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ANTICRISTOS

Mensaje de Paz
www.mensajedepaz.net

Dice el Señor:

“Yo mandé a mis consagrados, asimismo llamé a mis valientes


para mi ira, a los que se alegran con mi gloria”.
Isaías: 13:3

Impreso en Bogotá - Colombia, 2013


info@mensajedepaz.net

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ANTICRISTOS

CONTENIDO

PRÓLOGO PÁG. 3

INTRODUCCIÓN PÁG. 5

EL CARÁCTER O NATURALEZA DE LOS ANTICRISTOS PÁG. 6

EL GRAN ÍDOLO DE NUESTRAS OBRAS PROPIAS PÁG. 14

LOS ESFUERZOS PROPIOS NO SON MAS QUE LIMOSNAS


CARNALES O MUNDANAS PÁG. 19

EL NOMBRE DE HOMBRE PÁG. 21

LA RENDICIÓN DE NUESTRAS OBRAS PROPIAS PÁG. 24

EL REINO DEL MUNDO Y EL REINO DE DIOS PÁG. 26

LA DESAPARICIÓN DEL NOMBRE PÁG. 32

LA IGLESIA SIN MUROS PÁG. 35

SINCERIDAD, REPOSO Y COMUNIÓN PÁG. 38

Mensaje de Paz PÁG. 40

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PROLOGO

La palabra de este mensaje tiene como propósito señalar al Señor Jesucristo, a


quien fue dado todo poder y autoridad y quien intercede ante Dios Padre por su
Iglesia, la que es Uno con Él. Gracias al perfecto sacrificio de Jesucristo, y en
general a su perfecta obra, tuvo victoria sobre la muerte, pagando el precio justo
por la lista de cargos que hay en contra de cada persona que decida aceptar este
sacrificio, ofreciéndonos la oportunidad, por gracia, de tener vida espiritual, y
posteriormente, El mismo, hacernos libres del pecado y de las obras de la
naturaleza carnal. Dios lo designó como cabeza única del cuerpo vivo, es decir, de
su verdadera iglesia; en las Escrituras, en el libro de los Hechos de su Espíritu (libro
que aún se está escribiendo) le vemos obrar con justicia y amor y poder y majestad
edificando su propia iglesia. El es el Pastor y nosotros sus ovejas, por tanto es
necesario aprender a escuchar su voz y obedecerle.

Es relevante recordar que Jesucristo únicamente habla y obra lo de su Padre, así


como su Espíritu Santo solo habla y obra lo de El, por esta razón es fundamental
negarse a sí mismo para que El pueda manifestarse y así sea posible hablar y obrar
lo de El; esto es estar en la doctrina de Cristo y es la diferencia entre andar en la
religiosidad y la vanidad del parecer humano o andar en el camino del Señor. Él
dice: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y
sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda
su vida por causa de mí, la hallará.” (Mateo 16:24).

Para Dios el único digno y santo es su Hijo Jesucristo, razón por la cual es
imprescindible que este Hijo y su gobierno se manifiesten en medio de su
verdadera iglesia para ser Uno con ella, por esto es ineludible la negación de
nosotros mismos (para que El pueda manifestarse), teniendo en cuenta que
quizás, una de las luchas más grandes y justas sea contra nosotros mismos (los
nacidos de nuevo); lucha que será librada en cada corazón, una lucha de la
naturaleza carnal (alimentada por nuestra soberbia, el mundo y satanás) contra la
naturaleza espiritual (provista por la presencia, la palabra y el gobierno de Jesús),
una batalla del gobierno propio (y/o de otro hombre) contra el gobierno de Cristo
y que tendrá como propósito preparar a aquellos valientes quienes gobernarán
con Él en el milenio y en su reino eterno. De aquí que el Espíritu de Cristo esté
paciente, a la espera de que su iglesia sea levantada en medio de hombres débiles
con corazones sencillos, en medio de ovejas inútiles y anónimas y en medio de
vasijas de barro vacías que puedan revelar y llevar al mundo la luz, la verdad, la
esperanza y la justicia del reino y del gobierno de Cristo.
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El astuto misterio de la iniquidad opera encubierto en medio de la iglesia del
Señor, por ello es evidente observar la manifestación de sus productos: mezclas,
confusión, gobiernos propios, activismo, legalismo, prosperidad mundana,
intermediarios, reinos propios, fornicación, división, religiosidad, etc. El principal
objetivo de este misterio es suplantar hábilmente el gobierno de Cristo, colocarse
en el lugar de Cristo como cristo.

No existe saber o habilidad humana capaz de desenmascarar este sutil y oculto


misterio de iniquidad; así que para no ayudar a consumarlo creyendo
pretensiosamente que podemos y estamos ayudándole al Perfecto Hijo de Dios, es
imperioso entrar al reposo y a la paz del señorío del Hijo de Dios que ya venció y
quien es el único capaz de sacar a la luz este misterio. Y no basta con entender y
saber la doctrina de Cristo, no basta con poseer claridad mental sobre ésta y
tenerla como una aprobación o asentamiento mental, este no es el pacto de seguir
únicamente conociendo, discutiendo y enseñando doctrina: ¿De qué sirve si no es
posible vivirla como una obra en la vida de cada uno y de la iglesia? ¿De qué sirve
un nuevo pacto si no conozco personalmente el gobierno perfecto de Jesucristo en
mi propia vida o en mi congregación? ¿De qué sirven más doctrina si la Verdad de
Cristo no es parte integral de mi corazón y de mis vivencias?

La Verdad que Jesucristo nos revela tiene que hacerse parte íntegra de nosotros,
no meramente una doctrina o una experiencia, sino una parte de nuestro corazón.
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¿No está escrito que Él nos exige verdad en lo íntimo? . Lo que nos sostendrá en
medio de la hábil confusión que vivimos y que viviremos será la Verdad del Señor
manifestada en lo más profundo del ser; muchos experimentarán la Verdad, más
la Verdad debe hacerse parte íntegra del corazón, de lo más profundo de nuestro
ser; al relacionarnos con otras personas éstas no solo escucharán una voz, sino
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que también verán la expresión de la Verdad en nuestros corazones . Por eso es
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que cuando el Señor Jesús nos dice que Él es la Verdad , no está hablando
únicamente de algo que Él tiene en su cabeza y que habla y enseña a otros, ni
tampoco de algo que únicamente vivió como experiencia, sino que la verdad hace
parte intrínseca de su corazón, de su ser, Él es Uno con la Verdad. Por ello es
necesario ser uno en Cristo así como El es Uno: el Padre en Jesucristo y El en
nosotros, para ser guardados y perfeccionados en su unidad omnipotente a la cual
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si le teme verdaderamente el adversario .

1
Salmo 51:6: “He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo, y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría”.
2
“Una advertencia profética solemne”. (Pág. 4) Stanley Frodsham. Esta impactante y poco divulgada
profecía se puede leer en www.mensajedepaz.net, en la sección “Controversia”.
3
Juan 14:6: “Jesús dice: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida: nadie viene al Padre, sino por mí”.
4
Santiago 2:19: “Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan”.
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INTRODUCCION

El propósito particular de la palabra contenida en este mensaje, no es levantar


juicio contra el pecador, pues ya fuimos perdonados por la justicia que es en
Cristo. Fundamentalmente procuran estos propósitos: Primero, pretende poner en
evidencia el carácter o naturaleza del espíritu del anticristo, los anticristos, su
operación dentro de la iglesia y su horrible propósito de sustituir, falsificar o
ponerse en el lugar y en el gobierno de Cristo como cristos.

Segundo, tratan de dar luz sobre la fundamental diferencia que existe entre la
salvación y la vivificación (santidad), aclarando que la salvación es un obsequio
dado como un regalo gratis e inmerecido (por gracia) para aquellos quienes
decidan aceptarlo de corazón, y que más que un acto mental, es un proceso de
vivencias y estados del corazón. Mientras que la vivificación es un camino, un
camino de negación de sí mismo y por lo tanto de cruz, que fue establecido y
recorrido primeramente por Cristo para luego ser caminado por aquellos quienes
anhelen gobernar con Él en el milenio y en su reino eterno, de tal manera que este
gobierno justo se de en la misma naturaleza espiritual del único justo, este es,
Cristo, y no en la naturaleza corrupta, injusta, individualista y soberbia de
nosotros. Comprenda que para nada se trata de un camino legalista de negación
al pecado, sino esencialmente, de un camino de negación de sí mismo, es decir, de
un camino de cruz para nuestra voluntad y gobierno propio.

Tercero, procuran que se comprenda la diferencia entre doctrina, vivencia y


unidad con la Verdad, ya que normalmente muchos creyentes confunden estos
estados del corazón, considerando que por el hecho de saberse mentalmente una
doctrina y enseñarla a otros ya fue una obra en su vida y por eso nada cambia,
sigue siendo el mismo bajo otra religión o fuera de ella, un hombre legalista,
frustrado, engañado, disfrazado, que sigue guiado por un gobierno religioso
estructurado en su cabeza y dado por una institución o por sí mismo. De manera
que lo fundamental como ya se mencionó, es tener claro que la Verdad que
Jesucristo nos enseña debe hacerse una parte intrínseca de nuestros corazones, de
nuestro ser, de manera que cuando esta unidad se expresa se convierte por el
Espíritu del Señor en una obra en nuestras vidas, y así mismo en las vidas de otros
que la están anhelando y necesitando. Mas solo en el secreto, en la comunión
íntima entre Jesucristo y cada uno es donde la Verdad podrá ser enraizada en lo
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más interno del corazón, para ser uno solo en Cristo quien es la Verdad .

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EL DEDO SEÑALANDO LA VERDAD. Publicación Mensaje de paz, Bogotá, 2013. La edición digital
puede descargarse gratis en: www.mensajedepaz.net, en la sección “Textos”.
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EL CARÁCTER O NATURALEZA DE LOS ANTICRISTOS

1 Juan 2:18
"Hijitos, ya es la hora postrera; y así como oísteis que el anticristo viene, así han
surgido ahora muchos anticristos, por lo cual sabemos que es la hora postrera".

Siempre ha sido importante y cautivador conocer aspectos sobre el anticristo, de


manera que frecuentemente es el tema central de las discusiones y doctrinas
sobre los tiempos postreros, pero ha pasado por desapercibido que, por ejemplo,
este versículo funciona como una analogía recíproca: "... y así como oísteis que el
anticristo viene, así han surgido ahora muchos anticristos..." (1Jn.2:18). Es cierto
que el inicuo (el anticristo) vendrá por obra de satanás, pero también es cierto que
mientras ese tiempo se cumple hay muchos anticristos operando para preparar la
venida de este inicuo, quien encontrará a una iglesia mezclada y apóstata que no
le resistirá en los más mínimo, sino que por el contrario, se complacerá en todas
propuestas seductoras del reino de este mundo y de las doctrinas babilónicas que
este anticristo ofrecerá y que estarán mezcladas entre velos de humanismo y
formas de cristianismo. Dichos anticristos, que como dicen las escrituras no son
pocos sino “muchos” (numerosos, cuantiosos), saldrán de nosotros mismos, del
seno de la misma iglesia, por ello las Escrituras continúan diciendo:

1 Juan 2:19
"Salieron de nosotros (los anticristos)6, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen
sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se
manifestase que no todos son de nosotros".

Así parezca inesperado y aterrador, no solo es necesario conocer cuál o cuáles de


nuestros “supuestos hermanos” son anticristos, sino primordialmente
preguntémosle al Señor algo más delicado: ¿Soy yo parte de esos anticristos?
¿Acaso hay algo en mí de la naturaleza del espíritu del anticristo? ¿Hago parte,
como edificador o prosélito, de una congregación donde operan anticristos?

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Aclaración: En algunos versículos Bíblicos encontrarán unas palabras entre paréntesis y más
pequeñas, como ésta, que no hacen parte del texto bíblico sino que son notas propias que pretenden
facilitar o aclarar algunos significados.
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Es tiempo de dejar de mirar las Escrituras y en general la Palabra de Dios hacia
afuera de nosotros mismos y hacia afuera de mi iglesia (mi grupo de
congregación), ya que a nosotros nos parece que quienes están afuera de la iglesia
(o de nuestra congregación) son los que necesitan ser lavados, pero son los que
están dentro de la iglesia (o de nuestra congregación) los que necesitan ser
limpiados, porque es necesario que el Señor borre todo nombre de anticristo en
medio de su verdadera casa, es necesario que borre los nombres que han hablado
no por el Espíritu de Cristo, sino por el espíritu del anticristo. Cuando el Señor da
su palabra, no solo lo hace para dar testimonio a los de afuera, Él nos habla,
también y esencialmente, a nosotros, ya que es fácil señalar el pecado, la
esclavitud, la mezcla y la desviación de los demás y hacer juicio, cuando el Señor
quiere mostrar que aquello que vemos en los demás está primero en nosotros
mismos, por eso hay en las Escrituras parábolas como la del fariseo y el publicano:

Lucas 18:9-14
”A unos que confiaban en sí mismos como justos, y menospreciaban a los otros,
dijo también esta parábola: Dos hombres subieron al templo a orar: uno era
fariseo, y el otro publicano. El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta
manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones,
injustos, adúlteros, ni aun como este publicano; ayuno dos veces a la semana, doy
diezmos de todo lo que gano. Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun
alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a
mí, pecador. Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro;
porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será
enaltecido.”

Se ponen de manifiesto entonces dos tipos de personas y dos tipos de actitudes en


medio de la iglesia. El fariseo es la persona y la iglesia con el espíritu de la
religiosidad que se considera a sí misma como justa, sin engaños y que toma
siempre toda exhortación y enseñanza hacia al frente de sí mismo o hacia afuera
de su congregación. Pero también está el publicano, quien representa a la persona
y a la iglesia rendida que al haber sido iluminada por la luz de la verdad de Cristo,
se humilla reconociendo que ciertamente no es justa, que ciertamente es
engañada y que las exhortaciones y enseñanzas (así salgan por su propia boca) son
primeramente para dentro de sí mismo y de su congregación.

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GRÁFICO 1:
El fariseo representa la persona y la iglesia farisea con el espíritu de la religiosidad; mientras el
publicano representa la persona y la iglesia arrepentida y rendida que ha sido alumbrada por la Luz de
Cristo, quien toma toda Palabra de Dios hacia dentro de sí mismo, ya que en lo secreto le fue
alumbrada su naturaleza corrupta.

La etimología de la palabra anticristo procede del griego αντὶ (anti) que quiere
decir: sustituto y opuesto, y χριστός (khristós), que significa: ungido, mesías. De
manera que su significado es a la vez en su unidad: Aquel que sustituye, que está
en lugar de y que se opone a Cristo. Normalmente la religión nos ha vendido
siempre la idea de que el anticristo y los anticristos son los que se oponen a Cristo,
y eso, sin dejar de ser cierto, son verdades a medias que siempre han hecho que
ubiquemos al anticristo y a los anticristos lejos de la iglesia, pero esencialmente el
anticristo y los anticristos son aquellos que se ponen “en lugar” de Cristo,
pretenden “sustituir” a Cristo. Y aunque los anticristos también maniobran fuera
de la iglesia, primordialmente operan dentro de la llamada iglesia del Señor
porque es el lugar donde sería correcto ponerse en lugar (en usurpación) de Cristo,
sustituyéndolo o falsificándolo; y esto hace completamente evidente que en
medio del pueblo de Dios hay dos presencias: la presencia del Cristo vivo, y
también la presencia del anticristo; toda presencia que no sea la presencia de
Cristo es la presencia del anticristo, todo lo que no es la unción del Espíritu de
Cristo es la unción del anticristo, y muchos de su pueblo han buscado identificarse
con lugares donde mora el anticristo porque son engañados y seducidos por los
encantos disfrazados de babilonia, anhelando la presencia de otros cristos, la
presencia de otros sanadores, la presencia de otros maestros que con poder,
señales y prodigios predican ese atractivo pero muerto evangelio del reino de este
mundo y del gobierno de la aparentemente hermosa y espiritual ciudad ramera de
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babilonia (lugares de mezclas). Y todo aquel que anhele esa otra presencia, anhela
la presencia del anticristo.

Lo interesante es que para alumbrar este trono que se está configurando dentro
de la iglesia ocultamente para el anticristo y la apostasía, el Espíritu de Señor Jesús
en otro versículo que se lee a continuación, NO señala particularmente a los
anticristos, sino que identifica el carácter o naturaleza histórica de los anticristos,
de tal manera que puedan ser reconocidos en cualquier tiempo, lugar, institución y
persona, y es lo que fundamentalmente y de modo particular tratará de exponer
este mensaje: algo acerca de la identidad, el carácter o la naturaleza del espíritu
del anticristo y por lo tanto, de los anticristos:

1 Juan 2:22
"¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Este es
anticristo, el que niega al Padre y al Hijo".

Primeramente es mentiroso y anticristo aquel que niega que Jesús es el Cristo,


pero entonces la pregunta es: ¿Qué es negar que Jesús es el Cristo? Realmente
pocos niegan de labios que Jesús es el Cristo, por ejemplo, para los evangélicos y
cristianos es un hecho absoluto, para la religión romana católica también lo es
(aunque tienen doctrinas alternativas, como la de la virgen) y para otras religiones
como el islamismo e igualmente para la religión ecuménica (la religión satánica de
los tiempos postreros) se acepta también que Jesús fue alguien especial de Dios.
Pero esto no se trata de lo que aceptamos de labios o de lo que sabemos o
enseñamos como mera doctrina o aprobación mental, sino de lo que hay en el
corazón y por lo tanto, de lo que hacemos como una vivencia.

Así que cuando el Señor Jesús abre esta Escritura en cada corazón es sencillo
comprender el mensaje espiritual que allí se encuentra para poder reconocer que
no se trata de un mensaje extremadamente sellado y complejo, sino de un
problema de la vanidad humana. Negar que Jesús es el Cristo en realidad es
pretender realizar la obra que Jesucristo ya hizo o que solo Él puede hacer con su
Espíritu, es querer usurpar el lugar de Cristo, ponerse en el lugar de Dios como
Dios, gobernar lo que solo Jesucristo puede gobernar. De modo que confesar que
Jesús es el Cristo, el Cordero de Dios, significa reconocer, aceptar y
fundamentalmente vivir que la obra perfecta de salvación ya fue hecha y que la
santificación y evangelización será realizada por el mismo Señor Jesús, el Vivo, con

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su Espíritu, de tal manera que nosotros solo necesitamos recibir en gracia de ésta
obra perfecta, rindiendo nuestra voluntad y gobierno y entrando al reposo de su
Salvación, Señorío, Voluntad y Gobierno.

Así que toda religión, congregación, persona o doctrina (sobre todo cristiana) que
siga realizando y ofreciendo holocaustos para presentarse supuestamente dignos
delante de Dios, que persista en hacer sacrificios y obras para agradar a Dios y
pagarle, que continúe intentando cumplir la obra que ya fue hecha en Cristo Jesús
de manera perfecta, o que pretenda hacer la obra que solo Él con su Santo Espíritu
puede hacer, es declaración evidente de anticristos, y eso es lo que debemos mirar
en nosotros: ¿Cuánto de esa vanidad hay en mí para que el Señor me considere un
anticristo? Qué engaño tan sutil y qué trampa tan inteligente y astuta tiene
articulada satanás en la iglesia, engañar a los creyentes instándolos a completar
con sus propios esfuerzos y recursos una obra que en realidad es perfecta (y lo
perfecto no necesita de lo imperfecto), cuando en realidad lo que ayudan es a
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consumar algunas de las varias cosas que busca el misterio de la iniquidad :

A. Consolidar el proyecto de falsificación o suplantación del anticristo en la


iglesia, preparar su venida y poner a funcionar su gobierno global.

B. Comerciar con almas para cumplir las metas económicas que las
religiones se han trazado para satisfacer su guerra de dinero, poder y
reinos propios.

Es razonable reflexionar que todo mandamiento de hombre, toda palabra de


hombre, todo gobierno y señorío de hombre en medio de la iglesia, es del carácter
del anticristo, pues está en contra del gobierno y del señorío de Cristo, cabeza de
la iglesia. El problema es que el espíritu del anticristo a través de anticristos, ha
dicho una palabra que el Señor Jesús no ha pronunciado y ha traído confusión;
uno, ha sido el sacerdocio del hombre intentando agradar y ayudar a Jesucristo, y
otro, el sacerdocio rendido que anhela y busca de continuo la presencia, la
manifestación, la voluntad, el tiempo y el gobierno de Jesucristo. En este tiempo
final muchos hombres y falsos cristos se levantarán en medio de la casa del Señor
para gobernar con la doctrina, los mandamientos y el humanismo del anticristo.

Pero la presencia de Cristo en medio de su iglesia ha de sacar a la luz las obras del
anticristo, y así suene duro, difícil de creer y sobre todo fuera de las tradiciones
cotidianas de la estructura religiosa cristiana, es trascendental comprender que

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EL MISTERIO DE LA INIQUIDAD. Publicación Mensaje de Paz, Bogotá, 2013. La edición digital puede
descargarse gratis en www.mensajedepaz.net, en la sección “Textos”.
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toda obra de hombre, toda congregación ataviada con obras de hombre, toda
denominación humana (división del cuerpo), toda institución religiosa fundada por
voluntad de hombres, toda interpretación de hombre, todo evangelio de hombre,
todo ministerio de hombre o designado por hombre, toda fuerza y esfuerzo de
hombre, toda edificación de hombre, y en general, todo sistema, estructura,
estrategia, medio y molde de hombre o del mundo para la iglesia de Cristo: Está
mezclado con el carácter del anticristo, ya que todo aquello que sustituya o
falsifique la manifestación de la presencia, de la palabra, de la voluntad, del
tiempo y del gobierno de Jesucristo o que se oponga a Él, es del carácter del
anticristo, porque niega que Jesús es el Cristo, el ungido de Dios, la única cabeza
del Cuerpo. Esto no quiere decir que el Señor Jesús nunca se manifieste en algunos
de estos lugares, lo hace, claro que sí, porque sabe Él que allí también hay
corazones engañados o sinceros que de verdad lo están buscando, lo están
anhelando y que auténticamente lo necesitan.

2 Corintios 11:13-15
“Porque éstos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como
apóstoles de Cristo. Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como
ángel de luz. Así que, no es extraño si también sus ministros (anticristos) se disfrazan
como ministros de justicia; cuyo fin (muerte) será conforme a sus obras
(muertas).”

GRÁFICO 2:
Esta caricatura es bastante explícita para expresar que satanás se disfraza como ángel de luz, así como
también sus ministros, los anticristos, se disfrazan como ministros de justicia, de tal manera que se
muestran por fuera como ovejas nobles, blancas, santas, piadosas y limpias, cuando por dentro son
lobos rapaces llenos de corrupción y avaricia.

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Satanás se disfraza pues, como ángel de luz, pero ya sabemos, aunque lo
importante es tenerlo arraigado en el corazón, que Cristo hizo ya toda la obra, Él
no necesita que hagamos nada por Él, únicamente recibir en gracia y estar
rendidos en su reposo para vivir en esta obra perfecta escuchando su voz y
recibiendo su palabra de vida para salvación y santificación, de tal manera que
llenos de su obra, y viviendo en su voluntad y gobierno podamos ser
verdaderamente mensajeros de esa bendición, de esa Palabra, de esa Verdad, de
esa Justicia, de ese Camino y de ese Mensaje que tanto necesitan en este tiempo
muchas otras personas a las cuales el Señor nos enviará (He. 4:10-11).

Ahora, si usted es un devoto religioso o un edificador de religiones, al cual le


afectan seriamente estas palabras, quizás estará pensando o pronto se le ocurrirá
que en las Escrituras el mismo Jesucristo nos dice que haremos sus obras y que
esto justifica todo ese activismo religioso. Lo que ocurre realmente es que como
llevamos la simiente de la vanidad y la soberbia, nos seduce entender que esta
Escritura es un llamado a que vayamos a hacer con nuestros esfuerzos y recursos
la obra que el Señor ya hizo o que solo Él puede hacer, y por eso nos deleita salir a
predicar el evangelio con nuestras estrategias mundanas y humanistas, nos agrada
pretender pagarle al Señor lo que hizo por nosotros, nos embelesa edificar
grandes edificios y llamarles “iglesias” (Hch.17:24), nos atrae tomar seminarios
bíblicos para aprendernos las Escrituras de memoria (para manipularla y
manipular), nos seduce asombrar a los creyentes usando los dones a nuestro
parecer (sanar enfermos, echar demonios, etc.) y en general, nos absorbe y nos
deleita hacer todo lo que implica hoy en día hacer parte de un grupo religioso.

Mas la soberbia, la vanidad y el engaño nos ciegan para que NO podamos


comprender e implantar en nuestro corazón que la más importante obra de Cristo
fue negarse a sí mismo, y reflexiona esto de verdad en el Espíritu de Dios: Cristo,
quien a pesar de ser el Hijo unigénito del Dios de los cielos, vivió en carne como un
hombre que renunció y murió a todo. Jesucristo, el Hijo de Dios, vivió como un
hombre sometido y unido a su Padre. Jesucristo, el Ungido de Dios, vivió como un
hombre justo porque creyó y buscó siempre a Dios por encima de su propia
justicia. Jesucristo, Dios hecho carne, siendo perfecto y pudiéndolo hacer todo, no
inició su ministerio hasta cuando el Espíritu vino sobre El y lo guio y ciñó a la cruz y
a todo su ministerio. Jesucristo, a quien le fue dado todo poder y autoridad aceptó
mansamente su camino de cruz (morir a sí mismo), jamás edificó algo por sí mismo
y resistió en silencio todos los escarnios, vituperios, falsedades y tentaciones para
que bajara de la cruz y luchara en su propia poderosa fuerza. Jesucristo, el Hijo del
Creador no vino a hacer sus propias obras, sino únicamente las de su Padre, Dios.
Jesucristo aceptó rendido el ser llevado a la cruz, y siendo el mismo Hijo de Dios
soportó hasta la muerte, pero al tercer día resucitó y vivió entre los muertos.

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Esa fue su principal obra, dejar que la voluntad de su Padre a través del Espíritu
Santo Espíritu gobernara y lo hiciera todo, por eso Él dice que solo habla lo que ve
cerca del Padre (Jn.8:38), que hace las obras del Padre (Jn.10:37), El no vino a
hacer su propia voluntad (a pesar de que por ser el Hijo de Dios lo podía hacer y
perfectamente bien hecho) sino que vino a hacer la voluntad de Dios. De manera
que fue su Padre y su Espíritu quien predicó, edificó, sanó, multiplicó, evangelizó,
levantó muertos, echó demonios, quien lo llevó a ser tentado, quien lo llevó como
cordero hacia la muerte y quien lo resucitó, y Cristo únicamente rindió su
voluntad, rindió sus obras, rindió su gobierno, confiando y obedeciendo a su
Padre; y era propósito del Señor Jesús ser ejemplo de todo lo que un hombre
debía hacer para ser acepto por El mismo.

Ciertamente a nosotros, los que en Cristo anhelamos hacer parte de su iglesia


verdadera, de su esposa amada, solo nos corresponde negarnos a nosotros
mismos y entrar al reposo para que el Vivo se manifieste, de lo contrario seremos
anticristos o nos prestaremos para consolidar sus engaños. El reposo del Señor no
consiste en esa doctrina de quietud y pereza física que en algunos lugares aún se
predica y se practica, sino consiste en la completa rendición de corazón de nuestra
voluntad, de nuestro gobierno y de nuestro tiempo, de tal manera que se anhele
únicamente la manifestación del Gobierno de Jesucristo en la vida de cada uno y
de la Iglesia, reconociendo que es el único que puede dar verdad, justicia, vida,
paz. Mientras tanto el misterio de la iniquidad reside en todo aquello que intenta
falsificar y reemplazar la obra y el gobierno perfecto de Cristo, en todo aquello que
resiste el conocimiento pleno de Dios en Jesucristo y en todo aquello que se opone
y se levanta en contra de la manifestación del Gobierno de Cristo.

Creo que a esta altura se aclara un poco más el panorama con relación a la
naturaleza o carácter del espíritu del anticristo y de los anticristos, que
contradictoriamente a lo que siempre nos ha hecho ver el mundo y la religión, no
es únicamente el opuesto al carácter de Cristo, sino una falsificación, es decir algo
sublime y hermoso a los ojos humanos que pretende asemejarse mucho a Cristo.
El carácter de los anticristos no es el de un conjunto de personas desadaptadas,
patéticas, hostiles, malas y diabólicas, sino todo lo contrario, un conjunto de
personas altamente humanistas y/o religiosas que se muestran como ovejas por
fuera, bellas y piadosas, pero en cuyo corazón opera la vanidad de querer
desechar a Cristo pretendiendo imitarlo o ayudarlo indignamente desde sus
propias capacidades, fuerzas y obras. Eso quiere decir que el espíritu del anticristo
no es la manifestación de lo contrario o antagónico a Cristo, sino la imitación y
falsificación de aquello y de aquellos que consideran que no necesitan de Cristo y
de su obra, y que por eso, se prefieren a sí mismos en sus propias obras, esfuerzos,
ministerios o reinos religiosos o humanistas.

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EL GRAN IDOLO DE NUESTRAS OBRAS PROPIAS

Un par de buenos ejemplos en las Escrituras con relación a la naturaleza del


anticristo en nuestras propias obras podemos examinarlos rápidamente en dos
personajes y tiempos diferentes: Caín y Aarón, iniciemos por el primero:

Génesis. 4: 2-5
“…Y Abel fue pastor de ovejas (vivía en la gracia), y Caín fue labrador de la tierra (vivía
bajo la ley). Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una
ofrenda a Jehová (no reposó, sino se esforzó con su propio brazo). Y Abel trajo también de
los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado
a Abel y a su ofrenda; pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya. Y se
ensañó Caín en gran manera, y decayó su semblante (luego en su ira Caín mató a Abel)”.

Recordemos que Dios miró con agrado el corazón de Abel y su ofrenda, porque
significaba que él reconocía su pecado, que estaba muerto y que sus obras y
esfuerzos eran indignos, inmundos, corruptos e inútiles delante de Dios, y por lo
tanto, aceptaba en gracia la obra de Jesucristo, por eso ofrendó una oveja que era
tipo de Cristo y la promesa y salida de justicia que ya Dios les había hecho.
Mientras al corazón de Caín y su ofrenda Dios no miró con agrado, pues
significaban que Caín creía ser digno, justo, acepto y que sus obras y esfuerzos lo
eran igualmente delante de Dios, y esto significaba esencialmente que NO
aceptaba la obra perfecta que Cristo iba a realizar (Gn.4:1-5), según la promesa
que Dios ya les había hecho y que él ya conocía (Gn.1:3, Gn.2:9, Gn.3:15 y 21). Ese
carácter de querer mostrar las mejores capacidades, esfuerzos y obras como algo
digno y justo para Dios, es parte del carácter del anticristo. Para Dios el único
sacrificio y la única obra justa es la de su Hijo Jesucristo, Él no acepta nada más,
porque todo lo demás está bajo maldición, corrupción e injusticia.

1 Juan 3:12
"No como Caín, que era del maligno y mató a su hermano. ¿Y por qué causa le
mató? Porque sus obras eran malas (obras propias), y las de su hermano, justas (porque
no tenía obras propias, su ofrenda significaba su absoluta rendición a sí mismo y a sus capacidades y
obras propias confiando únicamente en la obra del Cordero de Dios)."

Caín hizo como hacemos nosotros hoy, presentamos nuestras aparentemente


mejores capacidades y obras ante Dios como algo que vale la pena rescatar y
creyendo que es agradable para Dios (nuestra mente, nuestras habilidades,
nuestro conocimiento bíblico, nuestro humanismo, nuestros sentimientos, nuestro
propio ministerio, nuestra propia congregación, nuestra profesión, nuestro dinero,
15
etc.), y muchas veces tapando la verdadera condición e intención de nuestro
corazón con el engaño de que todo es para “la obra del Señor”; nos deleita
8
presentar nuestros trapos de inmundicia y nuestra naturaleza caída como algo
bueno, justo, limpio y que vale la pena salvar para el Señor, cuando Jesucristo, que
siendo el mismo Dios, se entregó completamente sin dejar absolutamente nada.

GRÁFICO 3:
Caín representa a la iglesia farisea y a los anticristos, los cuales consideran que sus obras y esfuerzos
son justos y que por eso tienen validez delante de Cristo, y esto significa que en sus corazones NO
aceptan la obra justa que Cristo ya hizo o que solo Él puede hacer. Son aquellos que con sus propios
esfuerzos y obras quieren sustituir, suplantar o falsificar la Obra Perfecta de Cristo Jesús.

Lucas 13:23-24
"Y alguien le dijo: Señor. ¿Son pocos los que se salvan? Y El (Jesucristo) les dijo:
Esforzaos (en morir para vivir) a entrar por la puerta angosta; porque os digo que
muchos procurarán entrar (en sus propias obras y esfuerzos), y no podrán".

Deseamos aceptar que Dios diga lo que es malo, pero que nosotros determinemos
lo que es bueno, por eso queremos entrar por la “puerta angosta” con mezclas,
con trasteo propio, con la naturaleza farisea caída de Caín, con los conocimientos y
habilidades aprendidas en babilonia y con el carácter de anticristos; y le decimos al
Señor que ese trasteo ha sido cuidadosamente seleccionado dejando solo lo
mejor que tenemos (que ante los ojos del Señor probablemente sea lo peor),
cuando el único que cabe y entra por esta puerta angosta es Cristo, solo podremos
entrar allí en Cristo (negándonos a nosotros mismos para que muera nuestra
naturaleza y viva la de Él). Por esto es absolutamente necesario que presentemos
y entreguemos todo al Señor, sobre todo eso que consideramos nuestras mejores
cosas (como lo que creía Caín en su corazón) para que muera la simiente Caín y
viva la de Cristo.

8
Isaías: 64:6: “Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de
inmundicia…”.
16
Todo esto a la verdad es muy sencillo de entender pero muy duro de aceptar y
muy difícil de escribir en los corazones para ponerlo por obra en nuestras vidas.
¡Escucha esto por favor! Dios (y su Hijo Jesús) solo se complace en que el hombre
haga y diga lo que Él quiera, y Él sabe por qué lo hace, por esto es interesante
reflexionar sobre el otro ejemplo que nos dan las Escrituras con el caso de Aarón:
Cuando Aarón fue delante de faraón enviado por Dios habló únicamente lo que le
fue dado hablar, él no fue con Moisés a hablar de su propia cuenta, ni a negociar,
ni mucho menos a hacer pactos de paz con acuerdos entre hombres (como hacen
desviadamente hoy algunos pastores), él no fue a hacer justicia por su propia
mano sino que Dios le mandó con un mensaje muy específico: DEJAD IR A MI
PUEBLO, PARA QUE ME SIRVA EN DESIERTO (donde no existe el orden según el hombre).

Y aunque Aarón vio todo lo que el Señor hizo y que todas las palabras que salieron
de sus bocas fueron cumplidas sobre faraón (satanás) y sobre Egipto (el mundo)
dejando ir a su pueblo, un día, aquella vez, cuando estaban en el desierto, no pudo
esperar a que bajará Moisés con las tablas de la ley (que demoró cuarenta días) y
allí se vio al hombre en toda su capacidad para construir un ídolo con sus propias
obras y capacidades:

Éxodo 32:1-6
“Viendo el pueblo que Moisés tardaba en descender del monte, se acercaron
entonces a Aarón, y le dijeron: Levántate (en tus fuerzas, bájate de la cruz y ya no te niegues
a ti mismo), haznos dioses que vayan delante de nosotros; porque a este Moisés, el
varón que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le haya acontecido. Y
Aarón les dijo: Apartad los zarcillos de oro que están en las orejas de vuestras
mujeres, de vuestros hijos y de vuestras hijas, y traédmelos (tomó el oro, pues
necesitaba que fuera hermoso externamente). Entonces todo el pueblo apartó los zarcillos
de oro que tenían en sus orejas, y los trajeron a Aarón; y él los tomó de las
manos de ellos, y le dio forma con buril (sus propias riquezas y su propia obra), e hizo de
ello un becerro de fundición (con su gran habilidad religiosa). Entonces dijeron: Israel,
estos son tus dioses, que te sacaron de la tierra de Egipto (con esa típica gran oratoria
de los religiosos, políticos y predicadores). Y viendo esto Aarón, edificó un altar delante del
becerro (religiosidad); y pregonó Aarón, y dijo: Mañana será fiesta para Jehová
(creyendo supuestamente que así podría ayudarle a Dios a calmar el pueblo, ofrendándole obras impías
de sus propias manos)”.

Todo aquel que no espera en el Señor construye un ídolo intentándole ayudar,


todo aquel que no reposa en la obra del Señor y espera en El, construye un ídolo
con sus supuestas propias grandes virtudes. Aarón había visto las señales del Dios
Vivo y que su promesa era verdadera (la venida de Cristo), mas no pudo reposar
en esta promesa (la obra de Cristo) y con sus propias manos (su obra, sus
conocimientos) construyó un ídolo (hoy en día ese ídolo representa los grandes
17
esfuerzos y metas religiosas de las denominaciones y personas) con el cual se
pretende ayudar al Dios Vivo cuya esencia es nada más y menos que la
omnipotencia. Aarón aprendió que lo único que podía hacer con sus manos,
habilidades, fuerzas, riquezas, esfuerzos, estrategias y conocimientos era un ídolo,
por eso la segunda vez que subió Moisés por las tablas reposó en la obra de Cristo,
y fueron también cuarenta días.

GRÁFICO 4:
Así como ese patético y blasfemo becerro que está allí elevado en las imágenes, es como el Señor Jesús
ve nuestros propios esfuerzos y obras, es decir, como ídolos llenos de corrupción e injusticia.

Nuestro llamado es a estar delante del Señor, conocer su reposo y Él se


manifestará, Él se revelará y nos sorprenderá con su presencia en días y en horas
que no esperamos, aún cuando estemos distraídos en nuestras propias cosas. El
Señor Jesús quiere quitar toda vestidura vil (habilidades, conocimientos y obras
aprendidas cuando vivimos en medio de la gran ramera, tanto en la babilonia
humanista como en la religiosa), porque todo varón que no haya sido levantado
por causa de la unción de Cristo ha hecho ídolos con sus manos; y si de verdad lo
anhelamos El mismo nos llevará hasta su reposo y en su reposo cesaremos de
hacer ídolos, y solamente allí esperaremos, así como lo aprendió Aarón.

Basta con comprender y vivir la analogía del alfarero y el barro: el barro (su
iglesia) sencillamente se deja moldear por su alfarero (Jesucristo), el barro no
participa de su formación, el alfarero sabe lo que hace y tiene potestad de formar
la vasija como él quiere; así es el Señor, Rey del universo y de todo, que es el
Alfarero, con nosotros, que somos su barro. El es soberano y sabe qué hace con
nosotros y qué tipo de vasija formará con su Espíritu (Jer.18:1-8) y (Ro.9:20-21).
¿Acaso, quién de nosotros le ayudó a formar todo el universo y la vida? A nosotros

18
solamente nos corresponde dejar que Cristo con su Santo Espíritu nos forme como
parte de su cuerpo para que fluya el verdadero ministerio que tiene para cada uno
de sus miembros, ministerio que conoceremos en el reposo, en medio del camino
de cruz, cuando estemos rendidos y hallamos aceptado de corazón morir a
nosotros mismos para vivir (He. 4:10-11).

Por la vivencia que hemos tenido, también es pertinente indicar que ninguna
persona puede entrar al reposo del Señor por sus propios medios, es un engaño
alimentado por satanás como último recurso hacernos creer que podemos entrar
al reposo del Señor cuando así lo deseemos; en realidad cuando creemos esto en
nuestros corazones es porque aun no se comprende (ni mucho menos se ha
vivido) la verdad de lo que esto es, por ello es necesario que primeramente
seamos convencidos de pecado en el secreto, en lo íntimo, de tal manera que nos
sea alumbrada la maldad e inmundicia que hay en nosotros, así vivenciaremos la
naturaleza impía, injusta y muerta de nuestras obras, podremos ver ese ídolo que
construyó Aarón y Caín pero en nuestro propio gobierno, voluntad, habilidad,
capacidad, obra, y ahora si, convencidos de pecado (verdadero arrepentimiento),
anhelaremos intensamente que nuestras obras cesen y que sea manifiesta la
verdadera obra de Cristo en nuestras vidas, en la congregación, en el mundo y en
el ministerio que tiene para nosotros.

Zacarías 3:1-10
“…Y Josué estaba vestido de vestiduras viles, y estaba delante del ángel. Y habló el
ángel, y mandó a los que estaban delante de él, diciendo: Quitadle esas vestiduras viles.
Y a él le dijo: Mira que he quitado de ti tu pecado, y te he hecho vestir de ropas de gala.
Después dijo: Pongan mitra limpia sobre su cabeza. Y pusieron una mitra limpia sobre
su cabeza, y le vistieron las ropas. Y el ángel de Jehová estaba en pie...”.

Nosotros ni siquiera podemos quitarnos las vestiduras viles (la naturaleza carnal, la
religiosidad, el humanismo, nuestras habilidades y conocimientos aprendidos en
babilonia), ni siquiera el sumo sacerdote Josué podía quitarlas, y que de hecho,
siendo sumo sacerdote, ciertamente las tenía (vestiduras viles); pero cuando
venga la presencia del Señor Jesús como consecuencia de entrar en su reposo,
esas vestiduras viles caerán y su presencia traerá la mitra limpia (la mente y el
gobierno de Cristo) y la vestidura limpia (la sangre de Cristo que es su Vida), y ese
si será el verdadero sacerdocio: mitra y vestidura limpia en la presencia del Señor.
Aquel sumo sacerdote no hizo ningún esfuerzo, mas fue testigo de que la vestidura
vil era quitada y una nueva y limpia era puesta, y la mitra era limpia también en
gran manera y realmente era puesta sobre su cabeza. Jesucristo con su presencia y
su gobierno es suficiente para levantar el real sacerdocio y la nación santa (por eso
Jesús dice que el viene a quitar el pecado y no a recibirlo, porque Él origina y consuma su Obra).
19
LOS ESFUERZOS PROPIOS NO SON MAS QUE LIMOSNAS
CARNALES O MUNDANAS

Para que inicie el proceso de convencimiento de la naturaleza vil de nuestras


habilidades, capacidades y obras, no solo es importante vivenciar que son viles,
sino también, inútiles para los propósitos del Señor Jesucristo, ya que el Señor
viene a dar vida en el Espíritu y a traer Justicia y Paz, y eso es algo que no podemos
dar ni hacer así seamos los pastores, maestros, sanadores o líderes religiosos más
poderosos del mundo (y no es la paz mundana que conseguirá el anticristo a
punta de acuerdos entre hombres). Nuestras propias obras, nuestros propios
reinos congregacionales y nuestros propios ministerios en realidad no son más que
migajas que pretendemos llevar al mundo o presentar al Señor en aquel día:

Mateo 7:21-23
“No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que
hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día:
Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera
demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? (¿Cuántos líderes religiosos se
identifican con estas palabras?) Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de
mí, hacedores de maldad”.

Para ver esa condición de migajas o limosnas carnales y mundanas en nuestros


esfuerzos y obras están escritos varios versículos:

Juan 3:1-10
“Pedro y Juan subían juntos al templo a la hora novena, la de la oración. Y era
traído un hombre cojo de nacimiento, a quien ponían cada día a la puerta del
templo que se llama la Hermosa, para que pidiese limosna de los que entraban en
el templo. Este, cuando vio a Pedro y a Juan que iban a entrar en el templo, les
rogaba que le diesen limosna. Pedro, con Juan, fijando en él los ojos, le dijo:
Míranos. Entonces él les estuvo atento, esperando recibir de ellos algo. Mas Pedro
dijo: No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de
Nazaret, levántate y anda. Y tomándole por la mano derecha le levantó; y al
momento se le afirmaron los pies y tobillos; y saltando, se puso en pie y anduvo; y
entró con ellos en el templo, andando, y saltando, y alabando a Dios. Y todo el
pueblo le vio andar y alabar a Dios. Y le reconocían que era el que se sentaba a
20
pedir limosna a la puerta del templo, la Hermosa; y se llenaron de asombro y
espanto por lo que le había sucedido.”

Muchos entraron al templo y dieron limosnas carnales o mundanas al hombre


cojo, muchos vieron aquel hombre y fueron movidos a darle limosna, esa limosna
carnal o mundana representa lo que el hombre de su pueblo pueda dar u obrar
por sus propios medios. Mas cuando la presencia de Cristo a través de estos dos
varones pasó delante de este hombre, no le dio una limosna carnal o mundana
sino le dio de sí mismo. Pedro y Juan no eran, era la presencia de Jesucristo en
aquel instante; Pedro ni siquiera tenía limosna para dar, tenían más los que habían
entrado al templo y habían dado limosna, pero Pedro confesó que no tenía nada
para dar (en el reposo reconocía lo inútil que eran sus posibilidades de dar vida,
libertad, justicia y paz), pero lo que había en él era la presencia de Cristo, esa
presencia brotó y trajo vida y trajo libertad y trajo sanidad; ni siquiera fue Pedro el
que vio la verdadera necesidad en ese hombre, todos los que habían pasado por
enfrente de ese hombre veían otra necesidad: la necesidad de la limosna carnal o
mundana, del sustento, del abrigo, pero la manifestación de la presencia de Cristo
observó la necesidad que este hombre tenía de Él, es decir la necesidad de Verdad,
Justicia, Vida, Paz, y fue su manifestación quien lo llenó y quien lo levantó.

No solamente aquel hombre cojo pudo caminar, sino que alabó a Dios, pues la
presencia de Cristo en él levantó su voz para alabar a Dios, y así es en esta hora:
todo aquel que vaya en sus fuerzas seguirá dando migajas o limosnas carnales o
mundanas en lugar de la Vida; todo aquel que vaya conforme a su condición y
viendo únicamente la necesidad natural del mundo, no podrá dar más que migajas
o limosnas carnales; pero solo aquel quien anhele intensamente la manifestación
de la presencia y de la obra de Cristo a través de su Espíritu, vendrá y suplirá la
esencial necesidad de aquellos quienes estarán delante de nosotros. Cuántas
veces Pedro y Juan habían visto al cojo, quizás era el hombre más conocido del
lugar y quien primero era llevado al templo pero no entraba, mas Pedro y Juan
anhelaron la obra de Jesucristo, al igual que en el corazón del hombre cojo había el
anhelo por la Vida, por eso pedía cerca al templo La hermosa9, sin embargo pidió
lo que sabía pedir, mas Cristo le dio lo que tenía para darle, porque El no es un
Dios de migajas, Él es el Dios de la Vida. Su presencia será derramada, será el pan
de vida que quitará el hambre y será el agua de vida que saciará la sed, pues
Jesucristo es el verdadero proveedor y hacedor y no hay ninguno que pueda
edificar y proveer más allá de una limosna carnal o mundana.

9
La Hermosa: Quizás el nombre de este templo se fundamentaba en su pomposidad externa y en sus
llamativas obras o limosnas naturales o carnales, como es lo común en los templos de las religiones.
21
EL NOMBRE DE HOMBRE

Para Dios nombre es naturaleza, de modo que cuando algo es obra de Cristo
nosotros no tenemos ningún tipo de derecho ni gloria sobre ello, por eso es que
las obras y esfuerzos de hombres terminan siendo bautizados por esos mismos
hombres, ya que al ser su propia obra y naturaleza les asignan un nombre a su
parecer y una denominación (es decir, una marca que los divide y los diferencia),
para que el mundo sepa que es su propiedad y que por ello reclaman en sus
corazones esa gloria para sí mismos. Pero el único Nombre que es digno para Dios
es Cristo, por ello el nombre de su verdadera iglesia es Cristo, porque es su propia
naturaleza, son su perfecta obra, su propio cuerpo, sus propios miembros, su
propio ministerio y su propia varona y esposa (la que salió de su propia costilla).

La iglesia verdadera tendrá un nombre: Cristo; cada congregación del Señor tendrá
un nombre: Cristo; cada hogar del Señor tendrá un nombre: Cristo; cada varón del
Señor tendrá un nombre: Cristo; cada varona del Señor tendrá un nombre: Cristo;
cada descendencia del Señor tendrá un nombre: Cristo; cada ministerio verdadero
tendrá un nombre: Cristo, pues todos seremos Uno solo en El, ya que toda su
iglesia verdadera estará ataviada con la obra perfecta de su Espíritu y se llamará
como Él porque tiene su misma naturaleza. El no recibe nada de hombres, no
habita en templos o edificios hechos por hombres, no acepta las ofrendas (todas
impías) de hombres, no admite las supuestas y aparentemente buenas obras
propias de los hombres (todas injustas y muertas), El únicamente acepta la
rendición incondicional que es la verdadera victoria en Él.

Génesis 11:4
"Y dijeron: Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre (babilonia y la torre de babel, la
ciudad y el trono de la confusión y de las mezclas), cuya cúspide llegue al cielo; y hagámonos
un nombre, por si fuéremos esparcidos sobre la faz de toda la tierra.”

Eso es lo queremos los hombres en el corazón: "hacernos un nombre", edificarnos


un reino propio, una gloria propia, un poder propio sobre un territorio y personas,
diciendo de labios: ¡En el nombre del Señor! Pero sabiendo en el corazón que es
para nuestra gloria corrupta y mortal, y no para la gloria santa y eterna de Cristo
Jesús. Decimos de labios que es para la gloria de Cristo, pero la realidad de
nuestros corazones y hechos reclaman esa gloria para sí mismos.

22
GRÁFICO 5:
Babel no solo fue edificada para mezclar y confundir, sino también para levantar la adoración del
hombre como dios, el culto al hombre. Y esto se ve hoy en día perfectamente reflejado en los magnos
nombres de ministerios, iglesias y líderes cristianos que luchan afanosamente para que su nombre se
levante en la parte más alta de la cúspide de esta babel espiritual de religiones y humanismo que
compite por todo el mundo.

A pesar de todo va a ser levantada y manifestada su verdadera iglesia, la iglesia


con el Nombre de Cristo, sin ningún otro nombre de hombre o nombre del mundo;
la misma naturaleza de Jesucristo se manifestará a través de su Iglesia: El Padre en
Jesucristo y Jesucristo en nosotros. La varona escondida en el varón, el varón en
Cristo y El en Dios Padre, perfectos todos en su unidad.

Juan 17:23
"Yo en ellos (la iglesia) y Tu en mí (dice el Señor Jesús al Padre), para que sean
perfeccionados en una unidad, para que el mundo conozca que tu me enviaste, y
los amaste a ellos como me amaste a mí".

Ahora, quizás sea más claro comprender por qué Jesús dice que en los tiempos
finales va a venir a tomarnos de sí mismo:

23
Juan 14:1-4
Dice el Señor Jesús: “No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en
mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera
dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar,
vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros
también estéis. Y sabéis a dónde voy, y sabéis el camino."

“…Vendré otra vez y os tomaré a mí mismo…”, porque aquellos que hayamos


muerto a nosotros mismos seremos Uno en y con Él, seremos su propio cuerpo y
por eso cuando venga por nosotros a tomarnos se tomará en realidad a sí mismo.

La voluntad del Señor es que estemos en iglesia, en medio de una reunión de tipo
espiritual, en comunión permanente con el Señor, donde se vive en Su Gobierno y
que no depende del orden según el hombre. Lo que nos hace miembros del mismo
cuerpo espiritual de Cristo no es que hagamos parte de una institución
humanística o religiosa, en realidad lo que nos hace miembros del mismo cuerpo
espiritual es que tenemos la misma y única Cabeza, el mismo y único Gobierno, la
misma y única Naturaleza, y por lo tanto, el mismo y único Nombre, es a saber
todo ello: Jesucristo. Esa es la única manera en que podrá haber miembros
unánimes en su iglesia, para que ya no se congregue también el espíritu del
anticristo el cual se mezcla en medio de la confusión y la división (Hch.1:14, Hch.2:
1, Hch.2:46, Hch.4:24, Hch.5:12, Hch.8:6, Ro.12:16, Ro.15:6, FiI.1:27, FiI.2:2).

De paso cada miembro del cuerpo de Jesucristo debe ir delante de la presencia del
Señor Jesús al secreto y preguntarle a la cabeza: ¿Señor, cuál es mí lugar y mí
función propia en medio de tu cuerpo? El lugar no es un sitio físico de ladrillo y sus
estructuras y formatos como lo pretenden establecer o instituir muchas religiones
y congregaciones grandes, medianas y pequeñas: "Lo cual también hablamos, no
con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu,
acomodando lo espiritual a lo espiritual" (1Co.2:13). Lo importante es que existe
un lugar esencialmente espiritual y específico proveído por el Señor en su cuerpo
espiritual para cada uno de nosotros, dado y señoreado por la Cabeza en medio de
ciertos miembros o hermanos donde seremos de bendición y en donde seremos
bendecidos; no es escogido por nosotros que elegimos según la carne, las
apariencias y nuestro acomodo:

1 Corintios 12:18
"Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como Él
quiso (y no como quieren hacerlo los líderes humanos de las religiones según su parecer, con el
propósito de aumentar sus miembros y con ello su poder y su dinero)”.
24
LA RENDICION DE NUESTRAS OBRAS PROPIAS

Definitivamente la victoria está en el gobierno y la voluntad de Dios, esto es


cuando se hace vivo en nuestro corazón la completa e incondicional rendición de sí
mismos, cuando mi propio gobierno se rinde a los pies del gobierno de Cristo, tal
como quedó testimoniado en las Escrituras cuando al mismo Señor Jesús estando
en la cruz (negado a sí mismo), lo instaban a que se bajara y se salvara a sí mismo
en su propia fuerza y poder:

Lucas 23:35-39
“Y el pueblo estaba mirando; y aun los gobernantes (simbolizando el gobierno humano o
propio) se burlaban de él, diciendo: A otros salvó; sálvese a sí mismo, si éste es el
Cristo, el escogido de Dios. Los soldados (simbolizando a quienes luchan en sus propias
fuerzas) también le escarnecían, acercándose y presentándole vinagre, y diciendo:
Si tú eres el Rey de los judíos, sálvate a ti mismo. Había también sobre él un
título escrito con letras griegas (lengua de los hombres), latinas (lengua de satanás en el
mundo) y hebreas (lengua de Dios en la tierra): Este es el Rey de los Judíos. Y uno de los
malhechores (representando a la gente del propio pueblo) que estaban colgados le
injuriaba, diciendo: Si tú eres el Cristo, sálvate a ti mismo y a nosotros.”

Nótese que 3 veces le instan para que se “salve a sí mismo”, es decir 3 veces le
reclaman para que renuncie a la cruz de negarse a sí mismo, retándole a obrar
por sí mismo y no en la voluntad y el gobierno de su Padre. Por ello se mencionó
anteriormente que la principal obra de Cristo fue negarse a sí mismo, a pesar de
que pudo hacerlo en su gran poder y autoridad, El se negó a bajarse de esa cruz
para salvarse a sí mismo o para hacer su propia obra y no la de su Padre (esta es la
cruz de la negación de sí mismo), porque su voluntad estaba rendida a la voluntad
de su Padre, por eso obedeció y así fue hecha la voluntad de Dios dándose la
victoria más grande de toda la creación. Así que cuando tengas claro que debes
reposar a tu gobierno propio, a tu voluntad; cuando tengas claro que es necesario
el camino de la cruz de la negación de sí mismos, entonces muchos te
escarnecerán, te ofenderán, te retarán y te instarán para que te bajes de esa cruz y
hagas cosas por tu propia voluntad y fuerzas, no solo te gritarán del mundo, sino
también te gritará gente de tu propio pueblo (iglesia), de tu trabajo, de tus amigos,
de tu familia y hasta tu propio corazón, pero sabrás en lo más profundo de tu
corazón que la victoria más grande de tu vida se dará quieto en esa cruz.

Otro caso que también nos confirma la necesidad de la rendición de nuestro yo lo


vivió cierta vez Moisés en medio de una batalla contra un pueblo enemigo:
25
Éxodo 17:11-12
"Y sucedía que cuando alzaba Moisés su mano (simbolizando la rendición de su corazón y la
del pueblo), Israel prevalecía; mas cuando él bajaba su mano (para luchar con sus fuerzas y
hacer sus obras), prevalecía Amalec (el espíritu del anticristo). Y las manos de Moisés se
cansaban (pues se cansaba de estar rendido, quería bajarse de su cruz y luchar en sus propias
fuerzas); por lo que tomaron una piedra (este es Cristo), y la pusieron debajo de él, y se
sentó sobre ella (su fundamento, su fortaleza para estar rendido); y Aarón y Hur (otros hermanos
en Cristo) sostenían sus manos (soportaban o ayudaban o sostenían su rendición), el uno a un
lado y el otro al otro (representando ese lugar espiritual específico que cada uno tiene en medio de
ciertos miembros y que fue escogido por Cristo); así hubo en sus manos firmeza (para negarse a
sí mismo) hasta que se puso el sol (recuerden que en Dios primero está la tarde y luego sí, la
10
mañana del nuevo día) ."

GRÁFICO 6:
Las manos simbolizan las obras propias, cuando las manos están arriba en posición de rendición, quiere
decir que ese corazón se rindió a sus propias obras y gobierno.

Así es como el Señor nos quiere ver, con las manos arriba, las cuales simbolizan un
corazón rendido a sus propias obras y que únicamente anhela ver el gobierno, la
obra, la victoria y la gloria de Cristo. Pero no son únicamente las manos arriba, las
obras rendidas o las palabras con promesas lo que Jesús quiere ver rendido, El
anhela ver rendido el corazón que es lo que Él escudriña, porque en nuestra
naturaleza religiosa podemos decir de labios o exteriorizar muchas cosas,
pretendiendo dejar el corazón con toda esa vanidad de anticristos. Cuando el
corazón se rinda se rendirán las obras propias y cesarán; las manos, la voluntad y
el gobierno propio se rendirán, y entonces si será levantada por el Espíritu de
Cristo esta persona, será levantada su iglesia y será completamente extraordinario
lo que vivenciaremos.

10
Gn.1:5: “Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde y la mañana un día”.
26
EL REINO DEL MUNDO Y EL REINO DE DIOS

Dios es Dios que no tiene horario, es Dios que no podemos formatear, es Dios
que no podemos encajar (por ejemplo, “viernes de prodigios”), es Dios al que no
podemos condicionar a estructuras, estrategias o moldes; pues el hombre todo lo
ha hecho según parámetros, según fechas y su mentalidad está puesta en el
tiempo y según el mundo. Pero el Señor Jesús se manifiesta conforme a su
voluntad y en su tiempo y no hay de que temer cuando venga y estemos en su
reposo, porque gran victoria hay en su tiempo de reposo; el control lo tiene el
Señor Jesús, El es el gran Yo Soy, el gran Sumo Sacerdote y nosotros seremos
sacerdotes si permitimos que Cristo sea nuestra cabeza, Cristo es quien va a
levantar su sacerdocio.

Por ello hay que poner delante del Señor Jesús varias costumbres como por
ejemplo, esa importante plataforma de operación que tiene el espíritu del
anticristo, la cual consiste en que cuando nos congreguemos tengamos una
metodología, estrategia, protocolo o estructura, así era como funcionaba el
antiguo pacto que también se mezcló con el sistema babilónico (como todas las
religiones). Lo mismo pasa con la predicación, hay dos reinos que se predican en
medio de su iglesia, el reino del mundo (fastuoso por fuera), predicado por los
anticristos en sus pareceres, doctrinas, prosperidad mundana y ambición; y el
reino de Dios, predicado por sacerdotes que han renunciado a toda palabra
propia, a toda interpretación propia, a toda estrategia, a todo método y a toda
estructura mundana, religiosa y humanística. Jesucristo es la cabeza de la iglesia y
sabe qué va a hacer mientras que en rendición y fe se lo permitamos.

Hay que tener presente que el reino del mundo y el misterio de la iniquidad es
agradable a los ojos, seductor, es tan hermoso como lo es su reina, babilonia la
grande, por eso nos deleita tan enormemente, el problema es que es efímero y
conduce a muerte. El reino de Dios por el contrario declara que no es de este
mundo (es diferente a todo lo que conocemos) y que para gobernar junto con el
Señor ahora, en el milenio y por la vida eterna, se necesita la negación total de sí
mismos y tomar una cruz donde va a ser crucificado nuestra voluntad, nuestro
orgullo, nuestro gobierno y nuestra naturaleza caída. Es un camino duro, estrecho
y que no gusta porque duele demasiado, lo sabemos, pero es el camino correcto
de vida que nos conducirá al reino de nuestro Señor Jesucristo para gobernar con
El en su naturaleza justa.

27
En estos postreros tiempos se ha hecho manifiesto que el reino de Dios se ha
acercado y que verdaderamente no tiene parte en el reino de este mundo; porque
la iglesia postrera no necesita recurrir a nada de lo que es del reino del mundo
para que lo que es de los cielos se acerque. Por eso en la casa del Señor no es
necesario que haya oro ni plata ni atavíos externos, por eso su pueblo es un
pueblo al que no le afecta la riqueza material (teniéndola o no), es un pueblo al
que le debe importar como prioridad en su corazón buscar el reino y la bendición
de Dios primeramente, eso es suficiente para acercar el reino de Dios y hacer la
justicia de Dios, por eso con un pueblo crucificado es suficiente. Cristo llevará a su
pueblo a negarlo todo, a negar estrategias, a negar todo humanismo, a negar toda
estructura. Él quiere llevar a su pueblo al reposo completo y verdadero donde
conocerá y vivenciará la manifestación poderosa de su Señor, y ese pueblo irá y
llevará el reino de Dios y la justicia de Dios al mundo conforme a su voluntad.

Él avergonzará al comprometido con el mundo, avergonzará al sabio del mundo,


avergonzará al más fuerte, avergonzará al que tiene buen nombre, pues en el
reposo perderemos nuestros nombres; porque cuando cesen nuestras obras
también cesarán nuestros nombres y ahí el ministerio será en Cristo y no en
ningún hombre. El Señor está a la espera de que su iglesia sea levantada, por eso
llama a hombres que anhelen su reino y que no teman el ser discriminados por el
mundo y por las instituciones religiosas (cristianas o no cristianas), por esto y en
cada rincón de la Tierra, Cristo está llamando y levantando a los más débiles para
que llenos de su Espíritu derroten a los más fuertes, a los que piensan que están
11
llenos de Él, mas están llenos de contaminación (mezclas), orgullo y exaltación .

GRÁFICO 7:
No hay de qué preocuparse cuando seamos llamados y vituperados como hombres anónimos, débiles y
humildes (de corazón y no de apariencias externas), por el contrario, hay que alegrarnos porque hay
muchos privilegiados así en el mundo, a quienes el Señor está llamando para que en el poder de su
Espíritu sean levantados y prediquen con frutos el evangelio de su Reino por todo el mundo.

11
1 Corintios 1:27-28: “…sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo
débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado
escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es…”.
28
Ahora, ¿quién dijo que para predicar el evangelio del Reino de Dios se necesita del
dinero del mundo? Ya que fue esto en lo que se volvieron expertas varias iglesias,
en pedir dinero, con el frecuentado cuento de todas las religiones, el cual dice que
es para ayudar a “la obra de Dios”, como si el Señor del universo necesitara del
mundo para algo que es espiritual. En realidad casi siempre este dinero es para
saciar los deleites y avaricia de los líderes religiosos de todo el mundo, cuyos
testimonios de ambición salen todos los días a la luz.

Mateo 22:21
"... Y les dijo (El Señor Jesús refiriéndose a una moneda): Dad, pues, a César (satanás) lo que
es de César (las cosas del mundo, como el dinero), y a Dios lo que es de Dios."

Judas 1:11
“¡Ay de ellos! porque han seguido el camino de Caín (obras propias), y se lanzaron por
lucro en el engaño de Balaam, y perecieron en la contradicción de Coré."

GRÁFICO 8:
El evangelio de la prosperidad o de “pactar”, que podría ser llamado el “evangelio del amor por el
dinero y de la avaricia”, se ha convertido en el motor para llenar las iglesias y para satisfacer el
insaciable apetito que algunos líderes tienen por el dinero. Y esto no es nuevo, la opulenta religión
católica romana ha sido aún más avara, sus líderes siempre han vivido como reyes y hoy cuentan con
gran parte de la riqueza del mundo a costa de lo mismo.

Y si el dinero es el motor de la “iglesia”, su cerebro, son los sistemas y estructuras


babilónicas y humanistas, por eso bien lo menciona el libro que referimos en pie
de página cuando dice: “Es cierto, que sin estructura, ninguna organización del
mundo puede existir o siquiera funcionar. Casi todas nuestras iglesias, de una
forma o de otra, son organizaciones religiosas que tienen estructuras y estatutos
humanos para mantener y perpetuar sus existencias, no obstante, Jesús nunca
12
vino a fundar ninguna organización o sistema religioso.” Por ello Jesucristo dice

12
SALID DE ELLA, PUEBLO MIO. Whyte, P. Publicaciones Cristianas. 1992. La publicación digital puede
descargarse completamente gratis de la página www.mensajedepaz.net, en la sección “Textos”.
29
que su reino y su gobierno no son de este mundo, no son nada de lo que
conocemos, y El lo hizo sabiamente, pues todo lo que dependa de la estructura del
mundo se mezclará con babilonia y algún día será completamente gobernado por
el espíritu del anticristo. Cuando la iglesia utiliza las estructuras del mundo, de las
religiones o del humanismo por la simple razón de que a estas si les funciona, en
realidad lo que hace es crear un puente de unión y mezcla con el misterio de la
iniquidad, generando el colapso de formar personas que confunden su primer
amor con un vano y poderoso fariseísmo.

Si se compara pues el sistema de la “iglesia” con el sistema del mundo, entonces


se pueden preguntar muchas cosas como éstas:

1. ¿Se necesita de la ciencia y la pedagogía humanista del mundo para transmitir


las enseñanzas cristianas? ¿Por qué no se ve ya la diferencia entre la manera
cristiana de instruir y el modo cómo fue estructurada por babilonia y la masonería
toda la ciencia y la educación del mundo?

2. ¿Se necesitan de las coberturas institucionales, que a pesar de todo lo que


tergiversan no tiene ningún tipo de sustento en las Escrituras? ¿No será más bien
que esto de las coberturas no es sino una hábil estrategia del anticristo, la cual
tiene como fin último tirar puentes para conectar toda la iglesia en el mundo de
manera que en el momento adecuado pueda tener control de la “iglesia mundial”,
así como lo tendrá sobre la política, religión, economía, educación, cultura,
seguridad, salud, deportes, entretenimiento, entre otros? Y no hay que ir muy
lejos para comparar la manera cómo esta estrategia de las tales coberturas las
viene utilizando el nuevo orden mundial o secular cada vez con más fuerza para
controlar estados, mercados y multinacionales, utilizando para ello la
globalización, las fusiones empresariales y mercantiles, las coberturas
internacionales y las grandes organizaciones de orden mundial que controlan cada
aspecto de la secularidad y que cada vez son más poderosas. Y no duden ni un solo
instante que las actuales crisis económicas mundiales son jugadas de ellos mismos
para oficializar una super-organización que controle el comercio mundial y que
terminará subyugando a todas las entidades financieras estatales y privadas. Es
una lástima, porque gran parte de la iglesia quedará atrapada en esta red mundial
de control que avanza a pasos agigantados: “¡Ay de los hijos que se apartan, dice el
Señor, para tomar consejo, y no de mí; para cobijarse con cubierta (coberturas
humanas e institucionales), y no de mi espíritu, añadiendo pecado a pecado!” (Is.30:1).

3. ¿Se necesitan de magnánimos personajes y sus grandes nombres, aviones,


canales de televisión, satélites, y en general, de los grandes recursos del mundo
30
para predicar el evangelio del Reino de Dios sabiendo que no es de este mundo?
¿Por qué se ven entonces grandes empresas del marketing y grandes
multinacionales que poseen y utilizan exactamente los mismos sistemas, recursos
y estrategias?

4. ¿Se necesita tener división entre clero y laicado como la tienen todas las
religiones del mundo? Divisiones que son claramente visibles en la iglesia hasta en
la estructura organizativa cuando se congregan, como se ve en la imagen.

GRÁFICO 9:
Solamente en la configuración organizativa, y por lo tanto en la manera de congregarse, se pueden
evidenciar claramente las contundentes y maquilladas diferencias que quieren establecer los líderes
entre clero y laicado. El clero (que son pocos) siempre se eleva o se encuentra ubicado en el sitio más
alto y vistoso de la congregación, son los únicos que hablan y ministran, por lo que son la parte activa.
Mientras tanto el laicado (que son muchos), ocupa su posición normalmente al frente de la posición del
clero, solo van a recibir, nunca tienen una participación activa, por lo que siempre son pasivos y bebés
espirituales. Tan solo en la utilización de este sencillo esquema o molde, satanás ya tiene filtrado su
culto idolátrico al hombre, cuando el nuevo pacto consiste en tener una relación directa con Cristo, en
que todos somos sacerdotes y en que todos debemos ir a la madurez espiritual.

5. ¿Se necesitan realmente de congregaciones de miles de personas y su poder


económico? ¿O será de pronto la soberbia, el deseo de poder, la gloria propia y el
amor por el dinero el que lleva a pretender edificar multitudes controladas en los
formatos y estrategias humanas? Por qué el Señor Jesús, siendo Dios mismo, nos
enseñó, tomando a muy pocas personas para la edificación de su iglesia, que
únicamente necesita de su Santo Espíritu para levantar el sacerdocio en cada casa
y en las congregaciones: "No temáis manada pequeña, porque vuestro Padre se
complació en daros el reino (Lc.12:32). Y entonces de corazón la pregunta sería:
¿Dónde van a quedar las mega-iglesias o qué son?

31
Y de pronto necesitaríamos varias hojas para consignar más de éstas preocupantes
interrogantes, sabiendo que las respuestas deben ser dadas por el mismo Señor a
cada corazón que con sinceridad se las esté haciendo.

Lo que sí es indiscutible es que la iglesia primitiva en la época de los apóstoles


solo tuvo una cosa, la presencia de Cristo a través de su Espíritu y fue suficiente:
"El os guiará a toda la verdad' (Jn.16:13). Esperamos que el Señor nos saque del
corazón y de la cabeza que el reino de Dios es algo similar al reino de este mundo
humanista o al reino de las religiones, o que su iglesia es un edificio de ladrillos
concebible por la mente humana. En realidad pareciera que en nuestros corazones
hay el mismo deseo que hay en el corazón de gran parte de pueblo judío:
¡Queremos un rey que venga a gobernar sobre este mundo! Por eso, no cabe
honestamente en el corazón de muchos que el Cristo del Dios Vivo haya entrado a
Jerusalén en una asna (símbolo de humildad) y no mejor en un caballo (símbolo
del poder y de fuerza), porque ciertamente fue esta una contundente señal que el
Señor Jesús quiso dejar sobre la total diferencia que existe entre el reino de este
mundo y el Reino que Él vino a manifestar.

La iglesia está siendo llevada, por el espíritu del anticristo, a desear un rey que nos
ponga a gobernar, administrar y disfrutar de los deleites efímeros de este mundo,
y que además, elogie nuestra naturaleza caída y nuestra independencia del
gobierno de Dios, y de hecho, este líder llegará, ese rey será el anticristo, el gran
humanista, el gran religioso, el gran político, el gran gobernante de este mundo, y
muchos en medio de su iglesia lo están esperando y lo confundirán con la segunda
venida del Verdadero Cristo porque sus corazones atados a lo terrenal los llevará a
anhelar más al anticristo que a Cristo. Mas el gobierno de Cristo y la iglesia de
Cristo nada tienen con este mundo, su conexión con el mundo es una cruz.
Además el Señor ha revelado parte de la grandeza del Reino de Dios a muchos de
los miembros de su Cuerpo, por eso no lo cambiamos por nada de las riquezas y
deleites transitorios de este mundo.

Ahora, si quieren una iglesia pomposa (similar a “la Hermosa” del versículo del
hombre cojo) como muchos la buscan, recuerden dos cosas: Primero, que no se
trata de un sitio de ladrillo, ni de algo hermoso en lo externo, sino del gobierno de
Cristo en medio de un conjunto de miembros armoniosamente articulados, con
posiciones espirituales que hacen parte y forman un glorioso y misterioso Cuerpo
espiritual; y segundo, que Cristo no necesita de adornos de oro ni plata, Él no
necesita lo que necesita el mundo para decorar, tan solo la presencia y la santidad
de su Espíritu son suficientes para ataviar a su amada esposa (su iglesia).

32
LA DESAPARICION DEL NOMBRE

Mateo 16:16-18
"...y sobre esta roca (Cristo, El Hijo del Dios viviente) edificaré mi iglesia (Él mismo lo hará, a
ningún hombre le fue delegado ese trabajo, ni aún al más famoso y poderoso cristiano), y las
puertas del hades no prevalecerán contra ella (si es edificada por Cristo, de lo contrario
prevalecerán en aquellas iglesias que son edificadas por hombres, y por esas puertas entrarán las
doctrinas del anticristo y se mezclarán)."

Salmos 127:1
“Si Jehová no edificare la casa (la iglesia), en vano trabajan los que la edifican…”.

Jesús mismo edificará su iglesia, únicamente Él con su presencia, con su gobierno y


con su palabra. Mas hoy el Señor ve en medio de la iglesia ministerios de hombres,
por ello los ministerios propios con nombres de hombre no son nada más que las
obras de sus propias manos, no son más que el vano esfuerzo del hombre por
pretender hacer la obra que solo Jesucristo puede hacer para salvar a los hombres.

GRÁFICO 10:
Qué pronto los estrados y atriles se convirtieron en lo mismo que son para el mundo y la religión: los
altares del ego, los altares para levantar el culto al hombre. Es el lugar donde muchos líderes en medio
de su soberbia y de su vanidad se predican y se ungen a sí mismos.

Mientras Cristo conduce a su pueblo al reposo y a la rendición, los nombres se irán


desvaneciendo y en ese reposo ya no tendremos nombre; en su reposo no nos
podemos gloriar, porque el Espíritu de Dios puede convencernos de que nuestras
33
obras no son nada, puede convencernos de que en medio de nuestras obras no
hay poder, no hay vida, de manera que el pueblo que busque su reposo, que
anhele su reposo, que disfrute su reposo y que pierda el nombre en su reposo,
será un día levantado por el Espíritu para permitir que el reino de Dios y la justicia
de Dios continúen acercándose a este mundo; y la gloria entonces será para
Jesucristo, únicamente para El, y habrá un pueblo de valientes que solo se alegrará
en la gloria de Jesucristo, ya que para aceptar el camino de cruz y morir a nuestra
propia gloria, se necesita de la valentía del Señor Jesús.

¿Quién se podrá gloriar sino ha hecho nada? ¿Cómo nos podemos gloriar sino son
nuestras obras? Porque en medio de la iglesia tienen buen nombre todos aquellos
que se han desvelado y trabajado (para edificar su propia y efímera gloria, como se
hace en el mundo), pero para Cristo sólo tienen buen nombre aquellos que han
permitido que sus nombres se desvanezcan en el reposo; ningún ministerio de
Cristo va a llevar un nombre designado por un hombre, el único nombre sobre su
esposa es el de Cristo; sobre su esposa no se llevará el nombre de Pablo, ni de
Juan, ni de ningún apóstol o mega-pastor, porque el poder que obró, por ejemplo
sobre Pablo y Juan no pertenecía a ellos, el único Nombre en que tiene parte el
Señor Jesucristo es en su Nombre. Y esa es la única esposa que conoce Cristo,
quien fue tomada de su costado y quien tiene toda su naturaleza, porque su
anhelo es llamarla Varona (uno en Él), y la que no sea varona no es su iglesia.

Él no se va a desposar con cualquiera, Jesucristo no se va desposar con una


desconocida o con una fornicaria (que se mezcla con el mundo), porque Él sabe
qué es lo que ha salido de su costado; y como aquel varón (Adán) reconoció a
aquella mujer (Varona), El también reconocerá a su Varona que es su verdadera
iglesia y es su esposa y estará en sus bodas. Por eso es importante que sepamos
cuál es la esposa que a Él le agrada, y si nuestros nombres no desaparecen no
tendremos parte con El. Cristo ve que hay mucho gozo en medio de la iglesia
porque nombres de hombres se han levantado, porque ministerios se han
identificado con nombres de hombres; más hay un solo Nombre sobre todo
nombre y cada vez que el nombre de un hombre es levantado, su Nombre no es
levantado. Para que su Nombre sea levantado es necesario que nuestros nombres
desaparezcan, por eso es necesario que la cruz de Cristo haga que nuestros
nombres de desvanezcan, que nuestra gloria muera, que nuestros esfuerzos
propios y lo mejor de nosotros desaparezca (es por nuestro bien), para que
seamos parte de su iglesia y así poder ser perfectos instrumentos de su mensaje
por todo el mundo (Jn.3:30). La unidad de la iglesia es que el mismo Nombre y la
misma Gloria sea levantado en medio de muchos miembros; los verdaderos
miembros de su cuerpo son aquellos cuyos nombres hayan quedado crucificados
para que el Nombre de Cristo sea levantado y esa es la verdadera unidad: un

34
Señor, una Fe, un Cristo. En la unidad perfecta solo hay una Cabeza y un cuerpo y
tienen el mismo Nombre; la iglesia de Cristo no es el monstruo de varias cabezas
con varios nombres y además nombres diferentes para su propio cuerpo.

Así que no es necesario que temamos cuando nuestros nombres día a día sean
nombrados menos; no temamos cuando la crucifixión se hace cada día más
notoria; no temamos cuando seamos vituperados por estar en la cruz; es necesario
que cada uno de nosotros mengüe y que Uno solo sea levantado, sabiendo que
nuestros nombres deben desaparecer, sabiendo que el nombre de tu hermano va
a desaparecer y el nombre tuyo también va a desaparecer; el propósito de la
iglesia es que el Nombre de Jesucristo sea levantado y exaltado, y su Nombre es:
Verdad, Justicia, Vida, Paz, Amor, Unidad, Poder, Humildad, Libertad…

1 Juan 3:1: “Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados
hijos de Dios; por esto el mundo NO nos conoce, porque NO le conoció a Él (Cristo)”.

El Señor va a limpiar su casa antes de su venida y levantará un sacerdocio


anhelando su presencia y de continuo buscándola, porque son tiempos finales y
muchos cristos se levantarán (anticristos), muchos hombres están levantados en
medio de su casa gobernando a su pueblo con un gobierno que mezcla lo de Dios
con lo del mundo. Mas uno solo puede lavar nuestros pies y éste es Jesús, y el
pueblo que acepte que sus pies sean limpiados por su presencia también éste será
su pueblo; mientras que el pueblo que no acepte que sus pies sean limpiados, este
pueblo no hará parte con El, porque así como le dijo a Pedro y a sus apóstoles nos
lo dice a la iglesia postrera: “De no lavarte los pies, no tendrás parte conmigo” (Jn.
13:8). Pero para lavar nuestros pies es necesario, que como Pedro, cese toda obra,
cese todo intento de ayudar a la obra de Cristo en su humanismo, cese todo
esfuerzo propio, cese toda religiosidad, cese todo humanismo que considera que
Jesucristo y su iglesia están en el mundo para ser servidos y no para servir.

Así el Señor podrá derribar toda palabra que no salió de su boca para que en su
unción se enseñen todas las cosas, para que sean lavados nuestros pies y así sean
quitados todos los nombres de nuestros señores. Cuando sean quitados los
nombres de los hombres que han sido puestos sobre nosotros, también caerán las
palabras que esos hombres han colocado sobre nuestras vidas, se quitarán pues
las cargas que los hombres han puesto sobre su pueblo, su unción pudrirá los
yugos y sólo dejará un Nombre sobre nosotros: Cristo, y nos llamará: Pueblo mío.

35
LA IGLESIA SIN MUROS

Zacarías 2:3-7
“Corre, habla a este joven, diciendo: SIN MUROS SERÁ HABITADA JERUSALÉN, a
causa de la multitud de hombres y de ganado en medio de ella (los rebaños de la
religiosidad). Yo seré para ella, dice Jehová, muro de fuego en derredor, y para gloria
estaré en medio de ella… dice Jehová. OH SIÓN, LA QUE MORAS CON LA HIJA DE
BABILONIA, ESCÁPATE"

La palabra “iglesia” viene del griego “EK” que significa “de” o “fuera de”, y “KLESIS”
que significa “llamado”. Así, el significado de EKKLESIA sería pues: “el llamado a
salir”. Es el llamado a salir del orden según el hombre; es el llamado a congregarse
en la comunión con Cristo y según su gobierno; es el llamado a salir de babilonia
(las mezclas); es el llamado a servirle al Señor Jesús fuera del campamento, que es
el lugar donde crece el culto al hombre. Por eso el pueblo fue sacado fuera de
egipto y llevado al desierto (donde no hay sistemas según el hombre) sino fuego,
dependencia y comunión directa con el Señor. Por eso Josué oraba fuera del
campamento (prefería la comunión con el Señor que el orden del hombre). Por
eso el Señor Jesús fue crucificado fuera de la ciudad, porque fuera del
13
campamento el camino es obediencia, cruz, crucifixión, resurrección.

Ahora, el Cuerpo de Cristo, su iglesia, aunque en lo natural está constituido por


miembros de carne, es un cuerpo que esencialmente es espiritual, edificado por el
mismo Jesucristo a través de su Espíritu y sellado por un pacto que también es de
orden espiritual y no de letra; por ello solo puede ser discernido de manera
espiritual. Durante siglos las personas han tratado de comprenderlo, explicarlo y
edificarlo bajo el entendimiento humano, y de ese pensamiento humano es que
han surgido las religiones y su fracaso. El cuerpo de Cristo tiene dos características
que están por encima de la comprensión del pensamiento humano: Una, es que
no es un edificio de arquitectura euclidiana hecha con ladrillos iguales como las
edificaciones físicas u organizacionales que los seres humanos podemos concebir y
construir y que terminan siendo edificios, diseños, proyectos o instituciones
humanas. Y otra, es que este Cuerpo Espiritual es intemporal, es decir, no depende
del tiempo, así como tampoco depende del espacio físico, porque en Dios que es
su Hacedor, no hay tiempo ni tampoco el espacio físico como lo conocemos, y eso
lo convierte en un cuerpo que se ha venido edificando en una locura que no
entendemos los seres que vivimos dependiendo del tiempo y del espacio físico.

El Cuerpo de Cristo está constituido por piedras vivas que son completamente
diferentes, piedras únicas con vida conforme a una creación que se basa en la
13
Les recomendamos una web amiga: http://fueradelcampamento.blogspot.com/
36
diversidad, en la diferencia. Cada una de estas piedras debe ser tallada a mano por
el mismo Jesucristo y el diseño total y final de este Cuerpo Espiritual es un misterio
que solo nos es revelado por partes, y de cuya totalidad solo conoce el Dios de los
Cielos. No existe posibilidad humana capaz de edificar un Cuerpo tan complejo y
majestuoso con miembros vivos y tan diferentes los unos de los otros, pero tan
coherentes y articulados en su espiritualidad y en su totalidad como Cuerpo.
¿Dónde está el Ser capaz de hacer o discernir el misterio de un Cuerpo tan
increíble como el de Cristo? La respuesta es sencilla: Su propia Cabeza, Cristo. La
Iglesia es un misterio que la mente humana ha tratado de explicar y falsificar con
doctrinas, estrategias, organizaciones de personas y grandes instituciones
religiosas, pero la Iglesia nunca ha sido ni será algo que podamos describir con un
principio, patrón, modelo, dogma, doctrina o ideología institucional.

Cada quien comprenderá y vivirá en su corazón la majestuosidad de la Iglesia de


Cristo en la medida en que haga parte de este cuerpo, es decir, en la medida en
que cada quien con su gobierno y voluntad se rinda al Gobierno y al Pensamiento
de la Cabeza, que es Cristo, quien hará una obra de talla individual con cada
miembro para darle una posición espiritual y particular en su Cuerpo. Y no es la
posición que tiene la persona en una silla cuando se congrega en un lugar de
ladrillos a escuchar a otro hombre, se trata de un altar espiritual para rendir
nuestra voluntad y gobierno propio y de una posición completamente espiritual
(que no depende del tiempo, ni del espacio). Ahora mismo hacemos iglesia con
ustedes sin necesidad de estar juntos en carne, ni en tiempo, ni en espacio, eso es
lo majestuoso y misterioso de este Cuerpo espiritual del que hacemos parte.

Jesucristo está tratando a cada piedra viva de manera individual porque conoce
cada corazón y cada tiempo, el Cuerpo de Cristo no es homogéneo ni concebible
con la mente humana, por ello las vivencias o revelaciones de alguien no pueden
convertirse en una doctrina colectiva para todos los miembros, ese es un engaño
del sistema babilónico para controlar las masas: volver a todos los miembros como
un bloque homogéneo, convirtiendo piedras vivas diferentes las unas de las otras
en ladrillos muertos iguales entre todos, y desafortunadamente, eso hacen varios
de los líderes religiosos tanto en congregaciones grandes como en pequeñas. La
creación de Dios se basa en la gran variedad, en que cada uno es diferente, en que
tenemos la magnífica opción de un trato y de un conocimiento personal con la
Cabeza, y al Gran Yo Soy que creó todo lo que vemos y lo que no vemos sin la
ayuda de nadie, esto jamás se la ha salido de la grandeza de sus manos. La iglesia
de los tiempos finales y los acontecimientos finales son un misterio cuya totalidad
de comprensión solo existe en la mente del Padre, además reiteramos son
intemporales, no dependen del tiempo. De alguna manera todas las generaciones
que hacemos parte del cuerpo de Cristo hemos sido parte de la iglesia final y de los

37
acontecimientos finales. Tendrá que haber una generación final en lo natural, sin
duda alguna, pero por dar un ejemplo de la intemporalidad del Señor, al Apóstol
Juan, quien murió en carne hace 2000 años, el Señor le dijo que iba a presenciar
los tiempos finales y se cumplió cuando presenció el Apocalipsis.

La iglesia de Cristo estará plena cuando todos sus miembros estén en la reunión
espiritual, solo en esa unidad espiritual y no en una carnal o institucional
planificada con la mente humana o por los planes del adversario, y entonces allí,
en aquel único lugar espiritual sí habrá una sola Cabeza gobernándolo, Cristo. El
Señor está a la espera de que su cuerpo sea levantado para dar y mostrar al
mundo el más grande de los misterios en medio de la peor confusión y falsificación
por parte del adversario que jamás hayamos visto.

Lucas 10:38-42:
“Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta (que es la iglesia religiosa, por eso la llama por
su nombre dos veces, ya que “religión” también quiere decir “religar”, que significa: atada dos veces al
engaño) afanada y turbada estás con muchas cosas (en su activismo, en sus reinos propios,
en sus doctrinas). Pero sólo una cosa es necesaria (únicamente una sola); y María (la iglesia
rendida a sí misma, que está postrada a los pies de su Señor y Cabeza, callada, quieta, en el reposo,
esperando la enseñanza y orden de la Cabeza) ha escogido la buena parte, la cual no le
será quitada."

¿Cuál es esa sola y única cosa necesaria, que es la buena parte, que hay que
escoger y que no nos será quitada? El Señor se encargará de revelarla de manera
individual en cada corazón que verdaderamente anhele esta buena parte.

1 Juan 2:22-23
"...Este es anticristo, el que niega al Padre y al Hijo. Todo el que niega al Hijo,
tampoco tiene al Padre. El que confiesa al Hijo, tiene también al Padre".

Volvemos a la necesidad que hay de confesar o manifestar al Hijo, no de labios


sino con vivencias y frutos, expresado desde el corazón cuando su Verdad se ha
hecho parte íntegra de nuestro ser, por eso esta Escritura no dice "hijos" sino
"Hijo", porque si la Verdad que es Cristo se hace parte íntegra de nuestros
corazones entonces Cristo también lo es, y como el Hijo y el Padre son uno solo,
entonces también somos parte del Padre: "… para que todos sean uno como Tú,
Padre, en mí y Yo en ti; que también ellos (iglesia) sean uno en nosotros; para que el
mundo crea que Tú me enviaste. Y Yo les he dado la gloria que me has dado, para
que sean uno en nosotros como Nosotros somos uno. Yo en ellos y Tu en mí, para
que sean perfeccionados en una unidad, para que el mundo conozca que tú me
enviaste, y los amaste a ellos como me amaste a mí" (Jn.17:21-23).
38
SINCERIDAD, REPOSO Y COMUNIÓN

La mejor predicación que podemos dar a nuestras familias, a nuestros hermanos


en Cristo y al mundo (y a uno mismo), no es necesariamente a través de una gran
oratoria, como se hace en el mundo, sino a través de la sabiduría de las vivencias y
de los frutos, así como lo hizo el Espíritu Santo a través de Pablo, hombre tosco en
la oratoria pero gran maestro en vivencias y frutos. El evangelio de Cristo no
funciona necesariamente con funciona el mundo: con grandes líderes y oradores
con elocuentes oratorias, formidables carismas y mucho dinero; quizás por ello
está escrito en varios versículos que el Señor Jesús se gloría en lo más humilde.
Jamás, escucha esto, jamás te arrepentirás de haberte entregado totalmente al
Rey de reyes del universo, extraordinario, perfecto, poderoso, amoroso:
Jesucristo; y el galardón es demasiado grande, gobernar con Él y en Él, en un reino
y bajo un gobierno de perfección y majestad. No existe riqueza, no hay deleite, no
hay fama, no hay poder, no hay gloria sobre este mundo efímero, corrupto y
mediocre que se compare con su reino y con su bendición.

Recuerda que el espíritu del anticristo, el anticristo y los anticristos no son


únicamente la expresión de lo opuesto o antagónico a Cristo, sino también y
esencialmente la manifestación de aquel y aquellos que están en el lugar de Cristo
14
como cristos , son la declaración disfrazada de quienes hacen una muy
perfeccionada falsificación de Jesucristo y su evangelio porque en su vanidad o
guerra prefieren el culto al hombre. Además ten presente que su voz es la voz de
la serpiente antigua, un susurro muy dulce por fuera (pero lleno de veneno por
dentro) que opera a través de personas, cosas y situaciones que te dirán que seréis
como un dios, sin la dependencia de la sabiduría, el amor y el gobierno de Dios en
Cristo. Estas dulces palabras y obras se caracterizan entre otras porque defienden
constantemente la naturaleza caída para que lo que debe ser tratado por Cristo
nunca se trate, salvaguardarán con humanistas argumentos tu gobierno (o el de un
hombre) sobre el de Cristo, negarán categóricamente con todo tipo de doctrinas
acomodadas el camino de cruz y de negación de nosotros mismos, y finalmente,
siempre interpondrán algo o alguien entre Cristo y tú (personas, doctrinas, cosas,
obras, tareas, compromisos, grandes llamados, etc.).

14
Por eso las Escrituras dicen del anticristo: “…tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios,
haciéndose pasar por Dios”. (2Tes.2:4). También se puede profundizar sobre este aspecto en el libro:
LA DEMOCRACIA CONTRA CRISTO. Vargas, J. Colombia para Cristo. Bogotá, 2012. La publicación digital
puede ser descargada gratis de www.mensajedepaz.net, en la sección “Textos”.
39
En nuestra naturaleza, gobierno y voluntad siempre conoceremos la derrota y la
esclavitud, pero en la naturaleza, el gobierno y la voluntad de Cristo podremos
vivir en el corazón la victoria y libertad que ya se dio en su obra perfecta.

A pesar de todo Él nos sigue llamando y esperando, y lo importante no es que


finjamos ser lo que realmente no somos de corazón, por ello lo trascendente es
ser despojados de las vestiduras de religiosidad para que podamos presentarnos
en lo íntimo y en lo secreto ante el Señor Jesús, con un sinceridad, reconociendo y
confesando que nos deleitamos en nuestra naturaleza caída, en hacer nuestra
voluntad, en el mundo, en las mezclas, en el gobierno del hombre, en nuestras
obras, en nuestra vanidad, y que todo ello nos parece justo y bueno. El Señor
quiere personas que se presenten tal como son delante de Él, sin importar lo que
haya en el corazón, así sea aparentemente grave, porque Él vino precisamente a
eso (a salvarnos de lo que somos y del adversario); así que presenta exactamente
lo que hay en tu corazón al Señor que Él ya estuvo en esta naturaleza humana y lo
venció todo. Nunca habrá nada más especial que estar en el reposo en comunión
con el Señor Jesús, en esa relación constante con Él está la principal victoria, en
ese lugar íntimo y secreto se van a librar los principales juicios y luchas.

Salmo 51:6
“He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo, Y en lo secreto me has hecho comprender
sabiduría.”

No olvides que la victoria está en la completa e incondicional rendición de


nosotros mismos, porque allí está el valiente que renunció a sí mismo y que anhela
únicamente la naturaleza, el gobierno, la voluntad, la victoria y la gloria de Cristo.

Isaías: 13:3
“Yo mandé a mis consagrados, asimismo llamé a mis valientes para mi ira, a los
que se alegran con mi gloria”.

Dice el Señor Jesús:


“…Sabed que Yo nunca me canso, si de verdad habéis entrado en mi reposo,
caminaréis y correréis sin fatigaros y como las águilas levantaréis el vuelo…”

A Cristo Jesús, Salvador, Señor, Esposo, sea toda gloria verdadera dada por su Espíritu.

40
Mensaje de Paz

La paz no se encuentra en los acuerdos entre hombres, la verdadera Paz es la


consecuencia o el efecto del obrar de la verdadera Justicia (la obra de Cristo Jesús), si hay
Justicia entonces hay Paz (Cristo es el príncipe de Paz). Así que para aquellos quienes no
tienen Paz en su interior, este es el verdadero y vivo mensaje de Paz que Dios viene a darte:
JESUCRISTO es la Paz de DIOS con el hombre, en su Justicia está la única esperanza de Paz
para ti y para este mundo, en la Justicia de Cristo está la única esperanza de reconciliación
que tienes con Dios. Y si hay Paz entre Dios y tú el vacío interior desaparecerá porque será
llenado por Él mismo, y nunca habrá nadie ni nada que te pueda arrebatar esa Paz que
sobrepasa todo entendimiento y que experimentarás en lo más interno de tu corazón, de tu
vida y de tu ser.

Isaías 32:17
“Y el efecto de la justicia será paz; y la labor de la justicia, reposo y seguridad para siempre”.

Otros títulos que puede conseguir sin ningún costo en nuestra página web:
La democracia contra Cristo
Salid de ella, pueblo mío
Yo, Yo, Yo: El síndrome de Babilonia
Estad quietos, y conoced que Yo Soy Dios
Vaticano al descubierto
El celo de nuestro Señor Jesús
Las dos babilonias
El misterio de la iniquidad
Serie: Retiñirán ambos oídos
El arnés del Señor
El llamado de lo alto
Una advertencia profética solemne

Documentales Multimedia que puede conseguir en nuestra página web:


Nuevo Orden Secular
Juicio de lluvias sobre Colombia
Piezas de la gran ramera
Un llamado a la angustia
Apostasía en la iglesia

Escrituras Utilizadas:
Reina Valera, 1960 / Biblia Textual Reina Valera, 2001
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