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Población es el grupo de personas que viven en un área o espacio geográfico.

Población biológica es el conjunto de individuos de la misma especie que habita


una extensión determinada en un momento dado.

Para la demografía, centrada en el estudio estadístico de la población humana


mundial, la población es un conjunto renovado en el que entran nuevos individuos
–por nacimiento o inmigración– y salen otros –por muerte o emigración–.4 La
población total de un territorio o localidad se determina por procedimientos
estadísticos y mediante el censo de población.

La investigación descriptiva, también conocida como la investigación


estadística, describe los datos y este debe tener un impacto en las vidas de la
gente que le rodea. Por ejemplo, la búsqueda de la enfermedad más frecuente
que afecta a los niños de una ciudad. El lector de la investigación sabrá qué hacer
para prevenir esta enfermedad, por lo tanto, más personas vivirán una vida sana.

El objetivo de la investigación descriptiva, consiste en llegar a conocer las


situaciones, costumbres y actitudes predominantes a través de la descripción
exacta de las actividades, objetos, procesos y personas. Su meta no se limita a la
recolección de datos, sino a la predicción e identificación de las relaciones que
existen entre dos o más variables.

CUENTOS INFANTILES

Las moscas
A un panal de rica miel
dos mil moscas acudieron,
que por golosas murieron,
presas de patas en él.
Otra dentro de un pastel
enterró su golosina.
Así, si bien se examina,
los humanos corazones
perecen en las prisiones
del vicio que los domina.
El niño y los clavos
Había un niño que tenía muy, pero que muy mal carácter. Un día, su padre le dio una
bolsa con clavos y le dijo que cada vez que perdiera la calma, que él clavase un clavo en
la cerca de detrás de la casa.

El primer día, el niño clavó 37 clavos en la cerca. Al día siguiente, menos, y así con los
días posteriores. Él niño se iba dando cuenta que era más fácil controlar su genio y su mal
carácter, que clavar los clavos en la cerca.

Finalmente llegó el día en que el niño no perdió la calma ni una sola vez y se lo dijo a su
padre que no tenía que clavar ni un clavo en la cerca. Él había conseguido, por fin,
controlar su mal temperamento.

Su padre, muy contento y satisfecho, sugirió entonces a su hijo que por cada día que
controlase su carácter, que sacase un clavo de la cerca.

Los días se pasaron y el niño pudo finalmente decir a su padre que ya había sacado todos
los clavos de la cerca. Entonces el padre llevó a su hijo, de la mano, hasta la cerca de
detrás de la casa y le dijo:

- Mira, hijo, has trabajo duro para clavar y quitar los clavos de esta cerca, pero fíjate en
todos los agujeros que quedaron en la cerca. Jamás será la misma.

Lo que quiero decir es que cuando dices o haces cosas con mal genio, enfado y mal
carácter, dejas una cicatriz, como estos agujeros en la cerca. Ya no importa tanto que
pidas perdón. La herida estará siempre allí. Y una herida física es igual que una herida
verbal.

Los amigos, así como los padres y toda la familia, son verdaderas joyas a quienes hay
que valorar. Ellos te sonríen y te animan a mejorar. Te escuchan, comparten una palabra
de aliento y siempre tienen su corazón abierto para recibirte.

Las palabras de su padre, así como la experiencia vivida con los clavos, hicieron con que
el niño reflexionase sobre las consecuencias de su carácter. Y colorín colorado, este
cuento se ha acabado.

Daniel y las palabras mágicas


Te presento a Daniel, el gran mago de las palabras. El abuelo de Daniel es muy
aventurero y este año le ha enviado desde un país sin nombre, por su cumpleaños, un
regalo muy extraño: una caja llena de letras brillantes.

En una carta, su abuelo le dice que esas letras forman palabras amables que, si las
regalas a los demás, pueden conseguir que las personas hagan muchas cosas: hacer reír
al que está triste, llorar de alegría, entender cuando no entendemos, abrir el corazón a los
demás, enseñarnos a escuchar sin hablar.

Daniel juega muy contento en su habitación, monta y desmonta palabras sin cesar.

Hay veces que las letras se unen solas para formar palabras fantásticas, imaginarias, y es
que Daniel es mágico, es un mago de las palabras.
Lleva unos días preparando un regalo muy especial para aquellos que más quiere.

Es muy divertido ver la cara de mamá cuando descubre por la mañana un buenos días,
preciosa debajo de la almohada; o cuando papá encuentra en su coche un te quiero de
color azul.

Sus palabras son amables y bonitas, cortas, largas, que suenan bien y hacen sentir bien:
gracias, te quiero, buenos días, por favor, lo siento, me gustas.

Daniel sabe que las palabras son poderosas y a él le gusta jugar con ellas y ver la cara de
felicidad de la gente cuando las oye.

Sabe bien que las palabras amables son mágicas, son como llaves que te abren la puerta
de los demás.

Porque si tú eres amable, todo es amable contigo. Y Daniel te pregunta: ¿quieres


intentarlo tú y ser un mago de las palabras amables?

Carrera de zapatillas
Había llegado por fin el gran día. Todos los animales del bosque se levantaron temprano
porque ¡era el día de la gran carrera de zapatillas! A las nueve ya estaban todos reunidos
junto al lago.

También estaba la jirafa, la más alta y hermosa del bosque. Pero era tan presumida que
no quería ser amiga de los demás animales.

La jiraba comenzó a burlarse de sus amigos:

- Ja, ja, ja, ja, se reía de la tortuga que era tan bajita y tan lenta.

- Jo, jo, jo, jo, se reía del rinoceronte que era tan gordo.

- Je, je, je, je, se reía del elefante por su trompa tan larga.

Y entonces, llegó la hora de la largada.

El zorro llevaba unas zapatillas a rayas amarillas y rojas. La cebra, unas rosadas con
moños muy grandes. El mono llevaba unas zapatillas verdes con lunares anaranjados.

La tortuga se puso unas zapatillas blancas como las nubes. Y cuando estaban a punto de
comenzar la carrera, la jirafa se puso a llorar desesperada.

Es que era tan alta, que ¡no podía atarse los cordones de sus zapatillas!

- Ahhh, ahhhh, ¡qué alguien me ayude! - gritó la jirafa.

Y todos los animales se quedaron mirándola. Pero el zorro fue a hablar con ella y le dijo:
- Tú te reías de los demás animales porque eran diferentes. Es cierto, todos somos
diferentes, pero todos tenemos algo bueno y todos podemos ser amigos y ayudarnos
cuando lo necesitamos.

Entonces la jirafa pidió perdón a todos por haberse reído de ellos. Y vinieron las hormigas,
que rápidamente treparon por sus zapatillas para atarle los cordones.

Y por fin se pusieron todos los animales en la línea de partida. En sus marcas,
preparados, listos, ¡YA!

Cuando terminó la carrera, todos festejaron porque habían ganado una nueva amiga que
además había aprendido lo que significaba la amistad.

Colorín, colorón, si quieres tener muchos amigos, acéptalos como son.

El asno y el caballo
Un hombre tenía un caballo y un asno.

Un día que ambos iban camino a la ciudad, el asno, sintiéndose cansado, le dijo al
caballo:

- Toma una parte de mi carga si te interesa mi vida.

El caballo haciéndose el sordo no dijo nada y el asno cayó víctima de la fatiga, y murió allí
mismo.

Entonces el dueño echó toda la carga encima del caballo, incluso la piel del asno. Y el
caballo, suspirando dijo:

- ¡Qué mala suerte tengo! ¡Por no haber querido cargar con un ligero fardo ahora tengo
que cargar con todo, y hasta con la piel del asno encima!

Cada vez que no tiendes tu mano para ayudar a tu prójimo que honestamente te lo pide,
sin que lo notes en ese momento, en realidad te estás perjudicando a ti mismo.

Si conoces alguna otra fábula para niños y quieres compartirla con nosotros y los demás
padres, estaremos encantados de recibirla.
POEMAS
Los ratones

Juntáronse los ratones


para librarse del gato;
y después de largo rato
de disputas y opiniones,
dijeron que acertarían
en ponerle un cascabel,
que andando el gato con él,
librarse mejor podrían.

Salió un ratón barbicano,


colilargo, hociquirromo
y encrespando el grueso lomo,
dijo al senado romano,
después de hablar culto un rato:

¿Quién de todos ha de ser


el que se atreva a poner
ese cascabel al gato?

El dentista en la selva

Por la mañana
El dentista de la selva
Trabajó intensamente
Con un feroche cliente.
Era el rey de la jungla,
Era un león imponente,
Con colmillos careados
Y que le faltaba un diente.

Por la tarde
Y dijo el doctor dentista
A su enfermera reciente:
-pon el cartel en la choza,
no recibo más pacientes,
ha venido un cocodrilo
que tiene más de cien dientes.

Abril
El chamariz en el chopo.
-¿Y qué más?

El chopo en el cielo azul.


- ¿Y qué más?

El cielo azul en el agua.


- ¿Y qué más?

El agua en la hojita nueva.


- ¿Y qué más?

La hojita nueva en la rosa.


- ¿Y qué más?

La rosa en mi corazón.
- ¿Y qué más?
¡Mi corazón en el tuyo!
La mariposa

Mariposa del aire


¡que hermosa eres!
Mariposa del aire
dorada y verde.

Luz de candil…
Mariposa del aire,
quédate ahí, ahí, ahí.

No te quieres parar,
pararte no quieres…
Mariposa del aire,
dorada y verde.

Luz de candil…
Mariposa del aire,
quédate ahí, ahí, ahí.
quédate ahí.
Mariposa ¿estás ahí?

Pegasos, lindos pegasos

Yo conocí siendo niño,


la alegría de dar vueltas
sobre un corcel colorado,
en una noche de fiesta.

En el aire polvoriento
chispeaban las candelas,
y la noche azul ardía
toda sembrada de estrellas.

¡Alegrías infantiles
que cuestan una moneda
de cobre, lindos pegasos,
caballitos de madera!
OBRA DE TEATRO
EL GATO Y EL RATON

Título: El gato y el ratón


Autor: Alan Rejón

Escenografía: Una calle común y corriente.

Personajes:
Gato
Ratón

Historia: Un pequeño ratón se da cuenta que está a punto de ser cazado por un gato,
intentando salvarse nuestro pequeño amigo comienza una pequeña charla.

(El ratón está de espaldas cuando de repente el gato comienza a correr hacia él.)

Ratón: ¡Espera!, ¡Espera!


Gato: ¿Qué quieres?
Ratón: ¿Por qué haces esto?
Gato: ¿Qué cosa?
Ratón: Cazarme.
Gato: Pues, porque tengo hambre.
Ratón: Bueno, ¿Te gusta mi sabor y la textura de mi piel?
Gato: Humm, de hecho no, odio cuando la cola pasa por mi garganta y todavía después
de unas semanas sigo escupiendo bolas de pelo blancas.
Ratón: Entonces ¿Por qué cazas ratones? No tiene sentido.
Gato: Tal vez, pero en la iglesia de Doraemon el gato que vino del futuro, nos enseñaron
que para estar cerca de él debemos comer ratones pues ustedes no lo aceptan a él como
el único viajero del tiempo y salvador de la comunidad gatuna.
Ratón: No puedo creer que esa sea la razón.
Gato: Hagamos un trato, te dejare libre si aceptas a Doraemon como único viajero del
tiempo y salvador de la comunidad gatuna.
Ratón: Claro que no lo aceptaré, para empezar por que no existe y segundo, si lo hiciera,
entonces no me convendría creer en él ya que solo quiere salvar a los felinos.
Gato: No te atrevas a decir que no existe, rata blasfema, porque está en todos lados y
puede desatar su furia, además en mi iglesia tenemos una comunidad de ratones
creyentes a los cuales dejamos en paz.
Ratón: Doraemon sólo era la caricatura de un gato azul, ¿Cuántos gatos azules conoces?
Gato: Yo creo que para demostrar su divinidad Doraemon eligió el color azul para que
ninguna raza sea discriminada y la televisión fue la manera de extender su mensaje en
nosotros.
Ratón: Bueno, explícame esto, Doraemon era un robot, ¿Por qué tendría que comer
ratones si ni estomago tiene? Yo creo que tu iglesia ha inventado todo sólo para poder
controlarlos.
Gato: Pues, pues… (El Gato se come al ratón) Tanta plática me abrió el apetito.

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