudosa, a a la cabea. hora bien,
de todos los Padres, es el que m*s lejos lleó las interpretaciones alegóricas m*s
fantasiosas. Es tambi0n el que propuso algunas teorías aenturadas que los
modernistas iban a conertir en dogmas4 el hombre no cometió el pecado original,

E3gesis medieval, ol. ', p. JG (ed. inglesa, Eerdmans Publ.&.
En la reista Le !el de la terre, n3mero ", p. #.

#
;6a obra nació un poco por casualidad. +o acababa de escribir un libro sobre Crígenes4 2istoire et Esprit  ?e
quedaron muchos te5tos sin utiliar. l cabo de cierto tiempo, me encontr0 con dos ol3menes luego un tercero,
despu0s un cuarto, todo en un orden bastante ago, sin un plan traado de antemano, ) con enormes baches= (De
6ubac, Entretien autour de >atican II, p. LL, en la reista Le !el de la terre, n3mero , p. #G&.
%
De 6ubac, *moires sur l-occasion de mes crits, pp. L#$L%, en la reista Le !el de la terre, n3mero , p. #G.
H
Dani0lou, 8tudes, abril de !%J, p. ", en 6abourdette, p. H.
JJ CIEN AÑOS DE MODERNISMO
es un *ngel caído< el infierno no es eterno para nadie, ni siquiera para 6ucifer< todos
los hombres se salar*n finalmente. Es Crígenes, adem*s, el que proporciona gran
cantidad de te5tos confusos, en los que el simbolismo ) el significado prealecen
sobre la e5plicación, mientras que los dem*s autores medieales, como santo
7om*s, apenas se prestan a semejantes interpretaciones. 2e comprende por qu0
Crígenes ocupa el lugar de honor en !ources chrtiennes, que le dedican #G
ol3menes, mientras que el Doctor en e50gesis, san 8erónimo, sólo tiene derecho a
% ol3menes. />o ser* la patrística un simple prete5to para enterrar la escol*stica )
el ?agisterio tradicional, con el fin de correr libremente tras las tendencias del
pensamiento moderno ) subir a bordo de todos los barcos que pasan, con los m*s
diersos pabellones1 .
Kajo la apariencia de esta tradición patrística, nuestro autor, cuando interpreta a
su antojo el ;sentido espiritual= de los Padres, prepara en realidad la llegada de
todo el simbolismo modernista. 6os teólogos, despu0s de santo 7om*s, e5plicaron
que, aunque el hombre puede referir las palabras a las cosas, sólo Dios puede
referir
la raónlaspor
cosas presentes
la que a lasEscritura,
la 2agrada futuras, pues
que sólo
es elFl3nico
tiene libro
poderque
sobre ellas.
tiene Estapor
a Dios es
autor, puede tener una doble interpretación. /u0 contiene esa doble
interpretación1 9omprende, en primer lugar, la cosa designada por las palabras,
como en toda lengua humana. Pero, adem*s, esa misma cosa significa o presagia
una cosa futura. De todas formas, las palabras, tanto en la Kiblia como en cualquier
otra parte, no describen m*s que una sola realidad, aun cuando esta realidad figure
otra realidad futura . En otros t0rminos, la misma palabra no designa m*s que una
cosa, ) sólo una, ) no puede haber ambigNedad en la Kiblia porque Dios detesta el
doble sentido. De 6ubac pretende, en cambio, que los Padres de la 'glesia habrían
creído que las mismas palabras bíblicas pueden e5presar dos sentidos ) dos
realidades distintas, una humana ) otra espiritual. A6a diferencia es enormeB Esa
tesis heterodo5a afirma que las palabras bíblicas pueden tener un doble sentido,
m3ltiples sentidos, ) /por qu0 no1, contrasentidos. 2emejante teoría le a como un
guante a la tesis de la 7radición ia ) de las interpretaciones espirituales, tanto
m*s fructíferas cuanto m*s cargado est* el te5to de los sentidos m*s ariados #.
Porque, una e m*s, De 6ubac utilia su estocada secreta. 7iene un concepto
mu) personal de la 7radición, ) el hecho de que hable de ella en cuestiones
escriturarias no presagia nada bueno. Esa 7radición ia es la interpretación
ariable que se enriquece progresiamente, porque el te5to remite al autor, pero
tambi0n, ) sobre todo, al lector. dem*s, ese te5to sigue su curso seg3n el capricho
de los lectores ) de las relecturas. El te5to interpela a sus lectores ) los hace
reaccionar. 2e produce un dinamismo creador en el lector, que comprende el te5to
cuando empiea a comprenderse ante el te5to. De esa manera, lo que el te5to
Ko)er, en 9ourrier '', p. H!.



sí, el cordero pascual prescrito por ?ois0s significa el sacrificio de 9risto. De hecho, las palabras ;cordero
pascual= sólo tienen un sentido literal que apunta a una cosa, ) a una sola, la inmolación del animal por los hebreos.
6uego, en un segundo momento, sobre el hecho del cordero inmolado se empalma el sentido espiritual, el sacrificio
de 9risto. De esta manera, el sacrificio de 9risto se refiere directamente al hecho histórico, ) no al te5to bíblico.
#
sí, De 6ubac alaba el trabajo de -an Esbr]cO, 2ermneuti&ue, structuralisme et e3g7se4 ;Rn joen
holand0s de eleada ciencia ) ia inteligencia ha publicado intr0pidamente un librito mu) sugestio para e5plicar
que mis medieales, tal como los he presentado, podían reconciliar los dos pensamientos contrarios de :ic]ur ) de
60i$2trauss= (en Entretien autour de >atican II, p. !", citado por Le !el de la terre, n3mero , pp. #!$%"&.
DE LUBAC JG
significa )a no coincide con lo que el autor quiso decir . Esa creatiidad de la

7radición ia es la filiación rom*ntica de 2chleiermacher, para quien interpretar es
comprender a un autor tanto o incluso mejor de lo que 0l se comprendía a sí mismo.
Esta 7radición escrituraria ia hace tabla rasa de la :eelación )a cerrada ) de las
enseñanas inmutables4 todo se deja al libre e5amen de las lecturas
;enriquecedoras en el espíritu=. Pero /es 0ste el Espíritu de Dios o el de 6utero1 De
nueo, no podemos dejar de notar en De 6ubac esa faceta clandestina que recupera
por su cuenta los conceptos m*s anodinos. sí, sin parecerlo, este maestro de los
obispos ) Papas modernos ha recuperado las grandes tesis escriturarias de los
modernistas m*s famosos, 2trauss ) 2chleiermacher, 6ois) ) Kultmann.
U
U U
La e3gesis espiritual o carism*tica, al igual que su inspiradora la e50gesis
seg3n la filosofía e5istencialista, a pesar de las apariencias de tinte espiritual que
ofrece al lector,
ignorantista, no sale
porque de losllegar
permite atolladeros
al mito,propios de la filosofía
pero nunca desnaturaliada.
al acontecimiento Es
histórico.
Es egologista, porque la lectura sólo ale en la medida en que procede del sujeto )
no del te5to. Es, por 3ltimo, radicalmente reolucionista, en el sentido de que
cambia hasta el infinito de lectores ) de lecturas sucesias, que muestran que, en
efecto, la Escritura constitu)e un tesoro inagotable. Despu0s de la tesis de la
antigua e50gesis estancada en su dogmatismo, apareció la antitesis del m0todo
histórico$crítico. Io) en día, con el ocaso de esas dos tesis que se consideraban
recíprocamente como erróneas, ha llegado la síntesis por medio de la nuea
e50gesis espiritual que capta por fin el sentido. Es el 9e@ Age de la e50gesis
impulsado por el grupo neomodernista lubaciano. Esto es, sin embargo, lo que la
:oma conciliar a a proponernos como modelo de lectura bíblica, como eremos
m*s adelante .

:ic]ur, Du te3te C l-action, p. J, 0ase Le !el de la terre, n3mero , pp. %$G. unque De 6ubac no
e5presa e5plícitamente estas ideas, las repiten luego todos sus amigos ) discípulos (-on Kalthasar, 'gnace de la
Potterie ) 8uan Pablo '', entre otros&, que no tienen el menor escr3pulo en utiliar la filosofía hermen0utica de
:ic]ur.

-0ase el capítulo #.
9PQ7R6C X-'''
/l 2(ira,e antropológico3 de *aner
9omo en 0pocas anteriores, emos al coro de los neomodernistas agruparse

alrededor del director de orquesta de la sinfonía del momento. El filósofo Mant había
sido la mente generadora de todo el modernismo protestante. El crítico biblista
6ois) merecía el grado de cabecilla del modernismo en terreno católico. l teólogo
Marl :ahner (!"%$!L%& se le otorga ho) el título de príncipe de la nuea teología, )
con raón. Ese jesuita alem*n, futuro profesor de Ians MNng ) de 8oseph :atinger,
bebió de las m*s puras fuentes del e5istencialismo, pues las recibió en riburgo de
Krisgoia del mismo Ieidegger, filósofo a quien se enorgullece en presentar como
su 3nico maestro. 2u tesis de doctorado, publicada en !#!, intenta precisamente
hacer el paralelo entre Ieidegger ) santo 7om*s.
De ahí pasa a la teología. :ahner se cree en el deber de incorporar lo mejor del
e5istencialismo alem*n en sus clases de dogma en las uniersidades de 'nnsbrucO,
2alburgo, Pullach, ?unich ) ?Nnster. Por m*s que Ieidegger hubiera calificado de
contradictorio
caso e intenta semejante
realiar la pro)ecto
amalgama deimposible,
teolog"a e3istencialista,
con la a)uda de :ahner no le Ctto,
sus amigos hace
Ieiler ) -an der 6eeuT. ?ientras tanto, asimila tambi0n las enseñanas de los
padres Dani0lou ) De 6ubac sobre las cuestiones bíblicas ) los Padres de la 'glesia.
 pesar de sus escaramuas con el 2anto Cficio a causa de sus escritos, el cardenal
MZnig lo elige como teólogo en el 9oncilio . En !JH funda la reista de anguardia
.oncilium, ) de !J! a !G% lo nombran miembro de la 9omisión 'nternacional de
7eología en :oma. ?uere en 'nnsbrucO en !L% rodeado de las alabanas de todos
sus amigos, entre otros el Papa 8uan Pablo ''. Es que :ahner, erdadera fiera para el
trabajo, superó a sus maestros ) produjo la síntesis m*s completa (casi cuatro mil
títulos& ) m*s estructurada de la nuea teología. migos ) enemigos concuerdan al
menos en ese punto.  pesar de la disparidad de las fuentes, es un sistema notable
por
puessuel coherencia. altareunir
autor pretende sabersistemas
de dóndetanproiene e5actamente
diferentes esasanto
como los de coherencia,
7om*s,
Mant, Iegel, Ieidegger ) ?ar0chal. 6a respuesta a esta pregunta nos dar* la raón
que conierte a la síntesis rahneriana en la 3ltima palabra del modernismo. ?*s que
el título del ma)or teólogo del siglo XX ) de novus prceptor Germani, habría que
otorgarle el de iniciador de los nueos tiempos en la 'glesia .

El capítulo  mostrar* su acción preponderante en el 9oncilio.
RAHNER J!
>uestro estudio abarcar* en primer lugar una e5posición de :ahner en su

filosofía, en su ;iraje antropológico= ) en sus consecuencias, para pasar luego a la
crítica del sistema, al que calificaremos de punto final del modernismo. Puesto que
consideramos a :ahner como el apogeo del modernismo antecedente ) como la
principal clae de lectura para comprender al -aticano '' ) a 8uan Pablo '', el lector
nos perdonar* la densidad de estas p*ginas que nos parecen cruciales.
$% Las #uentes de la #iloso#ía raneriana

ntes de internarnos en los meandros del pensamiento del teólogo, ha) que
bosquejar su horionte filosófico, que sire de punto de apo)o ) de sost0n a todo su
edificio dogm*tico. :ahner no ha ocultado sus fuentes, que son Mant ) Ieidegger,
pero tambi0n Iegel, aunque esta 3ltima contribución sea m*s discreta. :ahner
depende, adem*s, de su colega de K0lgica, el padre ?ar0chal, en su tentatia de
crear el puente entre Mant ) santo 7om*s, es decir, de comenar en el
inmanentismo para terminar en el realismo. Esto lo e5plica :ahner en su tesis de

doctorado en 'nnsbrucO,
pero publicada El esp"ritu
poco despu0s  en el
. En ese mundo
primer , tesis
trabajo rechaada
aparece )a lapor su mentor,
inspiración de
los tres autores alemanes.
2anto 7om*s, en materia de conocimiento, afirma que la cosa conocida es
recibida seg3n el modo del que conoce. 9on este principio justifica :ahner el uso
que hace del filósofo de MZnigsberg. De Mant, :ahner retiene el m0todo
trascendental seg3n el cual el conocimiento tiene dos fuentes, la cosa ) el
pensamiento. 2i la materia es suministrada por la cosa, la forma, en cambio, es fruto
del sujeto que conoce. Desde entonces, las cosas est*n reguladas por el
pensamiento, ) no el pensamiento por las cosas. Desde entonces, el pensamiento
da la estructura esencial al conocimiento, ) no se puede conocer el hecho ) el ser
de las cosas,
principio sino sólo la )
del ignorantismo apariencia ) el fenómeno.
del egologismo. Es lalosafirmación
Para unificar del doble
diersos nieles de
conocimiento, sensación, inteligencia ) raón, Mant a al fondo com3n que le hace
oler al cogito cartesiano @ich den5e Sberhaupt ()o pienso en general&@, pero un
cogito acío de todo objeto.
2in embargo, el sistema Oantiano no es plenamente satisfactorio, pues de hecho
se queda a medio camino en la pendiente egologista. /9ómo puede Mant hablar de
un objeto de conciencia que no sea la conciencia misma1 /9ómo puede preserar la
erdad cuando la materia ) la forma del conocimiento no est*n unidas1 Es lo que
Iegel objeta a Mant, ) con raón, porque en la din*mica natural del cogito, todo se
despliega a partir del )o consciente. El objeto se conierte en el sujeto ) la cosa se
presenta a sí misma para producir el conocimiento. Ese proceso refle5io de
presentación ) de reelación de la conciencia es la erdad. sí queda establecido el
principio de la conciencia, el círculo egologista4 el pensamiento surge de la

El presente capítulo utilia como fuentes las mismas obras de :ahner ) los comentarios de sus obras, entre
otras4 abro, La avventura progresista ) La svolta antropologica de :$ Rahner < cardenal 2iri, Gethsmani< 2padafora,
La %radizione contro il .oncilio< ?einielle, De la ./bala al progresismo< 9ourrier '< reista La %radizione cattolica,
n3mero %". El libro de referencia es sobre todo el de erraro, El naufragio del progresismo.

Geist in 4elt .

2u profesor, IonecOer, rechaó su tesis, porque le reprochó haber ;falsificado la enseñana del santo doctor
atribu)0ndole puntos de ista que le eran ajenos= (en -orgrimler, :arl Rahner verstehen, p. GL, en 9ourrier ', p.
#GH&.
G" CIEN AÑOS DE MODERNISMO
conciencia para encontrarse con un objeto que, en definitia, no es m*s que la

e5terioriación de la misma conciencia. El círculo se cierra perfectamente con la
e5altación de la oluntad libre a e5pensas de la inteligencia ) del ser, seg3n el
principio del cogito'volo @quiero, pienso, e5iste@.  este principio egologista se une
el principio de pro)ección, que reduce el ser a una emanación ) presentación de la
conciencia. Para Iegel, es el !ein'!chein @ser es parecer@. Para Ieidegger, el ser
se reduce a una presentación en el teatro de la conciencia, ) el hombre se define
entonces como el lugar ) la reelación del ser, es decir, el teatro de la reelación del
ser. Por lo tanto, :ahner se inclina m*s del lado de Ieidegger que del lado de Mant.
Ieidegger, sin embargo, rechaa absolutamente todo recurso al m*s all*. En el
mundo heideggeriano de los hechos de conciencia presentados en el teatro de la
conciencia ) de la Iistoria, no ha) lugar para el bsoluto diino que domina el
horionte espacio$temporal del hombre. hora bien, :ahner quiere establecer una
filosofía abierta a Dios que sira de soporte a la teología. 7iene que desiarse del
e5istencialismo heideggeriano para seguir otro camino, el de Iegel. sí, si el
hombre
igualmente es el lugar del
el lugar del bsoluto
ser ) el teatro deo la
(Iegel&, reelación
sea, (Ieidegger&,
de Dios (:ahner&. el admite
Iegel hombreuna
es
doble dial0ctica. 6a primera nos es familiar4 es la dial0ctica din*mica. Describe un
als en tres tiempos, en que los e5tremos se confrontan ) se unen finalmente,
seg3n el trinomio ser$nada$cambio< ) desemboca en uno de los polos de la segunda
dial0ctica, esta e est*tica. 6a dial0ctica est*tica ) metafísica, la que m*s nos
interesa aquí, engloba dos polos correlatios ) complementarios4 Dios$mundo,
'nfinito$finito, 2er$aparecer. 6a fase final de la eolución dial0ctica din*mica culmina
en lo 'nfinito, que toma conciencia de sí mismo. Para esto, tiene que medirse con lo
finito. De ese modo, la toma de conciencia de lo infinito e5plica la aparición de lo
finito como mediador que reela lo infinito a sí mismo. Porque, así como el sonido
necesita una caja de resonancia para poder oír su propio eco, ) así como la energía
magn0tica del ra)o necesita del polo neutro de la tierra para que apareca el
rel*mpago, así tambi0n el bsoluto necesita un espejo donde reflejarse ) conocerse.
De ahí saca Iegel su definición de lo finito. 6o finito es lo infinito alienado que se
conierte en algo distinto de sí mismo ), de ese modo, puede reelarse ) asimilar la
riquea de su propia sustancia infinita. 6o finito es el pensamiento ) la actiidad del
hombre como espíritu que permite e5istir al Dios absoluto.
>o es in3til preguntarse de dónde pudo Iegel sacar esa dial0ctica que pretende
salar el abismo entre la criatura ) su utor. Fl mismo e5plica que esa energía de la
refle5ión infinita le fue sugerida por la :eelación cristiana de la encarnación de
Dios como reconciliación de lo finito con lo infinito. 2eg3n la fe cristiana, la
2antísima 7rinidad (Dios introertido& produce la obra de la encarnación (lo finito o
infinito alienado&,
e5traertido&. ) puede
Iegel hace suasí propia
manifestarse ) comunicar
transposición su propio
filosófica -erbo de
del misterio (Dios
la
encarnación4 el 2er en sí necesita del ser fuera de sí para conertirse en el 2er por
sí. 6o :eal puro necesita de lo real finito para tomar conciencia de sí mismo. Pero,
en la isión hegeliana, ese otro polo, ese mundo finito, /es realmente distinto del
Dios infinito1 >o es nada cierto. unque los contrarios sigan siendo distintos, son
inseparables, pues lo finito emana necesariamente de lo infinito a quien reela a sí
mismo. Esto solo bastaría para lanar la sospecha de panteísmo sobre esta
dial0ctica. Pero ha) algo m*s grae, )a que, seg3n Iegel, los dos polos no son m*s
RAHNER G
que etapas preparatorias de la unión final de los contrarios que los supera a ambos.
Dicho claramente, la conciencia, el concepto, la imagen ) el eco que el bsoluto
adquiere de sí mismo alen m*s que el bsoluto ) lo finito tomados por separado.
Por esta raón todos los historiadores de la filosofía han definido la dial0ctica
hegeliana como el panteísmo m*s radical ) lógico que el espíritu humano ha)a
podido concebir jam*s.
:ahner har* una sutil amalgama de filósofos modernos, pero bas*ndose al
mismo tiempo en santo 7om*s. 9omiena con Ieidegger. 2anto 7om*s e5plica el
círculo del conocimiento como el doble moimiento que a del objeto concreto a la
esencia abstracta para oler a recaer en lo concreto sensible @abstracción'
conversión'regreso@. :ahner se apo)a en el círculo del conocimiento realista para
terminar en el círculo inmanentista4 &uiero, pienso, e3iste. En primer lugar, la
sensación ) la inteligencia tienen una identidad dial0ctica, pues
«la sensibilidad brota a partir del esp'ritu finito como su pro%ección, % forma parte del mismo movimiento
global de pensamiento+ I)Z 7MR, 77J 2.
dem*s, :ahner practica la reducción fenomenológica4 ser ) ser conocido son lo
mismo.
«La facultad de conocer, la cosa conocida % el conocimiento son una misma cosa+ I)Z MRJ 7. «/l ser en su en
s$ es ser conocido+ I)Z 8X8MJ. «Lo conocido es siempre el ser del cognoscente+ I)Z M7J. «/l conocer es la
sub-etividad del ser mismo+ I)Z MRJ 8.
De esa manera, mientras que los filósofos anteriores afrontaban el problema del
puente para franquear el abismo que separa al espíritu de la realidad, el problema
es aquí totalmente distinto4 es el de poder distinguir al sujeto cognoscente del
objeto conocido. >uestro jesuita a m*s lejos. 9ierra el círculo con el oluntarismo
absoluto del cogito'volo %.
«@i el esp'ritucomo
perfectamente se define como
libertad la plena I9Z
% voluntad+ posesión
27,de s' % de su
27QX27WJ poder
. «/l creador
hombre sobre pues,
se define, s' mismo,
como se define%
libertad
como imitación del poder creador del amor de Dios, que en el fondo es un amor de El mismo, que emana ser+
I9Z 282J.
Despu0s de haber hecho su)o el círculo egologista de los e5istencialistas,
:ahner sigue el sistema hegeliano, que es el 3nico que permite la ascensión hasta
el bsoluto, ) ese bsoluto est* en lo m*s íntimo del hombre. 6o que rompe los
barrotes de la prisión egologista es que, si lo real finito e5iste, debe e5istir tambi0n,
por negación, lo infinito absoluto que se le ;presupone= @>orgriff @. Porque
«el hombre es una capacidad % un espacio infinito -amás realiado. @e presenta como una pregunta. #hora bien,
toda pregunta e1ige una respuesta proporcionada, % la respuesta que corresponde a una pregunta infinita sólo
puede ser Dios.  esta pregunta, esta anticipación infinita debe ser real, puesto que no se la puede concebir
como puramente posible+ I$V 2QJ. «@i el hombre es realmente su-eto Icomo su-eto de la trascendencia, de la
responsabilidad % de la libertad0J, con esto se dice, en el fondo, que el hombre es el ser referido a Dios+ I$V
J. «"o puede haber un conocimiento puramente natural de Dios+ I$V MWJ. «/l hombre es, en cierto modo,

Geist in 4elt , 6eipig, !#!, ed. esp. con las p*ginas correspondientes, en erraro, pp. #LL ) sigs.

;Idem est intellectus et intellectum et intelligere= (en erraro, p. #!L&.
#
En erraro, p. #!#.
%
sí es como :ahner recupera el adagio tomista4 ;Ens, verum et bonum convertuntur = @el ser, la erdad ) el
bien se identifican@. Fste es tambi0n el lenguaje de Ieidegger4 la esencia de la erdad es la libertad.
H
2Tres des 4ortes, ed. española4 (yente de la palabra, Karcelona, !JG, con las p*ginas correspondientes, en
erraro, pp. #!!$%"G.
G CIEN AÑOS DE MODERNISMO
todas las cosas seg;n conoca el @er absoluto+ I)Z 2QRJ. «Todo conocimiento humano de un ob-eto que le sea
e1terior es una forma de autoconciencia, de su sub-etividad: los dos conocimientos no sólo están sincroniados
e1teriormente, sino que son elementos que integran el mismo conocimiento humano. /sto vale también para el
conocimiento que el hombre tiene de Dios+ I)Z 2MJ 2.
sí, despu0s de haber pasado reista a las bases filosóficas que :ahner emplea,
resulta claro que depende sobre todo de Iegel. 2in esta clae de lectura, el sistema
rahneriano en su conjunto da la impresión de un laberinto incomprensible, de una
doctrina sin pies ni cabea. Pero, al mirarlo seg3n la estructura hegeliana, todo se
ordena como por milagro. 2e comprende entonces la teología antropoc0ntrica
rahneriana que sigue a Iegel con una lógica implacable. 7odo se uele mu) claro e
incluso mu) sencillo. :ahner es la teología católica puesta en clae hegeliana, con la
ariante biológica teilhardiana en lo referente a la eolución cósmica ) la ariante
historicista heideggeriana en lo relatio a la teología.
&% /l 2(ira,e antropológico3

En el período de entreguerras el mundo e5perimenta la p0rdida del sentido de
Dios. :ahner se siente atormentado por la sed de salar a los hombres de su tiempo
) a todo el g0nero humano. Por raones apostólicas, quiere establecer una teología
que re3na íntimamente a Dios ) a la criatura siguiendo a los filósofos modernos.
Desea presentar un cristianismo global integrando al mundo ) a Dios en su unierso
teológico. De ahí resulta un asto moimiento, una cadena de eslabones
fuertemente trabados, que a de la 7rinidad a 9risto, ) de 9risto al hombre ) al
mundo, para oler finalmente a Dios. Esta cadena hace del hombre el centro de la
teología, ) por esa raón :ahner la bautia como ;iraje antropológico=. Este
moimiento comprende tres fases principales4 la fase trinitaria, la cristología
descendente ) la cristología ascendente.
:ahner
antes comiena
que por sudeestudio
la unidad de Dios
Dios. /Por qu01por la 7rinidad
Porque, dee5istencialismo,
seg3n el las Personas diinas
ser es
aparecer ) reelarse, de manera que no se puede pensar en Dios sin su aparición en
la Iistoria. :ahner est* influenciado por los estudios del protestante Marl Karth. 6a
7rinidad es el misterio de la salación, el misterio de la comunicación del mismo
Dios a los hombres< esta autocomunicación diina es la :eelación diina, ) la
:eelación sólo es perfecta cuando el :eelador se identifica con el dato reelado<
en ese conte5to, la Persona del Iijo es la persona reeladora en la Iistoria, )
semejante :eelación e5ige la encarnación del -erbo . Proisto de esta
herramienta, :ahner puede asentar el a5ioma fundamental de toda su teología4
«La %rinidad económica IDios para nosotros en la 9istoriaJ es la %rinidad inmanente IDios en s' eternamenteJ
% a la inversa+ IDT 7MQJ 8.
En el espíritu de nuestro autor, Dios sólo es 7rinidad cuando se comunica a lo
creado, por medio de las misiones del -erbo ) del Espíritu 2anto. De esta manera,
«las procesiones eternas en el seno de la Trinidad son idénticas a las misiones de las dos ersonas divinas en la
tierra+ IDT 82J. «Las ersonas divinas no son distintas de su modo de comunicación+ IDT 7QJ,

:ahner, .urso fundamental sobre la fe, ?adrid, !G!, en erraro, pp. %$%L.

Marl Karth, Dogmati&ue, ', Sinebra, !H%, en erraro, p. !.
#
El Dios %rino, en *ysterium salutis, ol. '', capítulo -, ?adrid, !GG, en erraro, pp. !J ) ss.
RAHNER G#
) no parecen haber tenido una e5istencia anterior. El Iijo es el Padre en calidad

de comunicado< es Dios e5traertido históricamente en el mundo. 6o mismo ale
para el Espíritu 2anto.
«La Trinidad
absolutas aparece
de Dios en lacomo
unión la cara vuelta
hipostática % ena la
Dios, si podemos
gracia que crece hablar
hacia laas', de las
gloria+ IDTdosWWJ.
autocomunicaciones
«La Trinidad es el
misterio cu%o carácter paradó-ico resuena %a en el misterio de la e1istencia del hombre+ IDT 7W7X7W8J.
En rigor, habría que concluir que Dios es 7rino por decisión libre, puesto que
e5iste en dependencia de los hombres.
Por lo que se refiere a la teología de 9risto, nuestro jesuita sigue con fidelidad la
dial0ctica hegeliana. Dios, para reelarse a sí mismo, debe pronunciar su -erbo, que
es Dios alienado, ) de ahí surge la dial0ctica Dios$-erbo encarnado$Dios reelado a
sí mismo. El mismo a5ioma que sería para la 7rinidad se aplica a la cristología
descendente. 2i la 7rinidad inmanente es la 7rinidad económica e histórica, en
buena lógica el >erbo eterno es el >erbo económico y viceversa. sí como la
7rinidad necesita comunicarse
debe manifestarse a sí mismo para constituirse
haci0ndose -erbo,como
debe7rinidad,
hacerseasí tambi0n,
hombre. Es si
lo Dios
que
e5plica :ahner en una serie de te5tos de marcada progresión4 la encarnación es
necesaria< es un cambio en Dios, una erdadera conersión, una alienación e incluso
una transubstanciación. 6a procesión del Iijo a partir del Padre se identifica con la
encarnación ) sugiere que el -erbo eterno no es anterior al -erbo encarnado.
«La 3procesión4 del 9i-o como autocomunicación de la realidad divina del adre es a la ve la
autocomunicación económica % libre dirigida a Fes;s como 3salvador absoluto4, % la autocomunicación
necesaria 3inmanente4 de la realidad divina0 /l 9i-o es ante todo la autocomunicación del adre al mundo, de
manera que Este se encuentra radicalmente ah', en este 9i-o+ IDT 8R7J 2.
:ahner interpreta en sentido riguroso las palabras del prólogo del Eangelio de
san 8uan4 ;El -erbo se hio carne=. /u0 es ese ;cambio= de Dios que se hace
hombre1 Ia) un erdadero cambio en Dios cuando el -erbo se encarna< es
sencillamente la conersión de Dios en hombre.
«#unque la humanidad del Logos 5el Berbo6 es la manera en que el Logos se manifiesta % vive entre nosotros,
no es algo e1tra<o que ha sido simplemente tomado por el Logos: esa humanidad del Logos es 3lo resultante4
de la e1terioriación de Dios+ IDT 7Q8J. «$uando Dios aparece al e1terior, es Logos % es hombre: ese hombre
5Fesucristo6 precisamente como hombre es la propia manifestación de Dios en su propia alienación, porque Dios
se manifiesta precisamente cuando se hace otro+ I$V 7J. «La encarnación es una aniquilación % a la ve una
conversión de Dios en hombre+ IDT 7QH: $V 7WJ. «La encarnación es a la ve una alienación % una génesis de
Dios mismo+ I$V 7HJ 7.
Es obio que, para :ahner, la diinidad se conierte en la humanidad como el
pan eucarístico se conierte en la carne de 8esucristo #.
sí queda establecida, sobre el fondo de la 7rinidad histórica, la cristología
descendente en la que el -erbo se hace carne. 2eg3n :ahner, no ha) solución de
continuidad entre los diersos eslabones de la cadena4 -erbo eterno$-erbo
encarnado$naturalea humana. 2obre la cristología descendente se injerta mu)
naturalmente la cristología ascendente, o sea, el misterio de la gracia ) de la
salación de los hombres. Rna e m*s, :ahner es fiel al esquema hegeliano.

En erraro, pp. %%$%H.

En erraro, pp. GL$L#.
#
:ahner, .oncilium, ed. alemana, p. , en erraro, p. L.
G% CIEN AÑOS DE MODERNISMO
Despu0s que lo infinito se ha derramado en lo finito identific*ndose con 0l, iene el

camino de regreso, en el que lo finito se funde con lo infinito supremo. El punto de
encuentro de esos dos moimientos es, en primer lugar, el cosmos, que est* en
dolores de parto para alcanar lo infinito. Por esa raón, :ahner coincide con
7eilhard ) parte de un mundo eolutio , que se conierte en hombre porque la
materia se conierte en espíritu, ) el espíritu, poco a poco, se conierte en Dios.
«/sta discontinuidad % diversidad esencial entre materia, vida, conciencia % esp'ritu, no e1clu%e en ning;n caso
la evolución, si es cierto que el cambio e1iste % es o puede ser, en sentido propio, una autotrascendencia activa,
% si la autotrascendencia es o puede ser también, por lo menos, una autotrascendencia entitativa+ 7. «La
creación gravita hacia su cl'ma1 que es la unión hipostática, que es del mismo orden que la relación entre Dios
% la criatura+ 8. «@i la historia del cosmos es, en el fondo, una historia del esp'ritu, entonces la inmediate con
Dios en la autocomunicación divina a la criatura espiritual, % en ella al cosmos en general, es el fin adecuado de
esa evolución+ I$V 78RJ. «/l @alvador0 recibe aquella comunicación gratuita de Dios mismo que afirmamos
en relación con todos los hombres % en el cosmos entero como el punto cumbre de la evolución, en la que el
mundo llega absolutamente a s' mismo % absolutamente a la inmediate con Dios+ I$V 78J H.
De la creación en general, :ahner pasa a la naturalea humana, punto de
encuentro obligado entre Dios ) la materia, porque el hombre es el ínculo de unión
de lo creado con lo increado, de la materia con el espíritu. Es la naturalea en que el
-erbo se ha aniquilado ) se ha engendrado, ) es la misma naturalea humana que
en los hombres est* abierta a lo diino. :ahner dice dos cosas4 que el hombre
comparte la esencia del -erbo< ) que se define como la capacidad de conertirse en
-erbo ) e5terioriación de Dios. nte todo, el -erbo se define perfectamente como
hombre.
«/l 3qué4 es igual en nosotros % en El, en el Logos que se e1presa a s' mismo. # ese 3qué4 le damos el nombre
de 3naturalea humana40 /l hecho de que El 5el Logos6 dice como realidad su%a e1actamente lo que nosotros
somos, constitu%e el contenido de nuestra esencia % de nuestra historia, redimida % abierta hacia la libertad de
Dios+ I$V 7J. «/l Logos encarnado ha sido llamado también la palabra abreviada de Dios. La abreviación, la
cifra deelDios
e1istir 9i-omismo es el hombre,
del hombre+ es decir,
I$V 7MJ. el 9i-o de Dios
«La encarnación es el %singular
los hombres, que a la de
caso supremo postre son porqueesencial
actualiación ten'a que
de
la realidad humana, el cual consiste en que el hombre es cuando se entrega al misterio absoluto que llamamos
Dios+ I$V 7WJ .
En segundo lugar, el hombre se define como posibilidad de Dios. Para :ahner, la
relación 9reador$criatura adopta la estructura de una pregunta$respuesta, porque
ambos se reclaman mutuamente. El hombre se presenta como la configuración, la
contraimagen, la simetría temporal de Dios, o como diríamos ho), su negatio
fotogr*fico. El hombre es el lugar de Dios, o mejor dicho, la ;e5$sistencia= de Dios.
Por eso
«la primigenia definición del hombre es! lo no ios que puede ser autoe1terioriación de Dios % posible
hermano de $risto+ IDT 8HWJ. «$uando Dios quiere ser no ios, surge el hombre+ I$V 7MJ .
:ahner termina por identificar lo natural con lo sobrenatural, la naturalea con la
gracia, cosa que prueba en tres tiempos4
. >o es posible concebir una naturalea pura<

En erraro, p. !.

:ahner, Escritos -, ?adrid, !J%, p. !"< .urso )undamental, p. H, en erraro, pp. %LJ$%LL.
#
+roblemas actuales de cristolog"a, p. "%, en Escritos, ol. ', ?adrid, !J.
%
En erraro, pp. %LJ$%LL.
H
En erraro, pp. !!$"J.
J
En erraro, p. "%.
RAHNER GH
. >o es posible un estado del hombre no histórico<

#. Rn estado histórico del hombre siempre implica la ordenación a la isión
beatífica ), como necesario medio consumatio, a la encarnación.
De esa
cuanto forma,
que es que lo sepan
formalmente losde
el inicio hombres o no, su naturalea
la autocomunicación diina )a
. es gracia, en
«/n lo que llamamos gracia % visión inmediata de Dios, Dios es realmente un principio interno constitutivo del
hombre+ I$V 28J, % «el hombre es este misterio sagrado como ser absoluto+ I$V HRJ. or eso «el hombre es el
esboo de Dios en cuanto desde la nada 5Dios6 lo implanta en su propia realidad, distinta de Dios, como la
gramática de una posible automanifestación de Dios+ I$V 7J 7.
6a tendencia a identificar las dos naturaleas, humana ) diina, conduce en
buena lógica a la identidad entre el orden natural ) el orden sobrenatural, a la
identidad entre teología ) antropología. >uestro autor lo e5plica en dos te5tos que
forman un sugerente resumen4
«@i Dios mismo es hombre % lo es por toda la eternidad: si por esto toda teolog'a es eternamente antropolog'a:
si está vedado
misterio al hombre
insuprimible, tenerseelen
entonces poco, es
hombre pues
porentonces tendr'a enelpoco
toda la eternidad a Dios:
misterio % si esedeDios
e1presado sigue
Dios, que siendo el
participa
8
por toda la eternidad del misterio de su fundamento+ I$V 2MJ .
Dado que la unión hipost*tica
«es la unidad de la auténtica esencia de Dios % del hombre en la propia manifestación personal de Dios en su
Logos 5Berbo6 eterno, en consecuencia la cristolog'a es principio % fin de la antropolog'a, % esa antropolog'a en
su realiación radical es teolog'a por toda la eternidad+ I$V 7QJ H.
sí pues, el moimiento de cristología ascendente est* en perfecta simetría con
el moimiento descendente. 6o infinito debe e5terioriarse ) alienarse arroj*ndose
en lo finito para desembocar en lo infinito consciente, seg3n el esquema de Iegel
reisado por 7eilhard. 6o mismo que en Iegel, no ha) solución de continuidad en la
eolución rahneriana
sobrenatural$deseo entredemateria$espíritu$capacidad
natural de la
la encarnación H. En resumen, asínaturalea
como Dios humana$
necesita
de la Iistoria para constituirse como 7rino, ) así como el -erbo no puede ser -erbo
si no es -erbo encarnado, así tambi0n Dios necesita del mundo para ser Dios. En la
aplicación de la dial0ctica hegeliana, ha) que reconocer que :ahner tiene una lógica
implacable.
'% Las aplicaciones del 2(ira,e antropológico3

Iasta aquí, :ahner ha e5plicado la relación entre Dios ) el mundo por la isión
hegeliana de los polos de atracción, que permite unir a los contrarios en una
armonía superior. Para el resto de la teología, la filosofía de la conciencia abierta a
lo infinito desarrolla las tesis que ho) en día se han hecho cl*sicas en la teología
moderna. El hecho de identificar a la naturalea con la gracia ) al hombre con Dios
serir* de base para uno de los ecumenismos m*s eficaces.

En erraro, p. %H< cf. p. !%.

En erraro, p. %%G, p. %G ) p. ", respectiamente.
#
En erraro, p. %LH.
%
En erraro, p. %#G.
H
En erraro, p. !%. Para :ahner, la capacidad del mundo de recibir la autocomunicación absoluta de Dios
encuentra su lugar propio en la criatura racional. Es lo que 0l llama potencia obediencial, tanto para la unión
hipost*tica como para la gracia. hora bien, esa potencia obediencial se identifica pura ) simplemente con la
naturalea del hombre (9 LH&.
GJ CIEN AÑOS DE MODERNISMO
«Dios % la gracia de $risto están en todas las cosas como la esencia secreta de cada realidad0 /n
consecuencia, quien —aun estando le-os de toda revelación en la palabra formulada e1pl'citamente— acepta su
e1istencia, o sea, su humanidad0, un hombre as' —aunque no lo sepa— dice 3s'4 a $risto+ 2,
puesto que 9risto se unió a todo hombre por su encarnación.

«La gracia dada por $risto es precisamente la condición para redimirse a s' mismo, aprehendiendo con libertad
la salvación de Dios+ I$V 882J 7.
De esa confusión de los órdenes natural ) sobrenatural se deria toda una
cascada de consecuencias que amos a repasar en detalle4 la :eelación natural, la
desintegración de la 'glesia con el pluralismo de los credos, la salación uniersal )
el ecumenismo sin fronteras, ) la moral de situación.
9omo buen e5istencialista, :ahner funda la religión en una e5periencia de Dios,
personal e inmanente, multiplicada por las reelaciones sucesias del ser. De esta
forma, la :eelación p3blica pierde importancia en proecho de la reelación
personal.
«"ing;n hombre, si quiere ser verdadero teólogo de su &glesia, debe tomar en serio la fe de sus padres+ 8. «La
contingencia histórica de $risto, de su muerte % resurrección, da sin duda claridad, carácter tangible % concreto
a la piedad eclesiástica, pero también vulnerabilidad, porque siempre será un hecho contingente % limitado+ H.
«"aturalmente, la primera e1periencia de Dios0 sólo puede ser pensada como una e1periencia de Dios dada,
en especial % ante todo, con la trascendencia del hombre, como horionte de esa trascendencia+ . «La
producción divina del horionte aprior'stico de nuestro conocimiento % libertad ha de considerarse como una
manera peculiar % originaria de Nevelación, la cual sustenta incluso toda otra revelación+ I$V 2QJ .
6as consecuencias en materia eclesiológica son manifiestas. 6a creencia,
cualquiera que sea su credo, es saludable porque es asunto de sentimiento4
«Toda piedad sinceramente conforme a la conciencia es saludable, sostenida por la gracia %, en cierto sentido,
es %a cristiana de manera anónima+ M.
El ateo puede
e5plícitamente salarse
todo ínculoperfectamente como
con la 'glesia cristiano
isible anónimo, aunque
) jer*rquica. rechace
9on semejante
perspectia, la eclesiología queda completamente redefinida. El pueblo de Dios no
es la ;'glesia ghetto=. Pero si se hacen desaparecer los límites de la 'glesia de
9risto, /para qu0 sire la 'glesia católica romana1
«La &glesia no se considera %a como la comunidad e1clusiva de los candidatos a la salvación, sino como la
vanguardia histórica % social de esta realidad0 oculta+ Q.
+, dentro de la 'glesia, el concepto mismo de autoridad queda puesto en tela de
juicio. 2eg3n :ahner, si las autoridades act3an sobre los miembros, no deben
olidar nunca que la 'glesia est* constituida por personas cu)a dignidad consiste en
su libertad iniolable. Puesto que su fin es conducir a sus miembros a un encuentro
personal con Dios en que
Espíritu carism*tico, la caridad, ha) que
nunca faltan. El dejar
deberque
de los
las hombres sigan
autoridades es las obrasa del
ofrecer los
)undamentos, p. G", en *ysterium salutis, ol. '', ?adrid, !GG, en erraro, p. %L#.


:ahner, en erraro, p. %LG.
#
:ahner, en abro, La svolta, p. !L.
%
:ahner, %eologia dall-esperienza dello !pirito, p. GL, en la reista La %radizione cattolica, n3mero %", así
como las citas siguientes.
H
:ahner, ib"d$, pp. GL$G!.
J
:ahner, en abro, p. %G#.
G
:ahner, %eologia dall-esperienza dello !pirito, p. GH.
L
:ahner, !aggi di .ristologia, p. HJ!.
RAHNER GG
indiiduos directamente inspirados por Dios los medios para e5presar una opinión
p3blica sana ) ordenada en la 'glesia . l leer estos te5tos, se comprende
f*cilmente que la contribución m*s original de :ahner en el -aticano '' ha)a sido la
colegialidad, que firma la democratiación de la 'glesia.
2eg3n la moral egologista, el simple hecho de tomar conciencia de la grandea
de Dios opera la salación ipso facto. un siendo ateo, es posible salarse como
cristiano anónimo. Esa salación del ateo no deja de crear un problema, sobre todo
para un e5istencialista, para quien el inconsciente, en el fondo, no e5iste. /9ómo
puede considerar :ahner que el pagano que blasfema del nombre de 8esucristo
pueda seguir teniendo la fe en ese mismo 8esucristo1 /9ómo puede ese pagano
aceptar inconscientemente al Dios que niega conscientemente1
6a solución es que :ahner, fiel al m0todo trascendental Oantiano, diide el fuero
interno de la conciencia. 8unto al objeto claramente conocido que aparece en la
conciencia, est* tambi0n la estructura fundamental de la conciencia
autom*ticamente abierta a la gracia, porque es el lugar donde Dios se reela a sí
mismo. El ser profundo en el que Dios se comunica nunca es totalmente conocido, )
por eso se puede a la e negar a Dios abiertamente ) amarlo radicalmente. Fste es
el fundamento de la distinción entre pecado enial, pecado grae ) pecado mortal,
triple distinción que desconocen nuestros catecismos. Ese ;pecado mortal= es el
que compromete absolutamente a la persona en su fundamento 3ltimo, pero
semejante pecado nunca es realmente reconocible. De ahí la imposibilidad radical
de reformar eficamente una opción fundamental errada que no puede conocerse.
De ahí la imposibilidad de saber a ciencia cierta si ha tenido 05ito ese intento de
reforma .
«"unca sabemos con seguridad ;ltima si somos realmente pecadores+ I$V 288J 8.
>adie sabe si lo que realmente parece pecado lo es de modo absoluto en el
fuero interno de la conciencia. 6a imprecisión ) la aguedad son los rasgos de la
moral e5istencialista %. El ignorantismo moral reina en la conciencia rahneriana. En
realidad, nuestro moralista encuentra una solución a ese ignorantismo4 es la
impecabilidad radical, hacia la cual muestra su predilección. 2eg3n :ahner, mu) en
el fondo, es imposible que el hombre rechace definitiamente a Dios, porque
entonces el sujeto dejaría de e5istir H.
5% Crítica del sistema de *aner

2e cuenta de 7)rrell que, de niño, le gustaba montar ) desmontar las pieas de
sus juguetes seg3n su capricho, imagen de lo que habría de hacer despu0s con la

2abemos
e5agerada en qu0 parar*n
insubordinación contraesos principios
las cabeas emancipadores
de la en :ahner
'glesia. El mismo Ians MNng, discípulo
no tardó de :ahner4
en tomar enrespecto
distancias la m*s
de este alumno que terminó por hacerse demasiado conflictio.

En erraro, p. %J.
#
En erraro, p. #".
%
2eg3n las teorías personalistas, el hombre se crea a medida que a realiando sus actos libres. El hombre es
un ser ;trascendente=, es decir, un indiiduo incomunicable en sus e5periencias 3nicas. hora bien, durante la
e5istencia se tienen dudas sobre la identidad de naturalea. Es esta imprecisión la que crea un espacio entre la
;naturalea= humana ) la le) natural, ) abre la puerta a las e5cepciones. Por lo tanto, puede haber un conflicto
entre la le) natural ) la ;naturalea= humana. Esa moral e5istencialista es la moralidad permisia que predicar*
Iring, factotum de la teología moral de ho) en día, con el aal de su amigo :ahner4 la negación del derecho
natural, la libertad creadora, la 0tica de situación, la nuea 0tica m0dica.
H
En erraro, pp. #"$#.
GL CIEN AÑOS DE MODERNISMO
teología. :ahner lograr* una perfección de este tipo en ese juego interior en que las
realidades e5ternas est*n e5cluidas. 9omo buen e5istencialista, toma como 3nico
punto de apo)o la conciencia humana. 2ólo ella e5iste ) sólo ella es la fuente
absoluta de todas las cosas. >o e5iste nada que ella no conoca, ) lo que conoce
adquiere de nueo e5istencia ) eracidad. 6a oluntad rahneriana dicta todo su
pensamiento, ) su pensamiento hace ) deshace las cosas como si fueran plastilina
en manos de un niño. :ahner, como e5istencialista radical, identifica el ser con el
conocimiento ) con la libertad @cogito, volo=, propulsando así la conciencia a la
altura de Dios, )a que la hace creadora como Fl. +a habíamos señalado ese principio
como el pecado original del e5istencialismo introertido . rmado de ese
egologismo isceral, pecado original de toda la filosofía moderna, :ahner confunde
a Dios con el espíritu puro, con la conciencia acía ) el acío de la conciencia.
9onfunde lo erdadero, que es el bien del espíritu, con la libertad sin trabas, que es
ausencia de ser ) de bien. Rna e m*s, la solución nihilista de Ieidegger se perfila
en el horionte, ) :ahner sólo se separa de ella forando la lógica de los principios.
ser Pero los principios

aceptado de laenfilosofía
o rechaado egologista
su totalidad, no en
porque sonmateria
satisfactorios. :ahnertodo
de principios ha de
se
sostiene mutuamente o todo se iene abajo. 2u brillante síntesis es la de un genio
sin límites. 2in embargo, es una síntesis d0bil, pues aunque brilla por la cone5ión de
las ideas, no brilla por la cone5ión de las cosas. 2u obra es un castillo, magnífico )
compacto tal e, pero como los que soñaba Don uijote. >o se sostiene cuando se
la confronta con la realidad, cuando se la coloca al lado de la metafísica del ser ni
cuando se la somete a la lu de la erdadera fe, pues entonces se en surgir fisuras
profundas en el b3nOer rahneriano. 6a metafísica sub)acente que le da cohesión es
ulnerable en sí misma. 6os principios que le dan su fuera son tambi0n su
debilidad.
+a hemos resumido esos principios filosóficos. El m0todo trascendental de Mant
es ignorantista ) siempre dejar* flotar la duda sobre la relación entre el hombre )
Dios. 6a filosofía de la conciencia es isceralmente egologista. :ahner nunca sale
del círculo reductor de la inmanencia4 quiero, pienso, e5iste. hora bien, la prisión
egologista es incapa de demostrar el ser, ) con ma)or raón el 2er absoluto,
porque una idea sólo puede engendrar otra idea4 a un gancho pintado sólo se le
puede colgar un abrigo pintado. 2obre todo, :ahner adopta el m0todo dial0ctico de
Iegel que hace eolucionar las cosas desde Sran 7odo hasta el mismo 7odo
pasando por el cosmos. Pero ese m0todo, que une los contrarios para superarlos,
termina en la pura contradicción. El bsoluto hegeliano es lo infinito, pero tambi0n
es lo finito, de modo que lo infinito se conierte en lo finito ) lo finito supera sus
límites para conertirse en el bsoluto infinito. Eso es decir que lo infinito entra en
relación
cambiadoconsigo mismo
para tomar por mediación
conciencia de una
de sí mismo ) asícriatura, ) que lo
perfeccionarse. Esoinmutable ha
es decir que
lo m*s puede conertirse en lo menos, ) que lo infinito ha pasado a lo otro ) lo ha
asumido como otro. Eso es decir que el 2er se escinde en su fuero interno, ) que lo

abro deduce de ello que esta nuea antropología ;trascendental= se erige como ciencia absoluta fundada
en el principio lloido del cielo4 ;Ens, intellectus et voluntas convertuntur = @el ser, la inteligencia ) la oluntad se
identifican@. l identificar esto con el ;quiero, pienso, e5iste=, /qu0 le falta al hombre para destronar a Dios1 (en La
svolta, p. !"&.
RAHNER G!
'ncondicionado tiene que cumplir una condición4 la de crear al hombre para hacerse
m*s Dios, porque ;sin el mundo, Dios no es Dios= .
Pero aunque la teología rahneriana surja como por arte de magia de la
metafísica
est* e5entamoderna, que:ahner
de fallas. le da suafirma
estructura
que compacta,
Ieideggeresa
es apariencia
su 3nico de unidad no
maestro. En
realidad, primero es hegeliano, ) sólo en segundo lugar heideggeriano. 2u sistema
es mu) ecl0ctico, con todos los inconenientes de un sistema de este tipo4 falta de
organiación, contradicción de los puntos de ista, fallas entre los fragmentos
engarados artificialmente. En el fondo, Iegel ) Ieidegger, ni qu0 decir santo
7om*s, tienen isiones radicalmente distintas. :ahner se separa de Ieidegger sobre
todo al tomar el ;iraje antropológico= para igualarse con Dios, identificando
teología con filosofía. + es que Ieidegger no puede concebir una :eelación ) un
ser fuera de la conciencia. El aut0ntico e5istencialista no puede salir de esa prisión
de la conciencia humana que ie en perfecta autarquía. 6a filosofía debe guardar
silencio sobre el problema de Dios, respetando a la e la originalidad propia de la
teología.
:ahner haPara salir
tenido quederecurrir
esos atolladeros
a un medio que firmaban
inesperado, la lomuerte
) si hace esdepor
la fuera
teología,
de
oluntad ) a pesar de los principios preestablecidos .
dem*s de falsificar a su maestro Ieidegger en filosofía, :ahner hace lo mismo
con la cultura católica. 6a metafísica rahneriana toma primero como punto de apo)o
la conciencia para deducir de ella al ser, ) luego al hombre como mediador de Dios.
hora bien, todo esto est* en perfecta contradicción con el tomismo. Entonces,
/cómo puede :ahner citar a santo 7om*s en cada p*gina de su filosofía para
deducir e5actamente lo contrario del tomismo1 6o que podría disculparse como un
desli o un lapsus de pluma, deja de serlo cuando se impugnan los fundamentos del
realismo ) se utilia sistem*ticamente a santo 7om*s para demostrar lo contrario
del tomismo.
6o que se dice de la filosofía, ale tambi0n para la teología. :ahner confiesa sin
acilar que es un teólogo diletante, ) que no ha estudiado seriamente los tratados
clae del tomismo sobre Dios. Pero es mucho peor que un teólogo aficcionado,
porque hace alarde del tomismo para acabar en el m*s corrosio antitomismo.
/9ómo puede presentarse :ahner como teólogo católico, si e5plica los misterios
fundamentales de nuestra fe bajo un enfoque panteísta que niega las distinciones
m*s elementales1 Fsta es la raón por la cual el padre abro, con una e5uberancia
mu) italiana, no escatima calificatios para fustigar a su enemigo. cusa a :ahner
de ser un deformador sistem*tico, un 5antianizador , que se muee entre las tesis
tomistas como un sordo en un concierto musical. 6o define como un mistificador
confuso que escribe sin pies ni cabea en un estilo b*rbaro repleto de alucinantes
barbaridades. 6o llama abanderado del cristianismo inmanentista ) corsario de la
teología contempor*nea #. Por esta misma raón el cardenal 2iri emite un juicio
seero sobre :ahner al decir que su pensamiento no es el camino de la erdad sino

Iegel, +hilosophie der Religion, 6eipig, !H, ', p. , en erraro, pp. #GH$#GJ.

Este medio lo tomó de su colega jesuita, el belga ?ar0chal, que pretende que la e5periencia trascendental
egologista se identifica, no obstante, con la e5periencia de la trascendencia realista. Dicho claramente4 si Dios es
posible, e5iste< si Dios es pensable, entonces es real (en erraro, pp. %"$%&.
#
abro, La svolta, conjunto de te5tos reunidos por 'nnocenti, Influssi gnostici, p. %L.
L" CIEN AÑOS DE MODERNISMO
del error, porque insensiblemente pone en tela de juicio todos los principios, todos
los criterios ) todos los fundamentos de la fe .
Iemos señalado que la confusión entre Dios ) el hombre, entre naturalea )
gracia,
partida est*
de laen el origen
teología dede
sube toda la teología
un escalón, de :ahner.
el escalón En realidad,
ecumenista. el deseo,
Es el punto de
tal
e loable pero utópico, de &uerer la salvación de todos los hombres. 2u
raonamiento es simple pero no llega a ninguna conclusión4 puesto que Dios es
todopoderoso ) quiere salar a todos los hombres, sala realmente a todos los
hombres. 6a mera toma de conciencia de la grandea de Dios produce la salación
ipso facto. 7odo hombre es un cristiano anónimo, aunque rechace e5plícitamente
todo ínculo con la 'glesia isible ) jer*rquica4 Auera de la 'glesia ha) salaciónB El
reino de Dios en la tierra es la humanidad entera, de manera que todos se salan.
Por eso, ;si el infierno e5iste, est* acío= . El +ueblo de Dios no es la ;'glesia
ghetto=. Es la 'glesia amplia que ;subsiste= en la 'glesia católica, pero no se reduce
sólo a ella #.
Esa tesis de la salación uniersal conduce directamente a un nuea pastoral
que paralia todo esfuero misionero, concebido desde entonces como superfluo. +
esto por dos raones. En primer lugar, porque al identificar naturalea ) gracia, se
sugiere que todos los hombres est*n en gracia. Puesto que la gracia es lo mismo
que la naturalea, ) todo hombre tiene la naturalea humana, resulta que todo
hombre, por el solo hecho de ser hombre, ie en estado de gracia, aunque no sea
consciente de ello. De ahí proiene la segunda raón. Puesto que todo hombre, por
el hecho de ser hombre, es hermano de 9risto, resulta que todo hombre es cristiano,
incluso dentro de un anticristianismo consciente %. /Para qu0 cruar los mares )
derramar la propia sangre con el fin de hacer e5plícito lo que los hombres )a tienen
implícitamente, la salación eterna asegurada1 Por eso, 9ongar e5plica que ho) en
día
«nadie puede pretender que ha% que salvar a las almas del infierno para -ustificar las misiones. Dios las salva
sin que ellas conocan el /vangelio. @i no, todos deber'amos partir a la $hina+ .
En materia de esfuero misionero, esto es el espíritu dimisionario. En materia de
ocación, la tesis del cristiano anónimo firma la reocación del celo apostólico.
9% La teología raneriana6 punto #inal del modernismo

:ahner pretende que la 3nica posibilidad de seguir hablando de Dios a una
sociedad laica centrada en el hombre es la de hacer brotar la religión del hombre
mismo. Fse es todo el propósito de su libro El vira1e antropológico, que funda la
teología antropoc0ntrica. 9on ella elimina la teología tradicional que definía la unión
e5istente entre Dios
colgante, sostenido ) el
sobre loshombre. Fsta
dos pilares de había construidodeun
la trascendencia inmenso
Dios puente
) la redención

2iri, Gethsmani, p. L.

-on Kaltasar, cf. 9ourrier '', pp. !$". Dice que muchos piensan como 0l, en particular :atinger ) 8uan Pablo
'' (0ase el capítulo #&. 9f. :ahner, 9 H"!, en erraro, p. #.
#
Esa 'glesia amplia, por la cual otó el -aticano '', que e medios de salación en las religiones del mundo, no
sólo es diferente sino diametralmente opuesta al Pueblo de Dios de la 2agrada Escritura, como lo subra)aba
:atinger desde !JJ.
%
En erraro, p. %H.
H
9ongar, Bne vie pour la vrit, 9enturion, !GH, p. GH.  9ongar le debemos los decretos ecum0nicos del
-aticano ''< 0ase el final del capítulo .
RAHNER L
sobrenatural del g0nero humano por 9risto. 6a teología rahneriana, en cambio, no

proiene de arriba, de Dios que se reela al hombre, sino de abajo, del hombre que
se supera ) se iguala naturalmente con Dios.
2i el sistema
defenderse de la hegeliano es profundamente
misma acusación. Desde luego,panteísta, difícilmente
no se trata podr* :ahner
del panteísmo obio
que identifica pura ) simplemente a Dios con el mundo. Pero es el panteísmo
hegeliano que, sin suprimir lo finito, lo absorbe ) lo consera como una etapa
interna en la formación del Sran 7odo, puesto que el bsoluto hegeliano no es el
Dios infinito, sino la síntesis actual de lo infinito ) lo finito. lgunos te5tos de nuestro
teólogo son comprometedores en e5tremo.
«@i contra el pante'smo decimos! 3Dios % el mundo son diferentes4, esta frase es radicalmente errónea si se
entiende de manera dualista. La distinción entre Dios % el mundo es tal que el uno pone una ve más % es la
diferencia del otro respecto de s' mismo %, precisamente por ello, en la diferencia produce la ma%or unidad+
I$V QJ. «/stamos delante de la realidad ;nica, del misterio incomprensiblemente alto que decide sobre mi
destino % el del mundo0 porque supone el destino mismo de Dios %, consecuentemente, el del mundo+. «Dios
no produce
realidad % suscita
divina algo distinto
en constitutivo de de s' mismo en la
la consumación decriatura, sino I$V
la criatura+ que,28J.
comunicándose, convierte
«/sta realidad propiasudepropia
Dios
mismo, que El %a no puede abandonar como superada, ha de estar de nuestro lado como nuestra salvación real,
más acá de la diferencia entre Dios % la criatura+ I$V 87J 2.
Por otra parte, el simple hecho de querer probar la e5istencia real de Dios en
una filosofía egologista de la conciencia es tendencioso. >o es nada sorprendente
que un colega tan radical como Masper considere tal tentatia como sospechosa de
panteísmo ) gnosticismo .
6a eolución, que est* en el centro del sistema rahneriano, no est* hecha para
alejar las sospechas de panteísmo que flotan sobre su síntesis. 2eg3n 0l, Dios
eoluciona de lo indeterminado a lo determinado en una eolución que es a la e
teogonía, cosmogonía
humanidad ) antropogonía
es Dios desarrollado de la Iistoria
en la plenitud del mundo
de su potencial, ) de
) Dios Dios.uno
se hace 6a
con el mundo. Es el modelo unitario que borra las diisiones entre naturalea )
gracia, 'glesia ) mundo, fe ) raón, Dios ) criatura, ) que promuee el sincretismo
de las religiones, pues la salación proiene de la conciencia humana. :ahner
considera al hombre ) al mundo como una realidad que tiene, desde el principio,
una finalidad sobrenatural, porque
«Dios % la gracia de $risto están en todas las cosas como la esencia secreta de cada realidad+ 8. «$uando el
Berbo de Dios se hio hombre, la humanidad se vio convertida real % ontológicamente en el pueblo de los hi-os
de Dios, incluso antes de la santificación efectiva de cada uno por la gracia+ H. «$ualquiera que acepte
totalmente su ser humano I% naturalmente cualquiera que acepte el del otroJ ha aceptado al 9i-o del hombre por
el hecho de que en El Dios ha aceptado al hombre+ .
2e trata aquí de una confusión capital entre naturalea ) gracia, repetida por
todos los corifeos de la nuea teología, ) que desemboca lógicamente en el
panteísmo.

En erraro, p. %J!, p. %H!, p. %JH ) p. %JJ, respectiamente.

Ges? il .risto, pp. J%$JH, en erraro, p. %L. -0ase el capítulo # para las posturas doctrinales de Masper. El
cardenal 2iri siente las mismas aprensiones sobre la postura de :ahner, en Gethsmani, p. L.
#
:ahner, !aggi di .ristologia, p. !.
%
!obre la pertenencia a la Iglesia, p. L!, en erraro, p. %L.
H
)undamentos de la protolog"a, en *ysterium salutis, ol. '', ?adrid, !GG, p. G", en erraro, p. %L#.
L CIEN AÑOS DE MODERNISMO
+a hemos señalado que de la confusión de los dos órdenes, natural )

sobrenatural, se desprende una aalancha de consecuencias4 la :eelación natural,
el pluralismo de credos, la salación uniersal, el cristiano anónimo, el infierno
acío, la supresión de la ;'glesia ghetto= romana, ) el ecumenismo sin fronteras. En
materia de teología trinitaria ) cristológica, en teología de la salación ) en filosofía,
debe decirse que la contradicción entre la sana isión católica ) la teología
hegeliana llega a su paro5ismo. ?onismo, monofisismo, nestorianismo, modalismo,
ontologismo, idealismo, inmanentismo, pelagianismo, panteísmo4 todo eso tiene
lugar en el sistema rahneriano . 6a 7rinidad, la gracia, la encarnación, los misterios
fundamentales del cristianismo, son incomprensibles sin referencia al hombre.
:ahner no se detiene ahí. taca la libertad misma de Dios al pretender que la
encarnación ) la gracia )a no son la iniciatia libre de Dios. abro menciona otros
aspectos del panteísmo hegeliano en :ahner, la confusión entre la inteligencia ) la
sensación, el nacimiento del hombre por sí mismo, la humanidad que sólo e5iste en
cuanto Iombre uniersal. >o se trata de ideas nueas, puesto que 7eilhard decía
pr*cticamente lo mismo. El >eT ge no profesa otro credo .
El sistema de :ahner se presenta, en efecto, como el fruto maduro del
modernismo multisecular, ) no es sorprendente que sea el lugar de encuentro de
todas las herejías. /Es aenturado decir que :ahner llea los principios delet0reos
del modernismo lo m*s lejos que pueden llegar1 />o es erdad que crea una obra
que, por m*s magistral que sea en ciertos aspectos, no deja de situarse en los
antípodas de la isión cristiana de Dios ) del mundo1 :ahner representa el nec plus
ultra de la depraación de la sabiduría diina ), por lo tanto, de la locura humana en
el sentido m*s formal del t0rmino. 2u sistema est* mucho m*s perfeccionado que la
eolución crística de 7eilhard, que se perdía en la neblina de una biología mística,
sin principios metafísicos precisos. :ahner, en cambio, llea el esfuero teológico a
su m*s alto grado, apuntalado en la filosofía moderna. 2u teología es el fruto lógico
de la filosofía ) de la e50gesis modernas, aciadas de su objeto propio. Demuestra
por el absurdo que la teología depende de una metafísica sana. 2u sistema llega a
constituir una especie de punto final del modernismo, el Punto Cmega de una
ciencia errónea ), en 3ltimo an*lisis, autodestructia. abro lo dice de modo
admirable4
«@in un Dios trascendente, $reador del mundo % del hombre, no e1iste ning;n 3%o4 como centro infranqueable
de libertad. @in el hombreXDios, Nedentor % @antificador, inmanente en la 9istoria como verdadero hombre %
trascendente en la eternidad como verdadero Dios, seg;n la fórmula de $alcedonia, no ha% ninguna esperana
de salvación. /n efecto, sin metaf'sica no ha% teolog'a+ 8.
U
U U

En erraro, p. %!". Dejando de lado el conjunto heterodo5o, debido a la estructura e5istencialista )
egologista, :ahner tiene e5presiones que no se le pueden perdonar a un teólogo, cuando habla de Dios triple ) de
politeísmo católico.

8. nOerberg ) eldon, %he )acts of the 9e@ Age *ovement , p. ", en la reista Action familiale et scolaire,
;6e modernisme=, p. , resumen así ese credo4 ;El hombre es bueno ) diino en sí mismo< por eso, llea en sí todo
lo que necesita para el tiempo ) para la eternidad. 6a salación es el desarrollo de poderes psíquicos ) de estados
superiores de conciencia< esto se logra por la introspección ) la pr*ctica de las t0cnicas de la >uea Era, que
conducen a adquirir finalmente la conciencia de la propia diinidad. El pecado es la ignorancia de la propia
diinidad. 8esucristo es uno de los maestros de la >uea Era, una ilustración de lo que puede llegar a ser un
indiiduo iluminado que se ha dado cuenta de que es Dios. Dios es una energía impersonal que todo lo penetra=.
#
abro, La aventura, p. #!.
RAHNER L#
Despu0s de esta mirada de conjunto, es obio para cualquiera que :ahner fue
un arquitecto genial en la construcción de un b3nOer ine5pugnable. 7odos los
puntos neur*lgicos de la teología, tanto dogm*tica como moral, surgen como por
arte de magia de la conciencia egologista, bailando al ritmo del als hegeliano. -isto
desde otro *ngulo, ese andamiaje teológico es mucho menos la teología de la
tradición que de la traición. Esta teología e5presa una inersión. Fl la llama
inersión o ;iraje antropológico=. >o sería errado llamarla inersión narcisista,
adoración de sí mismo. Esta inersión recuerda el pecado de los *ngeles. Es tal e,
en el mundo, la e5presión filosófica ) teológica m*s perfecta del pecado de 6ucifer,
que pretende ser como Dios ) lana su grito de rebelión. + )a que hablamos de
b3nOer, eso es precisamente lo que la síntesis intelectual de :ahner ha e5caado4
una cripta funeraria sin bellea, sin ida ) sin ser. Es e5actamente lo contrario de la
cultura cristiana fundada en Dios, en 8esucristo ), en definitia, en el ser.
9PQ7R6C X'X
Condenación del neomodernismo por Pío AII
7eilhard fue siempre el punto de mira de sus superiores romanos, que limitaron
su libertad de acción, pese a que sus escritos clandestinos se distribuían con
rapide. 2umamente ariados ) diulgados por sus amigos, esos escritos eran mu)
leídos en rancia, ) ejercían una gran influencia sobre los espíritus. En el mismo
momento en que 7eilhard se medía con el padre 8anssens, su nueo superior
general, Pío X'' concentraba su atención en los temas de la eolución ) la
antropología, debatidos entonces con asperea, ) no eía con buenos ojos los
puntos de ista de la 9ompañía de 8es3s en general, ) de 7eilhard en particular.
En su alocución de !%J a los padres de la 9ompañía, que tuo la resonancia de
una e5plosión, el Papa emitía un juicio seero sobre esa
«nueva teolog'a, que debe evolucionar como evolucionan todas las cosas, % estar en continuo progreso, sin
fi-arse -amás. @i tuviéramos que abraar seme-ante opinión, Cqué ser'a de los dogmas inmutables de la &glesia
católica C>ué ser'a de la unidad % estabilidad de la fe+ 2.
 juicio del Papa Pacelli, las circunstancias eran graísimas ) obligaban a tomar
medidas en consecuencia. El padre 2piai lo e5plica4
«Necuerdo que unos meses después de la publicación de "umani generis, mientras alud'a a ella en una
audiencia con 'o U&&, el apa me di-o! 3De no haber intervenido a tiempo, podr'amos haber llegado al estado
en que nada hubiese quedado en pie4+ 7.
El filósofo ?aritain describe con elocuencia la amplitud de la apostasía
inmanente, la fiebre neomodernista, tan contagiosa (al menos en los círculos
intelectuales& que, en su comparación, el modernismo del tiempo de san Pío X era
tan sólo una simple fiebre del heno #.
$% 2<!dónde (a la nue(a teología=3

En !%J, el Papa no fue el 3nico en señalar la herejía. Dominicos de buena le)
atacaron el nido neomodernista de ouri^re, en un intercambio que iba a terminar
in crescendo por la notable interención de un teólogo romano, el padre Sarrigou$
6agrange.

Pío X'', 2 #L, año !%J.

En 9ourrier '', p. J.
#
?aritain, Le paysan de la Garonne, p. J.
CONDENACIÓN DEL NEOMODERNISMO POR PÍO XII LH
El padre 6abourdette, en la Revue thomiste (ma)o$agosto de !%J&, publicaba

;6a teología ) sus fuentes=, estudio crítico del desarrollo de la teología. tacaba
ciertos libros de las nueas colecciones !ources chrtiennes ) %hologie
patrocinadas por De 6ubac ) Dani0lou, del 'nstituto 8esuita de ouri^re, con la
colaboración de algunos de sus amigos, los padres Kouillard ) essard. El dominico
les reprochaba lo siguiente4 su relatiismo teológico seg3n el cual nuestros
conceptos de Dios arían de acuerdo con el tiempo ) las culturas< su erdad
esencialmente dependiente de la e5periencia del sujeto< su recuperación indebida
de las filosofías irracionales modernas, e5istencialista o hegeliana < su defensa del
simbolismo en la e50gesis contra un racionalismo escol*stico que calificaban de
*rido< su desprecio por la especulación tomista inmovilista que por eso mismo sería
falsa ho) en día. 7odos los autores incriminados se unían para denigrar el tomismo,
considerado como inadecuado para resoler las dificultades contempor*neas. 2eg3n
ellos, )a había pasado el tiempo de la teología escol*stica, ) había que e5igir a los
modernos una filosofía de que no podría prescindir la fe para inaugurar una teología
adaptada a los nueos tiempos.
l artículo crítico del dominico, las Recherches de science religieuse 
respondieron con un artículo que tambi0n se titulaba ;6a teología ) sus fuentes=.
Esa respuesta anónima (que implicaba por lo tanto a los cuatro jesuitas
incriminados& se enredaba en la pol0mica personal. Desacreditaba la forma de la
crítica sin tocar las cuestiones de fondo4 6abourdette, espíritu inquieto ) suspica,
eía el mal donde no había ni la menor mala intención #. Este 3ltimo, en su derecho
de respuesta, olía a plantear las erdaderas preguntas. /u0 queda del dogma
inmutable si las palabras no designan nunca erdades eternas1 l considerar a
santo 7om*s como un doctor no igente, /se pretende negar la e5istencia de
erdades eternas1 /2e pretende negar que pueda haber adquisiciones definitias1
E5igir que todo se ponga en duda en teología, /no es como querer oler a
rquímedes en física1 9omo se e, ese debate entre las dos órdenes religiosas de
ma)or prestigio afectaba a las cuestiones m*s itales de la cultura cristiana, el alor
de la erdad ) de la teología como ciencia.
En el mismo año de !%J, el dominico Sarrigou$6agrange, desde :oma, olió a
tocar el mismo tema en un artículo del Angelicum. 2e trataba de un grito de alarma
lanado en un lenguaje que sus enemigos tacharon enseguida de inmoderado )
ehemente, indigno de un teólogo de categoría internacional. tacando a tres
teólogos contempor*neos, Kouillard, De 6ubac ) 7eilhard @:ahner apareció
demasiado tarde como para quedar implicado bajo el pontificado de Pío X''@,
Sarrigou se preguntaba4
«C#dónde va la nueva teolog'a+ H.
Kouillard pretende que

Dani0lou, 8tudes, abril de !%J4 ;6as especulaciones teóricas separadas de la acción ) que no comprometen
la ida tuieron )a su momento. 9omo el mar5ismo o el e5istencialismo, tenemos un pensamiento comprometido=.
6a teología escol*stica estancada en el ;mundo inmóil del pensamiento griego= pone ;la realidad en las esencias
antes que en los sujetos=, ) por eso ;ignora el mundo dram*tico de las personas=. 2u gran pecado es que trata a
Dios como ;objeto= cuando es el sujeto por e5celencia (en 6abourdette, Dialogue thologi&ue, pp. H, #J$#G&.

!%J, '-, pp. #LH$%".
#
En otra ocasión, De 6ubac, criticado por errores teológicos, olió al ataque para incriminar ;la ignorancia de
sus adersarios sobre el estado actual de la ciencia ) de los problemas que de ella se derian= (en 9ourrier '', p.
J&.
%
9itado in e3tenso en 9ourrier '', pp. GG$!H.
LJ CIEN AÑOS DE MODERNISMO
«cuando el esp'ritu evoluciona, una verdad inmutable sólo se mantiene gracias a una evolución simultánea %
correlativa de todas las nociones, que guardan entre s' una misma relación. ?na teolog'a que no sea actual es
una teolog'a falsa+.
Deloahí
) por deduce
tanto que,Dicho
es falsa. por ser aristot0lica,
esto, Kouillardlarepite
teología de santo
la fórmula de7om*s noque
Klondel es actual,
define
la erdad como
«la conformidad del esp'ritu con la vida 5humana6+.
hora bien, afirmar semejante cosa es admitir que dos teologías pueden ser a la
e erdaderas ) contradictorias. Sarrigou responde que un error, incluso lee, en
las primeras nociones ) primeros principios tiene consecuencias incalculables.
/9ómo hablar de ;erdad inmutable= si los t0rminos son esencialmente mudables1
Es como decir que un gancho de metal puede inmoiliar las olas del mal. /9ómo
sostener, por ejemplo, que la presencia real del cuerpo de 9risto en la Eucaristía
e5ige la transubstanciación, si esas nociones son esencialmente mudables1 /9ómo
sostener que el 8uicio particular despu0s de la muerte es irreocable por toda la
eternidad, si esta teología )a no es actual1 Por 3ltimo, /cómo sostener que todas
estas afirmaciones son inmutablemente erdaderas, si la misma noción de erdad
debe cambiar1
En segundo lugar, Sarrigou asesta golpes directos a la noción moderna de lo
sobrenatural. De 6ubac es el segundo teólogo al que pone en el banquillo de los
acusados, por haber escrito en su libro !obrenatural4
«"ada de-a ver en santo Tomás la distinción, que algunos teólogos tomistas for-aron más tarde, entre 3Dios
autor del orden natural4 % 3Dios autor del orden sobrenatural4+ 2.
>o obstante, responde el dominico, eso no sólo a contra muchos pasajes
tomistas, sino que icia sus pronuntiata maiora @sus tesis fundamentales@, ) si no
ha) certea en alas
constantemente mismas,
ellas1 2an Pío/qu0 alor puede
X adertía tener laque
a los maestros teología quebien
)a sabían recurre
que
abandonar siquiera un poco al quinate en materia de metafísica es lo m*s nocio
que puede haber. Rn pequeño error en los principios puede tener consecuencias
catastróficas. + esto es cierto sobre todo en lo que se refiere a lo sobrenatural.
>egar la distinción entre natural ) sobrenatural es socaar la obra de la redención )
la necesidad de la 'glesia para la salación. Es concluir que el hombre est*
naturalmente diiniado, lo que llea lógicamente al panteísmo @todo es Dios, Dios
es todo@.
inalmente, Sarrigou, atacando los te5tos que circulaban en gran n3mero desde
!#%, inicia una crítica de 7eilhard. taca, en particular, el credo teilhardiano, .ómo
creo . 6o peligroso no es sólo el modo bastante atreido de e5posición, sino la
adulteración de la naturalea misma de la teología. 6ejos de desarrollar el objeto de
fe contenido en la :eelación e interpretado por la 'glesia, la ;teología= teilhardiana
es una biología complementada con las m*s fantasiosas elucubraciones que
recuerdan a las del eolucionismo hegeliano. El punto de partida de la

De 6ubac, !urnaturel, pp. J%, GH.
7eilhard hacía ahí afirmaciones e5ageradas4 ;2i, debido a un cambio interior, llegara a perder sucesiamente

mi fe en 9risto, mi fe en un Dios personal, mi fe en el Espíritu, me parece que seguiría cre)endo en el ?undo. El

?undo (el alor, la infalibilidad ) la bondad del mundo& es, en 3ltima instancia, la primera ) 3nica cosa en que creo.
-io por esta fe ) creo que me abandonaría a esta fe, por encima de todas las dudas, en el momento de morir ?e
abandono a la fe confusa en un ?undo uno e infalible, donde quiera que me conduca= (en r0naud, p. &.
CONDENACIÓN DEL NEOMODERNISMO POR PÍO XII LG
cosmoteolog"a teilhardiana es la hipótesis de la eolución material del mundo, que

se e5tiende al orden espiritual. El mundo sobrenatural est* en plena eolución hacia
el adenimiento plenario de 9risto. El pecado original es, en sí mismo, espiritual e
intemporal, porque afecta solamente al alma. Poco importa que ha)a tenido lugar al
principio de la Iistoria de la humanidad o en el transcurso del tiempo. Descartado
así el pecado original, el campo queda libre para atacar la encarnación del -erbo,
que se uele absolutamente in3til si d*n no pecó. dem*s, la encarnación para
7eilhard es tan sólo un momento de la eolución uniersal. /dónde conduce esa
eolución uniersal1 7eilhard e5plica que desemboca en la religión sincretista de un
9risto uniersal4
«?na convergencia general de las religiones hacia un $risto universal que, en el fondo, las satisfaga a todas: tal
me parece ser la ;nica conversión posible al Aundo % la ;nica forma imaginable para una Neligión del futuro+
2
.
Sarrigou, en un sorprendente resumen, había sabido poner el dedo en la llaga
supurante del neomodernismo. 2e queja de ello amargamente4
«"o creemos que los escritores de que hemos hablado ha%an abandonado la doctrina de santo Tomás, por la
sencilla raón de que nunca la siguieron ni nunca la comprendieron bien. /s algo doloroso e inquietante.
C$ómo no se van a formar escépticos con esta manera de ense<ar, %a que no se propone nada firme para
reemplaar la doctrina de santo Tomás C#dónde va la nueva teolog'a C#dónde va, sino a la v'a del
escepticismo, de la fantas'a % de la here-'a+ 7.
6a autoridad suprema, cuatro años m*s tarde, olería a tocar los puntos )a
denunciados por el eminente dominico, ) a atacar los mismos errores de los mismos
teólogos delet0reos.
&% 2+umani generis3

6os modernistas tienen arios ases en la manga. Rno de ellos consiste en que,
cuando el Papa les dirige encíclicas m*s claras que la lu del día, ellos se toman el
trabajo de comentarlas, añadiendo sus propias refle5iones, para recuperar
finalmente el documento pontificio en el sentido de sus tesis. +ascendi de san Pío X
no fue una e5cepción, como lo confirma un pastor protestante4
«9ablando de cosas e1tra<as, no conoco nada comparable a la carta en que Vonsegrive, americanista %
modernista, por medio de una serie de combinaciones tiradas por los pelos, logra hacer una disertación que
-ustifica al apa % a los modernistas. /sto es a;n más triste que e1tra<o+ 8.
Para otros, las encíclicas pasan, pero la 'glesia permanece %. >o es de e5trañar
que sus hijos espirituales hagan lo mismo bajo el pontificado de Pío X''. sí, la
encíclica sobre la 2agrada Escritura, Divino afflante !piritu, iba a ser interpretada
como una recomendación de la e50gesis científica de anguardia, aun cuando,
algunos
criticismoaños despu0s,
bíblico. /Podían2umani generis
actuar de buenacondenaría a losque
fe esos críticos neomodernistas ) al
pretendían oponer
Pío X'' a Pío X''1
6a encíclica 2umani generis, a modo de introducción, denuncia la graedad del
mal ) la e5istencia de opiniones falsas que amenaan con destruir los fundamentos

En 9ourrier '', ib"d.

Ib"d.
#
Doumergue, en Karbier, 2istoire du catholicisme libral, '-, p. #J#.
%
>arfon, ib"d., p. #JJ.
LL CIEN AÑOS DE MODERNISMO
de la doctrina católica. Este mal son los moimientos de pensamiento

contempor*neos4 la eolución panteísta, el e5istencialismo ateo, el fideísmo ) el
historicismo, es decir, el dogma eolutio. Es el mismo pensamiento presente desde
Iegel hasta 2artre< es la filosofía que identifica el ser con el cambio ) se niega a
admitir ninguna estabilidad metafísica. 6a raón por la cual esas corrientes de
pensamiento ejercen su influencia en los teólogos de ho) es, como en tiempos de
san Pío X, el amor a la noedad ) un irenismo imprudente que sólo podría lograr una
unión en el fracaso. Despu0s de este pre*mbulo, la encíclica consta de tres partes
diididas seg3n las tres ciencias imbricadas en el dogma.
6a primera ciencia relatia al dogma es, por supuesto, la teología. 9ondenando
categóricamente el relatiismo dogm*tico, como si las fórmulas del dogma pudieran
adaptarse al gusto del día, el Papa reafirma el poder de enseñar de la 'glesia, 3nica
int0rprete ) guardiana del depósito de la fe. Defiende luego la 2agrada Escritura4
est* inspirada ) es infalible en todas sus partes, incluso en las que no hablan de la
fe. Rn erdadero !yllabus de los errores modernos hace e5plícito el pensamiento del
Papa4
«@e pone en duda que la raón humana, sin el au1ilio de la revelación % de la gracia divina, pueda demostrar la
e1istencia de un Dios personal por argumentos deducidos de las cosas creadas: se niega que el mundo ha%a
tenido principio % se pretende que la creación del mundo es necesaria, como quiera que procede de la
liberalidad necesaria del amor divino: niégase igualmente a Dios la eterna e infalible presciencia de las acciones
libres de los hombres: todo lo cual es contrario a las declaraciones del concilio Baticano 5&60 #lgunos plantean
también la cuestión de si los ángeles son criaturas personales % si la materia difiere esencialmente del esp'ritu.
Gtros desvirt;an el concepto de 3gratuidad4 del orden sobrenatural, como quiera que opinan que Dios no puede
crear seres intelectuales sin ordenarlos % llamarlos a la visión beatifica.  no es eso solo, porque se pervierte el
concepto de pecado original, sin atención alguna a las definiciones tridentinas, % lo mismo el de pecado en
general, en cuanto es ofensa de Dios, % el de satisfacción que $risto pagó por nosotros. Tampoco faltan quienes
pretenden que la doctrina de la transustanciación, como apo%ada que está en una noción filosófica de sustancia
%a anticuada, ha de ser corregida en el sentido de que la presencia real de $risto en la @ant'sima /ucarist'a se
reduca a una especie de simbolismo, en cuanto las especies consagradas sólo son signos eficaces de la
presencia espiritual de $risto % de su intima unión con los fieles miembros de su $uerpo m'stico0 #lgunos no
se creen obligados por la doctrina0 apo%ada en las fuentes de la revelación, seg;n la cual el $uerpo m'stico de
$risto % la &glesia $atólica Nomana son una sola % misma cosa. #lgunos reducen a una fórmula vana la
necesidad de pertenecer a la &glesia verdadera para alcanar la salvación eterna. Gtros finalmente atacan el
carácter racional de la 3credibilidad4 de la fe cristiana+ 2.
6a segunda disciplina implicada directamente en el dogma, aunque a título
simplemente instrumental, es la filosofía. Despu0s de haber pronunciado, al
principio de la encíclica, la censura contra las nueas filosofías, el Papa asume la
defensa de esa filosofía eterna que es el tomismo4
«#hora bien, mientras desprecian esta filosof'a, 5los neomodernistas6 e1altan otras, antiguas o modernas, de
Griente u Gccidente,
correcciones con lo quepuede
si fuere menester, parecen insinuar que
compaginarse concualquier
el dogmafilosof'a
católico.o "o
doctrina, con algunas
ha% católico a<adiduras
que pueda poner eno
duda que ello es absolutamente falso, sobre todo tratándose de engendros como los que llaman inmanentismo,
idealismo o materialismo, histórico éste o dialéctico, no menos que del e1istencialismo, ora profese el ate'smo,
ora por lo menos se oponga al valor del raciocinio metaf'sico+ 7.
Pío X'' llega finalmente al tercer grupo indirectamente relacionado con el
dogma, la ciencia natural. El blanco al que apunta son las e5traagancias

DK #G$#L.
DK #%.

CONDENACIÓN DEL NEOMODERNISMO POR PÍO XII L!
teilhardianas. Pronunciando un juicio abierto ) matiado sobre la posibilidad de la

eolución del cuerpo del hombre a partir de un ser io @el alma, por su parte, es
creada directamente por Dios@, ataca a los que e5ponen como definitia semejante
teoría. 6o que el Papa condena en forma absoluta es el poligenismo, teoría que
niega que la raa humana descienda de un solo d*n, porque eso sería negar el
dogma del pecado original. 9ondena finalmente, de manera general, a los que
consideran como mitos los primeros capítulos de la Kiblia.
Despu0s del !yllabus de Pío 'X ) de Lamentabili de san Pío X, la encíclica
2umani generis aparecía como un tercer !yllabus para serir de faro ) preserar la
integridad de la fe en el momento oportuno. Pío X'' fue celebrado en el mundo
católico como el pastor igilante que había reconocido el peligro, lo había
diagnosticado ) prescribía los remedios adecuados. 6as generaciones futuras
apreciarían mejor el alor ) la importancia de 2umani generis, erdadero
monumento de la historia del pensamiento. 6o esencial del mensaje era f*cil de
comprender. El ?agisterio es el guardi*n e int0rprete de la :eelación diina.
uerer separarse
cristiandad de la
) reducir esefe ?agisterio es seguirpersonal
a una e5periencia el camino
 de eso,
. Por 6utero, diidir
en el campo la
católico, esta nuea espada de 2alomón, que acababa de separar tan netamente a
la lu de las tinieblas, fue acogida con entusiasmo como el comieno de una era de
pa en la erdad, que es la 3nica que libera.
'% *eacción de los ,esuitas

En el campo opuesto, hubo infinidad de reacciones de todos los matices,
reeladoras de la postura de los interesados. El cardenal Serlier, arobispo de 6)ón,
donde se encontraban los representantes de la nueva teolog"a, tuo una actitud
mu) moderada. 9onclu)ó que el Papa no había tenido la intención de desalentar las
inestigacionesmantener
:ecomendaba teológicas,
unasino sólo de
actitud de preenir contra
total caridad las desiaciones
fraterna, eitar todapeligrosas.
pol0mica
) recordar los m0ritos de todos los que habían lleado a cabo sinceramente dichas
inestigaciones .
 la lu de los acontecimientos subsiguientes, es una pena que no se nombrara
a las personas inculpadas, pues eso hubiera puesto fin a su carrera teológica como
maestros de las generaciones posteriores. El confesor del Papa, futuro cardenal Kea,
protegía a los inculpados. Fsta es una de las raones por las que De 6ubac no se dio
por aludido en la adertencia de la encíclica, ) 0sta fue a parar a oídos sordos.
«La encuentro, como muchos otros documentos eclesiásticos, demasiado unilateral, lo cual no me ha
sorprendido: es lo caracter'stico de esta clase de te1tos. ero no he le'do nada all' que me ha%a impresionado+ 8.
2u amigo 7eilhard
correspondencia fue mucho
tranquiliaba m*s
a sus franco, como de costumbre. En su abundante
amigos4
«ara una enc'clica que lleva el nombre de "umani generis, ser'a dif'cil presentar una visión más estrecha de la
humanidad0 arece que los teólogos tomistas en Noma, por medio de los cuales ha actuado el apa, no se han
dado cuenta de que un modo de pensamiento que tome en consideración la cosmogénesis puede e1presar

Parente, en uricchio, %he )uture of %heology , p. #%.
?artina, >atican II, bilan et perspectives U ans apr7s, pp. HJ$HG, en Action familiale et scolaire, ;6e

modernisme=, p. %H.
#
En 9ourrier '', p. J.
!" CIEN AÑOS DE MODERNISMO
infinitamente me-or la creación, la redención, la encarnación % la comunión, que el tomismo aristotélico0 La

enc'clica tiene un fuerte olor a integrismo0 Ae pregunto si un buen psicoanalista no ver'a en ella indicios de
una perversión espec'ficamente religiosa, el masoquismo % el sadismo de la ortodo1ia, el placer de tragar %
hacer tragar la verdad en sus formas más crueles % est;pidas. Ae decido simplemente a seguir mi camino en
una dirección
e1ige0 quegeneris
5 "umani apuntarepresenta6
e1actamente,
una seg;n mi integrista
ofensiva parecer, hacia el envergadura
de gran realismo dogmático que
que no me Noma pero
inquieta, quiere %
que
2
nos obliga a entrar en la clandestinidad % a traba-ar a escondidas más que nunca+ .
>o puede negarse que las palabras de 7eilhard son m*s francas que sus
acciones.
5% *eacción de los dominicos

9on 2umani generis, la ola neomodernista había quedado condenada
p3blicamente, ) las medidas se sucedían. ?ientras que cinco jesuitas de 6)on, con
De 6ubac a la cabea, se eían condenados, los dominicos se conertían tambi0n en
el punto de mira. 6os libros de los padres 9henu ) 9ongar fueron censurados e
incluso puestos
conscientes de en el Qndice< node
la duplicidad obstante, las autoridades
los nueos romanas
teólogos, que eransus
difundían plenamente
tesis de
forma discreta pero segura. :oma ordenó al ?aestro Seneral de la Crden, el padre
2u*re, la isita de las casas francesas
«con el fin de e1aminar la mentalidad % la tendencia doctrinal de los estudiantes, % descubrir las ideas que
divulgan sus profesores0 particularmente en Vrancia0 @e trata0 de un lamentable esp'ritu e1cesivo de
insubordinación % falta de disciplina respecto de las autoridades constituidas, comportamiento del que se -actan
algunos religiosos. /sa insubordinación % esa manera de encabritarse se observa especialmente en los que han
adquirido cierto renombre como 3teólogos4 % crédito en los medios intelectuales0 9a% que conocer la táctica
que siguen aqu'! no adoptar una postura abiertamente en contra de la verdad, sino disimular el error con frases
brillantes % afirmaciones vagas, para evitar sanciones % condenaciones. Gtro artificio que utilian para evitar la
impresión de libros es el uso de ho-as dactilografiadas+ 7.
En realidad, :oma estaba tan inquieta que incluso consideraba la posibilidad de

disoler la orden de los dominicos en rancia.
sí, pues, 2u*re isitó rancia en !H%, con la mente ocupada en el plan de
superiencia que había traado. >o dejaba de repetir por todos lados que se debía
dar una impresión de disciplina< despu0s de unos meses todo olería a la
normalidad< si no, las medidas podían ser mu) graes. hí hubo una gran debilidad
por parte de la autoridad, que no transmitía los motios objetios del descontento
de la 2anta 2ede. 9omo era de esperar, los incriminados, conencidos de ser
íctimas de un error, bajaron la cabea en espera de que pasara la tormenta, )
continuaron a escondidas su labor de apa. 9ongar, e5iliado en :oma, podía escribir
con total impunidad4
«/l curso que dicto en este momento, e &cclesia, como si no pasara nada, es una verdadera respuesta, es mi
verdadera dinamita ba-o el sillón de los escribas. /sperar % aprovechar las ocasiones que puedan presentarse
para manifestar e1teriormente mi rechao de las mentiras del sistema0 Noma es a-ena a estas percepciones
evangélicas profundas, que son la gran preocupación de nuestros fieles, % de las que parte su protesta. Noma
está encerrada en su derecho % su canónica sofisticada de casu'stica, en su sentimiento de -usticia inalterada %
en su auto-ustificación+ 8.

9artas diersas, en 2peaight, %eilhard de .hardin, a 0iography , pp. !L$!!.

En 6eprier, uand Rome condamne, Plon$9erf, !L!, citado por 2aoir ', p. "%$".
#
Ib"d$
CONDENACIÓN DEL NEOMODERNISMO POR PÍO XII !
El padre Ducatillon, nueo proincial de París, tenía todas las raones del mundo
para quejarse de las tendencias modernistas de las 8ditions du .erf 4
«"uestras revistas % ediciones no e1presan el pensamiento del con-unto de los religiosos de nuestra provincia %,
por otro de
servicio lado, la autoridad
la &glesia+ 2
. provincial es impotente para darle a nuestras publicaciones la orientación normal al
U
U U
En rancia, las dos órdenes m*s brillantes estaban literalmente infiltradas por
c0lulas neomodernistas ) amenaaban la integridad de la doctrina católica. 2umani
generis fue la 3ltima muralla erigida al 3ltimo momento ante el diluio de errores
que amenaaba con arrastrarlo todo, al decir de Pío X''. El dique, apo)ado en los
contrafuertes de +ascendi ) sobre la roca multisecular de la 7radición de la 'glesia,
resistía con toda su fuera la nuea oleada modernista. 'ba a contener ) proteger
con orgullo a los fieles cristianos agaapados detr*s de sus murallas. +a cardenal,
Pacelli había profetiado4
«/sto% obsesionado por las confidencias de la Birgen a la peque<a Luc'a de Vátima. /sta obstinación de
"uestra @e<ora ante el peligro que amenaa a la &glesia es una advertencia divina contra el suicidio que
representar'a la alteración de la fe, en su liturgia, su teolog'a % su alma. Gigo a mi alrededor innovadores que
quieren desmantelar la $apilla sagrada, destruir la llama universal de la &glesia, rechaar sus ornamentos % darle
remordimientos por su pasado histórico. ues bien, mi querido amigo! esto% convencido de que la &glesia de
edro debe asumir su pasado, o de lo contrario cavará su tumba+ 7.
En !HL moría Pacelli, ) la 'glesia católica iba pr*cticamente con 0l a la tumba,
dejando el paso libre a los nueos ;teólogos del Iombre=.
Ib"d$


9ardenal Pacelli al conde Enrico Sabai, en monseñor :oche, +ie II devant l-2istoire, pp. H$H#, citado por
6erou5, +ierre, m-aimes'tu<, p. .
9PQ7R6C XX
Balance del neomodernismo
Para concluir este estudio del neomodernismo, como hicimos con el modernismo
protestante ) el modernismo ;católico=, es importante hacer un balance. Despu0s
de un r*pido resumen de los autores principales, podremos reunir los principios
fundamentales comunes. Esto nos permitir* descubrir el aance realiado desde sus
predecesores modernistas, ) er si esa nuea escuela de pensamiento constitu)e
una simple eolución o si no es m*s bien una reolución de las ideas frente a la
cultura católica. 7erminaremos con una idea apro5imada de las reacciones romanas
comparadas con las de san Pío X.

>ada m*s ecl0ctico que los cuatro personajes elegidos para representar el
neomodernismo4 un c0lebre paleontólogo del período de entreguerras, un filósofo
e5istencialista alem*n ateo, un e5egeta franc0s discreto, para terminar con un
teólogo abstruso del período de la posguerra.
6a ida de 7eilhard est* totalmente inscrita en su doctrina de la eolución, ) su
teología bien puede ser definida como la unión de la biología ) de la eolución
seg3n el esquema hegeliano. 9ontinuando a DarTin, desarrolla la tesis científica de
la eolución ital seg3n la cual la materia eoluciona progresiamente para hacerse
ia, luego humana, ) alcanar finalmente el Punto Cmega. Fsta ser* la apoteosis,
el momento final en que los hombres se salar*n con la llegada del 2uperhombre,
que personificar* a la humanidad diiniada, el 9risto uniersal hacia el que aana
la 'glesia. 7al es la religión sincretista que satisface a todas las creencias. sí,
partiendo de una hipótesis científica, 7eilhard, por eolución natural, entra de lleno
en el campo estrictamente teológico en el que las nociones m*s sagradas (la gracia,
lo sobrenatural, el pecado original, la encarnación, la redención, los sacramentos& se
reinterpretan seg3n las categorías de la eolución. Iecho esto, su esquema
eolutio repite los puntos cardinales que tanto gustaban a los deístas del siglo
X-'''4 la creación por sí mismo, la salación por sí mismo ) la unión de todos los
hombres en la nuea 8erusal0n.
Ieidegger representa la filosofía de entreguerras, el e5istencialismo, que a a
desempeñar un papel predominante en todo el pensamiento neomodernista. 2e
define como la filosofía descriptia de la e5istencia humana personal ) libre. Por
BALANCE DEL NEOMODERNISMO !#
contraste con el optimismo e5agerado de los idealistas Oantianos, el e5istencialismo

pone de reliee el car*cter absurdo de las cosas ) del mundo, la conciencia humana
liberada que, a merced de sus caprichos, se lana por caminos que no llean a
ninguna parte. El primer principio e5istencialista, &uiero, pienso, e3iste, recupera
esa mecla de oluntarismo ) de conocimiento introspectio que )a habíamos isto
en Kergson. El e5istencialismo se define ante todo como la filosofía egologista de la
conciencia4 todo lo que e5iste es ) sólo tiene sentido gracias al )o pensante.
dem*s, las cosas no tienen naturalea, pues el segundo principio e5istencialista
enuncia que la e3istencia precede a la esencia. De este modo, la primera facultad
humana no es la raón, sino la m*s absurda libertad. El bien supremo del hombre no
es la erdad, sino la libertad creadora. El tercer principio dice que el instante
presente es creador , repitiendo la tesis bergsoniana de que el ser es duración ) puro
cambio. Esto supone oler a La Evolución creadora de Kergson, que todo lo hacía
salir del hombre.
De 6ubac, en materia de e50gesis, sigue la historia de las formas de Kultmann,
que es sustancialmente
moderado la crítica
en sus e5posiciones. pura dee5eg0tica,
En materia 2trauss. su>olabor
obstante,
tiene laDefinalidad
6ubac de
es
superar las oposiciones entre el dogmatismo ) el m0todo histórico$crítico, que se
e5cluían mutuamente. 2u originalidad se debe sobre todo a los siguientes puntos.
Pone al frente la autoridad de los Padres de la 'glesia en materia de e50gesis, pero
luego deja en la incertidumbre el ?agisterio tradicional ) toda la escol*stica.
unque es el renoador de la e50gesis espiritual ) patrística, cae en el simbolismo
histórico por fidelidad a los principios críticos de los modernos. De esta forma
pretende que los Padres de la 'glesia sostuieron un sentido pleno abierto a dos
interpretaciones de la 2agrada Escritura incompatibles entre sí, una histórica ) otra
negadora de la Iistoria. 7ambi0n es el inentor de la ;7radición ia=, e5presión
que encubre la tesis de una :eelación pluralista indefinida procedente de
relecturas enriquecedoras. En resumen, De 6ubac representa en e50gesis una
uelta a las fuentes, enriquecedora bajo muchos aspectos, pero que tiene la
desentaja de dar prioridad a la Iistoria ) a la crítica sobre el dogma. hora bien,
esa misma inersión ) ese mismo desequilibrio estaban en los orígenes del e5traío
de 6ois).
:ahner, en su filosofía, depende sobre todo de Iegel, aunque saca tambi0n
algunas cosas de Ieidegger. dopta el m0todo dial0ctico de Iegel, que hace
eolucionar todas las cosas a partir del Sran 7odo, pasando por el cosmos, para
oler finalmente al Sran 7odo. Pero ese m0todo, que une los contrarios para
superarlos, termina en la pura contradicción. El bsoluto hegeliano es lo infinito,
pero tambi0n lo finito, de manera que lo infinito se conierte en lo finito ) lo finito
supera
el ser alsus
serlímites para)conertirse
conocido en el bsoluto
aun a la oluntad. Esto esinfinito.
lo quedem*s, :ahner
afirma con reduce
el principio
egologista absoluto cogito'volo @quiero, pienso, e5iste@.  fin de cuentas, la
teología de :ahner es simplemente la teología católica transpuesta al lenguaje
hegeliano. De ahí se deria un asto moimiento, una cadena de eslabones
perfectamente trabados, que a de la 7rinidad a 9risto ) de 9risto al hombre ) al
cosmos, para oler finalmente a Dios.
Esa cadena hace del hombre el centro de la teología, raón por la cual :ahner la
bautió como ;iraje antropológico=. Ese moimiento consta de tres fases
!% CIEN AÑOS DE MODERNISMO
principales4 la fase trinitaria, la cristología descendente ) la cristología ascendente.

sí como Dios tiene necesidad de la Iistoria para constituirse como 7rino, ) así
como el -erbo no puede ser -erbo si no es -erbo encarnado, así tambi0n Dios
necesita el mundo para ser Dios. 6o infinito debe e5terioriarse ) alienarse,
lan*ndose a lo finito para desembocar en lo infinito consciente, seg3n el esquema
eolutio de Iegel reisado por 7eilhard. 'gual que en Iegel, no ha) solución de
continuidad en la eolución rahneriana entre materia$espíritu$capacidad de la
naturalea humana$naturalea humana$sobrenatural$deseo natural de la
encarnación. 6a teología rahneriana confunde los dos órdenes, natural )
sobrenatural, de donde se deria toda una serie de consecuencias4 la :eelación
natural, el pluralismo de credos, la salación uniersal, el cristiano anónimo, el
infierno acío, la supresión de la ;'glesia ghetto= romana, el ecumenismo sin
fronteras.
&% La identidad de los principios #undamentales

Despu0s
pequeña del panorama
semejana con las que acabamos
0pocas de eocar,
precedentes. es eidenteseque
6as generaciones ha) una
suceden, el
medio cultural ) los indiiduos cambian, pero los principios siguen siendo
inamoibles. Decididamente, no ha) nada nueo bajo el sol modernista. 2iempre
nos encontramos con los mismos principios antifilosóficos4 el ignorantismo, el
egologismo ) el reolucionismo.
6os e5istencialistas son ignorantistas cuando sostienen el principio que niega las
esencias en proecho de una e5istencia acía, la e5istencia que precede a la
esencia. 7ambi0n lo son cuando reducen el conocimiento a las apariencias ) a las
im*genes4 ser es aparecer, lo que significa negar pura ) simplemente el
conocimiento de las cosas en sí mismas. 6a crítica bíblica sigue la historia de las
formas de Kultmann,
debidamente que niega
comprobados. que los Eangelios
Pretende, adem*s, quesean
losrelatos de hechos
Eangelios históricos
se saltaron el
octao mandamiento, ;>o dir*s falso testimonio=, lo cual significa claramente que
los Eangelios )a no son palabra de Eangelio, pues est*n llenos de errores. 6a
e50gesis espiritual faorece tambi0n el ignorantismo para poder aceptar el equíoco
de los t0rminos bíblicos ) su interpretación polialente. En cuanto a la teología
rahneriana, con recordar que sus fuentes son la dial0ctica contradictoria de Iegel )
el e5istencialismo absurdo de Ieidegger, )a est* todo dicho.
En el período neomodernista se profesa el conocimiento egologista de los
modernistas precedentes4 ese conocimiento que hace de la libertad ) de la
conciencia lo esencial del ser, ) que prepara el reino de la ceguera ) del absurdo.
«@in la e1istencia humana tampoco e1istir'a el mundo. o so% el ser por el cual ha% Ies gibt J ser+ 2. «o so% la
fuente absoluta. Ai e1istencia no proviene de mis antecedentes ni de mi entorno f'sico % social, sino que va
hacia ellos % los sostiene+ 7.
El principio e5istencialista fundamental es el cogito4 ;Pienso, luego es=. 6a
e5istencia se identifica totalmente con la libertad. En su jerga, e5istir es superarse a
sí mismo, inentarse libremente, crearse su propia esencia ) crear el mundo. El
egologismo se traduce, en e50gesis, por la :eelación continua procedente de

Ieidegger, en oulqui0, p. G".
?erleau$Pont), +hnomnologie de la perception, en oulqui0, p. G".

BALANCE DEL NEOMODERNISMO !H
lecturas ) relecturas. 2e produce un dinamismo creador en el lector, que comprende

el te5to cuando empiea a comprenderse ante el te5to. De esa manera, lo que el
te5to significa no coincide con lo que el autor quiso decir . 7odo se deja al libre
e5amen de las lecturas enriquecedoras en el Espíritu, en perjuicio de la :eelación
definida e inmutable. En :ahner el egologismo parece llegar a su paro5ismo.
«@i el esp'ritu se define como la plena posesión de s' % de su poder creador sobre s' mismo, se define
perfectamente como libertad % voluntad+ I9Z 27, 27QX27WJ. «Todo conocimiento humano de un ob-eto
e1terior es una forma de autoconciencia, de su sub-etividad0 /sto vale también para el conocimiento que el
hombre tiene de Dios+ I)Z 2MJ 7.
De acuerdo con la isión e5istencialista, el ser se reduce a la duración pura, al
reolucionismo creador de los mundos ) de los destinos, seg3n los ;hechos de
conciencia= m*s ariados. Para 2artre, el ser se identifica con el acontecimiento ) la
situación. Para Kergson es duración. Para Ieidegger es tiempo. Para Iegel se
identifica con la nada, porque
«el ser e1iste, pero se desvanece en el acontecimiento: porque, en el fondo, no es+ 8.
El cambio es el ser. 7odo es flujo.
«/stamos en los albores de la ma%or transformación de la tierra, del tiempo % de la 9istoria. /stamos en la
noche, esperamos el d'a+ H.
6os partidarios de la nuea teología est*n en la misma esfera de influencia
cuando, siguiendo a Klondel, definen la erdad como la conformidad de la
inteligencia con la ida, progresia e infinitamente ariable. + como la erdad es la
ida, ) la 7radición debe transmitir la erdad, De 6ubac conclu)e con la e5istencia
de la %radición viva. 2eg3n 0l, esto significa que las creencias posteriores de la
'glesia no deben estar necesariamente inculadas por un ne5o lógico con lo que ella
siempre cre)ó e5plícitamente desde los primeros siglos.
6a 7radición ia hace las eces de flotador para el dogma que eoluciona con
el correr de los siglos. />o ser* un bello eufemismo para designar la antigua herejía
del historicismo dogm*tico1 En cuanto a :ahner, su eolucionismo tiene un tinte
teilhardiano bastante panteísta. 'gual que De 6ubac, parte de un mundo eolutio
que se hace hombre, )a que la materia se hace espíritu, ) el espíritu, poco a poco,
se hace Dios.
«/sta diversidad esencial entre la materia, la vida, la conciencia % el esp'ritu no e1clu%e en ning;n caso la
evolución, si es que el cambio e1iste+ . «@i contra el pante'smo decimos! 3Dios % el mundo son distintos4, esta
frase es radicalmente errónea si se entiende de manera dualista. La distinción entre Dios % el mundo es tal que
el uno pone una ve más % es la diferencia del otro respecto de s' mismo %, precisamente por ello, en la
diferencia produce la ma%or unidad+ I$V QJ .
'% Las inno(aciones del neomodernismo

Por contraste con el modernismo ;católico=, el neomodernismo ejerce una
enorme influencia sobre la ida de la 'glesia, en especial gracias a la controersia

:ic]ur, Du te3te C l-action, p. J, 0ase Le !el de la terre, n3mero , pp. %$G.

2Tres des 4ortes, ed. española4 (yente de la palabra, Karcelona, !JG, en erraro, pp. #!!$%"G.
#
u-est ce &ue la mtaphysi&ue<, en 9ourrier ', p. #!.
%
Ieidegger, en ?olnar, Le Dieu inmanent , p. "%.
H
En erraro, p. %G".
J
:ahner, Escritos -, ?adrid, !J%, p. !"< .urso fundamental, p. H, en erraro, pp. %LJ$%LL.
!J CIEN AÑOS DE MODERNISMO
que se suscitó alrededor de 7eilhard. En 0l se reconoce a un científico que, adem*s,

es sacerdote ) jesuita, que niega la creación ) e5plica todo el dogma por la
eolución biológica de la materia seg3n los principios darinianos. Esta popularidad
del sistema neomodernista se debe a que sus promotores son h*biles en ocultar sus
huellas ) consiguen propagar insensiblemente el mismo eneno modernista, usando
como prete5to a los Padres de la 'glesia ) a santo 7om*s de quino. dem*s, la
filosofía del momento, el e5istencialismo, a pesar de sus deficiencias, tuo el m0rito
de acabar con el idealismo e5agerado. Cfrece una concepción del mundo menos
artificial ), por eso mismo, m*s humana, aun cuando, al hacerlo, caiga en el absurdo
) lo irracional.
2in embargo, aunque el aance de las nueas doctrinas es en parte de orden
cuantitatio, es sobre todo cualitatio. El gran progreso neomodernista se debe a la
claridad de los principios, que son lleados hasta sus 3ltimas consecuencias.
9omparar el neomodernismo con las 0pocas precedentes de los modernismos
protestante ) católico, es contemplar una obra magistral a plena lu despu0s de
haber
ideas )isto sus bocetosadoptaba
el modernismo en la sombra. unque el protestantismo
perfectamente era atreido
sus principios, dichas en sus
doctrinas no
tenían a3n toda la cohesión ) estructura que ofrece a nuestros ojos el sistema de
entreguerras. 2obre todo, no se habían enunciado clara ) abiertamente sus
principios conductores. Esos principios )a han sido señalados4 es el cogito'volo'est
de los e5istencialistas, que termina por negar las esencias de las cosas, porque el
ser precede a la esencia, ) establece como principio supremo la libertad creadora )
absurda, el instante presente creador < es tambi0n el principio dial0ctico de Iegel,
seg3n el cual lo infinito se ierte en lo finito para conertirse en lo infinito
consciente.
sí, pues, en la diersidad de las disciplinas, olemos a encontrar un elemento
predominante com3n que contrasta con las generaciones modernistas precedentes.
6os protestantes se ocupaban actiamente en la crítica pura profundamente
ignorantista. 6os modernistas ponderaban mucho m*s el desarrollo ital
radicalmente eolucionista. Por su parte, los neomodernistas, en todos los campos,
ponen principalmente el acento en la conciencia como 3nico principio de
conocimiento. Es el conocimiento fundamentalmente egologista, la introspección
profunda ) oscura del )o, considerado como el alfa ) el omega de todo lo que es )
se muee. Es el conocimiento replegado sobre sí mismo ) cerrado a los seres. Es el
egologismo m*s completo que, por su tendencia natural, llea directamente al
narcisismo ) a la egolatría, a la adoración de sí mismo. hora bien, ese punto de
ista es, entre todos, el m*s diametralmente opuesto al realismo abierto al ser. El
ignorantismo es simplemente negatio ) no puede constituir el fondo de la
anticultura. El aspecto
sólo e5iste porque reolucionista
se funda es el que
en la conciencia produceenlos
egologista frutos, pero
constante 0l mismo
eolución. Por
eso el neomodernismo parece alcanar su perfección característica en la
combinación Iegel$Ieidegger$:ahner. Podremos esclarecerlo tal e (el lenguaje
estereotipado de nuestros autores es oscuro a m*s no poder&, pero difícilmente
podremos mejorarlo. De hecho, desde hace cuarenta años, las cabeas pensantes
no hacen m*s que machacar la teología de :ahner apenas disfraada.
Pero, paradójicamente, a ese aspecto negatio del hombre replegado sobre sí
mismo ) forjando su propia erdad, se le suma una amplitud de espíritu hacia todos
BALANCE DEL NEOMODERNISMO !G
los sistemas de pensamiento. 2e es sensible a las creaciones m*s contradictorias.

9ada cual es un pequeño planeta en órbita que gira alrededor de sí mismo ) no se
preocupa lo m*s mínimo por encontrar un centro de graedad e5terior ) com3n a
todos. Ieidegger se propone llear a cabo la simbiosis entre la conciencia ) su
objeto para poder superar la oposición entre el realismo dogm*tico ) el idealismo
subjetio. Kajo el gran *rbol de la e50gesis espiritual patrística ha) una pequeña
rama para cada uno, tanto para el dogmatismo bíblico como para la crítica radical.
Dentro del panteón que es la 'glesia sin*rquica uniersal, ha) un nicho para todos
los dioses, incluso para 8esucristo. En la religión del hombre por el hombre ) para el
hombre, todos encuentran un refugio, sin distinción de credo ni de :eelación, pues
todos los indiiduos son cristianos sin saberlo. En ninguna parte el modernismo ha
logrado elaborar una síntesis a la e tan lógica con sus principios b*sicos ) tan
entajosa para todos.
5% </(olución o re(olución ante la cultura cristiana=

El neomodernismo
catolicismo es, en lo esencial,
o del protestantismo, lo que la reiiscencia
justifica del modernismo
el nombre com3n que salido del
le hemos
dado. Desde entonces, es eidente que, en la línea de los dos modernismos
anteriores, el neomodernismo se presenta como la antítesis del catolicismo. >o ser*
difícil mostrar ahí tambi0n la incompatibilidad radical de los principios que sostienen
el edificio de la ;nuea= herejía. + es que dan una definición de la erdad que
destru)e la raón, que est* abierta a la contradicción ) que pro)ecta una isión
ecum0nica reolucionaria.
6os e5istencialistas destru)en la raón, )a que niegan que las cosas tengan en sí
mismas cierta naturalea, ) luego porque pretenden que conocer es informar el
objeto, o mejor dicho deformarlo, cuando la erdad es lo contrario. 2artre e5presa
su gratitud haciamoderno
«/l pensamiento Mant4 ha hecho un progreso considerable al reducir lo e1istente a la serie de apariencias
que lo manifiestan0 /l ser de lo e1istente es precisamente lo que aparece0 "uestra teor'a del fenómeno ha
reemplaado la realidad de la cosa por la ob-etividad del fenómeno+ 2.
Para Ieidegger, la conciencia humana es la que transforma las cosas en bruto
para darles un sentido. sí, la facultad propia del hombre es la libertad entendida
como un instinto espont*neo irracional, absurdo m*s all* de todas las raones. Esa
postura no es sólo agnóstica, sino tambi0n absurda. 2emejante teoría del absurdo,
/cómo puede reclamar el título de filosofía1 :ahner no profesa otra cosa4
«La facultad de pensar, la cosa conocida % el conocimiento son una misma cosa+ I)Z MRJ. «/l ser en su en s$
es el ser conocido+ I)Z 8X8MJ. «Lo conocido es siempre el ser del cognoscente+ I)Z M7J 7.
Para 0l, el gran problema no es hacer el puente con la realidad, sino poder
distinguir al sujeto conocedor del objeto conocido. >uestro filósofo cierra el círculo
egologista con el cogito'volo. Para todos los e5istencialistas, la erdad se define
como el capricho de la oluntad, ciega ) absurda.
/9u*les son las características de esta erdad1 9omo no ha) esencia, los seres
carecen de identidad ) de permanencia, ) no pueden tener profundidad para salir

L-Vtre et le 9ant , en oulqui0, p. JL.

En erraro, p. #!L ) p. #!#.
!L CIEN AÑOS DE MODERNISMO
del momento presente ) del flujo perpetuo del mundo. Esto tambi0n ale para Dios.
El 2er, tal como lo imaginaban Platón, ?ois0s o la 'glesia, ese 2er$sustancia, 2er$
inmoilidad, 2er$identidad, ha sido superado. hora se lo reconoce como .ambio .
En materia escrituraria, De 6ubac acepta el pluralismo del sentido de los t0rminos
bíblicos, dejando abierta la posibilidad de los dobles sentidos. Es el equialente del
concepto de 7radición ia ) de las interpretaciones enriquecedoras en el Espíritu,
tanto m*s fructíferas cuanto m*s cargado est* el te5to de los sentidos m*s
ariados. :ahner presenta la isión global de una erdad eolutia seg3n la cual
todo, desde la materia hasta Dios, est* sometido a la le) del cambio. El bsoluto
hegeliano es lo infinito que se hace finito al mismo tiempo que lo finito supera sus
límites para conertirse en el bsoluto infinito. Eso quiere decir que lo inmutable
cambia para tomar conciencia de sí mismo ) perfeccionarse de este modo. />o cabe
preguntarse si :ahner cree a3n que pueda e5istir una sola erdad eterna e
inmutable1
En materia de unidad, el ecumenismo rahneriano es uniersal ) uníoco. 9omo
Dios
todoses lostodopoderoso
hombres. 6a ) quiere
mera tomasalar a todos losdehombres,
de conciencia sala
la grandea deefectiamente
Dios produce la a
salación ipso facto. 7odo hombre es un cristiano anónimo, aunque rechace
e5plícitamente todo ínculo con la 'glesia isible ) jer*rquica4 Auera de la 'glesia
ha) salaciónB El reino de Dios en la tierra es la humanidad entera, de manera que
todos se salan, ) si el infierno e5iste, est* acío. El +ueblo de Dios no es la ;'glesia
ghetto=. Es la 'glesia amplia que ;subsiste= en la 'glesia católica, pero no se reduce
sólo a ella. Esa tesis de la salación uniersal conduce directamente a una pastoral
que paralia todo el esfuero misionero, que desde ese momento se uele
superfluo. /Para qu0 cruar los mares ) derramar la propia sangre con el fin de
hacer e5plícito lo que los hombres )a tienen implícitamente, la salación eterna
asegurada1 Por eso, 9ongar e5plica que ho) en día nadie puede pretender, para
justificar las misiones, que ha)a que salar a las almas del infierno.
El neomodernismo, fundado en el conocimiento egologista, fruto del libre
e5amen de 6utero, rescatado por los protestantes bajo el signo de la crítica pura )
por los modernistas ;católicos= en nombre del desarrollo ital, es la disolución de
todo pensamiento. 2igue siendo el mismo sistema de pensamiento que,
despreciando el ser ) los hechos históricos, lo hace girar todo alrededor de la
conciencia humana, porque ella sola es la fuente del ser, de la erdad, de la
:eelación ) de la diinidad en lo m*s recóndito del hombre. 2igue siendo el mismo
sistema de pensamiento ignorantista, egologista ) reolucionista, que corta por la
base el trípode de la cultura cristiana4 el ser, 8esucristo ) Dios. 2igue siendo la
corriente intelectual que adopta una filosofía sin ser, una :eelación sin 9risto
histórico, para concluir
es históricamente en una
el paraíso teologíafilosófico
niranista sin Dios. )Elreligioso
modernismo, en su 3ltima
m*s perfecto fase,
que jam*s
ha)an podido inentar los no budistas. Por eso, el cardenal 2iri emite un juicio
seero sobre la obra de su cabecilla, :ahner4
«$uando se obra, se piensa % se habla para asentar postulados tales como el de la identidad de esencia de Dios %
del hombre, que invierten la doctrina procedente de la Nevelación, no se sigue el camino de la verdad sino del
error. #h' es donde se llega por partir de un concepto, referente a un gran misterio como es el misterio de lo
sobrenatural, artificialmente presentado como formando parte de la doctrina de la &glesia0 @e ponen
?olnar, p. "%.

BALANCE DEL NEOMODERNISMO !!
insensiblemente en duda % se pulverian todos los principios, todos los criterios % todos los fundamentos de la
fe+ 2.
9% La autoridad ante el neomodernismo

Es esclarecedor ) tranquiliador er que, ante el mismo mal modernista, los dos
Píos, Pío X'' despu0s de san Pío X, entablan una lucha sin piedad contra los mismos
principios ) la misma doctrina. 6a segunda crisis modernista ofrece la ocasión de
reafirmar los principios fundamentales del cristianismo ) de mostrar cómo quedan
radicalmente socaados por los principios modernistas. El Papa Pío X'' fustiga una
por una las posturas filosóficas, e5eg0ticas ) teológicas sostenidas por los artífices
del error, ) les opone la enseñana constante e inmutable de la 'glesia, reafirmada
por san Pío X, ) fundada en la misma filosofía realista ) en la misma :eelación
histórica. sí, Pío X'', aunque deje abiertas las cuestiones a3n debatidas en
e50gesis, no acepta ni una pica de la teoría del mito del Eangelio o del S0nesis.
>o ha) nada que discutir con una filosofía que se anagloria de su ignorantismo )
de su los
todos car*cter
dogmasabsurdo. >o ha) nada
de la conciencia que salar en una teología que hace brotar
humana.
Para contrarrestar la influencia de los hombres infiltrados en el campo católico
se tomaron medidas disciplinarias, sobre todo porque, a juicio del Papa, la situación
ponía en riesgo la misma superiencia de la 'glesia. 9on la perspectia que ofrece
el tiempo transcurrido desde entonces, podemos lamentar qui* que las medidas no
ha)an sido tan seeras como las que había tomado san Pío X. Pero /no es cierto que
los hombres de 'glesia )a se habían insubordinado contra :oma1 7al e se pueda
pensar que no se habían e5puesto suficientemente los fundamentos irracionales del
neomodernismo, pero eso pudo deberse a que a3n no había salido a la lu la
brillante síntesis de :ahner. l igual que su predecesor, Pío X'' no toma una postura
de defensa ni de di*logo con el mal, porque cuando el c*ncer ataca los fundamentos
mismos de la 'glesia de 9risto, no ha) que transigir ni parlamentar. >o puede haber
ninguna tentatia ecum0nica con el clan modernista, ning3n compromiso con el
traidor oculto en el propio campo. 2u encíclica 2umani generis retumba en erdad
como un nueo !yllabus de errores condenados por segunda e, por las mismas
raones ) con los mismos argumentos. 6a diina Proidencia quería confirmar que el
modernismo, aun cuando se ha)a propagado posteriormente desde las m*s altas
esferas de la 'glesia, es una herejía cancerígena doblemente abucheada, e5ecrada )
condenada para siempre por la 3nica 'glesia de 8esucristo, la 'glesia católica,
apostólica ) romana.

2iri, Gethsmani, p. L.
uinta parte
R'>7 P:7E
/l modernismo triun#ante
2umani generis había aparecido en !H". El año !JH marcaba la clausura del

concilio -aticano '', que sembraba la duda sobre los puntos fundamentales
reafirmados por el Papa Pacelli. >unca antes, en la historia de la 'glesia, una
encíclica dogm*tica se había isto desautoriada con tanta rapide ) tan
completamente por aquellos mismos a quienes condenaba. /9ómo puede ser que la
nuea teología, censurada de modo tan solemne ) definitio por Pío X'', en perfecto
acuerdo con +ascendi de san Pío X, se ha)a conertido en la teología oficial de
-aticano '' ) del posconcilio1 Fsa es toda la historia del concilio -aticano '' ) de la
;'glesia conciliar=, bautiada así por los neomodernistas en el poder. El -aticano ''
marca una neta ruptura con la 'glesia católica, como lo confiesan sus propias
autoridades. 6os Papas del posconcilio, Pablo -' ) 8uan Pablo '', )a no citan
pr*cticamente el ?agisterio tradicional. Para ellos la 'glesia comenó a e5istir en
!J, año que inaugura una nuea primaera espiritual.
/Rna
habla de nuea primaera1
incertidumbre, de 6as brumas inernales
escepticismo, de humohan
deinadido
2atan*slaintroducido
'glesia. Pablo
en -'
la
'glesia. 8uan Pablo '', saliendo por momentos de su optimismo habitual, se da cuenta
de la crisis por la que atraiesa la 'glesia. :atinger, su alter ego, ha descrito con
gran detalle las heridas abiertas de cada uno de los cuatro continentes cristianos.
6os identes, ?elania de la 2alette ) la hermana 6ucía de *tima, se unen para
predecir la desorientación de los espíritus, la p0rdida del dogma de la fe, el eclipse
de la 'glesia ) el papel pererso de los pastores.
En sí mismo eso no es nada nueo, pero la noedad radica en que la crisis ha)a
llegado repentinamente ) con una intensidad nunca ista. 6o que es nueo es que la
sepultura de la 7radición católica en toda su e5tensión ha)a tenido un entierro de
primera clase con incienso ) misa pontifical. Kajo capa de apoteosis, el -aticano ''
demolió sistem*ticamente las estructuras e instituciones establecidas por >uestro
2eñor, ) lo que había quedado en pie iba a ser derribado durante los pontificados
siguientes.
«La voluntad de fidelidad a dos concilios 5Baticano & % Baticano &&6, que difieren tan claramente uno del otro,
es simplemente imposible. /l $oncilio ha planteado un problema tan inusual a los católicos, que ha provocado
la ceguera % el abandono de la raón, ;nica actitud que permita eludirlo+ 2.

Daniel Cliier, Les deu3 visages du prVtre, a)ard, !G, p. "J.
" CIEN AÑOS DE MODERNISMO
6o que es nueo sobre todo es la t*ctica empleada. El genial golpe maestro de

2atan*s ha sido destruir a la 'glesia con prete5to de obediencia, la irtud católica
por e5celencia. 2iguiendo las consignas de las autoridades romanas que socaaban
la fe ) las estructuras, todos, obispos, sacerdotes ) fieles, sabi0ndolo o no,
colaboraban con la p0rdida de la erdad ) de la fe. A9omo si se pudiera disculpar a
la conciencia de obedecer las órdenes perersas de los superioresB A9omo si destruir
a la 'glesia ) renunciar a la fe pudiera llegar a ser meritorio ) irtuosoB A9omo si
fuera mejor equiocarse con el Papa que tener raón contra 0lB Por medio del
subterfugio de la obediencia ciega, las autoridades al sericio del mal han conducido
una reolución de tiara ) capa pluial bajo la 0gida del ecumenismo. En este período
de posconciliarismo, podemos preguntarnos cu*ntos fieles guardan a3n la fe de su
bautismo. Pablo -' qui* nunca ha)a hablado mejor que cuando preeía un período
no mu) lejano en que la 'glesia sería perseguida ) reducida a un pequeño resto, la
'glesia del silencio.
6a estructura de los capítulos siguientes difiere de los estudios anteriores. quí
tenemos
abstractasque tratar una
) pasadas. Porhistoria a3n ser
eso, para presente
justos, en la memoria,
deberíamos ) no doctrinas
equilibrar nuestras
críticas de los pontificados estudiados resaltando sus aspectos positios. Pero, por
falta de espacio, debemos ir a lo esencial, como el m0dico que, llamado a la
cabecera del enfermo, no e5amina los órganos sanos, sino que aplica el bisturí
sobre el mal que debe amputar. sí pues, nuestro bisturí literario deber* limitarse a
los aspectos negatios. Rn concilio o un pontificado se distingue ) se define no por
lo que presera, sino por lo que añade o suprime, por su idea principal. hora bien,
esta idea es mu) clara cuando se estudia la 'glesia conciliar.
Para describir el triunfo del modernismo en 2an Pedro deberemos e5tendernos
bastante en la historia ) doctrina del concilio -aticano ''. 7endremos luego ocasión
de apreciar en su justa medida los pontificados siguientes de Pablo -' ) 8uan Pablo
'', con un par0ntesis sobre el cardenal :atinger a propósito de la cuestión
escrituraria.
9PQ7R6C XX'
Vaticano II6 la re(olución ecum;nica
8uan XX''' e5plicaba que se sintió impulsado a conocar el nueo 9oncilio como
por una inspiración sobrenatural. briendo simbólicamente la entana de sus
departamentos, quiso e5presar su oluntad de que en el 9oncilio la 'glesia se
abriera al mundo ) lleara a cabo su aggiornamento @su puesta al día@. ntes que
0l, pero con ma)or circunspección, dos Papas habían pensado )a en la conocación
de un concilio. Pío X'' estudió la posibilidad, pero einte años antes que 0l (en ma)o
de !#& Pío X' había reunido en consistorio secreto a sus cardenales de 9uria para
solicitar su parecer sobre la oportunidad de un concilio general. 6a opinión com3n
en esa 0poca se oponía a ello, como lo muestra el cardenal Killot, que se hio el
portao de los dem*s4
«La raón más grave, % que me parecer'a militar absolutamente a favor de una respuesta negativa, es que la
reanudación del concilio es deseada por los peores enemigos de la &glesia, es decir, por los modernistas, que %a
se preparan —como nos lo confirman los 'ndices más certeros— a sacar provecho de esta #samblea plenaria de
la &glesia para hacer la revolución, la nueva Nevolución Vrancesa, ob-eto de sus sue<os % esperanas. @er'a de
temer que se introdu-eran procedimientos de discusión % propaganda más conformes con los usos democráticos
que con las tradiciones de la &glesia+ 2.
El que fue llamado teólogo del siglo XX terminaba con una afirmación
categórica4 la 0poca de los concilios había concluido con la definición de la
infalibilidad pontificia.
Esos hombres eían claramente la situación de la 'glesia, bastante minada )a
por el modernismo.
/9ómo pudo la 'glesia, en el espacio de cuatro años, rechaar su doctrina
bimilenaria, de la que se hacían eco los esquemas preparatorios del 9oncilio, para
dejarse inadir por una simpatía inmensa hacia la religión del hombre que se hace

Dios1
comunes. Fsa esla
con toda la historiarancesa.
:eolución de la reolución conciliar,
Para llear a cabo a la quereolución
una no le faltan puntos
seg3n el
modelo de la :eolución de GL!, hacen falta acuerdos preios ) hombres en el
lugar (los tres pactos ) los infiltrados&, hace falta una mente (:ahner&, hace falta
una *agna .harta (libertad religiosa, colegialidad, ecumenismo&. Iace falta tambi0n
una m/&uina de guerra accionada sobre todo por una clae, una palabra m*gica

9aprile, Il .oncilio >aticano II, ol. -., !JL, p. JLL, en 9ourrier '', p. .
Pablo -', discurso de clausura del 9oncilio, en 9ourrier ', p. %J.

"% CIEN AÑOS DE MODERNISMO
que electrice ) ponga en moimiento toda la reolución. El liturgista dom 6ambert

Keauduin )a había enunciado esa palabra clave cuando profetiaba que, si se elegía
a :oncalli, sería capa de conocar un concilio ) consagrar el ecumenismo .
$% /l "e!tm%t!& de la re(olución pací#ica

El -aticano '' quería consagrar la apertura de la 'glesia al mundo. hora bien, los
años sesenta estuieron marcados por profundos cambios políticos ) morales4
nunca m*s la guerra, la pa a toda costa, el desarrollo económico, la liberación de
los tab3es, el moimiento hippie, ) poco despu0s el ?a)o franc0s del JL. 6a 'glesia,
poni0ndose a tono con el mundo, iba a hacer tambi0n su reolución pacífica. Kajo su
aspecto bonachón, el anciano Papa 8uan XX''' aspiraba a hacer la reolución en la
'glesia bajo la diisa del aggiornamiento ) de la apertura al mundo. AKasta )a de
condenaciones, basta )a de anatemasB Eniemos un mensaje de optimismo a ese
mundo que nos tiende los braos. :ecuperemos la unidad perdida. El -aticano '' iba
a borrar por fin quince siglos de herejía ) de cisma, tirar el pasado a la basura )
empear
/9on qu0 de nueo como
prete5to1 9on elsiprete5to
nada hubiera pasado,
) en nombre delenecumenismo.
la m*s perfecta fraternidad.
/ qu0 precio1 
cualquier precio. 6a 'glesia quería establecer a toda costa la pa con el mundo bajo
la diisa del ecumenismo. 9on semejante cuña metida en el centro de las
preocupaciones conciliares, se podía hacer olar a la 'glesia en pedaos.
Ecumenismo quiere decir uniersalidad o catolicidad. El esfuero ecum0nico
significa el trabajo para promoer la uniersalidad de la 'glesia, se entiende que la
católica. Es la aspiración de >uestro 2eñor en el discurso despu0s de la 3ltima 9ena4
;Aue sean unoB=. Iemos hablado bastante sobre el ecumenismo modernista en
:ahner para comprender el contrasentido que podría desliarse bajo ese t0rmino
tradicional. Para los modernistas, a los que no espanta la contradicción, todas las
'glesias son erdaderas,
erdadera, pero sólo lolas
es diferencias
un poco m*sson que
cuestión de grado.
las dem*s. 6a 6a religiónghetto=
;'glesia católicadel
es
-aticano debe abrir sus puertas para recuperar la unidad, perdida m*s o menos por
su culpa. En otros t0rminos, desde los cismas ) herejías, la 'glesia católica perdió las
notas de unidad ) uniersalidad, que eran tradicionalmente las señales de su
eracidad.
Ia) que señalar que esos enemigos de la 'glesia no mencionan la santidad )
apostolicidad, las otras dos señales de la erdadera 'glesia. + eso es, obiamente,
porque son mucho menos ;ecum0nicas= que las dem*s. >i 6utero ni 9alino ni
ning3n otro heresiarca brillan por su santidad. dem*s, ninguno de ellos puede
pretender haber recibido una misión apostólica de 9risto para instaurar la
subersión ) el cisma en su propia 'glesia. 6as 3ltimas generaciones modernistas se
concentran m*s bien en la unidad de la 'glesia, ) en esto tienen absoluta raón. En
efecto, la unidad constitu)e la nota esencial que define propiamente a la 'glesia
católica ) le da toda su cohesión. Esa unidad es triple, porque comprende la unidad
de gobierno, de fe ) de sacramentos.
Es precisamente ahí donde el problema se complica para los falsos ecumenistas.
2u pretensión es realiar la cuadratura del círculo, unir los contrarios. hora bien,
ha) tres maneras de unir elementos distintos. 2e puede transformarlos en algo
6ouis Kou)er, Dom Lambert 0eauduin, un homme d-8glise, p. L", en 2aoir ', p. H.

'ATICANO II "H
nueo, aplicando la fórmula ;solve et coagula= @disuele ) une@. 2e puede

tambi0n conserar el n3cleo com3n disoliendo las diferencias. Por 3ltimo, se puede
dejar que ian juntos respetando las diferencias. El primer caso es la Iglesia futura
de 7eilhard que, seg3n 0l, es inimaginable e indescriptible. 2in embargo, esa
metamorfosis de todas las religiones sería la sentencia de muerte de la 'glesia de
9risto, puesto que aniquilaría sobre todo su unidad de gobierno. En cambio, en el
segundo caso de una unión vaga de las religiones, la que quedaría destruida es la
unidad de fe ) de sacramentos. 2ería una 'glesia centrípeta en que las diferencias se
diluirían para resaltar los puntos comunes, especie de .arta de las religiones unidas
que le seriría de columna ertebral. sí, esta supuesta unión estaría fundada en el
mínimo denominador com3n, o bien en un dogma com3n, o simplemente en un
impulso com3n hacia la diinidad. Pero querer establecer una :eligión com3n )
uniersal es tan absurdo como creer en un Dios que sea a la e la 2antísima
7rinidad, l*, Kuda ) el Dalai 6ama . Es eidente que, en ese caso, las erdades de
fe como la 7rinidad ) la encarnación de 8esucristo se erían reducidas a símbolos, )
finalmente a quimeras en las que )a nadie creería. Fste era probablemente el
modelo soñado por 2chleiermacher ) 7)rrell. Ia) un tercer modelo que describe
mejor a los ecumenistas en acción en el -aticano ''. Es la Iglesia'panteón, la Kabel
de las religiones, amplia ) ariada hasta el infinito. Pareciera que, en efecto, los
conciliaristas ha)an tenido en ista una unión real pero fle5ible de todas las
religiones, una amalgama de creencias que respeta las diferencias enriquecedoras.
2e trata de la 'glesia amplia ) plural de :ahner. Este modelo, por desgracia, lejos de
ser una solución satisfactoria, parece acumular los inconenientes de los dos casos
antes citados. De esa manera se destru)e tanto la estructura eclesi*stica como su
fe, porque la erdad, menos a3n que la estructura romana, no es algo diersificado4
es e5clusia. >o admite grados, ni soporta la contradicción.
6os ecumenistas que hicieron ) deshicieron el -aticano '' debieron forar las
palabras ) las cosas para hacer aceptable una 'glesia amplia ) plural. 9on muchas
ambigNedades ) maniobras secretas, lograron imponer a los Padres conciliares la
identidad de los contrarios4 la 'glesia de 8esucristo es sólo la 'glesia católica ) no
sólo la 'glesia católica< la erdad en materia de religión es sólo la fe católica ) no
sólo la fe católica< la gracia de 8esucristo se transmite por la 3nica 'glesia católica )
no se transmite 3nicamente por ella. C bien, si no identificaron los contrarios, los
relatiiaron, considerando que una 'glesia es tan buena como la otra, ) que una fe
es tan erdadera como la otra. Estas dos ías, la contradicción ) el relatiismo,
conducen al relatiismo absoluto4 nada es cierto, porque es cierto todo ) lo contrario
de todo. Esto muestra cómo el 9oncilio no pudo elaborar la carta del ecumenismo
incoherente sin sacrificar los principios de la raón ) de la fe. En buena lógica, esa
opción desemboca en el perfecto nirvana intelectual ) religioso, que es la esencia
misma del modernismo. + puesto que se funda en el escepticismo filosófico ) el
relatiismo doctrinal, parece necesario concluir que este ecumenismo conciliar es la
aplicación pr*ctica del modernismo.

6a idea gen0rica de la diinidad o de la religión no tiene m*s e5istencia real que la propia humanidad. 6o
uniersal no e5iste en la realidad concreta, como lo demuestra elocuentemente ristóteles contra Platón, ) por esto
es un absurdo querer fundar la religión uniersal. >o era otro el pro)ecto de los deístas, defendido hasta el día de
ho) por la masonería.
"J CIEN AÑOS DE MODERNISMO
9on este fin, nada muestra mejor los estragos del modernismo en los espíritus
como er los anos intentos ecum0nicos de nuestra jerarquía. Pablo -', )a
desilusionado en fin de carrera, declara4
«Las dificultades
que parecen paratoda
paraliar establecer una humana
esperana unión real
de entre las diferentes
que pueda denominaciones
lograrse alguna cristianasLas
ve en la 9istoria. sonseparaciones
tan grandes
pasadas se han osificado, solidificado e institucionaliado a tal punto que se ha vuelto utópico intentar la
reconstrucción de un cuerpo que tenga a $risto por cabea, % que esté, seg;n san ablo, bien estructurado+ 2.
Ese te5to reela, m*s que su sueño de amalgamar las 'glesias cristianas, que el
Papa no ha comprendido a3n que es simplemente absurdo pretender unir los
contrarios. 2ólo un espíritu afectado por el mal moderno puede querer realiar a
toda costa la cuadratura del círculo. >o obstante, 0sa es la amalgama que quería el
-aticano '', que confiesa que ;la 'glesia de 9risto subsiste en la 'glesia católica= , lo
que claramente deja entender que la 'glesia católica )a no es la 'glesia e5clusia de
8esucristo. Iace poco :atinger e5plicó perfectamente lo que est* en juego en ese
te5to ) reconoció su contradicción ineluctable, pero no se conmoió m*s de la
cuenta4
«"o obstante, la diferencia entre 3 subsistit 4 % 3est 4 encierra todo el drama de la división eclesiástica. #unque la
&glesia sea sólo una % subsista en un ;nico su-eto, e1isten realidades eclesiales fuera de ese su-eto! verdaderas
&glesias locales % diversas comunidades eclesiales. uesto que el pecado es una contradicción, no se puede, en
;ltima instancia, resolver enteramente desde un punto de vista lógico esa diferencia entre 3 subsistit 4 % 3est 4+ 8.
El 9oncilio, como se comprueba f*cilmente al analiar sus te5tos, no hace m*s
que ratificar el falso ecumenismo de tipo rahneriano. firma que las 'glesias
separadas no est*n desproistas por completo de alor en el misterio de la
salación, pues el Espíritu de 9risto no se niega a serirse de ellas como
instrumentos de salación %.  9ongar, el amigo de :ahner, se le debe el pro)ecto
de Lumen gentium que, con el famoso ;subsistit =, pretende que las 'glesias
H
separadas
esta pertenecen
raón los t0rminostambi0n a lason
empleados 'glesia de 9risto,
equíocos lo que
a pedir es herejía
de boca. Dondepura . Por
antes se
hablaba de la naturaleza de la 'glesia, 9ongar se refiere al misterio de la 'glesia<
donde Pío X'' consagra la noción de miembro del .uerpo m"stico de 9risto, 9ongar
recupera la noción t)rrelliana de ;comunión en el Pueblo de Dios=, aga a m*s no
poder. /Por qu01 Porque de un cuerpo se es miembro o no se es, mientras que se
puede estar m*s o menos en comunión J.
El -aticano '' se esfuera por e5plicitar las ;m3ltiples raones= de unión con los
no católicos4 la 2agrada Escritura, la creencia en la 2antísima 7rinidad, el bautismo,
la eucaristía, el culto mariano, la unión en el Espíritu 2anto, el martirio G. >o hace
falta probar lo fr*giles que son esas m3ltiples raones, cuando se sabe que los
ortodo5os rechaan el ?agisterio de la 'glesia en la interpretación de la 2agrada
Escritura, ) que los protestantes rechaan el culto mariano. -er sólo el lado positio
de la herejía supone no comprender que, en una doctrina falsa en su conjunto, la

(sservatore romano, ! de enero de !GL.
Lumen gentium. Esta fórmula le habría sido sugerida a :atinger por el pastor protestante ilhelm 2chmidt.

#
Documentation catholi&ue,  de abril de """, p. #.
%
Bnitatis redintegratio #.
H
7al es la opinión del cardenal Cttaiani, en 9ourrier ', p. #. 2obre la oposición entre los cardenales
Cttaiani ) Kea antes del 9oncilio, 0ase 9ourrier ', pp. $#.
J
9ongar, Bne vie pour la vrit, 9enturion, !GH, p. %!.
G
Lumen gentium H.
'ATICANO II "G
erdad no es el alma de la doctrina, sino la esclaa del error . Ccultar la erdad,

0sa es la erdadera cara del ecumenismo conciliar4 es actuar como el m0dico que,
por caridad, trata con consideración el c*ncer de su paciente, con el prete5to de que
el mal puede estar de buena fe. +a eremos adónde conduce el ecumenismo con
8uan Pablo '', que no sólo oculta la erdad, sino que la utilia como instrumento para
propagar el error de la religión sincretista.
&% La 2cucara del dia0lo3

El cardenal 2uenens declaraba que se podría hacer una lista impresionante de
tesis enseñadas como las 3nicas *lidas en :oma antes del 9oncilio, ) que fueron
eliminadas por los Padres conciliares . hora bien, es eidente que los dos mil
cuatrocientos Padres, procedentes de todas las partes del mundo, estaban unidos al
comieno del 9oncilio por la misma doctrina, el mismo amor a >uestro 2eñor ) la
misma oluntad de trabajar por la conersión de las almas. /9ómo, entonces,
pudieron esos obispos unirse en algo distinto de la doctrina perpetua de la 'glesia1
El pro)ecto
que, de ecumenismo
para cenar con el diablo,era
se una initación
necesita abierta larga.
una cuchara al ?aligno.
/u0 Rn refr*nusó
cuchara dice
el
?aligno para engañar a los obispos1 6a misma que utilió en GL!. Rn historiador de
la :eolución rancesa, ugustin 9ochin, analió la enigm*tica incapacidad de
gobierno de 6uis X-' para hacer frente a la :eolución. 2u respuesta nos dar* lu
sobre los m0todos empleados en el 9oncilio. 9ochin e5plica que las ideas
reolucionarias pudieron penetrar ineitablemente los espíritus gracias a las
sociedades de pensamiento, que equialían a nuestros modernos grupos de presión.
Esas sociedades, fueran cuales fueran, tuieron siempre las mismas características4
la e5clusión de toda obra efectia, que impide que se ponga a prueba la realidad< la
b3squeda de la unidad a toda costa a pesar de las diergencias de opinión< ) el
m0todo del di*logo. El -aticano '', a semejana de las sociedades de pensamiento,
fue conducido por ideólogos.
6o esencial de las sociedades demagógicas es la falta de finalidad y de realismo,
lo que nosotros llamaríamos falta de isión pastoral. Pero el -aticano '', /no fue
precisamente un concilio pastoral1 2í, en el sentido de que fue ambiguo, indeciso, )
de que se negó a definir nada de forma infalible< no, en el sentido de que ha)a
tratado de resoler problemas concretos. 7odos los concilios hasta entonces, incluso
los m*s dogm*ticos, habían sido eminentemente pastorales, pues preseraban la fe
del rebaño al condenar herejías particulares. 6a pastoral tenía fines precisos,
respondía a problemas actuales de los católicos ) no tenía tiempo de elaborar
declaraciones ambiguas para agradar a las dem*s religiones. 9on el -aticano '', la
indecisión fue notoria para todos desde el principio. /u0 significado tiene un
concilio
Espíritu que
2antonopretender
busca un hacerlo
fin preciso, sino laen
interenir ;apertura al mundo=1
una reunión />o era tentar
que en realidad al
no tenía
raón de ser1 />o era dar carta blanca a los modernistas, que con rapide llenarían
ese acío1 El cardenal 2iri creía, en efecto, que algunos fueron al 9oncilio con el
propósito de conducir la 'glesia al protestantismo, sin 7radición ni primado del Papa
#
. Por otra parte, nada m*s ago que ese gran impulso misionero hacia la totalidad

Sarrigou$6agrange, De Revelatione, '', p. %#J.

I.I, H de ma)o de !J!, en 2aoir '', pp. %% ) ss., para lo esencial de estos p*rrafos.
#
2iri, La giovinezza della .hiesa, Pisa, !L#, p. "H, en 9ourrier ', p. %L.
"L CIEN AÑOS DE MODERNISMO
de las almas, que querer dirigirse a esa entidad abstracta que es el ;hombre
moderno=. El ecumenismo pretendía abrir la 'glesia al mundo, analiar los
problemas a escala mundial, pero se quedaba en lo general ) lo abstracto, lejos del
realismo de los erdaderos pastores. sí, en nombre del aggiornamento, se quería
e5aminar todos los aspectos de la ida de la 'glesia, trabajo colosal que superaba a
todas luces la competencia de los Padres. hora bien, quien mucho abarca poco
aprieta, ) cuanto menos se conoce un tema, m*s se siente uno lleado a simplificar
) a adoptar fórmulas que falsamente parecen claras, pero que en realidad son
simplistas. De manera que era f*cil dejarse manipular por una minoría instruida.
Rn segundo punto propio de las sociedades ideológicas es la b?s&ueda de la
unidad a cual&uier precio. Ia) que lograr el consenso, aut0ntico o no. ?onseñor
auner, entre muchos otros, reconocía en ulda que 0sta fue tambi0n la
preocupación principal en el aula conciliar. El objetio que la 9omisión de liturgia
siempre tenía en mente al e5aminar las enmiendas de los Padres conciliares, era
conseguir un te5to con que se pudiera estar seguro de alcanar la aprobación de

dos terceras
conduce a la partes
erdad,desino
la asamblea conciliar hora
al acomodamiento. . De hecho, el abusoel del
bien, durante oto no
9oncilio se
otaba a todos los nieles, en las conferencias episcopales preparatorias, en las
comisiones, en el aula, ) por 3ltimo en congregación general, donde hubo H#L
otaciones distintas. 7odas esas otaciones tendían a desalentar a los
recalcitrantes, de manera que sólo una ínfima minoría rechaó finalmente los
pro)ectos m*s controertidos . El medio de la unión ecum0nica es la
combinazzione democr*tica, la ambigNedad, la solución que ofrece la menor
resistencia a e5pensas de la erdad.  título de ejemplo, digamos que el cardenal
Cttaiani confesaba que en el 9oncilio el equíoco estaba bien isto ) prealecía. 2e
podrían citar cien ejemplos de ello, porque de hecho era un prejuicio, como lo
e5plica el padre 6aurentin4
«#qu' % allá se cultivaba la ambig[edad como una escapatoria a oposiciones ine1tricables. @e podr'a alargar la
lista de términos que inclu%en las tendencias opuestas, porque pod'an ser vistos por ambos lados, como los
-uegos fotográficos en que se ve a dos personas diferentes en la misma imagen seg;n el ángulo con que se mire.
or esa raón, el Baticano && %a ha suscitado % seguirá suscitando muchas controversias+ 8.
El m0todo del consenso es el di/logo. El di*logo engendra mec*nicamente tres
cosas4 la selección, porque todo grupo es profano ante un grupo iniciado< la
adhesión de todos a las ideas generales ) portadoras de emotiidad< ) la
conformidad con las opiniones del grupo, incluso a e5pensas de la realidad ) de la
erdad. 8ean Suitton e5plica que cuando los hombres dialogan con la idea de llegar
finalmente a un acuerdo, fijan primero las onas comunes ) luego tratan de
e5tender todo lo posible esas onas de acuerdo. Fse es el m0todo ecumenista %.
Cbiamente, el endi*logo
comprometidas es el m0todo
la inestigación est*n alconeniente
mismo niel.cuando las dos
Pero /cómo partes
pueden los

iltgen, El Rin desemboca en el %"ber, p. HL.

El esquema m*s discutido, el de la libertad religiosa, obtuo al final sólo G" non placet contra #"L
aprobaciones.
#
6aurentin, L-en1eu et le bilan du .oncile, 2euil, !JJ, p. #HG, traducido del ingl0s en Suimaraes, In the *ur5y
4aters of >atican II, p. G. El autor brasileño emprende la publicación de una colección de once ol3menes (con un
total de tres a cuatro mil p*ginas& para señalar justamente la ambigNedad ) el espíritu escondido tras la letra del
-aticano ''. En este primer olumen cita numerosos testimonios de la equiocidad del 9oncilio, entre otros a
DZpfner, :uffini, 2ila Ienríque, De 6ubac, ranini, Kea, Philips ) 9ongar.
%
8ean Suitton, Dialogues avec +aul >I.
'ATICANO II "!
católicos dialogar seriamente para buscar la erdad, sabiendo que )a goan

plenamente de ella1 En el Eangelio no leemos que 8esucristo ha)a ordenado ir a
dialogar con los paganos, sino m*s bien ir a enseñarles ) conertirlos. 2in embargo,
la mentalidad del di*logo ecum0nico era la que resonaba en el aula conciliar4
«?n te1to no es ecuménico por el simple hecho de e1poner la verdad. /l esquema no constitu%e un progreso
para el diálogo con los no católicos, sino que más bien lo obstaculia % lo per-udica0 @i los esquemas de la
$omisión teológica no se redactan de otra manera, seremos responsables de que el segundo concilio Baticano
ha%a destruido una inmensa esperana+.
 lo que ?onseñor 9arli replicaba4
«@e dir'a que, para algunos, no ha% que hablar de la Tradición ni de la @ant'sima Birgen, por causa de los
protestantes: de la primac'a, por causa de los Grientales: del ate'smo, para no hacer pol'tica: del orden moral,
para no indisponer al hombre moderno+ 2.
6a frecuentación de la cantina (llamada irónicamente 0ar 6ona& por parte de los
obseradores no católicos proporcionaba toda la dimensión ecum0nica deseada. Rn
teólogo
todos loscatólico
pasajesseñaló que, si con
modificados en los documentos
motio conciliares de
de las sugerencias se los
imprimieran en rojo
obseradores no

católicos, la edición quedaría sumamente coloreada . 6os Padres se hallaban
igualmente entregados al poder de la opinión, en este caso la prensa omnipresente,
a tal punto que 8uan XX''' hablaba del ;concilio de los periodistas=. Fstos se
consideraban como los portaoces de los laicos. 6anaban consignas o anatemas
para presionar a los Padres, que temían erse acusados del crimen de integrismo.
Kajo las acciones aunadas de los innoadores católicos, protestantes ) laicos, la
basílica de 2an Pedro se conertía en una enorme olla a presión, que transformaba
r*pida ) profundamente el horionte de los obispos del mundo entero. Del di*logo
se pasaba r*pidamente al control por parte del grupo mejor organiado, que tenía
su propia agenda cuidadosamente preparada. 6as cosas se ponían feas en el
9oncilio, ) el -aticano '' se transformaba en un ulgar concili*bulo.
'% Los pactos " el golpe de /stado
6a :eolución rancesa no estalló en -ersalles en un hermoso día de primaera.
ue preparada durante largo tiempo por pactos secretos ) conducida con mano
maestra por una banda de facinerosos unidos por el 6uramento del 6uego de la
+elota, por el que se comprometían a derribar el trono. sí lograron instalar, con la
ma)or ilegalidad, la estructura que produciría las le)es m*s reolucionarias, que se
sucedieron a un ritmo desenfrenado. ue e5actamente lo que ocurrió con el
-aticano ''.
Puesto que lo había querido pastoral ) ecum0nico deliberadamente, el Papa
había
llegar deseado
a esto seofrecer
lleó al mundo
a cabo el la unidad pacto
;triplice que elprevio=
-aticano ' notriple
@el pudopacto
alcanar. Para
preio@,
firmado antes del 9oncilio con los masones judíos de la KYnai KYrith, los comunistas )
los protestantes. El acuerdo :oma$?osc3 fue concluido en ?et el L de agosto de
!J, entre el patriarca >icodemo, hombre de confiana de la MSK, ) el cardenal
7isserant. Este 3ltimo había recibido de 8uan XX''' tanto la consigna de negociar a
toda costa, como órdenes formales para establecer el acuerdo ) controlar luego su

Documentation catholi&ue, J de enero de !J#, col. #G< en 2aoir '', p. H.

-isserYt Iooft, en 6ucien ?ero, Bna >oce helvetica, noiembre de !L, p. J, en 2aoir '', pp. H$H#.
" CIEN AÑOS DE MODERNISMO
e5acta ejecución durante el 9oncilio . Por esta raón las numerosas peticiones que
reclamaban la condenación del comunismo quedaron sepultadas para siempre en
un cajón romano . El -aticano '', que pretendía ;e5aminar los signos de los
tiempos= ) magnificar ;la 'glesia de los pobres=, logró silenciar el acontecimiento
m*s importante del siglo XX ) abandonar a los cien millones de desdichadas
íctimas del comunismo luciferino. ;El espíritu del 9oncilio=, /no ser* el demonio
mudo del Eangelio1 'gual de dolorosa fue la complacencia de 8uan XX''' hacia los
judíos. En noiembre de !J# llegaba desde ashington un despacho del doctor
6abel Mart, presidente de la KYnai KYrith. :equerido por el cardenal Kea, eniaba sus
desiderata4 una declaración que reconociera la responsabilidad de toda la
humanidad en la muerte de 9risto ) liberara de toda culpa al pueblo judío #. 6a
misma escena se repetía con los protestantes por intermedio del mismo cardenal
Kea. El .onse1o ecumnico de las Iglesias presentó en julio de !JH un documento
que contenía siete e5igencias fundamentales de los protestantes en materia de
libertad religiosa. 9uatro meses despu0s, cada uno de esos pedidos quedaba
satisfecho con la declaración conciliar Dignitatis human.
Por medio de los acuerdos realiados con los enemigos de la 'glesia, presentes
en el 9oncilio a título de obseradores, el 9oncilio tomaba una orientación bastante
reolucionaria. Pero no era m*s que el comieno. Durante las reuniones
preparatorias )a se había isto despuntar una minoría actia que quería modificar
los te5tos. En ellas el modernismo estaba )a mu) bien representado por los mismos
que harían ) desharían el 9oncilio4 los cardenales 6i0nart, DZpfner, Kea, rings,
lfrinO, 60ger, MZnig ) :ichaud. De los einte esquemas preparatorios, ninguno
debía quedar en pie, salo el te5to insidioso sobre la liturgia, ) el 9oncilio se iba a
encontrar al comieno sin agenda, sin ninguna preparación, a merced del primer
postor. El espíritu reolucionario se incubaba en los espíritus decididos a apoderarse
del timón conciliar desde su apertura. lgunos hombres iban a encarnarlo prestando
el 6uramento del 6uego de la +elota. 8ean Suitton relata una an0cdota que salió de
los labios del cardenal 7isserant4
«Ae muestra una foto0 en la que se ve'a a seis o siete purpurados alrededor del presidente, que es Tisserant.
3/sta foto es histórica, o me-or dicho simbólica. /s la reunión que tuvimos antes de la apertura del $oncilio, en
la que decidimos bloquear la primera sesión, rechaando las reglas tiránicas establecidas por Fuan UU&&&4+ H.
Esas reglas obligaban a otar desde el primer día para elegir a los miembros de
las distintas comisiones. >aturalmente, era de esperar que muchos miembros de la
9omisión preparatoria, de tendencia conseradora, fuesen elegidos debido a su
reconocida competencia. hora bien, los modernistas querían descartarlos a toda
costa para introducir a su gente de confiana. El cardenal 6i0nart fue el protagonista
de esa jornada tr*gica del # de octubre de !J. 9ontra la oluntad e5presa del
Papa se apoderó
sancionado del micrófono
con c*lidos aplausos)enidos
pidió elde
aplaamiento
la asamblea.dellasalir
otación, lo que que
de la sesión, fue
había durado apenas einte minutos, fue abordado por un ; Allons enfants de la
+atrie Ah, ustedes los francesesB=. Despu0s de ese pequeño golpe de Estado, el
partido reolucionario de la liana europea correría de ictoria en ictoria. El

?onseñor :oche, secretario del cardenal 7isserant, en 2aoir '', p. !.

iltgen, pp. #%$#J.
#
2aoir '', p. L.
%
8ean Suitton, +aul >I secret , p. #.
'ATICANO II 
sacerdote periodista :alph iltgen hace una impresionante enumeración de todo

ello en su libro de título eocador, El Rin desemboca en el %"ber 4
@ J de octubre de !J4
?a)oría
9omisionesde conciliares.
la liana europea en las elecciones para el control de las
@  de octubre de !J4
E5amen del esquema liberal sobre la liturgia antes que cualquier otro, el cual
dar* el tono para los dem*s te5tos conciliares.
@ %$ de noiembre de !J4
:echao del esquema sobre las fuentes de la :eelación, bloqueado por los
liberales que, al negar la 7radición, adoptan la sola !criptura luterana.
@ Diciembre de !J4
in de la primera sesión< no se aprobó ning3n esquema, lo que demuestra una
fuerte oposición hacia el espíritu de la 9omisión preparatoria.
@ ines de !J#4
'nclusión del esquema sobre la 2antísima -irgen en el esquema sobre la 'glesia.
2e le niega de forma absoluta el título de ?ediadora de todas las gracias, por
considerarlo antiecum0nico.
@ #" de septiembre$J de octubre de !J%4
Discusión del esquema sobre la :eelación diina, en el que se logra eludir el
problema de las dos fuentes de la :eelación.
@ " de octubre$" de noiembre de !J%4
2e acepta el esquema liberal ) naturalista sobre la 'glesia en el mundo moderno,
Gaudium et spes.
@  de noiembre de !J%4
Decreto sobre el ecumenismo, Bnitatis redintegratio.
@ L de octubre de !JH4
Promulgación de la declaración sobre la libertad religiosa, Dignitatis human.
@ H de noiembre de !JH4
probación sumaria del esquema sobre el matrimonio, cu)o te5to deja abierta la
libertad de usar o no anticonceptios artificiales. 2er* enmendado al 3ltimo
momento por Pablo -' para disipar las ambigNedades.
5% /l cere0ro
iltgen,franceses,
cardenales al hablarmenciona
de la liana
sobreeuropea, que contaba
todo la dictadura )a con alem*n.
del elemento el aal de los
9omo
la liana europea adoptaba regularmente la opinión de los obispos de lengua
alemana, ) como a su e el 9oncilio adoptaba normalmente la opinión de la
liana, bastaba que un solo teólogo lograra imponer sus puntos de ista a los
obispos de lengua alemana para que tambi0n el 9oncilio los hiciera su)os. hora
bien, ese teólogo e5istía4 era el padre Marl :ahner. 70cnicamente, el padre :ahner
era el teólogo consultor del cardenal MZnig< en la pr*ctica, era consultado por
muchos miembros de las jerarquías alemana ) austriaca. Durante una conersación
 CIEN AÑOS DE MODERNISMO
priada, el cardenal rings declaró que el padre :ahner era ;el ma)or teólogo del
siglo= .
9omo :ahner había irritado bastante al 2anto Cficio con sus dudosas tesis
contra
impedirlaque
asunción de ?aría
una persona ) su
con maternidad
semejantes irginal, el cardenal
antecedentes Cttaiani
participara trató de
en el 9oncilio.
7odos sus escritos estaban sometidos por ese entonces a una censura preentia
romana, como se había hecho con De 6ubac ) 9ongar. Pero el Papa 8uan XX''', que
)a había incluido de entrada a sus correligionarios franceses como e5pertos en la
9omisión preparatoria del 9oncilio, iba a recibirlo con los braos abiertos despu0s de
que se lo pidieran sus poderosos protectores. 7ambi0n fueron nombrados e5pertos
otros notorios neomodernistas4 2chillebeecO5 (que luego se har* c0lebre por su
.atecismo holands&, MNng, :atinger ) 9henu. De criptomodernistas que eran, los
innoadores pasaban a ser teólogos conciliares por medio de un juego de manos
roncalliano.
9uando :ahner fue nombrado e5perto en el 9oncilio con otros ciento noenta
teólogos apro5imadamente, 0l era el mejor preparado por el trabajo preio de sus
propios escritos. 2u influencia en el 9oncilio fue tal que el comentario oficial de los
te5tos del 9oncilio en lengua alemana cita a :ahner noenta ) cinco eces, a
9ongar sesenta ) siete, a santo 7om*s cuarenta ) ocho, a De 6ubac quince. Esto
sugiere que se interpretó el 9oncilio a la lu de los escritos de :ahner, sobre todo
los que se refieren a la 'glesia, al episcopado ) al tema de los di*conos
permanentes.
:ahner goaba de una gran influencia sobre los teólogos, especialmente sobre
:atinger, su brao derecho, pero tambi0n sobre -orgrimler, MNng, Koff, ?et,
6ehmann, ) muchos obispos de lengua alemana. 2eg3n el testimonio de uno de
ellos, todos se inclinaban ante Marl :ahner.  la pregunta de qu0 influencia había
ejercido en la 9omisión doctrinal, 9ongar respondió4
«/norme. /l clima era! 3 Ra#ner di'it, ergo verum est 4 7. Le do% un e-emplo. La $omisión doctrinal estaba
formada por los obispos, cada uno de los cuales contaba con su propio e1perto, pero también por algunos
@uperiores generales Icomo el de los dominicos o de los carmelitasJ. #hora bien, sobre la mesa de la comisión
hab'a dos micrófonos, pero Nahner, prácticamente, ten'a uno para él solo. Nahner era un poco avasallador, %
para colmo el cardenal de Biena, Vran O\nig, de quien Nahner era teólogo consultor, se volv'a frecuentemente
hacia él % le dec'a, para hacerlo intervenir! 3Nahner, quid 4. "aturalmente, Nahner interven'a. De todas
maneras, era siempre mu% interesante % auda+ 8.
En efecto, :ahner era omnipresente4 hacía conferencias en presencia de los
obispos de lengua alemana< era el initado de los obispos sudamericanos faorables
a la teología de la liberación< participaba en encuentros de teólogos franceses )
alemanes< tenía acceso libre entre los cardenales liberales, en particular ?ontini )
6ercaro.
6a liana europea, cerrando filas alrededor del cerebro, se dio cuenta
r*pidamente de que no bastaba boicotear los esquemas preparatorios, sino que
había que contraatacar con esquemas que los reemplaaran.
2aoir '< iltgen, El Rin se lanza en el %"ber , pp. !#$!%. Fsa es tambi0n la opinión del rector de la facultad de

teología de la Sregoriana, 8uan lfaro4 ;Es el ma)or inspirador del concilio -aticano ''= (en 'nnocenti, Influssi
gnostici, p. JL&.

;:ahner lo dijo, luego es cierto=.
#
WX 1ours, n3mero #, !!#, p. J, en 2aoir ', p. L%.
'ATICANO II #
:ahner e5plica hasta qu0 punto el elemento alem*n estaba organiado4

«/stos ;ltimos d'as redacté en lat'n un informe cr'tico contra el primer esquema dogmático I Lumen gentiumJ.
/sta misma tarde todos los obispos alemanes lo tendrán en sus manos. Los e1pertos alemanes %a han hecho
imprimir
>uiá, cuatrocientos
después de todo, e-emplares.
obtengamosAa<ana
un buen tendré queloshacer
tercio de votos,una
lo ponencia paralo los
cual evitar'a obispos
peor. Vringssudamericanos.
es optimista0
Vrings distribu%e también alrededor de dos mil e-emplares de un seudoesquema 3fabricado4 por Natinger % %o.
ero me parece que ha% mu% pocas esperanas para este ;ltimo+ 2.
+a influ)ente en materia lit3rgica gracias a su justificación doctrinal de la
concelebración, :ahner puso todos los medios para sabotear los esquemas sobre las
fuentes de la :eelación, porque si e5istía una segunda fuente de la :eelación
fuera de las 2agradas Escrituras, la 7radición transmitida oralmente, sería imposible
ponerse de acuerdo con los cristianos que basan su fe en la sola !criptura . Rna e
anulado el esquema de las dos fuentes, no tardaría en llegarles la hora tambi0n a
los dem*s.  partir de entonces, el 9oncilio tomó un cari que superaba de lejos
todo lo que los miembros de la liana europea hubieran podido imaginar. En !J#,
para la conferencia
esquemas de ulda, delala2antísima
sobre la :eelación, que fue cabea
-irgenpensante, :ahner
) la 'glesia. redactó
Sracias nueos
a un trabajo
cuidadosamente organiado, cada Padre conciliar de lengua alemana había recibido
un total de cuatrocientas ochenta p*ginas mimeografiadas de comentarios, críticas
) esquemas de reemplao antes de ponerse en marcha para la segunda sesión #. 6a
liana alemana$europea se conirtió de sobra en el grupo mejor preparado para
orientar los trabajos conciliares.
El esquema Dei >erbum, sobre las fuentes de la :eelación, señala mu) bien lo
que est* en juego en la lucha ) el trabajo de apa de los modernistas todopoderosos
en el seno de la 9omisión encargada del esquema. 2e trataba, ni m*s ni menos, de
negar la 7radición oral como segunda fuente de la :eelación, de reducir la
inerrancia uniersal de la 2agrada Kiblia confin*ndola sólo a las cuestiones de fe )
de moral, ) de poner en duda la historicidad de los Eangelios.
«Los autores sagrados escribieron los cuatro /vangelios0 de manera que siempre nos comunicaban la verdad
sincera acerca de Fes;s+ H.
6os rahnerianos bloquearon sistem*ticamente toda enmienda en el sentido
tradicional, hasta el día en que Pablo -', al darse cuenta a 3ltima hora de la
ambigNedad sub)acente, se io obligado en conciencia a e5igir una formulación m*s
ortodo5a H. Pero la ma)oría de los equíocos se mantuo. 7odos los grandes te5tos
dogm*ticos sobre la 'glesia, el ecumenismo, la :eelación, la libertad religiosa,
estaban minados con frases sabiamente dosificadas por e5pertos reolucionarios.
El esquema sobre la -irgen era para :ahner una fuente de ias inquietudes, )a
que de 0l resultaría
atacaba un mal era
en particular incalculable desdedel
la enseñana el punto de ista
esquema sobreecum0nico. El punto
la mediación de la

-orgrimler, :arl Rahner verstehen, p. ! ) ss., en 9ourrier ', p. #!.

-orgrimler, :arl Rahner verstehen, p. LL, en 9ourrier ', p. #!".
#
iltgen, pp. !%$!H.
%
Esquema preparatorio del decreto Dei >erbum.
H
El cardenal Kea, desde !J, había trabajado para imponer la historia de las formas de Kultmann en un te5to
de la 9omisión Kíblica que se conertiría en !ancta *ater Ecclesia ( de abril de !J%&. hora bien, esa instrucción
tenía como título La verdad histórica de los Evangelios, es decir, no la historicidad de los Eangelios, sino la erdad
que se puede sacar de la historia eang0lica, lo cual es mu) distinto. Este mati erbal tan mínimo muestra a la
perfección el trabajo subrepticio e insidioso de los modernistas. -0ase 9ourrier ', pp. ##$#%.
% CIEN AÑOS DE MODERNISMO
2antísima -irgen, ) m*s precisamente el título de ?ediadora de todas las gracias. El

di5tat de :ahner se hio manifiesto cuando sugirió que los obispos de ustria,
lemania ) 2uia debían sentirse obligados a declarar abiertamente que no podían
aceptar el esquema en su forma actual . Despu0s de la ictoria de sus puntos de
ista sobre la mariología, se conirtió en el hombre m*s poderoso del 9oncilio.
El tema de la colegialidad se estudiaba teniendo como base su libro Episcopado
y +rimado, editado de nueo por :atinger. ue sobre todo en este tema donde
:ahner marcó el te5to final con su huella indeleble. 2e felicitaba de ello
abiertamente, consider*ndolo como la ma)or innoación del 9oncilio . 9ongar así lo
confirma, no sin agregar que los intereses de :ahner eran uniersales.
«"o tuvo la oportunidad de colaborar, como %o, en la redacción de los te1tos sobre el ecumenismo, la libertad
religiosa Ien el que su colaboración habr'a sido mu% importanteJ % las religiones no cristianas, al interior del
@ecretariado para la ?nidad de los $ristianos. ero se sent'a devorado por la preocupación ecuménica+ 8.
9% La Ma(na C)a*ta
6a Declaración de los Derechos del 2ombre había sido preparada desde hacía
mucho tiempo en las oficinas secretas, antes de ganarse el asentimiento de la
asamblea reolucionaria. 6o mismo pasó con la *agna .harta consagrada por el
-aticano ''. El -aticano '' no fue tanto el punto de partida de una nuea teología
como el punto final ) el sello oficial de las teorías neomodernistas. 6a teología que
triunfó en el 9oncilio fue la de los mismos teólogos que, con anterioridad, habían
sido condenados, alejados de la enseñana ) eniados al e5ilio %. 6a teología de los
doctores reprobados triunfó, en efecto, en toda la línea. Por regla general, los te5tos
conciliares no eran abiertamente her0ticos, pues de otro modo nunca habrían
recibido la aprobación de la asamblea conciliar.  2chillebeecO5, que se quejaba de
un te5to demasiado conserador, le respondieron que se habían e5presado de
forma diplom*tica,
implícitas H pero que
. 6os te5tos erandespu0s del 9oncilio
simplemente sacarían
ambiguos, de 0l las conclusiones
) constituían erdaderas
bombas de tiempo. 6as tres bombas m*s importantes de nuestros pirot0cnicos
modernistas corresponden perfectamente a la trilogía reolucionaria4 Libertad,
Igualdad, )raternidad. Iemos hablado bastante del ecumenismo, el equialente
conciliar de la fraternidad reolucionaria. alta hablar de los debates sobre la
libertad religiosa ) la colegialidad.
6a libertad religiosa, tratada en la declaración Dignitatis human, proocó
debates apasionados desde antes del 9oncilio. El cardenal Cttaiani, perro guardi/n
de la fe, defendía la libertad de la religión católica, que se e obligada, seg3n las
circunstancias, a tolerar el error. El cardenal Kea, al contrario, hablaba de la libertad
de las religiones, ) concedía por principio la libertad a todos los cultos, tanto en
p3blico como en priado. Eso significaba reconocer el derecho al error ) al icio,
seg3n el sueño americano del padre ?urra), condenado por el 2anto Cficio antes de
triunfar en el 9oncilio. El car*cter absurdo de semejante derecho es flagrante en la
interención de monseñor ojt)la4

iltgen, pp. "J$"G.

Marl :ahner, en 9ongar, 0ilder eines Lebens, p. JG, en 9ourrier ', p. #!L.
#
9ongar, en 0ilder eines Lebens, p. JL, en ib"d$
%
2chillebeecO5, 6sus, ma)o de !!#< Ienrici, en .ommunio, noiembre$diciembre de !!".
H
En Dulac, La collgialit piscopale au concile >atican II, p. %H.
'ATICANO II H
«9a% que aceptar el peligro del error. "o se abraa la verdad sin tener alguna e1periencia del error. /s
necesario hablar, pues, del derecho de buscar % equivocarse. /1i-o la libertad para conquistar la verdad+ 2.
hora bien, Pío 'X )a había fulminado condenaciones contra los que afirmaran
que la libertad de conciencia

mejor condición ) de los cultos
de la sociedad es unen
es aquella derecho
que el propio de tiene
poder no cada hombre, o
derecho a
reprimir con penas legales a los ioladores de la religión católica, a menos que la
pa p3blica lo e5ija . 6o que Pío 'X condenaba, el -aticano '' lo afirma te5tualmente
en la declaración Dignitatis human4
«La persona humana tiene derecho a la libertad religiosa. /sa libertad consiste en que, en materia religiosa, no
se impida a nadie actuar seg;n su conciencia, en privado % en p;blico, solo o asociado con otros, dentro de los
l'mites debidos+ 8.
9ongar no puede dejar de reconocer que este te5to dice casi lo contrario de las
proposiciones H ) G$! del !yllabus de LJ% %. /9ómo justifican los modernistas
su innoación1 Pretendiendo que la condenación era *lida para el siglo X'X, pero no
tiene un alor perpetuo porque, seg3n ?urra), el -aticano '' se sit3a de hecho en la
continuidad de la eolución de la enseñana tradicional. Es como si un buen día
>uestro 2eñor cambiara de opinión ) decidiera no reinar )a sobre la tierra. nte la
protesta indignada de muchos Padres, el Papa, para acabar con la oposición, decidió
añadir una nota en la que afirmaba que en el te5to no había nada contrario a la
7radición. 9on esas bellas palabras, que no cambiaban absolutamente nada, la
reolución liberal iba a ser aceptada f*cilmente.
+ no a)amos a creer que se trata de discusiones biantinas. Sracias a la
libertad religiosa, los 3ltimos países católicos, España, 9olombia, algunos cantones
de 2uia e 'talia, se ieron obligados a la laiciación del Estado. Sracias a la libertad
religiosa, el diorcio se introdujo en esos países. Sracias a la libertad religiosa, los
niños )a no podr*n aprender que tienen un Padre en el cielo que los ama. Sracias a
la libertadf/cil
respuesta religiosa, las
de usar sectas
a los ) losdesorientados
católicos nueos moimientos religiosos
por el hurac*n brindan
conciliar. una
Sracias
a la libertad religiosa, m*s de sesenta millones de católicos del continente
sudamericano )a han apostatado. /2on 0stos los hermosos frutos del 9oncilio,
proclamado como la primaera de la 'glesia1
En el tríptico masónico de la *agna .harta de los Derechos del Iombre figura la
igualdad. En t0rminos religiosos, eso significa la democratización de la 'glesia
;monolítica=. >uestro diino :edentor creó la 'glesia fund*ndola sobre Pedro4
« %o te digo que t; eres edro, % sobre esta iedra edificaré mi &glesia+ .
:ahner proponía, en cambio, la doctrina colegial seg3n la cual el Papa tiene la
misma jerarquía que los obispos @ primus inter pares@. 2u función se limitaría a
hacer de policía entre los miembros de un poder sin*rquico ) no )a mon*rquico,
seg3n una tesis condenada por la 'glesia J. sí, pues, el #" de octubre de !J# fue

9itado por el 0olet"n del centro de documentación del Gran (riente de )rancia, n3mero %L, noiembre de
!J%, en 2aoir '', p. J!.

DK JL!$J!".
#
Dignitatis human .
%
2aoir '', p. LJ.
H
?t J4 L.
J
Pío -' en GLJ contra E)bel, que pretendía que ;9risto ha querido que la 'glesia fuera administrada a la
manera de una rep3blica El poder del primado est* limitado a la 3nica prerrogatia de suplir la negligencia de los
J CIEN AÑOS DE MODERNISMO
presentada a otación la colegialidad, que initaba al Papa a compartir el gobierno

de la 'glesia con los obispos. 9ongar declaró, triunfante, que la 'glesia había hecho
su :eolución de Cctubre. El Papa, aisado en arias oportunidades de las
intenciones perersas de los redactores, no les dio importancia hasta el día en que
uno de los e5pertos cometió la indiscreción de poner por escrito la interpretación
que los modernistas sacarían de los pasajes sospechosos una e terminado el
9oncilio. Ese papel ca)ó en manos de los conseradores, que se lo mostraron al
Papa. El Papa Pablo, comprendiendo al fin que había sido engañado, se derrumbó )
lloró . Por este motio conocó de urgencia, una tarde de noiembre de !J%, al
cardenal :uffini4
«/minencia, (salve el $oncilio* (salve el $oncilio*  dec'a gimiendo % llorando! Sono i periti c#e fanno il
Concilio( 70 9a% que hacer frente a la prepotencia de esos empleados+ 8.
/9ómo se podía rectificar un te5to aceptado por los Padres, pero ambiguo, que
destruía la constitución diina de la 'glesia1 El Papa mandó adjuntar en ap0ndice
una 9ota e3plicativa prvia que e5cluía la interpretación her0tica. l menos, por lo
que se refiere a la constitución de la 'glesia, la doctrina católica se había salado al
3ltimo momento. 2in embargo, la inclusión de esa >ota quedar* para siempre como
un testimonio mudo, pero elocuente, de la ambigNedad de los te5tos conciliares.
Es eidente que esas teorías democratiantes debían producir frutos amargos.
En lo sucesio, la autoridad personal de los obispos se eía diidida entre la
autoridad del Papa ) la de las poderosas conferencias episcopales, amenaando con
destruir a la 'glesia. 6os obispos adertían que su autoridad se disolía en la de la
conferencia episcopal.
«$omo obispo aislado so% absolutamente impotente0 9asta tal punto están ho% manipuladas las cosas en la
&glesia, que la advertencia del obispo no sólo no ser'a escuchada, sino que ser'a incluso escarnecida+0 «Todos
los s'nodos, diocesanos o nacionales, tienen una general propensión a la independencia, % a establecer tesis %
proponer
de hombresreformas opuestas
casados, al pensamiento
el sacerdocio declaradolade
para las mu-eres, la @antaa @ede,
admisión reclamandodepor
los sacramentos lose-emplo la ordenación
divorciados vueltos a
H
casar I@'nodos alemán % suioJ+ .
U
U U
El concilio -aticano '', en palabras del cardenal 2uenens, fue una :eolución
rancesa dentro de la 'glesia, la reolución que quería 8uan XX''', seg3n el masón
?arsaudon. ui*s sea 9ongar el que mejor ha definido la obra del -aticano ''4
«/l $oncilio liquidó lo que %o llamar'a la incondicionalidad del sistema. /ntiendo por 3sistema4 todo un
con-unto mu% coherente de ideas transmitidas por la ense<ana de las universidades romanas, codificadas por el
derecho canónico, protegidas por una vigilancia r'gida % bastante efica en tiempos de 'o U&&, con rendición de
cuentas, llamadas al orden, sumisión de los escritos a censuras romanas, etc.: en resumen, todo un 3sistema4.
ues bien, por obra del $oncilio ha sido desintegrado+ .
dem*s=.

iltgen, p. JG.

;A2on los e5pertos los que hacen el 9oncilioB=.
#
:a)mond Dulac, La collgialit piscopale au concile >atican II, p. HJ.
%
:omano merio, Iota unum, n3meros ##$#H.
H
9ongar, Bne vie pour la vrit, 9enturion, !GH, p. ".
'ATICANO II G
9ongar llama ;incondicionalidad del sistema= a lo que debería llamar el

depósito reelado, la fe, los sacramentos ) la jurisdicción de la 'glesia católica, el
reino de 8esucristo en la tierra, que es el 3nico que tiene las promesas de la ida
eterna. Fl que, desde hacía años, se las ingeniaba para colocar su erdadera
dinamita bajo el sillón de los escribas, podía sentirse orgulloso de que el 9oncilio
hubiera renunciado a su misión de proteger el depósito ) enseñar urbi et orbi la fe )
los medios de salación. 9omo el niño que siente un placer malsano en destruir,
pareciera que 9ongar no e5perimenta ma)or goo que en er dilapidado el tesoro
de la 'glesia ) destruida la unidad del 9uerpo místico de 9risto.
Despu0s del 9oncilio, los reolucionarios tuieron la presencia de *nimo para
sellar su ictoria impidiendo cualquier regreso al Antiguo Rgimen. Pablo -' afirmó
que el 9oncilio es, bajo ciertos aspectos, m*s importante que el de >icea. uien
considere ho) en día el 9oncilio como simplemente pastoral es tachado de hereje )
cism*tico. 2in embargo, la 9omisión teológica ha definido sobradamente que el
9oncilio no es dogm*tico . />o sería infalible a pesar de todo, puesto que parece
formar
primera parte del los
ista que ?agisterio
teólogos ordinario uniersal1
modernistas Puede parecer
que, en ísperas sorprendente
del 9oncilio, odiaban ela
?agisterio ordinario uniersal, lo alaben ) utilicen ho) en todo momento. Es que,
mientras tanto, sucedió la toma de la 0astilla. Es que, a partir de entonces, los
;integristas= han sido maniatados ) tratados como apestados, de manera que
e5iste de hecho un consenso modernista uniersal. Por eso les es f*cil ho) en día a
los reolucionarios inocar el ?agisterio ordinario uniersal ) tacharlo de infalible
seg3n la definición del -aticano ', para que los herejes modernistas reciban sobre sí
el sello de la infalibilidad. 2in embargo, eso es precipitar demasiado las cosas.
Porque, a menos de tener los esquemas mentales de un modernista puro, el
?agisterio uniersal no puede contradecirse ) seguir siendo infalible. /Estamos ante
un dilema insoluble1 >o, la solución es mu) sencilla. 6a uniersalidad de que se
habla a propósito del ?agisterio no se refiere sólo a la unanimidad en el espacio,
sino tambi0n en el tiempo, seg3n el canon de 60rins4 ;uod semper et ubi&ue= @
siempre ) en todas partes@. 2i a la infalibilidad se le quita el car*cter de
perpetuidad, nada impide que la 'glesia caiga prisionera de una de esas
agrupaciones ideológicas que imponen sus errores a la masa, bajo la moción de un
grupo de presión. hora bien, eso fue precisamente lo que sucedió en el -aticano ''.
+ no sólo en el -aticano ''4 el posconcilio con Pablo -', :atinger ) 8uan Pablo '', bajo
los mismos tintes ecumenistas, es tambi0n totalmente modernista. 6os capítulos
siguientes lo confirmar*n por medio de un estudio detallado de esas tres
autoridades de la 'glesia, a la que tan pertinentemente se ha dado en llamar ;'glesia
conciliar=.

9f. 9omisión teológica, J de maro de !J< secretario general del 9oncilio, J de noiembre de !J%.
9PQ7R6C XX''
Pa0lo VI6 el sepulturero de la Tradición
Iace m*s de un siglo que los .arbonarios, la masonería italiana, habían

pro)ectado destruir al papado4
«/l traba-o que vamos a emprender no es obra de un d'a, ni de un mes, ni de un a<o! puede durar varios a<os,
acaso un siglo: pero en nuestras filas el soldado muere % la lucha contin;a0 Lo que debemos buscar % esperar,
como los -ud'os esperan al Aes'as, es un apa seg;n nuestras necesidades0  ese pont'fice, como la ma%or'a
de sus contemporáneos, estará más o menos imbuido de los principios humanitarios que empearemos a poner
en circulación0 C>ueréis establecer el reino de los elegidos sobre el trono de la prostituta de =abilonia >ue el
clero camine ba-o vuestro estandarte cre%endo siempre que camina ba-o la bandera de las Llaves #postólicas0
Tended vuestras redes0 en el fondo de las sacrist'as, de los seminarios, de los conventos0 9abréis predicado
una revolución de tiara % capa pluvial, caminando con la cru % el estandarte, una revolución que no necesitará
más que ser ligeramente estimulada para prender fuego en todos los e1tremos de la tierra+ 2.
 falta de un reolucionario de tiara ) capa pluial, se ha comparado a Pablo -'
con ?ois0s guiando al pueblo elegido fuera de Egipto hacia la tierra desconocida de
la Promesa. 7ambi0n se lo ha presentado a menudo como un Iamlet que terminó en
el trono de Pedro. Ese temperamento indeciso proenía qui* de una falta de
formación intelectual sólida< )a que Sioanni Kattista ?ontini (L!G$!GL& no había
seguido seminario alguno, realidad a3n m*s lamentable por el hecho de que su
padre, hombre influ)ente, publicaba una reista de tono libertario. De ahí proenían
sus utopías jueniles de que se puede colaborar con la iquierda pero no con la
derecha . Esas deficiencias no hacían m*s que acrecentarse por el predominio que
en 0l tenía la imaginación sobre la realidad4
«/sto% convencido de que uno solo de mis pensamientos, un pensamiento de mi propia alma, vale para m' más
que cualquier otra cosa en el mundo+ 8.
2u amigo 8ean Suitton lo describe mu) bien. 6o que se insin3a en 0l es el
hombre moderno, ) eso es lo e5traordinario. Porque los Papas, como guías ) jefes
de la humanidad, no tienen el cometido de parecerse a los hombres de su tiempo,
sobre todo a ese hombre desconcertado que es el de nuestra 0poca. Este Papa no
se contenta con pensar como nosotros, cosa f*cil para una inteligencia, sino que

?onseñor Delassus, La con1uration antichrtienne, ''', pp. "%"$"%J< Ploncard dssac, La Iglesia ocupada,
p. G.

rappani$?olinari, *ontini giovane. -0ase la reista .ourrier de Rome, maro de !!%, que habla de las
relaciones entre el cardenal 2iri ) monseñor ?ontini, filocomunista.
#
merio, Iota unum, n3mero GL.
PABLO 'I !
siente, se angustia ) sufre como nosotros. Pablo -' llea en su naturalea esa
semejana con el hombre de este tiempo, en su aspiración ) aun en su tormento .
9on semejante mentalidad, el liberal que se ignora sólo tenía una ambición, la unión
de todos los pueblos ) de todas las 'glesias, ambición a la cual estaba dispuesto a
sacrificar todo lo dem*s. Es 0l quien iba a fomentar discretamente el modernismo
junto a Pío X'', ) luego al amparo de su protector 8uan XX'''. Pero sobre todo cuando
fuera Papa debía emprender la aplicación sistem*tica de la iconoclasia conciliar.
$% Los amigos
;Dime con qui0n andas ) te dir0 qui0n eres=. >ada m*s esclarecedor que este
dicho si se quiere comprender a este personaje doble e inquieto, que trabaja como
sustituto en la 2ecretaría de Estado en tiempos de Pío X''. Sran admirador del
modernismo, era el 3nico sacerdote que se atreía a frecuentar el salón del conde
Sallarati$2cotti, condenado dos eces por el 2anto Cficio. 2e decía que era afecto a
las filosofías de la cción, populariadas entre nosotros por 6aberthoni^re, Klondel )
6e :o). Ese8ean
confidente, amor por las e5traagancias modernistas queda confirmado por su
Suitton4
«Q de septiembre de 2WW. /l apa elogia al padre De Lubac. #laba su esp'ritu, la seguridad % amplitud de su
documentación. @e sorprende de que algunos lo consideren 3anticuado4.
7Q de abril. /l apa me hace grandes elogios de los teólogos actuales. $ita a Aanaranche % a De Lubac Ia
quienes otorga la palmaJ, a $ongar % a Nahner Idel que dice que es demasiado confusoJ, % al cardenal Fournet
Ique le parece un poco escolásticoJ+ 7.
mpara a Klondel bajo su protección4
«Buestra teolog'a sobre la 3filosof'a del esp'ritu cristiano40 se corrobora como un monumento de elevada %
benéfica apologética! Ccómo no le habr'a sido agradable vuestro filial homena-e a @u @antidad #s', pues,
vuestras especulaciones filosóficas respetuosas de la trascendencia del dato revelado, no de-an de dar fruto
cuando se aplican al con-unto de los misterios de la fe+ 8.
En nombre de Pío X'', ?ontini aprobaba la obra de Klondel, que el mismo Papa
iba a condenar poco despu0s en 2umani generis.
2i el sustituto fue alejado de la 9uria en los 3ltimos años del pontificado de
Pacelli, se debía a una cierta independencia de juicio, ) a la tardana de ?ontini en
comunicar al Papa ciertos hechos, con la esperana de que, mientras tanto, las
cosas se calmarían un poco %. 7ambi0n se debía a que había establecido contactos
con 2talin, contra las directias e5presas del Papa, durante la 2egunda Suerra
?undial. En !H%, por un informe secreto del arobispo de :iga, prisionero de los
soi0ticos, Pío X'' fue informado de que en su nombre había habido contactos con
los perseguidores por parte de una eleada personalidad de la 2ecretaría de Estado.
2u amargura fue tan honda que se resintió su salud ) se resignó, de ahí en adelante,
a dirigir solo la marcha de los asuntos e5teriores del -aticano H.

8ean Suitton, Dialogues avec +aul >I, pp. ##$#%.

Suitton, +aul >I secret , pp. ", %, en 9ourrier '', p. L.
#
Documentation catholi&ue, L de julio de !%H, col. %!L$%!!, en ib"d.
%
?artina, >atican II, bilan et perspectives, p. #!, en ib"d$
H
?onseñor :oche, +ie II devant l-2istoire< cf. acuerdos ?ontini$2talin de !%, reista .ourrier de Rome,
septiembre del L%, abril de !LJ, abril de !H.
" CIEN AÑOS DE MODERNISMO
6a traición se acentuó cuando apareció 2umani generis, donde Pío X''

condenaba con igor los errores modernistas del momento. Iabía ordenado que los
obispos ) 2uperiores generales elaran con la ma)or diligencia ) mu) grae cargo
de conciencia, a que no se sostuieran las opiniones de esa índole en las escuelas o
en las reuniones ) conferencias . hora bien, ?ontini, a dos pasos de ser Papa,
pretendía conencer a su amigo 8ean Suitton que los errores condenados no eran
m*s que
«dos modos de pensar que pod'an conducir a errores, pero que en s' mismos siguen siendo respetables. #demás,
ha% tres raones para que la enc'clica no sea deformada. La primera se la puedo confiar! es la voluntad e1presa
del @anto adre. La segunda es el estado de ánimo del episcopado francés, tan amplio de esp'ritu, tan abierto a
las corrientes contemporáneas0 Llego a mi tercera raón. @erá breve! los franceses son inteligentes+ 7.
De nueo, Pío X'' se enteró de la traición ) tomó medidas disciplinarias contra
?ontini, al que alejó de :oma nombr*ndolo arobispo de ?il*n @ promoveatur ut
amoveatur @. 2e negó a darle el capelo cardenalicio ) nunca quiso recibirlo en
audiencia. ?ientras que De 6ubac recibía las sanciones del 2anto Cficio ) eía
denunciados sus libros, de ?il*n le llegaban palabras de adhesión ) de aliento #.
?ontini fue creado cardenal por su amigo 8uan XX''', quien le abrió así el camino al
pontificado que Pío X'' le había cerrado. +a elegido Papa, ?ontini pudo utiliar la
autoridad suprema al sericio de las fueras modernistas.
?*s a3n que 8uan XX''', abrió las puertas del 9oncilio a los nueos teólogos. 2u
n3mero pasó de " en septiembre de !J, a %L" a finales del 9oncilio, gracias a
la influencia discreta de Pablo -', que les mostraba su aprobación recibi0ndolos en
audiencias priadas, concelebrando con ellos ) alabando su colaboración %. Ejerció la
misma influencia discreta sobre los Padres conciliares, para que ratificaran la nuea
teología condenada por Pío X'' poco antes. El cardenal Dani0lou eía en Pablo -' a
un +apa liberal, esto es, no tanto un Papa indeciso ) sin conicción, sino al re0s, un
Papa
de empeñado
discreción en desiar
para defender
laslasreacciones
ideas liberales. Pablo de
preisibles -' sabía lo que quería como
los recalcitrantes, ) usaba
lo
H
atestigua Kugnini . En realidad, con una firmea metódica ) tena que desmiente
una le)enda igual de tena, guiaba la barca con la proa dirigida imperturbablemente
hacia el modernismo ecum0nico. ue así como doblegó al padre 9harles Ko)er,
rector de la Sregoriana, para rehabilitar tanto a 7eilhard de 9hardin como a De
6ubac, for*ndolo a initar a este 3ltimo a un congreso tomista J.
9on esta misma firmea el Papa doblegó toda la resistencia de los e5egetas,
oliendo a admitir a algunos profesores del 'nstituto Kíblico, guarida modernista
bajo la protección del nefasto cardenal 7isserant. erTicO ) 6)onnet, e5pulsados por
el 2anto Cficio en !J, recuperaron triunfalmente su c*tedra de 2agrada Escritura
en :oma gracias a Pablo -', a pesar de que no se habían retractado de ninguno de
sus errores4 la negación de la profecía mesi*nica de 'saías G4 %, ;Ie aquí que la
-irgen concebir* ) dar* a lu=< la negatia a entender :omanos H4  en el

2umani generis$

Suitton, +aul >I secret , en la reista .ourrier de Rome, julio$agosto de !!#.
#
-on Kaltasar, 2enri de Lubac, en 9ourrier '', p. !".
%
6atourelle, en ?artina, introducción, ib"d., p. !.
H
Kugnini, La reforma liturgica, 9entro 6iturgico -inceniano, !L#, pp. !G$!!.
J
-0ase capítulo H.
PABLO 'I 
sentido del pecado original, como lo definió el concilio de 7rento< la negación del
primado de Pedro en ?ateo J4 G$!, ;Kienaenturado eres, 2imón= .
9ongar tenía raón en decir de Pablo -' que hablaba a la derecha ) obraba a la
iquierda.
introducir 7ambi0n llenaba la 9omisión
la )ormgeschichte de Kíblica
Kultmann. de nueos
El Papa miembros
jugaba ilustrados
con el mismo para
prejuicio
modernista las desiaciones teológicas de Ians MNng, que había militado de su lado
durante el 9oncilio. De hecho, su condena fue una de las m*s benignas, pues le
permitía seguir enseñando . En cambio, cuando monseñor 6efebre decidió formar
a sus seminaristas de Fckne en la tradición católica, recibió la suspensión a divinis )
la orden de disoler su raternidad ) su seminario en treinta días. 2ólo porque era
antimodernista. Pablo -', mu) clemente con todos los que estuieran en la
iquierda, resucita la 'nquisición ) las condenaciones para los ;integristas=. Es cierto
que no ha) ma)or sectario que un liberal.
Despu0s de su protector 8uan XX''', Pablo -' fue el promotor m*s ardiente de la
causa ecum0nica. lanqueado por los cardenales Kea, rings ) 6i0nart, creía que su
deber era abrir un camino nueo para uniersaliar la 'glesia, para hacerla
aceptable al mundo moderno tal como es, con su falsa filosofía, sus falsos principios
sociales ) sus falsas religiones. Pareciera que todos esos hombres tienen temor a
toda superioridad ) a todo e5clusiismo. 7ienen miedo de ser la sal de la tierra ) la
lu del mundo, porque eso sería oponerse al mundo. 2u falsa humildad los llea a
rechaar todo lo que constitu)e el orgullo de los católicos4 el hecho de pertenecer a
la erdadera religión, a la 3nica religión sobre la tierra que defiende las le)es del
Dec*logo, la 3nica que defiende sus principios de manera racional ) lógica, la 3nica
que satisface a la conciencia humana por su santidad ) caridad. A>oB 7odo eso debe
desaparecer. El espejismo de la unión de la humanidad, la fe en el hombre tal como
es, cre)ente o no, obnubilar* al jefe espiritual de la humanidad al punto de
sacrificarle su papel de -icario de 9risto. bandonar* el primado de la erdad ) el
primado del Papa. De esa forma puede desdeñar tambi0n el primado de 8esucristo )
de la 'glesia.
&% !0andono del primado de la #e

El ma)or abandono es, sin lugar a dudas, el del primado de la erdad ) de las
erdades de fe. 6a abdicación de la autoridad fue patente con el .atecismo
holands, al que sería mejor llamar .atecismo de las here1"as, negador de los
*ngeles, del sacerdocio, de la encarnación ) de la presencia real. A:oma dejaba que
ese catecismo circulara por el mundo, con la 3nica condición de que añadiera en
ap0ndice el decreto de condenación romanaB Esa grae renuncia al deber de
proteger la fe iba a presentarse de nueo con motio de la publicación del
catecismo de los obispos franceses, +iedras vivas, publicado subrepticiamente antes
de recibir la aprobación romana. Despu0s de haber hablado de la ;miseria de la
nuea catequesis= ) de la ;degradación= con respecto a ese catecismo infectado de
herejías, lo cual desencadenó una indignación episcopal, el cardenal :atinger retiró
su crítica de inmediato, dando a entender que tan sólo quería hablar de la situación

2padafora, Leone III e gli studi biblici, pp. H$JG.

MNng quería que el cristiano fuera a la e ;católico= (uniersal& ) ;protestante= (crítico&. Para ello, adem*s
de la negación de la diinidad de 8esucristo, e5igía ;cambiar el estilo del liderago, el modo de elección del Papa )
de los obispos, el celibato obligatorio, la participación del laicado, la ordenación de las mujeres, la libertad de
conciencia moral, incluso en materia de anticoncepción= (cf. ?olnar, Le Dieu immanent , p. !J&.
 CIEN AÑOS DE MODERNISMO
global de la catequesis, ) no desaprobar el trabajo catequ0tico en rancia. 6os

obispos franceses pudieron entonces cantar ictoria .
En realidad, mucho antes de infiltrar la catequesis, la enseñana reolucionaria
)a habíaque,
confiesa socaado lasaños
hacia los uniersidades ) los seminarios.
H" ) J", la escucha ) el di*logoEleran
cardenal
monedaDecourtra)
corriente
en la 'glesia ) particularmente en los seminarios de rancia. 6os profesores de las
uniersidades tambi0n se ieron atrapados de lleno en la tempestad de las t0cnicas
e ideologías, incluida la de la laiciación. 2e practicaba sobre todo la din*mica de
grupo ) el aprendiaje de los sistemas modernos de información, que iban desde la
e5presión libre hasta las t0cnicas de programación . En pocas palabras, el laado
de cerebro funcionaba a las mil maraillas, m*s a3n cuando 7eilhard era el autor
m*s leído, tanto en los seminarios como en las logias #. /9ómo sorprenderse luego
de que los cl0rigos ) profesores ha)an perdido la referencia de las referencias que
es la fe católica1
Por si acaso no bastara el sabotaje de las instituciones ) de la enseñana, los
modernistas atacaron la 2agrada Kiblia, ) quisieron poner en manos de los
cre)entes una Kiblia conforme a sus fantasías tantas eces condenadas. Fsa es la
raón de la nuea Kiblia llamada ;ecum0nica=. /u0 es una 0iblia ecumnica, si no
una traducción fraudulenta con notas infestadas de indiferentismo1 >o es difícil
imaginar la parcialidad ) las cosas pasadas por alto en los pasajes demasiado
católicos. 7ambi0n la palabra de Dios debe doblegarse a las e5igencias de los
;hermanos separados=. Dios ) su palabra molestan.
6as publicaciones de este tipo podían multiplicarse ) negar las doctrinas de la
'glesia con total impunidad, pues el Papa suprimió el Qndice en !JH ) paralió el
2anto Cficio, siguiendo al pie de la letra la agenda modernista que e5igía la
disolución de la autoridad4 reforma de las 9ongregaciones romanas, sobre todo las
%
del 2anto Cficio
El hombre ) delesQndice
moderno . AKasta) )a
responsable de condenaciones
lo bastante ) dejugar
maduro para procesos
por judicialesB
sí mismo.
En adelante, el Papa se niega a condenar nada de nada, ) los fieles han de seguir el
camino de la 'glesia plenamente ) por amor, bastando con que se les muestre el
contenido de la fe ) la naturalea de la moral H. Del mismo modo el 2anto Cficio,
transformado a partir de entonces en .ongregación para la Doctrina de la fe, se e
legalmente paraliado para condenar los casos de notoria herejía, pues el
procedimiento inquisitorial secreto queda prohibido. 6a 9ongregación debe utiliar
el procedimiento judicial ordinario, lo que impide pr*cticamente toda decisión final,
m*s a3n cuando los incriminados cuentan con protectores poderosos. Fsta es la
raón de que, despu0s de !JL, se ha)an pronunciado tan pocas condenaciones
contra las obras de herejes, que pululan impunemente. 7al es el caso de Ians MNng,
apo)ado por obispos suios ) alemanes. 7al es el caso del padre 60on$Xaier
Dufour, profesor de e50gesis en ouri^re, que negaba la resurrección de 9risto )
fue protegido por sus colegas jesuitas. En irtud de esto, la actiidad pontificia se e
La .roi3 , ! de maro de !L#.


?onseñor Defois, rector de la Rniersidad 9atólica de 6)on, (sservatore romano de lengua francesa, % de
octubre de !LL, en la reista Action familiale et scolaire, ;6e modernisme=, pp. GG$GL.
#
+es ?arsaudon, L-Kcumnisme vu par un franc'maQon de tradition, -itiano, París, p. J".
%
9itado por san Pío X en +ascendi.
H
Prólogo de Pablo -' al ?otu proprio Integr servand, del G de diciembre de !JH, en Documentation
catholi&ue, !JJ, n3mero %J.
PABLO 'I #
reducida a la mitad, pues su finalidad no es sólo propagar el depósito reelado, sino

tambi0n defenderlo contra los ataques enemigos. hora bien, /de qu0 ale un
ej0rcito cuando el enemigo sabe que carece totalmente de medios de defensa1
'% !0andono del primado del Papa

8unto con el primado de la fe, el primado del Papa fue tambi0n objeto de
ataques reiterados despu0s del 9oncilio. En realidad, el primer antipapista era el
mismo Papa.  partir de !JG se quejaba de que el primado del Papa obstaculiara
el ecumenismo . De esa conicción iba a pasar r*pidamente a la ejecución,
renunciando a su poder de -icario de 9risto. El forcejeo entre el Papa ) las
conferencias episcopales sobreino con motio de la publicación de la encíclica
2uman vit. El Papa nombró una comisión para estudiar el problema de la licitud
de la píldora, con un plao de dos años para decidir, como si el asunto no hubiese
sido definitiamente anjado por la 'glesia desde hacía tiempo. lgunos obispos
estadounidenses aproecharon el plao para alentar el uso de contraceptios. 6a
encíclica
reafirmaba salió finalmentedelenPapa
la autoridad !JLcontra
para iento
poner )t0rmino
marea4 aning3n
la disputa. Esepodía
cre)ente acto
negar que la autoridad de enseñana de la 'glesia fuera competente para interpretar
la le) natural. 2uman vit se conirtió por esta raón en el acto m*s importante
del pontificado de Pablo -', porque actuaba contra el parecer de la 9omisión de los
teólogos ) contra los ;signos de los tiempos=, coloc*ndose en una situación
incómoda nada menos que con doce jerarquías contestatarias. El principio de la
colegialidad, o sea la corresponsabilidad, permitía en teoría que todos pudieran
jugarlo todo, incluso las decisiones papales. El episcopado franc0s, seguido de
cerca por los holandeses ) los canadienses, dio su ersión de 2uman vit.
Pretendía que en el caso de conflicto de deberes, la conciencia puede buscar
delante Dios qu0 deber es ma)or en cada circunstancia, ) que el deber moral deben
ceder siempre que encuentre una dificultad humanamente insoportable. 7odo eso
proenía de una e50gesis tortuosa, en flagrante delito de oposición con la encíclica,
que declaraba con todas las letras que un acto esencialmente desordenado nunca
podía ser lícito .
Ese 3nico acto de autoridad del Papa, ) la tormenta que desencadenó por todo
el mundo, fueron para 0l una e5periencia tan dolorosa que se negó a repetirla. El
tumor de la abdicación papal se abrió con el concilio pastoral de Iolanda, que
reunió una enorme asamblea de fieles en presencia de los obispos. >oenta por
ciento de los miembros otaron por la abolición del celibato sacerdotal, el empleo de
sacerdotes seculariados para funciones de p*rroco, la ordenación de mujeres ) el
derecho de los obispos a tener o deliberatia en los decretos del Papa. 6a
respuesta
daño, perodel Papa anoesa
la mano asamblea
aplica es típica
el remedio a la del
raípontificado
del mal. Elde Pablo
Papa -'.que
dice El ojo e el
algunas
proposiciones doctrinales aceptadas por los obispos lo dejan perplejo ) merecen
serias reseras. 6o turba profundamente el hecho de que se cite tan pocas eces el
-aticano '', ) que las proposiciones no parecan estar en consonancia con los actos
conciliares ) papales.  pesar de que los obispos estaban confabulados, en e de
e5igirles que reafirmaran la fe sobre los puntos en litigio, Pablo -' proseguía4

En WX 6ours, maro de !!#, p. G".
merio, Iota unum, n3mero J#.

% CIEN AÑOS DE MODERNISMO
«"uestra responsabilidad de astor de la &glesia universal "os obliga a preguntaros con toda franquea! C>ué
pensáis que "os podr'amos hacer para a%udaros, para reforar vuestra autoridad, para que podáis superar las
actuales dificultades de la &glesia de 9olanda+ 2.
Este rebajamiento
completa ante
de la autoridad, los punto
a tal holandeses
que el significó desde
 de junio entonces
de !G la abdicación
el Papa confesaba
abiertamente4
«>uiás el @e<or me ha llamado a este servicio no porque %o tenga aptitudes, o para que gobierne % salve la
&glesia en las presentes dificultades, sino para que %o sufra algo por la &glesia, % apareca claro que es El, %
nadie más, quien la gu'a % la salva+ 7.
 partir de ese momento se produjo la abdicación de hecho. En lugar de le)es
preceptias, :oma se contentó con simples consejos ) directias. En e de
rectificar el error ) separar a los herejes de los fieles, el -aticano practicó la política
del aestru, particularmente en materia lit3rgica. En este campo muchos
sacerdotes hacían lo que querían. 6as iniciatias tomadas sin autoriación estaban
fuera de control. El Papa en esos casos cedía a menudo contra su oluntad #. sí fue
como los obispos franceses impusieron ilegalmente la comunión en la mano )
foraron su e5tensión al mundo entero. 9on esa fobia a la autoridad propia de los
liberales, a Pablo -' le parecía que el mejor partido era entregar el gobierno de la
'glesia a otras manos. De hecho, la reestructuración de la 9uria pontificia ponía a
todas las 9ongregaciones romanas bajo el control del 2ecretario de Estado, que
desde entonces podía actuar como el erdadero jefe, mientras que el Papa quedaba
relegado al rango de monarca honorario %.
2i el an*lisis que hemos dado de los hechos históricos del pontificado de Pablo
-' (repetidos luego bajo el pontificado de 8uan Pablo ''& es correcto, parece que
podemos sacar sin dificultad la siguiente conclusión.
El Papa, desde la 2uman vit, )a no olió a usar su infalibilidad para anjar
temas abiertos en materia dogm*tica o moral, dado que )a no le quedaban fueras
para oponerse a las decisiones de las conferencias episcopales que hacían
contrapeso. 6o que ale para la doctrina ortodo5a ale con ma)or raón para la
doctrina heterodo5a. Esta conclusión, por sí sola, destru)e uno de los principales
argumentos utiliados por los sedeacantistas H.
5% !0andono del primado de .esucristo " de la Iglesia

Despu0s del primado de la erdad ) del Papa, :oma abandonó a sabiendas el
primado de 8esucristo, :e) de las sociedades. El abismo que separa a san Pío X de
Pablo -' puede e5presarse con los dos pasajes de la 2agrada Escritura sobre el reino
de 9risto. Descuidando la diisa de san Pío X4 ;:estaurarlo todo en 8esucristo= J, los
hombres de 'glesia se inclinar*n a seguir el clamor de los judíos en el momento de

(sservatore romano, # de enero de !G", en merio, ib"d., n3mero J%.

merio, n3mero JH.
#
9ardenal Sut, Documentation catholi&ue, n3mero HH, p. L.
%
-0anse Regimini Ecclesi univers, del H de agosto de !JG, sobre todo los artículos L$L< ) +astor bonus
del H de agosto de !LL, que retoma el documento precedente.
H
2eg3n ellos, la sede de Pedro est* acante porque :oma enseña la herejía en decretos magistrales que, si
procedieran realmente del Papa, deberían ser infalibles. 2in embargo, la primera condición de la infalibilidad
pontificia es la oluntad de obligar a la 'glesia uniersal, oluntad que desapareció de hecho desde !JL.
J
Ef 4 ".
PABLO 'I H
la Pasión4 ;A>o queremos que Fl reineB= , repudiando de hecho el reino de 9risto en

la tierra. Esa política romana consiste en suprimir los 3ltimos Estados católicos para
contentarse con el derecho com3n. Despu0s de España, 9olombia ) algunos
cantones suios, le tocó el turno a 'talia. Pablo -', en !GJ, preparó el tratado de
!L% para derogar el artículo que especificaba que 'talia reconocía a la religión
católica como 3nica religión del Estado . 6o que pedía Pablo -' era que se
reconociese a la 'glesia católica como una forma de e5presión religiosa importante
en la historia de 'talia, ) nada m*s #. Rn tal abandono del primado de 9risto :e) en
la sociedad debía abrir las puertas a medidas laicistas que se difundieron en países
en otro tiempo cristianos4 el diorcio ) el aborto por decisión unilateral del Estado, la
enseñana no obligatoria del catecismo en las escuelas. /9ómo no mencionar,
adem*s, la traición de :oma a los católicos de los países comunistas1 sí, Pablo -'
retiró al cardenal ?indsent) de sus funciones de primado de Iungría para
complacer a las autoridades locales. sí, mostró su simpatía por la 'glesia católica
cism*tica de 9hina condenada por Pío X'' en !HJ. sí, acudió a 9olombia para
apo)ar a los campesinos e indirectamente a los guerrilleros$ sí, abraó al agente de
la MSK ten*goras leant*ndole la e5comunión. sí, se llearon a cabo infinidad de
contactos entre 9asaroli ) el gobierno soi0tico, que sirieron a la causa comunista.
6os católicos perseguidos esperan todaía los frutos tangibles de esa (stpoliti5 de
miopes.
inalmente, Pablo -' abandonó el primado de la 'glesia católica, fuera de la cual
nadie puede salarse %. El espíritu ecum0nico del 9oncilio se deja sentir en un doble
sentido4 empobrecimiento de las riqueas de la 'glesia ) apertura escandalosa
ofrecida a los herejes. En cuanto a las riqueas de la 'glesia, hablamos sobre todo de
la santa misa ) de la ida consagrada. 6a misa es el coraón de la ida cristiana.
Pues bien, fue puleriada con la llegada de la nuea misa, como lo declara
cínicamente su arquitecto, nnibale Kugnini H. El Papa, en la alocución a los
miembros del .onsilium, que incluía a seis obseradores no católicos, le hace al
concilio de 7rento el reproche de haber oscurecido la m*s antigua tradición J. 8ean
Suitton e5plica el pensamiento de su ilustre amigo4
«/n ablo B& hab'a una intención ecuménica de eliminar, o por lo menos de quitar o atenuar, lo que en la misa
era demasiado católico en su sentido tradicional, con el fin de acercar la misa católica a la misa calvinista+ M.
9on ese criterio, se comprende que la Institutio generalis d0 una definición
protestante de la misa4
«La $ena del @e<or, o Aisa, es la asamblea sagrada o congregación del pueblo de Dios, reunido ba-o la
presidencia del sacerdote para celebrar el memorial del @e<or. De ah' que sea eminentemente válida, cuando se
habla de la asamblea local de la @anta &glesia, aquella promesa de $risto! 3Donde dos o tres están reunidos en
mi nombre, all' esto% %o en medio de ellos4 IAt 2Q! 7RJ+ Q.

6c !4 %.

(sservatore romano, # de diciembre de !GJ.
#
En un discurso del % de diciembre de !JH, el Papa considera a la 'glesia católica como fermento de
distinción pero no de diisión entre los hombres, distinción que es ;del mismo g0nero que la que se encuentra en el
lenguaje, la cultura, el arte ) la profesión=.
%
'- concilio de 6etr*n.
H
;2e trata de una restauración fundamental, de una refundición ), en algunos puntos, de una erdadera
creación nuea= (Documentation catholi&ue, n3mero %!#, G de ma)o de !JG&.
J
8ean Suitton, +aul >I secret , p. HL.
G
8ean Suitton, ! de diciembre de !!#.
L
Institutio generalis missalis romani, # de abril de !J!,  edición, en 9uevas normas de la *isa, K9, !J!,
pp. L#.
J CIEN AÑOS DE MODERNISMO
6a nuea misa es equíoca porque siembra la duda sobre el sacerdocio del

sacerdote considerado como animador de una muchedumbre, sobre la misa como
acto sacrificial rebajado a una simple conmemoración (proposición condenada por el
concilio de 7rento&, ) sobre la presencia real negada por los protestantes. Esta
ambigNedad puede erse por todos lados. Por el lado católico, los cardenales
Cttaiani ) Kacci escribieron inmediatamente al Papa que el nueo (rdo miss se
alejaba de manera impresionante, tanto en su conjunto como en sus detalles, de la
teología católica de la santa misa tal como había sido formulada en la sesión XX''
del concilio de 7rento, el cual, al fijar de manera definitia los c*nones del rito, eleó
una barrera infranqueable contra toda herejía que pudiera atentar contra la
integridad del misterio . Por el lado protestante, ?a5 7hurian, de 7ai0, declara4
«?no de los frutos de la reforma lit;rgica será quiás que comunidades no católicas podrán celebrar la santa
$ena con las mismas oraciones que la &glesia católica. Teológicamente es posible+ 7.
>o lo era, eidentemente, con el rito tradicional. 2iegTalt, profesor de
dogm*tica en la facultad protestante de Estrasburgo, entre otros, dice tambi0n que
«nada ha% en la misa renovada que pueda incomodar realmente al cristiano evangélico. Valta saber si a ese rito
a;n se lo puede llamar misa católica+ 8.
El mismo andalismo que maltrata a nuestra misa paralia tambi0n la ida
consagrada. >aturalmente, los sacerdotes son las primeras íctimas de la misa
ecum0nica. 6a crisis sacerdotal es inaudita, no tanto porque las defecciones
alcancen proporciones inimaginables, ni porque se legalicen en masa, sino sobre
todo porque los mismos sacerdotes parecen renunciar a su car*cter sagrado. El
sacerdote ha perdido su identidad. simismo, el hurac*n conciliar difunde un
espíritu democr*tico que ataca de frente a la ida religiosa. Despu0s del 9oncilio,
todos los institutos religiosos tuieron que reunir capítulos e5traordinarios para
oler a redactar sus constituciones ) reglas. El santo Padre Pío no miró con
demasiada beneolencia esas innoaciones4
«ero Cqué estáis haciendo en Noma C>ué estáis tramando (>ueréis cambiar incluso la regla de san
Vrancisco*+.
6as erdaderas reformas religiosas siempre han ido en el sentido de lo f*cil a lo
m*s difícil. quí, al contrario, la le) general es el espíritu de independencia. 6os
religiosos destru)en la autoridad del 2uperior general en beneficio de una asamblea
democr*tica< pulerian la clausura ) la estabilidad monacal< destru)en la ida de
comunidad para estar ;cada cual en lo su)o=< pierden sobre todo el espíritu de
consagración al sericio de Dios para consagrarse al sericio del hombre, o peor, de
la humanidad. El cardenal Dani0lou no duda en hablar de decadencia religiosa. 6as
estadísticas est*n ahí, ineluctables, mostrando que en die años de período
posconciliar la 'glesiasehabía
que el reclutamiento perdido
acercaba un cuarto
al cero del El
absoluto. contingente
descalabroreligioso,
moral de mientras
la 'glesia
modernista ) la licencia espiritual, intelectual ) moral, no son obiamente el clima
ideal para inspirar a las almas generosas.

0ref e3amen criti&ue, en 2alleron, La nouvelle messe, p. "%.
La .roi3 , #" de ma)o de !J!.

#
;6Yintercommunion=, Documentation catholi&ue, n3mero HHH, L de enero de !G", p. !J. El hermano
:oger, de 7ai0, dice que la nuea misa sigue la estructura de la 9ena luterana. Daies, en +ope +aul-s 9e@ *ass,
comprueba que se parece a la del rito anglicano de 9ranmer, pero que en realidad e5alta sobre todo al hombre (pp.
#G ) ss.&.
PABLO 'I G
2i las fueras itales de la 'glesia se en neutraliadas por Pablo -', lo son sobre
todo cuando insiste en su idea fija, el ecumenismo a toda costa. hí se muestra en
toda su profundidad el abandono del primado de la 'glesia católica4 leantamiento
de la e5comunión de los cism*ticos orientales, sin imponerles ninguna abjuración<
enío del anillo papal a :amse), laico, masón ) hereje, que imparte su bendición
juntamente con el Papa< promulgación del decreto sobre la hospitalidad eucarística
hacia los protestantes< concelebración de pastores anglicanos en el -aticano<
entrega a los musulmanes del estandarte de 6epanto< supresión de la e5igencia del
bautismo católico de los niños en los matrimonios mi5tos. Ia) en ese Papa un
prurito ecumenista, una erdadera ;ecumanía= de querer reunir todas las 'glesias )
todas las religiones. 9omo si el Papa nunca hubiera leído el juramento multisecular
que se hace durante la coronación papal, ) que estipula4
«@i llegara a traicionar la Tradición recibida de mis predecesores, no me sea Dios un Fue misericordioso en el
Fuicio Vinal+.
Por desgracia, Pablo -' no siguió los sabios consejos de san Pío X. Fste
enseñaba, con toda raón, que la erdad no gusta de la simulación ) que es
necesario que despleguemos nuestra bandera. 2ólo por medio de la honestidad )
sinceridad podremos hacer un poco de bien, aunque seamos atacados ) obserados
por los enemigos.
U
U U
 pesar de sus tendencias optimistas, el G de diciembre de !JL Pablo -'
confesó su angustia ante el desastre conciliar4
«La &glesia se encuentra en una hora inquieta de autocr'tica o, me-or dicho, de autodemolición. /s como una
inversión aguda % comple-a que nadie se habr'a esperado después del $oncilio0 La &glesia está prácticamente
2
golpeándose a s' misma+ .
Esas 3ltimas palabras son reeladoras del origen del mal, pero el Papa no quiere
darse cuenta de ello. El ! de junio de !G emite un juicio id0ntico4
«or alguna rendi-a se ha introducido el humo de @atanás en el templo de Dios! la duda, la incertidumbre, la
problemática, la inquietud, la insatisfacción salieron a la lu0 C>ué ha sucedido Gs confiamos nuestro
pensamiento! se trata de una potencia adversa, el Diablo, ese ser misterioso, enemigo de todos los hombres, ese
algo sobrenatural, que ha venido a estropear % resecar los frutos del $oncilio ecuménico+ 7.
En realidad, el Diablo no hubiera podido hacer gran cosa en la 'glesia si no se
hubiese instalado )a una 9ontraiglesia, la masonería con sus fines sat*nicos
secretos sin duda, pero tambi0n ) sobre todo algunos secuaces dentro de la 'glesia
que le prestaron a)uda. hora bien, es difícil negar que Pablo -', despu0s de 8uan
XX''',
!H", ha)a mantenido
le habría predichoamistades con lasque
al padre ?orlion sociedades
en menossecretas. ?ontini, antes
de una generación de
las dos
sociedades harían las paces #. +a hemos hablado de los reiterados encuentros del
cardenal Kea con la KYnai KYrith de >uea +orO, que tanto influ)eron en el decreto
conciliar 9ostra tate. El Papa seguía ) alentaba los encuentros, incluso p3blicos,
con los altos dignatarios masónicos, a fin de llegar a un acuerdo p3blico de modelo

En merio, Iota unum, n3mero G.

En merio, ib"d.
#
+. . erre Kenimeli, S. 9aprile, *assoneria e .hiesa cattolica, p. !, en 9ourrier ', p. %G.
L CIEN AÑOS DE MODERNISMO
;ecum0nico= entre la 'glesia ) la masonería . 2ería necesario hablar tambi0n de los

apo)os incondicionales dados a las organiaciones de orientación masónica, como la
Crganiación de las >aciones Rnidas.
2i todos estos
perseerante hechos sondehistóricos,
de demolición todos lossi alores
se en de
confirmados
la 'glesia,por el trabajo
entonces no
sorprender* a nadie la angustia que nos agobia al leer el discurso de Pablo -' en la
clausura del 9oncilio. En 0l dice sentir una simpatía inmensa por la 9ontraiglesia, o
sea, en definitia, por la 'glesia luciferina4
«La religión del Dios que se ha hecho hombre se ha encontrado con la religión Iporque lo esJ del hombre que se
hace Dios. C>ué ha sucedido C?n choque, una lucha, una condenación odr'a haberse dado, pero no se
produ-o. La antigua historia del samaritano ha sido la pauta de la espiritualidad del $oncilio. ?na simpat'a
inmensa lo ha invadido por completo+ 7.
Ese te5to, )a importante en el marco del 9oncilio, lo es aun m*s porque parece
dar una clae para descifrar el enigm*tico pontificado de un Papa no menos
enigm*tico. Pablo -', por desgracia, /no sirió a la religión del hombre &ue se hace
Dios m*s que a la religión del Dios &ue se ha hecho hombre1

:osario Esposito, Le grandi concordanze fra .hiesa e massoneria, op$ cit$, p. %", en 9ourrier ', p. %L.
Enchiridion vaticanum, en 9ourrier ', p. %J< >aticano II, historia, doctrina, documentos, p. !H.

9PQ7R6C XX'''
Los /(angelios no istóricos de *atzinger
6a :eelación diina había sido, como señalamos en su momento, el objeto de

batallas campales entre la facción modernista, a3n minoritaria, ) los ortodo5os. En
:oma, en ísperas del 9oncilio, hubo escaramuas entre los jesuitas modernistas del
'nstituto Kíblico por un lado, ) la uniersidad de 6etr*n unida al 2anto Cficio por el
otro. Durante el mismo 9oncilio, :ahner había lanado el grito de guerra contra las
fuentes de la :eelación. Iacía del esquema sobre la :eelación el caballo de
batalla del ecumenismo, que debía asestar un golpe mortal al coraón mismo de la
teología tradicional. A+ con raónB :ahner, apo)*ndose en 6utero, quería reducir la
:eelación oral ) escrita a la sola Escritura. Rna e descartada la 7radición,
atacaba la Escritura dejada a merced de cualquiera. :ahner intentaba priarla
principalmente de todo fundamento objetio e histórico, de modo que los
Eangelios, que siguen siendo la piedra de toque de la fe, no serían despu0s de todo
tan seguros ni infalibles.
-einte
asesta años despu0s
un nueo uno dea sus
golpe mortal iejos amigos,
la :eelación :atinger,
moribunda. promoido
2e hace a cardenal,
el defensor de la
:eelación permanente, inagotable, salida de la interpretación de cada fiel )
eleada a la categoría de ?agisterio supremo de la 'glesia. Partiendo, como 6utero,
de la sola !criptura, destru)e tan bien como 0l la erdad de las Escrituras, para
desembocar mejor que 0l en el libre e5amen comunitario, fuente de la :eelación
indefinida.
$% Los nue(os Luteros

En ciertos aspectos, el cardenal 8osef :atinger se parece a Pablo -'. 9omo 0l, es
todopoderoso en la 9uria, )a que acapara las funciones de prefecto en la
9ongregación para la Doctrina de la e, en la 9omisión 7eológica 'nternacional ) en
la Pontificia 9omisión Kíblica. 9omo Pablo -', llora por el trabajo de demolición que
se llea a cabo a su alrededor. + sin embargo, como Pablo -', act3a como ideólogo
ciego que sigue sus principios hasta el fin. >o se le ocurre pensar que son esos
mismos principios, ) no su interpretación abusia, los que est*n enenenados. Por
eso el drama del pontificado precedente no parece dar muestras de llegar a su fin.
7odos los maestros de 8uan Pablo '', lejos de hacer una autocrítica objetia de las
suertes ) desgracias del pasado, siguen hacia adelante con resolución, mistificados
#" CIEN AÑOS DE MODERNISMO
por un optimismo ciego. El drama se transforma en una loca tragedia. Iabíamos

isto cómo Pablo -' liquidaba lo que la 'glesia tiene de m*s precioso. :atinger ) su
equipo an a empeñarse en lo mismo, poniendo el hacha a la raí misma de la fe, la
doble :eelación. El problema esencial para ellos no es saber qu0 sucedió
objetiamente, sino saber si estamos dispuestos a dejar que 8esucristo se apodere
de nosotros . /u0 diferencia ha) entre esta gente ) los fideístas sentimentales
como 2chleiermacher ) 2trauss1
:atinger sabe que su nuea concepción de la :eelación presenta algunos
inconenientes, ) no lo oculta4
«Después del $oncilio, las diferencias de confesiones entre la e1égesis católica % protestante desaparecieron
prácticamente0 ero el aspecto negativo de ese proceso es que, a partir de ahora, incluso en ambientes
católicos, la separación entre la e1égesis % el dogma es total, % la /scritura se ha convertido por s' misma en
una palabra del pasado que cada cual debe esforarse en traducir al presente, sin poder apo%arse demasiado en
la base en que se aguanta. La fe se convierte entonces en una especie de filosof'a de la vida que cada cual trata
de e1traer de la =iblia. /l dogma, privado del fundamento escriturario, carece de sostén. La =iblia, que se ha
7
separado del dogma, se convierte en un documento del pasado: ella misma pertenece al pasado+ .
Por mucho que :atinger d0 ahora el grito de alarma, no es el 3ltimo en
proocar una cat*strofe. Es cierto que Pablo -' había tenido su parte de
responsabilidad al alejar a los e5egetas conseradores ) al condecorar con el título
de teólogos del Papa a hombres de anguardia del 'nstituto Kíblico. 7ambi0n había
elogiado las teorías de Kultmann #, poniendo el ?agisterio oficial a remolque de los
peores críticos protestantes. 6o m*s dram*tico es que, bajo la influencia de
:atinger, esa ideas modernas detentan ahora el monopolio absoluto. +a no es sólo
una malla, sino una tela de araña gigante que se abate sobre :oma, ) nada escapa
a las redes de esos tecnócratas. hora que est*n al mando, los modernistas )a no
ocultan su ictoria. ?ientras que los colegas del .oncilium (el modernismo hard& se
apoderan de las c*tedras teológicas, los fundadores de .ommunio (el mismo
modernismo
%
soft &, -on Kalthasar, De 6ubac ) :atinger, se conierten en cardenales
. .ommunio proporcionó la ma)or parte de los teólogos nombrados obispos en
estos 3ltimos años, cu)a influencia en la 'glesia a mucho m*s all* de su propia
jurisdicción diocesana. 9onstitu)en un erdadero thin5 tan5 @grupo de refle5ión@
de la 'glesia de Marol ojt)la H. :atinger ubicó a sus protegidos en los puestos de
mando m*s codiciados. Fl es el organiador de ese pulpo de m3ltiples tent*culos
que satura toda la teología ;romana=. sí es como incorporó en la Doctrina de la e
a monseñor 6ehmann, que niega la resurrección corporal de 8es3s< a Seorges
9ottier, partidario del di*logo entre la 'glesia ) las logias masónicas< ) a lbert
-anho)e, para quien 8es3s no era sacerdote. simismo, en la 9omisión 7eológica
encontramos a monseñor 2chZnborn, que elogia la 2uperiglesia ecum0nica de -on
Kalthasar< ) a monseñor 60onard, hegeliano responsable del seminario 2aint$Paul, al
que 6ustiger enía sus seminaristas.
Entre los adeptos del clan neomodernista, ha) que mencionar sobre todo a
monseñor Masper. Es uno de los compositores de la nuea sinfonía de la :eelación,

. Masper, 6es?s, le .hrist , 9erf, pp. #$%.

:atinger, L-interprtation bibli&ue en &uestion, en L-essegesi cristiana oggi, Piemme, !!.
#
Pablo -', Documentation catholi&ue, G de abril de !G%, p. #H b. llí repetía el elogio que, en !J%, hio la
Pontifica 9omisión Kíblica bajo el cardenal 7isserant, conocido por su nefasto papel en el 9oncilio.
%
Ienrici, en WX 6ours, diciembre de !!, en 9ourrier '', p. !H$!J.
H
Il !abato, J de junio de !!.
RAT+INGER #
pues es el redactor del documento de la 9omisión 7eológica publicado en !LL,

endosado por :atinger, otro de sus iejos amigos. hora bien, para saber cu*l es
su doctrina en materia de e50gesis, basta citar algunos e5tractos de su 6es?s, el
.risto, la ersión alemana de :enan. 2igue la famosa ;Iistoria de las formas= de
Kultmann, siempre de moda. De ella saca la conclusión de que
«muchas historias de milagros son pro%ecciones retrospectivas 3de e1periencias pascuales4 de la vida terrena de
Fes;s, o de representaciones anticipadas de $risto glorificado+ 2.
sí,
«los milagros que se refieren a la naturalea son, mu% particularmente, un incremento secundario respecto de la
tradición original+ 7. «Los te1tos evangélicos en que se habla de un Nesucitado a quien se toca con las manos %
que cena con sus disc'pulos, son afirmaciones más bien toscas0 que hacen correr el riesgo de -ustificar una fe
pascual demasiado 3rosa40 Los milagros sólo podr'an ser comprobados de verdad si conociéramos realmente
todas las le%es de la naturalea % pudiéramos tener el conocimiento perfecto de cada caso particular. Fes;s no es
el 9i-o de Dios. La divinidad de $risto es una invención paulina o -ohánica+ 8.
Del mismo irginal

la maternidad modo, Masper niega
de ?aría. la resurrección
>iega ) pone
por 3ltimo la en dudadelalaconcepción
infalibilidad )
'glesia, que
habría transfigurado ) alterado la :eelación. Masper no es un creador, sino sólo el
brillante repetidor de sus maestros, 6ois), :enan, IarnacO ) Kultmann. 6o m*s triste
es que ese negador del testimonio apostólico ha)a sido promoido a sucesor de los
póstoles, ) sobre todo a redactor principal del documento pontificio sobre la
2agrada Escritura.
8unto a ese compositor el Papa colocó un director de orquesta en perfecta
armonía intelectual. :atinger, antiguo brao derecho de :ahner, no es un e5egeta
de profesión. 2in embargo, imprime en los documentos el sello de su poderosa
autoridad como defensor titular de la fe. Para saber lo suficiente sobre este nueo
baluarte de la ortodo5ia, basta hojear su )e cristiana, ayer y hoy %, especie de
cl*sico constantemente reeditado que ha deformado a toda una generación de
cl0rigos ) laicos. hora bien, /qu0 enseña en su libro1
«$risto llegó a coincidir con Dios cuando en la cru encarnó serlo para los demás. $omo hombre e-emplar,
como el hombreXtipo, trasciende el l'mite de lo humano. /n Fesucristo el proceso de hominiación ha llegado
realmente a su término+ . «La fe ve en $risto el comieno de un movimiento que introduce cada ve más a la
humanidad dividida en el ser de un ;nico #dán, de un ;nico 3cuerpo4, en el ser del hombre del futuro. Be en
$risto el movimiento hacia ese futuro del hombre, en el que éste se verá totalmente 3socialiado4, incorporado
a lo Ynico+ .
:atinger no est* e5ento del irus teilhardiano. 6o que aquí se dice de la
cristología ale tambi0n para los dem*s artículos del libro. 6a doctrina de la
salación ) la satisfacción icaria son inenciones medieales. 6a concepción
irginal de ?aría
diina. Esta se e5poneayer
)e cristiana, de manera
y hoy nebulosa, ) nom*s
nos informa se menciona
sobre ellapensamiento
maternidad
neomodernista que sobre el dogma católico. /6os doctores de 'srael se habr*n

Masper, op$ cit$ :eproduce te5tualmente la tesis propuesta por 6ois) del ciclo pascual, que sería la ersión del
9risto glorificado retocada por las comunidades cristianas posteriores. 2in lugar a dudas, no ha) nada nueo bajo el
sol modernista.

(p$ cit$, pp. !$#".
#
(p$ cit$, p. H#.
%
Ediciones ?ame et 9erf, !LH.
H
)oi chrtienne, hier et au1ourd-hui, pp. HL$H!. En 9ourrier, pp. ""$".
J
(p$ cit$, pp. J$J#.
# CIEN AÑOS DE MODERNISMO
desilusionado ) retractado de sus obras de juentud1 >o lo parece. 2us obras

contin3an siendo 05itos de librería ) siguen deformando a generaciones de
sacerdotes inocentes que no reciben de los autores ninguna adertencia que los
alerte. 9on semejantes compositores ) semejante director de orquesta, /qu0
sinfonía nos an a tocar1 6os 3ltimos documentos pontificios resuenan como una
amalgama sorprendente de todas las melodías modernistas ofrecidas hasta el día de
ho). 7oda esa serie de te5tos se resuele en un acorde final digno del luteranismo
m*s refinado.
&% Los /(angelios no son pala0ra de /(angelio

9on la sola !criptura, el sistema bíblico protestante se presenta como un
p0ndulo en el aire sin base ni fundamento.  falta de otras pruebas, las solas
ariaciones ) contradicciones protestantes bastan para desautoriarlo. Desde el
enfoque católico, la cuestión escrituraria separada de la 7radición ) del ?agisterio
es una necedad. 6os pergaminos no pueden decirlo ni e5plicarlo todo. Presuponen
una autoridad
autoridad que
ia ) los delimite
actia ) les enseñe,
que resuela, asigne su propia
eníe autoridad.
al cielo ) lance2eanatemas
necesita bajo
una
pena de condenación al infierno. Pero estamos en terreno modernista, ) todos los
documentos pontificios recientes toman como punto de partida la Escritura, a la que
se engancha luego la 7radición eclesial . Eso es empear la casa por el tejado, eso
es dejar las 2agradas Escrituras en manos de cualquiera, que las interpretar* seg3n
su propio parecer. Es una toma de postura que conduce ineitablemente al libre
e5amen luterano. En lugar de fundar la inspiración diina ) la inerrancia bíblica en el
?agisterio constante de los Padres ) de toda la 'glesia, se deja que la misma
2agrada Escritura se encargue de defenderse a solas, ) se permite que se la
compare con un ulgar documento profano que debe analiarse solamente en base
a los criterios internos. 6os desengaños de los protestantes )a nos han demostrado
dónde acaba semejante aentura.
En los 3ltimos documentos pontificios era de esperar que :oma diera directias
claras sobre los tres fundamentos de la e50gesis católica4 la inspiración diina de las
2agradas Escrituras, su infalibilidad absoluta ) uniersal, ) la historicidad de los
cuatro Eangelios. 2on las tres erdades de fe diina que los maestros del 'nstituto
Kíblico, despu0s del cardenal ?artini ) de 'gnace de la Potterie, el protegido de
:atinger, niegan en :oma con total impunidad. 6a constitución Dei >erbum, del
-aticano '', sólo se saló de la herejía por una interención del Papa al 3ltimo
momento, pero al mismo tiempo dejaba flotar la duda sobre puntos tan esenciales
como la inerrancia absoluta. 6os modernistas habían actuado en el sentido de un
h*bil compromiso. En !!# la 9omisión Kíblica firma la abdicación de :oma al
negarse
un puntoa tocar
capitalel tema
para de
la la
fe inspiración, como
cristiana. En si se tratara
realidad, aunquede el
un te5to
detalleno) no de
niega
e5plícitamente la inspiración diina, no deja de sugerir esa negación, pues niega
que la 2agrada Escritura sea infalible. Presenta, en efecto, un panorama ariado de
los distintos acercamientos, que an desde el m0todo histórico$crítico hasta la
lectura fundamentalista, pasando por los enfoques sincrónicos, tradicionales

Esos documentos oficiales fueron publicados por la 9omisión 7eológica 'nternacional en !GH ) !LL, ) por la
Pontificia 9omisión Kíblica en !!# (Documentation catholi&ue,  de enero de !!%, n3mero "LH< La interpretación
de la 0iblia en la Iglesia, Ediciones Paulinas, !!#&.
RAT+INGER ##
(canónicos ) judíos& ) conte5tuales (liberacionista ) feminista&. hora bien, en el

concierto uniersal de alabanas de las distintas interpretaciones, la declaración
sólo se muestra seera con el ;fundamentalismo bíblico= . Kajo esta denominación
los modernistas pretenden englobar deliberadamente el error ) la erdad, el
literalismo estrecho del fundamentalismo protestante ) la postura católica
tradicional definida por 6eón X'''. 9uando la 9omisión condena el
;fundamentalismo= que defiende la infalibilidad de los detalles en los te5tos
bíblicos, no hace m*s que tirar a la basura la doctrina un*nime de los Padres de la
'glesia ) del ?agisterio uniersal.
Por lo que se refiere a la historicidad de los Eangelios, la omnipresente
e50gesis del momento, el m0todo histórico$crítico, la pone totalmente en duda.
En !LL, la 9omisión 7eológica recuperaba todas las nociones falseadas del
m0todo histórico$crítico, el ;círculo hermen0utico= de Ieidegger, la importancia de
;los signos ) los símbolos= del padre De 6ubac ) :ic]ur, con el apo)o de :atinger
) de 8uan Pablo '' . 6a 9omisión Kíblica de !!# lamenta desde luego que este
m0todo siembre la perplejidad ) la duda sobre innumerables puntos relacionados
con la fe. /6o condenar* tal e1 >o. l contrario, se propone rehabilitarlo en el
marco de la apertura a las interpretaciones m*s abigarradas. Ia) libertad para todo
) para todos, salo para los enemigos de la libertad. Rna e m*s, los
;fundamentalistas= @es decir, todos los Padres de la 'glesia@ quedan e5cluidos. /+
por qu01 Porque
«no tienen en cuenta el crecimiento de la tradición evangélica, sino que confunden ingenuamente el estadio
final de esa tradición Ilo que escribieron los evangelistasJ con el estadio inicial Ilas acciones % las palabras del
Fes;s de la 9istoriaJ+ 8.
El documento pontificio pretende asentar como definitia la distinción entre el
8es3s de los Eangelios ) el 8es3s de la Iistoria, elaborada por 6ois) ) recuperada
por Kultmann. Pero, por si acaso la pastilla fuera demasiado difícil de tragar, se la
recubre indebidamente (Apero qu0 importa esoB& con la autoridad de Pío X'', citando
la encíclica Divino afflante !piritu. unque el Papa, en !%#, e5hortaba a inestigar
el sentido literal ) los g0neros literarios, los e5egetas modernistas fingieron er en
eso la aprobación de sus herejías. Por supuesto, se cuidaban mucho de no leer las
insistentes afirmaciones de la inerrancia absoluta de la Kiblia, ) hacían oídos sordos
a las adertencias del mismo Pío X'' en 2umani generis, dirigidas precisamente
contra la crítica bíblica ) la e50gesis espiritual. El documento de !!# tiene el
descaro de poner a Pío X'' en contradicción consigo mismo.
6a conclusión, tan ineitable como increíble, es que en :oma, desde hace m*s
de treinta años, se enseña a la ista de la autoridad que los eangelistas pusieron
en boca
8uan sonde >uestro
unos 2eñor palabras
mentirosos. hí ieneque nunca
a parar el pronunció, o sea que sanrescatado
m0todo histórico$crítico ?ateo ) san
de
los protestantes de la peor especie. >o es de e5trañar que el espíritu apostólico est0
en ías de e5tinción. /ui0n querría cruar los mares ) derramar su sangre por
Escrituras plagadas de errores, para enseñar un Eangelio m*s o menos simbólico, )

Documentation catholi&ue, ib"d$, p. J< La interpretación de la 0iblia en la Iglesia, p. J%.

Entrez dans l-esprance, capítulo ;/u0 pruebas tenemos de la e5istencia de Dios1=. El Papa cita a los
filósofos de la hermen0utica bíblica, :ic]ur, 60inas, Eliade ) Kuber. El calinista :ic]ur recupera la e50gesis
espiritual del padre De 6ubac, pero le da una interpretación a3n m*s radical.
#
Documentation catholi&ue, n3mero "LH, p. G< La interpretación de la 0iblia en la Iglesia, p. JJ.
#% CIEN AÑOS DE MODERNISMO
por un 9risto que no tiene nada que er con el erdadero 8es3s de la Iistoria1 + para
colmo, de ahora en adelante, es una tesis aceptada uniersalmente. Aue nadie
toque la )ormgeschichte bultmannianaB Por m*s que un científico papirólogo,
7hiede, honesto inestigador protestante, demuestre que las grutas de umran
contienen un fragmento del Eangelio de san ?arcos que data del año H" despu0s
de 9risto, los e5egetas, con un desprecio categórico por la ciencia, se oponen al
hallago por raones supuestamente teológicas . sí, pues, despu0s de haber
separado la fe de la ciencia, los modernistas transforman la fe para adaptarla a la
seudociencia de la eolución, ) hacen oídos sordos a la ciencia de los hechos.
'% La re(elación inagota0le

Es interesante er cómo los modernistas, tomando como punto de partida la
sola !criptura de 6utero, llegan e5actamente a la misma conclusión4 la destrucción
pura ) simple de la Kiblia como regla de la fe. 7ambi0n es interesante er cómo se
desarrolla el mismo paralelo alrededor de la :eelación, tanto oral como escrita. En
la doctrina
?aestro, el católica
hombre sobre la :eelación,
sólo puede Dios habla
callar ) aceptar a los hombres.
la :eelación nte
infalible su diino
transmitida
por ía oral ) escrita. Esta :eelación, que se cerró con la muerte del 3ltimo de los
póstoles, debe ser enseñada a tra0s de los siglos por una autoridad establecida
por el mismo 8esucristo. Esta autoridad, el Papa ) los obispos, constitu)e el
?agisterio io aut0ntico que tiene como fin interpretar ) transmitir fielmente el
depósito reelado. Esta enseñana recibe el nombre de %radición viva y verdadera,
en perfecta concordancia con el depósito reelado, bajo pena de no ser m*s que
una traición. Iuelga decir que entre los innoadores no queda nada de esta
doctrina.
6os teólogos de moda imitan a los militares. 6os soldados del cuerpo de
ingenieros
agua. nos enseñan
2e puede cortar el que
canale5isten
que lo dos maneras
conecta defuente,
con su inutiliar unes
) así lugar
comodonde ha)
nuestros
teólogos de tinte protestante aceptan la fuente escrita de la :eelación, quit*ndole
su fundamento, la enseñana tradicional de la 'glesia. 7ambi0n se lo puede
contaminar ertiendo en 0l aguas insalubres, de manera que el agua sea abundante
pero no potable.
Eso es lo que hio 6utero. + eso es lo que hacen los modernistas romanos, pero
con ma)or ingeniosidad. l re0s de 6utero, presentan de nueo las dos fuentes de
la :eelación. De esta forma se uele a hacer uso de las palabras altisonantes de
7radición, :eelación, ?agisterio eclesi*stico, a las que los protestantes no estaban
acostumbrados. /2ignifica eso que nuestros teólogos ha)an uelto a las fuentes
puras del ?agisterio tradicional1 :*pidamente nos desengañamos de ello, porque
nos damos cuenta de que detr*s de la fachada de esas palabras altisonantes no
queda nada de la sustancia católica.

En realidad, el papiro GH fue identificado en tiempos de Pablo -' por el padre CY9allaghan como conteniendo
un fragmento de san ?arcos (J4 H$H#&. Esta noticia e5traordinaria fue silenciada por Pablo -' a pedido del futuro
cardenal ?artini, porque destruía por la base todo el andamiaje artificial del m0todo histórico$crítico, ) hacía oler
a la doctrina católica en nombre de la ciencia. -0ase tambi0n G%, que se identifica con  7im #4 J a %4 #. -0anse
7hiede ) dYncona, %he 6esus +apyrus, eidenfeld and >icholson, !!J, pp. %!$J!, ) CY9allaghan ) su reciente libro,
Los testimonios m/s antiguos del 9uevo %estamento.
RAT+INGER #H
6a lectura de los documentos pontificios nos da la impresión de hombres presos

de 0rtigo intelectual. >o ha) nada fijo, nada constante, todo se lo llea la corriente.
2eg3n la enseñana del documento de !!#, la :eelación no se cerró con la
muerte del 3ltimo
un estuche que lopóstol.
protege.>o Es
es un depósito
algo que sefijo, un diamante
prolonga precioso
) crece guardado
al capricho en
de las
;relecturas enriquecedoras= en el Espíritu, seg3n la e50gesis espiritual del padre De
6ubac. 6a e50gesis espiritual se interesa por la ida, por el dinamismo del misterio
pascual de 9risto, por el desarrollo del sentido ) por el cambio del te5to. El te5to se
conierte en símbolo ) abre posibilidades in0ditas de sentido . 2e refiere, por
supuesto, a los sentidos ecum0nicos, eolucionistas, carism*ticos ) dem*s fantasías
descritas por :atinger . Dicho de otro modo, la :eelación ) la inspiración se
prolongan en la Iistoria cuando cada cristiano lee la Kiblia ) se siente inspirado. 6a
7radición se inscribe en ese sistema. En lugar de ser la o de su undador ausente,
la :eelación es el círculo en continuo crecimiento de los diersos testimonios sobre
la ida ) las palabras de 8es3s. 6os te5tos no sólo pueden, sino que deben admitir
una interpretación
circunstancias pluralista,
presentes de laelida
sentido
en elliteral, el sí
Espíritu. sentido
comodel
enmisterio pascual,
otro tiempo las
el te5to
se interpretó seg3n el ;medio ital= de la comunidad primitia, así tambi0n los
e5egetas deben traducir ho) la fe seg3n el tiempo presente #. En otras palabras, en
las generaciones precedentes ha) cosas que tomar ) cosas que dejar, para abrir
paso al erdadero progreso. quí el documento reela sus erdaderas fuentes4 6ois)
) su germen de ida con sus desarrollos sucesios ) contradictorios< Kultmann con
sus Eangelios no históricos< De 6ubac con su 7radición ia sin ínculo lógico con el
pasado. 6a contradicción, la diergencia, el f*rrago de lenguas de que )a se quejaba
san Pablo, no parecen molestar a los teólogos romanos.
6a noedad que aparece en los te5tos pontificios se debe al modo de ejercer el
?agisterio. Desde una perspectia católica, la 'glesia habla como ?aestra a la que
todos deben escuchan bajo pena de condenación eterna. El ?agisterio es la
7radición de la 'glesia, el órgano de enseñana diinamente instituido4 ;uien a
osotros o)e, a ?í me o)e= %. Iabla en nombre de Dios e interpreta infaliblemente
la palabra de Dios escrita. Pero a partir de ahora la 'glesia ha iido su :eolución
rancesa ) debe adaptarse aceptando los principios democr*ticos. Ia) que tirar a la
basura la enseñana por ía de autoridad, porque, como nos adierte :atinger,
hacer una ;lectura crítica= de la Kiblia significa dejar de recurrir a la 7radición ) a la
autoridad H. Pero sólo se destru)e bien lo que se reemplaa. 2i la autoridad )a no
tiene el poder de enseñar, /qui0n tendr* ese poder1 El ?agisterio escriturario iene
de la base ) debe ser interpretado con autoridad por la base J. El ;sentido de la fe=
del +ueblo de Dios es la palabra clae que señala, de hecho ) de derecho, la
abdicación del ?agisterio aut0ntico de la 'glesia. 2iguiendo a Lumen gentium del

Documentation catholi&ue, ib"d$, pp. ! ) #< La interpretación de la 0iblia en la Iglesia, GJ ) L.

El documento romano reconoce que ;este pluralismo de m0todos ) acercamientos es apreciado por unos
como un índice de riquea, pero a otros les da la impresión de una gran confusión= ( Documentation catholi&ue,
ib"d., p. H< La interpretación de la 0iblia en la Iglesia, p. !&.
#
Documentation catholi&ue, ib"d$, pp. #L$#!< La interpretación de la 0iblia en la Iglesia, pp."%$"L.
%
6c "4J.
H
:atinger, en L-essegesi cristiana oggi. De hecho, la 9omisión Kíblica, en el documento de !!#, dice
claramente que es tan sólo un órgano de inestigación ) consulta formado por especialistas, ) no )a un órgano del
?agisterio, cf. introducción de :atinger, Documentation catholi&ue, ib"d., pp. #$%, La interpretación de la 0iblia
en la Iglesia, pp. #$H.
J
Documentation catholi&ue, ib"d$, pp. #%$#H< La interpretación de la 0iblia en la Iglesia, pp. !$!J.
#J CIEN AÑOS DE MODERNISMO
-aticano '', la 9omisión Kíblica e5plica que, por obra ) gracia del Espíritu, la palabra
e5terior se conierte para los fieles en ;espíritu ) ida=. De esta forma son
instruidos por la unción de Dios mismo. 6utero puede sentirse contento. 2in
embargo, ante el peligro de anarquía de un libre e5amen como 0se, la 9omisión
Kíblica agrega un aspecto sociológico4
«/l cre%ente lee e interpreta siempre la /scritura en la fe de la &glesia % aporta a la comunidad el fruto de su
lectura, para enriquecer la fe com;n+ 2.
Es la institución del libre e5amen comunitario en la 'glesia, que san Pío X )a
había condenado bajo el nombre de conciencia colectiva. 2urgiendo de sus cenias,
se lo promuee ) elea a la categoría de int0rprete aut0ntico de la :eelación. De
hecho, ese supuesto ;sentido de la fe= del Pueblo de Dios es orientado por los
teólogos, que tambi0n promueen el espíritu del día4 el di*logo, el pluralismo, la
cooperación, la prohibición de prohibir. Eso no es m*s que la rehabilitación de
6utero con su libre e5amen. Esta interpretación lutero$modernista, bendecida por la
'glesia, firma la destrucción tanto de la Kiblia como del dogma.
5% !plicaciones pr1cticas
+a hemos dado muchos ejemplos de teólogos, obispos ) cardenales que
enseñan el error en materia bíblica, relatios entre otros al car*cter histórico de la
resurrección de 8es3s, a su diinidad, al primado de Pedro. 2on legión los que,
desenmascar*ndose, hacen alarde de sus opiniones sin el menor pudor . ?ucho
m*s grae es, en raón de su función suprema, el apo)o que 8uan Pablo '' dio a los
pentecostales protestantes ) a los grupos carism*ticos. Pero qui* sea a3n m*s
escandalosa la e50gesis que el propio Papa hace de la 2agrada Escritura.
-eamos un ejemplo que es todo un símbolo. 2e trata de la duda sembrada sobre
el c0lebre te5to de la ?ujer que aplasta a la 2erpiente. El ! de ma)o de !!J,
citando el te5to protoeang0lico #, el Papa dice que
«%a hemos tenido antes la ocasión de recordar que esta versión no corresponde al te1to hebreo, en el que no es
la Au-er, sino más bien su descendencia, su Descendiente, quien debe aplastar la cabea de la @erpiente. /se
te1to, pues, no atribu%e a Aar'a sino a su 9i-o la victoria sobre @atanás+.
De inmediato la prensa se apo)ó en esto para declarar que la imagen de ?aría
aplastando a la 2erpiente bajo sus pies era falsa. 2in embargo, el Papa sabe que su
interpretación a contra la tradición patrística un*nime, ) especialmente contra la
bula dogm*tica de Pío X'' para la definición de la sunción. /caso >uestra 2eñora
aplastando a 2atan*s )a no est* bien ista en la 0poca ecum0nica1
?*s grae a3n es el discurso del Papa sobre el infierno, que de erdad huele a
aufre4
«"o es un castigo de Dios impuesto desde afuera, sino el desarrollo de premisas propuestas de antemano por el
hombre en esta vida0 ara describir esa realidad, la @agrada /scritura utilia un lengua-e simbólico0

Documentation catholi&ue, ib"d$, p. #H< La interpretación de la 0iblia en la Iglesia, p. !%.
Ia) que citar, entre otros, a erTicO ) 6)onnet, que confirman la duda de la 9omisión Kíblica (!!#& sobre la

profecía mesi*nica de 'saías G4 %4 ;Ie aquí que la -irgen concebir* ) dar* a lu=. >iegan tambi0n el primado de
Pedro en ?ateo J4 G$!4 ;Kienaenturado eres, 2imón=, ) se niegan a entender :omanos H4  en el sentido
del pecado original, como lo definió el concilio de 7rento. ?c 9ool niega ?t #4 $L< ?t4 L4 #< Descamps niega ?t
H4 #< ?t !4 ! ) 8n J4 J!$G< 60on$Dufour interpreta la resurrección de 8es3s de manera meta'histórica. 9f.
2padafora, Leone III e gli studi biblici, pp. H$JG.
#
Sen #4 H.
RAT+INGER #G
Necurriendo a esas imágenes, el "uevo Testamento presenta el lugar destinado a las personas que se han hecho
culpables de in-usticia, como un horno ardiente donde 3habrá llanto % cru-ir de dientes4 2, o incluso como la
gehena 3donde el fuego no se apaga4 70 /stas 5imágenes6 indican la frustración % el vac'o absoluto de una vida
sin Dios. Aás que un lugar, el infierno indica la situación en que se encuentra el que se ale-a libre %
8
definitivamente de Dios, fuente de vida % de alegr'a+ .
quí el Papa a contra la teología católica enseñada constantemente4 el fuego
del infierno es real< el fuego es la pena de sentido, que se distingue de la pena de
daño o p0rdida de Dios< el infierno, el cielo ) el purgatorio son lugares ) no sólo una
condición de ida. Pero lo peor iene a continuación4
«La condenación sigue siendo una posibilidad real, pero no nos es dado saber, sin revelación divina particular,
si concierne efectivamente a los seres humanos, % a cuáles+.
sí, pues, contra la enseñana constante de la 'glesia, para 8uan Pablo '' el
infierno es el lugar de suplicio de los demonios, pero no podemos saber si alguna
e habr* tambi0n allí hombres condenados. Eso supone implícitamente recuperar
la tesis Tojt)liana de la salación de todos los hombres, incluso a pesar de ellos.
2upone aceptar la herejía del infierno acío sostenida por :ahner %) -on Kalthasar,
quien declaraba que :atinger ) ojt)la compartían su opinión . hora bien, la
negación del infierno conduce mu) lejos. 9onduce a la negación del pecado original
) de lo sobrenatural, ) a la relatiiación del misterio de la redención. 9onduce a la
concepción de un Dios tan bueno que es impotente para condenar a quienes lo
desprecian.
simismo, el mensaje del Papa a la cademia Pontificia de las 9iencias asestaba
un golpe mu) mediatiado, golpe que mataba dos p*jaros de un tiro, o mejor dicho
tres. >o sólo el mensaje iolenta el te5to del S0nesis sobre la creación del hombre a
partir del polo, sino que asume el eolucionismo en su totalidad4
«9o% en d'a, a casi medio siglo de la publicación de la enc'clica 5 "umani generis6, los nuevos conocimientos
nos llevan a de-ar de considerar la teor'a de la evolución como una simple hipótesis0 La convergencia, no
buscada ni provocada, de los resultados de investigaciones realiadas independientemente unas de otras,
constitu%e en s' mismo un argumento significativo a favor de esta teor'a+ .
En realidad, la postura modernista de DarTin sobre el origen simiesco del
hombre est* ahora en pleno descalabro ) se discute cada e m*s. Por lo que a la
conergencia se refiere, todas las disciplinas ane5as, embriología, gen0tica,
geología, paleontología, e5perimentan serias dificultades para integrar el
eolucionismo. Esa fue la conclusión a que llegaron los científicos eolucionistas en
el 9ongreso de 9hicago de !L" J. /Por qu0 el Papa se empeña en resucitar un mito
muerto ) sepultado1 Porque, entre los mitómanos del eolucionismo, est* 7eilhard
de 9hardin, que pretendía fundar su teología del eolucionismo crístico del hombre
en la eolución de las especies. hora bien, :atinger comparte la teología
eolucionista teilhardiana, ) el Papa la alaba G. /2er* 8uan Pablo '' el Papa del
teilhardismo, la religión no )a de la encarnación de Dios, sino de la ;ascensión del

?t #4 %< cf. H4 #" ) %.

?c !4 %#.
#
Audiences gnrales,  ) L de julio, % de agosto de !!!, Documentation catholi&ue, n3mero ", p. GJ",
en Le !el de la terre, n3mero #, p. !.
%
En 9ourrier '', pp. !$" ) #.
H
*ensa1e de 6uan +ablo II, # de octubre de !!.
J
9e@s@ee5 , # de noiembre de !L".
G
La !apienza della .roce, abril$junio de !JJ, p. #G. -0ase m*s arriba, al final del capítulo H.
#L CIEN AÑOS DE MODERNISMO
hombre=1 Es la 3ltima pregunta que debemos e5aminar antes de concluir nuestra

inestigación.
9PQ7R6C XX'-
.uan Pa0lo II6 un nue(o Pa0lo
«/speremos que la rovidencia nos conserve por mucho tiempo a ablo B&, pero el d'a en que necesitemos un
apa, %o %a tengo a mi candidato! es Zo-t%la. (@ólo que eso es imposible, no tiene la menor probabilidad*+ 2.
De 6ubac tenía sus motios para apo)ar la elección de un cardenal polaco,
elección que sorprendió a m*s de uno. hí estaba, por supuesto, el cardenal
primado )s)nsOi, que encarnaba a la 'glesia de los m*rtires. Pero 0l no era
papabile, porque denunciaba demasiado abiertamente a la 'glesia posconciliar, una
'glesia cu)o credo se había uelto el*stico ) cu)a moral se había hecho relatiista,
una 'glesia en medio de la niebla, una 'glesia que cerraba los ojos ante el pecado.
En cambio, el cardenal ojt)la era moderno ), lo que es m*s, un modernista hecho
) derecho. El arobispo de 9racoia apo)aba la edición polaca de .ommunio ), una
e elegido Papa, no tardaría en promoer al cardenalato a sus tres fundadores,
:atinger, De 6ubac ) -on Kalthasar, aunque este 3ltimo ha)a fallecido en la
íspera de su entroniación.
El padre ?einielle, en un libro memorable escrito en !G" , anunciaba la
formación de una doble 'glesia4 la Iglesia de la promesa que profesaría la fe
incorruptible de su undador, ) la Iglesia de la propaganda al sericio de la gnosis
cristiana ) progresista. El mismo Papa podría incluso presidir ambas 'glesias.
Profesaría la doctrina inmaculada de la fe, pero en sus actos equíocos sostendría a
la 'glesia de la propaganda. Este libro, escrito en tiempos de Pablo -', lo describe
admirablemente. Kajo 8uan Pablo '', no hace falta decirlo, la duplicidad ) el equíoco
sobre el depósito reelado se han hecho moneda corriente en :oma. Despu0s de
esboar una r*pida semblana del Papa, deberemos estudiar su erdadero
pensamiento. sí estaremos en mejores condiciones para definir la finalidad de su
pontificado4 el establecimiento de la religión uniersal. 2i a Pablo -' se lo calificó
ingenuamente de nueo ?ois0s, 8uan Pablo '' pasa m*s bien como un segundo san
Pablo, pero de un nueo tipo.
$% /l camino de Damasco
Marol ojt)la es un filósofo, un moralista para ser m*s e5actos. En la medida en
que su filosofía sigue la corriente e5istencialista, se hace eidente que su unierso

De 6ubac, Entretien autour de >atican II, p. %L, en 9ourrier '', p. #.

?einielle, De la ./bala al progresismo, conclusión.
%" CIEN AÑOS DE MODERNISMO
mental ser* mu) distinto del de un realista. 2u sueño es reconciliar a Mant con santo
7om*s, 2cheler ) Ieidegger . 2u isión, que puede considerarse original, depende
sobre todo del e5istencialismo subjetio ) antropológico. 8uan Pablo '' es sobre todo
un intelectual, m*s bien doctrinario. :aona a partir de principios ) no de lo iido.
Defendió en el 9oncilio el documento sobre la libertad religiosa ) se opuso a los que
querían publicar una condenación seera del ateísmo . 2eg3n 0l, el ateísmo debería
ser estudiado, con la a)uda de la sociología ) de la psicología, no como negación de
Dios, sino m*s bien como estado de conciencia de la persona humana #. Ecumenista
conencido, isitó arias eces 7ai0, esa comunidad de monjes protestantes a la
que se quería utiliar como puente ecum0nico.
2an Pablo recibió su ocación en el camino a Damasco, cuando al caer de su
montura se arrojó a los pies de 9risto. 8uan Pablo '' tuo una conersión no menos
fulminante, pero por lo dem*s bastante distinta. ue en :oma, durante el 9oncilio.
En efecto, el 9oncilio le a)udó a hacer la síntesis de su fe personal. /u0 entiende
por ;fe personal=1 6o e5plica 0l mismo4
«La fe no fuera la inteligencia ni la su-eta a un sistema de verdades %a hechas+ H.
En !J#, en pleno debate conciliar, no paraba de alabar a los neomodernistas4
«/n menos de cuatro a<os, la situación dentro de la &glesia ha cambiado de manera incre'ble0 Teólogos tan
eminentes como 9enri de Lubac, Féan Daniélou, ves $ongar, 9ans O[ng, Natinger, Lombardi, Oarl Nahner
% otros, desempe<aron un papel e1traordinario en aquellos traba-os preparatorios. /l ob-etivo de Fuan UU&&& era
principalmente la unidad de los cristianos: se han dado pasos gigantescos en ese sentido. La &glesia está
persuadida como nunca antes de que lo que une a los cristianos es más fuerte que lo que los divide. La nostalgia
de la unidad de los cristianos forma cuerpo con la de la unidad de todo el género humano. /l nuevo concepto de
ueblo de Dios ha tomado el relevo de la antigua verdad sobre la posibilidad de una redención fuera de los
l'mites visibles de la &glesia. /ste dato muestra la actitud de la &glesia hacia las demás religiones, basada en el
reconocimiento de los valores espirituales, humanos % cristianos a la ve, contenidos en religiones tales como el
islam, el budismo, el hinduismo0 La &glesia desea emprender un diálogo con los representantes de esas
religiones.  aqu' el -uda'smo ocupa un lugar mu% particular+ .
Asís se diisaba en el horionte del espíritu Tojt)liano desde !J#B De 6ubac
muestra hasta qu0 punto ojt)la estaba imbuido de ese espíritu mundialista, )a
que contribu)ó a la redacción del esquema de la 'glesia en el mundo moderno ) al
de la libertad religiosa. Sracias a 0l qui* m*s que a nadie, Gaudium et spes,
despu0s de sus numerosas icisitudes, se saló del estancamiento en un momento
en que muchos comenaban a perder esperanas de lograr imponerla. 9on la misma
amplitud de miras abordó con inter0s ) igor los dos grandes temas del
ecumenismo ) la libertad religiosa J.
Elegido Papa en !GL, se mantendr* fiel a sus amigos ) maestros. En !L,
centenario del nacimiento de 7eilhard, el 2ecretario de Estado enió en nombre del
2anto Padre una carta que e5altaba
«la maravillosa repercusión de las investigaciones de Teilhard, ese hombre cautivado por $risto en lo más
profundo de su ser, sol'cito por honrar a la ve a la fe % a la raón, respondiendo as', casi con anticipación, al
?alinsOi, *on ami :arol 4o1tyla, en 6erou5, +ierre, m-aimes'tu<, p. JG. -0anse las pp. %$L, de donde se

sacaron las referencias que siguen sobre la mentalidad de 8uan Pablo ''.

lain oodroT, Le *onde del L de octubre de !GL.
#
Documentation catholi&ue, !JH, p. LLL.
%
ndr0 rossard, 9-ayez pas peur , 6affont, !L, p. J#, en 6erou5, p. JJ.
H
4o1tyla, en ?alinsOi, p. L!, en 6erou5, pp. J$G.
J
De 6ubac, Entretien autour de >atican II, pp. %J, %L, "J, en 2aoir '', p. G#.
,UAN PABLO II %
llamamiento de Fuan ablo &&! 3"o tengáis miedo, abrid de par en par las puertas a $risto, abridle los inmensos
espacios de la cultura, de la civiliación % del desarrollo4+ 2.
En !L% enió sus felicitaciones personales a :ahner antes de su muerte, como
tambi0n a -on Kalthasar.
particularmente a sus amigosEnfranceses
su isita +es
a rancia en) !L"
9ongar se ?aritain,
8acques empeñó el endefensor
honrar
de la libertad religiosa. Enió dos telegramas a la muerte del
«venerado cardenal De Lubac0 recordando el largo % fiel servicio realiado por este teólogo, que supo reunir
lo me-or de la tradición católica en su meditación sobre la &glesia % el mundo moderno 5su )audium et spes60
$on el correr de los a<os llegué a apreciar vivamente la vasta cultura, la abnegación % la probidad intelectual
que hicieron de ese religioso e-emplar un gran servidor de la &glesia, especialmente durante el concilio Baticano
&&+ 7.
6as simpatías del Papa se dirigen tambi0n a los pioneros de la teología de la
liberación, entre otros el comunista Ielder 9mara. Pero 8uan Pablo '' manifiesta la
inclinación de su coraón sobre todo al nombrar a :atinger como defensor titular
de la Doctrina de la e. hora bien, :atinger practica la t0cnica de la cordada4
gracias a 0l todo un regimiento de teólogos moderniantes controla el ?agisterio de
la 'glesia. /9ómo dudar de la orientación que el Papa impone a toda la 'glesia
cuando todo se alinea con 0l1
&% La gloria del om0re

2ería fastidioso querer definir el pensamiento dogm*tico de 8uan Pablo '' a partir
de sus interminables encíclicas.  menudo parece difícil comprender al Papa, porque
es literalmente ;complicado=, en el sentido de replegado ) desdoblado. El lector
que cree que el Papa habla por todos se engaña enormemente. l contrario, el
mensaje pontificio est* cifrado para que sólo puedan comprenderlo los iniciados.
Rsando las mismas palabras, toca su melodía en dos registros distintos, uno
ortodo5o ) otro
racionalista con modernista. 2an
lo católico. En lasPío X denunció
grandes la t*ctica
encíclicas modernista
no sería de meclar
difícil ilustrar lo
el uso de
una terminología de doble sentido que permite una doble lectura, tradicional )
modernista a la e #. Por eso amos a utiliar un te5to inequíoco, el de !GJ,
cuando siendo todaía cardenal, predicó un retiro al Papa Pablo -' ) a los miembros
de la 9uria, comentando algunos te5tos conciliares en el sentido neoteológico.
Estaba en familia ) no tenía ning3n motio para cuidarse de herir a los
conseradores. Die años antes de sís, este retiro se reela como la perfecta
introducción doctrinal de dicha reunión. Dos te5tos ilustrar*n nuestro propósito. El
primero e5plica la noción de Dios, ) el segundo la tesis de la redención uniersal.
«/l hombre posee el concepto de infinitud. Lo emplea en su labor cient'fica, por e-emplo en la ciencia
matemática. #s', pues, la infinitud encuentra en él, en su inteligencia, el espacio adecuado para aceptar a #quél
que es &nfinito, el Dios de inmensa ma-estad, #quél de quien la @agrada /scritura % la &glesia dan testimonio
diciendo! 3(@anto, @anto, @anto, @e<or Dios de los e-ércitos* (Los cielos % la tierra están llenos de tu gloria*4. #
este Dios confiesa el trapense o el camaldulense en su vida de silencio. # El se dirige el beduino en el desierto
cuando llega la hora de la oración.  tal ve también el budista que, concentrado en su contemplación, purifica

(sservatore romano, " de junio de !L, en 9ourrier '', p. ".

(sservatore romano, H de septiembre de !!, en 9ourrier '', p. $.
#
Rna doble :eelación, una doble fe, una doble redención, una doble 'glesia, una doble misión. -0ase, por
ejemplo, el erudito trabajo de DZrmann, que )a ha publicado tres ol3menes para probar que, tras las palabras de
apariencia católica, se esconde en realidad una doctrina neomodernista.
% CIEN AÑOS DE MODERNISMO
su pensamiento preparando el camino hacia el nirvana. Dios en su trascendencia absoluta, Dios que trasciende
absolutamente todo lo creado, todo lo que es visible % comprensible+ 2.
El otro te5to comenta el 9oncilio.
«@eg;n esas palabras 5)audium et spes 2R6, el nacimiento de la &glesia en la cru, en el momento de la muerte
mesiánica % redentora de $risto, fue también sustancialmente el nacimiento del hombre, de cada hombre % de
todos los hombres: del hombre que, lo sepa o no, lo acepte o no en la fe, pasa a una nueva dimensión de su
e1istencia, concisamente e1presada por san ablo con la fórmula 3en $risto4 7. /l hombre e1iste 3en $risto4, %
as' e1ist'a desde el principio en el eterno designio de Dios: pero por medio de la muerte % de la resurrección,
esta 3e1istencia en $risto4 se convirtió en un hecho histórico, radicado en el tiempo % en el espacio+ 8.
 partir de estas ideas del cardenal ojt)la podemos formarnos una pequeña
isión del unierso mental del Papa 8uan Pablo ''. 2i san Pablo conertido se propuso
someter su inteligencia ) su oluntad a 9risto crucificado, 8uan Pablo '' se erige en
doctor de la religión que glorifica al hombre ) sólo al hombre, haciendo que todo
salga de su propia conciencia. 2u pasado filosófico se reela en los te5tos pontificios
por el lenguaje Oantiano o hegeliano ) las tesis e5istencialistas que forman la trama
de su pensamiento. En efecto, todo gira alrededor de la conciencia @la
;autoconciencia=, el alfa ) el omega del conocimiento, de la realidad ) de la fe,
seg3n sus propios escritos@. Para 0l,
«conocer es referirse, %a a nuestras e1periencias e1teriores, %a a nuestro mundo interior en el que nos
reconocemos como seres morales o religiosos. $omo un hombre conoce las cuestiones religiosas refiriéndose a
sus categor'as interiores, la fe es la relación que se establece entre su impulso interior % el 3T;4 absoluto. /n la
b;squeda de la fe %a ha% una fe impl'cita % se cumple la condición necesaria para la salvación+ H. «/n realidad,
ese profundo estupor respecto al valor % a la dignidad del hombre se llama /vangelio, es decir, =uena "ueva+ .
undado en la conciencia personal ) subjetia, todo lo sobrenatural queda
rebajado al niel de lo natural en la encíclica Redemptor hominis, que dar* el tono
del pontificado de 8uan Pablo ''. 6a :eelación diina es simplemente el hombre que
se reela al hombre<
autom*ticamente la redención
por el solo de 9risto
hecho de hacerles justificó
tomar a todos
conciencia de sulos hombres
dignidad< el
pecado no es m*s que una incoherencia de la conciencia< la libertad, fruto de la
conciencia ) fundamento de la dignidad humana, es iniolable incluso en materia de
religión< la 'glesia de 9risto se identifica perfectamente con la humanidad J< la
'glesia romana debe ser mediadora para el adenimiento de la fraternidad uniersal<
el di*logo es necesario para encontrar la unidad aun a costa de la erdad.  modo
de ejemplo, bastar*n unos pocos e5tractos para ilustrar este iraje antropoc0ntrico
de 8uan Pablo ''4
«Aediante la encarnación, el 9i-o de Dios se ha unido en cierto modo con cada hombre0 $risto Nedentor
revela plenamente el hombre al mismo hombre0 $ada hombre ha sido comprendido en el misterio de la
redención, % con cada uno se ha unido $risto para siempre+ M. «/l misterioso pecado original es la fuente de la
debilidad que se denomina pecado, por la cual el hombre tiende a vivir de manera incoherente con su dignidad+

Le signe de contradiction, *ditations, en DZrmann, El itinerario teológico de 6uan +ablo II, pp. HH$HJ.
:om J4 #.

#
Le signe de contradiction, *ditations, en DZrmann, El itinerario teológico de 6uan +ablo II, p. JH. En otra
parte incluso distingue claramente la justificación (la salación personal& de la redención (ib"d., p. J!&4 ;7odos los
hombres, desde el principio hasta el final del mundo, han sido redimidos ) justificados por 9risto ) por su cru=.
%
Entrez dans l-esprance (ed. ingl. .rossing the %hreshold of 2ope&, pp. #%, #J, !#.
H
Redemptor hominis ".
J
Redemptor hominis nunca utilia el calificatio de ;romana= para la 'glesia de 9risto, lo cual es bien
característico de los modernistas, que pecan m*s por omisión que por comisión, para embrollar mejor la situación.
G
Redemptor hominis L.
,UAN PABLO II %#
2
. «La libertad religiosa constitu%e el coraón mismo del derecho humano. /s tan inviolable que e1ige que los
demás reconocan la libertad de cambiar de religión si la propia conciencia as' lo reclama+ 7. «/l $oncilio
ecuménico ha dado un impulso fundamental para formar la autoconciencia de la &glesia, dándonos de manera
tan adecuada % competente la visión del orbe terrestre como un 3mapa4 de varias religiones+ 8. «La &glesia es
3en
todo$risto4 como
el género 3un sacramento,
humano4+ H esto es,
. «5La unidad es6signo e instrumento
un crecimiento de la 'ntima
que deber'a unión con
ir al mismo Dios
ritmo que%ladesuperación
la unidad de
de

nuestras divisiones, que proceden en gran parte de la idea de que se posee el monopolio de la verdad+ .
Esta teología del Papa es e5actamente la misma que la del ;cristiano anónimo=.
hora bien, afirmar la salación incondicional de todos los hombres es destruir por
completo los principios de la moral cristiana. 2i todos los hombres )a est*n
salados, /para qu0 molestarse1 /Por qu0 no abandonarse al la5ismo del ;peca con
fuera, pero cree a3n con m*s fuera=1 Pero lo m*s grae es que el dogma queda
tergiersado radicalmente, porque entonces el infierno tal e e5iste, pero desde
luego est* acío. 2i la salación no depende de la fe ) del bautismo, /para qu0 sire
la 'glesia1 9omo puede erse, los puntos cardinales del Papa los hemos encontrado
)a en otra parte. 6os errores, las ideas abstrusas, los puntos de doctrina discutibles
sólo son algunos pedaos de hielo que emergen aquí ) all* de las profundidades del
mar en que )ace el iceberg. /9u*l es el pensamiento compacto ) unificado que se
esconde debajo1 /ui0n podr* descifrar con seguridad el enigma que atormenta a
m*s de un teólogo católico, asustado de er salir de las profundidades del
pensamiento pontificio esos montones de heterodo5ia1 6a pregunta queda abierta,
pero desde ahora, con lo que )a hemos isto sobre los neomodernistas precedentes,
todo nos llea a pensar que, a pesar de las diergencias menores, e5iste una
comunión de pensamiento entre ellos ) el Papa. 2e nota sobre todo una
conergencia de puntos de ista entre 8uan Pablo '' ) :ahner, ambos antiguos
e5istencialistas. 9omprender a :ahner es comprender los cambios del 9oncilio, es
comprender el pensamiento de :atinger, /) ser* demasiado aenturado decir que
es penetrar a fondo el pensamiento del Papa1 lgunos te5tos, comparados con los
del príncipe del neomodernismo, son por lo menos inquietantes, como el siguiente
pasaje4
«Aediante este 3humanarse4 del BerboX9i-o, la autocomunicación de Dios alcana su plenitud definitiva en la
9istoria de la creación % de la salvación. /sta plenitud adquiere una especial densidad % elocuencia e1presiva
en el te1to del /vangelio de san Fuan! 3/l Berbo se hio carne4 . La encarnación del 9i-o de Dios significa
asumir no sólo la unidad de la naturalea humana con Dios, sino también asumir en esa naturalea humana, en
cierto modo, todo lo que es 3carne4! toda la humanidad, todo el mundo visible % material. La encarnación, por
tanto, tiene también su significado cósmico % su dimensión cósmica. /l 3rimogénito de toda creación4 M, al
encarnarse en la humanidad individual de $risto, se une en cierto modo con toda la realidad del hombre, el cual
también es 3carne4 Q, % en ella a toda 3carne4 % a toda la creación+ W.
Para un católico, la doctrina de 8uan Pablo '' puede parecer incomprensible o
contradictoria,
>o obstante, lasporque el Papa est*
circunstancias lo profundamente imbuido
obligan a introducir susde las tesis
puntos de rahnerianas.
ista en un

>eritatis splendor$

 de enero de !!!, suplemento del (sservatore romano, J de diciembre de !!L.
#
Redemptor hominis .
%
Redemptor hominis G.
H
Entrez dans l-esprance, ed. ingl., p. %G.
J
8n 4 %.
G
9ol 4 H.
L
9f. Sen !4 < 6c #4 J<  Pe 4 %.
!
8uan Pablo '', Dominum et vivificantem H", #, en DZrmann, parte '', ol. ', pp. "#$"%.
%% CIEN AÑOS DE MODERNISMO
conjunto que, por raones de prudencia, no aparece claramente desde lo alto de la

9*tedra romana. Por sus escritos ) sus acciones, el Papa se reela como un
modernista conencido, ) las erdades de que tal e se ale no sólo quedan
falseadas por los errores, sino que siren de careta para difundir m*s ampliamente
el error. 6a erdad sólo est* ahí para serir al error @) al horror@ del nirvana
modernista. Por desgracia, el sistema pasa de la teoría a la pr*ctica4 la creación de
una 2uperiglesia sincretista.
'% Del !reópago a !sís

7odo el pontificado de 8uan Pablo '' es sólo la apertura urbi et orbi de la 'glesia
católica a las religiones, derribando todas las murallas leantadas por 8esucristo.
unque su teolog"a antropocntrica se ha)a mantenido incólume durante arios
lustros, ha) que reconocer que se ha manifestado m*s en estos 3ltimos años4 el
espect*culo de sís con los hind3es ) pieles rojas presenta un ma)or atractio que
las meditaciones abstractas sobre el cristiano anónimo. De hecho, el insulto al Dios
tres eces santo
paganismo. :omasesucumbe
hace mucho m*s eidente.
finalmente sís tentación
a la ieja es el reconocimiento oficialque
de los paganos, del
ofrecían gustosos la hospitalidad del Panteón a 9risto, ) habrían dado derecho de
ciudadanía a la religión católica sin tener que derramar sangre cristiana . /2er*
preciso demostrar que el panteón de As"s a contra toda la tradición de la Escritura
) del ?agisterio1 6a Iistoria sagrada repite continuamente que 'srael ser* próspero
si rinde culto a su Dios, ) ser* castigado si a en pos de los falsos dioses, que son
demonios . 2an Pablo, al hablar de los fieles de ritos paganos con los que tenía que
tratar todos los días, dice que no tienen e5cusa #. 2e indigna cuando e la ciudad de
tenas consagrada a la idolatría %. Pío X' condena seeramente los congresos de las
religiones por raones de fe, porque suponen la pretensión de que todas las
religiones son m*s o menos dignas de alabana, )a que manifiestan el sentido
innato de todos los hombres que se dirigen hacia Dios. 6os que tienen tales
opiniones no sólo )erran ) se engañan, sino que falsifican ) rechaan la idea de la
erdadera religión, ) poco a poco caen en el naturalismo ) en el ateísmo. De todo
eso se deduce claramente que cualquiera que sostenga esas teorías ) las ponga en
pr*ctica, abandona pura ) simplemente la religión diinamente reelada H.
El acontecimiento m*s espectacular de la reunión de sís, conocada por el
Papa el G de octubre de !LJ, fue la colocación del Kuda por el Dalai 6ama sobre
un altar de la iglesia de 2an Pedro. /9ómo justifica el Papa ese esc*ndalo, que los
protestantes condenaron como un pecado contra el primer mandamiento ) una
etapa hacia la religión sincretista mundial1 El Papa responde4 ;AIa) que
comprender sís a la lu del -aticano ''B=. El -aticano '' es, por lo tanto, el que
justifica
funda enla la
blasfemia contra
obediencia a la gloria de Dios.
conciencia, es+ decir,
el Papaene5plica que elabsoluta
la libertad acto de sís
de se
la
conciencia, sea cual sea, católica, protestante o budista. sís se funda en el misterio

9hesterton e5plica hasta qu0 punto el rechao de esta tentación es ;el eje de la Iistoria >adie puede
comprender el misterio de la 'glesia, nadie se hace una idea correcta de la fe de las primeras 0pocas, si no tiene en
cuenta que el mundo estuo entonces a punto de perecer en la fraterniación ) comprensión mutua de todas las
religiones= (El hombre eterno&.

2almo !H.
#
:om 4 ! ) ss.
%
Ich G4 G.
H
Pío X', *ortalium animos L.
,UAN PABLO II %H
de la unidad que )a han logrado o est*n por lograr los que se orientan hacia el
Pueblo de Dios. sís se funda sobre todo en el leitmotiv Tojt)liano de la redención
uniersal4
«/se radianteelmisterio
trae consigo de lade
nacimiento unidad creada
la &glesia de lasuraa
como humana
ministro % de
% su la unidad deselahaobra
instrumento, salvadoraclaramente
manifestado de $risto, que
en
2
#s's, a pesar de las diferencias entre las profesiones religiosas, que no se ocultaron ni dilu%eron+ .
hora bien, la traición de sís es una innoación que inaugura el desfile
ininterrumpido de las manifestaciones ecum0nicas m*s o menos abigarradas.
:econocamos que esta primera reunión casi alcanó la perfección de su g0nero.
2in embargo, en octubre de !!!, el Papa logra dar un paso m*s repitiendo sís,
pero esta e delante de la Kasílica de 2an Pedro. 6a abominación de la desolación
se apro5ima cada e m*s al santuario. Despu0s de semejantes manifestaciones de
impiedad hacia el Dios hecho hombre, /qu0 se puede esperar sino el diluio, o peor
a3n, la destrucción de 2odoma ) Somorra por el fuego ) la sangre1
5% /l apóstol de la religión uni(ersal

2an Pablo había sido establecido por la gracia de 8esucristo como el póstol de
las naciones. El Papa del bimilenario es un segundo Pablo. uiere ser tambi0n el
apóstol de las naciones, pero a a3n m*s lejos. 2e hace el apóstol de todas las
religiones en nombre de la naturalea del hombre autodiiniado. Dejando al
margen los congresos de las religiones, se pueden mencionar tambi0n las isitas
m*s personales ) no menos cordiales a los enemigos seculares de la 'glesia. En esa
dana ecum0nica desenfrenada todos tienen algo que ganar, salo el honor de Dios
) de su 'glesia. sí, tenemos las declaraciones de ranOfurt, adonde el Papa a como
peregrino en busca de la herencia espiritual de ?artín 6utero (!L"&< el rechao de
todo proselitismo entre los ortodo5os de Dimitrios ' de Estambul (!LL& ) los
acuerdos
(!LJ& ) de Kalamand
arias en el oficiales
recepciones 6íbano (!!#&< la isita
de la KYnai de una
KYrith, sinagoga
masones en :oma
judíos, en el
-aticano< la imposición de las cenias sagradas vibhuti ) del signo del tilac propio de
los hinduistas adoradores de 2hia (!LJ&< el abandono del )ilio&ue negado por los
ortodo5os (!!J&< la bendición para la inauguración de una mequita en :oma< el
beso del ;santo libro= del 9or*n (!!!&. + la lista se prolonga a lo largo de los
numerosos iajes del Papa, que an en el sentido inerso de los iajes apostólicos
de san Pablo, el cual predicaba a los paganos la conersión a la fe católica4
«@i vo% recorriendo el mundo para encontrar hombres de todas las civiliaciones % religiones, es porque tengo
confiana en las semillas de sabidur'a que el /sp'ritu suscita en las conciencias de los pueblos! de ellas brota el
verdadero resurgir para el futuro humano de nuestro mundo+ 7.
6o peor es que el espíritu del -aticano '', sub)acente en sís como nos asegura
el Papa, preside tambi0n las grandes obras pontificias. :oma est* lleando a cabo
su reolución cultural ) haciendo tabla rasa de los 3ltimos restos del pasado. 7odo
ha de ponerse a tono con el espíritu conciliar. 6o que Pablo -' a3n había dejado en
pie ha de adaptarse al espíritu del -aticano ''.
En !L# aparece el nueo 9ódigo de Derecho 9anónico, que sustitu)e al de san
Pío X. Ese código ecum0nico ratifica la eclesiología protestante del ;Pueblo de

8uan Pablo '',  de diciembre de !LJ.

8uan Pablo '',  de ma)o de !LJ, en 9ourrier '', L.
%J CIEN AÑOS DE MODERNISMO
Dios=, de la 'glesia de Dios que sólo ;subsiste= en la 'glesia católica, que permite
administrar la sagrada comunión a los protestantes. Es el 9ódigo de la colegialidad
episcopal, que democratia a la 'glesia ) paralia pr*cticamente el poder del Papa
en la 'glesia.
El mismo espíritu preside el nueo .atecismo de la Iglesia católica de !!, que
el Papa presenta como un llamamiento afectuoso a todos los que no forman parte
de la comunidad católica. uiere dar un nueo impulso en el camino hacia la
plenitud de la comunión, que refleja ) en cierta forma anticipa la unidad total de la
ciudad celestial . 2u amigo 2chZnborn nos adierte que el te5to clae del nueo
catecismo es el leitmotiv del Papa4
«/l 9i-o de Dios, por su encarnación, se ha unido en cierto modo con todo hombre+ 7.
Rn adelanto importante en el di*logo ecum0nico, que suprime todos los tab3es,
es la Declaración con1unta sobre la 1ustificación, del # de octubre de !!!. 6a
declaración repite las herejías blasfemas de 6utero contra Dios, que deja al hombre
en
) elun estado
m0rito dedelasjusto ) pecador
buenas al resultado
obras. El mismo tiempo, que destru)e
de treinta la libertad
años de trabajo humana
intensio es
el ;consenso diferenciado= ), por lo tanto, seg3n su propio testimonio, ambiguo )
her0tico. 2e equipara a la 'glesia católica con las confesiones luteranas, que son un
fantasma de 'glesia desproista de unidad. 2e amalgama la doctrina de la erdad
infalible, definida por el concilio de 7rento, con las blasfemias de 6utero. 2e quiere
poder lograr por fin una unidad en que las diferencias persistentes puedan
;reconciliarse= ) )a no tengan fuera para oler a diidirse. El cardenal Masper,
prefecto de la Rnidad de los 9ristianos, e5plica este iraje ecum0nico4
«/n lugar del antiguo concepto del ecumenismo de 3regreso4 ho% domina el de un itinerario com;n que orienta
a los cristianos hacia la meta de la comunión eclesial, entendida como una unidad en la diversidad
reconciliada+ 8.
Eso supone oler a la herejía de los artículos fundamentales, que seg3n Pío 'X
trastorna por completo la constitución diina de la 'glesia. Pío X' condenó a su e la
mu) inicua tentatia de negociaciones en que se pone en juego la erdad reelada
por Dios, porque se trata precisamente de defender la erdad reelada %.
Por iniciatia del mismo Papa se tiró otro adoquín, esta e contra el primado
del Papa, para destruir el 9uerpo místico. Esto ilustra a la perfección la
;autodemolición de la 'glesia= de que )a hablaba Pablo -'. En !!H el Papa alentaba
a :atinger a conocar un simposio sobre el ;primado del sucesor de Pedro= con
algunos teólogos, conocidos sobre todo por sus denigraciones de la 'glesia.
:atinger )a es conocido por su defensa de las ideas teilhardianas. ?onseñor Penna,
profesor de e50gesis en la Rniersidad Pontificia de 6etr*n, repite la herejía de
6ois), que pretendía que >uestro 2eñor nunca Hpronunció las palabras4 ;73 eres
Pedro, ) sobre esta Piedra edificar0 mi 'glesia= . Siuseppe 9olombo no es menos
categórico, )a que pide cambiar el papado tal como lo institu)ó 8esucristo. /Por qu01
2implemente porque no corresponde con la comprensión madura del Eangelio. 9on
semejantes e5pertos, el simposio sobre el primado del Papa debía reisar las

8uan Pablo '', (sservatore romano, H de diciembre de !!, p. H.

Gaudium et spes .
#
Documentation catholi&ue, n3mero ", " de febrero de """, p. JG.
%
Pío X', *ortalium animos #.
H
?t J4 G$!.
,UAN PABLO II %G
modalidades establecidas por >uestro 2eñor ) definidas infaliblemente por la 'glesia

en el -aticano '. En lo sucesio el ecumenismo compromete al Papa a ender el
papado al mejor postor. hora bien, hace )a cuatro siglos que los Padres del concilio
de 7rento denunciaron el abandono del papado como la raí del protestantismo.
-ale la pena preguntarse entonces4 /ui0n es protestante aquí1 /ui0n est* contra
el Papa1 /ui0n es el enemigo de la 'glesia1 ?*s que nunca, los fieles tienen el
estricto deber de ser m*s papistas que el Papa, ) de defender de eras el papado
resistiendo al Papa cuando no act3a ;seg3n la erdad del Eangelio= .
Parecía que )a no quedaba nada m*s que sacrificar a los falsos dioses. Pero
faltaba a3n una cosa4 mancillar todo el pasado de la 'glesia de 8esucristo, por temor
a que los nost*lgicos recobraran las esperanas hurgando en los gloriosos siglos de
la fe. 6a ceremonia de ;arrepentimiento= del  de maro de """ celebrada por el
Papa debía colmar esa laguna. 2in embargo, es un acto mu) peligroso. Es confundir
la institución diina de 8esucristo, que es el reino de Dios sobre la tierra, con los
hombres de 'glesia. Es dejar que se crea que la 'glesia se equiocó en materia de fe
) de costumbres,
credibilidad  ) que debe
. Es destruir eolucionar
la autoridad delenPapa
sus creencias,
) deshonrardestru)endo
a todos losasí toda su
católicos.
2obre todo, el hecho de que la ma)or benefactora de la humanidad pida perdón por
lo que es su gloria ) su deber estricto, constitu)e una enorme injuria hacia nuestra
?adre com3n4 pedir perdón por la historia de las 9ruadas ) la 'nquisición, por
haber condenado a 6utero ) a 9alino, por no haber calumniado a Pío X'', por
continuar promoiendo mal que bien la moral tradicional, ) por defender el
erdadero papel de la mujer. Esas ceremonias penitenciales no hacen m*s que
subastar el honor ) todo el pasado de la 'glesia, despu0s de haber endido todo lo
dem*s. /u0 m*s puede sacrificar a3n el Papa al Príncipe de este mundo1
U
U U
El pro)ecto del Papa no es ni la conersión ni el sincretismo, sino el ;pluralismo
legítimo=, que hace que todas las religiones ofrecan sus oraciones por la pa en
profunda lealtad hacia sus respectias tradiciones religiosas. En realidad, ese
famoso ;pluralismo legítimo= es sólo un eufemismo para designar el sincretismo, al
que se suele disculpar demasiado pronto. >o se puede legitimar el pluralismo de los
credos a no ser que se acepte, como 3nico punto de acuerdo, ese impulso hacia lo
diino que es lo esencial de la religión. En ese caso no cabe duda de que 6ucifer,
que ha deseado llegar a ser como Dios m*s que cualquier otra criatura, es el m*s
religioso de todos #. 6a idea que sigue presidiendo las reuniones interreligiosas es la
unión moral de las religiones, lo cual supone que no se priilegie a ninguna. Eso
destru)e
definición el e5clusiismo
misma ) la eracidad
de la masonería, que dicede la una
tener 'glesia de )8esucristo.
moral Pero
una religión espor
ricas la
%
el solo hecho de no ser e5clusias . 9atólico, ortodo5o, protestante, israelita,

Sal 4 %.

-0ase la cita de Kossuet, al final del capítulo #.
#
?adiran, en Itinraires, n3mero GG, noiembre de !GG, insiste en lo mismo4 ;El pluralismo es un sistema
Es la cara sonriente del antidogmatismo, que es la sustancia del sectarismo masónico. Porque el pluralismo es la
pluralidad sistem*tica ) obligatoria en materia de dogmas, ) por lo tanto su destrucción undar la libertad de
espíritu ) la libertad religiosa sobre el pluralismo es, pues, un contrasentido. >o fortuito4 porque es una trampa
fabricada e5presamente para que caigas en ella=.
%
Ploncard dYssac, La Iglesia ocupada, p. J.
%L CIEN AÑOS DE MODERNISMO
musulm*n, hinduista, budista, librepensador, libre cre)ente, etc., son tan sólo
nombres de pila4 el apellido es masón . Despu0s de sís, las logias est*n que saltan
de alegría4
«"uestro interconfesionalismo
visto la &glesia nos%a
estaba en un error, valió
quelaele1comunión,
7M de octubrerecibida
de 2WQenel2M8Q
actualdeont'fice
parte de reunió
$lemente U&. ero
en #s's por lo
a hombres
de todas las confesiones religiosas para rear -untos por la pa. C qué otra cosa pretend'an nuestros 9ermanos
cuando se reun'an en los templos, sino el amor entre los hombres, la tolerancia, la solidaridad, la defensa de la
dignidad de la persona humana, considerándose iguales por encima de los credos pol'ticos, de los credos
religiosos % del color de la piel+ 7.
6as graes deficiencias de 8uan Pablo '' sobre el pecado original, sobre la
diferencia entre lo natural ) lo sobrenatural, sobre la gratuidad del 2alador ) sobre
la elección de los escogidos ) el infierno, nos dejan )a perplejos. Pero sus amistades
) sus actos pontificios disipan toda duda acerca de sus intenciones. 6os ínculos de
8uan Pablo '' con :ahner, que recuerda tan fuertemente el panteísmo, ) con De
6ubac, que escribió tres libros sobre el budismo, manifestó su admiración sin límites
por 7eilhard
hacen ) profesó
presagiar su6a
lo peor. apertura hacia lasa3n
'glesia católica religiones asi*ticas
no ha sido de todas clases,
completamente nos
absorbida
por la religión del hombre que hace a Dios a su imagen ) semejana, porque el fruto
a3n no est* suficientemente maduro. Pero cuando llegue ese momento estar* lista
para adoptar el modelo típicamente budista, cu)a e5presión m*s acabada ha sido
formulada por 7eilhard4 la ascensión del hombre hacia el .risto cósmico.

+es ?arsaudon, L-Kcumnisme vu par un franc'maQon de tradition, -itiano, París, p. J.
rmando 9orona, Sran ?aestro de la Sran 6ogia del Equinoccio ) la Primaera, Irma, abril de !LG.

9PQ7R6C XX-
Conclusiones
ntes de concluir nuestro estudio sobre las raíces del modernismo, tenemos que
hacer un r*pido balance del período posconciliar. >o ser* necesario repasar
sistem*ticamente los capítulos sobre el modernismo triunfante, porque en realidad
ese 3ltimo período no agrega nada sustancial a los principios del neomodernismo.
7odo estaba )a incluido, enseñado ) propagado en 0l. 6o 3nico que el período
posaticano aporta, aunque es de gran importancia, es el triunfo sobre la c3pula de
2an Pedro de las doctrinas reprobadas hasta el -aticano ''. 6o que aquí nos interesa
es sobre todo establecer, en función de los capítulos anteriores, los ínculos que
unen los 3ltimos pontificados con el clan archiher0tico, ) lo haremos a modo de
conclusiones progresias. Estas conclusiones ser*n el punto final del presente libro,
que tenía la ambición de definir histórica ) teológicamente la herejía modernista, )
mostrar luego sus afinidades ) ínculos con la ;'glesia conciliar=.
$% La Iglesia conciliar6 <es i,a del neomodernismo=

= El concilio >aticano II fue preparado, dirigido y dominado por maestros
modernistas$
El modernismo estaba mu) bien representado por los mismos que harían )
desharían el 9oncilio, en particular por los cardenales 6i0nart, DZpfner, Kea, rings,
lfrinO, 60ger, MZnig ) :ichaud. dem*s de los cabecillas, 8uan XX''' nombró como
e5pertos a un buen n3mero de teólogos conocidos en el 2anto Cficio por su
modernismo. Entre ellos, los m*s importantes eran De 6ubac, 9ongar, 9heng,
:atinger, 2chillebeecO5, que luego se haría c0lebre por su .atecismo holands, )
Ians MNng, el pol0mico discípulo de :ahner. En su historia del 9oncilio, el padre
iltgen subra)a la dictadura del elemento alem*n, todopoderoso en la liana
europea, que era la que lo mandaba ) disponía todo en el 9oncilio. Kastaba con que
un solo teólogo lograra que los obispos de lengua alemana adoptaran sus puntos de
ista para que tambi0n el 9oncilio los hiciera su)os. hora bien, ese teólogo e5istía4
era :ahner. Soaba de una gran influencia sobre las jerarquías de lengua alemana,
pero tambi0n sobre :atinger, -orgrimler, MNng, Koff, ?et ) 6ehmann, a tal punto
que se puede decir que fue el hombre m*s influ)ente en el 9oncilio.  ese elemento
neomodernista ;católico= se debe sumar la rama protestante, que tambi0n
desempeñó un papel mu) actio. Por eso, en su balance del 9oncilio, los
H" CIEN AÑOS DE MODERNISMO
historiadores describen un*nimemente la ictoria del partido progresista sobre la

9uria romana ) los que defendían la doctrina tradicional. + cuando se sabe que
despu0s :ahner ) 9ongar fueron los autores m*s citados en el comentario oficial del
9oncilio en lengua alemana, no queda duda alguna de que la liana europea
contribu)ó eficamente a orientar el 9oncilio en el sentido modernista.
= Los hombres influyentes en el .oncilio &uisieron imponer, y lo lograron a veces,
puntos de doctrina en abierta contradicción con los decretos magisteriales
precedentes$
Dado que las cabeas pensantes del 9oncilio estaban imbuidas de modernismo,
el 9oncilio no podía ser la e5cepción. Iabía que poner los relojes en hora, ) como
era la hora del aggiornamento, se debía preguntar a los enemigos seculares de la
'glesia qu0 e5igían de ella. Para complacer a los rusos ortodo5os, s3bditos de la
MSK, el 9oncilio se negó a condenar e5plícitamente el comunismo ateo. El mismo
9oncilio acogió los desiderata de los masones judíos de la KYnai KYrith en orden a
e5onerar a los judíos de toda responsabilidad en la Pasión de 9risto. 'gualmente se
dio satisfacción a las siete e5igencias fundamentales de los protestantes sobre la
libertad religiosa por medio de la declaración conciliar Dignitatis human. Por las
mismas raones ecum0nicas se le negó a >uestra 2eñora el título de ?ediadora de
todas las gracias.
Por regla general, todos los grandes te5tos dogm*ticos sobre la 'glesia, el
ecumenismo ) la :eelación, la libertad religiosa ) la colegialidad, fueron minados
con frases equíocas, sabiamente dosificadas por los e5pertos reolucionarios. Esos
te5tos ambiguos eran erdaderas bombas de tiempo, que los pirot0cnicos
modernistas harían detonar en el momento oportuno. En materia de :eelación, la
facción progresista presentó hasta el 3ltimo minuto un te5to que, por sus
ambigNedades, negaba la 7radición oral como segunda fuente de la :eelación,
reducía
cuestionesla de
inerrancia
fe ) de uniersal
moral, ) de la 2agrada
sembraba Kiblia
la duda confin*ndola
sobre sólo de
la historicidad a las
los
Eangelios. 6a cuestión de la libertad religiosa fue la doctrina m*s debatida en el
9oncilio. 2e trataba de aceptar o de negar el principio de la libertad de conciencia )
de los cultos, que Pío 'X )a había condenado repetidas eces. 6o que Pío 'X había
condenado, el -aticano '' lo afirma te5tualmente en la declaración Dignitatis
human4
«La persona tiene derecho a la libertad religiosa. /sa libertad consiste en que, en materia religiosa, no se impida
a nadie actuar seg;n su conciencia, en privado % en p;blico, solo o asociado con otros, dentro de los l'mites
debidos+ 2.
9ongar ) :atinger confiesan que, de hecho, el 9oncilio dice casi lo contrario del
!yllabus de LJ%.
6a colegialidad fue uno de los caballos de batalla de los modernistas. 6a
colegialidad significaba la democratización de la 'glesia ;monolítica=, idea lanada
por :ahner, que pretendía igualar al Papa con los obispos @ primus inter pares@,
seg3n una doctrina formalmente condenada. sí, pues, se otó ) se aceptó
debidamente la colegialidad, hasta el día en que uno de los periti reeló la
interpretación que los modernistas iban a sacar de ella. /9ómo se podía rectificar un
Dignitatis human .

CONCLUSIONES H
te5to aceptado por los Padres, pero ambiguo, que destruía la constitución diina de
la 'glesia1 El Papa decidió adjuntar en ap0ndice una 9ota e3plicativa prvia que
e5cluía la interpretación her0tica.
El equíoco
distintos m*s lleno
documentos de errores
del 9oncilio, es la doctrina
en particular ecum0nica,
Bnitatis e5presada
redintegratio en
) Lumen
gentium.  9ongar se debe el esquema de Lumen gentium, que, con el famoso
;subsistit = @;la 'glesia de 9risto subsiste en la 'glesia católica=@ da a entender que
las 'glesias separadas pertenecen tambi0n a la 'glesia de 9risto ) son medios de
salación, lo cual es pura herejía. Por esta raón los t0rminos empleados son
equíocos a pedir de boca. Donde antes se hablaba de la naturaleza de la 'glesia,
9ongar se refiere al misterio de la 'glesia< donde Pío X'' consagra la noción de
miembro del .uerpo m"stico de 9risto, 9ongar inenta la noción de ;comunión en el
Pueblo de Dios=, aga a m*s no poder. /Por qu01 Porque de un cuerpo se es
miembro o no se es, mientras que se puede estar m*s o menos en comunión.
= Las doctrinas heterodo3as propuestas y a menudo aceptadas en el concilio
>aticano II sobre la Revelación, el ecumenismo, la libertad religiosa y la
colegialidad, son conclusiones en perfecta consonancia con los principios
fundamentales de los modernistas$
El documento sobre la :eelación es subrepticiamente modernista. El te5to de
:ahner, rechaado al 3ltimo momento, ofrece la isión protestante de la sola
!criptura, de la negación de la inspiración, de la inerrancia bíblica ) del car*cter
histórico de los Eangelios, que son los tres puntos cardinales de la fe en materia de
:eelación. >o todas las teorías rahnerianas de la :eelación de la conciencia son
e5plícitas, pero el te5to presentado en el 9oncilio les prepara )a el terreno
destru)endo los fundamentos de la fe católica.
El ecumenismo es tambi0n, de todos los puntos tratados en el 9oncilio, el que
mejor reela la afinidad ) comunión de espíritu entre el 9oncilio ) los modernistas.
De hecho, los periti que dirigieron el 9oncilio son los mismos que habían sido
e5cluidos quince años antes por sus ideas modernistas. >o es de e5trañar que el
ecumenismo querido, impulsado ) iido durante el 9oncilio sea de inspiración
modernista. 9omo la unidad no procede de la erdad de los hechos ) de las cosas,
plantea un problema insoluble en teoría, ) soluble sólo en la pr*ctica. 6a 3nica
solución sería sacrificar la erdad ) el principio de no contradicción a una unidad
ficticia bajo la sigla del equíoco. Promoer el ecumenismo equiale a firmar el
pacto de no agresión que otorga derecho de ciudadanía a todas las religiones en el
panteón de todas las confesiones. El 3nico mandamiento es la e5clusión del
e5clusiismo4 libertad para todo ) para todos, salo para los que creen en la erdad.
6a
a su'glesia católica
pretensión de tambi0n est*santa,
ser la 3nica cordialmente initada,
erdadera ) una. a condición de que renuncie
6a consecuencia lógica del ecumenismo conciliar es la libertad religiosa. 6a
libertad religiosa es la negación p3blica de la distinción entre el bien ) el mal, entre
lo erdadero ) lo falso. 6a libertad religiosa es la negatia a aceptar a 8esucristo ) a
su 'glesia como autoridades supremas sobre los hombres. 6a libertad religiosa es la
afirmación pr*ctica de la conciencia egologista modernista, independiente de toda
regla e5terior. Es la afirmación de la libertad como principio ) derecho soberano del
hombre por encima de Dios ) de sus le)es.
H CIEN AÑOS DE MODERNISMO
6a colegialidad niega a la 'glesia la constitución mon*rquica que >uestro 2eñor

le había dado. irma la abdicación radical de la autoridad eclesi*stica, porque ni el
buen obispo conserador ni el Papa pueden oponerse a la presión de las
conferencias episcopales modernistas. Es la par*lisis del sistema de defensa )
ataque de la 'glesia católica, en proecho de un criptocracia modernista m*s
poderosa por el hecho de ser m*s oculta. Es la destrucción del principio de
autoridad con su correlatio necesario, la obediencia católica. Es la instauración del
despotismo m*s tir*nico, sin fe ni le), con su correlatio inseparable, la obediencia
ciega. >o cabe duda de que la colegialidad funciona en el sentido del indiidualismo
egologista insubordinado. >o cabe duda de que, a la hora del triunfo, la colegialidad
que firma la abdicación de la autoridad sire a la causa modernista.
= La fe católica es incompatible con el ecumenismo &ue profesa el >aticano II,
fundado sobre los principios modernistas$ De este modo, el ecumenismo
conciliar se presenta como el modernismo pr/ctico$
Puesto que busca la unión pr*ctica de las diersas confesiones en el equíoco )
la contradicción, fuera de la erdad ) de los hechos, ese espíritu ecum0nico es
incompatible con la cultura cristiana, que es realista ante todo, ) por lo tanto est*
orientada hacia la erdad. 6a contradicción, de hecho, no puede subsistir si la
erdad religiosa es raonable, e5clusia ) absoluta. 6a amalgama de las distintas
'glesias no puede subsistir si 8esucristo, Dios hecho hombre, ha constituido a la
'glesia católica como la 3nica autoridad diina en la tierra. + por lo tanto, de
derecho, el espíritu cristiano ) el espíritu ecum0nico no pueden coe5istir. + lo que de
derecho es incompatible con la erdad cristiana, se reeló como incompatible de
hecho cuando el 9oncilio quiso elaborar la carta del ecumenismo. E5perimentó
entonces mil dificultades para imponerla a causa de su incoherencia, ) sólo pudo
lograrlo sacrificando los principios de la raón ) de la fe. De hecho, por medio de
frases ambiguas sabiamente dosificadas, el 9oncilio se hio el abogado del falso
ecumenismo (particularmente el de tipo rahneriano& ) se io forado a identificar los
contrarios4 la 'glesia de 8esucristo es sólo la 'glesia católica ) no sólo la 'glesia
católica< la erdad en materia de religión es sólo la fe católica ) no sólo la fe
católica< la gracia de 8esucristo se transmite por la 3nica 'glesia católica ) no se
transmite 3nicamente por ella. C, si el 9oncilio no identificó los contrarios, los
relatiió, conduciendo así al mismo resultado, el escepticismo absoluto. En todos
los casos, se desemboca en el perfecto nirvana intelectual ) religioso, que es la
esencia misma del modernismo. + puesto que se funda en el escepticismo filosófico
) el relatiismo doctrinal, parece necesario concluir que el ecumenismo conciliar es
la aplicación pr*ctica del modernismo.
= +ablo >I fue un +apa liberal y filomodernista, con&uistado por el modernismo
pr/ctico$
El Papa elogió a menudo a los teólogos actuales, ?anaranche ) De 6ubac,
9ongar ) :ahner, sin contar a Klondel. 3n m*s que 8uan XX''', abrió las puertas del
9oncilio a los nueos teólogos. El cardenal Dani0lou eía en Pablo -' a un +apa
liberal, es decir, no tanto un Papa sin conicción, sino al re0s, un Papa dispuesto a
defender las ideas liberales. sí fue como presionó a los Padres del 9oncilio para
que aceptaran los decretos ambiguos. sí fue como doblegó al rector de la
Sregoriana para rehabilitar a la e a 7eilhard de 9hardin ) a De 6ubac. 9on la
CONCLUSIONES H#
misma firmea el Papa doblegó toda resistencia al oler a admitir a los e5egetas
del 'nstituto Kíblico, erTicO ) 6)onnet.
El ecumenismo fue la idea fija del Papa, que la alentó a toda costa, hasta el
punto de estarseculares
sus enemigos dispuestohaciendo
a sacrificar el primado
concesiones de Pedro.
inauditas, :ebajó
entre otrasa la
la hospitalidad
'glesia ante
eucarística. Por la misma raón, faoreció el pro)ecto de la Kiblia ;ecum0nica=.
7ambi0n fue 0l quien institu)ó la nuea misa, para suprimir lo que era demasiado
católico en la misa ) acercarla a la 9ena calinista. ue 0l quien alentó los
encuentros con los masones, para llegar a un acuerdo p3blico de modelo
;ecum0nico= entre la 'glesia ) la masonería.
= El pontificado de +ablo >I, por acción y por omisión, envió la %radición a la
tumba y promovió el modernismo teórico$
El Papa, antiguo amigo de los neomodernistas, hio todo lo que pudo para
promoer las reformas progresistas suprimiendo los obst*culos. sí fue como, por
acción o por
pontificia, omisión, abandonó
de 8esucristo de hecho
) de la 'glesia. el mal
El gran primado de la fe, de
del pontificado de la autoridad
Pablo -' fue
sobre todo el abandono de su primer deber4 apacentar el rebaño ) guardar el
depósito de la fe. 6a abdicación de la autoridad se hio patente particularmente con
Iolanda, primero con motio del concilio pastoral de Iolanda, realiado con la
complicidad de los obispos, ) que preconiaba reformas archiher0ticas< ) luego con
motio del .atecismo holands, donde la autoridad romana dejó ese erdadero
.atecismo de here1"as en manos de los niños. 2emejantes publicaciones podían
multiplicarse ) negar las doctrinas de la 'glesia con total impunidad, puesto que el
Papa suprimió el Qndice en !JH ) paralió el 2anto Cficio, seg3n los desiderata
e5presados por los modernistas sesenta años antes. Esta es la raón de que, desde
!JL, se ha)an pronunciado tan pocas condenaciones contra las obras de herejes
que pululan
hecho, había impunemente, como Ians
abdicado de su autoridad, MNng
sobre ) 60on$Xaier
todo Dufour.
despu0s de sus El Papa,con
escaramuas de
las conferencias episcopales, que no querían aceptar la condenación de los m0todos
contraceptios en 2uman vit.
= Las comisiones teológicas ba1o el poder de 6uan +ablo II y de Ratzinger rebosan
de modernistas$
Kajo el pontificado de 8uan Pablo '', los hombres de .oncilium (el modernismo
hard&, dominan las c*tedras teológicas, mientras que los tres fundadores de
.ommunio (el mismo modernismo soft & han sido creados cardenales, ) la ma)oría
de sus teólogos han sido nombrados obispos. El m*s importante de ellos es
:atinger, designado para el puesto de defensor de la ortodo5ia. De hecho,
:atinger est* impregnado del eneno modernista, como lo demuestra su libro de
título engañoso, La fe cristiana, ayer y hoy . 7ambi0n fue 0l quien ubicó a sus
protegidos en los puestos de mando m*s codiciados. Para defender la Doctrina de la
e, promoió a monseñor 6ehmann, que niega la resurrección corporal de 8es3s< a
Seorges 9ottier, partidario del di*logo entre la 'glesia ) las logias masónicas< ) a
lbert -anho)e, para quien 8es3s no era sacerdote. En la 9omisión 7eológica
encontramos a monseñor 2chZnborn, que elogia la 2uperiglesia ecum0nica de -on
Kalthasar< a monseñor 60onard, profesor hegeliano< ) sobre todo al futuro cardenal
H% CIEN AÑOS DE MODERNISMO
Masper. El libro de este 3ltimo no es m*s que la ersión alemana de la >ida de 6es?s
de :enan.
= El cardenal Ratzinger se hizo el protector de los teólogos modernistas en
materia de Revelación$
6os 3ltimos documentos pontificios repiten el esquema rahneriano que siembra
dudas sobre los tres dogmas referentes a la :eelación4 la historicidad de los
Eangelios, la inspiración ) la inerrancia bíblica. Pero no se quedan ahí. 2eg3n ellos,
la :eelación no se cerró con la muerte del 3ltimo póstol, sino que se prolonga )
crece al capricho de las ;relecturas enriquecedoras= en el Espíritu, seg3n la
e50gesis espiritual del padre De 6ubac, que es la que logra ganarse la preferencia
de los documentos pontificios. El inter0s de esta e50gesis es que los te5tos admiten
arias interpretaciones4 el sentido literal, el sentido del misterio pascual, las
circunstancias presentes de la ida en el Espíritu, etc. Desde este punto de ista, el
?agisterio escriturario iene de la base, imbuida del erdadero sentido de la fe. Ese
;sentido de la fe= del +ueblo de Dios es la palabra clae que señala, de hecho ) de
derecho, la abdicación del ?agisterio aut0ntico de la 'glesia.  ese aspecto
protestante de la interpretación bíblica sin control, la 9omisión Kíblica agrega un
aspecto sociológico4
«/l cre%ente lee e interpreta siempre la /scritura en la fe de la &glesia % aporta a la comunidad el fruto de su
lectura, para enriquecer la fe com;n+.
Esta e50gesis espiritual es en realidad la institución del libre e5amen
comunitario en la 'glesia, el mismo que san Pío X había condenado bajo el nombre
de conciencia colectiva.
= 6uan +ablo II es un filomodernista imbuido de filosof"a moderna$
8uan Pablo '' fue, al principio, profesor de filosofía moral. 2u sueño era reconciliar
a Mant con santo 7om*s, 2cheler ) Ieidegger. 2u pasado filosófico se reela en los
te5tos pontificios por el lenguaje Oantiano o hegeliano ) las tesis e5istencialistas que
forman la trama de su pensamiento. 2u isión depende del e5istencialismo subjetio
) antropológico. 2us autores preferidos son 7eilhard ) De 6ubac. En el 9oncilio
defendió el documento sobre la libertad religiosa, ) m*s a3n el de Gaudium et spes.
2e opuso a los que querían publicar una condenación seera del ateísmo. 2ufrió una
gran influencia de parte de los modernistas de pura cepa, por los que no oculta su
admiración4 Ienri de 6ubac, 80an Dani0lou, +es 9ongar, Ians MNng, :atinger,
6ombardi ) Marl :ahner. 9ompartió hasta tal punto las ideas modernas, que De
6ubac lo eligió como su candidato papal. >ombrado arobispo en 9racoia, apo)ó la
edición polonesa de .ommunio ), una e elegido Papa, no tardó en promoer al
cardelanato a los tres fundadores de esta reista, :atinger, De 6ubac ) -on
Kalthasar.
= 6uan +ablo II no sólo no desaprobó, sino &ue incluso defendió, muchas teor"as
modernistas de Rahner$
:ahner fundaba su filosofía en el principio e5istencialista del conocimiento
egologista4 ;Pienso, quiero, e5iste=. undaba su teología en el mismo principio de la
conciencia independiente ), entre otras, en la tesis de la salación uniersal. Esa
tesis suponía necesariamente la apertura a todos los credos, la tesis del cristiano
anónimo, el infierno acío ) la destrucción de los muros de la ;'glesia ghetto=. 8uan
CONCLUSIONES HH
Pablo '' adopta teorías mu) parecidas. 2u primera encíclica, Redemptor hominis,
hace de la conciencia personal el fundamento de la :eelación, ) reduce todo el
orden sobrenatural al natural. 6a :eelación diina es simplemente el hombre que
se reela al hombre. Dios es el infinito abstracto que se reela a la conciencia
humana. El pecado es tan sólo una incoherencia de la conciencia. 6a libertad, fruto
de la conciencia ) fundamento de la dignidad humana, es iniolable incluso en
materia de religión. 6a 'glesia de 9risto se identifica perfectamente con la
humanidad entera. 9itando Gaudium et spes, 8uan Pablo '' defiende la tesis de la
salación uniersal de todos los hombres, de manera que todo hombre @lo sepa o
no, lo acepte o no en la fe@ pertenece )a a 9risto. 9omo se puede er, las ideas del
Papa se parecen peligrosamente a las del príncipe de los modernistas.
= 6uan +ablo alentó positivamente el modernismo pr/ctico, hacindose el apóstol
del pluralismo religioso$
El ecumenismo de 8uan Pablo '' tiene una finalidad esencialmente filantrópica,
en la línea de los deístas del siglo X-''' ) de los masones. ?ientras que san Pablo
predicaba a los paganos la fe católica, el Papa predica una religión por encima de
las fronteras eclesi*sticas ) de los credos. 6a predica ) la llea a cabo con las
jornadas ecum0nicas de sís ) de 2an Pedro de :oma. 6a establece como le) en
todas las grandes reformas pontificias, que se realian en el espíritu ecum0nico del
9oncilio. sí, en !L#, aparece el nueo 9ódigo de Derecho 9anónico que ratifica la
eclesiología protestante del ;Pueblo de Dios=, de la 'glesia de Dios que sólo
;subsiste= en la 'glesia católica, que permite administrar la sagrada comunión a los
protestantes, ) que institu)e formalmente la colegialidad episcopal. El mismo
espíritu preside el nueo .atecismo de la Iglesia católica de !!, cu)a clae de
lectura es el leitmotiv del Papa4
«/l 9i-o de Dios, por su encarnación, se ha unido en cierto modo con todo hombre+.
En !!H, por iniciatia del mismo Papa, se tiró otro adoquín ecum0nico, esta e
contra el primado del Papa. Esto ilustra a la perfección la ;autodemolición de la
'glesia= de que )a hablaba Pablo -'. 6a Declaración con1unta sobre la 1ustificación
con los protestantes es un adelanto importante en la b3squeda ecum0nica, que
conclu)e, despu0s de treinta años, con un ;consenso diferenciado= ), por lo tanto,
seg3n su propio testimonio, ambiguo ) her0tico.
&% /pílogo
9uando se ponen al descubierto los fundamentos de nuestra cultura cristiana, se
comprende f*cilmente que el gran *rbol de la 'glesia e5tendió sus ramas sobre toda
la tierra porque se alimentó a tra0s de raíces sanas, la fe en 8esucristo ) la recta
raón.
pudieronDesde entonces,
posarse a la
las aes delsombra de ese
cielo. 6os *rbolespíritus
grandes fecundo)en
losfrutos de sabiduría,
poderosos de este
mundo, los humildes ) los sencillos, han probado ) saboreado los beneficios de la
ciiliación de 9risto, tan diina ) tan humana, tan raonable ) tan sublime.
El modernismo se presenta como la perfecta antítesis de la cultura cristiana. De
6utero a 6ois) pasando por Mant, ) de 7)rrel a la ;'glesia conciliar= pasando por
:ahner, emos que las mismas causas producen los mismos efectos letales. Esos
hombres soltaron las amarras de la fe separ*ndola de la raón. 6a fe absurda, sin
HJ CIEN AÑOS DE MODERNISMO
motio ni regla, se conierte en la fe de la conciencia personal. De paso, la

:eelación se emancipa de su :eelador, 8esucristo, para conertirse tan sólo en el
sentimiento de lo diino que reconforta el coraón. El precio que ha) que pagar para
seguir esa religión absurda es la destrucción de la raón misma. 6a inteligencia
persigue ciegamente sus ilusiones ) sus sueños, liberada de las le)es de la realidad.
7odo cambia, todo est* en todo, todo es cierto ) falso a la e, todo est* bien ) mal.
Es el caos ) la contradicción establecidos como principios supremos.
2i la herencia cristiana simbolia el orden ) la perfección del ser para alcanar
finalmente la plenitud del 2er absoluto que es pura perfección, el modernismo es
todo lo contrario. Es el acío de Dios, fundado en una :eelación imaginaria )
apo)ado en una filosofía absurda. nte la plenitud de la erdad católica, el
modernismo ofrece la nada m*s absurda, el horror del nirvana. >o es otra cultura<
es isceralmente una contracultura o, mejor dicho, una anticultura. En lugar de
adorar a su 9reador, el hombre se adora a sí mismo en un narcisismo introertido<
en lugar de Dios que crea al hombre a su imagen ) semejana, el hombre es el que
hace
entre anosotros,
;Dios= aelsu propiase
hombre imagen< en lugar
hace Dios de Dios
) rechaa queerdadero.
al Dios se hace hombre
+ puesto) habita
que el
hombre no es nada sin Dios, querer amarse ) adorarse a sí mismo fuera de Dios es
el suicidio m*s radical que pueda e5istir. El modernismo es el suicidio de la
inteligencia y del alma, porque el hombre se alimenta con sus propias fantasías, en
e de buscar su bien en quel que es el 2er ) la -ida.
Este dilema, el hombre o Dios, ha diidido el g0nero humano ) la ida religiosa
desde sus inicios, pero sobre todo despu0s del adenimiento de >uestro 2eñor.
Desde hace dos mil años, la religión panteísta, con la autoadoración del hombre,
lana el grito de rebelión contra Dios. Esta religión encontró su desarrollo, despu0s
de 6utero, en ese gran moimiento modernista que conocemos ho) en día, m*s
peligroso por tener su arsenal en terreno católico. 9ulminar* mañana con la enida
del nticristo triunfante. 6as profecías sobre el Iombre de perdición se hacen m*s
claras a medida que se a cumpliendo el plao. >ada impide concebir ho) que el
nticristo pueda tener un poder de dimensiones planetarias. >adie se sorprende )a
de la p0rdida de la fe en la ma)or parte del pueblo católico ) en la misma :oma, lo
cual hubiera sido impensable hace sólo cuarenta años.
Ia) una relación de causa a efecto entre el receso de la lu ) la inasión de las
tinieblas. El mal se e5tiende a medida que el bien se desmorona. El Príncipe del mal
gana terreno a medida que la 'glesia, el reino de 9risto en la tierra, se tambalea. El
sueño del diablo, desde luego, es neutraliar a la 'glesia ) hacerla entrar en su juego
infernal. Sracias a las lecciones de la Iistoria, los regímenes totalitarios
comprendieron que, aunque podían forar físicamente a los hombres a militar en el
partido, les resultaba imposible doblegar sus mentes ) sus oluntades. l
totalitarismo político el nticristo deber* sumarle el totalitarismo religioso, 3nico
dueño de las almas. sí, pues, se trata de destruir la religión, m*s precisamente la
3nica religión que a3n cree en Dios ) en la erdad, la religión católica. Ccurrir*
entonces lo que Pablo -' anunciaba poco despu0s del 9oncilio4
«uede ser que este pensamiento no católico dentro del catolicismo sea ma<ana el más fuerte. ero nunca
representará el pensamiento de la &glesia. Tiene que sobrevivir un peque<o reba<o, por mu% peque<o que sea+ 2.
Pablo -', Il +opolo, ! de diciembre de !JL.


CONCLUSIONES HG
9uando la religión católica ha)a sido aciada de su sustancia ) contaminada con

el irus modernista, nada podr* detener el poder del nticristo. En complicidad con
los cabecillas ;católicos=, llegar* a sentarse personalmente en el santuario de Dios,
present*ndose a sí mismo como Dios. cumulando los dos poderes supremos en la
tierra, impondr* el totalitarismo m*s absoluto, el que consiste sobre todo, seg3n
2olhenitsin, en la negación de la idea de erdad. El Estado ) la religión, la
institución natural ) la diina, ser*n guiadas por ese Iijo de la mentira, sin otro
freno que su oluntad de hierro.
9uando Pablo -' habla de una ma)oría de católicos en el error ) de una pequeña
minoría fiel, se refiere sin duda a un tiempo de crisis. Es el que iimos hace
cuarenta años, desde que el modernismo triunfa sobre la c3pula de 2an Pedro. El
tiempo de crisis es un tiempo de niebla, en el que las formas son confusas ) los
colores se confunden. 6a cuestión crucial en una 0poca como 0sta es saber cu*les
son los puntos de referencia que nos permitan discernir con seguridad lo erdadero
de lo falso. Es necesario que sean referencias tan inmutables como la :oca de Pedro
) como el Dios
constitu)en delanuestros
toda herencia padres. 2on que
cristiana4 las tres
la feintuiciones,
es racional<lasque
tres
laeidencias
:eelaciónque
de
8esucristo tuo lugar, atestiguada por las profecías ) los milagros, tan ciertos como
la muerte de san Pablo ) la e5istencia de la 'glesia< ) que el ser ) la erdad,
religiosa o no, son tan inmutables como Dios mismo. El hombre cambia de ideas )
se equioca a eces, los hombres de 'glesia cambian ) pueden equiocarse, pero los
principios fundadores son eternos e infalibles. 6a :eelación ) la fe ser*n mañana
las mismas que a)er ) ho). >uestro punto de referencia infalible es el pasado, es la
fe de nuestros piadosos padres, de nuestros santos padres Pío, san Pío -, el beato
Pío 'X, san Pío X ) Pío X''. 7raicionar esta fe para seguir a los hombres, aunque sean
de 'glesia, es traicionar a 8esucristo. Por eso, que los erdaderos cristianos se
preparen, en la fidelidad a Dios, a la llegada de ese Iijo de perdición, a quien el Iijo
de Dios aniquilar* con el soplo de su boca. ue sobre todo se acíen de sí mismos
para llenarse del Dios tres eces santo. ue imiten adem*s el ejemplo de la -irgen
?aría, que por su humildad )a ha aplastado la cabea de la 2erpiente, ) destruir*
finalmente su raa maldita @;Ipsa conteret =@ .

Sen #4 H.
Bre(e l;7ico modernista
!utoridad " ,erarquía

2eg3n el principio del libre e5amen, ha) que rechaar todo lo que iene de
afuera, particularmente los sacramentos ) la 'glesia (6 R7E:C&. Ia) que distinguir
claramente a la 'glesia mon*rquica ) romana de la conciencia colectia del Pueblo
de Dios, que es siempre sano ) detenta realmente la autoridad ) la infalibilidad. 6a
e5comunión es un bautismo de fuego, un medio de santificación para el hombre
piadoso (7 +::E66&. >ada es menos adecuado a la erdad que las doctrinas
e5trinsecistas, que sólo mantienen en la 'glesia una unidad de coacción por el 3nico
ínculo de una transmisión isible ) de una autoridad isible (DE 6 RK9&. El deber de
las autoridades es ofrecer a los indiiduos directamente inspirados por Dios los
medios para e5presar una opinión p3blica sana ) ordenada en la 'glesia (:I>E:&.
Dios
2e reduce a una entidad abstracta ) lejana a imagen del hombre protestante,
impotente e injusto (6R7E:C&. ;AIagamos a Dios a nuestra imagenB= (DEQ272 DE6 2'S6C
X-'''&.una
sólo El 3nico Dios(M
quimera cognoscible es est*
>7&. Dios se el que est* dentro
haciendo, es de uno mismo.
la categoría Ese
del Dios(I
ideal esESE6
tan&.
/E5iste Dios1 A7odaía noB (:E>>&. 9reo en el alor objetio de la idea de Dios, de un
ideal absoluto, perfecto, distinto, que no est* separado del mundo< uno ) triple,
pues puede ser llamado actiidad, inteligencia ) amor infinitos (IFKE:7&. Para
nosotros, Dios no es, sino que se hace, ) su cambio es nuestro propio progreso (6 E
:C+&. /E5iste Dios1 El gran problema es saber si el unierso es inerte, acío, sordo,
sin alma ) sin entrañas Para decidirse por el sí o por el no, no ha) prueba que
podamos llamar perentoria (6C'2+&. >uestro mejor Dios no es m*s que un ídolo, un
templo construido por manos que limitan la oluntad diina tanto como nuestra
esquematiación del infierno, purgatorio ) cielo @planta baja, entrepiso ) primer
piso@ (7 +::E66&. >o acepto la postura ;antipanteísta= que usted me atribu)e. 2o)
esencialmente panteísta;panteísmo
e5iste un erdadero de temperamento< ) toda mi
de unión=, idaomnia
Deus la pas0inpregonando
omnibus que
(un
pancristismo, diría Klondel& frente al ;seudopanteísmo de disolución=, Deus omnia
(7E'6I:D&. 2i Dios mismo es hombre ) lo es por toda la eternidad< si est* edado al
hombre tenerse en poco, pues entonces tendría en poco a Dios< ) si ese Dios sigue
siendo el misterio insuprimible, entonces el hombre es por toda la eternidad el
misterio e5presado de Dios, que participa por toda la eternidad del misterio de su
fundamento (:I>E:&. El unierso en su totalidad es un ser espiritual, io )
BRE'E L-XICO MODERNISTA H!
consciente. Esa 9onciencia, ll*mese ;Dios= o como conenga, est* habitada por
aspectos de sí misma, es decir, por seres conscientes (P 'S>', 9E4 AGE&.
Dogma
Puesto que la religión es ante todo un sentimiento de dependencia, cada 'glesia
deber* construir despu0s su dogm*tica particular, ariable en función de la
profundidad ) la purea de su sentimiento de dependencia (29I6E'E:?9IE:&. 6as
fórmulas dogm*ticas son en cierto sentido el producto de la ida. 6os dogmas son
para la erdadera 'glesia lo que un plano de 6ondres para la ciudad misma, una
simple guía con fines pr*cticos. 6a elaboración teológica fue 3til en su momento,
pues preseró el germen eang0lico como el mamut congelado en el hielo (7 +::E66&.
/cumenismo
6as creencias de la humanidad entera est*n unificadas, no por un dogma com3n
dentro de las religiones, sino por un impulso com3n detr*s de ellas. El punto com3n
es el solo sentimiento de adoración ) de dependencia del hombre frente al Poder
inisible (29I6E'E:?9IE: &. 6a 'glesia realmente católica es el paganismo cristianiado o
la religión mundial, lo que equiale a un cambio de ropa estrecha a ropa holgada. 2e
parecer* m*s a una comunidad de budistas, ) su credo le ser* semejante4 ;Pongo
mi confiana en Kuda< pongo mi confiana en la doctrina (de la 6iberación&< pongo
mi confiana en la 9omunidad= (7 +::E66&. 6a 3nica conersión posible al ?undo ) la
3nica forma imaginable para una :eligión del futuro es la conergencia de las
religiones hacia un 9risto uniersal que, en el fondo, las satisfaga a todas (7 E'6I:D&.
El budismo es el ma)or acontecimiento espiritual en la historia del propio
cristianismo (DE 6RK9&. 6a misión que nos incumbe a nosotros, hombres de la >uea
Era, es la de oler a conducir a un estado de conciencia anterior a la caída a todos
los seres humanos
introducir* capaces decotidianas
en las actiidades ser receptios.
de losPoco a poco,
hombres, esa nuea
) cada conciencia
e m*s. se
El cambio
se acelerar* a una elocidad e5ponencial (P'S>', 9E4 AGE&.
/(angelios
El Eangelio es símbolo del progreso de la humanidad. El mito, el símbolo, es
m*s importante que el hecho. El Eangelio no habla tanto de acontecimientos que
ocurrieron hace mil ochocientos años en Palestina, como de la eolución mística de
las almas representada por los supuestos acontecimientos (2 7:R22&. El cuarto
Eangelio es un libro de teología mística en el que se o)e la o de la conciencia
cristiana, no la del 9risto de la Iistoria (6 C'2+&. /Podía ese carpintero judío del primer
siglo enseñar algo de importancia, si el unierso estelar le era desconocido ) no se
interesaba m*s que por el reino de Dios ) su justicia1 (7 +::E66&. De manera m*s
general, me gustaba oler a encontrar por todos lados el simbolismo histórico, o la
historia simbólica, que )a caracterian a nuestros Eangelios. 6os Padres de la
'glesia enseñan que las mismas palabras bíblicas pueden e5presar dos sentidos que
significan dos realidades distintas, una humana ) una espiritual (DE 6RK9&.
J" CIEN AÑOS DE MODERNISMO
Fe !cto de
6a ;fe= es un salto mortal, un arrebato de angustia ) de confiana hacia lo
desconocido, procedente de las profundidades de sí mismo. 6a raón se opone
directamente
filosofía como apara
la fe.
la Es impío (6
teología decir que si una cosa es cierta, lo es tanto para la
R7E:C&. El Eangelio no es una doctrina absoluta )
abstracta aplicable a todos los tiempos ) a todos los hombres< es una fe ia (6 C'2+&.
2i como consecuencia de alg3n trastorno interior llegara a perder sucesiamente mi
fe en 9risto, mi fe en un Dios personal, mi fe en el Espíritu, me parece que seguiría
cre)endo en el ?undo. El ?undo es la primera ) 3nica cosa en que creo. ?e
abandono a la fe confusa en un ?undo uno e infalible, donde quiera que me
conduca (7E'6I:D&. 6as doctrinas e5trinsecistas sólo mantienen en la 'glesia una
unidad de coacción, por el 3nico ínculo de una transmisión isible ) de una
autoridad isible. Estas doctrinas transforman la obediencia de la fe en una fe de
pura obediencia (DE 6RK9&.
Gracia
6a gracia se recibe de Dios, pero se mantiene totalmente e5terior al hombre, de
manera que el hombre queda encerrado en sí mismo ) libre de toda acción de Dios
en 0l (6R7E:C&. 6o natural ) lo sobrenatural son sólo las dos caras de una misma cosa
(29I6E'E:?9IE:&. El hombre es una parte ) una partícula del unierso espiritual ) del
orden sobrenatural, ) en Dios encuentra su ida, su moimiento ) su ser (7 +::E66&.
2an gustín es el hombre nefasto que lo echó todo a perder al inentar lo
sobrenatural (7E'6I:D&. 6o sobrenatural es absolutamente imposible ) absolutamente
necesario para el hombre (K6C>DE6&. Dios no habría podido crear la naturalea pura
sin ordenarla a lo sobrenatural (DE 6RK9&. En lo que llamamos gracia ) isión
inmediata de Dios, Dios es realmente un principio interno constitutio del hombre.
Dios ) la(:gracia
realidad I>E:&. de 9risto est*n todas las cosas como la esencia secreta de cada
+umanidad " encarnación

El hombre mismo es un ser fundado en el Sran 7odo. Entre 8esucristo ) nosotros
ha) una diferencia de grado, porque, de hecho, la humanidad tiene en sí misma la
fuera de producir, en su línea de eolución, una tal aparición de Dios en el mundo
(29I6E'E:?9IE:&. 6a humanidad es la unión de dos naturaleas< Dios se hace hombre<
la Iumanidad es la que muere, resucita ) sube al cielo< de la supresión de su
mortalidad como espíritu personal, racional ) terrestre, procede su unión con el
Espíritu infinito de los cielos (2 7:R22&. 2e puede representar indistintamente al
indiiduo consciente como la conciencia de Dios en el mundo por una especie de
encarnación de Dios en la humanidad, ) como la conciencia del mundo subsistente
en Dios por una especie de concentración del unierso en el hombre (6 C'2+&. En este
sentido ser* la Iumanidad un 9risto místico, un 6ogos colectio, el -erbo o la
?anifestación del Padre< ) cada miembro de esa sociedad ser*, en esta misma
medida, un 9risto o un reelador en el que Dios se habr* encarnado ) permanecido
entre nosotros (7 +::E66&. 9on la aparición de los hombres comiena la Iistoria
humana ) la ascensión hacia la unidad perfecta de todos los indiiduos, el Punto
Cmega de la Iistoria, el 2uperhombre tan cierto como misterioso (7E'6I:D&. l
reelar al Padre, ) al ser reelado por Fl, 9risto terminó por reelar el hombre a sí
BRE'E L-XICO MODERNISTA J
mismo. Por 9risto la persona se hace adulta, el Iombre emerge definitiamente del
Rnierso (DE 6RK9&. 9uando Dios quiere ser ;no Dios=, surge el hombre. 6a
abreiación, la cifra de Dios mismo es el Iijo de Dios ) los hombres. 6a encarnación
es el 3nico caso singular de actualiación esencial de la realidad humana (: I>E:&.
6os seres humanos se han creado a sí mismos para e5perimentar el amor, la
inteligencia, la materia ) la acción. Ia) que preparar el futuro de la humanidad, el
Iombre >ueo, un ser del que a3n no podemos tener idea de cómo ser* (P 'S>', 9E4
AGE&.
Iglesia
6a 'glesia es un espíritu nutrido con el mismo alimento, el Eangelio, que debe
ser fuente de armonía ) no de diisión, pero la e5periencia colectia debe dejar
paso a la indiidual. Por lo tanto, que aqu0l que se sire de una 'glesia use de ella
como si no usara (I:>9M &. 6a 'glesia es la sociedad de los que son conscientes de
depender del unierso considerado como un Sran 7odo (2 9I6E'E:?9IE: &. El reino de
Dios es ellaconjunto
manera, sociedaddereligiosa
los que presentar*
creen en 9risto ) son moidos
el aspecto por el amor.
de una infinita De esta
diersidad de
e5periencias religiosas satisfechas de sí mismas e infinitamente tolerantes con las
dem*s (:'729I6&. /Por qu0 la humanidad no podr* unirse por sí misma en la >uea
8erusal0n1 6a 8erusal0n apocalíptica es el 9uerpo místico de 9risto, el
;2uperhombre= que se forma por el esfuero del hombre solo, a tra0s de las
haañas de la tecnología ) la aparición de los 2uperestados (7 E'6I:D&. 9reo en la
santa 'glesia uniersal, e5presión isible de esta comunión ideal de todos los seres
(IFKE:7&. El erdadero catolicismo no es el judaísmo cristianiado del >ueo
7estamento, sino el paganismo cristianiado o la religión mundial, lo que equiale a
un cambio de ropa estrecha a ropa holgada (7 +::E66&. El +ueblo de Dios es la 'glesia
amplia que ;subsiste= en la 'glesia católica, pero que no se reduce sólo a ella. 6a
'glesia no se considera )a como la comunidad e5clusia de los candidatos a la
salación, sino como la anguardia histórica ) social de esta realidad oculta (: I>E:&.
In#ali0ilidad del dogma

7anto en el dogma como en la :eelación, sólo el objeto es eterno e inmutable
en sí, pero no la forma que ese conocimiento ha reestido en la Iistoria humana
(6C'2+&. 6o que la fórmula de fe dice suele ser completamente falso, pero la erdad a
la que apunta es reelada, una erdad que es directamente una erdad pr*ctica,
una erdad de preferencia, una erdad apro5imatia, ) sólo indirectamente una
erdad especulatia (7 +::E66&.
In#ierno
Dios es tan sólo una quimera, ) una quimera no puede mandar a nadie al
paraíso o al infierno (M >7&. 2i el infierno e5iste, est* acío (- C> K67I2:&. Es
imposible que el hombre rechace definitiamente a Dios (:I>E:&. >adie puede
pretender, para justificar las misiones, que ha) que salar a las almas del infierno
(9C>S:&.
J CIEN AÑOS DE MODERNISMO
.esucristo
8esucristo, históricamente, sólo era un hombre, pero resultaba 3til presentarlo
como Dios a los fieles, para que comprendan así que tambi0n ellos son en cierto
modo hijos de
dependencia delDios
Sran(M
>7&. sí como el fondo de la religión es el sentimiento de
7odo, del mismo modo el fondo de la sensibilidad de 9risto es
la conciencia de su unidad con Dios. 6a diinidad de 8es3s es la conciencia que tiene
de ella (29I6E'E:?9IE: &. 8es3s era en realidad un joen judío entusiasta, que
ridiculiaba las formalidades religiosas ) denunciaba la corrupción moral de su
tiempo, ) a quien condenaron a muerte (2 7:R22&. 9reemos en algo que sucede
dentro de nosotros< creemos en la diinidad en 9risto @Gottheit in .hristo@, pero
no en la diinidad de 9risto @Gottheit .hristi@ (:'729I6&. 9reo en aquel en quien se
ha realiado en grado e5cepcional la unión de lo diino con la naturalea humana,
8esucristo, cu)a resplandeciente superioridad ha quedado simboliada para los
coraones sencillos por una concepción sobrenatural (IFKE:7&. 6a diinidad de 8es3s
no es un hecho de la historia eang0lica cu)a realidad podamos erificar
críticamente. En un sentido 8es3s era el ?esías, ) en otro no lo era todaía (6C'2+&. 6a
contingencia histórica de 9risto, de su muerte ) resurrección, da sin duda claridad,
car*cter tangible ) concreto a la piedad eclesi*stica, pero tambi0n ulnerabilidad,
porque ser* siempre un hecho contingente ) limitado (:I>E:&.
Eeditación6 conciencia de Dios

El hombre comprende la armonía de todas las cosas cuando comprende que el
mundo acío, el )o no$ser ) el nirana$e5tinción son lo mismo. Eso se logra en
3ltima instancia por medio del en (meditación& religioso ) filosófico que considera
el ;)o= como lo que es en realidad, es decir acío, apagado ) en definitia ;no$)o=
(KRD'2?C E>&. Este sentimiento de dependencia es la esencia de la piedad ) de la
religión. 6a
realismo diinidad
aparente de de
las 8es3s es la
escenas se conciencia que tiene demística
debe a la imaginación ella (2de
9I6E'E:?9IE: &. El
san 8uan ) a
la energía de su conicción, que no le permiten distinguir netamente, en sus
meditaciones religiosas, lo ideal de lo real, la teoría de la Iistoria, el símbolo de su
objeto (6C'2+&.
Eilagro
6as le)es uniformes, que son las 3nicas que permiten e5plicar el milagro, sólo
e5isten en nuestra inteligencia, que recorta ) deforma la realidad. El milagro es una
simple acción natural, aunque sorprendente, del espíritu sobre la materia (K E:S2C>&.
El milagro ) la profecía son antiguas formas del pensamiento religioso destinadas a
desaparecer. 6as apariciones de 8es3s despu0s de la resurrección son un argumento
directo, pero que podemos decir incierto en su significación. lgunas impresiones
sensibles no son el testimonio adecuado de una realidad puramente sobrenatural
(6C'2+&.
Pecado
El pecado es un malestar del sentimiento religioso que frena nuestra toma de
conciencia de Dios en nosotros, ) por eso 8es3s, por la intensidad de su unión con
Dios, puede declararse sin pecado (29I6E'E:?9IE: &. Poco importa que el hombre ha)a
BRE'E L-XICO MODERNISTA J#
cometido históricamente el pecado original, pues la conciencia basta para poner de

manifiesto nuestras malas inclinaciones (M >7&. En un momento dado aparecieron
hombres @homo sapiens@ en distintos puntos del globo (7 E'6I:D&.
*eligión
El principio de autosuficiencia hace que la religión est0 contenida en la raón
pura, emancipada de las realidades e5teriores (M >7&. Kuscar al 'nfinito ) al Eterno
en todo lo que e5iste ) se muee, unirse al 'nfinito ) al Eterno por una especie de
conciencia inmediata, poseerlo todo en Dios ) a Dios en todo4 eso es la :eligión. Es
la unidad de todo nuestro ser ) de todo el 2er, indeciblemente sentida en lo m*s
profundo de nosotros mismos (29I6E'E:?9IE: &. Ia) que salir al paso de las
necesidades de los hombres científicos de nuestro tiempo, amurallados en su prisión
inmanente, para confeccionarles una religión a su medida. 6a religión es el resultado
espont*neo de las necesidades del espíritu humano que encuentra plena
satisfacción en la e5periencia emotia de Dios en nosotros (7 +::E66&.
*e(elación
Ia) que rechaar todo lo que iene de afuera, particularmente los sacramentos
) la 'glesia, pero tambi0n la :eelación diina (6R7E:C&. Esa :eelación es el fruto
subjetio del concepto de Dios que brota del sentimiento religioso de dependencia,
en lo m*s recóndito de la conciencia (29I6E'E:?9IE: &. 6a :eelación diina que no se
realice en nosotros ) que no se nos haga inmediata no e5iste para nosotros. quí no
se puede eliminar el )o (2K7'E:&. 6a idea com3n de la :eelación es una mera
niñería. Dios se reela en ) por la humanidad (6C'2+&. 6a :eelación es m*s
impresión que e5presión, ) m*s e5periencia que afirmación. 2i el hombre pudiera
leer las necesidades de su espíritu ) de su conciencia, podría prescindir de maestro
+::E66
(7 &.ha
libertad 6ade
producción diina
considerarse deluna
como horionte
maneraapriorístico de nuestrodeconocimiento
peculiar ) originaria :eelación, la)
cual sustenta incluso toda otra reelación (:I>E:&. 6utero replanteó todo el
cristianismo ) fue realmente un hombre de 'glesia, porque era incapa de recibir
algo que no proiniera de su propia e5periencia (9 C>S:&. El cre)ente lee e interpreta
siempre la Escritura en la fe de la 'glesia ) aporta a la comunidad el fruto de su
lectura, para enriquecer la fe com3n (9C?'2'> KQK6'9, !!#&.
)al(ación6 redención
6a redención se define como el paso del estado de conciencia detenido al estado
de conciencia no detenido. Ese paso se opera por la fe en 8esucristo (2 9I6E'E:?9IE: &.
Puesto que todo hombre est* llamado a iir sobrenaturalmente, la acción misma
que constitu)e fundamentalmente nuestra ida est* como informada
sobrenaturalmente por Dios. Aun sin ser conocido, Dios est* ahíB (6KE:7IC>>':E &. Por
una e5tensión del dogma de la comunión de los santos, aunque no est0n en las
condiciones normales de salación, los infieles podr*n salarse porque forman parte
integrante de la humanidad que se salar* (DE 6RK9&. El ateo puede salarse
perfectamente como cristiano anónimo. 9ualquiera que acepte totalmente su ser
humano ha aceptado al Iijo del hombre por el hecho de que en Fl Dios ha aceptado
al hombre (:I>E:&. Dios sala a los infieles sin que ellos conocan el Eangelio. 2i
no, todos deberíamos partir a la 9hina (9 C>S:&.
J% CIEN AÑOS DE MODERNISMO
)ím0olo de la #e C*e$%
6os credos protestantes tienen un alor puramente simbólico (M >7&. 6a 7rinidad,
la creación, el pecado original, la encarnación, la redención, la resurrección, el cielo
) el infierno,
distintos los *ngeles
colores a tra0s )del
loscual
demonios4 todo
se refleja en eso son pieas
los hombres de un
la lu de mismo itral
Dios, pura de
) sin
color (7 +::E66&. El símbolo de la fe (el credo& es una fe simbólica. El dogma es tan sólo
un símbolo, pero el símbolo de nada en realidad, porque sólo es la traducción
intelectual, simbólica ) apro5imatia de nuestra e5periencia religiosa de las
realidades inaccesibles (29I6E'E:?9IE:&. 9reo en 8esucristo, cu)a resplandeciente
superioridad ha quedado simboliada para los coraones sencillos por una
concepción sobrenatural (IFKE:7&.
Tradición
6a le) de la ida consiste en que cada organismo alcance los límites de su
desarrollotuo
judaísmo paraque
luego morir ) sobreiir
transformarse sólo en su
para sobreiir en descendencia.
el cristianismo,sí
/nocomo
deber* el
morir el cristianismo para reiir bajo una forma m*s amplia ) eleada1 (6 C'2+&. El río
de la 7radición no puede llegar hasta nosotros si no se draga su lecho
continuamente. /En qu0 consiste esa 7radición ia1 Es la simple e5presión de su
relatiismo dogm*tico, que rechaa los dogmas recibidos como tales. 6as creencias
ulteriores de la 'glesia no han de estar necesariamente inculadas por un ne5o
lógico con lo que siempre ha creído e5plícitamente desde los primeros siglos (D E
6RK9&.
Verdad
Es impío decir que si una cosa es cierta, lo es tanto para la filosofía como para la
teología (6R7E:C&. El nacimiento sobrenatural de 9risto, sus milagros, su resurrección
) su ascensión al cielo, siguen siendo erdades eternas, a pesar de las dudas a que
a eces se e sometida la realidad de las cosas en cuanto hechos históricos
(2 7:R22&. /Ia) erdades eternas ) necesarias1 Es dudoso. 5iomas ) categorías,
formas del entendimiento o de la sensibilidad4 todo eso eoluciona< el espíritu
humano es pl*stico ) puede cambiar sus deseos m*s íntimos. 9reemos que la
erdad es ida ), por lo tanto, moimiento ) crecimiento antes que t0rmino (6E :C+&.
6a erdad eoluciona con el hombre, en 0l ) para 0l< ) eso no impide que sea la
erdad para 0l< es m*s, sólo lo es con esta condición. 6o erdadero ) lo falso no son
categorías absolutas ) bien delimitadas (6C'2+&. 2iempre ) necesariamente somos
nosotros mismos quienes nos hablamos a nosotros mismos< quienes (a)udados
desde luego por el Dios inmanente& elaboramos la erdad para nosotros mismos
(7 +::E66&. 6a erdad es la conformidad del pensamiento con la ida (K 6C>DE6&. 9uando
el espíritu eoluciona, una erdad inmutable sólo se mantiene gracias a una
eolución simult*nea ) correlatia de todas las nociones, que guardan entre sí una
misma relación. Rna teología que no fuera actual sería una teología falsa (KCR'66:D&.
Bi0liogra#ía
B*!)
8glise et .ontre'8glise, 9ourrier de :ome, !!J _abreiado en 9ourrier '`.
La nouvelle thologie, 9ourrier de :ome, !!% _abreiado en 9ourrier ''`.
L-Kcumnisme, 9ourrier de :ome.
Retrouvons le vrai .oncile$ Les pionniers de >atican II, 2aoir et 2erir, !!%
_abreiado en 2aoir '`.
Retrouvons le vrai .oncile$ L-esprit et la lettre du .oncile, 2aoir et 2erir, !!H
_abreiado en 2aoir ''`.
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:andom Iouse, !!%.
*/VI)T!)
Action familiale et scolaire .ourrier de Rome .uadernos de la Re1a )ideliter

Itinraires La Documentation catholi&ue La %radizione cattolica Le !el de la terre
WX 6ours$
ndice analítico
Padre Dominique Kourmaud....................................................................................... 

9ien años
de modernismo........................................................................................................... 
Senealogía del concilio -aticano '' .............................................................................. 
'ntroducción 
Primera parte............................................................................................................ 
P:'?E: P:7E
6a herencia cristiana................................................................................................. 
9PQ7R6C '
ristóteles ) la filosofía del ser................................................................................. %
. 6os comienos de la filosofía ...........................................................................%
. 6a filosofía es el conocimiento del ser ............................................................. J

#. 6os negadores del ser ) de la erdad............................................................. L
9PQ7R6C ''
2an gustín ) la :eelación del Iijo de Dios ............................................................ 
. >ecesidad de la :eelación ) de la 'glesia ......................................................
. 6a 'glesia fue fundada por 8esucristo ..............................................................#
#. 6a 2agrada Escritura es infalible..................................................................... %
9PQ7R6C '''
2anto 7om*s ) la teología dogm*tica .......................................................................G
. 6a escol*stica ) santo 7om*s .......................................................................... G
. El sofisma de las ;dos erdades= de 2iger .....................................................!
#. 6a función del teólogo4 armoniar las dos sabidurías...................................... #"
9PQ7R6C '-
Kalance de la herencia cristiana............................................................................... #%
G" CIEN AÑOS DE MODERNISMO
. :esumen de los autores..................................................................................#%

. 6a unión de los principios ................................................................................#J
#. 6as propiedades de la erdad......................................................................... #J
%. El principio de unidad...................................................................................... #L
2egunda parte........................................................................................................... #!
2ESR>D P:7E
El modernismo protestante....................................................................................... %"
9PQ7R6C -
6utero, padre del modernismo protestante............................................................... %
. De tal ida, tal doctrina...................................................................................%
. En filosofía4 ignorantismo ) egologismo..........................................................%J
#. 6a :eelación pasada por el tami del libre e5amen...................................... %G
%. Rna teología inertida, centrada en el hombre ............................................... %L
H. 6utero en las antípodas del luteranismo .........................................................H"
9PQ7R6C -'
6a filosofía del ;puede ser= de Mant......................................................................... H
. Mant ) su 0poca.............................................................................................. H#
. /El ser es1 APuede serB .................................................................................... HH
#. El egologismo fideísta..................................................................................... HJ
%. Iegel ) el puro cambio................................................................................... HL
9PQ7R6C -''
El eangelio mítico de 2trauss.................................................................................. J
. Panorama de las escuelas de e50gesis crítica................................................ J
. 6a ida ;mítica= de 8es3s ................................................................................J#
#. 6os principios filosóficos de la e50gesis crítica ............................................... JJ
9PQ7R6C -'''
6a religión de la conciencia de 2chleiermacher........................................................J!
. El hombre ) su doctrina .................................................................................. J!
. 6a religión del sentimiento..............................................................................G
#. El dogma, símbolo eolutio........................................................................... G%
%. 6a 'glesia del equíoco de :itschl ...................................................................GH
9PQ7R6C 'X
Kalance del modernismo protestante....................................................................... GL
ÍNDICE ANALÍTICO G
. :esumen de los autores..................................................................................GL

. 6a discrepancia entre 6utero ) los protestantes modernistas......................... L"
#. 6a identidad de los principios modernistas fundamentales............................ L"
%. /Eolución o reolución1................................................................................. L
7ercera parte............................................................................................................ LJ
7E:9E: P:7E
El modernismo ;católico=.........................................................................................LG
9PQ7R6C X
6a filosofía eolutia de Kergson..............................................................................L!
. -ida ) doctrina de Kergson.............................................................................L!
. 6a eolución creadora ..................................................................................... !
#. El ignorantismo bergsoniano...........................................................................!#
%. El ;m0todo de inmanencia= de Klondel ..........................................................!H
9PQ7R6C X'
;El Eangelio ) la 'glesia= eolucionistas de 6ois)................................................... !!
. 6a persona ) sus ideas....................................................................................!!
. ;El Eangelio ) la 'glesia=............................................................................. "
#. El Eangelio ) la 'glesia eolutios ................................................................ "H
9PQ7R6C X''
6a teología simbólica de 7)rrell ..............................................................................."L
. 6a persona...................................................................................................."L
. 6a teología de 7)rrell .................................................................................... 
#. El test del modernista perfecto..................................................................... %
9PQ7R6C X'''
9ondenación del modernismo por san Pío X........................................................... G
. Sraedad de la crisis modernista..................................................................L
. El decreto 6amentabili ..................................................................................!
#. 6a encíclica Pascendi .................................................................................... "
%. El juramento antimodernista.........................................................................
H. 6os resultados positios................................................................................%
9PQ7R6C X'-
Kalance del modernismo ;católico= ........................................................................ L
. :esumen de los autores................................................................................ L
G CIEN AÑOS DE MODERNISMO
. 6a identidad de los principios entre los modernistas protestantes ) los

;católicos= ........................................................................................................ !
#. 6as ariaciones modernistas desde los protestantes.................................... #
%. /Eolución o reolución ante la cultura cristiana1 ........................................#
H. 6a autoridad frente al modernismo............................................................... #H
9uarta parte............................................................................................................#G
9R:7 P:7E
El neomodernismo..................................................................................................#L
9PQ7R6C X-
7eilhard de 9hardin, el profeta del 9risto cósmico.................................................. %"
. El profeta ) su isión..................................................................................... %"
. 6a conergencia de la fe modernista ) de la ciencia..................................... %#
#. 6a conergencia del modernismo ) del panteísmo....................................... %H
%. 6os discípulos ) continuadores de 7eilhard ................................................... %L
9PQ7R6C X-'
El e5istencialismo egologista de Ieidegger............................................................ H
. El moimiento e5istencialista........................................................................ H
. El egologismo fenomenológico ..................................................................... H
#. El ignorantismo e5istencialista......................................................................H%
%. El reolucionismo e5istencialista..................................................................HJ
9PQ7R6C X-''
6a e50gesis espiritual seg3n De 6ubac ...................................................................HL
. 6a persona ) el pensamiento........................................................................ HL
. 6a e50gesis e5istencialista de Kultmann......................................................J#
#. 6a e50gesis espiritual seg3n De 6ubac ......................................................... JH
9PQ7R6C X-'''
El ;iraje antropológico= de :ahner .......................................................................JL
. 6as fuentes de la filosofía rahneriana ........................................................... J!

. El ;iraje antropológico=............................................................................... G
#. 6as aplicaciones del ;iraje antropológico=..................................................GH
%. 9rítica del sistema de :ahner.......................................................................GG
H. 6a teología rahneriana, punto final del modernismo..................................... L"
ÍNDICE ANALÍTICO G#
9PQ7R6C X'X
9ondenación del neomodernismo por Pío X'' .......................................................... L%
. ;/dónde a la nuea teología1=.................................................................. L%
. ;Iumani generis=......................................................................................... LG
#. :eacción de los jesuitas................................................................................L!
%. :eacción de los dominicos............................................................................ !"
9PQ7R6C XX
Kalance del neomodernismo...................................................................................!
. :esumen de los autores................................................................................ !
. 6a identidad de los principios fundamentales...............................................!%
#. 6as innoaciones del neomodernismo .......................................................... !H
%. /Eolución o reolución ante la cultura cristiana1 ........................................!G
H. 6a autoridad ante el neomodernismo ........................................................... !!
uinta parte............................................................................................................ ""
R'>7 P:7E
El modernismo triunfante........................................................................................ "
9PQ7R6C XX'
-aticano '', la reolución ecum0nica ....................................................................... "#
. El leitmoti de la reolución pacífica............................................................. "%
. 6a ;cuchara del diablo=................................................................................"G
#. 6os pactos ) el golpe de Estado...................................................................."!
%. El cerebro......................................................................................................
H. 6a ?agna 9harta........................................................................................... %
9PQ7R6C XX''
Pablo -', el sepulturero de la 7radición ...................................................................L
. 6os amigos.................................................................................................... !
. bandono del primado de la fe ..................................................................... 
#. bandono del primado del Papa...................................................................#

%. bandono del primado de 8esucristo ) de la 'glesia...................................... %
9PQ7R6C XX'''
6os Eangelios no históricos de :atinger.............................................................. !
. 6os nueos 6uteros....................................................................................... !
. 6os Eangelios no son palabra de Eangelio ................................................. #
G% CIEN AÑOS DE MODERNISMO
#. 6a reelación inagotable...............................................................................#%
%. plicaciones pr*cticas................................................................................... #J
9PQ7R6C
8uan Pablo '', un nueo Pablo..................................................................................XX'-
#!
. El camino de Damasco.................................................................................. #!
. 6a gloria del hombre..................................................................................... %
#. Del reópago a sís...................................................................................... %%
%. El apóstol de la religión uniersal ................................................................. %H
9PQ7R6C XX-
9onclusiones %!
. 6a 'glesia conciliar, /es hija del neomodernismo1.........................................%!
. Epílogo..........................................................................................................HH
Kree l05ico modernista ......................................................................................... HL
utoridad ) jerarquía........................................................................................ HL
Dios...................................................................................................................HL
Dogma.............................................................................................................. H!
Ecumenismo.....................................................................................................H!
Eangelios ......................................................................................................... H!
e (cto de&....................................................................................................... J"
Sracia............................................................................................................... J"
Iumanidad ) encarnación................................................................................ J"
'glesia............................................................................................................... J
'nfalibilidad del dogma......................................................................................J
'nfierno.............................................................................................................. J
8esucristo.......................................................................................................... J
?editación, conciencia de Dios .........................................................................J
?ilagro.............................................................................................................. J
Pecado.............................................................................................................. J
:eligión............................................................................................................. J#
:eelación ........................................................................................................ J#
2alación, redención .........................................................................................J#
2ímbolo de la fe (9redo& ................................................................................... J%
7radición........................................................................................................... J%
ÍNDICE ANALÍTICO GH
-erdad.............................................................................................................. J%
Kibliografía .............................................................................................................. JH
Cbras................................................................................................................ JH
:eistas ............................................................................................................ JL
Qndice analítico........................................................................................................J!

Cien Anos de Modernismo Dominique Bourmaud

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Cien Anos de Modernismo Dominique Bourmaud

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5/17/2018 Dominique.bourmaud.cien AnosdeModernismo -slidepdf.

Padre Dominique Bourmaud

Genealogía del concilio Vaticano II

Traducción de Luz Freire

El modernismo tiene cien años. De hecho, el Larousse describe esa herejía como

propuestas de di*logo con los protestantes. :oma parecía reducida a la impotencia,

% CIEN AÑOS DE MODERNISMO

como el epicentro de aquel mar de fondo que sumergió a la 'glesia. 7eólogos,

un martirologio ecum0nico. Es cierto que la historia de la 'glesia ha registrado Papas

J CIEN AÑOS DE MODERNISMO

dogma católico. Es un ataque sistem*tico contra la raón ) la religión. 6a

L CIEN AÑOS DE MODERNISMO

hechos ) conspiraciones no haga que nuestro estudio sea menos fecundo en

" CIEN AÑOS DE MODERNISMO

filosofía4 las carnes de la metafísica son a menudo de lenta digestión. inalmente, la

9omo dijimos en nuestra introducción, la primera parte de esta obra est*

!ristóteles " la #iloso#ía del ser

$% Los comienzos de la #iloso#ía

Parm0nides opuso el ser al cambio perpetuo, comenó en Srecia una guerra de

J CIEN AÑOS DE MODERNISMO

&% La #iloso#ía es el conocimiento del ser

%o be or not to be, that is the &uestion#$

ciencia, siempre ) cuando sea realmente científica, se funda en la filosofía, como lo

6os aut0nticos científicos presuponen siempre las erdades filosóficas, la

L CIEN AÑOS DE MODERNISMO

'% Los negadores del ser " de la (erdad

 este suicidio intelectual, 2ócrates respondió con el optimismo de la

" CIEN AÑOS DE MODERNISMO

los animales, Ier*clito se e lleado a reducir el mundo isible al puro moimiento,

)an !gustín " la *e(elación del +i,o de Dios

ristóteles, usando el sentido com3n ) la lógica, fue el primero en elucidar las

 CIEN AÑOS DE MODERNISMO

$% -ecesidad de la *e(elación " de la Iglesia

&% La Iglesia #ue #undada por .esucristo

% CIEN AÑOS DE MODERNISMO

'% La )agrada /scritura es in#ali0le

J CIEN AÑOS DE MODERNISMO

De Gen$ ad litt$ , Ep$ *an$ H, J, ?6 %, col. GJ.

)anto Tom1s " la teología dogm1tica

Despu0s de san gustín, la 'glesia asume definitiamente el papel de ?aestra )

$% La escol1stica " santo Tom1s

L CIEN AÑOS DE MODERNISMO

&% /l so#isma de las 2dos (erdades3 de )iger

Silbert Meith 9hesterton, !aint %homas A&uinas, pp. "J$"L.

#" CIEN AÑOS DE MODERNISMO

'% La #unción del teólogo4 armonizar las dos sa0idurías

# CIEN AÑOS DE MODERNISMO

que re3na los datos de la fe ) las conclusiones teológicas en rigurosa coordinación.

Balance de la erencia cristiana

l t0rmino de este bree estudio sobre los fundamentos de la cultura cristiana,

$% *esumen de los autores

BALANCE DE LA HERENCIA CRISTIANA #H

#J CIEN AÑOS DE MODERNISMO

&% La unión de los principios

'% Las propiedades de la (erdad

BALANCE DE LA HERENCIA CRISTIANA #G

En primer lugar, la erdad es eminentemente concreta, por la simple raón de

#L CIEN AÑOS DE MODERNISMO

En el marco del modernismo, es importante estudiar primero el protestantismo

BALANCE DE LA HERENCIA CRISTIANA %

sea el campo en que se aplique, la cr"tica es siempre un elemento destructor que

Lutero6 padre del modernismo protestante

suplanta al espíritu. 6utero, como Keethoen, sentía dentro de sí los impulsos

%% CIEN AÑOS DE MODERNISMO