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CONTROL
DE LAS PLAGAS
AGRICOLAS
Fausto H. Cisneros V.
CONTENIDO
Formas en que las plagas dañan a las plantas y a los cultivos ....................... 11
Las plagas que dañan directamente a las plantas ................................ 11
Plagas masticadoras de hojas .............................................................. 12
Plagas minadoras de hojas ................................................................... 17
Plagas enrolladores y pegadoras de hojas ........................................... 19
Plagas que dañan brotes y yemas .................................................... 19
Plagas perforadoras de botones florales y frutos .................................. 20
Plagas barrenadoras de tallos .............................................................. 22
Plagas masticadoras de raíces, tubérculos y rizomas........................... 26
Plagas cortadoras de plantitas tiernas ................................................. 29
Plagas con daños múltiples .................................................................. 29
Insectos picadores-chupadores de los jugos de las plantas .................. 29
Acaros fitófagos ..................................................................................... 40
Los insectos como vectores de enfermedades de plantas ........................... 44
Transmisión de enfermedades virósicas ................................................ 45
Transmisión de enfermedades bacterianas ........................................... 46
Transmisión de enfermedades fungosas ............................................... 47
Transmisión de enfermedades producidas por protozoarios ................... 47
Relación entre el grado de infestación y el perjuicio económico ...................... 47
Consideraciones generales ................................................................... 47
Consideraciones particulares ................................................................ 48
Características de la plaga ............................................................ 50
Características del cultivo .............................................................. 50
Características del medio físico y biológico .................. ................. 53
Características económicas ........................................................... 53
Nivel de daño económico y umbral de acción..................... .................. 54
Umbral de respuesta al daño ............................................................. 54
3. ASPECTOS ECOLÓGICOS
Definiciones .................................................................................................78
Estrategias generales de control .................................................................... 78
Evasión de las plagas o de sus efectos ................................................ 78
Eliminación de las características del cultivo que lo hacen susceptible ..... 79
Supresión de las características que hacen dañinas a las plagas .........79
Reducción de las densidades de las poblaciones de insectos ................ 79
Clasificación de los métodos de control ......................................................... 79
El control de plagas en el contexto de la producción agrícola ......................... 79
5. CONTROL MECÁNICO
6. CONTROL FÍSICO
7. CONTROL CULTURAL
8. CONTROL BIOLÓGICO
9. CONTROL QUÍMICO
Existe una creciente preocupación por los efectos que puedan tener los residuos
tóxicos en la salud humana. Esta y otras consideraciones han dado lugar a un mayor interés
por el manejo integrado de plagas cuyo enfoque de control de plagas sobre principios
ecológicos tiende a reducir el uso de compuestos químicos. La industria agroquímica
también ha respondido a esta demanda produciendo compuestos mucho mecanismo de
muda en lugar de aquellos que actúan sobre el sistema nervioso en general. Existe una tendencia al
incremento del uso de "bioinsecticidas", es decir, de patógenos de insectos, principalmente
bacterias, virus y hongos, utilizados a la manera de los insecticidas tradicionales.
Cualquiera que sea el progreso de las técnicas agrícolas, siempre habrá lugar para
aplicar los principios de protección de cultivos que se tratan en esta obra, porque en la
mayoría de ellos subyacen consideraciones ecológicas que son intrínsecas a la misma naturaleza
FAUSTO H. CISNEROS
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LAS RELACIONES ENTRE2LAS PLAGAS Y LAS PLANTAS
Las plagas dañan las plantas en diversas formas. Se dice que causan "daño directo"
cuando destruyen sus órganos (raíces, tallos, hojas, yemas, flores, frutos o
semillas) en forma parcial o total, o las debilitan reduciendo su capacidad de
producción. También existen "daños indirectos" que pueden ser de gran
importancia; por ejemplo, cuando las plagas participan en la propagación de
virus, micoplasmas, bacterias y hongos que causan enfermedades en las
plantas; cuando la presencia de insectos o cicatrices de sus daños malogran la
apariencia de los productos y reducen su valor comercial; o cuando su ocurrencia
dificulta la cosecha o la selección del producto cosechado.
Los escarabajos del género Diabrotica en estado adulto comen el follaje del maíz y
otras plantas mientras que en estado larval viven en el suelo alimentándose de
las raíces de las mismas plantas.
Las plagas masticadoras poseen mandíbulas bien conformadas con las que trituran los
tejidos vegetales, entre ellos están las larvas de lepidópteros (orugas) y los adultos y
larvas de coleópteros (escarabajos). También se incluye en este grupo a las larvas de
dípteros, como las moscas de la fruta, aunque sus mandíbulas no son tan bien
desarrolladas (poseen ganchos mandibulares). Por extensión se incluye a los caracoles que
raspan hojas y otros órganos de la planta.
Las plagas picadoras-chupadoras poseen un pico o proboscis dentro del cual hay
estiletes que penetran el tejido vegetal y succionan la savia o jugo de la planta. A este grupo
pertenecen los pulgones, cochinillas, cigarritas y chinches. Otros, como los trípidos
succionan el contenido de la células superficiales. Por extensión se incluye en este grupo
a los ácaros fitófagos como las arañitas rojas.
Los insectos comedores de hojas provocan la destrucción total o parcial de las hojas de las
plantas. La intensidad del perjuicio, desde el punto de vista económico, depende de la
importancia relativa que tenga el follaje para la producción de la planta en el momento en
que se produce la infestación y, naturalmente, de la intensidad del daño.
En general muchas especies de plantas tanto anuales como perennes tienen la capacidad
de soportar cierto grado de defoliación sin reducir su producción. Una defoliación
temprana un tanto severa pero que no cause la muerte de la planta puede provocar retraso
en su desarrollo; el mismo grado de defoliación durante la floración, formación de botones,
o fructificación puede afectar la producción provocando la caída de estos órganos. Una
defoliación tardía puede no tener efecto alguno sobre la producción de frutos
La mayoría de las plagas que comen las hojas son larvas de lepidópteros (orugas o
gusanos de hoja) y escarabajos adultos. En menos proporción se presentan larvas y adultos
de otros insectos, caracoles y babosas.
Entre los himenópteros se encuentran algunas especies de abejitas de los géneros Trígona
(Familia Apidae), Megachile (Familia Megachilidae) y Melipona (Familia Meliponidae) que
cortan el follaje de los cítricos y otras plantas, en las zonas tropicales del país. Las
orugas de Teques (=Acordulecera) (Familia Tenthredinidae) esqueletizan la hoja de papa en
la Sierra. Mucho más importante que las especies antes mencionadas son las hormigas
cortadoras de la región tropical, llamadas en nuestro medio hormigas coqui o cuqui,
que pertenecen a los géneros Afta y Acromyrmex (Familia Formicidae). Estas hormigas
cortan las hojas de diversas plantas, incluyendo especies de importancia económica,
especialmente frutales y pastos (Liceras, 1968), para utilizarlas como substratos de
cultivos de hongos dentro de sus nidos.
Las numerosas especies de lepidópteros cuyas larvas (orugas) comen el follaje de los
cultivos pertenecen a diversas familias.
A la familia Noctuidae pertenecen las siguientes especies: los gusanos de la hoja del
algodonero Anomis texana Riley (Beingolea 1962) y Alabama argillacea (Hubner), la
caballada de la alfalfa Anticarsia gemmatalis Hubner, el gusano de la hoja del camote y
otros cultivos, Spodoptera (Prodenia) eridania Cramer, el cogollero del maíz, Spodoptera
frugiperda (J.E. Smith); el gusano verde de la hoja del camote, Microthiris anormalis, y el
gusano medidor de la hoja del frijol Pseudoplusia includens (Walker). Las verdaderas larvas
medidoras pertenecen a la familia Geometridae. Pocas son las especies de
geométridos que tienen importancia agrícola. Entre ellas la larva medidora de la quinua
Perizoma sordescens Dognin (Carrasco 1971).
Las larvas de la Familia Sphingidae o gusanos cachudos son impresionantes por su tamaño y
su voracidad. Entre ellos está el gusano cachudo del tabaco Manduca sexta L., el gusano
cachudo del tomate M. quinquemaculata (Haworth), los gusanos de la vid Pholus vitis L. y
P. ampelophaga Walker, el gusano de la yuca Erinnyis ello L. y el gusano cachudo de la
chirimoya Cocytius sp.
Una larva muy pequeña pero muy dañina es el perforador de las hojas del algodonero
Bucculatrixthurberiella Busk que pertenece a la familia Lyonetidae (Herrera y García,
1978)
Las hojas del naranjo y otros cítricos, sobre todo en plantas tiernas, son comidas por
diversas especies de Papilio (Familia Papilionidae) entre ellas P. thoas cyinras Menetries y
P. paeon paeon que están distribuidos en todo el país (Lamas, 1975).
La familia Nymphalidae incluye especies que dañan las hojas del maracuyá y granadilla como
el gusano negro Dionejuno miraculosa (Hering) y el 'gusano rojizo Agraulis vallinae for bes i
Michener de la subfamilia Heliconiinae. En la subfamilia Brassolinae están Brassolis
sophorae ardens Stichel y Opsiphanes cassina cassina Felder y Felder cuyas larvas
dañas las hojas de la palmera aceitera. Especies de Opsiphanes y Coligo comen las hojas
de plátano.
Entre las maripositas azules de la familia Lycaenidae está Leptotes (Thecla) trigemmatus
(Butler) cuyas larvas dañan las hojas del pallar, alfalfa y otras leguminosas y
Pseudolycaena marsyas dóreos que come las hojas tiernas de pacae (guabo) y lúcumo
(Cisneros y Gazani, 1976).
En la selva se presentan especies que no ocurren en la costa ni en la sierra. Las hojas de la
palmera aceitera, por ejemplo, son dañadas por orugas de diversas familias, además de las
ninfálidas antes mencionadas, entre ellas están las especies Norape argyrorrhoea y
Megalopyge sp. (Familia Megalopygidae); Darna metaleuca, Sibine fusca, S, trimacula
y otras especies del mismo género (Familia Limacodidae); Acraga Ochracea
(Familia Dalceridae) y Automeris liberta (Familia Saturnidae) (Korytkowski y Ruiz, 1979).
Las langostas (Orden Orthoptera, Familia Acrididae) son insectos voraces y polífagos, muy
dañinos en su fase gregaria, cuando se presentan en grandes cantidades. La langosta
migratoria sudamericana Schistocerca cancellata Serv y la langosta migratoria peruana
S. piceifrons peruviana (Lynch Arribalza) (Harvey 1981; Beingolea 1978, 1979) tienen
importancia en Ayacucho y otras regiones del país. Con ocasión de las lluvias
extraordinarias provocadas por el "fenómeno del Niño" en 1983 se presentó S. interrita en
grandes poblaciones en la costa norte del país (Beingolea,
1985).
Los caracoles y las babosas, aunque no poseen mandíbulas, roen con su rádula ó lengua
áspera la superficie de las hojas produciendo agujeros relativamente grandes. Estos
animales se presentan de preferencia en plantas herbáceas, sobre todo hortalizas y con
menos frecuencia, en árboles frutales. Entre los caracoles comunes en la costa se encuentra
Helix aspersa Mueller, y entre las babosas, Vaginina limayana Lesson.
El daño de los masticadores de hojas es muy visible y los insectos que lo producen están
siempre expuestos a la acción de sus enemigos naturales o a las aplicaciones de insecticidas.
Plagas minadoras de hojas (Figura 2:6)
Como consecuencia de las lesiones causadas por los insectos minadores, las hojas
pierden su capacidad de fotosíntesis, se secan y terminan por caerse, la planta se
defolia total o parcialmente. Plantas como la papa, tomate, frijol y otras toman el aspecto
de "quemadas". Como en el caso de los masticadores de hojas, el perjuicio económico
depende de la relativa importancia del follaje en la formación de la cosecha durante el
tiempo en que se produce la infestación.
Los minadores de hojas están menos expuestos que los comedores de hojas a sus
enemigos naturales y a los insecticidas salvo a aquellos que pueden penetrar el tejido
vegetal
A la familia Pyralidae pertenece el pegador de las hojas del fréjol Omiodes (Hedylepta)
indícala (Fabricius), el enrollador de las hojas del maíz Marasmia trapezalis
(Guenée), el pegador de las hojas del ají, Lineodes integra Zeller, el pegador del
brote del olivo, Palpita (Margáronla) quadristigmalis Guerin, los enrolladores de la
hoja de acelga Spoladea recurvalis (Fab.) y Herpetogramma (Pachyzancla) bipunctalis
(Fab.); esta última especie también daña las inflorescencias de quinua. Udea pos.
secticastalis enrolla las hojas de apio. Microthyris anormalis (= Sylepta helcitalis) pega y
come las hojas del camote.
Algunas especies inician sus daños raspando y pegando las tiernas hojas terminales y
desde ese escondrijo proceden a la perforación del brote.
El perjuicio que producen a la planta estos insectos depende de la especie de la planta, del
estado de desarrollo de la misma en el momento del ataque y de la persistencia del ataque.
Numerosas especies de plantas, como el algodonero o la higuera, reaccionan a la
perforación del brote terminal emitiendo brotes laterales que reemplazan al desarrollo
terminal, aún cuando este proceso pueda traer cierto retraso en el desarrollo de la planta.
Cuando
las infestaciones son persistentes y los nuevos brotes también se infestan, la
planta no se desarrolla y el rendimiento disminuye substancialmente. Otras
especies de plantas como el maíz o la col no tienen la capacidad de
desarrollar brotes laterales de valor comercial, de modo que la destrucción
del brote terminal equivale a la pérdida de la planta.
Entre los insectos con estos hábitos se encuentra el perforador del brote de
la alfalfa, Epinotia aporema (Walshingham); el perforador del brote de la
higuera, Tortyra fulgens Feld y el perforador del brote de la col, Hellula
phidilealis (Walker) (Rázuri e Hinostroza, 1974).
Las mazorcas tiernas del maíz son dañadas por moscas Euxesla sp.
(Familia Otitidae) y Silba péndula (Familia Lonchaeidae) (Martos 1982, 1983;
Díaz 1982).
Los daños causados por los barrenedores de tallos suelen ser muy serios.
Las plantas con tallos barrenados pierden su vitalidad con la consiguiente
reducción en la producción. Las plantas leñosas se secan total o
parcialmente según la extensión de las galerías producidas por los
barrenadores. Las plantas herbáceas con frecuencia mueren; si se trata de
plantas erguidas, se caen fácilmente sobre todo si los vientos son
relativamente fuertes.
Por los hábitos subterráneos de las larvas estas plagas son difíciles de
detectar oportunamente en este estado de desarrollo. Su control tiene que
concentrarse en los estados adultos o en las larvitas recién nacidas que
penetran al suelo.
Los áfidos o pulgones (Familia Aphididae) (Figuras 2:18; 2:19; 2:20) Infestan
preferentemente los brotes y las hojas tiernas de las plantas; en muchos
casos deformándolas o encrespándolas; algunas especies infestan también
hojas maduras; se presentan en colonias de preferencia en el envés de las
hojas. Los áfidos presentan individuos con alas e individuos sin alas; los
primeros inician las infestaciones y los segundos permanecen en las hojas
formando las colonias. En las condiciones subtropicales de la costa, la
reproducción de los áfidos es fundamentalmente partenogénicas. En climas
con inviernos fríos el ciclo anual de los áfidos es muy complejo y presenta
generaciones bisexuales y partenogénicas, sobreviviendo el invierno en
forma de huevo.
Hay cigarritas cicadélidas que no son verdes, entre ellas Dalbulus maidis
(DeLong Wole) que daña el maíz (Marín, 1987) y Sogatodes oryzicola (Muir)
al arroz. En la selva hay muchos cicadélidos de colores variados.
Los Psilidos (Familia Psyllidae): no son tan comunes como los áfídos o las
cigarritas con los que comparte cierto parecido; la mayoría de los psilidos
producen abundante melaza y algunos inducen la formación de agallas.
Triozaperseae Tuthill se presenta en las hojas del palto, Jenseniella psidii
Tut. en guayaba y Russelliana solanicola Tut. en papa (Tuthill, 1959).
Las queresas (Familias Coccidae y Diaspididae): Con el nombre de queresas
se conoce en el país a insectos de las familias Coccidae y Diaspididae más
otras familias relacionadas como Margarodidae y Ortheziidae. Algunas
especies o grupos de especies reciben nombres especiales como escamas,
cochinillas, piojos, lapillas, etc. Existe una tendencia reciente en la literatura
nacional a denominar escamas a la familia Diaspididae y lapillas a la familia
Coccidae, aunque esta diferenciación no es total.
Queresas diaspídidas o escamas (Familia Diaspididae) (Figura 2:22): estos
insectos tienen la forma de escamas circulares o alargadas, aplanadas, que
se presentan adheridas sobre las hojas, tallos y frutos, según las especies.
En algunos casos las escamas de los machos se diferencian de las hembras
por la presencia de una formación cerosa blanca. Los insectos recién
nacidos o "migrantes" son móviles hasta que se fijan en el lugar donde
transcurre el resto de su vida sin volver a desplazarse. Los machos adultos
son minúsculos y alados. Las infestaciones severas de estas escamas
provocan defoliación y secamiento de las ramas pudiendo matar a la planta.
Entre las especies más importantes están la escama coma de los cítricos,
Lepidosaphes beckii (Newman) (Herrera, 1964; Rincones, 1972); la escama
circular de los cítricos, Selenaspidus articulatus Morgan que se presenta
también en maracuyá y olivo (Bartra, 1974, Beingolea, 1969a); la escama
coma del manzano Lepidosaphes ulmi (L.); el piojo blanco de los cítricos,
Pinnaspis aspidistrae Signoret y P. strachani (Coley) (Marín y Cisneros,
1982); la escama dictiosperma de los cítricos, Chrysomphalus dictyospermi
(Morgan); la escama blanca del durazno Pseudaulacaspis pentágona (Targ.);
la escama latania del olivo, Hemiberlesia lataniae Signoret; H. cyanophili se
presenta en olivo y otras plantas, la escama del cocotero, Aspidiotus
destructor Signoret; la queresa del laurel o queresa blanca del olivo A. nerii
Bouché (=A. hederae) (Bartra, 1976) la escama de San José,
Quadraspidiotus perniciosus (Const) seria plaga de manzanos y peras
(Marin, 1986); y Fiorinia fioriniae Targ que tiene poca importancia.
Las chinches (Orden Hemíptera) (Figura 2:28): Son pocas las especies de
chinches que tienen importancia económica. Entre ellas la chinche
manchadora de la bellota del algodonero o arrebiatado, Dysdercus
peruvianus Guer. (Familia Pyrrhocoridae) (González, 1959) es de máxima
importancia en el cultivo del algodonero, particularmente en los
Departamentos del norte del país. Este insecto provoca el "acocopamiento"
de la bellota, que consiste en que la bellota no se abre normal, y la fibra
queda manchada. Este efecto en realidad se debe a la acción de
microorganismos que son inoculados con la picadura del insecto.
Entre otras especies están la mosquilla del fruto del cacao Monalonian
dissimulation Distant, la chinche del arroz, Blissus leucopterus (Say) y la
chinche, marrón del maíz Paramixia (Orthotylellus) carmelitanas (Carvalho)
(Marín y Sarmiento, 1979) de la familia Miridae.
Acaros fitófagos
Principales vectores de virus.- Los vectores de virus más importantes son los
áfidos; siguen en importancia las cigarritas o cicadélidos, los trípidos, las
moscas blancas, las cochinillas harinosas, los chinches, algunas especies de
insectos masticadores y los ácaros eriófidos. Recientes investigaciones
señalan que varias de las enfermedades transmitidas por cigarritas y
atribuidas a virus, en realidad son producidas por micoplasmas.
Los áfidos transmiten un mayor número de virus que cualquier otro grupo de
insectos, siendo el pulgón de la papa, Myzus persicae uno de los vectores
más eficientes. La mayoría de los virus transmitidos por los áfidos son
mosaicos y del tipo no persistentes, aunque se conoce algunos virus
trasmitidos por áfidos que son persistentes, como el virus del enrollamiento
de la papa.
Pocas son las chinches o hemípteros que transmiten virosis. Entre esas
enfermedades se encuentra el encrespamiento de la betarraga azucarera.
Se considera que los hemípteros al afectar las células vegetales con su
saliva, rodean al virus de un tejido dañado que impide su dispersión y
multiplicación.
Hay muchas enfermedades fungosas que ingresan a las plantas por las
heridas causadas por los insectos, tales como la pudrición roja de la caña de
azúcar (Fusarium moniliforme) asociada con los daños del barreno de la
caña; y la pudrición bruna de los duraznos y ciruelos asociada con insectos
de estos frutos.
Consideraciones generales
Consideraciones particulares
Con las consideraciones generales en mente, a continuación se trata cada
uno de los factores que determinan o afectan la relación infestación-perjuicio
a la planta. Ellos son: las características de las plagas, del cultivo, del medio
físico y biológico y las características del mercado para el producto
cosechado.
escasa a
ligero ninguno ninguno
moderada
La infestación produce
raleado de la planta o de
la densidad, o los daños
moderada apreciable ganancia ganancia
provocan la emisión de
nuevos y más numerosos
órganos cosechables
Las pérdidas de cosecha
son compensadas por un
mayor precio en el
moderada a alta apreciable pérdida ninguno mercado debido a la
escasez Pierde la
sociedad pero no el
productor
Pérdida económica
moderada directa a del productor,
apreciable pérdida pérdida
alta quien recibe menos
dinero por su cosecha
reducida
Características de la plaga
La intensidad de los daños que puede sufrir un cultivo está relacionado con
el objeto del cultivo, el estado de desarrollo de la planta, el grado de
susceptibilidad de la especie o variedad y su capacidad de compensación.
Objeto del cultivo: Los órganos de la planta que se cosechan pueden ser sus
hojas, flores, frutos, semillas, raíces, tallos, tubérculos o rizomas. Según el
órgano cosechado y el uso que se le va a dar a tales órganos puede
determinarse la importancia de la plaga. Las diferencias son obvias en
algunos cultivos. Si las hortalizas se cultivan por sus hojas, los insectos que
dañen el follaje tienen más importancia que cuando se trata de hortalizas
que se cultivan por sus raíces. La importancia relativa de los insectos
subterráneos es inversa, provocarán mayores daños económicos en las
hortalizas que se cultivan por su raíz que en aquellos que su cultivan por su
follaje.
En otros casos, una misma especie de planta puede ser cultivada con fines
distintos. La alfalfa normalmente se cultiva para ser usada como forraje
efectuándose el corte al inicio de la floración. El mismo cultivo puede tener
por objeto producir semilla; en este caso las plagas que dañan la semilla
tienen una importancia que, obviamente, ni se considera en el primer caso.
El maíz puede ser sembrado para producir grano seco, como hortaliza para
producir mazorca tierna o "choclo" o como forraje ("chala") para utilizar sus
tallos y hojas. En este último caso el gusano de la mazorca, Heliothis zea no
tiene mayor importancia; en cambio si se trata de maíz para choclo, la
importancia del Heliothis será máxima, pues no sólo destruye una porción
del grano, sino que la presencia de la larva o gusano en la mazorca
desvalorizará el producto en el mercado. Similares consideraciones habría
que tener con las frutas, según se trate de frutas destinadas para la mesa o
para la industria de conservas o jugos.
Como resultado, las plantas que han sufrido cierto daño rinden mas que las
plantas no infestadas. Al incrementarse la magnitud del daño la planta va
disminuyendo su rendimiento en forma progresiva, como se indicó en el
primer caso. Esto ocurre con plagas que dañan los brotes terminales
provocando el desarrollo de brotes laterales o cuando la planta tiene gran
capacidad de sobre-compensar daños iniciales como en el caso del
algodonero.
Características económicas
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3
ASPECTOS ECOLÓGICOS
Las plagas están influenciadas por las condiciones climáticas, con sus
variaciones diarias y estacionales de temperatura, humedad, lluvia, viento,
insolación y fotoperiodismo.
Las condiciones climáticas también pueden influir sobre las plagas en forma
indirecta por su efecto sobre las plantas y otros agentes biológicos. La
ausencia de lluvias en la costa parece favorecer las infestaciones de la
mosca blanca lanuda de los cítricos. En las zonas lluviosas el agua lava la
melaza y la cera que produce el insecto favoreciendo la acción de sus
enemigos naturales.
Los enemigos naturales: Las plagas son afectadas por sus enemigos
naturales: parásitos, predatores y patógenos, los que, a su vez, están
influenciadas por las condiciones climáticas y microclimáticas del ambiente.
Tanto los parásitos como los predatores pueden estar afectados por sus
propios enemigos naturales (hiperparásitos y parásitos respectivamente). El
efecto de los enemigos naturales puede ser el factor limitante del desarrollo
de algunas plagas. Estos aspectos son tratados en el capítulo sobre Control
Biológico.
Fluctuaciones estacionales
Es un hecho que la mayoría de las plagas presentan fluctuaciones
claramente asociadas con las estaciones del año, aunque la mecánica de
esta asociación por lo general no está bien determinada. A pesar que el
patrón de las fluctuaciones puede ser similar en años sucesivos, es normal
que las densidades que alcanzan las plagas presenten variaciones entre un
año y otro. Es natural que esto ocurra si se consideran los múltiples factores
que afectan las densidades de las poblaciones. El incremento y la
disminución de las densidades asociadas con las estaciones parecen estar
determinadas principalmente por efectos de los factores físicos del ambiente
y por la fenología de las plantas hospederas, que determinan la relativa
disponibilidad de alimentos para la plaga. En algunos casos esta tendencia
es alterada por el rol que juegan los enemigos naturales los que, a su vez,
pueden estar sometidas a variaciones estacionales. En todo caso las
densidades de las plagas pueden ser presentadas en curvas de ocurrencia
estacional.
Muestreos Específicos
Las trampas de caída se utilizan para los insectos que caminan por la
superficie del suelo. Estas trampas se construyen con tarros vacíos de leche
evaporada o vasos de plástico que se entierran hasta el borde superior. Los
insectos que viven debajo de la superficie solo pueden ser evaluados
tomando muestras de suelo (por volumen u área de superficie) para ser
inspeccionados.
Muestreo secuencial
Cuando el muestreo tiene por fin exclusivamente tomar una decisión (aplicar
o no aplicar un tratamiento) y no tanto seguir la dinámica de la población, el
número de muestras puede reducirse con el ahorro de tiempo
correspondiente. La experiencia demuestra que cuando la población de una
plaga es muy baja o, por el contrario, muy alta basta tomar unas pocas
unidades de muestreo para darse cuenta de esta situación; y
consecuentemente decidir no efectuar tratamiento alguno o, por el contrario,
aplicar un insecticida.
DEFINICIONES
Control Físico:
Ejemplo: Uso de altas o bajas temperaturas
Control Cultural:
Ejemplo: Utilización de prácticas agronómicas y plantas resistentes.
Control Biológico:
Ejemplo: Uso de predatores, parasitoides y patógenos
Control Químico:
Ejemplo: Uso de insecticidas
Control Etológico:
Ejemplo: Uso de trampas, feromonas
Control Genético:
Ejemplo: Hibridaciones estériles
Control Legal:
Ejemplo: Reglamentación de cultivos
Control Integrado o Manejo Integrado de Plagas
Ejemplo: Uso de diversos métodos compatibles entre sí
Cada uno de estos métodos de control de plagas se desarrollan en
capítulos independientes en el resto del texto.
RECOJO DE INSECTOS
TRITURACIÓN DE INSECTOS
MANEJO DE LA TEMPERATURA
Las temperaturas extremas, altas o bajas, pueden utilizarse para combatir
los insectos que dañan frutos, granos y otros productos cosechados.
Las temperaturas altas suelen ser más efectivas que las temperaturas
bajas en un rango más estrecho. La mayoría de las especies de insectos
mueren expuestos a temperaturas de 52°C a 55°C por el período de 3 a 4 horas.
Muchas otras especies mueren a temperaturas menores o en períodos más cortos.
Sin embargo, el uso de altas temperaturas tiene muchas limitaciones pues muy
pocos son los productos vegetales capaces de soportar calentamientos sin
dañarse. Además existen otros problemas como la lenta penetración del calor en la
masa del producto almacenado: requiriéndose exposiciones prolongadas.
Sistemas muy elaborados, como hacer pasar granos almacenados por tubos en
un sistema de calentamiento, resultan anti-económicos. Cuando se deja secar el
grano al sol sobre tendales en capas muy delgadas, es posible lograr
temperaturas letales para los insectos en los granos mas expuestos.
Hace muchos años en los Estados Unidos se desarrolló un método de
calentamiento por vapor para destruir los huevos y larvas de moscas de la
fruta en naranjas Valencia (Hawkins 1932) pero el método afecta el sabor de
la Naranja Washington Navel (Sinclair y Lindgren 1955). Posteriormente,
este método se ha utilizado con éxito para controlar la mosca de la fruta en
mangos. Frutos de la variedad Haden soportan inmersiones en agua
caliente a 46 ± 1°C por período de 80 a 90 minutos suficiente para controlar
larvas de las moscas de la fruta.
MANEJO DE LA HUMEDAD
La humedad tiene gran influencia sobre las poblaciones de los insectos pero
su manipulación como medida de control es muy limitada. En algunos casos es
posible reducir la humedad en el espacio cubierto por el follaje, mediante la
eliminación de las malezas y seleccionando plantas que tienen hábitos de
crecimiento foliar abierto o erecto. Estas posibilidades se discuten dentro del
capítulo de Control Cultural.
MANEJO DE LUZ
El efecto letal contra los insectos suele ocurrir entre unos pocos días a dos
semanas, según la especies de insecto, tipo de producto almacenado,
temperatura, humedad y calidad de la atmósfera controlada. El tratamiento no
debe afectar la calidad de productos almacenados.
MANEJO DE LA RADIACIÓN
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7
CONTROL CULTURAL
Con frecuencia, una plaga pasa de una campaña a otra entre los residuos
de la cosecha anterior o en el suelo; sea en formas invernantes especiales o
simplemente en forma pupales no invernales. En otros casos las plagas
permanecen en plantas hospederas intermedias o alternantes incluyendo
plantas voluntarias o "huachas".
El pastoreo de los animales sobre los restos del cultivo pueden ayudar a
eliminar un gran número de insectos, siempre y cuando no existan residuos
de insecticidas. En el Perú el pastoreo con cabras o "chivateo" se utiliza en
el algodonero tanto con los residuos de la cosecha como sobre los brotes
precoces del algodón de rebrote o "soca". La destrucción de los brotes
precoces reduce las infestaciones tempranas del picudo peruano Anthonomus
vestitus, del barrenador de brotes y botones Crocidosema plebeina
Zeller, del perforador pequeño de las bellotas Mescinia peruella
Schaus, y aún de Heliothis virescens, con lo que el brotamiento general del
campo resulta más sano. En cambio, en Texas (Estados Unidos) el
pastoreo intensivo de los campos de algodón por cabras o ganado vacuno
no reduce sustancialmente las infestaciones del gusano rosado de la India
Pectinophora gossypiella (National Academy of Science 1969).
En el cultivo del algodonero del país, la limpieza de los bordes de los campos
favorece el control del arrebiatado Dysdercus peruvianus y del "picudo"
Anthonomus vestitus que se hospedan en malváceas silvestres tales como
Sida panniculata y Malachra spp. De la misma manera la eliminación de la
"grama china", Sorghum halepense (L), priva de un hospedero intermediario
a la Contarinia sorghicola (Coquillet) que infesta las panojas del sorgo. Las
malezas de los bordes y acequias suelen ser fuentes de virus que al mismo
tiempo hospedan a sus vectores, particularmente al pulgón Myzus pérsicas.
Los fosfatos favorecen el desarrollo temprano de las raíces del trigo por lo que
las plantas quedan en condiciones de soportar mejor los ataques de insectos
subterráneos como los gusanos alambre.
EL cultivo de las plantas anuales en la época del año en que las plagas se
encuentran ausentes o con baja incidencia natural, es una práctica agrícola que
permite escapar a las fuertes infestaciones de ciertas plagas. Según las
características de las plantas, de las plagas y de las condiciones ecológicas, la
práctica puede consistir en siembras adelantadas o, por el contrario y más
raramente, en siembras tardías.
En las condiciones de la Costa del Perú se tienen algunos cultivos que son
propios de cierta estación del año y otros cultivos que se siembran
indistintamente en cualquier época. Se recomienda que los cultivos estacionales
como el algodonero y la papa se siembren en sus respectivas estaciones
(primavera e invierno en la costa central) lo más temprano posible y en el
período más corto; pues los cultivos tardíos suelen sufrir las infestaciones más
severas. Con las siembras tempranas del algodonero se reducen las infestaciones
del picudo y de muchas otras plagas.
El cultivo del maíz se realiza durante todo el año, pero las infestaciones de
Elasmopalpus, del cogollero y del barreno son más severas durante los meses
calurosos. En el caso de variedades particularmente susceptibles como el maíz
pardo para "choclo", su cultivo es recomendable solamente en los meses fríos;
de lo contrario, los múltiples problemas fitosanitarios que se presentan lo
transforman en un cultivo antieconómico.
En los Estados Unidos el control del gusano rosado del algodonero a base de
insecticidas demostró ser difícil y costoso. La respuesta práctica se logf ó en
Texas Con la adopción de una práctica cultural: el cultivo de variedades
precoces sembrados adelantadamente o, al contrario, tardíamente escapando así
a la época de mayor incidencia de la plaga. Este método se ha extendido a otros
estados.
Rotación de Cultivos
En la costa central del Perú se suele rotar papa con maíz o algodón con frijol.
De esta manera se interrumpen las generaciones de perforadores de tallos del
maíz y de los tubérculos, de las moscas minadoras y de los áfidos de la
papa; del barreno de la caña y, hasta cierto punto, del cogollero del maíz; de
los diversos gusanos de la hoja y de las vainas del frijol. En la selva la
rotación de leguminosas reduce las infestaciones del gusano blanco en los
campos de gramíneas.
Uno de los cultivos sobre los cuales existe gran experiencia en el manejo de
riegos en el país es el algodonero. Los riegos ligeros a intervalos cortos,
complementados con fertilizaciones fraccionadas son más recomendables
que los riegos pesados y distanciados; de esa manera se logran plantas con
desarrollo vegetativo restringido y buena retención de frutos, con madurez
rápida y uniforme. En caso contrario el desarrollo vegetativo es exagerado, con
entrenudos largos y ramas laterales cortas, hojas anchas y suculentas, escasa
fructificación y se retrasa la cosecha. El período de fructificación se extiende y
la planta queda expuesta al ataque de las plagas por un tiempo más prolongado.
Plantas trampa
Cultivos asociados
Los pequeños agricultores suelen asociar dos o más cultivos con el objeto
de asegurarse diversidad en la cosecha, reducir el riesgo frente a condiciones
desfavorables y optimizar el uso del terreno.
Mecanismos de Resistencia
Beingolea (1990) menciona 23 insectarios en la costa y dos en la selva del país, incluyendo
entre las especies benéficas en multiplicación especies nativas como Trichogramma spp.,
Paratheresia claripalpis, Podisus connexivus, Podisus sp., Alcorhynchus granáis,
Chrysoperla externa y especies exóticas adaptadas como Tolenomus remus, Aphytis roseni,
Metaphycus helvolusy Coccophagus rustí; y la reproducción del Baculovirus de Euprosterna
elaeasa. Los cultivos más beneciados son caña de azúcar, olivo y cítricos.
En los ejemplos dados, los insectos que se liberan provienen de crianzas másales de laboratorio;
pero también pueden liberarse parasitoides adultos obtenidos en cámaras de recuperación. En estas
cámaras se coloca material infestado recogido en el campo y cuando emergen los parasitoides se
les recolecta y libera. La "cámara" puede ser simplemente una caja u otro compartimiento
apropiado con malla en una de sus paredes que permita salir a los parasitoides y retener a los
adultos de la plaga. Esta labor es un complemento a la destrucción de los órganos infestados de
las plantas, que se trató en el capítulo sobre Control Mecánico.
Introducciones exitosas
El primer gran éxito de introducción de enemigos naturales a nivel mundial,
se logró a fines del siglo pasado con el coccinélido Novius (Rodoliá)
cardinalis Muís llevado desde Australia a California, para combatir la queresa
algodonosa de los cítricos Icerya purchasi. El extraordinario éxito de la
introducción de esta especie se ha repetido en otros lugares. En el Perú se
introdujo por primera vez para combatir una fuerte infestación de la queresa
algodonosa en Huánuco, en 1932; desde entonces se ha propagado a otros
valles con igual éxito.
Pacora (1979) desc ribe las introducciones exitosas de Aphytis roseni De
Bach Gord contra la queresa circular de los cítricos, Selenespidus articulatus
desde Uganda, de Aphidius smithi Sher & Rao contra el pulgón verde de la
alfalfa Acyrtosiphon pisum desde Chile; de Cales noacki How. contra la mosca
blanca de los cítricos, Aleurothrixus floccosus; de coccophagus rustí cop. y
Metaphycus helvolus Comp. ambas contra Saissetia coffeae, la queresa
hemisférica; y de Aphytis holoxanthus DeBach contra la queresa redonda
marrón, Chrysomphalus aonidum (L.), todos desde California. Anagyrus
saccharicola Timb. contra la cochinilla harinosa de la caña,
Saccharicoccus sacchari desde Hawaii y el predator de queresas
diaspididas o escamas Rhizobius pulchellus Montrozier desde las islas Nuevas
Hébricas del Archipiélago de Melanesia.
Entre otros insectos benéficos que se han introducido con éxito en el país se
encuentran la avispita Aphelinus malí (Hald) parásito del pulgón lanígero del
manzano Eriosoma lanigerum; el coccinélido Hippodamia convergens Guer.
predador de áfidos; la avispita Aphycus lounsburyi How, parásito de la lapilla
negra del olivo Saissetia oleae; la avispita Aphytis lepidosaphes Compere,
parásita de la queresa coma de los cítricos Lepidosaphes beckii (Salazar
1964; Beingolea y Salazar 1970, Herrera 1964).
Uno de los casos recientes más notorios a nivel mundial es el control de la
cochinilla harinosa de la yuca (Phenacoccus manihoti) por la avispita
parasitoide Epidinocarsis lopezi. La plaga constituía una seria amenaza para
unos diez millones de hectáreas de yuca en Africa a donde fue llevado el cultivo
desde Sudamérica hace unos 30 años. La cochinilla, también originaria de
Sudamérica fue detectada en el Congo y Zaire en 1973 y se extendió
rápidamente. En 1983 se introdujo exitosamente la avispita E. lopezi junto
con otras especies desde Sudamérica, su centro de origen.
Sincronización biológica
El parasitoide tiene que sincronizar su ciclo de vida con el ciclo de vida del
hospedero. Esta sincronización es particularmente crítica cuando es muy
corto el período en que el hospedero es susceptible a la parasitación. A
menudo los parasitoides que suelen tener un desarrollo más corto que el
insecto hospedero, demoran la emergencia del adulto hasta que se presenta el
estado vulnerable del hospedero.
Esta sincronización se establece normalmente a través del sistema hormonal
que regula el desarrollo del hospedero; pero el clima también juega un rol
modificador. La sincronización resulta menos exigente en zonas tropicales y
subtropicales, donde es frecuente la superposición de las generaciones de
las plagas con diferentes estados de desarrollo.
También es un hecho que la mayoría de los éxitos se han logrado en
cultivos perennes, frutales o forestales, con plagas persistentes durante la
mayor parte del año y de hábitos más bien gregarios, como las queresas,
áfidos, cochinillas harinosas y moscas blancas.
EL PARASITISMO
En el proceso de parasitación, el insecto parásito, llamado también
parasitoide, deposita sus huevos sobre o dentro del cuerpo del insecto
hospedero. En algunos pocos casos los parasitoides depositan huevos
microscópicos sobre las hojas. De allí son ingeridos por los insectos que se
alimentan de esas hojas. Cuando el parasitoide es larvíparo, es decir produce
larvitas en lugar de huevos, como sucede con algunas moscas parásitas, las
larvitas son depositadas cerca del hospedero. De allí se movilizan hasta
localizar y penetrar al cuerpo del hospedero.
Se distinguen parasitoides de huevos, de larvas, de pupas y de adultos. Hay
casos en que la oviposición del parasitoide se realiza en cierto estado de
desarrollo del insecto hospedero pero su propio desarrollo se completa en otro
estado; entonces los parasitoides reciben los nombres descriptivos
correspondientes, como parásitos huevo-larvales, huevo-pupales y larvo-
pupales. En los dos primeros la oviposición de realiza en el huevo del hospedero
pero el huevo del parasitoide no se desarrolla hasta que el hospedero
alcanza los últimos estadios larvales o el estado pupal.
En los parasitoides larvo-pupales, la oviposición se realiza en estado de larva
del hospedero y el desarrollo del primer estadio larval del parasitoide se
paraliza para permitir que el hospedero continúe su desarrollo hasta llegar
a empupar. Estos mecanismos aseguran suficiente alimento para el desarrollo
total del parasitoide.
El parasitoide puede desarrollarse externamente como ectoparásito, o
internamente en el cuerpo del insecto como endoparásito. La mayoría de los
casos de ectoparasitismo ocurre en insectos que viven protegidos del medio
externo desarrollándose dentro de galerías o celdas.
L o s p a r a s i t o i d e s a d u l t o s s e aumentan del néctar de las flores, del polen,
o de los fluidos del cuerpo del hospedero herido por la punción ovipositor. En
relación con este hábito algunos microhimenópteros parasitoides de queresas
producen apreciable mortalidad de los hospederos como consecuencia del
proceso de alimentación. Este hábito es común en las avispitas de la familia
Aphelinidae.
Los parasitoides de las plagas pertenecen casi exclusivamente a las órdenes
de los Himenópteros o avispas y a los Dípteros o moscas.
Avispas parásitas
(Figuras 8:1 al 8:8)
Las avispas constituyen el grupo más numeroso de parásitos de plagas.
Las superfamilias Ichneumonoidea y Chalcidoidea abarcan el mayor
número de especies. Con menor importancia figuran las superfamilias
Proctotrupoidea, Bethyloidea, Cynipoidea, Chrysidoidea, Scolioidea y
Sphecoidea. Las avispas adultas se alimentan de néctar y exudaciones de
plantas. Pero también hay especies cuyas hembras se alimentan de los
líquidos que salen de las heridas del hospedero. Estas heridas las causa el
parásito con el ovipositor para ovipositar o simplemente para alimentarse.
Superfamilia Ichneumonoidea
La superfamilia Ichneumonoidea está formada por miles de especies
parásitas distribuidas en dos familias principales: los Braconidae y los
Ichneumonidae.
Familia Braconidae
Los bracónidos son en su mayoría pequeñas avispas que parasitan
principalmente lepidópteros y coleópteros; y en menor grado dípteros, homópteros
y otros grupos; actúan como ecto o endoparásitos, parásitos huevo-larvales,
huevo-pupales o larvales.
Los bracónidos se multiplican rápidamente pues son muy prolífícos y
poseen ciclos de vida cortos. Hay muchas especies de gran importancia entre los
que se puede mencionar: Ragas gossyppi Mués, y Meteorus molinensis Porter,
parásitos del gusano de hoja del algodonero; la primera especie es muy
eficiente (Merino 1959, Aguilar, 1964, 1965). Lysiphlebus testaceipes
Cressan, Aphidius colemani Viereck, A. matricariae Haliday, Diaeretiella
rapae (Me. Intosh) y Praon sp. parásitos de los pulgones o áfidos (Redolíi y Ortíz,
1980). Apanteles gelechiidivoris Marsh y otras especies del mismo género
parasitan a las polillas de la papa, Scrobipalpula absoluta Meyrick y
Phthorimaea operculella (Zeller) (Redolfi y Vargas, 1983). Cotesia (Apanteles)
flavipes es una especie introducida contra el barreno de la caña (Cueva y Col,
1980).
O t r a s e s p e c i e s d e A p a n t e l e s parasitan a las plagas del algodonero
Mescinia, Pococera y Argyrotaenia y plagas como Epinoiia y larvas cornudas
o esfíngidos. Varias especies de Colastes (Deuterixys, Leurinium) (Martin
1960), y Leurinium primum Muesebeck (Redolfi 1978; Herrera 1979)
parasitan al Bucculatrix del algodonero, Orgilus sp. parásita al gusano
perforador de plantas tiernas de maíz; Chelonus sp. parásita al pegador de
las hojas del frijol; varias especies de Opius y Diachasmoides parasitan
moscas de la fruta; algunas Opius también parasitan a moscas minadoras
(Redolfi y col. 1985 b.); especies de Iphaulax (Ipobracori) parasitan al barreno
de la caña de azúcar; Bracon (Triaspis) vesticida Vier parásita al picudo
peruano del algodonero y B. hebetor Say parásita al gusano del brote del olivo.
Familia Ichneumonidae
Los ichneumónidos son avispas de tamaño mediano a grande que
parasitan preferentemente larvas de lepidóteros y, en menor grado,
himenópteros, coleópteros y algunos otros insectos. La mayoría son
endoparásitos larvales o larvo-pupales, pero también hay ectoparasites;
algunos son parásitos huevo-larvales, y unas pocas especies son
predatoras. Las especies que parasitan larvas barrenadoras tienen
ovipositores muy largos capaces de atravesar los tejidos vegetales. La
capacidad de multiplicación de los Ichneumónidos es relativamente reducida;
la mayoría de las especies no ovipositan más de un centenar de huevos y
muchas especies tienen una sola generación al año; muy pocas especies son
específicas. El empupamiento se realiza en cocones propios o dentro de la piel
del hospedero muerto.
Las avispas del género Enicospilus (Ophion) son muy comunes; parasitan
diversas orugas y los adultos son fácilmente a t r a í do s po r l a luz .
C a mp o l e t i s perdistinctus (Viereck) parásita larvas de Heliothis (Korytkowski y
Casanova 1966); Venturia peruviana (Cush) parásita Mescinia y al
perforador de las plantas tiernas del maíz; Diplagon lactatorias (Fabr.)
parásita las larvas de sírfidos que son predatores de áfidos (Korytkowski 1967).
Especies de Temulucha, Pristomerus y Cremastus parasitan a las polillas de
la papa (Scrobipalpula y Phthorimaea). Carrasco (1972) ha elaborado una
relación de ichneumónidos peruanos.
Superfamilia Chalcidoidea
Los chalcidoideos constituyen el grupo más numeroso de avispas parásitas
muchas de las cuales tienen gran importancia económica. La mayoría son
avispas de tamaño pequeño a muy pequeño, oscuras, con reflejos metálicos
amarillos, algunas especies con variaciones estacionales de color; son
parásitos de huevos, larvas o pupas; ocasionalmente de adultos; sus
hospederos son principalmente lepidópteros, homópteros, dípteros,
coleópteros e himenópteros. La mayoría de las especies son endoparásitas
pero algunas especies actúan como predatores de huevos de queresas.
Raven (1965, 1988) presenta una relación de los chalcidoideos registrados en el
país, con algunas anotaciones sobre sus hospederos e importancia. Las
principales familias que se incluyen en esta superfamilia son: Mymaridae,
Trichogrammatidae, Eulophidae, Aphelinidae, Tetrastichidae,
Entedonthidae, Encyrtidae, Pteromalidae, Chalcididae, Thysanidae,
Eupelmidae y Eurytomidae.
Familia Trichogrammatidae
Los trichogrammátidos son avispitas muy pequeñas que parasitan
preferentemente huevos de lepidópteros y homópteros, que se vuelven de color
negro característico; solamente las avispitas Scelionidae producen el mismo
efecto. El género Trichogramma es mundialmente conocido pero la
diferenciación de sus diversas especies es difícil y con frecuencia se hacen
identificaciones erróneas. Como se indicó en el acápite sobre crianza masiva de
insectos, estas avispitas se crían en el Perú desde hace muchos años. Las
primeras referencias nacionales mencionan a Trichogramma minutum (Wille
1952, Risco 1961) pero en realidad esta especie no existe en América del Sur
sino en América del Norte donde parásita huevos de lepidópteros en árboles
frutales y forestales.
En el Perú se cría comúnmente Trichogramma fasciatum Perkins contra los
huevos del barreno de la caña de azúcar y la especie T. brasiliensis contra los
huevos de Heliothis y otros lepidópteros del algodonero. En ambos cultivos
y en huevos del mazorquero del maíz se ha recuperado J. semifumatum de
huevos del barrenador del "coquito" (Cyperus), (Pollack 1975) y de otras plagas
como el gusano de hoja del algodonero, el enrollador de hojas de gramíneas,
Papilio del naranjo, Mescinia del algodonero y de otros lepidópteros. El año 1976
se introdujeron al país las especies T. euproctidis contra huevos del gusano de
brotes del olivo; T. japonicum, T. australicum y T. chilotraea contra huevos
del cañero; y T. robustus y Trichogrammatoidea armígera contra Heliothis
(Whu 1976). Whu (1985) ha revisado la validez de las especies T. fuentesi Torre
y T. exiguum Pinto & Plainer en plagas de algodón, caña y maíz.
Familia Eulophidae
Los eulófidos son avispitas pequeñas de color metálico, predominantemente
parásitos externos de minadores de hojas y barrenadores de tallos, larvas de
moscas, lepidópteros y escarabajos; también incluye algunos parásitos internos e
hiperparásitos.
Diglyphus (Solenotus) websteri (Craw) y varias especies de Chrysocharis
(Euparacrias) parasitan moscas minadoras (Redolí! y col. 1985 b); Pnigallo
parásita al microlepidóptero minador de la hoja de caña de azúcar, Donacivola
saccharella Busck. En cambio Melittobia sp. es hiperparásito de la mosca
indígena parasitoide del barreno de la caña de azúcar. Closterocerus prob.
cintipennis, Cirrospilus variegatus, Achrysocharella sp. y Tetrastichus sp. son
parásitos de Bucculatrix (Herrera y Alvarez, 1979).
Familia Aphelinidae
Los afelínidos son muy importantes como parasitoides de queresas, áfidos
y moscas blancas; también existen
hiperpárasitos y parásitos de otros grupos de insectos.
Los adultos de los afelínidos suelen alimentarse de las exudaciones
azucaradas de sus hospederos pero también se nutren de los líquidos que salen
de las heridas causadas por el ovipositor en el cuerpo del hospedero. Muchos
adultos matan a sus hospederos en esta forma actuando como predadores.
Los géneros Aphytis, Aspidiotiphagus y Prospaltella son muy importantes
como parasitoides de las queresas diaspídidas o escamas. Aphytis roseni
DeBach & Gordon es un eficiente parasitoide de la escama circular de los
cítricos, Selenaspidus articulatus, y ha sido introducido en el país con gran éxito
(Bartra 1974; Beingolea 1990); A. lepidosaphes Compere parásita a la escama
coma de los cítricos. A. holoxanthus DeBach. Se ha establecido exitosamente
en el Perú contra Chrysomphalus aonidum (L.) (escama roja de Florida) en
cítricos. Algunas especies parásitas de escamas de cítricos que no se han
adaptado bien en el país son A. diaspidis How., A. chrysomphali Mercet y, A.
lingnanensis Compere.
Las especies Aspidiotiphagus citrinus How y A. lounsburyi Berl. et Paoli
parasitan con alguna eficiencia a la escama coma, escama circular, escama
roja de Florida y escama dictiosperma, todas plagas de los cítricos (Beingolea
1969). También parasitan a la queresa latania del olivo. Prospaltella berlesei
(Howard) parasita a la escama blanca del durazco y P. porteri Mercet, a la
mosca blanca lanuda de los cítricos. Una especie de Prospaltella parásita a
los huevos de Heliothis.
El género Coccophagus contiene especies que son parásitas de queresas
cóccidas o lapillas. C. questor Girault ejerce cierto parasitismo contra la queresa
blanda marrón, la queresa corni, y la queresa negra del olivo. C. rustí, es un
parasitoide introducido con éxito contra la queresa hemisférica, Saissetia
coffeae. Eretmocerus paulistus Hempel y E. haldemani How ejercen cierto
parasitismo contra la mosca blanca lanuda de los cítricos. Especies de Encarsia
parasitan moscas blancas. Encarsia sp. parasita huevos del gusano de hoja
del algodonero. Aphelinus malí (Haldm.) parasita eficientemente en algunos
lugares al pulgón lanígero del manzano.
Familia Encyrtidae
Los encírtidos forman un grupo importante de parásitos de queresas, áfidos,
cochinillas harinosas y moscas blancas; en menor proporción parasitan huevos,
larvas y pupas de lepidópteros y garrapatas; también hay hiperparásitos.
Varias especies presentan poliembrionaría, es decir de un solo huevo se
producen varios o numerosos individuos.
Los géneros Aphycus, Metaphycus, Encyrtus y Microterys son importantes
parásitos de queresas cóccidas o lapillas. Metaphycus lounsburyi How.
parasita en forma específica y con gran eficiencia a la lapilla negra del olivo
Saissetia oleae; esta última y la lapilla hemisférica son parcialmente
parasitadas por M. helvolus, M. luteolus, y Microterys flavus How.
Las cochinillas harinosas o pseudocóccidos son parasitadas por encírtidos
de los géneros Aenasius, Anagyrus Apoanagyrus, Leptomastix, Leptomastidea,
Paranusia, Pezaphycus, Grandoriella y Pauridia (= Hungariella) (Salazar,
1981). Entre las especies registradas en el país, Aenasius masii Domen.,
parasita a la cochinilla harinosa marítima y otras especies; Anagyrus
pseudococcis (Girault) y A. narcicius (Salazar) (Salazar 1981) a la
cochinilla harinosa del algodonero; Grandoriella lamasi Domen a las dos
especies de cochinillas antes mencionadas y Hungariella (Pauridia) peregrina
Timberlake a la cochinilla harinosa de los cítricos (Salazar 1972; Coquis y
Salazar 1975). Achrysophagus sp. es hiperparásito de Anagyrus y de otros
parásitos de cochinillas. Arrhenophagus chionaspidis Aun, parásita al piojo
blanco del algodonero.
Entre los parásitos de lepidópteros está el género Copidosoma; C.
gelechiae How. y C. koehleri son parasitoides poliembrónicos de las polillas
de la papa. Apsilophrys oecetícola De Santis es parasitoide poliembriónico
del pegador de las hojas del camote, Pebops sp. (Avila y Redolfi, 1990).
Aegeniaspis bucculatrix y Anagyrus sp. son parasitoides de Bucculatrix (Herrera
y Alvarez, 1979).
Familia Mymaridae
Los mimáridos son avispitas muy pequeñas que parasitan huevos de diversos
insectos especialmente de cigarras y cigarritas. En el país se han registrado
los géneros Anagrus, Erythmelus, Gonatocerus y Polynema.
Familias Tetrastichidae y Entedontidae
Estas pequeñas familias son consideradas por algunos autores como
subfamilias de los eulófidos. Especies del género Tetrastichus parasitan al
minador de la hoja de la caña, a minadores de las hojas de la papa, a la mosca
de las agallas de la hoja de la yuca (Korytkowski y Sarmiento 1967) y predatan
al acaro de la verruga del algodonero (González 1958). Las especies de
Closterocerus igualmente parasitan a minadores de hojas y al Bucculatrix
del algodonero; las especies de Euparacrias, a moscas minadoras. Especies de
Euplectrus ectoparasitan al Heliothis y a otras especies de noctuidos.
Familia Pteromalidae
Los pteromálidos son avispitas de color negro, bronce o verde metálico que
parasitan una gran variedad de insectos, muchas veces como ectoparasites
gregarios; también hay especies hiperparásitas. Anisopteromalus calandrae
(How.) parasita a gorgojos de granos almacenados; Heterolaccus (Catolaccus)
townsendi Cwfd. al picudo del algodonero (Hoyle 1958); especies de
Pteromalus al gusano de la col y otros lepidópteros; Scutellista cyanea Mots a las
lapillas negras del olivo y hemisférica; Pachycrepoideus tucumanus Blanchard
y Spalangia anastrephae Blanchard parasitan a moscas de la fruta.
Pachyneuron siphonophorae (Ashm) es un hiperparásito de Aphidius, parásito
de áfidos. Dibrachys cavus (Walker) es un ectoparasitoide gregario de la
polilla de la papa y otras especies de lepidópteros (Redolfi y col., 1985).
Existen varias especies de Halticoptera (De Santis, 1985), Halticoptera
arduine (Walker) es un importante parásito de la mosca minadora Liriomyza
huidobrensis (Arellano y Redolfi, 1988).
Familia Chalcididae
Los chalcídidos son las avispas más grandes dentro de los chalcidoideos, llegan a
medir hasta 7 mm. de largo y tienen los fémures de las patas posteriores
característicamente muy desarrollados. Varias especies de Brachymeria y
Chalcis parasitan larvas y pupas de lepidópteros, entre ellos al pegador de las
hojas del arroz, al gusano de hoja del algodonero, y al Heliothis. Spilochalchis
parásita al barreno de la caña de azúcar y Dirhinus giffardii Silv. a la mosca
mediterránea de la fruta (Risco 1965).
Familias Eurytomidae, Thysanidae y Eupelmidae
Entre los euritómidos se tiene a Eurytoma piurae Cwfd. y E. tylodermatis Ashm.
parásitos del picudo del algodonero; y también hay especies fitófagas como
Bruchophagus gibbus (Hoeman) que daña semillas de alfalfa. Entre los tisánidos,
hay especies de Thysanus que parasitan a queresas e hiperparasitoides de
parasitoides de las mismas queresas cóccidas; T. dipterophagus Dir. es
hiperparásito de la mosca indígena parásita del barreno de la caña de azúcar.
Entre los eupélmidos, Eupelmus cushmani Cwfr. parásita al gorgojo de la
chupadera del algodonero; Lecanobius utilis Comp. ejerce ligero parasitismo
sobre la queresa negra del olivo.
Entre las muchas familias de avispas que incluyen parásitos y que pertenecen a
otras superfamilias se pueden mencionar a las siguientes:
Familias Scelionidae
Los sceliónidos forman una familia numerosa e importante de avispas
minúsculas que parasitan huevos de insectos. Especies del género Telenomus
parasitan de preferencia huevos de lepidópteros T. alecto parásita huevos
del barreno de la caña (Cueva, 1979). T. remus ha sido introducido para
controlar cogollero (Gómez, 1987).
Familia Scoliidae
Los escolíidos son avispas robustas, vellosas, negras, con manchas
amarillas o rojas que actúan como ectoparasitoides de larvas de coleópteros
grandes. Las especies de los géneros Campsomeris y Scolia parasitan a los
gusanos blancos del suelo.
Familia Sphecidae
Los esfécidos son avispas grandes, un tanto robustas que hacen nidos de
barro, abren túneles en el suelo, o utilizan grietas de los árboles; la mayoría de
las especies son parásitas pero también son predadores. Sphex chilensis
(Reed) ataca a los gusanos de la hoja del algodonero y a otros noctuidos.
Otras familias
Otras familias de avispas parásitas de menor importancia son las siguientes:
Familia Cynipidae: La mayoría de los cinípidos forman agallas en las plantas
pero algunas especies son parásitas de moscas e hiperparásitos de
bracónidos. Especies del género Eucoila parasitan a las moscas de la fruta y
otros dípteros. Ganaspidium parásita moscas minadoras (Redolfiycol., 1985
b).
Familia Platygasteridae: Avispitas pequeñas generalmente de color negro
que parasitan moscas, algunas queresas y moscas blancas o aleyródidos.
Amitus spinifera Brethes es un parásito importante de la mosca blanca
lanuda de los cítricos.
Familia Bethylidae: Avispas de tamaño pequeño a mediano que parasitan
larvas de lepidópteros y escarabajos. Prorops nasuta es un parásito
externo introducido al país contra la broca del café.
Especies de los géneros Parasierola y Gonozius parasitan al gusano rosado
de la India.
Familia Tiphiidae: Avispas negras brillantes o con manchas rojas que
parasitan de preferencia a los gusanos blancos del suelo en forma de
ectoparasites. Un género registrado en el país es Tiphia.
Familia Pompilidae: Avispas grandes que atacan y paralizan a las arañas.
En la costa son comunes varias especies del género Pepsis.
Moscas parásitas
Las moscas parásitas atacan preferentemente larvas de lepidópteros y en
menor grado larvas y adultos de coleópteros, ninfas y adultos de hemípteros.
Como no poseen ovipositor alargado, la mayoría de sus hospederos son
insectos que no están protegidos en túneles o minas, salvo algunas
excepciones.
Las moscas parásitas son en su mayor parte larvíparas u ovo-larvíparas,
pero también hay algunas especies que son ovíparas. Las larvitas de las moscas
suelen permanecer inactivas por un tiempo dentro del cuerpo del hospedero
hasta que el hospedero ha alcanzado cierto desarrollo, entonces la larva del
parasitoide crece en forma rápida. Las moscas adultas se alimentan del
néctar de las plantas y de diversas detritos.
La mayoría de las especies de moscas parásitas pertenecen a la familia
Tachinidae o Larvaevoridae. También se encuentran algunas especies parásitas
en las familias Sarcophagidae, Cecidomyidae, Phoridae y otras.
Familia Tachinidae
(Figura 8:9)
Los taquínidos son moscas de tamaño mediano a grande con cerdas bien
desarrolladas. La actividad de los adultos es marcadamente influenciada por
las condiciones ambientales pero en general son buenos voladores; parasitan
comúnmente larvas de lepidópteros y coleópteros, ninfas y adultos de
hemípteros, y algunos otros insectos en menor proporción.
Los hábitos de oviposición son muy variados. Las hembras de Winthemia
reliqua y de otras especies son parásitos comunes del cogollero y otros
noctuidos, y colocan los huevos en los segmentos torácicos del hospedero
(Campos, 1965; Vergara y Cisneros, 1990). Archytas marmoratus
parasitoide de las mismas plagas, deposita sus larvas sobre las hojas en
donde quedan a la expectativa del paso de sus hospederos. Rhamphinina
discalis T.T., parásito de los gusanos blancos del suelo depositan sus
pequeñas larvas en el suelo donde penetran hasta alcanzar a sus
hospederos. Paratheresia claripalpis Wulp, parásito del barreno de la caña del
azúcar, deposita sus larvas sobre el tallo y de allí se movilizan en busca del
hospedero en las galerías de la caña (Risco, 1963). Las hembras de
Acaulona peruviana T.T. y Paraphoranta peruviana T.T., parasitoides del
arrebiatado del algodonero, perforan la cutícula del hospedero para
depositar internamente a sus pequeñas larvas. Gonia (Reamuria) peruviana,
parasitoide de gusanos de tierra o gusanos cortadores, d e p o s i t a s o b r e
l a s h o j a s h u e v o s microscópicos que son ingeridos por las larvas junto con su
alimento.
Otras moscas registradas en el país son: Eucelatoria australis T.T., importante
parásito del gusano de hoja del algodonero y otros noctuidos, E. digitata, parásito
de noctuidos y otros lepidópteros y Eucelatoria pos. heliothis parásita Heliothis y
otros noctuidos (Vergara, 1985); Euravinia sp. y Rileyella sp., parásitos de gusanos
de hoja, Stenomya meridionalis, parásito del perforador de las plantas tiernas
del maíz; Gonia peruviana, Prosopochaeta setosa (Townsend), Patelloa
robusta (Wied) e Incamya sp. parasitan a los gusanos de tierra o gusanos
cortadores (Alcalá 1978); Euphorocera (Plagiotachina) peruviana T.T. parásita
a Heliothis y Nemorilla angustipennis Tns, a Pococera y gusanos pegadores de
hojas del algodonero. Muchas otras especies son mencionadas por Vergara y
Raven (1989).
Familia Sarcophagidae
Los sarcofágidos son moscas pequeñas a medianas de hábitos muy
diversos, desde saprófagos hasta parásitos de animales superiores. Las especies
parásitas de plagas son en su mayoría larvíparas y atacan especialmente a
ortópteros y en menor grado a lepidópteros, moscas, chinches y avispas.
Sarcophaga chrysostoma W. ataca a los huevos de la langosta migratoria
sudamericana en Jaén y Blaesoxipha = (Acridiophaga = Sarcophaga) caridei
Brethes es un parasitoide importante de la misma langosta en Ayacucho
(Beingolea, 1963,1990).
Familia Bombyliidae
Los bombílidos son moscas que tienen el aspecto de abejorros, cuerpo
robusto cubierto densamente de pelos. Las larvas pueden ser parasitoides o
predadoras. Las formas parásitas atacan a las larvas de avispas, moscas,
escarabajos y lepidópteros.
Otras familias de moscas que incluyen especies parásitas de plagas son:
Cecidomyiidae, Phoridae, Pyrgotidae, Drosophilidae y Cryptochaetidae, a
ésta última familia pertenece Cryptochaetum iceryae (Will.) eficiente parásito
de la queresa algodonosa de los cítricos.
Nematodos parásitos
Algunas especies de nematodos son parásitos obligados de insectos y otros
invertebrados. Algunos producen esterilización y otros provocan la muerte del
hospedero. Los nematodos requieren de una película líquida para poder
desplazarse sea en el suelo o en la parte aérea. Los nematodos ingresan por
las aberturas naturales del cuerpo del insecto; en general son muy susceptibles a
la desecación aunque algunas especies presentan un estado especial mas
resistente que las formas activas. Las especies más conocidas pertenecen a las
familiasbSteinernematidae, Heterorhabditidae y Mermitidae que suelen matar
rápidamente a sus hospederos. Esto se debe a que los nematodos están asociados
con bacterias que causan septicemias en los insectos.
Neoplectana (Steinernema) carpocapsae, parásita gorgojos, orugas noctuidas,
algunas moscas, la polilla de la manzana y diversos insectos de vida
subterránea; Heterorhabditis parásita larvas de lepidópteros; Heterotylenchus
parásita moscas y escarabajos; Mermis spp. y otros mermítidos parasitan langostas,
Howardula benigna, parásita adultos de diabróticas y Deladenus parásita
gorgojos y otros insectos.
Insectos Predatores
Los insectos predatores incluyen tanto especies masticadoras como
especies picadoras-chupadoras. Los insectos masticadores se aumentan
exclusivamente de sus presas; en cambio muchos insectos picadores
chupadores predatores se alimentan tanto de los jugos de sus presas como
de los jugos de las plantas. En esos casos, los jugos de las plantas permiten la
subsistencia del predator, pero por lo general éste requiere de los jugos
animales para reproducirse normalmente. En general los adultos de las
especies predatoras tienen el mismo régimen alimenticio que los estados
inmaduros, larvas o ninfas.
L a m a y o r í a d e l o s i n s e c t o s predatores se encuentran entre los
coleópteros, hemípteros y neurópteros; en menor grado, dípteros e
himenópteros.
Escarabajos Predatores
La mayoría de los coleópteros o escarabajos predatores pertenecen a las
familias Carabidae y CoccineUidae.
Familias Carabidae y Cicindelidae
(Figura 8:10)
Los carábidos y cicindélidos son escarabajos grandes a medianos, muy activos
agresivos y voraces, exclusivamente zoófagos; caminan rápidamente en el
suelo y por lo general no suben a las plantas. Durante la roturación del suelo
por araduras y cultivos estos escarabajos suelen presentarse en gran
número devorando larvas y pupas de insectos que quedan al descubierto.
En la costa central se encuentran Calosoma abbreviation Chand y Anisotarsus
spp. (carábidos) de hábitos nocturnos y Megacephala (Tetracha) Carolina
chilensis Cast, y Cicindelidia (Cicindela) trifasciata peruviana Lap.
(cicindélidos). El uso de insecticidas ha reducido las poblaciones de estos
predatores en forma substancial. Hylithus es un género de carábido registrado
en la sierra. En la selva los carábidos y cicindélidos son muy abundantes (Erwin,
1990).
Familia Coccinellidae
(Figura 8:11)
Los coccinélidos son escarabajos hemi-esféricos, predatores de áfídos,
cochinillas harinosas y queresas. Unas pocas especies de los géneros
Epilachna y Psylobora son fitófagas o micófagas. Los coccinélidos son los
insectos predatores más comunes; se les conoce comúnmente como "vaquitas
de San José", "mariquitas" y otros nombres; suelen ser muy abundantes en
presencia de severas infestaciones de áfidos.
La especie más común parece ser Hippodamia convergens Guer. especie
que ha sido introducida en el país. Entre otras especies están Cycloneda
sanguínea L., Coleomegilla maculata D.E., Eriopis connexa Germ. Pullus
sp., Scymnus ocellatus Sharp (Romero y col. 1974), Neda astriña, Coccinellina
sp., Coccinella sp., las dos últimas especies de preferencia en la sierra;
Brachyacantha bistripustulata y varias especies de Azya en la ceja de selva
son predatoras de queresas coccidas (Carrasco 1962a); Microweisia
(Scymnus) sp. es predator de arañitas rojas del algodonero, Zagreus
hexasticta predata cochinillas harinosas y Orthezia (Pacora, 1980). Lindorus
lonphanthae predata al piojo blanco de los cítricos. Rhizobius pulchellus es
un eficiente predator de queresas diaspididas introducido al país (Beingolea
1990).
La acción de los coccinélidos es relativamente lenta, y en general no se les
puede catalogar entre los más eficientes enemigos naturales con algunas
excepciones como Rodolia cardinalis. Este último es predador de la queresa
algodonosa de los cítricos y ha sido introducida a muchas áreas del mundo con
resultados espectaculares. En el Perú se ha tratado de introducir en más de una
oportunidad Cryptolaemus montrouzieri, predator de la cochinilla
harinosa, pero no se ha tenido mayor éxito.
Hay otras familias de Coleópteros que albergan predatores, entre ellas
las familias Staphylinidae (Palomino y Dale, 1988). Somatium sp. predata
arañitas rojas (Korytkowski, 1966).
Chinches Predatores
(Figura 8:12)
Entre los hemípteros o chinches existen importantes especies predatoras
distribuidas en diversas familias.
Familia Miridae
Los míridos son chinches pequeñas y ovales; aunque muchas son especies
fitófagas otros son predatoras muy importantes, especialmente de huevos de
Lepidópteros. Los géneros predatores más comunes son Rhinacloa,
Hyalochloria, Campylomma, Ceratocapsus, Spanogonicus y Hyaliodes
presentes en los campos de algodón. Herrera (1965, 1987^ considera que las
especies de Rhinacloa (R. fortícornis, R. aricana y R. subpallidicornis)
constituyen el principal agente regulador de las poblaciones de Heliothis
por su predación en huevos y larvas pequeñas. Hyalochloria denticomis es un
importante predator de huevos del gusano de la hoja del algodonero, Anomis
texana, (Beingolea 1959 b) y Ceratocapsus dispersus predata huevos y larvas
pequeñas de Bucculatrix y del gusano rosado. (Encalada y Viñas, 1989).
Carvalho (1990), Vargas y Raven (1988) presentan listas de los míridos del
Perú.
Familia Anthocoridae
Los antocóridos son chinches pequeñas que viven entre las flores y
terminales de las plantas. Muchas especies son predatoras. Orius insidiosus
(Say) y Paratriphleps laeviusculus Champ, son eficientes predatores de
huevos de Heliothis y otros lepidópteros (Wille 1952, Korytkowsky y col.
1966; Cueva y col. 1974). Orius también predata trípidos.
Familia Nabidae
Los nábidos son chinches algo delgadas, frecuentes en gramíneas y plantas
herbáceas, se alimentan de larvitas y otros insectos pequeños. Nabis
punctipennis Blanch, y N. capsiformis Germar (Ojeda 1971) se presentan en la
costa del país.
Familia Neididae (Berytidae)
Son chinches de cuerpo muy delgado con patas largas. Común en la costa
es Aknysus (Parajalysus) spinosus Dist. predator de huevos y larvas
pequeñas.
Familia Reduviidae
L o s r ed úv i d o s s on c h i n c he s carnívoras y hematófagas; algunas son
predatoras de insectos. Zelus spp. son comunes en plantaciones de maíz
donde pre-datan larvas de diversos lepidópteros. Rasahus amatus es
menos común y su picadura al hombre es muy dolorosa.
Familia Lygaeidae
Estas chinches son preponderantemente fitófagas pero algunas especies son
predatoras; entre ellas Geocoris punctipes Say y G. borealis que destruyen
huevos y larvas pequeñas de diversos lepidópteros.
Familia Pentatomidae
Llamados también chinches-escudo, en su mayor parte se alimentan del
jugo de las plantas pero algunas especies también son predatoras de larvas
de lepidópteros y otros insectos. En el algodonero se presentan las especies
Euchistus convergens (H.S.), E. incies, Piezodorus guildini Westw., Podisus
nigrispinus, P. sordidus y Edessa sp. pero su eficiencia no parece importante.
Neurópteros Predatores
Los insectos del orden neuróptera son especialmente predatores y las
dos familias más importantes de este orden son Chrysopidae y Hemerobiidae.
Familia Chrysopidae
(Figura 8:13)
L o s c r i s ó p i d o s a d u l t o s s e caracterizan porque sus alas son reticuladas
de color verde, de aspecto frágil; pero sus. larvas son predatoras voraces de
áfidos, arañitas rojas, cochinillas harinosas, huevos de diversos insectos y
larvitas pequeñas.
Entre otras especies, Chrysoperla externa (Hagen) es común en el maíz y
Ceraeochrysa cincta Schneider en cítricos (Nuñez, 1988a, 1988 b).
Familias Hemerobiidae y Sympherobiidae
Los adultos tienen alas reticuladas de color bruno y son más pequeños que
los crisópidos. Sympherobius californicus Banks es predator de cochinillas
harinosas y Hemerobius sp. predata arañita roja y varios insectos pequeños.
Moscas Predatoras
Entre los dípteros o moscas se encuentran algunas especies predatoras
distribuidas en diversas familias. Entre ellas están las familias Syrphidae,
Cecidomyiidae, Asilidae Chamaemyiidae, Drosophilidae y Dolichopodidae.
Familia Syrphidae
(Figura 8:14)
Los sírfidos son moscas de color atractivo, con manchas o líneas
transversales, de hábitos muy diversos. Las larvas de algunas especies son
predatoras de áfidos y cochinillas, especialmente los géneros Syrphus y
Baccha. Sirphus shorae Fluke y Allograpta exótica Wied. se han registrado
como predatores de áfidos del maíz (Cevallos 1973).
Familia Cecidomyiidae
Los cecidómidos son moscas pequeñas, delicadas, en su mayor parte-
fitófagas; pero algunas especies son predatoras de áfidos, arañitas rojas,
cochinillas harinosas, queresas y moscas blancas. Diadiplosis sp. predata
a cochinillas harinosas.
Familia Chamaemyiidae
Las larvas de esta pequeña familia son predatoras de áfidos, cochinillas
harinosas y queresas diversas. Melaleucopis ortheziavora Sabrosky es predator
de huevos de la Orthezia del olivo (Beingolea 1961).
Familia Drosophilidae
Los drosofílidos son mosquitas que en su mayoría se alimentan de frutos
en fermentación y substancias en descomposición; pero unas pocas
especies son predatoras o parásitas. La larva de Gitana brasiliensis Costa
Lima ataca a la Orthezia del arroz (Salazar 1959) y del olivo (Beingolea 1965).
Familia Asilidae
Los asílidos son moscas grandes, robustas, alargadas y un tanto vellosas. Los
adultos son muy activos y predatan diversos insectos; no son muy abundantes
por lo que su importancia es pequeña. G. Lamas (1972) presenta una
relación de los asílidos peruanos.
Familia Dolichopodidae
Los adultos y larvas de esta familia son predatoras. Son moscas pequeñas,
de colores metálicos verdosos o azulados, con patas largas. Especies del
género Condylostylus predatan adultos de moscas blancas y moscas
minadoras.
Avispas Predatoras
E n e l o r d e n h y m e n o p t e r a s e presentan algunas especies que son
predatoras, sobre todo dentro de las superfamilias Chrysidoidea,
Bethyloidea, Scolioidea y Sphecoidea. La mayoría captura insectos que
llevan a sus nidos para alimentar a sus larvas. Polistes peruviana Beq.
(Beingolea, 1986), Potybia juntaría y otros véspidos contribuyen al control del
minador de la hoja del cafeto y muchas otras plagas (Enríquez y col., 1975).
Los esfégidos Chlorion thomae F. y C. striatum (Smith) capturan y se
alimentan de la langosta migratoria sudamericana (Beingolea, 1963).
Las larvas de Scutellista cyanea Mots, de la familia Pteromalidae predata
huevos de queresas cóccidas, de preferencia de la lapilla negra del olivo. Una
especie de Tetrastichus de la familia Eulophidae es predador del acaro de la
verruga del algodonero (González, 1958).
Hormigas predatoras
Las hormigas son activas predatoras de huevos y larvas de diversas plagas. Su
importancia no ha sido evaluada seriamente en nuestro país. Las especies de
hormigas presentes en la costa del país incluye a los géneros Pheidole,
Crematogaster, Tetramorium, Leptothorax, Solenopsis, Camponotus y muchos
otros (Pardo, 1964).
Arañas predatoras
(Figura 8:15)
Las arañas (Clase Arachnida, Orden Araneida) constituyen predatores muy
generales. Algunas especies cazan sus presas directamente, mientras que otras
lo hacen por medio de sus telarañas. La importancia práctica de las arañas no
está bien definida. Es posible que las telarañas atrapen un mayor número de
insectos benéficos debido a su mayor movilidad, y que los cazadores directos
destruyen más insectos fitófagos, precisamente por que éstos son más lentos. En
la actualidad hay una tendencia a atribuirle un rol más importante que en el
pasado.
Entre las arañas frecuentes en los campos están las familias que no tejen telas;
Thomisidae o arañas-cangrejo; Oxyopidae o arañas Unce de colores punteados con
cuerpo y patas alargadas; la familia Salticidae o arañas saltadoras. Entre las
familias que tejen telaraña están los Theridiidae con telas asimétricas y los
Argiopidae con telas simétricas. Según Aguilar (1968, 1977, 1988) las arañas
más frecuentes en los terminales y hojas del algodonero en la costa central son
Theridion calcynatum Holmberg y Theridula gonygaster (Simón) (Theridiidae),
Leucauge sp. (Argiopidae), Oxyopes gracilis Keyserling y M. variegatus Keys.
(Thomisidae). Las arañas más frecuentes en botones, flores y bellotas son:
Steatoda andina Keys. (Theridiidae); Gasteracantha raimondii Taczanowski
(Argiopidae); Lycosa sp. (Lycosidae); Clubiona sp. (Clubionidae); Anyphaena sp.
(Anyphaenidae); Metaphidippus sp. y Phiale sp. (Salticidae).
Ácaros predatores
Los ácaros predatores son pequeños, muy móviles que se alimentan de huevos,
larvas y adultos de trípidos y otros insectos pequeños, pero sobre todo son predatores
de las arañitas rojas y otros ácaros fitófagos. También hay ácaros parásitos de
larvas e insectos adultos grandes. Son especialmente importantes de los géneros
Typhlodromus y Amblyseius de la familia Phytoseidae que abarca muchas
especies benéficas. Se les encuentra atacando especialmente arañuelas rojas,
eriófidos y trípidos en frutales y otras plantas. El acaro Pyemotes ventricosus
(Newport) predata diversas queresas diaspididas. En el país se ha puesto poca
atención al estudio de los ácaros benéficos a pesar de que se les reconoce su
importante rol en la regulación de las poblaciones de arañitas rojas.
También son importantes especies de las familias Trombidiidae, Cheyletidae,
Bdellidae, Cunaxidae, Tydeidae, Stigmaeidae y Anystidae.
Vertebrados predatores
Las aves y los sa pos son los principales predatores vertebrados. Las
lagartijas y los murciélagos tienen menos importancia por su escasez. Los peces
principalmente del género Gambusia, son importantes predatores de insectos que
pasan toda o parte de su vida en el agua, como las larvas de zancudos.
L a s a v e s c o n s u m e n g r a n d e s cantidades de insectos a los que capturan en el
vuelo, en las plantas, en el suelo o extraen de sus escondrijos. Las poblaciones de
aves son particularmente grandes en las áreas donde existen muchos árboles que
les sirve de refugio y lugar de anidamiento. Desafortunadamente en la
mayoría de las zonas agrícolas modernas se ha eliminado gran parte de los
árboles y arbustos que solían delimitar los campos. Wille (1952) señalaba
que en campos de algodonero rodeados de matorrales los daños del gusano
de hoja eran escasos y asociaba este hecho con la abundancia de aves
favorecida por el matorral. Carrasco (1962b) menciona que en el valle de la
Convención hay una pequeña avecita de color negro que corta el abdomen de las
hembras de las hormigas coqui durante el vuelo nupcial.
Entre las especies de aves predatoras de insectos en la costa está el "guarda
caballo" Crotophaga sulcirostris sulcirostris que se alimenta del
arrebiatado del algodonero y de muchos insectos del suelo que quedan
expuestos al momento de las araduras, de los riegos y de la quema de
rastrojo. En ciertas épocas del año se presentan en los campos que están
siendo arados grandes parvadas de gaviotas que se alimentan de gusanos
blancos y otros insectos del suelo. Entre las especies más comunes está la
gaviota migrante, Larus pipixcan; la gaviota gris, L. modestus; la gaviota
peruana, L. belcheri y L. serranus.
También se presenta el halcón Polyborus plancus que come insectos del
suelo. Entre las lechuzas están Athene (Speotyto) cunicularia o lechuza
excavadora y la lechuza de los campanarios Tyto alba (= Strix per lata) (Aguilar y
col., 1977; Pulido y col, 1979).
Las aves Elanoides forticatus y Accipiter ventralis se alimentan de la
langosta migratoria sudamericana (Beingolea, 1963).
Los sapos, Bufo spp., devoran diversas especies de insectos entre el
atardecer y la madrugada en que muchos insectos se encuentran activos; de
preferencia aquéllos que se movilizan a escasa altura sobre el suelo,
incluyendo escarabajos, gorgojos y lepidópteros. En la costa norte se
encuentra la iguana insectívora Ameiva sp.
ENFERMEDADES DE LOS INSECTOS
De los diversos microorganismos que causan enfermedades a los insectos
(rikettsias, virus, bacterias, protozoarios y hongos) los de más fácil manejo son
los virus y las bacterias por su relativa facilidad de reproducción y por ser
relativamente menos dependientes de las condiciones ambientales. Aún así, la
gran limitación general para el desarrollo de la lucha microbiológica parece ser
su marcada dependencia de las condiciones ambientales y de las condiciones
fisiológicas del insecto hospedero. Los hongos suelen ser muy susceptibles a
la falta de humedad, pero superada esta limitación también pueden ser
manejados con éxito.
Las bacterias, hongos y virus son muy sensibles a la luz solar directa y
generalmente sobreviven solo dos a tres días expuestos directamente al sol. La
longevidad es mucho mayor en condiciones de protección y bajas
temperaturas. Así, las bacterias y los virus pueden durar varios años a
temperaturas de 5 a 10° C. A temperaturas mayores (20-25° C) los virus son
más resistentes que las bacterias y los hongos (C. M. Ignofib, 1985).
Es bastante común, que los insectos fitófagos lleven en su organismo
ciertos patógenos pero estos gérmenes llegan a generar epizootias, es decir
mortandades masivas de la plaga, sólo bajo ciertas circunstancias, no
siempre bien esclarecidas. En algunos casos parece que estas condiciones
se dan cuando se presentan simultáneamente dos patógenos y se
producen enfermedades mixtas o cuando el insecto está fisiológicamente
disminuido. En general las grandes epizootias se desarrollan rápidamente en
condiciones de altas densidades de la plaga pero la manera en que los
organismos persisten o circulan dentro del ecosistema es poco conocido.
Con frecuencia se presentan puntos focales de distribución de la enfermedad y
se dan casos en que una población sana se encuentra próxima a una
población infectada sin contagiarse.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Los efectos del control químico intensivo en la costa central del Perú
Están un poco lejanos en el tiempo, pero siguen siendo experiencias aleccionadoras
los fenómenos ocurridos en los valles de Cañete, Chincha y Pisco en la costa central
del Perú considerados entre los primeros dramas generados por el abuso de
insecticidas. En estos valles, hasta mediados de la década de 1940, se utilizaba
insecticidas arsenicales para combatir las principales plagas masticadores del follaje
y perforadoras de bellotas y botones del algodonero; y sulfato de nicotina contra
insectos picadores-chupadores. El control biológico era bastante eficiente. Al finalizar
la segunda guerra mundial se inició el uso de insecticidas orgánicos sintéticos como
el DDT, BHC y Toxafeno, mucho más potentes que los antes mencionados. Durante
los primeros años los rendimientos se incrementaron, pero poco tiempo después
comenzaron a aparecer nuevas plagas y las plagas antiguas se hicieron más
severas. En un esfuerzo por contrarrestar los nuevos problemas, se aumentaron las
dosis y las frecuencias de aplicación de los insecticidas clorados, a cuya lista no
tardaron en sumarse los nuevos insecticidas fosforados. En los años 1955 y 1956 se
llegaron a efectuar de 20 a 30 aplicaciones por campaña sin mayores éxitos. Por
entonces se registraron los más bajos rendimientos del algodonero en la historia de
estos valles. La resistencia de diversas plagas a los insecticidas se había
generalizado y aparecieron nuevas plagas que eran insensibles a los tratamientos.
Muchos agricultores y empresas agrícolas quedaron al borde del colapso económico.
Estas y otras experiencias muestran que los insecticidas deben ser usados con
mucho cuidado. El buen uso de estos productos requiere de una serie de
consideraciones tratando de aprovechar su efecto represivo contra las plagas y al
mismo tiempo reduciendo los efectos colaterales indeseables. La agricultura
moderna intensiva requiere, casi ineludiblemente, el uso razonable de los
insecticidas. En este sentido resulta lamentable reconocer que muchas veces las
recomendaciones de pesticidas las hacen personas no muy bien enteradas o que
imponen criterios comerciales sobre los criterios técnicos.
Efectos diversos
Hay efectos fisiológicos en la planta un tanto sutiles que resultan difíciles de detectar
a primera vista. Estos efectos pueden resultar benéficos o dañinos para las plantas.
Las asperciones de cúpricos (fungicidas) son dañinos a los durazneros; las
asperciones del oxicloruro de cobre retarda la maduración de los frutos de café pero
aumenta su resistencia a la sequía. El caldo bórdales afecta el desarrollo y
rendimiento de los tomates. La acumulación de arseniato de plomo en el suelo
reduce el crecimiento y rendimiento de diversas plantas. Las emulsiones de aceite
de petróleo retardan el desarrollo de los nuevos brotes de los frutales caducifolios.
Por el contrario, la aplicación de emulsiones de aceite de linaza en invierno estimula
un brotamiento temprano y uniforme del manzano.
La aplicación de compuestos clorados, particularmente DDT, puede causar retardo o
retraso del crecimiento de algunas plantas; aunque se ha registrado también que el
dieldrín y aldrín estimulan el crecimiento de otras.
Los informes sobre la influencia de los pesticidas en la iniciación de la floración,
cuajado y crecimiento de los frutos es muy diversa. Entre los pocos casos bien
definidos se encuentra la acción del carbaryl que cuando se aplica a los manzanos al
tiempo de la caída de los pétalos produce apreciable desprendimiento de frutitos; por
esta razón este producto puede utilizarse como raleador de frutos.
Los aceites emulsionables de petróleo alteran importantes procesos fisiológicos de
los cítricos. Se considera que retardan la respiración, reducen la asimilación del
anhídrido carbónico, retardan el desarrollo de las yemas y hojas, deprimen la
transpiración y favorecen la caída de las hojas. Además, afectan la composición de
los frutos (disminuye la acidez total y los sólidos totales), retardan su maduración, e
incrementan la incidencia de la "mancha de agua".
Ocasionalmente se ha registrado el efecto benéfico de los pesticidas en la fisiología
de las plantas; así ciertas dosis de azinfos-metílico aumentan la floración de algunas
plantas y el HETP estimula el crecimiento de las rosas. Productos como aldicarb y
carbofuran aplicados al suelo parecen tener cierto efecto estimulante en el desarrollo
de las plantas.
Tipos de toxicidad
Se distinguen dos formas de toxicidad: La toxicidad aguda y la toxicidad crónica. La
toxicidad aguda es producida por dosis relativamente altas de insecticidas que
causan efectos rápidos. La toxicidad crónica es consecuencia de una serie de dosis
pequeñas, cuyos efectos son muy difíciles de medir ya que normalmente debe
transcurrir un tiempo prolongado para manifestarse. Estos efectos son considerados
en la actualidad con creciente interés. Un producto insecticida a las dosis de uso
normal no debe afectar la reproducción de los mamíferos; no debe producir
malformaciones en la descendencia (efectos teratogénicos), ni tener efectos
cancerígenos u oncogénicos. Cualquiera de estos efectos inhabilita el uso del
producto.
Los casos de intoxicaciones agudas generalmente son consecuencia de algún
accidente en la manipulación del insecticida, por descuido o ignorancia. Las
advertencias señaladas en las etiquetas de los envases deben ser acatadas
estrictamente.
Se distinguen las siguientes modalidades de intoxicaciones:
Niveles de resistencia
La resistencia no se desarrolla al mismo ritmo en todas las poblaciones sometidas a
similares presiones de selección. En unos casos la resistencia se desarrolla
rápidamente, en otros ocurre en forma progresiva y puede que en algunos casos no
se llegue a desarrollar o se produzca en forma muy lenta. Aún dentro de una misma
especie se pueden presentar diferencias entre poblaciones aisladas. La explicación
está en los múltiples factores que están involucrados en el fenómeno. Según
Georghiou y Taylor (1986) hay factores genéticos, como la frecuencia de los alelos
de resistencia, el número de alelos involucrados y su condición de dominancia;
también intervienen las interacciones entre los alelos de resistencia, el efecto de
selecciones previas, por otros pesticidas. Hay factores biológicos y ecológicos, como
el número de generaciones por año, el tamaño de la descendencia por generación y
las condiciones de monogamia, poligamia y partenogenesis. También hay que
considerar las condiciones de aislamiento y migración, monofagia y polifagia. Entre
los factores operacionales están la naturaleza química del insecticida, su relación
con productos químicos usados anteriormente y la persistencia de los residuos.
También influye el nivel de infestación usado para las aplicaciones, el umbral de
selección, el estado de desarrollo del insecto, el modo de aplicación, los límites
espaciales de la selección y las selecciones alternativas.
El nivel de resistencia que finalmente alcanza una población puede ser similar o
superior a la tolerancia que registraron los individuos menos susceptibles de la
población. Pueden distinguirse tres casos principales de resistencia (Figuras 9:3).
a. La simple eliminación de los
individuos susceptibles sin incremento de la tolerancia entre los individuos
menos susceptibles. Esto causa solo un pequeño incremento en las dosis
requeridas para destruir los insectos.
b. La resistencia que progresivamente va incrementándose en toda la población.
Este caso sucede normalmente cuando muchos genes están involucrados en la
determinación de la resistencia (resistencia poligénica).
c. Resistencia que se caracteriza por la pronta diferenciación de una fracción de
la población altamente resistente que finalmente es la que persiste. En este
proceso generalmente hay un solo gene de resistencia específica (resistencia
monogénica) o muy pocos genes. En estos casos el fenómeno de resistencia es
más rápido y generalmente alcanza niveles muy altos.
Los niveles de resistencia que pueden alcanzar las poblaciones son muy variables,
en unos casos puede ser 10 veces (10X) más resistente que la población original, en
otros casos, puede alcanzar niveles de 100X o más.
Fuentes de resistencia
La principal fuente de resistencia de los insectos reside en sus mecanismos de
desintoxicación, pero también son importantes los factores que afectan la
penetración del insecticida a través de la cutícula, el almacenamiento de los tóxicos
en los tejidos del cuerpo, la penetración a través de membranas internas, los niveles
de colinesterasa y la capacidad de excresión (March, 1959). También es importante
la reducción de sensitividad de los sitios de acción.
En la resistencia a los insecticidas organofosfóricos con niveles máximos de
resistencia, tienen predominancia los mecanismos de desintoxicación. En los
insecticidas clorados el desarrollo de los niveles de resistencia, normalmente altos y
uniformes, son grandemente influenciados por las condiciones de saturación de los
sistemas de absorción.
Resistencia cruzada
En el desarrollo de resistencia ocurre con frecuencia el fenómeno de resistencia o
tolerancia cruzada; es decir que la presión de selección de un insecticida incrementa
también la resistencia de la población a otro producto que no fue usado en la
selección. Generalmente hay cierto grado de resistencia cruzada entre productos de
la misma clase. Pero dependiendo del mecanismo de resistencia también se
presenta resistencia cruzada entre diferentes clases. Por ejemplo, es notable la
resistencia cruzada entre el DDT y los piretroides (debido al gene kdr) y entre los
carbamatos y organofosforados por selección a la poca sensitividad de la
colinesterasa (Hama, 1983).
Algunas generalizaciones establecidas con anterioridad han encontrado muchas
divergencias con el tiempo; Así se sostenía que entre los fosforados la tolerancia
cruzada era relativamente baja en cambio era relativamente grande entre fosforados
a clorados.
Por otro lado, se consideraba que la tolerancia cruzada entre compuestos clorados
era relativamente alta en cambio entre clorados o fosforados, relativamente baja. En
algunos compuestos se ha encontrado resistencia cruzada de carbamatos a clorados
y a fosforados (Moorefield, 1959). Las poblaciones que exhiben resistencia contra
diversos productos se denominan polirresistentes.
Estabilidad de la resistencia
La estabilidad de los niveles de resistencia constituye un aspecto de gran
importancia práctica pero desafortunadamente todavía no bien esclarecida. En
general, la resistencia a los clorados, normalmente alta, es relativamente estable y
disminuye muy lentamente después que se elimina la presión de selección. Por el
contrario, la resistencia a los fosforados tiende a ser inestable y a disminuir
rápidamente después que se elimina la presión de selección (March, 1959). Es muy
probable que la inmigración de insectos y el flujo de genes entre poblaciones tenga
una importancia muy grande en la estabilidad de la resistencia.
- Piretroides: Son compuestos sintéticos que guardan alguna semejanza con las
substancias activas del piretro (esteres de los ácidos crisantémico y piretroico). Los
piretroides usados en agricultura son los llamados fotoestables que no se
descomponen tan fácilmente como las piretrinas (naturales) y aletrinas (sintéticas).
Son compuestos de una extraordinaria actividad biológica que afecta el sistema
nervioso de los insectos; en algunos casos sólo se necesita unos pocos gramos de
la substancia activa por hectárea. En general, son productos con amplio espectro de
acción, notoriamente sin efecto acaricida (salvo alguna excepción); no hay productos
sistémicos, su acción es por contacto con efectos paralizantes. La mayoría es poco
tóxica para el hombre y otros animales de sangre caliente por lo que su uso se ha
extendido contra plagas caseras y de salud pública.
- Sulfonados: (Acaricidas):
-Aramite ("Aramite")
-Clorbensido ("Chlorocide")
-Clorfenson ("Chlorfenson")
-Clorofenson ("Ovex")
-Clorfensulfuro ("Chlorfensulphide")
-Fenson ("Murvesco")
-Fluorbensido ("Fluorparacide")
-Genite ("Genitol")
-Propargito ("Omite")
-Tetradifon ("Tedion")
-Tetrasul ("Animert")
- Misceláneos: Compuestos muy diversos en su estructura química y en sus
características toxicológicas, incluye compuestos relativamente antiguos y productos
modernos. La mayoría tiene efectos acaricidas.
-Abamectina ("Vertimec")
-Azocyclotin ("Peropal")
-Bromopropilato ("Acarol")
-Clorfenetol C'Dimite")
-Clorobencilato ("Akar")
-Clorofenamidina ("Galecron")
-Cloropropilato ("Acaralate")
-Cyhexatin (“Plictran")
-Dicofol ("Kelthane")
-Dienoclor ("Pentac")
-Fenbutatin (“Torque")
-Oxitioquinox ("Morestan")
-Oxytane ("Neotran")
-Tranid (“Tranid")
Concentrados emulsionables: CE
(Emulsifiable Concentrate: EC ó E)
El concentrado emulsionable es un líquido de aspecto aceitoso que al ser mezclado
con el agua forma una emulsión. La dilución (o caldo) generalmente es muy estable
y requiere poca agitación. Se aplica en aspersión. Esta formulación se obtiene
disolviendo el producto insecticida y un agente emulsificante en un solvente
orgánico. También se usan otras substancias adyuvantes para mejorar los depósitos
en la planta.
Debe tenerse presente que el exceso de adyuvantes tensoactivos es
contraproducente, pues facilita el escurrimiento y el lavado del producto, y provoca la
formación de abundante espuma que dificulta el sistema de alimentación de la
pulverizadora. Esto último puede ocurrir cuando se usan diluciones muy
concentradas en lugar de los caldos diluidos para los cuales han sido calculadas las
cantidades de adyuvantes.
Los concentrados emulsionables tienen las ventajas siguientes: tienen altas
concentraciones de ingrediente activo por lo que su precio relativo puede ser
favorable, es fácil de transportar y almacenar; requiere poca agitación para mantener
la mezcla uniforme, no es abrasivo para el equipo de aplicación, no sedimenta, no
obstruye las boquillas, no deja residuos visibles sobre la superficie de frutas y
verduras.
Sus desventajas son: por su alta concentración en ingrediente activo, los errores de
medida se magnifican fácilmente; por lo general son más fitotóxicos, penetran más
fácilmente por la piel, los solventes pueden dañar las partes de jebe del equipo de
aplicación.
Ejemplos:
Tamarón 50 C.E.
GusathiónlOC.E
Parathión 50 C.E
Concentrados solubles: CS
(Solution: S)
Unos pocos productos insecticidas tienen su materia técnica líquida y soluble en
agua. Con la adición de algunos adyuvantes se obtiene la formulación de
Concentrado Soluble. Disuelto en agua se forma una solución uniforme que no
requiere agitación.
Las características mencionadas para los concentrados emulsionables se aplican
también para los concentrados solubles.
Ejemplos:
Folimat 100 C.S.
Azodrín 600 C.S.
Polvos mojables: PM
(Wettable Powder: WP)
Los polvos mojables tienen el aspecto de polvos finos, pero son concentrados que al
ser mezclados con el agua forman suspensiones. Estas suspensiones o caldos son
aplicados en forma de aspersiones o pulverizaciones. Los polvos mojables contienen
substancias humectantes y dispersantes y bases inertes que tienen cierto grado de
suspendibilidad en el agua, como el caolín, talco y carbonato calcico. La bentonita
tiene la más alta suspendibilidad pero tiende a recubrir la substancia activa con lo
que disminuye la eficacia de la formulación.
Los polvos mojables tienen las ventajas de su costo relativamente menor; facilidad
de manejo, transporte y almacenamiento, menor fitotoxicidad que los concentrados
emulsionables; fáciles de medir y mezclar; y de menor absorción por la piel que los
concentrados emulsionables. Las desventajas son: hay un mayor peligro de inhalar
los polvos concentrados en el momento de la medición y mezcla; requiere constante
agitación en el tanque, es abrasivo para las bombas y boquillas, y los residuos se
hacen visibles fácilmente.
Ejemplos:
Morestan 25 P.M.
Matacil 76 P.M.
Sevín 85 P.S.
En en caso del Sevín 85 PS los fabricantes se refieren a Polvos Suspendibles en
lugar de Polvo Mojable, pero no debe confundirse esta formulación con la de Polvos
Solubles que se trata a continuación.
Polvos Solubles: PS
(Soluble Powder: SP)
En los pocos casos en que la materia técnica es un compuesto soluble en agua; es
posible obtener un polvo que pueda disolverse directamente en el agua. Aún en
estos casos se requiere de adyuvantes que faciliten el mojado de la planta. No se
requiere agitación una vez que la solución está uniforme.
Ejemplos:
Dipterex 80 P.S.
Fundal 800 P.S.
Micro-encapsulados (Micro- encapsulation): Es una formulación especial en que las
partículas insecticidas sólidas o líquidas, están rodeadas por una cobertura plástica.
Mezclado con el agua forma una suspensión que se aplica en aspersión. El
encapsulado permite que el insecticida sea liberado paulatinamente y su efecto
residual sea mayor. Además tiene la ventaja de ser menos riesgosa para el
aplicador. Requiere agitación constante.
Suspendibles líquidos (Flowable: F o FL): Es un nuevo tipo de formulación líquida
que contiene en suspensión granulos finos del ingrediente activo. Estos
concentrados se diluyen en agua para su aplicación en aspersiones. Tienen las
ventajas de ser fáciles de manejar y raramente obturan las boquillas; su desventaja
es que requiera cierta agitación y puede dejar residuos visibles.
Granulos dispersables (Dry flowable: DF ó WDG): Son granulos que se dispersan en
agua formando una suspensión como los polvos mojables para ser aplicados en
aspersiones. La ventaja sobre los polvos mojables es que tienen menos riesgo de
ser inhalados y son más fáciles de medir, verter y diluir. También requieren agitación.
Paquetes solubles (Water Soluble Packets): Son formulaciones especiales para
reducir los riesgos de manejar productos altamente tóxicos. Son paquetes plásticos
que contienen polvos mojables o polvos solubles y que se disuelven al ser echados
en el agua. La mezcla se asperja como cualquier caldo insecticida.
Concentrados para ultra-bajo-volumen (Ultra low volunte concéntrate: ULV) Es una
formulación líquida que se aplica concentrada, tal como se vende o ligeramente
diluido en un líquido que no es agua. Se aplica en aspersión con un equipo especial
de UBV.
Granulados :G
(Granule:G)
Con ñnes o razones especiales, los insecticidas pueden formularse en forma
granulada. En estas formulaciones el insecticida va absorbido o adherido a la
superficie de granulos de inerte, en una concentración que permite su aplicación
directa. Con la formulación granulada se disminuye apreciablemente los riesgos de
intoxicación accidental y contaminación facilitando la aplicación dirigida del producto.
Los granulados se emplean en casos específicos como la incorporación de
insecticidas al suelo, la aplicación de larvicidas contra zancudos, o para el control de
insectos del maíz y otras plantas gramíneas que pueden retener los granulos entre
sus hojas.
Ejemplos:
Dipterex 2.5 G
Temik 10 G
Temik 15 G.
Peletizados (Pellets: P ó PS): Formulación similar a los granulados pero de mayor
tamaño siendo los pellets más uniformes en peso y forma.
Cebos tóxicos
(Bait; B)
Los cebos tóxicos son mezclas de insecticidas u otros pesticidas con alimento u
otras substancias atrayentes. Muchos de los cebos que se utilizan en la agricultura
se preparan en el campo; sin embargo algunos productos se venden como cebos ya
formulados.
Ejemplos:
Mirex, cebo contra hormigas cortadoras
Racumin cebo, contra ratas
Mesurol y Bugeta, cebos contra caracoles y babosas.
La preparación y utilización de los cebos se discute dentro del capítulo de Control
Biológico.
Cuadro 9:5
Tipo de pulverización Diámetro de la gota en mieras
gruesa mayor de 400
fina de 100 a 400
niebla o nebulización de 5 O a 100
aerosoles y neblina de 0.1 a 50
Las gotitas pequeñas son fácilmente arrastradas por la corriente de aire y si son
extremadamente pequeñas, como en el caso de los aerosoles, prácticamente no se
producen depósitos. En las aspersoras terrestres de bajo volumen las gotitas
generalmente están en el rango de 40 a 100 mieras, mientras que en las
aspersiones de alto volumen y en las aspersiones aéreas el tamaño de la gota es
considerablemente mayor.
El tanque o recipiente:
El recipiente del insecticida varía de acuerdo al tamaño y utilización de la aspersora.
Puede ser muy pequeño en las aspersoras manuales de jardines, con capacidad de
unos pocos litros, hasta muy grandes en las aspersoras motorizadas de frutales, con
capacidad de 2,500 litros o más. El material de construcción puede ser acero
inoxidable, bronce, hierro galvanizado, aluminio, fibra de vidrio, diversos materiales
plásticos, o madera. Los tanques metálicos suelen estar recubiertos de material
anticorrosivo.
El sistema de presión o de bombeo: /a presión del líquido puede lograrse por dos
mecanismos diferentes: por aire o gas comprimido en el tanque; o más comúnmente,
por acción de una bomba hidráulica.
a. Compresión de aire o gas: En las aspersoras llamadas de "compresión",
"presión previa", o de "bombeo de aire" (equivocadamente referida a veces como
"aspersoras neumáticas"), la presión del líquido se logra por medio de aire o gas
comprimido en el tanque; este aire puede provenir de una bomba de pistón, de una
compresora, o de una botella a presión. Las presiones que se desarrollan son
relativamente bajas, las máximas no sobrepasan las 100 lbs/pulg.2.
b. Bombeo hidráulico (Figura 9:5): Una bomba hidráulica genera la presión del
líquido. Existen diferentes tipos de bombas que se caracterizan por el grado de
presión que desarrollan y la cantidad de líquido que pueden bombear por minuto. A
esto último se denomina "capacidad de la bomba". La capacidad de la bomba debe
ser por lo menos 15 por ciento mayor que la capacidad de salida del sistema de
boquillas. El mantenimiento, limpieza, y reparación deben ser simples y económicos.
Los principales tipos de bombas son los siguientes:
Bombas de Pistón: La presión se desarrolla por medio del movimiento reciprocante
del pistón dentro del cilindro, alcanzándose presiones muy altas, con máximos de
150 a 800, o más lb/pulg2 y con capacidad de bombeo de 8 a 200 o más
litros/minuto; son bombas voluminosas, pesadas, costosas pero durables; se
adaptan a una gran variedad de usos; se les prefiere en pulverizadoras de frutales
por las altas presiones que desarrollan; pueden ser accionadas por su propio motor o
por la toma de fuerza del tractor.
- Bombas Rotatorias de Rodillos: Posiblemente son las más utilizadas; poseen
un rotor excéntrico con una serie de rodillos de nylon o de caucho que están alojados
transversalmente en canales del rotor; todo dentro de un cilindro. Al girar el rotor, los
rodillos, por la fuerza centrífuga, se mantienen en contacto con las paredes del
cilindro llevando el líquido. Son bombas pequeñas, simples, livianas que movilizan
gran cantidad de líquido (de 30 a 120 lit/min) y desarrollan presiones relativamente
altas (de 10 a 300 lb/pulg2). Se recomiendan rodillos de caucho para los productos
más abrasivos.
- Bombas Centrífugas: Están constituidas por un rotor que gira a gran velocidad
dentro de un cilindro. El líquido ingresa por el centro del rotor y es impelido por
fuerza centrífuga; son más pequeñas, livianas y simples que la de pistón, capaces de
movilizar grandes volúmenes de líquido (de 20 a 400 lit/min.) pero normalmente
desarrollan bajas presiones (de 5 a 70 lb/pulg2). Debido a la alta velocidad del rotor
estas bombas se desgastan rápidamente bajando su presión de bombeo.
- Bombas de Aspas Deslizantes: Funcionan en forma similar a la bomba de
rodillos, en donde los rodillos son reemplazados por aspas o paletas deslizantes. Se
recomienda solo para líquidos con buenas propiedades lubricantes.
- Bombas Rotatorias de Impulsor Flexible: Poseen un rotor-impulsor flexible de
neoprene, cuyas aspas se fiexionan y extienden al girar el rotor llevando el líquido.
Trabaja con todos los productos excepto aquellos altamente abrasivos,
generalmente desarrolla presiones inferiores a 50 lb/pulg' y moviliza de 20 a 110
lit/min.
- Bombas de Diafragma: Consiste en un cilindro con un diafragma. Por
movimientos reciprocantes del diafragma se succiona y se expulsa el líquido. Debido
a que no hay partes movibles en contacto con el líquido estas bombas son
especialmente útiles para líquidos corrosivos, siempre que éstos no deterioren el
material del diafragma. En general no desarrollan grandes presiones (de 10 a 100
lb/pulg2) ni movilizan grandes cantidades de líquido (de 10 a 40 lit/min).
Aspersoras de mochila
Es la aspersora más popular, se lleva a la espalda y está provista de una bomba
hidráulica de pistón o de diafragma que se acciona mediante una palanca durante la
plicación; posee un agitador y una cámara de compensación y desarrolla presiones
relativamente altas. Normalmente se usa en aspersiones en alto volumen, de 500 a
1,000 litros/ha en cultivos de surco, siendo un inconveniente el frecuente llenado del
tanque cuya capacidad varía de 15 a 30 litros. Con boquillas de bajo volumen se
aplica de 60 a 120 lit/ha.
Las aspersoras de mochila son muy versátiles. Se les recomienda para propiedades
pequeñas o para lugares donde el acceso de aspersoras motorizadas resulta difícil.
En extensiones medianas y cuando la disponibilidad de mano de obra lo permite,
pueden utilizarse cuadrillas de operadores. Con la adición de un tubo extensor a la
lanza portaboquilla es factible tratar arbustos y pequeños árboles. En general son
máquinas bastante simples y duraderas pero su operación es muy agotadora.
En años recientes se han desarrollado aspersoras de mochila cuya bomba, de pistón
o de diafragma, es accionada por un pequeño motor. Se pueden usar para tratar
arbustos medianos.
Procedimiento de la calibración
La descarga por hectárea de una aspersora se calcula midiendo el gasto de líquido
en una distancia conocida, digamos 50 ó 100 metros, repitiendo la operación tres o
cuatro veces para sacar un promedio. El número de litros descargados en el área de
prueba (distancia recorrida por ancho de aplicación) se refiere luego a litros por
hectárea de la siguiente manera:
Consideraciones previas
El equipo de aplicación debe prepararse con anterioridad suficiente, probando que
se encuentre en buen estado de funcionamiento. De esa manera se evitan demoras
costosas y tediosas durante la aplicación al tratar de reparar el equipo que funciona
deficientemente.
Debe disponerse de agua limpia, libre de partículas en suspensión que obturan los
filtros y las boquillas y sin partículas de arena que causan desgaste en las bombas y
en las boquillas. Los depósitos de agua deben estar ubicados en las cercanías del
área de trabajo para reducir el tiempo que se invierte en llenar el tanque de la
aspersora. En huertos de frutales es conveniente disponer de un depósito de agua
en alto, de gran capacidad, con un tubo de salida de gran diámetro que permita
llenar el tanque de la aspersora en pocos minutos.
Las aplicaciones deben estar a cargo de personal eficiente que conozca los objetivos
de la operación, la forma precisa en que debe efectuarse, y las medidas de
seguridad que deben observarse. En las •aspersiones de frutales, el planeamiento
incluye la forma en que los operarios deben avanzar de un árbol a otro evitando que
se enreden las mangueras. Los operadores deben estar enterados también de las
instrucciones que deben seguirse al producirse un accidente.
Grado de Cobertura
En general se considera que una aspersión es eficiente cuando cubre integramente
la superficie de la planta. Desde el punto de vista práctico el mayor o menor grado de
cobertura que se requiere está relacionado con el tipo de plaga, la planta y de
producto insecticida. Una aplicación deficiente puede obligar a un nuevo tratamiento,
irrogando mayores gastos y creando riesgos de toxicidad a las plantas.
- Influencia del tipo de plaga: Como norma general se considera que los
insectos que comen los hojas y que tienen gran movilidad, entran fácilmente en
contacto con los depósitos de insecticidas aun cuando el grado de cobertura no sea
total. Por el contrario, los insectos pequeños con poca o ninguna movilidad, o que se
ubican en lugares poco accesibles, como las cochinillas harinosas, las moscas
blancas, las queresas o las arañitas rojas, requieren una cobertura uniforme y
completa de la planta, de manera que el insecticida les llegue en el momento de la
aplicación. En estos casos es preferible las aplicaciones de alto volumen. Iguales
consideraciones deben tenerse para los insectos perforadores de frutos y tallos cuya
exposición a los insecticidas, antes que el insecto penetre al órgano que ataca, es
breve y en una pequeña área.
- Influencia del tipo de planta: La densidad del follaje, forma y tamaño de las
hojas, y el tamaño de las planta pueden dificultar la penetración de la aspersión
hacia las partes interiores de la planta. Las boquillas deben estar dispuestas de tal
manera que faciliten la penetración de las gotitas. Las plantas de hojas grandes y
decumbentes como las cucurbitáceas presentan grandes dificultades. En casos
difíciles conviene las aspersiones finas ayudadas con cierta turbulencia del aire; o
mejor aún, pulverizaciones neumáticas o espolvorees.
Las plantas con superficies cerosas como la cebolla o la col, son muy difíciles de
mojar; en tales casos se recomienda adicionar algún mojante-adherente que facilite
el depósito del insecticida.
A veces es necesario tener en cuenta aspectos fisiológicos de las plantas. En el
algodonero por ejemplo, las flores están abiertas durante el día y cerradas desde el
atardecer a la madrugada; de manera que las aspersiones en el día puedan penetrar
al interior de las flores donde se ocultan algunos insectos como el picudo. En cambio
las aplicaciones muy tempranas o muy tardías (generalmente espolvorees) no los
alcanzan directamente y los individuos que permanecen en las flores por un tiempo
relativamente largo, no llegan a ser afectados en forma completa.
Condiciones adicionales
En lo posible, las aplicaciones deben hacerse contra el viento o en sentido
transversal de manera que el operador no se vea expuesto al arrastre de su propia
aplicación. Durante la aplicación la velocidad de desplazamiento debe mantenerse
uniforme ya que las aceleraciones pueden producir depósitos insuficientes, y la
disminución de la velocidad, sobredosis, que pueden resultar fitotóxicas. Las
cabeceras del campo no deben dejarse de aplicar ni ser sobreaplicadas a fin de
evitar fuentes de reinfestación o casos de fitotoxicidad, respectivamente.
Las aspersiones normalmente son mejores en condiciones de vientos moderados y
cuando el follaje está seco. En estas condiciones las gotas de insecticida se
adhieren mejor, sobre todo después de secarse. No deben asperjarse plantas que se
encuentran húmedas. Algunos insecticidas o preparados pueden provocar
quemaduras cuando se aplican bajo insolación fuerte.
Aspersoras rotatorias
(Figura 9:14)
En las aspersoras rotatorias el líquido cae sobre un disco, copa, o cilindro de malla
que gira a alta velocidad. El tamaño de la gota varía con la densidad y tensión
superficial del líquido, la velocidad angular de rotación, el tamaño y las
características de la superficie y de los bordes del disco. El disco o cilindro puede
girar accionado por un eje o puede estar provisto de aspas que giran por una
corriente de aire. La ventaja de este sistema es que el tamaño de la gota es bastante
uniforme y puede regularse con la velocidad del disco; además permite el uso de
polvos mojables en volúmenes bastante bajos.
Los atomizadores rotatorios del modelo "Micronair" se utilizan en las aspersiones
aéreas de ultra-bajo volumen obteniéndose una distribución más uniforme que
cuando se emplea el sistema de boquillas hidráulicas.
Para aplicaciones terrestres de ultra-bajo volumen se han diseñado aspersoras
rotatorias portátiles muy livianas. Los modelos Micron Ulva y Micron Herbi, constan
de un disco de material plástico que gira accionado por un motorcito eléctrico. La
fuerza eléctrica para el sistema proviene de un grupo de pilas secas comunes
contenidas en la barra de sostén. El recipiente de insecticida es una botella de
plástico con un litro de capacidad. También hay aspersoras rotatorias montadas en
carretilla accionadas con un pequeño motor de explosión.
Mantenimiento de las aspersoras
Para dar una vida prolongada a las máquinas aspersoras, es necesario tener en
cuenta algunas medidas de mantenimiento. En general las aspersoras requieren
más cuidado que las espolvoreadoras porque son máquinas más complejas y usan
caldos insecticidas que normalmente son corrosivos.
Al terminar el día de trabajo el caldo insecticida debe ser drenado y la aspersora,
incluyendo las mangueras, enjuagada con agua limpia. El agua se elimina luego
haciendo funcionar la bomba por unos pocos minutos sin agua. En el Perú, salvo en
la cordillera, no hay problemas con noches frías congelantes; pero de ocurrir, hay
que considerar que si de deja agua dentro de la aspersora, su congelamiento
producirá daños graves al equipo.
Para evitar la obstrucción de los filtros y boquillas, el agua que se utiliza en los
caldos insecticidas debe ser siempre tamizada. Las boquillas y los filtros deben
quitarse periódicamente y limpiarse con un cepillo. Las empaquetaduras deben
chequearse y mantenerse en buen estado para evitar pérdidas de líquido y de
presión. Al comenzar cada día de trabajo todas las piezas movibles deben ser
aceitadas.
Si se ha usado algún herbicida, la máquina debe ser lavada con una solución
cáustica tibia y esta solución debe ser bombeada a través de todo el sistema por
cierto tiempo. Es preferible tener un equipo dedicado exclusivamente para la
aplicación de herbicidas, sobre todo si se aplica 2.4-D que es muy difícil de eliminar.
Para eliminar 2.4-D y sus similares debe emplearse detergente y el método de
amoniaco recomendado por los fabricantes. Los herbicidas a base de triazinas se
eliminan más fácilmente con abundante agua.
Si se trata de un equipo de uso estacional, al finalizar la estación, los tanques,
bombas y mangueras deben ser lavadas haciendo circular una solución cáustica y
luego enjuagadas con agua. Si se va a mantener el equipo sin uso por un tiempo
prolongado, el aceite de los motores debe ser drenado y cambiado por aceite nuevo;
las piezas pequeñas se limpian y almacenan en petróleo, las partes estructurales
deben ser desmontadas, limpiadas y pintadas. La maquinaria debe almacenarse en
lugar seco protegido del clima.
Los espolvorees
El espolvoreo consiste en la distribución del insecticida en forma de polvo fino
mediante el uso de máquinas espolvoreadoras. Los insecticidas que se usan en
espolvorees normalmente se adquieren en forma de polvos diluidos listos para su
aplicación, bajo la formulación denominada "polvos secos" (P). La aplicación de
polvos resulta conveniente en condiciones de ausencia o poca disponibilidad de
agua; pero en general son menos usados que las pulverizaciones; tienen las
ventajas de cubrir en forma rápida áreas relativamente grandes utilizando equipo
liviano; pero sus depósitos sobre las plantas suelen ser menos eficientes que en las
pulverizaciones, y las aplicaciones están supeditadas a las condiciones ambientales,
particularmente a la ausencia de viento para evitar el arrastre de los polvos.
Máquinas espolvoreadoras
Las máquinas espolvoreadoras están constituidas fundamentalmente por: (a) un
recipiente para los polvos o tolva; (b) un sistema generador de corriente de aire,
ventilador o fuelle; y (c) un sistema de tubos conductores que terminan en boquillas
de salidas o toberas. Complementando el sistema existe un dispositivo agitador de
los polvos y un dispositivo regulador de descarga o de alimentación del polvo.
La tolva, según la capacidad y uso del espolvoreador, varía en su tamaño, forma y
material de construcción. La capacidad de la tolva varía de 1/2 kg. o menos en los
espolvoreadores manuales a más de 100 kg. en los espolvoreadores motorizados.
El mecanismo generador de corriente de aire puede ser: de émbolo o pistón, de
fuelle, y de molinete o ventilador. Los dos primeros producen corriente de aire
intermitente y el último, corriente de aire continuo. El mecanismo propulsor puede ser
manual para cualquiera de los tres tipos. Además, el ventilador puede ser accionado
por conexiones al movimiento de las ruedas como en las máquinas espolvoreadoras
de tracción; por la toma de fuerza del tractor, o por su propio motor. En todos estos
casos se trata de un molinete o ventilador centrífugo.
Los tubos de salida del polvo suelen ser total o parcialmente flexibles y terminan en
una boquilla o tobera aplanada, en forma de cola de pez, o en otra forma. Las
boquillas tienen por fin controlar la dirección y distribución del polvo.
El sistema de agitación del polvo es variable según los modelos y tamaños de las
espolvoreadoras y tienen por fin mantener la fluidez del polvo para lograr una
descarga uniforme. El agitador puede ser mecánico, un dispositivo que se desplaza
o gira dentro de la tolva; o neumático, mediante el desvío de parte del aire del
ventilador hacia la tolva.
El sistema de alimentación o control de descarga puede ser una simple abertura
regulable provista de un agitador para favorecer la caída del polvo, un cepillo
rotatorio o conductor helicoidal, o por succión del aire que pasa a alta velocidad. La
descarga del polvo de la tolva puede hacerse hacia la corriente de aire o a la caja del
mismo ventilador o fuelle.
Tipos de espolvoreadores
(Figura 9:15 y 9:16)
Según su tamaño y uso, los espolvoreadores pueden clasificarse en los siguientes
tipos:
Espolvoreadores de tracción:
El molinete está accionado por conexiones con el movimiento de las ruedas sobre
las que está montado el espolvoreador. Pueden ser de diferentes tamaños según la
tracción; de carretilla tirados o empujados por una persona, de tracción animal, o de
tracción a tractor. Son de mayor capacidad que los anteriores y están provistas de
varias boquillas, generalmente de 4 a 8. La mayoría de estas máquinas están
diseñadas para espolvorear cultivos de surco, relativamente extensos. Son muy
raros en estos tiempos.
Espolvoreadores motorizados
(Figura 9:16)
Estas máquinas tienen la ventaja de disponer de una fuerza uniforme independiente
de la velocidad a que se desplaza. Hay varios tamaños de estas máquinas, desde
las portátiles llevadas a la espalda (tipo mochila) hasta las de autopropulsión,
pasando por aquellas montadas en tractores y otros vehículos. En general son
máquinas más complicadas que pueden llegar a tener hasta 18 boquillas de salida
que cubren hasta 12 m. de ancho. Las máquinas dispuestas con boquillas de salida
en aguilón o barra sirven para cultivos de surco. Algunas máquinas permiten
reemplazar el aguilón por un tubo de salida mucho más grande provisto de una
boquilla que permite su uso en espolvorees de arrastre. El arreglo de las boquillas
también pueden ser radial para espolvorear hileras de árboles. Los espolvoreadores
grandes permiten aplicar grandes áreas de manera rápida siempre que ellas sean
accesibles. De los espolvoreadores motorizados, el más conocido es el modelo de
mochila a motor, que no es más que una pulverizadora de mochila a motor con su
adaptación para espolvoreos.
Aplicaciones de granulados
Los insecticidas granulados se presentan en forma de partículas relativamente
grandes, entre 250 y 500 mieras, formadas por granulos de inerte impregnados con
insecticida. Debido a su tamaño, las partículas no están expuestas al arrastre por el
viento; las aplicaciones pueden dirigirse con mayor precisión y, como consecuencia,
los efectos sobre la fauna benéfica se reducen substancialmente. Por las mismas
razones se reducen en cierto grado los riesgos en la manipulación de las
substancias tóxicas. Insecticidas muy tóxicos, como el aldicarb, se formulan
exclusivamente en.granulos especiales tratando de disminuir los riesgos de su
manejo.
Aplicaciones al follaje
En ciertas plantas, como el maíz y la caña de azúcar, los insecticidas granulados
pueden utilizarse ventajosamente; los granulos se depositan en la terminal de la
planta o "cogollo" y en las axilas de las hojas controlando a los insectos que se
encuentran en estos lugares. 'En el país se usa Dipterex G, Sevín G. y otros
insecticidas granulados para combatir el gusano cogollero del maíz y el barreno de la
caña de azúcar en plantas de maíz. Se emplea de 6 a 12 Kg. de granulos por ha.,
dependiendo del sistema de aplicación y del tamaño de las plantas.
Por supuesto que los granulos no sirven para las aplicaciones foliares de plantas de
hojas anchas por cuanto no llegan a adherirse. Precisamente esta característica
permite que los granulos aplicados con avión pueden llegar al suelo a pesar de la
presencia de vegetación, incluyendo el follaje de los árboles. Este efecto se utiliza en
lugares pantanosos donde se aplican granulados contra las larvas de los zancudos.
Aplicaciones al suelo
Una forma común de la utilización de los granulados es su incorporación al suelo,
sea en aplicaciones directas o mezclados con fertilizantes. Cuando se trata de
insecticidas de contacto como el Aldrín, Heptacloro, Diazinon, Mocap granulado, las
aplicaciones están orientadas a controlar los insectos subterráneos. Cuando se trata
de insecticidas sistémicos, fácilmente absorbidos por las raíces de las plantas como
Thimet, Disyston, Temik o Furadan, también controlan insectos picadores,
chupadores y algunos masticadores del follaje en los períodos tempranos del
desarrollo de las plantas.
La aplicación de los granulos puede hacerse de diversas maneras: directamente con
la mano protegida con guante; mediante aplicadores manuales simples tal como una
botella invertida con la tapa perforada para la salida de los granulos; con pistolas
aplicaderas, con aplicadores de mochila, con máquinas a tracción o montadas al
tractor; con aplicadores de fertilizantes acondicionados; o por aviones.
Aplicaciones aéreas
(Figura 9:17)
Los insecticidas pueden aplicarse también por medio de aviones y helicópteros en la
forma de aspersiones, espolvorees y granulos. La primera utilización del avión con
este fin a nivel mundial de hizo en 1925 en Texas (Estados Unidos) y en el Perú en
1927 para hacer espolvorees en el valle de Cañete. Su uso se ha generalizado en
toda la costa en el cultivo del algodonero y en la costa norte en el cultivo del arroz.
Eventualmente se usa en papa y otros cultivos en la costa central (Melgar, 1978).
Con las aplicaciones aéreas se cubren grandes extensiones en corto tiempo, un
promedio de 60 hectáreas por hora, y se pueden tratar campos en circunstancias en
que no pueden utilizarse maquinarias terrestres; por ejemplo, cuando los campos
están recién regados, cuando la presencia de canales dificultan el movimiento de los
tractores, o cuando las plantas están desarrolladas y podrían dañarse con el paso de
la maquinaria. Los aviones aplican también herbicidas y fungicidas, así como
defoliantes, fertilizantes y aún semillas de arroz y otros cereales.
Para que las aplicaciones aéreas puedan realizarse, los campos deben ser
relativamente grandes y desprovistos de obstáculos como árboles, postes o cables
de alta tensión que dificulten la aplicación y entrañen peligro para los pilotos; deben
estar relativamente próximos a un campo de aterrizaje (a no más de 5 km.), y las
condiciones ambientales prevalentes deben ser buenas.
Tipos de aviones
Los primeros aviones utilizados en las aplicaciones de insecticidas en el país fueron
biplanos del tipo "Stearman" adaptados para estos fines, con capacidad de 600 a
800 litros o 700 kg. de polvo. Actualmente quedan muy pocos en servicio. Entre los
aviones especialmente fabricados para aplicar insecticidas están los aviones
monoplanos "Cessna" de ala baja con capacidad de 910 litros, los pequeños
"Pawnee" con capacidad de 560 h't. y otros como el monoplano de ala alta "Piper
Cub", y los aviones Gruman, Aero Comander e Ipanema Brasilero. En años recientes
se ha incorpora al servicio el "chuspi" un pequeño avioncito de fabricación nacional
con 100 litros de capacidad.
En general los aviones biplanos y monoplanos de ala baja depositan el insecticida
mejor que los monoplanos de ala alta debido a que producen mayor turbulencia y
mayor corriente de aire hacia abajo. De esta manera el insecticida puede llegar al
envés de las hojas y a las hojas inferiores de la planta.
El campo de aterrizaje
El campo de aterrizaje debe estar dentro de un radio de 5 km. de los campos a
tratar; sus dimensiones son de 40 m. de ancho por 600 a 800 m. de largo, en el
mismo sentido del viento predominante sin obstáculos orientado a la entrada ni a la
salida hasta una distancia de 500 m. En la cabecera del campo de aterrizaje debe
instalarse un tanque con cantidad de agua suficiente para el volumen de la
pulverización, y una motobomba. El tanque y la motobomba pueden ser
proporcionados por la compañía "fumigadora" (llamada así impropiamente).
Equipo pulverizador
Los aviones pueden estar provistos de diversos sistemas: boquillas hidráulicas
dispuestas en un aguilón portaboquillas, sistemas de barras rompe-gotas,
atomizadores rotatorios y tipos venturi. El sistema de boquillas hidráulicas es el más
usado pero existe una tendencia a incrementar el uso de los atomizadores rotatorios
("Micronair") sobre todo en las aspersiones de ultra-bajo-volumen, aunque el equipo
es más costoso.
El sistema de pulverización hidráulica consiste en una bomba centrífuga o de
engranajes normalmente accionada por una hélice pequeña colocada en la parte
anterior del fuselaje. El aguilón portaboquillas está colocado a lo largo del ala
generalmente con las boquillas del extremo del ala más cercanas entre sí para
contrarrestar la pérdida de presión hacia los extremos del aguilón. Las boquillas más
próximas al fuselaje deben estar más agrupadas hacia la derecha del avión para
contrarrestar el efecto de la hélice y lograr una distribución más uniforme de las
gotas. Esto es necesario sobre todo cuando el avión vuela bajo, de 0.30 a 3.0 m.
sobre las plantas como es lo normal. Para vuelos a mayor altura, o con aviones de
mayor distancia entre la hélice y el aguilón portaboquillas; no es necesaria esta
corrección. Se emplean boquillas especiales que se cierran automáticamente al bajar
la presión del líquido, de esta manera se evita el goteo del insecticida una vez que se
cierra la salida del tanque.
Las gotas que producen los aviones son relativamente grandes pero se dividen al
chocar con el aire mientras el avión está en vuelo. La pulverización se hace más fina
cuando más fuerte es el choque con el aire a la salida de la boquilla; esto permite su
regulación inclinando el ángulo de la boquilla.
Primer caso
Hallar la concentración de aplicación de una formulación comercial (P.C.) cuando se
conoce la concentración de aplicación del ingrediente activo (LA.). Ejemplo: se
recomienda aplicar parathión al 0.05% de ingrediente activo y se dispone de un
producto comercial "Parathión 50 C.E." ¿A qué concentración debe usarse el
producto comercial?
Respuesta: El "Parathión 50 C.E." debe usarse al 0.1% (Echar 1 ce de producto
comercial por cada litro de caldo insecticida).
Segundo caso
Hallar la concentración de aplicación del ingrediente activo cuando se conoce la
concentración de aplicación del producto comercial.
Ejemplo: se recomienda aplicar "Parathión 50 C.E." al 0.08%. Se desea saber a qué
concentración de ingrediente activo se aplica elparathión:
Tercer caso
Hallar la concentración a que debe usarse un producto comercial cuando se conoce
la concentración de aplicación de otro producto comercial del mismo insecticida pero
de riqueza diferente.
Ejemplo: se recomienda aplicar "Parathión 25 C.E." al 0.08% (producto
recomendado). ¿A qué concentración se debe aplicar el "Parathión 50 C.E. (producto
disponible)?
Respuesta: Se debe tomar 2 kg. de Aldrín 2% por cada kilogramo de Aldrín 5%.
Moscas minadoras
La oportunidad en el control de las moscas minadoras se determina según se trate
de destruir a los adultos o a las larvas. Productos insecticidas de depósitos
superficiales como triclorfon, arseniato de plomo más melaza, o piretroides tienen un
marcado efecto contra adultos y no sobre larvas; consecuentemente, las
aplicaciones deben efectuarse antes que se produzcan oviposiciones en gran
cantidad. Por el contrarío algunos insectidas de penetración y sistémicos incluyendo
fosforados, carbamatos y reguladores de crecimiento son capaces de matar a las
larvas dentro de las hojas. Estas aplicaciones deben hacerse antes de que las larvas
causen demasiado daño en las hojas y den lugar a altas poblaciones de adultos.
MEDIDAS DE SEGURIDAD
Los pesticidas son substancias intrínsecamente tóxicas de allí que su manejo desde
la compra hasta su aplicación, pasando por su transporte y almacenamiento, debe
estar rodeado de medidas de seguridad. Cualquier descuido puede provocar daños
serios a la salud, incluso la muerte. Si bien no todos los productos tienen el mismo
grado de toxicidad, las medidas de seguridad en el manejo de todos estos productos
deben constituir un hábito de trabajo.
FUMIGACIONES Y FUMIGANTES
En el ámbito agrícola, el término fumigación suele ser utilizado inapropiadamente
como sinónimo de aspersión o pulverización y hasta de espolvoreo. En su uso
correcto, fumigar significa aplicar gases o humos. Los gases usados en las
fumigaciones se llaman fumigantes.
Los gases fumigantes solo pueden ser usados en lugares confinados o cerrados; en
lugares abiertos los fumigantes se pierden rápidamente. Normalmente se fumigan
productos cosechados guardados en almacenes cerrados o cubiertos con cobertores
plásticos impermeables. También hay cámaras de fumigación para tratar plantas y
productos diversos. Cuando se fumiga el suelo debe disponerse de algún
mecanismo de cobertura para evitar la pérdida rápida de los gases.
Los gases tienen la propiedad de penetrar entre los intersticios del material
almacenado y hasta pueden penetrar al tejido vegetal en cierta proporción. Los
fumigantes penetran al cuerpo del insecto a través de su sistema respiratorio y de allí
pasan a los tejidos del cuerpo. De la misma manera, los gases penetran rápidamente
por las vías respiratorias del hombre y otros mamíferos hasta los pulmones donde
son absorbidos rápidamente y pasan a la sangre. Estos productos son
extremadamente peligrosos por su alta toxicidad y fácil absorción pulmonar.
Por los riesgos que conlleva, la aplicación de fumigantes a escala comercial es una
actividad muy especializada que no puede ser tratada en detalle en este texto. El
lector interesado puede recurrir a publicaciones especializadas sobre control de
plagas de productos almacenados, manuales de fumigación o artículos sobre el uso
específico de ciertos fumigantes.
Dosificación
Normalmente la dosis de un fumigante se expresa en cantidad de fumigante
(kilogramos, litros, número de pastillas) que se aplica a un volumen dé espacio por
un tiempo determinado. Las dosis deben ajustarse a una serie de factores como la
temperatura, cantidad de material almacenado en el volumen tratado, grado de
hermeticidad de la estructura de fumigación y, por supuesto, tiempo de tratamiento.
Una dosis determinada en un volumen conocido vacío produce una concentración de
gas uniforme en todo el espacio. La concentración puede expresarse en peso por
volumen (g/m3), en partes por volumen (calculado en número de moléculas de gas
por volumen de aire por ejemplo 2,555 ppm por volumen), o en porciento por
volumen (ejemplo derivado del anterior: 0.2555 por ciento por volumen). La
concentración de gas disminuye substancialmente por absorción y adsorción del
material que se almacena y por fuga de la estructura de fumigación.
La mortalidad de un insecto a una determinada temperatura está dada por dos
factores que actúan en conjunto: la concentración del gas y el tiempo de fumigación
(concentración x tiempo: C x T). En general, puede decirse que ambos factores
tienen el mismo grado de importancia y se puede variar la concentración o el tiempo
de exposición siempre que el total de C x T se mantenga igual. Si se baja la dosis a
la mitad debe duplicarse el tiempo de exposición y viceversa. Si para controlar una
plaga se requiere 40g/m de bromuro de metilo por 4 horas (a 20°C), se obtendrá
resultados similares con 80 g/m por 2 horas o 20 g/m3 por 8 horas.
Toxicidad y Seguridad
Los fumigantes son extremadamente tóxicos, se difunden fácilmente e ingresan
rápidamente por las vías respiratorias. Su manejo, aún en pequeña escala, exige
que se tenga una serie de precauciones. Los lugares de fumigación deben estar
separados de viviendas, oficinas o cualquier otro ambiente ocupado por personas o
animales. Siempre existe el peligro de la fuga del fumigante. Además, durante el
proceso de aereación todo el gas debe disiparse. Por estas razones es prerefible
que la estructura para la fumigación se encuentre en espacio abierto.
Por supuesto que personal especializado puede efectuar fumigaciones en
almacenes, molinos, barcos, vehículos de carga, etc. pero este tipo de operaciones
no están consideradas en este caso. Por esta razón no se tratan aquí temas como
métodos de detección de gases, límites de concentración y de tiempo de exposición
tolerables por el operador y otros temas especializados.
Como regla general, durante la operación de fumigación, nunca debe trabajar una
persona sola, pues de recurrir un percance el operador rápidamente pierde el sentido
y precisa de ayuda externa.
Algunos fumigantes vienen mezclados con una sustancia muy irritante (como la
cloropicrina) de modo que la presencia del gas en el aire puede ser detectado
rápidamente.
Las máscaras protectoras con filtros intercambiables (cartridges o cartuchos) que se
usan comúnmente para proteger al operador durante las aspersiones de insecticidas
en el campo no dan suficiente protección contra los gases. Las máscaras contra
gases (para concentraciones que no excedan el uno por ciento por volumen de aire)
deben cubrir toda la cara y estar conectada a un filtro especial o canister para
vapores orgánicos que generalmente contienen carbón activado. El canister debe
reemplazarse aproximadamente después de dos horas de exposición.
Principales Fumigantes
Existen muchos productos fumigantes entre ellos el bromuro de metilo, la fosfina, el
dibromuro de etileno y el gas cianhidrico. De éstos los dos primeros son los usados
más ampliamente.
Bromuro de Metilo: Se usa ampliamente para la fumigación de granos y otros
productos almacenados, así como para la desinfestación y desinfección del suelo en
cultivos de gran valor económico, como las fresas, y en el tratamiento de mezclas de
suelo en los viveros. El producto es tolerado por muchas especies de plantas de
vivero y tubérculos de papa (para el control de la polilla) pero puede ocasionar daño
en algunos frutos. A la dosificación (concentración por tiempo) de 85 mg/litro/hora es
efectivo contra la polilla de la papa sin dañar los tubérculos. El camote no es tan
tolerante como la papa a este tratamiento. El bromuro de metilo es el principal
fumigante para fines cuarentenarios por que su penetración y efectividad es rápida
(24 horas), es efectivo aún a bajas temperaturas y se disipa rápidamente después
del tratamiento.
Hay cierta tendencia, entre los organismos dedicados a la protección del ambiente, a
que se prohiba el uso comercial del bromuro de metilo pues es uno de los
compuestos que reducen el ozono de la atmósfera.
El bromuro de metilo se vende en forma líquida que se gasifica rápidamente en el
medio ambiente. Los envases más pequeños son latas con capacidad de una libra
de peso y requieren de un aplicador especial que perfora la lata. También se vende
en cilindros metálicos de hasta 100 libras de peso neto. Su aplicación, en
comparación con las pastillas de fosfína, resulta mas complicada y no se puede
dosificar cantidades pequeñas cuando se perfora la lata.
Fosfina: El uso de la fosfina se ha incrementado rápidamente desde mediados de la
década del 60, reemplazando en gran parte al bromuro de metilo y a otros
fumigantes. La razón es que la fosfina resulta mas fácil de aplicar, se comercializa
mas ampliamente y suele ser más económica; pero para que el tratamiento sea
efectivo se requiere de tiempos prolongados, generalmente más de 7 días. Otra
limitación es que no funciona bien a temperaturas bajas.
La fosfina (o fosfuro de hidrógeno) pura es altamente inflamable, por lo que las
formulaciones comerciales, que son pastillas o granulos (o pellets), contienen una
substancia que se volatiliza conjuntamente con la fosfina al ponerse en contacto con
el aire. Como precaución debe indicarse que la fosfína corroe las superficies de
cobre y puede dañar los contactos de los aparatos eléctricos.
Nombres comerciales comunes de la fosfína son: Phostoxin, Gastoxin y Detia, entre
otros.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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Insecticidas Clorados
Nombre Técnico Nombres Toxicidad Tipo de Producto
Comerciales (DL50 mg/kg)
Acaricíelas Descontinuados
Binapacril (Morocide, Acricid)
Clorbenside (Crlorocide, Chlorparacide)
Clorfenetol (Qikron, Dimite, DMC, DCPC)
Genite
Genitol
Tetrasul (Animert, V-101)
Tioquinox (Eradex)
Tranid (Tranid)
Insecticidas Reguladores de Crecimiento
Nombre Técnico Nombres Toxicidad Tipo de Producto
Comerciales (DL50mg/kg)
USO DE FEROMONAS
Muchos insectos se comunican entre sí por medio de sonidos, pero la
mayoría lo hace por medio de olores. Se trata de substancias llamadas
feromonas que son secretadas por un individuo y son percibidas por otro
individuo de la misma especie, el cual reacciona ante el olor con un
comportamiento específico y fijo. Hay feromonas que sirven para atraer
individuos del sexo opuesto (feromonas sexuales); otras, para producir
agregamientos o concentraciones de insectos de la misma especie
(feromonas de agregamiento), para señalar el camino que deben seguir otros
individuos, o para provocar alarma y dispersión entre la población. La
obediencia ciega del insecto a la feromona abre muchas posibilidades para
manejar a voluntad su comportamiento.
Los primeros usos prácticos se han logrado con feromonas sexuales cuya
ocurrencia es común entre los insectos.
Las feromonas sexuales ha sido estudiadas especialmente en lepidópteros.
En menor proporción en Coleópteros y otros órdenes de insectos. Las
hembras emiten las feromonas y los machos son capaces de percibirlas a
distancias muy grandes. Gracias a las feromonas sexuales los machos
pueden ubicar a una hembra distante decenas o centenas de metros.
Hay dos modalidades para el uso de las feromonas sexuales que han logrado
ser sintetizadas y comercializadas. En primer lugar, se utilizan como agentes
atrayentes para trampas y cebos (ver los acápites sobre Trampas y Cebos en
este Capítulo).
La segunda forma de uso consiste en producir la "confusión de los machos"
mediante la inundación o saturación de grandes áreas con el olor de
feromonas sexuales. El exceso de feromonas en el medioambiente evita que
los machos detecten la feromona secretada por las hembras y,
consecuentemente, pierden la capacidad de encontrar pareja. Se han
reportado casos exitosos en el control del gusano rosado de la India en los
campos de algodón (Campion y col. 1987) y el control de la polilla de la papa
en almacenes (Raman, 1988).
Las feromonas de agregamiento, que se presentan sobre todo en
escarabajitos de los troncos (escolítidos), están siendo utilizados
experimentalmente para orientar a estos insectos hacia árboles que no son
susceptibles (hospederos inapropiados).
ATRAYENTES DE ALIMENTACIÓN
Los atrayentes de alimentación pocas veces son substancias nutritivas en sí;
más comúnmente son compuestos asociados con ellas de alguna manera,
como la fragancia de las flores para los insectos que se alimentan del polen o
del néctar, substancias relacionadas con la descomposición o fermentación
de los alimentos, o substancias que producen respuestas similares sin
guardar aparente relación química con los alimentos. Los atrayentes de
alimentación pueden obtenerse a base de extractos de la planta, frutas
maduras y trituradas, harina de pescado y otras materias igualmente
complejas. Las substancias más simples generalmente son productos de
descomposición orgánica, como el amonio, aminas, sulfures y ácidos grasos.
Un atrayente de alimentación para los moscas de la fruta usado comúnmente
es la proteína hidrolizada.
ATRAYENTES SEXUALES
Los atrayentes relacionados con la atracción sexual de los insectos son muy
poderosos; pueden ser las mismas feromonas sexuales, naturales o
sintéticas, o substancias bioanálogas (mímicas) de esas feromonas; es decir
substancias que, teniendo una estructura química diferente, producen
reacciones similares a las feromonas sexuales.
En la mayoría de los casos las feromonas sexuales son secretadas por las
hembras vírgenes y atraen a los machos. Las feromonas son activas en
cantidades sumamente pequeñas. En condiciones de laboratorio se han
logrado reacciones positivas con concentraciones del orden de una
millonésima de gramo de feromona por litro de aire (Shorey y Gastón 1964).
Debido a esta gran poder de atracción es posible detectar con estas
substancias poblaciones muy bajas de insectos. En cierta forma una
limitación en el uso de los atrayentes sexuales es que no se logra atraer a las
hembras, que son los individuos que depositan los huevos.
Las feromonas sexuales de muchas especies de insectos, han sido aisladas
e identificadas químicamente. Hasta mediados de la década del 70 estos
productos incluían no menos de 50 especies de lepidópteros (Tamaki 1977).
Desde entonces el número de compuestos se ha incrementado
substancialmente y muchos de ellos se han sintetizado con fines
comerciales. Varias compañías se han especializado en la producción de las
substancias activas y de sus formulaciones para usos específicos tales como
muestreo, captura masiva, desorientación de apareamientos y supresión de
poblaciones. Así, con el nombre comercial de Hercon Luretape se vende una
serie de productos que atraen a la mosca mediterránea, mosca del melón,
polilla de la manzana, picudo grande del algodonero, gusano rosado del
algodonero, escarabajo japonés, gusano medidor de la col, polilla oriental de
la fruta, gusano medidor de la soya, gusano cogollero del maíz, gusano
mazorquero del maíz, bicho del cesto, gusano cortador negro, polilla gitana,
enrollador omnívoro de la hoja, cucarachas Periplaneta, escarabajo
perforador del durazno, gusano del brote del tabaco, escarabajitos de la
corteza del olivo, y otras especies.
De la misma manera con los nombres de Isomate, Rimilure y Pherocon se
ofrecen diversos atrayentes comerciales para plagas agrícolas; y con el
nombre de Storgard, atrayentes para insectos de productos almacenados.
Entre los compuestos que se emplean en muestreos de campo están los
siguientes productos:
Atrayente Especie Atraída
Metil eugenol Mosca oriental de la fruta Dacus dorsalis
Cue-lure Mosca del melón Dacus cucúrbitas
Siglure Mosca del Mediterráneo Ceratitis capitata
Medlure Mosca del Mediterráneo
Trimedlure Mosca del Mediterráneo
Gyplure Polilla gitana Lymantria dispar
Disparlure Polilla gitana
Butyl sorbalo Escarabajo europeo Amphimallon majatos
Metil linolenato Escarabajo de la corteza Ips typorgraphus
PEP. Eugenol (7:3) Escarabajo japonés Popillia japónica
Lactona Escarabajo japonés
Grandlure Picudo grande Anthonomus granáis
Gossyplure Gusano rosado Pectinophora gossypiella
Hexalure Gusano rosado
Z-9-DDA Cogollero del maíz Spodoptera frugiperda
Virdure Bellotero Heliothis virescens
Orfamone Polilla oriental Grapholitha molesta
Además se han identificado y/o sintetizado atrayentes sexuales para plagas
como:
- La polilla de la papa Phthorimaea operculella (Zeller) (Fonda y col.
1975).
- Gusanos medidores Trichoplusia ni (Hübner) y Pseudoplusia includens
(Walker) (Mitchell y col. 1975).
- Polilla de la manzana Laspeyresia pomonella (L.) (Roelofs y col.
1971).
- El gorgojo del camote Cylas formicarius (Heath y col. 1991).
proteína 10 c.c.
hidrolizada
Bórax granulado 20 gr.(preservante)
agua 1 litro
Con las trampas tipo Steiner se suelen utilizar atrayentes sexuales como el
Trimedlure, específico para la mosca mediterránea de la fruta. El atrayente se
aplica en una mecha de algodón que debe ser cebada periódicamente;
aproximadamente 2.5 ce cada 15 días. Para matar a las moscas se utiliza
polvos de diclorvos u otro insecticida, aproximadamente 2 gramos por
trampa.
También puede usarse como atrayente de alimentación una solución de
Staley's sauce N° 7, u otra sustancia para capturar diversas especies de
moscas de la fruta.
Las trampas pegantes cebadas con Trimedlure son muy eficientes para la
mosca mediterránea, por lo que se le recomienda para detectar poblaciones
bajas. La superficie de la trampa se cubre con una sustancia pegante que
perdura por un tiempo prolongado. Existen diversos modelos, siendo el tipo
tablero el más común.
Recientemente se ha encontrado que las trampas con feromonas del gorgojo
del camote Cylas formicarius tienen un gran potencial en el control de esta
plaga.
La captura de machos de la polilla de la papa a base de trampas cebadas
con feromonas sexuales permite decidir aplicaciones de insecticidas más
oportunas y reducir las poblaciones en el campo y en el almacén (Raman,
1988)
Trampas luminosas
En las trampas luminosas el atrayente puede ser un foco de filamento de
tungsteno, un tubo fluorescente, un tubo de luz ultravioleta, o la llama de un
mechero (Pozo, 1973; García y col., 1972). El sistema de captura de los
insectos está formado por mandilones o superficies de impacto, un embudo y
un recipiente donde caen los insectos. El recipiente varia, según se desee
mantener a los insectos vivos o muertos; si van a ser identificados
posteriormente, o si serán eliminados sin examinarlos. En las trampas de
detección los insectos deben conservarse en buen estado para facilitar su
identificación. Si sólo se busca su destrucción basta usar un recipiente que
contenga agua con aceite, querosene, o petróleo. Las parrillas eléctricas no
son eficientes en el campo pero pueden resultar útiles en uso casero e
industrial.
Las trampas luminosas pueden ser unidireccionales y omnidireccionales,
según que la fuente de luz sea visible desde una sola dirección, o de todos
los ángulos.
CEBOS TÓXICOS
Los cebos tóxicos son mezclas de una sustancia atrayente con un
insecticida. Los cebos generalmente están orientados a controlar insectos
adultos por que la movilidad de los individuos es fundamental para la
eficiencia del cebo. En algunos pocos casos se usan cebos contra larvas
como en el control de los gusanos de tierra (noctuidos).
La gran ventaja del cebo tóxico es que el efecto insecticida se restringe a la
especie dañina que es atraída por el cebo. De esta manera se confiere
especificidad al tratamiento evitando dañar a los insectos benéficos. Al
mismo tiempo se ahorra insecticida porque la aplicación es localizada. En
general, el tratamiento tiende a ser más económico y selectivo.
Destrucción de machos a base de cebos
La combinación de atrayentes sexuales con insecticidas constituyen cebos
de gran potencial. En la pequeña isla de Rota en el Pacífico, se logró
erradicar la mosca oriental de la fruta Dacus dorsalis, mediante la aplicación
de cebos a base del atrayente metil eugenol y el insecticida naled,
impregnados sobre bases de fibra. El atrayente actúa solamente sobre los
machos de modo que la erradicación se logró sin afectar directamente a las
hembras.
Uso de Repelentes
Los repelentes pueden ser mecánicos (texturas superficiales, polvos,
gránulos, ceras, espinas, pubescencia). Los repelentes químicos pueden ser
gaseosos u olfatorios y de contacto. Los primeros tienen el inconveniente de
su escaso poder residual debido a su volatilidad; los de contacto, el
inconveniente de dejar superficies libres del producto, conforme crecen los
tejidos de la planta.
Hasta la fecha no se han desarrollado repelentes sintéticos que puedan ser
usados en forma práctica en las plantas. Los productos repelentes que
existen actualmente se emplean contra insectos que dañan telas y contra
algunos insectos que atacan a las personas, como los repelentes contra
zancudos y mosquitos.
En la sierra del Perú se usa tradicionalmente una planta llamada "muña" para
proteger a la papa almacenada contra las polillas de la papa y el gorgojo de
los Andes. En realidad se trata de varias especies de Minthostachys y
Satureja de la familia Labiadas que resultan repelentes contra estos insectos
(Ormachea, 1979). Efectos similares contra la polilla de la papa presentan las
hojas de Lantana (Raman y col. 1987). En ambos casos las substancias
activas son aceites esenciales.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Métodos de esterilización
La Esterilización de los insectos se obtiene mediante radiaciones y con
esterilizantes químicos.
Esterilización química
Ciertos compuestos químicos son capaces de causar esterilidad de los
insectos. Este efecto puede deberse a las siguientes mecanismos: (a)
aspermia o falta de óvulos (esterilizantes antimetabolitos), (b) muerte del
óvulo o del esperma después de haberse formado y (c) producción de
mutaciones letales dominantes en el esperma o en los óvulos (agentes
alkilantes). Esto último es lo más deseable pues en estas condiciones los
machos resultan mejores competidores de las poblaciones normales que en los
otros casos. En algunas especies y con algunos productos esterilizantes el
efecto de esterilización puede ser permanente y en otros casos sólo
temporal.
Los antimetabolitos son substancias que producen síntomas similares a
la ausencia de metabolitos específicos esenciales para el desarrollo de
las células, en este caso de las células germinativas. Entre los numerosos
compuestos antimetabolitos están las purinas y las pirimidinas.
Los agentes alkilantes son compuestos capaces de reemplazar el hidrógeno
de una molécula orgánica por grupos alkílieos; como consecuencia, el
esperma sufre defectos genéticos que evitan el desarrollo del zigote
después de la fertilización. Entre los agentes alkilantes está el importante
grupo de las azarinas al cual pertenecen los compuestos afomida, afólate,
tepa, metepa, tio-tepa y tetramina.
El tratamiento con los esterilizantes varía en las diversas especies de
insectos. El proceso más simple es la inmersión de pupas en el compuesto
esterilizante por un tiempo determinado. La esterilización en el estado adulto
es más complicada debido a que los insectos adultos son normalmente
muy activos y susceptibles a dañarse cuando están muy aglomerados. La
esterilización puede ser por contacto en adulto recién emergidos o por
ingestión del producto esterilizante. Los esterilizantes químicos son
fácilmente absorbidos y muy peligrosos; pueden causar esterilización,
cáncer y teratogenesis o deformaciones congénitas en los humanos. Se
buscan nuevos productos que no tengan estas características.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
CUARENTENA
La cuarentena tiene por objeto evitar la introducción de plagas y
enfermedades peligrosas que no existen en el país o están muy poco
difundidas; o evitar la propagación o dispersión dentro del país de aquéllas que
ya han sido introducidas pero que tienen una distribución restringida. Para tal
fin las disposiciones cuarentenarias condicionan, regulan, restringen o
prohíben la introducción, transporte o existencia de plantas o productos
vegetales. La cuarentena puede ser externa o interna según que el área de
protección sea todo el país o una región dentro del país.
El establecimiento de medidas cuarentenarias debe hacerse a base de
consideraciones biológicas, geográficas, climáticas y económicas.
Consideraciones biológicas:
Debe conocerse el ciclo de vida de la plaga o del patógeno, su forma y
capacidad de supervivencia bajo la condiciones de transporte, su rango de
hospederos y medios de propagación, así como los tratamientos (generalmente
fumigaciones) necesarios para destruir las plagas en los productos
importados.
Consideraciones geográficas:
Para que la cuarentena sea factible, deben existir barreras naturales
como desiertos, cordilleras, ríos, lagos, o mares, que imposibiliten el ingreso
natural de la plaga. Las barreras naturales pueden ampliarse con la
eliminación de las plantas hospederas en las áreas limítrofes.
Consideraciones climáticas:
Hay que considerar las posibilidades que tiene la plaga para establecerse en
el nuevo territorio. No tendría sentido una cuarentena contra una plaga que
no tiene posibilidades de establecerse en la nueva zona por razones climáticas
o de otra índole. En general parece que la aclimatación de las formas
subtropicales y tropicales a las zonas templadas es más difícil que la de las
plagas de zonas templadas a las regiones subtropicales.
Consideraciones económicas:
Debe estimarse el daño que podría ocasionarse en el país. La importancia
económica que tenga la plaga en su lugar de origen, no siempre es una buena
referencia de la potencialidad del daño, pues la plaga puede encontrarse
sometida a una serie de factores de represión, sobre todo por la normal
presencia de enemigos naturales que no se encuentran en el nuevo país. El
nematodo del quiste de la papa, por ejemplo, parece ser mucho más dañino en
los Estados Unidos y Europa que en la región andina, su centro de origen. En
general los beneficios económicos estimados deben superar el costo que
demanda el establecimiento de la cuarentena.
CUARENTENA EXTERNA
La Cuarentena Externa trata de evitar el ingreso al país de las plagas y
enfermedades peligrosas que no existen o están muy poco difundidas. La
Cuarentena Externa puede ser absoluta o parcial según que se prohíba
terminantemente la importancia de ciertas semillas, plantas o productos, o
que se permita su ingreso si se cumplen ciertos requisitos. En el Perú se tiene
prohibida la importación de semilla o plantas de algodón, estacas de caña
de azúcar, plantas o yemas de cítricos, semilla o plantas de café, plantas o
rizomas de plátanos, tubérculos de papa, semillas y torta de higuerilla, semilla
de arroz y raíces de camote. Se permite solo importación restringida de
vid y olivo previo cumplimiento de requisitos y condiciones especiales.
La cuarentena externa se establece restringiendo las aduanas por donde
se pueden introducir las plantas al país. En el Perú la cuarentena se establece
a través del Terminal Marítimo del Callao, El aeropuerto Internacional de Lima-
Callao, la Oficina del Correo Central de Lima, el Puerto de Matarani, el Puerto
de Iquitos y los puestos fronterizos de Tumbes, Tacna y Puno. El material
llegado a un puerto es inspeccionado por el Inspector de la Oficina de la Estación
Portuaria de Cuarentena Vegetal que da la licencia de internación, previo
tratamiento de fumigación si fuera necesario. La inspección resulta más eficiente
cuando se realiza antes del desembarco.
Debido a la facilidad con que los insectos pueden ser transportados en los
aviones de viajes internacionales, se procede a la aplicación de aerosoles en
los compartimientos de pasajeros e equipaje tan pronto el avión arriba.
Una amenaza permanente contra la eficiencia de la cuarentena son los
pasajeros que por irresponsabilidad o ignorancia introducen furtivamente
materiales vegetales al país.
CUARENTENA INTERNA
REGLAMENTACIÓN DE CULTIVOS
ERRADICACIÓN DE PLAGAS
REGLAMENTACIÓN DE PESTICIDAS
Comercialización
La importación, exportación, venta y distribución de los pesticidas se
encuentran bajo una reglamentación especial (RS. 187-72-AG). Cada producto
pesticida debe ser aprobado y registrado en el Ministerio de Agricultura
siguiendo un procedimiento establecido. La autorización es válida por dos
años al término de los cuales debe renovarse. Si se trata de productos
experimentales se requiere de un permiso provisional mientras se realizan los
ensayos sobre sus posibles usos.
La venta debe hacerse en envases aprobados oficialmente; en ningún caso
se permite envases de vidrio para productos tóxicos. Las etiquetas también
son aprobadas oficialmente, debiendo estar en castellano e indicar el nombre
comercial del producto, el tipo de formulación, composición química, la
riqueza en ingrediente activo, contenido neto en volumen o peso; instrucciones
para su empleo incluyendo dosis de aplicación, tiempo mínimo entre la
última aplicación y la cosecha, precauciones para evitar accidentes, antídotos
y medidas en caso de intoxicaciones; si el producto es explosivo o
inflamable, número de lote y fecha de expiración de la acción insecticida si
tal ocurriera, y el número de registro expedido por el Ministerio de Agricultura.
Está prohibida la venta de pesticidas de "composición secreta".
Los productos con ingredientes activos que poseen la dosis letal media
(DL50) oral para ratas menos de 500 mg/kg llevan el símbolo convencional de la
muerte (una calavera con dos tibias cruzadas) y las palabras "PELIGROSO-
VENENO". Si la dosis letal media es mayor de 500 mg/kg se colocará las
palabras CUIDADO-PELIGRO.
En otros países se hacen mayores distinciones en los niveles de toxicidad; por
ejemplo: "Extremadamente tóxicos" cuando la DL50 es menor de 100 mg/kg;
"Altamente Tóxicos" para LD50 de 101 a 250; "Moderadamente Tóxicos"
para DL50 de 251 a 1,400; y "Ligeramente Tóxicos", cuando la DL50 es
mayor de 1,400 mg/kg. Está prohibida la fabricación, almacenamiento y
venta de pesticidas agrícolas en los mismos ambientes en que se fabrican,
almacenan o venden alimentos, bebidas o medicinas. Iguales restricciones
existen para su transporte.
Utilización de pesticidas
Existen disposiciones que incluyen la reglamentación del uso de los
pesticidas (R.S. 427-MA-50 y RM 787-MA-53). Cuando se trata de
aplicaciones aéreas las especificaciones son más estrictas, sobre todo en el
caso de los herbicidas. Las restricciones en el uso de los insecticidas
orgánicos se dan en las reglamentaciones de los cultivos específicos que se
han mencionado anteriormente.
En otros países hay una tendencia a considerar disposiciones generales
más estrictas que las que existen en nuestro país; así, por ejemplo, al
adquisición de pesticidas extremadamente tóxicos solo pueden realizarse
con la autorización escrita de un Ingeniero Agrónomo o un técnico autorizado
por el Ministerio de Agricultura; y su aplicación sólo puede hacerse bajo
su dirección o con sus indicaciones por escrito. En todo caso los usuarios son
responsables de los daños causados por el uso indebido o la mala aplicación
de los productos pesticidas.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
FAO. 1986. Código internacional de conducta para la distribución y utilización
de plaguicidas. Rome. 26 pp.
LAMAS, JOSE M. 1959. El estado del problema del "gorgojo de la chupadera" en
el Valle de Huaura. Rev. Peruana de Entornol. AGric. 2 (1): 45-50.
MINISTERIO DE AGRICULTURA DE CHILE. 1966. Pesticidas. Ley N° 15.703
y Decreto N° 567. Boletín Técnico N° 21. Santiago-Chile. 53 p.
MINISTERIO DE AGRICULTURA DEL PERÚ. 1963. Regulaciones de sanidad
vegetal, departamento de Control Sanitario Vegetal. Dirección de Inspección
y Control Agrario. Lima, Perú. 112p. (Recopilado por Ing. Nemesio Vallejo)
MINISTERIO DE AGRICULTURA DEL PERÚ. 1972. Regulaciones de sanidad
segetal (Cuarentena Vegetal Externa). Dirección General de Promoción
Agropecuaria. Lima, Perú. 142 p. (Recopilación actualizada por Ing. Juan
F. Pacora)
MINISTERIO DE AGRICULTURA Y ALIMENTACIÓN. 1978. Reglamento de
cultivos alogodonero-tabaco. Dirección General de Apoyo a la Empresas
Campesinas. Lima-Perú.
MINISTERIO DE AGRICULTURA Y CRIA DE LA REPÚBLICA DE
VENEZUELA 1968. Reglamento General de Pesticidas. Dirección General.
Oficina de Sanidad Vegetal. Caracas, Venezuela, 15 p.
NATIONAL ACADEMY OF SCIENCES, 1969. Insect pest management and
control principles of plant and animal pest control. Vol.3. Washington D.C.
Estados Unidos. 508 p.
VALLEJOS, F.N. 1966. La cuarentena vegetal en el mundo y en el Perú. Tesis
del Grado sin publicar. Univ. Nacional Agraria, La Molina, Lima-Peru. 84
p.
EL MANEJO INTEGRADO DE PLAGAS
Hay ciertas plagas, como las cochinillas harinosas, moscas blancas, moscas
minadoras y acaro blanco, entre otras, cuyo incremento con frecuencia está asociado
con el uso excesivo de insecticidas.
Residuos tóxicos y contaminación ambiental
Los problemas de resistencia, resurgencia y aparición de nuevas plagas obligan a que
el agricultor incremente las dosis de aplicación, reduzca los intervalos entre
aplicaciones, y recurra a la mezcla de insecticidas. Las implicancias económicas
resultantes son serias. Pero además se crean dos problemas importantes: los mayores
residuos que quedan en las plantas y la contaminación ambiental. Por residuo se
entiende la cantidad de insecticida o sus metabolites tóxicos que quedan en la
superficie o dentro de la planta al momento de la cosecha. Por contaminación del
medio ambiente, a la forma en que el pesticida permanece en el suelo, es acarreado
por el aire a las áreas vecinas, y se introduce en las aguas de las acequias, ríos y
lagunas; amenazando así la salud del hombre, a los animales domésticos y silvestres,
a los insectos polinizadores y a otros seres benéficos.
En el caso de la papa, los residuos tóxicos en los tubérculos están asociados
principalmente con tratamientos al suelo para combatir a los insectos de vida
subterránea, entre ellos al gorgojo de los Andes o gusano blanco. Los insecticidas
clorados como el BHC, Aldrín y Heptacloro que se usaron ampliamente contra esta
plaga han sido prohibidos en la mayoría de los países debido a su persistente efecto
contaminante. Estos insecticidas han sido reemplazados por otros compuestos más
tóxicos como aldicarb y carbofuran que tienen efectos múltiples contra insectos
subterráneos, nematodos, e insectos picadores chupadores del follaje. El riesgo de los
residuos de estos productos en los tubérculos y en las aguas subterráneas es motivo
de muchas investigaciones particularmente en los Estados Unidos. En algunos estados
de este país se ha prohibido o restringido el uso de aldicarb en el cultivo de la papa.
Las motivaciones que tiene el agricultor para conducir cultivos mixtos no son, por lo
general, razones de protección del cultivo contra las plagas, pero se acepta que
esta práctica también tiene influencia en este aspecto. Sería interesante evaluar y
documentar el efecto real que tienen estas prácticas sobre las plagas y
enfermedades.