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1862

Tres años después de que Henry Dunant presenciara el horror que fue la batalla de Solferino, todos
esos momentos y horrores vividos de esa experiencia lo motivaron a escribir el libro “Un Recuerdo
de Solferino”; cabe destacar que este hombre no tenia habilidades especificas de redacción, y por
ello destinó el libro más bien a su círculo de amigos y no tanto a una audiencia general.
El éxito no se hizo esperar, pues efectivamente la emisión fue muy fuerte debido a que muchas
personas ignoran la cruenta realidad de los campos de batalla. Lo gastos de la publicación corrieron
a su cuenta, en noviembre del año 1862 se imprimieron hasta mil seiscientas copias. Seiscientas de
estas dirigidas a personalidades políticas influyentes, los mil restantes, constituyeron una segunda
edición, puesta a la venta en toda Europa. Una tercera edición de tres mil ejemplares apareció unos
meses mas tarde.
Antes de llegar a la edición que tenemos hoy, el libro fue reeditado por el autor un total de ocho
veces. Ha habido adiciones, eliminación de algunos fragmentos y ciertas actualizaciones que dan fe
de una mejor documentación.
Henry Dunant no se limitó solo a relatar los infortunios de la batalla, si no que propuso varias ideas
Fundar, en tiempos de paz sociedades voluntarias de socorro, cuya finalidad sea prestar o hacer
prestar en tiempo de guerra asistencia a los heridos (fue el origen de las Sociedades Nacionales,
que existen actualmente en 186 países). Anteriormente cuando ocurrían esos enfrentamientos el
personal medico y sanitario era insuficiente, para poder socorrer a las personas heridas, entonces se
los dejaba abandonados a su suerte, es por ello que Henry dunant propuso esta idea, con el fin de
que al crear estas sociedades todas las personas recibieran la atención medica necesaria sin
discriminación.
Lograr que los países aceptasen proteger a los voluntarios socorristas y a los heridos en el campo de
batalla, era necesario establecer un tratado internacional (esto dio lugar a los Convenios de Ginebra,
hoy firmados por 194 Estados).
Que a los heridos, al personal y equipos médicos debería considerárselos neutrales y protegerlos
mediante un signo distintivo (que mas tarde se convirtió en el emblema de la cruz roja)
Lo cierto es que el éxito del libro fue tal que solo dos años después, de esto, el 22 de agosto de
1864, se firmó la Convención de Ginebra.
1863
En Ginebra había una sociedad de utilidad pública precedida por un abogado, Gustavo Monier, quien
se declara emocionado tras la lectura del libro, siendo este un hombre de mucha acción propuso a
Dunant conformar una comisión con otros miembros de la Sociedad, a raíz de esto quedo una
comisión integrada por cinco miembros y todos Suizos además de Dunant y de Monier, estaba el
General Guillaume-Henry Dufour y los Doctores Louis Appia y Theodore Maunoir. Comisión que se
reúne el 17 de Febrero de 1.863, se denominó Comité Internacional de Socorro a los Militares
Heridos.
Uno de sus objetivos principales era adoptar un único signo distintivo, que contara con respaldo
jurídico, para indicar la obligación de respetar a los servicios médicos de las fuerzas armadas, a los
voluntarios socorristas de las sociedades que prestaban servicios de primeros auxilios y a las
víctimas de los conflictos armados.
El símbolo debía ser sencillo, identificable a distancia, conocido por todos e idéntico para amigos y
adversarios. El emblema debía ser el mismo para todos y reconocible a nivel universal.
Durante los meses siguientes los cinco miembros del comité desplegaron una intensa actividad que se coronó el 26
de octubre de 1863, con la organización de la Conferencia Internacional en Ginebra a la que asistieron los
representantes de 16 estados, en esta conferencia se adoptaron 10 resoluciones las cuales fueron:
ARTÍCULO 1: En cada país existe un comité, cuya labor es ayudar por todos los medios a su
alcance al servicio de sanidad de los ejércitos durante tiempos de guerra.
Existe en cada país un comité, cuyo mandato consiste en ayudar en tiempo de guerra, si hay caso,
por todos los medios a su alcance, al servicio de sanidad de los ejércitos.
Este comité se organiza por sí mismo, del modo que le parece más útil y conveniente.

ARTÍCULO 2: Se pueden formar secciones en numero ilimitado para secundar a dicho comité.
Para secundar a dicho comité, al que incumbe la dirección general, pueden formarse secciones, en
número ilimitado.

ARTÍCULO 3:
Cada comité debe ponerse en relación con el gobierno de su país, para que sus ofertas de servicio
sean aceptadas, en caso de necesidad.

ARTÍCULO 4: En tiempo de paz los comités y las secciones preparan materiales e instruyen
voluntarios para que le sean útiles en tiempo de guerra.
En tiempo de paz, los comités y las secciones se ocupan de los medios que pueden hacerles
verdaderamente útiles en tiempo de guerra, especialmente preparando socorros materiales de todo
género, y tratando de formar e instruir enfermeros voluntarios.

ARTÍCULO 5:
En caso de guerra, los comités de las naciones beligerantes suministran, en la medida de sus
recursos, socorros a sus ejércitos respectivos; en particular, organizan y ponen en actividad a los
enfermeros voluntarios, y hacen preparar, de acuerdo con la autoridad militar, locales para cuidar a
los heridos.
Pueden solicitar el concurso de los comités pertenecientes a las naciones neutrales.

ARTÍCULO 6
A petición o con el consentimiento de la autoridad militar, los comités envían enfermeros voluntarios
al campo de batalla. Entonces los ponen bajo la dirección de los jefes militares.

ARTÍCULO 7
Los enfermeros voluntarios afectos a los ejércitos deben estar provistos, por sus comités respectivos,
de todo cuanto sea necesario para su mantenimiento.

ARTÍCULO 8
Llevan en todos los países, como signo distintivo uniforme, un brazal blanco con una cruz roja.

ARTÍCULO 9
Los comités y las secciones de los diversos países pueden reunirse en congresos internacionales
para comunicarse sus experiencias y concertarse sobre las medidas que deben tomarse en interés
de la Obra.

ARTÍCULO 10
El intercambio de comunicaciones entre los comités de las diversas naciones se hace
provisionalmente por medio del Comité de Ginebra.
***
Independientemente de las resoluciones anteriores, la Conferencia formula los votos siguientes:
a) que los gobiernos concedan su alta protección a los comités de socorro que se formen, y faciliten
en todo lo posible el cumplimiento de su mandato;
b) que la neutralidad de las ambulancias y hospitales militares sea proclamada, en tiempo de guerra,
por las naciones beligerantes, y que sea igualmente admitida, del modo más completo, para el
personal sanitario oficial, para los enfermeros voluntarios, para los habitantes del país que acudan a
socorrer a los heridos y para los heridos mismos;
c) que un signo distintivo idéntico sea admitido para los cuerpos sanitarios de todos los ejércitos, o
por lo menos para las personas de un mismo ejército agregadas a este servicio;
d) que una bandera idéntica sea también adoptada, en todos los países, para las ambulancias y los
hospitales.

Ademas de las resoluciones en esta conferencia se adoptó un signo distintivo lo que hicieron fue
intercambiar los colores de la bandera de suiza, entonces se creo una cruz roja impresa sobre fondo
blanco para identificar, y por lo tanto proteger a quienes socorren a los soldados heridos, en esta
conferencia nació la cruz roja como tal
1863
Cruz roja de Sri Lanka 1936, como parte de la cruz roja británica. Independiente desde el primero de
abril de 1949
Cruz roja nacional de Tanzania 1949, como parte de la cruz roja británica independiente desde el 7
de diciembre de 1962
Cruz roja de santa lucia creada el 16 de marzo de 1949
Cruz roja de Singapur 3 de abril de 1949 como parte de la cruz roja británica. Independiente desde el
6 de abril de 1973
Cruz roja de zambia 1949 como parte de la cruz roja británica
Cruz roja de san vicente y las granadinas 15 de julio de 1949 como parte del comité de la cruz roja
británica
Cruz roja de la republica de san marino 8 de octubre de 1949

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