Está en la página 1de 2

Fundación San Martín de Tours, 364, con nota de Ricardo Carlos Barra

15/09/1981

Voces

ACCION DE AMPARO ~ ACTIVIDAD DOCENTE ~ ALUMNO ~ CONTRATO DE DERECHO PRIVADO ~ EDUCACION ~ EDUCACION PRIVADA ~
EDUCACION PUBLICA ~ LIBERTAD CONTRACTUAL

Tribunal: Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso administrativo Federal, sala IV

Fecha: 15/09/1981

Partes: Fundación San Martín de Tours, 364, con nota de Ricardo Carlos Barra

Publicado en: LA LEY 1982-B, 364, con nota de Rodolfo Carlos Barra;

SUMARIOS:

1. 1 - La intervención mantenida por la Dirección Nacional de Educación Media y Superior sobre el registro de inscripción
de alumnos de un colegio privado con posterioridad al año para el cual se dispuso su intervención, al no sustentarse en
un acto administrativo, constituye una vía de hecho que atenta contra la libertad contractual que debe regir con los
contratos de derecho privado (alumno con establecimiento educativo privado), y lesiona la garantía consagrada en el
art. 18 de la Constitución Nacional por importar una sanción sin haber existido un previo procedimiento que garantice el
derecho de defensa. (En el caso se hizo lugar al amparo promovido por el colegio).

2. 2 - La actividad educativa de los colegios privados se desarrolla previo reconocimiento y bajo el control del Estado (ley
13.047, decreto 9247/60 y 371/64 -ADLA, VIII, 393, XX-A, 620; XXIV-A, 217- ), siendo la relación que une a ambos de
naturaleza reglamentaria, regida por el derecho público, por tratarse de una actividad que desborda la esfera privada y
se proyecta sobre los intereses de la comunidad. Sin embargo, ello no impone a estos colegios la obligación de aceptar a
todos los aspirantes que quieran ingresar, porque ello es ajeno a las facultades referidas, habida cuenta de que en este
aspecto el vínculo que une al alumno con el establecimiento es de derecho privado de naturaleza contractual, donde
debe imperar, en principio, la libre elección de los contratantes dentro de los límites impuestos por sus propios
estatutos.

TEXTO COMPLETO:

2ª Instancia.- Buenos Aires, setiembre 15 de 1981.

Considerando: 1- Que este amparo fue iniciado contra los actos del Ministerio de Cultura y Educación por los cuales se obligó al
colegio para niñas, perteneciente a la Fundación San Martín de Tours, a inscribir con fecha 2 de diciembre de 1977 a seis alumnas
para el año lectivo de 1978. Estas fueron María D. Cabello, Elina Lainez, Ana M. Vigil, María del Pilar Vigil, Carolina Aldao y Paula
Clusellas, cuyos padres, a decir de la parte actora, adoptaron durante el año 1976 actitudes y conductas que lesionaron
gravemente la unidad de la comunidad escolar, el prestigio y buen nombre del colegio y de la fundación propietaria del mismo, al
propiciar, mediante una Campaña de descrédito, cambios en el sistema de elección de las autoridades, modificación del estatuto,
y la separación de la parroquia San Martín de Tours que, además de fundadora, tiene estatutariamente la dirección doctrinal del
colegio e importantes facultades de control y dirección. Debido a ello, al presentarse las solicitudes de inscripción para el curso
lectivo del año 1977, el consejo de la fundación resolvió con fecha 28 de octubre de 1976 denegar las mismas. Esta situación
motivó la prestación de los padres de aquellas niñas al "Ministerio de Cultura y Educación -Superintendencia Nacional de la
Enseñanza Privada- el que dictó la resolución de fecha 24 de noviembre de 1976 que ordenó comunicar al Instituto "San Martín
de Tours" que debía matricularlas en los grados y cursos correspondientes al año lectivo próximo. Contra esta resolución, la
accionante interpuso un recurso jerárquico ante el ministro del ramo, el que no había sido resuelto todavía al dictarse la
sentencia de 1ª instancia de fs. 168/133, situación que hizo que progresara en ese entonces el amparo por mora previsto en el
art. 28 de la ley 19.549.

Al no acatar la actora lo resuelto administrativamente, el director de la Superintendencia Nacional de la Enseñanza Privada dictó
la resolución 1487 de fecha 16 de diciembre de 1976 que intervino el registro de inscripciones del colegio, designando a sus
efectos dos interventores, los que procedieron a inscribir a las alumnas cuestionadas para el año lectivo. 1977.

Así las cosas, llegada la oportunidad de la apertura del período de inscripción para el curso lectivo del año 1978 y analizadas las
presentaciones efectuadas, el consejo de la fundación resolvió con fecha 7 de noviembre de 1977, en lo que aquí interesa,
denegar para ese año lectivo las inscripciones de aquellas alumnas por las mismas razones que fundamentaran la negativa
resuelta para el curso lectivo. De 1977 a que se hiciera referencia precedentemente, las que subsistirían y se habrían agravado
por las actitudes posteriores de sus padres, según se dejó constancia en el acta 171. Esta decisión tuvo como corolario la nueva
intervención del Ministerio de Cultura y Educación, que con fecha 2 de diciembre de 1977, por medio de invocar la resolución
1407 que intervino el registro del colegio, precedió a inscribirlas en el curso lectivo de 1978. Esta situación perdura hasta la
fecha, según lo informado por aquel ministerio, con fecha 19 de mayo de este año, en contestación a la medida para mejor
proveer decretada por esta sala a fs. 383.

I- Que la sentencia de 1ª instancia de fs. 160/173, en la medida en que rechazó la acción de amparo de la ley 16.986 por
considerar que los actos impugnados no revestían el carácter de manifiestamente ilegítimos o arbitrarios, lo que obstaba a la vía
elegida según los requisitos de procedencia establecidos en la norma, fue recurrida por ante esta Cámara dando oportunidad a
las intervenciones de dos de sus salas a fs. 240/244 y 290/295, sentencias que fueron anuladas por la Corte Suprema de Justicia
de la Nación por los fallos de fs. 280/286 y 298/299. El alto tribunal ordenó dictar un nuevo pronunciamiento en donde se
descartan los impedimentos formales que obsten a la acción de amparo y se resuelve la cuestión de fondo planteada en autos,
señalando la necesidad de obtener una rápida y eficaz decisión judicial que ponga fin a los conflictos y situaciones de
incertidumbre.

II- Que la Fundación San Martín de Tours es propietaria del instituto que lleva su mismo nombre, dedicado a la enseñanza en los
niveles de instrucción primaria y secundaria. Esta actividad, al igual que la prestada en otros colegios privados, se desarrolla
previo reconocimiento y bajo el control del Estado. En este sentido deben citarse la ley 13.047 que establece el estatuto para el
personal docente de los establecimientos de enseñanza privada; el decreto 9247/60 que crea el Servicio Nacional de este tipo de
enseñanza y el 371/64 que trata el régimen de incorporación de estos institutos a la enseñanza oficial. La relación que une al
actor con el Estado es de naturaleza reglamentaria, regida por el derecho público, por tratarse de una actividad que desborda la
esfera privada y se proyecta sobre los intereses de la comunidad.

Pero las normas citadas no imponen a estos colegios la obligación de aceptar a todos los aspirantes que quieran ingresar, porque
ello es ajeno a las facultades referidas, habida cuenta que en este aspecto el vínculo que une al alumno con el establecimiento es
de derecho privado y de naturaleza contractual, donde debe imperar, en principio, la libre elección de los contratantes dentro de
los límites impuestos por sus propios estatutos.

IV- Que la resolución del 24 de noviembre de 1976 ordenó matricular a los alumnas cuestionadas para el término lectivo de
1977. Tuvo como base la falta de fundamentos pedagógicos que avalaron la negativa del colegio. Para posibilitar la inscripción, y
teniendo en cuenta que debía adoptarse una medida de urgencia hasta tanto se sustanciare el procedimiento previsto por el art.
4º, apartados 11 y 13, de la ley 18.805 (ley orgánica de la Inspección General de Personas Jurídicas), el director nacional de la
enseñanza privada resolvió por disposición 1407 del 16 de diciembre de 1976 intervenir a partir de la fecha el registro de
inscripción de alumnos de la actora designando a esos efectos dos interventores. En esta última resolución se ampliaron los
fundamentos de la primera, agregándose que se estaba en presencia de un servicio público por lo que el Estado debía asegurar
su continuidad, así como también que las personas de existencia ideal mencionadas en el régimen de incorporación debían
cumplir con los objetivos previstos en sus estatutos que son determinantes para el otorgamiento de la autorización, los que
resultarían violados con la actitud asumida por la parte actora.

Al resolverse el recurso jerárquico interpuesto contra la primera de aquellas resoluciones, el ministro de Cultura y Educación con
fecha 24 de abril de 1978 declaró abstracto el dictado de cualquier decisión porque la impugnada había ordenado matricularlas
en los grados y cursos correspondientes al término lectivo de 1977, el que transcurrió y había sido cursado regularmente por las
alumnas de marras. Asimismo declaró consentida en sede administrativa la disposición 1407/76 por no haber sido cuestionada.

V- Que de estos hechos se desprende que la intervención al registro subsiste fundada en la resolución 1407/76, que sólo tuvo
por objeto ejecutar la anterior del 24 de noviembre de 1976 de la Superintendencia Nacional de Enseñanza Privada dictada para
la inscripción en el año lectivo 1977, según lo dicho y claramente expresado en ese sentido por el ministro de Cultura y
Educación en la resolución al recurso jerárquico que obra agregado a fs. 224.

De ello se deduce que la intervención mantenida con posterioridad a la inscripción para el año 1977 no se sustenta en acto
administrativo alguno, por lo que este comportamiento importa una vía de hecho que atenta contra la libertad contractual
sentada como principio en el considerando tercero y que lesione la garantía consagrada en el art. 18 de la Constitución Nacional
por importar una sanción, sin haber existido un previo procedimiento que garantice el derecho de defensa.

Por estas consideraciones se revoca la sentencia de fs. 290/295 en lo que fue materia de recurso, y se hace lugar al amparo,
debiendo, el Ministerio de Cultura y Educación dejar sin efecto la intervención que pesa sobre el registro de alumnos del instituto
perteneciente al accionante. Las costas de ambas instancias a cargo de la demandada.- Guillermo P. Galli.- Pedro A. Miguens.-
Julio E. Cabral. (Sec.: Jorge E. Argento).

También podría gustarte