Está en la página 1de 1

(LOS FUSILES DE LA SEÑORA CARRAR- BERTOLT BRECHT)

LA MADRE- ¡Deja a mis hijos en paz, pedro! Les he dicho que me ahorcare si se van. Sé
que es un pecado a los ojos de Dios y que me condenare eternamente. Pero no puedo
hacer otra cosa.
Cuando murió Carlos, cuando murió así fui a ver al cura porque si no me hubiera
suicidado. Sabía muy bien que la culpa también era mía, aunque el mismo era el peor,
con su apasionamiento y su afición a la violencia. No vivimos muy bien y no es fácil
soportar esta vida. Pero con el fusil no se arregla nada.

También podría gustarte