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ESCUELA DE POSGRADO
Unidad de Posgrado
PROYECTO DE TESIS
DOCTOR en Literatura
Presentado por:
LIMA-Perú
2019
ÍNDICE
V. Marco teórico
5.1 Definición del concepto de Literatura
5.1.1 Aristóteles
5.5.1 Adorno
5.5.2 Lukács
5.9.2 Bibliografía
CAPÍTULO V
Marco teórico
defenderemos que en su contenido hay una carencia de trabajo estético y por ende
no hay un proyecto literario. Por ello, hemos valorado todos los aportes sobre la
propias definiciones.
contar una situación real o ideal por parte del emisor bajo una estrategia intrigante
genera en el receptor una atracción que muchos llaman el goce estético. El cómo
se genera ese goce estético será una interrogante que nos proponemos responder.
5.1.1 Aristóteles
Son varias las definiciones sobre la literatura, sin embargo desde el punto de vista
(384 – 322 a. C.). Dicho texto será traducido y releído por muchos investigadores
griego es muy explícito para definir la tarea del poeta y distinguirla del historiador:
A partir de lo ya dicho resulta evidente que no es tarea del poeta el decir lo que
ha sucedido, sino aquello que podría suceder, esto es, lo posible según la
probabilidad o la necesidad. Pues el historiador y el poeta no difieren porque el
uno utilice la prosa y el otro el verso ( se podría trasladar al verso la obra de
Herodoto , y no será menos historia en verso que sin verso ), sino que la
diferencia reside en que el uno dice lo que ha acontecido, el otro lo que podría
acontecer. Por esto la poesía es más filosófica y mejor que la historia, pues la
poesía dice más lo universal, mientras que la historia es sobre lo particular. (…)
La causa de ello es que lo posible es creíble. En efecto, no creemos de ningún
modo que sea posible lo que no ha sucedido; es evidente, por el contrario, que lo
que sí ha sucedido es posible, pues si fuera posible no habría ocurrido (Poética,
p. 85 - 86).
Como menciona el estagirita la función del poeta es decir lo que podría suceder y
con ello se aborda todo un abanico de mundos posibles que pueden salir de la
realidad e ingresar a la fantasía. Lo señalado ya nos presenta una frontera entre
abordarán a los largo de los dos tomos. Al descubrir y explorar su contenido acuden
conceptos como pathos, ethos, hybris y anagnórisis que son muy recurrentes en
este viaje intelectual que rodea tanto la antigüedad grecolatina del primer tomo
como a los transmisores, la Edad Media y las poéticas clasicistas del segundo tomo.
pasa el tiempo.
Para el teórico español Jesús Maestro la literatura tiene una concepción singular:
En esta amplía cita no solo discrimina lo que carece de estatus literario propiamente
dicho, sino también incluye los soportes de una visión más holística del hacer
El Doctor y profesor sanmarquino Dorian Espezua a quien no le son ajenas las ideas
del crítico literario español Jesús Maestro ni las ideas del filósofo español Gustavo
Bueno señala en su libro Parkinson, Alzheimer y literatura ( 2018 ) lo siguiente
Además, agrega sobre lo mencionado: “ Hago notar aquí que la definición del texto
literario implica, en este momento, una reducción más que una ampliación del
corpus de textos considerados literarios, dado que no todos los textos son o deben
1990) cuyo primer capítulo lo titula “ La opinión común sobre la literatura” y concluirá
lineamientos sobre lo mismo con el inglés Terry Eagleton. Por ello, es preciso
sería la siguiente:
literatura, por ello no duda en citar a la Poética para fortalecer la idea de texto
literario: “Es preciso (…) que las partes de los acontecimientos se ordenen de tal
suerte que, si se traspone o suprime una parte, se altere y disloque el todo; pues
aquello cuya presencia o ausencia no significa nada, no es parte alguna del todo” (
1451 a 30- 35 en Susana Reisz, p. 22). Por otro lado, es importante la mención que
hace sobre René Wellek ya que este ofrece aportes sobre lo literario:
sobre lo literario:
La pregunta por el objeto de la teoría literaria siempre parece tener una respuesta
más que obvia: la literatura… A través del tiempo la categoría literatura ha tenido
muchas definiciones. Se entendía como: “ todo lo escrito con caracteres
alfabéticos”, “ conocimiento y ciencia de las letras”, “ escrito asociado con la idea
de belleza”, “obra imaginativa o de ficción”, “lenguaje estructurado” o, más
recientemente, como “discurso”. Esta variedad de acepciones o constante
transformación y desfiguración de los conceptos se debe a que -así como las
nociones arte, tragedia o “lo bello” y “lo bueno”- literatura es un concepto difícil e
imposible de definir ya que lleva en sí la posibilidad de ser refutable y redefinible
según los contextos en los que se actualiza… (Morales Mena, pp. 14 -15)
de ubicarlo, pues dada su complejidad cada época tiende a definirlo según crea
itinerario teórico para indagar los conceptos que parten de los teóricos:
Atentos más bien a los caracteres específicos del lenguaje literario, los
formalistas rusos fueron quienes plantearon como objeto específico de la ciencia
de la literatura, no ya la literatura, sino la “literariedad”: entendida como aquello
que hace de una obra determinada una obra literaria. Especificidad que luego
será tomada en cuenta por los estructuralistas del Circulo Lingüístico de Praga…
Es decir, la teoría literaria contemporánea (heredera de la motivación científica
de los formalistas rusos) no se interroga por la definición de la literatura sino por
establecer y caracterizar cuáles son los rasgos específicos del lenguaje literario
( p. 15)
no podemos negar que surgen algunas luces que nos pueden ayudar a comprender
el fenómeno literario:
Losada titulado La experiencia literaria ( 1970 ) aborda el hacer literario e inicia con
Jesús G. Maestro sobre lo literario vinculada a la realidad al decir que “la filosofía
se ocupa del ser; la historia y la ciencia, del suceder real, perecedero en aquella,
claro es- por los elementos de la realidad, único material de que disponemos para
nuestras creaciones” ( p. 73 ), sino que también señala una propuesta para definir
la literatura:
El investigador peruano Alberto Escobar nos presenta una última definición del
del creador:
En cambio el escritor trabaja con el lenguaje, con la palabra, por lo que goza de
privilegios extraordinarios, como el requerir apenas del papel y lápiz para plasmar
su creación ( a diferencia de las otras artes que demandan instrumentos y
condiciones costosos y complejos); pero, al mismo tiempo y por la misma causa,
dado que la gran mayoría concibe el lenguaje como un don natural, aunque en
verdad no lo sea, esta carencia de deslinde entre el instrumento con el que se
crea y el uso habitual de la lengua, redunda en que la literatura y la crítica sean
vistas como la tierra de nadie… ( p. 37)
Sin embargo, Escobar es muy incisivo para delimitar el ámbito literario y el no
literario: “… debemos admitir que, entre lo que expresa el texto literario y lo que
comunica el no literario, además de los elementos comunes existen otros a los que
Finalmente concluye:
…en cambio sí es lícito admitir que en la lengua se reflejan otros rasgos que
pueden echar luz sobre los valores del texto y operar como vías de acceso a su
estructura, aquella sobre la que se goznan los valores privativos que los
distinguen de otras piezas similares o contemporáneas. En este sentido, creemos
divisar una coyuntura que sitúa al texto en el punto de encuentro entre la norma
(social) del uso linguistico y el signo (individual) de su empleo por parte del
escritor, con lo que se abre la perspectiva del enfoque estilístico; y desde otro
angulo… (p. 73 -74)
Escobar es más detallado e incisivo para indagar y tratar de localizar donde esta el
punto de separación entre el lenguaje común y el lenguaje literario y por ello no duda
en postular su posible diferenciación al par que va definiendo implícitamente el
hacer literario.
La condición del ensayo es una variante difícil de definir, por ello es necesario
estrategia discursiva que emplea SSB en Lima la horrible (1964) para denunciar el
pensamiento aristocrático en la década del 60. Para ello hemos considerado tener
sería una solución positiva; sin embargo, lo segundo seria nuestra cuota de
innovación.
por la crítica occidental, Harold Bloom, Erich Auerbach u otros como el padre del
español Jesús G. Maestro que no solo despotrica contra el ensayista francés sino
Filosófico Literario. Este último se basa en una teoría filosófica planteada por el
investigador Gustavo Bueno y tiene como matriz la búsqueda de la simploke. Por
(L) de su libro primero, pues su corpus lo conforman tres libros que comprenden
La cita mencionada no solo ofrece una carta estatutaria a un nuevo género, sino
que brinda información pertinente sobre el contenido que debe tener dicho género.
Cabe anotar que cada tradición literaria le ofrece el estatuto al género que
que Montaigne era consciente de las limitaciones del ensayo, pues lo evidencia su
reflexión fluye y surge un posible conocimiento nuevo así como hay temáticas que
corresponde al ensayo y Montaigne lo ejercita muy bien en sus 114 capítulos, pues
considera no solo el gestor del ensayo, sino el Freud del Renacimiento y por ello
señala:
(1994) cuyo corpus lo conforman cuatro partes y abordan una propuesta de autores
argumentación del mensajero y no en los vacíos y falencias que otros autores han
sinceridad del ensayista será el filólogo y erudito alemán Erich Auerbach en su obra
Es uno de los numerosos pasajes en los cuales Montaigne habla del tema de los
ensayos, y de su intención de presentarse a sí mismo. Lo primero que hace es
resaltar el carácter indeciso, inconstante y cambiante de su material, y después
describe el procedimiento que emplea en el tratamiento de materia tan
escurridiza; por último, nos explica la utilidad de semejante empresa (Mimesis…,
p. 267 - 268).
Auerbach es consciente de la madurez del ensayista no solo para tejer ideas, sino
para involucrar al lector en la lectura de los mismos. Una estrategia del ensayista
que posee un orden. No solo es humanística, también tiene una finalidad. Ello hace
Forma también parte del método de Montaigne la forma peculiar de los Essais.
No son ni autobiografía ni diario. No tienen como base ningún plan artificioso, ni
siguen tampoco un orden cronológico. Siguen el azar… En puridad, son las cosas
las que lo dirigen, puesto que se mueve entre ellas, vive en ellas, es hallable en
ellas, ya que está, con ojos bien abiertos y espíritu siempre dispuesto a ser
impresionado, en medio del mundo. Lo único que ocurre es que no sigue su
transcurso en el tiempo, ni tampoco un método que tenga por finalidad el
conocimiento de una cosa determinada o de un grupo de cosas, sino que sigue
su propio ritmo interno, renovadamente alimentado y movido por las cosas, es
cierto, pero no unido indisolublemente a estas, sino saltando libremente de una a
otra (Mimesis…, p. 273 - 274).
fundamentar las raíces de la obra del ensayista francés y con ello procura ilustrarnos
De esta manera, Auerbach nos sitúa en la medula de la teoría del ensayo que tienen
diálogos” (Mimesis…, p. 274)”. Luego de examinar los siete pensamientos del autor
Por algo fue Montaigne el primero en escribir para la capa de “educados” que
acabamos de describir: con el éxito de sus Essais, el público de los cultos se hace
presente por primera vez. Montaigne no escribe para una clase determinada o
para los especialistas, tampoco para “el pueblo” o para los cristianos; no escribe
para ningún partido; tampoco se considera poeta: escribe el primer libro de
conocimiento profano de sí mismo y encuentran que existen personas, hombres
y mujeres, que consideran que el libro se dirige a ellos (Mimesis…, p. 288).
Sin duda que Montaigne es el más sosegado de todos los grandes hombres de
este siglo, superhombres, pudiéramos decir. Posee en sí mismo gravedad y
elasticidad suficientes, un comedimiento natural, y necesita muy poco de la
seguridad, ya que esta se restaura espontáneamente en él; además, lo ayuda su
alejamiento resignado del conocimiento de la naturaleza, su tendencia
imperturbable hacia nada que no sea él. Pero también en su libro palpita la
emoción que se deriva del enriquecimiento repentino y poderoso de la imagen
del mundo… ha visto con más nitidez que ninguno de sus contemporáneos el
problema de la autoorientación del hombre; la tarea de crearse, sin puntos de
apoyo sólidos, habitabilidad en la existencia. En él, por primera vez, se hace
problemática, en sentido moderno, la vida del hombre, la vida propia “cualquiera”
en su integridad (Mimesis…, p. 267 - 268).
Con Bloom y Auerbach culminamos una línea histórica de los inicios de la teoría del
ensayo occidental. Esta será cuestionada por otra vertiente nacida en la península
5.4.2. Tendencia histórica del ensayo: Benito Jerónimo Feijóo y el ensayo español
necesario señalar algunos autores que han citado a Feijoo como parte de su canon
literario. Uno de ellos es Antonio Gil de Zarate, quien en su libro Manual de literatura
Al concluir el primer tercio del siglo, apareció un escritor que empezó entre
nosotros la revolución en las ideas y en el lenguaje. El benedictino Fray Benito
Jerónimo Feijóo, dio principio a la publicación de su Teatro crítico, de sus Cartas
eruditas, y de otros muchos escritos, en que con infatigable constancia combatió
gran parte de las preocupaciones de la su época, teniendo que sostener rudos
combates, y expuesto a terribles persecuciones de que por fortuna suya y de la
nación le libertó el favor del soberano (…) sus ideas filosóficas parecen ahora
escasas y pobres, si bien entonces hubieron de tenerse por atrevidas. El estilo
es flojo, desaliñado, y con numerosos galicismos… (Manual de literatura, p. 687).
ensayos de Feijóo para señalar en materia de estilo que: “Despliega además gran
habilidad en el modo de construir clímax retóricos para dar énfasis a lo que dice
mediante la anáfora, o para realzar con emoción sus argumentos mediante una
ensayos y además en descubrir que en ellos si bien hay cierta reticencia que mitiga
que consiste en “sopesar la evidencia y el valor de las teorías, cosa que preocupa
al autor en todos sus escritos; lo que conduce a las infundadas creencias que Feijóo
destacado investigador español señala que Feijóo supera con creces a Montaigne
y para ello desglosa la obra del ensayista español en el capítulo titulado “Crítica de
la literatura ilustrada: Feijóo frente a Montaigne con una nota frente a Gracian” del
segundo tomo de su obra Crítica de la razón literaria (2017). En ella valora el rol de
autores como Baltasar Gracián, Benito Jerónimo Feijóo y Jaime Balmes, pues
gracias a ellos la crítica se objetiva en la literatura ilustrada. En el caso del autor del
Criticón, Jesús G Maestro, señala que “La tesis fundamental de Gracián como la de
todo autor del Barroco es que quien vive en el desengaño (apariencia) vive en la
Teatro Crítico Universal (1726 -1740) como los Ensayos ( 1580 -1595) “divergen
literaria T.II p. 1671). Por ello, J.G. Maestro considera al francés como un estafador,
siendo a día de hoy mayor del que cabría esperar en la comunidad científica y
académica” (Contra las musas… p. 156). Luego hace una crítica a la literatura
ensayista francés. Es decir, el ojo crítico del investigador español, no solo le quita a
análisis apunta a demoler la consistencia misma de sus escritos. Tan es así que no
contenido como su estilo. Por ello, el crítico español es muy incisivo en sus ataques
Los escritos de Montaigne, redactados en una senectud que, más por impotencia
que por virtud, aconseja prudencia y moralismo a sus lectores destilan un
pensamiento cuyos modales y antecedentes se encuentran en las filosofías del
helenismo, en la línea del hedonismo epicureista y de la tolerancia senequista,
formas de ser, más que de pensar, destinadas a preservar la supervivencia
emocional del individuo en tiempos difíciles. Frente al racionalismo escolástico, o
incluso frente a la crítica platónica y aristotélica, concebidas estas últimas en el
poderoso contexto de una sociedad política o Estado, Montaigne aconseja, desde
el retiro y la senilidad de su torre de marfil, templanza, prudencia, comedimiento,
moderación, escepticismo, renuncia, contención, abstinencia… Montaigne es un
temprano terapeuta del ego occidental. No por casualidad Harold Bloom (1994 -
2005) ha querido ver en él una suerte de Freud del Renacimiento Europeo (Critica
de la razón literaria… T.II p. 1671-1672).
hay una constante falta de crítica y la recurrente seducción retórica” (p. 1672) cuyo
científicos y filosóficos de su tiempo” (p. 1676). Por ello, señala: “Feijóo siendo
Además, señala:
seriedad en los temas tratados por Feijóo los cuales son corroborados a través de
Todo lo mencionado sobre la diferencia entre los dos ensayistas solo es resultado
por el francés a quien lo considera “un seductor menos exigente”. Además, agrega
refiriéndose a Montaigne: “Todos los sofistas tienen suerte, pero solo entre el vulgo”
(p. 1678
lenguaje literario” del libro El lenguaje literario. Vocabulario crítico (2009) en cuya
Para Adorno el ensayo en Alemania tiene una batalla pendiente sobre su jerarquía
como discurso científico, pues aún se mantiene un prejuicio nacional que le resta la
importancia que se merece (Adorno, 2006, p. 11). Sin embargo, no está demás
agregar que muchos estudiosos califican al ensayo como cajón de sastre donde la
señalaba que “el ensayo es la ciencia, menos la prueba explicita”( en: Sikirius, 2000,
defenderla:
Adorno en esta cita se muestra optimista con el ensayo, pues no solo elabora una
los discursos de ficcionales y no ficcionales y señala que estatuto del ensayo como
Este teórico no solo no considera al ensayo como género literario sino que utiliza el
griega y otros al sello francés bajo la egida de Miguel de Montaigne en el siglo XVI.
En ese sentido es preciso conocer qué se entiende por ensayo según nuestros
especialistas. En ese sentido, Liliana Weinberg en su libro El ensayo, entre el
Sin embargo, nos vamos a enfocar en los aportes del libro Hacia una teoría del
ensayo. Construcción del texto ensayístico de María Elena Arenas Cruz para
delimitar la estructura del texto ensayístico de SSB y por ello respecto al ensayo la
Como menciona Arenas el ensayo como texto indefinido y complejo debe ser
estudiado minuciosamente para considerarlo literario o no. Por ello, no solo enfoca
su estudio en la búsqueda de una base teórica para la definición del ensayo como
parte del género argumentativo, sino también profundiza en la constitución histórica
del ensayo y culmina con la construcción del mismo donde se liga a los postulados
aborda la problemática que nos interesa con suma agudeza en su libro en cuyo
El ensayo es, como la literatura, espacio de seducción a partir del encuentro del
autor y el lector en el texto. Con los recursos figurales y organizativos del
lenguaje, con los recursos de configuración referencial, el autor establece con el
lector una relación pragmática, de comunicación, cuya meta es atraer hacia sí al
lector, llevárselo consigo, pero no solamente como resultado final de la lectura,
sino desde el primer momento de ésta. Seducir al lector con el lenguaje y con las
ideas, convencerle de las ideas que le propone, lograr su adhesión en todo-estilo,
disposición global, contenidos, etc,- es lo que el autor busca como resultado de
su actividad escritural. (Tomas Albaladejo; p.14 en: Arenas, 1997.)
este libro dividido en tres capítulos y un esquema final resume su propuesta. Por
eso en su primer capítulo delimita las bases teóricas para la definición del ensayo
5.9.4 Bibliografía
Bibliografía
AULLON DE HARO, Pedro. Teoría del ensayo. España, Edicihones Verbum, 1992.
ARENA CRUZ, María Elena. Hacia una teoría general del ensayo. Construcción del
texto ensayístico. España, Ediciones de la Universidad de Castilla – La Mancha,
1997.
CALLE, Karen. “La crisis del imaginario sobre la ciudad y la construcción del sujeto
crítico en Lima la horrible de Sebastián Salazar Bondy”. Tesis para optar el grado
de licenciatura. UNMSM .2016
ELMORE, Peter. Los muros invisibles. Lima y la modernidad en la novela del siglo
XX. Lima, Mosca Azul Editores/ Caballo Rojo Editores, 1993.
FERREIRA, Cesar. “Sebastián Salazar Bondy: el escritor y sus desafíos” En: Martín.
Lima, USMP, Año XIV, N° 27, Junio 2014. pág.24
GRANDA, Mario. "Sebastián Salazar Bondy, Lector de Lima la horrible" En: Martín
Nº 27 - junio 2014.
HIRSHHORN, Gerald. Sebastián Salazar Bondy. Pasión por la cultura. Lima, IFEA-
UNMSM, 2005.