Un rigor inusitado por parte de un sistema de justicia que no es capaz de
condenar a los verdaderos delincuentes y violadores de la ley, a veces amparados en el poder político, se aplica por este tiempo en la provincia de Entre Ríos a los ciudadanos que se dedican a la noble tarea de trabajar la tierra para producir alimentos. Un Poder provincial que practica medidas arbitrarias en plena democracia, sobre los productores del agro entrerriano, los condena y sin causa cierta a abandonar sus tierras, a mal venderlas y a emprender un éxodo rural y a tener que abandonar su vocación de vivir y trabajar en el campo. Es tan grave el problema social que todavía no se ha tomado la verdadera dimensión del mismo. Esta insólita prohibición provocada por un fallo del Tribunal Superior de Justicia pone a estos pequeños empresarios agropecuarios, en una situación de absoluto desamparo, ya que de la noche a la mañana se les cambia su realidad de trabajo y progreso. Esta es la realidad que están padeciendo muchos productores y sus familias hacen que estén en una vulnerabilidad social y económica impensadas. Está demostrado que este gobierno no les brinda alguna alternativa real para continuar con sus empresas, ni tampoco alguna medida para paliar la imposibilidad de atender sus necesidades familiares y hacer frente a sus obligaciones impositivas y comerciales ¿A quién ha escuchado la justicia entrerriana? Ha escuchado a grupos de personas que se denominan ambientalistas, que militan sus propias consignas e intereses, hacen un uso estratégico de los medios y las redes sociales, y generan en la población intranquilidad y alarma. Lo hacen con un tipo de información que carece de pruebas completas y hasta altamente sospechosas de ser falseadas. También ha escuchado a gremialistas de la docencia que desconocen y olvidan la realidad de la escuela rural y las interrelaciones humanas de padres productores y los directivos y docentes rurales. Pensamos que estos gremialistas responden a intereses propios y políticos que nada tienen que ver con la realidad del sector productivo. Entendemos que esta justicia no ha escuchado ni tenido en cuenta a los organismos nacionales e internacionales de ciencia y técnica. No ha estado a la altura de las circunstancias. Estas medidas discriminatorias, son una verdadera pesadilla para ciudadanos que no solo cumplen con sus obligaciones impositivas, para sostener el funcionamiento de un Estado que muchas veces muestra su ineficiencia y que ahora además los castiga, sino que además son productores generadores de la riqueza que dinamiza el funcionamiento de las ciudades rurales de nuestra provincia. Muchos de ellos con propiedades de 30 a 70 hectáreas. También nos preguntamos que por qué No vemos un fallo judicial o una propuesta ambientalista de los basta es basta ante el incumplimiento de la ley de Desmontes en Entre Ríos. Los productores ponemos a disposición todos los datos, resultados y pruebas que requieran nuestros Diputados y Senadores provinciales para en tiempo y forma terminar de elaborar una Ley de Fitosanitarios.
Podemos mencionar entre los damnificados a:
-Productores citrícolas que no pueden realizar sus rutinas de aplicación de plaguicidas para la protección en sus fincas frutales. -Productores lecheros y ganaderos que no pueden implantar sus cultivos forrajeros ni proteger las pasturas contra las malezas e insectos. -Productores agrícolas que no han podido iniciar sus labores para la implantación del trigo ni tampoco realizar los barbechos en los lotes destinados a cultivos de verano. -Propietarios de pequeñas y medianas superficies de cultivo alcanzadas por la prohibición de aplicar plaguicidas, los cuales no pueden seguir alquilando sus tierras a los contratistas, con lo cual se quedan si el ingreso proveniente de ese arriendo, pero si con las obligaciones impositivas por ser propietarios. Este ingreso además, en la mayoría de los casos constituye el principal medio de vida.
Primeras consecuencias de esta situación:
-Productores y sus familias que deberán migrar a las ciudades en busca de algún medio de vida. -Retiro de los gurises de las escuelas rurales, tanto por la mudanza de las familias como por la búsqueda del cierre de las escuelas que queden sin alumnos. -Oportunidad de buenos negocios para los intereses inmobiliarios y políticos de turno, que acudirán rápidamente a tomar partido de la situación creada por la justicia entrerriana, comprando tierras a precio vil. -Preocupación por la continuidad de las fuentes de trabajo para los empleados rurales que están afectadas sus tareas en esos campos prohibidos de producir. Recordemos son 300.000 hectáreas por limites terrestres y multiplicado por 3 por las distancias aéreas.
Es por todo lo anterior que los productores y actores de la producción de
alimentos convocados en Crespo el 1º de Julio de 2019, exigimos al poder ejecutivo provincial que actúe responsablemente y de forma urgente en la elaboración del nuevo Decreto que da respaldo al fallo judicial para liberar las aplicaciones fitosanitaria. Que el poder ejecutivo cumpla con su misión de gobernar para el bien de todos los entrerrianos, incluidos los productores agropecuarios y revierta esta tremenda injusticia social y productiva. Se solicita también a los Diputados y Senadores Provinciales que continúen en