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REPÚBLICA BOLIBARIANA DE VENEZUELA UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA

EXPERIMENTAL LIBERTADOR INSTITUTO DE MEJORAMIENTO


PROFESIONAL DEL MAGISTERIO SUB-DIRECCIÓN DE DOCENCIA

CENTRO DE ATENCIÓN CARACAS

OPTATIVA DE PROFUNDIZACION

TRABAJO INVESTIGACION

UNIDAD II

NIVELES Y TIPOS DIFERENTES DEL AUTISMO

AUTOR: EUFEMIA PEÑA

C.I.: 12.686.290

TUTOR: MARY MENDEZ


DEFINIR LOS NIVELES, TIPOS DE AUSTISMO.
SÍNTOMAS, CARACTERÍSTICAS, EVOLUCIÓN Y TRATAMIENTO

El autismo es un trastorno de tipo neurológico que dura toda la vida por lo general. Son
varios los niveles o grados de autismo que existen, clasificándose en un espectro,
también conocidos como trastornos generalizados del desarrollo, que conforman un
grupo de alteraciones que empiezan a edad temprana, caracterizados por dificultades
para expresarse socialmente.

Dentro de los niveles o grados de autismo existentes, son comunes las alteraciones en
las habilidades para comunicarse, la interacción social, actividades, intereses y
conductas. Sin embargo no en todos los casos se manifiesta de la misma manera por eso
son varios los niveles de autismo.

El autismo es un trastorno mental que se caracteriza por ocasionar un grave déficit del
desarrollo, profundo y permanente, que en muchos casos produce la incapacidad
de interacción social, el aislamiento y las estereotipias (movimientos incontrolados de
alguna extremidad, generalmente las manos).

En este sentido, es importante puntualizar que existen diversas clasificaciones sobre el


autismo infantil, pero la primera y más conocida en el área científica es la desarrollada
por Ángel Riviere (2002), que se sustentó en los estudios de Lorna Wing (1998). Para
realizar esta clasificación los autores se basaron en la descripción clínica de 12 áreas del
desarrollo e identificaron los distintos grados de autismo infantil según las
manifestaciones de los síntomas y su intensidad.

GRADO 1. TRASTORNO AUTISTA

Este es el grado más profundo de los trastornos del espectro autista y el más conocido
por la mayoría de las personas. Fue descrito desde el año 1941 por Leo Kanner, quien le
dio el nombre de Autismo Infantil Precoz, convirtiéndose en el primer trastorno en
englobar a todos los niños con características del espectro autista, sin realizar distinción
de síntomas o gravedad. Hoy se conoce simplemente como trastorno autista e incluye a
los niños con las manifestaciones más profundas.

Para diagnosticar a un niño con un trastorno autista de grado 1 es necesario que no haya
desarrollado su lenguaje y tienda a evitar la mirada y aislarse del mundo. También debe
presentar movimientos estereotipados que resultan raros y no tienen un objetivo
definido. Además, debe manifestar una gran incapacidad para expresar las emociones y
mantener una esfera de intereses y actividades muy reducida.

GRADO 2. AUTISMO REGRESIVO

También conocido como trastorno desintegrativo infantil, el autismo regresivo es una


alteración del espectro autista que tarda un poco más en aparecer. Esto se debe a que al
menos los primeros dos años del niño transcurren de manera normal pero en cierto
punto del desarrollo, comienza a perder de manera paulatina las habilidades adquiridas.
Este trastorno se debe manifestar antes de los 10 años de edad.

A partir de esta regresión, el niño comienza a manifestar los mismos síntomas que se
aprecian en el trastorno autista pero con una intensidad menor. De esta manera, es
frecuente que el niño pierda el lenguaje adquirido y su capacidad para comunicarse de
forma adecuada con los demás niños y adultos de su entorno. Además, suelen aparecer
también conductas repetitivas que incluyen estereotipias motoras y manierismos, a la
vez que se comienzan a aislar del mundo que los rodea.
GRADO 3. AUTISMO DE ALTO FUNCIONAMIENTO

Se trata del tipo de autismo más ligero porque no suele manifestar síntomas agudos o
profundos, al menos al inicio del trastorno. A diferencia de los otros dos tipos de
autismo, en este caso el niño desarrolla un lenguaje aparentemente normal, sus procesos
cognitivos también se mantienen dentro de la norma y si cuenta con ayuda, incluso
puede matricularse en un colegio normal.

Por lo general, los niños diagnosticados con un autismo de alto funcionamiento se


distinguen porque tienen una gran capacidad de memoria; sin embargo, también
presentan una rigidez mental acentuada con ideas que rondan la obsesividad y una
aguda torpeza motora. Estos síntomas denotan claramente la presencia de un trastorno
del espectro autista. Asimismo, suelen manifestar una reducida esfera de intereses y
actividades que se caracterizan por la presencia de rituales que resultan muy difíciles de
eliminar.

Inclúyeme.com Conoce los tipos o grados de autismo que hay José García In Blog
Posted marzo 13, 2017 at 2:20 pm

Conozca los 5 tipos de autismo


En el ‘Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo’, conoce los distintos tipos que
pueden presentar los pacientes.
Conozca los 5 tipos de autismo
Redacción EC02.04.2014 / 01:02 pm

Esta enfermedad, también afecta la socialización, comunicación, imaginación,


reciprocidad emocional y presenta algunas conductas repetitivas. Síntomas que se
presentan dependiendo el tipo de autismo, de los 5 existentes, que el paciente presente.

1. TRASTORNO AUTISTA

Es el trastorno más común dentro de las categorías del autismo y es comúnmente


llamado "autismo típico" o “autismo clásico”.

Se manifiesta antes de los 3 años y se caracteriza por una alteración en las


interacciones sociales, la comunicación, y el juego imaginativo, además de presentar un
patrón repetitivo y restringido de comportamientos, intereses y actividades.

2. TRASTORNO ASPERGER
También se caracteriza por una alteración en las interacciones sociales y la presencia de
actividades e intereses restringidos.

Además muestran un egocentrismo inusual y tienen muchas dificultades para expresar


sus emociones; de la misma forma, muestran conductas repetitivas y un gran apego
hacia ciertos objetos o personas.

No existe un retraso clínicamente significativo en las capacidades de habla/lenguaje, y


la puntuación en pruebas de coeficiente intelectual es promedio o sobre el promedio. El
personaje de ‘The Big Bang Theory’, Sheldon Cooper, es uno de los casos más
famosos.

3. TRASTORNO GENERALIZADO DEL DESARROLLO - NO ESPECIALIZADO

También llamado “autismo atípico”, este diagnóstico se realiza cuando no se cumple


con los criterios para un diagnóstico específico, pero hay una alteración severa y
generalizada en algunas de las áreas o comportamientos que caracterizan los distintos
tipos de autismo.

4. TRASTORNO DE RETT

Ocurre primariamente en mujeres y, rara vez, en varones.

Hay un periodo de desarrollo normal, seguido por la pérdida de destrezas previamente


adquiridas. Por ejemplo, pérdida del uso funcional de las manos el cual es reemplazado
por un movimiento repetitivo de ésta. Se manifiesta entre el primer y el cuarto año de
vida.

5. TRASTORNO DESINTEGRATIVO INFANTIL

Es un raro trastorno caracterizado por un período de desarrollo completamente normal


seguido por una regresión dramática que ocurre entre los 3 y 10 años de edad, la cual
provoca una pérdida significativa de las destrezas previamente adquiridas.

PSICOLOGÍA CLÍNICA

Los 4 tipos de autismo y sus características

¿Cómo se clasifican los trastornos del espectro autista (TEA)?


por Juan Armando Corbin

Los trastornos del espectro autista (TEA) son un conjunto de trastornos del desarrollo,
con síntomas que suelen ser crónicos y que pueden ser de leves a graves. 1 de cada 100
niños puede parecer algún tipo de trastorno del espectro autista, aunque investigaciones
recientes realizadas en Estados Unidos afirman que el TEA tiene una prevalencia de un
68%.
De manera general, el TEA se caracteriza por la alteración de la capacidad del individuo
de comunicarse y entablar relaciones sociales. Es un trastorno complejo que afecta al
desarrollo del individuo que lo padece y, generalmente, suele ser diagnosticado
alrededor de los los 3 años.
Existen distintos tipos de trastorno del espectro autista. Ahora bien, esta
clasificación ha sufrido alguna modificación con la publicación del Manual Diagnóstico
Estadístico de los Trastornos Mentales(DSM-V). A continuación repasaremos los
distintos subtipos de TEA y los cambios reflejados en el DSM-V en sus últimas
ediciones.

Cambios en el DSM-V respecto al trastorno del espectro autista (TEA)

En su quinta edición, el DSM, publicado por la American Psychiatric Association, ha


incorporado cambios respecto a al TEA, pues ha eliminado criterios diagnósticos
utilizados desde hace décadas. De hecho, a lo largo de los años, el TEA ha sido objeto
de distintas modificaciones en este manual. En su primera edición (1952), fue
clasificado con el término de “esquizofrenia infantil”, lo que dista mucho del concepto
actual. Cada uno de estos cambios ha creado cierta polémica, y la nueva edición del
DSM no ha sido una excepción.
Una de las modificaciones más notables respecto al DSM-IV hace referencia a la
sintomatología del TEA. Si en la cuarta edición la definición diagnóstica del trastorno
del espectro autista se caracterizaba por tres síntomas conocidos como la triada:
deficiencias en la reciprocidad social, deficiencias en el lenguaje o en la comunicación y
repertorio de intereses y actividades restringido y repetitivo. En la quinta edición solo
existen dos categorías de síntomas: deficiencias en la comunicación social (es decir, que
incluye las dos primeras categorías anteriores aunque presenta algunos cambios respecto
a éstos) y los comportamientos restringidos y repetitivos.
Además, si en el DSM-IV el autismo pertenecía a los “trastornos generalizados del
desarrollo” (TGD). En el DSM-V, se ha sustituido esta definición por “trastornos del
espectro autista” (TEA), que se incluye dentro de “trastornos del neurodesarrollo”.
Por otro lado, las subcategorías de este trastorno también han sufrido modificaciones.
En la cuarta edición se incluían cinco subtipos de autismo: el trastorno autista,
el Síndrome de Asperger, el trastorno desintegrativo infantil, el trastorno generalizado
del desarrollo no especificado (TGD no especificado) y el síndrome de Rett. En la
quinta edición, se ha prescindido del Síndrome de Rett, quedando solo 4 subtipos.

TIPOS DE TRASTORNOS DE TRASTORNO DEL ESPECTRO AUTISTA

Pero, ¿qué características presentan tipos de Autismo? En las siguientes líneas te lo


explicamos detalladamente.

1. AUTISMO O SÍNDROME DE KANNER

Éste es el trastorno que la mayoría de individuos asocia con el trastorno del espectro
autista, y recibe en nombre de Síndrome de Kanner en relación con el Dr. Kranner, un
médico que estudió y describió esta condición en los años 30.
Los sujetos con autismo poseen una una limitada conexión emocional con los demás, y
parece que estén inmersos en su propio mundo. Son más propensos a mostrar
comportamientos repetitivos, por ejemplo, pueden organizar y reorganizar el mismo
grupo de objetos, hacia adelante y atrás durante períodos prolongados de tiempo. Y son
individuos altamente sensibles ante estímulos externos como sonidos.
Es decir, pueden estresarse o agitarse cuando se expone a ruidos específicos, luces
brillantes o sonidos o, por otro lado, van a insistir en el uso de determinadas prendas de
vestir o colores o van a querer ubicarse en determinadas zonas de la habitación sin
ningún motivo aparente.

 Para saber más sobre la sintomatología del autismo y algunos aspectos menos
conocidos, puedes leer nuestro artículo: "Autismo: 8 cosas que no conocías sobre este
trastorno"

2. Síndrome de Asperger

El Síndrome de Asperger es un trastorno del espectro autista más complicado de


diagnosticar y, en ocasiones, este diagnóstico se suele realizar más tarde que el caso
anterior. Esto ocurre porque estos sujetos con Asperger presentan una inteligencia
media (alta) que puede ocasionar que se infravaloren las dificultades y limitaciones que
presentan estos sujetos.
El déficit se encuentra, por tanto, en el campo de las habilidades sociales y el
comportamiento, siendo lo suficientemente importante como para comprometer
seriamente su desarrollo e integración social y laboral. Además, las personas con
Síndrome de Asperger muestran carencias en la empatía, poca coordinación
psicomotriz, no entienden las ironías ni el doble sentido del lenguaje y se obsesionan
con ciertos temas.
La causa del Síndrome de Asperger parece ser la disfunción de varios circuitos
cerebrales, y las zonas afectadas son la amígdala, los circuitos frontoestriados y
temporales y el cerebelo, áreas del cerebroque están implicadas en el desarrollo de la
relación social.
A pesar de que los medios e comunicación han ayudado a difundir una imagen del
síndrome de Asperger en la que se describe esta condición como una alteración mental
asociada a una alta inteligencia, hay que señalar que la mayoría de personas agrupadas
en esta categoría no puntúan significativamente por encima del CI normal, y una
cantidad muy pequeña de ellas obtiene puntuaciones muy altas.

 Puedes profundizar en el conocimiento de este trastorno en nuestro artículo: "Síndrome


de Asperger: 10 señales para identificar este trastorno"

3. Trastorno desintegrador infantil o Síndrome de Heller

Este trastorno, normalmente referido como Síndrome de Heller, suele aparecer sobre los
2 años, aunque puede no diagnosticarse hasta pasados los 10 años.
Es similar a los TEA anteriores porque afecta a las mismas áreas (lenguaje, función
social y motricidad), aunque se diferencia de éstos en su carácter regresivo y repentino,
lo que puede provocar que incluso el propio sujeto se de cuenta del problema. Los
individuos con Síndrome de Heller pueden tener un desarrollo normal hasta los 2 años,
y pasado este tiempo sufrir la sintomatología característica de este trastorno. Distintos
estudios concluyen que este trastorno es entre 10 y 60 veces menos frecuente que el
autismo. Sin embargo, su pronóstico es peor.

4. Trastorno generalizado del desarrollo no especificado

Cuando los síntomas clínicos que presenta el sujeto con trastorno del espectro autista
son demasiado heterogéneos y no encajan en su totalidad con los tres tipos anteriores, se
emplea la etiqueta diagnóstica de “trastorno generalizado del desarrollo no
especificado”.
El sujeto con este trastorno se caracteriza por tener un déficit de reciprocidad social,
problemas severos de comunicación y la existencia de intereses y actividades peculiares,
restringidas y estereotipadas.
Cabe destacar que si el resto de tipos de autismo ya son diversos de por sí, en esta
última categoría aún es más importante tener en cuenta las características únicas de cada
individuo, y no caer en la trampa de dejar que la etiqueta explique completamente a la
persona. Este sistema de clasificación es tan solo una ayuda que permite apoyarse en
una serie de conceptos para comprender mejor esta condición, pero que no agota todas
las explicaciones posibles sobre lo que está experimentando cada persona ni lo que esta
necesita.

Dificultades a la hora de estudiar el autismo

Algo que hay que tener en cuenta acerca de los diferentes tipos de autismo es que es
muy complicado estudiarlos sin caer en sesgos. Por ejemplo, resulta problemático
investigar acerca de los patrones de comunicación de las personas autistas utilizando
para ello su capacidad para interpretar las emociones plasmadas en la expresión de los
ojos, dado que tienden a no fijarse en esa parte de la cara. Así, la inhabilidad para
interpretar esas expresiones no significa exactamente que no sepan interpretar las
emociones de los demás, sino que no saben hacerlo de esa manera concreta, pero quizás
sí utilizando otros modos para ello.

Referencias bibliográficas:

 Martos, J. y cols (Ed) (2005) Autismo: El futuro es hoy. Madrid: Imserso-APNA.


 Monfort, M y Monfort, I (2001). En la mente 2. Un soporte gráfico para el
entrenamiento de las habilidades pragmáticas en niños. Entha Ediciones.
 Quill, K.A. (2000). “Do-Watch-Listen-Say. Social and Communication Intervention for
children with Autism”. Brookes.
 Szatmari, P. (2006) Una mente diferente. Guía para padres. Editorial Paidós.
Los 8 Tipos de Autismo (Leves y Severos)
Por
Cinta Martos Silván

Los tipos de autismo infantil, un trastorno del desarrollo neurológico, se presentan en


diferentes formas según sus características y síntomas. Existe un importante
solapamiento entre las diferentes clases de autismo, desde el más leves hasta el más
severo. Por eso, en el DSM-V aparecen bajo el nombre de “Trastornos del Espectro
Autista”.

Es difícil definir prototipos concretos de autismo, pues dos personas con este
desorden pueden ser muy diferentes entre sí. No es lo mismo un autismo leve que
severo o su desarrollo en niños, adolescentes o adultos.

A continuación, clasificaremos y desarrollaremos los diferentes tipos de autismo y sus


particularidades más importantes.

Claes de autismo establecidos en el DSM-V

Según el DSM-V, se clasifica por la gravedad de la condición:

– “NECESITA AYUDA”: es el nivel más leve. Se describe como un perfil de


comportamiento en el que la persona puede comunicarse con oraciones completas y
correctas con los demás. Sin embargo, no pueden mantener una conversación extensa
con otras personas de manera adecuada.

Son percibidos como excéntricos, con falta de habilidades sociales y, por tanto, tienen
poco éxito en este aspecto.

En cuanto a su conducta, se caracteriza por ser rígida e inflexible de forma que interfiere
con su vida normal. Les cuesta organizarse y planificar lo que van a hacer, al igual que
alternar ciertas actividades.

– “NECESITA AYUDA NOTABLE”: en este caso, el individuo puede utilizar frases


simples y su interacción con los demás sólo está dirigida por intereses muy limitados.
Su comunicación no verbal resulta muy excéntrica.

Por tanto, poseen importantes deficiencias en la comunicación social verbal y no verbal.


Aunque se les ayude, siguen teniendo estas dificultades.

El comportamiento es más inflexible, rechazando los cambios y con gran cantidad de


comportamientos repetitivos. Presentan gran ansiedad cuando se les incita a cambiar sus
conductas o el entorno cambia.

– “NECESITA AYUDA MUY NOTABLE”: existen problemas graves en la


comunicación social verbal y no verbal que afectan a su vida diaria notablemente.

Un ejemplo puede ser aquella persona que interactúa con los demás muy raramente y
con objetivo de paliar ciertas necesidades. Sólo responde a una interacción social muy
directa e insistente y puede sólo emitir unas pocas palabras inteligibles.

Reaccionan de manera extremadamente negativa ante los cambios y las conductas


repetitivas ocupan gran parte de su día a día.

Además, en la clasificación actual también se incluyen los criterios de:

– CON O SIN DÉFICIT INTELECTUAL QUE LE ACOMPAÑE: el autismo no tiene


por qué involucrar déficits intelectuales, de hecho, puede darse con diferentes grados de
desarrollo intelectual. Un 75% de las personas con autismo poseen cierto retraso mental
(Amodia de la Riva y Andrés Fraile, 2006) y coinciden con formas más graves del
trastorno.

– CON O SIN DETERIORO DEL LENGUAJE: como este trastorno tiene


manifestaciones tan diferentes, no es de extrañar que haya individuos con el lenguaje
medianamente conservado, otros que permanezcan la mayor parte del tiempo en silencio
y un tercer grupo carece de lenguaje. Parece no comprender lo que otros dicen, o no
prestan atención a ello y muchos no emiten palabras, solo ruidos o balbuceos.

– CON CATATONIA: pueden presentar o no esta condición, que se caracteriza por


anormalidades motoras como estereotipias, muecas, mirada fija, inmovilidad,
excitación, ecolalia, pasividad, catalepsia, etc. Al mismo tiempo que se dan déficits en
el pensamiento, en el afecto y en la conciencia.

Parece ser que se vincula con frecuencia al autismo y normalmente se controla con
fármacos como las benzodiacepinas. En un estudio del 2000 de la British Journal of
Psychology se indica que los síntomas catatónicos parecen agravarse con la edad.

– Asociado a otro trastorno del desarrollo neurológico, mental o del


comportamiento: puede que no sea un trastorno del espectro autista en sí, existen
distintos casos en los que los síntomas son parecidos, pero se deben principalmente a
todas condiciones. Más adelante veremos otros trastornos relacionados.

– Asociado a problemas médicos, genéticos o un factor del ambiente conocido: aquí se


especifica la causa si se conoce con mucha claridad, pero normalmente es muy difícil
saber qué ha causado este trastorno. Su aparición suele deberse a un amplio conjunto de
factores.

CLASES DE AUTISMO SEGÚN EL CIE-10

En el sistema de Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y Problemas


relacionados con la Salud, encontramos que el autismo pertenece a la categoría
“trastornos generalizados del desarrollo”.

Este grupo de trastornos se caracteriza por comportamientos inadecuados en relación a


la edad cognitiva del niño.

Incluye alteraciones en la interacción social y en la comunicación, conductas


estereotipadas y repetitivas y actividades e intereses restringidos. Puede aparecer
prácticamente desde el nacimiento o después de cierta edad, en la niñez.

AUTISMO INFANTIL

Surge antes de los 3 años y se asocia con una falta de respuesta ante las emociones de
los demás, comportamiento fuera del contexto social, y falta de integración social,
emocional y comunicativa.
No utilizan el lenguaje socialmente, sino algunas palabras con objetivo de conseguir
algo más bien, es como si no tuvieran necesidad alguna de relacionarse con otras
personas.

Sus características son las que antes hemos descrito, aunque aquí ponen de ejemplo
apego a objetos extraños y actividades rutinarias persistentes en forma de rituales que
aparentemente no tienen sentido. Además, se preocupan de manera estereotipada sobre
horarios, cantidades, fechas, olores, texturas de los objetos o trayectos sin ningún fin
concreto.

Su dificultad para adaptarse a los cambios puede hacer que se sientan incómodos
incluso cuando se cambia la decoración de la casa o algún mueble de sitio.

Otros síntomas asociados son temores, fobias, trastornos alimentarios, trastornos del
sueño, agresividad, autoagresiones y falta de creatividad.

Por fortuna existen ciertas pautas para tratar a niños autistas, como pueden ser
actividades o juegos, con los que se desarrollan positivamente a la par que se divierten.

AUTISMO ATÍPICO

El autismo atípico se diferencia del autismo en que aparece después de los 3 años de
edad o que no cumple algún criterio para el diagnóstico del autismo. Siendo éstos
dificultades en 1 o 2 de estas áreas: interacción social, trastorno de la comunicación y
comportamientos estereotipados, repetitivos y restrictivos.

OTROS TRASTORNOS RELACIONADOS

En otros sistemas de clasificación anteriores o según diferentes autores, existen


condiciones muy cercanas al autismo que se han llegado a definir como subtipos de
éste. A continuación, indicamos cuáles son:

SÍNDROME DE ASPERGER

Según la Universidad Internacional de Valencia, el síndrome de Asperger es un tipo de


autismo más complicado y difícil de diagnosticar, ya que no presenta discapacidad
intelectual ni otros síntomas visibles.

El principal déficit se observa en sus habilidades sociales: su interacción social es muy


deficiente, los demás le ven raro ya que habla continuamente sobre los mismos temas,
no entienden los dobles sentidos ni la ironía, no poseen empatía con los demás, etc.
Aunque su lenguaje es correcto en sí, resulta “demasiado correcto”, creandose un perfil
de pedante, con sintaxis y vocabulario elaborado y rebuscado. Las limitaciones se
encuentran a nivel de prosodia y entonación.

En cuanto a su comportamiento, suele ser rígido y les cuesta afrontar situaciones


nuevas. Es habitual también que exista una torpeza psicomotora.

Sin embargo, estos individuos pueden tener capacidades excelentes para ciertas tareas,
llamadas “islas de competencia”: como hacer cálculos, memorizar fechas o tocar algún
instrumento.

Su prevalencia no se conoce exactamente y oscila de 1 de 250 niños a 1 de 5000.


Actualmente va en aumento porque se van diagnosticando cada vez más casos
olvidados, al haber mayor conocimiento sobre este síndrome.

SÍNDROME DE RETT

El DSM-V ha clasificado al síndrome de Rett como un posible tipo de autismo, siendo


una condición que se presenta mayormente en niñas.

Es una enfermedad rara que supone un trastorno del desarrollo del sistema nervioso. Se
caracteriza por problemas en la motricidad (movimientos y tono muscular), en el
funcionamiento cognitivo y en la interacción social. Y sus síntomas comienzan a
observarse sobre los dos años de edad.

Puede afectar aproximadamente a 1 de cada 12000 niñas nacidas según la Asociación


Española del Síndrome de Rett. Termina provocando una pluridiscapacidad, destacando
una discapacidad intelectual grave o notable.

TRASTORNO DESINTEGRATIVO INFANTIL O SÍNDROME DE HELLER

También conocido como psicosis desintegrativa, es una condición rara que aparece
sobre los 3 años o más de vida.

Es más habitual en niños y suele afectar a 1 de cada 100 000 nacidos. Destaca por
déficits en el desarrollo del lenguaje, en la interacción social y a nivel motor.

Se clasifica como un trastorno generalizado del desarrollo y se considera por algunos


como una posible forma frecuente de autismo.

Sus causas parecen ser neurobiológicas, estando alterado el funcionamiento cerebral.


Esta condición se distingue de las demás en que, hasta los dos años, el desarrollo del
niño parece normal en todos los ámbitos: comprensión y expresión del lenguaje,
habilidad para utilizar músculos grandes y pequeños y desarrollo social. Sin embargo, a
partir de esa edad o algo más tarde (hasta los 10 años de edad) comienza a perder las
habilidades que ganó.

TRASTORNO GENERALIZADO DEL DESARROLLO NO ESPECIFICADO

También se llama “autismo atípico”. Aquí entran aquellas personas que cumplen la
mayoría de los criterios para el trastorno autista o síndrome de Asperger, pero no todos
los necesarios para que se les haga ese diagnóstico.

Normalmente son individuos con síntomas más leves de autismo, que afectan a las
relaciones sociales y a la comunicación principalmente. También pueden incluirse aquí
las personas con actividades, costumbres o intereses inflexibles, peculiares,
estereotipados y limitados.

Es importante ser cautelosos a la hora de establecer este diagnóstico, identificando si


son características de personalidad peculiares de un individuo o si implican problemas
reales en su vida.

Existía mucha controversia sobre esto, por ello, estos posibles tipos de autismo que aquí
destacamos fueron eliminados en la nueva versión del Manual diagnóstico y estadístico
de los trastornos mentales (DSM-V) para encajarlos como “Trastornos del Espectro
Autista”.

¿COMO DETECTAR EL AUTISMO?

Las características principales de un individuo con autismo son:

Dificultades para la comunicación e interacción social

En multitud de formas, como puede ser: fracaso en la interacción social (no se relaciona
adecuadamente con los demás), falta de inicio de conversaciones, ausencia o déficits en
la comunicación no verbal, no mira a la persona que le habla, parece que sus
expresiones faciales están fuera de contexto y no comprenden las emociones de los
demás.
CONDUCTAS REPETITIVAS

Son muy inflexibles y presentan conductas repetitivas centradas en ciertos intereses o


tareas muy concretas. Por ejemplo, hacer operaciones matemáticas continuamente,
movimientos estereotipados, interés excesivo sobre un tema concreto, etc. Todo esto
afecta a la persona desarrolle una vida social, escolar o laboral satisfactoria.

Sin embargo, hay ciertos elementos comunes; como una percepción alterada del medio
externo de forma que pueden tener mucha sensibilidad para unos estímulos, mientras
que son insensibles para otros.

Hay estudios que afirman que el autismo ya podría predecirse a muy corta edad, casi
después del nacimiento.

Los bebés normalmente muestran preferencia por las figuras humanas, dirigiendo su
mirada hacia éstas. Concretamente miran los rostros y pueden fijar su atención en
nosotros si le hablamos. Éste es un importante mecanismo innato que nos permite
sobrevivir al establecer fuertes vínculos con nuestros protectores.

En cambio, en los bebés con autismo la atención está repartida por igual en todos los
elementos del entorno. Ven a las personas como un objeto más del ambiente, sin darles
prioridad.

Según los Centros de Control de Enfermedades y Prevención (CDC), aproximadamente


1 de cada 68 niños tiene algún tipo de autismo en Estados Unidos.

Si tienes interés por este síndrome, no te pierdas nuestro artículo de 40 películas para
entender mejor el autismo.

¿Te ha resultado interesante este post? Coméntanos tu experiencia o dudas si padeces


este síndrome o conoces a algún familiar/amigo cercano que lo padezca.

Referencias

1. ¿Qué es el síndrome de Rett? (s.f.). Recuperado el 2 de Septiembre de 2016,


de Asociación Española del Síndrome de Rett.
2. American Psychiatric Association (APA). (2013). Diagnostic and Statistical
Manual of Mental Disorders, Fifth Edition (DSM-V).
3. Amodia de la Riva, J. y Andrés Fraile, M.A. (2006). Capítulo III: Trastorno
de Autismo y Discapacidad Intelectual. En Síndromes y apoyos. Panorámica
desde la ciencia y desde las asociaciones (pp. 77-107).
4. Asperger syndrome. (s.f.). Recuperado el 2 de Septiembre de 2016, de
Genetis Home Reference.
5. Autism Spectrum Disorder. (s.f.). Recuperado el 2 de Septiembre de 2016, de
National Institute of Mental Health.
6. Autism Spectrum Disorders. (s.f.). Recuperado el 2 de Septiembre de 2016,
de WebMD.
7. Charan, S. H. (2012). Childhood disintegrative disorder. Journal of Pediatric
Neurosciences, 7(1), 55–57.
8. CIE-10. (s.f.). Trastornos generalizados del desarrollo. Recuperado el 2 de
Septiembre de 2016, de Psicomed.
9. Defining Autism. (s.f.). Recuperado el 2 de Septiembre de 2016, de Autism
Support of West Shore.
10. Los distintos tipos de trastorno del espectro autista (TEA): características y
formas de intervención en el aula. (4 de Enero de 2016). Obtenido de
Universidad Internacional de Valenci

Autismo (trastornos del espectro autista)

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Muchos niños con TEA presentan intereses o actividades restringidos.

 Información
 Especialistas
 Preguntas y Respuestas
 Qué es
 Causas
 Síntomas
 Prevención
 Tipos
 Diagnóstico
 Tratamientos
 Otros datos

Qué es
Los trastornos del espectro autista (TEA) se encuadran dentro de los trastornos del
neurodesarrollo y se caracterizan por las alteraciones relacionadas con la comunicación
y la interacción social, así como por presentar intereses fijos y conductas repetitivas.
Hace unos años se diferenciaban distintos tipos de autismo, pero ahora se tiende a
considerarlos en su conjunto y distinguirlos en función de su gravedad y de las
habilidades a las que afectan. Partiendo de esa base, tal y como explica José Ángel
Alda, jefe de Sección de Psiquiatría Infanto-Juvenil del Hospital Sant Joan de Déu, de
Barcelona, "lo que se valora es, sobre todo, si hay discapacidad intelectual porque
muchas personas con TEA tienen problemas en este área".
También se evalúa si existen problemas del lenguaje y si hay una afección médica
asociada. Alda reconoce, no obstante, que en muchos casos se sigue hablando de
síndrome de Asperger para referirse a aquellas personas con TEA "con nivel intelectual
alto", pero con rasgos distintivos como una escasa interacción social con los iguales.

Prevalencia
No existen cifras oficiales de prevalencia de los TEA en España, pero se estima que
podrían llegar a afectar a 450.000 personas. Hay muchos más niños y hombres que
niñas con TEA. Podría deberse a que la enfermedad afecta más al sexo masculino que al
femenino, pero cada vez parece más claro que ha habido un alto infradiagnóstico en las
mujeres.

Causas
"En la actualidad no es posible determinar una causa única que explique la aparición del
Trastorno del Espectro del Autismo (TEA), pero sí la fuerte implicación genética en su
origen", según explican desde la Confederación Autismo España. "La gran variabilidad
presente en este tipo de trastornos apunta también a la relevancia que puede tener la
interacción entre los distintos genes y diferentes factores ambientales en el desarrollo
del TEA, pero por el momento, estos elementos no se encuentran claramente
identificados, y aún es necesaria mucha investigación al respecto".
Tampoco se sabe con certeza (salvo en casos muy concretos en los que se han
identificado los genes responsables) en qué medida ese origen genético es hereditario
(transmitido de generación en generación) o accidental (como consecuencia de una
lesión genética producida en el momento de la fecundación o durante la gestación).

Síntomas
En los trastornos generalizados del desarrollo, como los TEA, se suele producir una
amplia alteración de diversas funciones. De forma muy resumida, se podrían destacar
los siguientes síntomas:
 Movimientos corporales estereotipados.

 Anomalías en la emisión, forma y contenido del lenguaje.

 Marcadas anomalías en la comunicación no verbal.

 Insistencia irracional en el seguimiento de rutinas.

 Intereses o actividades restringidos.

 Déficits en la reciprocidad social o emocional

Prevención
Debido al desconocimiento de las causas del autismo, en la actualidad es virtualmente
imposible prevenir su aparición. No obstante, un diagnóstico precoz, tener conocimiento
de la enfermedad y, sobre todo, un entorno familiar comprometido con el problema,
contando con la ayuda de los profesionales adecuados, puede contribuir de forma muy
significativa al bienestar de las personas con TEA.

Tipos
En consonancia con el manual de diagnóstico de los trastornos mentales de la
Asociación Americana de Psiquiatría, el DSM-5, en la actualidad se tiende a abandonar
la clasificación de los TEA en síndrome de Rett, síndrome de Asperger,trastorno
desintegrado infantil o síndrome de Heller y trastorno generalizado del desarrollo no
especificado.
Esas etiquetas o subgrupos no encajaban con la consideración del autismo como
un continuum o espectro, en el que no siempre se pueden separar, por ejemplo, los
síntomas sociales de los de comunicación, ya que se superponen.

Diagnóstico
Los TEA pueden ser difíciles de diagnosticar, porque no existen pruebas médicas, como
los análisis de sangre, que ayuden a confirmar estos trastornos. Para hacer un
diagnóstico, los profesionales evalúan aspectos como la conducta del niño y su
desarrollo.
A veces se pueden detectar a los 18 meses o antes. Hacia los dos años de edad, el
diagnóstico que haga un especialista se puede considerar bastante fiable. Sin embargo,
muchos niños no reciben un diagnóstico definitivo sino hasta que tienen más edad y no
son pocos los casos en los que el problema se detecta en la edad adulta. Cuando hay
discapacidad intelectual asociada se suele detectar antes el trastorno.

Señales de alarma
Hay una serie de señales de alarma que pueden hacer recomendable una valoración
exhaustiva del desarrollo del niño.
Hacia los 12 meses de edad
 No balbucea.

 No hace gestos como saludar con la mano, señalar para pedir alguna cosa o mostrar
objetos.

 No reconoce su nombre ni responde cuando se le llama.

 No se interesa ni se implica en juegos interactivos sencillos, como el “cucú-tras” o


similares.
Entre los 12 y los 18 meses de edad
 No dice palabras sencillas.

 No responde a su nombre.

 Presenta un uso limitado o disminuido del contacto ocular.


 Ausencia de balbuceo social/comunicativo como si conversara con el adulto.

 Ausencia de imitación espontánea.

 No señala para pedir algo.

 No mira hacia donde otros señalan.

 No enseña o muestra objetos.

 Puede manifestar una respuesta inusual ante estímulos auditivos.

 Falta de interés en juegos interactivos simples.

Hacia los 24 meses de edad


 No dice frases de dos o más palabras, que sean espontáneas y no sólo repeticiones de lo
que ha escuchado a los demás.

 Tiene dificultades para mantener el contacto ocular cuando se le habla, y no sigue


objetos con la mirada.

 No se implica en juegos compartidos y parece no disfrutar de la relación compartida con


otras personas.

Los expertos de Autismo España resaltan que todo lo anterior es meramente orientativo
y que cualquiera de esas señales, considerada de forma aislada, no tiene valor
diagnóstico. "También se recomendaría una valoración exhaustiva del desarrollo si a
cualquier edad parece que el niño o la niña pierde habilidades que ya había conseguido,
como el balbuceo o las primeras palabras", agregan.

Tratamientos
No hay cura para el TEA; acompaña al individuo a lo largo de toda su vida. Las terapias
e intervenciones conductuales están diseñadas para minimizar los síntomas específicos y
pueden aportar una mejoría sustancial de la calidad de vida. El plan de tratamiento ideal
coordina las terapias e intervenciones que cubren las necesidades específicas de los
niños a nivel individual. El tipo de intervención más efectiva es la psicoeducativa,
proporcionada por psiquiatras, psicólogos, pedagotos, logopedas...
El tratamiento precoz mejora significativamente los síntomas en muchos casos y es
esencial para que los niños desarrollen habilidades sociales y adapten su
comportamiento. De hecho, un diagnóstico tardío está relacionado con la aparición de
problemas asociados como trastornos de la alimentación, ansiedad o depresión.

Medicamentos
En el tratamiento de los TEA no se utilizan fármacos salvo en casos muy contados y
solo para controlar las posibles complicaciones. José Ángel Alda, psiquiatra infanto-
juvenil del Hospital Sant Joan de Deu, de Barcelona, pone como ejemplo el
antipsicótico risperidona "en niños que presenten problemas de comportamiento más
autismo".
En cualquier caso, no existen fármacos que traten de forma específica los TEA.

Otros datos
La actitud de los padres es clave para el bienestar de las personas con TEA. En opinión
de Noemí Velamazán, "lo más importante es que los padres (como con cualquier niño)
acepten y quieran a sus hijos tal y como son, sin tratar de cambiarles y sin forzarles a
hacer cosas que no quieren hacer, como asistir a una fiesta de cumpleaños".
También aconseja "anticipar las cosas que van a ocurrir a lo largo del día, y saber que si
ocurre un imprevisto tu hijo se verá afectado, por lo que es importante conocer
estrategias que le ayuden a sentirse mejor".

Investigación
El psiquiatra José Ángel Alda confía en que los numerosos proyectos de investigación
sobre el autismo que están en marcha en la actualidad fructifiquen próximamente. Uno
de los mayores logros puede ser la obtención de marcadores biológicos que permitan
el diagnóstico objetivo de los TEA, con el fin de instaurar un tratamiento efectivo
incluso antes de que aparezcan los primeros síntomas.

Las principales pruebas de detección del autismo


Un aspecto básico para poder intervenir en este trastorno es el hecho de detectarlo. En este
sentido, se han elaborado numerosas pruebas a lo largo de los años con el fin de poder
detectar la presencia de un trastorno del espectro autista y los aspectos que en cada caso
aparecen alterados. Estas pruebas pueden pasarse a diferentes agentes, sea al propio menor
o más habitualmente a los padres y profesores.
A continuación veremos algunas de las pruebas más representativas que se suelen emplear
en la detección del autismo, recomendados por editoriales tan conocidas como TEA
Ediciones o diferentes organizaciones especializadas en Autismo.

1. Escala de Observación para el Diagnóstico del Autismo (ADOS)


Una de las pruebas de referencia y más conocidas en el diagnóstico del autismo, se trata de
una escala elaborado con el propósito de evaluar las capacidades comunicativas, interacción
social y el juego y uso de materiales y que ofrece puntos de corte. Consta de cuatro módulos
de los cuales solo se aplica el que resulta adecuado al sujeto en cuestión por rango de
edad y nivel comunicativo. Se requiere una edad mental mínima de dos años de edad y
permite evaluar al menor en base a su ejecución. En la actualidad pueden encontrarse
ediciones más avanzadas como el ADOS 2. Puede evaluar a niños y adultos.

2. Entrevista para el Diagnóstico del Autismo (ADI)


El ADI y su revisión (ADI-R) son entrevistas clínicas pensadas para realizar una evaluación
exhaustiva respecto a un posible caso de autismo. Consta de alrededor de 93
preguntas (en la versión ADI-R) las cuales exploran lenguaje, interacción social recíproca
y conductas/intereses restringidos. Se focaliza en las conductas típicas del sujeto con
autismo que raramente aparecen en personas sin esta afectación. La puntuación puede
codificarse y posteriormente se interpreta con algoritmos, no poseyendo baremos
comparativos.

3. Sistema de Evaluación de la Conducta Adaptativa (ABAS)


Instrumento que evalúa la conducta adaptativa desde el nacimiento hasta los 89 años.
Evalúa las áreas de comunicación, utilización de recursos comunitarios, habilidades
académicas funcionales, vida en el hogar, vida en la escuela, salud y seguridad, ocio,
autocuidado, autodirección, social, motora y empleo.
La segunda versión (ABAS-II) incluye además los índices globales conceptual, social y
práctico. Si bien no es únicamente de autismo, permite evaluar las principales áreas
afectadas por este trastorno. Son los padres, profesores o allegados quienes generalmente
dan respuesta y completan el test, si bien el propio sujeto también puede responderlo.

4. Cociente de Espectro Autista (AQ)


Se trata de un cuestionario de Baron-Cohen de 50 preguntas que está pensado para que
responda el propio sujeto, y que se basa en evaluar el grado de acuerdo (entre acuerdo total
y desacuerdo total, existiendo un total de cuatro posibles respuestas) con cada una de las
diferentes preguntas. En este sentido podemos encontrar versiones específicas para
diferentes perfiles, como el Cociente de Espectro Autista para Niños (AQC), Cociente de
Espectro Autista para Adolescentes (AQA) y Cociente de Espectro Autista Abreviado
(AQS).
También pueden ser rellenados por los allegados o docentes. Ofrece puntos de corte
que permiten separar el antiguo Autismo tipo Kanner del síndrome de Asperger, y
permite distinguir diferentes fenotipos..

5. Cuestionario de Comunicación Social (SCQ)


Este cuestionario de rápida aplicación debe ser respondida por los cuidadores del sujeto,
constando de un total de 40 ítems entre los que se evalúan problemas de interacción,
problemas de comunicación y conductas restringidas y estereotipadas. Tiene una forma A
que evalúa toda la vida del sujeto y una forma B para valorar la situación de los últimos tres
meses. Dependiendo del resultado puede ser recomendable acudir a otro test más completo
como el ADOS o el ADI.

6. Cuestionario de Cribaje para el Espectro Autista (ASSQ)


Este cuestionario está pensado para niños de entre siete y dieciséis años de edad, constando
de un total de 27 preguntas a responder con Si/No/Algo/A veces. Se trata más bien de un
screening, y tiende a centrarse más en el antiguo Asperger (que ahora forma parte del
trastorno del espectro autista). Lo deben completar padres y docentes y permite
identificar diferentes rasgos predominantes en menores con problemas de interacción social
y comportamiento. Actualmente existe la versión revisada extendida (ASSQ-REV), más
completa.
7. Cuestionario de Autismo en la Infancia Modificado (M-CHAT)
Test de screening a responder por los padres del menor. Si este falla en más de tres ítems
deberá realizarse una exploración más detallada para valorar la presencia de TEA.
Pensado para evaluar a menores de alrededor de dos años de edad, en base a preguntas a
responder con Sí o No.

8. Inventario de Espectro Autista (IDEA)


Inventario generado con el propósito de evaluar una docena de características propias de
personas con autismo y otros trastornos del neurodesarrollo. Más que en la detección, se
centra en la evaluación de la gravedad del estado del paciente. Permite identificar la
gravedad de los rasgos autistas, así como generar pautas de tratamiento y probar los
cambios que dichos tratamientos generan.
Asimismo, en función de la puntuación el sujeto puede ser clasificado en cuatro tipos
diferentes de autismo (destacando el clásico y el Asperger, además del autismo regresivo y
el autismo de alto funcionamiento. Debe ser completado por el profesional en base a las
informaciones provenientes de la observación y entrevista al entorno.

9. Cuestionario del Bebé y Niño Pequeño (CSBS DP)


Se trata de una escala que valora la presencia de diferentes predictores del lenguaje y la
comunicación social. Pensado para pasarlo entre los seis meses y los dos años. Debe ser
cumplimentado por un padre, cuidador o persona en contacto frecuente con el menor.

10. Test Infantil del Síndrome de Asperger (CAST)


Cuestionario de 37 preguntas que permite detectar de manera temprana características
propias de los niños con Asperger. Es pasada por los padres de niños de entre cuatro y
once años de edad.

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