Está en la página 1de 2

Banco Central Europeo

El Banco Central Europeo (BCE) es el banco central de los países de la Unión Europea
que tienen el euro como moneda. Conforma, junto con los bancos centrales de los demás
estados de la UE ajenos a la eurozona, el Sistema Europeo de Bancos Centrales. El BCE
fue establecido por el Tratado de Maastricht en el año 1998, tiene su sede en Fráncfort
del Meno (Alemania) y está presidido por Mario Draghi.
Historia
El Banco Central Europeo es el sucesor de facto del Instituto Monetario Europeo,
institución que fue creada al comienzo de la segunda fase o etapa de la Unión Económica
y Monetaria de la Unión Europea para manejar los problemas de transición a la nueva
moneda por parte de los países que iban a adoptar el euro y para preparar la creación del
propio BCE y del Sistema Europeo de Bancos Centrales.
El 2 de mayo de 1998, el Consejo Europeo, en su composición de Jefes de Estado y de
Gobierno, decidió por unanimidad que once Estados miembros (Bélgica, Alemania,
Francia, Irlanda, Italia, España, Luxemburgo, los Países Bajos, Austria, Portugal y
Finlandia) cumplían las condiciones necesarias para la adopción de la moneda única, que
se llevaría a cabo el 1 de enero de 1999. Dichos países participarían, por tanto, en la
tercera fase de la Unión Económica y Monetaria Europea (UEM). Los Jefes de Estado o
de Gobierno llegaron asimismo a un acuerdo político con relación a las personas que
habrían de recomendarse como miembros del Comité Ejecutivo del BCE. Dos países,
aunque pudieron adoptar el Euro como moneda, por referéndum popular, no se
incorporaron a la zona Euro: Reino Unido y Dinamarca.
En el momento de la creación del Banco Central Europeo, la zona euro estaba formada
por once miembros, a los que se sumaron Grecia en enero de 2001, Eslovenia en enero
de 2007, Chipre y Malta en enero de 2008, Eslovaquia en enero de 2009, Estonia en enero
de 2011, Letonia en enero de 2014 y Lituania en enero de 2015, ampliando así el alcance
del banco y el número de miembros de su consejo de administración.
Con la entrada en vigor, el 1 de diciembre de 2009 del Tratado de Lisboa, el Banco Central
Europeo obtuvo la condición de institución de la Unión Europea.
Objetivo
El objetivo principal del Banco Central Europeo es mantener la estabilidad de precios en
la zona euro, es decir, mantener la inflación en niveles bajos con objeto de salvaguardar
el valor del euro. El Consejo de Gobierno define la estabilidad de precios como una
inflación (medida como Índice de Precios de Consumo Armonizado) de alrededor del 2%.
A diferencia de otros organismos como, por ejemplo, la Reserva Federal de los Estados
Unidos, el BCE solo tiene ese objetivo principal, con otros objetivos subordinados a él.
Funciones básicas
Las principales tareas del Eurosistema, y por ende, del Banco Central Europeo, son definir
y ejecutar la política monetaria de la zona euro, dirigir las operaciones de cambio de
divisas, cuidar de las reservas exteriores del Sistema Europeo de Bancos Centrales y
promover el buen funcionamiento de los sistemas de pagos e infraestructura del mercado
financiero. Además, el BCE tiene el derecho exclusivo de autorizar la emisión de billetes
de euro. Los estados miembros pueden emitir monedas de euro, pero la cantidad debe ser
autorizada de antemano por el BCE.
Otras tareas incluyen la recopilación de la información estadística necesaria para llevar a
cabo sus funciones y la contribución a la estabilidad financiera y supervisión prudencial
del sistema financiero. Asimismo, siempre que lo requieran las funciones asignadas al
Eurosistema, el BCE mantiene estrechas relaciones de cooperación con las instituciones
internacionales y a nivel europeo.

Consideraciones sobre la ejecución de la política monetaria


A diferencia del estilo de la banca central de los Estados Unidos, en el que la liquidez se
presenta a la economía a través de la compra de bonos del Tesoro por parte de la Reserva
Federal (o Fed), el Eurosistema utiliza un método diferente en el que hay alrededor de
1500 bancos elegibles que pueden pujar por contratos de reporto en corto plazo que van
desde las dos semanas a los tres meses de duración.
En efecto, los bancos piden prestado dinero en efectivo y deben devolverlo. Los cortos
períodos de tiempo en la duración del préstamo permiten que las tasas de interés se ajusten
continuamente. Cuando vencen los títulos de reporto, los bancos participan nuevamente.
Un incremento en la cantidad de títulos que se ofrecen en la subasta de bonos permite un
aumento de la liquidez en la economía, mientras que una disminución tiene el efecto
contrario. Los contratos se realizan sobre el activo del balance del Banco Central Europeo
y los depósitos resultantes en los bancos miembros se contabilizan como pasivo. En
términos simples, la responsabilidad del Banco Central es la del dinero, y un aumento de
los depósitos en los bancos miembros llevado como pasivo del Banco Central, significa
que más dinero se ha puesto en la economía.
Para recibir la aprobación para poder participar en las subastas, los bancos deben ser
capaces de ofrecer una prueba de garantía en forma de préstamos a otras entidades. Estos
préstamos suelen ser en forma de compra de deuda pública de los estados miembros, pero
también se aceptan una amplia gama de valores de la banca.

También podría gustarte