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Posición de Hume sobre la moral: las emociones La pregunta de por qué actuamos moralmente

b) externalista o emotivista, derivada de Hume;

Analizar la manera y el por qué, actuamos moralmente tiene diferentes coyunturas y


explicaciones para dar respuesta a esta inquietud; en ese sentido es David Hume, uno de
los filosofos que quieres dar respuesta a esta pregunta, él desde una posición
externa indica como las razones no juegan un algún papel motivante en la acción
moral, Hume base la capacidad de eleción moral más que todo en el placer y el
dolor “ El impulso fundamental o principio motor de la mente humana es el placer o
el dolor; cuando estas sensaciones desaparecen de nuestro pensamiento y
sensibilidad, somo casi totalmente incapaces de experimentar pasión o acción,
deseo o volición” ( 574, T. Libro III, parte III, 819) Este principio, compartido por una
larga tradición filosófica, se conecta, en el caso de Hume, con la doctrina sobre la
asimilación de todos los fenómenos mentales o ideas, que lleva directamente a la
conclusión de que no hay motivos para distinguir el dolor o el placer de lo que parece
un juicio moral, no hay lugar para distinguir la reacción que produce el recuerdo de
algo desagradable, de la contemplación directa de una acción reprobable, tampoco lo
hay para explicar la diferencia entre los efectos de esta contemplación directa y los
efectos literales de lo ocurrido. Los valores o propiedades que denominamos,
morales son atribuidos por las causas que el dolor y el placer generan en
nosotros una reacción especial, la cual no tiene en cuenta la capacidad de
elección racional que le atribuimos a nuestra elecciones morales, las
inclinaciones que tiene los efectos externos en nuestro interior es lo indica el
grado de elección “las distinciones morales dependen por completo de ciertos
sentimientos peculiares de dolor y placer, y que toda cualidad mental existente
en nosotros o en otras personas que nos produzca satisfacción al contemplarla
o relflexionar sobre ella es, desde luego, virtuosa, de modo análogo a como
toda cosa de este género que produzca desagrado será viciosa” ( 576, T. Libro
III, parte III, 819-820), por lo tanto es importante destacar en la filosofía de David
Hume, el rasgo característico que tiene las pasiones y cómo funcionan éstas: Las
pasiones son un elemento originario y propio de las naturalezas humanas, independientes de la
razón y no sometidas a ésta. Son impresiones que proceden de otras percepciones. Las
pasiones están referidas al sujeto; la tipología de estas pasiones están determinadas por las
directas que son las que dependen en forma inmediata del placer y del dolor; por ejemplo,
el deseo, la aversión, la pena, la alegría, la esperanza, el temor, la desesperación o la
tranquilidad, y las Indirectas que proceden también del dolor o del placer, pero en su
constitución intervienen otras cualidades como el orgullo, la humildad, la ambición, la vanidad,
el amor, el odio, la codicia, la piedad, la generosidad y todas las demás que se derivan de
éstas.

La moral se encuentra pricipalmente fundada en los sentimientos morales, sentimientos que se


despiertan en nosotros con ocasión de la percepción de ciertas acciones o cualidades de las
personas. El sentimiento moral básico es el que denomina "humanidad": sentimiento positivo
por la felicidad del género humano, y resentimiento por su miseria. Llamamos acciones
virtuosas a todas las acciones que despiertan en nosotros dicho sentimiento, y vicios a las que
despiertan en nosotros el sentimiento negativo. “ Cuando investigamos sobre el origen de la
moral, en ningún caso tenemos que examinar una acción aislada, sino precisamente la
cualidad o carácter que se derive dicha acción…Las mentes de los hombres son similares en
sentimientos y en operaciones y no hay ninguna que no sea movida por una afección de la que,
en algún grado, estén libres las demás…Ninguna pasión ajena se descubre directamente a la
mente: sólo percibimos sus causas o sus efectos” ( 576, T. Libro III, parte III, 821-822),
es por esto que la voluntad, en última instancia, queda asimilada a las pasiones o está
muy próxima a ellas, nuestro accionar moral se encuentra inscrito en las cosas que
externamente nos afectan y producen un movimiento interior, que es lo que hace que
actuamos morolamente, la voluntad de acción ésta íntimamente ligada a la sensación
interna que tenemos de las afecciones externas “ Debe advertirse que por voluntad no
entiendo otra cosa que la impresión interna, sentida y consciente, que surge de nuestro cuerpo
o una percepción de nuestra mente” ( 399, T. Libro II, parte III, 597),

También hay que rescatar como en Hume la simpatía representa la tendencia que las
personas sienten a participar y revivir las emociones de los demás. Es una tendencia que tiene
el sujeto a ponerse en relación con otros sujetos. Además, la simpatía hace naturales los
sentimientos que despiertan en nosotros las desgracias ajenas, como, por ejemplo, la
compasión y la solidaridad. La causa de la simpatía es la semejanza entre las personas y actúa
como un elemento altruista en las relaciones humanas. Sin embargo la capacidad de elección
queda rezagada a la no-cognición a las influencias externas y por lo tanto la el sujeto pierde
influencia en sí, en las decisiones morales que en determinado momento debe tomar, es por
esto que tomo en ese sentido la importancia del asentimiento reflexivo toma un carácter
importante para el desarrollo moral individual.

los rasgos de los agentes) dependen de las reacciones que la psicología


humana tiene ante dichas acciones. Dicho en otros términos: las propiedades
morales son dependientes de la respuesta de los humanos. En la perspectiva
de Hume, no tiene sentido hablar de propiedades morales que existen
independientemente de dichas respuestas o reacciones. Hume no tiene una
concepción realista de los valores.20

externalista, la acción moral se da por la participación de


los deseos o sentimientos que son extrínsecos o externos
a las normas morales, y de ahí su nombre de
externalismo. La afirmación de que la moralidad no está
ligada con la razón es una conclusión que extrae Hume a
partir de su consideración de que aquella ejerce gran
influencia para impulsar o frenar la acción, lo cual no
puede hacer la razón, ya que ésta carece de fuerza. Por
otro lado, la moralidad tampoco puede ser objeto de
estudio: “La moralidad no consiste en ninguna cuestión
de hecho que pueda ser descubierta por el
entendimiento” (p. 688). Adicionalmente, ella no puede
derivarse de la razón ya que lo moral es la aprobación de
lo que produce placer (virtud) o el rechazo de lo que
produce dolor (vicio). Las pasiones o sentimientos que
surgen al considerar ciertas cualidades o rasgos de
carácter, en nosotros mismos o en otros, son las que dan
origen a la acción. Estas pasiones son el amor-odio,
orgullo-humildad, compasión, simpatía, las cuales operan

RUTA: TOMO LOS ARGUMENTOS EXPRESADOS EN LA CUARTA CONFERENCIA QUE TENGO-


LOS BUSCO EN LA TERCERA CONFERENCIA; INTRODUZCO A HUME Y DESPUES LE DOY FUERZA
A LA PROPUESTA DE KOOSGARD CON KANT Y PSICOLOGÍA PROFUNDA SI ALCANZA.

El más radical dentro de esta perspectiva es Hume, quien


niega que las razones jueguen algún papel motivante en
la acción moral, posición que ha sido asumida por los nocognoscitivistas.
De acuerdo con esta posición
externalista, la acción moral se da por la participación de
los deseos o sentimientos que son extrínsecos o externos
a las normas morales, y de ahí su nombre de
externalismo. La afirmación de que la moralidad no está
ligada con la razón es una conclusión que extrae Hume a
partir de su consideración de que aquella ejerce gran
influencia para impulsar o frenar la acción, lo cual no
puede hacer la razón, ya que ésta carece de fuerza. Por
otro lado, la moralidad tampoco puede ser objeto de
estudio: “La moralidad no consiste en ninguna cuestión
de hecho que pueda ser descubierta por el
entendimiento”

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