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Discurso del presidente de la

Sociedad Nacional de Minería, Alfredo Ovalle,


en acto de celebración del Día del Minero en
Antofagasta
10 de agosto de 2009

Hoy es un día muy especial para todos los que


hacemos de la minería nuestra razón de vida. El Día
del Minero es una fiesta y una tradición desde hace
muchos años. Es una fecha que nos convoca para
celebrar, pero también para detener un momento
nuestro quehacer diario y reflexionar sobre la
trascendencia que tiene esta actividad para Chile, para
la Región y para toda la comunidad minera.

Así lo entendemos todos los que estamos aquí, en


Antofagasta, nuestra capital minera por excelencia. En
especial, las autoridades encabezadas por el ministro
del ramo Santiago González, a quien agradecemos su
presencia y compañía en este encuentro. Ustedes son
un estímulo para todos los trabajadores y empresarios
de nuestro sector que a diario nos esforzamos por el
crecimiento y desarrollo del país y, en especial, por el
de las comunidades mineras.

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Es un orgullo comprobar cómo la Región de
Antofagasta se ha ido desarrollando gracias a la
minería, y a sus importantes proyectos productivos,
cuyos dueños y trabajadores han sabido hacer crecer
con esfuerzo y dedicación.

En esta región encontramos los yacimientos más


importantes, tanto estatales como privados:
Chuquicamata, Radomiro Tomic, El Abra, Mina
Ministro Hales (ex - Mansa Mina), Escondida, Spence,
Zaldívar, El Tesoro, Mantos Blancos, Michilla, Lomas
Bayas, SQM, Sierra Miranda, Cerro Dominador y
Fundación Altonorte, entre otros.

Sabemos que esta enumeración es sólo una


muestra, y que debería mencionar muchos otros
yacimientos, sobre todo entre medianos y pequeños
productores, tan importantes para esta región y para
nosotros como SONAMI, así que un reconocimiento
para ellos también.

Este es el esfuerzo, compromiso y espíritu que


hoy celebramos en el Día del Minero. Los mismos
valores con los que también recordamos a San
Lorenzo, nuestro patrono, quien entregó su vida para
proteger las riquezas que la Iglesia le había confiado.

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Ese compromiso con las montañas, sus minerales
y su gente es el sello de todos los mineros de Chile. El
tesón de quienes se desempeñan en las grandes y
medianas empresas y, muy particularmente, el de los
pequeños mineros, todos socios nuestros, que son la
expresión de la más antigua tradición minera de Chile.

Hoy, la situación de nuestra minería es expectante.


Al inicio de la actual crisis financiera internacional, las
señales que entregaban todos los analistas económicos
y expertos mundiales, nos vaticinaban un largo período
de dificultades, y nos preparábamos para altos índices
de desempleo en el sector, disminución de los ingresos
por dos a tres años, dificultades con el acceso al
crédito, etc., etc. Sin embargo, ya estamos viendo una
recuperación en el precio del cobre y muchos analistas
señalan que la crisis ya tocó fondo, y que nos
encontramos en período de recuperación. Este cambio
de panorama ha permitido que incluso se ponga en la
mesa la reactivación de importantes proyectos de
inversión, lo que esperamos ocurra a partir del año
2010.

En el ámbito gremial, como lo hemos reiterado en


numerosas oportunidades, SONAMI congrega y

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representa a los grandes, medianos y pequeños
empresarios mineros, tanto de la minería metálica
como no metálica. Ello nos enorgullece, pero nos
exige estar atentos a las inquietudes de todos nuestros
asociados, para debatirlas y canalizarlas hacia las
autoridades respectivas.

En el caso de las grandes y medianas empresas,


hemos tenido un diálogo amplio y fluido con las
autoridades para abordar sus principales inquietudes.
Hemos establecido mesas de trabajo público-privadas
que, a nuestro juicio, han demostrado ser una forma
eficaz para abordar la coyuntura sectorial y encontrar
soluciones a los distintos problemas.

En ese sentido, deseo agradecer aquí también la


disposición al diálogo permanente de tres autoridades
sectoriales con las que trabajamos día a día: el ministro
de Minería, Santiago González, la subsecretaria de
Minería, Verónica Baraona, y el vicepresidente
ejecutivo de Enami, Jaime Pérez de Arce. Ellos han
tenido desde el comienzo de su gestión las puertas
abiertas para nosotros y, naturalmente, nuestras puertas
también estarán siempre abiertas para ellos.

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En cuanto a la pequeña minería, por razones
obvias, ésta concentra parte importante de nuestras
energías, particularmente con el objetivo de generar un
entorno favorable para su desarrollo. En esa
perspectiva, hemos trabajado con la autoridad para
otorgar un crédito de sustentación -que también
benefició a la mediana minería- y que ha permitido
enfrentar la brusca caída en los precios que se produjo
a partir de septiembre del año pasado. Hoy, gracias a
los mejores precios del cobre, los productores ya están
devolviendo el préstamo de sustentación que
recibieron a partir de noviembre, demostrando que se
trata de un mecanismo eficiente.

Nuestro interés por este sector va más allá.


Recientemente la Fundación SONAMI se adjudicó,
junto a más de 30 instituciones públicas y privadas,
importantes recursos estatales para la ejecución de un
proyecto de educación y promoción del sistema de
pensiones entre nuestros asociados de la pequeña
minería. Esto, sin duda, permitirá mejorar la
información con que cuentan los productores de menor
escala, permitiéndoles conocer en profundidad los
beneficios del sistema.

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Este es el espíritu que, como entidad gremial con
casi 126 años de existencia, nos mueve en nuestra
relación con nuestros socios. Y es también el espíritu
que reconocemos al entregar los premios San Lorenzo
a quienes destacamos por su labor en la industria
minera regional.

Por eso, quiero aprovechar esta ocasión para


felicitar a quienes han sido galardonados por su
contribución al desarrollo de la Región de Antofagasta:
el dirigente Aldo Moraga Brito, la compañía Minera
Mantos de Luna y la Fundación Minera Escondida.
Igualmente, deseo extender mis felicitaciones a
quienes han recibido los premios “Mujer destacada en
minería”, que entrega anualmente el ministerio del
ramo.

A todos ellos, nuestro especial reconocimiento


como Sociedad Nacional de Minería y, estoy seguro
también, el de todos quienes aquí nos acompañan.

Estimadas autoridades, amigas y amigos mineros,


nuestra patria se encuentra a un paso de celebrar su
Bicentenario, y la minería continúa dando sólidas
muestras de ser la gran impulsora de nuestra economía
y de nuestro desarrollo social y humano. Tal como lo

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hicieron en esta tierra quienes nos precedieron, los
invito a continuar entregando toda nuestra energía y
nuestros mayores esfuerzos para mantener a la minería
en el alto sitial en que se encuentra.

Muchas gracias.

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