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El Poder de Las Palabras
El Poder de Las Palabras
/Rincón literario
Grado: octavo y noveno.
Duración: 55 minutos
Objetivo: fomentar el uso adecuado de las palabras,
según su contexto de uso y sentido, como fuente
poderosa para la sana convivencia, dentro y fuera de la
institución.
Momento I: Rompiendo el hielo “Reconocernos”
10 minutos
Mediante el juego, se da la apertura del taller, esto con el
fin de generar confianza y buena disposición
para así reconocernos y reconocer el programa.
Se propone iniciar con: De la Habana viene un barco
cargado con … (objetos, ciudades, nombres de
personas) que empiezan con la letra (se elige una letra
del alfabeto). (Esto es una sugerencia).
El mediador realizará juegos de grupo, con el fin de
integrar a los participantes.
Momento II: Entrando en materia “Reflexión”
10 minutos
Mediante la oralidad se da inicio al segundo momento. se
puede ambientar el espacio con Jazz
Instrumental, conmemorando la celebración mundial del
Jazz. https://www.youtube.com/watch?v=io85zAxiA0E
Se realizan preguntas orientadoras, tales Como:
¿Qué piensas cuando escuchas que hay palabras que
hieren y matan? ¿Piensas que eso es posible y cómo
Sería?
¿En tu generación crees que las palabras tienen el mismo
poder o es diferente, por qué?
¿Qué opinas sobre la evolución de las palabras?
Se conversa con los participantes sobre el origen del día
del idioma y la importancia de los libros y sus
Autores; también se habla sobre cómo elegir bien las
palabras cuando vamos a compartir una postura
Personal para que esta no sea tergiversada o lastime a las
otras personas que tienen puntos de vista
Diferentes al nuestro.
Momento III: Lectura en voz alta
10 minutos
Con ayuda de los recursos audiovisuales se realiza la
lectura en voz alta del cuento “El león que no sabía
Escribir”, de Martin Baltscheit, que se puede descargar en
el siguiente link:
https://carmenelenamedina.wordpress.com/2018/01/1
2/el-leon-que-no-sabia-escribir-2/
Centro Administrativo Municipal CAM
Calle 44 N° 52-165. Código Postal 50015
Línea de Atención a la Ciudadanía: (57) 44 44 144
Conmutador: 385 5555 Medellín - Colombia
*El mediador se vale de la estrategia de lectura crítica
en voz alta, y la aplicación de otros medios y/o
Herramientas como los audiovisuales para mostrar el
cuento.
Momento IV: Recreando “Creatividad” para el
mundo.
14 Minutos
En este momento emerge la creatividad de los
estudiantes.
Se reúnen en grupos de 6 estudiantes, y con hojas de
block o iris crearán un diccionario con aquellas
Palabras que están “de moda entre los jóvenes de su
edad” aquellas palabras poco conocidas por los
Adultos. Escribirán lo que significa y de dónde creen que
surgió. (origen)
Por ejemplo: (Ome: viene de hombre, su escritura
correcta es Home, pero no se le
Pone la H, para que no sea confundida con (Home) inglés,
se usa en expresiones
Como/ vos qué ome)
Luego se encuadernarán y se le pondrá un nombre
creativo y original al diccionario
Dado por los estudiantes en la portada.
*El mediador aprovecha la creatividad de los
participantes en la producción textual
Narrativa y la producción artística para profundizar en
la temática y mostrar su
Creación a los demás participantes.
Momento V: Revelación
10 minutos
Ahora llegó el momento de conocer las creaciones de
los estudiantes
- Aquí podría diseñarse un espacio de exposición para
las creaciones.
Con cartulina, papel globo, fommi, vinilos, marcadores, y
otros recursos que estén a tu alcance se
Decora un rincón literario (este puede estar ubicado en el
aula o la biblioteca) que se denominará
“El Poder de las Palabras” u otro nombre que se elija
con el grupo; se expondrá el diccionario joven,
o palabrero u otro nombre que se le haya dado, realizado
por los estudiantes, completamente
Decorados.
Momento VI: evaluación
5 minutos
El mediador emprende un diálogo con los
participantes, buscando respuestas a preguntas
como:
- ¿Qué tan bien eligen los jóvenes sus palabras para
expresarse en el día a día? ¿Para qué las usas y en
Qué contextos?
- ¿Has lastimado a alguien o te han lastimado con
palabras?
- ¿Cuál es tu compromiso para negociar los significados
de las palabras que hacen parte de tu
Cotidianidad y aquellas que son más formales?
Recursos:
Origen: viene de
hombre, su escritura
correcta es Home, pero
no se le pone la H, para
que no sea confundida
con (Home) “gringo”,
se usa en expresiones
como:
- vos qué ome
Centro Administrativo Municipal CAM
Calle 44 N° 52-165. Código Postal 50015
Línea de Atención a la Ciudadanía: (57) 44 44 144
Conmutador: 385 5555 Medellín – Colombia
Caperucita y las Aves
1. ¿Qué querían robar de la aldea de Caperucita los habitantes del pueblo próximo?
El ganado y el trigo.
El trigo y el agua.
Uno.
Cinco.
Dos.
Un caballo blanco.
El rey.
La paloma blanca.
Las hormigas.
Un hada.
Caperucita Roja.
Caperucita Roja.
Las avecillas.
El ganado.
Un batallón de cosacos.
Un escuadrón de cosacos.
Un ruiseñor.
El caballo blanco.
De Caperucita Roja.
De un cosaco.
Del rey.
Son menos que nosotros -dijeron los hombres-. Tendríamos que solicitar el envío de
tropas que nos defiendan.
Aquel invierno fue más crudo que de ordinario y el hambre se hacía sentir en la
comarca.
Sus enemigos habían logrado entrar y se hallaban dedicados a robar todas las
provisiones.
El gigante y el
sastre
"Ahora verá" -
pensó el
sastre,
colocándose a
su lado.
En el tranvía
todo estaba
prohibido; por
todas partes
colgaban
letreros que
decían:
Prohibido
escupir en
el suelo.
Prohibido
ensuciar
los
cristales.
Prohibido
fumar.
Prohibido
molestar
a los
pasajeros.
Y el sastre
escupió en el
suelo,
justamente
delante del
gigante.
"Madre mía,
qué atrevido -
pensó el
gigante-. Como
le pillen..."
A
continuación,
el sastre
manchó el
cristal con su
sucia mano.
Entonces, el
sastre sacó un
cigarrillo del
bolsillo, lo
encendió y
echó el humo
directamente a
la cara del
gigante.
El gigante
empezó a
toser, miró de
reojo al sastre
y se encogió
de hombros.
¿Y que más
hizo el sastre?
Pues, en lugar
de apagar la
colilla del
cigarro, se la
metió al
gigante en el
bolsillo
izquierdo de
arriba de la
chaqueta,
donde se suele
llevar un
pañuelo de
adorno.
En seguida
empezó a
arder y a echar
humo y a oler
mal y, por si
fuera poco, el
sastre se puso
a molestar al
gigante:
-¡Eh, oiga
usted!-dijo-
¡Esto es el
colmo! ¡Anda
por ahí
echando humo
y apestando!
¡Me pienso
quejar, ya lo
creo que sí!
El gigante, a
pesar de ser
un gigante
fuerte, era
también un
poco ingenuo;
así es que
pensó:
"Si se
comporta así,
no será un
vulgar
pelagatos."
Y tenía ganas
de librarse del
sastre. En esto
llegó el
revisor. Como
el sastre no
llevaba billete,
el revisor lo
echó.
Entonces, el
gigante se
alegró y vio
por la
ventanilla
cómo el fresco
del sastre
corría detrás
del tranvía.
Janosch cuenta los
cuentos de Grimm
Ed. Anaya
Había en Cádiz un galleguito muy pobre, que quería ir al Puerto para ver a un hermano
suyo que era allí mandadero, pero quería ir de balde.
Púsose en la puerta del muelle a ver si algún patrón que fuese al Puerto lo quería
llevar. Pasó un patrón, que le dijo:
- Eu, non teño diñeiriño ( Yo no tengo dinero); si me llevara de balde, patrón, iría.
-Yo, no- contestó este-; pero estate ahí, que detrás de mí viene el patrón Lechuga, que
lleva a la gente de balde.
A poco pasó el patrón Lechuga y el galleguito le dijo que si le quería llevar al Puerto de
balde, y el patrón le dijo que no.
-Patrón Lechuga- dijo el galleguito- y si le canto a usted una copliña que le guste, ¿me
llevará?
-Sí pero si no me gusta ninguna de las que cantes, me tienes que pagar el pasaje.
Cuando llegaron a la barra, esto es, a la entrada del río, empezó el patrón a cobrar el
pasaje a los que venían en el barco; y cuando llegó al galleguito, le dijo este:
Y empezó a cantar:
5. ¿Cuántos patrones
recibieron la petición de del
galleguito de llevarlo de balde
a Cádiz?
7. ¿Engañó el galleguito al
Capitán Lechugas en la
tercera copla?
-No.
Una tarde se fue Ricitos de Oro al bosque y se puso a recoger flores. Cerca
de allí había una cabaña muy linda, y como Ricitos de Oro era una niña
muy curiosa, se acercó paso a paso hasta la puerta de la casita. Y empujó.
Encima de la mesa había tres tazones con leche y miel. Uno, grande; otro,
mediano; y otro, pequeñito. Ricitos de Oro tenía hambre y probó la leche
del tazón mayor. ¡Uf! ¡Está muy caliente!
Luego probó del tazón mediano. ¡Uf! ¡Está muy caliente! Después probó
del tazón pequeñito y le supo tan rica que se la tomó toda, toda.
Había también en la casita tres sillas azules: una silla era grande, otra
silla era mediana y otra silla era pequeñita. Ricitos de Oro fue a sentarse
en la silla grande, pero ésta era muy alta. Luego fue a sentarse en la silla
mediana, pero era muy ancha. Entonces se sentó en la silla pequeña, pero
se dejó caer con tanta fuerza que la rompió.
Entró en un cuarto que tení tres camas. Una era grande; otra era mediana;
y otra, pequeñita.
Estando dormida Ricitos de Oro, llegaron los dueños de la casita, que era
una familia de Osos, y venían de dar su diario paseo por el bosque
mientras se enfriaba la leche.
Uno de los Osos era muy grande, y usaba sombrero, porque era el padre.
Otro era mediano y usaba cofia, porque era la madre. El otro era un Osito
pequeño y usaba gorrito: un gorrito pequeñín. El Oso grande gritó muy
fuerte:
Como estaba abierta una ventana de la casita, saltó por ella Ricitos de
Oro, y corrió sin parar por el bosque hasta que encontró el camino de su
casa.
Anónimo
El ratoncito Pérez
Había una vez una ostra que estaba muy triste porque había perdido su
perla.
El ratón fue a buscar por ahí, pero no encontró nada que sirviera.
3. La moneda de plata se
distinguía de la perla, en que
no era...