INTRODUCCIÓN

... el Evangelio no puede arrinconarse en iglesias

vacías de pueblo. Muchos han dejado de ser es-
pectadores, otros comienzan a cuestionarse, todos
preparan sin saberlo el Concilio.
Juan XXIII recoge el desafío histórico de una ge-
neración.
NORBERTO HABEGGER
Aún caminan contigo, / aún caminan conmigo, / los
que nunca se fueron, / los que nunca se han ido. /
Hasta el fin de los tiempos, / los desaparecidos, /
los compañeros nuestros, / nuestros seres queridos
TERESA PARODI

El avión aterriza en el aeropuerto de Río de Janeiro con la carga que el

Grupo de Tareas acecha. ¿Sospecha el hombre que lo están esperando?
¿Todavía se agita un fantasma en su estómago, en cada frontera, oculto
en su falsa identidad? ¿O una vieja rutina lo acompaña, como el traje
de ejecutivo que viste desde hace arios? Antes de partir de México le ha
confiado a Flora —su ex mujer, madre de su hijo— que su pasaporte falso
ya dura demasiado, que el hombre que ha sido por dos años dejará de
existir luego de este viaje. Le pesa este Héctor Esteban Cuello, el joven
empresario que recorre mundo en viaje de negocios. Ha andado mucho,
demasiadas fronteras, tanto que se ha tornado demasiado peligroso. Tam-
bién le cuenta que no volverá a la Argentina por un tiempo, así que no
espera —probablemente— ser detenido en Brasil, ni sospecha la trampa que
le han preparado argentinos y brasileños. Flora sabrá luego que a aquella
coordinación represiva la llaman "Cóndor". Hace años que lo acosan; no se
 FLORA CASTRO • ERNESTO SALAS
trata de un desconocido sino de un jetón, con trayectoria. Lo han buscado
desde el principio, pero el "Cabezón" es escurridizo. Ahora está allí, bajando
del avión, creyendo que lo protege el saberse en un país extranjero. Flora
lo ha notado flaco, demacrado; ahora recuerda que en su viaje anterior el
"cabezón" le había contado que su última compañera —la "Negra"— había
caído, que la habían secuestrado, que hace tiempo que no sabe nada de
ella. Es su grupo el que lo convoca a Río, sus compañeros, sus contactos.
Norberto Habegger se encamina hacia la cita envenenada sin saberlo. Ha
pensado tantas veces que esa era la última. Ahora lo es.
El 1° de agosto de 1978 en el aeropuerto, o un tiempo después por las
calles de Río de Janeiro, o en una cita, Norberto Habegger, el "Cabezón",
fue interceptado por tropas militares brasileñas que lo secuestraron. En
el legajo 1713 de la Comisión Nacional de Desaparición de Personas
(CONADEP) se encuentra el testimonio de Flora Castro sobre la denuncia
de su desaparición. Por algunos indicios que recogió con los arios, Flora
cree que fue trasladado inmediatamente a Buenos Aires por el GT/2 del
Ejército, y hundido en el centro de detención clandestino "El Banco". De
todas maneras, el destino de Norberto todavía no ha podido ser aclarado.
No hay testigos. Se lo tragó el horror, como a tantos otros. Luego del
secuestro, desapareció sin rastro, sin huellas, para siempre.
Unos meses antes, Habegger había dirigido una carta al episcopado
argentino con fecha 18 de abril para informarlos de la propuesta de pa-
cificación de Montoneros. En ella les expresaba, como conclusión, que:
"No vamos a renunciar a la lucha. Es nuestro imperativo como argentinos,
peronistas y montoneros y para muchos de nosotros también una obli-
gación como cristianos: la fidelidad a un mensaje bíblico que se encarna
en las justas aspiraciones de los perseguidos, de los proscriptos, de los
pobres"'. Seguía siendo para él, luego de largos años de compromiso
político, su opción por la Iglesia de los explotados, la del testimonio cris-
tiano, la opción —como había dicho quince arios atrás en la democracia
cristiana— de una "generación comprometida".
En las antípodas, el 29 de mayo, en la conmemoración del día del
Ejército, el general Videla también se manifestó devoto de Cristo e invocó
"la protección de Dios Nuestro Señor, por mediación de su santísima
madre, Nuestra Virgen Generala, para que nuestras armas puedan seguir
velando con honor el futuro de grandeza que todos los argentinos desea-
mos en paz y libertad". En el mismo acto, el general Ibérico Saint-Jean
afirmó que contaban "con la razón, los hechos y la historia, solo hace
1 Norberto Habegger: "Carta al Episcopado", 18 de abril de 1978.
NORBERTO HABEGGER: CRISTIANO, DESCAMISADO, MONTONERO
falta [...] un profundo sentido nacional para imponer nuestro cristiano
sentido de la vida". El "cristiano sentido de la vida" como lo llamaban los
generales, contaba con el apoyo explícito de la mayoría de los obispos
de la Iglesia Católica, que los acompañaron y alentaron en decenas de
actos en los que se expresaron a favor de la limpieza ideológica y a favor
del orden occidental y cristiano en el que ambos se habían embarcado.
Lo que aquí va a contarse es la historia de una paradoja, la de los
cristianos comprometidos con las causas revolucionarias y antidictato-
riales de América Latina en el marco de una jerarquía, la más de las
veces, comprometida con el sostenimiento del orden que aquellos querían
cambiar. En el caso de Norberto Habegger, vamos a contar su devenir
desde la democracia cristiana hasta las opciones revolucionarias dentro
del movimiento peronista, junto con las razones de su adhesión a dicho
movimiento. Tal vez su vida sirva para ejemplificar aún más algunos
aspectos negados de lo que fue el compromiso de muchos cristianos con
la causa revolucionaria argentina y latinoamericana y las alternativas
que para algunos se pusieron en juego cuando entraron a formar parte
de las guerrillas.
Se trata también de preguntarse acerca de los significados de las
creencias religiosas en la conformación de las culturas en ocasión de
agudos conflictos sociales y políticos al interior de una sociedad deter-
minada. En el discurso que pronunció con motivo de recibir el Premio
Nobel de literatura, al referirse al tema de las guerras religiosas, pre-
sente en su obra de teatro In nomine Dei, José Saramago señaló que
en el conflicto entre anabaptistas y católicos en el siglo XVI "[...] no se
trataba de una guerra en nombre de dos dioses enemigos sino de una
guerra en nombre de un mismo dios"; y que esto era un absurdo pues
"...las religiones nunca sirvieron para aproximar a los hombres y que
la más absurda de todas las guerras es una guerra religiosa, teniendo
en consideración que Dios no puede, aunque lo quisiese, declararse
la guerra a sí mismo..."2. Esas paradojas nos sirven para pensar estas
otras: la que une a muchos torturados, muriendo en el compromiso
cristiano, y a sus torturadores, masacrándolos en nombre del mismo
Dios. En una primera aproximación, nos parece que en el campo de la
lucha cultural solo puede partirse de la común experiencia de un campo
semántico determinado. Lo que permite el cambio es la reapropiación
de significados dotados ahora de una nueva significación.
2 José Saramago: Discurso de aceptación del Premio Nobel, 1998, en: http://www.
geomundos.com/cu aura/poema ncipado/discurso-de-aceptacion-del-prem io-nobel-
1998jose-saramago_doc_10757.html.
 FLORA CASTRO • ERNESTO SALAS
Se ha escrito mucho sobre las vertientes católicas que nutrieron las
filas de la guerrilla montonera en los comienzos de los setenta. Felizmente,
estos estudios han desalentado las ridículas versiones conspirativas que
circularon por arios como explicación válida para los orígenes de esta
organización. Entre otros, conocemos mejor los núcleos católicos de
Córdoba, Buenos "Aires y Santa Fe que crearon los primeros grupos de
Montoneros en las postrimerías de los años sesenta3. Algunos autores han
indagado también, dentro de esos orígenes, en la militancia del grupo
Camilo Torres, llamados los "Camilos" quienes, bajo el liderazgo de Juan
García Elorrio y Casiana Ahumada, editaron por años la emblemática
revista Cristianismo y Revolución, órgano de expresión no solo de los
grupos cristianos revolucionarios sino de la izquierda armada en generar.
Sin embargo, los grupos organizados por Norberto Habegger y otros
jóvenes que provenían de la Democracia Cristiana no solo no han sido
estudiados sino que las escasas referencias que los nombran han sufrido
diversas tergiversaciones que es necesario aclarar. Pese a que sus orígenes
aún permanecen en tinieblas, muchos de los miembros del grupo Descami-
sados fueron luego destacados dirigentes montoneros desde el comienzo
hasta la decadencia de la guerrilla, la que coincidió con la muerte de sus
dos máximos exponentes, Norberto Habegger y Horacio Mendizábal.
ARRECIFES. Los PRIMEROS AÑOS
Corre 1941 y el mundo está en guerra. Argentina permanece neutral en
la contienda porque la oligarquía que gobierna mediante el fraude desde
1930 tiene sus principales negocios con Gran Bretaña, que necesita más
que nunca abastecimiento. Como los barcos neutrales no son atacados,
ahora la Argentina tiene flota propia. Pero la guerra tiene consecuencias
directas en la economía del país, que produce más pero cobra menos.
Falta el carbón -que se importaba desde Inglaterra- para las locomotoras
y las usinas, por lo que el gobierno compra la cosecha de maíz para ser
quemada en las calderas de los ferrocarriles. Lo que, al mismo tiempo,
es un pingüe negocio para los dueños de la tierra, dado que no pueden
exportarlo. En cuanto a la política, la década de 1930 es la del fraude
oligárquico, la llamada "década infame". En 1938 llega a la presidencia
-también en elecciones fraudulentas- Roberto Ortiz que prometía a los
3 Para una detallada cronología de los grupos del universo católico que confluyeron
en Montoneros, ver: Lanusse, Lucas: Montoneros, el mito de sus 12 fundadores,
Buenos Aires, Vergara, 2005.
4 Ver Gustavo Morello: Cristianismo y Revolución, Buenos Aires, Editorial de la
Universidad Católica de Córdoba, 2003.
-12-
NORBERTO HABEGGER: CRISTIANO, DESCAMISADO, MONTONERO
radicales acabar con la trampa electoral si él mismo era electo por ese
medio. Pero un tiempo después, en 1942, el agravamiento de su diabetes
lo obliga a delegar el poder en manos del vicepresidente Ramón Castillo,
quien reinstala el fraude oligárquico y alienta la posibilidad de repetir el
mi a de facto en las futuras elecciones presidenciales. /9 ¿y /
n pueblo rural de la pampa húmeda, el 9 de agosto, /
engLhogaLdArmando Habeger Tobbler y María Mercedes Gómez
Berterrey, na,ce Norberto. su primer hijo Armando era, por ese enton-
ces, elj dii OfirinadRntayii niiijerMríajy1ercedes.maestra
de labores de las escuelas de la ciudad. En ese entonces vivían en una
casa en los fondos de la oficina que Armando dirigía. Pese al apellido
suizo alemán, los Habegger son, en el momento del nacimiento de
Norberto tercera generación de argentinos, venidos con las primeras
inmigraciones de fines del diecinueve y desparramados por los pueblos
de las provincias de Entre Ríos y Buenos Aires.
Para una clase media pueblerina, la vida social de Arrecifes, como la
de muchas otras comunidades similares, se desarrolla entre los clubes
y la parroquia. Pese a que la familia de Armando es luterana, la de-
voción de María Mercedes en el catolicismo se impone. Por lo que, los
Habegger -Armando con menos frecuencia-, son una familia católica
practicante, de misa dominical y militancia en la Acción Católica. De
allí, que resiJite natural que Norberto y sus hermanos frecuenten la
iglesia desde chicos. En 1942, nace Jorge, y en 1945, Gustavo.
Fn 1957,suando Norberto tiene solo dieciséis años y está cursando el
secundario en el Colegio Nacional de Arrecifes, su padre Armando muere
sorpresivamente de un ataque cardíaco. La muerte del padre inaugura
tiempos más difíciles. María Mercedes y sus - 7e1 .Th-iWUe-Fei'S-
laalonar
la casa del encargado de Rentas y se mudan a la casona familiar de los
Berterrey. Como es el mayor de los hermanos a Norberto lo acecha la
responsabilidad, por lo que, aparte de estudiar, instala una pequeña
imprenta casera para acercar unos pesos a la economía propia y familiar.
7--En la parroquia milita en la Acción CatóliZbde la mano de quien será
su amigo y confidente, el padre Horacio Cadel. Pero al mayor de los
Habegger la política le 'tira, y también participa en el club deportivo y
cultural "Ricardo Gutiérrez", donde es electo secretario. Sumado a ello
comienza su militancia secundaria entre los grupos católicos, organizando
agrupaciones de su colegio. Es ahí, en los primeros pasos de la poli-
las —
mm o Razzoti y juntos entrarLde lleno
a la democracia cristiana, ej ,j,jbrriente i era a por oracio Sueldo.
Para esa fecha, Tá-13emocracia Cristiana era un partido joven. Si
bien es cierto que desde fines del siglo XIX y durante la primera mitad
-13-

FLORA CASTRO • ERNESTO SALAS
--f) -C-7-
: -
( del siglo XX hubo diversas agrupaciones políticas que se denominaron
/ cristianas, todas ellas tuvieron una vida efímera o eran independien-
tes entre sí. Pero hacia 1954, varios núcleos cristianos, entre ellos el
dinámico grupo cordobés de Horacio Sueldo, se reunieron en Rosario
y formaron una Junta Promotora que fue la base inicial del Partido
Demócrata Cristiano. Entre sus principales dirigentes se encontraban
Manuel Ordóñez, Oscar Puiggrós, Ambrosio Romero Carranza, Salvador
Busacca, Lucas Ayarragaray, Jaime Potenze y Jorge L. García Venturini.
Fue en el momento en que el peronismo comen.zaba-st
Vaticano y con la Iglesia Católica argentilaa-La-ocasi formación.
/ del partido fue, sin lugar a dudas, la intensa oposición de estos sectores
._a la política de Perón, que carrninó al ario siguiente con la participación
de los dem-oc is iános en los sangrientos sucesos que lo derrocaron
y que lo llevaron por diecisiete arios al exilio. Debido a su adhesión al
golpe militar fueron convocados a participar en la Junta Consultiva de
la Revolución Libertadora, un organismo civil de apoyo a los militares
que estaba formada por integrantes de los partidos políticos que habían
aprobado el asalto al Estado. La Democracia Cristiana nominó entonces
a Manuel Ordóñez y Rodolfo Martínez (h). En 1957 también participa-
ron en las elecciones del gobierno de facto para integrar la Convención
Constituyente que reinstalaría, reformándola, la Constitución de 1853.
El hecho no pretendía sino dotar de algo de legitimidad a la anulación de
hecho de la Constitución peronista de 1949. En este caso la democracia
cristiana también aceptó la convocatoria y logró ocho convencionales.
Pero un par de arios después, motivados por el creciente rechazo en
las filas de la democracia cristiana al gobierno de Arturo Frondizi, las
posiciones más económicamente liberales y antiperonistas del partido
comenzaron a cambiar. El motivo principal parece haber sido la conso-
lidación de la línea interna liderada por Horacio Si leido, más decidida-
mente popular y que reclamaba-del...gabiemo el cese de la proscripción
política del peronismo. La "Línea de Apertura" o "Lista Verde como se
llamaba la corriente de Sueld comenzó a cuestionar las políticas más
conservadoras del partido y a acercarse decididamente a la conquista de
los votos peronistas. Guillermo Gallo Mendoza cuenta que muchos mili-
tantes de la DC, ya a comienzos de los sesenta, se sentían muy alejados
de las posiciones conservadoras de dirigentes como Lucas Ayarragaray
o Manuel Ordóñezs. El proceso del ascenso de Horacio Sueldo a la dirar,-
I ció~aria fue también el proceso de izquierdización de la juventud
5 Entrevista a Guillermo Gallo Mendoza, 29 de marzo de 2009.
_14_
NORBERTO HABEGGER: CRISTIANO, DESCAMISADO, MONTONERO
del partido que lideraron Domingo Razzoti, Norberto I labegger, Raúl
Magario, crge Iviend-Ey otros jóvenes cristianos.
LAICA O LIBRE
La participación en la vida política nacional de los jóvenes católi-
cos del Colegio Nacional de Arrecifes y de otras localidades cercanas
sobrevino cuando se vieron envueltos en flicto acerca de la li-
bertad de enseñanza 17-711 se u mitad de 1958 El desarrollo de los
acontecimientos que llevaron al enfrentamiento entre los partidarios de la
"laica" 44 59 e comenzado unos arios antes. Mediante el
artícu tetado por el ministro de Educación
de la er a ora, ho Dell' Oro Maine, el gobierno del ge-
ne Aramburu había establecido que la iniciativa privada podía "crear
universidades libres" y que ellas estarían "sápacitadas para expedir
títulos habilitantes", siempre que se sometieran a algunas condiciones
que debían reglamentarse. El artículo provocó no pocos debates aunque
sus efectos fueron limitados, dado que la r_.L •-. .ción que preveía
no se realizó. Sin embargo, durante el a ron creadas las
principales universidades confesionales, la jesuita del Salvador y la
Universidad Católica Argentina. Si se regfirrilrirába la capacidacriiár" -a
el otorgamiento de títulos habilitantes se acababa con el monopolio
estatal universitario y se *Iría la intervención de la Iglesia Católica en
la educación superior. Tres años después, en el inicio de su gobierno y
pese a las críticas que recibió, Frondizi decidió reglamentar el artículo
28 y desató el conflicto entre los que apoyaban la enseñanza libr— e,
e.ncabezados por grupos católicos militantes, y los que defendían -
el
monopolio estatal, a la cabeza de los cuales se colocó el rector de' la
Universidad de Buenos Aires, Risieri Frondizi, casualmente hermano
del presidente de la República.
Lo que para muchos, particularmente para los católicos, significaba
la libertad de elegir entre un abanico mayor de opciones, para otros
-los laicistas- el enfrentamiento radicaba en impedir la influencia de la
Iglesia en ámbitos que hasta aquí le eran ajenos. Los combates calleje-
ros entre los "laicos" y los "libres" se multiplicaron. Después de duros
enfrentamientos entre ambos bandos, que dejaron heridos y contusos,
quedó claro que en las calles unos enfrentaban a "los curas" y los otros
a los "comunistas". Mientras los universitarios marchaban al ritmo de
"Arturo, coraje, a los curas dale el raje" los católicos apelaban a las
consignas de "Laica es Laika". Recientemente, la Unión Soviética había
lanzado al espacio con éxito a la famosa perra "Laika".
-15-
 NoRBERIO HABEGGER: clusriANO, DESCAMISADO, MONTONE1:0
SALAS - -
FLORA CASTRO • ERNESTO
dizábal, Raúl Mawrio y, en menor medida, el "Pelado" Roberto Perdía.
artículo 28 y garantizó la ense-
Finalment el Congreso derogó el muchos estudiantes
Fue este quien recordó para nosotros los primeros años de Norberto en
mediante la ley 14.557. Para la Capital. Perdía era de Pergamino, una ciudad cercana a Arrecifes, y
ñanza superior • ivada transcurso de los
,católicos fue el co " u organización Durante el militaba también en la Democracia Cristiana, en el frente universitario.
Razzoti organizaro s-Ociación
enfrentamien s, Norbertos °mingo que Habegger Ya en Buenos Aires lo recuerda trabajando junto a Razzoti en el local de
de Arrecifes (AESA), en la la calle Ayacucho: "Éramos la banda di amos más de izquierda y pro
e_ Estudiantes Secundados la ley de Fr_or
. Tiempo
electo secretario general, para apoyar Estudiantes peronista ese grupo" . ambién recuerda que Horacio Mendizábal era
fue organización de la Federación de el responsable de la JQC en la Capital. En el grupo también militaban
después contribuyeron a la Buenos Aires. La
que agrupaba a los colegios de la provincia de la Jorge Bernetti y el "Pilo" José Octavio Bordón. Muchos de los jóvenes
Libres congreso realizado en Corrientes,
organización nacional se creó en un provincianos compartían además un departamento en la calle Canning,
Libres, y Norberto fue nombrado
Confederación Argentina de Estudiantes católicos de todo
algunos de manera permanente mientras que otros vivían allí durante al-
se conectaron con jóvenes gún período. Norberto compartió ese departamento durante unos meses
su tesorero. En poco tiempo estos grupos
organización nacional. Muchos de desarrollar y _ertrz.2962 y 1963. Pero el estudio y la militancia no pagaban la estadía
el país y lograron una para
con la que contarían ni las cuentas Ljo do de que en Arrecifes había comenzado
serían luego la base de apoyo demócrata cristiana6.
a trabajar elig Banco Nación, logrelai_traslado a una sucursal de la
lograr el apoyo de la juventud 1958, Habegger y
Contemporáneamente a estas luchas, también en al Partido
Ca e conservó durante varios arios.
juvenil en Arrecifes para adherir luego de varias elecciones parciales, ,elgrupo de Habegger
Razzoti formaron un grupo alejó
a la política partidaria los
Demócrata Cristiano. Su dedicación de la militancia en la Acción y Razzotj ganó la dirección de la Junta Ejecutiva Nacional de la Juven-
progresivamente del activismo estudiantil y chico tud Demócrata Cristiana. Domingo Razzoti fue nombrado presidente y
hermanos recuerdan al Norberto de entonces como un Norberto Habegger Secretario General, Completaban el secretariado
Católica. Sus vehemente cuando se trataba de
apasionado por la política, discutidor,
preocupado por la cuestión social. El
Raúl Magario por Santa Fe, Jorge Méndez y Raúl González. En poco
defender a los trabajadores y muy recuerda tiempo habían llegado a lugares de decisión en el partido, de la mano
de la parroquia del pueblo, lo de la lista Verde o Línea de Apertura que lidreah Horacio Sueldo.
padre Cadel, su confesor y amigo adelante de todos"7.
todos pero estaba más Todos ellos comprendieron la responsabilidad que tenían de llevar
como "un joven que iba con ojos.
comenzaba a agitarse ante sus adelante su compromiso político cristiano. Hubo múltiples factores que
Para Norberto, el mundo
influenciaron en las acciones de muchos católicos por aquel entonces.
UNA GENERACIÓN COMPROMETIDA Los analizamos después. Por ahora, importa que los jóvenes cristia-
de los Habegger se nos fueron atraídos poco a poco a las luchas del movimiento popular
ó el secundario, el mayor
casi obligado para muchos jóvenes pro- mediante un acercamiento al peronismo proscripto y a las huelgas
trasladó a Buenos Aires estino eocupación de sus
vincianos inquietos por el estudio o movidos por la pr que liderAa el movimie—to n obrero del mismo signo. Sin embargo, el
Aires era la meta y_Norberto no fue la vuelco fun dios de los jóvenes demócrata-cristianos
padres de verlos progresar. BUCTIOSderecho en la Universidad. Además, la fueron las. que el partido presentó la fórmula
excepción, su objetivo era estudiar mayor
lo fue poniendo en cargos de Mater.a-Sueldw
,
militancia en la democracia cristiana su tiempo. A
parte importante de Las Fuerzas Armadas, que nunca habían abandonado su capacidad
compromiso, lo que le ocupaba una siendo un
el joven de Arrecifes seguía de veto político, derrocaron a Arturo Frondizi en febrero de 1962 luego
pesar de estar en Buenos Aires,
electoral de la provincia. Por esos - de que los peronistas —habilitados por primera vez desde 1955— ga-
referente de la segunda sección referentes
contacto con varios de los futuros naron las elecciones de la estratégica provincia de Buenos Aires y de
militancia partidaria lo puso en Men-
Sordo De Gregorio; Horacio otros distritos importantes. Pese a que Frondizi presintió lo que venía
políticos de Montoneros: Oscar "el
•

noviembre de 2003. 8 Entrevista a Roberto Perdía por Flora Castro, 10 de julio de 2003.
6 Entrevista a Domingo Razzoti,
Flora Castro.
7 Testimonio de Horacio Cadel a
—17—

1 1 ORA CASTRO • ERNI6'10__._...
SALAS . _
e intentó parar el golpe militar mediante la anulación de los comicios,
los militares y sus apoyos civiles igual lo desplazaron de la presiden-
cia colocando en su lugar a un hombre dócil y de escaso ascendiente
político, el presidente del Senado a cargo de la vicepresidencia, el
senador José María Guido, quien se prestó a la comparsa dictada por
los generales. Luego de unos meses, para legitimar la asonada, fueron
llamadas nuevas elecciones nacionales cuidando que esta vez el pero-
nismo permaneciera efectivamente proscripto.
Varios entrevistados recuerdan el fuerte impacto que provocó esta
elección en la vida de la democracia cristiana. El hecho más novedoso
fue que I Ioracio Sueldo, desde la direzeión déla DC, decidió incorporar
en la fórmula presidencial a Raúl Matera, un neurocirujano de fama
reconocida y dirigente de la rama política del movimiento peronista a
quien Perón tildaba por ello de "neuroperonista". En la DC, esta línea
representaba lo que una parte de las bases del partido estaba haciendo
con la aceptación de la hegemonía del movimiento peronista en las luchas
sociales y políticas. Guillermo Gallo Mendoza recuerda que ellos habían
constituido dentro del partido el Movimiento de Avanzada Popular, que
comenzó a entablar relaciones con las líneas sindicales del peronismo y
participar de la dinámica de la resistencia9.
Luego de siete años de proscripción, el peronismo había superado
los intentos de anularlo, reprimirlo o integrarlo en un posible orden
político posterior a Perón. Lo que demostró el veto militar de 1962 al
desplazar a Frondizi del gobierno fue que el peronismo, si no poseía la
capacidad de provocar una insurrección popular para acceder al poder,
conservaba una fuerte popularidad que hacía inviables los proyectos de
sus enemigos. Ello provocó que muchos de sus antiguos adversarios, a
medida que pasaba el tiempo, comprendieran que el peronismo era un
fenómeno más persistente que lo que muchos de ellos, hasta hacía poco
tiempo, habían estado dispuestos a reconocer.
Cuando el gobierno títere de Guido accedió a una nueva proscripción,
resultó obvio paya Horacio Sueldo que los votos peronistas podían 53.1
un objetivo a conseguir. Raúl Matera era uno de los tantos dirigentes
políticos del Movimiento, aunque tenía escaso contacto con las bases del
peronismo, y era considerado por John William Cooke como parte de
la burocracia que inmovilizaba al movimiento y desalentaba sus capaci-
dades combativasi". De todas maneras, Sueldo y los jóvenes del partido
9 Entrevista a Guillermo Gallo Mendoza, 29 de marzo de 2009.
i° Ver: Artículos periodísticos, reportajes, cartas y documentos. Obras Completas
John William Cooke, tomo III, Buenos Aires, Colihue, 2009.
-18-
3i)
NORBERIO HABEGGER: CRISTIANO, DESCAMISADO, MONTONERO
---------•- ------•
( entendieron en aquel momento que la fórmula con Matera resultaba la
t'arma más efectiva de cuestionar la política de prosc y, al mismo
¡lempo, promavían que los viz2tos peronistas afluyeran hacía ellnq Resul-
taba indudable que la candidatura de Raúl Matera sería objetada por los
militares. Sin embargo, los democratacristianos prepararon varios actos
de campaña, entre ellos un masivo encuentro en la ciudad de Rosario,
que los concurrentes estimaron en treinta mil personasn. Ello los acercó
aún más a algunos grupos de peronistas, sobre todo sindicales, con los
que trabajaron codo a codo durante un tiempo. Pero inmediatamente
después del acto, la candidatura de Matera fue prohibida y él no la
mantuvo sino que renunció a la misma. Roberto Perdía recuerda que:
"Nosotros veníamos proponiendo con fuerza el tema de que la DC hi-
ciera el acuerdo con el peronismo y habíamos ganado". Algunos grupos
plantearon entonces la auto proscripción del partido en las elecciones y
se sintieron dg_silusionaaps wando Sueldo decidió, a pesar de todo, la
concurrencian. Muchos militantes fijan esta fecha como el comienzo cíe
la ruptura con la Democracia Cristiana; su acercamiento al peronismo los
ilusionaba con ser parte de las luchas populares, pero los desilusionaba
vamente de los objetivos de su partido. "Me acuerdo -sigue
Perdía-
• - ue nos juramentamos que lo que de ahí en adelante haríamos
erná- DC era que el peronismo pudiera acceder a que se le abran las
puertas y esa era nuestra función ahí adentro [...] Yojc e_s_pulune_fulal_
norte. "guió en Democracia Cristiana"13.
Para Habegger, los últimos años en la juventud demócrata cristiana,
7/ fueron los más intensos de su vida política partidaria. No solo realizó va-
rios viajes al exterior en su calidad de secretario general del movimiento,
sino que la dirección de la juventud cristiana organizó varios "Encuentros"
nacionales que fueron definiendo una nueva línea en consonancia con
/las transformaciones que se producían en la Iglesia a partir del papado
de Juan XXIII y la realización del Concilio Vaticano II. En 1963 se realizó
n Rosario el Congreso Nacional de la Juventud Demócrata Cristiana. La
va elabor do con el nombre de
Hacia el encuentro del joven argentir4l documentoiiacía hincapié en
el cambio de las estructuras que afectaban la digfil-Snumana, ubicaba
a los jóvenessle la DC en "la línea popular y nacional" y reafirmaba la
vocación revolucionaria "que es vocación por ser un llamado de lo más
11 Entrevista a Domingo Razzoti, noviembre de 2003.
12 La fórmula demócrata cristiana obtuvo 434.823 votos, el 4.48% de los sufragios
y logró algunos diputados nacionales,
13 Entrevista a Roberto Perdía, 10 de julio de 2003.
-19-
 FLORA CASTRO • ERNESIO SALAS
profundo (I(' nuestro ser y es revolucionaria porque va dest nada a lograr
Cimblo del actual "orden", que es el "desorden e 4
Un litio después, en abril, dieron aconocer una
rieración comp~ticla-'s. El documento fue redactado en su mayor
1,.ii te por la pluma de Habegger y pretendía una mirada desde los jóve-
nes cristianos sobre el conjunto de la realidad nacional y de las posibles
alternativas para el partido en la coyuntura. El documento declaraba el
convencimiento de que los jóvenes de mediados de los sesenta estaban
16~ a asumir un compromiso como generación. A la luz de los
acontecimientos posteriores que los tendría como protagonistas, no
deja de llamar la atención que propusieran el cambio revolucionario de
las estructuras de poder capitalistas, la modificación del régimen de la
propiedad privada, del marco político-jurídico, del ámbito educacional-
cultural; "es decir, toda la estructura nacional". Para los jóvenes cristianos
la construcción de la nueva sociedad debía tener como centro la per-
sonalización del hombre, una sociedad en que "la comunidad fraternal
sea una realidad en crecimiento". Para ello Propusieron la producción
"en función de las necesidades humanas", una mayor intervención del
Estado en la vida económica, social y cultural del país; la nacionalización
de los sectores clave de la economía; la propiedad comunitaria de los
trabajadores sobre los bienes de producción, considerando la propiedad
personal "sobre los bienes de uso [...] y sobre los bienes de producción
de carácter individual o familiar (artesanal, pequeña propiedad agrícola,
etc.)". En esencia, "liquidar la odiosa e injusta división de trabajadores
y capitalistas, marchando hacia una sociedad sin clases". En cuanto a
las formas de la democracia, critican la democrac do
el artículo "Principios de una política humanista"
proponen "la estructura corporativa de las asamb eas po
forma auténticamente representativa de la Nación en asuntos económicos
culturales, educacionales y morales.
Para la realización del "cambio de estructuras" el documento admitía
tres modos distintos: una evolución gradual ("sin ruptura con la realidad
presente y como continuidad de los regímenes imperantes), un cambio
general profundo y rápido ("mediante el reemplazo de los regímenes
14 Movimiento Nacional de la Juventud Demócrata Cristiana Argentina, Mesa
Directiva Nacional 1962-1963: "Hacia el encuentro del Joven Argentino". Archivo
Flora Castro.
15 Movimiento Nacional de la Juventud Demócrata Cristiana
Argentina, Junta Eje-
cutiva Nacional: "Manifiesto de una generación comprometida", Argentina, 1964.
Los entrecomillados que siguen pertenecen a este documento.
-20-
NORBERTO HABEGGER: CRISTIANO, DESCAMISADO, MONTONERO
imperantes [...] en el marco de respeto a la libertad"), o una revolución
violenta ("que suprima los regímenes imperantes y se construya una
nueva realidad y un nuevo régimen"). El primero -opinaban-- es el
esquema en el que se maneja el Partido Demócrata Cristiano, y tiene
que ser aprovechado con el único propósito de "echar las bases de
una profunda transformación". O sea, solo como una instancia de
acceso al poder mediante elecciones. La segunda alternativa -cambio
profundo con respeto por la libertad- era el planteo elegido por los
jóvenes de la DC, aunque no planteaban nada acerca de las formas de
su realización. Es Por ello que no renegaban de las formas violentas
de fa revolución, aunque advertían que existen circunstancias en que
la imposición violenta "constriñe el ejercicio de la libertad"; dado que,
una vez alcanzado el poder, "la violencia se hace presente para ahogar
cualquier resistencia". Io hay revolución violenta sin víctimas inocentes,
dice el documento. Sin embargo, continúa, hay regímenes agresores
que -"introducen tales males e injusticias que pueden considerarse
como un atropello a la dignidad humana para una considerable parte
de la población". En tales casos "la revolución violenta no introduciría
nuevos o mayores males y_p2clría llegar a ser, el único camino para
suprimirlasl'. La declaraciók—.e,s_de 1964 y señala el ambiente de ideas en
que se desarrollará la segunda mitad de los sesenta y principios de los
setenta. Lo que viene no es una tormenta en un día de sol. Se presenta
de muchas maneras en las ideas de diversos sectores juveniles, bastante
antes de que la misma arrase el orden conocido hasta entonces.
También durante 1964 Norberto se convirtió en asesor del grupo
dls_liputados que habían ingresado al Congreso en las elecciones de-
1963. Ese año, escribió un artículo para el Congreso Ideológico Nacio-
nal del Partido con el título "PL9Tiedad personalista y socialización de
la Propiedad"16 que fue la base del proyecto de reforma de la empresa-
presentado- por el diputado Jorge Guaico ese mismo año en la Cámara
baja. El proyecto se proponía la "participación de los obreros en la ges-
tión, en los beneficios y en la propiedad de las unidades comerciales y
productivas". En concreto, significaba la implementación de consejos de
empresa que en sus primeros dos años tendrían "funciones consultivas y
de colaboración en materia social y laboral". En una segunda etapa esos
consejos tendrían facultades resolutivas para, por último, extender sus
facultades "a los temas vinculados con la gestión económico-financiera
de cada industria o comercio que ocupe a más de cincuenta personas,"
16Norberto Habegger: "Propiedad personalista y socialización de la propiedad",
Buenos Aires, octubre de 1964, archivo de Flora Castro.
u FLORA CASTRO • ERNESTO SALAS
Los trabajadores participarían progresivamente de las utilidades en una
proporción del 35%. También consideraba la expropiación del 20% de
los "derechos y acciones de toda sociedad donde el capital supere los
500 millones de pesos o cuyo personal exceda de las 300 personas17.
Fue entonces que Norberto comenzó a entender cómo era el mundo
católico que luego reseñaría en sus libros. El proyecto escandalizó a los
sectores ultra conservadores de la revista de Beccar Varela, Cruzada,
quienes para defender sus posiciones citaban a Pío XI: "No se puede ser
un buen católico y, a la vez, un verdadero socialista" —decían. La revista
embistió contra los demócrata-cristianos y no solo eso, el martes 15 de
diciembre colocaron mesas en la calle Florida para recaudar firmas en
contra del proyecto que, en nombre del cristianismo —afirmaban—, se
permitía avasallar la propiedad privada. El diputado Jorge Guaico, que
había presentado la idea, se acercó al lugar y los increpó a los gritos:
—¿Quién paga esta campaña?—. Como nadie le contestaba, les vociferó
que estaban pagados por el dinero de los supermercados Minimax,
dado que Beccar Varela atendía los intereses del grupo en su estudio
jurídico. Consultado sobre el tema, Habegger explicó que la iniciativa
tendía "a modificar la estructura capitalista de la empresa, concebida
en la unilateralidad de la posesión de los medios de producción"18 La
revista Primera Plana lo calificó como "el brioso Habegger", tenía apenas
23 años. El proyecto no se discutió nunca en las Cámaras, pero resulta
relevante para considerar el pensamiento de Flabegger a mediados de
los sesenta. De la lectura de ambos documentos se deriva que Norber-
to demostraba conocer la doctrina social de los Papas y que se sentía
conmocionado por la lectura de los documentos que la Iglesia Católica
había estado produciendo, las encíclicas de Juan XXIII y luego de Paulo VI
acerca de la función social de la propiedad. Se cerc o durante el siglo veinte.
al marxismo, mediado por autores cristianos como annes Mv.ss
LA IGLESIA POSCONCILIAR
Cuando murió Eugenio Pacelli, conocido como el papa Pío XII, un
extraño sentimiento de fin de época se apoderó de la Iglesia Católica. El
viejo Papa de 82 años había dirigido la mayor corriente del cristianismo de
Occidente desde 1939, y sus diecinueve arios de papado no solo habían
sido uno de los más largos de la historia de la Iglesia sino que habían
atravesado los difíciles años del fascismo, de la guerra y la posguerra.
17 "Cristianos pudientes y de los otros", en Primera Plana, 22 de diciembre de 1964.
18 ídem, p 11
NORBERTO HABEGGER: CRISTIANO, DESCAMISADO, MONTONERO
Independientemente de las consideraciones acerca de la actitud de
I ›ío XII en estos conflictos, Pacelli había sido un jerarca decidido, por lo
que resultaba claro para todos los observadores que no iba a ser fácil
resolver su sucesión. En realidad, suponían, la mejor opción sería la
de una ordenada transición. Ello fue lo que pareció suceder cuando el
Cónclave cardenalicio eligió como sucesor a Angelo Giuseppe Roncalli,
quien tenía 77 años en el momento de su nombramiento. El futuro Juan
XXIII era el cuarto hijo de una familia de humildes labriegos de Sotto II
Moníe7Por una extraña coincidencia, los Papas nombrados desde fines
del siglo XIX, se alternaban entre uno flaco sin erre en el apellido y uno
gordo con erre. Roncalli era gordot9. Pero respecto de algunas de sus
ideas, en particular las referidas al comunismo —tema que preocupaba
a no pocos círculos católicos— tenía bastante afinidad con su antecesor.
En una audiencia general de septiembre de 1961, Roncalli fustigó al
régimen revolucionario de Cuba y en 1962 exigió de la totalidad del
episcopado latinoamericano que se apartara de "enseñanzas y prejuicios
engañosos que solo redundan en perjuicio del bienestar y de la libertad
de los pueblos así como en daño de la bienaventuranza eterna de las
almas". Incluso condenó prohibió la experiencia de los curas obreros
franceses con el argumento de que la experiencia directa en las fábricas
poia "inducidos a tomar parte en la lucha de clases" lo que consideraba
no permisible para los sacerdotes católicos20. Sin embargo, Roncalli —
quien sería llamado el "Papa bueno"— s_g_11119lisupi nente e la línea.
No fueron pocas las actitudes que extrañaron de un patriarca que se
e glas visitando de improviso las cocinas del Vaticano.
En enero de 1959 sorpresivamente, anunció la convocatoria del Concilio
ypticano II que sería el hecho más relevante de la historia de los católicos
En términos generales, se ha dicho que el Concilio tuvo como objetivo
reconciliar a la Iglesia Católica con la modernidad21. Ello ya había sido
evidente no solo en los debates preparatorios de la reunión sino también
en las encíclicas papales de principios de los sesenta: Mater et Magistra
y Pacem in Terris. Fueron muchos y variados los temas sobre los cuales
19 Su sucesor, Montini, el futuro Paulo VI, era flaco. Finalmente, esta "tradición"
fue rota con la elección del Papa Wojtyla, Juan Pablo II, pero éste tampoco era
italiano como todos sus antecesores.
2" Karlheinz Deschner: La política de los Papas en el siglo XX. Con Dios y los fas-
cistas (1939-1995), Zaragoza, Editorial Yalde, Volumen II.
21 En lo sucesivo, seguimos el trabajo de Gustavo Morello: Cristianismo y Revo-
lución. Los orígenes intelectuales de la guerrilla argentina, Córdoba, Universidad
Católica de Córdoba, 2003.

S -1~ IN nn t • IIIMESIT) r> A I AS
el Concilio influyó de manera decisiva no solo para la Iglesia en general,
sino para los católicos latinoamericanos en particular, quienes se vieron
reconocidos en los cambios y los profundizaron en los años siguientes
para la región. Las tendencias reformistas dentro del ámbito europeo de
la Iglesia que aspiraban al cambio habían tenido un momento de inflexión
durante la segunda guerra mundial, sobre todo de parte de aquellos que
habían compartido resistencia y sufrimientos con sectores no cristianos.
Es que todavía no dejaba de ser un tema importante en el contexto del
genocidio nazi la posición de la Iglesia Católica respecto de los judíos, a
quienes todavía seguían considerando como deicidas responsables de
la muerte de Cristo.
Ello no se logró sin cierta resistencia, dado que los sectores más
conservadores estaban apoyados decididamente por la Curia Romana.
Un ejemplo de la mentalidad que prevalecía en Roma antes del Concilio
fue el caso del ,cura jesuita Pierre Teilhard de Chardin. El padre Pierre
había hecho una brillante carrera científica como paleontólogo y había
participado en innumerables excavaciones en distintas partes del mun-
do. Cuando ya había realizado sus más importantes investigaciones,
presentó sus tesis filosóficas mediante las cuales intentaba reconciliar
la ciencia axila teología cristiana. La rtiWamental de ellas consistía en
la aprobación de la teoría evolucionistaiie Charles Darwin, y aunque
Teilhard diera a la evolución un sentido místico teológico, la misma teoría
era un elemento central del conflicto entre ciencia y religión al interior
de la cristiandad. En su conocido artículo Comment je crois, Teilhard
afirmó: "Creo que el Universo es una Evolución. Creo que la Evolución
va hacia el Espíritu. Creo que el Espíritu se eleva a lo Personal. Creo que
lo personal supremo es el Cristo Universal"22. Teilhard de Chardin creía
que la materia originaria contenía en sí a la "conciencia" como elemento
organizativo, o sea que la evolución no se configuraba como un proceso
puramente mecanicista, sino teológico. Ni siquiera ello lo salvó de los
tribunales doctrinarios. La idea de un Cristo cósmico hacia el cual la
humanidad se encaminaba chocó de frente con las ideas ortodoxas del
~el Santo Oficio_q_uien en diciembre de 1957 condenó sus libros
y declaró que los mismos debían "[...] ser retirados de las bibliotecas de
los Seminarios e instituciones reíigiosas; no deben ser puestos a la venta
en Librerías Católicas y no es lícito traducirlo a otras lenguas". Momentos
antes del Concilio, no solo la aceptación de la teoría de la evolución sino
la mera insinuación de que pudiera haber salvación fuera de la Iglesia
22 http://www.biografiasyvidas.com/biografia/t/teilhard.htm. Otras obras del autor:
Le phénoméne humain y L'avenir de l'homme,
-24--
(.1<1.5 II AN( 1, I )1.•,( AMIhAl IN I P. IN vitt
IN ()MUY I ()
vra condenada en Roma. El. cura _ jesuita no alcanzó a ver cómo sus obras
vran.impugnadas para ser luego rehabilitadas, había fallecido en 1955.
Sin embargo, las tendencias progresistas de muchos de los teólogos
(lie participaron en las sesiones del Concilio, conocidos bajo la denomina-
ción de la Nouuelle Théologie, eran representantes de estos movimientos
más profundos que se venían incubando en los años previos. Fueron
ellos los que lograron que, por lo menos desde el punto de vista teórico,
la Iglesia Católica fuera conmovida en sus cimientos. Abrir la Iglesia al
inun0 _fue_ el más importante de los objetivos del Concilio. Corno se
sabe, el documento Lumen Gen Iglesia...co lo
de Dios" y_no, como era hasta entonces Iglesia corno laiefargm
custodia de la verdad a la que se le debe obediencia. Como dice Rubén
Dri: "Comenzar definiendo a la Iglesia como pueblo de Dios, y no como
jerarquía significa poner a esta en cierta dependencia con aquel, lo cual
va contra la doctrina tradicional de la Iglesia sostenida por todos lo papas
anteriores"23. En segundo lugar, eLConcilio rompió con el precepto de
que solo había salvación en el propio seno de la Iglesia Católica y admitió
que había que buscar "...las marcas de Cristo en las otras religiones [o
ideologías]: su revelación se ha dado de distintas maneras para hacer que
todos, al final de los tiempos, formemos un solo pueblo [...] los hombres
se salvan siguiendo su recta concipnc.ia"24. La consecuencia de ello fue
la de renovar el papel de los laicos, "el Pueblo de Dios somos todos:', en
detrimento de la autoridad tradicional de los pastores. Aunque ello era
una tendencia que se había fortificado en los años anteriores como una
forma para que la Iglesia pudiera influir en la vida de las sociedades y
había dado origen a distintas agrupaciones de laicos, lo distintivo fue
que el Concilio planteó que ello debía ampliarse "para dar cabida a lo
comunitario, [a] una comunidad en la que quedaba más vigorosamente
acentuado el elemento de los laicos"25.
En cuanto a la cuestión social, esta sí tenía larga data entre los pasto-
res católicos desde la encíclica Rerum Nouarum de León XIII en el siglo
XIX, la QuadruesimoAnno de PÍO' XI en 1931, la creación de los grupos
de Acciór ica y la experiencia de los curas obreros francpses. Sin
embargo, dado que la moral católica siempre había insistido en el tema
de la caridad, la acción social de la Iglesia había estado siempre ligada a
23 Rubén Dri: "El pensamiento del obispo que está a la derecha de Atila", Miradas
al Sur, 1° de febrero de 2009.
24 Gustavo Morello: Op. Cit., p. 47; Horacio Verbitsky: La violencia evangélica,
Buenos Aires, Sudamericana, 2008, p. 163.
" ldem.
-25-
 NI ORA CASTRO • ERNESTO SALAS
1,1 ( leración de que las injusticias sociales eran un caldo de cultivo
1,11 .1 el progreso de las ideas comunistas —materialistas— entre los trá-
1 ljadores. Como vimos con las citas del comienzo, a ello no escapaba
siquiera el propio Juan XXIII.
l_a incorporación de la libertad de conciencia, la salvación por fuera del
catolicismo, el diálogo interreligioso (o ecumenismo), la purga de la liturgia
cristiana de resabios anti judíos, la incorporación de la cuestión social
bajo una nueva mirada, el inicio del diálogo entre católicos y marxistas,
sumados al concepto de la Iglesia como Pueblo de Dios y el papel cre-
ciente de los laicos, promovieron en los años posteriores un florecimiento
de la militancia católica en distintas esferas dej e des nacionales.
Animados por la legitimación que otorgaba 'el Concilio.,l a sus reclamos
renovadores, muchos grupos comenzaron a actuar en ¿ui ibon-ancia curr
los nuevos vientos. Se denominaron a sí mismos "postconciliares".
Aunque desde la óptica del episcopado conservador estos fenómenos
fueron considerados abruptos e intempestivos, ellos tenían una larga
maduración, contemporánea con la realización del propio Concilio. La
novedad fue que este y los sucesos posteriores en la Iglesia Latinoame-
ricana vinieron a otorgarle a muchos grupos de militantes cristianos la
legitimidad que desde hacía largo tiempo reclamaban.
Sin embargo, lejos de los debates teológicos e ideológicos que se
agitaron durante el Concilio, y ajenos a las conclusiones del mismo, que
habrían de modificar los futuros años de la Iglesia Católica, la mayoría de
los fieles, de todas maneras, notaron de inmediato una serie de cambios
que afectaron directamente sus prácticas religiosas. Pese a las resistencias
iniciales de una parte de la jerarquía y el clero, las modificaciones más
o evidentes se notaron de manera temprana. La mayoría de las iglesias
fueron despojadas de una parte de su ornamento quitando infinidades de
santos, reliquias y objetos accesorios del culto. Delante del altar, ante el
o cual el sacerdote oficiaba la misa de espaldas a los fieles, se instaló un altar
más sencillo que permitía la realización del oficio de frente a la feligresía.
El significado no podía ser más directo en el sentido de la realización
colectiva de la misa: con los fieles, no a espalda de ellos. Todas las cere-
monias como las misas, los bautismos, las confirmaciones, los casamientos
etc., comenzaron a realizarse en lenguas vernáculas que reemplazaron el
latín eclesiástico; los cantos gregorianos fueron cambiados por canciones
más modernas, especialmente en las ceremonias para los jóvenes que
empezaron a poblar entusiastamente lo que se llamarían las misas de la
juventud, los domingos por la tarde. Las guitarras reemplazaron aquí al
viejo órgano que se desplazó hacia ceremonias un tanto más solemnes
como los casamientos. La diversidad de la vestimenta para asistir a los
—26—
NORBERTO HABEGGER: CRISTIANO, DESCAMISADO, MONTONERO
_ •
oficios fue más tolerada que en el pasado eliminando definitivamente
el uso obligatorio del velo y la mantilla y, para las jóvenes, autorizando
el uso de pantalones o polleras a la moda, pese a que el aumento de la
lolerancia no evitara en muchos casos los corrillos de los más conser-
vadores cuando una mujer con minifalda o pantalones se acercaba con
valentía a comulgar. Pero si para algunos obispos, curas y laicos estas
novedades fueron muy bien recibidas, durante años el prejuicio seudo
moralista de los integristas y conservadores agitaría su dedo acusador
frente a practicas que consideraban, no sin una cuota de hipocresía,
rnodernizantes y corruptoras.
El efecto inmediato más llamativo fue la afluencia entusiasta de miles
de jóvenes de familias católicas que empezaron a poblar las actividades
de las parroquias con un lenguaje y una práctica renovadas. Ya no como
Parte de la obligación tediosa que les imponían sus familias, sino con
renovado interés verdadero.
Si bien los cambios que hemos reseñado no dejaban de ser cosméticos,
)ara una jerarquía impregnada de un fuerte integrismo que implicaba la
"defensa de los sagrados valores de la civilización cristiana", rápidamente
se tornarían peligrosos. Si, por un lado, la vida de las parroquias cobraba
una fuerte dinámica y éstas atraían muchos más fieles que en el pasado,
para la jerarquía no pasaba desapercibido que ese proceso se realizaba
desde el concepto postconciliar de la Iglesia, como "pueblo de Dios"; y del
i lo menos subversivo de que no había actividad humana que se pudiera
considerar ajena a la Iglesia. La mayoría de los obispos argentinos estaban_
ostumbrados a qué la Iglesia eran ellos mismós, los consagrados a la
figión y no los laicos. Eran ellos los que comprendían la verdad presente
las escrituras, los que por intermedio de la obediencia conservaban
el orden interno de una institución que quería seguir siendo eterna. Por
otro lado, la mayoría de los grupos juveniles que se nucleaban en las
parroquias no lo hacían a través de las estructuras "oficiales" de la Acción
Católica sino que conformaban amplias redes de grupos de jóvenes que
se declaraban independientes de las organizaciones tradicionales de la
jerarquía. Y lo que era más irritante todavía, muchos de ellos usaban las
estructuras de las parroquias para involucrarse en actividades políticas.
Y la política, no controlada por la jerarquía, era considerada peligrosa.
Respecto de lo sucedido con "el Pueblo de Dios" en la Argentina de
los años sesenta, los escritos de Norberto Habegger26 que se reeditan en
1' 6 Norberto Habegger: "Apuntes para una historia", en: Alejandro Mayol, Norberto
I labegger y Arturo Armada: Los católicos posconciliares en la Argentina, 1963-1969,
Buenos Aires, Galerna, 1970,
—27—
 -7¿QA-ID
Fi ORA CASTRO • ERNESTO SALAS NORBERTO HABEGGER: CRISTIANO, DESCAMISADO, MONTONERO

este libro han sido desde siempre un documento esencial para reseñar persiguieron como enemigos. Sería un combate desparejo; medidos en
las acciones de los católicos que sintieron los signos de los tiempos que el 1965, las dos terceras partes del episcopado argentino pertenecía a la
Concilio anunciaba. En cuanto a la vida de Norberto, sus propios apuntes corriente preconciliar, conservadora, integrista28.
nos muestran las inquietudes que animaban a los grupos de católicos
postconciliares que decidieron dar testimonio de la opción por los pobres ACCIÓN PERONISTA
ingresando a la militancia política tanto peronista como marxista.
En los años siq_uientes la mayoría de los jóvenes de la dirección demo-
Leer los evangelios, volver a las fuentes de la cristiandad, a los cristia-
cristiana • . a • • a - a plj-artido_ e . era colectiva sino a partir de
nos primitivos, significó un aire fresco para los cristianos revolucionarios.
sucesivas opciones individuales. Para 19661Norberto comenzó a trabajar
Leyendo con una nueva mirada los evangelios, para muchos jóvenes
en el instituto de Raúl Matera, el Centro de Investigaciones Sociales de
que se aproximaban a la realidad política de los sesenta, resultaba obvio
L Argentina (CISA), pero su vida seguía ligada a los grupos de cristia-
que Cristo había preferido a los humildes, a los pobres y que, al mismo
nos agitados por las nuevas líneas del catolicismo. La evolución de su
tiempo, había renegado de la riqueza y de los ricos. Para Dios era más
pensamiento está presente en un texto en el que explica su participación
fácil que un camello pasara por el ojo de una aguja que un rico entrara
en el peronismo: "La realidad de hoy nos indica de que los problemas
en el reino de los cielos. No bastaba la explicación de la jerarquía de
de la juventud, están condicionados por el hecho político-económico-
que el concepto "pobre" se asimilaba con los humildes de espíritu. Para
social y cultural al que se ve enfrentada la Argentina, que es necesario
los cristianos comprometidos era obvio que los ricos y la Iglesia, las
describirlo y explicarlo, pero fundamentalmente integrarlo y explicarlo
jerarquías, ocultaban el sentido del compromiso cristiano, que mentían
en una perspectiva nacional revolucionaria"29.
con los poderosos. Redescubrieron a San Ambrosio, quien en el siglo IV
Nuevamente, acontecimientos excepcionales cambiarían su vida y lo
decía que los zapatos que se pudrían en el ropero eran los que el descalzo
llevarían a la escritura y a la militancia peronista combativa. En junio de
necesitaba, y desde las primitivas asambleas cristianas hacía vibrar a los
1966, un nuevo cuartelazo al mando del general Juan Carlos Onganía
jóvenes católicos de la segunda mitad del siglo veinte. Pero el espíritu
eliminó las formalidades democráticas que aún quedaban en pie durante
postconciliar no era solo eso. Desde los primeros arios de la década del
el gobierno del radical Arturo Illia. En un primer momento cundió cierta
sesenta, decenas de conflictos entre grupos cristianos, curas y laicos con
confusión en muchos grupos de militantes políticos y sindicales que cri-
la jerarquía, comenzaron a marcar un rumbo que se profundizaría con el
ticaban la tutela militar y la trampa que significaba la participación en
compromiso político de una parte de la grey católica durante la segunda
una democracia restrictiva. Perón llamó a "desensillar hasta que aclare";
mitad de esa década.
Arturo Jauretche le daba un voto de confianza al nuevo gobiemo30; los
El enfrentamiento con la mayor parte de los obispos enrolados en la
dirigentes sindicales Augusto Vandor y José Alonso asistieron a la asunción
corriente integrista, conservadora y preconciliar27 fue uno de los aconte-
de Onganía; y grupos católicos alentaron cierta espera
cimientos más importantes de la historia de la Iglesia Católica argentina
general que provenía de los "Cursillos de cristi
de esas dos décadas. En efecto, liderados entre otros por el cardenal
comenzaron a colaborar con el intendente Moreno » un p an se ur-
Antonio Caggiano, y los obispos Raúl Francisco Primatesta y Juan Car-
banización de villas de esa localidad del conurbah onaerense. odavía
los Aramburu, la Iglesia Católica constituiría el puntal ideológico de las
en agosto, me tante un documento escrito con ljúl González, Norberto
dictaduras militares impuestas para aplastar la resistencia popular de
se muestra expectante frente al golpe que había/provocado "la caída del
signo nacionalista y antiimperialista. A contrapelo de los nuevos vientos
viejo e ineficiente sistema de partidos, con sus Mentiras y declamaciones,
que soplaban en otras latitudes latinoamericanas, los jerarcas de la Igle-
con su espíritu de facción [...] disputándose el aparato político y toda
sia argentina siempre renegaron del "compromiso con los pobres" y de
las nuevas ideas aportadas por el Concilio Vaticano II y se enfrentaron
decididamente contra una parte de los fieles y los sacerdotes a los que 28

29
ídem, p. 196.
(-)/
Norberto Habegger: Documento explicando su presencia en el C1SA, 1966.
Archivo Flora Castro.
27 Para una historia de esta corriente, ver: Horacio Verbitsky: La violencia evangé- Ver las páginas finales de El medio pelo en la sociedad argentina, Buenos Aires,

1 lica. De Lonardi al Cordobazo (1955-1969), Buenos Aires, Sudamericana, 2008.

—28—
Peña Lillo.
 Fi ORA CASTRO • ERNESTO SALAS
suerte de 'acomodos', prebendas y privilegios"31. No tardaron mucho en
desilusionarse, como el resto de los que se alegraron con la caída de Illia.
Apenas unos meses después, Habegger opinaba que 1.1 las estructuras
demoliberales quedan al desnudo: son disueltos los partidos políticos y
el parlamento, se interviene la Universidad, pero lo esencial permanece
intacto: el pueblo ausente de las decisiones y el poder"32.
Ese mismo año, en Colombia, Camilo Torres, un sacerdote católico
que encabezaba la oposición popular y revolucionaria al régimen de
opresión en su país, cayó combatiendo en las montañas. No hacía dos
meses que Camilo había tomado la decisión de sumarse a la guerrilla.
Norberto se conmovió profundamente por el caso y nació en él el inte-
rés por narrar la vida del cura guerrillero. Luego de un par de arios de
estudio, que incluyeron un viaje a Colombia para recoger información,
Habegger pudo publicar su biografía de Camilo ayudado por Arturo
Jauretche, quien hizo de promotor ante la editorial. El libro, Camilo
Torres, el cura guerrillero33, del cual publicamos aquí sus capítulos
esenciales, sz conoció en noviembre de 1967. estaba dedicado A Flora,
mi compañera, y fue presentado en el local del gremio de Sanidad por
J.42 álbarp y_Oscar De Gregorio34. El cura Alejandro Mayol, autor del
prólogo, adelantó algunas de las ideas del libro en los términos de signo
y profecía; el profeta como signo de los tiempos. Con claras influencias
de Teilhard de Chardin, Mayol postulaba que "...el fondo del Universo y
de cada ser es una conciencia". La muerte de Camilo había sido un signo
de los tiempos, él no había elegido sino que había sido elegido. Camilo
era un profeta: "El clima existencial de los profetas es la violencia [...] Los
profetas no mueren por casualidad". Para Mayol, finalmente, había tres
variables en toda existencia profética: "El profeta se enfrenta con el Rey.
El profeta se enfrenta con el sacerdocio oficial. El profeta se enfrenta con
los ricos"35. Un tiempo después, Norberto conoció en la casa de Oscar
de Gregorio a la madre de Camilo, quien había sido invitada por García
Elorrio y su mujer Casiana Ahumada a visitar el país36.
31 Norberto A. Habegger y Raúl A. González: "Perspectivas de la Revolución Ar-
gentina", Buenos Aires, agosto de 1966. Archivo de Flora Castro.
32 Testimonio de Flora Castro.
33 Norberto Habegger: Camilo Torres, el cura guerrillero, Buenos Aires, Peña Litio,
1967.
34 Julio Bárbaro: Juicio a los 70. La historia que yo viví, Buenos Aires, Sudame-
ricana, 2009.
35 Alejandro Mayol: Prólogo. En: Norberto Habegger: Camilo Torres, el cura gue-
rrillero, Buenos Aires, Peña Lillo Editor, 1967, pp. 13 a 16.
36 El grupo de García Elorrio había realizado un encuentro en Montevideo al que
-30-
NORBERTO HABEGGER: CRISTIANO, DESCAMISADO, MONTONERO
Ese mismo ario, Norberto y Flora se casaron. Se habían conocido en
1964 cuando ella se había acercado a colaborar en la Junta Nacional de
la Democracia Cristiana y había llegado a ocupar el cargo de Secretaria
de Prensa del movimiento femenino del partido. Cuando se pusieron de
novios, él la llevó a Arrecifes a conocer a la familia y a su amigo, el pá-
rroco de la iglesia de su pueblo. La ceremonia religiosa fue celebrada en
la parroquia de Santa Elena, famosa en aquel tiempo por su compromiso
poscociliar. La celebró el padre Alejandro Mayol, con cantos folklóricos
y gran participación de los presentes. Entre los amigos, la mayoría de
los asistentes eran dirigentes reconocidos de la democracia cristiana.
En diciembre de 1967, la regional Avellaneda de la CGT realizó un
acto de apoyo a monseñor Jerónimo Podestá que fue reprimido por
la policía. Podestá era uno de los obispos más comprometidos con la
renovación postconciliar. En las conferencias que daba para explicar la
encíclica Populorum Progressio, el obispo explicaba que "el Papa no pide
que se mantenga el orden actual, quiere que lo cambiemos". Los jóvenes
asistentes, exaltados, cantaban la marcha peronista. Cuando se conoció
su relación sentimental con Clelia Luro, el nuncio Humberto Mozzoni le
solicitó la renuncia. Norberto fue uno entre muchos de los que tuvieron
una activa participación en la defensa del obispo de Avellaneda37.
La encíclica Populorum Progressio del sucesor de Juan XXIII, el
papa Paulo VI, significó un hito para los católicos latinoamericanos y
fue e11- 57-1
-o egómeno del encuentro del CELAIvI en Colombia. El docu-
mento papal legitimaba ibdas las esperanzas de iniciar la lucha violenta
contra de las dictaduras militares del continente. En su texto se alzaba
un grito de lucha: "Hay injusticias que claman al cielo". Pero el artí-
culo que más influyó en la vinculación de los católicos con las luchas
políticas de liberación de cada país fue el número 31. En él, el propio
Papa afirmaba que la insurrección violenta era injustificada en todas
las circunstancias menos en una; la salvedad papal especificaba el caso
de dictaduras evidentes y prolongadas que afectaran directamente los
derechos de la persona humana38. Durante años, los católicos revolu-
asistieron Habegger y sus compañeros de militancia. A ese encuentro había sido
Invitada la madre de Camilo Torres, quien luego estuvo de paso por Buenos Aires,
permanentemente acompañada por Casiana.
" Para una historia completa del caso Podestá, ver: Horacio Verbitsky: La violencia
evangélica, ob. cit., p. 284.
I" Su texto completo es el siguiente: "...la insurrección revolucionaria —salvo en
caso de tiranía evidente y prolongada, que atentase gravemente contra los derechos
fundamentales de las personas y damnificase peligrosamente el bien común del
país engendra nuevas injusticias, introduce nuevos desequilibrios y provoca nuevas
-31-

FLORA CASTRO • ERNESTO SALAS
cionarios recordarían a sus críticos la cita de Paulo VI que, afirmaban,
los justificaba en su participación en el combate contra las dictaduras.
Mucho más evidentes serían los documentos finales del encuentro del
CELAM en la ciudad de Medellín.
Para ese tiempo, las necesidades económicas y su pasión por el
periodismo llevaron a Norberto a buscar nuevos trabajos. Oriundo
de Arrecifes, ciudad de pasión automovilista, comenzó a colaborar
en la revista Automundo seleccionando fotos, para luego sumarse a
la redacción. Sus artículos, más allá del necesario interés deportivo,
reflejaban su preocupación por la realidad social de las provincias en
las que era enviado para cubrir las carreras. Ese fue solo el comienzo
de su profesión de periodista. Casi de inmediato, la difusión del libro
sobre Camilo le abrió las puertas para escribir notas de contenido
social y político para varios medios como Panorama, Primera Plana,
Confirmado, Mensaje, Víspera, En Marcha o Antropología del Tercer
mundo. En abril de 1967 escribió las notas "Los dueños del poder en
Argentina" en las que denunció el carácter antipopular del gobierno de
lcig!_nk_.1 general Onganía y en el que señaló que la exigencia de láho-ri-
era "la toma del poder por la clase popular, el tránsito del capitalismo al
-s-ó-Eiálismo"39". En septiembre de ese ario apareció el artículo en el que
seiTárna -s-imetría de la ley 17.401 de represión del comunismo de la
dictadura con la legislaciónnorteamericana inspirada por el senádor Mc
Carthy: "...todos aquellos, ya sean comunistas o cristianos, creyentes o
no creyentes, radicales o peronistas, que luchan por modificar el régimen
liberal-capitalista en su raíz misma y brinden generosamente su vida
y sus afanes en una entrega total a la revolución de los pobres, serán
calificados como 'comunistas". Al año siguiente, la revista Panorama,
comentando la realidad de las izquierdas lo señalaba como parte de "un
grupo de dirigentes que condujeron la juventud del partido hacia junio
de 1966 [y que] se alejaron de la estructura partidaria para dedicarse
a la tarea revolucionaria"".
Cuenta Guillermo Gallo Mendoza que, luegosle abandonar la demo-
cra_cia cristiana, urt_gliipós_le militantes que había asumido "la opción
ruinas..., Encíclica Populorum Progressio, n° 31, Buenos Aires, Kairós, 1967; cit. en:
Martín De Biase: Entre dos fuegos, Buenos Aires, De la Flor, 1998.
39 Norberto Habegger: "Los dueños del poder en Argentina", 3 de abril de 1967.
49 Norberto Habegger: "La ley anticomunista o los enemigos del orden", Buenos
Aires, 27 de septiembre de 1967. Archivo de Flora Castro.
41
" Las izquierdas en la Argentina. División en torno al peronismo y a la violencia",
en Panorama, ri° 66, 30 de julio de 1968.
-32-
(') ?.-/ vi7
NORBERTO HABEGGER: CRISTIANO, DESCAMISADO, MONTONERO
desde el punto de vista religioso por los pobres" formaron el Frente Pero-
n de1.16-éT5Eion que en 1968 se integraría a la experiencia de la CGT
de los Araentinos dirigida por el dirigente
Lo que resulta claro es que entre los grupos de católicos comprometidos
comenzaron a est1blecerse redes relacionales ie vinculaban a las diver-
sas expresiones iban organizan o en esa segunda mitad de los
sesenta. Entre ellos se encuentran el grupo "Catedral" 11.1.1tan G..11£,L1
Ebrrio y la revista Cristianismo y Reyolución, y sacerdotes como Carlos
Mugica, Vernazza, Domingo Bresci, Ricciardelli, iguel Ramondptti, los
obispos Enrique~ Jaime de Nevares, Alberto Devoto, Antonio
Quarracino, Jerónimo Podestá Vicente_Zaspe, Italo Di Stéfano, Eduardo
Pironió, Çr.lcis,..Ponce de León, los estudiantes humanistas, el integralismo
cordobés, el Movimiento de Sacerdotes ja el Tercer Mundo, -etc. Dentro
del dinámico ámbito del catolicismo renovador, los antiguos dirigentes
de la juventud democristiana comenzaron su propia tarea organizadora
fue su intervención en la formación de la agrupación
Acción Peronista.
grupacion, en realidadjyu,e-trfig confluencia de
liana que se venían formando cp.102.2rr_ramentos universitarios de
trabajo, grupos locales de la resistencia peronista y algunos dirigentes
de la juventud democristiana entre los que se contaban Norberto, Hora-
cio Mendizábal y Oscar de Gregorio. Los "campamentos universitarios
de trabajo" consistían en tareas misioneras en el interior del país que
ponían en contacto a jóvenes universitarios de familias acomodadas
con las situaciones de explotación y marginación que estaban sufriendo
muchos compatriotas en distintas zonas del país. Los primeros parecen
haber sido los organizados por el padre José María Llorens en Mendo-
za, aunque h n sdo más conocidos los que realizaban el padre Carlos
Mugica turo Paoli. ero no fueron los únicos sino que se transformó
en una práctica habitual de muchos grupos católicos en el período. El
objetivo inicial de Acción Peronista fue el de realizar un trabajo social
y político en las villas de emergencia del Partido de Vicente -López.
Para asentarse en la zona fue importante la capacidad organizativa de
ljabegger, que fue el que estableció el contacto con los núcleos_ de los
"vi...9,19S peronistas que militaban allí. Con el tiempo se organizaron
42 Entrevista a Guillermo Gallo Mendoza, 29 de marzo de 2009. El grupo elabo-
raba documentos de formación y se relacionó tempranamente a la experiencia de
las Ligas Agrarias del nordeste. Gallo Mendoza también participó del Centro de
Investigación y Acción Social (C1AS), un grupo formado por los jesuitas del que
rescata la figura del cura Alberto Sily.
 FLORA CASTRO • ERNESTO SALAS
como Juventud Peronista de Vicente López y comenzaron a extender
su trabajo barrial.
Arnaud Iribarne conoció a Norberto unas semanas después de la pre-
sentación del libro de Camilo. Era 1968 y Amaud estaba militando en la
Juventud Universitaria Católica (JUC) después de romper con la Liga de
Estudiantes Humanistas de la Facultad de Ciencias Económicas. El asesor
de la JUC era Carlos Mugica y Arnaud había asistido a una misa en el
Instituto Del Carmen, en la que Mugica habló del libro de Habegger. A la
salida, el cura los presentó. Iribarne era uno de los estudiantes que habían
participado de los campamentos de trabajo organizados por el padre Llo-
rens. Como tantos otros jóvenes católicos, Arnaud había sentido el llamado
al compromiso político. Por entonces se encontraba oscilando entre la
propuesta de Carlos Mugica y la participación en el peronismo a través de
los "Demetrios" o "Guardia de Hierro". Sin embargo, en aquel momento,
la división de la CGT y la aparición de una central combativa, la CGT de
los Argentinos dirigida por Raimundo Ongaro, un dirigente sindical social
cristiano, funcionó como un poderoso polo de atracción de los militantes
católicos. Arnaud recuerda que asistió a un acto convocado por la CGTA
en la rotonda de San Justo el 1° de mayo de 1968 donde convergieron los
distintos grupos de la Juventud Peronista. Tiempo después, se reencon-
tró con Juan José Azcone, quien lo convenció de incorporarse a Acción
Peronista. Comenzó su trabajo político en una villa cercana al cementerio
de Olivos junto con Alberto Ferradás y la novia de este, Eleonora Oría.
Por ese entonces la agrupación de Habegger, como muchos otros
grupos, complementaba su actividad política barrial con las tareas de,
a9tación y_se dedicaban a realizar actos relámpago en varias partes
de la ciudad, con preferencia en P[ Once y en fechas de resistencia
como el 17 de octubre o el 26 de julio. En uno de los actos que había
organizado Acción Peronista decidieron cambiar el nombre de la avenida
Rivadavia, en la intersección con la Plaza de Mayo, por el de Santiago
Pampillón43. Mientras corrían por Avenida de Mayo, Norberto, Horacio
Mendizábal y otros militantes rompían los vidrios del diario La Prensa
con bolines de acero. Después se llamaba a los periodistas para que
saliera en los diarios".
43 Santiago Pampillón, obrero y estudiante asesinado por la policía en Córdoba el
7 de septiembre de 1966, en una asamblea pública convocada por la Federación
Universitaria de Córdoba en protesta contra la irrupción violenta de la dictadura
de Onganía en las universidades, conocida como "la noche de los bastones largos".
44 Entrevista de Flora Castro a Arnaud Iribarne, 22 de julio de 2003.
NORBERTO HABEGGER: CRISTIANO, DESCAMISADO, MONTONERO
entucl Per
organPeronistar era la Juventud
Acción VicenteLópez.
r ybhcabbrríb
a
10 Hb junto cononistadeGai
Fernando in iy s
13ies_Ceitgao. Al tiempo lograron conectarse con el delegado de Paladino
en Vicente López, Teodoro Barbieri, y al ario siguiente, como Juventud
Peronista de Vicente López editaban Acción Peronista, un periódico del
movimiento para la zona. Según Arnaud Iribarne:
"...el [subdelegado] de Vicente López estaba en una línea muy cercana a
nosotros que Paladino o Remorino, que eran mucho más conservadores [...]
El delegado iba todos los días a un bar y si querías encontrarte con él ibas a
ese bar... ahí estaba Fernando Galmarini, uno de los fundadores de AP..."45
La participación de Acción Peronista como agrupación dentro del
peronismo "oficial" les permitió la salida del periódico en el que, entre los
artículos de fondo, publicaban entrevistas al delegado de la zona". Otro
grupo se había insertado en Villa Martelli. Este caso fue un poco diferente
pues estaba conectad-o a la iniciativa de la Iglesia dentro de la "Campaña
Mundial contra el Hambre"47. Allí empezaron a militar Ricardo Grassi
y Flora Castro, quien al ser nombrada técnica de la campaña aplicó los
programas de Paulo Freire con los voluntarios que se acercaban desde
la universidad para trabajar en el barrio.
Graciela Imaz y Rodolfo Ojea Quintana también se incorporaron a la
agrupación en esos momentos. Ella_recueacla que sus primerás_acciones
, los barrios fueron las de Pasar ?n forma clandestina las cintas con la
en
palabra de Perón y la proyección dela_película "La hora de los hornos',
del Grupo de Cine Liberación:
"Me acuerdo una vez que fuimos y pusimos una cinta del viejo [...] Entonces
en un momento no se oía bien, la tecnología era medio mala. Entonces yo
digo: —Bueno, compañeros, paremos y si alguien quiere repetir... Entonces
un viejo me sacó matando. Me dice: —Compañera, ¡con solo escuchar la
palabra del General alcanza y sobrar"
En la AP, Mientras tanto, la afluencia de militantes les permitió ex-
tender el trabajo político al barrio obrero que estaba al otro lado de la
ruta Panamericana que cruzaba el distrito. La conducción de este último
45 'dem.
46 En verdad, el nombre del periódico, Acción Peronista, fue el que finalmente
identificó a la Juventud Peronista de Vicente López con ese nombre.
47 La Campaña Mundial contra el hambre fue una iniciativa de la FAO en el período
1966-1969. Dentro de este proyecto, en la Argentina, participó la Iglesia Católica.
Luis Roggi fue el encargado por la Iglesia de dirigir los equipos técnicos.
48 Testimonio de Graciela Imaz, en entrevista a Rodolfo Ojea Quintana, abril de 2009.
—35—
 FLORA CASTRO • ERNESTO SALAS
grupo estuvo a cargo del propio Galmarini y Arnaud lribarne". Tiempo
después, decidieron abrir otro frente en la zona sur, en la localidad de
Sarandi, al que concurrieron Albertina Paz, Fernando Saavedram y el
otra vez trasladado Arnaud Irlarne. I ambién comenzaroritrab-aj --o's en la
localidad de Del Viso Además de los citados, militaron en la agrupación
Jorge Taiana(Renato Migri 1139_cloiloBriozzo.,±enaancl espo, Alberto
Csr-M-
) erced-eS y Susana MendizábaLTodos ellos formaron
parte, tiempo después, de la agrupación Descamisados.
En la labor organizativa cobró importancia el trabajo de Habegger, a
quien todos los entrevistados le atribuyen la capacidad de captar grupos
peronistas de base y de viejos militantes peronistas de la resistencia que
se integraban o coordinaban con las agrupaciones de Acción Peronista.
En el relato de Arnaud lribarne:
"Peronistas de la resistencia, un grupo que venía de la resistencia, bien de
base. Uno de ellos vivía en la villa 31. No sé si de ahí los captó, de dónde
los conoció, tipos mucho más grandes que nosotros, claro, que tenían diez
años más que nosotros, por lo menos, [...I la primera vez que nos encontra-
mos en un bar [...1 se nos aparece un tipo de saco azul, un señor, peinadito
para atrás, se nos acerca y nosotros teníamos que esperar a que viniera,
no sé, Marcelo [...I Y aparece un señor, morocho, muy peinado.., imucha
pinta de policía tenía! 11 yo soy Marcelo, él se sonreía. Él era responsable
nuestro, el nuevo responsable 1.1 que venía de este grupo"52.
La aceptación del fenómeno peronista como la conciencia históri de._
la cl-a-Se obrera que envolvió a algunos grupos de católicos revolucionarios
inclúy-citárribién
. la- mística de las comunidades cristianas de base con las
que, cada vez más crecientemente, se identificaban. Algunos militantes
de Acción Peronista no solo iniciaron sus trabajos sociales en los barrios
obreros sino que sus propias vidas, sus costumbres cotidianas, sufrieron
cambios que intentaban reflejar el compromiso al que se habían entrega-
do. Varios de ellos comenzaron a compartir sus casas, la crianza de sus
49 Entrevista de Flora Castro a Arnaud lribarne, 22 de julio de 2003.
Después de la fusión se integró a Montoneros. Sus compañeros lo conocían
con el nombre de "Gordo Damián". Fue abatido en Orán en Salta el 20 de mayo
de 1976 cuando, como oficial primero del Ejército Montonero, era el responsable
militar de la zona.
' 1 Alberto Girondo se integró a Montoneros llegando a Oficial 1° en la jerarquía
de la organización, en 1973 formó parte de la conducción de la columna norte, en
1975 era jefe de la columna Capital, y en 1977 Secretario Militar de Capital. Fue
secuestrado el 15 de mayo de 1977 y liberado de la ESMA en 1979.
'" 'dem.
—36—
NORBERTO HABEGGER: CRISTIANO, DESCAMISADO, MONTONERO
hijos y la socialización de sus bienes. Los salarios que percibían fueron
puestos en común para el sostenimiento de las actividades políticas. Los
que lo hacían, percibían a cambio el salario medio de un obrero industrial.
La pobreza evangélica fue un valor universalmente aceptado entre los
militantes cristianos, y no solo de manera nominal.
Los DESCAMISADOS
Un tiempo después, hacia 1969, varios militantes entre los que se con-
taba Norberto, comenzaro lantearse la cuestión de la lucha armad,
el pasaje a formas de acción más audaces y violentas para combatir al
gobierno de Onganía. Tuvo que ver con ello la participación de Habegger
y sus compañeros en la naCieriterGrde los Argentinos ctue, como vimos,
tuvo su origen en la crítica a la burocracia sindical de la Confederación
General del Trabajo por parte de una carnada de dirigentes peronistas
combativos y su convocatoria a participar a intelectuales y estudiantes
dentro de las estructuras que conformaron la nueva central obrera. No
es una casualidad que el acercamiento de los jóvenes cristianos al nuevo
nucleamiento sindical tuviera como referencia la dirección de Raimundo
Ongaro, un dirigente sindical peronista socialcristiano cuyos discursos
hacían siempre referencia a los evangelios y a una ética de compromiso
contraria a la burocracia sindical y a su aislamiento de las bases. De la
confluencia de obreros, estudiantes e intelectuales surgió el proyecto
del periódico CGT y la participación en su redacción de Rodolfo Walsh,
Rogelio García Lupo y Horado Verbitsky, entre otros. En sus números
se publicaban los distintos conflictos sociales y políticos que enfrentaban
a la dictadura de Onganía. En sus páginas también había lugar para los
acontecimientos del Movimiento de Sacerdotes Para el Tercer Mundo.
En el "Mensaje a los trabajadores y al pueblo argentino" del 1' de mayo
de 1968 les dedicaron un apartado:
"Solo palabras de gratitud tenemos para los más humildes entre ustedes,
los que han hecho suyas las palabras evangélicas, los que saben que 'el
mundo exige el reconocimiento de la dignidad humana en toda su plenitud,
la igualdad social de todas las clases', como se ha afirmado en el Concilio,
los que reconocen que `no se puede servir a Dios y al dinero', los centenares
de sacerdotes que han estampado su firma al pie del manifiesto con que los
obispos del Tercer Mundo llevan a la practica las enseñanzas de la Popu-
lorum Progressio: `La Iglesia durante un siglo ha tolerado al capitalismo...
pero no pude más que regocijarse al ver aparecer en la humanidad otro
sistema social menos alejado de esa moral. La Iglesia saluda con orgullo
y alegría una humanidad nueva donde el honor no pertenece al dinero
-37—
 FLORA CASTRO • ERNESTO SALAS
- 1:To 1 lAliEGGER: CRISTIANO, DESCAMISADO, MONTONERO
acumulado entre las manos de unos pocos, sino a los trabajadores, obreros
y campesinos"53. tw realizaron nuevas elecciones —ahora de manera estatutaria— que
IvIcron a ganar los delegados clasistas. Esta fue tan solo la primera
En 1969, Norberto y Flora vivieron felices el nacimiento del hijo
Iiiii.lt la de los obreros de El Chocón. La maniobra de Coria para lograr
esperado. Le pusieron Andrés Camilo. A fines de año, Norberto viajó
ler la huelga en diciembre duraría solo el tiempo necesario para
a Neuquén como enviado especial de la revista Panorama para cubrir
de encima la molesta conducción clasista. La oportunidad para

ii
los acontecimientos de la huelga de los obreros que construían la re-
ha libados del sindicato fue la acusación de inconducta gremial por
presa de El Chocón. El conflicto estalló el día 12 de diciembre cuando
participación en un encuentro convocado por Agustín Tosco en la
más de mil obreros de la empresa Impregilo Sollazo realizaron una
dad de Córdoba56. Ello sucedió tan solo un mes después de estos su-
asamblea en la que designaron una comisión interna "independiente
, mins, lo que desencadenó nuevos e intensos conflictos en las obras. Los
de la secciona( Neuquén de la Unión Obrera de la Construcción". Los
I 11 wlquistas fueron finalmente derrotados en marzo. El día 14 la policía
obreros elegidos eran Edgardo Torres, Armando Olivares y Antonio
i I iipió violentamente en las viviendas y los obradores. Los dirigentes
Alac, los dos últimos militantes del Partido Comunista. Norberto es-
111..ion detenidos y puestos a disposición del Poder Ejecutivo Nacional,
tuvo un par de días y escuchó los reclamos de los obreros en paro:
i 1 i i,1 figura de la dictadura para detener sin proceso a los luchadores
"No existen categorías y diez horas de trabajo diario apenas alcanzan
i .. iliticos y sociales56. Norberto escribió dos notas más, la segunda de
para obtener el salario correspondiente a un peón". En un primer
‘.1L1, para la revista Envido, en la que rescató la experiencia que provoca
momento las demandas de los huelguistas fueron el reconocimiento
1.1 . lima colectivo de la huelga que "zambulle a los trabajadores en un
de los elegidos en la asamblea y un aumento del 40% en los salarios.
fu ontecimiento inédito: el ejercicio del poder"67.
También argumentaron que la representación de la UOCRA no había
Norberto, que no había abandonado sus contactos con el mundo
hecho nada para resolver los problemas de seguridad con los que tra-
católico, visitaba con frecuencia al historiador uruguayo Alberto Me-
bajaban. "Hacemos excavaciones, túneles, utilizamos dinamita y todo
llo! Ferré y seguía participando del movimiento postconciliar. Escribía
esto nos costó ya seis muertos"54. El sábado 13, la huelga se extendió
,ii tículos periodísticos de manera permanente. Con Alejandro Mayol y
entre los trabajadores de las empresas subcontratistas (Cartellone,
Arturo Armada comenzó a escribir un libro que mostrara las decenas
Wainstein, Analvi). Durante la madrugada del día 16, Torres, Olivares
de veces que la jerarquía había apelado al recurso de remover y cas-
y el cura obrero Pascual Rodríguez, que trabajaba en las obras, fue-
tigar a los sacerdotes y laicos rebeldes, al tiempo que compilaban los - -,
ron detenidos. Al día siguiente los policías fueron a buscar a Antonio s que alentaban la nueva teologia. '
documentos eSéri-cíale-1"aela
Alac a uno de los obradores. Los huelguistas se habían parapetado
Finalmente, el libro salió,a la luz en i 0 con el nombre de Los cató—,
en lo alto de una colina desde donde resistieron con una lluvia de ---
licos postconciliares en la Argentina, 196 -1969. Aquí se reprodu"
piedras el embate policial con gases lacrimógenos. El choque dejó cronología-w~egger titulé A es para una historia58.
cuatro heridos y provocó el repliegue de la policía. Esa misma tarde
El tema de la lucha armada se venía debatiendo desde hacía tiempo
el obispo de Neuquén, Jaime de Nevares, inició una mediación con
en os ru os de-militantes peronistas y marxist . La persistencia
funcionarios del gobierno y con Rogelio Coria, secreta'rio general de
de formas totalitarias de poder, la creciente represión de los movimientos
la Unión Obrera de la Construcción, que había llegado de urgencia a
de protesta, sumada a la influencia de la revolución cubana, agitaron los
la provincia convocado por la gravedad de los acontecimientos.
La noticia de la liberación de los detenidos llegó a las barricadas la
madrugada del 18. Una nueva asamblea decidió levantar el paro luego Se trató de la Reunión Sindical y Popular por la Justicia Social y la Liberación
Nacional que sesionó en Córdoba el 31 de enero.
de que los trabajadores se aseguraran de que no habría represalias. El día 56 Los detenidos fueron, además de Antonio Alac, Armando Olivares, Edgardo
Torres, Primo Valenzuela, Rubén Osmar Montenegro y Bernardino Eleuterio.
53 Consejo Directivo de la CGT: "Mensaje a los
trabajadores y al pueblo argentino", Juan Chanetón: Dios y el diablo en la tierra del viento. Cristianos y marxistas en
1° de mayo de 1968. En: Semanario CGT, www.cgtargentinos.org las huelgas de El Chocón, Buenos Aires, Catálogos, 2005.
54 Norberto Habegger: "Las voces de la colina", en
Panorama, 23 de diciembre 57 Norberto Habegger: "La huelga de El Chocón". Archivo de Flora Castro.
de 1969. 58 Alejandro Mayal, Norberto Habegger y Arturo Armada: Los católicos posconci-
liares en la Argentina, Buenos Aires, Galerna, 1970
 -9991,
FLORA CASTRO • ERNESTO SALAS
debates sobre la legitimidad de la violencia desde principios de la déca-
da del sesenta. Sin embargo, los variados intentos por iniciar acciones
guerrilleras se habían desmoronado al poco tiempo de ser iniciados59.
La posibilidad de la continuidad de una organización armada pese a
las derrotas iniciales fue, finalmente, probada por las Fuerzas Armadas
Peronistas (FAP) quienes en 1968, pese al fracaso del intento de instalar
una campamento guerrillero en Tucumán y la detención de todos los
militantes que se preparaban en la localidad de Taco Ralo, no desapa-
reció como en los casos anteriores sino que logró perdurar en el tiempo.
, En Acción Peronista de Taco
_ Ralo aceleraron los intentos
,..-,clemutacto
-- con as FAP. Sin embargo, cuando estos fueron estabiáidos,
los de la "P" se encontraban en un momento de agudo debate interno.
Luego de la detención de los combatientes en Tucumán, otros grupos
de las FAP iniciaron la preparación de los destacamentos urbanos de la
organización. El 17 de octubre de 1969 se dieron a conocer mediante el
copamiento de dos puestos policiales en la localidad de Tortuguitas y,
en el mismo año, volaron dos torres de transmisión por cable coaxil y
realizaron la toma de una casilla de guardavías en la estación Coghlan.
El 6 de enero de 1970 asaltaron y ocuparon la guardia policial de Villa
Piolín, una extensa villa del Gran Buenos Aires en la que repartieron
juguetes y llamaron a la lucha solidarizándose con los presos políticos
como Raimundo Ongaro y Carlos Cande. Varias de sus acciones se desa-
rrollaron en la zona norte del Gran Buenos Aires donde operaba Acción
Peronista. Para conformar las FAP se integraron una serie de militantes de
organizaciones previas, como Acción Revolucionaria Peronista, el Movi-
miento de la Juventud Peronista, el MNRT Tacuara y el grupo del Vasco
Bengoechea. Sin embargo, según Eduardo Pérez, en el momento de la
relación de los Descamisados con las FAP, estos se encontraban en una
discusión interna entre los "movimientistas" y los "vanguardistas" o -en
términos de las propias FAP- entre los "iluminados" y los "oscuros". Por
I ello, Norberto y los suyos optaron por una organizacián independiente
para la que eligieron el nombre Descamisados°. La posición "movimien-
tista" de los Descamisadosguedó en evidencia tiempo después, cuando,
a difere_ncia.cle ingresar ellos en las FAP, recibieron la adhesión de varios
militantes de los "oscuros" o "movimientistas".
59 Los Uturuncos, en 1959/60; el Ejército Guerrillero del Pueblo, en 1963; el Mo-
vimiento Nacionalista Revolucionario Tacuara, en 1963 y el grupo del "Vasco"
Bengoechea, en 1964.
60 Eduardo L. Duhalde y Eduardo Pérez: De Taco Ralo a la Alternativa Indepen-
diente. Tomo I: las FAP, Buenos Aires, de la Campana, 2001.
-40-
NORBERTO HABEGGER: CRISTIANO, DESCAMISADO, MONTONERO
Recuerda Ricardo Grassi que la organización empezó a gestars.e
en el primer semestre de 1969 por iniciativa de Norberto Habegger
I lora __ 1‘• 61. Grassi estaba estudiando ingeniería en la Univer-
11Zabtal.-
sidad Católica en Córdoba y había colaborado en la organización del
centro de estudiantes de su facultad. En realidad, lo de la ingeniería era
un mandato paterno, su padre era dueño de astilleros y esperaba que
Ricardo lo sucediera en la empresa familiar. Sin embargo, su vocación
de periodista y la necesidad de ocupar su tiempo libre lo llevaron a
trabajar en la revista Extra de Bernardo Neustadt. Finalmente, abando-
nó su carrera de técnico para dedicarse de lleno a las noticias. En los
encuentros con otros militantes universitarios había conocido a varios
de los futuros organizadores de Montoneros como Mariano Pujadas.
Fueron estos contactos, surgidos del ambiente juvenil católico, los que
lo llevaron a participar en un curso de formación política en la casa de
Julio Bárbaro62 que, al estilo de los de los tupamaros en Uruguay, eran
llamados los seminarios Marcha.
La reunión definitoria en la que se discutió la formación de los Des-
camisados fue entro multitudinario de grupos, centros de estu-
diantes y coordinadoras en el seminario católico de Devoto. El debate
-inmenso sega recuerda Grassi- estaba coordinado por Ilabegg-ery
Mendizábal y la mayoría de los asisten es ya tenía a avor
o en contra. Entre los que estaban a favor del uso de las armas, el debate
se planteaba en torno a la contradicción principal: imperialismo -nación
o burguesía-proletariado. Otro tema que recuerda como distintivo de la
naciente organización era el rechazo visceral al foquismo con abandono
• de, los_frentes políticos. Para Grassi -como para otros según vimos-, la
_necesidad de formar una nueva agrupación y no sumarse a las existentes
radicaba en esta definición. Ricardo se sumó al frente que se organizaba
en laTocalidad de Munro y asumió la responsabilidad de hacer el perió-
dico de Vicente López. Lo llevaban a una imprenta del barrio de San
Telmo hasta que un aporte de capital del propio Grassi permitió instalar
la propia en la zona sur del conurbano bonaerense. Como otros, Grassi
opina que no encuadraba fácilmente en los marcos de la clandestinidad.
Recuerda con simpatía el humor de un militante que pintó la consigna:
"Esta guerra es popular, prolongada y...rara, muy rara". En realidad,
había un planteo inmediatista -opina-, "diez años eran una ficción si se
los plantea en esos términos".
61 Entrevista de Albertina Paz a Ricardo Grassi, Roma, mayo de 2000. Archivo
de Flora Castro. Todas las referencias de Ricardo Grassi pertenecen a esta fuente.
62 Julio Bárbaro, sin embargo, no se incorporó a la nueva agrupación.
-41-
-
FLORA CASTRO • ERNESTO SALAS
Las primeras acciones de la nueva organización fueron en apoyo de
sus trabajos territoriales, de aprovisionamiento logístico y de propaganda
política. En cuanto a lo logístico, consistieron en sustracción de chapas
de autos, robo de material sanitario, robo de automotores y desarme de
policías. La propaganda política consistió en la toma de barrios obre
ros para difundir mensajes, repartir víveres, etc.63. Un ejemplo de las
formas de propaganda política de los Descamisados fue la acción con
la que se dieron a conocer. El 17 de octubre de 1970 el grupo tomó un
cine en el barrio de La Tablada para proyectar la película La hora de
los hornos. Mientras algunos militantes se instalaron en el pullman con
volantes, otros redujeron al operador y colocaron la copia de la cinta. En
ese momento, los del pullman tiraron los volantes sobre los asistentes y
luego se retiraron ordenadamente. En otra ocasión, ya después de los
fusilamientos de Trelew, varios militantes incendiaron el local del Círculo
Naval de Tigre luego de haber contratado los salones con la excusa de
realizar una despedida de solteros:
"En determinado momento, los que estaban haciendo la despedida de
solteros se pararon, sacaron las armas.., claro, los mozos y demás... [.. 1
Bueno, y después dejaron unos bidones de nafta, y cuando se fueron
pintaron la pared 'Esto va por lo de Trelew', y se prendió fuego el club ese
de la marina"64.
Antes de retirarse pintaron en las paredes las consignas "Perón o Muer-
te", "Descamisados". Otro operativo resonante fue el hundimiento del
yate "Biguá" del comandante en jefe de la Armada, que estaba anclado
en el río Luján. Los guerrilleros observaron que el barco estaba apenas
custodiado por un par de marineros. Se acercaron con una pequeña
lancha con motor, dominaron a la custodia y salieron río afuera para
ponerle una bomba que lo mandó a pique".
Según los testimonios, Norberto Habegger fue quien dirigió la mayo-
ría de las acciones. Iribarne, que nunca fue combatiente pero participó
en algunas como chofer, afirma que jamás se hacía un operativo para
matar a nadie y que, a pesar de que los Descamisados habían elegido el
camino de la violencia, la planificación de una acción era meticulosa. En
eso Norberto era obsesivo y dedicaba militantes que recorrían por horas
un objetivo para que nada quedara improvisado; que ante cualquier im-
63 Entrevista Rodolfo Ojea Quintana, "Tojo", abril de 2009.
64 Entrevista de Flora Castro a Arnaud Iribarne, 22 de julio de 2003. También en
Juan Gasparini: Montoneros. Fino/de Cuentas, La Plata, de la Campana, 1999, p. 27.
65 Ídem.
—42—
M*1111+1'10 1' I AtiECCER: CRISTIANO, DESCAMISADO, MONT@4ERO
,I ( lía de la acción, se la postergaba; que nunca se realizaban sin
r.,i a sanitaria donde trasladar a los heridos, en una ambulancia o
Un ,it i o particular destinado a la evacuación. Aunque, con el tiempo,
propias lógicas de la violencia política fueron trastocando incluso los
uhjes: "...en el lenguaje que teníamos nosotros que veníamos del
enanismo estaba fundamentalmente el amor al prójimo, el trabajo por
demás [...] después pasa a ser lo importante ser comprometido, ser
itero, ser corajudo, aceptar órdenes, ser disciplinado [...] se modifica
mentalidad y se modifica el lenguaje"66.
I 1 saldo final de las acciones violentas de los Descamisados, sin embar-
)rovocó varias víctimas. Mientras algunos combatientes cambiaban las
i liai )as de un auto robado apareció un patrullero y se inició un tiroteo en el
( le según Iribarne— murió un compañero que él recuerda corno "Paco".
Mas allá de los enfrentamientos, en los que cayeron dos combatientes y
policía, una circunstancia desgraciada sucedió el 25 de septiembresle
I' Y/2 en la casa que compartía la pareja de Rodolfo "Tojo" Ojea Quintana.y
jr iciela Imaz con Alicia Hebe Camps. Como ya se ha explicado, la pareja
compartía su casa de Vicente López con otra militante de la organización.
En ese momento ya se encg:~vanzadas las reuniones para integrar
bescarn —TSZE— ios a la organización Montoneros. Incluso habían realizado
algunos operativos conjuntos con militantes de ese grupo. Graciela y el f
"Tojo" tenían entonces dos hijos pequeños, Tomás de cinco arios y María
Cecilia de cinco meses. Alrededor de las siete de la tarde, mientras Alicia
manipulaba un explosivo que estaba armando, este detonó matándola de
inmediato. La onda expansiva provocó heridas múltiples a Graciela y su
hijito Tomás; María Cecilia resultó ilesa. Inmediatamente, la policía rodeó
la casa y detuvo a Graciela Imaz, que fue juzgada por la recientemente
creada Cámara Federal Penal, conocida por los militantes revolucionarios
como el "Camarón" o la "Cámara del Terror", y condenada a prisión por
"...considerarla autora prima facie de los delitos de homicidio calificado,
robo calificado, tenencia de armas de guerra y material explosivo, asocia-
ción ilícita calificada y falsificación de documento público"67. Recién fue
liberada con la amnistía en marzo de 1973. El "Tojo" permaneció prófugo
y clandestino. Los Descamisados se integraron finalmente a Montoneros
hacia fines de 1972, en el momento-aé aud-rdFla campaña electoral para
las elecciones de marzo de1973. A diferencia de una parte de las FAP, que
los calificaría de -seguidistas", los "desca" confluyeron en la aprobación de
66Entrevista a Arnaud Iribarne.
67Se pueden consultar las actas de la Cámara Federal Penal en: Juan B. Yofré:
Volver a matar, Buenos Aires, Sudamericana, 2009, pp. 203 a 218.
—43—
 FLORA CASTRO • ERNESTO SALAS
los movimientos tácticos de Perón y —junto con los Montoneros— aceptar
participar de las elecciones presidenciales llamadas por la dictadura d
general Lanusse. Para mediados de 1972 se habían extendido también en
algunos de los barrios aledaños a la ciudad de La Plata.
A diferencia de otras organizaciones, los Descamisados nunca aband<
naron los frentes políticos que habían desarrollado. Otros grupos habían
priorizado la seguridad para sí y para los demás que otorgaba la clandes-
tinidad, por lo que desaparecieron de los lugares que, hasta el inicio de
la lucha armada, habían frecuentado. Esa experiencia de inserción entre
las agrupaciones territoriales, Habegger la volcaría posteriormente en la
organización de los grupos de peronistas que solicitaban hacia fines de
1972 su ingreso a los Montoneros.
La adhesión más extraña, debido a las características del grupo, fue la
de un militante bastante atípico corrientes peronistas combativas
y de izquierda de la époc ingresó a los "desc par
de arios ..despuég .de ser liberado i arcel por su participacion en el
dejin avión de línea al cLue obligaron a desembarcar en fds-islál
Malvinas en 1966. El hecho fue conocido como "Operación Cóndor" y
Cabo y sus compañeros fueron inmediatamente detenidos y condenados
a varios años de prisión. Era hijo del conocido dirigente metalúrgico de
la resistencia, Armando Cabo. Su primera militancia, a comienzos de los
sesenta, había sido en el Movimiento Nacionalista Tacuara, en el cual
organizó la línea sindical. Tiempo después se separó del grupo para
formar el Movimiento Nueva Argentina, un núcleo de juventud peronista
ortodoxo que funcionó como custodia de Isabel Perón cuando esta visitó
el país en 1965 para dirimir peleas internas del movimiento por orden
del líder exiliado en Madrid. Cuando se conocieron en la revista Extra,
en la que ambos trabajaban como periodistas, Miguel Bonasso todavía
lo llamaba cariñosamente "el facho". Dardo salió en libertad condicional
el 29 de mayo de 1969 para reencontrarse con María Cristina Verrier, la
mujer con la que se había casado en prisión, y con la pequeña hija de
ambos, María, a quien apodaban cariñosamente "la Tata"68. Comenzó a
trabajar como metalúrgico en la fábrica de frenos Tensa, en Munro. No
duró mucho, lo echaron cuando intentaba oponerse a Victorio Calabró,
delegado de la UOM en Vicente López.
68 Roberto Bardini: "Dardo Cabo y la muerte de Vandor: siete falacias", en: bam-
bupress.wordpress.com, 9 de enero de 2010, Todas las referencias a la vida de
Cabo desde su salida de la cárcel hasta su ingreso en Descamisados provienen de
este artículo.
-44-
Ni )N111.,R11) IAISECCER: CRISTIANO, DESCAMISADO, MONTONERO
t( 1( )11( 1 'faf fendorf, compañero y amigo de Cabo, cuenta que: "Des-
(1e ilir de la cárcel, Dardo siguió siendo vandorista. A él lo estaban
hdo desde los 16 o 17 arios como uno de los cuadros sindicales de
M Dardo estaba destinado a suceder a Armando, su papá, y
nr muy alto en la UOM o la CGT [...] La muerte de Vandor anuló
ft tu v.abilidad. A Vandor lo sucedió Lorenzo Miguel, que rajó a todos
104111111 I lachos vandoristas. Armando no esperó que lo echaran: se fue
) un portazo. Y sin el respaldo del Lobo, poco a poco, Dardo ter-
¡Din, buscando otros caminos políticos".
1 .11 1970, con otros compañeros —relata Héctor CarricaT "crea-
de Base 17 de Octubre (Apeba 17)"
Tos 1,1 Agnidor - 77leronista
—
t'e ii trabajo entre Tos trabajadores municipales de recolección de
Guardia de Hierro y Apeba 17 hicieron un
.ura. A fines de 1971,
Estudiantil Nacional (FEN)1 que dirigía el es-
Luerdo con el Frente
"Pajarito" Grabois, y los Comandos
diante de Filosofía Roberto
Julián Licastro, y fundaron
Tvenológicos, que conducía el ex teniente
ortodoxa,
1.1 Mesa del Trasvasamiento Generacional. Considerada
1.1 Mesa privilegiaba la lucha política antes que la lucha armada.
1 ,cién cuando Cabo se separó de la Mesa del Trasvasamiento, Horacio
Mendizábal lo convenció de unirse a Descamisados. Esto posiblemente
I iñya sido en 1972.. tres años después de la muelle de..Vandov,59.
Una parte de la militancia de Cabo después de la cárcel se había desa-
t ollado en Munro y Vicente López, donde fructificaba el trabajo político
(le los Descamisados. Durante su trabajo en Extra debe haber conocido
a Ricardo Grassi. Cuentan que Dardo ingresó a la agrupación como uno
más, sin otros títulos que su militancia peronista. Sin embargo, todavía
hoy la mayoría de los militantes de la época relacionan a Descamisados
como la agrupación de Dardo Cabo.
"... Lo QUE LE PASÓ A VANDOR"
El 30 de junio de 1969 un grupo de hombres jóvenes ingresó con
una excusa al edificio de la Unión Obrera Metalúrgica. Mientras unos
redujeron al personal de la planta baja, un par de ellos buscó y asesinó
en el primer piso al secretario general del sindicato, Augusto Timoteo
Vandor. Toda la acción no duró más de veinte minutos. Antes de reti-
rarse dejaron un explosivo que detonó minutos después permitiendo el
escape de los atacantes sin que nadie pudiera detenerlos. Esto fue un
lunes. La situación política en el país por esos días era tensa. El viernes
69 Ídem.
-45-
 FLORA CAS I RO • ERNESTO SALAS
anterior, mientras se realizaba una concentración en repudio a la visita
de Nelson Rockefeller, la policía había reprimido a los manifestantes.
Cuando se dispersaban, un patrullero había perseguido al militante y
dirigente sindical de los periodistas, Emilio Jáuregui, lo había cercado y
asesinado fríamente.
Durante un año y medio ninguna organización armada se adjudicó la
muerte de Vandor. Las investigaciones policiales posteriores no arribaron
a ningún resultado. El grupo que había ejecutado el atentado no volvió a
aparecer salvo en un hecho similar, el asesinato de otro dirigente sindical
cuestionado, el textil José Alonso. Pero no parecían tener, como otras
organizaciones similares de la época, la intención de ser conocidos o
de proponerse como vanguardia de las luchas populares. Simplemente,
parecieron esfumarse. Recién diecinueve meses después, en febrero de
1971, se difundió un comunicado con la firma del grupo que se adjudica-
ba el crimen. Se autodenominaban "Comando Héroes de la Resistencia
Domingo Blajakis", del "Ejército Nacional Revolucionario"70. Dadas las.
escasas evidencias dejadas por los autores, tanto en aquel momento como
hasta hoy, se tejieron varias hipótesis sobre la identidad de los atacantes
pero ninguna prueba concreta que las avalara.
Todavía hay muchos militantes políticos y sindicales de los sesenta
y setenta que, cuando se les pregunta acerca del atentado que costó la
vida de Augusto T. Vandor, el secretario general de la poderosa Unión
Obrera Metalúrgica y líder de las "62 Organizaciones Peronistas", no
dudan en afirmar que fueron Dardo Cabo y su grupo Descamisados los
que planificaron y ejecutaron el operativo que terminó con la muerte
del líder metalúrgico. En la mayor parte de los libros acerca de la vida
y muerte de Vandor se repite la misma hipótesis que, hasta la fecha,
nadie ha podido comprobar. Pero como sucede con buena parte de los
crímenes no suficientemente aclarados de aquella época, las versiones
suelen sostener insólitas conspiraciones palaciegas o conjuras oscuras de
las que nadie puede dar cuenta pero que se instalan como una verdad
revelada. Se trata, aunque cueste creerlo, de problemas concretos de la
investigación histórica. Lo que sucede sin más es que la primera versión
se repite como verdadera sin que nadie se ocupe de saber mediante
indagaciones comprobables lo que verdaderamente ocurrió.
La que nos interesa aquí es la acusación acerca de la responsabili-
dad de los Descamisados, el grupo fundado por Norberto Habegger y
70 Se puede consultar en varios libros, entre otros: Alvaro
Abós: Augusto T Vandor,
Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 1999; Santiago Senén González y
Fabián Bossoer: Saludos a Vandor, Buenos Aires, Vergara, 2009.
—46—
NORBERTO HABEGGER: CRISTIANO, DESCAMISADO, MONTONERO
otros militantes cristianos. Esta interpretación del hecho fue lanzada por
primera vez en el influyente y muy bien documentado libro de Richard
Gillespie que relata la historia de la organización Montoneros. Lo que
Gillespie afirmó fue que:
"Su nombre [el de Dardo Cabo] y el de los Descamisados han sido rela-
cionados con el Ejército Nacional Revolucionario (ENR), el cual, a pesar
de ser presentado por los Montoneros como otra organización guerrillera
independiente que se unió a ellos a principios de los años setenta, no tuvo,
al parecer, vida propia. El quimérico ENR solo llevó a cabo un par de
operaciones militaristas: el asesinato, en 1969 y 1970, de los dos principa-
les líderes sindicales conciliadores de los años sesenta, Augusto Timoteo
Vandor y José Alonso, ambos considerados 'traidores' por sus 'verdugos'.
La verdad del caso es que el ENR no era sino un 'sello' de Descamisados
utilizado para actos que sin duda provocarían importantes reacciones por
parte del Estado y enfurecerían a los círculos obreros peronistas"71.
Veamos algunas consideraciones del autor. Que el hecho provocara
"importantes reacciones por parte del Estado" era para todos los gru-
pos que iniciaban la resistencia armada una consecuencia de su acción
que estaba prevista con el inicio mismo de la violencia. Lo anormal, en
verdad, hubiera sido que el inicio de la violencia contra la dictadura no
hubiera recibido ninguna reacción de los órganos represivos. Por otro
lado, Gillespie afirma que los atentados contra empinados dirigentes
sindicales "enfurecerían a los círculos obreros peronistas", lo que no
deja de ser una frase de ocasión; los que estaban dispuestos a jugar la
carta del atentado político contra lo que llamaban la burocracia sindical
confiaban en la aceptación y no en el rechazo de sus acciones por parte
de los obreros peronistas.
Aunque Gillespie no muestra ninguna prueba que le permita esta-
blecer esta relación entre el ENR y los Descamisados, su interpretación
ha tenido una influencia nunca discutida ni verificada y ha sido, a lo
largo de los arios, la historia oficial de los hechos. En innumerable
cantidad de trabajos históricos y periodísticos se repite la misma inva-
riante explicación72. En muchos casos se la incorpora como una más
" Richard Gillespie: Montoneros. Soldados de Perón, Buenos Aires, Grijalbo, 1987,
p. 140, el resaltado es nuestro.
/2 Ver, entre otros: Viviana Gorbato: Vandor o Perón, Buenos Aires, Tiempo de
Ideas, 1992, pp. 148-149; Alvaro Abós: Augusto 7: Vandor, Buenos Aires, Fondo
de Cultura Económica, 1999, p. 52; Santiago Senén González y Fabián Bossoer;
Saludos a Vandor, Buenos Aires, Vergara, 2009; Horacio Verbitsky: Historia política
de la Iglesia Católica. Torno II. La violencia evangélica. De Lonardi al Cordobazo
-47—
 FLORA CASTRO • ERNESTO SALAS
entre otras múltiples —y nunca verificadas— probabilidades. Las otras
explicaciones también adolecen de la misma falta de pruebas que esta.
Se han dicho muchas cosas, que fue la CIA, que fue el gobierno de
Onganía a través de su omnipresente ministro del Interior, el general
Imaz, que fue un ajuste de cuentas entre sindicalistas, etc. Dado que
nadie presenta pruebas, todo se reduce a unos "dimes y diretes" que
más sirven para el relato novelesco o la crónica periodística de ocasión
que para la verdad histórica.
Al intentar esta biografía de Norberto Habegger, nosotros partimos
de una certeza que surgía del testimonio de Flora: Norberto Habegger no
había participado, no la había planificado ni había instigado la operación.
Sin embargo, nuestra única opción para plantear lo que sabíamos era
encontrar alguna hipótesis que encontrara un criterio de verdad suficiente
para demoler las ideas conspirativas que por años reemplazaron la ver-
dad histórica. Todas las versiones estaban ligadas a presunciones y datos
sueltos, pero ninguna tenía de primera fuente contacto con los autores o
con alguien que los hubiera conocido personalmente. Hasta que dimos
con la investigación de José Amorín, que coincidía con nuestras certezas.
Amorín había conocido a por lo menos dos de los autores del atentado
en los primeros años de su militancia en la organización Montoneros,
porque estos habían ingresado a la misma en 1971 y participado en su
mismo grupo de combate. En la segunda edición de su libro, Amorín
presentó un adelanto de una investigación que estaba preparando. El
relato era mucho más detallado y plausible que los anteriores. Según
sus averiguaciones, un grupo de ferroviarios de una agrupación ligada
a la CGT de los Argentinos que actuaba en la localidad de San Martín,
había planificado y ejecutado el atentado. Los llamaban los chinos "por
los rasgos aindiados de algunos de sus miembros". Las razones que el
grupo esgrimió fueron que el freno al avance de la conciencia de clase
de los trabajadores se debía a la traición de la burocracia sindical, y
que sus cabezas visibles eran Augusto Vandor, José Alonso y Rogelio
Coria. A la inversa de otras "orgas" surgidas en la época, no esperaban
de la acción ninguna consecuencia organizativa ni querían presentarse
a la opinión pública a través de ella, ni se planteaban como vanguardia
de la clase obrera ni ninguna otra cosa parecida. Los compañeros que
conoció Amorín cuando se integraron a Montoneros en 1971, murieron
en combate o fueron desaparecidos en los años posteriores. Sus jefes se
(1955-1969), Buenos Aires, Editorial Sudamericana, 2008, p. 357. Aunque este
último afirma que el ENR era un grupo independiente que luego se integró a los
"Descamisados".
—48—
N oRRERIO HABEGGER: CRISTIANO, DESCAMISADO, MONTONERO
m'iban Francisco Paco Carral y Ángel Grimald, ambos eran militantes
Jales ferroviarios.73.
Nos parece, hasta ahora, la tesis más cercana a la verdad de todas
que se han presentado. Existe una relación directa del autor con los
i dIcados y es mucho más verosímil que todas las demás. Por nuestra
1 í rte, agregamos de primera fuente que todos los entrevistados que par-
ll paron del grupo Descamisados niegan la autoría de su organización
if el atentado, que Dardo Cabo —como vimos— ingresó al grupo con
I vrioridad al hecho en que se lo imputa, que en ese año Norberto
i . .. ('gger se convirtió en padre de su primer hijo y que no fue ni ins-
Ilellbdor ni partícipe del crimen, que las concepciones del grupo, como
)s, nada tenían que ver con la eliminación de dirigentes sindicales sino
4411 el inicio de la resistencia armada a la dictadura vinculando trabajos
1),It riales y sindicales con la concepción de los grupos de base cristianos.
Mi INTONEROS
Cuando Descamisados se fusionó con Montoneros, Norberto tenía
anos que la mayoría de los miembros de conducción de la orga-_
1, ton. diferencia de muchos de ellos, a los que el combate y la
1. 11idestinidad que la lucha violenta implicaba los había aislado de los
movimientos sociales, Habegger había desarrollado una serie de tra-
lialos sociales y políticos en varios barrios, se había relacionado con la
Itancia peronista de las zonas en las que estaban insertados y tenía
contacto con los movimientos de católicos que miraban con simpatía las
ciones guerrilleras. Norberto era un cuadro excepcional para resolver
It problemas entre los grupos de jóvenes peronistas que se querían su-
mar a la organización. Centenares de agrupaciones veían entonces, en
los ejecutores del dictador Pedro Aramburu, la vindicación fundamental
por la ignominia sufrida en las decenas de muertos que habían llorado,
debido al terrorismo de estado de las dictaduras y a la aceptación de la
tutela militar por parte de los gobiernos civiles desde el golpe de 1955.
" José Amorín: Montoneros. La buena historia, Buenos Aires, Catálogos, 2008,
2' edición; Comunicación telefónica con el autor, junio de 2009. Francisco Carral
falleció en febrero de 1973 luego de un tiroteo con la policía que lo dejó malherido.
Angel Grimald, el Negro Lito, se convirtió en oficial montonero, conducción en la
provincia de Córdoba. El 13 de agosto de 1976 cayó combatiendo contra fuerzas
del Ejército que los rodearon en la casa de Francisco Rivera al 1800 donde se ha!
bían refugiado. En 2005, su cuerpo fue identificado por el EEAF en el cementerio
de San Vicente, donde había sido enterrado como NN. Ver: Roberto Baschetti: La
memoria de los de abajo... Op. Cit., pp. 110 y 247.
-49—
 FLORA CASTRO • ERNESTO SALAS
Habían pasado dieciséis arios de las ejecuciones sumarias de peront
que intentaron un levantamiento el 9 de junio de 1956, pero la cult
política del peronismo no había olvidado la afrenta.
Una de las cuestiones que más han desfigurado los estudios sohr
las guerrillas en la Argentina de finales de los sesenta ha consistido en
la rápida atención que han despertado en los investigadores las accio!li
violentas de cada grupo en su combate contra la dictadura. Este imin
sionismo de la violencia ha llevado a oscurecer la cuestión de la inserciol i
política de las guerrillas en los variados grupos militantes de la época'
Particularmente, en el amplio campo del movimiento peronista, el rápido
crecimiento de las agrupaciones políticas de Montoneros y otras orga-
nizaciones similares hace pensar en la preexistencia de muchos grupos
de jóvenes peronistas que se sintieron atraídos por las acciones político
armadas de las guerrillas. Recientemente, con la publicación de libros
de testimonios de participantes, hemos llegado a saber algo más acerca
de las múltiples facetas de la militancia sindical, cultural y territorial que
adhirieron a los nacientes grupos armados.
Una excepción estimulante son los trabajos de Horacio Robles y
Fernando Amato/ Christian Boyanovsky acerca de esta vinculación
para la ciudad de La Plata desde mediados de 1972 75. Ambos resultan
un aporte clave al conocimiento de las experiencias políticas de las
guerrillas mediante la identificación de las agrupaciones peronistas
preexistentes, tanto en el ámbito universitario (cuya actividad estaba
directamente relacionada al desarrollo de una política específica de
las "orgas" en la Universidad) como de las Unidades Básicas ligadas
a agrupaciones peronistas con arraigo en los barrios circundantes de
la ciudad.
Las insurrecciones urbanas de fines de los setenta, el nacimiento de
direcciones alternativas en los sindicatos como la CGTA o el clasismo y
el crecimiento de variados grupos juveniles armados, tanto peronistas
como de izquierda, alimentaron el desarrollo de múltiples expresiones
juveniles del peronismo que se insertaron en barrios, lugares de trabajo
74 Lo que también abre el interrogante sobre la cultura política
desarrollada en
los sesenta entre amplios sectores de la población que simpatizaron con los movi
mientos armados.
75 Horacio Robles: "FAP, FAR y Montoneros son nuestros
compañeros. Masifica
ción y radicalización política de la JP platense y su articulación con Montoneros
(1970-1973)", Ponencia presentada en el I Encuentro de Metodología de las Cien-
cias Sociales, La Plata, 10 de diciembre de 2008; Fernando Amato y Christian
Boyanovsky Bazán: Los setentistas. De La Plata a la Casa Rosada, Buenos aires.
Sudamericana, 2008.
-50-
41111~11) 1 IAIIEGGER: CRISHANO, DESCAMISADO, MONTONERO
lidtot N() eran expresiones inéditas, sino que se nutrían de
linteriencia organizativa cuyo desarrollo había comenzado
de la década del cincuenta. Pero el impulso antidictatorial
indo el encuentro de los diversos grupos en una estructu-
Integrara. En sucesivos encuentros se fueron coordinando
Id grupos, al tiempo que se definían las diferencias entre
w (Idos más a la izquierda y más a la derecha del espectro
ironista.
rimavera de 1972, Norberto Habegger (el Cabezón), el ex cura
elo Soler-Guinard, Rodolfo Ojea Quintana (Agustín o Toig)Jy
nos Alsogaray (el Hippie)", fueron destinados por Montoneros
ad de La Plata para resolver la incorporación de decenas de
C ones territoriales, estudiantiles y sindicales que solicitaban su
6n a la ot_j7g—waación. Juan Mareen- Soler ya no era curá
m/c') a militar e n las FAP. En 1971 ingresó en los Descamisados
destinado a La Plata para dirigir la columna de la organización
po estaba gestando en la zona. Sus compañeros lo conocían como
:r77.ceso de vinculación entre la dirección nombrada por Mon-
illa'Ziti,drro
'loros para La Plata y las expresiones de la Juventud Peronista de
/o! la resulta relevante para entender acontecimientos importantes
la vida de Norberto. Mediante un excelente trabajo con testimonios
tales, Robles ha descripto el desarrollo de las actividades sociales y
Micas de treinta y dos Unidades Básicas en diversos barrios de la
Wad y los acontecimientos que los llevaron a integrarse a la orga-
nización Montoneros en las fechas citadas. La irrupción en la vida de
jóvenes peronistas de las masivas movilizaciones por el retorno de
I '41 on en noviembre de 1972, la campaña electoral de 1973 y la activa
I, iiiostración de fuerzas en el centro de la ciudad (Plaza Italia) median-
i ( oncentraciones que eran reprimidas por la policía, los marcaría a
Riego: "La generación que se disponía a ingresar a las incertidumbres
le la radicalización, la barrial peronista y la estudiantil que se `peroni-
pudo experimentar, en las calles, el enfrentamiento directo con las
" Juan Carlos Alsogaray estudió Sociología en la Universidad Católica y luego en
La Sorbona. Durante su estadía en Francia se produjo el mayo francés del cual fue
testigo junto con su amigo Carlos Mugica, que estaba parando en su departamento.
En 1971 ingresó en la organización Montoneros y fue destinado como conducción a
la columna de La Plata. El 23 de febrero de 1976 murió combatiendo en Tucumán,
en el frente rural de la organización.
" Juan Marcelo Soler fue secuestrado por efectivos del Ejército el 29 de abril de
1977 y llevado al campo de concentración "El Vesubio". Se encuentra desaparecido.
 FLORA CASTRO • ERNES FO SALAS
fuerzas represivas, la lucha estudiantil, la pasión popular de los actos
masivos del peronismo"s.
El inicio de este camino fue el proceso de normalización partidaria
del peronismo a partir de la convocatoria a elecciones decidida por el
general Lanusse a principios de 1971. La apertura de la actividad política
formal fue el puntapié inicial para la campaña de afiliación masiva del
peronismo. Al mismo tiempo, una serie de encuentros multitudinarios
prefiguraron el camino de la radicalización de la Juventud Peronista
de La Plata. El 29 de enero de 1972, en el club Cambaceres, la JP de
La Plata, Berisso y Ensenada y el Consejo Provisorio de JP Nacional
realizaron un acto en el que estaba invitada Isabel Perón (que no fue) e
hizo uso de la palabra Rodolfo Galimberti. En cuanto a la organización
partidaria para las elecciones, la JP platense se sumó a la estrategia
de la agrupación Cogorno. Esta representaba fielmente a los grupos
de peronistas resistentes de fines de los cincuenta, entre los que se en-
contraba Horacio Chaves, protagonista de la toma del Regimiento 7 de
La Plata en 1956, en el marco de la sublevación del general Juan José
Valle. Horacio era padre de Gonzalo Chaves, uno de los líderes de la JP
platense. El desarrollo de la campaña con la consigna "Luche y vuelve"
volvió a convocar a los peronistas platenses el 3 de octubre de 1972 en
el estadio del club Atenas. Los diarios consignaron la presencia de los
Descamisados "fustigando a la burocracia sindical en las figuras de Rucci
y Coria"79 Finalmente:
"...el proceso en la ciudad de La Plata se formalizó luego de una asamblea
donde los líderes juveniles de la agrupación platense, decidieron la incor-
poración, con 'armas y bagaje' [...] Montoneros creó una pequeña jefatura
en la ciudad y la JP Platense conseguiría, según uno de sus referentes
históricos, 'proyección nacional' y la seguridad que no se harían acciones
ni promociones de militantes sin acuerdo previo"80.
1-lacia principios de 1973, las gestiones de los cuatro enviados por la
organización habían dado buenos resultados. La mayoría de los grupos
de los barrios circundantes de la ciudad y los de las aledañas Berisso
y Ensenada se habían integrado a Montoneros. En cuanto a los grupos
estudiantiles, estos se dividían entre los que adherían a la Federación
Universitaria de la Revolución Nacional (FURN) y aquellos que lo hacían
en el Frente de Agrupaciones Eva Perón (FAEP). Los del FAEP, que
78 Ídem, p. 9.
79 Ídem, p. 17.
81) Ídem, p. 23. También en Amato, Fernando y Boyanovsky, Christian: Op. cit.,
p. 161.
NORBERTO HABEGGER: CRISTIANO, DESCAMISADO, MONTONERO
inaban parte de los grunos políticos de las Fuerzas Armasta_s_Remolu-
cionarias (FAR), se integraron durante 1973 cuando su organización se
sumó también a Montoneros.
La organización de la Juventud Peronista no sería ajena a la disputa por
1.1,, candidaturas que se abrió junto con el llamado a elecciones entre los
ntos sectores del movimiento. Una vez desplazado Paladino por Héctor
( mpora como delegado del general Perón, este se rodeó de conocidos
ir igentes de la rama política con los que conformó el Consejo Superior del
movimiento. Entre estos dirigentes se encontraba Oscar Bidegain quien,
como el propio Cámpora, era oriundo de la provincia de Buenos Aires.
t candidatura de Bidegain a gobernador de la provincia atravesó varias
dificultades y contratiempos. Una de ellas tuvo lugar en junio de 1972
cuando se reunió el primer Congreso del Partido Justicialista en el hotel
Savoy. En la reunión hubo tironeos de todo tipo, especialmente por la ne-
(hit iva de la rama sindical de integrar con sus hombres las autoridades del
Congreso. Finalmente, la conducción recayó —como no podía ser de otro
Diodo— en Perón, presidente; Isabel Perón, vicepresidente primero; Héctor
Campora, vicepresidente segundo (a cargo del Partido). Oscar Bidegain
fue nombrado secretario. El retorno de Perón en noviembre, y la cláusula
prc tscriptiva de la dictadura que impidió su candidatura, volvió a enfrentar
a dirigencia sindical con la rama política del movimiento en torno al
tinitbre del candidato que lo reemplazaría en las elecciones. La reunión
se lealizó el 15 de diciembre en el hotel Crillón, aunque la voluntad de
I 'el ni de que Cámpora fuera el candidato a presidente fue resistida por el
secretario general de la CGT, José Ignacio Rucci y las "62 organizaciones";
Igualmente fue proclamado luego de una reunión entre Juan Manuel Abal
Medina y el líder de la central obreras'.
Según Miguel Bonasso, el 13 de diciembre, Perón se reunió con Juan
Manuel Abal Medina, Secretario General del Movimiento, para tratar el
ei la de las candidaturas. En la provincia de Buenos Aires eran conocidos
is conflictos entre la rama política y la dirigencia sindical de las "62".
Fue Perón quien expresó su preferencia por la candidatura de Bidegain
para gobernador de la estratégica provincia. "Si no es Bidegain —dijo—,
. pie sea cualquier otro, menos Manuel de Anchorend82.
Al día siguiente del Congreso del Crillón estalló en la provincia la ma-
iiiobra dei estanciero Manuel de Anchorena y el cacique metalúrgico Luis
( Itierrero, quienes armaron un Congreso en la sede de la UOM Avellaneda
"' Miguel Bonasso: El presidente que no fue. Los archivos ocultos del peronismo,
litienos Aires, Planeta, 1997, p. 340-343.
"' Ídem, p. 338.
 (1 101i 1 1 IAIII i( il,R: CRISTIANO, DESCAMISADO, MONTONERO
FLORA CASTRO • ERNESTO SALAS
thill I 4 11111 1 11.quero en los barrios y las fábricas alentada parlas
para anunciar la candidatura de ambos a los cargos de gobernador tia.p tii t centrales de la mayoría de los actos de campaña.
vice. El congreso fue tan amañado y violento que el propio Abal Medi
d 1.. después del triunfo del 11 de marzo, la fuerte in-
puso en juego su vida tratando de escapar de los matones armados '. ' tores revolucionarios en el gobierno de la provincia
Herminio Iglesias, el cacique de Avellaneda, que lo persiguieron por 1
(04 AH, quedó sellada con el discurso de Bidegain en el acto
cuadras cercanas al sindicato. Lorenzo Miguel se declaró en contra. Ruc ul i i i del Casa de la Provincia de Buenos Aires de la Juven-
a quien Bonasso le atribuye estar detrás de la maniobra, también declar
lila - I ,I lo que el pueblo quiere es lo que ustedes corean: el
su malestar por el asunto. El Consejo Superior, finalmente, intervino e
distrito y dispuso la expulsión de Anchorena y otros dirigentes que I
latiere que la economía esté al servicio social y que vayamos al
chi!, es decir al socialismo nacional [...] esto no lo lograremos
habían acompañado. El trabajo político de Cámpora, conocedor a fondo
el apoyo tumultuoso, sino que necesitamos la coparticipación
de la realidad política de su provincia y el fuerte apoyo de la Juventud
bienio que yo he asegurado a la Juventud Peronista. La juventud
Peronista, que ganaba la calle en multitudinarias manifestaciones, logra-
Lie estar bien organizada para asegurar la continuidad del proceso
ron frenar la maniobra de las "62" e imponer la candidatura de Oscar
lonario"84.
Bidegain. Para ello, aceptaron que el cargo de vicegobernador fuera
para Victoria Calabró, tesorero de la UOM Nacional, quien había roto
25 de mayo de 1973 los encontró marchando a la Plaza de Mayo
con Guerrero y aceptado su postulación. En todas estas negociaciones
nte de las columnas de Juventud Peronista de La Plata y, en la
e, asaltando con la multitud el penal de Devoto para liberar a los
intervino Norberto como enviado de la organización y vínculo entre las
I t,intes que fueron favorecidos por la amnistía presidencial del nuevo
agrupaciones juveniles territoriales, obreras y estudiantiles que crecían
lomo peronista. Esa noche, un agotado Ojea Quintana se reencontró
con vértigo en la provincia. El lazo que se generó entre el viejo político
Graciela Imaz. Francisco Paco Urondo se demoró en salir, traía en
peronista y el enviado de la guerrilla cuando este lo visitó en Azul para
II mochila las grabaciones de los tres sobrevivientes de la masacre de
apoyar su candidatura, convirtió a Norberto en íntimo de Bidegain.
f I'lew con los que armó su reportaje, que salió posteriormente publicado
Durante los nueve meses que duró la gobernación del viejo caudillo,
flio libro, La Patria Fusilada.
Norberto funcionó como un asesor sin cargo, contacto entre el gobierno
1 1 resultado de la alianza entre los sectores que habían logrado el
provincial y la organización. La fuerte presencia de la Juventud Peronista
al gobierno no estuvo ausente cuando Bidegain conformó su
y su capacidad de movilización agregó un dato inédito al reparto de
iete provincial. En Economía fue nombrado Ramón Miralles, hom-
cargos en el movimiento peronista, que tradicionalmente se distribuían
entre las rama política, sindical y femenina del mismo por partes iguales.
e cercano a la gestión del ministro nacional, José Ber Gelbard85. En el
m isterio de Bienestar Social fue nombrado Floreal Ferrara, reconocido
En varias provincias, la juventud logró su inserción en las listas. Fue así
I iólogo y sanitarista, discípulo de Ramón Carrillo y que había instala-
como, dentro del amplio espectro de diputados nacionales que resultaron
lo consultorios en las villas donde trabajaba. Como Ministro de Asuntos
electos, la tendencia revolucionaria obtuvo algunas bancas, entre ellas
Agrarios fue designado Guillermo Gallo Mendoza, quien había partici-
varias por la provincia de Buenos Aires83.
l iado de las Ligas Agrarias de Santa Fe y era promotor de una amplia
M'arma agraria y partidario de la expropiación de tierras en manos del
EN EL GOBIERNO PROVINCIAL DE OSCAR BIDEGAIN
latifundio. En el Ministerio de Educación, Bidegain nombró a Antonio
A principios de 1973, Norberto, Flora y el pequeño Andrés se mudaron
a la ciudad de La Plata. Al traslado le siguieron los meses agitados de la 1 Discurso de Oscar Bidegain en: Agustín Nava: "El gobierno de Bidegain, 1973-
campaña electoral y la euforia creciente de la expresión popular peronista 1974. Crónica de una caída anunciada". V Jornadas de Sociología, UNLP, 2008.
luego de años de obligado silencio. La consigna del "Luche y vuelve" Según algunos autores, su nombramiento fue resistido por sectores de la "Ten-
encia". Ver: Agustín Nava, op. cit. Durante la dictadura, sus dos hijos fueron
,ecuestrados y torturados en un campo de concentración para que estos revelaran
el paradero de su padre. En los interrogatorios participaba el entonces Capellán
83 La lista de los diputados nacionales fue: Carlos M. Kunkel, Armando Croatto, de la Policía Bonaerense, Cristian von Wernich. En: www.26noticias.com.ar/von-
Jorge Glellel, Anibal Iturrieta, Rodolfo Vittar, Roberto Vidaria, Santiago Díaz Ortiz
wernich-pedia-a-los-detenidos-que-colaboren-por-dios-y-por-la-patria
y Diego Muniz Barreto.

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