Está en la página 1de 3

LA BOSSA NOSTRA LES LUTHIERS

Para nuestra versión de "La Bossa Nostra" hemos contado con la actuación de sus autores: en guitarra, el
compositor, Dorival Lampada ("Lampinho"), y en canto, el poeta João Corpas ("Corpas"). La inclusión de
una escola de samba, una batucada y un sacerdote tienen una justificación muy precisa, aunque no en esta
obra.

Corpas: Ahora les quiero presentar a un excelente músico, un gran guitarrista nacido en Bahía... en
Bahía... en Bahía Blanca. Les voy a presentar a Lampinho, con el cual hicimos la Bossa Nostra, un día
que caminábamos juntos por Copacabana. ¿Te acuerdas Lampinho? Copacabana. El mar estaba tan
hermoso...
Lampinho: Sí, el mar...
Corpas: ¡Oh mar do Brasil! El sol era maravilloso.
Lampinho: ¡Oh sol!
Corpas: ¡Oh sol do Brasil! ¿Te acuerdas Lampinho?
Lampinho: No.
Corpas: No, no se acuerda. Eh, recuerdo estas cosas tan bonitas de nuestro Brasil, eh... "Cachaza"
Lampinho: Banana.
Corpas: "Feijoada."
Lampinho: Eh... banana.
Corpas: Bueno Lampinho, no sólo bananas en Brasil. Por ejemplo, "Futbol", Pelé...
Lampinho: Pelé... banana.
Corpas: Bueno Lampinho, "saravah", mejor "saravah" ¿eh? Maestro...

CORO: ¡Oh sol, oh sol, oh sol, oh sol, oh sol!


Oh sol queimante e ardente,
oh sol cozinheiro da gente,
oh sol tan firme e bruñido,
oh sol de fogo encendido
que queima hasta o apelido,
oh sol, oh sol sostenido,
oh sol, oh sol bemol.

Corpas: Eu gosto tirarme na areia da praia sereia asando meu corpo gentil, asando de frente e perfil. Eu
gosto hasta o paroxismo con o bestialismo do sol do Brasil.

CORO: Que el gosta do sol está a la vista,


é um verdadeiro solista.

Corpas: Eu contaré uma historia que aconteceu uma vez uma praia... uma praia...
¡Eh! ¡eh! ¿qué acontece?... ¡Oh, meu deus!

CORO: No Brasil é bendición


como se faz a digestión.
De Botafogo a Ipanema
nao tein que tomar enema
porque, con todo respeito,
Brasil es tan digestivo...

Corpas: ¡Basta! ¡Basta! Eu contaré uma historia que aconteceu uma vez e muito melhor éis que me
deixeis e nao me interrumpáis
CORO: Conta tu conto extrangeiro
a la uma, a las dois y a las treis.

Corpas: Okeis.
Um dia de sol na praia, sonhando coisas bonitas, masticaba uma banana, a mais folklórica fruta, gozando
a fresca viruta na praia de Copacabana.
Estaba feliz no sol tan fogoso, na areia que ardía, cuando de repente... ¡Um oscurecimiento!
Lampinho: ¿Um qué?
Corpas: Um oscurecimiento.
Lampinho: ¿En pleno dia?
Corpas: ¡Ea! Fizo a noite en pleno dia.
Lampinho: ¡No!
Corpas: Ea! Uma sombra tan tupida, uma sombra tan grandota, era a sombra producida das cadeiras
d'uma garota.
Era uma garota que tenía :
(batucada)
Um andar de gacela, cintura de avispa,
piel de terciopelo, cabellos de lino,
manos de Eurídice, unos piecitos, unos pies cúbicos,
talón de Aquiles, nuez moscada,
dedo de frente, frente popular,
y lengua, lengua, lengua muerta,
palmas de Mallorca, lomo sapiens,
Boca corazón, nalgas marinas,
y um pubis, y um pubis...

Sacerdote: ¡Ah! ¡ah! ¡Detente pecador!


Pubis pro nobis.

Corpas: Continúo a relaçao de tan colosal levante. Comencé a persecuçao das cadeiras bamboleantes.
Cruzamos Copacabana debaixo do sol queimante e cruzamos Ipanema aguantando o sol queimante.
Cuando ya no pude mais, tomando muito coraje decidí tirarme o lance.
Dije de fazer romance, dije coisas tan bonitas que a garota me dio cita pra bailar en uma boite...

CORO: Esa mismísima noite.

Lampinho: ¿E como foi o final da historia tan colosal?


Corpas: O final foi muito vil pela culpa do Brasil. O sol tan ardente e cruel me queimou tuda a piel.
Tenía queimado tudo de la proa hasta la popa, que ni siquiera desnudo podía aguantar a ropa.

CORO: ¡Maldita sea la praia, maldito sol asesino!


¡Maldita sea la praia, maldito sol asesino!

Corpas: Perdí piel, perdí garota,


perdí outras coisas mil.

CORO: Vivan as praias cariocas,


viva o sol do Brasil.
La la la la la...

También podría gustarte